Colegas de pajas y sus ardientes novias

Buenas de nuevo, creo que este capítulo me ha quedado un pelín más largo. Y tambíen más narrativo, sin centrarse tanto en el sexo. Aunque tambíen lo hay, no os preocupeis jaja. Tampoco es que le de mucha importancia, ya que no pienso mucho mientras escribo. Solo me dejo llevar. Pero igualmente ya me comentais que os parece. Buen fin de semana a todos/as, os dejo con otro capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 6 - Friday i’m in love!


Todos odíamos los Lunes, pues son los encargados de dar el pistoletazo de salida a las fiestas del aburrimiento y la pseudo-esclavitud. - Si trabajar fuese opcional, seguramente acabaría desapareciendo o almenos sería una actividad residual en la sociedad. - pensaba Marc, que andaba pesadamente, medio dormido, por la cocina de su casa. La cabeza aturdida y el calor de las sábanas aún pegado a su cuerpo; empezó a beber, pausadamente, una taza de café recién hecho mientras miraba por la ventana cómo la ciudad se despertaba poco a poco.

Por su espalda apareció Noe, recién duchada y activa. Le dió un beso en la mejilla, deseandole que tuviera un buen día en el trabajo. Marc notó el aroma fresco de champú de su novia y su pelo aún mojado, mientras le deseaba lo mismo. Despúes de darle un cachete en el culo, Noe dejó su taza de café medio vacía en el fregadero y desapareció por la puerta de casa.

Durante el trayecto en coche, Marc siguió pensando en que no le encontraba sentido a trabajar. Hablaba en voz alta consigo mismo, divagando sobre el tema mientras seguía conduciendo en modo automático, sin pensar en lo que hacía. Creía firmemente en que todo sería mejor si el mundo involucionase y todo volviera a un estado más primitivo. Que el trabajo de un hombre consistiese simplemente en sobrevivir. - Cazar, sembrar, recolectar. Eso si tendría sentido. - De repente su teléfono empezó a sonar y puso el manos libres.

  • Buenos días colega! Camino al curro o que?- dijo Jordi, de forma animada, al otro lado de la línea. Mientras también conducía de camino a su trabajo.
  • Si tío! Puto asco. - contestó fastidiado Marc.
  • Jajaja, vaya ánimos llevamos. Vivaaaa! - exclamó irónicamente.
  • Envídio a la gente que teneis vocación por vuestro trabajo. Almenos le podéis encontrar un sentido a toda esta farsa. - dijo Marc mientras seguía fustigandose anímicamente.
  • Pero si a mi me enchufó mi padre en el curro, bro! Jajaja. Si pudiera elegir ahora mismo estaría haciendo cualquier otra cosa que ir a vender electrodomésticos.
  • Como qué?
  • Pues no sé. Algo que me gustase de verdad. Si sigo en la empresa de papá es por comodidad, sabes? - confesó Jordi. - Yo creo que tienes que pensar en cosas que te gusten y buscar un trabajo acorde a eso. Aún estás a tiempo de empezar de nuevo colega.
  • No sé tío. No crees que la gente que convierte sus hobbies en su trabajo, acaba por odiarlo?
  • A ver, sí es verdad que ya había escuchado antes esa premisa que dices. Pero no conozco ningún caso personalmente como para afirmarlo. No obstante, yo no te hablo de hobbies, hablo de algo que te apasione, que te guste de verdad. - dijo Jordi mientras tocaba el claxon a un imbécil que se había saltado un stop.
Marc pensó durante un rato que le apasionaba en la vida. - No veo cómo puedo enfocar mis pasiones hacía un trabajo colega jaja. Es decir, estaba pensando que es lo más me gusta de la vida…
  • A ver dime, que cosas son? Quizás te pueda ayudar.
  • Me gusta el tiempo libre. Me refiero, a disfrutar del tiempo sin hacer nada especial, sabes? Simplemente tiempo libre. Divagar, sentirme que puedo hacer lo que quiera. Disfrutar de esos momentos.
  • Bueno, puedes enfocar eso que dices en el sector del Ocio.
  • Me sirve! Jajaja - contestó Marc, no muy convencido. - Me gusta follar también. Bueno, el sexo en general vaya!
  • Mmmm… - pensó Jordi. - Eso es relaciones humanas. En cierto modo jaja
  • Me gusta la música también, no tocarla sino disfrutarla. Lo primero me da pereza. No sé, se me han venido estas tres a la cabeza. - Dijo Marc mientras ya llegaba a su trabajo.
  • Así que quieres trabajar en un club swinger - exclamó Jordi morboso. - Jajaja tiene todo lo que dices. Un lugar de ocio donde hay sexo cada noche y puedes escuchar buena música.
  • Tío tu no descansas nunca o qué?
  • Jamás! Jajaja. Venga colega que queda menos para el sábado! Vamooooos!
Los dos amigos rieron juntos y se despidieron. Las últimas palabras de Jordi recordando a Marc lo de la quedada, le alegraron bastante el día, aunque al mismo tiempo provocaron que esa semana laboral se hiciera más larga y pesada. Parecía que el fin de semana no llegase jamás.

Marc pasó todo el día pensando en cómo sería su vida si fuese dueño de un club de intercambio de parejas. Rió para sus adentros al pensar que posiblemente se arruinaría ya que preferiría más cobrar en especies que en dinero.
El Martes y Miércoles, amanecieron del mismo modo que el día Anterior. Cabeza aturdida, café recíen hecho, mirada vacía por la ventana, coche, trabajo, coche de nuevo, serie y dormir. No obstante, Jueves añadió una pizca de alegría, porqué sin previo aviso, la emisora de la vida de Marc sufrió un leve cambio de programación y en vez de emitir “serie” lo cambió por “polvo guarro en el sofá”. De los mejores programas, según él.
Y por fin llegó Viernes, con su esperanza e ilusión. El gran archienemigo de Lunes, el cúal seguía perdiedo de forma humillante en cada una de las batallas que libraban, desde los inicios de la vida laboral moderna.

Eran las 18:00 en punto de ese viernes bendito, cuando Noe y Marta caminaban juntas calle abajo, charlando. El día era soleado e invitaba a disfrutar del aire libre. Las dos amigas aprovecharon el buen tiempo para dejar más partes de su cuerpo a merced del sol y empezar a coger moreno, pensando en el verano. Eso provocó varias descaradas miradas y comentarios lascivos, de los hombres que las veían pasar.

Al llegar a Plaza Delicias, Marta saludó amablemente a Guillermo con el brazo levantado. A veinte metros de distancis, las esperaba de pié y risueño delante del pequeño local del padre de Jordi.
  • Buenas chicas! - dijo sujetando una bolsa de gimnasio, que jamás había entrado en uno, llena a rebosar. - Vengo preparado, jeje.
  • Pero que llevas ahí? Un estudio de grabación entero o qué? - preguntó Noe, sorprendida. - Tía has visto el tamaño de… el tamaño de esa enorme… de esa enorme Bolsa! joder. - Seguia sin poder quitarse de la cabeza el enorme pollón del chaval.
  • Bueno, es qué no me decidía y al final le pedí consejo a Fran, un amigo mío que tiene una tienda de electrónica. Es muy bueno en el campo del auidovisual, pensad que obtuvo matricula de honor en…
  • Céntrate Soldado! - Le gritó Marta sonriendole, mientras le daba dos besos.
  • Jejeje, perdón. Total… Me ha dejado prestadas varias cámaras y micros para que podáis elegir. Manos a la obra? - contestó Guillermo feliz.
Marta sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de vidrio traslúcido. Al entrar en el local Noe y Guillermo vieron una pequeña sala que parecía ser un taller. Estaba repleta de electrodomésticos viejos e inservibles, algunos a medio reparar. Dos pequeñas estanterías se levantaban en medio de ese desorden, con recambios y herramientas mal colocadas. Detrás de ellas se vislumbraba lo que parecía una pequeña oficina improvisada, con un escritorio viejo cubierto de facturas y presupuestos. - Esto lo usaba antes el padre de Jordi cómo oficina, pero ya está medio jubilado, así que ya no viene casi nunca. - explicaba Marta mientras encendia la luz de otra habitación, más pequeña, anexa a la que se encontraban. - Entrad, es por aquí. - Los tres pasaron la puerta y entraron. Noe se fijó en que estaba más límpia y los muebles parecían más modernos. En un lateral había un mueble con varios cajones y una televisión plana muy grande colgada de la pared. - Esta tele vale un pastón - comentó Guillermo observandola. Al girarse, tropezó con la mesita de centro que estaba en medio de la sala y luego se sentó en una butaca esperando instrucciones.
  • Cuando Jordi aún vivía con sus padres, venía aquí muchos fines de semana con sus colegas. A jugar a la play y esas cosas. - dijo Marta mientras se sentó en uno de los pequeños sofás que rodeaban la mesita. - Y yo me qedaba aquí aburrida mientras los veía jugar. Añadió suspirando mientras cruzaba sus piernas dejando a la vista sus muslos.
  • Y estó - preguntó Noe señalando una puerta al lado del mueble del televisor. Mientras se enciendia un cigarro, abrió la pequeña ventana de la habitación que daba a un solar abandonado y se acercó a ella para fumar.
  • Ah! Un baño. Nada más. - contestó Marta mientras jugaba con su pelo. - Bueno Guillermo, empezamos?
  • Si, si.. vamos. - contestó el chico que estaba enbobado mirando las piernas de Marta. Fantaseando en cómo sería abrirlas y meter la cabeza entre ellas- A ver chicas, prestad atención. - siguió recuperando la normalidad en sus pulsaciones.
Guillermo abrió la bolsa de par en par y la vació encima de la mesa de centro. Noe al ver ese gesto, pensó en la serie de traficantes que estaba viendo con Marc. Pero en vez de fardos, la mesa quedó repleta de un montón de aparatos eléctricos. El chico ilusionado empezó a explicar con muchos detalles técnicos para que servía cada aparato. Los diferentes modelos, ventajas y desventajas de cada uno. Los comparaba entre ellos, analizaba sus caracteristicas. Y aunque las chicas debían reconocer que estaba siendo todo muy didactico, tuvieron que llamarle la atención un par de veces para que dejara de divagar.

Al final se puso en pié y mientras sujetaba su barbilla pensativo, en medio de la habitación, comunicó a las chicas la mejor opción. - Considerando el tamaño… - Noe sonrrió. - … de la habitación, creo que nos apañaremos con este micro. Luego pondremós tres camáras, mmmm, aquí, aquí y allí. Usaremos las Hex Low 2.5, son las mejores en relación tamaño calidad. - Noe, volvió a sonreir - Y por último esconderé el altavoz dentro de este Subwofer, para que podáis hablar.

De repente se escuchó cómo una llave entraba en la cerradura de la puerta que daba a la calle. Las chicas se pusieron tensas de golpe, mientras Guille estaba absorto mirando sus aparatos electrónicos. Marta se puso en pie y se acercó a la puerta de la salita de juegos, con cuidado la ajustó, dejándola casi cerrada. - Quien es tia? Es Jordi? - preguntó Noe mientras pegada detrás de su amiga intetaba ver algo a través del pequeño hueco que su amiga había dejado.
  • Nooo! No puede ser Jordi, solo tiene una llave y la tengo yo tía- le susurró Marta mientras seguía intentando ver algo.
  • Y si ha venido para preparar lo de mañana?
  • Ya te he dicho que no puede ser él, y además la limpieza la hizo el Miércoles. Lo seguí para asegurarme. - contestó Marta mientras sentía el corazón de su amiga palpitar acceleradamente.
Las chicas escucharon cómo alguien volvía a cerrar la puerta y se acercaba andando hacía ellas. Marta se giró hacia su amiga al descubrir quien era el intruso. - Tía! Es Manolo, el padre de Jordi. No sé que hace aquí. - le susurró mientras le indicaba con su dedo que mantuviera silencio.

Manolo era un hombre de unos 70 años, alto y canoso. Dueño de una empresa de compra venta de electrodomésticos y jubilado. Llevaba tiempo intentando pasar todas sus resposabilidades a su hijo y disfrutar de su merecido descanso. Pero aún no estaba preparado para eso, más él que su hijo, todo hay que decirlo. Llevaba casado con Rosa, su mujer, más de 50 años, un matrimonío que sobrevivía hasta día de hoy, no tanto por amor, sinó más bien por rutina y comodidad.

Mientras se sentaba en frente del viejo escritorio, Manolo encendió el ordenador y se quitó el sudor de la frente. - Que calor… - exclamó mientras encendia un ventilador en bastante mal estado que estaba a su derecha.
  • Tía que hace? Por qué no se va? - susurró Noe.
  • No lo sé, parece que está trabajando. - Contestó Marta, muy bajito, sin dejar de mirar por la pequeña ranura. Desde la puerta podía ver a Manolo de espaldas y la pantalla que cargaba lenta y pesadamente una versión muy antigua y desfasada de Windows
Una vez puso la contraseña en el ordenador, abrió unas cuantas carpetas y empezaron a aparecer álbumes familiares con muchas fotos. Marta tragó saliba, al ver que Manolo tenía una carpeta con un montón de fotos suyas, y entonces recordó las vacaciones que pasó con la família de su novio, hacía un par de años atrás en la costa de Gerona.

Mientras el padre de su novio se levantaba de la silla desabrochandose el cinturón, ella recordaba aquellas vacaciones y que le hizo muchas fotos cuando estaban en la playa. Aunque en ese momento no le diera importancia, ahora empezaba a atar cabos. - Tía que fuerte! Son fotos tuyas…- susurró Noe, que por fin había encontrado un hueco por donde ver lo que sucedía.

Manolo que ya estaba sentado en la silla con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, se masturbaba lentamente mientras que con la otra mano daba clicks al ratón pasando fotos y más fotos de su nuera en bikini. - Oooh putita! Que rica estás… - decía medio gimiendo.

Marta totalmente asombrada no podía articular palabra y cerró lentamente la puerta. Luego apoyando su espalda en ella, miró a su amiga que ya estaba buscando el móvil para grabarlo todo.

Entre susurros, empezaron a conversar:
  • Tía esto es muy fuerte! - Le dijo Noe que rebuscaba en su bolso sin encontrar el teléfono.
  • No me lo puedo creer…. - Marta seguía en shock.
  • Bueno, tampoco es tan raro no crees?
  • Cómo puedes decir eso tía! Es mi Suegro… Y deja el puto móvil, joder! - le dijo Marta mientras se acercaba a su amiga y le golpeaba la mano que tenía dentro del bolso.
  • Tía! Lo que digo es que… - Noe empezó a encontrar todo aquello muy gracioso. - si te lo paras a pensar, de tal palo… - dijo señalando en dirección a Manolo, que detrás de la puerta estaba a punto de correrse. - tal astilla. Ahora ya sabemos que la afición de pajearse con tus fotos, le viene de familia, jaja
Guillermo seguía trabajando y no se había percatado de nada de lo que estaba sucediendo. Levantó la cabeza un momento y vió a las chicas discutir susurrando, una muy cerca de la otra, sin poder evitar desnudarlas con la mirada. - Chicas, que hacéis? - preguntó con un tono de voz elevado, sin entender nada.

Las dos amigas se giraron de repente hacía el chaval que seguía mirandolas sin comprender que sucedía. - Shhhhh. - le indicarón ambas al mismo tiempo. Nervisosas. Pero ya era tarde. Al otro lado de la puerta, escucharon a Manolo preguntar en voz alta: - Hola? Hay alguien?- mientras, también nervioso, se subía los pantalones y cerraba precipitadamente las ventanas del ordenador.

Marta se armó de valor mientras les ordenó a Guillermo y Noe que se escondieran en el pequeño lavabo. Se aseguró que lo hicieran y luego rápidamente escondió todos los chismes electronicos debajo del sofá. - Hola? Siiii, soy Marta. - contestó. Mientras sus manos temblavan se colocó bien el pelo y aliso su falda. Luego se desabrochó un par de botones de la camisa y se colocó bien los pechos. - Manolo? Eres tu. - Dijo mientras habría la puerta.
  • Pero que pasa? - susurró Guillermo dentro del pequeño lavabo.
  • Calla Guille! Y no me pises - le respondió Noe mientras quitaba su pié de debajo del de el chico.
  • Noe yo no quiero problemas, si han venido vuestros novios me van a matar. No debería estar aquí, quien me manda ponerme en estos fregaos. - Guillermo empezó a sudar con un ataque de pánico.
  • Guille relájate que no pasa nada! - intentaba tranquilizarlo
  • No puedo… tengo… tengo… claustrofobia.
  • Vale, escuchame. - empezó a decirle Noe con voz suave y relajada. - Cierra los ojos y escucha mi voz.
  • Si…. Vale… - contestó el chico mientras tragaba saliba.
Noe no consiguió tranquilzar al chico, al contrario, lo puso aún más nervioso. El baño era muy estrecho y el cuerpo de ella rozaba por completo con el de él. El paquete de él rozandola a la altura de su entrepierna. Las tetas de ella chafadas contra los blandos pectorales de él. Sus bocas muy cerca una de la otra. Guillermo empezó a excitarse al notar el cuerpo de aquella mujer tan cerca y no pudo evitar empalmarse, mientras ella le decía cosas cerca de su oreja con esa suave voz. Ella empezó a notar como aquel pene enorme se ponía erecto chocando contra su vientre y sin poder evitarlo mojó su tanga.

En la habitación principal, Suegro y Nuera se saludaban. - Ho.. Hola Marta! No sabía que estabas aquí. - le dijo Manolo al verla salir por la puerta.
  • Hola Manolo! Sí, he venido… a buscar unas cosas que se dejó Jordi… la semana pasada, pero no las encuentro - se acercó a su suegro y le dió dos generoso besos en las mejillas.
  • Ah! Perfecto. Yo he venido aaa… bueno, a trabajar un poco, ya sabes. Jeje- le contestó él mientras se sentaba en la silla de nuevo y ordenaba los papeles encima de la mesa.
Marta que solo quería que aquel viejo cerdo se fuera rápido de allí. Pensó que lo mejor que podía hacer era ponerlo incómodo. Así que sensualmente se sentó sobre la mesa apoyando la mitad del trasero y apretó disimuladamente sus brazos contra sus pechos para marcar más canalillo, mientras lo miraba directamente a los ojos. - Ufff! Hace calor hoy verdad? - le dijo mientras se abanicaba con la mano, muy cerca de él.

Manolo se puso muy duro sin poder dejar de mirar aquellos jóvenes, grandes y tersos pechos. Podía oler su perfume aromático y el aliento de su boca que rezumaba sexualidad. Sin poder controlarse posó su mano en el muslo de la chica que se mostraba provocativo encima de la mesa.
  • La verdad que sí Hermosa! Está el día muy caliente. - retiró rapidamente la mano, mientras su mentalidad cristiana le decía que aquello no estaba bien.
  • Por qué no vamos al cuartillo, los dos y me ayudas a buscar? - se insinuó Marta mientras posaba su mano encima de la de él y se acercaba mostrando abiertamente su escote.
Manolo que tenía los ojos como platos, intentaba desesperadamente no posarlos en esas dos tetas que le pedían que se las comiese enteras. Mantenía en silencio, una acalorada lucha interna. Follarse a la perra de la novia de su hijo o ser fiel a la aburrida y asexual de su mujer. Al final, la moralidad ganó. Pero lo hizo en el tiempo de descuento y en una jugada muy polémica por un error arbitral.
  • La verdad es que me tengo que ir- dijo de repente y sin mirarla a la cara. - He recordado que Rosa me está esperando en el Mercadona. - se levantó rápido, le dió dos besos secos y salió pitando por la puerta del local como alma que lleva al diablo.
“Menos mal” pensó Marta. Que por un momento ya se veía a cuatro patas empotrada contra la mesa, con la vieja y arrugada polla del padre de su novio entre sus piernas. Y luego sonrió como una diablilla, pensando en lo morboso que sería eso.
  • Chicos, arreglado ya se ha ido - dijo mientras entraba de nuevo en la habitación de atrás. Y volvia a colocar todos los chismes de Guillermo encima de la mesa- Chicos? Seguimos o que? - No obtuvo respuesta. - Holaaaaa? Va todo bien.
Al abrir la puerta del baño vió como Noe, con el vestido levantado y las bragas en los tobillos sujetaba con las dos manos la cabeza de Guillermo entre sus piernas abiertas. Él con su enorme polla fuera y de rodillas le metía toda su gruesa lengua dentro del coño. Y lo lamía como si estuviera chupando un helado. Se pajeaba su polla compulsivamente con una mano, mientras que con la otra le metía el dedo por el culo de su amiga.

Marta ajustó la puerta, y suspiró mientras pensaba que su amiga no tenía remedio. Cogió prestado su cajetilla de tabaco y se encendió un cigarro esperando a que terminasen, sentada en el sofá. - Ahora al revés, venga. - escuchó que decía Guillermo. - No no, la polla no, comeme el culo tu a mí. Oooooh siiii. Meteme la lengua más a dentro. Pajeame también. Ooooh que gustitooo.

No terminó de fumarse el cigarro, que ya habían terminado. - Perdón Marta jeje - dijo Guille con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás de él salió Noe subiendose las bragas. “Hay potencial, mucho potencial. Pero necesita entrenamiento” pensó Noe mientras miraba el culo grande de Guillermo, donde escasos segundos atrás había metido toda la cara. Luego pidió disculpas a su amiga y cogiendole el cigarro de entre sus dedos, terminó de fumarselo.

Todo estuvo terminado en menos de una hora. Antes de que abandonaran el local se aseguraron de que todo funcionase correctamente. Y luego se despidieron delante de la puerta en un abrazo, los tres juntos a la vez. En el fondo la vida, a veces, era así de irónica. Dónde hoy había un abrazo grupal, mañana habría una paja. A Guille le gustó tanto aquel abrazo que lo intentó alargar más de lo debido.

Marc y Jordi, por su lado, tomaban unas cervezas con su grupo de amigos del barrio. Mantenían las típicas conversaciones heterosexuales. Hablaban animadamente sobre tías. “Pues a esa me la follé también la semana pasada, lo juro”- decía uno. “Si claro… me como una y cuento cuatro” - decía otro. Mientras Marc, ensimismado en sus pensamientos, se ponía cachondo imaginando cuantos de ellos se habrían follado a su novia, vió que por la puerta del bar entraba Gemma.
  • Bro! Has visto quien es? - le dijo Jordi, que estaba sentado a su lado, disimuladamente.
Marc se la quedó mirando fijamente mientras ella se sentaba con una amiga en la barra y pedía un par de cervezas. Al poco rato, ella giró la cabeza para observar el ambiente del bar y en un barrido rápido, acabó cruzando una larga mirada con él. Le sonrió mientras le saludaba con la mano desde la barra.

Los colegas que se percataron de la jugada, empezaron a jalearle. “Joder tió y ese pivonazo quien es?” - decía uno. “A que esperas bro! Ve a saludarla. Está tremenda” - decía otro.

Marc miraba el culo de Gemma apoyado en el taburete. Y aunque aún le conservara cierta rabia, por lo que él creía que había pasado con los cuernos de Noe, no podía evitar seguir obsesionado con ese culazo tan redondo y respingón. Despúes de que Jordi volviera a insistir en que fuera a saludarla, acabó cediendo y se levantó de la silla; dirección a las dos chicas. Mientras se acercaba, Gemma que lo veía venir de frente, le sonréia mientras pasaba su pelo por detrás de la oreja y le decía algo al oído de su amiga que provocó que se girara, mientras sonréia.
  • Marc, guapíssimo! Cúanto tiempo! - le dijo Gemma mientras pasaba una mano por detrás de sus hombros y le daba dos besos apasionados.
  • Hola Gemma! La verdad que sí, jeje. Cómo va todo?
  • Bien, la verdad. Por cierto te presento a Laia, una amiga.
  • Encantado - le dijo sonriendo Marc mientras también le daba dos besos. Era una chica alta y guapa, con unos pechos grandes y bien puestos.
  • Y bueno que hacéis por aquí? - continuó Marc mientras apollaba un brazo en la barra.
  • Pues tomarnos unas copas y ver que surge. Y tú? - contestó Gemma
  • Pues la verdad que no mucho. Estaba por irme a casa, demasiada testosterona, sabes? - dijo él mientras señalaba con el pulgar la mesa de sus amigos a su espalda.
  • Ya entiendo… - dijo Gemma mientras observaba como algunos de sus amigos se comportaban como auténticos chimpancés. - Bueno si te apetece tomarte unas copas con nosotras? Eres más que bienvenido.
  • Aunque haya demasiados estrógenos, por eso. Jeje - añadió Laia mientras brindaba con su amiga.
Marc que no tenía intención de quedarse con ellas, cambió rápido de opinión por el tono en qué Gemma le dijo “eres más que bienvenido”, quizás eran imaginaciones suyas, pero lo interpretó cómo si ella se estuviera insinuando. Y en realidad así era, Gemma había salido con su amiga esa noche con una sola intención. Y el azar había querido que Marc se cruzase en su camino, justo esa noche.
  • Está bien! Me tomaré unas rondas con vosotras. - les dijo sonriendo mientras acercaba un taburete a ellas y se sentaba justo en medio de las dos. - Eso sí, me teneís que permitir que os invite a la primera ronda! … Pep ponme una mediana. Y a estas dos hermosas señoritas otra de lo que estén tomando, por favor. - le dijo al camarero que se puso manos a la obra.
  • A mí ya me ha ganado, que quieres que te diga jajaja - le dijo Laia a su amiga.
  • Ya te he dicho que era un encanto - contestó Gemma mientras ponía una mano sobre la pierna de él.
Estuvieron charlando un rato, poniendose al día y haciendo bromas. Gemma filtreaba con él, cada vez más descaramente a medida que iban vaciando sus vasos. Esa actitud empujaba a Laia a seguirle el juego, cogiendo confianza con él rápidamente. Por su parte, Marc, que seguía estando encantador, haciendo reir a las chicas y les respondía muy animado a sus coqueteos, no podía quitarse de la cabeza, el tema de los cuernos. No pudo evitar sacar el tema.
  • Por cierto Gemma… se que quizás no es el momento… y no quiero romper el buen rollo. Pero es que desde que te he visto entrar, tengo la espina aquí clavada…
  • Ya! Bueno.. - contestó ella, poniendose seria de repente y recordando lo mal que le sentaron las últimas palabras de Marc, antes de bloquearla - Me imaginaba que saldría el tema… así qué… - bebió un trago de su Martini. - Seré sincera contigo Marc. No sé que te contó Noe, pero lo primero y más importante que tienes que saber es que yo no tuve nada que ver. Es más, fué ella quien provocó esa situación…
Justo en ese momento, el grupo de amigos salía del bar pasando por detrás de ellos. “Adiós ricuras. Si quereis juerga ya sabéis…” dijo uno. “Venga Marc, campeón! Deja el pabellón bien alto”, dijo otro. Las chicas se quedaron calladas mientras miraban con cara de asco como desfilaba aquel pelotón de hombres prehistóricos. - Tío, nosotros nos retiramos. Nos vemos mañana ok? No me falles eh! - le dijo Jordi a Marc mientras chocaban la mano. Luego se acercó a Gemma diciendole que se alegraba de verla y le dió dos besos. Y mientras salia por la puerta, se volvió a girar diciendo: - Cuidadmelo chicas! Y pasad buena noche.
  • Tranquilo! Qué está en buenas “manos”. - le contestó Gemma, diciendo más de lo que Jordi supo entender.
  • A que te refieres a que fué ella? - retomó rapidamemre la conversación Marc una vez se quedaron los tres solos - Noe me dijo que tu le habías puesto M en el baso y que iba tan drogada que perdió el control…
  • Jaja! En serio? Qué mentirosa. - rió Gemma. - Mira, tú novia tendrá mil virtudes cariño pero la fidelidad no es una de ellas. Creeme cuando te digo que no le hace falta tomarse nada para abrirse de piernas…
Marc se quedó pensativo y un poco triste mientras escuchaba la versión de la amiga de su novia. Le contó toda la verdad sobre lo que pasó aquella noche, incluso delató a Noe, confesando otras infidelidades que había cometido, almenos aquellas que ella conocía. Laia, mientras tanto escuchaba atenta toda la historia, bastante sorprendida por lo que estaba sucediendo.
  • Y luego se fué con ese tío al baño de la discoteca mientras le comía la boca - seguía confesando Gemma. Rompiendo el pacto entre amigas. Sabía que estaba siendo una zorra, pero tenía sus razones ocultas para delatar de esa forma tan traicionera, a su amiga. - Y esas son solo las que yo conozco, amor. A saber cuantas veces más te los habrá puesto. - terminó de hablar para luego pedir otra ronda a Pep, que seguía trabajando sin descanso. Luego miró a Marc de nuevo, que estaba bastante desanimado y añadió - Aunque bueno, tú tampoco es que seas un santo. No?
  • Venga Gemma! No me vas a comparar lo nuestro con lo de ella? - contestó él mirandola a los ojos sorpendido - Ella se ha follado a medio barrio y nosotros qué fueron? dos veces?
  • Fueron solo tres… para mi desgracia - contestó Gemma mientras brindaba con su amiga chocando las copas.
Laia, que ya empezaba a estar morbosa por toda esa historia de puterío y traiciones entre amigos. Se unió a la conversación: - Perdonad que me entrometa, se que no pinto mucho aquí, nos acabamos de conocer - dijo mirando a Marc - y quizás mi opinión no os sirva de nada… pero, sinceramente, no creo que se trate de una cuestión de cantidad. Qué más da si ella lo ha hecho veinte veces…
  • Ja! O más… - añadió Gemma irónicamente.
  • Que más da. Da igual si ella lo ha hecho cien veces y Marc solo una - siguió diciendo. - El problema, si lo hubiera. Es que no habéis sido sinceros el uno con al otro desde un principio. Bajo mi punto de vista, veo más un problema de comunicación que de fidelidad. Pues está claro que los dos os sentís atraidos sexualmente por otras personas.
Aunque aquella chica que Marc acababa de conocer no lo supiera aún, esas palabras que dijo, llegarón muy dentro de su ser. - Y esto es algo más común de lo que parece. Le pasa a muchíssimas parejas, aunque no quieran admitirlo - continuó diciendo Laia - Yo por ejemplo, hace poco, acabo de dejarlo con mi ex por este mismo motivo.
  • Por los cuernos? - preguntó Marc, mirandole descaradamente los pechos.
  • No por los cuernos, sinó porqué entendí que el amor y el sexo en una relación no van siempre de la mano. El amor es exclusivo e indivisible, es emocinal. Proviene de dentro del alma. Pero el sexo no. El sexo es químico, es físico, es primitivo. - Laia se hizo más y más grande mientras realizaba su discurso. - Al final me cansé de engañarme a mi misma tío! Me cansé de luchar cada puto día contra mis jodidos instintos. - hizo una pausa para dar un trago y se puso de píe, emocionada y ligeramente borracha - Me levantaba cada maldito día, intentando convencerme de que una relación sana debe ser monogama. Y al final me dí cuenta que creemos esa mierda porqué nos lo han inculcado desde pequeños. Lo tenemos tan interiorizado que es difícil ver la realidad.
  • La maldita moral judéo-cristiana no? Ama, reza y obedece. Maldita basura - subrayó Gemma.
  • Exacto! Así se habla, hermana! - hicieron otro Chin-chin. Esta vez los tres juntos. - Si la sociedad pudiera romper con eso, si pudieramos ser libres para ser tal y cómo queremos ser - decía Laia como si se hubiera convertido en Martin Luther King. - Este mundo sería un lugar mucho más justo y feliz.
  • Y tú ex? Cómo se lo tomó cuando le dijistes esto? - preguntó Marc con curiosidad mientras daba otro trago a su cerveza.
  • Bueno, prefirío seguir las normas, seguir la corriente que todos siguen. Vivir seguro y tranquilo bajo el yugo de lo que todos conocomes cómo “normalidad”, pero no lo culpo, para nada. No me mal interpretes. Lo comprendo con total sinceridad. Es débil y sumiso. Pero yo no. Yo soy una mujer fuerte. Y los fuertes solo podemos vivir siendo libres. Libres de decidir cómo queremos vivir. En todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y que les jodan a los que no lo entiendan.
  • Se puede ir todo el mundo a tomar por el culo! - exclamó Gemma emocionada.
  • Por los libres! - dijo Marc, feliz de nuevo, levantando la copa.
  • Por las fuertes! - le siguió Laia.
  • Por la Poligamia! - se añadío Gemma. Y los tres empezaron a reir a carcajadas mientras terminaban sus copas de un trago.
El bar estaba repleto y anímado. Excepto Pep, que sufria taquicardias mientras andaba arriba y abajo con su bandeja llena de copas; venía con llenas, volvia con vacías, todo el maldito rato. El resto de la gente reía y charlaba alegramente, mientras la música Reggae sonaba fuerte y acompañaba, a la perfección, el ánimo general del local.

Nuestros tres protagonistas se habían retirado a una mesa pequeña. Laia estaba sentada al lado de Marc, hablando entre risas y carcajadas como si se conociesen de toda la vida. Gemma, que esa noche estaba resplandeciente y especialmente sexy, se sentó en frente de él. Los tres iban bastante borrachos.

De repente sonó el teléfono de Marc. Al mirar quien era, su rostro cambió por completo. Se sentía tan agusto que había perdido, por completo, la noción del tiempo. - Chicas, disculpadme un momento. - se levantó de la silla alejandose un poco de la mesa.
  • Tsss! Laia… quien era? Tía!, Espavila…- le preguntó Gemma a su amiga que estaba despistada mientres le daba un buen repaso al culo de Marc.
  • Eeehh! No sé. Cómo se llamaba su novia? - contestó ensimismada.
  • Noe. Ponía Noe en el teléfono? Tía reacciona… - insistió Gemma.
  • Si joder! Qué pesada - contestó Laia mientras no podía quitarle la vista de encima a Marc mientras hablaba por su móvil.
  • Te pone? - sonrió Gemma, mientras se había girado y observaba tambíen a Marc.
  • Lo mismo que a tí, cabrona jajaja. - las dos rieron de forma y traviesa mientras Marc volvia con una amplia sonrisa en la cara.
  • Por dónde ibamos chicas? Pedimos otra ronda o qué? - dijo mientras se sentaba en la silla y le hacía otro gesto con la mano a “Usain” Pep. - Gracias chicas, de verdad. Me lo estoy pasando de lujo, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien.
Gemma se lo quedó mirando fijamente. Se descalzó la sandalia de su pié derecho ayundandose con el otro. Estiró la pierna y empezó a rozarla suavemente contra la polla de Marc, por debajo la mesa. - Le has dicho la verdad? - le preguntó mientras jugaba con la pajita de su cubata entre los labios.
  • Cómo? - balbuceó él empezando a ponerse erecto.
  • A Noe digo? Qué le has dicho?
Marc miró a Laia, que se había percatado de ese pié travieso y luego volvió a mirar a Gemma. - Le he dicho que se había liado el tema con los chicos y que llegaría tarde a casa. - contestó, no sin revelar un mínimo de verguenza por mentir a su novia.
  • Y por qué no le has dicho la verdad? - volvió a preguntar mientras frotaba más fuerte su pié contra la polla de él. Marc no supo que contestar, o más bien no podía. Su cuerpo empezó a bombear toda la sangre de la que disponia hacía su entrepierna. - Tú sabes que ella sabe lo nuestro no?
  • Cómo? Desde cuando? - contestó sobresaltado.
  • Me mandó un Wasap la semana pasada. Te quitó el móvil y vió nuestros mensajitos y bueno, ya sabes… mis fotos, las tuyas… los audios calientes.
De repente todo se paralizó para Marc. No había música, no había gente. No había luz. Solamente un sinfín de preocupaciones, que empezaron a correr por la cabeza del chico. No era solamente la infidelidad, tenía mucho más que ocultar en su teléfono. Todos sabemos de que estamos hablando. Empezó a ponerse nervioso pensando en que su novia había visto sus conversaciones con Jordi. Los tributos, las fotopollas, los audios guarros hablando de Marta…. Su cara era un poema.
  • Jajaja. Eres un encanto mi vida! - empezó a reir Gemma cariñosamente, mientras retiraba su pié. Sabiendo perfectamente porqué Marc tenía aquel semblante tan asustado, se inclinó hacía él, provocativamente- Tambíen sabe eso cariño.
  • Todo? - contestó Marc mirando asustado directamente a los ojos de ella.
  • De que estáis hablando? Me tenéis super intrigada. - susurró Laia acercándose tambíen a ellos dos. Seguidamente siguieron hablando más bajito.
  • Sí, me lo contó todo. Sabe lo de las pajas que te haces con Jordi. Sabe las guarradas que os mandáis con sus fotos y las de Marta. Sabe lo de la paja grupal de mañana. Lo sabe todo, corazón.
  • Estoy muerto! - exclamó Marc mientras apoyaba su frente en la palma de la mano.
  • No estoy yo tan segura… - dijo Gemma levantandole la cabeza. - Crees que si les hubiera molestado de verdad, Jordi y tú aún seguiriais teniendo novia?
  • Marta también lo sabe? Dios mío. Tengo que llamar a Jordi.
  • Altooo fiera! - le contestó Gemma mientras suavemente le quitaba el teléfono de la mano y lo volvía a dejar en la mesa - Jordi no puede saberlo.
  • Por qué? Es mi mejor amigo, claro que tiene que saberlo. Cuando se entere, Dios! , se va a hundir en la miseria.
  • Por eso mismo no debe saberlo. Tienes que dejar que todo siga como está planeado.
Marc no entendía porqué Gemma le estaba pidiendo eso. Que sacaba ella? Acaso quería usar toda esa información para chantajearlo? Para tenerlo atado y usarlo cómo ella quisiera. Realmente si era eso, no hacía falta. Él estaba dispuesto a follarla sin chantajes, todas las veces que ella hubiese querido. Entonces por qué?
  • Por qué? - siguió diciendo Gemma con una sonrisa diabólica y sensual, cómo si pudiera leer sus pensamientos. - porqué quieren jugar y divertirse. Y yo no me quiero quedar fuera. También quiero jugar, jeje. Y sobretodo quiero ganar.
  • Nosotras, … nosotras queremos ganar. - corrigió Laia. Que aunque no se estuviera enterando de misa la mitad, no iba a desperciar la oportunidad de participar en esa locura sexual.
  • Pero por qué Jordi no puede saberlo? Está en su derecho. - preguntó Marc, mientras Laia asentía mostrando aprovación.
  • Jordi no es cómo nosotros. Es un guarrete pervertido, sí. Pero es cobarde. Si se enterase que su novia sabe lo que hace a sus espaldas, se achantaría y pararía lo de mañana. Y es muy importante que lo de mañana suceda.
Mientras Gemma contaba a Marc absolutamente todo el plan de Noe y Marta, él no salia de su asombro. Le contó lo del video que grabaron mamándosela al barman, de cómo se habían infiltrado en su grupo de Telekord. De cómo habían convencido a Guillermo para que las ayudara. Absolutamente todo. Delante de la cara de asombro de Marc, siguió diciendo: - Casi todo lo ha planeado la guarra de tu novia, jaja. Marta simplemente se deja llevar, influenciada por ella. Piensa que simplemente se están vengando de vosotros por utilizarlas para vuestras fantásias sexuales. Pero tu novia, noooo jejeje. Ella va más allá, tiene otro plan más retorcido. Quieren grabar la paja grupal para haceros chantaje.
  • No tiene sentido Gemma. - replicó Marc aturdido. Como si fuese Lunes y acabase de levantarse. - Si Noe lo que quiere es hacer guarradas. Porqué montar todo este tinglado y no pedirnoslo directamente?
  • Control absoluto… -intervino Laia, empezando a comprender lo que Noe estaba tramando. Aunque no supiera quien era Noe.
  • Cómo? - le dijo extrañado Marc.
  • Supongo que tu novia es… bueno… es adicta al sexo, verdad?
  • Cómo? Ninfómana, nooo que va. Pero que dices Laia, si no la conoces.
  • Por Dios Marc! - reía Gemma - sabes muy bien como yo que está obsesionada. Si tuvieran que poner una foto en cada pecado capital, ella sería foto de portada de lujúria.
  • Bueno sí! Es verdad que carece de ciertos límites… pero…
  • Escúchame. - le interrumpió Laia- yo no la conozco. Pero no se cómo, comprendo lo que quiere hacer. Si ella consigue ese video y os chantajea con hacerlo público os tiene en su mano. Y a partir de ahí puede hacer con vosotros lo que quiera. Lo entiendes? - Marc empezaba a comprender.
  • Todas sus fantasías se podrían hacer realidad, cariño. Incluso las más locas e inmorales. - dijo Gemma. - Cómo si se convirtiera en una oligarca del sexo que controlase bajo su poder vuestras vidas sexuales.
  • Pero me la estáis pintando como si fuera el demonio.. - dijo Marc riendo. Ya no estaba tan asustado. Pero sí muy cachondo. Y los tres se pusieron a reir.
  • Por cierto… - dijo Gemma mientras agarraba de las manos a Marc y Laia y les hacía un gesto con la cabeza, señalando el baño. - Hablando de hacer realidad fantasías…
Los tres se levantaron y mientras cerraban la puerta, ya se estaban sacando la ropa y besandose con pasión. Mientras Marc desnudaba a Laia, viendo por fin esos enormes pechos libres de ataduras; Gemma le arrancaba, literalmente, su ropa.

Noe, por su lado, dormia placidamente en su cama sabiendo que todo estaba bajo control. No sabía que su infalible y siempre resolutiva intuición, esta vez le había pasado una mala jugada. Debería haberse guardado todo el plan para ella y Marta, que era fácil de controlar. Y no contarselo a Gemma, que siempre había sido una zorra astuta. Porqué cuando se enteró de todo, en lo único que pudo pensar fué en sacar su propio beneficio, pues llevaba mucho tiempo obsesionada con Marc y su sexo. Aquella era su gran oportunidad para volver a tenerlo encadenado entre sus piernas y no iba a desaprovecharla.

Volviendo al bar, Gemma de rodillas, chupaba ansiosa y fogosamente la polla de Marc, que sentado en el retrete tenía la cara metida entre los dos enormes pechos de Laia. “Lo siento mi buena amiga” - pensaba mientras se iba quitando la ropa, ansiosa por meterse esa polla enorme dentro. “Pero no reinarás sola.”

Mientras agarraba la polla con las dos manos, se puso encima de él. Su capulló rojo y caliente golpeó entre sus nalgas y su coño, inentanto entrar desesperado en algún agujero. Gemma llena de placer gemia, metiendosela entera hasta el fondo, mientras notaba las dos grandes manos de Marc agarrandole y manoseandole fuerte las nalgas de su culo que cabalgaba violentamente sobre los muslos mojados de él. Laia abierta de par en par tenía la cara de él, metida entre sus piernas, notaba su lengua recorrer desde la punta de su clítoris hasta su ano. Chupando, succionando. Luego se giró y se puso aún más caliente, viendo como su amiga, con la boca abierta de placer, montaba como una Amazona aquel caballo salvaje y desbocado. Gemma la miró con lujuría y mientras le decía: - espera tu turno amiga. - la empujó contra la pared, hacía adelanate, abriedole las nalgas de par en par y empezó a comerle el ojete. Se turnaron varias veces de posición, mientras Marc intentaba aguantar como un jabato. Ellas se corrieron varias veces, dos mientras las penetraba y tres más mientras estaban encima de su cara. Gemma se sentía generosa y dejó que Laia se llevara toda la lefa, que acabó desparramada por encima de sus enormes tetas. Mientras ella le chupaba los pezones y la limpiaba dedicadamente.

Marc, totalmente mojado por el esfuerzo, la saliva y los fluidos vaginales de ellas dos, las abrazó cuando se pusieron de pie y las arrambó a su cuerpo. Su polla aún empalmada, palpitaba entre los cuerpos de las dos amigas. Los tres estuvieron un buen rato de así. De pié y desnudos, mientras se besaban apasionadamente a la vez. Juntando sus tres lenguas. Marc las manoseaba todo el cuerpo y las apretaba contra el suyo, agarrandolas del culo. Cómo si intentara evitar que se fueran. Les besaba el cuello con sus labios calidos y mojados y las olía fuerte, como si quisiera conservar ese recuerdo para siempre en su memoria. La memoría del perfume, que siempre es eterna.
  • Me ecantan los viernes - dijo feliz, mientras apuntaba otra victoria para el quinto día de la semana. Su archienemigo Lunes descendía, irremediablemente, en la clasificación.
Las chicas reposaron sus cabezas sobre sus pectorales, mientras escuchaban el latir de su corazón, accelerado. Él, las rodeaba con sus brazos pensando que podría haber pasado toda su vida así. Con ellas desnudas, pegadas a su cuerpo. Laia, también con el corazón a punto de salirse, se sentía relajada y feliz por formar parte de esta nueva aventura que se había presentado en su vida. Gemma por su lado, daba cariñosos besitos a los pectorales de Marc mientras sonreía, ya que sabía como iba a conseguir el video sexual de Noe y Marta, con el pretendía hacerles un contra-chantaje. “Tengo que atacar al eslavón más débil” - pensaba mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

Guillermo, como siempre, dormía tranquilo…

Continuará…
 
Buenas de nuevo, creo que este capítulo me ha quedado un pelín más largo. Y tambíen más narrativo, sin centrarse tanto en el sexo. Aunque tambíen lo hay, no os preocupeis jaja. Tampoco es que le de mucha importancia, ya que no pienso mucho mientras escribo. Solo me dejo llevar. Pero igualmente ya me comentais que os parece. Buen fin de semana a todos/as, os dejo con otro capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 6 - Friday i’m in love!


Todos odíamos los Lunes, pues son los encargados de dar el pistoletazo de salida a las fiestas del aburrimiento y la pseudo-esclavitud. - Si trabajar fuese opcional, seguramente acabaría desapareciendo o almenos sería una actividad residual en la sociedad. - pensaba Marc, que andaba pesadamente, medio dormido, por la cocina de su casa. La cabeza aturdida y el calor de las sábanas aún pegado a su cuerpo; empezó a beber, pausadamente, una taza de café recién hecho mientras miraba por la ventana cómo la ciudad se despertaba poco a poco.

Por su espalda apareció Noe, recién duchada y activa. Le dió un beso en la mejilla, deseandole que tuviera un buen día en el trabajo. Marc notó el aroma fresco de champú de su novia y su pelo aún mojado, mientras le deseaba lo mismo. Despúes de darle un cachete en el culo, Noe dejó su taza de café medio vacía en el fregadero y desapareció por la puerta de casa.

Durante el trayecto en coche, Marc siguió pensando en que no le encontraba sentido a trabajar. Hablaba en voz alta consigo mismo, divagando sobre el tema mientras seguía conduciendo en modo automático, sin pensar en lo que hacía. Creía firmemente en que todo sería mejor si el mundo involucionase y todo volviera a un estado más primitivo. Que el trabajo de un hombre consistiese simplemente en sobrevivir. - Cazar, sembrar, recolectar. Eso si tendría sentido. - De repente su teléfono empezó a sonar y puso el manos libres.

  • Buenos días colega! Camino al curro o que?- dijo Jordi, de forma animada, al otro lado de la línea. Mientras también conducía de camino a su trabajo.
  • Si tío! Puto asco. - contestó fastidiado Marc.
  • Jajaja, vaya ánimos llevamos. Vivaaaa! - exclamó irónicamente.
  • Envídio a la gente que teneis vocación por vuestro trabajo. Almenos le podéis encontrar un sentido a toda esta farsa. - dijo Marc mientras seguía fustigandose anímicamente.
  • Pero si a mi me enchufó mi padre en el curro, bro! Jajaja. Si pudiera elegir ahora mismo estaría haciendo cualquier otra cosa que ir a vender electrodomésticos.
  • Como qué?
  • Pues no sé. Algo que me gustase de verdad. Si sigo en la empresa de papá es por comodidad, sabes? - confesó Jordi. - Yo creo que tienes que pensar en cosas que te gusten y buscar un trabajo acorde a eso. Aún estás a tiempo de empezar de nuevo colega.
  • No sé tío. No crees que la gente que convierte sus hobbies en su trabajo, acaba por odiarlo?
  • A ver, sí es verdad que ya había escuchado antes esa premisa que dices. Pero no conozco ningún caso personalmente como para afirmarlo. No obstante, yo no te hablo de hobbies, hablo de algo que te apasione, que te guste de verdad. - dijo Jordi mientras tocaba el claxon a un imbécil que se había saltado un stop.
Marc pensó durante un rato que le apasionaba en la vida. - No veo cómo puedo enfocar mis pasiones hacía un trabajo colega jaja. Es decir, estaba pensando que es lo más me gusta de la vida…
  • A ver dime, que cosas son? Quizás te pueda ayudar.
  • Me gusta el tiempo libre. Me refiero, a disfrutar del tiempo sin hacer nada especial, sabes? Simplemente tiempo libre. Divagar, sentirme que puedo hacer lo que quiera. Disfrutar de esos momentos.
  • Bueno, puedes enfocar eso que dices en el sector del Ocio.
  • Me sirve! Jajaja - contestó Marc, no muy convencido. - Me gusta follar también. Bueno, el sexo en general vaya!
  • Mmmm… - pensó Jordi. - Eso es relaciones humanas. En cierto modo jaja
  • Me gusta la música también, no tocarla sino disfrutarla. Lo primero me da pereza. No sé, se me han venido estas tres a la cabeza. - Dijo Marc mientras ya llegaba a su trabajo.
  • Así que quieres trabajar en un club swinger - exclamó Jordi morboso. - Jajaja tiene todo lo que dices. Un lugar de ocio donde hay sexo cada noche y puedes escuchar buena música.
  • Tío tu no descansas nunca o qué?
  • Jamás! Jajaja. Venga colega que queda menos para el sábado! Vamooooos!
Los dos amigos rieron juntos y se despidieron. Las últimas palabras de Jordi recordando a Marc lo de la quedada, le alegraron bastante el día, aunque al mismo tiempo provocaron que esa semana laboral se hiciera más larga y pesada. Parecía que el fin de semana no llegase jamás.

Marc pasó todo el día pensando en cómo sería su vida si fuese dueño de un club de intercambio de parejas. Rió para sus adentros al pensar que posiblemente se arruinaría ya que preferiría más cobrar en especies que en dinero.
El Martes y Miércoles, amanecieron del mismo modo que el día Anterior. Cabeza aturdida, café recíen hecho, mirada vacía por la ventana, coche, trabajo, coche de nuevo, serie y dormir. No obstante, Jueves añadió una pizca de alegría, porqué sin previo aviso, la emisora de la vida de Marc sufrió un leve cambio de programación y en vez de emitir “serie” lo cambió por “polvo guarro en el sofá”. De los mejores programas, según él.
Y por fin llegó Viernes, con su esperanza e ilusión. El gran archienemigo de Lunes, el cúal seguía perdiedo de forma humillante en cada una de las batallas que libraban, desde los inicios de la vida laboral moderna.

Eran las 18:00 en punto de ese viernes bendito, cuando Noe y Marta caminaban juntas calle abajo, charlando. El día era soleado e invitaba a disfrutar del aire libre. Las dos amigas aprovecharon el buen tiempo para dejar más partes de su cuerpo a merced del sol y empezar a coger moreno, pensando en el verano. Eso provocó varias descaradas miradas y comentarios lascivos, de los hombres que las veían pasar.

Al llegar a Plaza Delicias, Marta saludó amablemente a Guillermo con el brazo levantado. A veinte metros de distancis, las esperaba de pié y risueño delante del pequeño local del padre de Jordi.
  • Buenas chicas! - dijo sujetando una bolsa de gimnasio, que jamás había entrado en uno, llena a rebosar. - Vengo preparado, jeje.
  • Pero que llevas ahí? Un estudio de grabación entero o qué? - preguntó Noe, sorprendida. - Tía has visto el tamaño de… el tamaño de esa enorme… de esa enorme Bolsa! joder. - Seguia sin poder quitarse de la cabeza el enorme pollón del chaval.
  • Bueno, es qué no me decidía y al final le pedí consejo a Fran, un amigo mío que tiene una tienda de electrónica. Es muy bueno en el campo del auidovisual, pensad que obtuvo matricula de honor en…
  • Céntrate Soldado! - Le gritó Marta sonriendole, mientras le daba dos besos.
  • Jejeje, perdón. Total… Me ha dejado prestadas varias cámaras y micros para que podáis elegir. Manos a la obra? - contestó Guillermo feliz.
Marta sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de vidrio traslúcido. Al entrar en el local Noe y Guillermo vieron una pequeña sala que parecía ser un taller. Estaba repleta de electrodomésticos viejos e inservibles, algunos a medio reparar. Dos pequeñas estanterías se levantaban en medio de ese desorden, con recambios y herramientas mal colocadas. Detrás de ellas se vislumbraba lo que parecía una pequeña oficina improvisada, con un escritorio viejo cubierto de facturas y presupuestos. - Esto lo usaba antes el padre de Jordi cómo oficina, pero ya está medio jubilado, así que ya no viene casi nunca. - explicaba Marta mientras encendia la luz de otra habitación, más pequeña, anexa a la que se encontraban. - Entrad, es por aquí. - Los tres pasaron la puerta y entraron. Noe se fijó en que estaba más límpia y los muebles parecían más modernos. En un lateral había un mueble con varios cajones y una televisión plana muy grande colgada de la pared. - Esta tele vale un pastón - comentó Guillermo observandola. Al girarse, tropezó con la mesita de centro que estaba en medio de la sala y luego se sentó en una butaca esperando instrucciones.
  • Cuando Jordi aún vivía con sus padres, venía aquí muchos fines de semana con sus colegas. A jugar a la play y esas cosas. - dijo Marta mientras se sentó en uno de los pequeños sofás que rodeaban la mesita. - Y yo me qedaba aquí aburrida mientras los veía jugar. Añadió suspirando mientras cruzaba sus piernas dejando a la vista sus muslos.
  • Y estó - preguntó Noe señalando una puerta al lado del mueble del televisor. Mientras se enciendia un cigarro, abrió la pequeña ventana de la habitación que daba a un solar abandonado y se acercó a ella para fumar.
  • Ah! Un baño. Nada más. - contestó Marta mientras jugaba con su pelo. - Bueno Guillermo, empezamos?
  • Si, si.. vamos. - contestó el chico que estaba enbobado mirando las piernas de Marta. Fantaseando en cómo sería abrirlas y meter la cabeza entre ellas- A ver chicas, prestad atención. - siguió recuperando la normalidad en sus pulsaciones.
Guillermo abrió la bolsa de par en par y la vació encima de la mesa de centro. Noe al ver ese gesto, pensó en la serie de traficantes que estaba viendo con Marc. Pero en vez de fardos, la mesa quedó repleta de un montón de aparatos eléctricos. El chico ilusionado empezó a explicar con muchos detalles técnicos para que servía cada aparato. Los diferentes modelos, ventajas y desventajas de cada uno. Los comparaba entre ellos, analizaba sus caracteristicas. Y aunque las chicas debían reconocer que estaba siendo todo muy didactico, tuvieron que llamarle la atención un par de veces para que dejara de divagar.

Al final se puso en pié y mientras sujetaba su barbilla pensativo, en medio de la habitación, comunicó a las chicas la mejor opción. - Considerando el tamaño… - Noe sonrrió. - … de la habitación, creo que nos apañaremos con este micro. Luego pondremós tres camáras, mmmm, aquí, aquí y allí. Usaremos las Hex Low 2.5, son las mejores en relación tamaño calidad. - Noe, volvió a sonreir - Y por último esconderé el altavoz dentro de este Subwofer, para que podáis hablar.

De repente se escuchó cómo una llave entraba en la cerradura de la puerta que daba a la calle. Las chicas se pusieron tensas de golpe, mientras Guille estaba absorto mirando sus aparatos electrónicos. Marta se puso en pie y se acercó a la puerta de la salita de juegos, con cuidado la ajustó, dejándola casi cerrada. - Quien es tia? Es Jordi? - preguntó Noe mientras pegada detrás de su amiga intetaba ver algo a través del pequeño hueco que su amiga había dejado.
  • Nooo! No puede ser Jordi, solo tiene una llave y la tengo yo tía- le susurró Marta mientras seguía intentando ver algo.
  • Y si ha venido para preparar lo de mañana?
  • Ya te he dicho que no puede ser él, y además la limpieza la hizo el Miércoles. Lo seguí para asegurarme. - contestó Marta mientras sentía el corazón de su amiga palpitar acceleradamente.
Las chicas escucharon cómo alguien volvía a cerrar la puerta y se acercaba andando hacía ellas. Marta se giró hacia su amiga al descubrir quien era el intruso. - Tía! Es Manolo, el padre de Jordi. No sé que hace aquí. - le susurró mientras le indicaba con su dedo que mantuviera silencio.

Manolo era un hombre de unos 70 años, alto y canoso. Dueño de una empresa de compra venta de electrodomésticos y jubilado. Llevaba tiempo intentando pasar todas sus resposabilidades a su hijo y disfrutar de su merecido descanso. Pero aún no estaba preparado para eso, más él que su hijo, todo hay que decirlo. Llevaba casado con Rosa, su mujer, más de 50 años, un matrimonío que sobrevivía hasta día de hoy, no tanto por amor, sinó más bien por rutina y comodidad.

Mientras se sentaba en frente del viejo escritorio, Manolo encendió el ordenador y se quitó el sudor de la frente. - Que calor… - exclamó mientras encendia un ventilador en bastante mal estado que estaba a su derecha.
  • Tía que hace? Por qué no se va? - susurró Noe.
  • No lo sé, parece que está trabajando. - Contestó Marta, muy bajito, sin dejar de mirar por la pequeña ranura. Desde la puerta podía ver a Manolo de espaldas y la pantalla que cargaba lenta y pesadamente una versión muy antigua y desfasada de Windows
Una vez puso la contraseña en el ordenador, abrió unas cuantas carpetas y empezaron a aparecer álbumes familiares con muchas fotos. Marta tragó saliba, al ver que Manolo tenía una carpeta con un montón de fotos suyas, y entonces recordó las vacaciones que pasó con la família de su novio, hacía un par de años atrás en la costa de Gerona.

Mientras el padre de su novio se levantaba de la silla desabrochandose el cinturón, ella recordaba aquellas vacaciones y que le hizo muchas fotos cuando estaban en la playa. Aunque en ese momento no le diera importancia, ahora empezaba a atar cabos. - Tía que fuerte! Son fotos tuyas…- susurró Noe, que por fin había encontrado un hueco por donde ver lo que sucedía.

Manolo que ya estaba sentado en la silla con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, se masturbaba lentamente mientras que con la otra mano daba clicks al ratón pasando fotos y más fotos de su nuera en bikini. - Oooh putita! Que rica estás… - decía medio gimiendo.

Marta totalmente asombrada no podía articular palabra y cerró lentamente la puerta. Luego apoyando su espalda en ella, miró a su amiga que ya estaba buscando el móvil para grabarlo todo.

Entre susurros, empezaron a conversar:
  • Tía esto es muy fuerte! - Le dijo Noe que rebuscaba en su bolso sin encontrar el teléfono.
  • No me lo puedo creer…. - Marta seguía en shock.
  • Bueno, tampoco es tan raro no crees?
  • Cómo puedes decir eso tía! Es mi Suegro… Y deja el puto móvil, joder! - le dijo Marta mientras se acercaba a su amiga y le golpeaba la mano que tenía dentro del bolso.
  • Tía! Lo que digo es que… - Noe empezó a encontrar todo aquello muy gracioso. - si te lo paras a pensar, de tal palo… - dijo señalando en dirección a Manolo, que detrás de la puerta estaba a punto de correrse. - tal astilla. Ahora ya sabemos que la afición de pajearse con tus fotos, le viene de familia, jaja
Guillermo seguía trabajando y no se había percatado de nada de lo que estaba sucediendo. Levantó la cabeza un momento y vió a las chicas discutir susurrando, una muy cerca de la otra, sin poder evitar desnudarlas con la mirada. - Chicas, que hacéis? - preguntó con un tono de voz elevado, sin entender nada.

Las dos amigas se giraron de repente hacía el chaval que seguía mirandolas sin comprender que sucedía. - Shhhhh. - le indicarón ambas al mismo tiempo. Nervisosas. Pero ya era tarde. Al otro lado de la puerta, escucharon a Manolo preguntar en voz alta: - Hola? Hay alguien?- mientras, también nervioso, se subía los pantalones y cerraba precipitadamente las ventanas del ordenador.

Marta se armó de valor mientras les ordenó a Guillermo y Noe que se escondieran en el pequeño lavabo. Se aseguró que lo hicieran y luego rápidamente escondió todos los chismes electronicos debajo del sofá. - Hola? Siiii, soy Marta. - contestó. Mientras sus manos temblavan se colocó bien el pelo y aliso su falda. Luego se desabrochó un par de botones de la camisa y se colocó bien los pechos. - Manolo? Eres tu. - Dijo mientras habría la puerta.
  • Pero que pasa? - susurró Guillermo dentro del pequeño lavabo.
  • Calla Guille! Y no me pises - le respondió Noe mientras quitaba su pié de debajo del de el chico.
  • Noe yo no quiero problemas, si han venido vuestros novios me van a matar. No debería estar aquí, quien me manda ponerme en estos fregaos. - Guillermo empezó a sudar con un ataque de pánico.
  • Guille relájate que no pasa nada! - intentaba tranquilizarlo
  • No puedo… tengo… tengo… claustrofobia.
  • Vale, escuchame. - empezó a decirle Noe con voz suave y relajada. - Cierra los ojos y escucha mi voz.
  • Si…. Vale… - contestó el chico mientras tragaba saliba.
Noe no consiguió tranquilzar al chico, al contrario, lo puso aún más nervioso. El baño era muy estrecho y el cuerpo de ella rozaba por completo con el de él. El paquete de él rozandola a la altura de su entrepierna. Las tetas de ella chafadas contra los blandos pectorales de él. Sus bocas muy cerca una de la otra. Guillermo empezó a excitarse al notar el cuerpo de aquella mujer tan cerca y no pudo evitar empalmarse, mientras ella le decía cosas cerca de su oreja con esa suave voz. Ella empezó a notar como aquel pene enorme se ponía erecto chocando contra su vientre y sin poder evitarlo mojó su tanga.

En la habitación principal, Suegro y Nuera se saludaban. - Ho.. Hola Marta! No sabía que estabas aquí. - le dijo Manolo al verla salir por la puerta.
  • Hola Manolo! Sí, he venido… a buscar unas cosas que se dejó Jordi… la semana pasada, pero no las encuentro - se acercó a su suegro y le dió dos generoso besos en las mejillas.
  • Ah! Perfecto. Yo he venido aaa… bueno, a trabajar un poco, ya sabes. Jeje- le contestó él mientras se sentaba en la silla de nuevo y ordenaba los papeles encima de la mesa.
Marta que solo quería que aquel viejo cerdo se fuera rápido de allí. Pensó que lo mejor que podía hacer era ponerlo incómodo. Así que sensualmente se sentó sobre la mesa apoyando la mitad del trasero y apretó disimuladamente sus brazos contra sus pechos para marcar más canalillo, mientras lo miraba directamente a los ojos. - Ufff! Hace calor hoy verdad? - le dijo mientras se abanicaba con la mano, muy cerca de él.

Manolo se puso muy duro sin poder dejar de mirar aquellos jóvenes, grandes y tersos pechos. Podía oler su perfume aromático y el aliento de su boca que rezumaba sexualidad. Sin poder controlarse posó su mano en el muslo de la chica que se mostraba provocativo encima de la mesa.
  • La verdad que sí Hermosa! Está el día muy caliente. - retiró rapidamente la mano, mientras su mentalidad cristiana le decía que aquello no estaba bien.
  • Por qué no vamos al cuartillo, los dos y me ayudas a buscar? - se insinuó Marta mientras posaba su mano encima de la de él y se acercaba mostrando abiertamente su escote.
Manolo que tenía los ojos como platos, intentaba desesperadamente no posarlos en esas dos tetas que le pedían que se las comiese enteras. Mantenía en silencio, una acalorada lucha interna. Follarse a la perra de la novia de su hijo o ser fiel a la aburrida y asexual de su mujer. Al final, la moralidad ganó. Pero lo hizo en el tiempo de descuento y en una jugada muy polémica por un error arbitral.
  • La verdad es que me tengo que ir- dijo de repente y sin mirarla a la cara. - He recordado que Rosa me está esperando en el Mercadona. - se levantó rápido, le dió dos besos secos y salió pitando por la puerta del local como alma que lleva al diablo.
“Menos mal” pensó Marta. Que por un momento ya se veía a cuatro patas empotrada contra la mesa, con la vieja y arrugada polla del padre de su novio entre sus piernas. Y luego sonrió como una diablilla, pensando en lo morboso que sería eso.
  • Chicos, arreglado ya se ha ido - dijo mientras entraba de nuevo en la habitación de atrás. Y volvia a colocar todos los chismes de Guillermo encima de la mesa- Chicos? Seguimos o que? - No obtuvo respuesta. - Holaaaaa? Va todo bien.
Al abrir la puerta del baño vió como Noe, con el vestido levantado y las bragas en los tobillos sujetaba con las dos manos la cabeza de Guillermo entre sus piernas abiertas. Él con su enorme polla fuera y de rodillas le metía toda su gruesa lengua dentro del coño. Y lo lamía como si estuviera chupando un helado. Se pajeaba su polla compulsivamente con una mano, mientras que con la otra le metía el dedo por el culo de su amiga.

Marta ajustó la puerta, y suspiró mientras pensaba que su amiga no tenía remedio. Cogió prestado su cajetilla de tabaco y se encendió un cigarro esperando a que terminasen, sentada en el sofá. - Ahora al revés, venga. - escuchó que decía Guillermo. - No no, la polla no, comeme el culo tu a mí. Oooooh siiii. Meteme la lengua más a dentro. Pajeame también. Ooooh que gustitooo.

No terminó de fumarse el cigarro, que ya habían terminado. - Perdón Marta jeje - dijo Guille con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás de él salió Noe subiendose las bragas. “Hay potencial, mucho potencial. Pero necesita entrenamiento” pensó Noe mientras miraba el culo grande de Guillermo, donde escasos segundos atrás había metido toda la cara. Luego pidió disculpas a su amiga y cogiendole el cigarro de entre sus dedos, terminó de fumarselo.

Todo estuvo terminado en menos de una hora. Antes de que abandonaran el local se aseguraron de que todo funcionase correctamente. Y luego se despidieron delante de la puerta en un abrazo, los tres juntos a la vez. En el fondo la vida, a veces, era así de irónica. Dónde hoy había un abrazo grupal, mañana habría una paja. A Guille le gustó tanto aquel abrazo que lo intentó alargar más de lo debido.

Marc y Jordi, por su lado, tomaban unas cervezas con su grupo de amigos del barrio. Mantenían las típicas conversaciones heterosexuales. Hablaban animadamente sobre tías. “Pues a esa me la follé también la semana pasada, lo juro”- decía uno. “Si claro… me como una y cuento cuatro” - decía otro. Mientras Marc, ensimismado en sus pensamientos, se ponía cachondo imaginando cuantos de ellos se habrían follado a su novia, vió que por la puerta del bar entraba Gemma.
  • Bro! Has visto quien es? - le dijo Jordi, que estaba sentado a su lado, disimuladamente.
Marc se la quedó mirando fijamente mientras ella se sentaba con una amiga en la barra y pedía un par de cervezas. Al poco rato, ella giró la cabeza para observar el ambiente del bar y en un barrido rápido, acabó cruzando una larga mirada con él. Le sonrió mientras le saludaba con la mano desde la barra.

Los colegas que se percataron de la jugada, empezaron a jalearle. “Joder tió y ese pivonazo quien es?” - decía uno. “A que esperas bro! Ve a saludarla. Está tremenda” - decía otro.

Marc miraba el culo de Gemma apoyado en el taburete. Y aunque aún le conservara cierta rabia, por lo que él creía que había pasado con los cuernos de Noe, no podía evitar seguir obsesionado con ese culazo tan redondo y respingón. Despúes de que Jordi volviera a insistir en que fuera a saludarla, acabó cediendo y se levantó de la silla; dirección a las dos chicas. Mientras se acercaba, Gemma que lo veía venir de frente, le sonréia mientras pasaba su pelo por detrás de la oreja y le decía algo al oído de su amiga que provocó que se girara, mientras sonréia.
  • Marc, guapíssimo! Cúanto tiempo! - le dijo Gemma mientras pasaba una mano por detrás de sus hombros y le daba dos besos apasionados.
  • Hola Gemma! La verdad que sí, jeje. Cómo va todo?
  • Bien, la verdad. Por cierto te presento a Laia, una amiga.
  • Encantado - le dijo sonriendo Marc mientras también le daba dos besos. Era una chica alta y guapa, con unos pechos grandes y bien puestos.
  • Y bueno que hacéis por aquí? - continuó Marc mientras apollaba un brazo en la barra.
  • Pues tomarnos unas copas y ver que surge. Y tú? - contestó Gemma
  • Pues la verdad que no mucho. Estaba por irme a casa, demasiada testosterona, sabes? - dijo él mientras señalaba con el pulgar la mesa de sus amigos a su espalda.
  • Ya entiendo… - dijo Gemma mientras observaba como algunos de sus amigos se comportaban como auténticos chimpancés. - Bueno si te apetece tomarte unas copas con nosotras? Eres más que bienvenido.
  • Aunque haya demasiados estrógenos, por eso. Jeje - añadió Laia mientras brindaba con su amiga.
Marc que no tenía intención de quedarse con ellas, cambió rápido de opinión por el tono en qué Gemma le dijo “eres más que bienvenido”, quizás eran imaginaciones suyas, pero lo interpretó cómo si ella se estuviera insinuando. Y en realidad así era, Gemma había salido con su amiga esa noche con una sola intención. Y el azar había querido que Marc se cruzase en su camino, justo esa noche.
  • Está bien! Me tomaré unas rondas con vosotras. - les dijo sonriendo mientras acercaba un taburete a ellas y se sentaba justo en medio de las dos. - Eso sí, me teneís que permitir que os invite a la primera ronda! … Pep ponme una mediana. Y a estas dos hermosas señoritas otra de lo que estén tomando, por favor. - le dijo al camarero que se puso manos a la obra.
  • A mí ya me ha ganado, que quieres que te diga jajaja - le dijo Laia a su amiga.
  • Ya te he dicho que era un encanto - contestó Gemma mientras ponía una mano sobre la pierna de él.
Estuvieron charlando un rato, poniendose al día y haciendo bromas. Gemma filtreaba con él, cada vez más descaramente a medida que iban vaciando sus vasos. Esa actitud empujaba a Laia a seguirle el juego, cogiendo confianza con él rápidamente. Por su parte, Marc, que seguía estando encantador, haciendo reir a las chicas y les respondía muy animado a sus coqueteos, no podía quitarse de la cabeza, el tema de los cuernos. No pudo evitar sacar el tema.
  • Por cierto Gemma… se que quizás no es el momento… y no quiero romper el buen rollo. Pero es que desde que te he visto entrar, tengo la espina aquí clavada…
  • Ya! Bueno.. - contestó ella, poniendose seria de repente y recordando lo mal que le sentaron las últimas palabras de Marc, antes de bloquearla - Me imaginaba que saldría el tema… así qué… - bebió un trago de su Martini. - Seré sincera contigo Marc. No sé que te contó Noe, pero lo primero y más importante que tienes que saber es que yo no tuve nada que ver. Es más, fué ella quien provocó esa situación…
Justo en ese momento, el grupo de amigos salía del bar pasando por detrás de ellos. “Adiós ricuras. Si quereis juerga ya sabéis…” dijo uno. “Venga Marc, campeón! Deja el pabellón bien alto”, dijo otro. Las chicas se quedaron calladas mientras miraban con cara de asco como desfilaba aquel pelotón de hombres prehistóricos. - Tío, nosotros nos retiramos. Nos vemos mañana ok? No me falles eh! - le dijo Jordi a Marc mientras chocaban la mano. Luego se acercó a Gemma diciendole que se alegraba de verla y le dió dos besos. Y mientras salia por la puerta, se volvió a girar diciendo: - Cuidadmelo chicas! Y pasad buena noche.
  • Tranquilo! Qué está en buenas “manos”. - le contestó Gemma, diciendo más de lo que Jordi supo entender.
  • A que te refieres a que fué ella? - retomó rapidamemre la conversación Marc una vez se quedaron los tres solos - Noe me dijo que tu le habías puesto M en el baso y que iba tan drogada que perdió el control…
  • Jaja! En serio? Qué mentirosa. - rió Gemma. - Mira, tú novia tendrá mil virtudes cariño pero la fidelidad no es una de ellas. Creeme cuando te digo que no le hace falta tomarse nada para abrirse de piernas…
Marc se quedó pensativo y un poco triste mientras escuchaba la versión de la amiga de su novia. Le contó toda la verdad sobre lo que pasó aquella noche, incluso delató a Noe, confesando otras infidelidades que había cometido, almenos aquellas que ella conocía. Laia, mientras tanto escuchaba atenta toda la historia, bastante sorprendida por lo que estaba sucediendo.
  • Y luego se fué con ese tío al baño de la discoteca mientras le comía la boca - seguía confesando Gemma. Rompiendo el pacto entre amigas. Sabía que estaba siendo una zorra, pero tenía sus razones ocultas para delatar de esa forma tan traicionera, a su amiga. - Y esas son solo las que yo conozco, amor. A saber cuantas veces más te los habrá puesto. - terminó de hablar para luego pedir otra ronda a Pep, que seguía trabajando sin descanso. Luego miró a Marc de nuevo, que estaba bastante desanimado y añadió - Aunque bueno, tú tampoco es que seas un santo. No?
  • Venga Gemma! No me vas a comparar lo nuestro con lo de ella? - contestó él mirandola a los ojos sorpendido - Ella se ha follado a medio barrio y nosotros qué fueron? dos veces?
  • Fueron solo tres… para mi desgracia - contestó Gemma mientras brindaba con su amiga chocando las copas.
Laia, que ya empezaba a estar morbosa por toda esa historia de puterío y traiciones entre amigos. Se unió a la conversación: - Perdonad que me entrometa, se que no pinto mucho aquí, nos acabamos de conocer - dijo mirando a Marc - y quizás mi opinión no os sirva de nada… pero, sinceramente, no creo que se trate de una cuestión de cantidad. Qué más da si ella lo ha hecho veinte veces…
  • Ja! O más… - añadió Gemma irónicamente.
  • Que más da. Da igual si ella lo ha hecho cien veces y Marc solo una - siguió diciendo. - El problema, si lo hubiera. Es que no habéis sido sinceros el uno con al otro desde un principio. Bajo mi punto de vista, veo más un problema de comunicación que de fidelidad. Pues está claro que los dos os sentís atraidos sexualmente por otras personas.
Aunque aquella chica que Marc acababa de conocer no lo supiera aún, esas palabras que dijo, llegarón muy dentro de su ser. - Y esto es algo más común de lo que parece. Le pasa a muchíssimas parejas, aunque no quieran admitirlo - continuó diciendo Laia - Yo por ejemplo, hace poco, acabo de dejarlo con mi ex por este mismo motivo.
  • Por los cuernos? - preguntó Marc, mirandole descaradamente los pechos.
  • No por los cuernos, sinó porqué entendí que el amor y el sexo en una relación no van siempre de la mano. El amor es exclusivo e indivisible, es emocinal. Proviene de dentro del alma. Pero el sexo no. El sexo es químico, es físico, es primitivo. - Laia se hizo más y más grande mientras realizaba su discurso. - Al final me cansé de engañarme a mi misma tío! Me cansé de luchar cada puto día contra mis jodidos instintos. - hizo una pausa para dar un trago y se puso de píe, emocionada y ligeramente borracha - Me levantaba cada maldito día, intentando convencerme de que una relación sana debe ser monogama. Y al final me dí cuenta que creemos esa mierda porqué nos lo han inculcado desde pequeños. Lo tenemos tan interiorizado que es difícil ver la realidad.
  • La maldita moral judéo-cristiana no? Ama, reza y obedece. Maldita basura - subrayó Gemma.
  • Exacto! Así se habla, hermana! - hicieron otro Chin-chin. Esta vez los tres juntos. - Si la sociedad pudiera romper con eso, si pudieramos ser libres para ser tal y cómo queremos ser - decía Laia como si se hubiera convertido en Martin Luther King. - Este mundo sería un lugar mucho más justo y feliz.
  • Y tú ex? Cómo se lo tomó cuando le dijistes esto? - preguntó Marc con curiosidad mientras daba otro trago a su cerveza.
  • Bueno, prefirío seguir las normas, seguir la corriente que todos siguen. Vivir seguro y tranquilo bajo el yugo de lo que todos conocomes cómo “normalidad”, pero no lo culpo, para nada. No me mal interpretes. Lo comprendo con total sinceridad. Es débil y sumiso. Pero yo no. Yo soy una mujer fuerte. Y los fuertes solo podemos vivir siendo libres. Libres de decidir cómo queremos vivir. En todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y que les jodan a los que no lo entiendan.
  • Se puede ir todo el mundo a tomar por el culo! - exclamó Gemma emocionada.
  • Por los libres! - dijo Marc, feliz de nuevo, levantando la copa.
  • Por las fuertes! - le siguió Laia.
  • Por la Poligamia! - se añadío Gemma. Y los tres empezaron a reir a carcajadas mientras terminaban sus copas de un trago.
El bar estaba repleto y anímado. Excepto Pep, que sufria taquicardias mientras andaba arriba y abajo con su bandeja llena de copas; venía con llenas, volvia con vacías, todo el maldito rato. El resto de la gente reía y charlaba alegramente, mientras la música Reggae sonaba fuerte y acompañaba, a la perfección, el ánimo general del local.

Nuestros tres protagonistas se habían retirado a una mesa pequeña. Laia estaba sentada al lado de Marc, hablando entre risas y carcajadas como si se conociesen de toda la vida. Gemma, que esa noche estaba resplandeciente y especialmente sexy, se sentó en frente de él. Los tres iban bastante borrachos.

De repente sonó el teléfono de Marc. Al mirar quien era, su rostro cambió por completo. Se sentía tan agusto que había perdido, por completo, la noción del tiempo. - Chicas, disculpadme un momento. - se levantó de la silla alejandose un poco de la mesa.
  • Tsss! Laia… quien era? Tía!, Espavila…- le preguntó Gemma a su amiga que estaba despistada mientres le daba un buen repaso al culo de Marc.
  • Eeehh! No sé. Cómo se llamaba su novia? - contestó ensimismada.
  • Noe. Ponía Noe en el teléfono? Tía reacciona… - insistió Gemma.
  • Si joder! Qué pesada - contestó Laia mientras no podía quitarle la vista de encima a Marc mientras hablaba por su móvil.
  • Te pone? - sonrió Gemma, mientras se había girado y observaba tambíen a Marc.
  • Lo mismo que a tí, cabrona jajaja. - las dos rieron de forma y traviesa mientras Marc volvia con una amplia sonrisa en la cara.
  • Por dónde ibamos chicas? Pedimos otra ronda o qué? - dijo mientras se sentaba en la silla y le hacía otro gesto con la mano a “Usain” Pep. - Gracias chicas, de verdad. Me lo estoy pasando de lujo, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien.
Gemma se lo quedó mirando fijamente. Se descalzó la sandalia de su pié derecho ayundandose con el otro. Estiró la pierna y empezó a rozarla suavemente contra la polla de Marc, por debajo la mesa. - Le has dicho la verdad? - le preguntó mientras jugaba con la pajita de su cubata entre los labios.
  • Cómo? - balbuceó él empezando a ponerse erecto.
  • A Noe digo? Qué le has dicho?
Marc miró a Laia, que se había percatado de ese pié travieso y luego volvió a mirar a Gemma. - Le he dicho que se había liado el tema con los chicos y que llegaría tarde a casa. - contestó, no sin revelar un mínimo de verguenza por mentir a su novia.
  • Y por qué no le has dicho la verdad? - volvió a preguntar mientras frotaba más fuerte su pié contra la polla de él. Marc no supo que contestar, o más bien no podía. Su cuerpo empezó a bombear toda la sangre de la que disponia hacía su entrepierna. - Tú sabes que ella sabe lo nuestro no?
  • Cómo? Desde cuando? - contestó sobresaltado.
  • Me mandó un Wasap la semana pasada. Te quitó el móvil y vió nuestros mensajitos y bueno, ya sabes… mis fotos, las tuyas… los audios calientes.
De repente todo se paralizó para Marc. No había música, no había gente. No había luz. Solamente un sinfín de preocupaciones, que empezaron a correr por la cabeza del chico. No era solamente la infidelidad, tenía mucho más que ocultar en su teléfono. Todos sabemos de que estamos hablando. Empezó a ponerse nervioso pensando en que su novia había visto sus conversaciones con Jordi. Los tributos, las fotopollas, los audios guarros hablando de Marta…. Su cara era un poema.
  • Jajaja. Eres un encanto mi vida! - empezó a reir Gemma cariñosamente, mientras retiraba su pié. Sabiendo perfectamente porqué Marc tenía aquel semblante tan asustado, se inclinó hacía él, provocativamente- Tambíen sabe eso cariño.
  • Todo? - contestó Marc mirando asustado directamente a los ojos de ella.
  • De que estáis hablando? Me tenéis super intrigada. - susurró Laia acercándose tambíen a ellos dos. Seguidamente siguieron hablando más bajito.
  • Sí, me lo contó todo. Sabe lo de las pajas que te haces con Jordi. Sabe las guarradas que os mandáis con sus fotos y las de Marta. Sabe lo de la paja grupal de mañana. Lo sabe todo, corazón.
  • Estoy muerto! - exclamó Marc mientras apoyaba su frente en la palma de la mano.
  • No estoy yo tan segura… - dijo Gemma levantandole la cabeza. - Crees que si les hubiera molestado de verdad, Jordi y tú aún seguiriais teniendo novia?
  • Marta también lo sabe? Dios mío. Tengo que llamar a Jordi.
  • Altooo fiera! - le contestó Gemma mientras suavemente le quitaba el teléfono de la mano y lo volvía a dejar en la mesa - Jordi no puede saberlo.
  • Por qué? Es mi mejor amigo, claro que tiene que saberlo. Cuando se entere, Dios! , se va a hundir en la miseria.
  • Por eso mismo no debe saberlo. Tienes que dejar que todo siga como está planeado.
Marc no entendía porqué Gemma le estaba pidiendo eso. Que sacaba ella? Acaso quería usar toda esa información para chantajearlo? Para tenerlo atado y usarlo cómo ella quisiera. Realmente si era eso, no hacía falta. Él estaba dispuesto a follarla sin chantajes, todas las veces que ella hubiese querido. Entonces por qué?
  • Por qué? - siguió diciendo Gemma con una sonrisa diabólica y sensual, cómo si pudiera leer sus pensamientos. - porqué quieren jugar y divertirse. Y yo no me quiero quedar fuera. También quiero jugar, jeje. Y sobretodo quiero ganar.
  • Nosotras, … nosotras queremos ganar. - corrigió Laia. Que aunque no se estuviera enterando de misa la mitad, no iba a desperciar la oportunidad de participar en esa locura sexual.
  • Pero por qué Jordi no puede saberlo? Está en su derecho. - preguntó Marc, mientras Laia asentía mostrando aprovación.
  • Jordi no es cómo nosotros. Es un guarrete pervertido, sí. Pero es cobarde. Si se enterase que su novia sabe lo que hace a sus espaldas, se achantaría y pararía lo de mañana. Y es muy importante que lo de mañana suceda.
Mientras Gemma contaba a Marc absolutamente todo el plan de Noe y Marta, él no salia de su asombro. Le contó lo del video que grabaron mamándosela al barman, de cómo se habían infiltrado en su grupo de Telekord. De cómo habían convencido a Guillermo para que las ayudara. Absolutamente todo. Delante de la cara de asombro de Marc, siguió diciendo: - Casi todo lo ha planeado la guarra de tu novia, jaja. Marta simplemente se deja llevar, influenciada por ella. Piensa que simplemente se están vengando de vosotros por utilizarlas para vuestras fantásias sexuales. Pero tu novia, noooo jejeje. Ella va más allá, tiene otro plan más retorcido. Quieren grabar la paja grupal para haceros chantaje.
  • No tiene sentido Gemma. - replicó Marc aturdido. Como si fuese Lunes y acabase de levantarse. - Si Noe lo que quiere es hacer guarradas. Porqué montar todo este tinglado y no pedirnoslo directamente?
  • Control absoluto… -intervino Laia, empezando a comprender lo que Noe estaba tramando. Aunque no supiera quien era Noe.
  • Cómo? - le dijo extrañado Marc.
  • Supongo que tu novia es… bueno… es adicta al sexo, verdad?
  • Cómo? Ninfómana, nooo que va. Pero que dices Laia, si no la conoces.
  • Por Dios Marc! - reía Gemma - sabes muy bien como yo que está obsesionada. Si tuvieran que poner una foto en cada pecado capital, ella sería foto de portada de lujúria.
  • Bueno sí! Es verdad que carece de ciertos límites… pero…
  • Escúchame. - le interrumpió Laia- yo no la conozco. Pero no se cómo, comprendo lo que quiere hacer. Si ella consigue ese video y os chantajea con hacerlo público os tiene en su mano. Y a partir de ahí puede hacer con vosotros lo que quiera. Lo entiendes? - Marc empezaba a comprender.
  • Todas sus fantasías se podrían hacer realidad, cariño. Incluso las más locas e inmorales. - dijo Gemma. - Cómo si se convirtiera en una oligarca del sexo que controlase bajo su poder vuestras vidas sexuales.
  • Pero me la estáis pintando como si fuera el demonio.. - dijo Marc riendo. Ya no estaba tan asustado. Pero sí muy cachondo. Y los tres se pusieron a reir.
  • Por cierto… - dijo Gemma mientras agarraba de las manos a Marc y Laia y les hacía un gesto con la cabeza, señalando el baño. - Hablando de hacer realidad fantasías…
Los tres se levantaron y mientras cerraban la puerta, ya se estaban sacando la ropa y besandose con pasión. Mientras Marc desnudaba a Laia, viendo por fin esos enormes pechos libres de ataduras; Gemma le arrancaba, literalmente, su ropa.

Noe, por su lado, dormia placidamente en su cama sabiendo que todo estaba bajo control. No sabía que su infalible y siempre resolutiva intuición, esta vez le había pasado una mala jugada. Debería haberse guardado todo el plan para ella y Marta, que era fácil de controlar. Y no contarselo a Gemma, que siempre había sido una zorra astuta. Porqué cuando se enteró de todo, en lo único que pudo pensar fué en sacar su propio beneficio, pues llevaba mucho tiempo obsesionada con Marc y su sexo. Aquella era su gran oportunidad para volver a tenerlo encadenado entre sus piernas y no iba a desaprovecharla.

Volviendo al bar, Gemma de rodillas, chupaba ansiosa y fogosamente la polla de Marc, que sentado en el retrete tenía la cara metida entre los dos enormes pechos de Laia. “Lo siento mi buena amiga” - pensaba mientras se iba quitando la ropa, ansiosa por meterse esa polla enorme dentro. “Pero no reinarás sola.”

Mientras agarraba la polla con las dos manos, se puso encima de él. Su capulló rojo y caliente golpeó entre sus nalgas y su coño, inentanto entrar desesperado en algún agujero. Gemma llena de placer gemia, metiendosela entera hasta el fondo, mientras notaba las dos grandes manos de Marc agarrandole y manoseandole fuerte las nalgas de su culo que cabalgaba violentamente sobre los muslos mojados de él. Laia abierta de par en par tenía la cara de él, metida entre sus piernas, notaba su lengua recorrer desde la punta de su clítoris hasta su ano. Chupando, succionando. Luego se giró y se puso aún más caliente, viendo como su amiga, con la boca abierta de placer, montaba como una Amazona aquel caballo salvaje y desbocado. Gemma la miró con lujuría y mientras le decía: - espera tu turno amiga. - la empujó contra la pared, hacía adelanate, abriedole las nalgas de par en par y empezó a comerle el ojete. Se turnaron varias veces de posición, mientras Marc intentaba aguantar como un jabato. Ellas se corrieron varias veces, dos mientras las penetraba y tres más mientras estaban encima de su cara. Gemma se sentía generosa y dejó que Laia se llevara toda la lefa, que acabó desparramada por encima de sus enormes tetas. Mientras ella le chupaba los pezones y la limpiaba dedicadamente.

Marc, totalmente mojado por el esfuerzo, la saliva y los fluidos vaginales de ellas dos, las abrazó cuando se pusieron de pie y las arrambó a su cuerpo. Su polla aún empalmada, palpitaba entre los cuerpos de las dos amigas. Los tres estuvieron un buen rato de así. De pié y desnudos, mientras se besaban apasionadamente a la vez. Juntando sus tres lenguas. Marc las manoseaba todo el cuerpo y las apretaba contra el suyo, agarrandolas del culo. Cómo si intentara evitar que se fueran. Les besaba el cuello con sus labios calidos y mojados y las olía fuerte, como si quisiera conservar ese recuerdo para siempre en su memoria. La memoría del perfume, que siempre es eterna.
  • Me ecantan los viernes - dijo feliz, mientras apuntaba otra victoria para el quinto día de la semana. Su archienemigo Lunes descendía, irremediablemente, en la clasificación.
Las chicas reposaron sus cabezas sobre sus pectorales, mientras escuchaban el latir de su corazón, accelerado. Él, las rodeaba con sus brazos pensando que podría haber pasado toda su vida así. Con ellas desnudas, pegadas a su cuerpo. Laia, también con el corazón a punto de salirse, se sentía relajada y feliz por formar parte de esta nueva aventura que se había presentado en su vida. Gemma por su lado, daba cariñosos besitos a los pectorales de Marc mientras sonreía, ya que sabía como iba a conseguir el video sexual de Noe y Marta, con el pretendía hacerles un contra-chantaje. “Tengo que atacar al eslavón más débil” - pensaba mientras esbozaba una sonrisa maliciosa.

Guillermo, como siempre, dormía tranquilo…

Continuará…
Yo añadiría que Guillermo dormía tranquilo y relajado después de hacerse una tremenda paja , recordando lo que había pasado en la tienda de electrodomésticos...😉
 
Seguimos con esta historia que reconozco me está encantando escribir. Es mi primera vez con los relatos y reconozco que es un morbazo. Espero disfruteis tanto como yo de este nuevo capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 7 - Punto de no retorno.


Sábado, por fin, había llegado. El día D, el pistolezao de salida, el principio del fin; y todo nuestro grupo de amigos estaba ansioso porqué llegaran las 23:00. Cada uno, eso sí, por motivos distintos y todos, excepto Jordi, tambíen, con motivos ocultos.

Por un lado teníamos a Marc y Noe, que tomaban un café y desayunaban juntos en la mesa de la cocina, mientras charlaban cariñosamente.

  • Qué? Resacoso no? - le dijo ella.
  • La verdad que un poco, ya sabes como son los chavales amor. - mintió Marc.
  • Y dónde fuisteis?
  • Pues nada… - improvisó él. - Tomamos unas cañas en el bar de Pep y luego nos fuimos al centro, estubimos de pubs toda la noche. Estubo divertido. Por cierto… - continuó mientras se levantaba para fregar los platos. - Recuerda que esta noche he quedado con Jordi y los del grupo de Padel..
  • Sí ya lo sé! - contestó Noe fingiendo cierto enfado - lo de cada fin de semana, vaya! Tú con tus amigos y yo con mis amigas.
  • Vamos a tener otra vez la misma discusión? - contestó él, alzando la voz. Harto por un lado de discutir siempre por lo mismo, pero excitado por pelearse ya que eso significaba un posterior folleteo salvaje.
  • No! En realidad da igual, ya tendremos tiempo de hacer cosas juntos. Tenemos las vacaciones a la vuelta de la esquina. - sonrió Noe mientras se levantaba. - Ah! Se me olvidaba. Cómo no teniamos planes, Marta va a venir a casa a pasar la noche. Le he dicho que se puede quedar a dormir si quiere.
Luego le dió un beso en la mejilla y se fué a duchar. Marc agarró su teléfono y mandó un audio a Gemma, a la que había desbloqueado la noche anterior, en varios sentidos.

Por otro lado, Jordi y Marta desayunaban con los padres de él en un café del barrio. Aunque Manolo, el padre de Jordi, actuaba como si no hubiera pasado nada la tarde anterior, no podía evitar pensar en lo cerdo que le ponía la novia de su hijo.
  • Bueno Marta y cómo va con el trabajo? Espero que tantos viajes a Madrid te estén sirviendo para ascender.- le preguntó Rosa, la madre de Jordi, con cierta acritud.
  • Bueno Rosa, estas cosas suelen ir lentas - contestó Marta, sin apenas mirarla, mientras recordaba a Alberto, su jefe, y todas las guarradas que hacía cuando iba a la capital.
  • Mama, no empiezes. - interrumpió Jordi. Intentando calmar la situación.
  • Bueno! Si yo no digo nada hijo. - tomó un sorbo de café y siguió - Solo que no me parece muy normal que esté todos esos fines de semana fuera de casa.
  • Rosaaaa… - dijo Manolo cansado y astiado de su mujer.- Deja a la niña que haga lo que tenga que hacer. - luego le miró obscenamente los pechos, imaginando todas las cerdadas que haría con las tetas de su nuera.

Marta que fué la única que se percató de aquella mirada lasciva, se puso incómoda y ligeramente cachonda al mismo tiempo. Y luego siguió desayunando en silencio junto a su novio, mientras sus suegros discutían acaloradamente. Cuando por fin terminaron y se despidieron, se fueron para casa cada pareja por su lado.
  • A tu madre que le pasa conmigo? - le recriminó Marta a su novio.
  • Venga cariño, ya sabes cómo es. Está chapada a la antigua. - contestó Jordi echando pelotas fuera.
  • Recuerda que esta noche me quedo a dormir en casa de Noe - cambió de tema Marta mientras pensaba que lo que debería chapar su suegra es la boca.
  • Ah si! Es verdad. No hay problema vida. - contestó Jordi ensimismado. No le importaba lo más mínimo, en su cabeza solo había una prioridad para ese día.
En tercer lugar, Gemma, que compartía piso temporalmente con Laia, desde las recientes separaciones de ambas, se había levantado con una sola idea: Planear como iba a conseguir una copia del video para el contra-chantaje. Las dos compañeras de piso, se habían levantado pronto, nerviosas y con prisa. Mientras se duchaban juntas para ganar tiempo, Laia, que ya conocía al detalle todo el plan de las amigas de Gemma, le preguntó mientras enjabonaba la espalda de su amiga:
  • Y por qué es tan importante hacerlo hoy? Es todo muy precipitado, no crees?
  • Por el efecto dramático cariño - contestó Gemma sonrriendo, dándose la vuelta y empezando a frotar los pechos de su amiga con una esponja. - Quiero aparecer en escena por la puerta grande, jeje. Y decirle, no tan rápido zorra, aquí mando yo.
Laia que empezaba a excitarse notando las manos de su amiga tocando su cuerpo caliente y mojado le dijo con la voz medio temblorosa: - Tanto rencor le guardas?
  • Tú dirás! Amiga. - rió fuerte Gemma, mientras le daba la vuelta a su amiga y empezaba a limpiar la espalda y el culo de su amiga. - Me quitó a Marc, sabiendo que yo estaba locamente enamorada de él. Luego una vez era suyo, se pasa años metiendole los cuernos y engañandole. - decía ligeramente enfadada mientras frotaba con fuerza la esponja entre las nalgas de su amiga. Laia al notar esa presión en su ano, empezó a meterse los dedos. - Me he pasado años aguantando como filtreaba e intentaba follarse a todos los novios que he tenido. Y cómo ya te expliqué, la gota que colmó el baso ha sido mi divorcio.
Gemma paró de frotar al darse cuenta que su amiga se estaba masturbando. - Tía! Jaja No tenemos tiempo para esto. Venga vistete guarra, tenemos que salir ya.

  • Uno rápido antes de salir, vengaaaaa! Por fiiiiiii! - suplicó Laia, dandose la vuelta hacía su amiga y empezando a manosearla mientras le daba piquitos en los labios.
  • Tenemos poco tiempo! Acumula fuerzas guarrilla, que ha partir de mañana, te vas a hinchar de follar! - exclamó Gemma. Agarró con las dos manos la cabeza de su amiga y le dió un fuerte beso en la boca.
Una vez en el dormitorio, las dos amigas desnudas se secaban el cuerpo y el pelo. Gemma le dijo a Laia lo que debía ponerse. - No te pongas eso tía, ponte este. - le ordenó mientras le mostraba un vestido suyo. Laia se lo probó y mientras se miraba en el espejo, le comentó que le iba pequeño.
  • Hermanaaa! me va super estrecho. Voy enseñando el chumino jaja. Y mirame las tetas, sí me salen la mitad fuera. - rió intentando colocarse dentro sus dos enormes pechos, sin conseguir resultado.
  • Estás perfecta jeje. - le contestó ella mientras se ponía a su lado y se miraban juntas en el espejo. - Miranos hermana! Irresistibles. - Luego se acabaron de arreglar con rapidez. Un poquito de maquillaje, perfume, desodorante, tacones altos y para la calle.
Por último, pero no menos importante. Guille se despertó en su cama, como cada mañana, con una tremenda erección. Mientras se vestia con la misma ropa del día anterior, aprovechó para colocar bien un par de figuritas de Star wars en la estantería de encima del ordenador.
  • Buenos días mamá!- dijo mientras entraba en la cocina y se tomaba con prisas el colacao que su madre le había preparado.
  • Pero dónde vas con estas prisas, mi vida? - le preguntó su madre. Mientras miraba a su hijo como se dirigia a la puerta.
  • He quedado con los chicos en el Ciber, que tenemos entreno para la vuelta de semis del campeonato de Modern Warfare. Tenemos que entrenar bien el flankeo y como pusheamos en Terminal, que la última vez nos jodieron. Además Andrés no acaba de dominar el recoil de la Scar…
  • Vale! Vale! - le cortó su madre sin entender nada de lo que había dicho. - Pero te quiero de vuelta para la hora de comer. Entendido hijo?
  • Si mami! - le dió un par de besos y antes de salir por la puerta, añadió - Ah! Que se me olvidaba. Esta noche he quedado con… con unos amigos. No me esperéis para cenar. Te quiero.
De camino al Ciber, Guillermo no podía dejar de pensar en el vuelco que había dado su vida en tan poco tiempo. Pasar de una total sequía de no comerse un rosco durante años a estar encerrado en un diminuto baño mientras un pivonazo super caliente le comia el ojete mientras lo pajeaba hasta dejar secos sus huevos. Mientras se recolocaba su enorme polla que se estaba poniendo otra vez morcillona, dentro de sus calzoncillos. Andaba alegremente, pensando en la suerte de haber conocido aquellas dos chicas. “Lo que más me gusta de Noe, es que sea tan caliente y no tiene ningún tipo de límites. Y de Marta, mmmm, es tan dulce y ardiente. Me casaría con ella, jeje” - se decía para si mismo, mientras giraba la esquina de la calle del Ciber, ajeno a las dos nuevas chicas que aún no conocía y que lo esperaban justo en frente de la puerta del local.
  • Ahí está! Tiene que ser él. - le susurró Gemma a Laia al ver aparecer a Guillermo por el final de la calle.
  • Estás segura? - contestó Laia mientras observaba a ese chaval gordito y con gafas vestido con unos pantalones anchos y arrugados y una camiseta de Darth Vader con el eslógan “Join the Dark Side” - Ya hemos preguntado dentro y no había ningún Guillermo.
  • Según me djio Noe, lo conocieron aquí. No lo sé seguro si es él, pero vamos a preguntarle. Venga! - le contestó ella mientras salia disparada hacía Guillermo subiendo unos centímetros más su vestido. Laia la siguió pero haciendo lo contrario, bajando con esfuerzo su diminuto vestido que se pegaba a sus muslos y se levantaba a cada paso que daba.
Desde dentro del Ciber, todos los feligreses, excepto Pedro claro está, estaban amorrados detrás del cristal del local, apoyando las palmas de sus manos contra el mismo y mirando absortos como aquellas dos amazonas se marchaban. El “Blade Runner” había sido durante siglos un campo de nabos y en dos semanas no paraban de aparecer mujeres hermosas y extramadamente sensuales. Y aunque todos estuvieran contentos con ese cambio de dinámica no podían salir de su asombro.
  • Buenos días ricura! Eres Guillermo? - le preguntó Gemma mientras posaba su mano en su brazo deteniendolo en seco.
  • Qué? - contestó el chaval. Que levantando la mirada del suelo, abrió sus ojos al máximo, sorprendido al ver esas dos despanpanantes mujeres sonriendole de oreja a oreja.
  • Eres Guillermo? - volvió a repetir Gemma con dulzura.
  • Eeeeh! Sí, si… me llamo… me llamo Guillermo. - contestó tragando saliba mientras miraba esa belleza sonriendo y las tetas de su amiga sobresaliendo de ese pequeño vestidito.
  • Por fin! Jeje. Te estabamos esperando. - sonrió Laia mientras le daba dos besos.
  • Por… Por qué? - contestó el nervisoso mientras veía tan cerca esas dos monumentales ubres.

Gemma lo agarró del brazo y lo empujó dentro del portal del bloque de pisos que estaba al lado del Ciber. Se puso muy cerca delante de él al mismo tiempo que Laia le impedia el paso tapando la salida a la la calle. Guillermo asustado, pero al mismo tiempo cachondo, las miraba sobresaltado.
  • Tú tienes algo que nosotras necesitamos. Y nos lo vas a dar - Le dijo Gemma mientras agarraba su camiseta de Darth Vader en su mano, amenazadora.
  • No… no me… no me hagáis daño, no llevo nada. - balbuceó Guillermo mientras se ponía las manos en los bosillos, indicandoles que no llevaba dinero.
  • Queremos el video mi amor. El video que Noe te mandó para que lo editaras.
  • No… no sé… de que me hablas. - mintió el chico que volvia a respirar en el momento en que Gemma lo dejó de agarrar.
Mientras él usaba su ventolín inentando calmar su ataque de asma, Gemma lo miraba enfadada a escasos centímetros de su cara. De repente cambió de expresión y empezó a alisarle la camiseta arrugada. - Lo siento. Perdona vale! Es que estoy un poquiiiiiito nerviosa…

  • No… no pasa… nada! - contestó él esbozando una leve sonrisa, pero sin dejar de mantener una posición de defensa que siempre adoptaba de forma instintiva, cada vez que sentía peligro.
  • Verás… - continuó ella mientras se presentaba. - Me llamo Gemma y ella Laia. - la amiga se giró para saludarle amablemenete y luego volvió a mirar a la calle, vigilando. - Somos… amigas de Noe y Marta. La cuestión está en que sabemos todo lo que están planeando y no queremos que se salgan con la suya, me entiendes? - Guillermo asintió. - Y para detenerlas necesitamos ese video porno de ellas dos… sabes a lo que me refiero… Guillermito?
  • No… no tengo copia de ese video… lo siento. Yo solo lo edité y lo descargué de forma cifrada en el Ipad. No se puede exportar, en cuanto se reproduzca en el Avplayer el archivo se eliminará automáticamente en el dispositivo. Noe me insitió mucho acerca de esto… Todo está programado para que una vez se reproduzca, se bloquee medianta flags locales y no se pueda volver a reproducir.
Gemma no entendía nada de lo que aquel gordito friki le estaba contando, pero notó al instante que ocultaba algo. - Entonces… no tienes ninguna copia del video? Estás seguro? - le volvió a insistir.

Guillermo miró hacía la derecha y le contestó que no con la cabeza. Pero mentía. Despúes de “El imperio contrataca” lo que más veces había visto en su vida, era el video de la mamada de sus dos nuevas amigas. Aunque aún se mantenía en segundo puesto, estaba a tres reproduciones de coronar la cima de su TOP 3 películas favoritas.
  • Qué tierno eres mi vida! No se te da bien esto de mentir verdad? - Guillermo volvió a tragar saliba. - Así que quieres que me crea que un chico cómo tú, que visto lo visto, claramente no tiene mucha suerte con las mujeres… - hablaba Gemma mientras paseaba sensualmente su mano por encima de la barriga del chaval, bajando cada vez más. - De repente le llega de sopetón un video porno amateur de dos pivones y decide no guardarse una copia en su ordenador para futuros pajotes… - la mano de ella se posó al mismo tiempo que terminaba de hablar sobre la polla del chaval. Gemma se sorprendió al notar el tamaño de esa descomunal herramienta.
  • No las voy a traicionar! - gritó de repente Guillermo con los ojos cerrados mientras hacía esfuerzos sobre humanos por no empalmarse. - Son mis amigas y jamás las traicionaré. - volvió a vociferar lleno de valor. Si la princesa Leia lo viera en ese momento le daría seguro el mando del escuadrón Delta. Era un orgullo para la Resistencia.

  • Amigas dices? Que equivocado estás cariño. - Gemma metió la mano por dentro los calconcillos de él. Y mientras empezaba a sobar esa polla que cada vez se iba poniendo más dura, se acercó a su oreja e intentó llevarlo para el lado oscuro. - Sabes que ellas te están utilizando verdad? - le susurraba como lo hizo Lengua de serpiente al Rey Théoden- En cuanto tengan lo que quieran, te tiraran como un trapo usado. - sacó su polla fuera de los calconcillos y la dejó crecer al aire libre mientras conseguía llegar a su tamaño máximo. - Pero yo te ofrezco un trato. Uno mejor… - le mordia el lobulo de la oreja mientras empezaba a pajear su rabo.
  • Qué…. Que trato? - dijo Guillermo babeando de placer. Por su lado Laia parecía estar viendo un partido de Tenis. Miraba la calle para vigilar y luego se volvía para admirar aquella enorme polla, todo el rato. No podía dejar de pensar que encajaria a la perfección entre sus grandes tetas.

Gemma dentro del portal, que ya sacudía con movimentos ritmicos la polla del chaval, cada vez más rápido. Seguía intentando convercerlo, tirando de teatralidad y dramatismo, sus mejores armas. - Si te unes a mí, Jedi. - le dijo tenebrosamente. - Te aseguro de que jamás te daré la espalda. Yo he visto lo que ocultas bajo esa túnica, bajo esa máscara de serenidad. El miedo cuando perdiste a tu maestro. La ira que contuviste cuando el Consejo ignoró tu verdad. La culpa que te corroe por cada vida que no pudiste salvar. - Guillermo se derretía de placer, mientras sentía que su sable laser estaba a punto de estallar- Ven conmigo, Jedi. Yo te mostraré el camino. Únete a los Sith. No para destruir, sino para rehacerlo todo. Tú y yo. Libres. Fuertes. Haz lo que siempre has querido hacer. Siente. Libérate. Deja… de fingir.
  • Si maestrooooo Palpatine! - Gritó Guillermo mientras empezaba a soltar lefazos que se estallaban contra la pared del portal. - Me uniré al lado oscuroooo, deseo el podeeeeer.
Gemma lo besó con pasión mientras ese pobre diablo descargaba todos sus huevos violentamente. Su mano se movia involuntariamente con los movimientos de esa enorme polla lefandolo todo. Pensó en que al final todo ese tiempo perdido viendo la triologia de Star Wars, de la que su ex era tan fan, había resultado ser beneficioso para ella.

Luego, al terminar, mientras Guillermo se guardaba el rabo dentro los calzoncillos avergonzado y volvia a usar el ventolín. Gemma se limpiaba la mano con un pañuelo que su amiga le había ofrecido y observaba con cierta ternura y arrepentimiento como aquel chico parecía un poco triste por traicionar a sus dos amigas.
  • No te sientas mal por esto! - le dijo mientras acariciaba su espalda y lo invintaba a salir a la calle.
  • No puedo evitarlo. He traicionado a la orden… a mis amigas! Soy un traidor. - contestó él mirando al suelo e imaginando al maestro Yoda decepcionado.
  • Anima esa cara Guille! - le dijo Laia minetras se agarraba a su brazo y emepezaban a andar dirección a casa de el chaval. - Has echo lo correcto hermosura. Miralo por el lado positivo. Ahora en vez de dos “amigas”, jeje… tienes cuatro. - y le dió unos besitos en su grasoso y peludo moflete.
  • Es verdad! - dijo él animandose de golpe. Y empezó a andar sin dejar de mirar aquellos enormes pechos que se aplastaban contra su brazo.
Al volver a casa, la madre de Guillermo se ilusionó al ver que se su hijo iba acompañado de una preciosa chica alegre y sonrriente. - Mamaaa, soy yo que me he dejado algo. - gritó mientras pasaba por el pasillo delante de la cocina dónde su madre preparaba la comida. La alegria de ella se disipó al escudriñar bien aquella chica tan alta y fresca que vestida ese pequeño vestido mostrando indecentemente todas las carnes. “Una puta? Pero como se atrebe a meter una puta en casa…” pensó para sus adentros.

Mientras los dos se encerraban en su habitación y cerraban la puerta de un portazo. Su madre se acercó y puso la oreja para averiguar que sucedia. Guillermo, que sentado en su silla gamer grababa el video de Noe y Marta en un pendrive para sus dos nuevas amigas, no podía evitar excitarse al pensar que aquella Amazona tetona estaba dentro de su cueva de pajas.

Gemma por su lado esperaba en la calle, apoyando su culo enorme en la pared. Despúes de escuchar el audio de Marc, sonrió maliciosamente y grabó otro de respuesta: “Todo listo amor. Ya tenemos el video, así que seguimos con el plan.” , luego mientras pensaba en lo de la noche anterior, se hizo un selfie con una pose provocativa y se lo mandó, escribiendo “Qué ganas de que me vuelvas a empotrar, te quiero 😘😘😘

El resto del día transcurrió de forma normal. Pasaron las horas y por fin llegó el momento de la paja grupal. “Diooos, que ganas” pensaba Jordi que ya lo tenía todo preparado para salir. Aunque aún faltaba una hora para las 23:00, había quedado con Marc a que llegarian un poco antes, para dejarlo todo preparado. Agarró las llaves del local, una bolsa con cervezas, hielos y unas bolsas de patatas y por supuesto su queridissimo Ipad.
  • Abro yo mi vida! - decía Marc en su casa, cuando escuchó el timbre de la puerta. Estaba recién duchado y solo llevaba puesto los pantalones. - Hola Marta! Como va todo preciosa. - exclamó mientras abria la puerta y veia a la novia de su amigo sonriendo enfrete suyo.
  • Hola guapo! - contestó Marta ligeramente ruborizaba al ver ese torso desnudo y mojado. Entró y se dieron un par de besos mientras Marc le daba un calido abrazo.
Justo en ese momento, Noe salia de la ducha con una toalla cubriendo su sensual cuerpo, mientras se secaba el pelo. Segunda ducha del día para ella, aunque esta vez había sido mucho más buena que la primera. -Eh eh! Que pasa aquí me tengo que poner celosa o qué? - dijo riendo mientras cogia de la mano a su amiga y la quitaba de entre los brazos de su novio.

  • Hay tía! Jijiji. Como eres de verdad. - Marta corrió hacía su amiga y le dió dos besos, fundiendose en un tierno abrazo, al mismo tiempo que se lamentaba de no haber llegado 20 minutos antes y haber disfrutado de aquella ducha con ellos dos.
  • Pasa guapa, como si estuvieras en tu casa. - le dijo Marc mientras le daba un repaso a ese culo tan bien puesto.

Mientras él se acababa de vestir, Noe y Marta se sentaron en el sofá haciendo el paripé de que discutian que película iban a ver esa noche. Sin que ellas se dieran cuenta, Marc negaba con la cabeza riendose, terminando de prepararse. Llevaba toda la semana morboso e impaciente, esperando a que llegase la paja grupal y ahora solo pensaba en que terminase la paja, para poder desatar todo el plan de Gemma.
  • Me voy pitando que Jordi ya me estará esperando en la calle. - Dijo Marc mientras salia de la habitación y cruzaba el comedor lanzadole un par de besos con la mano a las chicas.
  • Mi vida! Te dejaré una almohada y unas sábanas preparadas - le dijo Noe desde el sofá. - Marta y yo dormiremos juntas.
  • No hay problema amor! Te quiero - contestó él saliendo por la puerta. - Adiós Marta. Que paseís una buena noche. Y portaros bien, que yo no me entere eh! - le guiñó el ojo antes de desaparecer.
  • Adiós! Encanto. - contestó ella. Deseando que cuando volviera se equivocara y se metiera desnudo en la cama con ellas dos dentro. Y las follase como dos perras.

Noe, que ya se había percatado en varias ocasiones de la actitud de su amiga con su novio, estubo a punto de decirle algo. Pero sabía que habían cosas más importantes que hacer. Enseguida que la puerta se cerró, agarró el movil y se dirigió al interfono de la entrada mientras llamaba a Guillermo. - Estás abajo!… Vale perfecto. Te abro. Sube! Que ya se ha ido. - dejó la puerta ligeramente abierta y volvió al sofá con su amiga.
  • Tía estoy super nerviosa! Jijiji. Que ganas tengo de ver la reacción de los chicos.
  • Y yo tía! Va a ser la ostia - contestó ella mientras por su mente pasaban todas las ideas que tenía pensadas una vez tuviera la sartén por el mango.

Marc se cruzó con Guillermo al salir del ascensor. Se digeron un “buenas” indiferente, pero mientras él le sujetaba la puerta a aquel chabal gordito; justo al pasar por delante de él, reconoció su cara al instante. “Es <Adorarabos>, el chaval de la paja grupal, sin duda.” - pensó mientras sujetaba la puerta mirandolo fijamente. “Entonces, este es el friki que las está ayudando?”.


Guillermo observaba extrañado, cómo aquel tio fuerte y alto lo miraba - Disculpa, puedes cerrar la puerta… tengo un poco de prisa. - le dijo volviendo a adoptar instintivamente su postura de defensa. No sabía quien era, puesto que el día en que se conocieron por videollamada, él no le sacó los ojos de encima al bombón de su novia en ningún momento.
  • Oh si! Perdona colega… - conestó Marc y cerró la puerta sin darle muchas vueltas más, llegaba tarde. “Tío voy con un poco de retraso, quedamos directamente en el local si te parece” le escribió a su colega por wasap mientras apretaba el paso.

  • Pasaaaa! Está abierto - le gritó Noe a Guillermo que golpeba la puerta con insistencia.
  • Hola chicas! Listas para el espectáculo? - contestó el traidor.
  • Siiiii! - contestaron las dos a la vez entre vitores y aplausos. Se separaron y le indicaron que se sentase entre medio de ellas, dando animados golpecitos en el sofá.

Guillermo se sentó y sacó el portátil de su bolsa de gimnasio. En pocos segundos ya tenía el programa encendido y todo listo. - Estas son las cámaras, aunque ahora no se va nada, en cuando enciendan las luces, veréis que cubren todos los angulos. Además están preparadas para hacer zoom. - las chicas observaban ilusionadas mientras atendian. - con este botón de aquí mandas la señal al ipad de tu novio para que se reproduzca el video - le dijo a Marta que le agradeció dandole un besito en la mejilla.
  • Y el altavoz? - preguntó Noe curiosa.
  • Pulsando este de aquí. - le dijo sonriendo a Noe mientras esta le daba otro beso en la otra mejilla. Aunque no podía dejar de sentirse un poco culpable por traicionarlas, la contra oferta de Gemma era demasiado suculenta cómo para dejarla pasar. Además tenía una nueva obsesión desde aquella mañana, no podía sacarse de la cabeza las enormes tetas de Laia.
No lo podiamos culpar, a expensas que este narrador parezca un común hetero de perfil medio, es bien sabido que tiran más dos tetas que dos carretas. Y Guillermo había pasado muchos años anhelando estar en la intimidad con una mujer. Si la segunda oferta aue te hacen duplica la primera… la decisión estaba más que clara.
  • Oye! Van a venir todos al final? - preguntó Marc a su colega ya dentro del local, mientras le ayudaba con los últimos preparativos.
  • Todos menos <Adora>, desde la paja de presentación no he vuelto a saber nada más de él. Y no será porqué lo haya intentando- contestó vicioso Jordi.
  • Bueno! El se lo pierde colega jeje. - contestó Marc. Un poco molesto por estar engañando a su amigo.
Los integrantes del chat llegarón más puntuales a la cita que John Wick al enterarse que le tocaron al perro. Jordi al escuhar el timbre, salió a recibirlos, emocionado por conocerlos por primera vez en persona. Los hizo pasar a todos dentro del taller y durante unos minutos todo fueron abrazos, choques de manos, risas estruendosas, presentaciones… todo el grupo estaba eufórico y se daban palmaditas a la espalda los unos a otros, subiendose el animo mientras se elogiaban lo grandes que eran sus pollas y lo cerdos y adictos que eran a las pajas.

Marc los observaba ligeramente apartado. Se sentía mal por no haberle contado nada a su amigo de lo que había descubierto. Pero reconocía que Gemma tenía razón, lo hubiera echado todo a perder. Podía imaginarse a las chicas sentadas en el sofá de su casa, disfrutando de ese espectaculo de testosterona pajillera.
  • Buenas colega! Soy Carlos, bueno tu me conocerás como <Barrigaypolla> jaja Y tu quien eres? - le preguntó un hombre barrigón con cara de baboso con una sonrisa enorme.
  • Ah si! Me acuerdo de tí. Yo soy <Adicto>, quiero decir Marc. - y chocaron la mano.
  • Ostia sí, me acuerdo… el novato. Buena polla colega! - contestó el barrigón.

Después de pasar un buen rato charlando y recordando pajas, acabaron todos revelando sus nombres reales y reconociendo que deberían haber dado el paso de quedar en persona, hacía mucho tiempo. Jordi que había preparado un piscolabis para romper el hielo. Se alegró que sus amigos pasaran de ello y quisieran ir directamente al grano. Fué en concreto Alex a.k.a <Casado_curioso>, el que inició la paja. - Bueno colegas, yo creo que ya está bien de presentaciones no? Le damos o que? - la respuesta fué unánime.
  • Vale vale! - dijo Jordi riendo. Venid que os enseño donde lo vamos a hacer. - como un pastor los fué guiando a través del taller, dirección a la segunda salita. Justo a la altura de la mesa llena de facturas, dónde su padre se pajeaba a diario con fotos de su novia, los detubo y dijo. - Vale colegas, primera norma…

Los diez tios que esperaban ansiosos empezar a tocarse los rabos, abucheaban entre risas a Jordi. “Ya estamos! Siempre con las normas… buuuuh” - dijo <Pollón22>, mientras los otros jaleaban soltando carcajadas. “Venga <Lefame> que ahora no estamos en tu chat, queremos rabos” - añadió <Durumsolocarne> señalandolo con el dedo. Marc réia entre todos esos deconocidos, y dejandose llevar por el comportamiento pueril y nehandertal, mientras empezaba a ponerse morboso, se olvidó por un momento de sus intenciones personales y empezó a abuchear junto a los demás, agitando sus puños, brazos en alto bajo el lema de “Ra-bos, ra-bos, ra-bos”

  • Eh! Alto todo el mundo. Mi chat mis reglas. No?. Pues ahora mi casa mis reglas. Os jodéis ajjaja. - dijo Jordi riendo y hablando más alto que los demás. A un km de distancia, Noe y Marta se miraban entre risitas escuchando todo aquello por el portátil de Guillermo. Se estaban empezando a poner cerdas, ansisosas por qué entrasen en la habitación, encendieran la luz y empezasen a masturbarse.
  • La primera norma- continuó Jordi, cuando el grupo de pajeros se calmó un poco - es que en esta habitación- dijo señalando la puerta a su espalda- solo se puede entrar desnudo. Así que ya sabeis.
Los diez tios, empezaron al mismo tiempo a sacarse las camisetas sin pensarselo un segundo. Marc y Jordi también los imitaron. Luego algunos se fueron desabrochando los cinturones, mientras otros se sacaban los pantalones y los calzoncillos. Se apoyaban entre ellos para no perder el equilibrio entre risas y empujones. El local quedó lleno de ropa interior tirada por todos lados.

Cuando estuvieron totalmente en bolas, solamente dejando sus bambas y calcetines se estuvieron mirando entre ellos señalandose las pollas y soltando comentarios obscenos. Jordi enfrente de ellos y también desnudo contemplaba aquel festín de torsos belludos, barrigas pronunciadas y pollas morcillonas que empezaban a empalmar.
  • Cúal es la siguente norma? - gritó Marc dandole un codazo al tio desnudo que tenía pegado justamente al lado.
  • Solo hay dos más colega! - le contestó Jordi mientras se dirigía a todo el grupo. - la segunda es que vale todo menos follar. Y eso va por tí <Bicurioso> jajaja. - dijo señalando a Fermín. Todos se rieron de él mientras se reafirmaban como hombres masculinos y heteros, aunque estaban a escasos segundos de frotarse los rabos unos con los otros, chuparse las pollas y meterse lengua a más no poder. - Y por último, pero no menos importante, todos ayudaremos a limpiar una vez se termine la paja. Paso de estar limpiando lefa toda la noche.
Mientras Jordi se giraba mostrando el culo a todo el grupo, abrió la puerta y encendió la luz de la pequeña habitación. Y como si fuese el botones de un hotel les hizo un gesto para que los hombres fueran entrando. Estaban tan ansiosos que bloquearon la entrada por la estrecha puerta, queriendo entrar todos a la vez. Marc quedó atrapado entre dos tíos, mientras se peleaban por entrar. Notaba que el de atrás, intencionadamente pegó su polla erecta contra sus nalgas mientras le cogia de los hombros y empezaba a cantar “la conga del jalisco”. Él, excitado mientras notaba esa polla erecta golpeando sus nalgas y casi olvidandose de que su novia lo estaba observando, hizo lo mismo y empezó a rozar su rabo empalmado contra el culo grande del tío que estaba delante suya.

Jordi por su lado iba dando cachetadas a todos sus amigos, mientras reía y les miraba goloso sus rabos erectos. Cuando todos estuvieron dentro, se aseguró que la puerta que daba a la calle estuviera bien cerrada. Entró con los demás y cerró la puerta de la habitación pequeña.
  • Soldado! Buen trabajo- le decía Marta a Guillermo mientras lo abarazaba y lo llenaba de besos, cuando se encendieron las luces y empezó a ver a todos esos hombres desnudos entrando en la habitación, empezó a notar que su temperatura corporal aumentaba peligrosamente.
Por su parte Noe, no pudo evitarlo tampoco y disimuladamente se llevó una mano a su entrepierna. Su coño empezaba a pedir acción y sus pezones se pusieron duros mientras imaginaba qué pasaría si ella estuviese en esa habitación con todos esos rabos empalmados.

El grupo de tios era demasiado numeroso para aquella pequeña habitación. Y aunque cualquier otro hubiera pensado que se trataba de un error en el cáculo de aforo disponible, estaba claro que no era así. Al contrario, Jordi se había asegurado de que nadie pudiese moverse sin rozarse un poco, o mucho. - Id tomando asiento y poneros cómodos colegas. Si teneis porno ya podéis irlo poniendo. - el grupo de tios se fué sentando en las butacas, sillas y sofás alrrededor de la mesita de centro, torpemente entre rozes y empujones. Para llegar al sofá, Marc tuvo que pasar entre dos tios que se daban la espalda, con sus culos golpeandose. Se frotó con gusto, mientras se ponía más cachondo sintiendo el culo del delante frotando contra su polla y el culo del de atrás frotandose con el suyo. Antes de poder sentarse, se rozó con cuatro o cinco pollas más, tres culos y dos barrigas. Al final quedó sentado, apretujado entre dos hombres gordos, bastante más mayores que él. Podía notar sus muslos pegados a los suyos y mientras los dos le miraban la polla lascivamente, él se abrió bien de piernas para que la pudieran ver erecta y en todo su esplendor, sin ningún tipo de tapujos. Estaba cachondo perdido y pensar que su novia y la de su amigo los estaban viendo, aún le ponía el corazón a más revoluciones

Mientras todos los demás integrantes de la paja fueron encontrando su sitio, quedando más ordenanos aunque igualmente apretados, Jordi conectaba su ipad al televisor gigante y se sentaba en la mesita del centro con el mando a distancia, mientras decidía que poner. Algunos tios aprovecharon para encender sus moviles y poner porno. Casi todos optaron por poner grandes escenas clásicas de pornstars legendarias, pero Jordi que estaba muy cachondo, fué directo a buscar las fotos de Noe y Marta. - Te parece bien? - le dijo sonriendo a Marc, mientras se giraba por completo sobre la mesa y enseñaba su rabo erecto a su colega.
  • A tí que te parece colega? - le comtestó Marc agarrando su polla empalmada enfrente suya y empezando a masturbarse.
Los demás tios fueron soltando sus telefonos y empezaron a gemir en grupo mientras se pajeaban viendo como pasaban las fotos de esos dos pibones en la tele gigante. Cuando alguien preguntó “quien son estas guarras?”- Jordi les contestó que eran las novias de Marc y suya. Luego acercó la mesita de centro hasta estar muy cerca del rabo de su amigo y empezó a pelarsela de espaldas al televisor. “Uffff, pedazo de putas” jadeó el hombre gordo a la derecha de Marc. “Dios, como se llaman?” dijo otro mientras pasaba una foto de Marta. Al poco rato toda la diversión y jolgorio se había desvanecido y una seriedad lujuriosa imperaba en toda la sala. Marc estaba más cachondo que nunca, viendo todos esos rabos tributando a su novia, el olor a macho sudado y a polla erecta, los gemidos de los pajeros que pedían desesperados que sus novias les chupasen las pollas.
  • Se llaman Marta y Noe! - dijo Jordi totalmente fuera de control. - Decid sus nombres, decidles guarradas. - y mientras se ponía de rodillas y empezaba a chupar la polla de su amigo, agarró con cada mano las pollas de los otros dos tíos a su lado.
Marta miraba por la pantalla del ordenador, como su novio se comia esa polla enorme, deseando ser ella la que estuviera ahí, mamando de rodillas. Medio tumbada en el sofá y con las piernas muy abiertas, se acariciaba el clitoris mientras se follaba el consolador negro de su amiga. Sus gemidos de placer se mezclaban con las de Noe, que cabalgaba a la inversa la enorme polla de Guillermo con violencia sin dejar de mirar viciosamente el portatil. Por su lado Guillermo miraba de reojo el redondo culo de Noe, que botaba incansable sobre su rabo, su pelo moviendose salvajamente sobre su espalda desnuda y sus dos manos apretando fuerte sus muslos.

Mientras la sujetaba de la cintura, empujandola con fuerza contra él, buscaba deseperado con su boca la de Marta que a su lado gritaba de placer mientras empezaba a meterle la lengua hasta el fondo. Si hubiera sabido que eso iba a pasar, tambíen hubiera puesto cámaras en esa casa.

Noe y Marta se turnaban para follarse la polla de Guillermo, no tuvieron ningún tipo de compasión por él. Mientras observaban sin perder detalle los doze tios masturbandose como cerdos por la pantalla del portátil, que gritaban sus nombres desesperados, cabalgaban el enorme rabo de Guillermo que intentaba hacer un esfuerzo sobrehumano por no correrse. Cuando una desmontaba, la otra subia rapidamente a darle relevo. Lo utilizaban como si fuera un consolador humano. Y la que esperaba su turno seguía con el consolador XXL, para no bajar el ritmo y esperando ansiosamente que volviera a ser su turno. El chaval, no acostumbrado al sexo, no duró demasiado. Hacía más de diez años que no estaba con una mujer, y ahora se estaba follando a dos a la vez. “Y vaya dos!” - pensaba totalmente fuera de control. Sus ojos iban como locos observando como ellas se peleaban por su polla, miraba sus culos, sus pechos, sus caras serias y lascivas. Casi no podía respirar pues su boca estaba siempre ocupada, si no chupaba el coño de Noe, estaba con la cara metida en las tetas de Marta.
  • Chicaaaaas! No aguanto más! - dijo mientras era el turno de Marta. Levantó el culo de la chica de su polla y mientras veía como el flujo que salia de su coño se despegaba de su rabo, como si fuese un chicle, se quedó observando maravillado el tamaño de su polla empalmada y palpitando como jamás la había visto. - Me corro!
  • Ven campeón! Lo has echo muy bien- le dijo Marta que lo levantó, agarrandole de las manos, del sofá al mismo tiempo que se ponía de rodillas enfrente de él. - Damela toda. - le dijo con la boca abierta y mirandolo a los ojos desde el suelo y luego le cogió la mano derecha y la puso encima de su cabeza. - Agarrame mientras lo haces.
Noe que observaba todo aquello empapada y fuera de control mientras se hundía hasta el fondo el enorme consolador, se puso de rodillas detrás de él sin quitarselo del coño. Le abrió las nalgas del culo de par en par, agarró su mano izquierda y hizo lo mismo que su amiga.
  • Ooooh Dios! Me corroooo - gritó Guillermo guturalmente, como un cavernicola. Mientras empotraba con violencia la cara de Noe dentro de su enorme culo y escuchaba como se ahogaba, al mismo tiempo que agarraba con fuerza la cabeza de Marta que sin dejar de mirarle a los ojos, jugaba con la lengua por su prepucio. - Abre la boca! - le dijo Guillermo babeando. Marta obedeció, mostrandose sumisa, poniendo sus dos manos a la espalda y asintiendo con la cabeza, cosa que a él le puso aún más cachondo. Al mismo tiempo Noe intentaba sacar la cara de su culo, haciendo fuerza con las palmas de las manos sobre esas dos enormes nalgas sudadas. Pero no podía, se ahogaba mientras él la agarraba con más y más fuerza. Guillermo metió su rabo dentro de la boca de Marta, sin dejar de sujetarle la cabeza. La fué metiendo cada vez más dentro, y cuando notó que ella no podía más, empezo a follarle la boca violentamente.
Las chicas gemían de placer, mientras se masturbaban. Oían como los gritos de Guillermo se mezclaban con los del grupo de chicos que salían por el altavoz del portatil. Noe cerró los ojos imaginando que estaba en esa habitación junto a su novio, mientras ese enorme culo le golpeaba la cara cada vez con movimientos más rápidos y fuertes. Chilló de plazer mientras se sacaba el consolador enorme del coño y se corria como nunca antes lo había hecho. Marta que se le escapaba una lagrimilla se corrió como su rimel mientras esa enorme polla entraba y salia por completo de su boca. Guillermo paró de golpe y ella notó como esa polla gigante, aún dentrode su boca, empezaba a escupir lefazos. Más y más lefa, como un surtidor que no tenía fin. En cuanto notó que no cabía más lefa dentro de su boca, empezó a golpear los muslos de él, pidiendo desesperada que parase.

Guillermo desde arriba se sentía poderoso, como jamás antes se había sentido. - Tragatela! - le decía a Marta que asombrada lo miraba desde el suelo sin reconocer atisbo de ese chico tierno e ingenuo que había conocido. Sabiendo que si no lo hacía se ahogaría, empezó a tragarse su lefa.

Después de aquella monumental corrida, Guillermo, que definitivamente se había pasado al lado oscuro, cayó desplomado en el otro sofá. Totalmente agotado. Las dos chicas aún de rodillas se miraron con una sonrisa en sus labios, al tiempo que la paja grupal seguía.
  • No veas el friki! - le dijo Noe a su amiga mientras le limpiaba la lefa de la comisura de sus labios. Marta que aún seguía cachonda empezó a besarla apasionadamente y la empezó a manosear mientras le metia dos dedos en su coño. Noe que aún sentia el primer orgasmo pasear por su cuerpo tembloroso, se puso muy cachonda con el olor a polla que salía de la boca de su amiga. Y le metió también los dedos.
Guillermo las miraba con los ojos medio cerrados, sudado y tirado en el sofá mientras tomaba otra descarga de su ventolín. “Qué suerte ser mujer” - pensó para sus adentros recobrando el aliento.

En la paja grupal, la cosa no estaba menos caliente. Las fotos de las dos chicas no paraban de correr por la gran pantalla, mientras los hombres gemían y daban rienda suelta a sus lujuriosas mentes. Pajas cruzadas, mamadas, magreos, morreos. Jordi había conseguido crear una auténtica bacanal. Hasta tal punto que los mismisimos romanos se pondrían verdes de envidia.

Marc agarraba la cabeza de su amigo mientras se la chupaba sin parar. De repente el hombre gordo de su izquierda, gritó como un animal mientras le acercaba su polla a la cara de Jordi y lo lefaba entero. Marc vió como su amigo recibia toda la descarga sin sacar su polla de la boca. Y notó como la lefa de aquel gordo sudado también le salpicaba la barriga. Se puso muy cerdo mientras lo miraba a los ojos y se la restregaba por su barriga.

Esa corrida pareció provocar una reacción en cadena y varios hombres más empezaron a lefar por toda la habitación. “Me coooorrro” decía uno con la boca abierta. “Yo también broooo” decía el que estaba a su lado. Marc los observaba cada vez más cerdo. Los chorros de lefa saliendo disparados hacía arriba como si se tratase de una fuente pública.

Noe, desde casa, y atenta a que los chicos estaban llegando al climax. Pulsó el botón que Guillermo había dicho sin dejar de frotar el coño de su amiga, que le chupaba el cuello mientras se corria otra vez. Ese simple click de ratón desató una cascada de lefa en la paja grupal.
  • Joder tíos, vaya par de putas están echas vuestras novias. Como las voy a lefar. - Exclamaba Carlos.
  • Ya ves Jordi! Mira como se come ese pedazo de rabo. Diooos, me corroo - gemía Alex.
Jordi, que veía la cara de Marc echa un poema. Fantástica interpretación, por cierto. Y sin entender muy bien que estaba pasando, se dió la vuelta al escuchar esos comentarios. Aún de rodillas, se quedó palido al ver el video y su polla se puso flácida repentinamente. El resto de hombres que no habían terminado aún no pudieron evitar acabar explotando mientras veían a las dos novias de sus amigos chupando ese rabo enorme. “Diooos, pedazo de putas macho” gritaba uno. “Joder Jordi, esta es la mejor paja que me he cascado en mi vida”, decía otro.

Marc que miraba el video fingiendo sorpresa, estaba muy cachondo viendo todos esos rabos lefando y a su novia mamando esa enorme polla por la pantalla del televisor, como si fuese una actriz porno. Se tuvo que contener y mucho, por no seguir pajeandose y correrse como los demás.

Noe y Marta reían abrazadas y besandose. Mientras contemplaban aquel lujurioso espectáculo. Y sobretodo satisfechas por haberles jodido la paja a sus dos novios, que seguían pasmados sin saber que hacer.
  • Qué coño es esto tío? - le dijo Jordi que no sabía que estaba pasando.
  • Yo que sé colega. - fingía Marc. - Son ellas… son ellas chupando…
Se quedaron los dos parados mirando aquel video. Jordi que se había desempalmado por completo tuvo que aguantar que el resto de sus amigos acabaran de lefar sobre la puta de su novia. Marc por su lado, siguiendo el plan de Gemma, fingió estar molesto también, aunque su polla no decía lo mismo. Las chicas al mismo tiempo, esperaban como dos reinas, sentadas en el sofá muy contentas por el resultado, mientras veían todos aquellos rabos lefar por ellas. Guillermo, estaba out, dormia plácidamente en el sofá como un niño chico.

Jordi aguantó el tipo, mientras se despedia de rodos sus compañeros. Mientras uno por uno iban saliendo, le daban la mano y lo felicitaban por ese final y le daban las gracias por compartir de aquella manera a su novia. “Hay que repetirlo, colega”, le decía uno. “Me tienes que presentar a tu parienta” le decía otro. Fué educado con cada uno de ellos y mantuvo la compostura hasta se quedó a solas con Marc, ahí se derrumbó.

Marc aún erecto, consolaba al cornudo de su colega. Estaban sentados de nuevo en el sofá, apunto de romper a llorar, entonces de repente, Marta pulsó el otro botón y la voz de las chicas resonó en el local mientras el video de ellas dos mamando, estaba acabando. Jordi levantó la cabeza y mientras veía esa última imagen de su novia y Noe cubiertas de lefa sonriendo a cámara. Gritó asustado: - Marta? Dónde estás?
  • Estoy aquí en casa de Noe! Jijiji. Lo hemos visto todo pillín. - dijo Marta entre risas al otro lado del altavoz.
Jordi al darse cuenta que lo estaban grabando se puso en pié y amenazando con el puño en alto mirando en todas direcciones le grito: - Más vale que te quedes ahí Marta! Porque si te veo te mato, puta guarra. - Marc lo sujetó mientras intentaba calmarlo.
  • Aaaah claro! Tú te dedicas a compartir sus fotos privadas con todos tus colegas, pero la guarra es ella no? Ya veo! - dijo Noe indignada.
  • Tú calla puta! Que seguro que todo esto ha sido idea tuya. Maldita zorra infiel. - siguió vociferando Jordi, con ganas de pegar a alguien.
  • Eh relaja colega! No te pases, que es mi novia. - le cortó Marc.
  • Es que acaso no te importa lo que ha echo. - Le comtestó él rojo de furia mientras lo zarandeaba por los hombros.
  • Pues claro que me jode colega! Pero eso no quita que tengan razón. Sabes que tu también tienes parte de culpa. - intentaba tranquilizarlo.
  • Pero que cojones. Me vas a comparar unas pajas con que te metan los cuernos? Tú estás loco o qué!!! - Jordi tiró su Ipad contra el suelo, rompiendolo en mil pedazos.
Marta que se sentía un poco culpable, se quedó muda, sin saber que decir. Así que Noe aprovechó para seguir hablando.
  • Escuchad par de pajilleros! Os esperamos en casa. Venid y lo hablamos aquí, tranquilamente.
  • Pasa de mí Noe! Yo no quiero hablar con ninguna de las dos. Que os den por el culo, par de chupapollas. - contestó Jordi mientras salia del local super enfadado.
Marc cogió sus cosas y salió detrás de él disparado. Se aseguró de apagar las luces y cerrar la puerta del taller. Consiguió atraparlo a doscientos metros, después de correr como un loco. - Vamos bro! Para un momento. Escuchame. - le decía intentando frenarlo.
  • Que no joder! Quiero estar solo colega. - le dijo al fin. - Si tu quieres ir ves. Es tu casa al fin y al cabo. Pero yo me voy a la mía, no quiero estar con nadie. - decía Jordi sin hacer contacto visual y llorando visiblemente.
  • Vale colega! Pero no hagas ninguna estupidez. Te quiero colega.
  • Y yo a tí!
Los dos amigos se abrazaron y mientras Marc veía como Jordi se alejaba calle abajo, triste y abatido; sacó el movil para escribir a Gemma. “En la puerta de mi casa. Dos minutos.” El doble check apareció al momento. Y Marc se dirigió a su casa nervioso y excitado.
  • Guille, venga! Levanta. - Le decía Noe mientras inentaba vestirlo.
  • Qué… qué pasa? Ya ha terminado? - dijo él saliendo de un profundo sueño.
  • Si, ya terminó! Escucha… escuchame Guille! tienes que irte a casa. Nuestros novios vienen para aquí super enfadados. Así que será mejor que te vayas.
Guille saltó del sofá y mientras se acababa de poner la ropa con una velocidad asombrosa, cogió su portatil y salió disparado por la puerta de casa. No le dió tiempo ni ha despedirse.

Luego Noe, mientras se reia, se sentó al lado de su amiga, la cúal notó preocupada y un poco triste.
  • Que pasa churri? - le dijo cariñosamente mientras le acariciaba el pelo y le daba besitos en la frente.
  • No lo sé. - contestó Marta mientras se acurrucaba. - Me siento un poco mal por Jordi. Ya no solamente por lo del pub, sinó por todas las otras veces.
  • Bah! No te preocupes churri, ya verás como no será para tanto. - la consolaba Noe mientras por dentro pensaba que si Jordi se hubiera preocupado más por ella, tanto animica como sexualmente, en vez de pensar tanto en pollas ajenas, nada de esto hubiera sucedido.
Al cabo de pocos minutos, la puerta de su casa se volvió a abrir. Y mientras las dos chicas pegaban un respingo del sofá vieron a un cabizbajo y solitario Marc entrar por el pasillo del comedor.
  • Y Jordi? - preguntó de forma instantanea Marta.
  • No… no ha querido venir. - contestó él muy serio y solemne. Imterpretando el papel de su vida.
Noe por su lado, sin dejar de abrazar a Marta lo observó durante un rato, y acabó soltando el discurso que llevaba una semana ensallando.
  • Bueno! Te parecerá bonito no?… así que mi novio prefiere pajearse con sus amigos que follarme… vaya, vaya! - se puso de pié y mientras andaba por el comedor se sentía más y más poderosa. - Así que mi novio se pone cachondo compartiendo mis fotos con sus colegas… mmmm… - hizo una pausa dramática mientras observaba los marcos con las fotos de ellos dos encima del mueble del televisor. - Y que haremos ahora?
  • A que te refieres Noe? - dijo Marc pausadamente mientras la obervaba. - No te parece suficiente humillación lo que acabaís de hacer? Jordi se ha ido a casa llorando. - Al decir esto Marta empezó a llorar también. Marc la miró y dijo casi para sus adentros - Lo siento…
Noe se acercó a su novio y con una sonrisa maquiavélica confesó al fin el motivo real de todo ese plan que había maquinado. - La verdad es que no. Tal y como yo lo veo, ahora os tenemos pillados por los huevos…
  • Pero que coño dices cariño? - contestó Marc.
  • Lo que digo mi vida, es que ahora, nosotras tenemos el control de todo. Hemos grabado todo lo que estabais haciendo, guarretes. Jeje. Y si no quereis que lo hagamos público, a partir de ahora debereis obedecernos.
  • Pero que dices Noe? - interrumpió Marta dejando de lloriquear, mientras no daba crédito a lo que escuchaba.
  • Digo que a partir de ahora se hará lo que nosotras digamos, churri. Y se hará sin rechistar! - dijo mirando a su amiga. - A no ser… queeee… - volvió a mirar a Marc. - A no ser que, queráis que ese video se haga público… jeje
  • Estás loca! Me estás chantajeando? Crees que nos puedes chantajear con un estúpido video? - contestó Marc enfadado. Perdón… rectifico. Fingiendo que estaba enfadado. - No te sienta nada bien este papel de malo de James Bond, cariño.
  • Ah no? Entonces no te importará que tus padres y tu hermano vean el video? O quizás se lo deba mandar a tus abuelos… me pregunto como les sentará a los católicos y retrogadas padres de Jordi, cuando vean a su hijo chupando una polla bien erecta mientras se le corren en la cara.
Marta observaba a su amiga atonita, un poco rabiosa porqué se sentía utilizada y al mismo tiempo con un morbo diabólico subiendo desde su entrepierna hasta su cerebro. Imaginando como sería tener al novio de su amiga, al que llevaba tanto tiempo deseando en secreto, siendo su esclavo sexual.
  • Vale, vale! Tu ganas. - dijo Marc levantando las manos como si estuviera en un atraco. - Que es lo que quieres de nosotros?
  • Bueno! Eso ya se verá, mi vida. Esperaremos a que Jordi se calme un poco y después de que Marta y yo decidamos, os reuniremos para daros las ordenes.
  • Eres mala a rabiar amor! - le dijo Marc mientras esbozaba media sonrisa.
  • Shhhh! A partir de ahora me llamaras ama! - le dijo desafiante ella.
  • Jajaja. Estás loca si piensas que…
  • Shhhh! - volvió a decir Noe sonriendole. - Recuerda mi vida, el video…
  • Qué video zorra? Te refieres a este? - De repente la voz de Gemma retumbó en el comedor. Entró en escena como un torbellino, como un huracán. Como un superheroe de un cómic, llegando en el momento justo para impartir justicia y salvar a los débiles e indefesos.
Noe se giró totalmente desubicada y haciendose pequeña poco a poco, palideció al ver a su mejor amiga en mitad del comedor con el móvil en mano reproduciendo el video de ella y Marta chupando aquella polla enorme en el pub. Marta, por su lado, se encogía en el sofá, con su corazón a mil, totalmente paralizada.
  • Pero… Gemma? Qué… qué coño haces aquí? - dijo Noe totalmente descolocada mientras veía a su amiga sonreír victoriosa mientras le mostraba el video. - Cómo has entrado? Y… y… cómo has conseguido ese video?
  • Yo la he dejado entrar. - dijo Marc, que había dejado la puerta ajustada, para que ella pudiera hacer su entrada triunfal. Luego pasó por delante de su novia mientras la miraba con superioridad y se puso al lado de su salvadora, mientras le pasaba el brazo por encima del hombro.
Gemma y él se miraron mientras compartian amplias sonrisas y Laia empezó a reir mientras observaba a esa chica boquiabierta en medio del salón que no entendia nada. Marta se levantó y se puso al lado de Noe, sujetadola como si se fuese caer del impacto.
  • Y tú quien coño eres? - preguntó Noe a la chica alta y tetuda que no podía parar de reir.
  • Jajaja…. Supongo… supongo que en este momento soy Robin! - y los tres empezaron a descojonarse en su cara. - Lo siento… perdoname. Pero es que es muy gracioso. Jajajaja… Hace un momento parecías la mayor capo del sindicato del crimen y ahora solo eres un gatito asustado. - Los tres no paraban de reirse. - Llamame Ama! - acabó de decir Laia imitando su voz en plan mofa.
Noe se abalanzó sobre ella, como una furia. Mientras todos intentaban agarrarla, soltaba puñetazos, arañaba, escupía gritandole que se largara de su casa.
  • Eh eh eh! Haya paz. - gritaba Marc mientras levantaba del suelo a su novia con los dos brazos y la alejaba de la pelea. - Ya? - le preguntó él mientras la dejaba en el suelo y miraba esos ojos inyectados en sangre.
  • Dejame joder! - le dijo Noe aún mosqueada apartadolo de un empujón- Y tú? Amiga… me vas a explicar a qué viene todo esto?
Gemma, guardó su movil en el bolso y sin dejar de sonreir empezó a explicarle todo a Noe.
  • Verás… amiga. Llevo muchos años tolerando cosas que cualquier otra persona no hubiera aceptado. Siempre he callado y tragado por el bien de nuestra amistad. Pero cuando me explicastes vuestro plan… bueno… digamos que algo se despertó dentro de mí. Y me dije: hasta aquí!
  • Callado y tragado?… de de coño estás hablando tía! Me has traicionado. - le recriminó Noe.
  • Ja! Que yo te he traicionado? Que ovarios más grandes tienes. - contestó Gemma, que abriendo la palma de su mano, empezó a numerar todas las veces que ella la había fallado como amiga. - Me quitaste al hombre que yo más quería para luego hacerle daño y romperle el corazón con tus infidelidades. Te follaste a tres de mis cinco novios y lo intestastes con los otros dos. Y por último me drogaste sin mi consentimiento y me empujaste a ponerle los cuernos a mi exmarido.
  • Me va de santa la que se follaba a mi novio a mis espaldas! - masculló Noe sin mirarla.
  • Lo ves! Ese es tu problema hermana! Siempre haces lo mismo, huyes hacía delante. Cuando te sientes acorralada, tiras pelotas fuera y ha seguir… ya basta joder! - Gemma consiguió que su amiga bajara la cabeza por primera vez en su vida. - Párate un momento y piensa en lo que te estoy diciendo! Estás enferma. De cintura para abajo habita un asesino en serie dentro de tí. - Gemma agarró la cajetilla de cigarros de Noe, encima la mesa de centro y se encendió un pitillo. - Nunca piensas en el daño que haces a los demás? Es que te importamos todos una mierda?
  • Vale! Bastaaaa!- gritó Noe nerviosa, mientras se encendía otro cigarrillo. - Lo siento…
  • Qué sientes? - contestó Gemma mirandola a los ojos, desafiandola.
  • Lo siento tía! Siento haber sido tan mala amiga contigo. Siento haber sido tan zorra. No te merezco. Has estado siempre a mi lado, incluso en mis peores momentos y jamás he sabido devolvertelo. - se sinceró. Luego miró a Marc y casi llorando añadió - Y a tí mi vida! Siento haber sido tan injusta y mentirte tantas veces. No te lo mereces, siempre has sido un sol y yo… bueno… no he sabido estar a la altura jamás. - luego ya llorando se giró hacía Marta que ya lo hacía a moco tendido desde hacía rato y le dijo - Marta churri! Siento haberme aprovechado de tí y usarte en mi beneficio. Eres seguramente la mejor persona que conozco en esta vida y…
  • Ejem, ejem! - intervino Laia.
  • Y a tí… mmm….
  • Laia - dijo sonriendo.
  • Eso! Laia… Siento haber intentando arrancarte los ojos, pareces maja.
Gemma, Marta y Noe se abrazaron. Mientras Marc y Laia sonreían emocionados.
  • Bueno ya! Drama Queens - cortó Gemma al cabo de unos minutos. - Que me jodéis mi discurso triunfal. - se separó de sus amigas y siguió hablando mientras secaba sus lágrimas. - Cómo iba diciendo… Cuando me enteré de que habías planeado todo este tinglado para chantejar a Marc y Jordi y hacerlos vuestros esclavos… pensé que debía… mmmm… como decirlo… hacerlo todo un pelín más democrático.
  • Cómo? Me estás chantajeando? - le dijo Noe con una sonrisa en su cara mientras también se secaba las lágrimas.
  • Bueno! Chantaje, oferta… Llamalo cómo quieras! La cuestión es que tú y Marta teneis el poder sobre vuestros novios. Y yo! Bueno… nosotras - añadió mirando a Laia que asentia con la cabeza - tenemos el poder sobre vosotras. Si tú sacas a la luz ese video, nosotras sacaremos el vuestro.
  • Pero… entonces vosotras tenéis el poder total ahora! - exclamó Marta.
  • No! Ahora nosotras cuatro tenemos el poder! - corrigió Gemma a su amiga. Al escuchar eso, Marc no pudo evitar acojonarse un poco.
Noe se sentó en el sofá mientras fumaba y meditaba lo que su amiga estaba diciendo. Mientras Marta se sentaba a su lado. - Pero que sacas de todo esto? Por qué no reinar sola? - le preguntó Noe esbozando una sonrisa.
Gemma se sentó en el sofá de enfrente al mismo tiempo que Laia. Luego se tomó una pausa y mientras desnudaba con la mirada a Marc que seguía de pié en medio del salón, le dijo a su amiga - No sé, quizás no me sienta comoda sola en el poder… por qué… qué es lo qué querias sacar tú de todo esto hermana?

  • Supongo que diversión… mucho sexo y diversión. - contestó Noe cruzando sus piernas mientras empezaba a mojar sus bragas otra vez.
  • Pues, Ahí lo tienes hermana! Ahí… lo tienes - contestó Gemma que tambié cruzó sus piernas.
Las cuatro chicas se quedaron mirando fijamente a Marc, que incredulo a lo que estaba pasando, seguía de pié sin poder moverse. Observaba a aquellas cuatro mujeres con las piernas cruzadas, sentadas en el sofá como si fueran reinas en tronos de oro y notaba sus miradas clavarse como puñales en su entrepierna. Sentía como si fueran cuatro Leonas sedientas de sexo, dispuestas a hacer lo que hiciera falta por atrapar su presa. Entendió al instante que Gemma lo había utilizado del mismo modo que su novia lo había echo y que a partir de ahora debía rendir pleitesia a cuatro reinas en vez de solamente a una.
  • Cariño, porqué no eres tan amable y nos traes unas cervezas? - le dijo Noe mientras lo miraba con deseo.
  • Ehhh! Si. Voy. - dijo él balbuceando.
  • Sí, qué? - dijo Gemma en tono serio, mientras lo observaba fijamente.
  • Sí mi reina! - contestó Marc bajando la cabeza mientras iba a la cocina.
Mientras andaba, las chicas empezaron a silbarle y a soltar comentarios obscenos sobre su trasero. Marc cachondo y asustado al mismo tiempo hubiera querido que Jordi estubiera ahí en ese momento. No sabía cómo iba a poder complacer solo a esas cuatro guerreras Amazonas.

Continuará…
 

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