Un beso de un Amor perdido
En el rincón más profundo de mi alma, un beso deseado y no dado yace como una sombra perdida.
Un amor que fue, pero que ahora solo vive en el eco de los recuerdos, en los sueños rotos de lo que pudo haber sido.
Cada noche, cuando el silencio envuelve mi soledad, su imagen aparece como un suspiro que no puedo contener.
Los destellos de su mirada se reflejan en el espejo de mi mente, y mi corazón se estremece con la añoranza de su tacto.
Las caricias imaginarias se desvanecen en el aire, como pétalos de una rosa marchita.
Las promesas que nunca se cumplieron se convierten en espinas que se clavan en mi pecho, recordándome el amor perdido.
A veces, cierro los ojos y lo veo sonreír, como si el tiempo se hubiera detenido solo para nosotros.
Pero el destino fue cruel, y nuestras manos, aunque juntas estuvieron, nunca más se encontraron en el camino de la vida.
Y así, me encuentro perdido en la tristeza, buscando en la melancolía la presencia de lo que se esfumó.
Las noches se vuelven eternas, y mi corazón se hunde en la desolación de un amor que fue , sigue siendo pero nunca más volveré a tener.
El beso que anhelaba se convierte en una brisa efímera que acaricia mi mejilla, pero que desaparece sin llegar a posarse en mis labios.
Y en ese vacío, solo queda el eco de un amor que se desvaneció en la distancia.
A veces, me pregunto si algún día encontraré la fuerza para dejar partir este amor perdido.
Pero por ahora, me aferro a la tristeza, dejando que las lágrimas sean testigos de lo que pudo haber sido y nunca fue.
Mi beso perdido, de mi amor perdido.
(Experiencia particular, mía)
No todos los besos han sido dados,
No todos los besos son alegres