Ahora tengo tiempo de dar más detalles, Carmen está en el SPA de relax. Ojo, lo que voy a contar es de "segunda mano", cuento lo que ella me ha contado, y C no es especialmente especialista en relatar cosas que le han pasado.
Al parecer tardó poco en conseguir la atención de los chavales (normal), y se sentó con ellos en una terraza, al aire libre. Jóvenes, no más de 25/26 según sus cálculos, estudiando en la Universidad. Le he dicho que entonces tendrían máximo 23 pero dice que no, que no tenían pinta de 23. No sé...
Guapetones, bien vestidos, pijitos, como a ella le gustan. Al principio muy educados, pero con varias cervezas y conversacióncada vez más picante, se van soltando. Se van de la terraza a un pub con música y baile. Poco a poco se van soltando y comienzan los sobeteos ligeros que se van convirtiendo en cada vez más atrevidos hasta que según me dice ella, le cogen el culo casi descaradamente, se rozan con sus tetas y le ponen las pollas más que duras en el trasero. Ella ya ha detectado al que se va a intentar follar (no me ha dicho por qué no se folló a los dos, cosas de mujeres). Le dice a uno que si se van a un sitio más tranquilo, él le dice que con su amigo y ella dice que no, que sólo él. El otro no se lo toma muy bien al principio pero al final se marcha, sin decirle adiós siquiera a Carmen. Los sobeteos suben de nivel y en la zona más cerca del baño, un poco más apartada, se comen la boca y Carmen le roza la polla con la mano por encima del pantalón. Le pregunta si tiene sitio, no lo tiene (piso compartido de estudiantes, que no garantiza que tenga privacidad) así que ella lo coge de la mano, salen a la calle, miran Google Maps y tiran andando para el hostal más cercano (llamada antes para ver su hay habitaciones). Por el camino, morreos, cogida de culo, sobada de polla, incluso entre dos coches él le mete la mano por los vaqueros hasta tocarle el coño, encharcado.
Llegan al motel, ella le pide el carnet y le dice que se aparte un par de metros (no quiere que él vea nombre en su carnet, privacidad imprescindible), reserva habitación y tiran para arriba. El encargado de la recepción ni se inmuta, debe estar más que acostumbrado. Por las escaleras, más morreos. Entran y el chaval ya no se aguanta, se tira para Carmen y empieza a desabrocharle camisa y se amorra a sus tetas, mientras intenta bajarle el pantalón. Cuando lo consigue, le da la vuelta, la apoya en la pared y comienza a comerle culo y coño. Carmen dice que ese nene tiene que follar muchísimo porque tiene técnica. Al rato ella se da la vuelta, lo pone de pie, le baja pantalón y le come la polla como ella sabe hacer. Ella le pregunta si tiene condones, y sí, tiene. Mientras el chaval saca los condones de la cartera (tiene dos), ella se desnuda y se tumba en la cama. Cuando lo mira él ya tiene el condón puesto, se va para ella, la acerca al borde de la cama y se la clava sin muchos miramientos. Empieza un mete saca duro, con potencia (juventud divino tesoro) en el que ella se corre varias veces. Le da la vuelta, la empotra por detrás, y cuando ya se ha corrido ella un par de veces él dice que se corre, ella se da la vuelta, él se quita el condón y le pone, según dice Carmen, las tetas llenas de leche como hace tiempo que no se las había visto.
Charla, ducha rápida, conversacionales banales sobre qué estudia etc hasta que a los 10 minutos ya la tiene dura otra vez. Condón, y esta vez un polvo más tranquilo, disfrutando ambos, cabalgada, a cuatro, en el borde de la cama... él nene según dice C sabe lo que se hace. Ella le pide que le folle el culo y dice que tenía que haber visto su cara, se le abren los ojos de sorpresa. Se pone a reventarle el ojete un buen rato, hasta que él dice que se va a correr otra vez, ella se da la vuelta, le quita el condón y le pega cuatro chupetones en la polla hasta que se corre como un bendito en su boca.
Descanso, charla, él le pregunta a ella cosas, que ella no contesta (privacidad imprescindible) y al rato, empalmado de nuevo, y esta vez sin condón (Carmen dice que sigue estando cachonda al ver a ese yogur fibrado, empalmado como un cerdo, en la cama a su lado), se ponen a follar. Y ahí es donde dice Carmen que ha disfrutado más. Él, ya saciado de lujuria, la ha estado follando despacio, por todos lados y posturas, más de una hora. Besándola, lamiéndola, flipando de la MILF que se estaba levantando. Ella dice que lo ha pasado genial, que se ha dejado ir, y se ha corrido en el tercer polvo al menos tres veces, orgasmos menos intensos pero más sentidos.
Al final el nene se vacía en el coño de Carmen (y el muy inocente pregunta si toma pastillas). Charla durante un rato, vestirse y cada uno para su casa (Carmen al hotel). Él le pide teléfono o Insta, ella dice que ni de broma, que muchas gracias y lo ha pasado bien pero hasta nunca. Él no insiste, y adiós.
En resumen, la follada normal que un joven de 23/24/25 le pega a una cincuentona, que va a estar contando a sus amigos 20 años.