Alguna vez he tenido la suerte de ser "La primera vez" para una sumisa, de una de ellas, escribí esto (espero que no os moleste) :
Su primer real como mi sumisa.
Ya  desnuda apoyó sus manos en el lavabo, sintiendo el frío del suelo en  sus pies abrió sus piernas y se inclinó dejando su culo expuesto hacía  mi. Lentamente fui acariciando el interior de sus muslos viendo en el  espejo como su cara expresaba satisfacción por las caricias, subí hacia sus ingles, las rozaba mas que acariciarlas, el dorso de mi mano noto la  humedad que despedían sus labios vaginales incapaces de contener su excitación. La incliné un poco mas y azoté su culo, primero un cachete,  luego el otro, mi mano quedó marcada en ellos y en su rostro un rictus  de dolor y placer apareció sin que por ello emitiera ningún tipo de  queja. Era mía, ella lo sabía y sabía que había llegado el momento de  entregarse en cuerpo y alma a mi. Comprobé con mi mano derecha que sus  pezones ya se encontraban totalmente erectos, como pequeños lapiceros  sin punta, los pellizqué, primero suavemente y gradualmente apretaba mas  y mas mientras miraba como su cara cambiaba de expresión, si bien  empezó con un gesto de dolor, el placer empezó a aparecer junto a  pequeños gemidos. Mi mano izquierda se abría paso a través de sus labios  vaginales y, ahora si, estaba completamente empapada, disfrutaba de su  entrega, empujaba hacía atrás buscando introducirse mas mis dedos en su  vagina, no lo permití, los saqué de su vagina y busqué su clítoris, allí  estaba, firme, mojado y lo acaricié suavemente, sus piernas temblaron  hasta casi hacerla caer.. paré, no podía permitir que se corriera tan  pronto.  Noté que sentía vergüenza, tal y como le ordené mantenía la  cabeza agachada. Era su primera vez como sumisa, nunca se había visto  ante su Amo. Poco a poco la pegué a mi cuerpo mientras mis manos recorrían sus  caderas o subían para atrapar un pezón. Esto hacia que se le escaparan  pequeños gemidos. Pellizcaba su culo con fuerza, hasta oírla emitir un  gemido de dolor. La abraze desde atras, mis manos asian sus pechos para mostrarlos ante  el espejo, yo sentia unas inmensas ganas de beber de ellos, pero espere,  tenía que esperar. Aprete mi pene contra su culo mientras mi mano derecha bajaba hasta su  pubis totalmente depilado como le habia ordenado, jugue con mis dedos  entre sus ingles, alrededor de sus labios sin llegar a desflorar su  boton prohibido, su mina de placer. Pase a separar sus labios mayores,  de ellos manaba flujos, no podria aguantar mas sin correrse, yo lo sabia  y decidi otrorgarselo susurrandole al oido "correte, hazlo tal y como te llegue, disfrutalo". En ese momento note como se contoneaba su culo contra mi pene, tenia los ojos cerrados y suspiraba. Mis manos no  paraban en busca en su orgasmo, mientras mi mano derecha ya habia  desflorado su clitoris de entre sus labios y con la yema de mis dedos,  totalmente mojadas, lo acariciaba y apretaba, la izquierda peliizcaba y retorca suavmente su pezon. Mi boca, sin prisa ,poco a poco besaba y lamia su cuello, su oreja... se  estremecio, primero gimio y despues le flaquearon las piernas y despues  se convulsiono, gemidos de placer salian de su boca, sus ojos cerrados y  una maravillosa e increible expresion de placer y felicidad inundo su  rostro, su orgasmo fue pleno, intenso, gratificante. Lentamente separe sus piernas hasta dejarla bien expuesta, coloqué mi  pene en la entrada de su vagina, no pretendía penetrarla, solo quería  impregnarla de sus jugos, la pase arriba y abajo, ella, sin recuperarse  del todo aun se contoneaba al ritmo en el que mi pene se frotaba por sus  labios. Y después de esa noche.... Desperté antes que tu y allí estabas, boca arriba sobre la cama, todavía  dormida y, me pareció, con una sonrisa en los labios. Muy despacio me acerqué hasta poder rozar tu boca con mis labios y note  un leve movimiento y que abrías tus ojos. Medio dormida alargaste tus  brazos para abrazarme y besarme, largo, sentido y sensual beso. Te tomé de las manos, las llevé por encima de tu cabeza hasta acercarla  al cabecero de la cama, si, seguía besándote, si, seguía buscando tu  lengua con la mía con necesidad y tu me correspondías. Anudé a tu muñeca  un largo pañuelo de seda que até al cabecero, primero una mano, después  la otra, tu ya habías intuido mis intenciones, sabías que te iba a  hacer mía de nuevo y no quería que te movieras sólo que gozaras, que  disfrutaras, que fueras las sumisa mas feliz. Poco a poco recorrí con mis dedos tu cuerpo, desde las manos hacía  abajo, me encontré con tu braguita, blanca, pequeña y .. te la quité sin  fuerza, sin movimientos bruscos, suavemente, besando cada trozo de tu  piel por el que ha pasado en su camino hacía tus pies. Noto como palpita tu monte, lo observo, me acerco y apoyo mis labios,  noto su calor, su olor... me separo y sigo. Otro pañuelo de seda, ahora  lo anudo a tu tobillo y lo ato a la pata de la cama, primero uno y  después el otro, pero dejo que puedas flexionar y mover las piernas, no  te quiero inmóvil del todo. Ya te tengo ahí, como quiero, como deseo...como deseabas. Te levanto la camiseta poco a poco, tus pechos, firmes e imponentes  aparecen al lento ritmo que voy levantándola hasta llegar a tus pezones,  tus enhiestos pezones, tus sabrosos y deliciosos pezones que firmes se  presentan ante mi. Paso mi lengua por uno de ellos, lo mojo, lo beso y  paso a rozar mis dientes por él, suave y lentamente mientras con mi mano  pellizco el otro girándolo a uno y otro lado, ya no respiras  agitadamente y has pasado a gemir intentando ahogar cada gemido. Bajo a  tu vientre, lo beso, mi labios y mi lengua recorren tu cuerpo desde el  ombligo hacía abajo, mis manos bajan hasta tus ingles para separar tus  piernas, ante mi aparece, que maravilla, tu vagina que brilla por la  humedad que desprende y mas abajo tu culito. Me paro a contemplarlo, respiras excitada, mojo mi dedo en tu interior y  lo bajo hasta tu culito para ir mojándolo, poco a poco, roce a roce,  presionándolo un poco, solo un poco. Beso tus labios vaginales, y paso  la lengua para mover tu clítoris hacía arriba, ahora hacia los lados y  acabo atrapándolo y succionándolo con mis labios. Mientras tu, tu, tu  empiezas a mover tu cadera arriba y abajo, a izquierda y a derecha  contraponiendo estos movimientos a los de mi boca. Vuelvo a mojar mis dedos, ahora dos y sigo con la labor de lubricar tu  culito con tus jugos, lo rodeo mojando su pequeño perímetro y empiezo a  presionar con mi dedo índice, que trás mojarlo un par de veces mas entra  un poco, hasta la primera falange. Siento que estás muy excitada, mucho, tus movimientos y tu respiración  acelerada así me lo demuestran, por lo que con mi mano izquierda subo  hasta la altura de tus pechos y sin que lo esperes tomo la cadena y doy un "tironcito" de ella, lo que hace que las pinzas que están en tus  pezones te tiren. Y cumple con el efecto esperado, subes tu cintura  arqueando tu cuerpo y te quejas, un grito ahogado sale de tu boca. Me  gusta, me gusta como has reaccionado, me gustas tu... Vuelvo a tu clítoris, sigo succionándolo, sigo con mi dedo en tu culito  que ya está bien lubricado para introducirte el segundo dedo y así lo  hago, mi dedo anular entra junto al indice en tu culito, das un pequeño  suspiro, te gusta, te gusta mucho que juegue con tu culito. Mi excitación es mucha, creí que iba a aguantar mas este juego pero  tienes algo especial, siempre lo tuviste, siempre lo aprecié. Y decido  que ya es hora, juego un poco mas, noto que estás a punto de correrte y  preparándome para hacerlo de golpe... y así lo hago, mi pene se  introduce en tu interior de un solo empujón.....