Colegas de pajas y sus ardientes novias

Buenas de nuevo, creo que este capítulo me ha quedado un pelín más largo. Y tambíen más narrativo, sin centrarse tanto en el sexo. Aunque tambíen lo hay, no os preocupeis jaja. Tampoco es que le de mucha importancia, ya que no pienso mucho mientras escribo. Solo me dejo llevar. Pero igualmente ya me comentais que os parece. Buen fin de semana a todos/as, os dejo con otro capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 6 - Friday i’m in love!


Todos odíamos los Lunes, pues son los encargados de dar el pistoletazo de salida a las fiestas del aburrimiento y la pseudo-esclavitud. - Si trabajar fuese opcional, seguramente acabaría desapareciendo o almenos sería una actividad residual en la sociedad. - pensaba Marc, que andaba pesadamente, medio dormido, por la cocina de su casa. La cabeza aturdida y el calor de las sábanas aún pegado a su cuerpo; empezó a beber, pausadamente, una taza de café recién hecho mientras miraba por la ventana cómo la ciudad se despertaba poco a poco.

Por su espalda apareció Noe, recién duchada y activa. Le dió un beso en la mejilla, deseandole que tuviera un buen día en el trabajo. Marc notó el aroma fresco de champú de su novia y su pelo aún mojado, mientras le deseaba lo mismo. Despúes de darle un cachete en el culo, Noe dejó su taza de café medio vacía en el fregadero y desapareció por la puerta de casa.

Durante el trayecto en coche, Marc siguió pensando en que no le encontraba sentido a trabajar. Hablaba en voz alta consigo mismo, divagando sobre el tema mientras seguía conduciendo en modo automático, sin pensar en lo que hacía. Creía firmemente en que todo sería mejor si el mundo involucionase y todo volviera a un estado más primitivo. Que el trabajo de un hombre consistiese simplemente en sobrevivir. - Cazar, sembrar, recolectar. Eso si tendría sentido. - De repente su teléfono empezó a sonar y puso el manos libres.

  • Buenos días colega! Camino al curro o que?- dijo Jordi, de forma animada, al otro lado de la línea. Mientras también conducía de camino a su trabajo.
  • Si tío! Puto asco. - contestó fastidiado Marc.
  • Jajaja, vaya ánimos llevamos. Vivaaaa! - exclamó irónicamente.
  • Envídio a la gente que teneis vocación por vuestro trabajo. Almenos le podéis encontrar un sentido a toda esta farsa. - dijo Marc mientras seguía fustigandose anímicamente.
  • Pero si a mi me enchufó mi padre en el curro, bro! Jajaja. Si pudiera elegir ahora mismo estaría haciendo cualquier otra cosa que ir a vender electrodomésticos.
  • Como qué?
  • Pues no sé. Algo que me gustase de verdad. Si sigo en la empresa de papá es por comodidad, sabes? - confesó Jordi. - Yo creo que tienes que pensar en cosas que te gusten y buscar un trabajo acorde a eso. Aún estás a tiempo de empezar de nuevo colega.
  • No sé tío. No crees que la gente que convierte sus hobbies en su trabajo, acaba por odiarlo?
  • A ver, sí es verdad que ya había escuchado antes esa premisa que dices. Pero no conozco ningún caso personalmente como para afirmarlo. No obstante, yo no te hablo de hobbies, hablo de algo que te apasione, que te guste de verdad. - dijo Jordi mientras tocaba el claxon a un imbécil que se había saltado un stop.
Marc pensó durante un rato que le apasionaba en la vida. - No veo cómo puedo enfocar mis pasiones hacía un trabajo colega jaja. Es decir, estaba pensando que es lo más me gusta de la vida…
  • A ver dime, que cosas son? Quizás te pueda ayudar.
  • Me gusta el tiempo libre. Me refiero, a disfrutar del tiempo sin hacer nada especial, sabes? Simplemente tiempo libre. Divagar, sentirme que puedo hacer lo que quiera. Disfrutar de esos momentos.
  • Bueno, puedes enfocar eso que dices en el sector del Ocio.
  • Me sirve! Jajaja - contestó Marc, no muy convencido. - Me gusta follar también. Bueno, el sexo en general vaya!
  • Mmmm… - pensó Jordi. - Eso es relaciones humanas. En cierto modo jaja
  • Me gusta la música también, no tocarla sino disfrutarla. Lo primero me da pereza. No sé, se me han venido estas tres a la cabeza. - Dijo Marc mientras ya llegaba a su trabajo.
  • Así que quieres trabajar en un club swinger - exclamó Jordi morboso. - Jajaja tiene todo lo que dices. Un lugar de ocio donde hay sexo cada noche y puedes escuchar buena música.
  • Tío tu no descansas nunca o qué?
  • Jamás! Jajaja. Venga colega que queda menos para el sábado! Vamooooos!
Los dos amigos rieron juntos y se despidieron. Las últimas palabras de Jordi recordando a Marc lo de la quedada, le alegraron bastante el día, aunque al mismo tiempo provocaron que esa semana laboral se hiciera más larga y pesada. Parecía que el fin de semana no llegase jamás.

Marc pasó todo el día pensando en cómo sería su vida si fuese dueño de un club de intercambio de parejas. Rió para sus adentros al pensar que posiblemente se arruinaría ya que preferiría más cobrar en especies que en dinero.
El Martes y Miércoles, amanecieron del mismo modo que el día Anterior. Cabeza aturdida, café recíen hecho, mirada vacía por la ventana, coche, trabajo, coche de nuevo, serie y dormir. No obstante, Jueves añadió una pizca de alegría, porqué sin previo aviso, la emisora de la vida de Marc sufrió un leve cambio de programación y en vez de emitir “serie” lo cambió por “polvo guarro en el sofá”. De los mejores programas, según él.
Y por fin llegó Viernes, con su esperanza e ilusión. El gran archienemigo de Lunes, el cúal seguía perdiedo de forma humillante en cada una de las batallas que libraban, desde los inicios de la vida laboral moderna.

Eran las 18:00 en punto de ese viernes bendito, cuando Noe y Marta caminaban juntas calle abajo, charlando. El día era soleado e invitaba a disfrutar del aire libre. Las dos amigas aprovecharon el buen tiempo para dejar más partes de su cuerpo a merced del sol y empezar a coger moreno, pensando en el verano. Eso provocó varias descaradas miradas y comentarios lascivos, de los hombres que las veían pasar.

Al llegar a Plaza Delicias, Marta saludó amablemente a Guillermo con el brazo levantado. A veinte metros de distancis, las esperaba de pié y risueño delante del pequeño local del padre de Jordi.
  • Buenas chicas! - dijo sujetando una bolsa de gimnasio, que jamás había entrado en uno, llena a rebosar. - Vengo preparado, jeje.
  • Pero que llevas ahí? Un estudio de grabación entero o qué? - preguntó Noe, sorprendida. - Tía has visto el tamaño de… el tamaño de esa enorme… de esa enorme Bolsa! joder. - Seguia sin poder quitarse de la cabeza el enorme pollón del chaval.
  • Bueno, es qué no me decidía y al final le pedí consejo a Fran, un amigo mío que tiene una tienda de electrónica. Es muy bueno en el campo del auidovisual, pensad que obtuvo matricula de honor en…
  • Céntrate Soldado! - Le gritó Marta sonriendole, mientras le daba dos besos.
  • Jejeje, perdón. Total… Me ha dejado prestadas varias cámaras y micros para que podáis elegir. Manos a la obra? - contestó Guillermo feliz.
Marta sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de vidrio traslúcido. Al entrar en el local Noe y Guillermo vieron una pequeña sala que parecía ser un taller. Estaba repleta de electrodomésticos viejos e inservibles, algunos a medio reparar. Dos pequeñas estanterías se levantaban en medio de ese desorden, con recambios y herramientas mal colocadas. Detrás de ellas se vislumbraba lo que parecía una pequeña oficina improvisada, con un escritorio viejo cubierto de facturas y presupuestos. - Esto lo usaba antes el padre de Jordi cómo oficina, pero ya está medio jubilado, así que ya no viene casi nunca. - explicaba Marta mientras encendia la luz de otra habitación, más pequeña, anexa a la que se encontraban. - Entrad, es por aquí. - Los tres pasaron la puerta y entraron. Noe se fijó en que estaba más límpia y los muebles parecían más modernos. En un lateral había un mueble con varios cajones y una televisión plana muy grande colgada de la pared. - Esta tele vale un pastón - comentó Guillermo observandola. Al girarse, tropezó con la mesita de centro que estaba en medio de la sala y luego se sentó en una butaca esperando instrucciones.
  • Cuando Jordi aún vivía con sus padres, venía aquí muchos fines de semana con sus colegas. A jugar a la play y esas cosas. - dijo Marta mientras se sentó en uno de los pequeños sofás que rodeaban la mesita. - Y yo me qedaba aquí aburrida mientras los veía jugar. Añadió suspirando mientras cruzaba sus piernas dejando a la vista sus muslos.
  • Y estó - preguntó Noe señalando una puerta al lado del mueble del televisor. Mientras se enciendia un cigarro, abrió la pequeña ventana de la habitación que daba a un solar abandonado y se acercó a ella para fumar.
  • Ah! Un baño. Nada más. - contestó Marta mientras jugaba con su pelo. - Bueno Guillermo, empezamos?
  • Si, si.. vamos. - contestó el chico que estaba enbobado mirando las piernas de Marta. Fantaseando en cómo sería abrirlas y meter la cabeza entre ellas- A ver chicas, prestad atención. - siguió recuperando la normalidad en sus pulsaciones.
Guillermo abrió la bolsa de par en par y la vació encima de la mesa de centro. Noe al ver ese gesto, pensó en la serie de traficantes que estaba viendo con Marc. Pero en vez de fardos, la mesa quedó repleta de un montón de aparatos eléctricos. El chico ilusionado empezó a explicar con muchos detalles técnicos para que servía cada aparato. Los diferentes modelos, ventajas y desventajas de cada uno. Los comparaba entre ellos, analizaba sus caracteristicas. Y aunque las chicas debían reconocer que estaba siendo todo muy didactico, tuvieron que llamarle la atención un par de veces para que dejara de divagar.

Al final se puso en pié y mientras sujetaba su barbilla pensativo, en medio de la habitación, comunicó a las chicas la mejor opción. - Considerando el tamaño… - Noe sonrrió. - … de la habitación, creo que nos apañaremos con este micro. Luego pondremós tres camáras, mmmm, aquí, aquí y allí. Usaremos las Hex Low 2.5, son las mejores en relación tamaño calidad. - Noe, volvió a sonreir - Y por último esconderé el altavoz dentro de este Subwofer, para que podáis hablar.

De repente se escuchó cómo una llave entraba en la cerradura de la puerta que daba a la calle. Las chicas se pusieron tensas de golpe, mientras Guille estaba absorto mirando sus aparatos electrónicos. Marta se puso en pie y se acercó a la puerta de la salita de juegos, con cuidado la ajustó, dejándola casi cerrada. - Quien es tia? Es Jordi? - preguntó Noe mientras pegada detrás de su amiga intetaba ver algo a través del pequeño hueco que su amiga había dejado.
  • Nooo! No puede ser Jordi, solo tiene una llave y la tengo yo tía- le susurró Marta mientras seguía intentando ver algo.
  • Y si ha venido para preparar lo de mañana?
  • Ya te he dicho que no puede ser él, y además la limpieza la hizo el Miércoles. Lo seguí para asegurarme. - contestó Marta mientras sentía el corazón de su amiga palpitar acceleradamente.
Las chicas escucharon cómo alguien volvía a cerrar la puerta y se acercaba andando hacía ellas. Marta se giró hacia su amiga al descubrir quien era el intruso. - Tía! Es Manolo, el padre de Jordi. No sé que hace aquí. - le susurró mientras le indicaba con su dedo que mantuviera silencio.

Manolo era un hombre de unos 70 años, alto y canoso. Dueño de una empresa de compra venta de electrodomésticos y jubilado. Llevaba tiempo intentando pasar todas sus resposabilidades a su hijo y disfrutar de su merecido descanso. Pero aún no estaba preparado para eso, más él que su hijo, todo hay que decirlo. Llevaba casado con Rosa, su mujer, más de 50 años, un matrimonío que sobrevivía hasta día de hoy, no tanto por amor, sinó más bien por rutina y comodidad.

Mientras se sentaba en frente del viejo escritorio, Manolo encendió el ordenador y se quitó el sudor de la frente. - Que calor… - exclamó mientras encendia un ventilador en bastante mal estado que estaba a su derecha.
  • Tía que hace? Por qué no se va? - susurró Noe.
  • No lo sé, parece que está trabajando. - Contestó Marta, muy bajito, sin dejar de mirar por la pequeña ranura. Desde la puerta podía ver a Manolo de espaldas y la pantalla que cargaba lenta y pesadamente una versión muy antigua y desfasada de Windows
Una vez puso la contraseña en el ordenador, abrió unas cuantas carpetas y empezaron a aparecer álbumes familiares con muchas fotos. Marta tragó saliba, al ver que Manolo tenía una carpeta con un montón de fotos suyas, y entonces recordó las vacaciones que pasó con la família de su novio, hacía un par de años atrás en la costa de Gerona.

Mientras el padre de su novio se levantaba de la silla desabrochandose el cinturón, ella recordaba aquellas vacaciones y que le hizo muchas fotos cuando estaban en la playa. Aunque en ese momento no le diera importancia, ahora empezaba a atar cabos. - Tía que fuerte! Son fotos tuyas…- susurró Noe, que por fin había encontrado un hueco por donde ver lo que sucedía.

Manolo que ya estaba sentado en la silla con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, se masturbaba lentamente mientras que con la otra mano daba clicks al ratón pasando fotos y más fotos de su nuera en bikini. - Oooh putita! Que rica estás… - decía medio gimiendo.

Marta totalmente asombrada no podía articular palabra y cerró lentamente la puerta. Luego apoyando su espalda en ella, miró a su amiga que ya estaba buscando el móvil para grabarlo todo.

Entre susurros, empezaron a conversar:
  • Tía esto es muy fuerte! - Le dijo Noe que rebuscaba en su bolso sin encontrar el teléfono.
  • No me lo puedo creer…. - Marta seguía en shock.
  • Bueno, tampoco es tan raro no crees?
  • Cómo puedes decir eso tía! Es mi Suegro… Y deja el puto móvil, joder! - le dijo Marta mientras se acercaba a su amiga y le golpeaba la mano que tenía dentro del bolso.
  • Tía! Lo que digo es que… - Noe empezó a encontrar todo aquello muy gracioso. - si te lo paras a pensar, de tal palo… - dijo señalando en dirección a Manolo, que detrás de la puerta estaba a punto de correrse. - tal astilla. Ahora ya sabemos que la afición de pajearse con tus fotos, le viene de familia, jaja
Guillermo seguía trabajando y no se había percatado de nada de lo que estaba sucediendo. Levantó la cabeza un momento y vió a las chicas discutir susurrando, una muy cerca de la otra, sin poder evitar desnudarlas con la mirada. - Chicas, que hacéis? - preguntó con un tono de voz elevado, sin entender nada.

Las dos amigas se giraron de repente hacía el chaval que seguía mirandolas sin comprender que sucedía. - Shhhhh. - le indicarón ambas al mismo tiempo. Nervisosas. Pero ya era tarde. Al otro lado de la puerta, escucharon a Manolo preguntar en voz alta: - Hola? Hay alguien?- mientras, también nervioso, se subía los pantalones y cerraba precipitadamente las ventanas del ordenador.

Marta se armó de valor mientras les ordenó a Guillermo y Noe que se escondieran en el pequeño lavabo. Se aseguró que lo hicieran y luego rápidamente escondió todos los chismes electronicos debajo del sofá. - Hola? Siiii, soy Marta. - contestó. Mientras sus manos temblavan se colocó bien el pelo y aliso su falda. Luego se desabrochó un par de botones de la camisa y se colocó bien los pechos. - Manolo? Eres tu. - Dijo mientras habría la puerta.
  • Pero que pasa? - susurró Guillermo dentro del pequeño lavabo.
  • Calla Guille! Y no me pises - le respondió Noe mientras quitaba su pié de debajo del de el chico.
  • Noe yo no quiero problemas, si han venido vuestros novios me van a matar. No debería estar aquí, quien me manda ponerme en estos fregaos. - Guillermo empezó a sudar con un ataque de pánico.
  • Guille relájate que no pasa nada! - intentaba tranquilizarlo
  • No puedo… tengo… tengo… claustrofobia.
  • Vale, escuchame. - empezó a decirle Noe con voz suave y relajada. - Cierra los ojos y escucha mi voz.
  • Si…. Vale… - contestó el chico mientras tragaba saliba.
Noe no consiguió tranquilzar al chico, al contrario, lo puso aún más nervioso. El baño era muy estrecho y el cuerpo de ella rozaba por completo con el de él. El paquete de él rozandola a la altura de su entrepierna. Las tetas de ella chafadas contra los blandos pectorales de él. Sus bocas muy cerca una de la otra. Guillermo empezó a excitarse al notar el cuerpo de aquella mujer tan cerca y no pudo evitar empalmarse, mientras ella le decía cosas cerca de su oreja con esa suave voz. Ella empezó a notar como aquel pene enorme se ponía erecto chocando contra su vientre y sin poder evitarlo mojó su tanga.

En la habitación principal, Suegro y Nuera se saludaban. - Ho.. Hola Marta! No sabía que estabas aquí. - le dijo Manolo al verla salir por la puerta.
  • Hola Manolo! Sí, he venido… a buscar unas cosas que se dejó Jordi… la semana pasada, pero no las encuentro - se acercó a su suegro y le dió dos generoso besos en las mejillas.
  • Ah! Perfecto. Yo he venido aaa… bueno, a trabajar un poco, ya sabes. Jeje- le contestó él mientras se sentaba en la silla de nuevo y ordenaba los papeles encima de la mesa.
Marta que solo quería que aquel viejo cerdo se fuera rápido de allí. Pensó que lo mejor que podía hacer era ponerlo incómodo. Así que sensualmente se sentó sobre la mesa apoyando la mitad del trasero y apretó disimuladamente sus brazos contra sus pechos para marcar más canalillo, mientras lo miraba directamente a los ojos. - Ufff! Hace calor hoy verdad? - le dijo mientras se abanicaba con la mano, muy cerca de él.

Manolo se puso muy duro sin poder dejar de mirar aquellos jóvenes, grandes y tersos pechos. Podía oler su perfume aromático y el aliento de su boca que rezumaba sexualidad. Sin poder controlarse posó su mano en el muslo de la chica que se mostraba provocativo encima de la mesa.
  • La verdad que sí Hermosa! Está el día muy caliente. - retiró rapidamente la mano, mientras su mentalidad cristiana le decía que aquello no estaba bien.
  • Por qué no vamos al cuartillo, los dos y me ayudas a buscar? - se insinuó Marta mientras posaba su mano encima de la de él y se acercaba mostrando abiertamente su escote.
Manolo que tenía los ojos como platos, intentaba desesperadamente no posarlos en esas dos tetas que le pedían que se las comiese enteras. Mantenía en silencio, una acalorada lucha interna. Follarse a la perra de la novia de su hijo o ser fiel a la aburrida y asexual de su mujer. Al final, la moralidad ganó. Pero lo hizo en el tiempo de descuento y en una jugada muy polémica por un error arbitral.
  • La verdad es que me tengo que ir- dijo de repente y sin mirarla a la cara. - He recordado que Rosa me está esperando en el Mercadona. - se levantó rápido, le dió dos besos secos y salió pitando por la puerta del local como alma que lleva al diablo.
“Menos mal” pensó Marta. Que por un momento ya se veía a cuatro patas empotrada contra la mesa, con la vieja y arrugada polla del padre de su novio entre sus piernas. Y luego sonrió como una diablilla, pensando en lo morboso que sería eso.
  • Chicos, arreglado ya se ha ido - dijo mientras entraba de nuevo en la habitación de atrás. Y volvia a colocar todos los chismes de Guillermo encima de la mesa- Chicos? Seguimos o que? - No obtuvo respuesta. - Holaaaaa? Va todo bien.
Al abrir la puerta del baño vió como Noe, con el vestido levantado y las bragas en los tobillos sujetaba con las dos manos la cabeza de Guillermo entre sus piernas abiertas. Él con su enorme polla fuera y de rodillas le metía toda su gruesa lengua dentro del coño. Y lo lamía como si estuviera chupando un helado. Se pajeaba su polla compulsivamente con una mano, mientras que con la otra le metía el dedo por el culo de su amiga.

Marta ajustó la puerta, y suspiró mientras pensaba que su amiga no tenía remedio. Cogió prestado su cajetilla de tabaco y se encendió un cigarro esperando a que terminasen, sentada en el sofá. - Ahora al revés, venga. - escuchó que decía Guillermo. - No no, la polla no, comeme el culo tu a mí. Oooooh siiii. Meteme la lengua más a dentro. Pajeame también. Ooooh que gustitooo.

No terminó de fumarse el cigarro, que ya habían terminado. - Perdón Marta jeje - dijo Guille con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás de él salió Noe subiendose las bragas. “Hay potencial, mucho potencial. Pero necesita entrenamiento” pensó Noe mientras miraba el culo grande de Guillermo, donde escasos segundos atrás había metido toda la cara. Luego pidió disculpas a su amiga y cogiendole el cigarro de entre sus dedos, terminó de fumarselo.

Todo estuvo terminado en menos de una hora. Antes de que abandonaran el local se aseguraron de que todo funcionase correctamente. Y luego se despidieron delante de la puerta en un abrazo, los tres juntos a la vez. En el fondo la vida, a veces, era así de irónica. Dónde hoy había un abrazo grupal, mañana habría una paja. A Guille le gustó tanto aquel abrazo que lo intentó alargar más de lo debido.

Marc y Jordi, por su lado, tomaban unas cervezas con su grupo de amigos del barrio. Mantenían las típicas conversaciones heterosexuales. Hablaban animadamente sobre tías. “Pues a esa me la follé también la semana pasada, lo juro”- decía uno. “Si claro… me como una y cuento cuatro” - decía otro. Mientras Marc, ensimismado en sus pensamientos, se ponía cachondo imaginando cuantos de ellos se habrían follado a su novia, vió que por la puerta del bar entraba Gemma.
  • Bro! Has visto quien es? - le dijo Jordi, que estaba sentado a su lado, disimuladamente.
Marc se la quedó mirando fijamente mientras ella se sentaba con una amiga en la barra y pedía un par de cervezas. Al poco rato, ella giró la cabeza para observar el ambiente del bar y en un barrido rápido, acabó cruzando una larga mirada con él. Le sonrió mientras le saludaba con la mano desde la barra.

Los colegas que se percataron de la jugada, empezaron a jalearle. “Joder tió y ese pivonazo quien es?” - decía uno. “A que esperas bro! Ve a saludarla. Está tremenda” - decía otro.

Marc miraba el culo de Gemma apoyado en el taburete. Y aunque aún le conservara cierta rabia, por lo que él creía que había pasado con los cuernos de Noe, no podía evitar seguir obsesionado con ese culazo tan redondo y respingón. Despúes de que Jordi volviera a insistir en que fuera a saludarla, acabó cediendo y se levantó de la silla; dirección a las dos chicas. Mientras se acercaba, Gemma que lo veía venir de frente, le sonréia mientras pasaba su pelo por detrás de la oreja y le decía algo al oído de su amiga que provocó que se girara, mientras sonréia.
  • Marc, guapíssimo! Cúanto tiempo! - le dijo Gemma mientras pasaba una mano por detrás de sus hombros y le daba dos besos apasionados.
  • Hola Gemma! La verdad que sí, jeje. Cómo va todo?
  • Bien, la verdad. Por cierto te presento a Laia, una amiga.
  • Encantado - le dijo sonriendo Marc mientras también le daba dos besos. Era una chica alta y guapa, con unos pechos grandes y bien puestos.
  • Y bueno que hacéis por aquí? - continuó Marc mientras apollaba un brazo en la barra.
  • Pues tomarnos unas copas y ver que surge. Y tú? - contestó Gemma
  • Pues la verdad que no mucho. Estaba por irme a casa, demasiada testosterona, sabes? - dijo él mientras señalaba con el pulgar la mesa de sus amigos a su espalda.
  • Ya entiendo… - dijo Gemma mientras observaba como algunos de sus amigos se comportaban como auténticos chimpancés. - Bueno si te apetece tomarte unas copas con nosotras? Eres más que bienvenido.
  • Aunque haya demasiados estrógenos, por eso. Jeje - añadió Laia mientras brindaba con su amiga.
Marc que no tenía intención de quedarse con ellas, cambió rápido de opinión por el tono en qué Gemma le dijo “eres más que bienvenido”, quizás eran imaginaciones suyas, pero lo interpretó cómo si ella se estuviera insinuando. Y en realidad así era, Gemma había salido con su amiga esa noche con una sola intención. Y el azar había querido que Marc se cruzase en su camino, justo esa noche.
  • Está bien! Me tomaré unas rondas con vosotras. - les dijo sonriendo mientras acercaba un taburete a ellas y se sentaba justo en medio de las dos. - Eso sí, me teneís que permitir que os invite a la primera ronda! … Pep ponme una mediana. Y a estas dos hermosas señoritas otra de lo que estén tomando, por favor. - le dijo al camarero que se puso manos a la obra.
  • A mí ya me ha ganado, que quieres que te diga jajaja - le dijo Laia a su amiga.
  • Ya te he dicho que era un encanto - contestó Gemma mientras ponía una mano sobre la pierna de él.
Estuvieron charlando un rato, poniendose al día y haciendo bromas. Gemma filtreaba con él, cada vez más descaramente a medida que iban vaciando sus vasos. Esa actitud empujaba a Laia a seguirle el juego, cogiendo confianza con él rápidamente. Por su parte, Marc, que seguía estando encantador, haciendo reir a las chicas y les respondía muy animado a sus coqueteos, no podía quitarse de la cabeza, el tema de los cuernos. No pudo evitar sacar el tema.
  • Por cierto Gemma… se que quizás no es el momento… y no quiero romper el buen rollo. Pero es que desde que te he visto entrar, tengo la espina aquí clavada…
  • Ya! Bueno.. - contestó ella, poniendose seria de repente y recordando lo mal que le sentaron las últimas palabras de Marc, antes de bloquearla - Me imaginaba que saldría el tema… así qué… - bebió un trago de su Martini. - Seré sincera contigo Marc. No sé que te contó Noe, pero lo primero y más importante que tienes que saber es que yo no tuve nada que ver. Es más, fué ella quien provocó esa situación…
Justo en ese momento, el grupo de amigos salía del bar pasando por detrás de ellos. “Adiós ricuras. Si quereis juerga ya sabéis…” dijo uno. “Venga Marc, campeón! Deja el pabellón bien alto”, dijo otro. Las chicas se quedaron calladas mientras miraban con cara de asco como desfilaba aquel pelotón de hombres prehistóricos. - Tío, nosotros nos retiramos. Nos vemos mañana ok? No me falles eh! - le dijo Jordi a Marc mientras chocaban la mano. Luego se acercó a Gemma diciendole que se alegraba de verla y le dió dos besos. Y mientras salia por la puerta, se volvió a girar diciendo: - Cuidadmelo chicas! Y pasad buena noche.
  • Tranquilo! Qué está en buenas “manos”. - le contestó Gemma, diciendo más de lo que Jordi supo entender.
  • A que te refieres a que fué ella? - retomó rapidamemre la conversación Marc una vez se quedaron los tres solos - Noe me dijo que tu le habías puesto M en el baso y que iba tan drogada que perdió el control…
  • Jaja! En serio? Qué mentirosa. - rió Gemma. - Mira, tú novia tendrá mil virtudes cariño pero la fidelidad no es una de ellas. Creeme cuando te digo que no le hace falta tomarse nada para abrirse de piernas…
Marc se quedó pensativo y un poco triste mientras escuchaba la versión de la amiga de su novia. Le contó toda la verdad sobre lo que pasó aquella noche, incluso delató a Noe, confesando otras infidelidades que había cometido, almenos aquellas que ella conocía. Laia, mientras tanto escuchaba atenta toda la historia, bastante sorprendida por lo que estaba sucediendo.
  • Y luego se fué con ese tío al baño de la discoteca mientras le comía la boca - seguía confesando Gemma. Rompiendo el pacto entre amigas. Sabía que estaba siendo una zorra, pero tenía sus razones ocultas para delatar de esa forma tan traicionera, a su amiga. - Y esas son solo las que yo conozco, amor. A saber cuantas veces más te los habrá puesto. - terminó de hablar para luego pedir otra ronda a Pep, que seguía trabajando sin descanso. Luego miró a Marc de nuevo, que estaba bastante desanimado y añadió - Aunque bueno, tú tampoco es que seas un santo. No?
  • Venga Gemma! No me vas a comparar lo nuestro con lo de ella? - contestó él mirandola a los ojos sorpendido - Ella se ha follado a medio barrio y nosotros qué fueron? dos veces?
  • Fueron solo tres… para mi desgracia - contestó Gemma mientras brindaba con su amiga chocando las copas.
Laia, que ya empezaba a estar morbosa por toda esa historia de puterío y traiciones entre amigos. Se unió a la conversación: - Perdonad que me entrometa, se que no pinto mucho aquí, nos acabamos de conocer - dijo mirando a Marc - y quizás mi opinión no os sirva de nada… pero, sinceramente, no creo que se trate de una cuestión de cantidad. Qué más da si ella lo ha hecho veinte veces…
  • Ja! O más… - añadió Gemma irónicamente.
  • Que más da. Da igual si ella lo ha hecho cien veces y Marc solo una - siguió diciendo. - El problema, si lo hubiera. Es que no habéis sido sinceros el uno con al otro desde un principio. Bajo mi punto de vista, veo más un problema de comunicación que de fidelidad. Pues está claro que los dos os sentís atraidos sexualmente por otras personas.
Aunque aquella chica que Marc acababa de conocer no lo supiera aún, esas palabras que dijo, llegarón muy dentro de su ser. - Y esto es algo más común de lo que parece. Le pasa a muchíssimas parejas, aunque no quieran admitirlo - continuó diciendo Laia - Yo por ejemplo, hace poco, acabo de dejarlo con mi ex por este mismo motivo.
  • Por los cuernos? - preguntó Marc, mirandole descaradamente los pechos.
  • No por los cuernos, sinó porqué entendí que el amor y el sexo en una relación no van siempre de la mano. El amor es exclusivo e indivisible, es emocinal. Proviene de dentro del alma. Pero el sexo no. El sexo es químico, es físico, es primitivo. - Laia se hizo más y más grande mientras realizaba su discurso. - Al final me cansé de engañarme a mi misma tío! Me cansé de luchar cada puto día contra mis jodidos instintos. - hizo una pausa para dar un trago y se puso de píe, emocionada y ligeramente borracha - Me levantaba cada maldito día, intentando convencerme de que una relación sana debe ser monogama. Y al final me dí cuenta que creemos esa mierda porqué nos lo han inculcado desde pequeños. Lo tenemos tan interiorizado que es difícil ver la realidad.
  • La maldita moral judéo-cristiana no? Ama, reza y obedece. Maldita basura - subrayó Gemma.
  • Exacto! Así se habla, hermana! - hicieron otro Chin-chin. Esta vez los tres juntos. - Si la sociedad pudiera romper con eso, si pudieramos ser libres para ser tal y cómo queremos ser - decía Laia como si se hubiera convertido en Martin Luther King. - Este mundo sería un lugar mucho más justo y feliz.
  • Y tú ex? Cómo se lo tomó cuando le dijistes esto? - preguntó Marc con curiosidad mientras daba otro trago a su cerveza.
  • Bueno, prefirío seguir las normas, seguir la corriente que todos siguen. Vivir seguro y tranquilo bajo el yugo de lo que todos conocomes cómo “normalidad”, pero no lo culpo, para nada. No me mal interpretes. Lo comprendo con total sinceridad. Es débil y sumiso. Pero yo no. Yo soy una mujer fuerte. Y los fuertes solo podemos vivir siendo libres. Libres de decidir cómo queremos vivir. En todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y que les jodan a los que no lo entiendan.
  • Se puede ir todo el mundo a tomar por el culo! - exclamó Gemma emocionada.
  • Por los libres! - dijo Marc, feliz de nuevo, levantando la copa.
  • Por las fuertes! - le siguió Laia.
  • Por la Poligamia! - se añadío Gemma. Y los tres empezaron a reir a carcajadas mientras terminaban sus copas de un trago.
El bar estaba repleto y anímado. Excepto Pep, que sufria taquicardias mientras andaba arriba y abajo con su bandeja llena de copas; venía con llenas, volvia con vacías, todo el maldito rato. El resto de la gente reía y charlaba alegramente, mientras la música Reggae sonaba fuerte y acompañaba, a la perfección, el ánimo general del local.

Nuestros tres protagonistas se habían retirado a una mesa pequeña. Laia estaba sentada al lado de Marc, hablando entre risas y carcajadas como si se conociesen de toda la vida. Gemma, que esa noche estaba resplandeciente y especialmente sexy, se sentó en frente de él. Los tres iban bastante borrachos.

De repente sonó el teléfono de Marc. Al mirar quien era, su rostro cambió por completo. Se sentía tan agusto que había perdido, por completo, la noción del tiempo. - Chicas, disculpadme un momento. - se levantó de la silla alejandose un poco de la mesa.
  • Tsss! Laia… quien era? Tía!, Espavila…- le preguntó Gemma a su amiga que estaba despistada mientres le daba un buen repaso al culo de Marc.
  • Eeehh! No sé. Cómo se llamaba su novia? - contestó ensimismada.
  • Noe. Ponía Noe en el teléfono? Tía reacciona… - insistió Gemma.
  • Si joder! Qué pesada - contestó Laia mientras no podía quitarle la vista de encima a Marc mientras hablaba por su móvil.
  • Te pone? - sonrió Gemma, mientras se había girado y observaba tambíen a Marc.
  • Lo mismo que a tí, cabrona jajaja. - las dos rieron de forma y traviesa mientras Marc volvia con una amplia sonrisa en la cara.
  • Por dónde ibamos chicas? Pedimos otra ronda o qué? - dijo mientras se sentaba en la silla y le hacía otro gesto con la mano a “Usain” Pep. - Gracias chicas, de verdad. Me lo estoy pasando de lujo, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien.
Gemma se lo quedó mirando fijamente. Se descalzó la sandalia de su pié derecho ayundandose con el otro. Estiró la pierna y empezó a rozarla suavemente contra la polla de Marc, por debajo la mesa. - Le has dicho la verdad? - le preguntó mientras jugaba con la pajita de su cubata entre los labios.
  • Cómo? - balbuceó él empezando a ponerse erecto.
  • A Noe digo? Qué le has dicho?
Marc miró a Laia, que se había percatado de ese pié travieso y luego volvió a mirar a Gemma. - Le he dicho que se había liado el tema con los chicos y que llegaría tarde a casa. - contestó, no sin revelar un mínimo de verguenza por mentir a su novia.
  • Y por qué no le has dicho la verdad? - volvió a preguntar mientras frotaba más fuerte su pié contra la polla de él. Marc no supo que contestar, o más bien no podía. Su cuerpo empezó a bombear toda la sangre de la que disponia hacía su entrepierna. - Tú sabes que ella sabe lo nuestro no?
  • Cómo? Desde cuando? - contestó sobresaltado.
  • Me mandó un Wasap la semana pasada. Te quitó el móvil y vió nuestros mensajitos y bueno, ya sabes… mis fotos, las tuyas… los audios calientes.
De repente todo se paralizó para Marc. No había música, no había gente. No había luz. Solamente un sinfín de preocupaciones, que empezaron a correr por la cabeza del chico. No era solamente la infidelidad, tenía mucho más que ocultar en su teléfono. Todos sabemos de que estamos hablando. Empezó a ponerse nervioso pensando en que su novia había visto sus conversaciones con Jordi. Los tributos, las fotopollas, los audios guarros hablando de Marta…. Su cara era un poema.
  • Jajaja. Eres un encanto mi vida! - empezó a reir Gemma cariñosamente, mientras retiraba su pié. Sabiendo perfectamente porqué Marc tenía aquel semblante tan asustado, se inclinó hacía él, provocativamente- Tambíen sabe eso cariño.
  • Todo? - contestó Marc mirando asustado directamente a los ojos de ella.
  • De que estáis hablando? Me tenéis super intrigada. - susurró Laia acercándose tambíen a ellos dos. Seguidamente siguieron hablando más bajito.
  • Sí, me lo contó todo. Sabe lo de las pajas que te haces con Jordi. Sabe las guarradas que os mandáis con sus fotos y las de Marta. Sabe lo de la paja grupal de mañana. Lo sabe todo, corazón.
  • Estoy muerto! - exclamó Marc mientras apoyaba su frente en la palma de la mano.
  • No estoy yo tan segura… - dijo Gemma levantandole la cabeza. - Crees que si les hubiera molestado de verdad, Jordi y tú aún seguiriais teniendo novia?
  • Marta también lo sabe? Dios mío. Tengo que llamar a Jordi.
  • Altooo fiera! - le contestó Gemma mientras suavemente le quitaba el teléfono de la mano y lo volvía a dejar en la mesa - Jordi no puede saberlo.
  • Por qué? Es mi mejor amigo, claro que tiene que saberlo. Cuando se entere, Dios! , se va a hundir en la miseria.
  • Por eso mismo no debe saberlo. Tienes que dejar que todo siga como está planeado.
Marc no entendía porqué Gemma le estaba pidiendo eso. Que sacaba ella? Acaso quería usar toda esa información para chantajearlo? Para tenerlo atado y usarlo cómo ella quisiera. Realmente si era eso, no hacía falta. Él estaba dispuesto a follarla sin chantajes, todas las veces que ella hubiese querido. Entonces por qué?
  • Por qué? - siguió diciendo Gemma con una sonrisa diabólica y sensual, cómo si pudiera leer sus pensamientos. - porqué quieren jugar y divertirse. Y yo no me quiero quedar fuera. También quiero jugar, jeje. Y sobretodo quiero ganar.
  • Nosotras, … nosotras queremos ganar. - corrigió Laia. Que aunque no se estuviera enterando de misa la mitad, no iba a desperciar la oportunidad de participar en esa locura sexual.
  • Pero por qué Jordi no puede saberlo? Está en su derecho. - preguntó Marc, mientras Laia asentía mostrando aprovación.
  • Jordi no es cómo nosotros. Es un guarrete pervertido, sí. Pero es cobarde. Si se enterase que su novia sabe lo que hace a sus espaldas, se achantaría y pararía lo de mañana. Y es muy importante que lo de mañana suceda.
Mientras Gemma contaba a Marc absolutamente todo el plan de Noe y Marta, él no salia de su asombro. Le contó lo del video que grabaron mamándosela al barman, de cómo se habían infiltrado en su grupo de Telekord. De cómo habían convencido a Guillermo para que las ayudara. Absolutamente todo. Delante de la cara de asombro de Marc, siguió diciendo: - Casi todo lo ha planeado la guarra de tu novia, jaja. Marta simplemente se deja llevar, influenciada por ella. Piensa que simplemente se están vengando de vosotros por utilizarlas para vuestras fantásias sexuales. Pero tu novia, noooo jejeje. Ella va más allá, tiene otro plan más retorcido. Quieren grabar la paja grupal para haceros chantaje.
  • No tiene sentido Gemma. - replicó Marc aturdido. Como si fuese Lunes y acabase de levantarse. - Si Noe lo que quiere es hacer guarradas. Porqué montar todo este tinglado y no pedirnoslo directamente?
  • Control absoluto… -intervino Laia, empezando a comprender lo que Noe estaba tramando. Aunque no supiera quien era Noe.
  • Cómo? - le dijo extrañado Marc.
  • Supongo que tu novia es… bueno… es adicta al sexo, verdad?
  • Cómo? Ninfómana, nooo que va. Pero que dices Laia, si no la conoces.
  • Por Dios Marc! - reía Gemma - sabes muy bien como yo que está obsesionada. Si tuvieran que poner una foto en cada pecado capital, ella sería foto de portada de lujúria.
  • Bueno sí! Es verdad que carece de ciertos límites… pero…
  • Escúchame. - le interrumpió Laia- yo no la conozco. Pero no se cómo, comprendo lo que quiere hacer. Si ella consigue ese video y os chantajea con hacerlo público os tiene en su mano. Y a partir de ahí puede hacer con vosotros lo que quiera. Lo entiendes? - Marc empezaba a comprender.
  • Todas sus fantasías se podrían hacer realidad, cariño. Incluso las más locas e inmorales. - dijo Gemma. - Cómo si se convirtiera en una oligarca del sexo que controlase bajo su poder vuestras vidas sexuales.
  • Pero me la estáis pintando como si fuera el demonio.. - dijo Marc riendo. Ya no estaba tan asustado. Pero sí muy cachondo. Y los tres se pusieron a reir.
  • Por cierto… - dijo Gemma mientras agarraba de las manos a Marc y Laia y les hacía un gesto con la cabeza, señalando el baño. - Hablando de hacer realidad fantasías…
Los tres se levantaron y mientras cerraban la puerta, ya se estaban sacando la ropa y besandose con pasión. Mientras Marc desnudaba a Laia, viendo por fin esos enormes pechos libres de ataduras; Gemma le arrancaba, literalmente, su ropa.

Noe, por su lado, dormia placidamente en su cama sabiendo que todo estaba bajo control. No sabía que su infalible y siempre resolutiva intuición, esta vez le había pasado una mala jugada. Debería haberse guardado todo el plan para ella y Marta, que era fácil de controlar. Y no contarselo a Gemma, que siempre había sido una zorra astuta. Porqué cuando se enteró de todo, en lo único que pudo pensar fué en sacar su propio beneficio, pues llevaba mucho tiempo obsesionada con Marc y su sexo. Aquella era su gran oportunidad para volver a tenerlo encadenado entre sus piernas y no iba a desaprovecharla.

Volviendo al bar, Gemma de rodillas, chupaba ansiosa y fogosamente la polla de Marc, que sentado en el retrete tenía la cara metida entre los dos enormes pechos de Laia. “Lo siento mi buena amiga” - pensaba mientras se iba quitando la ropa, ansiosa por meterse esa polla enorme dentro. “Pero no reinarás sola.”

Mientras agarraba la polla con las dos manos, se puso encima de él. Su capulló rojo y caliente golpeó entre sus nalgas y su coño, inentanto entrar desesperado en algún agujero. Gemma llena de placer gemia, metiendosela entera hasta el fondo, mientras notaba las dos grandes manos de Marc agarrandole y manoseandole fuerte las nalgas de su culo que cabalgaba violentamente sobre los muslos mojados de él. Laia abierta de par en par tenía la cara de él, metida entre sus piernas, notaba su lengua recorrer desde la punta de su clítoris hasta su ano. Chupando, succionando. Luego se giró y se puso aún más caliente, viendo como su amiga, con la boca abierta de placer, montaba como una Amazona aquel caballo salvaje y desbocado. Gemma la miró con lujuría y mientras le decía: - espera tu turno amiga. - la empujó contra la pared, hacía adelanate, abriedole las nalgas de par en par y empezó a comerle el ojete. Se turnaron varias veces de posición, mientras Marc intentaba aguantar como un jabato. Ellas se corrieron varias veces, dos mientras las penetraba y tres más mientras estaban encima de su cara. Gemma se sentía generosa y dejó que Laia se llevara toda la lefa, que acabó desparramada por encima de sus enormes tetas. Mientras ella le chupaba los pezones y la limpiaba dedicadamente.

Marc, totalmente mojado por el esfuerzo, la saliva y los fluidos vaginales de ellas dos, las abrazó cuando se pusieron de pie y las arrambó a su cuerpo. Su polla aún empalmada, palpitaba entre los cuerpos de las dos amigas. Los tres estuvieron un buen rato de así. De pié y desnudos, mientras se besaban apasionadamente a la vez. Juntando sus tres lenguas. Marc las manoseaba todo el cuerpo y las apretaba contra el suyo, agarrandolas del culo. Cómo si intentara evitar que se fueran. Les besaba el cuello con sus labios calidos y mojados y las olía fuerte, como si quisiera conservar ese recuerdo para siempre en su memoria. La memoría del perfume, que siempre es eterna.
  • Me ecantan los viernes - dijo feliz, mientras apuntaba otra victoria para el quinto día de la semana. Su archienemigo Lunes descendía, irremediablemente, en la clasificación.
Las chicas reposaron sus cabezas sobre sus pectorales, mientras escuchaban el latir de su corazón, accelerado. Él, las rodeaba con sus brazos pensando que podría haber pasado toda su vida así. Con ellas desnudas, pegadas a su cuerpo. Laia, también con el corazón a punto de salirse, se sentía relajada y feliz por formar parte de esta nueva aventura que se había presentado en su vida. Gemma por su lado, daba cariñosos besitos a los pectorales de Marc mientras sonreía, ya que sabía como iba a conseguir el video sexual de Noe y Marta, con el pretendía hacerles un contra-chantaje. “Tengo que atacar al eslavón más débil” - pensaba mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

Guillermo, como siempre, dormía tranquilo…

Continuará…
 
Buenas de nuevo, creo que este capítulo me ha quedado un pelín más largo. Y tambíen más narrativo, sin centrarse tanto en el sexo. Aunque tambíen lo hay, no os preocupeis jaja. Tampoco es que le de mucha importancia, ya que no pienso mucho mientras escribo. Solo me dejo llevar. Pero igualmente ya me comentais que os parece. Buen fin de semana a todos/as, os dejo con otro capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 6 - Friday i’m in love!


Todos odíamos los Lunes, pues son los encargados de dar el pistoletazo de salida a las fiestas del aburrimiento y la pseudo-esclavitud. - Si trabajar fuese opcional, seguramente acabaría desapareciendo o almenos sería una actividad residual en la sociedad. - pensaba Marc, que andaba pesadamente, medio dormido, por la cocina de su casa. La cabeza aturdida y el calor de las sábanas aún pegado a su cuerpo; empezó a beber, pausadamente, una taza de café recién hecho mientras miraba por la ventana cómo la ciudad se despertaba poco a poco.

Por su espalda apareció Noe, recién duchada y activa. Le dió un beso en la mejilla, deseandole que tuviera un buen día en el trabajo. Marc notó el aroma fresco de champú de su novia y su pelo aún mojado, mientras le deseaba lo mismo. Despúes de darle un cachete en el culo, Noe dejó su taza de café medio vacía en el fregadero y desapareció por la puerta de casa.

Durante el trayecto en coche, Marc siguió pensando en que no le encontraba sentido a trabajar. Hablaba en voz alta consigo mismo, divagando sobre el tema mientras seguía conduciendo en modo automático, sin pensar en lo que hacía. Creía firmemente en que todo sería mejor si el mundo involucionase y todo volviera a un estado más primitivo. Que el trabajo de un hombre consistiese simplemente en sobrevivir. - Cazar, sembrar, recolectar. Eso si tendría sentido. - De repente su teléfono empezó a sonar y puso el manos libres.

  • Buenos días colega! Camino al curro o que?- dijo Jordi, de forma animada, al otro lado de la línea. Mientras también conducía de camino a su trabajo.
  • Si tío! Puto asco. - contestó fastidiado Marc.
  • Jajaja, vaya ánimos llevamos. Vivaaaa! - exclamó irónicamente.
  • Envídio a la gente que teneis vocación por vuestro trabajo. Almenos le podéis encontrar un sentido a toda esta farsa. - dijo Marc mientras seguía fustigandose anímicamente.
  • Pero si a mi me enchufó mi padre en el curro, bro! Jajaja. Si pudiera elegir ahora mismo estaría haciendo cualquier otra cosa que ir a vender electrodomésticos.
  • Como qué?
  • Pues no sé. Algo que me gustase de verdad. Si sigo en la empresa de papá es por comodidad, sabes? - confesó Jordi. - Yo creo que tienes que pensar en cosas que te gusten y buscar un trabajo acorde a eso. Aún estás a tiempo de empezar de nuevo colega.
  • No sé tío. No crees que la gente que convierte sus hobbies en su trabajo, acaba por odiarlo?
  • A ver, sí es verdad que ya había escuchado antes esa premisa que dices. Pero no conozco ningún caso personalmente como para afirmarlo. No obstante, yo no te hablo de hobbies, hablo de algo que te apasione, que te guste de verdad. - dijo Jordi mientras tocaba el claxon a un imbécil que se había saltado un stop.
Marc pensó durante un rato que le apasionaba en la vida. - No veo cómo puedo enfocar mis pasiones hacía un trabajo colega jaja. Es decir, estaba pensando que es lo más me gusta de la vida…
  • A ver dime, que cosas son? Quizás te pueda ayudar.
  • Me gusta el tiempo libre. Me refiero, a disfrutar del tiempo sin hacer nada especial, sabes? Simplemente tiempo libre. Divagar, sentirme que puedo hacer lo que quiera. Disfrutar de esos momentos.
  • Bueno, puedes enfocar eso que dices en el sector del Ocio.
  • Me sirve! Jajaja - contestó Marc, no muy convencido. - Me gusta follar también. Bueno, el sexo en general vaya!
  • Mmmm… - pensó Jordi. - Eso es relaciones humanas. En cierto modo jaja
  • Me gusta la música también, no tocarla sino disfrutarla. Lo primero me da pereza. No sé, se me han venido estas tres a la cabeza. - Dijo Marc mientras ya llegaba a su trabajo.
  • Así que quieres trabajar en un club swinger - exclamó Jordi morboso. - Jajaja tiene todo lo que dices. Un lugar de ocio donde hay sexo cada noche y puedes escuchar buena música.
  • Tío tu no descansas nunca o qué?
  • Jamás! Jajaja. Venga colega que queda menos para el sábado! Vamooooos!
Los dos amigos rieron juntos y se despidieron. Las últimas palabras de Jordi recordando a Marc lo de la quedada, le alegraron bastante el día, aunque al mismo tiempo provocaron que esa semana laboral se hiciera más larga y pesada. Parecía que el fin de semana no llegase jamás.

Marc pasó todo el día pensando en cómo sería su vida si fuese dueño de un club de intercambio de parejas. Rió para sus adentros al pensar que posiblemente se arruinaría ya que preferiría más cobrar en especies que en dinero.
El Martes y Miércoles, amanecieron del mismo modo que el día Anterior. Cabeza aturdida, café recíen hecho, mirada vacía por la ventana, coche, trabajo, coche de nuevo, serie y dormir. No obstante, Jueves añadió una pizca de alegría, porqué sin previo aviso, la emisora de la vida de Marc sufrió un leve cambio de programación y en vez de emitir “serie” lo cambió por “polvo guarro en el sofá”. De los mejores programas, según él.
Y por fin llegó Viernes, con su esperanza e ilusión. El gran archienemigo de Lunes, el cúal seguía perdiedo de forma humillante en cada una de las batallas que libraban, desde los inicios de la vida laboral moderna.

Eran las 18:00 en punto de ese viernes bendito, cuando Noe y Marta caminaban juntas calle abajo, charlando. El día era soleado e invitaba a disfrutar del aire libre. Las dos amigas aprovecharon el buen tiempo para dejar más partes de su cuerpo a merced del sol y empezar a coger moreno, pensando en el verano. Eso provocó varias descaradas miradas y comentarios lascivos, de los hombres que las veían pasar.

Al llegar a Plaza Delicias, Marta saludó amablemente a Guillermo con el brazo levantado. A veinte metros de distancis, las esperaba de pié y risueño delante del pequeño local del padre de Jordi.
  • Buenas chicas! - dijo sujetando una bolsa de gimnasio, que jamás había entrado en uno, llena a rebosar. - Vengo preparado, jeje.
  • Pero que llevas ahí? Un estudio de grabación entero o qué? - preguntó Noe, sorprendida. - Tía has visto el tamaño de… el tamaño de esa enorme… de esa enorme Bolsa! joder. - Seguia sin poder quitarse de la cabeza el enorme pollón del chaval.
  • Bueno, es qué no me decidía y al final le pedí consejo a Fran, un amigo mío que tiene una tienda de electrónica. Es muy bueno en el campo del auidovisual, pensad que obtuvo matricula de honor en…
  • Céntrate Soldado! - Le gritó Marta sonriendole, mientras le daba dos besos.
  • Jejeje, perdón. Total… Me ha dejado prestadas varias cámaras y micros para que podáis elegir. Manos a la obra? - contestó Guillermo feliz.
Marta sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de vidrio traslúcido. Al entrar en el local Noe y Guillermo vieron una pequeña sala que parecía ser un taller. Estaba repleta de electrodomésticos viejos e inservibles, algunos a medio reparar. Dos pequeñas estanterías se levantaban en medio de ese desorden, con recambios y herramientas mal colocadas. Detrás de ellas se vislumbraba lo que parecía una pequeña oficina improvisada, con un escritorio viejo cubierto de facturas y presupuestos. - Esto lo usaba antes el padre de Jordi cómo oficina, pero ya está medio jubilado, así que ya no viene casi nunca. - explicaba Marta mientras encendia la luz de otra habitación, más pequeña, anexa a la que se encontraban. - Entrad, es por aquí. - Los tres pasaron la puerta y entraron. Noe se fijó en que estaba más límpia y los muebles parecían más modernos. En un lateral había un mueble con varios cajones y una televisión plana muy grande colgada de la pared. - Esta tele vale un pastón - comentó Guillermo observandola. Al girarse, tropezó con la mesita de centro que estaba en medio de la sala y luego se sentó en una butaca esperando instrucciones.
  • Cuando Jordi aún vivía con sus padres, venía aquí muchos fines de semana con sus colegas. A jugar a la play y esas cosas. - dijo Marta mientras se sentó en uno de los pequeños sofás que rodeaban la mesita. - Y yo me qedaba aquí aburrida mientras los veía jugar. Añadió suspirando mientras cruzaba sus piernas dejando a la vista sus muslos.
  • Y estó - preguntó Noe señalando una puerta al lado del mueble del televisor. Mientras se enciendia un cigarro, abrió la pequeña ventana de la habitación que daba a un solar abandonado y se acercó a ella para fumar.
  • Ah! Un baño. Nada más. - contestó Marta mientras jugaba con su pelo. - Bueno Guillermo, empezamos?
  • Si, si.. vamos. - contestó el chico que estaba enbobado mirando las piernas de Marta. Fantaseando en cómo sería abrirlas y meter la cabeza entre ellas- A ver chicas, prestad atención. - siguió recuperando la normalidad en sus pulsaciones.
Guillermo abrió la bolsa de par en par y la vació encima de la mesa de centro. Noe al ver ese gesto, pensó en la serie de traficantes que estaba viendo con Marc. Pero en vez de fardos, la mesa quedó repleta de un montón de aparatos eléctricos. El chico ilusionado empezó a explicar con muchos detalles técnicos para que servía cada aparato. Los diferentes modelos, ventajas y desventajas de cada uno. Los comparaba entre ellos, analizaba sus caracteristicas. Y aunque las chicas debían reconocer que estaba siendo todo muy didactico, tuvieron que llamarle la atención un par de veces para que dejara de divagar.

Al final se puso en pié y mientras sujetaba su barbilla pensativo, en medio de la habitación, comunicó a las chicas la mejor opción. - Considerando el tamaño… - Noe sonrrió. - … de la habitación, creo que nos apañaremos con este micro. Luego pondremós tres camáras, mmmm, aquí, aquí y allí. Usaremos las Hex Low 2.5, son las mejores en relación tamaño calidad. - Noe, volvió a sonreir - Y por último esconderé el altavoz dentro de este Subwofer, para que podáis hablar.

De repente se escuchó cómo una llave entraba en la cerradura de la puerta que daba a la calle. Las chicas se pusieron tensas de golpe, mientras Guille estaba absorto mirando sus aparatos electrónicos. Marta se puso en pie y se acercó a la puerta de la salita de juegos, con cuidado la ajustó, dejándola casi cerrada. - Quien es tia? Es Jordi? - preguntó Noe mientras pegada detrás de su amiga intetaba ver algo a través del pequeño hueco que su amiga había dejado.
  • Nooo! No puede ser Jordi, solo tiene una llave y la tengo yo tía- le susurró Marta mientras seguía intentando ver algo.
  • Y si ha venido para preparar lo de mañana?
  • Ya te he dicho que no puede ser él, y además la limpieza la hizo el Miércoles. Lo seguí para asegurarme. - contestó Marta mientras sentía el corazón de su amiga palpitar acceleradamente.
Las chicas escucharon cómo alguien volvía a cerrar la puerta y se acercaba andando hacía ellas. Marta se giró hacia su amiga al descubrir quien era el intruso. - Tía! Es Manolo, el padre de Jordi. No sé que hace aquí. - le susurró mientras le indicaba con su dedo que mantuviera silencio.

Manolo era un hombre de unos 70 años, alto y canoso. Dueño de una empresa de compra venta de electrodomésticos y jubilado. Llevaba tiempo intentando pasar todas sus resposabilidades a su hijo y disfrutar de su merecido descanso. Pero aún no estaba preparado para eso, más él que su hijo, todo hay que decirlo. Llevaba casado con Rosa, su mujer, más de 50 años, un matrimonío que sobrevivía hasta día de hoy, no tanto por amor, sinó más bien por rutina y comodidad.

Mientras se sentaba en frente del viejo escritorio, Manolo encendió el ordenador y se quitó el sudor de la frente. - Que calor… - exclamó mientras encendia un ventilador en bastante mal estado que estaba a su derecha.
  • Tía que hace? Por qué no se va? - susurró Noe.
  • No lo sé, parece que está trabajando. - Contestó Marta, muy bajito, sin dejar de mirar por la pequeña ranura. Desde la puerta podía ver a Manolo de espaldas y la pantalla que cargaba lenta y pesadamente una versión muy antigua y desfasada de Windows
Una vez puso la contraseña en el ordenador, abrió unas cuantas carpetas y empezaron a aparecer álbumes familiares con muchas fotos. Marta tragó saliba, al ver que Manolo tenía una carpeta con un montón de fotos suyas, y entonces recordó las vacaciones que pasó con la família de su novio, hacía un par de años atrás en la costa de Gerona.

Mientras el padre de su novio se levantaba de la silla desabrochandose el cinturón, ella recordaba aquellas vacaciones y que le hizo muchas fotos cuando estaban en la playa. Aunque en ese momento no le diera importancia, ahora empezaba a atar cabos. - Tía que fuerte! Son fotos tuyas…- susurró Noe, que por fin había encontrado un hueco por donde ver lo que sucedía.

Manolo que ya estaba sentado en la silla con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, se masturbaba lentamente mientras que con la otra mano daba clicks al ratón pasando fotos y más fotos de su nuera en bikini. - Oooh putita! Que rica estás… - decía medio gimiendo.

Marta totalmente asombrada no podía articular palabra y cerró lentamente la puerta. Luego apoyando su espalda en ella, miró a su amiga que ya estaba buscando el móvil para grabarlo todo.

Entre susurros, empezaron a conversar:
  • Tía esto es muy fuerte! - Le dijo Noe que rebuscaba en su bolso sin encontrar el teléfono.
  • No me lo puedo creer…. - Marta seguía en shock.
  • Bueno, tampoco es tan raro no crees?
  • Cómo puedes decir eso tía! Es mi Suegro… Y deja el puto móvil, joder! - le dijo Marta mientras se acercaba a su amiga y le golpeaba la mano que tenía dentro del bolso.
  • Tía! Lo que digo es que… - Noe empezó a encontrar todo aquello muy gracioso. - si te lo paras a pensar, de tal palo… - dijo señalando en dirección a Manolo, que detrás de la puerta estaba a punto de correrse. - tal astilla. Ahora ya sabemos que la afición de pajearse con tus fotos, le viene de familia, jaja
Guillermo seguía trabajando y no se había percatado de nada de lo que estaba sucediendo. Levantó la cabeza un momento y vió a las chicas discutir susurrando, una muy cerca de la otra, sin poder evitar desnudarlas con la mirada. - Chicas, que hacéis? - preguntó con un tono de voz elevado, sin entender nada.

Las dos amigas se giraron de repente hacía el chaval que seguía mirandolas sin comprender que sucedía. - Shhhhh. - le indicarón ambas al mismo tiempo. Nervisosas. Pero ya era tarde. Al otro lado de la puerta, escucharon a Manolo preguntar en voz alta: - Hola? Hay alguien?- mientras, también nervioso, se subía los pantalones y cerraba precipitadamente las ventanas del ordenador.

Marta se armó de valor mientras les ordenó a Guillermo y Noe que se escondieran en el pequeño lavabo. Se aseguró que lo hicieran y luego rápidamente escondió todos los chismes electronicos debajo del sofá. - Hola? Siiii, soy Marta. - contestó. Mientras sus manos temblavan se colocó bien el pelo y aliso su falda. Luego se desabrochó un par de botones de la camisa y se colocó bien los pechos. - Manolo? Eres tu. - Dijo mientras habría la puerta.
  • Pero que pasa? - susurró Guillermo dentro del pequeño lavabo.
  • Calla Guille! Y no me pises - le respondió Noe mientras quitaba su pié de debajo del de el chico.
  • Noe yo no quiero problemas, si han venido vuestros novios me van a matar. No debería estar aquí, quien me manda ponerme en estos fregaos. - Guillermo empezó a sudar con un ataque de pánico.
  • Guille relájate que no pasa nada! - intentaba tranquilizarlo
  • No puedo… tengo… tengo… claustrofobia.
  • Vale, escuchame. - empezó a decirle Noe con voz suave y relajada. - Cierra los ojos y escucha mi voz.
  • Si…. Vale… - contestó el chico mientras tragaba saliba.
Noe no consiguió tranquilzar al chico, al contrario, lo puso aún más nervioso. El baño era muy estrecho y el cuerpo de ella rozaba por completo con el de él. El paquete de él rozandola a la altura de su entrepierna. Las tetas de ella chafadas contra los blandos pectorales de él. Sus bocas muy cerca una de la otra. Guillermo empezó a excitarse al notar el cuerpo de aquella mujer tan cerca y no pudo evitar empalmarse, mientras ella le decía cosas cerca de su oreja con esa suave voz. Ella empezó a notar como aquel pene enorme se ponía erecto chocando contra su vientre y sin poder evitarlo mojó su tanga.

En la habitación principal, Suegro y Nuera se saludaban. - Ho.. Hola Marta! No sabía que estabas aquí. - le dijo Manolo al verla salir por la puerta.
  • Hola Manolo! Sí, he venido… a buscar unas cosas que se dejó Jordi… la semana pasada, pero no las encuentro - se acercó a su suegro y le dió dos generoso besos en las mejillas.
  • Ah! Perfecto. Yo he venido aaa… bueno, a trabajar un poco, ya sabes. Jeje- le contestó él mientras se sentaba en la silla de nuevo y ordenaba los papeles encima de la mesa.
Marta que solo quería que aquel viejo cerdo se fuera rápido de allí. Pensó que lo mejor que podía hacer era ponerlo incómodo. Así que sensualmente se sentó sobre la mesa apoyando la mitad del trasero y apretó disimuladamente sus brazos contra sus pechos para marcar más canalillo, mientras lo miraba directamente a los ojos. - Ufff! Hace calor hoy verdad? - le dijo mientras se abanicaba con la mano, muy cerca de él.

Manolo se puso muy duro sin poder dejar de mirar aquellos jóvenes, grandes y tersos pechos. Podía oler su perfume aromático y el aliento de su boca que rezumaba sexualidad. Sin poder controlarse posó su mano en el muslo de la chica que se mostraba provocativo encima de la mesa.
  • La verdad que sí Hermosa! Está el día muy caliente. - retiró rapidamente la mano, mientras su mentalidad cristiana le decía que aquello no estaba bien.
  • Por qué no vamos al cuartillo, los dos y me ayudas a buscar? - se insinuó Marta mientras posaba su mano encima de la de él y se acercaba mostrando abiertamente su escote.
Manolo que tenía los ojos como platos, intentaba desesperadamente no posarlos en esas dos tetas que le pedían que se las comiese enteras. Mantenía en silencio, una acalorada lucha interna. Follarse a la perra de la novia de su hijo o ser fiel a la aburrida y asexual de su mujer. Al final, la moralidad ganó. Pero lo hizo en el tiempo de descuento y en una jugada muy polémica por un error arbitral.
  • La verdad es que me tengo que ir- dijo de repente y sin mirarla a la cara. - He recordado que Rosa me está esperando en el Mercadona. - se levantó rápido, le dió dos besos secos y salió pitando por la puerta del local como alma que lleva al diablo.
“Menos mal” pensó Marta. Que por un momento ya se veía a cuatro patas empotrada contra la mesa, con la vieja y arrugada polla del padre de su novio entre sus piernas. Y luego sonrió como una diablilla, pensando en lo morboso que sería eso.
  • Chicos, arreglado ya se ha ido - dijo mientras entraba de nuevo en la habitación de atrás. Y volvia a colocar todos los chismes de Guillermo encima de la mesa- Chicos? Seguimos o que? - No obtuvo respuesta. - Holaaaaa? Va todo bien.
Al abrir la puerta del baño vió como Noe, con el vestido levantado y las bragas en los tobillos sujetaba con las dos manos la cabeza de Guillermo entre sus piernas abiertas. Él con su enorme polla fuera y de rodillas le metía toda su gruesa lengua dentro del coño. Y lo lamía como si estuviera chupando un helado. Se pajeaba su polla compulsivamente con una mano, mientras que con la otra le metía el dedo por el culo de su amiga.

Marta ajustó la puerta, y suspiró mientras pensaba que su amiga no tenía remedio. Cogió prestado su cajetilla de tabaco y se encendió un cigarro esperando a que terminasen, sentada en el sofá. - Ahora al revés, venga. - escuchó que decía Guillermo. - No no, la polla no, comeme el culo tu a mí. Oooooh siiii. Meteme la lengua más a dentro. Pajeame también. Ooooh que gustitooo.

No terminó de fumarse el cigarro, que ya habían terminado. - Perdón Marta jeje - dijo Guille con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás de él salió Noe subiendose las bragas. “Hay potencial, mucho potencial. Pero necesita entrenamiento” pensó Noe mientras miraba el culo grande de Guillermo, donde escasos segundos atrás había metido toda la cara. Luego pidió disculpas a su amiga y cogiendole el cigarro de entre sus dedos, terminó de fumarselo.

Todo estuvo terminado en menos de una hora. Antes de que abandonaran el local se aseguraron de que todo funcionase correctamente. Y luego se despidieron delante de la puerta en un abrazo, los tres juntos a la vez. En el fondo la vida, a veces, era así de irónica. Dónde hoy había un abrazo grupal, mañana habría una paja. A Guille le gustó tanto aquel abrazo que lo intentó alargar más de lo debido.

Marc y Jordi, por su lado, tomaban unas cervezas con su grupo de amigos del barrio. Mantenían las típicas conversaciones heterosexuales. Hablaban animadamente sobre tías. “Pues a esa me la follé también la semana pasada, lo juro”- decía uno. “Si claro… me como una y cuento cuatro” - decía otro. Mientras Marc, ensimismado en sus pensamientos, se ponía cachondo imaginando cuantos de ellos se habrían follado a su novia, vió que por la puerta del bar entraba Gemma.
  • Bro! Has visto quien es? - le dijo Jordi, que estaba sentado a su lado, disimuladamente.
Marc se la quedó mirando fijamente mientras ella se sentaba con una amiga en la barra y pedía un par de cervezas. Al poco rato, ella giró la cabeza para observar el ambiente del bar y en un barrido rápido, acabó cruzando una larga mirada con él. Le sonrió mientras le saludaba con la mano desde la barra.

Los colegas que se percataron de la jugada, empezaron a jalearle. “Joder tió y ese pivonazo quien es?” - decía uno. “A que esperas bro! Ve a saludarla. Está tremenda” - decía otro.

Marc miraba el culo de Gemma apoyado en el taburete. Y aunque aún le conservara cierta rabia, por lo que él creía que había pasado con los cuernos de Noe, no podía evitar seguir obsesionado con ese culazo tan redondo y respingón. Despúes de que Jordi volviera a insistir en que fuera a saludarla, acabó cediendo y se levantó de la silla; dirección a las dos chicas. Mientras se acercaba, Gemma que lo veía venir de frente, le sonréia mientras pasaba su pelo por detrás de la oreja y le decía algo al oído de su amiga que provocó que se girara, mientras sonréia.
  • Marc, guapíssimo! Cúanto tiempo! - le dijo Gemma mientras pasaba una mano por detrás de sus hombros y le daba dos besos apasionados.
  • Hola Gemma! La verdad que sí, jeje. Cómo va todo?
  • Bien, la verdad. Por cierto te presento a Laia, una amiga.
  • Encantado - le dijo sonriendo Marc mientras también le daba dos besos. Era una chica alta y guapa, con unos pechos grandes y bien puestos.
  • Y bueno que hacéis por aquí? - continuó Marc mientras apollaba un brazo en la barra.
  • Pues tomarnos unas copas y ver que surge. Y tú? - contestó Gemma
  • Pues la verdad que no mucho. Estaba por irme a casa, demasiada testosterona, sabes? - dijo él mientras señalaba con el pulgar la mesa de sus amigos a su espalda.
  • Ya entiendo… - dijo Gemma mientras observaba como algunos de sus amigos se comportaban como auténticos chimpancés. - Bueno si te apetece tomarte unas copas con nosotras? Eres más que bienvenido.
  • Aunque haya demasiados estrógenos, por eso. Jeje - añadió Laia mientras brindaba con su amiga.
Marc que no tenía intención de quedarse con ellas, cambió rápido de opinión por el tono en qué Gemma le dijo “eres más que bienvenido”, quizás eran imaginaciones suyas, pero lo interpretó cómo si ella se estuviera insinuando. Y en realidad así era, Gemma había salido con su amiga esa noche con una sola intención. Y el azar había querido que Marc se cruzase en su camino, justo esa noche.
  • Está bien! Me tomaré unas rondas con vosotras. - les dijo sonriendo mientras acercaba un taburete a ellas y se sentaba justo en medio de las dos. - Eso sí, me teneís que permitir que os invite a la primera ronda! … Pep ponme una mediana. Y a estas dos hermosas señoritas otra de lo que estén tomando, por favor. - le dijo al camarero que se puso manos a la obra.
  • A mí ya me ha ganado, que quieres que te diga jajaja - le dijo Laia a su amiga.
  • Ya te he dicho que era un encanto - contestó Gemma mientras ponía una mano sobre la pierna de él.
Estuvieron charlando un rato, poniendose al día y haciendo bromas. Gemma filtreaba con él, cada vez más descaramente a medida que iban vaciando sus vasos. Esa actitud empujaba a Laia a seguirle el juego, cogiendo confianza con él rápidamente. Por su parte, Marc, que seguía estando encantador, haciendo reir a las chicas y les respondía muy animado a sus coqueteos, no podía quitarse de la cabeza, el tema de los cuernos. No pudo evitar sacar el tema.
  • Por cierto Gemma… se que quizás no es el momento… y no quiero romper el buen rollo. Pero es que desde que te he visto entrar, tengo la espina aquí clavada…
  • Ya! Bueno.. - contestó ella, poniendose seria de repente y recordando lo mal que le sentaron las últimas palabras de Marc, antes de bloquearla - Me imaginaba que saldría el tema… así qué… - bebió un trago de su Martini. - Seré sincera contigo Marc. No sé que te contó Noe, pero lo primero y más importante que tienes que saber es que yo no tuve nada que ver. Es más, fué ella quien provocó esa situación…
Justo en ese momento, el grupo de amigos salía del bar pasando por detrás de ellos. “Adiós ricuras. Si quereis juerga ya sabéis…” dijo uno. “Venga Marc, campeón! Deja el pabellón bien alto”, dijo otro. Las chicas se quedaron calladas mientras miraban con cara de asco como desfilaba aquel pelotón de hombres prehistóricos. - Tío, nosotros nos retiramos. Nos vemos mañana ok? No me falles eh! - le dijo Jordi a Marc mientras chocaban la mano. Luego se acercó a Gemma diciendole que se alegraba de verla y le dió dos besos. Y mientras salia por la puerta, se volvió a girar diciendo: - Cuidadmelo chicas! Y pasad buena noche.
  • Tranquilo! Qué está en buenas “manos”. - le contestó Gemma, diciendo más de lo que Jordi supo entender.
  • A que te refieres a que fué ella? - retomó rapidamemre la conversación Marc una vez se quedaron los tres solos - Noe me dijo que tu le habías puesto M en el baso y que iba tan drogada que perdió el control…
  • Jaja! En serio? Qué mentirosa. - rió Gemma. - Mira, tú novia tendrá mil virtudes cariño pero la fidelidad no es una de ellas. Creeme cuando te digo que no le hace falta tomarse nada para abrirse de piernas…
Marc se quedó pensativo y un poco triste mientras escuchaba la versión de la amiga de su novia. Le contó toda la verdad sobre lo que pasó aquella noche, incluso delató a Noe, confesando otras infidelidades que había cometido, almenos aquellas que ella conocía. Laia, mientras tanto escuchaba atenta toda la historia, bastante sorprendida por lo que estaba sucediendo.
  • Y luego se fué con ese tío al baño de la discoteca mientras le comía la boca - seguía confesando Gemma. Rompiendo el pacto entre amigas. Sabía que estaba siendo una zorra, pero tenía sus razones ocultas para delatar de esa forma tan traicionera, a su amiga. - Y esas son solo las que yo conozco, amor. A saber cuantas veces más te los habrá puesto. - terminó de hablar para luego pedir otra ronda a Pep, que seguía trabajando sin descanso. Luego miró a Marc de nuevo, que estaba bastante desanimado y añadió - Aunque bueno, tú tampoco es que seas un santo. No?
  • Venga Gemma! No me vas a comparar lo nuestro con lo de ella? - contestó él mirandola a los ojos sorpendido - Ella se ha follado a medio barrio y nosotros qué fueron? dos veces?
  • Fueron solo tres… para mi desgracia - contestó Gemma mientras brindaba con su amiga chocando las copas.
Laia, que ya empezaba a estar morbosa por toda esa historia de puterío y traiciones entre amigos. Se unió a la conversación: - Perdonad que me entrometa, se que no pinto mucho aquí, nos acabamos de conocer - dijo mirando a Marc - y quizás mi opinión no os sirva de nada… pero, sinceramente, no creo que se trate de una cuestión de cantidad. Qué más da si ella lo ha hecho veinte veces…
  • Ja! O más… - añadió Gemma irónicamente.
  • Que más da. Da igual si ella lo ha hecho cien veces y Marc solo una - siguió diciendo. - El problema, si lo hubiera. Es que no habéis sido sinceros el uno con al otro desde un principio. Bajo mi punto de vista, veo más un problema de comunicación que de fidelidad. Pues está claro que los dos os sentís atraidos sexualmente por otras personas.
Aunque aquella chica que Marc acababa de conocer no lo supiera aún, esas palabras que dijo, llegarón muy dentro de su ser. - Y esto es algo más común de lo que parece. Le pasa a muchíssimas parejas, aunque no quieran admitirlo - continuó diciendo Laia - Yo por ejemplo, hace poco, acabo de dejarlo con mi ex por este mismo motivo.
  • Por los cuernos? - preguntó Marc, mirandole descaradamente los pechos.
  • No por los cuernos, sinó porqué entendí que el amor y el sexo en una relación no van siempre de la mano. El amor es exclusivo e indivisible, es emocinal. Proviene de dentro del alma. Pero el sexo no. El sexo es químico, es físico, es primitivo. - Laia se hizo más y más grande mientras realizaba su discurso. - Al final me cansé de engañarme a mi misma tío! Me cansé de luchar cada puto día contra mis jodidos instintos. - hizo una pausa para dar un trago y se puso de píe, emocionada y ligeramente borracha - Me levantaba cada maldito día, intentando convencerme de que una relación sana debe ser monogama. Y al final me dí cuenta que creemos esa mierda porqué nos lo han inculcado desde pequeños. Lo tenemos tan interiorizado que es difícil ver la realidad.
  • La maldita moral judéo-cristiana no? Ama, reza y obedece. Maldita basura - subrayó Gemma.
  • Exacto! Así se habla, hermana! - hicieron otro Chin-chin. Esta vez los tres juntos. - Si la sociedad pudiera romper con eso, si pudieramos ser libres para ser tal y cómo queremos ser - decía Laia como si se hubiera convertido en Martin Luther King. - Este mundo sería un lugar mucho más justo y feliz.
  • Y tú ex? Cómo se lo tomó cuando le dijistes esto? - preguntó Marc con curiosidad mientras daba otro trago a su cerveza.
  • Bueno, prefirío seguir las normas, seguir la corriente que todos siguen. Vivir seguro y tranquilo bajo el yugo de lo que todos conocomes cómo “normalidad”, pero no lo culpo, para nada. No me mal interpretes. Lo comprendo con total sinceridad. Es débil y sumiso. Pero yo no. Yo soy una mujer fuerte. Y los fuertes solo podemos vivir siendo libres. Libres de decidir cómo queremos vivir. En todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y que les jodan a los que no lo entiendan.
  • Se puede ir todo el mundo a tomar por el culo! - exclamó Gemma emocionada.
  • Por los libres! - dijo Marc, feliz de nuevo, levantando la copa.
  • Por las fuertes! - le siguió Laia.
  • Por la Poligamia! - se añadío Gemma. Y los tres empezaron a reir a carcajadas mientras terminaban sus copas de un trago.
El bar estaba repleto y anímado. Excepto Pep, que sufria taquicardias mientras andaba arriba y abajo con su bandeja llena de copas; venía con llenas, volvia con vacías, todo el maldito rato. El resto de la gente reía y charlaba alegramente, mientras la música Reggae sonaba fuerte y acompañaba, a la perfección, el ánimo general del local.

Nuestros tres protagonistas se habían retirado a una mesa pequeña. Laia estaba sentada al lado de Marc, hablando entre risas y carcajadas como si se conociesen de toda la vida. Gemma, que esa noche estaba resplandeciente y especialmente sexy, se sentó en frente de él. Los tres iban bastante borrachos.

De repente sonó el teléfono de Marc. Al mirar quien era, su rostro cambió por completo. Se sentía tan agusto que había perdido, por completo, la noción del tiempo. - Chicas, disculpadme un momento. - se levantó de la silla alejandose un poco de la mesa.
  • Tsss! Laia… quien era? Tía!, Espavila…- le preguntó Gemma a su amiga que estaba despistada mientres le daba un buen repaso al culo de Marc.
  • Eeehh! No sé. Cómo se llamaba su novia? - contestó ensimismada.
  • Noe. Ponía Noe en el teléfono? Tía reacciona… - insistió Gemma.
  • Si joder! Qué pesada - contestó Laia mientras no podía quitarle la vista de encima a Marc mientras hablaba por su móvil.
  • Te pone? - sonrió Gemma, mientras se había girado y observaba tambíen a Marc.
  • Lo mismo que a tí, cabrona jajaja. - las dos rieron de forma y traviesa mientras Marc volvia con una amplia sonrisa en la cara.
  • Por dónde ibamos chicas? Pedimos otra ronda o qué? - dijo mientras se sentaba en la silla y le hacía otro gesto con la mano a “Usain” Pep. - Gracias chicas, de verdad. Me lo estoy pasando de lujo, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien.
Gemma se lo quedó mirando fijamente. Se descalzó la sandalia de su pié derecho ayundandose con el otro. Estiró la pierna y empezó a rozarla suavemente contra la polla de Marc, por debajo la mesa. - Le has dicho la verdad? - le preguntó mientras jugaba con la pajita de su cubata entre los labios.
  • Cómo? - balbuceó él empezando a ponerse erecto.
  • A Noe digo? Qué le has dicho?
Marc miró a Laia, que se había percatado de ese pié travieso y luego volvió a mirar a Gemma. - Le he dicho que se había liado el tema con los chicos y que llegaría tarde a casa. - contestó, no sin revelar un mínimo de verguenza por mentir a su novia.
  • Y por qué no le has dicho la verdad? - volvió a preguntar mientras frotaba más fuerte su pié contra la polla de él. Marc no supo que contestar, o más bien no podía. Su cuerpo empezó a bombear toda la sangre de la que disponia hacía su entrepierna. - Tú sabes que ella sabe lo nuestro no?
  • Cómo? Desde cuando? - contestó sobresaltado.
  • Me mandó un Wasap la semana pasada. Te quitó el móvil y vió nuestros mensajitos y bueno, ya sabes… mis fotos, las tuyas… los audios calientes.
De repente todo se paralizó para Marc. No había música, no había gente. No había luz. Solamente un sinfín de preocupaciones, que empezaron a correr por la cabeza del chico. No era solamente la infidelidad, tenía mucho más que ocultar en su teléfono. Todos sabemos de que estamos hablando. Empezó a ponerse nervioso pensando en que su novia había visto sus conversaciones con Jordi. Los tributos, las fotopollas, los audios guarros hablando de Marta…. Su cara era un poema.
  • Jajaja. Eres un encanto mi vida! - empezó a reir Gemma cariñosamente, mientras retiraba su pié. Sabiendo perfectamente porqué Marc tenía aquel semblante tan asustado, se inclinó hacía él, provocativamente- Tambíen sabe eso cariño.
  • Todo? - contestó Marc mirando asustado directamente a los ojos de ella.
  • De que estáis hablando? Me tenéis super intrigada. - susurró Laia acercándose tambíen a ellos dos. Seguidamente siguieron hablando más bajito.
  • Sí, me lo contó todo. Sabe lo de las pajas que te haces con Jordi. Sabe las guarradas que os mandáis con sus fotos y las de Marta. Sabe lo de la paja grupal de mañana. Lo sabe todo, corazón.
  • Estoy muerto! - exclamó Marc mientras apoyaba su frente en la palma de la mano.
  • No estoy yo tan segura… - dijo Gemma levantandole la cabeza. - Crees que si les hubiera molestado de verdad, Jordi y tú aún seguiriais teniendo novia?
  • Marta también lo sabe? Dios mío. Tengo que llamar a Jordi.
  • Altooo fiera! - le contestó Gemma mientras suavemente le quitaba el teléfono de la mano y lo volvía a dejar en la mesa - Jordi no puede saberlo.
  • Por qué? Es mi mejor amigo, claro que tiene que saberlo. Cuando se entere, Dios! , se va a hundir en la miseria.
  • Por eso mismo no debe saberlo. Tienes que dejar que todo siga como está planeado.
Marc no entendía porqué Gemma le estaba pidiendo eso. Que sacaba ella? Acaso quería usar toda esa información para chantajearlo? Para tenerlo atado y usarlo cómo ella quisiera. Realmente si era eso, no hacía falta. Él estaba dispuesto a follarla sin chantajes, todas las veces que ella hubiese querido. Entonces por qué?
  • Por qué? - siguió diciendo Gemma con una sonrisa diabólica y sensual, cómo si pudiera leer sus pensamientos. - porqué quieren jugar y divertirse. Y yo no me quiero quedar fuera. También quiero jugar, jeje. Y sobretodo quiero ganar.
  • Nosotras, … nosotras queremos ganar. - corrigió Laia. Que aunque no se estuviera enterando de misa la mitad, no iba a desperciar la oportunidad de participar en esa locura sexual.
  • Pero por qué Jordi no puede saberlo? Está en su derecho. - preguntó Marc, mientras Laia asentía mostrando aprovación.
  • Jordi no es cómo nosotros. Es un guarrete pervertido, sí. Pero es cobarde. Si se enterase que su novia sabe lo que hace a sus espaldas, se achantaría y pararía lo de mañana. Y es muy importante que lo de mañana suceda.
Mientras Gemma contaba a Marc absolutamente todo el plan de Noe y Marta, él no salia de su asombro. Le contó lo del video que grabaron mamándosela al barman, de cómo se habían infiltrado en su grupo de Telekord. De cómo habían convencido a Guillermo para que las ayudara. Absolutamente todo. Delante de la cara de asombro de Marc, siguió diciendo: - Casi todo lo ha planeado la guarra de tu novia, jaja. Marta simplemente se deja llevar, influenciada por ella. Piensa que simplemente se están vengando de vosotros por utilizarlas para vuestras fantásias sexuales. Pero tu novia, noooo jejeje. Ella va más allá, tiene otro plan más retorcido. Quieren grabar la paja grupal para haceros chantaje.
  • No tiene sentido Gemma. - replicó Marc aturdido. Como si fuese Lunes y acabase de levantarse. - Si Noe lo que quiere es hacer guarradas. Porqué montar todo este tinglado y no pedirnoslo directamente?
  • Control absoluto… -intervino Laia, empezando a comprender lo que Noe estaba tramando. Aunque no supiera quien era Noe.
  • Cómo? - le dijo extrañado Marc.
  • Supongo que tu novia es… bueno… es adicta al sexo, verdad?
  • Cómo? Ninfómana, nooo que va. Pero que dices Laia, si no la conoces.
  • Por Dios Marc! - reía Gemma - sabes muy bien como yo que está obsesionada. Si tuvieran que poner una foto en cada pecado capital, ella sería foto de portada de lujúria.
  • Bueno sí! Es verdad que carece de ciertos límites… pero…
  • Escúchame. - le interrumpió Laia- yo no la conozco. Pero no se cómo, comprendo lo que quiere hacer. Si ella consigue ese video y os chantajea con hacerlo público os tiene en su mano. Y a partir de ahí puede hacer con vosotros lo que quiera. Lo entiendes? - Marc empezaba a comprender.
  • Todas sus fantasías se podrían hacer realidad, cariño. Incluso las más locas e inmorales. - dijo Gemma. - Cómo si se convirtiera en una oligarca del sexo que controlase bajo su poder vuestras vidas sexuales.
  • Pero me la estáis pintando como si fuera el demonio.. - dijo Marc riendo. Ya no estaba tan asustado. Pero sí muy cachondo. Y los tres se pusieron a reir.
  • Por cierto… - dijo Gemma mientras agarraba de las manos a Marc y Laia y les hacía un gesto con la cabeza, señalando el baño. - Hablando de hacer realidad fantasías…
Los tres se levantaron y mientras cerraban la puerta, ya se estaban sacando la ropa y besandose con pasión. Mientras Marc desnudaba a Laia, viendo por fin esos enormes pechos libres de ataduras; Gemma le arrancaba, literalmente, su ropa.

Noe, por su lado, dormia placidamente en su cama sabiendo que todo estaba bajo control. No sabía que su infalible y siempre resolutiva intuición, esta vez le había pasado una mala jugada. Debería haberse guardado todo el plan para ella y Marta, que era fácil de controlar. Y no contarselo a Gemma, que siempre había sido una zorra astuta. Porqué cuando se enteró de todo, en lo único que pudo pensar fué en sacar su propio beneficio, pues llevaba mucho tiempo obsesionada con Marc y su sexo. Aquella era su gran oportunidad para volver a tenerlo encadenado entre sus piernas y no iba a desaprovecharla.

Volviendo al bar, Gemma de rodillas, chupaba ansiosa y fogosamente la polla de Marc, que sentado en el retrete tenía la cara metida entre los dos enormes pechos de Laia. “Lo siento mi buena amiga” - pensaba mientras se iba quitando la ropa, ansiosa por meterse esa polla enorme dentro. “Pero no reinarás sola.”

Mientras agarraba la polla con las dos manos, se puso encima de él. Su capulló rojo y caliente golpeó entre sus nalgas y su coño, inentanto entrar desesperado en algún agujero. Gemma llena de placer gemia, metiendosela entera hasta el fondo, mientras notaba las dos grandes manos de Marc agarrandole y manoseandole fuerte las nalgas de su culo que cabalgaba violentamente sobre los muslos mojados de él. Laia abierta de par en par tenía la cara de él, metida entre sus piernas, notaba su lengua recorrer desde la punta de su clítoris hasta su ano. Chupando, succionando. Luego se giró y se puso aún más caliente, viendo como su amiga, con la boca abierta de placer, montaba como una Amazona aquel caballo salvaje y desbocado. Gemma la miró con lujuría y mientras le decía: - espera tu turno amiga. - la empujó contra la pared, hacía adelanate, abriedole las nalgas de par en par y empezó a comerle el ojete. Se turnaron varias veces de posición, mientras Marc intentaba aguantar como un jabato. Ellas se corrieron varias veces, dos mientras las penetraba y tres más mientras estaban encima de su cara. Gemma se sentía generosa y dejó que Laia se llevara toda la lefa, que acabó desparramada por encima de sus enormes tetas. Mientras ella le chupaba los pezones y la limpiaba dedicadamente.

Marc, totalmente mojado por el esfuerzo, la saliva y los fluidos vaginales de ellas dos, las abrazó cuando se pusieron de pie y las arrambó a su cuerpo. Su polla aún empalmada, palpitaba entre los cuerpos de las dos amigas. Los tres estuvieron un buen rato de así. De pié y desnudos, mientras se besaban apasionadamente a la vez. Juntando sus tres lenguas. Marc las manoseaba todo el cuerpo y las apretaba contra el suyo, agarrandolas del culo. Cómo si intentara evitar que se fueran. Les besaba el cuello con sus labios calidos y mojados y las olía fuerte, como si quisiera conservar ese recuerdo para siempre en su memoria. La memoría del perfume, que siempre es eterna.
  • Me ecantan los viernes - dijo feliz, mientras apuntaba otra victoria para el quinto día de la semana. Su archienemigo Lunes descendía, irremediablemente, en la clasificación.
Las chicas reposaron sus cabezas sobre sus pectorales, mientras escuchaban el latir de su corazón, accelerado. Él, las rodeaba con sus brazos pensando que podría haber pasado toda su vida así. Con ellas desnudas, pegadas a su cuerpo. Laia, también con el corazón a punto de salirse, se sentía relajada y feliz por formar parte de esta nueva aventura que se había presentado en su vida. Gemma por su lado, daba cariñosos besitos a los pectorales de Marc mientras sonreía, ya que sabía como iba a conseguir el video sexual de Noe y Marta, con el pretendía hacerles un contra-chantaje. “Tengo que atacar al eslavón más débil” - pensaba mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

Guillermo, como siempre, dormía tranquilo…

Continuará…
Yo añadiría que Guillermo dormía tranquilo y relajado después de hacerse una tremenda paja , recordando lo que había pasado en la tienda de electrodomésticos...😉
 

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