¿Cuándo asumiste que eras gay, bi o trans?

De acuerdo contigo. Tengo una novia guapa y me la envidian. La paso muy bien con ella y las folladas son estupendas, pero si me ponen a escoger entre ella y un hombre, escojo la testosterona sin pensarlo para que me follen a placer.
Estoy contigo, llega un momento que las pollas son lo máximo!
 
Estoy contigo, llega un momento que las pollas son lo máximo!
De hecho me paso hace unos días. Había quedado con mi novia y me llamó un Macho que me encanta. Estaba aburrido y me preguntó que si quería que nos viéramos. Sin dudarlo llamé a mi novia, le inventé una excusa y, feliz de la vida, me fui a encontrar con él. Es un maduro que me encanta, divorciado, que empezó no hace mucho en nuestro mundo. Como siempre, fue estupendo. Él sabe mis gustos, yo, los suyos. Se desocupó en mí, satisfechos ambos y, bueno, hasta la próxima vez.
 
Hilo muy interesante. Aprovecho para contar yo mi historia, soy chico bi de 31 años con pareja chica.

Estaría yo empezando tercero de la ESO cuando el tutor que nos conocía a toda la clase, le da por sentarnos como el quiso en vez de poder elegir a nuestro compañero de pupitre. A mí me sentaron con el típico chico malote, rebelde. No era tampoco chusma ni nada, solo que era el guaperas, conocido porque tenía un hermano mayor en el mismo instituto y ambos tenían moto. Yo que era un chico más bien tímido al principio, con buenas notas y que le gustaban cosas como la lectura, el cine o la historia... Una extraña pareja. También lo conocía porque desde pequeños íbamos por la tarde a clase de karate, pero nunca habíamos cruzado más de dos o tres palabras.

Cosas de la vida, fuimos congeniando y acabamos convirtiéndonos en amigos. Nos llevábamos bastante bien y en lugar de que a el se le pegaran mis buenas notas (cosas que supongo que esperaba el profesor) a mí se me acabó pegando un poco de su rebeldía. Nada serio, saltarme alguna clase, ir a desayunar fuera con él en la moto o quedar algún fin de semana con su grupo. Nos reíamos y nos llevábamos de puta madre. Yo ya notaba ahí que me empezó a parecer muy guapo (lo era) y llamarme la atención y alguna paja confusa hubo en los baños del karate pensando en él. Además morboseabamos hablando de chicas, en especial de la novia de su hermano que era la joya del instituto, la buenorra oficial.

Al mes o así, un día en clase señaló su polla empalmada por encima del pantalón. Yo dije que era mentira, que algo se había metido que era muy grande. El me invitó a tocarla para cerciorarme y así fue como se la acaricie por primera vez por encima del chándal. Eso unido a algún típico juego hetero te la época que se basaba en enseñarla en los baños de broma (nunca los entendí pero los disfruté) terminaron de hacer el resto. Ya aquí mis pajas siempre iban a su honor.

A los pocos días llega un día mi madre que se ha encontrado a su madre. Que el padre lo había castigado por malas notas sin salir de casa y sin karate. Total que me pidió si podía ayudarlo alguna tarde. Para mí que aunque me ponía a mil y era mi amigo, me pasaba las tardes vagueando porque no necesitaba estudiar mucho, fue una putada. Total que allí que empezamos a pasar las tardes juntos también. Vivía cerca de casa y sus padres pasaban mucho tiempo fuera, trabajaban bastante y su economía no era muy buena, de hecho, el hermano mayor trabajaba algunas tardes y mi amigo también quería pero no lo dejaban hasta aprobar los exámenes.

A los pocos días, una tarde fuimos a una copistería a imprimir cosas de clase. No nos podíamos escapar porque encima su padre tenía el taller de cristalería donde trabajaba en la misma calle. Al volver a casa nos dimos cuenta de que su hermano y la novia habían llegado porque los abrigos y zapatos estaban en la entrada. El me hizo señal de que me callara y no hiciera ruido y me llevo a su habitación anexa a la de su hermano. Alli empezó a sonar los sonidos típicos del folleteo de ambos. Eso nos puso a mil, el escuchar a la buenorra pedir más, el choque de cuerpos, los jadeos... Aún recuerdo todo y me enciendo de la situación tan morbosa. Mi amigo y yo acabamos pajeandonos, al principio cada uno la suya y luego me ofreció la suya con la mirada cosa que yo acepté. Era la primera vez que tocaba una polla que no fuera mia y encima era de buen tamaño y bonita. Me costaba creerlo. El echo su cabeza hacia atrás y se dejó hacer, para a los pocos minutos acabar corriendose como un animal. Yo que ya había acabado hace rato, al poco de tocar su polla, estaba de nuevo empalmado pero como el polvo de la parejita parecía que iba a acabar, nos fuimos. Esa noche en la soledad de mi casa puede que me hiciera tres pajas más pensando en todo lo ocurrido

Las siguientes semanas consistieron en alternar estudios y deberes con pajas. Lo de los estudios era idea mía pues no quería que aquello acabara y si no mejoraba con mi presencia allí, se terminaba. Las pajas eran viendo porno de revistas o algun DVD que conseguíamos o robamos en algún kiosko, escuchando a su hermano y su novia o robando, oliendo y chupando la ropa interior usada de su cuñada. Éramos bastante salidos y mínimo caía una diaria. La mia me la hacía yo (el no me la tocaba) y la suya también la terminaba yo. Yo flipaba de tener conmigo al malote del barrio, por el que muchas suspiraban y que era guapísimo.

Uno de los muchos días que estábamos escuchando a su hermano con la novia, él le pidió a ella que se la chupara. Por los gemidos y demás supimos que ella lo hizo y el novio lo disfruto mucho. Nosotros nos corrimos como siempre, pero al quedarnos solos hablamos de la mamada. Entre una cosa y otra, él dijo que quería probar y yo me ofrecí medio enserio medio en broma (no esperaba llegar a más) a lo que el (medio en broma medio enserio también) se bajó el pantalón ofreciéndome aquella preciosa polla que tan bien conocía. Dude unos segundos, pues una cosa era pajas y otra eso, algo que ni me planteaba pues nunca había pensado más allá dado que me gustaban las chicas y no había sentido nada por ningún chico que fuera él. Durante esos segundos de duda, el jugando me golpeó con ella y entre risas tome mi decisión y me la llevé a la boca. Todos conocéis esa sensación de tu primera mamada hecha, el sentir ese trozo de carne algo flácida, sentir como crece en tu boca, el sabor mezcla un poco de sudor y semen de la paja de hace unos minutos. El hacer entrar y salir un miembro tan bonito y notar como la otra persona disfruta. Un placer que es difícil de transmitir con palabras. Duro bastante, se había corrido hace poco, lo que me permitió experimentar e ir mejorando conforme pasaban los minutos. Por sus gemidos supe que le estaba gustando. Finalmente acabo en mi boca, sin querer dijo, pero no me importo, aunque esa vez lo escupí.

Ese fue el inicio de un par de años (dos cursos tercero y cuarto), donde el 90% de las tardes las pasábamos juntos de lunes a viernes, en su casa, estudiando. Éramos como monos, sobre todo él. No hablábamos de lo que pasaba, era como una norma no escrita. Cuando quería mamada se bajaba el pantalón y me la acercaba y cuando era pajas se quedaba sentado. Él nunca me hacía nada a mí pero yo tampoco lo necesitaba, disfrutaba haciendo lo que hacía o con todo lo demás que envolvía nuestra amistad, puesto que además de todo éramos amigos. Salíamos, entrábamos (lo que podíamos, sus padres eran bastante estrictos) e incluso en verano (que yo creía que era cuando se iba a enfriar lo nuestro) estábamos juntos todo el día.

Luego yo pasé una época oscura y perdimos el contacto. Nunca más me lo he vuelto a cruzar aunque se cosas de él por amigos míos de aquella época que lo siguen en alguna red social. Ahora está casado e incluso tiene un hijo. Pero aún tendrán que pasar años para que se corra con su mujer tantas veces como lo hizo conmigo.

Perdón por extenderme tanto, pero es una historia que considero bonita, morbosa y que me gusta recordar. Todavía recuerdo su bonita polla, el olor que no siempre era bueno pero que aún así me encantaba y su cara cuando se corría, los gemidos que hacía cuando estábamos solo y como se quedaba aturdido con mirada de placer y media sonrisa cuando se corría. Al año de no volver a vernos volví a estar con otros chicos y confirme m bisexualidad. Aún dudaba de ella a pesar de pasar con la polla de mi amigo hora en la boca. Pero al no atraerme ningún otro hombre diferente, tenía mis dudas. Al final lo que pasaba es que era (y desgraciadamente soy) muy selectivo.

Para terminar debo comentar una película que me ayudó también en mi descubrimiento y no es otra que Piratas del Caribe. Orlando Bloom y la actriz protagonista (cuyo nombre se pero no sé escribir) terminaron por confirmar lo que yo intuía.
 
Hilo muy interesante. Aprovecho para contar yo mi historia, soy chico bi de 31 años con pareja chica.

Estaría yo empezando tercero de la ESO cuando el tutor que nos conocía a toda la clase, le da por sentarnos como el quiso en vez de poder elegir a nuestro compañero de pupitre. A mí me sentaron con el típico chico malote, rebelde. No era tampoco chusma ni nada, solo que era el guaperas, conocido porque tenía un hermano mayor en el mismo instituto y ambos tenían moto. Yo que era un chico más bien tímido al principio, con buenas notas y que le gustaban cosas como la lectura, el cine o la historia... Una extraña pareja. También lo conocía porque desde pequeños íbamos por la tarde a clase de karate, pero nunca habíamos cruzado más de dos o tres palabras.

Cosas de la vida, fuimos congeniando y acabamos convirtiéndonos en amigos. Nos llevábamos bastante bien y en lugar de que a el se le pegaran mis buenas notas (cosas que supongo que esperaba el profesor) a mí se me acabó pegando un poco de su rebeldía. Nada serio, saltarme alguna clase, ir a desayunar fuera con él en la moto o quedar algún fin de semana con su grupo. Nos reíamos y nos llevábamos de puta madre. Yo ya notaba ahí que me empezó a parecer muy guapo (lo era) y llamarme la atención y alguna paja confusa hubo en los baños del karate pensando en él. Además morboseabamos hablando de chicas, en especial de la novia de su hermano que era la joya del instituto, la buenorra oficial.

Al mes o así, un día en clase señaló su polla empalmada por encima del pantalón. Yo dije que era mentira, que algo se había metido que era muy grande. El me invitó a tocarla para cerciorarme y así fue como se la acaricie por primera vez por encima del chándal. Eso unido a algún típico juego hetero te la época que se basaba en enseñarla en los baños de broma (nunca los entendí pero los disfruté) terminaron de hacer el resto. Ya aquí mis pajas siempre iban a su honor.

A los pocos días llega un día mi madre que se ha encontrado a su madre. Que el padre lo había castigado por malas notas sin salir de casa y sin karate. Total que me pidió si podía ayudarlo alguna tarde. Para mí que aunque me ponía a mil y era mi amigo, me pasaba las tardes vagueando porque no necesitaba estudiar mucho, fue una putada. Total que allí que empezamos a pasar las tardes juntos también. Vivía cerca de casa y sus padres pasaban mucho tiempo fuera, trabajaban bastante y su economía no era muy buena, de hecho, el hermano mayor trabajaba algunas tardes y mi amigo también quería pero no lo dejaban hasta aprobar los exámenes.

A los pocos días, una tarde fuimos a una copistería a imprimir cosas de clase. No nos podíamos escapar porque encima su padre tenía el taller de cristalería donde trabajaba en la misma calle. Al volver a casa nos dimos cuenta de que su hermano y la novia habían llegado porque los abrigos y zapatos estaban en la entrada. El me hizo señal de que me callara y no hiciera ruido y me llevo a su habitación anexa a la de su hermano. Alli empezó a sonar los sonidos típicos del folleteo de ambos. Eso nos puso a mil, el escuchar a la buenorra pedir más, el choque de cuerpos, los jadeos... Aún recuerdo todo y me enciendo de la situación tan morbosa. Mi amigo y yo acabamos pajeandonos, al principio cada uno la suya y luego me ofreció la suya con la mirada cosa que yo acepté. Era la primera vez que tocaba una polla que no fuera mia y encima era de buen tamaño y bonita. Me costaba creerlo. El echo su cabeza hacia atrás y se dejó hacer, para a los pocos minutos acabar corriendose como un animal. Yo que ya había acabado hace rato, al poco de tocar su polla, estaba de nuevo empalmado pero como el polvo de la parejita parecía que iba a acabar, nos fuimos. Esa noche en la soledad de mi casa puede que me hiciera tres pajas más pensando en todo lo ocurrido

Las siguientes semanas consistieron en alternar estudios y deberes con pajas. Lo de los estudios era idea mía pues no quería que aquello acabara y si no mejoraba con mi presencia allí, se terminaba. Las pajas eran viendo porno de revistas o algun DVD que conseguíamos o robamos en algún kiosko, escuchando a su hermano y su novia o robando, oliendo y chupando la ropa interior usada de su cuñada. Éramos bastante salidos y mínimo caía una diaria. La mia me la hacía yo (el no me la tocaba) y la suya también la terminaba yo. Yo flipaba de tener conmigo al malote del barrio, por el que muchas suspiraban y que era guapísimo.

Uno de los muchos días que estábamos escuchando a su hermano con la novia, él le pidió a ella que se la chupara. Por los gemidos y demás supimos que ella lo hizo y el novio lo disfruto mucho. Nosotros nos corrimos como siempre, pero al quedarnos solos hablamos de la mamada. Entre una cosa y otra, él dijo que quería probar y yo me ofrecí medio enserio medio en broma (no esperaba llegar a más) a lo que el (medio en broma medio enserio también) se bajó el pantalón ofreciéndome aquella preciosa polla que tan bien conocía. Dude unos segundos, pues una cosa era pajas y otra eso, algo que ni me planteaba pues nunca había pensado más allá dado que me gustaban las chicas y no había sentido nada por ningún chico que fuera él. Durante esos segundos de duda, el jugando me golpeó con ella y entre risas tome mi decisión y me la llevé a la boca. Todos conocéis esa sensación de tu primera mamada hecha, el sentir ese trozo de carne algo flácida, sentir como crece en tu boca, el sabor mezcla un poco de sudor y semen de la paja de hace unos minutos. El hacer entrar y salir un miembro tan bonito y notar como la otra persona disfruta. Un placer que es difícil de transmitir con palabras. Duro bastante, se había corrido hace poco, lo que me permitió experimentar e ir mejorando conforme pasaban los minutos. Por sus gemidos supe que le estaba gustando. Finalmente acabo en mi boca, sin querer dijo, pero no me importo, aunque esa vez lo escupí.

Ese fue el inicio de un par de años (dos cursos tercero y cuarto), donde el 90% de las tardes las pasábamos juntos de lunes a viernes, en su casa, estudiando. Éramos como monos, sobre todo él. No hablábamos de lo que pasaba, era como una norma no escrita. Cuando quería mamada se bajaba el pantalón y me la acercaba y cuando era pajas se quedaba sentado. Él nunca me hacía nada a mí pero yo tampoco lo necesitaba, disfrutaba haciendo lo que hacía o con todo lo demás que envolvía nuestra amistad, puesto que además de todo éramos amigos. Salíamos, entrábamos (lo que podíamos, sus padres eran bastante estrictos) e incluso en verano (que yo creía que era cuando se iba a enfriar lo nuestro) estábamos juntos todo el día.

Luego yo pasé una época oscura y perdimos el contacto. Nunca más me lo he vuelto a cruzar aunque se cosas de él por amigos míos de aquella época que lo siguen en alguna red social. Ahora está casado e incluso tiene un hijo. Pero aún tendrán que pasar años para que se corra con su mujer tantas veces como lo hizo conmigo.

Perdón por extenderme tanto, pero es una historia que considero bonita, morbosa y que me gusta recordar. Todavía recuerdo su bonita polla, el olor que no siempre era bueno pero que aún así me encantaba y su cara cuando se corría, los gemidos que hacía cuando estábamos solo y como se quedaba aturdido con mirada de placer y media sonrisa cuando se corría. Al año de no volver a vernos volví a estar con otros chicos y confirme m bisexualidad. Aún dudaba de ella a pesar de pasar con la polla de mi amigo hora en la boca. Pero al no atraerme ningún otro hombre diferente, tenía mis dudas. Al final lo que pasaba es que era (y desgraciadamente soy) muy selectivo.

Para terminar debo comentar una película que me ayudó también en mi descubrimiento y no es otra que Piratas del Caribe. Orlando Bloom y la actriz protagonista (cuyo nombre se pero no sé escribir) terminaron por confirmar lo que yo intuía.
Gracias por contar tu historia!! Es muy buena
 
Yo hace unos 16 años. Siempre tuve curiosidad, pero me consideraba hetero. Hace unos 16 años, guiado por esa curiosidad entre en un foro gay, ahí contacte con un madurito, que me empezó a enseñar la polla en fotos, terminé quedando con el en el parking de un centro comercial. Yo casi no voy, pero muy nervioso me decidí. De entrada me enseñó la polla y quedé como extasiado viéndola pero no me atrevía a mamarsela, me dijo que se la besara, lo hice y entonces me la metió entera en la boca y entonces empecé a mamarsela. Ese día también fue mi primera follada, fue muy delicado, con el calentón me dejé hacer y me folló. Ese día comprendí que era, cuando menos, bisexual. Hoy me considero más gay, además pasivo. Me encanta chupar pollas y poner el culo. De las mujeres me gustan gorditas, pero prefiero las pollas. Si me dan a elegir entre follar con una mujer o que me follen a mi prefiero lo último.
Eres de los míos... Siempre estoy dispuesto a que me follen.
 
Yo, desde muy niño. Los primeros recuerdos que tengo es ir a natación con 6 o 7 años y ver que el profe era un chico joven que iba en speedo y tenía pelito en el pecho y flipar. Por algún motivo sabía que no tenía que mostrar que me gustaba. Luego después de algunas experiencias, vivir en un pueblo te hace saber sin que te digan que tienes que esconderte tanto como puedas, aunque hayas pasado la tarde entera meneandotela con todos tus amigos y cerdeando al máximo. Al entrar en la uni tuve varias novias, era/soy guapete y seguía con ese rol de demostrar que ligaba mucho para que nadie se diera cuenta, pero ya en la capital la cosa cambió. Conocí lugares, conocí chicos y ya decidí que no iba a tener ninguna novia más para tapar nada y que iba a vivir tranquilo. Ojalá lo hubiera hecho antes.
Ahora la mitad de los del pueblo con los que me la casqué o nos las chupamos están casados, con hijos y algunos siguen con ganas de mambo. La vida, que se empeñan en que todo sea blanco o negro, y no hay forma de que lo sea.
 
Mi primera vez por el culo fue con una tía, era tremendamente dominante y a mí me gustaba, Me follaba con arnés.

Luego nos alejamos, y no era algo que otras mujeres hiciesen conmigo, así que empecé a tener “amigos”
 
me entro la curiosidad con 17-18 años, pese a que me costo bastante, me anime a quedar con un tio de un antiguo foro de 1000 anuncios, quedamos en su casa, era casado con niños
se la comi, jugó con mi culo, me calente pero no hubo manera de follarme, posteriormente si lo hicieron
 
Hola, tengo ya 57 años. Tuve unas experiencias en mi epoca de estudiante, pero que las considere juegos de adolescentes y solo ocurrieron durante un curso, imagino que me asusté. En cuanto pude trabajar y tener dinero me abastecí de revistas porno hétero naturalmente. Otras sexualidades no me atraian, supongo que por el ambiente familiar y la educacion religiosos en los que crecí. Despues de una vida como hétero un buen dia decidi probar con una transexual, como activo, y de ahi pasar más tarde como pasivo, eso con 40 años ya cumplidos. Ya en esa época, como es natural, no miraba revistas ya que estabamos en la era de internet. Y me di cuenta que siempre que entraba a mirar sexo hétero, al poco ya estaba en las páginas de transexuales, y más adelante ya iba a más y acababa disfrutando en el área de sexo gay. Era evidente que yo sentia atracción por personas de mi mismo sexo. Un buen dia me atreví a dar el paso y tener relaciones con otro hombre, no tuve que buscar mucho pues tenia y tengo aún un amigo con el que me estrené. Y aqui estoy, contento de mi decisión. No se si habré explicado bien mi humilde experiencia, pero he intentado esquematizar la evolución, sin entrar en detalles. Saludos
 
Yo, bi, con 70 años ya, y en los años 70 ya me metía cosas por el ojete, siempre he tenido la idea de probar con un tio, aunque no me han follado, si le he pajeado y me la han mamado. La ultima hace un par de semanas en un parque en Málaga donde se hace cruising quedé con una persona de 60 años y me hizo una gran mamada
 
Cuando yo era niño ya me gustaba el tonteo con otros, más de una vez me pillaron en calzoncillos con otro niño con la excusa de algún juego. Pero mi primera experiencia abiertamente gay fue en el cole: con 12 años, lo que entonces era 7°, nos sentaban en clase por parejas en una especie de banco. Y ese año me tocó al lado un repetidor bastante malote, que ya había pegado el estirón con lo que ya era todo un tiarrón y yo todavía no. Así que las hormonas hicieron acto de presencia, y aunque yo soy muy tímido, el repetidor no lo era para nada: sin cortarnos un pelo, en mitad de la clase, nos metíamos mano sobándonos el paquete. Yo me quedaba maravillado con el pollón de mi compañero, no podía parar de tocarlo, y también me flipaba que me metiera mano, aunque poca cosa tenía yo entonces. Estuvimos todo el curso sobándonos la polla y ese placer ya no lo he dejado nunca. Seguro que otros niños tuvieron que vernos, pero no me importaba lo más mínimo, más bien me gustaba.
En esa época, cuando empezábamos a ver revistas porno, yo siempre decía que me encantaría estar en el sitio de la tía, lo que me daba un.morbazo tremendo, y me ponía en bandeja meterle mano al tío que tuviera al lado.
Y ya para terminar, cuando me preguntaban qué tipo de tía me gustaba más, yo decía que preferiría follar con tíos.
Eso sí, luego pasarían algunos pocos años para probarlo todo (y toda), pero eso es otra historia....
 
Última edición:
A mí siempre me había llamado la atención estar con un hombre, de hecho me hacia pajas con porno gay, hasta que desperté la bestia hace un tiempo jajaja. Desde entonces me encanta.
 
Última edición:
Desde la pubertad me ocurría algo extraño. Cuando se me quedaba mirando algún hombre, sentía una especie de escalofrío que me recorría todo el cuerpo. Era algo extrañamente placentero. Eseguida me sentía mal por ello. Nunca lo acepté. Supongo que si lo hubiera hecho mi vida sería muy distinta.

Mucho tiempo después y por culpa del trabajo, en el que tengo muchas horas muertas, empecé a frecuentar algunos foros de sexo jajaja

En un momento dado la curiosidad me hizo entrar en la sección bi/gay y sorprendente mente me sentí muy cómodo y aquí sigo.

No fue hasta tener mi primer hijo (puede que por la falta de sexo), que no me lancé a hacer algo ya en la vida real. Al principio me sentía fatal por ello, pero con los años he aprendido a aceptarlo.

Tuve mis primeras relaciónes con otros hombres a partir de los 40 y se me quitaron todas las dudas jajaja
 
Cuando me desperté una madrugada al baño... Y al espiar por el agujero de la puerta del baño para ver quién tardaba... En perfecto enfoque vi la polla de mi papá súper erecta y el masturbándose hasta explotar en semen.
Eso... Y verlo en ropa interior ajustada los veranos cada vez más seguidamente con el bulto súper marcado... Que se meta la mano para rascarse y que cada 2x3 se le parara la polla... Mientras mirábamos películas de guerra.
Es fuerte hablarlo así pero sin que haya pasado absolutamente nada, me despertó mi lado bisexual... Después cuando me bañaba le dedicaba pajas...
 
Cuando yo era niño ya me gustaba el tonteo con otros, más de una vez me pillaron en calzoncillos con otro niño con la excusa de algún juego. Pero mi primera experiencia abiertamente gay fue en el cole: con 12 años, lo que entonces era 7°, nos sentaban en clase por parejas en una especie de banco. Y ese año me tocó al lado un repetidor bastante malote, que ya había pegado el estirón con lo que ya era todo un tiarrón y yo todavía no. Así que las hormonas hicieron acto de presencia, y aunque yo soy muy tímido, el repetidor no lo era para nada: sin cortarnos un pelo, en mitad de la clase, nos metíamos mano sobándonos el paquete. Yo me quedaba maravillado con el pollón de mi compañero, no podía parar de tocarlo, y también me flipaba que me metiera mano, aunque poca cosa tenía yo entonces. Estuvimos todo el curso sobándonos la polla y ese placer ya no lo he dejado nunca. Seguro que otros niños tuvieron que vernos, pero no me importaba lo más mínimo, más bien me gustaba.
En esa época, cuando empezábamos a ver revistas porno, yo siempre decía que me encantaría estar en el sitio de la tía, lo que me daba un.morbazo tremendo, y me ponía en bandeja meterle mano al tío que tuviera al lado.
Y ya para terminar, cuando me preguntaban qué tipo de tía me gustaba más, yo decía que preferiría follar con tíos.
Eso sí, luego pasarían algunos pocos años para probarlo todo (y toda), pero eso es otra historia....
Uuumm joder que pasada de experiencia y cuando quieras sugue contando je je
 
Había fantaseado algo viendo algunos vídeos pornos, pero cuando tenía unos 19-20 años, quedé con un amigo unos 30 años mayor, era casado y ya me habia dado entender que habia estado con algún que otro hombre. Me fui con él pensando en que me iba a masturbar o a hacerme una mamada. Y cuando quise acordar me vi con su polla en mi boca y descubriendo que eso me encantaba. Y ahí fue donde asumí que era bi.
 
Yo desde que fui forzado ha masturbar a un hombre cuando era un niño. Ni me traumatizó, pero sentir el semen en mis manos y ver como gemía y se retorcía me hizo sentir poderoso. Después cuando nos masturbabamos unos delante de los otros en los servicios del colegio ya pensaba en pasar al algo más.
 
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