Mini mini
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Joder que dos folladas te marcaste.CONTINUO
Cuando se fueron, el peregrino que me quiso follar en el lavabo que llamaremos Carlos, estaba acostado en la litera de en frente mirándome, y solo quedaba un peregrino mas que estaba en el servicio; me levante desnuda de cintura para abajo como veis en la foto y con mi coño caliente y húmedo como una perra en celo, quería que me follara, y continuar lo que interrumpimos por la noche y eso fue lo que ocurrió, se levantó desnudo, se puso detrás de mi, me agarro las caderas y sin mediar palabra me la metió hasta dentro en mi coño.
La sentí tan adentro y dura que a cada envestida era como si me la clavara nuevamente, estaba a punto de correrme cuando me la saco.
Mámamela , me dijo, me senté en la litera y empecé a mamársela
En estas estaba cuando salió el otro hombre, que era muy mayor y nos ve en plena mamada. Me corte y me la saque de la boca, pero Carlos me agarro la cabeza para volvérmela a meter, y yo para nada iba a dejar esa poya tan caliente como me encontraba, mire al viejito y empecé a frotar mi clítoris.
El viejete fue quien nos vio en el baño, se fue acercando y bajándose el pijama, saco su poya ya erecta y dijo muy bajito:
Sabia que lo de anoche tenía que continuar, y aproximo la poya también a mi boca.
Pensé en las corridas que se venían encima y me quite la camiseta, ya estaba totalmente desnuda para ellos, caliente, húmeda y deseando ser penetrada.
Así que sentada en la cama baja de la litera, empecé a comerme las dos poyas a la vez, hasta que Carlos se sentó también en el colchón y me dijo que me sentara encima, me senté dándole la espalda y se tumbó quedando yo encima de el, el otro se agacho y empezó a comerme el coño, mientras los dos se repartían mis tetas que no paraban de jugar con ella, el viejo dejo mi coño y empezó a lamer mis tetas , bajando por mi vientre besito a besito, hasta que llego otra vez a mi coño y se centró en mi clítoris hasta que me corrí al notar que Carlos también lo hacía en mi coño.
Quedamos un rato Carlos y yo tendidos en lo ancho de la cama, reposando el polbazo que habíamos echado, mientras el otro no dejaba de tocarme el coño y de tocarse la poya echado a mi otro lado a lo ancho del colchón y mientras me decía al oído:
Y así lo hizo, saque la cintura a ras de la cama el se levanto se puso de rodillas y estuvo fallándome un buen rato hasta que por fin se corrió, y eso hizo que de nuevo estuviera cachodisima queriendo aprovechar la mañana para disfrutar lo que pudiera, como me gustaría tenerlos todo el día con la polla fuera para follarmelos a mi gusto, pero nada no podía ser a las diez teníamos que salir del albergue y solo quedábamos nosotros dentro, nos metimos a la ducha los tres y aprovechamos para follar de nuevo esta vez Carlos me follo el culo, mientras el vejete me frotaba con jabón todo el cuerpo por delante y volvía a lamer mi coño con la misma intensidad que minutos antes, ummm, que placer pero no llegue a correrme de nuevo, Carlos me retiro de la lengua del viejecito cojida en vilo y con su poya en mi culo diciéndome al oído:
- Yo también te quiero follar, me tienes cachondisimo
- Pues follame cariño, soy tu perrita, métemela y córrete dentro también si quieres
- Putita no te vas a volver a correr hasta que yo quiera.
- Siii, cabron, soy tu puta. Le dije, mientras mi cuerpo temblaba de placer.
Estoy leyéndote y semejante a puesto como a ellos a punto para darte caña












