Colegas de pajas y sus ardientes novias

Buenas, este capítulo me ha quedado un pelín largo. Así que lo he dividio en dos partes. Si estás en la parte 2, recuerda leer antes la parte 1.
Gracias.

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 11 - Doctor Amor parte 1


Domingo amaneció en casa de Marta con la canción de Fresh Air de Iseo & Dodosound a todo trapo. No es que fuera una gran fanática de los ritmos jamaicanos, pero esa canción la ponía siempre de muy buen humor. Mientras la música caminaba con su ritmo sincopado y alegre, ella bailaba moviendo su cuerpo jóven y libre. Se sentía en paz con ella misma y con todo lo que la rodeaba.

Jordi, al verla bailar con los ojos cerrados y esa gran sonrisa de felicidad, al ritmo de ese suave y despreocupado reggae; no pudo evitar unirse a ella. Se puso detrás y se pegó a su cuerpo siguiendo sus movimientos - Me encanta esta canción cariño! Cuando suena no puedo evitar moverme - le decía ella mientras se giraba y le rodeaba los hombros con sus brazos sin dejar de moverse al ritmo de la canción.

  • A mi me ecanta que te encante mi amor! - contestó Jordi mientras la besaba con amor.
El sol irradiaba el salón, entrando sin permiso por las ventanas abiertas. La música perfecta sonaba inundando el ambiente de buenas vibraciones. Él y ella bailaban enamorados… A veces no hace falta mucho para ser feliz.

  • Bueno… me vas a contar que has preparado para hoy? - preguntó Marta moviendo sus caderas lentamente.
  • Va a ser que no… jejeje. - contestó Jordi mientras posaba sus manos sobre el culo de su novia, sin dejar de bailar. Llevaba unos pequeños shorts rosas de algodón que le iban muy pequeños y que le ponían muy caliente.
Marta insitia cariñosamente, curiosa por saber que fantasía había planeado su novio. Mientras bailaba más sensualmente y le besaba, empezaba a notar como la polla de él se ponía más y más dura.
  • Ya te dije que es una sorpresa amor. Si te lo contara la estropearía. - Jordi hizo un esfuerzo por no caer en la trampa de su novia. Estaba claro que lo único que quería era sacarle información y para ello usaba sus mejores armas.
Pensaba demasiado. En realidad lo único que ella quería era echar un buen polvo matutino. - A dónde vas? Noooo…- dijo Marta mientras observava que su novio la apartaba delicadamente.
  • Voy a pegarme una ducha mi vida! He quedado con Marc para que me ayude a acabar con los últimos detalles.
  • Estupendo! A tu novia no le puedes contar nada pero a tu amigo sí? Me parece genial… pffff! - contestó ella sentandose en el sofá con las piernas y los brazos cruzados. A veces era muy difícil follar con su novio.
Jordi se acercó y la besó en la frente mientras le acariciaba la mejilla. - Venga no te pongas a malas! Ya verás que la espera valdrá la pena. Te lo prometo. - luego se dirigió hacía el baño mientras se quitaba la camiseta.

Mientras él se duchaba, Marta se tomaba un café en el balcón al mismo tiempo que chateaba por wasap con Noe mendiante audios de voz. “Ya ves… Lo de ayer fué salvaje tía! Nunca lo había echo en un sitio público jiji” - dijo recordando la orgía en la playa del día anterior. “No he podido sacarle nada, no suelta prenda. Me ha dicho que ha quedado con tu novio para acabar de prepararlo todo. A saber que estará montando jijiji… me da mucho morbo la verdad” - grabó otro audio mientras tomaba otro sorbo al café. De repente sonó el interfono. “Tía hablamos luego que han picado al telefonillo. Supongo que será tu churri. Besitoooos”

Marta se acercó al interfono y abrió la puerta de la calle al escuchar la voz de Marc. Mientras esperaba que subiera se peinó, revisó que sus dientes estuvieran blancos y se echó el aliento, delante del espejo del recibidor. Antes de que sonara el timbre, aprovechó para subirse un poco su diminuto pijama y se hizo un dobladillo en la cintura, dejando más a la vista sus muslos y un poco de sus nalgas. Cuando se encontró lo suficientemente sexy, abrió la puerta de su casa.
  • Buenos días preciosa! - dijo un sonriente Marc con gafas de sol y sujetando una bolsa de papel. - Traigo crusanes!
  • Oooooh gracias encanto! - dijo Marta coquetamente mientras le daba dos calidos besos y lo invitaba a pasar. Mientras pasaban al salón, Marta lo invitó a sentarse en el sofá y le ofreció un café. Todos sus movimientos, palabras y gestos solo pretendían llamar su atención. - Solo verdad? - dijo ella sonriendo mientras le daba la espalda y se dirigía a la cocina.
  • Sí por favor! - sonrió él mientras le deboraba el culo con la mirada imaginando cómo le arrancaba con la boca ese pequeño pijama.
  • Jordi acaba de entrar en la ducha… - gritó Marta desde la cocina.
  • Ah si! Tranquila. - contestó él, que ya se había olvidado por completo de su amigo.
Marta volvió a entrar en el salón y le dió una taza. Al agacharse para dejarla sobre la mesa de centro su camiseta de tirantes se abrió y Marc no pudo evitar mirarle las tetas moviendose libres. - Gracias Marta! - dijo mientras tragaba saliba.
  • No hay de qué guapo! - contestó ella mirandole a los ojos, deseando que la ducha de su novio durara muchas horas. Luego se sentó a su lado en el sofá, más cerca de lo que la novia de un amigo debería sentarse.
Quizás en otra situación la conversación hubiera ido por otro lado. Quizás tan solo hubieran tonteado sin intención de hacer nada malo. Pero ya habían roto esa barrera, así que Marc no dudó en ser directo.
  • Desde que he entrado no he podido quitarte los ojos de encima… estás… ufff! Estás muy sexy Marta - dijo él mientras tomaba un sorbo de café mirandola profundamente a los ojos.
  • Ah sí? Gracias jiji. - coqueteó ella sintiendo que su temperatura corporal aumentaba drasticamente. - Al menos alguien se fija… porqué Jordi la verdad… ni caso.
Marc empezó a acariciar suavemente su muslo mientras le daba un repaso, totalmente descarado, a su cuerpo. - Pues vaya imbécil! Si yo fuera tu novio te follaria todo el día sin parar.
  • Bueno… no tenemos todo el día, pero si quieres uno rapidito… - contestó mientras acercaba sus labios carnosos para que la besara.
Empezaron a enrrollarse con ansia mientras se metían mano a saco. Marta empezó a quitarle la ropa a Marc, deseando sentirlo dentro, lo necesitaba. - Espera, espera… - dijo él mientras ella no dejaba de besarlo. - No tenemos tiempo para esto, Jordi saldrá en cualquier momento.
  • Joooo! - contestó ella cruzandose de brazos y malhumorada como una niña pequeña.
Marc miró el cuarto de baño y luego a la novia de su amigo. Con un rápido movimiento apartó la mesa de centro y se puso de rodillas delante de ella. Sin dejarla de mirar a los ojos y sonriendo, le separó sus piernas cruzadas con delicadeza y empezó a bajarle el diminuto pantalón de pijama.

Marta muy cachonda, levantó ligeramente unos centimetros el culo del sofá para que él pudiera quitarle los shorts facilmente. Su coño quedó desnudo enfrente de él y abrió las piernas ofreciendole el paraiso. - Intenta no hacer mucho ruido vale? - dijo él mientras acariciando sus muslos con las dos manos acercó su cara lentamente hacía su entrepierna.

Antes de empezar a comerle el coño, Marta soltó un ligero gemido al ver que él se paraba para oler su entrepierna. Lo hizo varias veces cerrando los ojos, como si fuera una cata de vinos. Saboreando ese aroma a chocho húmedo sin duchar. Luego sujeto sus nalgas con fuerza y la empujó contra su boca.
  • Diooos! Pero como eres tan bueno… - decía ella sintiendo cómo su lengua lamia su clitoris. Marc se animó y empezó a meterle el dedo lentamente mientras no dejaba de chupar. - Ooooh síiii! - chillaba tapandose la boca para que su novio no la oyera.
  • Quieres la especialidad de la casa? - dijo Marc. - A Noe le pone a cien…
Marta asintió con la cabeza, aún con su mano tapando su boca. Él agarró sus muslos por debajo y levantó sus piernas dejandola totalmente abierta e indefensa. Mientras le metía dos dedos dentro de su coño que ya chorreaba, empezó a chuparle el ano. Primero lo hizo lentamenre por fuera, rodeando con su lengua todo el pequeño perímetro. Sus dedos no dejaban de entrar y salir mientras chupaba, besaba y succionaba su ano. Y en el momento justo empezó a penetrarlo, metiendo y sacando su lengua. La técnica era tan buena y llevaba tantos años de perfeccionamiento que ella no tardó mucho en correrse.
  • Te ha gustado? - prefuntó Marc mientras besaba cariñosamente su ano. Podía sentir como involuntariamente sus músculos vaginales apretaban sus dedos que seguían aún dentro.
  • Que si me ha gustado?… Quiero más, madre mía… - contestó Marta riendo con el corazón a mil.
  • Ah sí? - dijo Marc mirando hacía el baño donde su amigo seguía duchandose. - Creo que tenemos un poquito más de tiempo. - y mientras le giñaba el ojo volvió a bajar hacía su entrepierna.
  • Sí por favor… - dijo Marta asintiendo con la cabeza y volviendose a tapar la boca.
Jordi terminó de ducharse, y al salir del cuarto de baño, saludó a su amigo al verlo en el sofá, charlando tranquilamente con su novia.
  • Buenas colega! - dijo Marc con el sabor a coño aún en su boca.
  • Me visto y nos vamos! - dijo Jordi con una toalla atada a su cintura, al mismo tiempo que entraba en el dormitorio.
Marta al ver que desaparecía volvió a sobarle el rabo por encima de los pantalones. No podía quitarse de la cabeza lo que acababa de hacerle y quería más. - Oye! No le habrás contado nada de lo de esta noche a nadie, verdad? - gritaba Jordi desde la habitación.
  • No… nada! Lo.. juro - contestó Marc con la lengua de Marta dentro de su boca e intentando pararla para que no le desabrochase el pantalón. Ella no pensaba en nada más que devolverle el favor. Todo lo demás le daba igual.
  • Así me gusta! Sabia que podía contar contigo colega.
La cosa no llegó a más porqué Jordi se vistió muy rápido. Los dos amigos se despidieron de Marta y salieron de casa. Al cerrar la puerta, ella apoyó su espalda contra la pared y pensó cómo demonios iba a quitarse ese calentón de encima.

Una vez en la calle los dos chicos se pusieron manos a la obra y acabaron de preparar los últimos detalles de la fantasía de Jordi. De la cúal entraremos en detalles muy pronto. De momento vayamos a ver que hacía el bueno de Guillermo.
  • Plantando bomba! Fran, estáis cubriendo?
  • Si estoy cubriendo la puerta de C, tranqui!
  • Y Cisco?
  • Está cubriendo el pasillo de B, tú planta que aquí no entra nadie.
La habitación de Guillermo olía a cerrado, calcetines sucios y ganchitos. Hacía cuatro horas que había salido el sol y él aún no se había acostado. Como ya no iba al “Blade Runner” por qué, según sus propias palabras, había perdido todo su glamour; ahora jugaba desde casa con sus amigos.
  • Subiros al camión…
  • Dónde vamos ahora Guille?
  • Yo iría a A que parece más despejada
  • Oye! - preguntó Fran mientras conducía un camión militar del bando italiano durante la primera guerra mundial - Y cómo conocistes a esas chicas?
  • Se presentaron en el Ciber hace un par de semanas buscando voluntarios para… cuidado con las minas joder!
  • Perdón! - dijo Fran mientras Cisko, que llevaba la clase de ingeniero, reparaba el vehículo.
Guille siguió contando la historia de cómo conoció al grupo. Mientras narraba todas sus recientes aventuras, Fran alucinaba al otro lado del micro. Ahora empezaba a atar cabos y entendía mejor lo sucedido el día anterior en la playa.
  • A qué viene tanto interes? - preguntó Guille mosqueado por acabar perdiendo la partida.
  • Bueno, es que ayer… pasó algo muy desconcertante, por decirlo de algún modo. Verdad Cisko?
  • … - tan solo silencio por su parte.
  • A qué te refieres? - preguntó Guille cancelando la búsqueda de “nueva partida en conquista” al comparar los niveles del equipo contrario con los del suyo. Puto Matchmaking.
Fran contó lo que les pasó a él y a su hermano. Lo hizo con total lujo de detalles, emocionado y morboso. Para alguien con una vida sexual aburrida, tirando más bien a nula, lo de la playa se había convertido en un hito, una azaña inesperada y gratamente satisfactoria; pero al mismo tiempo había despertado una necesidad en él. Repetirla.
  • Guille? Estás? - preguntó el gemelo con cuerdas vocales, al terminar de explicarle la orgía a su amigo.
  • Sí! Es que… Tengo que colgar colegas…
  • Pero y la partida?, Va todo bien?… - No obtuvo respuesta, Guille había salido del chat de voz. Estaba furioso por no haber podido ir con ellos a comer el día anterior, estaba harto de que su madre controlase su vida.
Norma, la madre de Guillermo, hablaba con una vecina apoyada en la barandilla de la galería de su casa. Cuchicheos, rumores, malicía y aburrimiento. Justo en ese momento se desahogaba hablando de su hijo. Específicamente de sus nuevas amistades que lo estaban llevando por el mal camino.
  • Primero me mete en casa a una fresca… ay virgen santa! Debería haber visto a esa pecadora - decía mientras gesticulaba como si se agarrase dos grandes pechos. - al día siguiente aparece con dos chicos mayores que él que no conozco de nada… se pasa las noches fuera, no nos cuenta nada…
  • Mamá! - dijo Guille asomando la cabeza por la puerta. - Buenos días señora Dolores…
  • Hola ricura! Cómo va todo? - dijo la vieja vecina desde su piso.
  • Bien… bien!… Mamá podemos hablar un momento?
  • Si es para discutir otra vez, no! . Creo que tu padre y yo ya te dejamos las cosas bastante claras ayer.
Era mentira. Su padre hacía años que no aportaba nada a esa família. Era más bien un preso que un marido. Tantos años de dictadura lo habían convertido en un ser inherte que tan solo asentía y callaba.
  • Mamá, te lo pido por favor. Es importante. - suplicó Guille muy seriamente.
  • … estáaaa bieeeen, vaaaamos. - los dos entraron dentro de la cocina mientras la vieja se despedía saludando desde su balcón.
  • A ver que es tan importante? - preguntó Norma mientras los dos se sentaban en la mesa.
Guille miró hacia abajo, como si buscara algo. Mientras observaba sus piernas peludas y sus calzoncillos manchados y acartonados, intentaba recuperar su dignidad y encontrar la fuerza para enfrentarse a su madre. Había llegado el momento de romper con todo, el momento de tomar las riendas de su vida.
  • No tengo todo el día Guillermo! - dijo ella de forma autoritaria.
  • Mamá… - masculló él, tragando saliba y sin dejar de mirar al suelo. La manilla del reloj marcando los segundos, el pie de su madre golpeando el suelo inpaciente; el aire se podía cortar con unas tijeras. - Pegaso, dame tu fuerza! - dijo Guille para sus adentros.
  • Pero qué sandeces dices hijo? Por qué te empeñas tanto en hacerme perder el tiempo? No ves que estoy ocupada? Pero por qué te comportas así?… santo padre! Qué he hecho para merecer un hijo así? - su madre no dejaba de hablar, cada vez más rápido y más alto. Parecía un pelotón de afusilamiento disparando sin piedad a sus prisioneros de guerra.
  • Calla! - gritó Guille poniendose de pie y apoyando con rabia ambas manos sobre la mesa. Sus puños cerrados y tensos agarraban con fuerza el mantel. - Se acabó! Ya no aguanto más!
Guille se sentía fuerte, se sentía grande como un gigante de más allá del muro. Sus ojos no mirarían nunca más al suelo, su voz no se volvería a enmudecer. Era el momento, en la hora indicada, el lugar preciso… Deseaba gritar Libertaaad! Como Mel Gibson en Braveheart.
  • Jajaja! Pero que tonterías dices Guille.. - reía su madre mientras observaba a su hijo en calzoncillos con su camiseta vieja manchada de ganchitos.
  • Se acabó mamá! He vivido durante años bajo tu régimen opresor. No puedo salir sin dar tres informes, firmar una declaración jurada y enviarte mi ubicación en tiempo real. Jugar videojuegos es 'una falta de respeto'. Ver manga, 'una herejía'. ¡Y ni hablemos de las veces que me juzgaste por usar la misma camiseta dos días seguidos, como si fuera una amenaza al orden mundial! Pero hoy, madre, hoy me declaro libre. ¡Hoy el hijo se levanta! ¡Hoy el pájaro deja el nido aunque el nido tenga Wi-Fi y comida gratis!
Norma dejó de reir. Ahora miraba a su hijo con cara de asombro. Quería regañarlo, obligarle a que callase, mandar que se fuera castigado a su habitación. Pero no podía, el niño ya no estaba, se había convertido en hombre.
  • Has confundido amor con control, cuidado con vigilancia, y preocupación con paranoia. Me escondías las llaves, me revisabas la mochila, me prohibías soñar fuera del perímetro autorizado. Pero sabes qué? ¡La revolución no se hace con permiso! No se firma con tinta, ¡se grita con coraje! ¡Soy un ciudadano del mundo! ¡Un soldado de la libertad! ¡Un mártir de la desobediencia!
  • Pero… pero qué dices hijo mío? - decía su madre sollozando.
  • Madre… gracias. Gracias por todo. Pero me voy.
  • Dónde? - dijo ella levantandose de la mesa con lágrimas en sus ojos intentando detenerlo.
Guille entró en su habitación. Y rapidamente preparó su bolsa de gimnasio con lo esencial para empezar de nuevo. Es curioso como aquella mochila se usaba para todo menos para lo que había sido diseñada.
  • Hasta nunca, campo de concentración afectivo! ¡Hasta siempre, libertad! - Gritó el chaval mientras caminaba erguido, por primera vez en muchos años, hacía la salida.
  • Hijo espera! Dios bendito, espera… - lloraba su madre que corría detrás de él.
Guillermo se detubo delante de la puerta cerrada con su mano sudada sujetando el pomo. Firme. Seguro de si mismo. Sin darse la vuelta y solemnemente le dijo a su madre - No madre! Ya no puedo esperar más. Ha llegado el momento en que nuestros caminos deben separarse. Ante mí, la incertidumbre y lo desconocido… pero ya no temo a ese horizonte de inseguridad, ahora siento mi corazón lleno de valor y hombría. Debo partir…
  • Hijo… Antes deberías ponerte unos pantalones - interrumpió su madre.
  • Tienes razón. - Dijo Guillermo al darse cuenta que se había olvidado de ponerselos. Intentando no perder su solemne postura, regresó a su cuarto y una vez listo, volvió a salir para dirigirse otra vez a la puerta. Volvió a agarrar el pomo, suspiró y salió al mundo.
Mientras su madre le gritaba por las escaleras que la llamase para saber que estaba bien, Guille inhaló tres dosis de su ventolín. Salió a la calle y una vez se cerró la puerta a sus espaldas se preguntó a dónde diablos iría ahora. Desde la ventana que daba a la calle, su padre observaba como su hijo se alejaba andando lentamente. Solo podía sentir orgullo por su compañero de celda, almenos uno de los dos lo había conseguido.
  • Pero por cuanto tiempo? … mmm… sí vale, te hacemos sitio, no hay problema… vale no te preocupes por eso… ajá!… ok, ok… ahora te paso ubicación por wasap… sí claro, 4º 2ª escalera A… vale ahora nos vemos… ciaoooo
  • Quien era tía? - preguntó Gemma mientras desayunaba.
  • Guillermo. - contestó Laia retomando su chucho de crema.
  • Y qué queria?
  • Ah nada hermana! Que se queda un tiempo a vivir aquí.
  • Queeee? - Gemma dejó caer el chucho en el plato.
  • Bueno, se ha peleado con su madre y… no lo sé tía. No lo he entendido muy bien. Ahora cuando venga ya te lo explica él mejor.
  • Pero dónde va a dormir? No hay más camas.
  • Yo que sé, en el sofá o con alguna de las dos… ya nos las apañaremos - contestó Laia sonriendo.
  • No se yo si vamos a caber! - dijo Gemma no muy convencida, mientras seguía desayunando y recordaba el tamaño del monstruoso pene de Guille.

A un kilometro de distancia, los dos colegas seguían trabajando en el local del padre de Jordi. Entraban y salían del taller cargando trastos y electrodomesticos en una furgoneta corporativa, que habían dejado aparcada justo delante. Marc se limpiaba el sudor de la frente recuperando el aliento. - Disculpad chicas, pasad por favor. - les dijo a dos morenas muy guapas que pasaban justo por la calle. Ellas le sonrieron dandole las gracias y mientras seguian andando los dos amigos se las quedaron mirando un buen rato.
  • No se mosqueará tu padre por esto? - le preguntaba Marc mientras seguían trabajando. Tenían casi todo listo pero aún faltaba espacio.
  • Que va! Ya le comenté que hariamos una fiesta y que teniamos que vaciar un poco… por cierto, le prometí que luego la dejariamos como estaba, así que…
  • Ya puede valer la pena lo de esta noche colega!
  • Tu me dirás… - dijo Jordi sonriendo a su amigo.
  • Jajajaja! Ok! Trato hecho! - rió Marc mientras le sonaba el móvil. - Dame un segundo bro!… Hola preciosa que te cuentas? - dijo Marc al ver que era Miare quien le llamaba.
  • Eh! No te enrolles que aún queda mucho por hacer, hay que decorarlo todo, ir a recoger los trajes… no tenemos tiempo para… - insistia su amigo un poco estresado.
  • Que sí colega! Dame un minuto. - contestó tapando el micro de su teléfono móvil.
Miare y Masi desallunaban en una panadería muy cerca de ellos dos, aunque de momento no lo sabía nadie. Al igual que Gemma y Laia, compartían piso entre ellas y vivían en el mismo barrio desde hacía años. Por casualidades del destino jamás se habían visto o cruzado por la calle.
  • Hola encanto! Bon i preciós día! - contestó Miare que lucía especialmente hermosa esa calurosa mañana de verano.
  • Holaaaa! - gritó Masi acercandose al telefono que su amiga sujetaba entre su pelo rizado.
  • Hola Masi jajajaj!… Bueno que dicen mis dos rubias preferidas? - contestó Marc apoyado en la furgoneta, mientras aguantaba las miradas de “ponte a currar” de su colega que iba y venía cargando cacharros.
  • Nada nuevo, solo que estaba pensando en tí y quería escuchar tu voz - dijo Miare mientras remobía la cuchara en su café con leche. Masi sonreía observando a su amiga, pensando “menudo flechazo”.
  • A mí también me alegra escuchar la tuya. No sé que me hicistes ayer, pero no puedo dejar de pensar en tí - coqueteaba Marc que empezaba a ponerse cachondo recordando como su polla se deslizaba entre las nalgas de ella.
Miare separó a su amiga que tenía la oreja pegada al teléfono y chafardeaba lo que hablaban. - Para ya… - le dijo mientras la andaluza se reía haciendo gestos de burla como si estuviera teniendo un orgasmo.
  • Cómo dices?
  • Nada, nada. La loca de Masi que no para… jajaja
  • Jajaja! Qué tremenda es.
  • Sí… la verdad que sí. - Miare le indicó con la mirada que se relajase, mientras ella seguía haciendole gestos lascivos y se reía descontroladamemte. - Oye! Que estaba pensando…
  • Ya voy colega! Un segundo de nada… es Miare - dijo Marc a Jordi tapando otra vez el micro. - Dime preciosa…
  • Cómo lo tienes para que nos veamos hoy? - preguntó Miare mientras se enrollaba un rizo de su dorada cabellera entre su dedo anular.
  • Oooh! Vaya… me encantaría, pero es que…
  • Oh! Tranqui… si no te apetece, no pasa nada. - Miare también silenció con la mano su telefono para decirle esta vez seriamente a su amiga que se callase.
  • Te lo dije Maria! Un porvo de una noche! Si se veía vení, es que te hase ilusione como una tonta, que tiene parienta hermana!…
  • Calla joder que no me entero pesá! - contestó sonriendo Miare, y es que nadie en este mundo se podía enfadar con su amiga. - Perdón encanto!, qué decías?… Hola?
  • Sí! Dame un segundo rubia… - Marc se alejó el telefono de su oreja y lo silencio. - Colega tienes que hacerme este favor. Te lo pido de rodillas si hace falta.
  • Joder bro! Ya somos un montón y además las normas dicen expresamente que no podemos aceptar nuevos miembros…
  • Ya déjate de normas, colega! Ayer no te importó mucho que estuvieran en la partida de Guille y aún te importó menos lo que pasó luego… dónde estaban las putas normas cuando te follaste a Gemma en el lavabo? O a la andaluza en la playa? Eh? - los dos amigos chillaban en medio de la calle, discutiendo.
  • No me jodas, no es lo mismo bro! - dijo Jordi mientras pensaba también en la paja que le hizo la novia de su amigo en las duchas públicas.
Miare que sujetaba su teléfono en silencio, creyendo que se había colgado. Escuchó unos gritos de dos hombres discutiendo. Enseguida reconocío sus voces y se levantó de la mesa de la terraza para ver de dónde venían. Al final encontró a Marc y Jordi al fondo de la plaza, de pié en medio de la calle, discutiendo acaloradamente junto a una furgoneta blanca. - Tía! No me lo puedo creer, mira allí! Son ellos, jajaja. Paga la cuenta va! Que nos vamos!- le dijo a su amiga.
  • Pero si hoy te toca a tí. - contestó Masi.
  • Va tía, luego te lo pago. - contestó Miare que agarrando su bolso empezaba a andar dirección a los chicos.
  • No vea lo catalane! Si al final va a se verdá que son má agarrao que la virgen del puño!
Mientras las dos Marias se acercaban a ellos, sigilosas como dos gatas; los dos colegas seguían enfrascados en su discusión. Marc aportaba los pros: están buenissimas, son buena gente, son abiertas de mente y se llevan bien con nuestras novias. Quizás este último punto era cuanto menos debatible, pero los tiós somos así. Cuando nuestros dos cerebros luchan, casi siempre gana el de abajo. Por su lado Jordi aportaba los contras… bueno, digamos que más bien, se mantenía firme y derecho como un juez, sosteniendo y defendiendo las leyes que fundaron la nación.
  • De que hablan rubia? - susurró Masi a su amiga, mientras los escuchaban discutir, escondidas detrás del otro extremo de la furgoneta.
  • Creo que tienen otra quedada esta noche, Marc está intentando convencer a Jordi para que nos dejen participar. - decía Miare inentando escuchar mejor.
  • Quedada de esta… guarrilla? Yo me apunto pero ya! - contestó la andaluza entre risas.
Con el ajetreo de la discusión, Marc había colgado el teléfono sin querer. Su amigo parecía que poco a poco daba su brazo a torcer, pero no estaba aún del todo convencido. Almenos, estaban empezando a encontrar un punto medio y ya hablaban más relajados.
  • No sé que decirte colega! - reflexionaba Jordi. - A ver no es que me disgusten ellas, al contrario, parecen ser un encanto de chavalas… pero las normas…
  • Joder con las normas colega, que cabezón eres a veces.
  • No es eso tío! Es que no hace ni dos días que las hemos redactado y ya nos las estamos pasando por el forro de los cojones.
  • Pero quieras o no, en algún momento habrá que hacer alguna excepción, no? - dijo Marc inentando convencerlo.
  • Sí claro! Seguro que pasará… Pero si hay que hacerlo, lo deberemos decidir entre todos, no? Es lo que pactamos en las normas…
  • Y dale con las normas bro! Te repites más que el ajo, joder. No te estoy pidiendo que invitemos a todo el puto barrio, solamente a ellas dos. No creo que a las chicas les importe, se cayeron muy bien…
  • No estoy yo tan seguro de que tu novia opine lo mismo… - dijo Jordi recordando como se puso Noe cuando vió a su colega follandose a Miare cuando salían de las duchas.
  • A que te refieres? - preguntó Marc confundido.
  • Naaa… da igual! A lo que ibamos. Las normas están por algo. Ayer conocimos a las Marias y ya las quieres meter dentro del grupo, ok. Entonces que hacemos con los gemelos? También los metemos?
  • Hombre no es lo mismo…
  • Sí que es lo mismo colega! Y te diré más, que hacemos con todos los del grupo de pajas que vendrán esta noche? Según tu forma de pensar, también los tenemos que meter, no?
  • Venga no exajeres colega! - Marc miró su móvil y se dió cuenta que había colgado. Pensó en Miare, justo le vino la imagen de cuando ella de rodillas le hacía esa felación en la sala de juegos, mientras él la grababa. “Claro, ya lo tengo”, pensó esbozando una gran sonrisa.
  • Que te pasa ahora? - preguntó Jordi observando a su amigo con una gran sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro.
  • Que vengan a grabar!
  • Cómo? Venga ya!
  • Si tío es la excusa perfecta. Les diremos a las chicas que las hemos invitado para que lo graben todo… y si luego pasa algo más… pues bueno, casualidades del destino jeje. - Jordi meditó sujetandose la barbilla al escuchar esas palabras. - Son buenissimas haciendo lo que hacen, a grabar me refiero… ya viste el resultado… además no me negarás que no te gustaría volver a repetir con Masi?
  • Hombre… jejeje. La verdad que tiene un polvazo la jodida.
  • Entonces qué? Las llamo y les cuento todo?
  • Dale cabrón! Llama! - Jordi siguió con la tarea de sacar trastos del local mientras le decía - deberías plantearte seriamente lo de cambiar de trabajo colega, tienes un don innato para convencer a los demás.
  • No me hables de trabajo, que estamos de vacaciones hermano. - contestó riendo Marc mientras marcaba el número de Miare.
El telefóno empezó a sonar en la parte delantera de la furgoneta, Miare escondida, hacía lo imposible por ponerlo en silencio y no delatar su posición. - Apágalo tía! Que nos pillan - le susurraba nerviosa Masi agachada a su lado. - Eso intento Joder! - contestaba la rubia que rebuscaba en su bolso.
  • Miare?… Masi?- dijó Marc asomando la cabeza por el lateral de la furgo, con cara de gran sorpresa. - Qué hacéis aquí? Jajaja
  • Ah! Ho… hola! - contestó Miare aún de rodillas, al mismo tiempo que su amiga escondía la cabeza detrás de su cuerpo, como las avestruzes lo hacen cuando se sienten en peligro.
  • Estábais espiandonos?… jajaja. No entiendo nada. - volvió a preguntar Marc sonriendo alegremente.
  • Qué pasa colega? - Jordi se asomó también y se quedó igualmente sorprendido. - Ostras! Pero que hacéis aquí agachadas?
Las dos rubias se levantaron avergonzadas. Y como dos niñas que han sido pilladas por sus padres haciendo alguna trastada, confesaron lo que había sucedido y que habían escuchado toda la conversación. Luego esperaron alguna reprimenda por parte de ellos dos, que jamás llegó.
  • Entonces me estás diciendo que somos vecinos? Que fuerte! Dónde vives? Desde cuando? - Marc estaba muy contento por volver a ver a Miare.
  • Bueno jejeje… justo delante del mercado. Hace unos dos años más o menos.
  • Ostías en la calle Torres de Baró? No jodas! Marta y yo vivimos al final, llevamos cinco años ya en ese piso. - dijo Jordi sin salir de su asombro.
  • En serio? Me parece super fuerte que jamás nos hayamos cruzado en todo este tiempo. Es imposible que en dos años no nos hayamos visto ni una vez…
  • No tiene sentido tía! Seguro que os habéi cruzaó, pero no os habreí fijado… - añadió Masi.
  • Tu también vives aquí Masi? En el barrio? - pregunto Jordi.
  • Si, hase uno sei mese má o meno, quisá una mijita má que empesé a compartí piso con la amiga. - dijo la andaluza mientras agarraba por la cintura a Miare.
Marc, caballeroso y educado como siempre, les ofreció a las chicas entrar dentro del local y tomar un refresco. Hacía calor en la calle y el barrio ya funcionaba como un domingo cualquiera. Una vez dentro, Jordi y Masi compartían una bebida isotónica muy fría y hablaban animadamente de lo tan inusual que encontraban no haberse cruzado nunca por el barrio. Marc y Miare por su lado parecían más bien dos adolescentes que están descubriendo el primer amor, que dos aldultos bien formados que ya se han visto en cueros.
  • Ha sido un poco bochornoso - dijo ella mientras bebia timidamente el refresco que le habían ofrecido.
  • No te preocupes! Jeje… Esto… estoy muy contento de que seamos vecinos - dijo Marc acariciandose la nuca.
  • Ya… y yo jeje.
  • Seguro que nos hemos tenido que cruzar alguna vez.
  • No creo! - contestó Miare coqueteando.
  • Por qué?
  • Porqué yo me acordaría de tí si te hubiese visto antes.
Los dos rieron como tontos enamorados. Y hubieran seguido así si no fuera porqué Jordi espantó a los pajaritos y corazones de esa particular película de Disney que estaban viviendo, dándole un rudo manotazo en la espalda a su colega. - Seguimos o qué? Queda mucho por recoger…

Las chicas no dudaron ni un momento en ofrecer su ayuda. Pero ellos se negaron a que se pusieran a coger trastos con el calor que estaba callendo. - Ni hablar! - dijo Miare levantando su brazo izquierdo mostrando músculo. - Si somos parte del grupo es a las duras y a las maduras.
  • Si hay que elegí! Yo prefiero las dura! - soltó Masi provocando la risa de los cuatro. Y sin darse cuenta ya estaban trabajando todos juntos.
Con la inesperada ayuda de las Marias, terminaron mucho más rápido de lo que esperaban. Mientras trabajaban en equipo, formando una cadena de trabajo, despejaron el local en un santiamén. Luego movieron algunos muebles de sitio y decoraron el interior rapidamente bajo las instrucciones de Jordi, que al mismo tiempo que colaboraba, dirigía a los demás para que todo quedase cómo él había planeado.
  • Ahora voy pillando de que va todo! - dijo Miare observando el resultado final. - Bueno y ahora qué?
Marc se la quedó mirando embelasado, estaba preciosa. Su cuerpo sudado, el pañuelo rojo atado en su frente, aquellos rizos dorados callendo por su espalda. Podía sentir el amor flotando en el aire.
  • Bueno, tenemos que ir a guardar la furgo en el parking, ir a la tienda de disfrazes a recoger el encargo que hize… - decía Jordi mirando la hora en su reloj. - Y podemos comer algo por el camino si queréis.
  • Y deberiamo pasá por la tienda pa recojé las camara! - añadió Masi saliendo del baño y secandose el sudor con una toalla.
Todos estuvieron de acuerdo y se pusieron en marcha. Marc aprovechó el trayecto en furgoneta para mandar un wasap a su novia, comunicandole que no iria a comer a casa. Cómo en los asientos no entraban los cuatro, llevaba a Miare sentada sobre su regazo, eso complicó bastante la redacción del mensaje.

Le suponía un esfuerzo concentrarse con ella encima. Su perfume se mezclaba con el olor de su cuerpo sudado. Y sentirla pegada a él le hacía flotar como si estuviera embriagado.
  • Pues a mi Jordi no me ha dicho nada! - decía Marta hablando con Noe por teléfono.
  • Va no te rayes! Seguro que se habrá despistado. Estarán liados con lo de esta noche. - contestó. - Oye! Por qué no te vienes a comer a casa? Total para comer solas… qué me dices, te animas?
  • Vale! Me visto y vengo. En diez minutos estoy ahí. Te quierooo…
Al mismo tiempo que las dos amigas comían juntas y pasaban un rato agradable, amenizando la charla con una botella de vino. Guille comía en casa de Laia y Gemma.
  • Me parece muy valiente lo que has hecho colega! - le decía Laia intentando levantar la moral del chabal.
  • Sí… no se! Aunque quiero mantenerme firme en mi decisión, no puedo dejar de pensar en qué voy a hacer ahora… Esto es nuevo para mí!
  • Bueno! Es normal Guillermo. - le dijo Gemma mientras le ofrecía un refresco al chico. - Los cambios asustan. Es lo más natural sentirse así. Pero piensa que no estás solo. - añadió ella sentandose en la mesa y entregandole una gran sonrisa amistosa.
Guillermo intentó sonreir, pero seguía apabullado por lo que acababa de suceder. Se sentía como un refugiado en país ajeno, al que había tenido que acudir escapando de un conflicto bélico.

Nuestro querido grupo de amigos siguió con sus quehaceres diarios, cómo si de un Domingo cualquiera se tratara. Nada más lejos de la realidad. Por su lado Marta y Noe se tumbaron en el sofá, despúes de comer y siguieron charlando a medida que caían un par o tres de botellas de vino más. Laia y Gemma ayudaron a Guillermo a que se sintiera cómodo en su provisional hogar; le enseñaron el piso y le indicaron dónde iba a dormir las siguientes semanas, descubrimiento que por otro lado, alegró mucho a nuestro querido friki. Fran y su gemelo, seguían intentando comunicarse con Guille, no estaban preocupados por él, sinó más bien, estaban desesperados por formar parte de su nuevo grupo de amigos. No hubo manera, el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura.

Por último, las dos Marias y los dos colegas ya habían terminado de prepararlo todo. Y esperaban dentro del local del padre de Jordi a que llegara la hora acordada. Ya faltaba muy poco y los nervios estaban a flor de piel.
  • Cómo me queda? - dijo Miare saliendo del cuarto pequeño con uno de los disfrazes que habían comprado y paseando por delante de los chicos como si fuera un pase de modelos.
  • Mama mia! - exclamó Marc.
  • Creo que me va un poco estrecho no? - decía ella mientras intentaba bajarse la parte de abajo del apretado disfraz de infermera sexy que llevaba puesto.
Marc y Jordi babeaban viendo el cuerpo de la rubia enbutido en ese diminuto disfraz. Esos tacones altos blancos, las medias blancas de rejilla que le llegaban por encima de sus rodillas, ese uniforme de enfermera de una sola pieza que a duras penas consegía tapar su culo y sus tetas y sobre su melena rubia una cofia con una cruz roja.
  • Ufff! Yo creo que te queda como un guante… - comentó Jordi muy cachondo. Haciendo lo imposible por resistirse a sus instintos más primarios.
Masi salió al cabo de poco rato, intentando abrocharse el último botón superior del disfraz por enésima vez. Sus pechos estaban tan apretados dentro que lo volvíeron a desabrochar al momento.
  • Dios Masi! Estás espectacular! - dijo Miare mirando a su amiga.
  • La verdá que sí nena! Imagina que mientra me miraba en el espejo me he puesto cachonda a mi misma…
Los cuatro rieron viendo cómo Masi intentaba andar con esos vertiginosos tacones, no estaba acostumbrada a llevarlos tan altos y parecía que se fuera a caer, tambaleandose a cada paso.

Jordi la ayudó a sentarse enfrente de la mesa de trabajo de su padre, que la habían dispuesto de tal manera para que aparentase ser la recepción de una clínica. - Te puedes poner aquí para ir controlando las cámaras fijas, estarás más cómoda. - le dijo mientras la sujetaba con delicadeza de su apretada cintura y la ayudaba a sentarse en la silla.

El local estaba irreconocible, realmente se sentían orgullosos con el trabajo realizado. Si alguien hubiese entrado en ese momento hubiera pensado que estaban en un hospital. Uno clandestino y turbio, eso sí. Pero un hospital al fin y al cabo.
  • Dónde te duele cariño? - le decía Miare a Marc moviendose sensualmente cerca suyo mientras le pasaba un dedo por el cuerpo. - Dime ‘para’ cuando toque dónde te hace pupa.
  • Eh eh! Relajaros! Qué esto no ha empezado todavía. - exclamó Jordi, al ver lo que estaba sucediendo. Luego miró su reloj y se fué a cambiar.
El timbre del local sonó e instintivamente Marc se dirigió a la puerta para abrir. - Espera colega! - dijo Jordi saliendo del cuarto pequeño disfrazado con un disfraz de doctor de color verde. - Abro yo! - El resto del grupo, que esperaba en la calle, empezó a reir al abrirse la puerta y ver a Jordi disfrazado de aquella manera.

Jordi la ajustó detrás suyo para que no pudieran ver nada del interior. Ya era de noche y la calle estaba bastante vacía. Lo mejor de quedarse en la ciudad durante las vacaciones de verano, era precisamente eso. Parecía más un pueblo que una gran metropolis.
  • Bueno! Bienvenidas a todas y a todos - añadió mirando a Guille. Que sólo, entre tanta mujer, parecía un Sultán con sus preciosas mujeres visitando la ciudad.
  • Pero cariño! Jijiji - rió Marta observando a su novio vestido de doctor. - de que va todo esto?
  • Bueno… a ver… os explico… cuando empezé a pensar en mi fantasía, barajé varias posibilidades. - Jordi hablaba animado enfrente de las demás que ya empezaban a ponerse morbosas, intuyendo por dónde iban a ir los tiros. - Si os soy sincero, se me ocurrieron muuuuuchas ideas guarras y cerdas, jejeje. Pero al final decidí empezar con esta. Bienvenidas a mi clínica. Pasad!
Jordi abrió la puerta y las cuatro chicas y el sultán entraron dentro del local, nerviosas y con ganas de que empezara lo que demonios hubiera preparado la mente calenturienta del doctor.

Marc observaba sonriendo las caras de sorpresa de las chicas, que alucinadas contemplaban como el sucio y destartalado taller se había convertido en una sala de espera de una clínica.
  • Qué hacen estas dos aquí! - exclamó rapidamente Gemma al ver a las dos Marias disfrazadas de infermeras.
  • Las hemos invitado para que graben la sesión! - respondió Marc en defensa de su nuevo amor.
  • Y es necesario que vayan así disfrazadas? - añadió mosqueada Noe apoyando a su ‘amiga’ y señalando a Miare que estaba otra vez demasiado cerca de su novio, cruzando los límites.
Miare sonrió mirandolas desafiantemente. Se sentía poderosa y sexy. Y separandose de Marc se plantó enfrenre de ellas dos, poniendo sus brazos en jarra. - No sé porqué te molesta tanto? A tu novio le encanta!

Jordi puso paz entre ellas tres, poniendose entre medio para que no se mataran a ostias. - Haya Paz! Vengaaaa. - cuando las hubo apartado y consiguió una cierta distancia de seguridad, añadió - Es para dar ambiente, solamente por eso. El vestuario forma parte de la escenografía.
  • Entonces… nosotras también… - insinuó Laia que no podía contener su ilusión.
  • Si claro! Os he dejado los trajes en el cuartillo de atrás. Podéis pasar a cambiaros. - dijo Jordi sonriendo mientras las cuatro amigas empezaron a desfilar. - Guille!
  • Sí! Dime! - contesto el caval que no podía dejar de mirar el cuerpo de aquella enfermera rubia y despanpanante.
  • Le puedes hechar una mano a Masi a acabar de configurar las cámaras, antes de empezar?
  • Claro! - exclamó Guille y dando un respingo se acerco a la otra enfermera que trabajaba detrás del mostrador.
 
Última edición:
Buenas, este capítulo me ha quedado un pelín largo. Así que lo he dividio en dos partes. Si estás en la parte 2, recuerda leer antes la parte 1. O no… jajaja. Eres libre de hacer lo que quieras.
Gracias.

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 11 - Doctor Amor Parte 2


Mientras esperaban a que las chicas acabaran de cambiarse, Jordi andaba nervioso de punta a punta del local, impaciente porque llegasen el resto de invitados. Guille y Masi trabajaban alegremente en la mesa de control y Marc seguía tonteando descaradamente con Miare.
  • Oye tú novia es un poco celosa no? - le decía ella coqueteando. - Lo que no entiendo es lo de Gemma… es que acaso tenéis algo entre los dos?
  • Bueno… es complicado de explicar… jeje - contestaba Marc abriendo un poco el cuello de su camiseta para que entrara algo de aire. Hacía mucha calor ahí dentro o era él?
Miare que gozaba de tener la atención exclusiva de el chico, se enfadó cuando vió aparecer al grupo de chicas disfrazadas en la sala. Sobretodo cuando vió a Noe encajada en ese diminuto traje blanco. Estaba espectacular y se acercaba adando sensualmente y poderosa hacía ellos dos.

Marc no pudo evitar volverse loco. Se separó abruptamente de la rubia y haciendo un gesto con su brazo como si tocara la bocina de un tren a vapor, se acercó a su novia con una gran sonrisa en su cara.
  • Madre mía! Estás… ufff! Cariño… - exclamaba Marc mientras sujetando en alto el brazo de Noe, contemplaba excitado como ella se daba la vuelta completa, mostrando sus encantos.
  • Te gusta amor? - dijo ella mientras se tiraba a sus brazos y apretaba cuerpo contra cuerpo.
  • Que si me gusta? Estás super sexy mi vida… Dios! Creo que me van a tener que encerrar en prisión despúes de lo que te voy a hacer esta noche.
Noe reía mientras besaba apasionadamente a su novio. Y sin dejar de mirar a Miare, que estaba llena de rabia observando detrás como esa perra le había quitado a su hombre, le mostró el dedo anular, alzando con determinación su brazo derecho. - Jo-de-te puta! Es mío - le dijo casi vocalizando, mientras Marc le besaba el cuello.
  • Que tal estoy Marc? Te gusta? - Gemma se acercó llamando la atención del chico.
  • Jo-der! - exclamó Marc mientras se acercaba, sin dejar de agarrar de la cintura a su novia. Noe la invitó a unirse a ellos dos dejandole hueco.
Marc miraba a las dos chicas mientras las sujetaba de la cintura al mismo tiempo. Notaba sus dos calientes cuerpos pegados al suyo. Veía sus pechos sobresaliendo de esos apretados vestidos. Eso debía ser lo más parecido que hubiera al cielo.

Noe y Gemma se miraron y empezaron a reir. Aunque no dejasen de ser rivales por estar enamoradas del mismo hombre, habían llegado a la conclusión de que era mejor unir fuerzas para acabar con Miare. En poco tiempo se había convertido en una gran amenaza y debían hacer lo que fuera para que no ganase la batalla.

Mientras las chicas hablaban entre ellas, comparando como les quedaban los disfrazes y haciendose fotos. El timbre del local volvió a sonar. Jordi abrió levemente la puerta y dijo algo que ninguna escuchó. Luego volvió a cerrar la puerta.
  • Bien! Atended por favor. - gritó dirijiendose a todos. - Me llamo Jordi y esta es mi clínica especializada en sexualidad. - las enfermeras rieron traviesas. - Chicas! Hoy tenemos mucha clientela, así que espero que trabajéis muuuy durooo - las chicas cuchicheaban entre risas, preguntandose excitadas entre ellas cuantos clientes iban a entrar, si serían atractivos y de que tamaño serían sus pollas. - Entonces? Preparadas para darlo todo? - dijo Jordi sonriendo y dando una fuerte palmada.
  • SIIIII Doctor! - gritaron animadas al unisono.
  • Muy bien! Miare tu estarás grabando en recepción, Masi tú llevando las cámaras fijas. Guillermo tu entrarás conmigo en la sala pequeña donde estará mi consulta, con la otra cámara. - Guille asintió, aunque hubiera preferido ser paciente en vez de cámara. Pero bueno, ya sabía que con sus nuevos amigos, las cosas acostumbraban a desmadrarse muy rapidamente.
El morboso doctor, abrió la puerta y en un periquito el local empezó a llenarse de hombres y más hombres. Dos, cuatro… entraban sonriendo y saludando con la mano a Jordi. Seis, ocho… miraban excitados a las sexys enfermeras. Diez, doce… parecía que ningún integrante del grupo de pajas de telekord de Jordi se había querido perder la oportunidad de acudir a esa cita.

Laia intentó contar cuantos había en total. Pero acabó por descontarse. Recordó aquel gag cómico donde un sinfín de payasos salían de un coche minúsculo. Agobiada se acomodaba sus enormes pechos dentro del diminuto y escotado vestido que atraía inumerables y furtivas miradas.
  • Dios Santo! De dónde has sacado tanta gente cariño? - preguntó asustada Marta mientras intentaba tapar su cuerpo de las miradas lujuriosas. Se sentía como una indefensa presa rodeada por una manada de lobos.
  • Son de mi grupo de pajas grupales. - rió Jordi viendo como su novia era deborada por sus amigos. - No tiene algo de poético en el fondo? Es decir, vosotras los espiasteis a ellos masturbandose sin su consentimiento y ahora ellos se podrán vengar mientras les vaciais los huevos, jeje.
El inmeso grupo de chicos empezaron a reir entre ellos, algunos se manoseaban el paquete mirando a las enfermeras, otros soltaban comentarios obscenos o discutían cúal de ellas estaba más buena y se follarían primero.
Noe que aún seguía agarrada a su novio, con su amiga justo al lado, empezó a repasar uno por uno. Algunos sí los reconoció, le sonaban sus caras, pero estaba segura que había muchos más que el día de la paja grupal.
  • Qué os parece? Si no estáis de acuerdo, este es el momento de decirlo. - dijo Marc sujetando aún a las dos chicas de la cintura.
Gemma y Noe, al igual que las demás, observaban asustadas aunque al mismo tiempo excitadas, aquel numeroso grupo de hombres que se notaba, estaban impacientes y deseando que empezara la fiesta. En su mayoria, con un par o tres de excepciones no es que destacasen demasiado por su belleza o sensualidad. Más bien al contrario. Casi todos eran hombres gordos y más mayores que ellas. Desaliñados y poco atractivos. Pero había algo animal en ellos, algo primitivo que las puso muy calientes.

Gemma, que ya había identificado al más atractivo de ellos, fué la primera en dar su consentimiento. Su temperatura corporal iba en aumento y el olor a colonia y a macho, la acabó poniendo muy cerda. Una a una, las demás chicas sucumbieron a la tentación y confirmaron que estaban conformes con la fantasía de Jordi.
  • Cómo imaginaba! Jajaja - rió estruendosamente el doctor. - Perfecto entonces. Yo me voy a ir a mi consulta chicos. Mi vida - dijo dirigiendose a Marta - Tú y Noe venid conmigo, sereis las primeras en atender a los pacientes. - las dos amigas obedecieron felizmente.
  • Nos vemos en un ratito mi vida! - le dijo Noe a su novio dándole un beso en los labios.
  • Laia y Gemma de momento os quedareis en recepción atendiendo a los que estén esperando su turno, recordad ser amables y que no les falte de nada.
  • Entendido Doctor! - dijeron las compis de piso haciendo el saludo militar con una gran sonrisa en su cara.
  • Muy bien chicos! Estáis en vuestra casa. - Añadió Jordi antes de entrar en el cuarto pequeño al fondo del local. - Recordad coger número y dar vuestros datos en la mesa. Nos vemos en un rato. - sonrió y cerró la puerta detrás de él.
El grupo de hombres empezó a descontrolarse, se empujaban y discutían por ser los primeros en ser atendidos. Gemma y Laia agobiadas detrás del mostrador no daban abasto e intentaban imponerse ante los gritos de aquellos cerdos y guarros nehandertales.
Con mucho esfuerzo consiguieron atenderlos a todos, fueron apuntando sus nombes en una libreta y luego les ordenaban que se sentaran en las sillas que Jordi y Marc habían dispuesto en frente del mostrador, cómo si fuera un ambulatorio. Marc fué el último en inscribirse.
  • Hola guapo! - le dijo Laia sentada detrás del mostrador con más de la mitad de sus tetas fuera del escotado vestido. - Nombre?
  • Marc… jeje - dijo él ansiando comerse esos pechos enormes que se movian suculentos mientras escribia su nombre en la lista.
  • Motivo de la visita? - preguntó Gemma mordiendo el lapiz sensualmente.
  • Bueno, verá enfermera… me da un poco de reparo…
  • Tranquilo! En esta clínica somos sumamente profesionales y confideciales - contestó Gemma cruzandose de piernas como Sharon Stone en instinto básico.
  • Está bien - dijo Marc fingiendo que se sentía avergonzado. - Verá mi novia me insitió en que viniera a visitar al doctor… por un problema que tenemos con mi… ya sabe. - dijo casi a punto de empezar a reir mientras señalaba su entrepierna.
  • Oh! Problemas de erección? - preguntó Gemma muy caliente.
  • No no! Para nada… al contrario… es que dice que le hago daño cuando… cuando…
  • Cuando la penetra? - preguntó Laia cachonda que se sentía encantada de poder participar en ese juego tan morboso.
  • Sí! Perdón… es que me da mucha verguenza decir esto… pero es que… ella dice que… la tengo… ya me entienden… demasiado grande.
  • Ah! Entiendo. - dijo Gemma poniendose en pie. - Bueno… puedo darle un pequeño vistazo para ver de que estamos hablando? - preguntó traviesa mientras le indicaba que pasase detrás el mostrador.
  • Cómo?… me hace sentir un poco incómodo la verdad. Preferiria que me atendiera el doctor. - contestó Marc mientras ya se dirigia detrás del mostrador.
  • No se preocupe! Nosotras somos profesionales, es tan solo un chequeo previo, antes de que el doctor lo reciba. - dijo Laia mientras se ponía de rodillas y empezaba a desabrochar lentamente el pantalón de Marc.
Todo el grupo de chicos que hablaban y reían alegramente, enmudecieron de repente y se giraron al mismo tiempo, como una manada de suricatas. No querían perderse detalle de lo que estaba sucedíendo. Por otro lado Masi seguía controlando las cámaras cada vez más caliente y desconcentrada.

Mientras Laia dejaba caer los pantalones de Marc hasta sus tobillos, agarró con las dos manos sus calzoncillos y empezó a bajarlos suavemente, relamiendose los labios y recreandose. Miare ya estaba haciendo un zoom perfecto a la escena, profesional como siempre lo había sido.
  • Vaya! - exclamó Laia de rodillas cuando el rabo de Marc salió disparado de sus calzonillos. El olor a polla la puso muy cachonda. - Pues está usted en lo cierto, es muy grande. Enfermera? Había visto algo así antes? - dijo mirandole desde el suelo directamente a los ojos con su polla a escasos centímetros de su boca.
Miare grabó cómo Gemma, se ponía en cluquillas al lado de su amiga y empezaba a examinar el rabo erecto del chico. Con una mano levantaba su largo y ancho tronco y con la otra palpaba suavemente sus huevos grandes e hinchados.
Marc de pie junto a las chicas, no podía dejar de mirarlas con deseo, su boca abierta, sus ojos grandes como platos. - Es grave enfermera? - dijo preocupado.
  • Bueno! El doctor se lo confirmará… pero… - dijo Gemma sin dejar de sobarle la polla y con unas ganas incontrolables de empezar a mamar. - A simple vista creo que estamos ante un caso de Erectus Indomita. - Laia rió ante la tontería que su amiga acababa de decir.
  • Cómo dice? Enfermera?
  • Espere, dejéme comprobar algo… - Gemma agarro fuerte el rabo de Marc y mirandolo con cara de deseo, empezó a darse golpes con ella en su cara. Laia que eso la puso muy cerda, se acercó pidiendo que le diera a ella también. Su amiga que se sentía generosa, compartió ese rabo enorme y erecto y empezó a frotarselo por la cara.
  • Sí!… madre mía… - gemia Laia que con los ojos cerrados se frotaba la polla de Marc por toda su cara. - Está claro que es Gigantis Indomitus…
  • Erectus Indomita! - corrigió Gemma mientras empezaba a meterse el capullo rojo y caliente de él en la boca.
  • Ufff! - exclamó Marc que ya tenía una mano sobre la cabeza de Gemma y la acompañaba suavemente en sus movimientos. - Y tiene cura enfermera?
En ese momento Jordi abrió la puerta de su consulta y pidió a las chicas que hicieran pasar a los primeros dos pacientes. Cómo Gemma estaba ocupada con los ‘auxilios de primera intervención’, fué Laia quien se levantó y comprobando la lista llamó a los dos primeros pacientes.
  • Por aquí porfavor - les dijo sonriendo a los dos afortunados hombres que empezaron a seguirla hasta la consulta, sin dejar de mirar como se tambaleaba ese culazo al andar. - Aquí tiene la lista doctor. - añadió Laia mientras le entregaba el papel dónde había apuntado por orden de llegada, los nombres de todos los pacientes.
  • Gracias enfermera! - dijo Jordi mientras sus dos colegas entraban en el cuarto pequeño. Las voces femeninas de Noe y Marta se escucharon en el interior dándoles la bienvenida. - Ah infermera! - dijo antes de cerrar la puerta. - Vayan preparando al resto de pacientes.
  • A qué se refiere doctor? - preguntó ella.
  • Tenemos mucho trabajo por delante, así que vayan quitandoles la ropa y adelantando faena… ya me entiende. - Jordi le giñó el ojo y cerró la puerta.

El grupo de salvajes hominidos cachondos entró en jubilo al escuchar esas palabras. Se chocaron manos, exclamaron vitores y empezaron a quitarse la ropa. Laia pasó por delante de Marc y Gemma que seguián a lo suyo, aunque más que una mamada, parecía que Marc se estuviera follando la boca de su compañera de piso. La cofia encima de su cabeza estaba a punto de caerse, mientras el la sujetaba con sus dos manos y con fuertes movimientos de pelvis le metia toda la polla entera dentro de su boca. Masi sentada al lado de ellos dos, seguía monotorizandolo todo, sin perder detalle, aunque su coño mojado estaba empezando a empapar la silla en la que se sentaba.
  • Buenas tardes caballeros! Mi nombre es Laia y soy la enfermera que los atenderá esta noche. - el grupo de hombres esperaban impacientes sentados, completamente desnudos, en las sillas del ambulatorio. - Dejenme ver que tenemos por aquí… mmm…
Nuestra amazona preferida de grandes pechos, empezó a caminar sensualmente por las filas de sillas, con su mano iba acariziando los rabos erectos de los hombres que esperaban. Lo hacía como si estuviera andando por un campo enorme de espigas de trigo; igual que Máximo Décimo Meridio en Gladiator, pero en este caso el campo era de nabos.

Los colegas de Jordi gemían y suspiraban mientras ella pasaba lentamente tocando sus penes erectos. Contemplaban aquella mujer con exageradas curvas pasear tan cerca de ellos, su estrecha cintura, sus anchas caderas, sus enormes tetas que estaban a punto de reventar su uniforme, su vestido iba subiendose cada vez más, con cada paso que daba y lentamente dejaba ver cada vez más su enorme y respingón trasero.
  • Enfermera! - dijo Laia dirigiendose a Gemma. Pero ella no contestaba.
  • Disculpe! Creo que ahora mismo está un pelín ocupada. - contestó sonriendo Marc detrás del mostrador sin dejar de empotrarle la polla hasta su garganta.
  • Bien!, enfermeras Masi y Miare! - gritó ella. - Pueden venir aquí y hecharme una mano?
Las dos rubias se la quedaron mirando sorprendidas. - Anda ves! Yo te cubro… - le dijo Marc a Miare mientras recogía su cámara y seguía grabando.
  • Gracias encanto! - contestó ella no sin antes darle un apasionado morreo e irse con su amiga andaluza hasta la sala de espera.
Marc que dejó que Gemma recobrara aliento antes de seguir chupando, continuó grabando a las tres chicas que sin pensarselo dos veces, empezaron a sobar y a pajear los rabos de los cachondos tiós que no podían estar más felices.
  • Buenas tardes caballeros. - decía Jordi a sus dos amigos que estaban de pié, rígidos y nervisoso, en medio de la pequeña habitación. - Pueden explicarme el motivo de su visita?
  • Hola doctor! Un placer. - Dijo el más atrevido de los dos. Mi nombre es Julio, tengo 54 años y he venido recomendado en busca de ayuda.
  • Ah! Perfecto el boca a boca siempre funciona, verdad? - dijo Jordi sonriendo a Noe y Marta que empezaron a reir, mientras preparaban la consulta.
  • Verá doctor, la cuestión está en que cuando estoy con mi esposa en medio del acto…
  • Sí? - dijo Jordi sonriendo malvadamente, dándole la espalda. Sabía lo que iba a decir su amigo. No porqué lo conociera muy bien, sinó porqué así lo había planeado.
  • Pues… me entran unas ganes enormes de mear.
Noe y Marta se quedaron paralizadas al escuchar eso, imaginando cómo aquel hombre gordo y mayor se dedicaría a dejarlas totalmente meadas. El doctor al percatarse de sus dos caras asustadas, las agarró delicadamente y se las llevó a una esquina de la habitación, apartada de los dos pervertidos que no dejaban de desnudarlas con la mirada.
  • Recordad que podéis decir que no en cualquier momento chicas. - les susurró intentando tranquilizarlas.
  • Tú sabías esto? - preguntó Noe desconfiada, sin dejar de mirar como el viejo se manoseaba el paquete.
  • Yo?… para nada. - mintió Jordi. - Estos tíos son una panda de cerdos pervertidos… Pero no estáis obligadas a hacer nada que no queráis.
  • Yo lo haré! - dijo de repente Marta. Los dos se quedaron sorprendidos y aún más Jordi, que hasta ese momento creía que su novia era la menos puta de las dos.
  • En serio?… - exclamó Noe.
  • Sí! No se… jiji… es algo que siempre me ha dado mucho morbo. Quiero probar…
  • Vale! Pues vamos allá. - contestó su novio, que ya estaba desesperado por verla bajo una ducha de pis.
Guillermo, con su polla dura a reventar. Grababa todo lo que pasaba dentro de la pequeña habitación. El también la queria mear.
  • No se preocupe Julio! Es algo muy normal. - dijo Jordi volviendo a su papel.
  • Ah sí? - Respondió el viejo.
  • Sí por supuesto! Acostumbra a ser más común en mujeres que en hombres, pero no debe preocuparse. Le recomiendo que no se intente contener, si tiene ganas de mear, hágalo. Siempre con su pene fuera de la vagina de su esposa, claro está, sinó le podría provocar una terrible infección.
  • El problema doctor - contestó el viejo gordo. - Es que a mi mujer le da asco.
  • No se preocupe, para eso estamos nosotros. Para ayudar. - Marta asentia detrás de su novio con una gran sonrisa. - Enfermera Marta, por favor, puede acompañar al paciente a su camilla y ayudarlo a desvestirse.
  • Por supuesto doctor. Acompañeme caballero. - Marta agarró tiernamente al hombre del brazo y lo llevó a una de las dos camillas.
  • Bueno! Sigamos… Cuenteme caballero que le sucede? - dijo Jordi dirigiendose esta vez al otro chico. Era más joven y tenia una buena complexión física.
  • Hola Doctor! Me llamo Alex. Y he acudido a usted porqué tengo dudas acerca de mi sexualidad… - Noe dió un respingo al escuchar esas palabras.
Aunque Jordi había planeado que la lluvia dorada sería para Noe, mientras él y su novia se follaban a Alex. Iba tan caliente que ya le daba todo igual. Que tenia que compartir el rabo de su colega con Noe? Pues adelante. Ya ves tú qué problema.
  • A qué se refiere jóven? - preguntó Jordi mirandole el paquete.
  • Siempre he consumido mucho porno, pero últimamente me gusta más el porno homosexual que el convencional. Me gustaría salir de dudas… - contestó Alex, lleno de lujuria. Aunque todos los dialogos estaban preparados, no estaba mintiendo. Con los años había pasado por todas las fases; primero hetero, luego curioso y al final bisexual. Fué precisamente este, el motivo que lo empujó a entrar en el grupo de Telekord.
  • Bueno… ha acudido usted al lugar indicado. - sonrió Jordi acariciandose su duro rabo. - Enfermera Noe, acompañe al paciente a su camilla y empieze con el tratamiento, en nada me uno a ustedes.

Noe sentó al chico en la camilla y empezó a sacarle la ropa. ‘No está nada mal’ pensó mientras se quedaba desnudo. - Empezamos? - Noe sintió el rabo duro de Jordi entre sus nalgas, se giró y vió que ya estaba totalmente desnudo. Mientras ella empezaba a pajear la polla del chaval, él la iba desnudando lentamente. Alex se puso duro al instante. Más cuando el uniforme de la enfermera cayó al suelo y vió que no llevaba ropa interior.
Noe se inclinaba para empezar a mamar la polla del chico, y se puso muy caliente. Era jóven, guapo y con un cuerpo tonificado. Estaba depilado y su polla era grande y ancha. En cuanto notó que Jordi, detrás suya y de rodillas, le habría las piernas y empezaba a chuparle el coño, ya no pudo parar. Miró al chaval a los ojos y empezó a mamar como si no hubiera un mañana.

Marta no tuvo tanta suerte. En la camilla de al lado observaba a sus amigos follar mientras pajeaba al hombre gordo, peludo y mayor, que gemía como un cerdo, tumbado y desnudo encima de la camilla.
  • Acuerdese de avisarme, cuando le entren ganas de mear. - decía ella mientras agarraba su polla con ambas manos. Debía reconocer que aunque no fuera, precisamente, su tipo de hombre; estaba muy bien dotado. Supongo que Dios aprieta, pero no ahoga.
Guillermo por su lado sentía que había agujereado su ropa interior. Estaba salidíssimo y hacía un esfuerzo sobrehumano por no dejar de grabar.
  • Enfermera por favor. - Dijo el hombre gordo tumbado en la camilla.
  • Dígame… - dijo Marta que estaba empezando a estar muy mojada.
  • Me ayudaría mucho si primero, usted, se mea encima de mi pecho.
Marta ya había alcanzado el punto de no retorno. Así que se quitó el uniforme dejando su cuerpo desnudo, libre por fin de aquella cárcel de tela.
Con cuidado de no lastimarse por esos malditos tacones, se puso encima de la camilla y dejó caer su peso sobre la barriga del viejo. - Se puede frotar un poco? - pidió el viejo muy cachondo. Sin dudarlo, ella colocó su coño encima de la polla erecta del gordo y empezó a frotarse como una perra en celo. Estaba tan mojada que enseguida lubricó toda la pelvis de él. Muy cerca Guillermo grababa con una mano mientras con la otra empezó a masturbarse.

En la otra camilla la escena no podía ser más caliente. Noe estaba sentada y abierta de piernas en el cabezal de la camilla, entre sus piernas la boca de Jordi lamía su clitoris como un perro obediente. Ella se puso muy cachonda viendo la expresión de su cara, que pasaba del dolor al placer constantemente. Detrás de él, Alex le follaba el culo salvajemente mientras le daba cachetadas en las nalgas.

Guillermo, fuera de control ya se había desecho de su ropa y andaba en camiseta y sin nada en la parte inferior, grabando como un loco toda la follada. Tantos años viendo porno como un adicto pajillero, le ayudó a que supiera muy bien que planos debía grabar. Se arrodilló y grabó de cerca como el enorme pene de ese chaval entraba por el ojete de Jordi. Sus pelotas rebotando contra las de él con cada empotrada que le daba.
  • Guille ven! - dijo Noe jadeando. - Graba desde aquí!
Guillermo se acercó al cabezal de la camilla dónde ella estaba. Agarró un taburete y se subió encima sin dejar de grabar. En cuanto Noe tubo cerca el gigantesco rabo del chabal. lo agarró y empezó a chuparselo mientras hundia más la cabeza del maricón de Jordi en su coño.
  • Ooooh dios mío! - gritaba Marta mientras observaba lascivamente como se follaban a su novio por la puerta de atrás. Llevaba rato frotandose contra el duro rabo del viejo y acariciando su clitoris. - Me meo joder! - gritó muy fuerte.
  • Oooh siii zorra! - contestó el viejo. Échamelo en la la cara!
Ella se levanto y mientras se ponía en cuclillas encima de la camilla con las piernas abiertas y sin dejar de frotarse el clitoris. Empezó a mearse por encima de él sintiendo duros espasmos corporales, gritando de placer, sus piernas temblando. Fué un milagro que no callese de la camilla.

El viejo que abrió la boca para recibir la gran meada que la enfermera le estaba entregando, se masturbaba muy rápido mientras los chorros le salpicaban en la cara. Estaba a punto de llegar.
  • Dios tía! Que puta que eres! - gritaba Noe a cuatro patas encima de la camilla. Había imtercambiado los papeles con Jordi. Ahora ella es quien recibía los pollazos de Alex, que no le importaba si tenía un hombre o una mujer delante, siempre se los follaba por el ojete.
Jordi, aún con el culo dolorido le comia los huevos a Guillermo mientras lo pajeaba. El chaval seguía de pié encima del taburete con su rabo a punto de explotar. Aunque hubiera preferido que hubiera seguido Noe, estaba tan cachondo que ya le daba todo igual. Además debía reconocer que no sabía quien de los dos la chupaba mejor.
  • Estoy listo! Me corro- le dijo el viejo con la cara totalmente meada a Marta. Que por su parte seguía masturbandose con las piernas abiertas, mientras frotaba su culo conta la polla de él.
Al oir la señal, Marta bajó de la camilla con la ayuda del paciente. Se puso de rodillas en el suelo, puso sus manos detrás de su eslpada y abrió la boca. Se ponía muy guarra cuando hacía eso y más cuando notaba que los hombres se ponían burríssimos cuando lo hacía.
  • Así putita! Abre la boquita! - decía el cerdo del viejo mientras le sujetaba la barbilla y se pajeaba como un animal a escasos milimetros de sus labios. - Te gusta eh! Madre mía… eres una guarrilla. Quieres polla?
  • Sí señor! - asentia ella con voz infantil y mirandole a los ojos con carita de niña buena.
  • Quieres polla? Dilo… venga… - el viejo le dió un cachetazo en el moflete. Marta se estremeció de placer. No entendía el porqué pero se ponía muy cachonda cundo la dominaban y la trataban como un objeto.
  • Sí señor! Quiero polla… - Marta empezó a ahogarse mientras el pervertido del viejo le metia todo su rabo dentro de la boca. Sintió como le llegaba hasta la garganta.
  • Oh Dios! Tragatela entera puta! - gritaba el viejo mientras le tapaba la nariz y miraba lascivamente como la novia de su colega empezaba a ponerse roja a causa de no poder respirar y las bofetadas que le seguía dando.
  • Mmmmmf… - Marta intentaba decir algo, pero no podía.
  • Que dices putita? - preguntó el viejo sacando su rabo lleno de babas de la boca de ella.
  • Quiero que me mees! Por favor…Ahora… - suplicaba desesperada mientras notaba que se volvia a correr.
Al mismo tiempo que Marta se corría bajo la ducha del caliente y mal oliente orin del viejo, y la posterior crema corporal proviniente de sus pelotas. Noe y Jordi de rodillas, juntaban sus bocas para recibir la corrida de Alex. Aunque bisexual, se enfocó más en su colega que lo miraba desde el suelo con su cara totalemente cubierta. Luego Noe empezó a lamerle la cara y a besarlo mientras sonreían excitados y cubiertos de lefa.

Cuando al cabo de un rato Jordi abrió la puerta de la consulta. Comprobó que en la sala de recepción la cosa estaba igual de calientes. Todo se había desmadrado. Se sintió orgulloso al contemplar lo que había logrado. Una orgía de dimensiones inmensas. Todos desnudos, dejandose llevar por el pecado y la lujuria. Marc sentado en la silla del mostrador, lo miró y sonrrió mientras se follaba en exclusividad a Gemma, que encima suyo lo cabalgaba como una experta jinete. Parecía que estuviera empeñada en romper la silla con su enorme culo.

Detrás de ellos observó a Laia luchando sola contra cinco y pensó que era una gran guerrera ya que parecía ir ganando. Mientras se los follaba a todos a la vez, a su alrrededor un grupo de hombres se peleaban por sobar sus tetas enormes, cómo si hubieran creado un culto pagano. Al mismo tiempo, las dos Marias trabajaban en equipo intentando que ninguno de sus amigos dejara de estar bien atendido.

Jordi estubo a punto de dejarse llevar y juntarse a ese desenfreno satánico. Había tantos rabos erectos, culos, saliba, gemidos… era una auténtica batalla campal. Pero aún era demasiado pronto para la sorpresa final, esto acababa de empezar.
  • Un poco de orden por favor! - gritó varias veces hasta que consiguió pararlos. - A ver… los siguientes son…
Poco a poco y en orden, fueron entrando todos en la consulta del doctor. La puerta se habría y cerraba constantemente, los hombres entraban nerviosos y empalmados. Al cabo del rato salían relajados y con sus rabos flácidos. Pero al poco tiempo volvián a entrar en acción en la sala de espera que no bajaba en ningún momento su intensidad.
  • Podéis continuar o hacemos cambio? - preguntaba Jordi a las chicas cada vez que alguien salia.
Noe y Marta negaban con la cabeza. Podrían haber aguantado perfectamente a los veinti tantos tíos que estaban esperando por entrar. Incluso hubieran estado dispuestas a que repitieran todos, varias rondas incluso. Pero el doctor insistió en que sería positivo que las demás también tuvieran la oportunidad de probar la experiencia. A regañadientes aceptaron y tanto Gemma, Laia, incluso las dos Marias, pudieron disfrutar de las guarradas que sucedían en esa pequeña y depravada consulta médica.

Podríamos estar siglos contando todas las perversiones que sucedieron aquella noche. Pero no, tan solo diremos que tanto ellas como ellos, probaron cosas que nunca habían probado. Todos los chicos tuvieron la oportunidad de pasar, al menos, tres veces por la consulta de Jordi. Algunos querían repetir lo mismo pero con otra chica, a otros se les ocurría una nueva guarrada. Al final ya no había ni lista, a la que el doctor abria la puerta dejando salir a dos, entraban dos nuevos. Sin descanso.

‘Doctor, no me puedo correr sin que me coman el ojete’ - dijo un paciente. ‘Por favor Doctor, estoy obsesionado con que una mujer me folle por el culo’ - dijo otro. ‘Siempre he deseado follarme a cuatro chicas a la vez’, ‘Necesito comer polla urgentemente’, ‘Busco una mujer para practicar la doble penetración’, ‘Quiero una paja con el culo’, ‘Yo y mi amigo queremos que el doctor nos chupe las pollas a la vez’.

Tanto las enfermeras como Jordi no daban abasto. Ya no sabían dónde empezaba su sudor y donde acababa la lefa de los hombres. Ellas alucinaban con las ocurrencias de cada paciente e intentaron cumplir obedientes todas y cada una de sus peticiones. Siempre bajo la supervisión de Jordi, que no recordaba una noche mejor en su vida.
  • Creo que Jordi se ha comido más pollas que yo, esta noche… jajaja - le decía Miare a Marc mientras se fumaban un cigarro fuera del local, descansando un poco.
  • Jajajaja! Vaya locura de noche eh! - dijo él riendo a carcajadas.
  • Ya te digo ajajaja. Sabes que tu novia ahora mismo está haciendo un duo lésbico con Gemma, mientras diez tios se pajean a su alrededor?
  • Ufff! Que morbo… eso tengo que verlo. - dijo Marc mientras terminaba rápido el pitillo.
  • Espera un momento… - dijo sujetandole del brazo.
  • Dime rubia. - contestó Marc que tenía mucha prisa.
  • Tú… la quieres? - preguntó dubitatiba.
  • A Noe dices? Pues claro que la quiero. Es el amor de mi vida. - contestó imaginando como su novia, rodeada de pollas, compartia un consolador enorme con su amiga.
  • Deja de pensar con el rabo por un momento… la quieres de verdad o no? - volvió a preguntar Miare.
  • Rubia! Ya te he dicho que sí! Por qué insistes? - conestó él acariciandole su pelo.
  • Y qué hay de mi? - preguntó mirandole a los ojos.
Marc dudó. No era el momento de hablar de sentimientos, no le apetecía ahora. Solo queria disfrutar del sexo, de lo carnal. Quería ser primitivo y visceral.
  • Te lo pregunto, por qué creo que… yo… te quiero. Pero querer de verdad, no cómo lo que tenéis tú y Noe. - añadió Miare ante la no respuesta de él.
  • Verás rubia… - Marc resopló. Por qué las mujeres tenían que complicarlo todo tanto? - No sé que decirte… la verdad.
  • No hace falta que digas nada, ya lo has dicho todo - dijo ella ligeramente mosqueada mientras tiraba el cigarro a medio acabar y lo pisaba en el suelo.
  • Espera… espera joder! - Marc que se sentía mal, evitó que la chica entrara de nuevo en el local poniendose entre ella y la puerta. - No es fácil para mí sabes?
  • El qué no es fácil? - preguntó ella seriamente.
  • Todo esto!… llevo muchos años con Noe, y sí!, no ha sido la típica historia de amor perfecta e idílica que nos enseñan a todos desde pequeños. - Marc se sinceró bajo la atenta mirada de la preciosa rubia. - Hemos pasado momentos complicados… muy complicados la verdad. Pero… seguimos juntos y eso dice mucho de una relación… Espera un momento - volvió a decir bajo la insitencia de entrar de Miare que no quería que él viera como le rompía el corazón.
Mientras ella lo miraba profundamente con sus lágrimas a punto de brotar, él volvió a sentir, por un breve momento, algo dentro suyo que hacía tiempo no sentía por otra persona. - Oye! Yo… es solo que… estoy confundido, vale? Hace solo dos días que has aparecido en mi vida y ha sido suficiente tiempo cómo para que me hagas dudar sobre ciertas cosas…
  • Qué cosas? - contestó Miare recuperando un poco la ilusión.
  • Venga Maria! Ya sabes de lo que te estoy hablando… - se resistió Marc. - Seguro que lo has notado…
  • Por supuesto que lo he notado, pero necesito que me lo digas… - Miare dejó correr una lágrima.
  • No sé… hacía tiempo que no me sentía así con otra mujer, sabes?
  • Dilo… - dijo ella acercando sus labios carnosos a los suyos.
  • Creo que… yo también te quiero.
Los dos se fundieron en un apasioando beso, largo y húmedo mientras se agarraban del cuello, cómo si quisieran evitar que nadie los pudiera separar jamás. Sus pulsaciones aumentaron de repente, sus sentimientos a flor de piel. Mientras Noe follaba a escasos metros, él se enamoraba locamente de nuevo.
  • Marc? Colegaaa? Alguien ha visto a Marc. - Jordi gritaba desde dentro del local.
  • Ey! Aquí estoy! - contestó él mientras entraba dentro agarrado de la mano de Maria.
  • Venga colega! Vamos a hacer la ceremonia de final de fiesta! Jaja - gritó Jordi emocionado entre aquel tumulto de sexo y cuerpos desnudos.
Noe apareció desnuda por en medio del gentio. - Amooor.. dónde estabas, te he estado buscando! - gritaba apartando espaldas, culos, tetas y pollas. Se abalanzó sobre su novio sin darse cuenta de que él seguía agarrado de la mano de la rubia.
  • Hola cariño! Jaja - dijo Marc mientras su novia colgada a él como un Koala, le daba besos e intentaba quitarle la camiseta. No podía parar, quería más, toda la noche, sin parar.
  • Dice Jordi… - seguía diciendo Noe sin dejar de darle besitos. - Dice que vamos a terminar ahora.. - más besitos mientras Maria le apretaba la mano cada vez más fuerte. - Tu que crees que habrá preparado?… eh?
Noe se dió cuenta de que Maria estaba justo detrás de él mirandola con cara de pocos amigos. Marc fué lo suficientemente rápido como para soltarse de su mano, antes de que su novia lo notara.
  • Vamos loca! - dijo Marc alejandose con ella desnuda aún encima suyo. - Creo que tenemos tiempo de echar otro antes de que esto termine… qué me dices?
  • Qué que digo?… Gemmaaa! Dónde estás?
  • Aquíiii! - contestó su amiga que se limpiaba el cuerpo sudado con una toalla.
  • Necesito ayuda con este potro desbocado! - dijo riendo Noe. Y mientras desaparecía por la puerta de la consulta, tuvo tiempo para mirar a Maria de forma desafiante.
La rubia ni se inmutó. Al contrario, rió victoriosa. Sabía que aquella batalla, justo acababa de empezar; pero ella, almenos, no necesitaba ayuda para conseguir lo que deseaba.

Jordi esperó el tiempo necesario para que todo se calmase levemente. La gente estaba desatada, nadie grababa, todos estaban sumidos en un extremo frenesí colectivo. Esperó pacientemente a que Gemma, Noe y Marc terminasen el trio y salieran de la consulta. Y entonces se dirigió a todo el grupo de cuerpos desnudos y sudorosos con su discurso de fin de fiesta.
  • Bueno, cómo os lo habéis pasado? - dijo sonriendo.
  • BIIEEEEN!… ha sido la ostia… brutal hermano, para cuando la próxima? - contestaron todos y todas a la vez, atropelladamente, mientras lo rodeaban en círculo, coreando su nombre.
  • Vale… vale! Jajaja. Ya está bien. Bueno… Me alegro de corazón que haya sido todo un éxito. De verdad. - con la mano en el corazón se dirigió a las chicas. - Sobretodo y lo primero, quiero daros las gracias a vosotras, que habéis estado espectaculares. Un aplauso para nuestras sexys y calentorras enfermeras, jajaja.
Todos aplaudieron emocionados y agradecidos. Mientras las chicas sonreían encantadas, incluso Laia se atrevió ha hacer varias reverencias, como si fuera una actriz de teatro. - Me encanta esta chiquilla! - gritó Masi abrazandola por la espalda.

Muchos de los hombres allí presentes no habían sentido el calor de una mujer durante muchos años. Algunos incluso dispuestos a pagar, llevaban siglos sin follar. Y ellas por su parte habían disfrutado como locas de aquellos salvajes e insaciables gorilas. Ya sabeís que dicen de los gordos y de los feos. Que somos muy buenos amantes; pues siempre que pillamos cacho, pensamos que será la última vez.
  • Bien! Lo segundo quería dar las gracias por hacerme pasar una noche tan maravillosa. Hacía años que no me corría tan a gusto, ni tantas veces… jajaja - todos estallaron en risas, excepto Marta. - Y por último y ya no os doy más el coñazo. Voy a pedir a las chicas un último favor, que vengan aquí al medio y se pongan de rodillas para el fin de fiesta.
Los hombres empezarón a ponerse nerviosos de nuevo. Se empujaban para coger el mejor sitio, mientras las chicas apretadas entre esos cuerpos sudorosos que olían a polla y lefa se miraban entre ellas, esperando a que una diera el primer paso. Al final fué Marta la que se atrevió. Entre vitores y celebraciones, incluso algunos chicos empezaron a gritar ‘M.V.P, M.V.P, M.V.P’, las demás chicas la siguieron.

Cuando Marta se puso de rodillas, lanzó una mirada asesina a su novio por el desprecio involuntario que le acababa de hacer. Pero Jordi no se percató de nada, estaba demasiado concentrado gritando ‘M.V.P.’ junto a sus amigos como si fuera un hooligan en las finales de conferencia de la NBA.
  • Eeeh! Nada de cámaras ni moviles! - dijo provocando un colectivo ‘ooooooh!’ - Tan solo las oficales! - dijo mirando a Guillermo y Marc que ya estaban grabando.
  • Vamos chicos! A qué esperaís? - dijo Laia sujetando sus dos enormes tetas y abriendo la boca ampliamente.
Todos empezaron a masturbarse alrrededor de las chicas. Ellas mientras miraban hacia todos lados muy excitadas, solo véian pollas y huevos moviendose por todos lados. Cuando un chico se iba a correr, se acercaba a su favorita y le llenaba la cara de lefa. En pocos minutos las chicas estaban rodeadas de rabos escupiendo lefazos, de dos en dos, de tres en tres. Marta llegó un momento en que no se le véia ni los rasgos de la cara.
  • Joder! Sujeta esto un segundo… - dijo Marc entregandole la cámara a un tío que estaba a su lado, cuando notó que estaba a punto de llegar. Mientras se acercaba a las chicas vió como Noe se ofrecia abriendo su boca y sonriendo, pero a su lado estaba Miare haciendo exactamente lo mismo. Se puso nervioso sin saber que hacer.
  • Eh hombretón! - dijo Laia con la cara llena de lefa, moviendo sus tetas alegremente. - Por qué no descargas sobre estas?
Marc aliviado, se abrió bien de piernas y gruñiendo como un animal herido, descargó una gran lefada sobre las enormes tetas de Laia, que sonriendo de placer, recogia el semen de sus pechos y se lo metía en la boca.

Uno a uno fueron terminando. Y después de que las chicas se limpiaran y todo el mundo se vistiera; estuvieron un largo rato más conversando animadamente, mientras compartían cervezas y recordaban los momentos más top de la noche.
Poco a poco los amigos de Jordi se fueron largando. Aunque algunos tuvieron que ser desalojados, en el momento en que empezaron a hacerse pesados. Cuando el grupo se quedó a solas ya solo pensaban en irse a casa y descansar. Estaban realmente agotados.
  • Bueno que os ha parecido? - preguntó Jordi con curiosidad.
Todos estuvieron de acuerdo en que, de momento, esa había sido la mejor fantasía. Es cierto, que tampoco tenían mucho dónde elegir.
  • Bueno! Tampoco hace falta comparar… - dijo Guillermo en tono disgustado.
  • Hay precioso! La tuya estubo muy bien también. - consoló Marta al chaval mientras le daba unos besos en su rechoncha mejilla.
  • Entonces… quien es el siguiente? - preguntó Marc.
  • La siguiente colega! - dijo Jordi revisando su móvil.
  • Exacto! Es mi turno - dijo Laia muy animada. - Lo váis a flipar… jajaja.
El grupo acordó dejar unos días de descanso, por varios motivos. El primero y más importante es que llevaban un ritmo muy accelerado y ya empezaban a estar físicamente agotados. Necesitaban descansar y reponer fuerzas para volver totalmente frescos a la próxima quedada.

El segundo motivo era que, aunque todos estuvieran de vacaciones, las dos Marias aún debían trabajar hasta el míercoles para empezar las suyas. Con lo que no podrían asistir a las quedadas - Pero entonces ya forman parte del grupo? - preguntó Gemma.
  • Bueno. Ahora que estamos todos es un buen momento para votar! - sugirió Jordi que en un momento repartió papelitos y lápices a todos los integrantes originales. - Ok! Entonces tenemos cinco votos a favor y dos en contra. Bienvenidas oficialmente al grupo chicas! - exclamó Jordi despúes de la votación anónima.
No creo que haga falta deciros de quien fueron los dos votos en contra; todos lo sabemos perfectamente. Siete personas lo celebraron entre aplausos y vitores, dos lo hiceron fingiendo y a desgana.
  • Gracias chicos! Es un placer formar parte de vuestro grupo - dijo Miare sonriedo.
  • Nuestro Grupo! - corrigió Marc devolviendole la sonrisa.
  • Jajaja… correcto. Por cierto Guillermo, en cuanto quieras, quedamos y acabamos de editar el video de hoy. - añadió Miare mientras Guille asentia alegremente.
El último motivo y el que más jodió a Marc fué que debía ayudar a su amigo a dejar el local tal y como estaba por la mañana. No había nada que odiase más que trabajar, bueno sí, trabajar estando de vacaciones. Pero los colegas están para eso, para lo bueno y para lo malo, verdad? O diciendolo de otro modo más preciso, están para comerle el coño a la novia del otro y para cargar y descargar trastos.
  • Una cosa! - dijo Gemma que llevaba un tiempo meditando algo. - Mientras esperamos hasta el míercoles, podemos empezar con mi fantasía.
El grupo se negó a que ella se colara. - Gemma, eres la penultima en la lista… - le reprochó Jordi. - No es justo que te quieras adelantar a los demás.
  • Esperad… esperad! - dijo ella calmando a los demás. - Mi fantasía no requiere que quedemos todos juntos y a algunos os puede llevar algo más de tiempo conseguirlo…
  • Conseguir el qué? - preguntó Noe con curiosidad.
Mientras Gemma explicaba su fantasía, el resto del grupo la miraban sorprendidos. Sabían que era perversa, pero aún no conocían hasta donde era capaz de llegar. La idea, no obstante, les pareció muy caliente y arriesgada, con lo que todos acabaron aceptando sin pensarlo mucho.
- … y recordad! Quiero pruebas, así que deberéis grabarlo todo. - finalizó Gemma que sonreía diabolicamente.

Continuará…
 
Última edición:
Bueno gente! Parece ser que la musa de la inspiración me ha visitado y este fin de semana estoy escribiendo un huevo. No es mi intención agobiaros, pero ya tengo otro capítulo terminado y estoy empezando el siguiente. Os recomiendo que antes de leer, aseguraros de dónde os quedasteis la última vez para no perderos detalle de la trama. Un abrazo!

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 12 - Vacaciones Santillana


Mal de muchos, consuelo de tontos. Creo que es el mejor refrán para definir el primer Lunes de tus vacaciones. A Marc le gustaba dejarse el despertador puesto, aunque no tuviera que ir a trabajar. Dejaba que sonara, se levantaba de la cama y se vestía como si fuera un lunes cualquiera. Pero antes de salir de la habitación se decía para sus adentros ‘Hoy no!’ y desnudandose se volvía a meter en la cama para seguir durmiendo.
  • Amor, eres consciente que esto que haces es muy raro? - dijo Noe sonriendo, entrando en la habitación recién duchada.
  • Por? - dijo él medio dormido tumbado en la cama. Mientras ella se ponía su ropa de correr.
  • Hombre… porqué directamente podrías apagar el despertador y dormir hasta más tarde. - contestó subiendose los estrechos y ceñidos leggins.
  • Pero entonces no tiene gracia! - Marc ocupaba toda la cama, tirado como si fuera ‘El hombre de Vitruvio de Da Vinci’ - Es una forma de engañar a mi cerebro. Le digo: ‘eh! Yo tengo el control sobre mi vida, puedo decidir. No soy un esclavo’

Noe sonriendo, se agachó para decirle adiós al loco de su novio y salir a correr con Marta. - Ven aquí! - Marc la agarró y empezó a besarla mientras acariciaba todo su cuerpo, los dos revolcandose en la cama.
  • Venga cariño, que Marta me espera… - reía Noe feliz mientras lo besaba con dulzura. - Eh fiera! Sooooo… - dijo ella al notar que el juego se estaba poniendo serio.
  • Uno rapidito venga! - susurró Marc acariciando todo la silueta de su novia.
  • No no no… - contestó Noe moviendo su dedo. - Nada de rapiditos. Te esperas a que vuelva de correr y luego nos metemos en la ducha juntos? Qué me dices?
  • Me parece perfecto! - Marc se dejó caer encima del colchón y siguió durmiendo placenteramente, pensando en toda la gente que debía estar currando mientras él hacía el vago en su cama. Mal de muchos…
A pocas manzanas de él, en casa de Laia y Gemma. Guille abrió los ojos. Se sentía confundido y extraño por despertarse por primera vez en toda su vida y no ver el póster de Luke Skywalker blandiendo su sable láser. Movió ligeramente la cabeza extrañado. ‘Dónde estoy?’ Se preguntaba.

Necesitó de unos minutos, mientras sus conexiones neuronales empezaban a funcionar, para recordar que ahora compartía piso con sus dos amigas. Sonrió felizmente y volvió a acurrucarse contra el cuerpo de Laia. De repente, le entraron unas ganas terribles de mear.

‘Mierda’ pensó para sus adentros. Laia lo abrazaba mientras respiraba fuertemente sobre su oreja, totalmente dormida. Él estaba inmovilizado, aquella amazona lo retenía contra sus enormes pechos. Intentó levantar suavemente su brazo para poder salir, pero ella volvió a agarrarlo y arrastrarlo hacía su cuerpo. Guille se sentía como un pequeño oso de peluche.

Con gran esfuerzo, por ser cortés evitando despertarla. Al fin, pudo escapar de su poderoso abrazo. Y mientras se rascaba los huevos salió de la habitación intentando recordar dónde estaba el baño.
  • Bon día! Al fondo a la derecha! - dijo Gemma que pasaba por el pasillo, endormiscada.
  • Gracias. - contestó bostezando Guille. Luego se giró y la contempló mientras entraba en el otro dormitorio. Tan solo llevaba una camiseta de tirantes y unas braguitas.
Tuvo que concentrarse por no mear fuera de la taza, pues tenía una erección de caballo. Ya no pensaba en su madre, ni extrañaba su cueva. Ahora vivía con dos mujeres que se paseaban por casa en ropa interior. Sonrío y empezó a ducharse mientras silbaba.
  • Bon díaaaa! - Laia entró en el cuarto de baño, se bajó las bragas y se puso a mear. - Qué? Cómo has dormido?
Guille se tapó la entrepierna, por instinto. A través del cristal de la ducha miraba asustado a la amazona que con sus bragas por las rodillas, lo miraba sonriendo desde la taza del váter. - Venga Guilleee! Pero si ya te la he visto mil veces. - reía Laia ante la reacción del chaval. Luego cogió un trozo de papel, se limpió y cuando Guille ya pensaba que iba a dejarlo solo; ella se quitó las bragas y la camiseta y entró desnuda en la ducha.
  • Pásame el champú… - dijo ella completamente mojada. - No! ese no cariño, el del medio… no!, eso es acondicionador, el verde… ahí está. Gracias.
Guille seguía tapandose la entrepierna, aunque ya era imposible evitar que se notara su erección. - Es que no te habías duchado nunca con una mujer? - dijo sonriendo Laia con todo su cuerpo lleno de espuma. Él negó tímidamente con la cabeza.
  • Pues ya te puedes ir acostumbrando - rió Gemma que desnuda entró también en la ducha. Laia le dió los buenos días acompañado de un piquito en los labios.
  • Hay que ahorrar agua cariño! - dijo la amazona, mientras dejaba pasar a su amiga debajo del chorro.
  • Exacto! Hay que ser ecológicas… - añadió Gemma riendo con el agua resbalando por su curvilineo cuerpo.
Las dos chicas reían, mientras Guille no sabía dónde ponerse para no rozarse con nadie. Al final se armó de valor y rompió el silencio. - Lo hacéis siempre esto? Es cómo una tradición? - Ellas rieron sin contestar. - Bueno… jeje. Allá dónde fueres…
  • Así me gusta precioso! - las chicas lo celebraron. - Y no te preocupes, solo es una ducha…no tiene porqué passar nada.
Mentirosas…

Noe y Marta corrían por el barrio dirección al Paseo de Martín Ocaña. Sin duda era el mejor lugar para hacer deporte, era amplio, peatonal, había muchos árboles que daban sombra y además tenía varias instalaciones públicas para deportistas; con lo que se podrían alegrar la vista viendo a los hombres sudar y hacer deporte.
  • Ha dicho algo Gemma? - preguntó Marta jadeando sin dejar de correr.
  • Que yo sepa no… - contestó su amiga, secando el sudor de su frente.
  • No sé tía! Me da un poco de miedo. A tí no?
Las dos chicas pasarón por delante del Ciber aminorando el paso, sonriendo y saludando a su grupo de admiradores que desde dentro les devolvían el saludo, felices y embelasados.
  • Para nada… - contestó Noe volviendo a accelerar. - Tía! Aunque se le fuera la olla a saco, la última palabra la tienes tú. Recuerda que siempre te puedes negar…
Marta seguía corriendo al lado de su amiga mientras recordaba lo que dijo Gemma la noche anterior. ‘Os voy a poner deberes’ empezó diciendo. ‘Y serán diferentes para cada uno, con lo que no podréis copiar’.

Habían llegado ya al paseo y ya estaban empezando a levantar pasiones. Gran culpa de ello lo tenían sus leggins ajustados que contorneaban y realzaban sus preciosos cuerpos. Noe sonréia y miraba descaradamente a cualquier hombre fitness que estuviera sin camiseta.

Llegaron hasta el final de Martín Ocaña, muy cansadas y sudadas. Así que, se detuvieron para beber agua, comprobar pulsaciones y recobrar un poco el aliento. - No le des más vueltas tía! - dijo Noe ante la cara de preocupación de Marta. - No creo que vaya a putear!
  • Hablando del rey de roma! - dijo Marta mostrando su móvil, mientras su amiga se hidrataba en una fuente pública. Levantó la cámara, enfocandola a su cara como si fuera a hacerse un selfie y contestó - Holaaa a todos!
Gemma había iniciado una videollamada en grupo y saludaba alegre y ‘relajada’ mientras detrás suyo estaban Guillermo y Laia, los tres con el pelo mojado. Poco a poco todos se fueron uniendo. Marta y Noe sudadas desde la calle, Marc quitandose las legañas desde su cama, Jordi tomandose un café en la cocina de su casa y las dos Marias con ojeras, tomandose un pequeño descanso desde el trabajo.
  • Buenos días grupo! Cómo va la ‘resaca’? Jajaja. - Todos rieron y hacían comentarios sobre la noche anterior, felicitando una vez más a Jordi por lo divertida y excitante que había sido.
  • Buenos días Marc! - dijo Miare entre todo el bullicio.
  • Hola rubiaaa! - saludó sonriendo él. Mientras en medio del paseo su novia pensaba ‘menuda zorra’
  • Bueno! Os he llamado… - empezó a explicar Gemma. - por qué ya tengo vuestros deberes preparados. - Todos empezaron a aplaudir y celebrarlo. Estaban impacientes por saber que les tocaría. - Tres cosas muy importantes. Primero de todo recordad que me los tenéis que entregar el próximo Lunes. Por lo que tenéis una semana para acabarlos.
  • Y el Lunes que pasará? - preguntó intrigado Jordi mientras fregaba su taza de café.
  • Es sorpresa jeje! Ya lo veras. No seas impaciente colega!- Contestó Gemma sonriendo maliciosamente. - segundo… no podéis compartir con nadie la tarea que se os ha asignado a no ser que la propia tarea así lo indique. Ok?
Todos asintieron nerviosos, muriendose de curiosidad por saber cáules serían sus deberes.
  • Y por último… acordaros de grabarlo todo. Es muy importante que cada uno traiga su grabación, de acuerdo? - Gemma insistió mucho en este último punto. - El grupo de amigos confirmó que lo habían comprendido todo y rapidamente empezaron a preguntar cuando conocerían cúales iban a ser sus deberes.
Mientras Gemma mandaba uno a uno, de forma particular y confidencial, sus tareas; las alertas en sus móviles de que había llegado un nuevo mensaje, iban sonando sucesivamente.
  • Bien ya está! Confirmadme que la habéis recibido… A vosotros dos os las digo ahora… - añadió dirigiendose a Laia y Guille que estaban espectantes, detrás suyo.
  • Por cierto Guille! - preguntó Marc extrañado al ver al chaval en casa de ellas dos. - Qué haces en casa de Laia y Gemma?-Automáticamente el resto del grupo se dió cuenta y empezaron a preguntarse lo mismo. ‘Es verdad’ exclamó Noe. ‘Ostia sí, que haces ahí?’ se preguntó Marta.
  • Ahora vivo aquí! - contestó nuestro Friki favorito, mientras sonreía rascandose la nuca.
  • Bueno vivir… - corrigió Gemma. - Le hemos ofrecido quedarse unos días en casa.
  • Y eso colega? Problemas o qué? - preguntó Jordi preocupado por su amigo.
Mientras Guille explicaba a los demás cómo había logrado romper las cadenas opresoras de su hogar y cómo, con gran valentía, había vencido a la bruja que emponzoñaba su mente; Marta leía atentamente el mensaje que Gemma le acababa de mandar.
  • Ni de coña! - gritó Marta interrumpiendo abruptamente ‘Las grandes aventuras del Hidalgo Caballero Guillermo’. - Gemma… esto va en serio? Tú estás flipando.
  • Jajajaja. Veo que ya has leído tus deberes? - dijo Gemma entre risas malvadas.
  • Estás loca si crees que nosotros vamos a aceptar hacer esta guarrada. - contestó Marta mirando a la cámara de su movil muy enfadada.
  • Nosotros? - preguntó Jordi. Y automáticamente se fué a leer el mensaje que le acababan de mandar. Aquello provocó una reacción en cadena y todos empezaron a leer.
  • Chicoooos… chicooos… - decía Gemma mientras observaba a través de la pantalla las caras asombradas de sus amigos leyendo. - Sé que de primeras os puede parecer una locura, pero os pido que os toméis un tiempo para reflexionar. Pensadlo tranquilamente, meditadlo un tiempo y si antes de mañana no me habéis dicho lo contrario, el Lunes quiero mis deberes encima de mi mesa.
  • Y si no estamo de acuerdo que hasemo niña? - preguntó Masi sin aún haber leído su tarea.
  • Me llamáis, intentaré convenceros una última vez, o dos. - volvió a reir Gemma. - Y si no consigo convenceros, os daré otra ‘misión’. Que esto no es una dictadura!
Se despidieron y al poco rato, Marta y Noe ya estaban de vuelta a casa, esta vez andando en silencio por el Paseo. Aunque Gemma había especificado que no se podían contar nada sobre sus ‘deberes’ los unos con los otros. Marta, ligeramente mosqueada, le prestó su teléfono a Noe para que pudiera leer lo que le había escrito.

“Marta. Tu tarea la deberás realizar junto a tu novio. Ha llegado a mis oídos que su padre está un pelín obsesionado contigo. Así que tu misión es complacerlo. Pero no lo harás sola, deberás follar con las dos generaciones al mismo tiempo. Suerte y besitos”
  • Le contaste lo de Manolo a la zorra de Gemma? Cómo se te ocurre? - le gritó a Noe cuando ella terminó de leer.
  • Joder tía! Sí… No sé… Nos lo contamos todo, somos amigas. Cómo iba a saber que utilizaria todo eso en nuestra contra? - Noe recordó como Gemma las había traicionado y chantajeado con el video.
  • Pedazo de zorra! Lo lleva clarinete si cree que voy a aceptar, y Jordi… pfff! Ni te cuento…
Noe se la quedó mirando un rato. Aunque se preocupaba por las emociones de su amiga y siempre deseaba lo mejor para ella, no podía evitar pensar que lo de follarse a padre e hijo al mismo tiempo, era bastante morboso en realidad.
  • Siempre te quejas de que Jordi no te hace caso, no? De que nunca quiere follar contigo. - Noe empezaba a tirar de su infalible intuición.
  • Ooohh no! - dijo Marta esbozando una sonrisa mientras empezaba a caminar cada vez más rápido.
  • El qué? Jaja… espera tía.
  • Callateeee… qué ya nos conocemos. - Marta empezó a correr. A ella, en el fondo, tambíen le parecía muy morboso hacerse un trío padre e hijo.
  • Solo digo… - Noe corría detrás de su amiga intentando pillarla. - que es una buena oportunidad para retomar la pasión entre vosotros dos.
  • No te escucho! No te escucho! - gritaba entre risas Marta mientras tapaba sus oídos con los dedos.
Siguieron corriendo hasta llegar a casa, cuando pasaron por delante del Ciber volvieron a saludar a los chicos que seguían atontados detrás de los cristales como fanáticos de la fómula uno, esperando a que su escudería favorita pasara por delante de su curva.
  • Entonces… lo harás? - preguntó Noe mientras se despedía de su amiga.
  • No sé tía… A ver… Te mentiría si te dijese que no me da un poquiiiiiito de morbo.
  • Ya sabía yo… jajaja - rió Noe haciendole cosquillas a su amiga.
  • Para… jiji. Pero… no sé cómo voy a convencer a Jordi. Es imposible que acepte algo así! Y su padre, menos todavía. Ya sabes cómo és. Super recto y creyente! - se burlaba Marta de su suegro.
  • Lo último super recto que ví de él es su polla empalmada, pelandosela con tus fotos.
Marta rió recordando la escena de ellas dos detrás de la puerta espiando a su suegro. Entonces cayó en la cuenta de que su amiga no le había contado que misión le habían asignado. Noe sacando su móvil le dejó leer.

- En serio? Solo eso? - esclamó extrañada Marta. - A mí me pide que me folle al padre de mi novio y a tí solo eso? Pffff! Vaya tela!

Noe se encogió de brazos sin saber que contestar. Y luego las dos amigas se despidieron entre besos y abrazos, empezando a encontrarse muy cachondas. Las dos llegaron a sus casas, las dos se encontraron con sus parejas, las dos deseaban follar y las dos se fueron directas a la ducha. Pero solo una lo hizo acompañada.

Marta, al terminar, se secaba el pelo delante del espejo, pensando en lo que su amiga le había insinuado. Aunque su vida sexual era plena, por no decir espectacular. Era incapaz de conseguir que su vida amorosa de pareja fluyera igual de bien. No era por su culpa, eso estaba claro. Siempre estaba preciosa y sexy para Jordi, se insinuaba constantemente, incluso recientemente, despúes de descubrir que su novio era bisexual, le había propuesto probar cosas nuevas en sus relaciones sexuales. Pero no había manera, hacer el amor con él era más difícil que entender el final de una película de Christofer Nolan.
  • Vida! - dijo Jordi entrando en el cuarto de baño. - Voy a llamar a Gemma ahora mismo para que se olvide de esto!
  • Un momento… - Marta se giró decidida. Ya estaba harta de esforzarse para nada. Quería que su novio la desease de nuevo y si para ello debía de meter a su padre por el medio, lo haría. - Has quedado con Marc para ir al taller de tu padre esta tarde verdad?
  • Sí! Pero por qué lo preguntas? - contestó Jordi sin entender su reacción.
  • Voy contigo! Tengo que enseñarte algo! - sentenció Marta sonriendo.
Viajemos ahora en autobús hasta el “Copy&Paste” para encontrarnos con nuestras dos rubias predilectas. Estaba siendo un largo, aburrido y tedioso Lunes. Casi no había clientela y las dos Marias limpiaban y ordenaban la tienda hablando entre ellas.
  • Qué pesadito que está Fran con lo de los amigos de Guille, Dios! Creo que me ha preguntado ya, cómo treinta veces, cuando los volveremos a ver. - decía una Miare sofocada. - Ojalá se quedara mudo cómo el otro! Aunque solo fuese un día.
  • Jajajaja… pobresito mi niño, a mí en verdá me da penita hija! Qué quiere que te diga… - Masi limpiaba las estanterías con su habitual desparpajo. - Dime una cosilla… los debere que te han puesto… se ha pasao la guarra esa o qué?
Miare cogió su móvil y empezó a leer lo que Gemma le había escrito. Estaba claro que la segunda norma se la iban a pasar todos por el forro de los cojones. “Querida Maria.” Empezó a leer Miare en voz alta. “Hace poco que nos conocemos y aún no tenemos mucha confianza. Aunque deseo que eso cambie muy pronto.”
  • Ja!.. Será falsa la enbustera! - dijo Masi con los brazos en jarra sin dejar de sujetar el plumero.
Miare rió y siguió leyendo “Pero no he podido evitar fijarme en cómo miras a Marc. Sé que lo deseas, es más, creo que va un poquito más allá del simple deseo”
  • Te tiene calá compañera! - rió Masi
  • Venga! Tampoco se nota tanto… jajaja. - dijo Miare sabiendo que era mentira. - Lo que más me raya es lo que me pide luego. Dice “tu tarea es hacer el amor con Marc. Y es muy importante que entiendas la diferencia. No quiero que te lo folles, quiero que le hagas el amor.”
  • Ya ve tú! Te lo ha puesto difisi de cojone! Jajajaja.
Miare le dió un empujón a su amiga y empezaron a reir juntas. Estaba claro que lo haría de buena gana, es más, lo habría hecho todos los días de su vida, sin que nadie se lo pidiera; pero no se fiaba de Gemma ni lo más mínimo. Sabía que tramaba algo y aún conociendola tan poco, estaba convencida de que no era nada bueno.
  • Oye! Y a tí que te ha pedido? Ahora tengo curiosidad.
  • Un topicazo hermana! - contestó Masi. - Me ha pedido que se la chupe a un cura. Tú te cree!
  • Cómo? - sonrió Miare desconcertada.
  • La tonta el bote se piensa que todo lo andaluze somo super creyente o algo así! Supongo que por lo de la semana santa y eso. Así que quiere que me folle a un cura! Tal cúal!
Miare no daba credito a lo que oía. Empezaba a tener una ligera idea de lo que Gemma estaba buscando. Sin tener aún muchas pruebas, creía que todo estaba relacionado con los taboos y la inmoralidad. Tentar a un hombre de fé, una infidelidad amorosa… Parecía empezar a cuadrar. Pero porqué había insistido varias veces en que lo grabaran?, qué tramaba?
  • Y qué? Lo vas a hacer?
  • A vé! Al principio no es que me convenciera mucho la idea! Pero luego lo estuve pensando más a fondo.
  • Entonces sí lo harás! Jajaja que asco tía! - Miare se imaginaba una polla pequeña e inservible debajo de una sotana.
  • Asco por qué? Yo lo veo super morboso hija! - decía la andaluza. - De cintura pa abajo, todo los hombre son iguale. A la que controla su rabo, lo controla a él. Y que quiere que te diga, me da morbazo tentar a un cura.
  • Es un reto! Eso sí que es verdad jaja.
  • El reto va a sé no ahogarse cuando el cura empieze a correrse hermana! Despúes de 30 años sin hacerlo.
Gracias al encanto natural de su amiga, la rapidez con la que hablaba, sus ocurrencias; Miare dejó de darle vueltas al coco y enseguida empezaron a divagar y reir sobre cualquier tontería. Desde detrás del mostrador, sin llamar la atención. Fran y Cisko las escucaban intentando sacar algo de información.

De nuevo en el barrio, en casa de Marc. Podemos ver a la feliz pareja disfrutando de una ducha refrescan…, perdón rectifico, de una ducha muy caliente. A Noe le chiflaba que su novio le hicise el amor de aquella manera. Le encantaba sentirse suspendia en el aire mientras él la sujetaba con sus fuertes brazos. Le encantaba cuando la empotraba y su culo se deslizaba por la pared mientras por su espalda caía el agua caliente. Sentir su boca dentro de la suya, su polla dentro de su coño. Todo caliente, mojado y resbaladizo. - Te quiero mi vida! - gemía mientras se agarraba fuerte a su cuello. Le encantaba que hiciera eso, que le chupara el cuello, que le lamiera la oreja, sus besos apasionados. - Mírame a los ojos… ahora, ahora! Síiiii! - eso era lo mejor de todo, correrse al mismo tiempo mirandose directamente a los ojos. Ahí es cuando más desnuda y segura se sentía. Y para rematarlo todo, esa última sensación post orgasmo que le reconfortaba el espíritu. Esos pocos minutos que seguían bajo el agua caliente, paralizados, abrazados, sintiendo sus corazones palpitar al mismo ritmo, sus bocas tan cerca jadeando. Los besos, las caricias, sus sonrisas, sus miradas.
  • Is this Love! Is this Love! Is this Love! That i’m feeling! - empezó a cantar, muy bajito Marc. Que sin dejar de sujetar a su novia y con su polla aún dentro, empezó a bailar con ella cariñosamente en la ducha.
  • I wanna love you and treat you right - cantó Noe sonriendo ampliamente.
  • I wanna love you every day and every night - se unió Marc que no podía dejar de besarla.
  • We’ll be together… Ostiaaaa! cuidado cariño! Jajaja - Gritó Noe golpeandose la cabeza contra el cristal de la ducha, en el momento que Marc resbalaba y casi los tira a los dos por el suelo.
A Noe le entró un ataque de risa mientras contemplaba a su novio muy preocupado por si se había hecho daño. - Que estoy bien… jajaja… de verdad… - Marc viendo el ataque de risa de ella no pudo evitar ponerse a reir. Lo que acaba se suceder no podía ser un reflejo más poético de lo que estaba por venir. A veces la vida nos da estás señales, aunque muchas veces no estamos lo suficientemente atentos cómo para entenderlas.

Salieron de la ducha, hambrientos. Así que se pusieron manos a la obra.
  • Entonces esos son tus deberes? En serio solo te ha pedido eso? - preguntó Marc preparando la comida.
  • Sí! Por qué? - contestó Noe descorchando una botella de vino.
  • Esa no cariño! El albariño que comeremos rape. - corrigió Marc.
  • Sabes que lo del pescado y el vino blanco es un convencionalismo estúpido, verdad? - rió ella mientras sacaba la otra botella de la nevera.
  • Para nada! Está demostrado científicamente que casan mejor, por la armonía de sabores y…
  • Anda ten, armonías!… Chin chin! - los dos brindaron y mientras Marc preparaba el sofrito, ella puso algo de música.
  • Pues cómo decía, me parece extraño que te haya pedido eso… - Marc no sabía como explicar a su novia su tarea.
Noe bailaba con la copa de vino en la mano y agitando su pelo mientras ‘Mierda de Ciudad!’ de Kortatu sonaba estruendosamente en la cocina. - Ya estoy harta no quiero salir más! Siempre lo mismo, mierda de Ciudad! - Marc la miraba sonriendo y empezó a cantar con ella sin dejar de cortar los vegetales.
  • No sé… a saber que está tramando… es que te ha pedido algo raro? - preguntó, por fin Noe, curiosa.
  • Tú dirás… - Marc desbloqueó su móvil y le mostró el mensaje de Gemma.
La miraba de reojo mientras ella leía, esperando a que se mosquease y pusiera el grito en el cielo. Pero ni se inmutó. Noe cerró el teléfono, lo dejó encima del mármol de la cocina y dió otro trago a su copa. - Y bien? Lo vas a hacer?
  • En serio lo dices? - Marc se la quedó mirando sin saber muy bien que decir; era una trampa?, lo estaba poniendo a prueba?, o quizás a ella le ponía morbosa eso?, es eso?, quiere hacerlo?… por qué son tan complicadas las mujeres a veces?, por qué no me dice lo que piensa directamente?, por qué me mira así?, qué significa esa mirada?, que tengo que decir?
La cabeza de Marc echaba humo. Podría haberse puesto el rape encima de su cabeza y cocinarlo a la papillote en pocos minutos. Noe empezó a sonreir mientras miraba la cara de su novio hecha un poema. Pero no dijo nada, esperó a que él diera el primer paso. Abusadora!
  • No sé cariño… Es un poco turbio no crees? - contestó él al final. Muy bien colega, duda y pregunta. Más que catalán, pareces gallego.
  • Has fantaseado con eso alguna vez? - preguntó Noe con una sonrisa más amplia al ver que a su novio se le hacía un nudo en la garganta.
  • Nooo… pero que dices? - mintió muy mal Marc.
  • Seguro? Sé sincero. Yo creo que todos los tíos habeís fantaseado con hacerlo alguna vez.- dijo ella mientras se acercaba a él jugando con la copa entre sus labios.
Marc volviá a preguntarse mil cosas. El detector de humos estaba a punto de encenderse. Eso era precisamente lo que más odiaba de su novia, que jugase con él. Pero al mismo tiempo tenía tantas cualidades positivas que no le importaba en exceso. Al final se armó de valor y tiró hacía adelante sin mirar atrás. Bravo por tí machote!
  • Bueno… sí! Claro que he fantaseado con hacerlo. Es muy morboso. - Noe asintió sonriendo, al parecer todo eso lo encontraba muy divertido. - Pero mi vida, de pensarlo a hacerlo… hay un trecho. No?
  • Te has masturbado alguna vez pensando que lo hacías? - siguió preguntando Noe cada vez más cachonda y con mayor control sobre su novio.
  • Pues claro! - rió Marc nerviosamente. Quería mostrarse fuerte y decidido, pero estaba acojonado. - Pero ya te he dicho que solo son fantasías, nada más…
  • Y si te dijese que mi hermana estaría dispuesta a hacerlo? - Noe clavó la estocada final haciendo caer al toro exhausto y ensangrentado en mitad de la plaza.
En ese momento sonaba ‘El túnel de las delicias de Celtas Cortos’ y Marc completamente paralizado no podía articular palabra. Es verdad o es otra prueba?, su hermana aceptaría hacer un trío?, vamos a hacerlo?, no, no puede ser. Seguro que es una trampa. Pero y si dice la verdad?, que morbo follarme a las dos. Mierda me estoy empezando a empalmar. Que no lo note, que no lo note. Lo ha notado? Mierda, mierda…
  • Así que lo harias no? Que guarro eres jajaja - dijo Noe agarrando el paquete de su novio.
  • Pero… lo dices en serío lo de tu hermana?, te ha dicho algo? - Marc ya no pensaba con la cabeza de arriba.
Noe bajó la intensidad del fuego de la sartén, viendo que el aceite ya estaba burbujeando peligrosamente. Le dió un beso en la mejilla a su novio y se fué, dando saltitos, al salón en busca de un cigarrillo. - Bueno sí, hace tiempo. Cuando la conocistes me dijo que eras muy atractivo. - gritaba volviendo a la cocina.
  • Ya bueno, pero eso lo dicen todas! - dijo Marc riendo.
  • Eh! tranquilito Casanova - le contestó ella agarrandole el culo mientras pasaba detrás de él. - Lo que digo es… - prendió el cigarro y le dío una fuerte calada. - Qué si mi hermana piensa que eres atractivo, seguró que te hecharía un polvo. - Noe pensaba en alto con su culo apollado en el mármol de la cocina mientras Marc a su lado seguía cocinando. - En el fondo somos hermanas, no?
  • Ya sí! Pero eso no significa que piense igual que tú! - dijo Marc sin dejar de trabajar - además lleva tiempo con el chavalillo ese no?
  • Oye! Si estás tan interesado la llamo ahora mismo y se lo pregunto - esclamó Noe sin dejar de sonreir. Marc la miraba devolviendole la sonrisa. - Que la llamo eh?
  • Vale! Llámala a ver… - de perdidos al rio, pensó.
  • Ok! Pues vamos a llamarla. - Noe cogió su telefono y puso el manos libres. Al cabo de pocos tonos su hermana contestó al otro lado de la línea.
  • Holaaaa chochuuuu! Que fas? - dijo alegremente la hermana pequeña de Noe.
  • Chochete, estaba aquí con Marc y nos estabamos preguntando algo. - contestó Noe mirando a Marc mientras él le hacía señas de que no fuese tan directa.
  • Holaaaa cuñaaaao! Como estás - preguntó la hermana.
  • Holaaaa Mónica! Bien, bien y tú cóm… - Noe le tapó la boca a su novio. Quería salir de dudas, ya.
  • Chocho! Una pregunta rápida.
  • Dime! Jaja
  • Contesta sin pensarlo, de una vale?
  • Que síii loca! Pregunta va! jaja… - Marc estaba muy cachondo.
  • Que me dices de montarnos un trio los tres? - dijo Noe esperando ansiosa la respuesta de su hermana. Precum en la polla de su novio.
  • A follar los tres juntos dices? - Mónica pensó unos segundos que parecieron años para Marc. - Pues te digo que… ya tardabas Chocho. Jajaja
Mientras los ojos de Marc estaban a punto de salirse de sus cuencas y la mano de su novia ya no podía tapar su boca abierta llena de sorpresa. Las dos hermanas no paraban de reír alegremente. - Pero chocho una cosa… es idea tuya o de Marc? - preguntó Mónica entre risas.
  • Qué más da eso? - contestó Noe.
  • Sí que da! Si es idea de tu novio quiero que me lo pida él. - Noe sacó la mano de la boca de Marc y le hizo un gesto con la cabeza para que se lo pidiese.
  • Mónica? - baluceó él.
  • Dime encanto! - la hermana pequeña no podía dejar de reir.
  • Quieres hacer un trío con… tu hermana y conmigo?
  • Desde el primer día que te conocí que te quiero follar cuñao. Jajaja
Los tres rieron una vez habían salido de dudas, Marc relajado y entusiasmado por hacer de sus fantasias una realidad. Las dos hermanas se despidieron y quedaron para hablar pronto.

Noe colgó el telefono y le dió un beso en los labios a su novio y luego empezó a sobar su rabo con su mató metida por debajo del chandal. Mientras lo masturbaban, él intentaba concentrarse en seguir cocinando. ‘Realmente, no hay duda de que son hermanas’ pensaba para sus adentros, muy excitado.

A poca distancia, tan solo unas calles. Guillermo fregaba los platos sucios de la comida mientras las chicas se relajaban en el sofá escuchando música y hablando de sus cosas. Se había ofrecido él mismo a hacerlo ya que se sentía en deuda con las dos. Le habían dado cobijo en su hogar, le dejaban dormir en sus camas, con ellas. Le alegraban la vida paseando con poca ropa por casa, le hacían la comida y además, lo más importante, podía ducharse con ellas. Era un sueño hecho realidad.
  • Te falta mucho Guille? Tengo que darte los deberes. - gritó Gemma desde el comedor.
  • Ya acabo… me queda poco. - contestó él con sus manos llenas de jabón. E irremediablemente, al ver toda esa espuma, se puso a cien recordando la ducha que se había dado esa mañana.
Nunca había sido una persona demasiado higienica, al contrario, siempre había acostumbrado a alargar las duchas. Pero desde que llegó esta nueva etapa en su vida sexual activa, había empezado a mejorar mucho en ello. Además si en su nuevo hogar, todas las duchas eran como la de aquella mañana, estaba dispuesto a lavarse tres veces al día, si era preciso.
  • Ya estoy! - dijo sonriente mientras entraba en el salón.
  • Ven sientate! - le dijo Gemma. Él se acercó timidamente y se sentó entre sus dos amigas. Seguían en bragas y con camisetas de tirantes.
Cuando Laia le hizo sitio, notó que tampoco llevaba sujetador. Gemma le hablaba pero él no atendía. Los dos cuerpos de ellas tan cerca, su olor fresco y femenino, sus muslos, sus diminutas braguitas. Quien demonios se iba a concentrar?
  • Eh! Colega estoy aquí. - le decía Gemma sonriendo mientras chasqueaba sus dedos delante de su cara.
  • Sí… perdona Gemma. - dijo él mirandola por primera vez a los ojos.
  • Lee atentamente y dime si estás de acuerdo. - Gemma le mostró su movil con la tarea escrita en la pantalla.
  • Querido Guillermo - empezó a leer en voz alta.
  • Eh eh! Que no se entere Laia! Que es secreto. - ordenó Gemma, sonriendo.
  • Venga hermana! Pero si estamos en família! Que más da. - replicó Laia, guiñandole el ojo.
Gemma estaba casi segura de que todos los demás se habrían saltado esa regla. Así que aceptó, rapidamente. Además, quien podía decirle que no a su tetona amiga cuando le ponía esos ojitos de perrito abandonado.
  • Querido Guillermo. - volvió a leer el chaval. - Estoy orgullosa de tí por haber decidido tomar las riendas de tu vida. Dar el paso de niño a hombre no es siempre sencillo. Así que he decidio ayudarte al dar el siguiente paso para convertirte en un hombre hecho y derecho. Vas a provocar una… PELEA? - exclamó Guille confundido.
  • Sigue, jajaja - insistió Gemma.
  • Sí… vale… a ver… Vas a provocar una pelea. Saldrás de noche con una chica que tu elijas del grupo.
  • Eligeme a mí, a mí! - dijo Laia emocionada. Guillermo asintió viendo como se movían sus enormes pechos, aunque él estaba pensando en otra.
  • Y ella… - siguió leyendo. - provocará a algún hombre para que intente ligarsela. Tu objetivo es pelearte con él y vencerlo. Si sales victorioso se te recompensará muy gratamente. Un beso enorme mi Guerrero.
Laia aplaudia entusiasmada, mientras Gemma reía a carcajadas observando la expresión consternada del chaval. - Qué me dices? - preguntó mientras dejaba su teléfono en la mesita de la noche.
  • No sé… esperaba algo más… enfocado al sexo. Sabes?
  • Y lo está cariño, a que piensas que me refiero cuando digo ‘compensar gratamente’? - Guillermo dudaba mientras se frotaba la nuca.
  • Ir a una discoteca, provocar una pelea… es que no lo veo, sinceramente. Parece el club de la lucha! Jeje
Las dos amigas y Tyler Durden se reían a carcajadas al escuchar las palabras de Guillermo. Él al ver que las hacía reir, se vino arriba y empezó a recitar de memoria con un tono de voz más varonil ‘No sois vuestro trabajo. No sois vuestra cuenta corriente. No sois el coche que tenéis. No sois el contenido de vuestra cartera. No sois vuestros pantalones. Sois la mierda cantante y danzante del mundo.’
  • Adoro a este chaval! - dijo Laia mientras lo abrazaba por la espalda, aplastando sus pechos contra él.
  • Guille! Mira haremos una cosa… - dijo Gemma poniendose seria. - Te doy diez, no!… veinte segundos para que te decidas. - entonces empezó a desabrocharle el pantalón lentamente. - Mientraaaas… te voy a dejar que pruebes un poquiiiito de lo que va a ser tu recompensa.
Mientras Gemma sacaba fuera el enorme pollón de Guillermo y empezaba a chuparselo, cachonda perdida, Laia contaba con una cuentra atrás sin dejar de abrazarlo. Guillermo, aceptó antes de que su compañera de piso, llegara al 15. Aunque pareció que Gemma no lo escuchó, ya que siguió mamando hasta el final.

Laia por su lado, observaba como se recreaba con aquel enorme pene dentro de su boca. Le parecío que debía estar delicioso, pues lo chupaba como un calipo a las cuatro de la tarde de un día de vernao, cuando el sol más pega. Adoraba a su amiga, de eso no había duda. Sentía una gran complicidad con ella, en todos los aspectos. Pero tambíen reconocía que a veces era mala a más no poder. Durante la charla del sofá, mientras Guille terminaba de fregar los platos, consiguió que ella le mostrase todos los mensajes y curiosamente no le sorprendío ni lo más mínimo. Muchos años juntas, supongo.

Al mismo tiempo que se acariciaba el clitoris recordaba todos los deberes de verano que esa estricta y maligna profesora había mandando a todos sus alumnos. ‘Marta y Jordi follandose al padre de él’, ‘Marc y Noe con la hermana de ella’, ‘su misión que era follarse a los gemelos’, pequeña obsesión con el sexo incestuoso, pensaba sin dejar de masturbarse. Luego ‘Masi follandose a un cura’, ‘Guillermo peleandose a muerte a cambio de un polvo’ y sobretodo la más turbia de todas, lo que debían hacer Miare y Noe.

Al principio no entendió porqué les había dado la misma tarea a las dos chicas. Pero luego cayó en la cuenta que pedía explicitamente que debían ‘hacer el amor’ y no follar. No tardó en atar cabos y entender cúal era su verdadero proposito. Un plan maestro fabricado por una mente perversa.

Continuará…
 
Gente! Recién salido del horno! Menudo pajote me he cascado después de escribirlo. Espero lo disfruteis

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 13 - En el nombre del Padre


Podría aburriros explicando lo que pasó el Martes, pero no hemos venido aquí para hablar de la vida cotidiana de nuestro morboso grupo de amigos.

La siguiente cita importante era el Míercoles noche y recordemos, la promotora de la fiesta era Laia. Mientras tanto no había nada más importante que hacer, que disfrutar de las vacaciones. Al menos los que podían. No obstante, cómo en todas las escuelas, siempre hay alumnos más aplicados que otros. Y algunos de nuestros amigos no perdieron tiempo en hacer los deberes que Gemma les había mandado.

Marta junto a su novio y Marc, quedaron la misma tarde del Lunes para dejar el local tal y cómo estaba antes de la fiesta guarra de Jordi. Así lo había solicitado expresamente Manolo. Cuando terminaron y Marc se fué a su casa a volver a ducharse y descansar, ella le confesó a su novio lo que hacía su padre cuando decía que iba a ‘trabajar’.

Jordi no se lo creyó. Se mostró esceptico ante lo que decía su novia. Pero Marta insitió en que abriera el ordenador y pusiera la contraseña. Al cabo de un rato rebuscando entre las miles de carpetas, encontró la que estaba buscando. Y enseñó el pequeño secreto que guardaba su padre. Él, al verlo, insistió en qué tenía que haber una explicación para todo eso. No quería aceptar la realidad.
  • Vida! Qué lo vi con mis propios ojos! Se la estaba cascando con mis fotos. Te lo prometo! - Marta no entendía por qué su novio no abria los ojos y aceptaba que su padre era igual de cerdo que él.
  • Bueno y qué? - reflexionó Jordi.
  • Cómo que y qué? - Marta no salia de su asombro.
  • Aunque todo esta patraña, fuera verdad… que hay de malo en que el pobre hombre se masturbe con tus fotos? No le hace daño a nadie no?
  • Ah claro! - gritó Marta - Se me olvidaba que al cerdo pajillero de mi novio le da igual que se pajeen con su novia como si fuera una actriz porno cualquiera.
  • No es eso mi vida! Perdona, no quería decir eso… - Jordi sabía que la había cagado.
  • No pasa nada… está todo genial! - dijo ella con sarcasmo. - Es más si quieres cuando llegue a casa me abro un Only para que me vea todo el puto barrio. - andaba de lado a lado del taller chillando acaloradamente. - No mejor… si quieres me calzo unas medias de rejilla y una minifalda y me pongo de puta. Ja!
Jordi aguantaba la tormenta. Él era un discípulo del viento, así que se sentó a esperar a que llegara la calma, cómo dicen los hermanos Muñoz. Miraba de reojo y con la cabeza gacha a su novia soltandole tremendo rapapolvo. Estaba preciosa, así sudadita y enfadada. No pudo evitar ponerse cachondo imaginandola vendiendo su cuerpo por internet y miles de rabos tiesos masturbandose al otro lado de la pantalla o mejor vestida de fulana en una calle oscura parando a los coches para que contrataran sus servicios.
  • Eh tontáinas! Espabila! - Marta se puso delante de él con los brazos en jarra. - Que te estoy hablando a tí! Dime… Qué tengo que hacer para que me prestes atención?
  • A qué te refieres mi vida? - no se había enterado de nada.
  • Quiero recuperar lo que teníamos antes? No te acuerdas o qué? Eramos pasionales, ardientes. Había fines de semana que no saliamos de la cama ni para comer. Quiero que me FOLLES! Pero cómo demonios tengo que decirte las cosas?
  • Ahora dices? - que simples somos los hombres verdad?
Marta sopló desesperada mirando hacía el techo. - Tú eres tonto o que te pasa? - le gritó enfadada. Es que acaso no podía ver el pedazo de mujer que tenía cómo novia? Ella seguramente tenía cientos, que digo cientos, millares de hombres haciendo cola para convertirla en su mujer. Y su novio, en cambio, preferia masturbarse con otros tíos, antes que estar con ella en la cama. Por Dios!, si ni siquiera le molestaba que su propio padre se la tocase con sus fotos.
  • Espera un momento… - dijo de repente Jordi encendiendose una bombilla en su cabeza. - Esto no será por lo que Gemma nos pidió, no?
  • Cómo?… No… para nada. - Marta era un ser de luz, mentía muy mal.
  • Jajajaja Claro que sí! Es eso! Por eso has montado todo este circo? - Jordi reía señalando con el dedo a su novia. - Joder cariño! No me dejas de sorprender, pero desde cuando te has vuelto tan guarra?
Marta soltó una leve risita. Mientras le confesaba a su novio que siempre había sido una cerdita.

  • Pero una cosa mi amor. - Jordi se levantó de la silla y abrazó a su novia. - Si querías hacerlo desde un principio, por qué no me lo dijiste?
  • Por qué te he visto tan mosqueado esta mañana… - ella lo rodeó con sus brazos. - has dicho que querías llamar a Gemma para decirle que no lo hariamos.
  • Sí claro! Pero solo por cómo te has puesto cuando hacíamos la videollamada mi amor… - Jordi la miró directamente a los ojos - Solo quería que supieras que te apoyaba… porqué te quiero.
Marta pensó que aquello que acababa de decir era muy tierno. Así que lo besó con ternura. Sí era verdad que su novio había desatendido mucho su relación sexual; pero en los demás aspectos era un cielo. Casi el novio perfecto.

  • Pero… entonces… quieres hacerlo? - dijo ella hablando muy bajito.
  • A ver… es bastante raro si te soy sincero. No me imagino ahí con mi padre, haciendo… ya sabes. Contigo ahí… dale que dale! Me da un poco de reparo. Jeje - Jordi decía la verdad a medias. Su cabeza estaba muy jodida por el consumo habitual y en exceso de porno. Así que aunque raro, la idea también le ponía muy burro. - Pero si a tí te apetece… Haría lo que fuera por tí mi vida!
Marta sonrió y le confesó que a ella le daba mucho morbo. Así que aceptaron tirar hacía delante con los deberes. Mientras se dirigían a casa en la furgoneta, se sentían nerviosos y felices. Tenían toda lo que quedaba de tarde para preparar el plan y pensar cómo iban a tenderle la emboscada a Manolo.

Mientras dejamos a nuestra pareja pensar durante el resto de la tarde; Iremos a ver cómo transcurria el día para las dos rubias. Entrando en la tienda de los gemelos y echando un vistazo rápidamente podemos comprobar que está igual de vacío que el día anterior.

Miare, que limpiaba lo limpiado y ordenaba lo ordenado, no entendía cómo Fran y Cisco eran capaces de conseguir que salieran bien las cuentas. No es que fuera contable, ni mucho menos, pero tampoco era tonta. El ‘Copy&Paste’ vendía más bien poco y su mercado era bastante de nicho.

Tanto ella cómo su tocaya, ya habían visto, en más de una ocasión, la expresión de desesperación del gemelo que hablaba, cuando tenía que entregarles las nóminas a final de cada mes. Por ese motivo las dos seguían inscritas en webs de empleo y mantenían sus perfiles en Linkedin actualizados.

  • Dioooos! Que aburrimiento mi arma! - le dijo Masi acercandose por su espalda.
  • Ya te digo nena! Cuanto queda? - dijo mirando su reloj.
Daba igual, aunque quedasen cinco minutos, se hubieran hecho eternos igualmente. Venga chicas, ánimos! Un día más y ya estaréis de vacaciones.

  • Cucha! Me va a acompañá a la iglesia al final o qué?
  • Claro que sí! No me lo pierdo por nada del mundo. - contestó Miare con una gran sonrisa en los labios.
Finalmente, despúes de varios años luz, llegó la hora de cerrar. Los gemelos bajaban la persiana, mientras las dos amigas se despedían hasta mañana. Luego, se alejaron cogidas del brazo inundando de luz, la calle medio vacía. Fran y Cisco se las quedaron mirando un buen rato, callados, está vez los dos, y contemplando enbelesados aquellas dos maravillas de la naturaleza. Quizás ese fuera el motivo por el que aún no habían perdido el trabajo?, quién sabe.
Masi aparcó el coche en la calle una vez llegaron al barrio. Qué fácil era encontrar sitio durante el verano. Ojalá fuera siempre así, pensó mientras cerraba la puerta del coche.

  • Bueno y ahora qué? - preguntó Miare.
  • Mira… - le mostró el teléfono. - Ayé estuve mirando por internet si había alguna iglesia por el barrio.
  • Hay varias! - contestó Miare mientras comía unos frutos secos.
  • Sí ya lo sé! Pero solo hay una qué confiesen! Me va pillando?
Miare sonrió lasciva y puso el maps para saber cómo llegar. Sabían muchas cosas de su barrio, dónde ir a comprar, dónde a tomar algo, dónde a bailar… pero no dónde podían ir a rezar.
En pocos minutos se plantaron delante de una gran iglesia. Las amigas se quedaron paradas un rato contemplando la fachada del cerimonioso edificio.

  • Estás segura de hacer esto? - preguntó Miare mirando hacía el cielo.
  • Ahí arriba no hay nada hija! - rió Masi. - Y si lo hubiera yo prefiero ir pa bajo!
  • En el sótano es dónde está la fiesta buena, no? Jaja… Venga vamos!
Las chicas entraron dentro de la iglesia sin ser conscientes, que no muchos años atrás, jamás las hubieran permitido entrar vestidas tan indecentemente. Pero como se atrevían a llevar esos vestidos que mostraban más que sus tobillos?. Qué frescas. Tuvieron suerte de que se hubiera ‘modernizado’. Se sentaron en uno de los bancos de la última fila mientras intentaban localizar al cura. Pero allí no había nadie.
En realidad se dieron cuenta de que sí se trataba de un sitio de paz, pero bueno, para eso habían entrado ellas, para arreglarlo.
  • Mira tía! Tiene que ser ese. - Miare le dió un codazo a su amiga que contemplaba embobada el techo de la iglesia.

Un hombre canoso justo acababa de salir de la sacristía. Era mayor, con barba también canosa y gafas. Iba vestido de calle. Al pasar por delante de la imensa cruz del centro, se arrodilló y se santiguo rápida y agilmente.

  • Graba tía! - Masi se levantó y encendió el micro de cuello que llevaba escondido en su vestido. Lo había cogido prestado de la tienda. Luego sacó una piruleta de su bolso y se la puso en la boca.
Miare por su lado sacó una pequeña cámara y la encendió disimuladamente. Luego empezó a grabar como su amiga se dirigía andando hacía el cura, mientras se colocaba bien los pechos y levantaba su vestido para que sus muslos estuvieran bien a la vista.

Cuando el padre se levantó chocó de frente con la rubia. - Perdón padre! - exclamó ella mientras hacía ver que tropezaba y perdía el equilibrio. El cura la agarró contra él y sintió el pecado cerca de su cuerpo. Aunque hubiera hecho los votos de castidad, sus ojos no pudieron evitar clavarse en el escote de esa preciosa chica. Y es que aunque la mona se vista de seda…
  • Disculpe señora! Se encuentra usted bien? - dijo el Cura colocandose bien las gafas e intentando recuperar la compostura.
  • Señorita padre! No me haga sentí más vieja de lo que soy, hágame el favó!
El santo hombre se disculpó amablemente, le preguntó su nombre y el motivo de su visita. A todo esto Miare, haciendose pasar por turista, seguía grabando disimuladamente.

  • Verá padre! La verdá es que… Me gustaría confesarme - dijo Masi mirando hacía el suelo, fingiendo estar arrepentida.
  • Ah! No esperaba… - el padre volvió a darle un repaso a aquella preciosa y jóven mujer. - disculpeme por mí sorpresa, pero es que no estoy acostumbrado a que la gente jóven me pida confesión.
  • Lo comprendo padre! La cuestión es que últimamente he tenío muchos pensamientos…
  • Lascivos? - dijo el cura muy vicioso que empezaba a ponerse erecto.
  • Si padre! No puedo quitarme de la cabesa eso pensamiento y necesito desfogarme con usté. No se si me comprende? - dijo Masi mientras jubaba con la piruleta dentro de su boca
El padre tuvo que separarse de ella, porqué no aguantaba más. No es que Satanás lo estuviera tentando, es que se había colado en su casa, sentado en su sofá y poniendo los pies sobre la mesa de centro se había apoderado del mando de su TV. Recordando el pasaje de Jesús en el desierto, se armó de coraje y le señaló coordialmente dónde estaba el confesionario.

  • No me acompaña? Padre! - preguntó Masi dándose la vuelta rapidamente y con la piruleta en forma de corazón cerca de sus rojos labios. Al girarse tan rápido la parte inferior de su corto vestido dejó entrever, por pocos segundos, un poquito sus redondas y tersas nalgas.
  • Debo vestirme cómo es debido hija! - contestó balbuceando el cura mientras con dos dedos apartaba su alzacuellos para que pudiese entrar algo de aire fresco en su acalorado cuerpo.
Luego velozmente se dirigió de nuevo a la sacristia para ponerse la túnica. Miare aprovechó que el cura ya no estaba, para acercarse a su amiga y preguntarle cómo iba la cosa.

Dentro de la sacristia, el viejo se puso la túnica blanca por encima de la ropa y se dispuso a salir. Pero antes de abrir la puerta una perversa idea volvió a pasarle por la cabeza. Se dió la vuelta, volvió a sacarse la túnica y se quitó toda la ropa quedandose totalmente desnudo. Aunque viejo y virgen, estaba bastante en forma, incluso podríamos decir que era atractivo.

Cómo Dios le trajo al mundo, en medio de la pequeña habitación, contempló por unos momentos su pene erecto. Luego pidió perdón por lo que iba a hacer, rezó un Ave María, se santiguó y se puso por segunda vez la túnica por encima.

Andar desnudo con la túnica rozándole el prepucio, lo puso aún más cachondo. No es la primera vez que hacía eso, aunque reconocerlo lo llenase de verguenza. Entró en el confesionario, corrió la cortina. Y abrió la pequeña ventana en rejilla que la separaba del mismísimo diablo.
  • Abe María purissíma. - dijo el cura mirando al frente dejando a su lado derecho la ventanilla abierta.
  • Sin pecado concebida, padre. - contestó Masi al otro lado.
  • Dime hija. Por qué acudes a este humilde siervo de Dios?
  • Padre he pecado. - intentó no reir al decir eso.
  • De pensamiento o también de cuerpo? hija mía! - ya empezaba a meter su mano por debajo la túnica.
  • De pensamiento padre! - contestó Masi
  • Dios es perdón hija mía. No debes temer por él, pues es benigno y comprensivo con todos y cada uno de sus hijos.
  • Pero Padre! Es que he pecado mucho. Tengo demasiado pensamiento impuro!
El cura ya estaba bajando y subiendo la piel de su prepucio. Lo hacía lentamente sin dejar de mirar al frente. Cómo dijimos antes, no era la primera vez en su vida que hacía eso escuchando las confesiones de sus feligresas, pero si la primera en hacerlo con una tan jóven y caliente. - Hija! Si quieres que el padre de todo te perdone, deberás confesar tus pecados. - dijo cada vez más excitado.

Masi notaba cómo la voz de él sonaba cada vez más gutural, y aunque no pudiera ver muy bien por esa ventana en rejilla, sí vío que tenía los ojos cerrados. El muy cerdo estaba imaginando lo que ella decía.
  • El problema es que me echao novio y el me insiste mucho para que lo hagamo…
  • Hija! Es tu primera vez con un hombre? - contestó el cura más excitado. Su mano masturbando su polla movía la túnica blanca violentamente.
  • Si padre… pero estoy asustada sabe? - Masi se acercó pegando sus labios a la ventanilla. - Él quiere que le chupe… ya sabe. Pero eso es pecado verdad?
  • Nada es pecado si se hace con amor, hija mía! - su polla estaba apunto de explotar.
  • Pero padre! El problema es que yo jamás… me da mucha verguenza… Usted me podría enseñar?
  • Hija mía! Yo solo puedo guiarte. - decía el cura mientras se pajeaba más y más rápido. - Soy un hombre de fé, solo puedo aconsejarte y mostrarte el sendero.
El cura estaba en el septimo cielo, irónico cuanto menos. Miare por su lado se había acercado a ellos dos sigilosamemte. Agachandose, empezó a gabar al cura por debajo de la cortina, que solo tapaba la parte superior de su cuerpo. Pudo hacer un plano perfecto de cómo se masturbaba debajo su túnica. Luego sin hacer movimientos bruscos, se situó justo al lado y empezó a grabar a Masi.

La andaluza miró a cámara mientras se quitaba las bragas y empezaba a masturbarse, abriendose totalmente de piernas en frente del objetivo. Tenía un talento innato para la interpretación.
  • Pero hija… que haces? - dijo el cura. - Eso no está bien! Es pecado. - se había girado al escuchar los gemidos de la chica y observaba a través de la ventanilla, cómo se acariciaba aquel hermoso y apetitoso coño.
  • Lo siento padre! Pero no puedo evitarlo, es que estoy muy necesitads. Necesito un pene ahora mismo, lo necesito ya!
  • Pero hija! Yo no… - las palabras del cura no respaldaban sus acciones. Atraído por la lujuria se puso en pié dentro del confesionario, se levantó la túnica y acercó su pene erecto a la ventanilla.
  • Dios mío padre! Tiene un pene hermoso - gimió Masi mientras acercaba su boca a las rejas.
  • Arderemos en el infierno! Ooohh! - el cura observaba fuera de control la boca abierta de la chica a escasos centímetros de su polla. Sujetandose el rabo con una mano lo golpeaba contra la rejilla, sin poder controlar aquella situación.
Masi le hizo una señal a su amiga y esta se levantó rápidamente, escondiendose detrás de una columna, sin dejar de grabar en ningún momento. En cuanto vió, con el rabillo del ojo, que ya estaba escondida. La andaluza salió del confesionario y corrió la cortina del cura que seguía masturbandose totalmente fuera de control.
  • Padre necesito su pene en mi boca! - dijo Masi poniendose de rodillas y acercando sus labios a la polla erecta de él.
  • Pero hija! No debemos… es pecado. - gemía lascivo mientras miraba como su prepucio desaparecía dentro de la boca de ella.
Masi empezó a chupar con ganas ese enorme rabo, mientras el viejo le suplicaba que parase. Pero tan solo lo decía, no la apartó, ni tan solo la tocó. Tan solo sujetaba su túnica en alto mientras aquella preciosa rubia metía toda su polla erecta dentro de su boca.
  • Así no hija mía!
  • No lo hago bien padre? - contestó Masi de rodillas sujetando su rabo enfrente de su boca y mirandolo sensualmente.
  • Mira, tienes que abrir así la boca - dijo el padre enseñandola cómo debía hacerlo. - Aaaaa!
  • Así padre? Así es como lo tengo que hacer? - decía imitando su gesto.
  • Si niña! Así está bien. - y empezó a meter su rabo dentro de su boca suavemente. - Así se hace, muy bien. Vas a hacer muy feliz a tu novio. - el cura la cogió de la cabeza y acompañaba sus movimientos. - Ahora deja de sujetarla. Sí exacto, así. Deja que yo haga el trabajo. Así… muy bien tu solo quedate quieta.
Las dos manos del padre agarraron su cabeza. Y poseido por el diablo empezó a follarse la boca de Masi. Primero suavemente, luego más rapido y más y más rápido. Hasta que al final parecía que estuviera follandose un coño.

  • Padre perdoname por sucumbir a la tentación! Ooooh! - gritaba mientras miraba a la chica con la boca llena, ahogandose y mirandole desde el suelo muy asustada.
Masi estaba muy excitada, mientras esa polla entraba y salia violentemente de su garganta. La túnica de el cura callendo por su frente y sus pelotas golepandole la barbilla.

Miare por su lado seguía grabando con las piernas cruzadas y sus muslos pegajosos. No precisamente por la calor. Tenía un plano perfecto y empezaba a sentir unas ganas incontrolables de unirse a su amiga.

La iglesia estaba en completo silencio, lo único que se escuchaba eran unos apagados gemidos y el sonido de las pelotas del cura golpeando contra la cara de Masi. Cada vez más rápido, cada vez más fuerte.

  • Oooh! Virgen santa! Me corrooooo - gritó el cura.
  • Pffssiiiff Pppfadreee! pfggllenemefggp pgfgentegaaf!

Masi no recordaba haber recibido jamás una corrida de aquel tamaño. La polla dura del cura era un grifo que no cesaba de sacar leche. Mientras escupía más y más lefa no paraba de empotrarle el rabo más y más adentro. Sus labios estaban ya tocando el bello púbico de él. Había llegado al final del recorrido, pero él quería más, así que seguía apretando la cabeza de ella contra su entrepierna con más y más fuerza.

Miare se estremeció de placer mientras hacía un zoom a la cara de su amiga. Su boca abierta de par en par con ese pollón dentro. Sus ojos abiertos que habían empezado a lagrimar por el esfuerzo, el semén callendo por la comisura de sus labios y su garganta tragando para evitar ahogarse.

  • Gracias padre! - Dijo Masi, aún de rodillas, limpiandose la boca cuando él la sacó de dentro.

El cura la miraba de pié y arrepentido sin dejar de sujetar, con una mano, su cabeza. Había dejado caer su túnica, pero el bulto de su entrepierna seguía siendo muy visible. Sin decirle nada y en esa misma posición se santiguó, cómo si la estuviera bendiciendo para que marchase en paz. Luego se dejó caer en el banco del confesionario y se tapó la cara con la mano; avergonzado de sí mismo.

Masi, sin decir palabra, se levantó y salió por la puerta de la iglesia. Su amiga la esperaba fuera muy contenta y emocionada. Se abrazaron y revisaron el video mientras andaban por la plaza riendo sin parar. Las dos estaban muy calientes y morbosas. No podían dejarlo ahí. De ninguna manera.

Dejaremos a las dos pecadoras que alivien su desenfrenada lujúria con privacidad. Y sin perder tiempo avanzaremos a la mañana siguiente para saber cómo le iba a nuestra pareja incestuosa que justo estaban a punto de poner en marcha su plan.
  • Pero estás seguro cariño? - preguntó Marta nerviosa, dentro del taller del padre de su novio.
  • Qué siiii! Ya te he dicho mil veces que siempre viene los Martes, pesada. - Jordi miraba a través de la pequeña rendija de la puerta, que había dejado.
  • Ufff! Estoy muy nerviosa… Tu nó? Por qué no? Por qué estás tan tranquilo?… - andaba de un lado al otro de la habitación haciendo un surco en el suelo.
  • Marta relajate por Dios! - Gritó Jordi y luego volvió a espiar a través de la puerta casi cerrada.
  • Pero estás seguro de hacerlo? Qué es tu padre mi vida… que de esta no nos salva ni el mismíssimo Papa.
  • Mierda! Que ya vienen, corre corre - Jordi cerró la puerta con llave y agarró del brazo a su novia.
  • Vienen? Pero… - Marta estupefacta era arrastrada hasta entrar en la habitación pequeña detrás del escritorio de su padre.

Mientras Jordi seguía espiando, distinta puerta mismo modus operandi, Marta seguía comiendose las uñas. Su cabeza decía ‘No lo hagas es obsceno, inmoral, pecado, delito’, pero su vagina decía lo contrario ‘Házlo, padre e hijo que morbazo, follatelos, dejate llevar’. Es que acaso las mujeres también tienen dos cerebros? Curioso descubrimiento.

La llave se introdujo en la cerradura y la puerta se abrió. Manolo entró en el local discutiendo con su mujer. Correcto Marta, Vienen!.
  • Deja de protejer a tu hijo! Ya es mayorcito Manolo. - gritaba la madre de Jordi. - En algún momento deberás dejarlo que se apañe por si mismo… deberias estar disfrutando de la jubilación y no trabajando.
  • Vamos Rosa! No empezemos otra vez… ya lo hemos hablado muchas veces. - Manolo se acercó a su mesa y se sentó revisando las facturas. Luego levantó la cabeza para observar a su mujer que delante suyo cruzaba los brazos, mosqueada como siempre - Solo serán unos minutos, nada más.
  • Eres lo que no hay Manolo! Lo mimas demasiado. - Rosa se giró y se dirigió a la puerta mientras gritaba - Pues ahí te quedas, yo me voy de paseo. Ala!
La puerta se cerró de un golpazo. Manolo por fin sonrió aliviado, ya se podía relajar. Sin perder tiempo, dejó las facturas sobre la mesa y encendió el ventilador. Luego abrió el ordenador y esperó tres años a qué se encendiera. - Dónde está mi putita favorita? - susurró mientras entraba en su carpeta favorita y empezaba a frotarse la polla. Esa mañana estaba más cerdo de lo habitual.
  • Lo ves, te lo dije! - susurró Marta pegada al cuerpo de su novio.
  • Shhhh! Calla. - contestó él mientras observaba a su padre haciendo clicks, pasando lentamente las fotos de su novia.
  • A ver con que foto nos haremos la paja hoy? - hablaba en voz alta Manolo, pues le ponía más guarro. Paró de pasar fotos y se quedó mirando una en la que aparecía Marta en bikini, tumbada sobre la toalla de una playa. - Ufff! Que buena estas zorra. Como me gustaría chuparte esas tetitas… mmm - el padre de Jordi se puso de pié y se quitó rapidamente los pantalones y los calconcillos. - Has visto cómo me pones el rabo, puta! - dijo mientras agarrando su polla erecta lo movia delante de la pantalla. Recogió la ropa del suelo y la tiró encima de la mesa, luego se sentó con las piernas abiertas mientras imaginaba que Marta, desde la pantalla, le miraba el rabo empalmado. - Te gusta verdad? Puta! Mira que rabo tan grande y duro. - volvió a hacer varios clicks, hasta que encontró otra foto que le gustase. Escogió una de la boda de unos primos de Jordi, dónde ella llevaba un vestido rojo y ajustado que marcaba todas las curvas de su cuerpo.

  • Dios! No recordaba esa foto… - dijo Jordi super excitado detrás de la puerta.
Marta miró a su suegro que empezaba a ponerse violento. A cada insulto y comentario cerdo que hacía, notaba como se ponía más mojada. - Seguro que no llevabas braguitas esa noche verdad? Puta! - decía el padre de su novio masajeandose el rabo duro y erecto.

  • No papá! Ni sujetador - conestaba Jordi lascivo detrás de la puerta. Espiando como su padre hacía zoom sobre el culo de su novia.
  • Diooos! Que pedazo de culo que tienes guarra! - el padre de Jordi escupió en la palma de su mano y empezó a acariciarse el glande. Quería hacerlo despacio, tomarse su tiempo y hacerse un pajote monumental.
  • Qué le harías papá? Dilo! - gemía Jordi que empezaba a desabrocharse los pantalones. Y abria cada vez más la puerta sin darse cuenta.
Marta entendió que ese era el momento. Así que cogió su teléfono, encendió la cámara y empezó a grabar.

  • Te subía el vestido y te ponía a cuatro! Diooos! - Manolo empezó a desabrocharse la camisa dejando a la vista su torso peludo y canoso. Apretaba sus nalgas contra la silla y se miraba la polla erecta palpitando.

Jordi se quitó los pantalones y calzoncillos y los dejó tirados por el suelo. Dejando su rabo tieso y babeando al aire libre. El olor a polla y huevos le llegó a Marta que ya estaba completamente empapada. Luego se quitó la camiseta y quedandose totalmente desnudo abrió sigilosamente la puerta de par en par.

Manolo hizo un par más de clicks. En la pantalla apareció una foto de Marta desnuda, con una marca de agua en la parte inferior derecha que ponía Deepfakes.

Eso fue la gota que colmó el baso para su hijo. Miró a Marta y le susurró: - Voy a hacerlo! - Sin dejar de masturbarse se acercó a su padre por la espalda y se puso a su lado diciendo - Joder papá! Tienes que pasarme esa foto…
Marta rapidamente ajustó la puerta y se escondió para que no la vieran, sin dejar de grabar.
  • Hijo! Pero qué cojones… - gritó su padre con un simulacro de infarto. Quería taparse su rabo empalmado, quería cerrar el ordenador, quería ponerse los pantalones, quería aparentar que no estaba haciendo lo que estaba haciendo.
  • Tranqui papá! Jajaja. No pasa nada - Jordi sonreía desnudo y empalmado a su lado.
  • Pero yo! Yo… no es lo que parece hijo. Dios! Que bochorno - dijo Manolo aún sentado con el corazón a mil y el rabo tieso de su hijo peligrosamente cerca de su cara.
  • Eh eh! Relajate papá… No pasa nada, yo lo hago cada día.
  • El qué hijo?… Dios! Esto no puede estar pasando. - Manolo seguía nervioso pero pasó a estar sorprendido cuando su hijo empezó a masturbarse lentamente a su lado.
  • Pues esto! - dijo sonriendo Jordi mientras le mostraba a su padre como se masturbaba. - Me encanta compartir fotos de Marta con mis amigos y pajearme con ellos mientras los miro.

Marta que ya no aguantaba más se metía los dedos dentro de su coño húmedo. Le ponía muy cachonda que su novio fuera tan cerdo y pajero. Y aún la ponía más caliente que el padre de él también lo fuera.

  • Venga no te cortes! - dijo Jordi a su padre mientras acercaba una silla y se sentaba al lado de él. Su padre no daba credito, pero estaba tan caliente que ya le daba todo igual.
  • Te gusta esta? - dijo Manolo volviendo a pajearse mientras mostraba una foto de Marta riendose mientras se columpiaba.
  • Ufff! Mira la minifalda que lleva la muy puta!, como le gusta enseñar y calentar pollas, casi se le ven las bragas. - contestó Jordi muy cerdo pajeandose.
  • Siiiii… - Manolo hizo zoom sobre su cara. - Y mira que boquita tiene tu novia…
  • Dios! Seguro que le cabrían nuestras dos pollas dentro, eh papa! - Jordi agarró su rabo enorme y lo zarandeó.
  • Ya ves! Meterle los dos rabos a la vez mientras se rozan dentro de su boca… joder que cerdo estoy! - padre e hijo se mostraban y miraban los rabos el uno al otro.
Detrás de la puerta, a la espalda de ellos; el silencio solo era interrumpido por el ruido que hacía la mano mojada de Marta golpeando su coño mientras se metía los dedos hasta el fondo.

  • Menudo pollón tienes papá! - dijo Jordi relamiendose los labios. - Nos hacemos unas cruzadas? Sabes lo que es?
  • No, pero me lo imagino hijo. - Manolo puso las fotos en modo diapositiva, luego miró con deseo la enorme polla de su hijo. Y mientras la empezaba a pajear, notó como la mano de su hijo hacía los mismo con su rabo. Jamás en su vida había estado tan excitado.
Marta que seguía grabandolo todo, pensó por un momento que Jordi se había olvidado de ella. ‘El pan de cada día’ pensó mientras seguía haciendose los dedos. Pero de repente su novio dijo las palabras que ella estaba esperando. Mientras el hablaba, se quitó la ropa y el sostén, quedandose solo en tanga y escondiendo el telefono detrás de su espalda.

Se había preparado para la ocasión. Tacones negros, medias y tanga a juego y sus dos pezones cubiertos por un par de tiras de cinta americana en forma de X del mismo color. El plan había salido a la perfección.

  • Lo dices en serio? - exclamó Manolo sin dejar de masturbarse mutuamente.
  • Sí! Es más. Fué idea suya. - contestó Jordi.
Marta se acercó a ellos dos, sonriendo cuando padre e hijo voltearon la cabeza para mirarla. Soltó una leve risita al ver sus dos caras de pajeros mirandola mientras se hacían la cruzada. Notó que en cuanto la vieron, los dos aumentaron la velocidad. Lentamente, pasó el brazo acariciando el hombro de su novio y cuando se puso delante le frotó todas las tetas por la cara.
  • Madre mía! - exclamó Manolo al verlo. Marta le guiñó el ojo y mientras se ponía delante suyo, le preguntó si él tambíen quería. - Si por favor! - dijo desesperado.
Marta empezó a golpearle sus pechos en la cara, mientras él chupaba y besaba sin parar. Aprovechó ese momento para darle el teléfono a su novio que lo colocó disimuladamente en el sitio que habían decidido anteriormente. Sin duda tenía la mejor panoramica para no perderse detalle.
  • Bueno chicos! Decidme guarradas. - dijo Marta dandoles la espalda y despejando la mesa. Las facturas calleron por el suelo mientras padre e hijo miraban ese culo muy de cerca. - El que más cerda me ponga será el primero en probar esto. - sentó su precioso culo sobre la mesa, apoyando sus piés también en ella. Se abrió de piernas y empezó a masturbarse por encima del tanga. El pequeño hilo, no podía evitar tapar sus labios rosados y mojados.
Los tres se masturbaban al mismo tiempo muy cerca los unos de los otros. Marta con sus piernas abiertas y frotandose duro se puso cerdisima contemplando padre e hijo masturbarse como dos gorilas en celo enfrente suya.
  • Papa! Has visto lo puta que es mi novia? - dijo Jordi cachondissimo.
  • Tienes que atar en corto a esta perra hijo! O a la que te des la vuelta se estará comiendo tres pollas a la vez.
Marta soltó un gemido y le dijo a Manolo que le quitara el tanga. - No no… con la boca! - suplicó.

Manolo se levantó y metió la cabeza entre sus piernas, luego mordió el tanga oliendo el coño húmedo de ella sin dejar de masturbarse. Mientas Marta levantaba un poco su culo mojado de la mesa, su suegro le quitó el tanga lentamente mientras observaba ese coño rosadito y mojado. - Buen chico! Jiji. Cariño acerca tu polla aquí.

Jordi se puso de pie junto a su padre, que en ese momento tenía el tanga de su novia en la cara, oliendolo fuertemente. -Más cerca! - ordenó su novia. Sus muslos se tocaron con los de su padre. - Frotadlos aquí! Y dedidme guarradas… - Ellos sin dejar de masturbarse empezaron a rozarle sus glandes por su coño. ‘Oh puta quiero follarte el coño’ Eran contactos fugazes, rápidos.

Marta deslizaba su culo por la mesa completamente lubricada buscando frotarse primero con uno, luego con otro. Los dos a la vez. ‘Quiero ver cómo te metes la polla de mi padre en la boca’ Cuando vió que su coño y las pollas de padre e hijo se tocaban las tres a la vez. Se le fué la cabeza por completo.
  • Las necesito dentro! - exclamó mientras bajaba de encima de la mesa como si fuera un tobogán de un parque acuatico. Se puso de rodillas y empezó a chuparles el rabo como una auténtica profesiona.

Padre e hijo gemían sin dejar de insultarla y decirle cometarios obscenos. ‘Así sí, tragatela entera’ decía Manolo mientras su nuera de rodillas le chupaba la polla. ‘Más adentro puta’ Jordi se agachó junto a su novia y le empujaba la cabeza con fuerza contra la polla de su padre.

Marta notaba cómo si se estuviera meando. Sus piernas temblavan y su coño chorreaba flujo mientras se corría, pero quería más. Estaba como poseida por el disblo. Con fuerza empujó a Manolo y consiguió sacar ese pedazo de rabo de su boca. Siguió pajeandolo mientras su suegro ansioso le insistia para que volviera a metersela dentro. Entoncés miró a su novio que de rodillas a su lado le lamía la cara con sabor a polla de su padre y le dijo ‘Ahora tú chupapollas’.

Jordi abrió la boca mientras su novia le metía la enorme polla de su padre en la boca. Y empezó a mamar como una perra obediente. Marta la volvió a sacar y se la metió ahora en su boca, mientras su novio ansioso por más rabo intentaba meterse por en medio. Ella generosa, se la volvió a dar, se puso de pie y lo dejó de rodillas mamandosela a su padre.

Marta se recostó sobre la mesa y puso su culo en pompa, las piernas bien abiertas. Y mirando a su suegro le indicó con el dedo que viniera. Manolo sacó su polla de la boca de su hijo y acompañandola con su mano la metió dentro del caliente y mojado coño de su nuera.

Mientras la empotraba salvajemente contra la mesa, Jordi le chupaba los huevos a su padre. Pero los gritos de placer de su novia lo pusieron celoso. Así que se levantó se puso a su lado en la misma posición y abrió su culo con las dos manos.
  • Ahora yo Papi! - dijo como un niño bueno mientras miraba a su padre con la cabeza apoyada sobre la mesa.
Manolo sin pensarlo, sacó la polla del coño de su nuera y se la metío violentamente en el ojete de su hijo. Mientras su padre le follaba el culo, Jordi notaba su rabo erecto golpear contra la mesa. Marta se levantó y se abrazó a su suegro. Mientras le comia la boca, acariciaba su pecho peludo por debajo de su camisa abierta y sudada.

Las empotradas cada vez eras más fuertes, la mesa se movía como si se fuera a romper. Y Marta contemplaba como Jordi se follaba a su padre como una buena zorrita, mientras el dedo de su suegro buscaba desesperadamente entrar dentro de su ojete.
  • Vaya pedazo de maricón estás hecho - le dijo a su novio mientras le daba cachetadas en el culo.
  • Calla puta! - gritó Jordi jadeando. - Y abrete de piernas que te voy a meter la follada de tu vida.
Marta sonrió y como un rayo se dejó caer de espaldas sobre la mesa empapada de sudor. Levantó las piernas y esperó ansiosa. Su novio apartó a su padre que no podía dejar de empotrar, se acercó a ella y escupió sobre su coño mientras lascivamente contemplaba a su novia abierta, con las piernas en alto. - Te quiero! - dijo mirandola a los ojos y empezó a follarsela como nunca antes lo había hecho.

Manolo aprovechó a que su nuera estaba gritando con la boca abierta para rodear la mesa y meterle la polla dentro. Ella recibía la follada de su novio mientras chupaba como una loca la polla de su suegro.

Al cabo un buen rato, padre e hijo estaban listos para acabar. Marta ya lo había hecho varias veces, pero seguía queriendo más. Era la primera vez en mucho tiempo que su novio la hacía sentir así.

Cuando se dieron cuenta de que querían correrse. Jordi agarró a Marta y la obligó a ponerse de rodillas. Cogió su cabeza y la hechó para atrás. Manolo desde el otro ladó arrastró la mesa hasta que tocara la nuca de su nuera. En cuanto su hijo vió que estaba atrapada, empujó la frente de ella contra la mesa y le metió la polla en la boca y empezó a follarsela como si fuera un objeto.

Padre e hijo se iban turnado. ‘Te gusta zorra! Has nacido para esto!’, gritaba Manolo mientras se la metía hasta el fondo y le daba bofetadas. ‘Maldita puta cubo de lefa’, gemia Jordi dandole pollazos en la cara y tirandole del pelo.

Marta chillaba, sentía dolor y placer, gemía y gritaba, lloraba y pedía más. Que guarra se ponía cuando la trataban así. Se volvió a correr.
  • Oh me corro hijo! - gritó Manolo metiendole el dedo por el culo a Jordi.
  • Y yo papáaa!
Los dos hombres empezarón a lefar al mismo tiempo la cara de Marta mientras la tiraban del pelo. Ella con su cara roja por las bofetadas, el rimel corrido por las lagrimas y su boca con olor a dos pollas diferentes; intentaba no desperdiciar ni una gota, mientras se masturbaba y volvia a correrse.

Luego de sacarles hasta la última gota, mientras padre e hijo la miraban de pie con sus rabos palpitando, ella les miró de rodillas como una niña buena y se tragó toda la leche.

Este había sido, sin duda, el mejor polvo de su vida.
Continuará…
 
Gente! Recién salido del horno! Menudo pajote me he cascado después de escribirlo. Espero lo disfruteis

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 13 - En el nombre del Padre


Podría aburriros explicando lo que pasó el Martes, pero no hemos venido aquí para hablar de la vida cotidiana de nuestro morboso grupo de amigos.

La siguiente cita importante era el Míercoles noche y recordemos, la promotora de la fiesta era Laia. Mientras tanto no había nada más importante que hacer, que disfrutar de las vacaciones. Al menos los que podían. No obstante, cómo en todas las escuelas, siempre hay alumnos más aplicados que otros. Y algunos de nuestros amigos no perdieron tiempo en hacer los deberes que Gemma les había mandado.

Marta junto a su novio y Marc, quedaron la misma tarde del Lunes para dejar el local tal y cómo estaba antes de la fiesta guarra de Jordi. Así lo había solicitado expresamente Manolo. Cuando terminaron y Marc se fué a su casa a volver a ducharse y descansar, ella le confesó a su novio lo que hacía su padre cuando decía que iba a ‘trabajar’.

Jordi no se lo creyó. Se mostró esceptico ante lo que decía su novia. Pero Marta insitió en que abriera el ordenador y pusiera la contraseña. Al cabo de un rato rebuscando entre las miles de carpetas, encontró la que estaba buscando. Y enseñó el pequeño secreto que guardaba su padre. Él, al verlo, insistió en qué tenía que haber una explicación para todo eso. No quería aceptar la realidad.
  • Vida! Qué lo vi con mis propios ojos! Se la estaba cascando con mis fotos. Te lo prometo! - Marta no entendía por qué su novio no abria los ojos y aceptaba que su padre era igual de cerdo que él.
  • Bueno y qué? - reflexionó Jordi.
  • Cómo que y qué? - Marta no salia de su asombro.
  • Aunque todo esta patraña, fuera verdad… que hay de malo en que el pobre hombre se masturbe con tus fotos? No le hace daño a nadie no?
  • Ah claro! - gritó Marta - Se me olvidaba que al cerdo pajillero de mi novio le da igual que se pajeen con su novia como si fuera una actriz porno cualquiera.
  • No es eso mi vida! Perdona, no quería decir eso… - Jordi sabía que la había cagado.
  • No pasa nada… está todo genial! - dijo ella con sarcasmo. - Es más si quieres cuando llegue a casa me abro un Only para que me vea todo el puto barrio. - andaba de lado a lado del taller chillando acaloradamente. - No mejor… si quieres me calzo unas medias de rejilla y una minifalda y me pongo de puta. Ja!
Jordi aguantaba la tormenta. Él era un discípulo del viento, así que se sentó a esperar a que llegara la calma, cómo dicen los hermanos Muñoz. Miraba de reojo y con la cabeza gacha a su novia soltandole tremendo rapapolvo. Estaba preciosa, así sudadita y enfadada. No pudo evitar ponerse cachondo imaginandola vendiendo su cuerpo por internet y miles de rabos tiesos masturbandose al otro lado de la pantalla o mejor vestida de fulana en una calle oscura parando a los coches para que contrataran sus servicios.
  • Eh tontáinas! Espabila! - Marta se puso delante de él con los brazos en jarra. - Que te estoy hablando a tí! Dime… Qué tengo que hacer para que me prestes atención?
  • A qué te refieres mi vida? - no se había enterado de nada.
  • Quiero recuperar lo que teníamos antes? No te acuerdas o qué? Eramos pasionales, ardientes. Había fines de semana que no saliamos de la cama ni para comer. Quiero que me FOLLES! Pero cómo demonios tengo que decirte las cosas?
  • Ahora dices? - que simples somos los hombres verdad?
Marta sopló desesperada mirando hacía el techo. - Tú eres tonto o que te pasa? - le gritó enfadada. Es que acaso no podía ver el pedazo de mujer que tenía cómo novia? Ella seguramente tenía cientos, que digo cientos, millares de hombres haciendo cola para convertirla en su mujer. Y su novio, en cambio, preferia masturbarse con otros tíos, antes que estar con ella en la cama. Por Dios!, si ni siquiera le molestaba que su propio padre se la tocase con sus fotos.
  • Espera un momento… - dijo de repente Jordi encendiendose una bombilla en su cabeza. - Esto no será por lo que Gemma nos pidió, no?
  • Cómo?… No… para nada. - Marta era un ser de luz, mentía muy mal.
  • Jajajaja Claro que sí! Es eso! Por eso has montado todo este circo? - Jordi reía señalando con el dedo a su novia. - Joder cariño! No me dejas de sorprender, pero desde cuando te has vuelto tan guarra?
Marta soltó una leve risita. Mientras le confesaba a su novio que siempre había sido una cerdita.

  • Pero una cosa mi amor. - Jordi se levantó de la silla y abrazó a su novia. - Si querías hacerlo desde un principio, por qué no me lo dijiste?
  • Por qué te he visto tan mosqueado esta mañana… - ella lo rodeó con sus brazos. - has dicho que querías llamar a Gemma para decirle que no lo hariamos.
  • Sí claro! Pero solo por cómo te has puesto cuando hacíamos la videollamada mi amor… - Jordi la miró directamente a los ojos - Solo quería que supieras que te apoyaba… porqué te quiero.
Marta pensó que aquello que acababa de decir era muy tierno. Así que lo besó con ternura. Sí era verdad que su novio había desatendido mucho su relación sexual; pero en los demás aspectos era un cielo. Casi el novio perfecto.

  • Pero… entonces… quieres hacerlo? - dijo ella hablando muy bajito.
  • A ver… es bastante raro si te soy sincero. No me imagino ahí con mi padre, haciendo… ya sabes. Contigo ahí… dale que dale! Me da un poco de reparo. Jeje - Jordi decía la verdad a medias. Su cabeza estaba muy jodida por el consumo habitual y en exceso de porno. Así que aunque raro, la idea también le ponía muy burro. - Pero si a tí te apetece… Haría lo que fuera por tí mi vida!
Marta sonrió y le confesó que a ella le daba mucho morbo. Así que aceptaron tirar hacía delante con los deberes. Mientras se dirigían a casa en la furgoneta, se sentían nerviosos y felices. Tenían toda lo que quedaba de tarde para preparar el plan y pensar cómo iban a tenderle la emboscada a Manolo.

Mientras dejamos a nuestra pareja pensar durante el resto de la tarde; Iremos a ver cómo transcurria el día para las dos rubias. Entrando en la tienda de los gemelos y echando un vistazo rápidamente podemos comprobar que está igual de vacío que el día anterior.

Miare, que limpiaba lo limpiado y ordenaba lo ordenado, no entendía cómo Fran y Cisco eran capaces de conseguir que salieran bien las cuentas. No es que fuera contable, ni mucho menos, pero tampoco era tonta. El ‘Copy&Paste’ vendía más bien poco y su mercado era bastante de nicho.

Tanto ella cómo su tocaya, ya habían visto, en más de una ocasión, la expresión de desesperación del gemelo que hablaba, cuando tenía que entregarles las nóminas a final de cada mes. Por ese motivo las dos seguían inscritas en webs de empleo y mantenían sus perfiles en Linkedin actualizados.

  • Dioooos! Que aburrimiento mi arma! - le dijo Masi acercandose por su espalda.
  • Ya te digo nena! Cuanto queda? - dijo mirando su reloj.
Daba igual, aunque quedasen cinco minutos, se hubieran hecho eternos igualmente. Venga chicas, ánimos! Un día más y ya estaréis de vacaciones.

  • Cucha! Me va a acompañá a la iglesia al final o qué?
  • Claro que sí! No me lo pierdo por nada del mundo. - contestó Miare con una gran sonrisa en los labios.
Finalmente, despúes de varios años luz, llegó la hora de cerrar. Los gemelos bajaban la persiana, mientras las dos amigas se despedían hasta mañana. Luego, se alejaron cogidas del brazo inundando de luz, la calle medio vacía. Fran y Cisco se las quedaron mirando un buen rato, callados, está vez los dos, y contemplando enbelesados aquellas dos maravillas de la naturaleza. Quizás ese fuera el motivo por el que aún no habían perdido el trabajo?, quién sabe.
Masi aparcó el coche en la calle una vez llegaron al barrio. Qué fácil era encontrar sitio durante el verano. Ojalá fuera siempre así, pensó mientras cerraba la puerta del coche.

  • Bueno y ahora qué? - preguntó Miare.
  • Mira… - le mostró el teléfono. - Ayé estuve mirando por internet si había alguna iglesia por el barrio.
  • Hay varias! - contestó Miare mientras comía unos frutos secos.
  • Sí ya lo sé! Pero solo hay una qué confiesen! Me va pillando?
Miare sonrió lasciva y puso el maps para saber cómo llegar. Sabían muchas cosas de su barrio, dónde ir a comprar, dónde a tomar algo, dónde a bailar… pero no dónde podían ir a rezar.
En pocos minutos se plantaron delante de una gran iglesia. Las amigas se quedaron paradas un rato contemplando la fachada del cerimonioso edificio.

  • Estás segura de hacer esto? - preguntó Miare mirando hacía el cielo.
  • Ahí arriba no hay nada hija! - rió Masi. - Y si lo hubiera yo prefiero ir pa bajo!
  • En el sótano es dónde está la fiesta buena, no? Jaja… Venga vamos!
Las chicas entraron dentro de la iglesia sin ser conscientes, que no muchos años atrás, jamás las hubieran permitido entrar vestidas tan indecentemente. Pero como se atrevían a llevar esos vestidos que mostraban más que sus tobillos?. Qué frescas. Tuvieron suerte de que se hubiera ‘modernizado’. Se sentaron en uno de los bancos de la última fila mientras intentaban localizar al cura. Pero allí no había nadie.
En realidad se dieron cuenta de que sí se trataba de un sitio de paz, pero bueno, para eso habían entrado ellas, para arreglarlo.
  • Mira tía! Tiene que ser ese. - Miare le dió un codazo a su amiga que contemplaba embobada el techo de la iglesia.

Un hombre canoso justo acababa de salir de la sacristía. Era mayor, con barba también canosa y gafas. Iba vestido de calle. Al pasar por delante de la imensa cruz del centro, se arrodilló y se santiguo rápida y agilmente.

  • Graba tía! - Masi se levantó y encendió el micro de cuello que llevaba escondido en su vestido. Lo había cogido prestado de la tienda. Luego sacó una piruleta de su bolso y se la puso en la boca.
Miare por su lado sacó una pequeña cámara y la encendió disimuladamente. Luego empezó a grabar como su amiga se dirigía andando hacía el cura, mientras se colocaba bien los pechos y levantaba su vestido para que sus muslos estuvieran bien a la vista.

Cuando el padre se levantó chocó de frente con la rubia. - Perdón padre! - exclamó ella mientras hacía ver que tropezaba y perdía el equilibrio. El cura la agarró contra él y sintió el pecado cerca de su cuerpo. Aunque hubiera hecho los votos de castidad, sus ojos no pudieron evitar clavarse en el escote de esa preciosa chica. Y es que aunque la mona se vista de seda…
  • Disculpe señora! Se encuentra usted bien? - dijo el Cura colocandose bien las gafas e intentando recuperar la compostura.
  • Señorita padre! No me haga sentí más vieja de lo que soy, hágame el favó!
El santo hombre se disculpó amablemente, le preguntó su nombre y el motivo de su visita. A todo esto Miare, haciendose pasar por turista, seguía grabando disimuladamente.

  • Verá padre! La verdá es que… Me gustaría confesarme - dijo Masi mirando hacía el suelo, fingiendo estar arrepentida.
  • Ah! No esperaba… - el padre volvió a darle un repaso a aquella preciosa y jóven mujer. - disculpeme por mí sorpresa, pero es que no estoy acostumbrado a que la gente jóven me pida confesión.
  • Lo comprendo padre! La cuestión es que últimamente he tenío muchos pensamientos…
  • Lascivos? - dijo el cura muy vicioso que empezaba a ponerse erecto.
  • Si padre! No puedo quitarme de la cabesa eso pensamiento y necesito desfogarme con usté. No se si me comprende? - dijo Masi mientras jubaba con la piruleta dentro de su boca
El padre tuvo que separarse de ella, porqué no aguantaba más. No es que Satanás lo estuviera tentando, es que se había colado en su casa, sentado en su sofá y poniendo los pies sobre la mesa de centro se había apoderado del mando de su TV. Recordando el pasaje de Jesús en el desierto, se armó de coraje y le señaló coordialmente dónde estaba el confesionario.

  • No me acompaña? Padre! - preguntó Masi dándose la vuelta rapidamente y con la piruleta en forma de corazón cerca de sus rojos labios. Al girarse tan rápido la parte inferior de su corto vestido dejó entrever, por pocos segundos, un poquito sus redondas y tersas nalgas.
  • Debo vestirme cómo es debido hija! - contestó balbuceando el cura mientras con dos dedos apartaba su alzacuellos para que pudiese entrar algo de aire fresco en su acalorado cuerpo.
Luego velozmente se dirigió de nuevo a la sacristia para ponerse la túnica. Miare aprovechó que el cura ya no estaba, para acercarse a su amiga y preguntarle cómo iba la cosa.

Dentro de la sacristia, el viejo se puso la túnica blanca por encima de la ropa y se dispuso a salir. Pero antes de abrir la puerta una perversa idea volvió a pasarle por la cabeza. Se dió la vuelta, volvió a sacarse la túnica y se quitó toda la ropa quedandose totalmente desnudo. Aunque viejo y virgen, estaba bastante en forma, incluso podríamos decir que era atractivo.

Cómo Dios le trajo al mundo, en medio de la pequeña habitación, contempló por unos momentos su pene erecto. Luego pidió perdón por lo que iba a hacer, rezó un Ave María, se santiguó y se puso por segunda vez la túnica por encima.

Andar desnudo con la túnica rozándole el prepucio, lo puso aún más cachondo. No es la primera vez que hacía eso, aunque reconocerlo lo llenase de verguenza. Entró en el confesionario, corrió la cortina. Y abrió la pequeña ventana en rejilla que la separaba del mismísimo diablo.
  • Abe María purissíma. - dijo el cura mirando al frente dejando a su lado derecho la ventanilla abierta.
  • Sin pecado concebida, padre. - contestó Masi al otro lado.
  • Dime hija. Por qué acudes a este humilde siervo de Dios?
  • Padre he pecado. - intentó no reir al decir eso.
  • De pensamiento o también de cuerpo? hija mía! - ya empezaba a meter su mano por debajo la túnica.
  • De pensamiento padre! - contestó Masi
  • Dios es perdón hija mía. No debes temer por él, pues es benigno y comprensivo con todos y cada uno de sus hijos.
  • Pero Padre! Es que he pecado mucho. Tengo demasiado pensamiento impuro!
El cura ya estaba bajando y subiendo la piel de su prepucio. Lo hacía lentamente sin dejar de mirar al frente. Cómo dijimos antes, no era la primera vez en su vida que hacía eso escuchando las confesiones de sus feligresas, pero si la primera en hacerlo con una tan jóven y caliente. - Hija! Si quieres que el padre de todo te perdone, deberás confesar tus pecados. - dijo cada vez más excitado.

Masi notaba cómo la voz de él sonaba cada vez más gutural, y aunque no pudiera ver muy bien por esa ventana en rejilla, sí vío que tenía los ojos cerrados. El muy cerdo estaba imaginando lo que ella decía.
  • El problema es que me echao novio y el me insiste mucho para que lo hagamo…
  • Hija! Es tu primera vez con un hombre? - contestó el cura más excitado. Su mano masturbando su polla movía la túnica blanca violentamente.
  • Si padre… pero estoy asustada sabe? - Masi se acercó pegando sus labios a la ventanilla. - Él quiere que le chupe… ya sabe. Pero eso es pecado verdad?
  • Nada es pecado si se hace con amor, hija mía! - su polla estaba apunto de explotar.
  • Pero padre! El problema es que yo jamás… me da mucha verguenza… Usted me podría enseñar?
  • Hija mía! Yo solo puedo guiarte. - decía el cura mientras se pajeaba más y más rápido. - Soy un hombre de fé, solo puedo aconsejarte y mostrarte el sendero.
El cura estaba en el septimo cielo, irónico cuanto menos. Miare por su lado se había acercado a ellos dos sigilosamemte. Agachandose, empezó a gabar al cura por debajo de la cortina, que solo tapaba la parte superior de su cuerpo. Pudo hacer un plano perfecto de cómo se masturbaba debajo su túnica. Luego sin hacer movimientos bruscos, se situó justo al lado y empezó a grabar a Masi.

La andaluza miró a cámara mientras se quitaba las bragas y empezaba a masturbarse, abriendose totalmente de piernas en frente del objetivo. Tenía un talento innato para la interpretación.
  • Pero hija… que haces? - dijo el cura. - Eso no está bien! Es pecado. - se había girado al escuchar los gemidos de la chica y observaba a través de la ventanilla, cómo se acariciaba aquel hermoso y apetitoso coño.
  • Lo siento padre! Pero no puedo evitarlo, es que estoy muy necesitads. Necesito un pene ahora mismo, lo necesito ya!
  • Pero hija! Yo no… - las palabras del cura no respaldaban sus acciones. Atraído por la lujuria se puso en pié dentro del confesionario, se levantó la túnica y acercó su pene erecto a la ventanilla.
  • Dios mío padre! Tiene un pene hermoso - gimió Masi mientras acercaba su boca a las rejas.
  • Arderemos en el infierno! Ooohh! - el cura observaba fuera de control la boca abierta de la chica a escasos centímetros de su polla. Sujetandose el rabo con una mano lo golpeaba contra la rejilla, sin poder controlar aquella situación.
Masi le hizo una señal a su amiga y esta se levantó rápidamente, escondiendose detrás de una columna, sin dejar de grabar en ningún momento. En cuanto vió, con el rabillo del ojo, que ya estaba escondida. La andaluza salió del confesionario y corrió la cortina del cura que seguía masturbandose totalmente fuera de control.
  • Padre necesito su pene en mi boca! - dijo Masi poniendose de rodillas y acercando sus labios a la polla erecta de él.
  • Pero hija! No debemos… es pecado. - gemía lascivo mientras miraba como su prepucio desaparecía dentro de la boca de ella.
Masi empezó a chupar con ganas ese enorme rabo, mientras el viejo le suplicaba que parase. Pero tan solo lo decía, no la apartó, ni tan solo la tocó. Tan solo sujetaba su túnica en alto mientras aquella preciosa rubia metía toda su polla erecta dentro de su boca.
  • Así no hija mía!
  • No lo hago bien padre? - contestó Masi de rodillas sujetando su rabo enfrente de su boca y mirandolo sensualmente.
  • Mira, tienes que abrir así la boca - dijo el padre enseñandola cómo debía hacerlo. - Aaaaa!
  • Así padre? Así es como lo tengo que hacer? - decía imitando su gesto.
  • Si niña! Así está bien. - y empezó a meter su rabo dentro de su boca suavemente. - Así se hace, muy bien. Vas a hacer muy feliz a tu novio. - el cura la cogió de la cabeza y acompañaba sus movimientos. - Ahora deja de sujetarla. Sí exacto, así. Deja que yo haga el trabajo. Así… muy bien tu solo quedate quieta.
Las dos manos del padre agarraron su cabeza. Y poseido por el diablo empezó a follarse la boca de Masi. Primero suavemente, luego más rapido y más y más rápido. Hasta que al final parecía que estuviera follandose un coño.

  • Padre perdoname por sucumbir a la tentación! Ooooh! - gritaba mientras miraba a la chica con la boca llena, ahogandose y mirandole desde el suelo muy asustada.
Masi estaba muy excitada, mientras esa polla entraba y salia violentemente de su garganta. La túnica de el cura callendo por su frente y sus pelotas golepandole la barbilla.

Miare por su lado seguía grabando con las piernas cruzadas y sus muslos pegajosos. No precisamente por la calor. Tenía un plano perfecto y empezaba a sentir unas ganas incontrolables de unirse a su amiga.

La iglesia estaba en completo silencio, lo único que se escuchaba eran unos apagados gemidos y el sonido de las pelotas del cura golpeando contra la cara de Masi. Cada vez más rápido, cada vez más fuerte.

  • Oooh! Virgen santa! Me corrooooo - gritó el cura.
  • Pffssiiiff Pppfadreee! pfggllenemefggp pgfgentegaaf!

Masi no recordaba haber recibido jamás una corrida de aquel tamaño. La polla dura del cura era un grifo que no cesaba de sacar leche. Mientras escupía más y más lefa no paraba de empotrarle el rabo más y más adentro. Sus labios estaban ya tocando el bello púbico de él. Había llegado al final del recorrido, pero él quería más, así que seguía apretando la cabeza de ella contra su entrepierna con más y más fuerza.

Miare se estremeció de placer mientras hacía un zoom a la cara de su amiga. Su boca abierta de par en par con ese pollón dentro. Sus ojos abiertos que habían empezado a lagrimar por el esfuerzo, el semén callendo por la comisura de sus labios y su garganta tragando para evitar ahogarse.

  • Gracias padre! - Dijo Masi, aún de rodillas, limpiandose la boca cuando él la sacó de dentro.

El cura la miraba de pié y arrepentido sin dejar de sujetar, con una mano, su cabeza. Había dejado caer su túnica, pero el bulto de su entrepierna seguía siendo muy visible. Sin decirle nada y en esa misma posición se santiguó, cómo si la estuviera bendiciendo para que marchase en paz. Luego se dejó caer en el banco del confesionario y se tapó la cara con la mano; avergonzado de sí mismo.

Masi, sin decir palabra, se levantó y salió por la puerta de la iglesia. Su amiga la esperaba fuera muy contenta y emocionada. Se abrazaron y revisaron el video mientras andaban por la plaza riendo sin parar. Las dos estaban muy calientes y morbosas. No podían dejarlo ahí. De ninguna manera.

Dejaremos a las dos pecadoras que alivien su desenfrenada lujúria con privacidad. Y sin perder tiempo avanzaremos a la mañana siguiente para saber cómo le iba a nuestra pareja incestuosa que justo estaban a punto de poner en marcha su plan.
  • Pero estás seguro cariño? - preguntó Marta nerviosa, dentro del taller del padre de su novio.
  • Qué siiii! Ya te he dicho mil veces que siempre viene los Martes, pesada. - Jordi miraba a través de la pequeña rendija de la puerta, que había dejado.
  • Ufff! Estoy muy nerviosa… Tu nó? Por qué no? Por qué estás tan tranquilo?… - andaba de un lado al otro de la habitación haciendo un surco en el suelo.
  • Marta relajate por Dios! - Gritó Jordi y luego volvió a espiar a través de la puerta casi cerrada.
  • Pero estás seguro de hacerlo? Qué es tu padre mi vida… que de esta no nos salva ni el mismíssimo Papa.
  • Mierda! Que ya vienen, corre corre - Jordi cerró la puerta con llave y agarró del brazo a su novia.
  • Vienen? Pero… - Marta estupefacta era arrastrada hasta entrar en la habitación pequeña detrás del escritorio de su padre.

Mientras Jordi seguía espiando, distinta puerta mismo modus operandi, Marta seguía comiendose las uñas. Su cabeza decía ‘No lo hagas es obsceno, inmoral, pecado, delito’, pero su vagina decía lo contrario ‘Házlo, padre e hijo que morbazo, follatelos, dejate llevar’. Es que acaso las mujeres también tienen dos cerebros? Curioso descubrimiento.

La llave se introdujo en la cerradura y la puerta se abrió. Manolo entró en el local discutiendo con su mujer. Correcto Marta, Vienen!.
  • Deja de protejer a tu hijo! Ya es mayorcito Manolo. - gritaba la madre de Jordi. - En algún momento deberás dejarlo que se apañe por si mismo… deberias estar disfrutando de la jubilación y no trabajando.
  • Vamos Rosa! No empezemos otra vez… ya lo hemos hablado muchas veces. - Manolo se acercó a su mesa y se sentó revisando las facturas. Luego levantó la cabeza para observar a su mujer que delante suyo cruzaba los brazos, mosqueada como siempre - Solo serán unos minutos, nada más.
  • Eres lo que no hay Manolo! Lo mimas demasiado. - Rosa se giró y se dirigió a la puerta mientras gritaba - Pues ahí te quedas, yo me voy de paseo. Ala!
La puerta se cerró de un golpazo. Manolo por fin sonrió aliviado, ya se podía relajar. Sin perder tiempo, dejó las facturas sobre la mesa y encendió el ventilador. Luego abrió el ordenador y esperó tres años a qué se encendiera. - Dónde está mi putita favorita? - susurró mientras entraba en su carpeta favorita y empezaba a frotarse la polla. Esa mañana estaba más cerdo de lo habitual.
  • Lo ves, te lo dije! - susurró Marta pegada al cuerpo de su novio.
  • Shhhh! Calla. - contestó él mientras observaba a su padre haciendo clicks, pasando lentamente las fotos de su novia.
  • A ver con que foto nos haremos la paja hoy? - hablaba en voz alta Manolo, pues le ponía más guarro. Paró de pasar fotos y se quedó mirando una en la que aparecía Marta en bikini, tumbada sobre la toalla de una playa. - Ufff! Que buena estas zorra. Como me gustaría chuparte esas tetitas… mmm - el padre de Jordi se puso de pié y se quitó rapidamente los pantalones y los calconcillos. - Has visto cómo me pones el rabo, puta! - dijo mientras agarrando su polla erecta lo movia delante de la pantalla. Recogió la ropa del suelo y la tiró encima de la mesa, luego se sentó con las piernas abiertas mientras imaginaba que Marta, desde la pantalla, le miraba el rabo empalmado. - Te gusta verdad? Puta! Mira que rabo tan grande y duro. - volvió a hacer varios clicks, hasta que encontró otra foto que le gustase. Escogió una de la boda de unos primos de Jordi, dónde ella llevaba un vestido rojo y ajustado que marcaba todas las curvas de su cuerpo.

  • Dios! No recordaba esa foto… - dijo Jordi super excitado detrás de la puerta.
Marta miró a su suegro que empezaba a ponerse violento. A cada insulto y comentario cerdo que hacía, notaba como se ponía más mojada. - Seguro que no llevabas braguitas esa noche verdad? Puta! - decía el padre de su novio masajeandose el rabo duro y erecto.

  • No papá! Ni sujetador - conestaba Jordi lascivo detrás de la puerta. Espiando como su padre hacía zoom sobre el culo de su novia.
  • Diooos! Que pedazo de culo que tienes guarra! - el padre de Jordi escupió en la palma de su mano y empezó a acariciarse el glande. Quería hacerlo despacio, tomarse su tiempo y hacerse un pajote monumental.
  • Qué le harías papá? Dilo! - gemía Jordi que empezaba a desabrocharse los pantalones. Y abria cada vez más la puerta sin darse cuenta.
Marta entendió que ese era el momento. Así que cogió su teléfono, encendió la cámara y empezó a grabar.

  • Te subía el vestido y te ponía a cuatro! Diooos! - Manolo empezó a desabrocharse la camisa dejando a la vista su torso peludo y canoso. Apretaba sus nalgas contra la silla y se miraba la polla erecta palpitando.

Jordi se quitó los pantalones y calzoncillos y los dejó tirados por el suelo. Dejando su rabo tieso y babeando al aire libre. El olor a polla y huevos le llegó a Marta que ya estaba completamente empapada. Luego se quitó la camiseta y quedandose totalmente desnudo abrió sigilosamente la puerta de par en par.

Manolo hizo un par más de clicks. En la pantalla apareció una foto de Marta desnuda, con una marca de agua en la parte inferior derecha que ponía Deepfakes.

Eso fue la gota que colmó el baso para su hijo. Miró a Marta y le susurró: - Voy a hacerlo! - Sin dejar de masturbarse se acercó a su padre por la espalda y se puso a su lado diciendo - Joder papá! Tienes que pasarme esa foto…
Marta rapidamente ajustó la puerta y se escondió para que no la vieran, sin dejar de grabar.
  • Hijo! Pero qué cojones… - gritó su padre con un simulacro de infarto. Quería taparse su rabo empalmado, quería cerrar el ordenador, quería ponerse los pantalones, quería aparentar que no estaba haciendo lo que estaba haciendo.
  • Tranqui papá! Jajaja. No pasa nada - Jordi sonreía desnudo y empalmado a su lado.
  • Pero yo! Yo… no es lo que parece hijo. Dios! Que bochorno - dijo Manolo aún sentado con el corazón a mil y el rabo tieso de su hijo peligrosamente cerca de su cara.
  • Eh eh! Relajate papá… No pasa nada, yo lo hago cada día.
  • El qué hijo?… Dios! Esto no puede estar pasando. - Manolo seguía nervioso pero pasó a estar sorprendido cuando su hijo empezó a masturbarse lentamente a su lado.
  • Pues esto! - dijo sonriendo Jordi mientras le mostraba a su padre como se masturbaba. - Me encanta compartir fotos de Marta con mis amigos y pajearme con ellos mientras los miro.

Marta que ya no aguantaba más se metía los dedos dentro de su coño húmedo. Le ponía muy cachonda que su novio fuera tan cerdo y pajero. Y aún la ponía más caliente que el padre de él también lo fuera.

  • Venga no te cortes! - dijo Jordi a su padre mientras acercaba una silla y se sentaba al lado de él. Su padre no daba credito, pero estaba tan caliente que ya le daba todo igual.
  • Te gusta esta? - dijo Manolo volviendo a pajearse mientras mostraba una foto de Marta riendose mientras se columpiaba.
  • Ufff! Mira la minifalda que lleva la muy puta!, como le gusta enseñar y calentar pollas, casi se le ven las bragas. - contestó Jordi muy cerdo pajeandose.
  • Siiiii… - Manolo hizo zoom sobre su cara. - Y mira que boquita tiene tu novia…
  • Dios! Seguro que le cabrían nuestras dos pollas dentro, eh papa! - Jordi agarró su rabo enorme y lo zarandeó.
  • Ya ves! Meterle los dos rabos a la vez mientras se rozan dentro de su boca… joder que cerdo estoy! - padre e hijo se mostraban y miraban los rabos el uno al otro.
Detrás de la puerta, a la espalda de ellos; el silencio solo era interrumpido por el ruido que hacía la mano mojada de Marta golpeando su coño mientras se metía los dedos hasta el fondo.

  • Menudo pollón tienes papá! - dijo Jordi relamiendose los labios. - Nos hacemos unas cruzadas? Sabes lo que es?
  • No, pero me lo imagino hijo. - Manolo puso las fotos en modo diapositiva, luego miró con deseo la enorme polla de su hijo. Y mientras la empezaba a pajear, notó como la mano de su hijo hacía los mismo con su rabo. Jamás en su vida había estado tan excitado.
Marta que seguía grabandolo todo, pensó por un momento que Jordi se había olvidado de ella. ‘El pan de cada día’ pensó mientras seguía haciendose los dedos. Pero de repente su novio dijo las palabras que ella estaba esperando. Mientras el hablaba, se quitó la ropa y el sostén, quedandose solo en tanga y escondiendo el telefono detrás de su espalda.

Se había preparado para la ocasión. Tacones negros, medias y tanga a juego y sus dos pezones cubiertos por un par de tiras de cinta americana en forma de X del mismo color. El plan había salido a la perfección.

  • Lo dices en serio? - exclamó Manolo sin dejar de masturbarse mutuamente.
  • Sí! Es más. Fué idea suya. - contestó Jordi.
Marta se acercó a ellos dos, sonriendo cuando padre e hijo voltearon la cabeza para mirarla. Soltó una leve risita al ver sus dos caras de pajeros mirandola mientras se hacían la cruzada. Notó que en cuanto la vieron, los dos aumentaron la velocidad. Lentamente, pasó el brazo acariciando el hombro de su novio y cuando se puso delante le frotó todas las tetas por la cara.
  • Madre mía! - exclamó Manolo al verlo. Marta le guiñó el ojo y mientras se ponía delante suyo, le preguntó si él tambíen quería. - Si por favor! - dijo desesperado.
Marta empezó a golpearle sus pechos en la cara, mientras él chupaba y besaba sin parar. Aprovechó ese momento para darle el teléfono a su novio que lo colocó disimuladamente en el sitio que habían decidido anteriormente. Sin duda tenía la mejor panoramica para no perderse detalle.
  • Bueno chicos! Decidme guarradas. - dijo Marta dandoles la espalda y despejando la mesa. Las facturas calleron por el suelo mientras padre e hijo miraban ese culo muy de cerca. - El que más cerda me ponga será el primero en probar esto. - sentó su precioso culo sobre la mesa, apoyando sus piés también en ella. Se abrió de piernas y empezó a masturbarse por encima del tanga. El pequeño hilo, no podía evitar tapar sus labios rosados y mojados.
Los tres se masturbaban al mismo tiempo muy cerca los unos de los otros. Marta con sus piernas abiertas y frotandose duro se puso cerdisima contemplando padre e hijo masturbarse como dos gorilas en celo enfrente suya.
  • Papa! Has visto lo puta que es mi novia? - dijo Jordi cachondissimo.
  • Tienes que atar en corto a esta perra hijo! O a la que te des la vuelta se estará comiendo tres pollas a la vez.
Marta soltó un gemido y le dijo a Manolo que le quitara el tanga. - No no… con la boca! - suplicó.

Manolo se levantó y metió la cabeza entre sus piernas, luego mordió el tanga oliendo el coño húmedo de ella sin dejar de masturbarse. Mientas Marta levantaba un poco su culo mojado de la mesa, su suegro le quitó el tanga lentamente mientras observaba ese coño rosadito y mojado. - Buen chico! Jiji. Cariño acerca tu polla aquí.

Jordi se puso de pie junto a su padre, que en ese momento tenía el tanga de su novia en la cara, oliendolo fuertemente. -Más cerca! - ordenó su novia. Sus muslos se tocaron con los de su padre. - Frotadlos aquí! Y dedidme guarradas… - Ellos sin dejar de masturbarse empezaron a rozarle sus glandes por su coño. ‘Oh puta quiero follarte el coño’ Eran contactos fugazes, rápidos.

Marta deslizaba su culo por la mesa completamente lubricada buscando frotarse primero con uno, luego con otro. Los dos a la vez. ‘Quiero ver cómo te metes la polla de mi padre en la boca’ Cuando vió que su coño y las pollas de padre e hijo se tocaban las tres a la vez. Se le fué la cabeza por completo.
  • Las necesito dentro! - exclamó mientras bajaba de encima de la mesa como si fuera un tobogán de un parque acuatico. Se puso de rodillas y empezó a chuparles el rabo como una auténtica profesiona.

Padre e hijo gemían sin dejar de insultarla y decirle cometarios obscenos. ‘Así sí, tragatela entera’ decía Manolo mientras su nuera de rodillas le chupaba la polla. ‘Más adentro puta’ Jordi se agachó junto a su novia y le empujaba la cabeza con fuerza contra la polla de su padre.

Marta notaba cómo si se estuviera meando. Sus piernas temblavan y su coño chorreaba flujo mientras se corría, pero quería más. Estaba como poseida por el disblo. Con fuerza empujó a Manolo y consiguió sacar ese pedazo de rabo de su boca. Siguió pajeandolo mientras su suegro ansioso le insistia para que volviera a metersela dentro. Entoncés miró a su novio que de rodillas a su lado le lamía la cara con sabor a polla de su padre y le dijo ‘Ahora tú chupapollas’.

Jordi abrió la boca mientras su novia le metía la enorme polla de su padre en la boca. Y empezó a mamar como una perra obediente. Marta la volvió a sacar y se la metió ahora en su boca, mientras su novio ansioso por más rabo intentaba meterse por en medio. Ella generosa, se la volvió a dar, se puso de pie y lo dejó de rodillas mamandosela a su padre.

Marta se recostó sobre la mesa y puso su culo en pompa, las piernas bien abiertas. Y mirando a su suegro le indicó con el dedo que viniera. Manolo sacó su polla de la boca de su hijo y acompañandola con su mano la metió dentro del caliente y mojado coño de su nuera.

Mientras la empotraba salvajemente contra la mesa, Jordi le chupaba los huevos a su padre. Pero los gritos de placer de su novia lo pusieron celoso. Así que se levantó se puso a su lado en la misma posición y abrió su culo con las dos manos.
  • Ahora yo Papi! - dijo como un niño bueno mientras miraba a su padre con la cabeza apoyada sobre la mesa.
Manolo sin pensarlo, sacó la polla del coño de su nuera y se la metío violentamente en el ojete de su hijo. Mientras su padre le follaba el culo, Jordi notaba su rabo erecto golpear contra la mesa. Marta se levantó y se abrazó a su suegro. Mientras le comia la boca, acariciaba su pecho peludo por debajo de su camisa abierta y sudada.

Las empotradas cada vez eras más fuertes, la mesa se movía como si se fuera a romper. Y Marta contemplaba como Jordi se follaba a su padre como una buena zorrita, mientras el dedo de su suegro buscaba desesperadamente entrar dentro de su ojete.
  • Vaya pedazo de maricón estás hecho - le dijo a su novio mientras le daba cachetadas en el culo.
  • Calla puta! - gritó Jordi jadeando. - Y abrete de piernas que te voy a meter la follada de tu vida.
Marta sonrió y como un rayo se dejó caer de espaldas sobre la mesa empapada de sudor. Levantó las piernas y esperó ansiosa. Su novio apartó a su padre que no podía dejar de empotrar, se acercó a ella y escupió sobre su coño mientras lascivamente contemplaba a su novia abierta, con las piernas en alto. - Te quiero! - dijo mirandola a los ojos y empezó a follarsela como nunca antes lo había hecho.

Manolo aprovechó a que su nuera estaba gritando con la boca abierta para rodear la mesa y meterle la polla dentro. Ella recibía la follada de su novio mientras chupaba como una loca la polla de su suegro.

Al cabo un buen rato, padre e hijo estaban listos para acabar. Marta ya lo había hecho varias veces, pero seguía queriendo más. Era la primera vez en mucho tiempo que su novio la hacía sentir así.

Cuando se dieron cuenta de que querían correrse. Jordi agarró a Marta y la obligó a ponerse de rodillas. Cogió su cabeza y la hechó para atrás. Manolo desde el otro ladó arrastró la mesa hasta que tocara la nuca de su nuera. En cuanto su hijo vió que estaba atrapada, empujó la frente de ella contra la mesa y le metió la polla en la boca y empezó a follarsela como si fuera un objeto.

Padre e hijo se iban turnado. ‘Te gusta zorra! Has nacido para esto!’, gritaba Manolo mientras se la metía hasta el fondo y le daba bofetadas. ‘Maldita puta cubo de lefa’, gemia Jordi dandole pollazos en la cara y tirandole del pelo.

Marta chillaba, sentía dolor y placer, gemía y gritaba, lloraba y pedía más. Que guarra se ponía cuando la trataban así. Se volvió a correr.
  • Oh me corro hijo! - gritó Manolo metiendole el dedo por el culo a Jordi.
  • Y yo papáaa!
Los dos hombres empezarón a lefar al mismo tiempo la cara de Marta mientras la tiraban del pelo. Ella con su cara roja por las bofetadas, el rimel corrido por las lagrimas y su boca con olor a dos pollas diferentes; intentaba no desperdiciar ni una gota, mientras se masturbaba y volvia a correrse.

Luego de sacarles hasta la última gota, mientras padre e hijo la miraban de pie con sus rabos palpitando, ella les miró de rodillas como una niña buena y se tragó toda la leche.

Este había sido, sin duda, el mejor polvo de su vida.
Continuará…
Me has dejado a punto de nieve..😜
 
Seguimos con las aventuras de este grupo tan especial de amigos, jeje. Espero lo disfruteis…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 14 - Piedra, papel, TIJERAS


Laia se levantó con mala cara. Abrió la persiana de su habitación para que entrase el sol y se airease un poco mientras bostezaba estirando su cuerpo. Luego salió al pasillo y refunfuñó ‘Es que no se van a cansar nunca?’ al escuchar como la cama de Gemma seguía haciendo ese maldito ruido.

Toda la noche igual. ‘Ñigi - Ñigi - Ñigi’ sin parar. Laia estaba realmente sorprendida por Guillermo. De su amiga se lo esperaba, pero de él? Quién podía imaginar que aquel gordito asmático tuviera tanto aguante?

Entró en el baño, encendió la luz y se acercó al espejo. Ojeras de mapache, el pelo despeinado y enrredado, alitosis. Estaba hecha un cristo. Pero no había tiempo para lamentaciones. Era míercoles y había llegado su gran día. Estaba ansiosa de que llegara la noche para sorprender a sus amigos con lo que tenía preparado.

Se lavó la cara y los dientes. Luego se quitó la ropa y se metió en la ducha. Mientras enjabonaba sus grandes pechos, entró Guillermo en el baño - Muy buenos días! - dijo sonriendo de oreja a oreja y completamente desnudo. Levanto la tapa del vater y hechó una larga meada mientras resoplaba. - Ya vooooy! - gritó cuando Gemma desde la cama le pedía otro asalto. Laia lo observaba mientras seguía duchandose. - Suerte con los gemelos Laia! - le dijo él mientras metia medio cuerpo dentro de la ducha y le daba un beso en los labios. - Me voy que me reclaman! - y tan alegre y feliz como entró se volvió al cuarto de su compañera de piso. ‘Ñigi - Ñigi - Ñigi’.

Laia terminó de preparar su mochila de mano al mismo tiempo que tomaba su café. Aunque no hubiera podido pegar ojo en toda la noche se sentía contenta por su nuevo compañero de piso. Se estaba adaptando muy bien a la convivencia de casa, ‘Ñigi - Ñigi’, bueno, más que bien, podríamos decir.

En el mismo instante en que salió a la calle y empezó a caminar dirección al bus, levantaba pasiones por dónde pasaba. Los hombres se quedaban enbobados al contemplar aquella mujer alta y hermosa, caminar tan decidida y poderosa. Sus cabellos morenos y rizados ondeaban al viento. Su vestido veraniego rezalzaban su figura de cintura estrecha y caderas anchas. Y sobretodo aquellos dos grandes pechos apretujados contra el sostén que gritaba desesperado en busca de ayuda.

  • Ostraaas! Hola preciosaaa! Me alegro de verte. - sonrió Miare cuando Laia entró dentro del ‘Copy&Paste’. - Cómo tú por aquí?

Laia le dió dos besos y un calido abrazo, luego empezó a explicarle detalladamente el motivo de su visita. - Chochoooo! Preciosaaaa! cómo está hija? - Laia tuvo que volver a empezar a explicarlo todo de nuevo, en cuanto apareció la andaluza.

Las dos rubias escuchaban atentamente a su amiga mientras ella les contaba los deberes que Gemma le había puesto. - Entonces cómo lo veis? Creeis que aceptaran? - dijo al terminar de contarles todo.
  • Quien? Los gemelos o los demás? - preguntó Miare dubitativa.
  • Los gemelos digo. La otra parte se la dejo a Gemma, tiene ya sabes… más poder de convición.
Las dos rubias se miraron entre ellas y luego miraron a su amiga de arriba a abajo. Estaba impresionante, así que le aseguraron entre risas, que era imposible que no los pudiera convencer. - Perfecto! Jeje… Pues vamos a ello! - despúes de darles dos besos a cada una, les dijo que las veía en un rato y se dirigió a la trastienda

  • Buenos días! - Dijo entrando en el cuartucho y soltando sobre una mesa su bolsa de mano. - Cómo estaís chicos?
Los dos gemelos se giraron rápidamente y observaron anonadados, por un momento, aquella espectacular mujer. Luego, volviendo a la tierra, le dieron los buenos días. En realidad solo uno de ellos, el otro permaneció callado.

  • Eres… Laia verdad? Del día de la playa… ahora te he reconocido.
  • Hola Fran! Sí, jeje. - el gemelo se levantó y le dió dos besos en la mejilla. El otro seguía sentado, impasible.
  • Y a que debemos el placer de tu visita? - preguntó Fran embriagado por el perfume de ella.
Laia, abrió su maleta y empezó a sacar unos papeles con gráficos y estudios de mercado. Se acercó decidida a una pizarra imantada y los pegó encima. Mientras Fran se volvía a sentar en la silla al lado de su hermano, Laia situó la pizarra enfrente de ellos y carraspeó como si fuera a hacer una exposición; los gemelos se preguntaban curiosos a qué venía todo aquello.
  • Bueno chicos! Iré al grano porqué no dispongo de mucho tiempo. - dijo nuestra amazona favorita que ya poseía la total atención de los dos hermanos. - Estoy aquí para ofreceros un negocio. No uno cualquiera, sinó uno muy lucrativo que os hará, perdón corrijo, nos hará a todos muuuuy ricos.
Los gemelos no entendían nada. Negocio? Qué podían ofrecer ellos a esa preciosa chica? En esos momentos se encontraban al borde de la banca rota y además tenían un pésimo olfato para ello. Laia ayudandose de los documentos expuestos en la pizarra, siguió hablando. - Vuestra situación financiera es, francamente y sin intención de ofender, una puta mierda! Es insostenible, mirad - Laia señaló un gráfico con columnas de colores. - siguiendo la dinámica de vuestros tres últimos años fiscales, os veréis obligados a cerrar la tienda en pocos meses. Vuestros gastos suben hasta aquí, pero en cambio los ingresos bajan hastaaaaaaaaaaaaaaaa aquí!

Fran se levantó de la silla y empezó a examinar más de cerca los documentos. Eran totalmente correctos. - Cómo has conseguido esta información? - dijo medio perplejo medio mosqueado. Eran datos privados y ella no debería tenerlos.
  • Bueno! Digamos que tengo mis fuentes, jeje. - Sus fuentes eran un chaval gordo y asmático que en ese momento estaba poniendo a cuatro a su compañera de piso, en el colchón sudado de su habitación.
Fran se volvió a sentar, mirando a su hermano y encojiendose de hombros. Quería saber a dónde iba a llegar todo eso. - Bueno y que propones, entonces? - preguntó sujetandose la barbilla y cruzandose de piernas.
  • Bien! He realizado un pequeño estudio de mercado. Mirad aquí - Laia señaló otro gráfico. - El problema más básico está en el producto que estáis ofreciendo. Cómo veis aquí, estaís cubriendo una minuscula parte de las necesidades del consumidor. Diciendolo de otro modo, lo que ofreceis es demasiado específico y la demanda es casi nula. Necesitais urgentemente o bien ampliar la gamma de vuestro producto o cambiarlo drásticamente para llegar a más parte del mercado. Os recomiendo la segunda opción, sin dudarlo.
  • Pero nosotros solo sabemos de esto… no podemos empezar a vender helados o viajes, así de repente. No tenemos ni idea. - Fran no estaba nada convencido.
Laia se acercó a los dos gemelos, notó que se ponían tensos al hacerlo. - A ver chicos! Cúales son los tres negocios más lucrativos que existen?
  • No vamos a ponernos a vender armas! Somos pacifístas! - exclamó Fran mientras su hermano pensaba en las más de 2000 horas que llevaban jugadas al Call of Duty.
  • No es eso jajajaja - Laia lo encontraba realmente divertido.
  • Pero qué dices! - volvió a exclamar Fran cuando su hermano le susurró algo a la oreja. - Tu me ves cara de Walter Wide o qué? Quieres que empezemos a cocinar ‘Meta’ en el sótano de abajo?
  • Tampoco es eso cariño… qué os queda? A ver…
Los dos gemelos se miraron y pensaron la respuesta al mismo tiempo, pero solo uno dijo - Sexo?
  • Ahí lo tienes! - Laia calló al gemelo poniendole el dedo encima de sus labios, mientras él le explicaba que se negaba a ser parte del turbio mundo de la postitución. - No vamos a montar un puticlub mi vida. Vamos a montar un cine de porno amateur.
  • Cómo dices? - contestó Fran frunciendo el ceño.
  • A ver cuantos amigos tenéis?
  • Tres, bueno en realidad dos.
  • Vale! A ver… no esperaba esa respuesta. Mmmm… a ver… Cuantos conocidos tenéis que consuman porno habitualmente.
  • Todos jajaja - los dos gemelos sonrieron.
  • Estamos hablando de…
  • Bueno, si contamos a los del club de rol, a los del paintball, a los del club de ajedrez… - Cisco volvió a susurrar en la oreja de su hermano gemelo - Ah sí! También a los del ‘Blade Runner’… bueno son más de cien, seguro.
  • Bueno! Ahí ya tenemos un mercado potente. No? - Laia vió como los gemelos asentían. - Vosotros tenéis un local amplio y en buen estado, en un sitio céntrico y bien comunicado. Y mis amigos y yo tenemos y tendremos mucho más en un futuro, horas y horas de porno amateur. Videos de una calidad espectacular y super morbosos. - Laia sonreía mientras imaginaba el potencial del ‘Copy&Paste’- Es que ya lo estoy viendo. Podriamos poner una sala de cine en la parte de arriba y otra sala de sexo en vivo en el sótano, más exclusiva y solo para miembros VIP. Incluso podriamos poner un pequeño bar en el mostrador y vender bebidas a parte de cobrar la entrada…

Mientras aquella impresionante mujer se movía por el cuartucho de la trastienda imaginando todas las reformas que haría en el local, los dos gemelos solo pensaban en la inmensa inversión económica que deberían hacer. No obstante, no podían negar que la idea fuera muy buena. Público no les iba a faltar, eso estaba claro. Y además montar un local clandestino como si fuera un club de la lucha, pero enfocado a las pajas, les ponía la polla muy dura.

Laia les aclaró que lo harían todo paso a paso, sin endeudarse. La inversión principal sería mínima y poco a poco irian mejorando el local con los beneficios que fueran entrando. Promocionar el sitio no sería un inconveniente, el boca a boca e internet serían suficientes. Además las posibilidades eran infinitas, se podían hacer noches temáticas como sexo en vivo, pajas grupales, orgías, intercambio de parejas… lo que quisieran. Y todo en negro por supuesto. Entre semana el local seguiría como siempre, pero los fines de semana se transformaría en un lugar lleno de sexo, lujuria y desenfreno.

  • Entonces qué? Os animáis? Dedidme que sí porfaaaa. - Laia se inclinó muy cerca de ellos poniendo cara de pena al mismo tiempo que movía sus dos grandes tetas.

Los dos gemelos dijeron que sí sin poder quitarle los ojos de su escote. Uno lo dijo en voz alta, el otro solo asintió. Laia lo celebró aplaudiendo y dando saltitos. Los ojos seguían clavados en esas tetazas que ahora botaban descontroladamente.
  • Bien chicos! Pues solo queda firmar el contraro - nuestra amiga sacó otro documento de su bolsa de mano y se lo entregó a los gemelos para que pudieran leerlo.
Fran ya estaba firmando y babeando sin poder dejar de mirar a esa pedazo de mujer. Pero su hermano le susurró que debían leer antes la letra pequeña. Así que lo hicieron.
  • Un momento… Qué significa esto que dice aquí al final… ‘el contrato se formalizará en el momento en que las dos partes hayan…’ - Fran enmudeció.
  • Bueno cariño! Esa parte fué idea mía y solamente mía! - Laia empezó a desnudarse delante de los gemelos que al contemplar la chica en ropa interior firmaron rápidamente.
Masi y Miare atendian coordialmente a la única clienta de aquel día. Habían escuchado todo a escondidas y por supuesto lo habían grabado a petición de la Amazona. Ahora gritaban más de lo normal para que aquella vieja, que sospechaba que su marido le ponía los cuernos con una vecina, no oyera la tremenda follada que su amiga estaba dándole a los gemelos en la trastienda.

No le llevó demasiado rato acabar de ‘formalizar el contrato’, aunque los gemelos dispusieran de muy buenas herramientas de trabajo, aún debían perfeccionar su técnica. No suponía un gran problema en todo caso, solo era cuestión de entrenamiento y repetición.
  • Disculpeme, le dejo con mi compañera. Que tenga un buen día - Miare educadamente dejó a Masi con la vieja mientras le mostraba una cámara muy pequeña que según la andaluza le iría perfecto para espiar a su marido. - Bueno qué? Ha ido bien verdad?
  • Más que bien hermana! No sé como podéis trabajar tranquilas, sabiendo el par de monstruos que tenéis allá atrás - Laia se giró para saludar sonriendo a los dos gemelos que la miraban con amor desde detrás del mostrador.
  • Te vas ya? - preguntó Miare mientras su amiga le daba dos besos.
  • Sí que aún tengo mucho que hacer… Por cierto! Nos vemos esta noche a las nueve en Conde Montecristo esquina Paseo la Hoz. Ahora os paso ubicación a todos por el grupo. Besitos guapa! Muaaaa… Adiós Masi preciosa!
  • Adió guapa! Te quiero!… Perdone, cómo le estaba explicando esta cámara es perfecta para…
Laia salió del local y se puso manos a la obra. Mandó un mensaje al grupo de wasap para que todos supieran el lugar y la hora de la quedada. Y luego aprovechó para llamar a Gemma que respondió agitada y muy contenta al teléfono.
  • Nena, nena… Dios que fuerte… - gritaba Gemma.
  • Que pasa hermana?
  • Marta me acaba de mandar el video de sus deberes justo ahora mismo, Guille ya lo está editando…. Joder! Es super fuerte, tienes que verlo ya! Pero yaaaa! Jajaja…
  • No puedo sister! Tengo que acabar de preparar lo de esta noche.
  • Dónde estás?
  • Acabo de salir de la tienda de los gemelos.
  • Ostia sí! Ni me acordaba. Y qué? Han aceptado?
  • Sí y todo grabado. Miare te lo mandará en cuanto pueda.
  • Genial tía! Escucha, me muero de ganas de ver que has preparado zorra! Seguro que es una guarrada histórica jaja
  • Lo vas a flipar hermana! Jajaja… te cuelgo que voy a subirme a un taxi, que voy con prisa! Te amooo!
  • Y yo a tí más! Nos vemos en un ratito! Muaaaa
21:00, lugar acordado. El sol se resiste a desaparecer por el horizonte. La ciudad parece deshabitada. La temperatura es calida, el ambiente húmedo, las mentes morbosas.
Los amigos van llegando a la cita paulatinamente, en cuanto se van encontrando se saludan entre risas y muestras de afecto. Muchos besos, muchos abrazos. Demasiado sobeteo.
  • Hola Rubia! Cuanto tiempo… - le dijo Marc a Miare cuando les tocó su turno en la ronda de saludos. Aunque solo habían pasado dos días era demasiado tiempo. Demasiado sobeteo.
  • Hola guapo! - la rubia le sonrió de oreja a oreja y le dió dos tiernos besos. Y aprovechó el momento para susurrarle al oído - Tengo que hablar contigo de una cosita, luego, cuando estemos solos…
La polla de Marc se puso dura, era cómo un acto reflejo. Le podría haber susurrado sobre la migración de los estorninos en la península ibérica durante la primavera y se hubiera empalmado igual.

Los últimos en llegar fueron Jordi y Marta. Llegaron cogidos de la mano y saludando a gritos a sus amigos desde lejos. Se les veía felices, especialmente enamorados. Parecía que las cosas volvían a ir mejor entre ellos dos. Marta no tardaría mucho en confirmarlo a sus amigas en petit comité. Dos veces aquella mañana, DOS! Todas se alegraron a que la llama volviese a revivir.
  • Nena! Lo del video… no tiene sentido. Es brutal! Jaja - dijo Gemma agarrandola y llevandosela un poco aparte del resto del grupo.
  • Tía! Creo que ha sido la mejor experiencia de mi vida, te lo prometo. - a Marta le temblavan las piernas cada vez que lo recordaba.

El grupo de chicas andaba delante, hablando de sus cosas animadamente. Mientras atrás, Guille andaba con Marc y Jordi, que daban la bienvenida al grupo a los dos gemelos. No entendían muy bien que hacían ahí, si los había invitado Guille o quizás Laia que era quien organizaba la fiesta.
En el fondo les daba igual. Eran buena gente, almenos el que hablaba y estaban muy contentos por volver a reunirse todos juntos.
  • En serio colega? - preguntó Marc sin creerse lo que Jordi le estaba contando. Se habían rezagado de los otros tres chicos, que seguían debatiendo acaloradamente si Gandalf podría haber usado las águilas para llevar el Anillo al Monte del Destino desde el principio.
  • Que sí joder! No te puedo contar mucho más… Ya sabes como se pondría Gemma. Pero la cuestión es que lo he metido dentro del grupo de Telekord.
  • Que has metido a tu padre en el grupo de pajas grupales? - Marc no daba crédito a lo que oía.
  • Colega! Qué mi padre es un pajero enfermo cómo yo jajaja y yo sin saberlo.
  • Y ya… ya habéis hecho alguna llamada y eso? - a Marc se le estaba volviendo a poner dura otra vez.
Jordi le contó que la noche anterior había sido la primera. Qué había sido espectacular y muy morboso. - Por cierto! Mañana por la mañana hemos quedado en el taller para acernos una juntos. Vente colega!
  • Ufff! No sé colega… con tu padre y eso, me da corte. La verdad.
  • Piensatelo y me dices algo… Ah! Y si al final te vienes, traete algunas fotos y videos de tu novia…

Aunque Marc no lo confirmó verbalmente, sabía que mañana estaría en ese taller sin falta. Siguieron andando y llegaron al restaurante que Laia había escogido para hacer la previa, coger fuerzas y relajar los espiritus. Disfrutaron de una cena divertida entre amigos: alcohol, buena conversación, risas, anécdotas. De puertas para fuera parecían el típico grupo de amigos que se reunen para pasar juntos una divertida noche. Si la gente de aquel local hubieran sabido la realidad… seguramente se hubieran unido a ellos.

Cuando salieron del restaurante iban ya bastante perjudicados. Incluso Noe aseguraraba que había escuchado hablar a Cisco, pero nadie la creyó. Laia por su lado y sin perder tiempo ordenó a sus amigos que la siguieran, cómo si fuera una mezcla entre una operadora de señalización de aeropuerto y una guía turística. Al cabo de pocos minutos ya estaban en frente del “Swap Society” un local bastante conocido en el mundillo del intercambio de parejas.
  • Cómo mola! - exclamó Noe al entrar mientras empezaba a bailar al ritmo de la música tecno.
Nadie del grupo sabía dónde estaban entrando. Para ellos era una simple discoteca. Mientras Laia se acercaba a la barra para hablar con el encargado, los demás se relajaron y empezaron a pasarlo bien, algunos bailaban, otros charlaban animadamente. - La primera corre por mi cuenta! - gritó Jordi empezando a repartir cubatas a todos sus amigos.

Noe sacó disimuladamente algo de su bolso, una pequeña bolsita con pastillas de colores, se tragó una acompañada de un generoso trago. Cogió otra más y le pasó la bolsa a Gemma para que repartiera entre los demás.
  • Hola guapo! Estás solo? - le dijo a Marc mientras se acercaba a bailar con él. Entonces se puso la pastilla en la lengua y empezó a enrrollarse con su novio. En poco tiempo todo el grupo estaba bailando como si fuera una especie de ritual. Sentían como si estuvieran conectados entre ellos, eufóricos como jamás lo habían estado. La música erizaba la piel de sus cuerpos, el amor era algo palpable. Todo estaba bien. Todo era perfecto.
En poco tiempo todo el grupo estaba bailando como si fuera una especie de ritual. Sentían como si estuvieran conectados entre ellos, eufóricos como jamás lo habían estado. La música erizaba la piel de sus cuerpos, el amor era algo palpable. Todo estaba bien. Todo era perfecto.
  • Bueno chicos! Perdón por la espera. Ya podemos bajar - dijo Laia chillando.
El grupo por entero la siguió, sin hacerse muchas preguntas. Dejaron la sala de baile que ya empezaba a llenarse poco a poco y siguieron a Laia hasta una puerta que daba a unas escaleras que, les parecío, bajaban varios kilometros hasta el inframundo.

Cuando llegaron abajo, se encontraron un pequeño pasillo con varias puertas. Había cajas de cervezas y refrescos apiladas en el suelo, instrumentos de limpieza y varios trastos más. La amazona abrío dos puertas hasta encontrar la que buscaba. - Por fin! Venga entrad! - uno por uno fueron entrando en una sala oscura. La música animada de arriba se escuchaba apagada y lejana cuando todos estuvieron dentro y Laia cerró la puerta.

  • Bien! Los chicos os podéis ir sentando por ahí - Laia señaló un par de filas de butacas, cómo de cine. - Las chicas venid conmigo.

Mientras Marc se sentó entre Jordi y Guillermo en primera fila, observó a las seis chicas entrar en un pequeño cuarto que parecía un camerino. Sus risas traviesas y alegres se podían escuchar incluso cuando cerraron la puerta.
  • Que nervios colega! - le dijo Jordi dándole un codazo. Marc se fijo en sus púpilas dilatadas.

Los chicos estuvieron un rato esperando sin hablar demasiado. Estaban más bien expentantes, sentados en esa sala oscura y silenciosa. De repente una fuerte música empezó a sonar, al mismo tiempo que unas luzes estroboscopicas se encendieron de golpe iluminando la sala. Los chicos vieron que delante suyo había una cama redonda gigante con sábanas de seda y una valla de rejas a su alrrededor.
  • Parece un cuadrilatero de la MMA! - gritó Guillermo intentando que su voz sonara más fuerte que la música.
  • Noooo colega! Lo que hemos tomado es MDMA! - Contestó Marc gritando igual de fuerte.
  • El queeeeee? - dijo Guille intentando escuchar algo.
  • M D M A… las pastillaaaaaas!
  • Ah sí! Son muy cómodaaaaas! - sonrió guille mientras sujetaba su silla con ambas manos.

La música se cortó de golpe. E instantaneamente empezó a sonar Get Ready for this de 2 Unlimited. Las luces empezaron a volverse locas, parecía que estaban en mitad de un espectaculo de las Vegas.
  • Buenas noches penes erectos! - la voz de Laia empezó a sonar por los altavoces. - Estáis preparados para el espectáculo de esta nocheeee?
  • SIIIIIII! - contestaron los chicos super nerviosos.
  • No os oigoooooo! Estáis preparados para el espectáculoooooo?
  • SIIIIII! - volvieron a gritar aún más fuerte.

De repente el camerino se abrió y Laia salió de él con un micro en la mano y andando decidida hacía ellos. Los gemelos tragaron saliba al contemplar lo sexy que estaba. Vestía un traje de cuero negro que se apretaba a su cuerpo. Estaba tan apretado que parecía, fuera a romperse en cualquier momento. En la parte inferior, llevaba puestas unas botas, también de cuero negro, que le llegaban por encima de la rodilla. Y terminaban en unos tacones que desafiaban a la gravedad.

En la parte superior un collar de cuero se aferraba a su garganta y sobre su cabeza una gorra, por supuesto de cuero, como si fuera una policía.
  • Bienvenidos a un nuevo espectacúlo de las ‘noches salvajes’ de Laia! - dijo quedandose parada delante de los chicos. Estaba relamente impresionante. Cualquiera de ellos hubiera hecho cualquier cosa por ella, incluso matar si fuera preciso. - Si es vuestra primera vez o no habíais oído hablar nunca de ellas, solo os diré una cosa, y es que habéis estado perdiendo el tiempo colegas!
Miare ya estaba cámara en mano, grabando todo el espectáculo. Muy a su pesar por no poder participar, pero cómo es sabido por todos, papel siempre gana a piedra. Lo sentimos por tí amiga. Ella había salido despúes de Laia, pero ninguno de los chicos se percató de ello. Sus ojos solo podían fijarse en aquella pedazo de mujer enbutida en ese pequeño y sexy traje.
  • Si preguntaís por ahí… - Laia seguia hablando mientras andaba frente a los chicos, mostrando en todo su esplendor su atractiva figura. - Os dirán que mis ‘noches salvajes’ son las más calientes y perversas de toda la ciudad. Y os prometo que el espectaculo de esta noche lo recordaréis de por vida. - Hizo una pequeña pausa dramática. - Pero antes de empezar quiero que uno de vosotros me conteste a una simple y sencilla pregunta. A ver… tú mismo, guapetón! Cómo te llamas?
Cisco miró a su hermano asustado, mientras Laia inpaciente le daba golpezitos con el micro en la comisura de sus labios. - Cisco. Se llama Cisco. - intervino Fran acercandose al micro para sacar del apuro a su hermano.

  • Bien Cisco! Dime… - Laia volvió a acercarse el micro a la boca - si pudieras cumplir esta noche una fantasía, la más oscura y depravada que puedas imaginar, cúal seria encanto?
  • Dice que… - Fran repetia lo que su hermano le susurraba a la oreja como si fuera un traductor - Que le gustaría follar con varias mujeres a la vez.
  • Ah! Ya veo… - contestó Laia que movía el micro como si hicera una entrevista a pié de calle. - así que te gustaría disfrutar de varias mujeres para tí solo? - Cisco solamente asentía. - Te gustaría tener a varias mujeres abiertas de piernas implorandote desesperadas que las follases? - siguió asintiendo, más fuerte y sonriente - deseas que ellas sean tus esclavas y obodezcan todas tus ordenes sin opción a negarse? - Cisco movía la cabeza como si estuviera de público en un concierto de Rage Against the Machine. - Y qué crees que te da derecho a eso? Por qué crees que eres tan especial cómo para que ellas hagan eso por tí? Yo solo veo a un pobre y triste hombrecillo que necesita de su hermano para poder hablar. Pfff! Penoso - Cisco dejó de mover la cabeza.
Laia se quedó mirando con superioridad al pobre gemelo, si ya de por sí tenía serios problemas para hablar en público, eso no iba a ayudar a que cambiara, ni mucho menos, su situación. - Y tú? Porqué sonries? - Guillermo se quedó mudo cuando Laia le acercó el microfono. Pensaba que seguía estando tremendamente sexy, pero la expresión de su cara lo atemorizaba. - Yo… Yo… es que no puedes acabar una frase sin tituvear un solo momento?

Jordi consideró que Laia se estaba sobrepasando. No estaba dispuesto a tolerar la humillación, ni las faltas de respeto. Las normas que habían acordado no…
  • Sientate valiente! O te las verás conmigo. - Laia empujó a Jordi de nuevo a su silla con su micro. Luego volvió a pasear lentamente mientras observaba a los chicos negando con su cabeza, como una madre disgustada ante el comportamiento nefasto de sus hijos. - Os miro y solo veo a una banda de infantiles pajilleros. Se os dá la oportunidad de cumplir vuestras fantasías y solo se os ocurre utilizar a las mujeres como si fueramos sirvientes y esclavas. Aiiish! Que pena me dáis… Chicaaaas salid por favor!

La música cambió de repente y empezó a sonar otra distinta, más sensual, cómo de película porno de los 80. Del camerino salieron Gemma, Noe, Marta y Masi. Las cuatro solo llevaban puesto un albornoz blanco. Sin decir nada se dirigieron a la valla, abrieron una pequeña puerta y entraron dentro del círculo rejado alrededor de la cama.

Laia entró la última y cerró la puerta. Luego paseó por delante de las chicas pasando su mano, una a una, por sus mejillas.
  • Primera fantasía que hacemos y el gran Rey enano somete a todas las mujeres. - decía dandole la espalda a los chicos que a escasos metros seguían observando sin comprender muy bien lo que estaba pasando. - Segunda fantasía y nos usaís como putas, obligandonos a ponernos de rodillas ante vuestros asquerosos amigos, como si fueramos cubos de esperma. Ja! - Laia se giró de repente y miró directamente a Marc - No quiero ni pensar que habrás planeado tú! A ver… déjame pensar… quizás seremos tus alumnas obedientes? O quizás nos atarás y nos obligaras a complacerte… Chicaaas albornozes fuera!
Las cuatro amigas obedecieron al instante, desabrocharon sus albornozes y los dejaron caer al suelo. Sus cuerpos desnudos quedaron al descubierto por completo. En las butacas de enfrente cinco penes deseaban ser liberados.

  • Cisco! Lo siento pero esta noche no vas a follarte a ninguna de estas preciosas mujeres. - dijo Laia mientras le daba un duro cachetazo en el culo a Noe. - En realidad ninguno de vosotros lo va a hacer, porque esta noche no seremos sometidas por ningún pene. - Laia justo en ese momento estaba delante de Masi - Esta noche… solo habrá… vagina contra vagina. - de repente la tiró sobre la cama redonda. Le ordenó que se abriera de piernas y tirando el micro al suelo se agacho para empezar a comerle el coño.
Hubiera querido terminar el gran discurso que tenía preparado. Pero estaba demasiado cachonda y acalorada. Necesitaba urgentemente entrar en acción.

En pocos minutos, las cinco amigas ya estaban totalmente descontroladas encima de la cama, emtregandose en cuerpo y alma a las demás. Noe se besaba con Gemma, al mismo tiempo que acariciaban excitadas sus cuerpos calientes. Marta lamía los pezones de Masi mientras esta gemia con la cabeza de Laia entre sus piernas. Del mismo modo que la mejor paja que le pueden hacer a un hombre, es la que le hace otro hombre. Nadie conoce como excitar a una mujer, mejor que otra mujer.

Los cuatro amigos que seguían sentados en sus butacas ya estaban frotandose los rabos. No quedaba mucho para que estuvieran con los pantalones por los tobillos y masturbandose como putos monos. Miare por su lado encontró que no había mejor oportunidad para contarle a Marc lo que llevaba meditando desde esa mañana. - Oye Guille! te importaría grabar? - Nuestro gordito friki preferido, aceptó. Pero ya empezaba a estar cansado de que siempre tuviera que pringar el mismo. Solo quería relajarse y pegarse un buen pajote, viendo aquel maravilloso espectáculo lésbico junto a sus amigotes de paja. - Venga porfaaa! - Miare le dió un beso tierno en la mejilla mientras le ponía ojitos. Quien le podía decir que no a aquél angel rubio?

Marc que estaba al lado de él, se puso más cachondo cuando vió que le pasaba la cámara al chaval, pensando que la rubia se iba a juntar con las demás chicas. Pero ella le hizo un gesto con la cabeza para que se levantara y la siguiera.
  • Qué pasa rubia? - preguntó Marc sin dejar de mirar el show lésbico. Se habían apartado un poco de los otros chicos que empezaban a desabrocharse los pantalones.
  • Necesito que me hagas un favor… - dijo ella acercandose peligrosamente.
  • Si claro! Lo que quieras… - Marc miraba como su novia justo en ese momento hacía las tijeras con Marta. Su pene se puso duro como una roca mientras contemplaba sus dos coños húmedos frotarse el uno contra el otro.

  • Es que me gustaría… - Miare intentaba acaparar su atención, pero era imposible. Hasta a ella le costaba centrarse viendo aquella orgía feminista.
  • Dime... te escucho. - Marc no estaba por lo que debía estar. Ahora miraba lujurioso como Laia, que ya se había quitado toda la ropa excepto las botas, frotaba su entrepierna furiosamente contra el muslo de Gemma, mientras esta la agarraba del culo y le lamía sus enormes tetas.
Miare que sabía que no iba a sacar nada, lo agarró del brazo y lo arrastró hasta el camerino. Nadie reparó en ellos dos, nadie se dio cuenta que Marc era obligado a irse de aquella sala en contra de su voluntad. Parecía un niño que lloraba desconsolado porque no quería irse del parque, mientras su agotada madre se lo llevaba a rastras para casa.

Miare cerró la puerta del camerino y comprobó que su cámara espía seguía grabando. Luego empezó a besar a Marc pasionalmente mientras lo movía de sitio hasta conseguir que estuviera dentro del plano.
  • Rubia! Madre mía… - gemia Marc mientras manoseaba el culo de la chica y acercaba la pelvis de ella a la suya. - Si hubieras empezado diciendo que querias echar un polvo… - ya se estaba sacando la camiseta con ganas de empezar a darle.
  • No! - Miare le dió una bofetada enfadada. - No quiero follar, quiero que me ames. - empezó a besarle otra vez.
Marc no entedía la diferencia. Para que complicarse la vida poniendo calificativos a todo? Amor - Sexo, que más daba, en la práctica era lo mismo. - Te amo! - decía él mientras desabrochaba los tejanos de ella con la intención de darle la vuelta y empotrarla por su enorme culo sobre la mesa del camerino.

Los dos se fueron desnudando, Miare consiguió marcar el tempo, así que lo hiceron suave y cariñosamente. Se acariciaban y se besaban mientras se decían te quiero y te amo a cada poco rato.
  • Necesitaba esto mi vida! No sabes cuanto… - decía Miare bajandose las bragas y empezando a introducirse el pene duro del chico dentro de su coño mojado.
  • Oooh sí! Yo tambíen lo necesitaba mi amor. - Marc la besaba mientras apoyado en la mesa del camerino levantaba a Miare para poder penetrarla mejor.
  • Ooh síii… amor mío… Has pensado en mí estos días? - gemía la rubia mientras le besaba el cuello.
  • Siiii… a todas horas, todos los días. No puedo dejar de pensar en tí - Marc ya no sabía lo que decía. Tan solo quería estar dentro suyo. Queria fundirse con ella, realmente la amaba.
  • Yo tampoco puedo dejar de pensar en tí. - Miare empezó a aumentar el ritmo. Sus nalgas lubricadas rebotaban contra los muslos de Marc, cada vez más rápido. - Déjala y huyamos juntos!
  • Cómo? - Dijo mientras su cuerpo no dejaba de bombear más sangre a su entrepierna.
  • Me quieres a mi o a ella? Dilo, me quieres a mí? - Miare botaba desenfrenada, entregandose entera a él. No dejaba de mirarle a los ojos, con la boca abierta y sus labios rojos e hinchados.
  • Yo no… oooh sí no pares! - Marc escuchaba los sonidos del culo de ella chocando sobre sus muslos, cada vez más fuerte, cada vez más rápido.
  • Dilo… dilo ya! - gemía ella con su boca a escasos milimetros de la de él y sacando la lengua sensualmente.
  • Te quiero a tí! - Marc se abalanzó sobre ella y empezó a comerle la boca. - Te quiero para siempre! - Lo dijo de verdad, desde el corazón. La amaba con toda su alma. Amaba a dos mujeres con toda su alma.
Mientras dentro del camerino los dos seguían haciendo el amor, el espectaculo de Laia era un frenesí de labios, pechos, vaginas y sudor. Las cinco chicas estaban a cuatro patas, en fila india. Chupaban el coño de enfrente mientras se lo chupaban a ellas por detrás y se iban turnando para que todas pudieran disfrutar por igual.

Por su lado los cuatro chicos, seguían sentados desnudos de cintura para abajo, masturbandose mientras contemplaban aquel espectaculo. Jordi, generoso y atento como siempre, acabó poniendose de rodillas en frente de Guillermo, que seguía grabando y empezó a chuparle el rabo. Al cabo de un rato empezó a hacer lo mismo con los gemelos.
  • Ooooh síii Martaaaa! - gritaba Noe mientras su amiga repetía la técnica que Marc le enseñó días atrás. - Dónde has aprendido a hacerlo así?
Marta no contestó, pero sonreía como una diablilla mientras metía su lengua dentro del ojete de su amiga.
  • Oooh chicas venid aquí! Rápido, rápido. - Laia se puso entre medio de ellas, abrió las piernas lo máximo que pudo y empezó a frotar su clitoris violentamente. Las cuatro amigas acercaron sus cabezas a su coño y abrieron la boca. Mientras esperaban a que su amiga se corriera en sus caras, pensaron que hubiera sido buena idea poner un contador de orgasmos dentro de la jaula. Estaban seguras que habrían batido un record Guiness.
Mientras Laia tenía espasmos vaginales y los ojos en blanco, las cuatro chicas se besaban juntas con sus caras empapadas y metiendose lengua. Al poco rato ya habían encontrado una pareja diferente y siguieron follandose. Sabían dónde y cómo tocarse, cuando meter sus dedos y cuando morder sus pezones. Masi le comía la boca a Gemma mientras le metia el dedo índice por el ano y con el pulgar frotaba su clitoris. Ella se estremecía y gemia de placer. Noe y Marta jugaban con los pezones de Laia dentro de sus bocas mientras esta les metía dos dedos a cada una furiosamente. Sus palmas golpeando sus coños mojados eran una sinfonía para los chicos, que ya no podían más.

Aunque Jordi mamó muy bien sus tres enormes rabos, no fué el responsable de la terrible corrida que se pegaron. Todo era merito de las chicas, sin dudarlo. No había debate al respecto.

Los cuatro se acercaron a la jaula con sus penes erectos y babeando, por un momento tuvieron la esparanza de que ellas se acercaran a recibir su ofrenda. Pero no. Para las chicas ellos no existían en ese momento. No los necesitaban. Las cuatro pollas empezarón a lefar a través de las rejas, parecía como si intentasen alcanzarlas con su corrida. Cisco estuvo a muy poquito de llegar a los pies de Marta, que se corria por enesima vez con los dedos de la Amazona follandose su coño. Al terminar de correrse, ellos siguieron un rato de pié observandolas, pero al final decidieron sentarse otra vez en las sillas a esperar a que las chicas terminasen.

Noe se dió cuenta que su novio no estaba cuando los chicos lefaron a través de la reja y se preguntó por un momento donde estaría. Aunque esa pregunta se desvaneció rápidamente por culpa de Masi y Laia, que al mismo tiempo y de rodillas le comían coño y culo mientras se volvia a correr.

La ‘noche salvaje’ de Laia duró horas. Aunque para ellos terminase rápido, ellas siguieron follandose sin parar. Parecía que no tuvieran nunca suficiente. Cuando a alguna de ellas le hacían algo que la ponía muy cachonda, no perdía el tiempo en enseñarselo a otra. Los orgasmos cada vez eran menos intensos, pero seguían siendo suficiente para querer más.
  • Dios hermana! Creo que no me había corrido tan agusto en mi vida - dijo sonriendo Gemma al terminar, estaba tumbada en la cama con el corazón a mil y sus amigas desnudas a su lado.
  • Mama Miaaa… esa técnica Marta! Qué maravilla - Rió Laia mientras buscaba con sus dedos otra vez su coño mojado y agotado.
Las chicas reían y se abrazaban desnudas sobre la cama. Mientras que Marc y Miare salían del camerino sigilosamente, evitando que nadie se diera cuenta.
  • Dónde estabas colega? - le preguntó Jordi cuando vió de nuevo a su amigo. - Menudo espectáculo te acabas de perder.
  • Luego te cuento! Creo que la he líado colega…
Al cabo de media hora, todo el grupo salió del ‘Swap Society’ con grandes sonrisas y deseando repetir pronto. Sobretodo el bando femenino.
  • Bueno y mañana qué tía? Te toca a tí verdad? - preguntó Noe mientras se encendía dos cigarros, uno para ella y otro para su novio.
  • Eso! Jajaja… Alguna pista o qué? - rió Marc mientras le daba un beso en la mejilla a su novia sin dejar de agarrarla de la cintura.
Marta los miró a todos, que espectantes esperaban que dijera algo que les pudiera indicar de que iria su fantasía. Pensó durante un momento que iba a decir y al final los dejó con más preguntas que respuestas. - Conocéis el descampado que hay detrás de la estación de autobuses? - todos asintieron, excepto los gemelos que no eran de allí. - Bien, pues nos vemos mañana a las 12:00 ahí. Jijiji… os quieroooo!

Mientras ella y su novio se iban a casa, los demás terminaron de despedirse. Guillermo les enseñó con el maps cómo llegar a la estación a los dos gemelos, luego se marchó andando mientras agarraba al mismo tiempo a sus dos compañeras de piso por la cintura. Esa noche le tocaba dormir con Laia y esperaba que fuese igual o mejor que dormir con Gemma.

Los gemelos se fueron por un lado mientras las dos Marias y la pareja de fumadores apretaron el paso para alcanzar a los demás integrantes del grupo que montaban jaleo unos metros delante, intentando sacar más información a Marta.

Eran felices, de momento. Por ahora tenían que cumplir la fantasía de Marta que era la siguiente, la de Noe, luego la de Marc, un día de descanso y por último la de Gemma. Así que quedaban cinco días bien disfrutones antes del apocalipsis.

Continuará…
 
Feliz fin de semana a todos! Espero que lo disfrutéis y que os pongáis cachondos y cachondas! Que de eso se trata. Os dejo con un nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 15 - Solo sí es sí

  • Pero de verdad la quieres? - Jordi miraba a su colega que parecía bastante confundido y abatido. Era Jueves por la mañana y estaban desayunando en la panadería donde dos días atrás las dos Marias descubrieron que llevaban varios años siendo vecinas de ellos.
  • No lo sé colega! Estoy hecho un lío…
  • Joder bro! No puedes decir te amo a una mujer que está coladita por tí solo para follartela. Eso es ser de hijo de puta! - Jordi bajó el tono de su voz, pues dos viejas de la mesa de al lado estaban empezando a mirarlos mal - una cosa es que nos follemos todos con todos, de buen rollo y tal… disfrutando del sexo y eso… pero enamorarse?
  • Qué sí colega! Que ya lo he pillado. Pero que quieres que haga?
  • No sé… tu qué crees? - Jordi hizo una señal a la camarera para que se acercara.
  • A ver capullo! Te estoy pidiendo consejo porqué no sé que hacer, es que no lo ves?
  • Sí… disculpa. Nos traes un café con leche y… - dijo mirando a su amigo.
  • Una cerveza! - contestó Marc apoyando su cabeza en su mano mientras desganado oteaba el horizonte.
  • Bueno… un poco pronto pero venga! Que sean dos, porfavor. - Dijo Jordi sonriendo a la camarera. Mientras ella se daba la vuelta, pensó que sería un buen fichaje para su grupo de amigos. - Mi consejo es que si te has pillado de la rubia, se lo digas cuanto antes a Noe…
  • Ya sí! Y perderla?
  • Nadar y guardar la ropa… muy cobarde por tu parte colega!
Los dos amigos brindaron, Marc lo hizo sin pasión y se bebieron casi de un trago aquellas cervezas heladas. Eran las ocho de la mañana y hacía un calor abrasador.

  • No se trata de eso bro! Las quiero a las dos y no lo digo pensando con la polla. Las quiero de verdad.
  • Venga tío no me jodas! No me vengas con el cuento del poliamor y esas chorradas de los milenials. Follar con otras, me parece perfecto, pero el amor no tío! El amor no se puede compartir. - Jordi se giró de repente hacía las dos viejas, ya estaba harto - Señoras, si quieren les hacemos un hueco en la mesa para que no se pierdan detalle…
Las dos viejas se levantaron mientras refunfuñaban ‘quin jovent més mal educat’ y se largaron mosqueadas de la terraza.

Jordi las observó mientras se marchaban y les gritó que se buscasen algo mejor en la vida que meterse en la de los demás. Luego puso una mano sobre el hombro de su amigo, que seguía en un mar de dudas. - Marc! Tu sabes que te quiero como a un hermano, pero no sé cómo ayudarte con esto… Lo único que te puedo aconsejar es que tomes una decisión cuanto antes, sinó acabarás empeorandolo todo.

Marc le dió las gracias. Aunque siguiera sin resolver los problemas de su vida amorosa, almenos sabía que tenía un sitio dónde caer cuando todo se desmoronase. - Mira bro! Por ahí viene tu padre.

Jordi se levantó de la mesa y puso dos dedos en sus labios para silbar a su padre. Manolo al verlo alzó la mano saludando y se acercó sonriendo hacía su hijo.
  • Hola hijo! - exclamó dándole dos besos. - Hombre Marc! Al final has venido. Que bien! - Marc se levantó para saludar al padre de su amigo. - Mírate! Cómo has crecido! Cuanto hacía que no nos veíamos?
  • Pues… unos diez - once años o así más o menos. Cómo va todo Manolo? Qué se cuenta? - los tres se sentaron de nuevo y Jordi pidió otra ronda de cervezas. Maldita ola de calor.
Estuvieron un buen rato hablando entre los tres, poniendose al día y recordando cosas de cuando eran pequeños. Marc se dió cuenta enseguida de que el padre de su amigo estaba bastante enterado del frenesí vicioso que estaba viviendo su hijo actualmente. Al parecer se alegraba mucho de que la vida sexual de Jordi fuera tan activa y sin límites.
  • Bueno… entonces habéis traido material para… ya sabéis! Por que yo sí! Jeje - Marc que conocía a aquel señor de hacía mucho tiempo, no recordaba haber visto jamás aquella expresión en su cara. Su colega tenía razón, su padre era un pajillero enfermo.
  • A que te refieres papa? - preguntó Jordi extrañado mientras se terminaba su segunda cerveza y debatía internamente si pedir otra. Maldito cambio climático.
  • Bueno hijo! He pensado que si tu compartes a Marta, Marc comparte a Noe, pues yo también debo compartir… jejeje - dijo el pervertido viejo mientras mostraba un Pen Drive.
Jordi se quedó parado un momento. Fotos de su mandre? Al principio la idea le hechó para atrás, pero luego recordó que hacía poco su padre le había reventado el ojete; así que tampoco le parecío tan descabellado lefar con fotos de su madre en bolas.

Mientras tanto Marc, que ya se había puesto cachondo, le enseñaba una pequeña muestra de lo que había traido.
  • Dioooos! Qué guapa está Noe, ya no la recordaba; está hecha una mujer espectacular - dijo Manolo mientras se masajeaba la polla por encima los pantalones, sin dejar de mirar el movil de Marc.
  • Bueno… veo que hay ganas no? - dijo Jordi que dejaba el dinero encima de la mesa. - Vamos tirando?

Su amigo y su padre se terminaron rápido la cerveza y se unieron a él camino al taller. Recordad que estaba muy cerca de la panadería, así que en nada ya estaban dentro encendiendo el ordenador.
  • Conectalo aquí con este cable… joder que no llego… ya! Y yo enchufaré el ipad aquí. - Jordi le pidió el Pen a su padre que ya se estaba quitando la ropa. - Vale todo conectado!
  • Vale! - Manolo se sentó en su silla totalmente desnudo. Se había comprado recientemente un monitor más grande y moderno. Aunque el ordenador seguía siendo el mismo trasto antiguo y desfasado de siempre, una mierda vaya.
  • Ya se que regalarte para tu cumple papa! - dijo Jordi riendo mientras empezaba a desnudarse y acercaba un par de sillas colocandolas cerca de la de su padre.
  • A ver… esta pantalla con las fotos que ha traído Marc, ufff! - Una foto de Noe en bikini haciendo topless apareció en la pantalla. - Luego esta para las fotos de Jordi… Dios, menuda zorra que tienes hijo! - Otra foto privada, esta vez de Marta, emergió de repente. - Y por último! La putita de mi mujer jeje.
Padre e hijo se quedaron un rato en silencio mirando las tres ventanas con las fotos de sus parejas. En la parte superior dos chicas guapas y sexys. En la inferior la madre de Jordi, gorda y vieja. Marc luego miró cómo padre e hijo ya se estaban poniendo tiesos mientras miraban en bolas las fotos en la pantalla. - Qué colega? Empezamos o no? Sacate la polla que hay que lefar a estas tres putas! - exclamó Jordi sentado al lado de su padre.

Marc seguía vestido y de pié enfrente de ellos. No podía evitar pensar que aquello era muy perverso. Pero al ver que Manolo ponía las tres ventanas en modo diapositiva y empezaba a decir barbaridades de cómo se follaria a Noe y Marta; se puso muy caliente. Se quitó la ropa baja la atenta mirada de los dos y se sentó en la silla del medio.

  • Venga Papa! Dime Top 3 y cómo te las follarias? - dijo Jordi que ya la tenía morcillona y se la golpeaba contra la barriga.
  • Uff! Está díficil hijo! Déjame pensar… - La polla de Manolo ya estaba del todo erecta y mientras se tocaba los huevos empezó su ranking. - Tercer puesto para tu madre! Esa foca no tiene nada que hacer contra las otras dos. Segundo puesto para Noe, no te lo tomes mal pero es que siento debilidad por mi Martita… - Marc sonrió y le dijo que no pasaba nada. Su colega ya estaba masturbandose a saco mientras su padre explicaba con detalles como le metería la polla entera dentro la boca.
  • Y tu Marc? - preguntó Manolo mientras empezaba a sobarle el muslo al amigo de su hijo.
  • El segundo y tercer puesto no los tengo claros… pero top uno me quedo con su mujer. - Justo en ese momento había una foto de la madre de Jordi en ropa interior dónde se apreciaba a la perfección su enorme y gordo culo lleno de celulítis. - Cómo me gustaría empotrarla por detrás… mmm - Marc sentía auténtica debilidad por los culos enormes y gordos.
Jordi por su lado no llegó a decir su top 3. No le dió tiempo. Perdió la cordura cuando su amigo y su padre empezaron a hacerse una paja cruzada. Las cosas se pusieron muy serias rápidamente y los tres se desmadraron en poco rato. Al final acabarían corriendose a la vez al cabo de poco tiempo; por sugerencia de Manolo lo hicieron con un bautizo de lefa sobre la nueva pantalla.
  • Tío! Tu padre es un cerdo de cuidao! - rió Marc mirando a su amigo. Ya estaban en la calle dirección a sus respectivas casas.
  • Y hoy ha estado bastante relajado! Tendrías que haberlo visto el otro día… - Jordi se puso caliente solo de recordarlo - Creo que estaba un poco cortado hoy! Pero bueno, ya se irá soltando jeje.
  • Sabe todo lo que hacemos? Se lo has explicado todo?
  • No todo! Solo por encima. Pero me estoy planteando seriamente si invitarlo a alguna de nuestras quedadas, no sé… ya veremos.
Los dos colegas llegaron al cruce dónde se separaban sus amigos. - Oye! Tenéis planes Noe y tú para comer? Lo digo por si queréis venir a casa…

Marc le agradeció la invitación, pero tuvo que rechazarlo. Habían quedado para comer con la hermana de Noe. En principio solo para charlar sobre el tema de hacerse un trio. Cómo una primera toma de contacto, además Mónica, la hermana de su novia, solo disponía de una hora para comer, pues no estaba aún de vacaciones. Pero bueno, ya sabemos cómo iban las cosas en la vida de este grupo de amigos, acostumbraban a desmadrarse rápidamente.

El resto de amigos pasaron un día tranquilo e hicieron tiempo hasta la hora acordada. Las Marias aprovecharon su primer día de vacaciones para no hacer nada. Cómo tenían las llaves del tejado del edificio dónde vivían, pasaron todo el día y parte de la tarde tomando el sol en bikini mientras escuchaban música.

Los gemelos esperaron un par de horas a Guillermo, habían quedado con él para hecharse unas partidas online. Pero no apareció, ni tampoco contestaba al telefono. Al no dar señales de vida decidieron empezar a jugar sin él y esperaron ansiosos a que llegara la noche.

Gemma por su lado, pasó casi todo el día sola. No es que sus dos compañeros de piso estuvieran fuera, al contrario, es que no salieron de la habitación. Mientras Laia y Guillermo cooperaban para, al parecer, conseguir romper la cama de ella. Gemma se dedicó a revisar los deberes que sus amigos le habían mandado. Primero miró el de Masi con el cura, luego el de Marta y Jordi con el padre de él, después el de Laia con los gemelos, más tarde el de Miare con Marc y por último el que justo le acababa de mandar Noe, dónde hacía el amor con su novio. Los dos últimos videos le dejaron mal cuerpo y los ánimos decaídos, pero lo encajó lo mejor que pudo. Total, ya faltaba poco para desatar la tormenta. Hizo recuento de todas la tareas y vió que solo quedaban dos alumnos por entregar sus deberes, Guille y Marc.

Se acercaba la hora de la quedada y Marta estaba muy nerviosa esperando al grupo cerca de la casi inoperativa estación de autobuses. - Quedaros aquí mientras yo voy a revisar que todo esté despejado. - les dijo a Jordi y Manolo.

  • Hijo! Acompañala no?
  • No Manolo! - cortó Marta - No te preocupes, no quiero estropearos la sorpresa. Voy y vuelvo rápido, solo quiero asegurarme de que estaremos solos.
Padre e hijo esperaron en la vieja estación a que llegaran los demás, mientras observaban como Marta cargando una mochila a su espalda, desaparecía entre la maleza del descampado que estaba justo enfrente. Aunque más tarde Jordi se lo explicaría a sus amigos, os adelanto que cuando le planteó la idea a su novia de que si su padre podía formar parte de su fantasía; ella solamente dijo ‘Por supuesto, cuantos más mejor’
  • No deberías dejarla ir sola de noche por ahí, es peligroso. - riñó Manolo a su hijo.
  • Tranqui papa! Sabe cuidarse sola. - Jordi estaba más preocupado por los lavabos públicos semi abandonados de la estación que de su novia. Estaba casi convencido que ahí se practicaba cruissing.
Mientras llegan el resto de amigos y algún invitado sorpresa más, que enseguida desvelaremos. Haremos un poco de tiempo y explicaremos cómo era aquel lugar dónde se iban a reunir esta noche.

La estación de autobuses llevaba un par de años con servicios mínimos. Era una obra antigua y había quedado desfasada. El ayuntamiento ya tenía un plan de reconstrucción aprobado, no solo para ella sinó para toda esa parte del barrio. Muchos años atrás aquella zona había sido un lugar de gran actividad comercial, con muchas fábricas y talleres que daban empleo a muchos trabajadores. Pero con el tiempo los locales fueron cerrando y solo quedaron edificios medio ruinosos, solares y descampados. Ahora tan solo era un lugar solitario y deshabitado. Los vecinos del barrio llevaban varios años pidiendo y quejandose para que se hiciera algo. Pero ya sabéis lo que dicen: las cosas de palacio van despacio.

  • Buenaaaaas! Que tal Jordi? - Gemma le dió dos besos al chico y luego le presentaron a Manolo y el porqué de su presencia.
  • Así que eres su padre? - dijo Laia dándole dos ruidosos besos. - La verdad que os parecéis muchissimo jaja.

Guillermo también los saludó sin dejar de soltar la mano de la amazona. No iban cogidos como si fueran novios, más bien parecía que ella lo cogía de la mano cómo si fuera de su propiedad.

Al cabo de poco rato, Noe y Marc aparecieron acompañados de una chica. - Mónicaaa? - exclamó Gemma sorprendida.
  • Ostras Gemma! Cuanto tiempo! Cómo estás? - contestó la hermana pequeña de Noe.
  • Dios! La última vez que te ví, eras así de ñaja… que fuerte! Y dime, cómo tu por aquí?
  • Bueno, hemos quedado para comer… - contestó Noe por ella - Y le he comentado que esta noche habíamos quedado. Y… nada…se ha apuntado… espero no naya problema!
Todos contestaron que ‘para nada’ y se empezaron a saludar entre todos, viejos y nuevos compañeros.
  • Oye! Entonces… mis deberes… - susurró Gemma en el momento que le daba dos besos a Marc.
  • Sí pervertida! - sonrió él. - Te he mandado el video antes de salir de casa.
  • Genial, jeje. En cuanto llegue me lo miro. Que morbo!
Estuvieron un rato hablando entre ellos esperando que los demás llegasen. Marta salió entre la maleza del descampado y apagó la linterna de su movil. Sorprendida por la presencia de la hermana de su amiga, empezó a correr hacía ella y la llenó de besos, cómo lo hacen las tías y las abuelas.

Las siguientes en llegar fueron las dos Marías. Llegaron sudadas y con su respiración agitada. No tanto por el calor sinó por el miedo, digamos que esa zona del barrio no era el lugar más idoneo como para que dos rubias preciosas andaran solas a esas horas de la noche.
  • Hola rubia! - le dijo Marc sonriendo cuando ella le saludo. Sus miedos por ser violada desaparecieron de repente, sintiendose ya segura y relajada.
  • Pero nena! que vienes de una maratón o qué? - le dijo Noe a la andaluza mientras separaba sus brazos de su cuerpo pegajoso.
Masi empezó a contar el miedo que habían pasado. Tanto ella como Miare llevaban menos tiempo viviendo en el barrio. No sabían si era un sitio peligroso y lo habían pasado realmente mal. No obstante, su desparpajo y carisma natural provocó que todos empezaran a reir mientras escuchaban las mil y una aventuras que ella les contaba. Por segunda vez hubo presentaciones y los viejos integrantes conocieron a los nuevos.
  • Y esos quienes son? - preguntó Miare mientras señalaba a los dos gemelos que a lo lejos, venían acompañados de cuatro chicos más.
  • Buenas noches a todoooos! - dijo Fran con una sonrisa de oreja a oreja. - Bueno! Os presento a… - El gemelo empezó a presentar a sus cuatro acompañantes.
No perderemos el tiempo en dar sus nombres, almenos de momento. Tan solo explicaremos que estaban ahí porqué Marta lo había pedido explicimante. Se lo hubiera podido pedir a su novio o a Marc, pero quería que fueran desconocidos. Su intención era usarlos y tirarlos, con lo que cuanto menos lazos afectivos existieran, mejor para todos.

Entre que se presentaban y se saludaban todos, entre que los nuevos explicaban el porqué estaban ahí, entre que los viejos conocidos se ponían al día despúes de muchos años sin verse y entre las idas y venidas de Jordi a los lavabos, que aún sin tener ganas de mear, se quería asegurar de si era o no zona de cruising; la noche acabó por cerrarse y la luna reinaba solitaria en el cielo oscuro de la ciudad.
  • Bueno! Ya está bien de tanto hablar no? Vamos al lío o qué? - Dijó Marta dando una palmada y visiblemente ilusionada.
El resto del grupo confirmó igual de ilusionado que querían empezar ya. Todos sabían cómo iba a acabar aquella calida noche de verano. Incluso los nuevos llegados habían sido pre avisados de dónde se estaban metiendo. Pero sentían una gran curiosidad por saber por fin que locura había preparado Marta.

Siguiendola, todos en conjunto se adentraron en el descampado. Algunos encendieron las linterna de sus móviles, pues no se veía absolutamente nada. Andaban como si estuvieron adentrandose en un pantano, levantando sus rodillas entre la maleza y vigilando a cada paso dónde pisaban.
  • Aaaaaaaiiii! - gritó Mónica.
  • Que pasa chochooo? - respondío gritando también Noe.
  • Creo que he visto una rata! Que ascooo…
El intrepido grupo se adentró más y más en ese solar inmenso. El suelo de grabilla y arena, basura de muchos años atrás escampada por todos lados. Algunos neumáticos viejos, un retrovisor, un par de botas. Y de repente llegaron al sitio que Marta había escogido.
  • Ya hemos llegado jiji! - Marta dió un sprint y se metió dentro de un viejo taller de coches abandonado.
El grupo observaba parado, en medio del descampado, aquel ruinoso edificio, viejo y graffiteado. De repente las luces del interior del taller se encendieron y empezó a sonar un ruido constante, cómo de un viejo generador.
  • Venga entrad! - Marta salió de dentro del taller por la puerta abierta con la persiana métalica a medio bajar, dónde años atrás debían entrar los coches para ser reparados.
Una vez dentro, pudieron apreciar que seguía en bastante buen estado. Al menos si lo comparaban con el exterior. - Pasad y poneros cómodos! - sus amigos se preguntaban que cómo lo iban a hacer. El lugar era un desastre. - Sé que no es el lugar más ‘cool’que hayais estado, pero podéis estar tranquilos, he pasado dos días trabajando a muerte para dejarlo lo más límpio que he podido.

Poco a poco se fueron acomodando, cómo buenamente pudieron. Algunos lo hicieron en unos viejos sofás que Marta había recogido de la calle, otros lo hicieron en sillas viejas que crujían y se tambaleaban al apoyar el trasero. Y otros simplemente prefirieron quedarse de pié o ligeramente apoyados sobre algún sitio dónde no te contagiases de la triquinosis.
  • Bien! Voy a explicar… ya que hay nuevos miembros. El por qué estamos aquí! - empezó a hablar Marta un pelín nerviosa.
  • Eso ya lo sabemos preciosa, para follar! - exclamó uno de los invitados que Fran había traído.
  • Eh! Un poco de respeto por la dama! - cortó Fran y el chaval bajó la cabeza de inmediato. Miare se preguntó de dónde los habría sacado. - Disculpa Marta! Puedes seguir…
  • Gracias hermoso! Bien… Esta noche… estamos aquí… para cumplir una fantasía. Jijiji… una sexual. Y en concreto una fantasía sexual mía. A ver… alguna o alguno se hace una idea de que se trata?
Un silencio se hizo dentro del taller de automóviles mientras pensaban entre todos. Hubieron susurros, insinuaciones, incluso alguien se acercó ligeramente a la solución.
  • A ver… es bastante obvio no? - Dijo Miare mientras miraba el taller de reparación. - Te pone burra el rollito mecánicos verdad?
  • Sí! Obvio Rubia! - contestó Noe sarcasticamente. Gemma le dió un enpujón a su amiga, apoyandola mientras al mismo tiempo desafíaba con la mirada a su archienemiga de cabellos dorados.
  • Vale sí! Pero alguien sabe en concreto que es lo que deseo esta noche? - pregunto Marta una vez más, tímida y provocativa al mismo tiempo.
Noe sonrió. Conocía a su amiga cómo si la hubiera parido. Sabía perfectamente cúal era su fetiche preferido, lo que más la encendía y la ponía a mil. Pero no dijo nada. Le concedió el placer a Marta de que se contestara a sí misma. Era su noche, ella era la única y principal estrella. Y no se lo iba a estropear por nada del mundo. (B.F.F.)

Marta explicó detalladamente el juego que había planeado. Cómo si una reputada directora de cine se tratara, les explicó a los chicos cúal sería su papel y cómo quería que se comportasen. Luego se disculpó con las chicas por no dejarlas participar y les señaló dónde debían esperar.
  • Tranquilas, lo he preparado todo para que nos os perdáis nada. - bajo la indiación de Marta. Gemma, Laia, Noe y su hermana subíeron unas escaleras metálicas y desgastadas que conducían a un viejo despacho acristalado. Se sentaron en unas butacas desde donde podían ver todo lo que sucedía abajo.
  • Joder! Y a mi quien me quita este calentón ahora? - dijo Noe ciertamente molesta por no probar rabo esa noche.
  • Tu tranquila hermana! Tu tranquila… - le contestó Laia sentandose a su lado y poniendole la mano encima de su muslo.
Los chicos se quitaron la ropa y se pusieron los monos de trabajo que Marta les había entregado. Guillermo tuvo que esconder barriga para poder cerrar la cremallera. Mientras Miare y Masi preparaban sus cámaras profesionalmente, preparadas para empezar a trabajar.
  • Todo listo? - gritó Marta escondida fuera del taller. Y al escuchar la confirmación de los diez mecánicos, añadió - Pues que empieze el espectáculo jijiji.
  • Rápidos y Fogosos toma 1! Acción! - Masi no pudo evitar hacer aquel chascarrido. Provocando la risa de todas sus amigas que impacientes esperaban que empezase la lujuria y el desenfreno. Si almenos hubieran tenido unas palomitas y refrescos… entonces hubiera sido perfecto.

Las dos rubias filmaban a los 10 chicos que trabajaban en el taller. Todo era improvisado, no habían estudiado un guión, algunos de los nuevos incluso no habían acabado de entender que debían hacer. Por sorpresa de todos, Manolo fué el que más se puso dentro de su papel. Un auténtico Humpfrey Bogart, aunque un pelín más de barrio y clase obrera.
  • Ufff! Menuda calor macho! Lo que daría por una buena cerveza fría.
  • Y por un buen coño caliente! Ja ja - contestó Marc mientras Miare le hacía un zoom secandose, con la manga de su mono gris sucío de grasa, el sudor de su frente.
Los mecánicos se rieron y siguieron trabajando, cada vez más sucios y sudados. De repente una voz femenina entró en escena. - Hola? Disculpen caballeros. - Marta entró en el garaje vestida para provocar infartos.

Masi le hizo un plano de arriba abajo, estaba tan sexy que hasta llegó a dudar seriamente de su sexualidad. Marta se había hecho dos coletas, dentro de su boca un chupa chups y en el cuello un collar con un corazón rosa en medio. Llevaba puesta una camiseta blanca con varios botones desabrochados que dejaban ver gran parte de sus sugerentes pechos, además se había hecho un nudo en la parte inferior, mostrando su ombligo y cintura. Más abajo una corta faldilla de cuadros rojos y negros que apenas tapaban nada, unas medias blancas a la altura de sus muslos y unos tacones negros y altos.

Si hubieran estado grabando dibujos animados a los mecánicos le saldría humo de las orejas, sus bocas estarían desencajadas, sus ojos fuera de sus cuencas y sonarían trenes a vapor a toda velocidad.
  • Hola pequeña! Te has perdido? - dijo Jordi acercandose a ella mientras se limpiaba sus sucias manos llenas de grasa.
  • No señor! Me manda mi padre para ver si han terminado de reparar su coche.
  • Y tu padre te deja salir sola a estas horas? - preguntó Marc acercandose también a la indefensa chica.
  • Y te… y te… - Guille miró a Marta como si pidera ‘texto’, que mal actor era, solo tenía una frase y se había olvidado, por Dios chaval! Espabila!
  • Y te deja salir así vestida? - dijo Fran saliendo en ayuda de su despistado amigo. En un momento, Marta se vió rodeada por todos los mecánicos. Se sentía atrapada y asustada. Eran diez contra una. No podía correr, no podía luchar, podían hacer con ella lo que quisieran. Correcto, estaba más caliente que el palo de un churrero.
  • Mejor… me vuelvo a casa! Mi padre estará preocupado. - Marta se dió la vuelta para salir corriendo, pero se topó con dos cuerpos varoniles más grandes y fuertes que ella que le impedían el paso.
  • Venga niña! Quédate un rato a hacernos compañia - dijo uno.
  • Sí preciosa! No ves que estamos muy solos. - dijo otro.
El círculo cada vez se iba haciendo más estrecho. La chica indefesa podía oler a aquellos hombres sudados que cada vez la dejaban con menos espacio.
  • Dejadme salir! O llamo a la policia - gritó terriblemente asustada. Su interpretación estaba siendo de nominación al Oscar.
Cisco la agarró del cuello muy fuerte, asfixiandola y levantandola ligeramente del suelo. Mientras los gritos de Marta se hacían cada vez más debiles y sus pies estaban de puntillas ya tenía las bragas completamente mojadas.

Sus amigas contemplaban la escena desde su lugar privilegiado a medida que se empezaban a animar. Sobretodo Laia que ya le estaba metiendo, descaradamente, mano a Noe.
  • Tu no te vas a ningún lado ricura! - Mientras Cisco agarraba a Marta del cuello y ella intentaba quitar esa mano sin conseguirlo, Manolo empezó a meterle a la fuerza su lengua. Como ella se resistía apartando con asco su boca, su suegro le lamía la cara como un perro baboso.
  • Eso… ven aquí zorrita no seas calientapollas… tú has venido a lo que has venido y te lo vamos a dar… - los chicos la manoseaban entre todos, insultándola y arrancandole la ropa con violencia. Algunos ya se sobaban sus rabos e intentaban entre esa multitud de brazos meterle mano a la pobre chica.
  • Dejadmeeee! - Gritaba Marta. Un chico le agarró los brazos y se los inmovilizo a la espalda para que no pudiera pelear. Parecía todo tan real que daba escalofríos. - Bastaaa! Me hacéis daño! Noooo!
Los mecánicos no la escuchaban, le siguieron arrancando la ropa. Su camisa desabrochada y rasgada dejaba ver sus pechos por completo mientras un par de bocas chupaban sus pezones y los mordían. Jordi se arrodilló para bajarle las bragas, cuando las tuvo en su mano las olío profundamente y las compartió con sus compañeros de trabajo.
  • Hueles lo mismo que yo? - dijo uno de los invitados de Fran con las bragas en su cara. - Huele a coño virgen… mmm
  • No por favor, paraaaa! - Marta cerraba sus piernas, pero dos mecánicos le obligaron a abrirlas y Guillermo pudo por fin empezar a meterle los dedos dentro del coño. Luego los sacó y se chupó los dedos. Otro chico cogió el relevo.
Las dos rubias grababan esa escena realmente excitadas. Cómo dijimos antes todo parecía muy real. La resistencia de Marta que justo en ese momento parecía empezar a llorar. Las bofetadas en los mofletes y en las tetas, los cachetazos fuertes en el culo, los escupitajos en la cara de ella. Veinte manos grandes y sucias peleandose por manosear aquel cuerpo jóven y virgen.

Los mecánicos empezaron a desabrocharse y sacarse los monos de trabajo. Estaban todos erectos y empezaron a sobarse los rabos alrrededor de la chica que contemplaba con temor aquellos grandes y empalmados miembros.
  • Aaaaah! - Marta empujó con fuerza su culo contra el chico que le sujetaba liberrando sus manos, con fuerza y determinación le dió una patada en los huevos a Cisco que calló de rodillas al suelo y la dejó de estrangular. Esperemos que no le diera de verdad, pues no tenían seguro médico.
  • Eh que se escapa! - Dijo Manolo! - Cogédla!

Mientras los mecánicos se tropezaban intentando subírse torpemente los pantalones. Marta salió corriendo del taller gritando socorro. Sus tetas llenas de saliba botaban de un lado al otro y la faldilla se levantaba mostrando su culo rojo por los golpes. Marc y Jordi, los únicos que estaban completamente desnudos salieron detrás de ella para interceptarla.

Masi se quedó grabando el interior del taller mientras Miare salió corriendo para no perderse la persecución por el descampado.
  • Tranquilos chicos! La tenemos! - al cabo de poco rato Marc entró en el taller desnudo y con su rabo erecto. Llevaba a Marta encima de su hombro cómo si fuera un saco de patatas. Ella pataleaba y golpeaba su espalda sin dejar de chillar.
  • Preparad las cadenas! Vamos a darle a esta putita lo que se merece - Dijo Jordi mientras le metía un calcetín dentro la boca y le ataba por detrás del cuello un trozo de tela para que no pudiera gritar.
Mientras algunos mecánicos se desnudaban por completo y reían a carcajadas, otros movieron un brazo de metal oxidado que se usaba para levantar los motores de los coches que estaban en reparación. Del brazo caían cuatro cadenas de hierro con esposas en sus extremos. Lo desplazaron hasta el medio del taller y pusieron unos contrapesos en la base para que pudiera aguantar el peso de la chica.

Entre Jordi y Marc esposaron de manos y de tobillos a Marta. Y luego Fran le dió el Ok con el dedo para que Manolo empezara a subirla. Marta se quedó tumbada en el aire sujetada de sus extremidades por las cadenas.

En la parte superior del taller, dentro de la sala de visionados, las cuatro chicas ya estaban semi desnudas y acariciandose sus partes. Solas y entre ellas. Noe había sucumbido a la insistencia de Laia y se masturbaban mutuamente gimiendo como perras en celo. Mónica, contemplaba a su hermana fuera de control y pensó seriamente en que quería formar parte de aquel morboso grupo de amigos.
  • Ven aquí guarra! - Jordi agarró las dos cadenas y se acercó a su novia que con la cabeza levantada miraba asustada cómo aquella polla se acercaba peligrosamente a su virginidad. Él levantó la faldita de su novia dejando su coño húmedo y rosado a la vista. Se escupió la mano, la frotó por su prepucio y le metió la polla hasta el fondo.
  • Mmmpphh! Mmmmhpp! - Marta movia la cabeza con los ojos cerrados y cara de dolor. Los otros nueve chicos se pusieron alrrededor de ella y la sobaban y frotaban sus pollas por su cuerpo, ansiosos que les tocara su turno. Guille, Fran, Cisco y Marc le dapan pollazos en la cara con violencia y sin dejar de insultarla y vejarla.
Se la fueron follando una a uno. A cada cúal más fuerte y violento. Le quitaron el calcetín de la boca, pero no pudo gritar ni pedir ayuda. Tal cúal se lo quitaron, empezarón a meterle pollas dentro. Marta estaba tan excitada que ya no se resistía, solo dejaba que se la follasen por el coño mientras ansiosa intentaba chupar las nueves pollas a la vez. Le encantaba ver como ellos se peleaban para metersela. Estaban tan excitados que incluso se las metían de dos en dos, y los que esperaban le daban pollazos en la frente o las frotaban contra sus mejillas rojas, calientes y doloridas.
  • Así me gusta zorrita! No pares de chupar - Jadeaba Jordi durante su turno de follarle el coño. No podía dejar de mirar la cara de su novia estresada con tanto rabo enorme cerca de su boca. - Eh muchachos! Descolgadla!
En cuanto le quitaron las cadenas y se puso de pié entre todos los chicos desnudos, ya no era la misma niña asustada que buscaba huir. Ahora era la perra obediente de aquel grupo de machos pollones.
  • Vamos a acabar contigo! - dijo Jordi sin dejar de masturbarse. Miraba a su novia excitado a más no poder. Allí de pié, rodeada de hombres desnudos. Pajeando sus pollas, dejando que las rozasen en su culo. Besando con lujuria bocas ajenas.
Jordí desplegó un plástico negro sobre el suelo de grabilla del taller y se tumbó sobre él. - Traedmela! - ordenó a sus compañeros. Marta se estremeció de placer mientras la obligaban a sentarse sobre aquella polla enorme. La agarraban del pelo, mientras la acercaban a su novio. Le daban más bofetadas, cachetazos en el culo. Marc la agarró con fuerza de la barbilla y la obligó a comerle la boca. - Te vamos a cubrir de lefa puta asquerosa! - le dijo mientras le escupia dentro la boca. Marta asentía, cachonda y obediente como nunca.
  • Si así! Muevete así… - Jordi agarraba del culo a su novia con fuerza mientras ella lo cabalgaba. Su mejor amigo se agachó y empezó a metersela por el ano. Marta grito de placer mientras le hacían una doble penetración - Siiii, chupa… no pares zorra - Encima de él su novia mamaba polla con muchas ganas, mientras masturbaba dos rabos con sus manos y el resto se la pelaban cerca de su cara. - Así siii tragatela entera putita! Ooooh! No pares, no pares… Dios me corrooooo!
Marta gimió de placer y se corrió con la polla de Guille tocando su garganta, la polla de Marc reventandole el ojete y mientras su novio se corria dentro suyo. Al parecer los demás se cordinaron y en pocos segundos empezaron a lefarla por completo. Alguien de su derecha le obligaba a girar la cabeza y le lefaba la cara, luego venía otro por la izquierda y hacía lo mismo. Uno se corrió sobre su pelo, otro sobre sus tetas. Marc le llenó el ojete mientras la polla de Jordi seguía dando espasmos dentro de su coño. En pocos segundos no podía ni abrir los ojos de lo cubierta que estaba. Debajo suyo su novio parecía recoger la poca lefa que ella estaba dispuesta a compartir. Marta pensó que aquello era lo más parecido al paraíso.
  • Qué Masi! Cómo ha quedado? - preguntó sonriendo la anfitriona mirando a cámara, aún encima de su novio y todas las pollas a su alrredor.
  • Sin palabra compañera! Lo mejó que hemo grabao hasta el momento!
  • Si tía! Ha sido espectacular… - añadió Miare bajando su cámara y ciertamente celosa al mismo tiempo.
  • A ver! - Marc se levantó y se puso cerca de la rubia para ver lo que había grabado. Ella se lo mostró sin poder evitar acercarse demasiado a su cuerpo desnudo.
‘Bravooooo!’, ‘La ostiaaa hermana, ha sido la ostiaaaa!’, las cuatro chicas bajaban las escaleras aplaudiendo y felicitando a su amiga. Marta se limpiaba la cara y sonréia traviesa mientras ellas la rodeaban y le daban besos y abrazos.

Cuando todos estuvieron vestidos, siguieron comentando un buen rato lo que acababan de vivir. Algunos revisaban lo que habían grabado las dos rubias entre risas y exclamaciones. Los amigos de Fran preguntaban cuando iban a repetirlo, Guille hablaba con Jordi acerca de lo fogosa y salvaje que era su novia. Los fumadores se fumaban uno, fuera del taller mientras contemplaban cariñosamente la imensa luna sobre el cielo estrellado.
  • Bueno mi vida! Mañana te toca a tí! - dijo Marc mientras apretaba el cuerpo de su novia contra el suyo y le daba un beso en la frente.
  • Venga va! Ven que te lo cuento… - Noe sonrió. Lo bueno de llevar tanto tiempo amando a alguien es que no hace falta escuchar demasiado para saber lo que el otro desea. Es como una mente colmena.
Mientras Noe le susurraba a la oreja lo que había planeado. A este se le esbozó una gran sonrisa de oreja a oreja. - Qué pasa?Te mola la idea o que? -dijo ella sonriendo al notar su reacción.
  • Lo que pasa es que te amo mi vida! - Marc la miraba sorprendido y feliz.
  • Jajaja! Pero que dices bobo? - a ella le encantaba que la mirase de aquel modo.
  • Que estamos conectados!
  • Cómo?
  • Mi fantasia mi amor… es la misma que la tuya. - Marc la agarraba de la cintura enamorado hasta las trancas.
Noe se apartó de él poniendo cara de preocupación. Sabía que Jordi le gustaban más las pollas que a un tonto un lapiz. Pero su novio? Su fantasia era montarse una orgía con hombres negros de pollas enormes? Que le estaba contando?
  • Tu fantasía es follarte a negros super dotados? - Noe seguía con el ceño fruncido y sin entender nada.
  • Noooo jajajajaja! No me refiero a eso! Me refiero al sexo interracial… pero cómo se te ocurre pensar eso? Estás loca o qué? - reía y aclaraba el mal entendido, pero por su mente pasó por un momento la idea de un rabo negro y enorme cerca de su boca y no le disgustó para nada.
  • Aaaah! Vale! Joder que susto vida! Jajaja. - Noe se volvió a acercar a su novio y volvió a tirar de su gran capacidad de improvisación - Oye! Y por qué no lo hacemos juntos?
  • Ostiaaa! Pues sí, es muy buena idea la verdad. Pollas negras y enormes para vosotras…
  • Y culos negros y enormes para vosotros…
Los novios chocaron los cinco y volvieron a empezar a reir. A Noe le cogió otro ataque de risa mientras Marc la miraba tiernamente y enamorado. Seguía teniendo la sonrisa más bonita que jamás había visto.
  • Oye has visto a Marc?… el chico alto y guapo… va dejalo. - Miare iba como loca dentro del taller buscando y preguntando por su amor, pero nadie sabía donde estaba. - Por qué señalas? Fuera dices? Aaaah vale vale! Gracias Cisco.
Miare salió del taller y al girar a la esquina se quedo parada observando a Marc y a Noe abrazados y felices contemplando la Luna. Algo dentro suyo se rompió y quiso irse lejos, pero los dos ya la estaban mirando ahí parada en mitad de la noche - Marc encanto… - exclamó intentando hacerse fuerte.
  • Dime rubia! - contestó sonriendo él sin dejar de sujetar a su novia contra su torso desnudo.
  • Esto… yo… te estaba buscando. - Miare no sabía que decir. Solo lo buscaba a él y la presencia de su novia marcando territorio con esa mirada dura y poderosa la amedrentó.
  • Anda vida! Vamos a buscar tu camiseta. - Noe agarró de la mano a su novio y se lo llevó dentro, al pasar enfrente de su enemiga golpeó su hombro contra el suyo intencionadamente.
  • Zorra de mierda! - dijo Miare en voz alta sin querer.
  • Qué has dicho hija de puta? - Noe se avalanzó sobre ella, dispuesta a arrancarle esa maldita y preciosa dorada cabellera. Marc se puso entre medio y las intentó separar. Se llevó algunos arañazos de regalo. Al final los gritos llamaron la atención de Gemma, Masi y Jordi que rapidamente salieron a ver que pasaba fuera.
Hicieron falta los cuatro para poder parar aquella pelea de lobas furiosas. Gemma se llevó a Noe dentro del taller abandonado y Masi se alejó un poco con Miare bajo el cielo estrellado.
  • Colega tienes que parar esto ya! O lo haces tú o lo hago yo, pero esto debe terminar, estamos?… sino vamos a acabar como el Rosario de la Aurora.
Marc miró a su amigo y luego a los arañazos en sus brazos y torso. Dos caminos se abrian ante él y estaba claro que no podía recorrerlos a la vez. Izquierda o Derecha? Messi o Cristiano? Tortilla con cebolla o sin cebolla? Colacao o Nesquik? Su cabeza estaba hecho un lío.

Aunque Noe era impulsiva y solía actuar antes de pensar, no era mala persona. Más por no estropear aquella maravillosa velada que por por enterrar el hacha de guerra, acabó pidiendo disculpas a Miare. Por su parte la rubia las aceptó a regañadientes y pidió perdón por haberla faltado al respeto.

Se dieron la mano solmenemente y el resto del grupo aplaudió la reconciliación. Tan solo Jordi, Marc y Gemma se mostraron precavidos. Sabían que aquella tregua no iba a durar demasiado.

Continuará…
 
Feliz fin de semana a todos! Espero que lo disfrutéis y que os pongáis cachondos y cachondas! Que de eso se trata. Os dejo con un nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 15 - Solo sí es sí

  • Pero de verdad la quieres? - Jordi miraba a su colega que parecía bastante confundido y abatido. Era Jueves por la mañana y estaban desayunando en la panadería donde dos días atrás las dos Marias descubrieron que llevaban varios años siendo vecinas de ellos.
  • No lo sé colega! Estoy hecho un lío…
  • Joder bro! No puedes decir te amo a una mujer que está coladita por tí solo para follartela. Eso es ser de hijo de puta! - Jordi bajó el tono de su voz, pues dos viejas de la mesa de al lado estaban empezando a mirarlos mal - una cosa es que nos follemos todos con todos, de buen rollo y tal… disfrutando del sexo y eso… pero enamorarse?
  • Qué sí colega! Que ya lo he pillado. Pero que quieres que haga?
  • No sé… tu qué crees? - Jordi hizo una señal a la camarera para que se acercara.
  • A ver capullo! Te estoy pidiendo consejo porqué no sé que hacer, es que no lo ves?
  • Sí… disculpa. Nos traes un café con leche y… - dijo mirando a su amigo.
  • Una cerveza! - contestó Marc apoyando su cabeza en su mano mientras desganado oteaba el horizonte.
  • Bueno… un poco pronto pero venga! Que sean dos, porfavor. - Dijo Jordi sonriendo a la camarera. Mientras ella se daba la vuelta, pensó que sería un buen fichaje para su grupo de amigos. - Mi consejo es que si te has pillado de la rubia, se lo digas cuanto antes a Noe…
  • Ya sí! Y perderla?
  • Nadar y guardar la ropa… muy cobarde por tu parte colega!
Los dos amigos brindaron, Marc lo hizo sin pasión y se bebieron casi de un trago aquellas cervezas heladas. Eran las ocho de la mañana y hacía un calor abrasador.

  • No se trata de eso bro! Las quiero a las dos y no lo digo pensando con la polla. Las quiero de verdad.
  • Venga tío no me jodas! No me vengas con el cuento del poliamor y esas chorradas de los milenials. Follar con otras, me parece perfecto, pero el amor no tío! El amor no se puede compartir. - Jordi se giró de repente hacía las dos viejas, ya estaba harto - Señoras, si quieren les hacemos un hueco en la mesa para que no se pierdan detalle…
Las dos viejas se levantaron mientras refunfuñaban ‘quin jovent més mal educat’ y se largaron mosqueadas de la terraza.

Jordi las observó mientras se marchaban y les gritó que se buscasen algo mejor en la vida que meterse en la de los demás. Luego puso una mano sobre el hombro de su amigo, que seguía en un mar de dudas. - Marc! Tu sabes que te quiero como a un hermano, pero no sé cómo ayudarte con esto… Lo único que te puedo aconsejar es que tomes una decisión cuanto antes, sinó acabarás empeorandolo todo.

Marc le dió las gracias. Aunque siguiera sin resolver los problemas de su vida amorosa, almenos sabía que tenía un sitio dónde caer cuando todo se desmoronase. - Mira bro! Por ahí viene tu padre.

Jordi se levantó de la mesa y puso dos dedos en sus labios para silbar a su padre. Manolo al verlo alzó la mano saludando y se acercó sonriendo hacía su hijo.
  • Hola hijo! - exclamó dándole dos besos. - Hombre Marc! Al final has venido. Que bien! - Marc se levantó para saludar al padre de su amigo. - Mírate! Cómo has crecido! Cuanto hacía que no nos veíamos?
  • Pues… unos diez - once años o así más o menos. Cómo va todo Manolo? Qué se cuenta? - los tres se sentaron de nuevo y Jordi pidió otra ronda de cervezas. Maldita ola de calor.
Estuvieron un buen rato hablando entre los tres, poniendose al día y recordando cosas de cuando eran pequeños. Marc se dió cuenta enseguida de que el padre de su amigo estaba bastante enterado del frenesí vicioso que estaba viviendo su hijo actualmente. Al parecer se alegraba mucho de que la vida sexual de Jordi fuera tan activa y sin límites.
  • Bueno… entonces habéis traido material para… ya sabéis! Por que yo sí! Jeje - Marc que conocía a aquel señor de hacía mucho tiempo, no recordaba haber visto jamás aquella expresión en su cara. Su colega tenía razón, su padre era un pajillero enfermo.
  • A que te refieres papa? - preguntó Jordi extrañado mientras se terminaba su segunda cerveza y debatía internamente si pedir otra. Maldito cambio climático.
  • Bueno hijo! He pensado que si tu compartes a Marta, Marc comparte a Noe, pues yo también debo compartir… jejeje - dijo el pervertido viejo mientras mostraba un Pen Drive.
Jordi se quedó parado un momento. Fotos de su mandre? Al principio la idea le hechó para atrás, pero luego recordó que hacía poco su padre le había reventado el ojete; así que tampoco le parecío tan descabellado lefar con fotos de su madre en bolas.

Mientras tanto Marc, que ya se había puesto cachondo, le enseñaba una pequeña muestra de lo que había traido.
  • Dioooos! Qué guapa está Noe, ya no la recordaba; está hecha una mujer espectacular - dijo Manolo mientras se masajeaba la polla por encima los pantalones, sin dejar de mirar el movil de Marc.
  • Bueno… veo que hay ganas no? - dijo Jordi que dejaba el dinero encima de la mesa. - Vamos tirando?

Su amigo y su padre se terminaron rápido la cerveza y se unieron a él camino al taller. Recordad que estaba muy cerca de la panadería, así que en nada ya estaban dentro encendiendo el ordenador.
  • Conectalo aquí con este cable… joder que no llego… ya! Y yo enchufaré el ipad aquí. - Jordi le pidió el Pen a su padre que ya se estaba quitando la ropa. - Vale todo conectado!
  • Vale! - Manolo se sentó en su silla totalmente desnudo. Se había comprado recientemente un monitor más grande y moderno. Aunque el ordenador seguía siendo el mismo trasto antiguo y desfasado de siempre, una mierda vaya.
  • Ya se que regalarte para tu cumple papa! - dijo Jordi riendo mientras empezaba a desnudarse y acercaba un par de sillas colocandolas cerca de la de su padre.
  • A ver… esta pantalla con las fotos que ha traído Marc, ufff! - Una foto de Noe en bikini haciendo topless apareció en la pantalla. - Luego esta para las fotos de Jordi… Dios, menuda zorra que tienes hijo! - Otra foto privada, esta vez de Marta, emergió de repente. - Y por último! La putita de mi mujer jeje.
Padre e hijo se quedaron un rato en silencio mirando las tres ventanas con las fotos de sus parejas. En la parte superior dos chicas guapas y sexys. En la inferior la madre de Jordi, gorda y vieja. Marc luego miró cómo padre e hijo ya se estaban poniendo tiesos mientras miraban en bolas las fotos en la pantalla. - Qué colega? Empezamos o no? Sacate la polla que hay que lefar a estas tres putas! - exclamó Jordi sentado al lado de su padre.

Marc seguía vestido y de pié enfrente de ellos. No podía evitar pensar que aquello era muy perverso. Pero al ver que Manolo ponía las tres ventanas en modo diapositiva y empezaba a decir barbaridades de cómo se follaria a Noe y Marta; se puso muy caliente. Se quitó la ropa baja la atenta mirada de los dos y se sentó en la silla del medio.

  • Venga Papa! Dime Top 3 y cómo te las follarias? - dijo Jordi que ya la tenía morcillona y se la golpeaba contra la barriga.
  • Uff! Está díficil hijo! Déjame pensar… - La polla de Manolo ya estaba del todo erecta y mientras se tocaba los huevos empezó su ranking. - Tercer puesto para tu madre! Esa foca no tiene nada que hacer contra las otras dos. Segundo puesto para Noe, no te lo tomes mal pero es que siento debilidad por mi Martita… - Marc sonrió y le dijo que no pasaba nada. Su colega ya estaba masturbandose a saco mientras su padre explicaba con detalles como le metería la polla entera dentro la boca.
  • Y tu Marc? - preguntó Manolo mientras empezaba a sobarle el muslo al amigo de su hijo.
  • El segundo y tercer puesto no los tengo claros… pero top uno me quedo con su mujer. - Justo en ese momento había una foto de la madre de Jordi en ropa interior dónde se apreciaba a la perfección su enorme y gordo culo lleno de celulítis. - Cómo me gustaría empotrarla por detrás… mmm - Marc sentía auténtica debilidad por los culos enormes y gordos.
Jordi por su lado no llegó a decir su top 3. No le dió tiempo. Perdió la cordura cuando su amigo y su padre empezaron a hacerse una paja cruzada. Las cosas se pusieron muy serias rápidamente y los tres se desmadraron en poco rato. Al final acabarían corriendose a la vez al cabo de poco tiempo; por sugerencia de Manolo lo hicieron con un bautizo de lefa sobre la nueva pantalla.
  • Tío! Tu padre es un cerdo de cuidao! - rió Marc mirando a su amigo. Ya estaban en la calle dirección a sus respectivas casas.
  • Y hoy ha estado bastante relajado! Tendrías que haberlo visto el otro día… - Jordi se puso caliente solo de recordarlo - Creo que estaba un poco cortado hoy! Pero bueno, ya se irá soltando jeje.
  • Sabe todo lo que hacemos? Se lo has explicado todo?
  • No todo! Solo por encima. Pero me estoy planteando seriamente si invitarlo a alguna de nuestras quedadas, no sé… ya veremos.
Los dos colegas llegaron al cruce dónde se separaban sus amigos. - Oye! Tenéis planes Noe y tú para comer? Lo digo por si queréis venir a casa…

Marc le agradeció la invitación, pero tuvo que rechazarlo. Habían quedado para comer con la hermana de Noe. En principio solo para charlar sobre el tema de hacerse un trio. Cómo una primera toma de contacto, además Mónica, la hermana de su novia, solo disponía de una hora para comer, pues no estaba aún de vacaciones. Pero bueno, ya sabemos cómo iban las cosas en la vida de este grupo de amigos, acostumbraban a desmadrarse rápidamente.

El resto de amigos pasaron un día tranquilo e hicieron tiempo hasta la hora acordada. Las Marias aprovecharon su primer día de vacaciones para no hacer nada. Cómo tenían las llaves del tejado del edificio dónde vivían, pasaron todo el día y parte de la tarde tomando el sol en bikini mientras escuchaban música.

Los gemelos esperaron un par de horas a Guillermo, habían quedado con él para hecharse unas partidas online. Pero no apareció, ni tampoco contestaba al telefono. Al no dar señales de vida decidieron empezar a jugar sin él y esperaron ansiosos a que llegara la noche.

Gemma por su lado, pasó casi todo el día sola. No es que sus dos compañeros de piso estuvieran fuera, al contrario, es que no salieron de la habitación. Mientras Laia y Guillermo cooperaban para, al parecer, conseguir romper la cama de ella. Gemma se dedicó a revisar los deberes que sus amigos le habían mandado. Primero miró el de Masi con el cura, luego el de Marta y Jordi con el padre de él, después el de Laia con los gemelos, más tarde el de Miare con Marc y por último el que justo le acababa de mandar Noe, dónde hacía el amor con su novio. Los dos últimos videos le dejaron mal cuerpo y los ánimos decaídos, pero lo encajó lo mejor que pudo. Total, ya faltaba poco para desatar la tormenta. Hizo recuento de todas la tareas y vió que solo quedaban dos alumnos por entregar sus deberes, Guille y Marc.

Se acercaba la hora de la quedada y Marta estaba muy nerviosa esperando al grupo cerca de la casi inoperativa estación de autobuses. - Quedaros aquí mientras yo voy a revisar que todo esté despejado. - les dijo a Jordi y Manolo.

  • Hijo! Acompañala no?
  • No Manolo! - cortó Marta - No te preocupes, no quiero estropearos la sorpresa. Voy y vuelvo rápido, solo quiero asegurarme de que estaremos solos.
Padre e hijo esperaron en la vieja estación a que llegaran los demás, mientras observaban como Marta cargando una mochila a su espalda, desaparecía entre la maleza del descampado que estaba justo enfrente. Aunque más tarde Jordi se lo explicaría a sus amigos, os adelanto que cuando le planteó la idea a su novia de que si su padre podía formar parte de su fantasía; ella solamente dijo ‘Por supuesto, cuantos más mejor’
  • No deberías dejarla ir sola de noche por ahí, es peligroso. - riñó Manolo a su hijo.
  • Tranqui papa! Sabe cuidarse sola. - Jordi estaba más preocupado por los lavabos públicos semi abandonados de la estación que de su novia. Estaba casi convencido que ahí se practicaba cruissing.
Mientras llegan el resto de amigos y algún invitado sorpresa más, que enseguida desvelaremos. Haremos un poco de tiempo y explicaremos cómo era aquel lugar dónde se iban a reunir esta noche.

La estación de autobuses llevaba un par de años con servicios mínimos. Era una obra antigua y había quedado desfasada. El ayuntamiento ya tenía un plan de reconstrucción aprobado, no solo para ella sinó para toda esa parte del barrio. Muchos años atrás aquella zona había sido un lugar de gran actividad comercial, con muchas fábricas y talleres que daban empleo a muchos trabajadores. Pero con el tiempo los locales fueron cerrando y solo quedaron edificios medio ruinosos, solares y descampados. Ahora tan solo era un lugar solitario y deshabitado. Los vecinos del barrio llevaban varios años pidiendo y quejandose para que se hiciera algo. Pero ya sabéis lo que dicen: las cosas de palacio van despacio.

  • Buenaaaaas! Que tal Jordi? - Gemma le dió dos besos al chico y luego le presentaron a Manolo y el porqué de su presencia.
  • Así que eres su padre? - dijo Laia dándole dos ruidosos besos. - La verdad que os parecéis muchissimo jaja.

Guillermo también los saludó sin dejar de soltar la mano de la amazona. No iban cogidos como si fueran novios, más bien parecía que ella lo cogía de la mano cómo si fuera de su propiedad.

Al cabo de poco rato, Noe y Marc aparecieron acompañados de una chica. - Mónicaaa? - exclamó Gemma sorprendida.
  • Ostras Gemma! Cuanto tiempo! Cómo estás? - contestó la hermana pequeña de Noe.
  • Dios! La última vez que te ví, eras así de ñaja… que fuerte! Y dime, cómo tu por aquí?
  • Bueno, hemos quedado para comer… - contestó Noe por ella - Y le he comentado que esta noche habíamos quedado. Y… nada…se ha apuntado… espero no naya problema!
Todos contestaron que ‘para nada’ y se empezaron a saludar entre todos, viejos y nuevos compañeros.
  • Oye! Entonces… mis deberes… - susurró Gemma en el momento que le daba dos besos a Marc.
  • Sí pervertida! - sonrió él. - Te he mandado el video antes de salir de casa.
  • Genial, jeje. En cuanto llegue me lo miro. Que morbo!
Estuvieron un rato hablando entre ellos esperando que los demás llegasen. Marta salió entre la maleza del descampado y apagó la linterna de su movil. Sorprendida por la presencia de la hermana de su amiga, empezó a correr hacía ella y la llenó de besos, cómo lo hacen las tías y las abuelas.

Las siguientes en llegar fueron las dos Marías. Llegaron sudadas y con su respiración agitada. No tanto por el calor sinó por el miedo, digamos que esa zona del barrio no era el lugar más idoneo como para que dos rubias preciosas andaran solas a esas horas de la noche.
  • Hola rubia! - le dijo Marc sonriendo cuando ella le saludo. Sus miedos por ser violada desaparecieron de repente, sintiendose ya segura y relajada.
  • Pero nena! que vienes de una maratón o qué? - le dijo Noe a la andaluza mientras separaba sus brazos de su cuerpo pegajoso.
Masi empezó a contar el miedo que habían pasado. Tanto ella como Miare llevaban menos tiempo viviendo en el barrio. No sabían si era un sitio peligroso y lo habían pasado realmente mal. No obstante, su desparpajo y carisma natural provocó que todos empezaran a reir mientras escuchaban las mil y una aventuras que ella les contaba. Por segunda vez hubo presentaciones y los viejos integrantes conocieron a los nuevos.
  • Y esos quienes son? - preguntó Miare mientras señalaba a los dos gemelos que a lo lejos, venían acompañados de cuatro chicos más.
  • Buenas noches a todoooos! - dijo Fran con una sonrisa de oreja a oreja. - Bueno! Os presento a… - El gemelo empezó a presentar a sus cuatro acompañantes.
No perderemos el tiempo en dar sus nombres, almenos de momento. Tan solo explicaremos que estaban ahí porqué Marta lo había pedido explicimante. Se lo hubiera podido pedir a su novio o a Marc, pero quería que fueran desconocidos. Su intención era usarlos y tirarlos, con lo que cuanto menos lazos afectivos existieran, mejor para todos.

Entre que se presentaban y se saludaban todos, entre que los nuevos explicaban el porqué estaban ahí, entre que los viejos conocidos se ponían al día despúes de muchos años sin verse y entre las idas y venidas de Jordi a los lavabos, que aún sin tener ganas de mear, se quería asegurar de si era o no zona de cruising; la noche acabó por cerrarse y la luna reinaba solitaria en el cielo oscuro de la ciudad.
  • Bueno! Ya está bien de tanto hablar no? Vamos al lío o qué? - Dijó Marta dando una palmada y visiblemente ilusionada.
El resto del grupo confirmó igual de ilusionado que querían empezar ya. Todos sabían cómo iba a acabar aquella calida noche de verano. Incluso los nuevos llegados habían sido pre avisados de dónde se estaban metiendo. Pero sentían una gran curiosidad por saber por fin que locura había preparado Marta.

Siguiendola, todos en conjunto se adentraron en el descampado. Algunos encendieron las linterna de sus móviles, pues no se veía absolutamente nada. Andaban como si estuvieron adentrandose en un pantano, levantando sus rodillas entre la maleza y vigilando a cada paso dónde pisaban.
  • Aaaaaaaiiii! - gritó Mónica.
  • Que pasa chochooo? - respondío gritando también Noe.
  • Creo que he visto una rata! Que ascooo…
El intrepido grupo se adentró más y más en ese solar inmenso. El suelo de grabilla y arena, basura de muchos años atrás escampada por todos lados. Algunos neumáticos viejos, un retrovisor, un par de botas. Y de repente llegaron al sitio que Marta había escogido.
  • Ya hemos llegado jiji! - Marta dió un sprint y se metió dentro de un viejo taller de coches abandonado.
El grupo observaba parado, en medio del descampado, aquel ruinoso edificio, viejo y graffiteado. De repente las luces del interior del taller se encendieron y empezó a sonar un ruido constante, cómo de un viejo generador.
  • Venga entrad! - Marta salió de dentro del taller por la puerta abierta con la persiana métalica a medio bajar, dónde años atrás debían entrar los coches para ser reparados.
Una vez dentro, pudieron apreciar que seguía en bastante buen estado. Al menos si lo comparaban con el exterior. - Pasad y poneros cómodos! - sus amigos se preguntaban que cómo lo iban a hacer. El lugar era un desastre. - Sé que no es el lugar más ‘cool’que hayais estado, pero podéis estar tranquilos, he pasado dos días trabajando a muerte para dejarlo lo más límpio que he podido.

Poco a poco se fueron acomodando, cómo buenamente pudieron. Algunos lo hicieron en unos viejos sofás que Marta había recogido de la calle, otros lo hicieron en sillas viejas que crujían y se tambaleaban al apoyar el trasero. Y otros simplemente prefirieron quedarse de pié o ligeramente apoyados sobre algún sitio dónde no te contagiases de la triquinosis.
  • Bien! Voy a explicar… ya que hay nuevos miembros. El por qué estamos aquí! - empezó a hablar Marta un pelín nerviosa.
  • Eso ya lo sabemos preciosa, para follar! - exclamó uno de los invitados que Fran había traído.
  • Eh! Un poco de respeto por la dama! - cortó Fran y el chaval bajó la cabeza de inmediato. Miare se preguntó de dónde los habría sacado. - Disculpa Marta! Puedes seguir…
  • Gracias hermoso! Bien… Esta noche… estamos aquí… para cumplir una fantasía. Jijiji… una sexual. Y en concreto una fantasía sexual mía. A ver… alguna o alguno se hace una idea de que se trata?
Un silencio se hizo dentro del taller de automóviles mientras pensaban entre todos. Hubieron susurros, insinuaciones, incluso alguien se acercó ligeramente a la solución.
  • A ver… es bastante obvio no? - Dijo Miare mientras miraba el taller de reparación. - Te pone burra el rollito mecánicos verdad?
  • Sí! Obvio Rubia! - contestó Noe sarcasticamente. Gemma le dió un enpujón a su amiga, apoyandola mientras al mismo tiempo desafíaba con la mirada a su archienemiga de cabellos dorados.
  • Vale sí! Pero alguien sabe en concreto que es lo que deseo esta noche? - pregunto Marta una vez más, tímida y provocativa al mismo tiempo.
Noe sonrió. Conocía a su amiga cómo si la hubiera parido. Sabía perfectamente cúal era su fetiche preferido, lo que más la encendía y la ponía a mil. Pero no dijo nada. Le concedió el placer a Marta de que se contestara a sí misma. Era su noche, ella era la única y principal estrella. Y no se lo iba a estropear por nada del mundo. (B.F.F.)

Marta explicó detalladamente el juego que había planeado. Cómo si una reputada directora de cine se tratara, les explicó a los chicos cúal sería su papel y cómo quería que se comportasen. Luego se disculpó con las chicas por no dejarlas participar y les señaló dónde debían esperar.
  • Tranquilas, lo he preparado todo para que nos os perdáis nada. - bajo la indiación de Marta. Gemma, Laia, Noe y su hermana subíeron unas escaleras metálicas y desgastadas que conducían a un viejo despacho acristalado. Se sentaron en unas butacas desde donde podían ver todo lo que sucedía abajo.
  • Joder! Y a mi quien me quita este calentón ahora? - dijo Noe ciertamente molesta por no probar rabo esa noche.
  • Tu tranquila hermana! Tu tranquila… - le contestó Laia sentandose a su lado y poniendole la mano encima de su muslo.
Los chicos se quitaron la ropa y se pusieron los monos de trabajo que Marta les había entregado. Guillermo tuvo que esconder barriga para poder cerrar la cremallera. Mientras Miare y Masi preparaban sus cámaras profesionalmente, preparadas para empezar a trabajar.
  • Todo listo? - gritó Marta escondida fuera del taller. Y al escuchar la confirmación de los diez mecánicos, añadió - Pues que empieze el espectáculo jijiji.
  • Rápidos y Fogosos toma 1! Acción! - Masi no pudo evitar hacer aquel chascarrido. Provocando la risa de todas sus amigas que impacientes esperaban que empezase la lujuria y el desenfreno. Si almenos hubieran tenido unas palomitas y refrescos… entonces hubiera sido perfecto.

Las dos rubias filmaban a los 10 chicos que trabajaban en el taller. Todo era improvisado, no habían estudiado un guión, algunos de los nuevos incluso no habían acabado de entender que debían hacer. Por sorpresa de todos, Manolo fué el que más se puso dentro de su papel. Un auténtico Humpfrey Bogart, aunque un pelín más de barrio y clase obrera.
  • Ufff! Menuda calor macho! Lo que daría por una buena cerveza fría.
  • Y por un buen coño caliente! Ja ja - contestó Marc mientras Miare le hacía un zoom secandose, con la manga de su mono gris sucío de grasa, el sudor de su frente.
Los mecánicos se rieron y siguieron trabajando, cada vez más sucios y sudados. De repente una voz femenina entró en escena. - Hola? Disculpen caballeros. - Marta entró en el garaje vestida para provocar infartos.

Masi le hizo un plano de arriba abajo, estaba tan sexy que hasta llegó a dudar seriamente de su sexualidad. Marta se había hecho dos coletas, dentro de su boca un chupa chups y en el cuello un collar con un corazón rosa en medio. Llevaba puesta una camiseta blanca con varios botones desabrochados que dejaban ver gran parte de sus sugerentes pechos, además se había hecho un nudo en la parte inferior, mostrando su ombligo y cintura. Más abajo una corta faldilla de cuadros rojos y negros que apenas tapaban nada, unas medias blancas a la altura de sus muslos y unos tacones negros y altos.

Si hubieran estado grabando dibujos animados a los mecánicos le saldría humo de las orejas, sus bocas estarían desencajadas, sus ojos fuera de sus cuencas y sonarían trenes a vapor a toda velocidad.
  • Hola pequeña! Te has perdido? - dijo Jordi acercandose a ella mientras se limpiaba sus sucias manos llenas de grasa.
  • No señor! Me manda mi padre para ver si han terminado de reparar su coche.
  • Y tu padre te deja salir sola a estas horas? - preguntó Marc acercandose también a la indefensa chica.
  • Y te… y te… - Guille miró a Marta como si pidera ‘texto’, que mal actor era, solo tenía una frase y se había olvidado, por Dios chaval! Espabila!
  • Y te deja salir así vestida? - dijo Fran saliendo en ayuda de su despistado amigo. En un momento, Marta se vió rodeada por todos los mecánicos. Se sentía atrapada y asustada. Eran diez contra una. No podía correr, no podía luchar, podían hacer con ella lo que quisieran. Correcto, estaba más caliente que el palo de un churrero.
  • Mejor… me vuelvo a casa! Mi padre estará preocupado. - Marta se dió la vuelta para salir corriendo, pero se topó con dos cuerpos varoniles más grandes y fuertes que ella que le impedían el paso.
  • Venga niña! Quédate un rato a hacernos compañia - dijo uno.
  • Sí preciosa! No ves que estamos muy solos. - dijo otro.
El círculo cada vez se iba haciendo más estrecho. La chica indefesa podía oler a aquellos hombres sudados que cada vez la dejaban con menos espacio.
  • Dejadme salir! O llamo a la policia - gritó terriblemente asustada. Su interpretación estaba siendo de nominación al Oscar.
Cisco la agarró del cuello muy fuerte, asfixiandola y levantandola ligeramente del suelo. Mientras los gritos de Marta se hacían cada vez más debiles y sus pies estaban de puntillas ya tenía las bragas completamente mojadas.

Sus amigas contemplaban la escena desde su lugar privilegiado a medida que se empezaban a animar. Sobretodo Laia que ya le estaba metiendo, descaradamente, mano a Noe.
  • Tu no te vas a ningún lado ricura! - Mientras Cisco agarraba a Marta del cuello y ella intentaba quitar esa mano sin conseguirlo, Manolo empezó a meterle a la fuerza su lengua. Como ella se resistía apartando con asco su boca, su suegro le lamía la cara como un perro baboso.
  • Eso… ven aquí zorrita no seas calientapollas… tú has venido a lo que has venido y te lo vamos a dar… - los chicos la manoseaban entre todos, insultándola y arrancandole la ropa con violencia. Algunos ya se sobaban sus rabos e intentaban entre esa multitud de brazos meterle mano a la pobre chica.
  • Dejadmeeee! - Gritaba Marta. Un chico le agarró los brazos y se los inmovilizo a la espalda para que no pudiera pelear. Parecía todo tan real que daba escalofríos. - Bastaaa! Me hacéis daño! Noooo!
Los mecánicos no la escuchaban, le siguieron arrancando la ropa. Su camisa desabrochada y rasgada dejaba ver sus pechos por completo mientras un par de bocas chupaban sus pezones y los mordían. Jordi se arrodilló para bajarle las bragas, cuando las tuvo en su mano las olío profundamente y las compartió con sus compañeros de trabajo.
  • Hueles lo mismo que yo? - dijo uno de los invitados de Fran con las bragas en su cara. - Huele a coño virgen… mmm
  • No por favor, paraaaa! - Marta cerraba sus piernas, pero dos mecánicos le obligaron a abrirlas y Guillermo pudo por fin empezar a meterle los dedos dentro del coño. Luego los sacó y se chupó los dedos. Otro chico cogió el relevo.
Las dos rubias grababan esa escena realmente excitadas. Cómo dijimos antes todo parecía muy real. La resistencia de Marta que justo en ese momento parecía empezar a llorar. Las bofetadas en los mofletes y en las tetas, los cachetazos fuertes en el culo, los escupitajos en la cara de ella. Veinte manos grandes y sucias peleandose por manosear aquel cuerpo jóven y virgen.

Los mecánicos empezaron a desabrocharse y sacarse los monos de trabajo. Estaban todos erectos y empezaron a sobarse los rabos alrrededor de la chica que contemplaba con temor aquellos grandes y empalmados miembros.
  • Aaaaah! - Marta empujó con fuerza su culo contra el chico que le sujetaba liberrando sus manos, con fuerza y determinación le dió una patada en los huevos a Cisco que calló de rodillas al suelo y la dejó de estrangular. Esperemos que no le diera de verdad, pues no tenían seguro médico.
  • Eh que se escapa! - Dijo Manolo! - Cogédla!

Mientras los mecánicos se tropezaban intentando subírse torpemente los pantalones. Marta salió corriendo del taller gritando socorro. Sus tetas llenas de saliba botaban de un lado al otro y la faldilla se levantaba mostrando su culo rojo por los golpes. Marc y Jordi, los únicos que estaban completamente desnudos salieron detrás de ella para interceptarla.

Masi se quedó grabando el interior del taller mientras Miare salió corriendo para no perderse la persecución por el descampado.
  • Tranquilos chicos! La tenemos! - al cabo de poco rato Marc entró en el taller desnudo y con su rabo erecto. Llevaba a Marta encima de su hombro cómo si fuera un saco de patatas. Ella pataleaba y golpeaba su espalda sin dejar de chillar.
  • Preparad las cadenas! Vamos a darle a esta putita lo que se merece - Dijo Jordi mientras le metía un calcetín dentro la boca y le ataba por detrás del cuello un trozo de tela para que no pudiera gritar.
Mientras algunos mecánicos se desnudaban por completo y reían a carcajadas, otros movieron un brazo de metal oxidado que se usaba para levantar los motores de los coches que estaban en reparación. Del brazo caían cuatro cadenas de hierro con esposas en sus extremos. Lo desplazaron hasta el medio del taller y pusieron unos contrapesos en la base para que pudiera aguantar el peso de la chica.

Entre Jordi y Marc esposaron de manos y de tobillos a Marta. Y luego Fran le dió el Ok con el dedo para que Manolo empezara a subirla. Marta se quedó tumbada en el aire sujetada de sus extremidades por las cadenas.

En la parte superior del taller, dentro de la sala de visionados, las cuatro chicas ya estaban semi desnudas y acariciandose sus partes. Solas y entre ellas. Noe había sucumbido a la insistencia de Laia y se masturbaban mutuamente gimiendo como perras en celo. Mónica, contemplaba a su hermana fuera de control y pensó seriamente en que quería formar parte de aquel morboso grupo de amigos.
  • Ven aquí guarra! - Jordi agarró las dos cadenas y se acercó a su novia que con la cabeza levantada miraba asustada cómo aquella polla se acercaba peligrosamente a su virginidad. Él levantó la faldita de su novia dejando su coño húmedo y rosado a la vista. Se escupió la mano, la frotó por su prepucio y le metió la polla hasta el fondo.
  • Mmmpphh! Mmmmhpp! - Marta movia la cabeza con los ojos cerrados y cara de dolor. Los otros nueve chicos se pusieron alrrededor de ella y la sobaban y frotaban sus pollas por su cuerpo, ansiosos que les tocara su turno. Guille, Fran, Cisco y Marc le dapan pollazos en la cara con violencia y sin dejar de insultarla y vejarla.
Se la fueron follando una a uno. A cada cúal más fuerte y violento. Le quitaron el calcetín de la boca, pero no pudo gritar ni pedir ayuda. Tal cúal se lo quitaron, empezarón a meterle pollas dentro. Marta estaba tan excitada que ya no se resistía, solo dejaba que se la follasen por el coño mientras ansiosa intentaba chupar las nueves pollas a la vez. Le encantaba ver como ellos se peleaban para metersela. Estaban tan excitados que incluso se las metían de dos en dos, y los que esperaban le daban pollazos en la frente o las frotaban contra sus mejillas rojas, calientes y doloridas.
  • Así me gusta zorrita! No pares de chupar - Jadeaba Jordi durante su turno de follarle el coño. No podía dejar de mirar la cara de su novia estresada con tanto rabo enorme cerca de su boca. - Eh muchachos! Descolgadla!
En cuanto le quitaron las cadenas y se puso de pié entre todos los chicos desnudos, ya no era la misma niña asustada que buscaba huir. Ahora era la perra obediente de aquel grupo de machos pollones.
  • Vamos a acabar contigo! - dijo Jordi sin dejar de masturbarse. Miraba a su novia excitado a más no poder. Allí de pié, rodeada de hombres desnudos. Pajeando sus pollas, dejando que las rozasen en su culo. Besando con lujuria bocas ajenas.
Jordí desplegó un plástico negro sobre el suelo de grabilla del taller y se tumbó sobre él. - Traedmela! - ordenó a sus compañeros. Marta se estremeció de placer mientras la obligaban a sentarse sobre aquella polla enorme. La agarraban del pelo, mientras la acercaban a su novio. Le daban más bofetadas, cachetazos en el culo. Marc la agarró con fuerza de la barbilla y la obligó a comerle la boca. - Te vamos a cubrir de lefa puta asquerosa! - le dijo mientras le escupia dentro la boca. Marta asentía, cachonda y obediente como nunca.
  • Si así! Muevete así… - Jordi agarraba del culo a su novia con fuerza mientras ella lo cabalgaba. Su mejor amigo se agachó y empezó a metersela por el ano. Marta grito de placer mientras le hacían una doble penetración - Siiii, chupa… no pares zorra - Encima de él su novia mamaba polla con muchas ganas, mientras masturbaba dos rabos con sus manos y el resto se la pelaban cerca de su cara. - Así siii tragatela entera putita! Ooooh! No pares, no pares… Dios me corrooooo!
Marta gimió de placer y se corrió con la polla de Guille tocando su garganta, la polla de Marc reventandole el ojete y mientras su novio se corria dentro suyo. Al parecer los demás se cordinaron y en pocos segundos empezaron a lefarla por completo. Alguien de su derecha le obligaba a girar la cabeza y le lefaba la cara, luego venía otro por la izquierda y hacía lo mismo. Uno se corrió sobre su pelo, otro sobre sus tetas. Marc le llenó el ojete mientras la polla de Jordi seguía dando espasmos dentro de su coño. En pocos segundos no podía ni abrir los ojos de lo cubierta que estaba. Debajo suyo su novio parecía recoger la poca lefa que ella estaba dispuesta a compartir. Marta pensó que aquello era lo más parecido al paraíso.
  • Qué Masi! Cómo ha quedado? - preguntó sonriendo la anfitriona mirando a cámara, aún encima de su novio y todas las pollas a su alrredor.
  • Sin palabra compañera! Lo mejó que hemo grabao hasta el momento!
  • Si tía! Ha sido espectacular… - añadió Miare bajando su cámara y ciertamente celosa al mismo tiempo.
  • A ver! - Marc se levantó y se puso cerca de la rubia para ver lo que había grabado. Ella se lo mostró sin poder evitar acercarse demasiado a su cuerpo desnudo.
‘Bravooooo!’, ‘La ostiaaa hermana, ha sido la ostiaaaa!’, las cuatro chicas bajaban las escaleras aplaudiendo y felicitando a su amiga. Marta se limpiaba la cara y sonréia traviesa mientras ellas la rodeaban y le daban besos y abrazos.

Cuando todos estuvieron vestidos, siguieron comentando un buen rato lo que acababan de vivir. Algunos revisaban lo que habían grabado las dos rubias entre risas y exclamaciones. Los amigos de Fran preguntaban cuando iban a repetirlo, Guille hablaba con Jordi acerca de lo fogosa y salvaje que era su novia. Los fumadores se fumaban uno, fuera del taller mientras contemplaban cariñosamente la imensa luna sobre el cielo estrellado.
  • Bueno mi vida! Mañana te toca a tí! - dijo Marc mientras apretaba el cuerpo de su novia contra el suyo y le daba un beso en la frente.
  • Venga va! Ven que te lo cuento… - Noe sonrió. Lo bueno de llevar tanto tiempo amando a alguien es que no hace falta escuchar demasiado para saber lo que el otro desea. Es como una mente colmena.
Mientras Noe le susurraba a la oreja lo que había planeado. A este se le esbozó una gran sonrisa de oreja a oreja. - Qué pasa?Te mola la idea o que? -dijo ella sonriendo al notar su reacción.
  • Lo que pasa es que te amo mi vida! - Marc la miraba sorprendido y feliz.
  • Jajaja! Pero que dices bobo? - a ella le encantaba que la mirase de aquel modo.
  • Que estamos conectados!
  • Cómo?
  • Mi fantasia mi amor… es la misma que la tuya. - Marc la agarraba de la cintura enamorado hasta las trancas.
Noe se apartó de él poniendo cara de preocupación. Sabía que Jordi le gustaban más las pollas que a un tonto un lapiz. Pero su novio? Su fantasia era montarse una orgía con hombres negros de pollas enormes? Que le estaba contando?
  • Tu fantasía es follarte a negros super dotados? - Noe seguía con el ceño fruncido y sin entender nada.
  • Noooo jajajajaja! No me refiero a eso! Me refiero al sexo interracial… pero cómo se te ocurre pensar eso? Estás loca o qué? - reía y aclaraba el mal entendido, pero por su mente pasó por un momento la idea de un rabo negro y enorme cerca de su boca y no le disgustó para nada.
  • Aaaah! Vale! Joder que susto vida! Jajaja. - Noe se volvió a acercar a su novio y volvió a tirar de su gran capacidad de improvisación - Oye! Y por qué no lo hacemos juntos?
  • Ostiaaa! Pues sí, es muy buena idea la verdad. Pollas negras y enormes para vosotras…
  • Y culos negros y enormes para vosotros…
Los novios chocaron los cinco y volvieron a empezar a reir. A Noe le cogió otro ataque de risa mientras Marc la miraba tiernamente y enamorado. Seguía teniendo la sonrisa más bonita que jamás había visto.
  • Oye has visto a Marc?… el chico alto y guapo… va dejalo. - Miare iba como loca dentro del taller buscando y preguntando por su amor, pero nadie sabía donde estaba. - Por qué señalas? Fuera dices? Aaaah vale vale! Gracias Cisco.
Miare salió del taller y al girar a la esquina se quedo parada observando a Marc y a Noe abrazados y felices contemplando la Luna. Algo dentro suyo se rompió y quiso irse lejos, pero los dos ya la estaban mirando ahí parada en mitad de la noche - Marc encanto… - exclamó intentando hacerse fuerte.
  • Dime rubia! - contestó sonriendo él sin dejar de sujetar a su novia contra su torso desnudo.
  • Esto… yo… te estaba buscando. - Miare no sabía que decir. Solo lo buscaba a él y la presencia de su novia marcando territorio con esa mirada dura y poderosa la amedrentó.
  • Anda vida! Vamos a buscar tu camiseta. - Noe agarró de la mano a su novio y se lo llevó dentro, al pasar enfrente de su enemiga golpeó su hombro contra el suyo intencionadamente.
  • Zorra de mierda! - dijo Miare en voz alta sin querer.
  • Qué has dicho hija de puta? - Noe se avalanzó sobre ella, dispuesta a arrancarle esa maldita y preciosa dorada cabellera. Marc se puso entre medio y las intentó separar. Se llevó algunos arañazos de regalo. Al final los gritos llamaron la atención de Gemma, Masi y Jordi que rapidamente salieron a ver que pasaba fuera.
Hicieron falta los cuatro para poder parar aquella pelea de lobas furiosas. Gemma se llevó a Noe dentro del taller abandonado y Masi se alejó un poco con Miare bajo el cielo estrellado.
  • Colega tienes que parar esto ya! O lo haces tú o lo hago yo, pero esto debe terminar, estamos?… sino vamos a acabar como el Rosario de la Aurora.
Marc miró a su amigo y luego a los arañazos en sus brazos y torso. Dos caminos se abrian ante él y estaba claro que no podía recorrerlos a la vez. Izquierda o Derecha? Messi o Cristiano? Tortilla con cebolla o sin cebolla? Colacao o Nesquik? Su cabeza estaba hecho un lío.

Aunque Noe era impulsiva y solía actuar antes de pensar, no era mala persona. Más por no estropear aquella maravillosa velada que por por enterrar el hacha de guerra, acabó pidiendo disculpas a Miare. Por su parte la rubia las aceptó a regañadientes y pidió perdón por haberla faltado al respeto.

Se dieron la mano solmenemente y el resto del grupo aplaudió la reconciliación. Tan solo Jordi, Marc y Gemma se mostraron precavidos. Sabían que aquella tregua no iba a durar demasiado.

Continuará…
Dios acabo de leerme las tres últimas entregas y ponerme al día, TREMENDO!!!!!!!!

Mis respetos!!!!!! Eres un crack!!!!
 
Dios acabo de leerme las tres últimas entregas y ponerme al día, TREMENDO!!!!!!!!

Mis respetos!!!!!! Eres un crack!!!!
Gracias compi! Me alegra que te guste y se agradecen tus palabras. De corazón! Yo no sé si soy bueno o no, lo único que sé es que me lo estoy pasando genial escribiendo esta historia. Y como me enseñaron mis padres: compartir es vivir jaja así que compartiré mi morbo con el mundo. Un saludo! Por cierto: next chapter is coockin on the kitchen! 😂
 
Bueno, es sábado! Y también lo es para nuestro grupo de amigos… Se viene noche movidita? En seguida lo sabreís!

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 16 - Chocolate blanco


Mónica se levantó de la cama y dejó que su hermana siguiera durmiendo. Pasó por el comedor dónde Marc seguía en los brazos de Morfeo y cogió el teléfono de su bolso antes de que sonara el despertador. Luego entró en la cocina y cerró la puerta. Era viernes y no quería ir a trabajar. Así que llamó al trabajo fingiendo que no se encontraba bien.

Su jefe le contestó que no se preocupara, aunque era viernes y su último día laborable antes de coger vacaciones… mmm… olía a mentira desde lejos. Tranquila Mónica no eres ni el primer ni el último español que finge una baja para alargar su fin de semana.
  • Hey preciosa! Buenos días. - Marc entró en la cocina llevando puestos solamente unos slips ajustados. - Al curro o qué? - preguntó medio dormido mientras empezaba a preparase un café.
  • No! Creo que hoy no voy a ir! Y tú qué, no duermes más?
Marc miró a su cuñada, solo llevaba puestas unas braguitas y una camiseta de baloncesto que él usaba para dormir. Se parecía mucho físicamente a su hermana, aunque más jóven y menos violenta.
  • Si te soy sincero! Te he visto pasar y me has desvelado jeje
  • Lo sientooooo muchoooo! - Mónica no entendió la indirecta.
  • Café?
  • Si claro!
Mientras tomaban un par de tazas, compartieron unas galletas y un poco de chocolate. Mónica explicaba entre risas lo alucinante que había sido el día anterior - una montaña rusa! - dijo especificamente. Primero de todo, el trio que se montaron en el provador de aquella tienda de ropa, que la pilló totalmente de sorpresa.

  • Pero si cuando tu hermana te llamó por teléfono dijistes…
  • Sí! Pero pensaba que estabais de coña Marc! Ya sabes cómo es mi hermana, pensaba que me estábais vacilando.
  • Pues no dudastes mucho en el probador que digamos, jajaja. - dijo Marc guiñadole el ojo.

Mónica rió nerviosa y siguió explicándole que estaba necesitada de nuevas experiencias. La relación con su novio había caído en una espesa y aburrida monotonía. - lo quiero, no me mal interpretes… pero… no sé cómo decirlo...

Marc asintió. Él comprendía muy bien lo que era tener dudas. Siguió escuchando a su cuñada pacientemente. Quería prestarle atención pero cada vez sentía más ganas irresistibles de ayudarla a vivir nuevas experiencias.

  • Y lo de anoche! Pffff! Fué un shock brutal! No sabía que Marta fuese tan… ya sabes?. Es qué el último recuerdo que tengo de ella es de una chica modosita y recatada.
  • Jajaja! Todos pensabamos lo mismo, pero ya ves.
  • Oye! Y mi hermana y tú qué? No os molesta veros follar con otras personas?
  • Bueno! Intentamos separar el sexo del amor. Puede resultar difícil de entender, pero una vez aceptas que querer follar con otras personas no debe influir negativamente en una relación, las cosas mejoran.
  • En qué sentido? - Mónica cruzó sus piernas, hablar tan aviertamente de sexo con su cuñado en ropa interior la estaba excitando demasiado. Además no podía dejar de pensar en la tremendo follada que le metió a ella y a su hermana, el día anterior en ese estrecho provador.
Mientras él le contaba los beneficios de tener una relación abierta sexualmente y de cómo había logrado eso resurgir la pasión con su pareja. Ella se desconcentraba cada vez más y solo pensaba en follarse a su cuñado sobre la mesa de la cocina. Marc le explicó toda la historia, cómo empezó todo, el plan de Noe, la contra ofensiva de Gemma, cómo conocieron a Guillermo, a los gemelos, a las Marías.
  • Por cierto, ahora que nombras a Miare! Qué rollo hay entre ella y mi hermana? Ayer ví lo de la pelea y…
  • Bueno! Es… digamos… complicado.
  • Te has pillado de ella? - Al oir eso Marc se quedó blanco como la leche. - Se nota un huevo, eres consciente de eso verdad?
Marc no contestó. Tan solo recordó lo que le dijo el Narrador a Marla Singer en el Club de la lucha, despúes de intentar suicidarse ‘Me conociste en un momento muy extraño de mi vida’. Mónica observaba a su cuñado que miraba la taza de café reflexivamente - Oye! No voy a juzgarte, tan solo me preocupo por mi hermana. Y sí… se muy bien que ella tampoco a sido una santa contigo, pero es mi hermana lo entiendes?
  • Aaaaiii que sueño! - Justo Noe entró en la cocina bostezando y estirando sus brazos. Como su hermana, solo llevaba una camiseta de tirantes y el tanga puestos. - Qué hacéis despiertos tan pronto? - le dió un beso en la frente a Mónica y se sentó en el regazo de su novio. Cogió su taza de café y le quitó el cigarro de la mano. - Chocho! Y tú no deberías estar trabajando?
Su hermana miró a Marc antes de explicarle nada, tenían una conversación pendiente y los dos lo sabían. Luego siguieron hablando aún medio dormidos sobre la noche tan morbosa que habían pasado el día anterior.

Mientras tanto en casa de Jordi y Marta, la mañana había empezado movidita. Seguían con su racha de polvete mañanero diario. Esta vez en la ducha. Luego irian de compras ya que Marta quería ir de estreno a la fiesta de esta noche.

Su amiga, que organizaba la siguiente quedada, les había comunicado por el grupo de wasap que la haría compartida con su novio. Eso armó cierto revuelo entre el grupo de amigos. Incluso Jordi tuvo que añadir una ligera modificación en las normas.
  • Qué crees que tendrán planeado esos dos? - preguntó Jordi a su novia ya en la calle y camino del centro comercial.
  • Ni idea, solo sé que iremos de fiesta al ‘Afrobeat’! - contestó Marta.
  • Conociendo a Noe, ya me lo has dicho todo! - los dos rieron y siguieron caminando cogidos de la mano.
Guille por su lado, seguía disfrutando como un niño de la mejor sensación del mundo: despertarse cada mañana abrazado al cuerpo de una mujer. Aunque rápidamente le entró el nerviosismo, al recordar las últimas palabras que Gemma le dijo antes de quedarse dormida: ‘Mañana quiero tus deberes sin falta encima de mi mesa’. Sin dejar de abrazar a su amiga, cogió su móvil y empezó a ver videos de autodefensa con la esperanza de aprender algo con el poco tiempo que disponía.
  • Bueno! Voy a llamar a los gemelos para ver si lo tendrán todo listo para esta noche y me vuelvo a la cama! - dijo Noe. - A ver si duermo un poquito más, que esta noche quiero estar al cien por cien jeje - se levantó del regazo de su novio y salió de la cocina.
Dejaron que ella se fuera para retomar la conversación justo dónde la habían dejado. - Mónica… lo último que quiero en este mundo es hacerle daño a tu hermana. - confesó Marc.
  • Pero? - dijo ella sabiendo que había uno.
  • Pero… tengo que aclarar mis ideas primero - Marc se levantó de la silla y se apoyó en el fregadero de la cocina dándole la espalda a su cuñada. - No sé si lo de Miare a sido un flechazo o simplemente un capricho. Estoy hecho un lio!
Mientras el se sinceraba con la peor persona que podía escoger. Es decir, la hermana de su novia. Ella empezó a notar que se le ponían duros los pezones al mirar a su cuñado semi desnudo. Su espalda ancha y su culazo embutido en esos estrechos slips la estaban empezando a vencer. - Pero te doy mi palabra que pase lo que pase, no le haré daño! - el se giró al decir eso, mostrandole a su cuñada el gran bulto dentro de sus calzoncillos.
  • Perdona! Dónde estaba el baño? Me quiero pegar una ducha. - Mónica necesitaba urgente un buen chorro de agua fría.
  • Ven que te enseño. - los dos salieron de la cocina y se dirigieron al cuarto de baño. Cómo siempre, Marc caballeroso, dejó pasar primero a la jóven dama y le metió un buen repaso a ese culo respingón y bien puesto.
Le gustaba tontear con todas las chicas que conocía. A veces incluso sin intención de conseguir nada, solamente por diversión. Era su forma natural de ser.
  • Sí pulsas este botón y mueves la maneta para delante sale caliente… mira, pon la mano. - Marc dentro de la ducha agarró la mano de su jóven cuñada y la puso bajo el chorro de agua.
  • Vale y si quiero estar menos caliente?… perdón quiero decir… - Mónica no sabía donde meterse. Estaba muy cachonda y empezaba a sentir un deseo incontrolable de quitarle esos slips al novio de su hermana.
  • Jajaja! Si quieres que el chorro salga más frio solo tienes que apretar aquí - Marc movió la mano de ella hacía su paquete y se la quedó mirando seriamente.
El primer acto reflejo de ella fué quitar la mano, una cosa era hacer un trío con su hermana y otra bien distinta follarse a su novio en su ducha y a sus espaldas. Pero él la agarraba con fuerza. O más bien era ella que no podía dejar de palpar aquel bulto que se hacía cada vez más y más grande? Quien sabe.
  • Hay perdona! - Marc intencionadamente dejó caer el agua caliente por encima de los dos.
  • Mierda tu camiseta de los Spurs! - se lamentó Mónica palpando la camiseta mojada que él le había prestado.

Marc no pudo evitar contemplar como a su cuñada se le marcaban los pezones. Estaba tan sexy mojadita y recién despertada. - Tranqui! La tiendo ahora mismo. - le dijo mientras se la quitaba. Ella levantó los brazos para facilitarle el trabajo. Sus pechos pequeños pero duros y firmes quedaron a la vista. Al ver que su cuñado los miraba con deseo se los tapó con los brazos. No es que se sintiera avergonzada, solamente le seguía el juego.

  • Puedes tender también mis braguitas? Están super mojadas - Mónica se inclinó bajandose las bragas mientras acercaba peligrosamente su cabeza a la entrepierna de su cuñado. Mientras sacaba los pies apoyó una mano en el abdomen fuerte de él.

Al incorporarse miró de cerca sus slips mojados, su enorme rabo estaba totalmente erecto y le entregó en la mano sus bragitas totalmente mojadas. Marc contemplaba el hermoso cuerpo de la hermana de su novia. Desde que había probado ese coño el día anterior no se lo podía sacar de la cabeza. - Deberías también tender tus calzoncillos, no crees? - siguió jugando ella.
  • Si, pero tengo las manos ocupadas. - Dijo Marc sosteniendo la camiseta de Manu Ginobili en una mano y las bragitas hechas una bola en la otra.
  • Tranquilo! Yo te ayudo. - Mónica se puso de cuclillas y con las dos manos empezó a bajar lentamente los slips mojados de su cuñado. - Uppps! Lo siento jeje - dijo ella en el momento que el pene erecto de él salió disparado como un misil y le golpeó en la cara. - Que grande la tienes! - gimió mientras sujetaba aún los calzoncillos de él a la altura de las rodillas y contemplaba esa enorme polla erecta a escasos centímentros de su boca.
  • No es tan grande… ooh Dios!
Mónica sin usar sus manos, abrió la boca y empezó a meterse el prepucio dentro de su boca. Solo la puntita. Mientras chupaba cada vez más excitada empezó a masturbarse. Marc, lleno de placer, miraba cómo esa jóven copia de su novia le chupaba el glande mirandole directamente a los ojos.
  • Esto está mal! No deberiamos… - dijo ella excitada al mismo tiempo que volvia a abrir la boca y dudaba si debía volver a comerse ese erecto miembro.
Marc ya no podía más. El morbo de ver a su cuñada tan caliente y el que su novia los pudiera descubrir en cualquier momento, le hizo tener unas ganas terribles de empezar a follar. Quería un aquí te pillo, aquí te mato. - Ven aquí! - le dijo mientras la agarraba del brazo. Luego la levantó por la cintura y la empotró contra la pared. Mientras le inroducia la polla dentro de su coño calentito, pensaba en que si a su novia le gustaba tanto que se la follase así, seguramente a su hermana también le encantaría. Cosas de la genética.
  • No pares, no pares… Que buenooooo! - No estaba equivocado, Mónica flotaba aplastada contra la pared. Sentía su culo mojado resbalar contra los azulejos al mismo tiempo que su cuñado jadeaba cerca de su oreja.
Fué un polvo rápido y salvaje. Él se corrió dentro suyo a petición expresa de ella. Cuando terminaron se dieron un largo y húmedo beso y siguieron con sus vidas como si no hubiera pasado nada. Mientras todo esto sucedía, Noe se lo pasaba bien tumbada en su cama, se había quitado el tanga y charlaba con un antiguo rollo que había tenido tiempo atrás, un chico negro y fuerte de nombre Freddy. ‘Esta noche estaré en el Afrobeat, espero que nos veamos 😘’ le escribió por wasap mientras se masturbaba. Ante la respuesta de él, cogió su telefono, se abrió de piernas y le mandó una foto mostrando su coño y su cara mientras le guiñaba un ojo. ‘Y no olvides traer a tus amigos 🥵

Noe empezó a recordar aquellas noches salvajes de fiesta en la discoteca. Conocía muy bien a Freddy y sus amigos, no personalmente sinó más bien físicamente. Ajena a que su hermana se estaba follando a su novio en la ducha, sacó su pene de goma XXL y empezó a aliviarse el calentón que llevaba encima.

No sé si los lectores serán fans de la Nba, pero hubo un jugador muy especial, allá por los 2000. Se llamaba Jason Williams, apodado ‘chocolate blanco’. Aunque el momento más algido de su carrera fué en 2006 cuando ganó el Anillo con los Miami Heat, junto a Dwyane Wade y Shaquille O’Neal. Su leyenda empezó mucho antes, exactamente cuando jugó en los Kings de Sacramento junto aquel quinteto de ensueño: Doug Christie, Peja Stojaković, Chris Webber y Vlade Divac. Si alguien quiere amar el juego, debe ver obligatoriamente cómo jugaba aquel equipo. Mama mía! Puro arte en movimiento.

Williams se ganó su apodo por su forma de jugar. Era un chico blanco y delgado pero jugaba como un chaval negro de barrio. Un estilo electrizante, pases de ensueño, creatividad y desparpajo. Un estillo callejero que lo convirtió en el jugador más divertido de ver de su época.

A Noe, también la apodaron ‘chocolate blanco’ entre los hombres negros que frecuentaban los fines de semana el ‘Afrobeat’. Y lo que estáis pensando es verdad, no le pusieron ese mote porqué tuviera un gran manejo de balón. Los tiros iban por otro lado.
  • Madre mía churri! Estás espectacular. - Noe miraba enbobada a su amiga que vestía un vestido corto y plateado, ajustado a la perfección a sus curvas de infarto.
Era sábado noche y los amigos se volvían a reunir. Habían quedado en la fuente de la plaza San Marino, justo enfrente de la discoteca. Mientras las dos parejas de amigos y Mónica hacían tiempo a que llegaran los demás, charlaban animadamente, sobretodo comentando lo sexys y espectaculares que estaban ellas.
  • Entonces ya eres una más del grupo? - rió Jordi mientras le daba un repaso a la hermana de Noe.
  • Pues… parece ser que sí! Jajaja. - contestó ella un pelín avergonzada.
  • Y tu novio qué? No se anima? - le preguntó Marta sobando los pectorales de Jordi, mientras él la agarraba de la cintura. El cambio en su relación era tan visible. Todos se alegraban por los dos.
  • Bueno… nos hemos dado un tiempo!

Marta y Jordi se lamentaron al oir aquello. Pero Mónica les dijo que no se preocuparan. Era algo acordado entre los dos para que pudieran pensar sobre su futuro y esas cosas. La realidad era bien distinta, mientras su novio se quedaba en casa bebiendo wisky y escuchando a Pablo Alborán, ella se dedicaba a disfrutar de la vida y se hinchaba a follar como si no hubiera un mañana. El duelo no es para todos igual.
  • Ostras Guille! Estás irreconocible. - exclamó alegremente Marc en cuanto llegaron Laia y Gemma.
  • Gracias colega! Jeje - Guille se sentía visiblemente incomodo. No estaba en su habitat natural y lo obligaban a vestir con extraños atuendos.
Las chicas ordenaron al pobre chaval a realizar un improvisado pase de modelos, pasaron un rato divertido sobandolo y lanzandole piropos. Guille por su lado se dedicaba a sonreir pero en su interior, sentía unas ganas terribles de que aquella noche terminara. No estaba acostumbrado a ser el centro de atención y no dejaba de pensar en que debía enfrentarse a la tarea que Gemma le había puesto.
  • Buenas nocheees! - dijo Miare al juntarse con sus amigos. Estaba espectacular, posiblemente la más guapa de todas las chicas. La ropa que había elegido le sentaba como un guante.
  • Hola preciosa! Estás espectacular… - le dijo Marc a la oreja mientras le daba dos besos. ‘Una pena’ pensó mientras ella seguía saludando a los demás. Pues su presencia esa noche era únicamente documentar lo que iba a suceder.
  • Hola!
  • Hola! - el saludo entre la rubia y Noe fué más tenso que Will Smith caminando hacia Chris Rock durante la ceremonia de los Oscar.
Al parecer ya estaban todos. Masi se escusó por no poder acudir a la cita, se encontraba mal a causa de la migraña y lo último que le apetecía en ese momento era encerrarse en un local con mucha gente y la música a toda ostia. Por su parte los gemelos tenían compromiso con su grupo de ajedrez, según explicaron celebraban la cena anual que cada año repetían sin excepción.
  • Un segundo! - gritó Jordi al grupo que se dirigian ya hacía la entrada del ‘Afrobeat’. La cola de entrada, custodiada por dos enormes porteros anchos como armarios, estaba llena de hombres y mujeres negros, ellos fibrados con un fuerte olor a colonia y ellas moviendo alegremente sus gordos y descomunales culos con ganas de fiesta.
Jordi parado en mitad de la calle hablaba por teléfono con alguien, ligeramente asombrado. - Pero los dos?… Sí no te preocupes… a ver no me lo esperaba, pero tranquilo… aviso a los demás.
  • Qué pasa vida? - se acercó Marta a preguntarle.
  • Mi padre! Qué dice que se viene… - contestó él sin creerselo todavía.
  • Genial no? - contestó su novia que aún no se podía quitar de la cabeza como se la había follado su suegro la noche anterior.
  • Es que… se viene con… mi Madre!
Marta se quedó perpleja. Y el resto del grupo se acercaron a ellos dos para preguntar porqué no se venían a la cola. - No jodas colega! - exclamó Marc que ya se hacía a la idea de cómo la frijida de la madre de su amigo lo iba a estropear todo. - Pero para qué le dices que se venga? Nos va a joder el plan.
  • A ver colega que yo no le he dicho que se vengan. Nos los hemos encontrado en el centro comercial esta mañana y nos han preguntado que hariamos esta noche. - Jordi intentaba excusarse.
  • Ya y que le has dicho? - dijo Noe enfadada. Y empezó a hablar como si fuera mongola, imitando la voz de Jordi. - No papá, nada especial. Solo vamos a montarnos una orgía interracial, porqué no te vienes con mamá… - la palabra interracial retumbó en las cuatro esquinas de la plaza. - Vaya tela! Pero en que demonios estaba pensando tu padre? Qué se venga él, mira, aún tiene un pase. Pero la santa Madre Teresa de Calcuta de tu madre?
Marc tranquilizó a su novia. Estaba chillando demasiado y algunos negros de la cola ya la miraban entre risas y chismorreos. Una mujer blanca y sexualmente atractiva gritando interracial no era la mejor manera de pasar desapercibidos. Pobre Marc, si tu supieras que ‘chocolate blanco’ era una leyenda viva en esa discoteca.
  • Churri cálmate! Qué demonios ibamos a pensar nosotros qué Rosa se iba a querer venir. - intercedió Marta temerosa de que su amiga arrañase los ojos de su novio.
  • Me da igual! Es vuestra responsabilidad, así que arregladlo ya! - Noe se cruzó de brazos al mismo tiempo que cuarenta ojos la desnudaban con la mirada desde la lejanía.
El grupo de amigos decidió hacer la previa en un bar justo al lado de la discoteca. Así calmaron un poco los ánimos antes de que llegaran los padres de Jordi. Se sentaron en la terraza mientras Marta y Noe entraron dentro del local a pedir las bebidas.
  • Oye churri! - dijo Marta pensativa mientras esperaban en la barra. - Aún te queda algo de las pastillitas esas? - Noe la miró extrañada, sin entender por qué le preguntaba eso.
Su amiga le contó la idea que se le acababa de ocurrir. A Noe le parecío perfecta, incluso se extrañó de que no se le hubiera ocurrido a ella antes.
  • A ver escuchad! - dijo Noe saliendo del bar y empezando a repartir las cervezas entre sus amigos. Miare se levantó enfadada a pedir la suya, puesto que por casualidades de la vida, se habían olvidado de su birra. Ella aprovechó ese momento para quitarle el sitio y sentarse al lado de su novio. - Marta ha tenído una idea brillante! - todos brindaron y enpezaron a escuchar el plan de las chicas.
  • Ni de coña vais a drogar a mi Madre! Qué es hipertensa joder! Y si le da un patatús en mitad de la fiesta?
  • Pues nos vamos de urgencias! - le gritó Noe - Lo que no va a pasar, de ningún modo, es que yo me quede sin probar un buen rabo negro esta noche!
Las chicas rieron y confirmaron que ellas pensaban lo mismo que su amiga. Marc, por su lado, mientras observaba asustado la fila enorme de pollas negras gigantes que devoraban con la mirada a su novia, le volvia a implorar por segunda vez, que no gritase tanto.

  • Escuchad! Y si le ponéis solo media? - dijo Mónica muy bajito. Era la nueva y aún no sentía plena confianza como para aportar sus ideas al grupo.
  • No sé Mónica… no lo acabo de ver. - respondió Jordi que seguía preocupado.
  • Vamos a hacer una cosa colega! - Marc vió como justo en ese momento Manolo y Rosa habían entrado en la plaza. El padre de su amigo oteaba el horizonte intentando localizarlos. - Yo me encargo de que tu madre esté bien. A la mínima que note algo raro, salimos pitando! Te parece?
  • Vengaaaaa va! Pero no le quites el ojo de encima eh! Y tú lista! Que te conozco! - dijo Jordi señalando a Noe - solo media entendido? Cómo le pase algo a mi madre, te mato! - Jordi se alegró de tener un buen amigo a su lado. Pero Marc tenía otras intenciones no tan altruistas, desde que vió las fotos de la madre de su amigo, el día de la paja, se había obsesionado con ese enorme y gordo culo. Y Rosa hoy estaba realmente sexy.
Los padres de Jordi no taradaron en llegar a la mesa y saludaron al grupo de amigos. Manolo disimuló muy bien cómo si hiciera tiempo que no los veía. Les hicieron un hueco en la mesa y volvieron a pedir otra ronda. Esta vez Miare fué con Guillermo a pedir las bebidas, no quería volver a quedarse sin.
  • Me alegro de verla Rosa! - dijo Marc mirando cómo ella intentaba introducir su enorme culo dentro de aquella estrecha silla. - Cómo es que se ha animado a venir con nosotros?
Rosa le contó que tenía ganas de una noche de fiesta y bailoteo. Llevaba mucho sin salir y se sentía con ganas de pasar un buen rato. Marc aparentaba escucharla atentamente, aunque por su cabeza solo pasaban imagenes de esa mujer a cuatro patas siendo empotrada salvajemente.

  • Espero que no os hayamos estropeado la fiesta! - dijo riendo Manolo mientras Guillermo de daba una cerveza fresquita. Sin que su mujer se diera cuenta, les hizo un gesto con las manos pidiento disculpas. Sabía muy bien que lo había estropeado.
  • Para nada! Jeje… venga un brindis! - mintió Noe, al instante se levantó y todos la imitaron. Y mientras Rosa resoplaba por tener que volver a levantarse despúes de lo que le había costado entrar en esa silla, volvió a luchar por sacar su monstruoso culo del asiento, Noe aprovechó ese momento para meterle disimuladamente dos pastillas dentro de su martini. Más vale prevenir que curar, pensó. Y no queria dejar ningún cabo sin atar.
En poco tiempo, ya estaban dentro de la discoteca bailando y pasando una noche espectacular. La música dancehall invitaba al desenfreno y al sexo. Noe iba por todos lados como si estuviera conduciendo un autodechoques, no dejaba rabo sin frotar.
  • Tío! Mira esa mulata de ahí! - Jordi se acercó a su amigo, cubata en mano. Una tremenda culona bailaba agresivamente contra la pelvis de un enorme negro. Aficionados regetoneros, aquello sí que era sexual.
Marc le siguió el juego a su colega, pero no le quitaba ojo a su madre. No bailava, lo que hacía era calentar a todo el personal. Estaba tan desatada que incluso las negras más sexys de la discoteca la miraban con recelo. Aquella mujer blanca tenía el culo más grande y jodimaente follable de todo el lugar.

Los chicos en cambio no tenían la misma suerte. Guillermo, que disponía de la mejor herramienta del grupo de amigos, se sentía como si condujese un seiscientos entre coches de formula uno. Hay batallas que están perdidas antes de empezar.
  • Rosa controlate un poco! Vas muy borracha y estás dándo el espectáculo. - Le dijo Manolo a su mujer que estaba bailando y frotandose entre dos altos y fornidos negros.
  • Tranquilo Manolo! Yo me ocupo… - Marc que hacía tiempo que había perdido de vista a su novia, se acercó a la madre de su amigo y le propuso ir a tomar un poco el aire.
  • Claro cariño! Me sentará bien, estoy muy sudada y mareada - rió Rosa muy colocada por el ‘M’ mientras intentaba despegar su culo del negro.
Mientras los dos se alejaban del resto del grupo. Noe volvió acompañada de Freddy y sus amigos. Llegó con el pelo revuelto y poniendose bien el vestido. Estaba claro que ya había provado la mercancía.

  • Buenas os presento a… - hizo las presentaciones. El grupo de Freddy estaba formado por varios chicos, todos negros, altos y musculados. Pero también había varias mujeres, todas ellas despanpanantes.
  • Pero dónde dices que vamos? - gritó Manolo que no podía dejar de sonreirle a una negra impresionante.
  • Arriba! Hay un sitio más tranquilo, solo para los VIP. Seguidme! - Noe arrastró a todo el grupo que no se preocuparon ni por un momento de dónde estaban Marc y la madre de Jordi. Miare los siguió a cierta distancia sin dejar de grabar con su cámara oculta.
Mientras Marc entraba en el lavabo de mujeres con Rosa y la inclinaba sobre el lavamanos para pasarle agua fría por su nuca. El grupo de amigos intentaba llegar a las escaleras entre aquel mar de rabos y culos enormes de color chocolate.
  • Ehhh! Pero que haces! - Laia le dió un bofetón a un hombre.
  • Pero que haces? zorra! - contestó el negro enorme tocandose la acalorada mejilla. A qué venia eso? Se preguntaba. Esa chica tetona llevaba toda la noche filtreando con él muy descaradamente y calentandole la polla.
  • Suelta! Qué me suelteees! - Laia intentaba soltarse de aquella mano enorme que la retenía del brazo.
Gemma le dió un codazo a Guille. Era su momento. Luego le hizo una señal a Miare para que grabara a lo que la rubia sonrío haciendo el gesto de Ok con la mano. El resto del grupo que iba delante ni se enteraron y ya estaban subiendo las escaleras con sus nuevos amigos afro.
  • Eh! Disculpe caballero. Eh! - la voz de Guille no era lo suficientemente fuerte. Aquel inmenso ejemplar de la naturaleza seguía agarrando a la indefesa amazona e intentaba besarla. Ella lo miraba desesperada buscando ayuda. - Baaaaastaaaaa! - gritó el gordo friki de tal manera que pareció que incluso se apagase la música de la discoteca.
Todos alrrededor formaron un círculo entorno al negro descomunal y el pequeño ser diminuto de potentes cuerdas vocales. Guillermo se sentía pequeño y ridiculo ante aquella torre. Se sentía como Oberyn Martel desafiando a la Montaña en Juego de Tronos. Tragó saliba y rezó para que no lo atrapara y le reventara el cráneo con las manos desnudas.
  • Y a tí que te pasa? enano gordinflón! - rió el inmenso gorila espalda plateada.
  • Dejala en paz! Si no quieres problemas! - Guille intentó encontrar valor dónde no lo había.
  • Este pequeño gnomo es tu novio? Jajajaja - dijo sin dejar de agarrar el brazo de Laia. - Me gustaría veros pasear cogiditos de la mano por la calle, jajaja. Pero si no le llegas ni a la cintura! Jajajaja
  • He dicho que la sueltes! No me obliges a repetirlo o…
  • Vuelve con tu madre niño! Esta mujer es demasiado para tí! O es qué no lo ves? Deja que esté con un hombre de verdad!
Guillermo se enfureció y arrancó a correr con la rapidez de Flash y el sentido de la justicia de Batman. El negro seguía riendo en el momento en que el gnomo le pateó la entrepierna con todas sus fuerzas. La torre oscura cayó desplomada al suelo y empezó a revolverse sujetandose sus partes íntimas entre gritos de dolor. La gente alrrededor aplauida sorprendida por tal inesperado desenlaze, entre vitores y gritos de alegria. Había sido un auténtico acto de valentía y heroísmo. El caballero vencedor, rodeó con su brazo la cintura de la dama en apuros, le dió un beso en la boca y salió del círculo mientras el público le tiraba flores y le pedían fotos.

Guillermo estaba tan arriba que incluso intentó agarrar a Laia y llevarla en brazos. Pero ella le dijo que no era necesario. Bueno más bien, era físicamente imposible.
  • Eh imbécil! - una estruendosa voz sonó a las espaldas de nuestro amigo. Aterrorizado se giró y solo pudo observar como un músculoso brazo se acercaba rápidamente a su cara. PLAAAM!
El puño del inmenso gorila se estampó contra su fofa cara. Le saltaron dos dientes y cayó al suelo desmayado como un árbol recíen talado. Gemma y Laia se agacharon preocupadas para comprobar el estado de su amado compañero de piso. Guille inconsciente en el suelo de la discoteca sangraba por la nariz con los cristales de sus gafas rotos. Aunque seguía sonriendo.

Los de seguridad los sacaron de la discoteca para evitar que la pelea llegase a más. Aunque viendo el estado de nuestro gordito amigo, estaba claro que no lo haría. Miare aprovechó que las chicas sacaban a la ‘víbora roja’ en volandas de la discoteca, escoltados por dos armarios emporados, para subir las escaleras y reunirse con los demás en la sala VIP.

Al llegar su cuerpo entró en ebullición al instante. La parte de arriba estaba llena de pequeños reservados. En cada uno había sofás de cuero rodeando una pequeña plataforma redonda con una barra de metal enmedio. Varias mujeres con poca ropa bailaban sensualmente en ellas provocando e insinuandose mientras los hombres les tiraban billetes.

En el reservado de Freddy, tenían el privilegio y el honor de contemplar otro sensual baile de ‘chocolate blanco’. Miare pensó sinceramente que estaba espectacular. Aunque la odiase, era el baile en barra más sensual que jamás había visto. Se acercó más a ellos, se sentó en un extremo del sofá y siguió grabando sin llamar mucho la atención.
  • Dioos que rica estás! - susurró Manolo a la voluptuosa negra de su izquierda mientras no dejaba de sobarla. Luego giró la cabeza hacía su hijo que se sentaba a su lado y hacía lo mismo que su padre. - Oye! Tú madre dónde está? - preguntó preocupado por la salud de su mujer y tanbíen para asegurarse que no lo pillase enrrollandose con esa diosa de ébano.
  • Está bien papa! No te preocupes que Marc está con ella! - Jordi siguió metiendole boca y sobando el inmenso culo de su mulata.

Manolo se tranquilizó. Mientras la negra le comía la oreja, observaba a Noe moverse en la barra cómo jamás había visto una mujer hacerlo. En los sofás, Marta pajeaba la polla enorme de un negro mientras le comía la boca y otro le metía mano por debajo del vestido. La hermana de Noe no se quedaba atrás. Sujetaba la cabeza de un fuerte jóven entre sus piernas y gemia de placer mientras le comían el coño. ‘Qué diablos’ pensó el viejo pajero. Se desabrochó el pantalón, sacó su rabo erecto y se lo ofreció a su ligue que sonrió alegremente y sorprendida al ver el tamaño, más que decente, de ese rabo.
  • Ay Marc eres un encanto! - decía Rosa aún inclinada dejando el agua fría del grifo caer sobre su nuca. Marc cerró con pestillo la puerta del baño y mientras le sujetaba la cabeza empezó a subirle el vestido. Su polla se puso tiesa al ver que la madre de su mejor amigo llevaba puesto un tanga. No es que fuera diminuto, es que el culo de ella era inmeso. - Qué haces? Hay Dios santo! No… no pares… mmmm - Rosa no podía creer que el amigo de su hijo le estuviera metiendo los dedos por el coño. Su moral le decía que estaba mal, pero la droga en su corriente sanguineo la empujaba a querer más.
  • Rosa me tienes loco! - le susurraba Marc a la oreja mientras le metía más hondo y más fuerte sus dedos. Su brazo desaparecía entre aquellas enormes nalgas, que rebotaban y se movían sin parar. Eran tan grandes, tan blancas y tan blanditas que no pudo aguantar mucho en empezar a follarsela.
  • Madre de dios bendito! Pero que pedazo de po… - Rosa gritaba de placer con su tanga a la altura de las rodillas. Se sujetaba con fuerza en el lavamanos mientras aquel jóven la montaba como a una yegua. - Si dame más fuerte! Síiii pegame. Más, más fuerte! - a cada cachetazo que le daba Marc en sus nalgas se ponía más y más cachonda. - Te gusta mi culo?
  • Siiii… Me encanta! - Marc se miraba en frente del espejo del baño cómo empotraba a ese gordo y colosal culo. Se lo estaba gozando y pedía más y más, totalmente desesperada.
  • Esto es pecadooooo! - gritaba Rosa gimiendo pero sin poder parar. - Mi marido! Tu novia!… Oooooh Dios! Cómo me gusta notar tus pelotas rebotar en mi coño. - estaba totalmente fuera de sí, haciendo fuerza con su manos empujaba su culo con rabia contra aquella enorme y jóven polla.
Volviendo al piso de arriba, su marido y su hijo no se quedaban atrás. La mulata y la negra los cabalgaban sin parar mientras ellos chupaban sus tetas y agarraban con fuerza sus enormes culos. En el sofá de enfrente las chicas hacían exactamente lo mismo. Marta y Mónica gemían de placer mientras eran folladas por dos rabos negros de dimensiones descomunales. Jordi apartó un momento la mirada de la mulata y observó a su novia follando mientras deseaba ser él el que estuviera en su lugar.

Miare por su lado, tuvo que empezar a chupar un par de rabos negros, pero solo para disimular. No quería que los amigos de Freddy sospechasen que estaba grabando, así que se sacrificó por el bien común. Notese la irónia en esto que acabamos de decir. Mientras esos dos largos y venosos rabos le golpeaban la cara, grababa disimuladamente a Noe que estaba totalmente ocupada, con todos su agujeros tapados.

Sobre el pequeño y redondo podío del centro, cabalgaba a Freddy mientras un amigo suyo la penetraba por el culo. Con ambas manos masturbaba otros dos inmensos pollones negros y con la boca limpiaba con fervor el resto de sables que la rodeaban. Era un pequeño punto blanco y sudado en medío de un mar oscuro y erecto.
  • Ooh sí! Metemela mmmpppgpgh! Siiii - decía mientras se metía un pollón entero dentro de su garganta. Lo sacaba y escupia a otro que también quería entrar dentro. - Metemela más fondo joder! Asíiii… siiii… revientame el culo - le pedía gritando al chico que se la metía por el ano.
Parecía una batalla campal, ocho contra una y curiosamente ella iba ganando. Su hermana y su amiga que seguían cavalgando en el sofá se giraron para observar cómo Noe gritaba de placer rodeada de rabos negros. Mónica, sin dejar de ser empalada, deseó estar un día a su nivel, estaba dispuesta a esforzarse y a hacer lo que fuera necesario para conseguirlo. Marta por su lado pensaba que ella había estado en esa misma situación 24 horas antes. Aunque debía reconocer que el tamaño de los rabos no eran equiparables.
  • Holaaaa mi guerrero! - cuando Guille abrió los ojos lo primero que vió fué la cara de Laia sonriendole de oreja a oreja y sin dejar de abanicarle.
Estaba sentado en el suelo de la calle entre los brazos de Gemma que le daba besitos y lo abrazaba. - Qué… que ha pasado? Dónde estoy? - preguntó totalmente desubicado.

Las chicas rieron cariñosamente. El pobre chaval con las gafas rotas y su cara y camisa llenas de sangre les devolvió la sonrisa, preguntando si había ganado.
  • Pero mira quien tenemos aquí! - el grito puso en alerta a la amazona que se giró instantaneamente - Te vas a enterar trozo de mierda! - el hombre gigante con los huevos rotos se dirigia hacia ellos amenazante y con intención de meterle una paliza a nuestro indefenso y abatido héroe.
  • Atrás! - Laia se levantó de golpe y le metió un chorrazo de spray pimienta en toda la cara. La torre volvió a caer, esta vez tapandose la cara y llorando de dolor. - No… vuelvas… a… tocarlo! - acompañó cada palabra con una patada. Le clavó los tacones, le dió bolsazos, le metió puñetazos y lo maldijo como una gitana.
  • Vamónos a casa! Venga campeón! - Gemma ayudó a levantarse al mareado y débil héroe. Luego tuvo que insistir varias veces a Laia para que dejase de patear al abusador enorme que lloraba como una niña revolcandose en el suelo.
  • Y mi recompensa? - dijó aún mareado Guillermo mientras las dos chicas lo ayudaban a andar de camino a casa.
  • Te la has ganado mi valiente caballero! - sonrió Laia besandole la mejilla cariñosamente. - Que te apetece mi amor? Una chupadita? - Guillermo asintió sonriendo. - Una comidita de ojete? - volvió a asentir aún más feliz. - Y que me dices de una buena corridita en nuestras caritas? Eh mi osito de peluche! - Guillermo quería llegar a casa ya. Si fuera por él, mañana se hubiera peleado otra vez.
Miare revisaba lo grabado mientras salían de la discoteca. El fin de fiesta había sido espectacular. Los planos que había tomado de Noe siendo duchada por una cantidad de esperma inhumano, habían quedado geniales. Y la escena de padre e hijo corriendose a la vez sobre el culo de aquellas chicas, eran super morbosas. - Qué Rubia! Cómo ha ido? - preguntó Marc. Ella guardó su cámara al ver que él y la madre de Jordi, aún colocada, se unían al grupo que andaba hacía la salida.

  • Cuando veas este video no se que vas a pensar de tu novia, jaja. - sonrió aún excitada al recordar a Noe bailar de esa manera.
  • A qué te refieres? - preguntó Marc curioso.
  • A nada mi amor! Tú solamente preguntale el apodo que le han puesto sus amigos negros… - le dió un beso en los labios y siguieron andando.
Aún era pronto para irse a dormir y seguían con ganas de fiesta. - Gemma, Laia y Guille se han ido a casa - anunció Marta al grupo mirando su móvil. - Y Rosa y yo haremos lo mismo. Ven mujer, pero si tampoco has bebido tanto… - Manolo agarró a su mujer que seguía colocadisima y sin bragas debajo de su vestido. Ahora estaban en el bolsillo de Marc, se las había regalado en forma de agradecimiento por hacerla sentir tan bien.
  • Oye! Pero es muy pronto! Yo tengo ganas de juerga! - exclamó Noe aún con sabor a rabo negro en su boca.
  • Venga sí! Dónde vamos? - se apuntó Marta.
Era pronto para ellos pero no para la ciudad. Los locales ya estaban cerrando y no tenían ganas de meterse de nuevo en un after con la música a todo trapo y tener que soportar a desfasados y borrachos.
  • Eh! Podemos seguir la fiesta en mi casa! - se le ocurrió de repente a Miare. - Tengo las llaves de la azotea. Podemos preparar unos cubatas, subimos unas sillas y nos fumamos unos petas de chill! Qué me decís!
Marta, Jordi, Mónica y Marc pensaron que era una gran idea. Noe también, pero sentía demasiada rabia hacía ella como para apoyarla y darle la razón. No obstante la idea de fumarse un porrito acompañado de buena música, brisa fresquita y un cielo estrellado sobre sus cabezas era demasiado golosa cómo para negarse.
  • Venga cariño! - insitió Marc. - Un poquito de reggae, unas risas, buena compañia... Es planazo! No me digas que no.
Ella acabó aceptando y despúes que los últimos supervivientes de aquella noche se despedían de los padres de Jordi, se dirigieron todos hasta la casa de la rubia. Andaban ya por la avenida en busca de un par de taxis.
  • Estás bien? - preguntó Mónica a su hermana alejandola un poco de los demás.
  • Crees que Marc me la está pegando con esa zorra? - Noe miraba envenenada como su novio tonteaba con Miare a escasos metros delante suya.
Mónica se encogió de hombros y miró a su hermana sin acabar de conprenderla. Aún no entendía muy bien cómo encajar eso de separar sexo y amor. Es decir, cómo su hermana podía estar celosa de su novio cuando se acababa de follar ocho rabos ella sola? Simplemente se agarró de su brazo en silencio y recostó su cabeza sobre su hombro mientras seguían andando camino a la azotea de Miare.

  • Qué le pasa a Noe? - preguntó Marta a su novio. Andaban cogidos de la cintura con las dos hermanas detrás y Marc y Miare delante.
Jordi se giró para ver porqué su novia preguntaba eso y vió esa mirada de odío en los ojos de Noe. Luego se volteó para obervar a Marc que hacía reir sin parar a la rubia.
  • Luego te lo cuento mi vida… luego te lo cuento.
Continuará…
 
Fines de semana productivos! Os dejo otro por si el anterior os supo a poco! Disfruten…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 17 - Soluciones y Problemas


Aquella parte de rebeldes insumios del grupo de amigos que se resistían a terminar la fiesta, acababan de llegar a la pequeña azotea. La noche estaba cerrada, el cielo estrellado y una ligera brisa refrescaba sus jóvenes y calientes cuerpos. Marta y Jordi contemplaban la ciudad dormida y en silencio apoyados en la cornisa. Hay una belleza oculta, melancólica y decadente cuando una ciudad descansa.
  • Uuuaaauu! Que chulo! - dijo Marta cuando Miare encendió las luces. Alrrededor de la azotea colgaban pequeñas bolas de colores iluminando tenuamente todo el espacio.
Ella les indicó de dónde podían coger las sillas de playa para ponerse cómodos. En un momento los seis estaban sentados hablando tranquilamente y disfrutando de aquel fresquito tan agradable.
  • Bueno! - dijo de repente Miare poniendose de pié - quien me acompaña a abajo a preparar los cubatas? - preguntó la rubia que solo esperaba que cierta persona la acompañara.
Marc se ofreció voluntario. Él siempre tan encantador y caballeroso. Se te ve el plumero colega! Espabila que tu novia te está mirando.
  • Ron cola va bien? - preguntó la rubia muy contenta dirigiendose al resto de sus amigos.
  • Yo quiero un Martini - contestó Noe - pero uno bien hecho, ¿sí? Ginebra, no vodka, que no estamos en los 90’. Agitado, no revuelto. Solo un suspiro de vermut, ni se te ocurra bañarlo. Dos aceitunas, no tres, ni una. En copa helada, que si no veo escarcha me levanto y lo hago yo. Y por favor, que me mire bonito. Gracias, reina.
Miare se quedó parada sin saber que contestar. Estaba de coña o lo decía en serio?. Noe miró la cara de boba de la rubia y empezó a reir. Los demás la imitaron, más incómodos que otra cosa. - Te tomo el pelo Rapunzel! Jajaja Un ron cola me sirve.
  • Oye tu novia es siempre así de simpática o que le pasa? - dijo Miare molesta bajando las escaleras hasta su piso.
  • No te lo tomes a mal preciosa! Es así con todo el mundo… no lo hace con mala intención - excusó Marc a su novia. De verdad se creía lo que estaba diciendo? Lo que hace el amor.
Miare abrió la puerta de su pequeño piso. Tan solo entrar Masi la saludo tumbada en el sofá mientras miraba una película medio dormida.
  • Vengo con Marc nena! Estamos todos arriba en la azotea por si te apetece subir. - Miare sacaba unas vasos largos de plástico duro y luego abrió el congelador en busca de hielo. - Ahí tienes el ron encanto! Acercamelo porfa! - le dijo a Marc que la ayudaba a preparar las bebidas.
  • Hola Masi! Cómo te encuentras preciosa? - preguntó Marc sonriendo.
Masi contestó que mejor. No llevaba nada bien lo de las migrañas. Pero parecía más anímada y aceptó subirse con ellos.
  • Oye! Por qué no vas a mi habitación y pillas la hierba. - le pidió Miare a Marc. - Es la segunda habitación a la derecha, al lado del baño. Está en el cajón superior de la mesita de noche. Gracias encanto!
Marc pasó por delante de Masi, que ya se estaba activando y le dió dos besos y un amigable abrazo, alegrandose de que ya se encontrara mejor. Entró en el cuarto de Miare y encendió la luz. Lo primero que le llamó la atención fueron los innumerables dibujos que habían colgados por todas las paredes. Realmente eran buenos, tenían algo especial.
  • Eh! Que haces? - dijo Miare sonriendo y mirando cómo Marc sostenía un dibujo en sus manos.
  • Soy yo no? Jajaja está super bien hecho rubia
  • Hay que verguenza! Trae… - Miare le quitó el dibujo de las manos y lo volvió a dejar en su escritorio.
  • Mola tu habitación! - dijo Marc sin dejar de observar el cuarto.
  • Ya! Jeje es la típica habitación de chica no? - Miare aprovechó en hacer la cama que estaba sin hacer.
  • Así que estoy en el cuarto de una chica a solas con ella… mmm… esto me recuerda mucho a esa peli de…
Miare se avalanzó sobre él y empezó a besarlo con amor. Y cuando ya se lo estaba llevando a su cama, oyeron la voz de Masi gritarlos desde el comedor. - Vamo o qué? Que se van a calentá los cubataaaa!

Marc y Miare rieron sin dejar de mirarse a los ojos y darse unos picos más. Agarraron la hierba y los tres subieron a la azotea.
  • Dios! Que bueno era Bob Marley! - dijo Mónica mientras movía la cabeza y tarareaba ‘Easy Skanking’. - Te transmite un buen rollete… - los amigos bebían y se rulaban el canuto relajados sobre las sillas de playa. Marc había puesto su música preferida en el móvil.
  • El buen rollete no es por Bob Marley sister! Toma… - Noe le ruló el porro a su hermana.
  • No es verdad cariño! La música tiene el poder de cambiar los estados de ánimo. Es la expresión artística más pura que existe. Conexión directa al alma - las charletas de fumada acababan de empezar.
  • Además hay estudios antropologicos que afirman que fué esencial en la creación de las primeras sociedades - añadió Miare con los ojos rojos y vidriosos - incluso dicen que antes que el ser humano desarrollase el lenguaje ya se usaba la música. - Empezó a sonar la canción de ‘Time Will Tell’.
  • Este es sin duda el mejor disco de Marley. ‘Jah Will never give the power to a balhead’ - empezó a cantar Marc.
Noe se levantó de la silla y sacó a bailar amablemente a Marc. Lo hicieron abrazados y sonriendose a escasos centimetros de sus bocas. La noche era perfecta. La suave y relajada música llenaba sus espíritus. La hierba los conectó con el cosmos y entendieron lo único realmente importante en la vida, estar en paz con uno mismo.
  • Realmente era bueno el cabrón! - dijo Jordi con un colocón enorme. - Nuca he sido mucho de reggae la verdad, pero he de reconocer que es la mejor música para acompañar esto! - le dió tremenda calada al peta y se lo pasó a su novia. Mientras sacaba el humo y se dejaba caer sobre la silla, parecía como si todos sus problemas salieran de su cuerpo junto a aquel espeso y denso humo blanco.
Marc que seguía baliando lentamente con Noe, empezó a contarles a sus amigos su extraña relación de amor - odio con Bob. No es que a nadie le importase en demasia, pero tampoco les molestaba. Tutto Bene! Supongo. - Él es cómo la puerta de entrada al reggae para cualquier neofito. Es decir, no hay nadie fuera del mundillo que cuando le menciones ‘reggae’ no piense en Marley.
  • Ni en los canuto! - rió Masi feliz. La milagrosa hierba había curado su migraña.
  • Sí jajaja y en la marihuana. Eso está claro! - respondió Marc mientras empezaba a sonar ‘Natural Mystic’.
  • Pero colega! Eso pasa con todas las músicas no? A ver si digo por ejemplo en quien pensais cuando digo Rock?
  • Triana!, sin duda… nadie ha sonado como ellos. ‘El Patio’ es sagrao. - contestó Masi.
  • Jimmy Hendrix! - dijo Mónica - El tipo consiguió que la guitarra eléctrica hablara, gritara y llorara.
  • Pues yo me quedo con los Rolling. - dijo Miare sin dejar de mirar al cielo. - Si los Rolling Stones no son rock, nada lo es.
  • Lo véis lo que yo decía! - dijo Jordi provocando la risa de todos los demás.
Miare agarró el movil de Marc y puso ‘Waiting in Vain’, el grupo de amigos se puso en pie y empezaron a bailar suavemente disfrutando de aquella magnifica velada. - Aunque todos empezamos con Bob - siguió dando la ‘turra’ Marc que se sentó junto a su colega a contemplar las estrellas - los que nos quedamos enganchados al ‘reggae’e indagamos más en el género, acabamos renegando de él en algun momento.
  • Se convierte en Mainstream no? - dijo Marta que se movia lentamente al ritmo de la música flotando por encima de los edificios.
  • Sí por decirlo de algún modo sí. Es como si cuando empiezas a conocer nuevos y buenos grupos, te acabas olvidando de lo importante que fué quien te abrió las puertas a ese mundo. Lo acabas dejando atrás. - dijo Marc.
  • Cómo el primer amor. - añadió Mónica mientras bailaba agarrada a su hermana. No lo dijo con ninguna intención oculta, pero a su cuñado algo le hizo ‘click’ en su interior.
  • Exacto colega! Cómo el primer amor - dijo Jordi arrastrando las palabras, estaba a una calada de empezar a ver unicornios y gnomos.
Noe bailaba con su hermana, libre cómo el aire, suave como el agua, fuerte como el fuego. Quería recordarla siempre así, cómo un volcán.
  • Pero entonces… - siguió diciendo Marc mientras observaba a su novia bailar. - un buen día, despúes de muchos años renegando de Bob, por casualidad vuelves a escuchar una canción suya y te das cuenta de lo idiota que has sido durante todo este tiempo. Te das cuenta que sigue siendo el número uno. Y que no habrá jamás nadie cómo él.
  • Joder colega! Eso es muy profundo! - Jordi le ofreció el puño para que su amigo lo chocara.
  • Profundo es el colocón que llevas mi amor! - Marta le quitó el porro de la mano a su novio y siguió bailando libre y desnuda bajo el cielo estrellado.
No se había quitado la ropa, pero se sentía desnuda, libre de cualquier atadura mundana. No percibia los límites de su cuerpo. Dónde terminaba ella y dónde empezaba lo demás? Es que acaso había diferencia? Era parte de un todo y todo era parte de ella. No existia el ‘yo’ o el ‘tu’, tan solo existían todos, en todas partes y en todos los momentos. Estaba claro que la hierba de la rubia era de muy buena calidad.

El grupo de amigos vió amanecer en la azotea. Algunos se quedaron dormidos, otros seguían hablando tranquilamente filosofando sobre la vida. Marc y Noe observaban abrazados desde el muro como la ciudad se despertaba lentamente.
  • Amor! - dijo Marc pasando su brazo por encima de los hombros de su novia. - Tengo que decirte algo muy importante. - No podía quitarse de la cabeza lo del ‘primer amor’ que había dicho antes Mónica.
  • El qué? Mi vida - dijo ella en paz con el universo y sintiendose arropada y segura entre los brazos de su novio.
  • Creo que siento algo por Miare. - Tan astuto para ciertas cosas y tan poco tacto para otras. Mide tus palabras, insensato.
Solo seis palabras bastaron para desatar el caos. Solo seis, simples y llanas palabras para sentirse cómo un japonés en Hiroshima. Antes decíamos que la música fué previa al lenguaje, pues ojalá no hubiera habído nada más despúes de ella.

Noe lo empujó con tal rabia que por poco no lo tira cornisa abajo. - Pero escuchame, déjame terminar… - suplicaba Marc intentando silenciar los gritos y parar los puñetazos de aquella loba enfurezida sendienta de sangre.
  • Qué pasa? - Jordi se despertó confuso. Cuando cerró los ojos todo era paz y amor y al abrirlos estaban en guerra? Qué coño estaba sucediendo?
  • Eh eh! Haya paz! - Marta intentaba separar a Noe con cautela de no sufrir daños severos en algún órgano vital.
  • Pero a tí que demonios te pasa? - gritaba Noe. - Años de relación y te enamoras de la primera idiota que pasa por delante? No hace ni una puta semana que la conoces…
Miare se levantó buscando bronca. Cómo que idiota? Pero la hermana de Noe fué rápida y la paró a tiempo. Bien hecho chica, has evitado una más que segura llamada a los Mossos por asesinato involuntario.
  • Pero que le has dicho? - preguntaba Marta ligeramente enfadada con Marc.
  • Yo… solo quería decir… que la quiero!
  • Curiosa manera de decirlo gilipollas! - Noe empujó a su amiga y se fué directa hacía las escaleras.
  • Espera cariño! - Marc intentó salir detrás de ella, pero Mónica lo paró diciendole que sería mejor que dejase que se calmara. Esa mañana se había ganado un puesto en la O.N.U. cómo mediadora en conflictos internacionales.

Noe gritaba llena de rabia bajando las escaleras mientras detrás su hermana y su amiga bajaban para ofrecerle apoyo.
  • Pero qué has hecho colega? - dijo Jordi acercandose a su amigo y poniendole una mano encima del hombro.
  • Creo que la he cagado! Intenté hacer lo correcto… decirle la verdad. Pero ya ves…
Jordi consoló a su amigo, mientras Miare y Masi se miraban sin saber que decir. Estaba claro que Marc no iba a dormir en su casa esa noche, por decirlo de algún modo no tenía el equipo suficiente e idoneo para entrar en la guarida del dragón.
  • Oye! Puedes quedarte aquí mientras se calman las cosas. - Se apresuró en ofrecer Miare, antes que Jordi lo hiciera.
  • No! Será mejor que venga a casa conmigo - contestó su amigo intentando que las cosas no fueran a peor.
  • No tranqui colega! Estoy cansado. Me quiero pegar una ducha y dormir un rato. Necesito estar solo.
  • Estás seguro? - insistió Jordi pensando por dentro que no iba a estar solo en casa de las Marias.
  • Sí de verdad! Si voy a tu casa es muy probable que Marta me meta la chapa. No te lo tomes a mal, pero es lo último que necesito ahora, colega.
Jordi comprendió lo que le decía su amigo. Le dió un abrazo y un beso en la mejilla y se despidió hasta pronto, recomendandole que durmiera un poco y que le llamase si necesitaba cualquier cosa. Luego desapareció por las escaleras mientras llamaba a su novia por teléfono.
  • Vaya una has líao pollito! - le dijo sonriendo Masi. - Anda vamo a prepará un baño calentito a vé si te anima un poquitín, que parese un alma en pena!
Miare siguió a su amiga hacía casa, mientras oía de fondo las maldiciones y gritos de Noe abajo en la calle. Siempre había huido de los problemas y conflictos, deseaba con toda su alma vivir en harmonía con todo el mundo. Pero no podía evitar pensar que aquella loca se merecía lo que le estaba pasando. Podía saborear la miel de la victoria en sus labios, pero no quería celebrar aún. Faltaban doze segundos para el final del partido, no disponía de tiempos muertos y el equipo contrario tenía la posesión del balón.

Cuando Masi salió del baño y cerró la puerta, Marc se quitó la ropa y se metió desnudo en la bañera llena de espuma. Necesitaba estar solo y pensar en lo que acababa de pasar.
  • Oye! Cómo estás? - Miare entró en el baño y se sentó al borde de la bañera.
  • Pues jodido rubia! Cómo voy a estar? - contestó él cabizbajo.
  • Puedo ayudar a que estés mejor? - dijo ella sonriendo y metiendo la mano dentro de la bañera.
Marc le agarró el brazo y lo sacó con delicadeza fuera del agua. Le dijo que no se ofendiera, pero que ahora no tenía el cuerpo para eso. Por primera vez en su vida hizo caso a su cerebro de arriba. Aunque el de abajo ya se había encargado de ponerle la polla bien dura.
  • Tranqui! Tómate tu tiempo. Estoy en mi cuarto si me necesitas. - la rubia le dió un beso en los labios, le acarició la mejilla tiernamente, le sonrió y le dejó solo con sus pensamientos.
Ya en casa, Noe charlaba con su hermana. Ella le había preparado un té e intentaba consolarla. Seguía muy mosqueada pero ya se le habían pasado las ganas de pelear a muerte en la Cúpula del Trueno. Dos mujeres entran, solo una sale.
  • Cómo estás? - preguntó Mónica acariciando el pelo de su hermana y poniendo un mechón detrás de su oreja.
  • Pues jodida tía! Cómo voy a estar. - Noe dió un sorbo a la taza de té y se quemó la lengua. - Es que no me lo puedo creer… a ver ya me había dado cuenta de cómo tonteaba con ella. Pero… él es así con todas las tías. Pero que me diga que siente algo por ella? Pero si solo hace una semana que la conoce…
Mónica, que no podía guardarselo más. Le confesó lo que Marc le había dicho la mañana anterior en la cocina. Sobre que estaba hecho un lío. Además siendo cien por cien sincera con su hermana, le explicó también lo que había pasado entre ellos dos en la ducha.
  • Ya lo sé! Os escuché. Y no me importa. - dijo Noe volviendose a quemar la lengua. - Me da igual que folle con otras, es natural desearlo con lo que es lícito hacerlo. Me jode más que no me contases lo otro la verdad.
  • Lo siento! Es que no quería traicionar su confianza… me abrió su corazón y yo solo…
  • Tranqui hermanita, lo entiendo. No estoy enfadada contigo. Solo lo estoy con él. - dijo Noe pensando morbosa que su novio le había abierto mas cosas que su corazón.
Mónica seguía sin comprender la separación de sexo - amor, aunque cada vez lo aceptaba más. Todos lo hacían de forma tan natural que parecía lo correcto. Deseó llegar a ser tan abierta de mente algún día.
  • Y ahora qué? - preguntó la hermana pequeña.
  • Debe tomar una decisión! Puedo compartir su polla con otras mujeres, es más me encanta hacerlo; pero no su corazón… lo siento pero no! - Noe empezaba a sentirse más calmada - si me quiere de verdad que me lo demuestre!
Volvamos ahora de nuevo a casa de las Marias. Marc salió del baño un pelín más animado. El agua caliente le había sentado bien.
  • Bueno… parece que ya tienes mejó cara, mi alma! - le dijo Masi que preparaba el desayuno en la cocina. No pudo evitar desear el cuerpo mojado de Marc que solo lo cubría una pequeña toalla blanca atada a su cintura.
  • Gracias amiga! Dios… esto está de muerte, que es? - dijo él mientras se sentaba en un taburete enfrente de la barra americana de la cocina y le daba un mordisco a lo que Masi le había ofrecido.
  • Manteca colorá hermoso! Buen provecho, chin chin!
Los dos chocaron sus tostadas y desayunaron juntos. La alegría y desparpajo de la andaluza animaron enseguida a Marc. Sin darse cuenta había olvidado sus problemas y disfrutaba de la agradable compañia de aquella simpática chica.
  • Eres un encanto Masi! Muchas gracias por todo! De corazón. - dijo Marc terminado su café.
  • Naaaa! Pa eso estamo las amiga. - rió ella. - Quiere acostarte un rato?
  • Pues no te voy a decir que no! - Marc asintió. Llevaba más de 24 horas despierto y necesitaba cerrar los ojos. Miare apareció en la cocina. Iba con ropa cómoda y fresca. Camiseta de algodón de tirantes y unos pantalones cortos, muy parecidos a los que llevaba Marta por casa.

  • Puedes dormir en mi cama si quieres! - la rubia dejó su taza de café en el fregadero y lo enjuagó. - Tranquilo! Que no te voy a morder - dijo riendo ante la cara llena de dudas de el chico.
Mientras los dos se iban a la habitación. Masi le dió un repaso al culo de Marc. ‘Anda que pierde el tiempo la jodía!’ Pensó para sus andentros y terminaba de desayunar.

Marc se quitó la toalla y se dispuso a vestirse bajo la atenta mirada de la rubia. - Puedes dormir desnudo si quieres, no me importa. - dijo ella sentada en la silla de su escritorio. El aceptó y se metió dentro de la cama tapandose con las sábanas. Al cabo de poco rato cerró los ojos y se quedó dormido con el olor de ella dentro de sus fosas nasales.

Despertó tarde, debían ser las seis o siete de la tarde. Cómo cualquier hombre del mundo, la tienda de campaña estaba montada bajo las sábanas. - Uy! Perdona rubia. - dijo cuando estirando sus brazos, golpeó la cabeza de Miare que dormía estirada a su lado. Al parecer ella tambíen solia dormir desnuda.
  • Cómo has dormido? - preguntó acercando su cara a la del chico.
  • Cómo un niño! - contestó sonriendo y enamorado del precioso rostro de ella. Pero enseguida recordó a Bob Marley y quiso ir rápido a decirle que él era su único y verdadero amor.
  • Me encanta hacer el remolón a tí no? - dijo ella intentando no dejar huir a su presa.
Con un movimiento ágil, le dió la espalda y arrambó su cuerpo desnudo contra el de él. Haciendo la cucharita. Luego le agarró el brazo y le obligó a abrazarla. Marc sintió como el culo de ella apretaba su pene erecto y se frotaba buscando la postura idonea. - Uuuy! Parece que alguien se ha levantado contento jejeje.

Marc ya estaba encendido otra vez. Por qué estaba siempre metido en esos líos? Tenía cosas que hacer, una relación que salvar. Por qué ella tenía ese culazo tan perfecto? Y por qué lo movia tan bien? Diooos que gustito!
  • Toc! Toc! Cómo va parejita? - Masi entró en la habitación y Marc dió gracias a Dios por mandarle una salvación.
  • Masiiii! - dijo Miare mirando a su amiga por encima del cuerpo de é. - Vente aquí a hacer el remolón con nosotros venga! - abrió las sábanas invitando a su amiga a compartir cama.
Marc suspiró aliviado al mismo tiempo que la andaluza se metia dentro de la cama desnuda. No estaba haciendo nada malo, no era amor. Solo sexo. Aquel polvo sería recordado por los tres durante mucho tiempo. Follaron suave y cariñosamente. Besandose, acariciandose y compartiendo sudor y fluidos corporales como buenos amigos. No hubo porno, ni empotradas salvajes, ni mamadas, ni corridas en la boca. Tan solo puro y sensual sexo.

Mientras Marc penetraba por atrás a Miare en la misma postura de cucharita besaba a Masi con pasión que a su espalda lo sobaba y restregaba su cuerpo contra el suyo. Cuando quiso probar de la otra rubia, tan solo se giró y siguieron follando, esta vez con Miare besando su cuello y frotando su cuerpo contra su espalda. Él agradecio el no tener que hacer esfuerzo. Ellas llevaron la batuta en todo momento. Lo tumbaron con delicadeza boca arriba y se turnaron para ponerse ecima de él. Marc disfrutaba de los dos cuerpos de las ardientes chicas que se peleaban por sus labios.

Al final se masturbaron los tres juntos a la vez para correrse. Y se tomaron su tiempo para salir de la cama. Marc disfrutó especialmente de aquel momento, mientras rodeaba a las dos chicas con sus brazos y ellas reposaban sus cabezas sobre su pecho. Acariciaba sus espaldas desnudas con delicadeza mientras ellas rozaban sus muslos contra su pene, con ganas de más.

Al cabo de un buen rato, se despidió de ellas y las dejó desnudas dentro la cama. Pudo observar en sus miradas que no tenían intención de salir de allí. Ojalá tener más tiempo para poder observar como se lo montaban entre las dos. Pero tenía una misión muy importante que hacer.

Marc salió a la calle y se puso en marcha totalmente decidio a recuperar el amor de su novia. Pero cómo lo iba a hacer?
Cuando pasó por el frente del mercado ya era tarde, aún no se había escondido el sol por qué era verano, pero seguía siendo tarde igualmente. Observó que ya estaban cerrando las paraditas del mercadillo que montaban todos los domingos. Entonces vió un gitano bastante mayor que estaba recogiendo su órgano. - Disculpe jefe! Sería tan amable de ayudar a un hombre enamorado? - le dijo Marc al viejo que sin preguntar nada más aceptó sin dudarlo.
  • Oye escuchas eso? - Noe preguntó a su hermana de dónde venía aquella música.
  • Sí! Parece que viene de la calle! - las dos se levantaron y apagaron la televisión.
Al salir al pequeño balcón a Noe se le encogió el corazón en un puño. En mitad de la calle Marc sostenía con los brazos en alto su móvil, mirando al suelo arrepentido y su cuerpo recto e inmovil. Su teléfono estaba conectado a los altavozes del órgano de un viejo y alegre gitano que miraba sonriendo a las dos hermanas asomadas en la barandilla.

‘I Want to know what love is’ de Foreigner sonaba fuerte y emotiva. - Es nuestra canción! - dijo Noe llorando emocionada. Su hermana, que también lloraba la abrazó. Era lo más bonito que había visto jamás.

Justo cuando la canción llegó al estribillo, el punto más emocional, Marc levantó la cabeza y miró desde la calle directamente a los ojos de su novia. No había dudas en su rostro, solo amaba a una mujer y ella debía saberlo.

Noe se derrumbó al escuchar ese precioso coro góspel e intentaba cantar mientras su voz se quebraba y saboreaba sus saladas lágrimas caer por su rostro hasta sus labios. ‘I wanna know what love iiiiis… i want you to show meeee’
  • Joder tía! Es lo más bonito que he visto en mi vida! - decía su hermana mientras cantaba junto a ella.
De repente alguien grito “Apaga la música payaso! Qué mañana hay gente que trabaja” Y un cubo de agua fría callo sobre Marc dejandolo totalmente empapado. Al intentar sortearlo desconectó el teléfono y la música se cortó.

Marc le sacó el dedo al estúpido vecino y luego se encogió de hombros mirando al balcón de su casa.
  • Sube imbécil! - gritó Noe sonriendo y enamorada, mientras se secaba las lágrimas.
  • Cuanto le debo jefe? - preguntó Marc al viejo gitano.
  • Nada jóven! Ha sido un placer ayudarte. Ahora sube ahí arriba y demuestrale a esa hermosa mujer lo que sientes por ella. Vamos!
Marc subió corriendo las escaleras y cuando llegó al rellano de su piso vió cómo Noe salió corriendo y se le tiró encima abrazadolo como un Koala. Marc la abrazaba y la besaba mientras andaba lentamente hacía dentro de su casa.

  • Lo siento cariño! Siento haber dudado! Soy un estúpido…
  • Calla! Y llévame a la cama! Te amo! - decía ella sin dejar de besarlo.
Mónica cerró la puerta y se hizo a la idea de que esa noche le tocaba dormir en el sofá. Mientras escuchaba a su hermana jadear y gemir cómo una loca al otro lado de la pared, se le pasó por la cabeza preguntar si se podía unir a ellos, pero no. Lo que estaba pasando en esa habitación era privado e instranferible. No estaban follando, se estaban demostrando el amor que se profesaban de la manera más pura que existe. Incluso pensó en escribirle un mensaje a su novio. Quizás también había esperanza para ellos dos. Quien sabe? La vida daba tantas vueltas que a veces lo imposible se volviá realidad.

Por cierto, hablando de imposibles. Que estaría haciendo el bueno de Guillermo en esos momentos? Vayamos a ver, cómo le había ido el domingo.

Guillermo sabía de música lo mismo que un obispo de sexo tántrico. En el caso de que tuviera una playlist, básicamente estaría compuesta de bandas sonoras de películas de los noventa y del Minecraft.

Había pasado una noche bastante movidita. Debía reconocer que perder dos dientes, tener una hemorragía nasal y romper sus gafas había sido compensado más que suficiente con la noche que las dos chicas le habían hecho pasar.

Se levantó tarde y tan agradecido que quiso hacer la comida para ellas. Pero no salió bien, Gemma tuvo que llamar a un restaurante que entregaban comida a domocilio y tirar la cómida junto a la sartén quemada a la basura.

Después de comer, Laia se quedó dormida en el sofá mientras veían una película. Y Gemma aprovechó para trabajar junto a él en la edición del video final que presentaría mañana a todos sus amigos.
  • Está bien! Pero podrías hacerlo más pausado? Quiero que sea cómo una presentación sabes? y además me gustaría hablar por encima. Se puede verdad?
  • Cla… claro! - Guille no podía dejar de mirarle el canalillo a su amiga, que sin querer se lo mostraba al señalar la pantalla del ordenador cuando le daba indicaciones. Estaban los dos sentados en el sofá muy cerca el uno del otro.
Guille había adoptado la tradición de aquella casa de ir siempre en ropa interior. El problema estaba que no podía ocultar su polla erecta, la cúal estaba así el 99% del día. Además el problema no era solamente suyo. Las chicas al parecer no se podían resistir al bestial tamaño de su pene y constantemente tenía que soportar sobadas de paquete, folladas rápidas en cuaqluier parte, mamadas de improvisto o pajotes mientras jugaba por internet con los gemelos. Que sufrimiento amigo, tener que aguantar todo el día eso, debe de ser muy duro.

Dura estaba la goma de sus calzoncillos. Estaba más tensa que una monja en una despedida de solteras. Intentando que Gemma no se diera cuenta, para no provocarla, levantó la goma para colocar bien su rabo erecto que ya empezaba a dolerle. Ella no lo vió, pero si que le vino el aroma a rabo que salió del interior de sus calzoncillos.
  • Está bieeeen! - dijo ella como si le estuviera haciendo un favor. - Vamos! Levanta el culete! - ordenó Gemma mientras le quitaba los calzoncillos y se los tiraba a la cara de su amiga que seguía medio dormida en el sofá de al lado. - Pero que tenemos aquí! Madre mía… - se mordió el labio mientras con las dos manos frotaba ese duro y recto mástil. - No me cansaré nunca de mamar esta pedazo de polla.
Gemma empezó a chupar la polla de Guillermo. Lo hacía rápido y soltando mucha saliba. Era necesario para lubricar semejante superfície.
  • Pero qué es esto? - Laia se despertó con los calzoncillos de el chabal en su cara. Los olió y luego se dió cuenta que su amiga había empezado la fiesta sin ella.
Guille pensó que así no acabaría nunca de editar el video. Aunque tampoco le dió mucha importancia. Quien podía pensar en trabajar cuando te la estaban mamando y chupabas un par de tetas enormes al mismo tiempo. Seamos sinceros.

Las chicas que ya iban conociendo las guarradas que le gustaban a su nuevo compañero de piso, supieron que hacer cuando él las avisó que estaba punto de correrse.

Las dos se pusieron de rodillas en el suelo y entre sus piernas acercaron las caras a su polla. Él sentado en el sofá se masturbaba muy guarro, mirando las dos caras de aquellas preciosas chicas. - Ooh si! Dame lechitaaaa papi! La necesito en mi boquita - gemía Gemma. - Si llename la carita porfiiii! He sido una niña buena - gemía Laia.
  • Oooooh síiii! Tomad putaaas… me corrooo - Era verdad, estaban empezando a conocer muy bien a su nuevo amigo.
Hablando de correrse, Marta acababa de hacerlo. La segunda vez ese día. - Dónde vas vida? Si quieres te la chupo hasta que tu también te corras! Sabes que no me importa.
  • No hace falta amor, me lo guardo para más tarde! - le dijo él mientras se ponía el chandal y salia del dormitorio.
Marta no insistió demasiado, con el gustito del orgasmo le entró sueño y se quedó dormida. Además había posibilidad de un tercero… mmm.

Jordi abrió su ordenador para hablar con sus amigos de las pajas grupales. Lo primero que recibió fueron quejas y reproches, los tenía abandonados. ‘Oye! Para cuando la siguiente presencial?’ decía uno. ‘Eso… y que vengan tus amigas eh!’ decía otro.

Se dió cuenta que el grupo había crecido considerablemente. Estabamos hablando de más de 50 personas. Supuso que el boca a boca había dado sus frutos. Se agobió por un momento al pensar en todas las videollamadas que debeía hacer para que todos los nuevos miembros se presentaran polla en mano a todos los demás. Se puso duro al instante.
  • Oye hijo puedes hablar un momento? - su padre le mandó un privado. Y empezarón una llamada de voz.
  • Dime papa! Pasa algo? Mama está bien? - Jordi hablaba con su padre mientras se masturbaba viendo los rabos que le iban mandando los recien llegados por el chat grupal.
  • Dice que ayer la drogaron, tú sabes algo? - preguntó Manolo preocupado.
  • Mmm… noooo. - mintió Jordi con su polla babeando.
  • Es que verás, cuando llegamos a casa noté que tenía las púpilas dilatadas y sus pulsaciones estaban muy acceleradas, además cuando se quitó la ropa para ponerse el pijama… no llevaba puestas las bragas.
  • Cómo? - Jordi paró de masturbarse.
  • Lo que oyes! Y si algún negro de esos la drogó y se aprovechó de ella? No sé si ir a comisaria y poner una denuncia.
Jordi se quedó callado pensando en lo que su padre le estaba diciendo. Marc le aseguró al salir de la discoteca que había estado toda la noche con su madre, cuidando de ella.
  • Sigues ahí hijo?
  • Si papa! Oye dame un segundo. Te cuelgo y te llamo en unos minutos. Que me ha surgido algo.
Jordi colgó llamada y rápidamente llamó con su teléfono al móvil de su amigo. En cuanto descolgaron dijo fuiroso.
  • Dime que no te follaste a mi madre ayer en el ‘Afrobeat’!
  • Hola? Jordi? - la voz de Mónica sonaba dulce al otro lado del microfono. - Qué dices de tu madre?
  • Ah! Ho… hola guapa! Qué no está Marc?
  • Sí sí! Pero está… digamos ocupado! Jeje - Mónica miraba como la feliz pareja hacía el amor a través de la puerta ajustada de la habitación. La ropa de Marc estaba tirada por el suelo del pasillo y ella había sacado su móvil del bolsillo de sus pantalones. Al hacerlo, las bragas de la madre de Jordi se asomaron llamando su atención.
  • Ah! Bueno… le puedes decir que me llame cuando pueda? Es urgente.
  • Espera un segundo! - dijo Mónica obervando aquellas bragas enormes. Estaba claro que no eran ni de Noe ni de Miare ni de cualquier chica del grupo. Pero entonces de quien?
  • Qué pasa? - preguntó Jordi cada vez más enfadado, imaginando que su amigo había abusado de su madre.
  • Creo que tengo ahora mismo las bragas de tu madre en mi mano. - y empezó a reir.
Jordi colgó el telefono y empezó a darle puñetazos al respaldo de su silla. Pero cómo se podía ser tan hijo de puta? - Yo lo mato, lo ma…to!

Comtinuará…
 
This is the end! Beautiful friend. This is the end! My only friend the end. Jajaja

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 18 - Renacimiento


Lunes amaneció con el cielo encapotado. Las nuves negras se apoderaron del cielo y en poco tiempo hábian convertido el amanecer en ocaso. Marc andaba por la calle mientras el viento soplaba cada vez más fuerte y empezaba a chispear.
Era la hora del vermut y había quedado con su colega para hacerse unas pajas antes de comer.

Agradecía el fresco de esa tormenta de verano pero tuvo que apretar el paso pues el cielo se rompió con un estruendoso trueno y empezó a llover violentamente. Marc corria por debajo de los valcones para evitar mojarse demasiado, sin saber que iba directo al matadero.

  • Joder colega! La que está callendo. - Marc entró en el taller del padre de Jordi. Había quedado para hacerse unas pajas viendo algo de porno. Lo de cada día vaya.
Jordi cerró la puerta despúes que el entrara y se sentó en la silla del escritorio mientras Marc se quitaba la camiseta empapada y la dejaba tendida sobre una nevera rota.
  • Espero que no dure mucho tío! Hemos quedado a las cinco con los demás no? Tengo curiosidad por lo que habrá preparado Gemma. - Marc se secaba el pelo con una toalla de mano que había cogido del pequeño baño.
Su amigo seguía sentado en la silla con los brazos cruzados. Lo miraba sin decir nada, serio e inexpresivo.
  • Ayer lo arreglé con Noe colega! Tenías razón cuando me dijistes que me diera prisa en solucionarlo… Oye! Va todo bien? - Marc miró a su amigo, no le había ni dado ni los buenos días y seguía allí sentado sin denir ni ‘pio’
De repente la puerta del local se abrió de nuevo y Manolo entró bajo un paraguas negro. Marc se sorprendió al verlo, su colega no le había dicho nada por wasap sobre que su padre vendría también. Aunque le dió igual, cuantos más mejor no?
  • Buenos días Manolo! Aunque… mejor lo dejamos en solamente días, jeje. - le tendió la mano al padre de su amigo, pero este se la dejó ‘en visto’.
Que coño estaba pasando ahí? Se preguntaba Marc mientras los observaba sin entender nada; padre e hijo estaban quietos enfrente suyo con los brazos cruzados sin decir nada. Jordi sentado y Manolo de pié detrás de él. ‘Es posible que?… No, no puede ser. Pero y si?’ Entonces sintió el auténtico terror.
  • Te voy a dar la oportunidad que lo expliques antes de que nosotros preguntemos… - dijo Jordi, por fin, rompiendo el silencio. - Y lo hago por nuestra amistad! Por qué si fueras otra persona, ten por seguro que estarías ya de camino a urgencias.
  • Pero qué dices colega? Explicar qué? - Marc huyó hacía adelante. Estaba claro que lo sabían, pero era un instinto ancestral en los humanos desarrollado desde que somos pequeños. Cómo cuando tu padre te pillaba de enano con los dedos llenos de chocolate y tú negabas que te hubieras comido el último cacho de Toblerone.
  • Colegaaaa… no me hagas levantarme de la silla, porqué te juro que lo vas a lamentar! - Manolo puso una mano sobre el hombro de su hijo, atando en corto al perro de caza que salibaba deseando lanzarse al cuello de su presa.
  • Pero… de que va esto tío? Se puede saber que…
  • QUÉ LO DIGAS HIJO DE PUTA! - Jordi se levantó con los ojos hinchados en sangre y golpeando fuertemente la mesa.
Marc agachó la cabeza. Estaba claro que se sentía arrepentido por sus actos. Aprovecharse que la madre de un colega está drogada para follarsela a cuatro en el lavabo de una discoteca, no era precisamente ser un buen amigo. Incluso podemos decir que se consideraba delito.
  • Ya veo! - Jordi se sentó otra vez en la silla. No hacía falta que su colega dijese nada, su expresión corporal hablaba por él.
  • Oye chaval! - añadió solemnemente su padre - Tú eres conciente de que podría ir ahora mismo a los Mossos y denunciarte por lo que hiciste verdad?
  • Eh! Por ahí no paso. Ni de coña! - Marc levantó el dedo y se enfadó con ellos. - Qué yo no la forzé a nada…
  • Estaba DROGADA gilipoyas! Pero cómo tienes los santos cojones de follartela? Que es mi madre cabrón!
Marc podía llegar a comprender lo que su amigo estaba diciendo, está claro que las mamás son sagradas. Pero estaba haciendo una montaña de un grano de arena. Según su forma de pensar era un poco hipocrita; es decir, te jode que me folle a tu madre pero no que nos hagamos pajas a manos cruzadas con tu padre todas las mañanas? Venga colega! En serio estamos con esas?
  • Vale! Estaba drogada… reconozco que no es muy ético lo que hize. Lo siento! - Marc sacó del bolsillo su movil y empezó a buscar algo - Pero mirad esto!… Ella lo disfrutó más que yo… - le dió al play y giró su móvil.
Padre e hijo miraban el video que Marc les mostraba en su pantalla. Sus caras eran un poema, sus rabos el mástil de una bandera. - Siiii dame más polla… montame como una yegua… síiii empotrame, dame cachetazos… soy una puta?, aaah siii… dime que soy una puta… dilo más fuerte… si, si, si. Más fuerte… - los gritos de la madre de Jordi salían del altavoz poniendolos a todos muy cachondos y erectos.

Jordi tragó saliba y no pudo evitar empezar a acariciarse el enorme bulto entre sus piernas. ‘Hijo de puta! La ha grabado mientras se la follaba’ pensó al mismo tiempo que véia un plano frontal de su madre siendo empotrada por su amigo mientras sostenía su móvil delante del espejo.

Manolo, erecto también, cogió su movil y marcó un número. - Oye chaval! Tienes planes para comer? - le preguntó a Marc mientras él guardaba el suyo en el bolsillo y asentía con la cabeza. - Pues cancelalos!. Te vienes a comer a casa.
Jordi se giró sobre la silla y miró a su padre confundido. Pero que pretendia? No sería capaz… hay madre! Lo va a hacer. Su mano frotaba el tronco de su rabo cada vez más rápido.
  • Rosa cariño! Pon dos platos más en la mesa. Que tenemos invitados!
  • Ah sí? Quien viene a comer mi vida? - contestó su mujer mientras preparaba la comida.
  • Jordi y Marc! - contestó él y notó como se hacía el silencio al otro lado de la línea. - Me has oído?… Hola?
  • Sí sí cariño. Es que se había cortado. No hay problema. - Rosa sintió un cosquilleo en la entrepierna al escuchar el nombre de su semental favorito. - Aquí os espero! Y no os mojéis muchoooo…
Los tres se quedaron callados durante un momento cuando Manolo colgó el telefono. Su expresión era sería y reflexiva. Su mujer le había puesto los cuernos con el mejor amigo de su hijo. Pero quien era él para juzgarla? Si precisamente él había sido el primero en caer bajo las garras de la lujúria.
  • Te parece bien hijo? - consultó a Jordi. - Si no estás de acuerdo llamo ahora mismo y…
  • NO! hagamoslo papa! - Estaba claro que el cerebro inferior del chabal tenía todo el poder.
  • Y a tí chabal? - preguntó Manolo de nuevo mirando a Marc.
  • Eeeeh! Si si… no hay problema. - Marc asintió sin conocer aún el plan del padre de su colega. Aunque se hacía una ligera idea de lo que pasaba por su perversa cabeza.
Los dos colegas llamaron a casa para avisar a sus novias que no vendrían a comer. Ellas, acostumbradas ya a esa situación, que se repetía constantemente, les pareció lo más normal del mundo. Marta al colgar a su novio, llamó instantaneamente a Noe y quedaron junto a la hermana de ella para comer juntas en su casa.

Cuando los tres hombres entraron en el hogar de los padres de Jordi. Rosa los invitó a pasar amablemente y les ofreció unas cervezas mientras ellos miraban el noticiero de deportes en el televisor, relajados en el sofá. Eran un martrimonio chapado a la antigua, al menos de puertas para afuera. Los hombres en el salón viendo el ‘furbo’ y tocandose los huevos y la mujer en la cocina abesteciendo y cuidando de la família.
  • Ay Dios santo Rosa pero que haces? - la madre de Jordi de pié frente a las sartenes miraba las bragas, que acababa de quitarse, en su mano. Quería darle otro regalo al chabal que tanto la hizo disfrutar. - Esto está mal, es pecado! - se repetía para sí misma. Era en vano resisitirse, su alma estaba condenada al infierno.
  • Hola Rosa! Podemos hablar un momento? - dijo Marc entrando en la cocina. Manolo le acababa de dar un codazo e indicó con un movimiento de cabeza que fuera para allí.
El padre de su mejor amigo le estaba obligando a que se follase a su mujer. Inevitablemente la polla de Marc ya estaba preparada para funcionar.
  • Ah! Hola encanto! - contestó ella sin moverse de los fogones. - Qué te cuentas? - debajo de su sonrisa podía notarse un sudor frío y un escalofrío que recorrió todo su horondo cuerpo.

Marc contempló a esa mujer gorda y blanca. Llevaba un delantal puesto y un vestido azul de tirantes de una sola pieza de estar por casa. Su culo enorme de curvas vertiginosas sobresalía pidiendo ser empotrado.
  • Desde el otro día que no puedo dejar de pensar en esto! - Marc se puso detrás de ella y arrambó su polla erecta a su culo. Movía su pelvis de izquierda a derecha frotandose por esa inmensa esplanada de carne y celulitis. Sus manos abiertas apretaban sus nalgas e intetaban desesperadas levantarle el vestido.
  • Hay Dios! Mi marido… nos puede ver! - Rosa cerraba los ojos mientras la manoseaban. Sentía como la lengua del chabal se le acercaba peligrosamente por detrás y sin poder resistirse ofreció su boca.
  • Me da igual! - Marc dejó caer sus pantalones hasta los tobillos, se bajó los calzoncillos hasta las rodillas y sacó su rabo. Empezó a restregarlo por ecima de la fina tela del vestido de ella.
  • Hay sí, cómo la hechaba de menos! - gimió ella aún de espaldas y moviendo el culo como una perra con ese pollón metido en la enorme raja de su culo. - Ten! Tengo un regalito para tí! - le enseñó sus bragas y volvió a entregarselas. A ese paso se iba a quedar sin ropa interior.
Marc no pudo aguantar más. Cogió a la gorda mujer y la tumbó sobre la mesa de la cocina. Contempló aquel culo enorme delante de su rabo erecto y con la mano derecha levantó la falda dejando al descubierto aquella inmesa obra de arte. Le metió el rabo entero dentro de su coño húmedo y empezó a empujar con fuerza, con la otra mano le bajo la cabeza hasta tocar la superficie de la mesa. Dominandola y haciendola suya.
  • No pares por Dios! Metemela más a dentro! - Rosa se agarraba el culo y lo abria lo más que podía. Por muy grande que fuera la polla de Marc, debía abrirse paso entre kilimetros de carne. Las empotradas eran más y más fuertes. - Que bueno eres… oooh siii! - estaba muy caliente. Su moflete rechoncho aplastado contra la mesa, con esa mano encima que no la dejaba moverse. Sus huevos golpeando rabiosos contra su coño mojado. El sonido de cada empotrada, cuando carne chocaba contra carne. Era el paraíso.
Marc se giró y se dió cuenta que padre e hijo habían entrado en la cocina. Estaban con los rabos fuera y masturbandose como símios. Manolo, además, lo grababa todo con su movil. Él preocupado porqué Rosa los viera, cogió un trapo de cocina de encima de la mesa y le cubrió la cara, volviendo a poner su mano encima, mientras con la otra le agarraba los michelines para coger más impulso y empotrarla más fuerte.

Ellos dos se acercaron a Marc y se pusieron uno a cada lado. Mientras él seguía follándosela brutalmente, se masturbaban con unas ganas terribles de lefar ese monstruoso culo.

  • Oh sí…sí…sí! Me corro, me corro! - los gemidos de placer de la madre salían de debajo del trapo. Con un fuerte grito mientras agarraba con las dos manos el mantel de la mesa, se corrió como hacía tiempo que no se corría.
  • Madre míaaa Rosa! - gritó Marc empujando toda su polla dentro de ella y agarrando sus nalgas con rabía. De la punta de su capullo empezaron a salir chorrazos de espeso y caliente esperma que llenaban su coño sin cesar.
Padre e hijo al ver cómo Marc levantaba la cabeza hacía el techo de la cocina y gritaba que se corría. Empezaron a lefar el culo de su mujer y su madre, respectivamente. Cada uno en una de las inmensas nalgas. Antes de que ella se quitase el trapo de la cara, se subieron los pantalones y salieron rapidamente de la cocina.

Rosa se incorporó y frotaba su culo lleno de semen, restregándolo como si fuera bodymilk. No entendía cómo podía soltar tanta cantidad aquél chico, además juraria que se había corrido dentro suyo.
  • Vuelve al salón o empezarán a sospechar! - le dijo Rosa a Marc dándole un beso en la mejilla y bajando rápidamente la intensidad del fuego de la sartén. - Vanos! Date prisa.
Marc le sonrió, se subió los pantalones, guardó las segundas bragas que le regalaba en su bolsillo y salió de la cocina. Al llegar al comedor padre e hijo miraban el video muy animados. Le felicitaron y siguieron como si nada hubiera pasado. Luego comieron todos juntos, cómo una família normal y feliz. Aunque Manolo deseaba que su hijo y su amigo se fueran de casa, para tener una charla muy seria con su mujer.

Avancemos ahora un poco las manillas del reloj a cámara rápida y vayamos a las 17:00 p.m. de ese mismo día. El grupo de amigos al completo, es decir los ‘siete fundadores’, más los cuatro ‘nombrados igual’, más la ‘sangre de la reina cáida’. Esperaban a Gemma enfrente de la escuela pública Ildefons Cerdá.

Los apodos se los había iventado Guillermo y a todos les hizo gracia la idea. Le daba un toque más… cómo decirlo? Cómo si fueran una sociedad secreta, royo iluminati! o algo por el estilo.

Los ‘siete fundadores’ eran los amigos que iniciaron la sociedad, a saber Noe, Marc, Jordi, Marta, Laia, Gemma y él mismo. Los ‘nombrados igual’ eran los dos Francisco y las dos Marias. Aunque barajó otros nombres antes, esa no fué la primera opción. ‘Separados al nacer’, ‘los reflejados’, ‘los replicantes’ y varias más, pero al final se quedó con esa.

La ‘sangre de la reina caída’ era, cómo ya sospecharéis, Mónica, la hermana de Noe. La última en llegar al grupo.

También tenía apodo para Manolo, ‘Pater familiae’, aunque él no estuviera presente en ese momento; estaba ocupado en casa, teniendo una interesante charla con su mujer.
  • Buah colega! Qué recuerdos. - dijo Jordi observando la fachada del colegio que estaba cerrado por vacaciones.
  • Ya ves! Aunque yo recuerdo más ese banco de ahí! - Marc señaló un solitario y viejo banco público en medio de la plaza que había justo enfrente del instituto.
Los dos rieron recordando esa época más sencilla. Y empezaron a rememorar anécdotas, de cuando hacían ‘pellas’ y se pasaban las tardes en aquel banco, fumando canutos y pasando el rato sin hacer nada.
  • En serio vamos a entrar dentro? - preguntó Noe. Ella no había estudidado ahí, era hija adoptiva del barrio.
  • Sí hermana! - contestó Laia. - El padre de Gemma es amigo del vedel y nos dejará entrar sin problema.
Mientras los amigos charlaban tranquilamente frente la puerta del insituto. Guillermo era el único que no le hacía grácia volver a entrar en ese maldito lugar. No es que tuviera muy buenos recuerdos de su etapa académica.
  • Eh pardillos! - gritó Gemma asomando la cabeza por la gran puerta principal. - Ya podeís entrar. Vamos!
Todo el grupo entró dentro sin perder tiempo. Estaban ansiosos por saber que había preparado su amiga. Saludaron al vedel justo cuando pasaron por enfrente de la garita. Él se limitó a hacerles un gesto con el cuello mientras contaba los billetes que Gemma le había dado a cambio de dejarlos pasar.

Recorrieron un largo y ancho pasillo, tranquilo, silencioso y solo iluminado por la luz natural. Gemma se paró enfrente de los vestuarios y les indicó que entraran. Chicos por un lado y chicas por otro. - Creo que he acertado con las tallas, cualquier cosa me decís. Os espero aquí. Venga!

Cuando los chicos entraron se encontraron varias bolsas de plástico con ropa en su interior. Cada una llevaba su nombre escrito en rotulador y sin perder tiempo se cambiaron. Las risas no tardaron en llegar. Camisa, corbata y chaleco. Pantalones cortos y calcetines altos. Estaban ridículos con aquellos uniformes de colegio de pago.
  • Pues a mi me queda como un guante! - dijo Jordi mientras se reía de si mismo mirandose en el espejo.
En el vestuarío de al lado, las chicas no opinaban lo mismo. El atuendo era básicamente el mismo, pero en vez de pantalones cortos, llevaban faldilla. Bueno, si a eso se le podía llamar así. Estaba claro que Gemma quería que enseñasen cacho y ese diminuto trozo de tela era la mejor manera de hacerlo.
  • Vaya pinta de zorra que tienes tía! Jijiji. - Dijo Marta contemplando a Noe vestida de uniforme y haciendose dos coletas en el pelo. Esa diminuta faldilla apenas le cubria la parte superior del trasero. Llevarla o no llevarla puesta era casi lo mismo.
Cuando las chicas salieron del vestuario. Los chicos ya las esperaban fuera hablando con Gemma. Sus corazones se pararon y sus rabos se pusieron duros de inmediato. Ellas, juguetonas y entre risitas, se mostraban ante ellos mostrando sus encantos.
  • Escucha, por qué no vamos a casa tú y yo y nos ponemos al día? - le dijo Marc cuando su novia se acercó para darle un beso. Ella le sonreía con sus dos coletas y movía su cintura coquetamente.
  • Venga chicos! Vamos a clase! - Gemma empezó a andar y los demás la siguieron. Guille no podía quitarle los ojos de encima. Se había recogido el pelo y puesto una gafas que le daban un toque intelectual y sexy. Vestia una camisa blanca estrecha con más botones desabrochados de los estrictamente necesarios y la llevaba por dentro de la faldilla, la cúal era, almenos, dos tallas menos de la que usaba normalmente. La llevaba ceñida al cuerpo por encima de su cintura y le llegaba hasta mitad del muslo. En los pies unos tacones cerrados negros. Le costaba andar de lo apretada que iba, parecía que en cualquier momento, un pequeño movimiento podía romperle todo el traje.
  • Oye Gemma! Nos podremos quedar con los uniformes? - preguntó Marc, más interesado en quedarse el de su novia que el suyo.
  • Por supuesto! Jeje - dijo ella sujetando una carpeta y dandose la vuelta. Marc pensó que ella estaba espectacular. - Aquí es! - se paró delante de la puerta de 4A. Venga Alumnos, todos dentro que empieza la clase.
Los chicos se empujaron y se pelearon pars entrar. Mientras las chica detrás reían y cuchicheaban mirandolos. Parecía que hubiesen viajado 15 años atrás y volvieran a ser adolescentes de nuevo.

Cuando todos estuvieron dentro, Gemma cerró la puerta. Y mientras se sentaban en los pupitres ella abrió las puertas del armario con ruedas que tenía un televisor encendido en su interior.
  • Bien, me alegro de volver a veros! - dijo Gemma apoyando su culo en la mesa de la profesora y dirigendose a toda la clase. - Cómo han ido las vacaciones chicos?
Todos empezaron a hacer ruido, se quejaban de volver a la escuela, se tiraban bolas de papel. Incluso Jordi empezó a darle collejas a Guillermo, que sentado en el pupitre de delante le venían a la memoria recuerdos de Vietnam.

  • Vale vale! Cálmanos! Eh! Jordi, deja a tu compañero tranquilo… - la profesora calmó a las fieras. - Bueno, lo primero que vamos a hacer es ver los videos que me habéis mandando de cómo han sido vuestras vacaciones y quiero que luego de verlos me hagaís una pequeña exposición delante de vuestro compañeros.
Gemma movió el portatil de Guillermo, que estaba conectado al televisor y le dió al play. Pero algo no iba bien. - No se ve profeeee! - gritó entre risas Fran. - Uuuuuuh! - abuchearon las chicas.

Guillermo, alumno ejemplar con media de notable alto estaba siempre dispuesto a ayudar a su amada profesora. Se levantó y en pocos segundos arregló el problema.
  • Gracias Guillermo! - le dijo la profe dandole una palmadita en el culo. El chabal volvió con una sonrisa de oreja a oreja hasta su pupitre.
  • Pelota! - le dijo Jordi dándole otra colleja.
  • Bien! Empezemos con Masi. Tu video se llama ‘Una tarde en la iglesia’, mmmm, interesante. Vamos a verlo.
El video de Masi tragando litros de lefa en aquel confesionario puso a todo el grupo como una moto. Las chicas cruzaban sus piernas y se mordían los labios mientras jugeteaban con los mechones de su pelo. Los chicos notaban que sus rabos tocaban la parte superior del pupitre y se abrieron de piernas para rozarse agusto contra la superficie. Cuando terminó el video todos estaban empalmados y mojadas.
  • Muy buen trabajo Masi! - felicitó la profesora. - Así me gusta, garganta abierta, rodillas en el suelo y no dejaste de tragarte ni una gota de semen. Perfecto! Ahora ven aquí y explica a tus compañeros por qué decidiste comerle la polla a ese cura. Masi se levantó y se sintió observada. Mientras andaba hasta la mesa intentaba bajar su faldilla para que los chicos no le vieran el culo desnjdo, pero era imposible. Cisco se sacó la polla de los calzoncillos y siguió frotandola contra el pupitre. Su mesa se balanzeba y gruñia.
  • Me he comido la polla de cura por qué… - Masi hablaba mirando al techo con los brazos cruzados detrás de su espalda. Balancesose hacía delante y atrás moviendo sus pies de punta a tacón. - me gusta hacer caer en la tentación a los hombres.
  • Y qué más te gusta bonita? - preguntó Gemma, abriendose un poco más su camisa. Estaba sofocada.
  • Pueeeeees… me gusta comerme pollas grandes. Sí. Sobretodo cuando se corren dentro de mi boca y saboreo su lechita blanca y espesa.
  • Genial! Puedes sentarte. - Masi volvió a su pupitre dando saltitos entre los aplausos de sus compañeros. La mesa de Cisco estaba apunto de ser agujereada.
  • A ver clase! Silencio!… Ahora veremoooos… sí aquí está, un video de nuestra parejita feliz. Veamos cómo han ido sus vacaciones. Lo habéis titulado ‘Perversión de Padre’, jaja. Me gusta el nombre.
El video de Jordi y Marta empezó a reproducirse y se provocó un silencio sepulcral en la clase. Sobretodo en el momento en que Manolo le petaba el culo a su hijo. Lo del cura tenía un pase, no dejaba de ser un desconocido, pero tu propio padre? Era muy morboso y todos se pusieron aún más calientes. Jordi y Marta que se sentaban uno al lado del otro miraban el video mientras se masturbaban mutuamente.
  • Madre mía! Uffff! - Gemma se abanicaba el escote con su carpeta. - Esto ha sido… joder… muy salvaje! A ver chicos venid aquí.
Jordi y Marta se levantaron y se acercaron a ella. Guille no pudo resistir sacarse la polla y empezar a pajearse con ese culo perfecto en movimiento. Tenía unas ganas terribles de volver a estar a solas con Marta. Laia a su lado vió ese descomunal pollón y no pudo evitar empezar a manosearlo, mientras se metía un par de dedos dentro de su coño húmedo.
  • Descubrí que mi suegro y mi novio se masturbaban juntos con mis fotos así que me puse muy cerdita y me uní a ellos. - decía Marta infantilizando aún más su voz.
  • Veo que te gusta que te traten como un cubo de lefa no? - preguntó la profesora muy caliente mientras acariciaba sus pechos delante de la clase.
  • Sí me encanta. Me gusta que me pegen, que me escupan, que me obliguen a ser una putita traga pollas. - Laia observó el precum en la polla de Guillermo y disimuladamente agachó la cabeza para limpiarlo. Él no dejo que volviera a levantarla.
  • Y a tí Jordi… te gustó sentir ese enorme rabo en tu culo?
  • Uff! Si profe. Lo que me puso más maricón fué notar los huevos de mi padre golpeando los mios. Ah! Y también me encantó ver como mi novia se tragaba la lefa de los dos, me ecanta que sea tan obediente.
Los novios se dieron un beso y cogido de la mano, muy enamorados, volvieron a sus mesas. Llegó el turno de la tarea de Marc y Mónica se puso nerviosa.
  • Bien ahora veremos el trabajo de Marc. Has titulado tu trabajo ‘hermanas y zorras’ vaya! Muy explicito, me gusta.
  • Gracias profe! - sonrió Marc desde su pupitre.
Solo poner el video se notó que estaba mal grabado. No había suficiente espacio en ese probador tan pequeño, pero al fin y al cabo se podía ver perfectamente lo que sucedía. Noe empezó a frotar su clitoris cuando vió a su hermana comiendose la polla de su novio. Mónica por su lado hizo lo mismo cuando vió a su hermana siendo follada por atrás. Gemma observó a su clase desde la mesa, todos sus alumnos se estaban masturbando, solos o entre ellos. Incluso la cabeza de Laia asomaba y desaparecía detrás del pupitre de Guillermo.
  • Uuuf! Hace un poco de calor o soy yo! - la profesora seguía abanicandose. Todos los botones de su camisa estaban desabrochados, así que lo único que podía hacer era quitarsela. - Chicos! Los tres venid aquí! - ordenó quedandose en sostenes.
Marc, Noe y su hermana se acercaron a la mesa de la profesora. Cisco se corrió en silencio mirando esos dos culos y el gran chorreron de lefa le manchó todo el uniforme.
  • Me encanta ver a mi hermana follar. Algún día me gustaría llegar a ser tan zorra cómo ella. - decía Mónica.
  • Aún te queda muuuuucho trabajo! - dijo Gemma riendo. - Pero vas por buen camino, sigue así! Está claro que comparte tus genes verdad Noe?
  • Sí, estoy orgullosa de ella. Aunque debe mejorar con el sexo anal. En cuanto lleguemos a casa, practicaremos un poco más? Te parece bien cariño? - Marc asintió sudando a chorretones.
  • Y tú encanto? Quien crees que la chupa mejor? - pregunto Gemma pasando su dedo por su canalillo.
  • Ahora mismo no sabría decirte profe! - Marc intentaba ocultar su enorme bulto debajo los pantalones. Miare lo miraba lujuriosa, aunque seguía grabandolo todo, no podía dejar de masturbarse.
  • Está bien! Chicas, refrescadle la memoria, vamos! Qué no tenemos todo el día.
Las dos hermanas se pusieron de rodillas enfrente de él. Fran se corrió al ver a los culos de las chicas de rodillas. Guillermo por su lado, notaba que a él tambíen le quedaba poco. Las dos chicas le bajaron con prisa los pantalones y los calzoncillos y sin perder tiempo empezaron a chupar, primero Noe, luego su hermana y vuelta a empezar.
  • A ver! Dime quien te gusta más! - dijo Gemma que intentaba acariciarse el clitoris pero no llegaba, esa maldita falda tan apretada se lo inpedía.
  • Noe lo hace mejor, es como si tuviera más experiencia. - gimió Marc mirando como su novia se la chupaba.
  • Claro que la tiene cariño! - dijo Gemma. - lleva muchos años chupando rabos de muchos hombres distintos. O cómo crees que pasó de curso el año pasado? Preguntale al director a ver que te dice.
  • Pero, pero… ooooh Dios! Mónica lo hace muy suave y me gusta su carita y como me mira. - Marc estaba a punto de correrse.
Gemma, cachonda perdida, no pudo contenerse. Se desabrochó la falsa y con mucho esfuerzo se la quitó. Luego les dijo a sus alumnas que se apartasen porqué eran unas aficionadas. Se puso de rodillas enfrente de su alumno y le hizo la mejor mamada que jamás había hecho. Guillermo sujetaba el pelo de Laia mientras le llenaba la boca de lefa. Ber a Gemma en ropa interior comiendose aquel rabo fue la gota que colmó el baso.
  • Oh profeeee! No pare, no pare! - gemía Marc que miraba cerdo perdido como Gemma se la chupaba con aquellas gafas puestas.
  • Ahora! - dijo ella dandose golpes con la polla de él en la cara. - Mirad y aprended.
Noe y Mónica estaban de pie junto a Marc y observaban a la profesora cómo había que hacerlo. Él las apretaba contra su cuerpo sobandoles el culo, intentado aguantar.

Gemma agarro con sus dos manos sus tobillos, su culo enorme reposaba sobre sus tacones. Abrió la boca lo más que podía y con un gesto de barbilla le dijo al alumno que le follase la boca. Laia, Masi y Jordi se corrieron a la vez, mientras miraban como Marc se follaba la boca de la profesora como si fuera un coño. Los sonidos de ella mientras tragaba, los huevos golpeando en su barbilla, era demasiado.
  • Me corrooooo! - gritó Marc apretando las nalgas de su novia y su hermana. Al oir eso, Gemma aparto la boca de su polla y contempló cerda perdida como los espasmos de aquel rabo lleno de saliba y enorme soltaban semen por toda su cara, por sus gafas, por sus tetas, por sus muslos, por el suelo. Lo llenó todo.
  • Bien sigamos! - dijo ella levantandose y quitandose las gafas, mientras las dos hermanas se llevaban al chico aún sintiendo el orgasmo y con los pantalones bajados, hasta su silla.
Marta y Miare acabaron corriendose también. Todos lo habían hecho excepto las dos hermanas, que no tardaron mucho en ponerse manos a la obra y ayudandose mutuamente llegaron al orgasmo.

Luego le tocó el turno a Guille. Que tituló su trabajo como ‘El camino del héroe’ Los alumnos pensaron que no había sexo, tan solo pelea y honor. Pero la realidad es que se guardadon lo mejor para el final. Nuestro amigo friki esplicaría a la clase que cómo habían podido observar en el vídeo lo que más le gustaba era que le comieran el culo mientras se la mamaban. Gemma le dió otra palmadita en el pompis cuando acabó su exposición. Estaba en ropa interior y manchada de esperma, pero seguía siendo la profe.

Luego le tocó el turno de Laia. Y aquí empezó el punto de inflexión. Gemma, muy astuta por su parte, había dejado deliberadamente los tres trabajos que quedaban por exponer, para el final. Claro que disfrutaba del sexo, quien no? Pero había montado todo eso con propositos oscuros y malvados.

Después de ver el video, en el que realmente no pasaba absolutamente nada. Sexualmente hablando, claro está. El grupo de amigos se quedó quieto en sus respectivos pupitres en silencio. Hablaba en serio o todo era una broma? Los cuchicheos empezaron a surgir y Gemma observaba a sus amigos con una sonrisa de oreja a oreja
  • Bueno! - dijo Laia acercandose a la mesa sin que nadie se lo pidiera, mirando a la clase entera. - Preguntas?
  • Va en serio? - preguntó Noe mientras su hermana le decía algo a la oreja. - Vamos a montar un cine porno?
  • Exacto! - contestó Laia muy feliz. - Aunque será algó más que eso. Imaginatelo como un club privado de sexo.
  • Pero… para qué? - volvió a preguntar Noe.
  • Pues para lo que se montan los negocios, hermana! Make Money! - rió haciendo un gesto con los dedos.
Marc miró a los gemelos y les preguntó si era verdad. Los dos asintieron con la cabeza, mismo gesto, mismos rostros. Luego hizo lo mismo con las Marias que justamente se estaban dando un descanso con la grabación.
  • Si! Lo supimos el día que Laia vino al local a hablar con Fran y Cisco. - contestó Miare.
  • Y os pareció bien? - preguntó Noe. - Es que yo alucino, la verdad…
Entre Miare y Masi explicaron su postura. Si el ‘Copy&Paste’ seguía igual, cerraría en poco tiempo y ellas iban a perder sus empleos. Si el plan de Laia, Gemma rió al escuhar eso, funcionaba, podían ganar mucho dinero y trabajar de lo que más les gustaba, es decir, grabar y editar videos. A parte del sexo, por supuesto
  • Tú has escuchado algo de lo que ha dicho? - volvió a decir Noe cortando la explicación de Miare y señalando a Laia. - Quiere que nos dediquemos al porno nena! Lo entiendes o te hago un plano? Lo siento por vosotras, pero si os quedaís sin trabajo os buscaís otro, como hemos hecho todas. Yo paso de esta mierda.
  • Venga Noe! - dijo Jordi desde su pupitre - No es muy diferente de lo que hacemos ahora.
  • Cariño si que es diferente! - dijo Marta apoyando a su amiga. - Una cosa es grabarnos para disfrutar de esos videos entre nosotros. Y otra cosa, bien distinta, es montar proyecciones para que todo el mundo las vea.
  • Perdona Marta - corrigió Guille - la finalidad de los videos no es entretener sinó mantener la tregua que las reinas…
  • Eso da igual ahora! - cortó Noe - No lo haremos! Además me parece fatal que firmes un contrato sin consultarlo antes con los demás… verdad mi vida?
Marc se quedó callado. Un novio siempre debe apoyar a su par verdad? O eso es de ser un calzonazos? Ante la insistente mirada de su novia que esperaba una respuesta apostó por ser sincero y directo. Cómo la última vez que se decantó por esa opción las cosas no salieron muy bien.
  • A mí me parece buena idea! - Jordi le ofreció la mano para chocar los cinco, su novia se cruzó de brazos y resopló. - Y no lo digo por el dinero, sinó porqué lo encuentro muy morboso. Cine porno amateur, espextáculos de sexo en vivo, un montón de tios pajilleros mirando… no sé! Mola!
  • Además! - añadió Gemma en ropa interior. - El dinero lo podemos reinvertir en nuestras propias fantasías. Imaginate Guille que en tu partida se rol hubieramos tenido vestuario y maquillaje profesional - Guille sonrió - Jordi, imaginate que tu fantasía se hubiera hecho en una clinica real, podríamos haber contratado a más extras, incluso actrices porno de verdad - Jordi también sonrió - O Marta, que me dices de haber rodado tu película porno en un taller de real, super bien ambientado y con una escenografía perfecta - Marta sonrío por dentro, su amiga la estaba mirando. - Imaginaros todo lo que podríamos hacer con dinero, no habría límites a la imaginación. Ropa, localizaciones, un set de rodaje profesional… el límite es el cielo!
  • Esto es cosa tuya verdad? - dijo Noe mirando desafiante a su amiga. - Me lo imaginaba! Lo llevas claro si voy a ponerme a hacer porno para una panda de pajilleros.
  • Te molesta que se pajeen con tus videos pero no que te follen ocho negros mientras todo el mundo te mira? Curioso! - Gemma clavó la daga.
Las dos ‘amigas’ se enzarzaron en una discusión que parecía no tener fin. Al final Laia, que seguía de pie al lado del televisor, puso punto y final.
  • Valeee… valeeee yaaaa! CALLAOS las dos! - se impuso haciendo callar a las dos chicas a la vez. - El contrato es una tontería, no tiene validez. Por lo que no discutáis sobre eso. Lo mejor que podéis hacer todos es meditarlo tranquilamente y lo hablamos en unos días, os parece? - el grupo estuvo conforme, bueno casi todos - Se hará lo que diga la mayoría y fin de la discusión.
  • Y si sale que sí y yo no quiero hacerlo? - contestó Noe.
  • Pues te vas! - dijo Miare entre dientes. Por suerte no lo escuchó.
Laia se sentó en su silla, esta vez los apalusos fueron más tímidos y sin ritmo. Las opiniones estaban divididas, casi todos los chicos, aunque por distintos motivos, estaban muy a favor. Pero las chicas, en concreto Marta, Noe y su hermana, no querían vender su cuerpo a cambio de dinero. Ellas estaban ahí por placer.

Gemma se tomó su tiempo para enseñar los dos últimos videos, en los que había invertido, perdón corrijo, en los que había obligado a Guille a invertir más tiempo. Llamó a Noe y Miare al mismo tiempo y las dos acudieron a su mesa lanzandose miradas asesinas. Marc contemplaba enbobado lo sexys que estaban las dos vestidas de colegialas. Ojalá algún día se llegaran a llevarse bien!
  • Bueno! Vamos a ver ahora los dos videos a la vez porqué disponemos de poco tiempo - Dijo Gemma mirando el reloj imaginario de su muñeca. - Os he puesto juntas por una razón y es que las dos habéis incluido la palabra ‘amor’ en el título de vuestros trabajos. Por qué?
Rubia y Morena se miraron, había tensión. Tenían aquella sensación como cuando tienes algo en la punta de la lengua, que no te acaba de salir del todo y no puedes expresar. Es cómo si supieran de antemano lo que iba a pasar, sin saberlo. Cómo una premonición. Las dos cerraron los puños y miraron el televisor.

Antes de Gemma le diera al botón de play, Marc ya sabía lo que aparecería en pantalla y un escalofrío le corrió por la espalda. Se acercó a Jori y le dijo que estuviera alerta. ‘Colega! Se va a liar!’ Le susurró. ‘Se va a liar y muy gorda’

Gemma pulsó el botón cómo quien activa una cabeza nuclear. En el vidéo aparecíeron dos pantallas. A la derecha Miare haciendo el amor con Marc y a la izquiera Noe haciendo lo mismo con el mismo hombre.

Aunque ellas dos no se sintieran muy comodas viendo aquello, aguantaron el tipo, almenos hasta que Gemma agarró el mando y subió el volumen. A Miare se le rompió el corazón al escuchar cómo Marc le declaraba amor eterno a su novia. La forma en que la besaba, cómo la acariciaba. Sus esperanzas cayeron fulminadas como cae un pajaro bajo el disparo certero de un cazador. Su tocaya la miraba apenada, había dejado de grabar y sentía unas ganas irrefemables de achucarla.
  • Espera! - gritó Masi cuando Miare se hechó a llorar y salió corriendo del aula. - Espera Miare! - salió corriendo detrás de ella, no sin antes soltarle una mirada de odio a Marc.
La reacción de Noe fué bastante distinta, ella no lloraba, no se doblegaba. Tenía los ovarios más grandes que los huevos de muchos hombres. Estaba saturada de tanta rabia, que no sabía a quien atacar. Girarse y estrangular a Gemma por montar todo ese tinglado, salir por la puerta y dispararle en las rodillas a la rubia por intentar robarle al novio o meterle múltiplas puñaladas en las partes pudientes de su novio. Las opciones eran tantas.
  • Por el amor de Dios! Apago eso ya! - gritó Marc acercandose al televisor. - Oye mi amor! Lo siento. Olvida eso, ya es agua pasada, recuerda lo de ayer… - Marc intentaba calmar la olla presión que era su novia en esos momentos. Pero ella no escuchaba nada más que su novio decirle a la zorra esa ‘te quiero’, ‘eres la única’, ‘para siempre’.
Jordi preparado para intervenir, organzió al grupo para crear un cordón de seguridad alrrededor de ellos dos. Todos se temían lo peor, esperaban el terremoto, el vendaval, el tsunami. El fin del mundo. Pero no. Nada de eso pasó.
  • No quiero volver a verte jamás! - dijo Noe mirando a los ojos de su exnovio. Y se largó de la clase. Su hermana salió detrás de ella y Marta se llevó a Jordi con ella. Este, mientras salia por la puerta le hizo un gesto con la mano a su colega cómo si estuviera sujetando un telefono en su oreja. ‘Te-Lla-Mo” vocalizó.
  • Vamos chicos! Será mejor que nos vayamos. - Laia salió de la clase acompañada de Guillermo y los dos gemelos, estaba claro que estaban en cursos distintos.
Marc se dejó caer sobre el pupitre. No tenía ni las ganas ni las fuerzas de repocharle nada a Gemma. Estaba hundido. La profesora cerró el portatil satisfecha, orgullosa de que su plan hubiera salido tan bien. Luego, aún en ropa interior se acercó a Marc y le acarició el pelo.
  • Entiendo que estés confuso ahora mismo. Incluso que estés enfadado conmigo. Pero con el tiempo me darás las gracias por lo que acabo de hacer. Ya lo verás.
  • En serio Gemma? Tú te estás escuchando? Me acabas de joder la vida - contestó el sin mirarla.
  • Sé que aún es pronto para que entiendas lo que te voy a decir, pero te lo diré de todas formas - Gemma se acercó más a él. - Nunca hubieras podido ser completamente feliz a su lado. Tú necesitas una compañera fiel que te quiera de corazón, alguien atenta y cariñosa, que no quiera a más hombres más que a tí! - ya estaba entre sus piernas y le daba besos en los labios mientras envenaba su mente con su lengua bífida.
Marc la apartó y le dijo que no era el momento para eso, lo hizo antes de que lo pudiera vencer. Faltó muy poco, por un pelo, peró logró zafarse. Cabizbajo se dirigió hacía el vestuario a cambiarse.
  • Dónde vas a ir? - preguntó Gemma entrando en el vestuario. Se había traido su ropa y se cambiaba junto a él.
  • No lo sé! A casa seguro que no, en casa de las Marias tampoco, en casa de Jordi… no quiero que me calienten la cabeza... Así que no lo sé!
  • Puedes quedarte con Laia y conmigo si quieres. - se ofreció Gemma. - Oye! Confía en mí! No voy a hacer nada que tu no quieras.
Marc pensó sarcasticamente que ya había hecho suficiente. Se había cargado una relación de años y separado al grupo de amigos. Pero, siendo sincero consigo mismo, sabía que el único culpable de todo aquello, era él.

Sí, de acuerdo. Gemma era una harpía, había preparado la trampa com malicia, lo había planeado todo para eliminar su competencia y ahora se quería ganar la confianza de la persona a la que había arruinado su vida. Pero aunque todo esto no hubiera pasado, Marc estaba jugando a un juego peligroso con las dos chicas y en algún momento, más tarde o más temprano, la habría cagado igualmente. Hubiera estado implicada o no, Gemma.
  • Solo unos días! Hasta que encuentre algo, vale? - dijo al final Marc que no sabía dónde caerse muerto, necesitaba refugio hasta que supiese que hacer con su vida.
  • Sí claro! Solo unos días encanto. - Gemma apagó la luz del vestuario sin poder dejar de sonreir.
Dicen que todos los miedos del ser humano provienen de uno primogenito, el miedo a la muerte. Pero no debemos entender esa palabra en su sentido más literal, sinó más bien como el fin de algo, la inexistencia, el final, el vacío.

Y es curioso que en algo tan triste, exista al mismo tiempo cierta belleza poética, aunque difícil de percibir a simple vista. La muerte es justa, es para todos igual. Es seguridad, quizás lo único seguro que hay en nuestras vidas. Es igualdad, pues no hace distinciones entre reyes y sirvientes. Y en ciertas ocasiones es renacimiento, el principio de algo nuevo.

El final tan solo es el principio de un nuevo camino a recorrer. Y aunque esa noche ninguno de nuestros amigos pudiese conciliar el sueño correctamente y para algunos de ellos, todo había acabado. Al día siguiente el sol volvería a salir por el horizonte y todo seguiría exactamente igual.

Entonces…Continuara?

Continuará…
 
This is the end! Beautiful friend. This is the end! My only friend the end. Jajaja

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 18 - Renacimiento


Lunes amaneció con el cielo encapotado. Las nuves negras se apoderaron del cielo y en poco tiempo hábian convertido el amanecer en ocaso. Marc andaba por la calle mientras el viento soplaba cada vez más fuerte y empezaba a chispear.
Era la hora del vermut y había quedado con su colega para hacerse unas pajas antes de comer.

Agradecía el fresco de esa tormenta de verano pero tuvo que apretar el paso pues el cielo se rompió con un estruendoso trueno y empezó a llover violentamente. Marc corria por debajo de los valcones para evitar mojarse demasiado, sin saber que iba directo al matadero.

  • Joder colega! La que está callendo. - Marc entró en el taller del padre de Jordi. Había quedado para hacerse unas pajas viendo algo de porno. Lo de cada día vaya.
Jordi cerró la puerta despúes que el entrara y se sentó en la silla del escritorio mientras Marc se quitaba la camiseta empapada y la dejaba tendida sobre una nevera rota.
  • Espero que no dure mucho tío! Hemos quedado a las cinco con los demás no? Tengo curiosidad por lo que habrá preparado Gemma. - Marc se secaba el pelo con una toalla de mano que había cogido del pequeño baño.
Su amigo seguía sentado en la silla con los brazos cruzados. Lo miraba sin decir nada, serio e inexpresivo.
  • Ayer lo arreglé con Noe colega! Tenías razón cuando me dijistes que me diera prisa en solucionarlo… Oye! Va todo bien? - Marc miró a su amigo, no le había ni dado ni los buenos días y seguía allí sentado sin denir ni ‘pio’
De repente la puerta del local se abrió de nuevo y Manolo entró bajo un paraguas negro. Marc se sorprendió al verlo, su colega no le había dicho nada por wasap sobre que su padre vendría también. Aunque le dió igual, cuantos más mejor no?
  • Buenos días Manolo! Aunque… mejor lo dejamos en solamente días, jeje. - le tendió la mano al padre de su amigo, pero este se la dejó ‘en visto’.
Que coño estaba pasando ahí? Se preguntaba Marc mientras los observaba sin entender nada; padre e hijo estaban quietos enfrente suyo con los brazos cruzados sin decir nada. Jordi sentado y Manolo de pié detrás de él. ‘Es posible que?… No, no puede ser. Pero y si?’ Entonces sintió el auténtico terror.
  • Te voy a dar la oportunidad que lo expliques antes de que nosotros preguntemos… - dijo Jordi, por fin, rompiendo el silencio. - Y lo hago por nuestra amistad! Por qué si fueras otra persona, ten por seguro que estarías ya de camino a urgencias.
  • Pero qué dices colega? Explicar qué? - Marc huyó hacía adelante. Estaba claro que lo sabían, pero era un instinto ancestral en los humanos desarrollado desde que somos pequeños. Cómo cuando tu padre te pillaba de enano con los dedos llenos de chocolate y tú negabas que te hubieras comido el último cacho de Toblerone.
  • Colegaaaa… no me hagas levantarme de la silla, porqué te juro que lo vas a lamentar! - Manolo puso una mano sobre el hombro de su hijo, atando en corto al perro de caza que salibaba deseando lanzarse al cuello de su presa.
  • Pero… de que va esto tío? Se puede saber que…
  • QUÉ LO DIGAS HIJO DE PUTA! - Jordi se levantó con los ojos hinchados en sangre y golpeando fuertemente la mesa.
Marc agachó la cabeza. Estaba claro que se sentía arrepentido por sus actos. Aprovecharse que la madre de un colega está drogada para follarsela a cuatro en el lavabo de una discoteca, no era precisamente ser un buen amigo. Incluso podemos decir que se consideraba delito.
  • Ya veo! - Jordi se sentó otra vez en la silla. No hacía falta que su colega dijese nada, su expresión corporal hablaba por él.
  • Oye chaval! - añadió solemnemente su padre - Tú eres conciente de que podría ir ahora mismo a los Mossos y denunciarte por lo que hiciste verdad?
  • Eh! Por ahí no paso. Ni de coña! - Marc levantó el dedo y se enfadó con ellos. - Qué yo no la forzé a nada…
  • Estaba DROGADA gilipoyas! Pero cómo tienes los santos cojones de follartela? Que es mi madre cabrón!
Marc podía llegar a comprender lo que su amigo estaba diciendo, está claro que las mamás son sagradas. Pero estaba haciendo una montaña de un grano de arena. Según su forma de pensar era un poco hipocrita; es decir, te jode que me folle a tu madre pero no que nos hagamos pajas a manos cruzadas con tu padre todas las mañanas? Venga colega! En serio estamos con esas?
  • Vale! Estaba drogada… reconozco que no es muy ético lo que hize. Lo siento! - Marc sacó del bolsillo su movil y empezó a buscar algo - Pero mirad esto!… Ella lo disfrutó más que yo… - le dió al play y giró su móvil.
Padre e hijo miraban el video que Marc les mostraba en su pantalla. Sus caras eran un poema, sus rabos el mástil de una bandera. - Siiii dame más polla… montame como una yegua… síiii empotrame, dame cachetazos… soy una puta?, aaah siii… dime que soy una puta… dilo más fuerte… si, si, si. Más fuerte… - los gritos de la madre de Jordi salían del altavoz poniendolos a todos muy cachondos y erectos.

Jordi tragó saliba y no pudo evitar empezar a acariciarse el enorme bulto entre sus piernas. ‘Hijo de puta! La ha grabado mientras se la follaba’ pensó al mismo tiempo que véia un plano frontal de su madre siendo empotrada por su amigo mientras sostenía su móvil delante del espejo.

Manolo, erecto también, cogió su movil y marcó un número. - Oye chaval! Tienes planes para comer? - le preguntó a Marc mientras él guardaba el suyo en el bolsillo y asentía con la cabeza. - Pues cancelalos!. Te vienes a comer a casa.
Jordi se giró sobre la silla y miró a su padre confundido. Pero que pretendia? No sería capaz… hay madre! Lo va a hacer. Su mano frotaba el tronco de su rabo cada vez más rápido.
  • Rosa cariño! Pon dos platos más en la mesa. Que tenemos invitados!
  • Ah sí? Quien viene a comer mi vida? - contestó su mujer mientras preparaba la comida.
  • Jordi y Marc! - contestó él y notó como se hacía el silencio al otro lado de la línea. - Me has oído?… Hola?
  • Sí sí cariño. Es que se había cortado. No hay problema. - Rosa sintió un cosquilleo en la entrepierna al escuchar el nombre de su semental favorito. - Aquí os espero! Y no os mojéis muchoooo…
Los tres se quedaron callados durante un momento cuando Manolo colgó el telefono. Su expresión era sería y reflexiva. Su mujer le había puesto los cuernos con el mejor amigo de su hijo. Pero quien era él para juzgarla? Si precisamente él había sido el primero en caer bajo las garras de la lujúria.
  • Te parece bien hijo? - consultó a Jordi. - Si no estás de acuerdo llamo ahora mismo y…
  • NO! hagamoslo papa! - Estaba claro que el cerebro inferior del chabal tenía todo el poder.
  • Y a tí chabal? - preguntó Manolo de nuevo mirando a Marc.
  • Eeeeh! Si si… no hay problema. - Marc asintió sin conocer aún el plan del padre de su colega. Aunque se hacía una ligera idea de lo que pasaba por su perversa cabeza.
Los dos colegas llamaron a casa para avisar a sus novias que no vendrían a comer. Ellas, acostumbradas ya a esa situación, que se repetía constantemente, les pareció lo más normal del mundo. Marta al colgar a su novio, llamó instantaneamente a Noe y quedaron junto a la hermana de ella para comer juntas en su casa.

Cuando los tres hombres entraron en el hogar de los padres de Jordi. Rosa los invitó a pasar amablemente y les ofreció unas cervezas mientras ellos miraban el noticiero de deportes en el televisor, relajados en el sofá. Eran un martrimonio chapado a la antigua, al menos de puertas para afuera. Los hombres en el salón viendo el ‘furbo’ y tocandose los huevos y la mujer en la cocina abesteciendo y cuidando de la família.
  • Ay Dios santo Rosa pero que haces? - la madre de Jordi de pié frente a las sartenes miraba las bragas, que acababa de quitarse, en su mano. Quería darle otro regalo al chabal que tanto la hizo disfrutar. - Esto está mal, es pecado! - se repetía para sí misma. Era en vano resisitirse, su alma estaba condenada al infierno.
  • Hola Rosa! Podemos hablar un momento? - dijo Marc entrando en la cocina. Manolo le acababa de dar un codazo e indicó con un movimiento de cabeza que fuera para allí.
El padre de su mejor amigo le estaba obligando a que se follase a su mujer. Inevitablemente la polla de Marc ya estaba preparada para funcionar.
  • Ah! Hola encanto! - contestó ella sin moverse de los fogones. - Qué te cuentas? - debajo de su sonrisa podía notarse un sudor frío y un escalofrío que recorrió todo su horondo cuerpo.

Marc contempló a esa mujer gorda y blanca. Llevaba un delantal puesto y un vestido azul de tirantes de una sola pieza de estar por casa. Su culo enorme de curvas vertiginosas sobresalía pidiendo ser empotrado.
  • Desde el otro día que no puedo dejar de pensar en esto! - Marc se puso detrás de ella y arrambó su polla erecta a su culo. Movía su pelvis de izquierda a derecha frotandose por esa inmensa esplanada de carne y celulitis. Sus manos abiertas apretaban sus nalgas e intetaban desesperadas levantarle el vestido.
  • Hay Dios! Mi marido… nos puede ver! - Rosa cerraba los ojos mientras la manoseaban. Sentía como la lengua del chabal se le acercaba peligrosamente por detrás y sin poder resistirse ofreció su boca.
  • Me da igual! - Marc dejó caer sus pantalones hasta los tobillos, se bajó los calzoncillos hasta las rodillas y sacó su rabo. Empezó a restregarlo por ecima de la fina tela del vestido de ella.
  • Hay sí, cómo la hechaba de menos! - gimió ella aún de espaldas y moviendo el culo como una perra con ese pollón metido en la enorme raja de su culo. - Ten! Tengo un regalito para tí! - le enseñó sus bragas y volvió a entregarselas. A ese paso se iba a quedar sin ropa interior.
Marc no pudo aguantar más. Cogió a la gorda mujer y la tumbó sobre la mesa de la cocina. Contempló aquel culo enorme delante de su rabo erecto y con la mano derecha levantó la falda dejando al descubierto aquella inmesa obra de arte. Le metió el rabo entero dentro de su coño húmedo y empezó a empujar con fuerza, con la otra mano le bajo la cabeza hasta tocar la superficie de la mesa. Dominandola y haciendola suya.
  • No pares por Dios! Metemela más a dentro! - Rosa se agarraba el culo y lo abria lo más que podía. Por muy grande que fuera la polla de Marc, debía abrirse paso entre kilimetros de carne. Las empotradas eran más y más fuertes. - Que bueno eres… oooh siii! - estaba muy caliente. Su moflete rechoncho aplastado contra la mesa, con esa mano encima que no la dejaba moverse. Sus huevos golpeando rabiosos contra su coño mojado. El sonido de cada empotrada, cuando carne chocaba contra carne. Era el paraíso.
Marc se giró y se dió cuenta que padre e hijo habían entrado en la cocina. Estaban con los rabos fuera y masturbandose como símios. Manolo, además, lo grababa todo con su movil. Él preocupado porqué Rosa los viera, cogió un trapo de cocina de encima de la mesa y le cubrió la cara, volviendo a poner su mano encima, mientras con la otra le agarraba los michelines para coger más impulso y empotrarla más fuerte.

Ellos dos se acercaron a Marc y se pusieron uno a cada lado. Mientras él seguía follándosela brutalmente, se masturbaban con unas ganas terribles de lefar ese monstruoso culo.

  • Oh sí…sí…sí! Me corro, me corro! - los gemidos de placer de la madre salían de debajo del trapo. Con un fuerte grito mientras agarraba con las dos manos el mantel de la mesa, se corrió como hacía tiempo que no se corría.
  • Madre míaaa Rosa! - gritó Marc empujando toda su polla dentro de ella y agarrando sus nalgas con rabía. De la punta de su capullo empezaron a salir chorrazos de espeso y caliente esperma que llenaban su coño sin cesar.
Padre e hijo al ver cómo Marc levantaba la cabeza hacía el techo de la cocina y gritaba que se corría. Empezaron a lefar el culo de su mujer y su madre, respectivamente. Cada uno en una de las inmensas nalgas. Antes de que ella se quitase el trapo de la cara, se subieron los pantalones y salieron rapidamente de la cocina.

Rosa se incorporó y frotaba su culo lleno de semen, restregándolo como si fuera bodymilk. No entendía cómo podía soltar tanta cantidad aquél chico, además juraria que se había corrido dentro suyo.
  • Vuelve al salón o empezarán a sospechar! - le dijo Rosa a Marc dándole un beso en la mejilla y bajando rápidamente la intensidad del fuego de la sartén. - Vanos! Date prisa.
Marc le sonrió, se subió los pantalones, guardó las segundas bragas que le regalaba en su bolsillo y salió de la cocina. Al llegar al comedor padre e hijo miraban el video muy animados. Le felicitaron y siguieron como si nada hubiera pasado. Luego comieron todos juntos, cómo una família normal y feliz. Aunque Manolo deseaba que su hijo y su amigo se fueran de casa, para tener una charla muy seria con su mujer.

Avancemos ahora un poco las manillas del reloj a cámara rápida y vayamos a las 17:00 p.m. de ese mismo día. El grupo de amigos al completo, es decir los ‘siete fundadores’, más los cuatro ‘nombrados igual’, más la ‘sangre de la reina cáida’. Esperaban a Gemma enfrente de la escuela pública Ildefons Cerdá.

Los apodos se los había iventado Guillermo y a todos les hizo gracia la idea. Le daba un toque más… cómo decirlo? Cómo si fueran una sociedad secreta, royo iluminati! o algo por el estilo.

Los ‘siete fundadores’ eran los amigos que iniciaron la sociedad, a saber Noe, Marc, Jordi, Marta, Laia, Gemma y él mismo. Los ‘nombrados igual’ eran los dos Francisco y las dos Marias. Aunque barajó otros nombres antes, esa no fué la primera opción. ‘Separados al nacer’, ‘los reflejados’, ‘los replicantes’ y varias más, pero al final se quedó con esa.

La ‘sangre de la reina caída’ era, cómo ya sospecharéis, Mónica, la hermana de Noe. La última en llegar al grupo.

También tenía apodo para Manolo, ‘Pater familiae’, aunque él no estuviera presente en ese momento; estaba ocupado en casa, teniendo una interesante charla con su mujer.
  • Buah colega! Qué recuerdos. - dijo Jordi observando la fachada del colegio que estaba cerrado por vacaciones.
  • Ya ves! Aunque yo recuerdo más ese banco de ahí! - Marc señaló un solitario y viejo banco público en medio de la plaza que había justo enfrente del instituto.
Los dos rieron recordando esa época más sencilla. Y empezaron a rememorar anécdotas, de cuando hacían ‘pellas’ y se pasaban las tardes en aquel banco, fumando canutos y pasando el rato sin hacer nada.
  • En serio vamos a entrar dentro? - preguntó Noe. Ella no había estudidado ahí, era hija adoptiva del barrio.
  • Sí hermana! - contestó Laia. - El padre de Gemma es amigo del vedel y nos dejará entrar sin problema.
Mientras los amigos charlaban tranquilamente frente la puerta del insituto. Guillermo era el único que no le hacía grácia volver a entrar en ese maldito lugar. No es que tuviera muy buenos recuerdos de su etapa académica.
  • Eh pardillos! - gritó Gemma asomando la cabeza por la gran puerta principal. - Ya podeís entrar. Vamos!
Todo el grupo entró dentro sin perder tiempo. Estaban ansiosos por saber que había preparado su amiga. Saludaron al vedel justo cuando pasaron por enfrente de la garita. Él se limitó a hacerles un gesto con el cuello mientras contaba los billetes que Gemma le había dado a cambio de dejarlos pasar.

Recorrieron un largo y ancho pasillo, tranquilo, silencioso y solo iluminado por la luz natural. Gemma se paró enfrente de los vestuarios y les indicó que entraran. Chicos por un lado y chicas por otro. - Creo que he acertado con las tallas, cualquier cosa me decís. Os espero aquí. Venga!

Cuando los chicos entraron se encontraron varias bolsas de plástico con ropa en su interior. Cada una llevaba su nombre escrito en rotulador y sin perder tiempo se cambiaron. Las risas no tardaron en llegar. Camisa, corbata y chaleco. Pantalones cortos y calcetines altos. Estaban ridículos con aquellos uniformes de colegio de pago.
  • Pues a mi me queda como un guante! - dijo Jordi mientras se reía de si mismo mirandose en el espejo.
En el vestuarío de al lado, las chicas no opinaban lo mismo. El atuendo era básicamente el mismo, pero en vez de pantalones cortos, llevaban faldilla. Bueno, si a eso se le podía llamar así. Estaba claro que Gemma quería que enseñasen cacho y ese diminuto trozo de tela era la mejor manera de hacerlo.
  • Vaya pinta de zorra que tienes tía! Jijiji. - Dijo Marta contemplando a Noe vestida de uniforme y haciendose dos coletas en el pelo. Esa diminuta faldilla apenas le cubria la parte superior del trasero. Llevarla o no llevarla puesta era casi lo mismo.
Cuando las chicas salieron del vestuario. Los chicos ya las esperaban fuera hablando con Gemma. Sus corazones se pararon y sus rabos se pusieron duros de inmediato. Ellas, juguetonas y entre risitas, se mostraban ante ellos mostrando sus encantos.
  • Escucha, por qué no vamos a casa tú y yo y nos ponemos al día? - le dijo Marc cuando su novia se acercó para darle un beso. Ella le sonreía con sus dos coletas y movía su cintura coquetamente.
  • Venga chicos! Vamos a clase! - Gemma empezó a andar y los demás la siguieron. Guille no podía quitarle los ojos de encima. Se había recogido el pelo y puesto una gafas que le daban un toque intelectual y sexy. Vestia una camisa blanca estrecha con más botones desabrochados de los estrictamente necesarios y la llevaba por dentro de la faldilla, la cúal era, almenos, dos tallas menos de la que usaba normalmente. La llevaba ceñida al cuerpo por encima de su cintura y le llegaba hasta mitad del muslo. En los pies unos tacones cerrados negros. Le costaba andar de lo apretada que iba, parecía que en cualquier momento, un pequeño movimiento podía romperle todo el traje.
  • Oye Gemma! Nos podremos quedar con los uniformes? - preguntó Marc, más interesado en quedarse el de su novia que el suyo.
  • Por supuesto! Jeje - dijo ella sujetando una carpeta y dandose la vuelta. Marc pensó que ella estaba espectacular. - Aquí es! - se paró delante de la puerta de 4A. Venga Alumnos, todos dentro que empieza la clase.
Los chicos se empujaron y se pelearon pars entrar. Mientras las chica detrás reían y cuchicheaban mirandolos. Parecía que hubiesen viajado 15 años atrás y volvieran a ser adolescentes de nuevo.

Cuando todos estuvieron dentro, Gemma cerró la puerta. Y mientras se sentaban en los pupitres ella abrió las puertas del armario con ruedas que tenía un televisor encendido en su interior.
  • Bien, me alegro de volver a veros! - dijo Gemma apoyando su culo en la mesa de la profesora y dirigendose a toda la clase. - Cómo han ido las vacaciones chicos?
Todos empezaron a hacer ruido, se quejaban de volver a la escuela, se tiraban bolas de papel. Incluso Jordi empezó a darle collejas a Guillermo, que sentado en el pupitre de delante le venían a la memoria recuerdos de Vietnam.

  • Vale vale! Cálmanos! Eh! Jordi, deja a tu compañero tranquilo… - la profesora calmó a las fieras. - Bueno, lo primero que vamos a hacer es ver los videos que me habéis mandando de cómo han sido vuestras vacaciones y quiero que luego de verlos me hagaís una pequeña exposición delante de vuestro compañeros.
Gemma movió el portatil de Guillermo, que estaba conectado al televisor y le dió al play. Pero algo no iba bien. - No se ve profeeee! - gritó entre risas Fran. - Uuuuuuh! - abuchearon las chicas.

Guillermo, alumno ejemplar con media de notable alto estaba siempre dispuesto a ayudar a su amada profesora. Se levantó y en pocos segundos arregló el problema.
  • Gracias Guillermo! - le dijo la profe dandole una palmadita en el culo. El chabal volvió con una sonrisa de oreja a oreja hasta su pupitre.
  • Pelota! - le dijo Jordi dándole otra colleja.
  • Bien! Empezemos con Masi. Tu video se llama ‘Una tarde en la iglesia’, mmmm, interesante. Vamos a verlo.
El video de Masi tragando litros de lefa en aquel confesionario puso a todo el grupo como una moto. Las chicas cruzaban sus piernas y se mordían los labios mientras jugeteaban con los mechones de su pelo. Los chicos notaban que sus rabos tocaban la parte superior del pupitre y se abrieron de piernas para rozarse agusto contra la superficie. Cuando terminó el video todos estaban empalmados y mojadas.
  • Muy buen trabajo Masi! - felicitó la profesora. - Así me gusta, garganta abierta, rodillas en el suelo y no dejaste de tragarte ni una gota de semen. Perfecto! Ahora ven aquí y explica a tus compañeros por qué decidiste comerle la polla a ese cura. Masi se levantó y se sintió observada. Mientras andaba hasta la mesa intentaba bajar su faldilla para que los chicos no le vieran el culo desnjdo, pero era imposible. Cisco se sacó la polla de los calzoncillos y siguió frotandola contra el pupitre. Su mesa se balanzeba y gruñia.
  • Me he comido la polla de cura por qué… - Masi hablaba mirando al techo con los brazos cruzados detrás de su espalda. Balancesose hacía delante y atrás moviendo sus pies de punta a tacón. - me gusta hacer caer en la tentación a los hombres.
  • Y qué más te gusta bonita? - preguntó Gemma, abriendose un poco más su camisa. Estaba sofocada.
  • Pueeeeees… me gusta comerme pollas grandes. Sí. Sobretodo cuando se corren dentro de mi boca y saboreo su lechita blanca y espesa.
  • Genial! Puedes sentarte. - Masi volvió a su pupitre dando saltitos entre los aplausos de sus compañeros. La mesa de Cisco estaba apunto de ser agujereada.
  • A ver clase! Silencio!… Ahora veremoooos… sí aquí está, un video de nuestra parejita feliz. Veamos cómo han ido sus vacaciones. Lo habéis titulado ‘Perversión de Padre’, jaja. Me gusta el nombre.
El video de Jordi y Marta empezó a reproducirse y se provocó un silencio sepulcral en la clase. Sobretodo en el momento en que Manolo le petaba el culo a su hijo. Lo del cura tenía un pase, no dejaba de ser un desconocido, pero tu propio padre? Era muy morboso y todos se pusieron aún más calientes. Jordi y Marta que se sentaban uno al lado del otro miraban el video mientras se masturbaban mutuamente.
  • Madre mía! Uffff! - Gemma se abanicaba el escote con su carpeta. - Esto ha sido… joder… muy salvaje! A ver chicos venid aquí.
Jordi y Marta se levantaron y se acercaron a ella. Guille no pudo resistir sacarse la polla y empezar a pajearse con ese culo perfecto en movimiento. Tenía unas ganas terribles de volver a estar a solas con Marta. Laia a su lado vió ese descomunal pollón y no pudo evitar empezar a manosearlo, mientras se metía un par de dedos dentro de su coño húmedo.
  • Descubrí que mi suegro y mi novio se masturbaban juntos con mis fotos así que me puse muy cerdita y me uní a ellos. - decía Marta infantilizando aún más su voz.
  • Veo que te gusta que te traten como un cubo de lefa no? - preguntó la profesora muy caliente mientras acariciaba sus pechos delante de la clase.
  • Sí me encanta. Me gusta que me pegen, que me escupan, que me obliguen a ser una putita traga pollas. - Laia observó el precum en la polla de Guillermo y disimuladamente agachó la cabeza para limpiarlo. Él no dejo que volviera a levantarla.
  • Y a tí Jordi… te gustó sentir ese enorme rabo en tu culo?
  • Uff! Si profe. Lo que me puso más maricón fué notar los huevos de mi padre golpeando los mios. Ah! Y también me encantó ver como mi novia se tragaba la lefa de los dos, me ecanta que sea tan obediente.
Los novios se dieron un beso y cogido de la mano, muy enamorados, volvieron a sus mesas. Llegó el turno de la tarea de Marc y Mónica se puso nerviosa.
  • Bien ahora veremos el trabajo de Marc. Has titulado tu trabajo ‘hermanas y zorras’ vaya! Muy explicito, me gusta.
  • Gracias profe! - sonrió Marc desde su pupitre.
Solo poner el video se notó que estaba mal grabado. No había suficiente espacio en ese probador tan pequeño, pero al fin y al cabo se podía ver perfectamente lo que sucedía. Noe empezó a frotar su clitoris cuando vió a su hermana comiendose la polla de su novio. Mónica por su lado hizo lo mismo cuando vió a su hermana siendo follada por atrás. Gemma observó a su clase desde la mesa, todos sus alumnos se estaban masturbando, solos o entre ellos. Incluso la cabeza de Laia asomaba y desaparecía detrás del pupitre de Guillermo.
  • Uuuf! Hace un poco de calor o soy yo! - la profesora seguía abanicandose. Todos los botones de su camisa estaban desabrochados, así que lo único que podía hacer era quitarsela. - Chicos! Los tres venid aquí! - ordenó quedandose en sostenes.
Marc, Noe y su hermana se acercaron a la mesa de la profesora. Cisco se corrió en silencio mirando esos dos culos y el gran chorreron de lefa le manchó todo el uniforme.
  • Me encanta ver a mi hermana follar. Algún día me gustaría llegar a ser tan zorra cómo ella. - decía Mónica.
  • Aún te queda muuuuucho trabajo! - dijo Gemma riendo. - Pero vas por buen camino, sigue así! Está claro que comparte tus genes verdad Noe?
  • Sí, estoy orgullosa de ella. Aunque debe mejorar con el sexo anal. En cuanto lleguemos a casa, practicaremos un poco más? Te parece bien cariño? - Marc asintió sudando a chorretones.
  • Y tú encanto? Quien crees que la chupa mejor? - pregunto Gemma pasando su dedo por su canalillo.
  • Ahora mismo no sabría decirte profe! - Marc intentaba ocultar su enorme bulto debajo los pantalones. Miare lo miraba lujuriosa, aunque seguía grabandolo todo, no podía dejar de masturbarse.
  • Está bien! Chicas, refrescadle la memoria, vamos! Qué no tenemos todo el día.
Las dos hermanas se pusieron de rodillas enfrente de él. Fran se corrió al ver a los culos de las chicas de rodillas. Guillermo por su lado, notaba que a él tambíen le quedaba poco. Las dos chicas le bajaron con prisa los pantalones y los calzoncillos y sin perder tiempo empezaron a chupar, primero Noe, luego su hermana y vuelta a empezar.
  • A ver! Dime quien te gusta más! - dijo Gemma que intentaba acariciarse el clitoris pero no llegaba, esa maldita falda tan apretada se lo inpedía.
  • Noe lo hace mejor, es como si tuviera más experiencia. - gimió Marc mirando como su novia se la chupaba.
  • Claro que la tiene cariño! - dijo Gemma. - lleva muchos años chupando rabos de muchos hombres distintos. O cómo crees que pasó de curso el año pasado? Preguntale al director a ver que te dice.
  • Pero, pero… ooooh Dios! Mónica lo hace muy suave y me gusta su carita y como me mira. - Marc estaba a punto de correrse.
Gemma, cachonda perdida, no pudo contenerse. Se desabrochó la falsa y con mucho esfuerzo se la quitó. Luego les dijo a sus alumnas que se apartasen porqué eran unas aficionadas. Se puso de rodillas enfrente de su alumno y le hizo la mejor mamada que jamás había hecho. Guillermo sujetaba el pelo de Laia mientras le llenaba la boca de lefa. Ber a Gemma en ropa interior comiendose aquel rabo fue la gota que colmó el baso.
  • Oh profeeee! No pare, no pare! - gemía Marc que miraba cerdo perdido como Gemma se la chupaba con aquellas gafas puestas.
  • Ahora! - dijo ella dandose golpes con la polla de él en la cara. - Mirad y aprended.
Noe y Mónica estaban de pie junto a Marc y observaban a la profesora cómo había que hacerlo. Él las apretaba contra su cuerpo sobandoles el culo, intentado aguantar.

Gemma agarro con sus dos manos sus tobillos, su culo enorme reposaba sobre sus tacones. Abrió la boca lo más que podía y con un gesto de barbilla le dijo al alumno que le follase la boca. Laia, Masi y Jordi se corrieron a la vez, mientras miraban como Marc se follaba la boca de la profesora como si fuera un coño. Los sonidos de ella mientras tragaba, los huevos golpeando en su barbilla, era demasiado.
  • Me corrooooo! - gritó Marc apretando las nalgas de su novia y su hermana. Al oir eso, Gemma aparto la boca de su polla y contempló cerda perdida como los espasmos de aquel rabo lleno de saliba y enorme soltaban semen por toda su cara, por sus gafas, por sus tetas, por sus muslos, por el suelo. Lo llenó todo.
  • Bien sigamos! - dijo ella levantandose y quitandose las gafas, mientras las dos hermanas se llevaban al chico aún sintiendo el orgasmo y con los pantalones bajados, hasta su silla.
Marta y Miare acabaron corriendose también. Todos lo habían hecho excepto las dos hermanas, que no tardaron mucho en ponerse manos a la obra y ayudandose mutuamente llegaron al orgasmo.

Luego le tocó el turno a Guille. Que tituló su trabajo como ‘El camino del héroe’ Los alumnos pensaron que no había sexo, tan solo pelea y honor. Pero la realidad es que se guardadon lo mejor para el final. Nuestro amigo friki esplicaría a la clase que cómo habían podido observar en el vídeo lo que más le gustaba era que le comieran el culo mientras se la mamaban. Gemma le dió otra palmadita en el pompis cuando acabó su exposición. Estaba en ropa interior y manchada de esperma, pero seguía siendo la profe.

Luego le tocó el turno de Laia. Y aquí empezó el punto de inflexión. Gemma, muy astuta por su parte, había dejado deliberadamente los tres trabajos que quedaban por exponer, para el final. Claro que disfrutaba del sexo, quien no? Pero había montado todo eso con propositos oscuros y malvados.

Después de ver el video, en el que realmente no pasaba absolutamente nada. Sexualmente hablando, claro está. El grupo de amigos se quedó quieto en sus respectivos pupitres en silencio. Hablaba en serio o todo era una broma? Los cuchicheos empezaron a surgir y Gemma observaba a sus amigos con una sonrisa de oreja a oreja
  • Bueno! - dijo Laia acercandose a la mesa sin que nadie se lo pidiera, mirando a la clase entera. - Preguntas?
  • Va en serio? - preguntó Noe mientras su hermana le decía algo a la oreja. - Vamos a montar un cine porno?
  • Exacto! - contestó Laia muy feliz. - Aunque será algó más que eso. Imaginatelo como un club privado de sexo.
  • Pero… para qué? - volvió a preguntar Noe.
  • Pues para lo que se montan los negocios, hermana! Make Money! - rió haciendo un gesto con los dedos.
Marc miró a los gemelos y les preguntó si era verdad. Los dos asintieron con la cabeza, mismo gesto, mismos rostros. Luego hizo lo mismo con las Marias que justamente se estaban dando un descanso con la grabación.
  • Si! Lo supimos el día que Laia vino al local a hablar con Fran y Cisco. - contestó Miare.
  • Y os pareció bien? - preguntó Noe. - Es que yo alucino, la verdad…
Entre Miare y Masi explicaron su postura. Si el ‘Copy&Paste’ seguía igual, cerraría en poco tiempo y ellas iban a perder sus empleos. Si el plan de Laia, Gemma rió al escuhar eso, funcionaba, podían ganar mucho dinero y trabajar de lo que más les gustaba, es decir, grabar y editar videos. A parte del sexo, por supuesto
  • Tú has escuchado algo de lo que ha dicho? - volvió a decir Noe cortando la explicación de Miare y señalando a Laia. - Quiere que nos dediquemos al porno nena! Lo entiendes o te hago un plano? Lo siento por vosotras, pero si os quedaís sin trabajo os buscaís otro, como hemos hecho todas. Yo paso de esta mierda.
  • Venga Noe! - dijo Jordi desde su pupitre - No es muy diferente de lo que hacemos ahora.
  • Cariño si que es diferente! - dijo Marta apoyando a su amiga. - Una cosa es grabarnos para disfrutar de esos videos entre nosotros. Y otra cosa, bien distinta, es montar proyecciones para que todo el mundo las vea.
  • Perdona Marta - corrigió Guille - la finalidad de los videos no es entretener sinó mantener la tregua que las reinas…
  • Eso da igual ahora! - cortó Noe - No lo haremos! Además me parece fatal que firmes un contrato sin consultarlo antes con los demás… verdad mi vida?
Marc se quedó callado. Un novio siempre debe apoyar a su par verdad? O eso es de ser un calzonazos? Ante la insistente mirada de su novia que esperaba una respuesta apostó por ser sincero y directo. Cómo la última vez que se decantó por esa opción las cosas no salieron muy bien.
  • A mí me parece buena idea! - Jordi le ofreció la mano para chocar los cinco, su novia se cruzó de brazos y resopló. - Y no lo digo por el dinero, sinó porqué lo encuentro muy morboso. Cine porno amateur, espextáculos de sexo en vivo, un montón de tios pajilleros mirando… no sé! Mola!
  • Además! - añadió Gemma en ropa interior. - El dinero lo podemos reinvertir en nuestras propias fantasías. Imaginate Guille que en tu partida se rol hubieramos tenido vestuario y maquillaje profesional - Guille sonrió - Jordi, imaginate que tu fantasía se hubiera hecho en una clinica real, podríamos haber contratado a más extras, incluso actrices porno de verdad - Jordi también sonrió - O Marta, que me dices de haber rodado tu película porno en un taller de real, super bien ambientado y con una escenografía perfecta - Marta sonrío por dentro, su amiga la estaba mirando. - Imaginaros todo lo que podríamos hacer con dinero, no habría límites a la imaginación. Ropa, localizaciones, un set de rodaje profesional… el límite es el cielo!
  • Esto es cosa tuya verdad? - dijo Noe mirando desafiante a su amiga. - Me lo imaginaba! Lo llevas claro si voy a ponerme a hacer porno para una panda de pajilleros.
  • Te molesta que se pajeen con tus videos pero no que te follen ocho negros mientras todo el mundo te mira? Curioso! - Gemma clavó la daga.
Las dos ‘amigas’ se enzarzaron en una discusión que parecía no tener fin. Al final Laia, que seguía de pie al lado del televisor, puso punto y final.
  • Valeee… valeeee yaaaa! CALLAOS las dos! - se impuso haciendo callar a las dos chicas a la vez. - El contrato es una tontería, no tiene validez. Por lo que no discutáis sobre eso. Lo mejor que podéis hacer todos es meditarlo tranquilamente y lo hablamos en unos días, os parece? - el grupo estuvo conforme, bueno casi todos - Se hará lo que diga la mayoría y fin de la discusión.
  • Y si sale que sí y yo no quiero hacerlo? - contestó Noe.
  • Pues te vas! - dijo Miare entre dientes. Por suerte no lo escuchó.
Laia se sentó en su silla, esta vez los apalusos fueron más tímidos y sin ritmo. Las opiniones estaban divididas, casi todos los chicos, aunque por distintos motivos, estaban muy a favor. Pero las chicas, en concreto Marta, Noe y su hermana, no querían vender su cuerpo a cambio de dinero. Ellas estaban ahí por placer.

Gemma se tomó su tiempo para enseñar los dos últimos videos, en los que había invertido, perdón corrijo, en los que había obligado a Guille a invertir más tiempo. Llamó a Noe y Miare al mismo tiempo y las dos acudieron a su mesa lanzandose miradas asesinas. Marc contemplaba enbobado lo sexys que estaban las dos vestidas de colegialas. Ojalá algún día se llegaran a llevarse bien!
  • Bueno! Vamos a ver ahora los dos videos a la vez porqué disponemos de poco tiempo - Dijo Gemma mirando el reloj imaginario de su muñeca. - Os he puesto juntas por una razón y es que las dos habéis incluido la palabra ‘amor’ en el título de vuestros trabajos. Por qué?
Rubia y Morena se miraron, había tensión. Tenían aquella sensación como cuando tienes algo en la punta de la lengua, que no te acaba de salir del todo y no puedes expresar. Es cómo si supieran de antemano lo que iba a pasar, sin saberlo. Cómo una premonición. Las dos cerraron los puños y miraron el televisor.

Antes de Gemma le diera al botón de play, Marc ya sabía lo que aparecería en pantalla y un escalofrío le corrió por la espalda. Se acercó a Jori y le dijo que estuviera alerta. ‘Colega! Se va a liar!’ Le susurró. ‘Se va a liar y muy gorda’

Gemma pulsó el botón cómo quien activa una cabeza nuclear. En el vidéo aparecíeron dos pantallas. A la derecha Miare haciendo el amor con Marc y a la izquiera Noe haciendo lo mismo con el mismo hombre.

Aunque ellas dos no se sintieran muy comodas viendo aquello, aguantaron el tipo, almenos hasta que Gemma agarró el mando y subió el volumen. A Miare se le rompió el corazón al escuchar cómo Marc le declaraba amor eterno a su novia. La forma en que la besaba, cómo la acariciaba. Sus esperanzas cayeron fulminadas como cae un pajaro bajo el disparo certero de un cazador. Su tocaya la miraba apenada, había dejado de grabar y sentía unas ganas irrefemables de achucarla.
  • Espera! - gritó Masi cuando Miare se hechó a llorar y salió corriendo del aula. - Espera Miare! - salió corriendo detrás de ella, no sin antes soltarle una mirada de odio a Marc.
La reacción de Noe fué bastante distinta, ella no lloraba, no se doblegaba. Tenía los ovarios más grandes que los huevos de muchos hombres. Estaba saturada de tanta rabia, que no sabía a quien atacar. Girarse y estrangular a Gemma por montar todo ese tinglado, salir por la puerta y dispararle en las rodillas a la rubia por intentar robarle al novio o meterle múltiplas puñaladas en las partes pudientes de su novio. Las opciones eran tantas.
  • Por el amor de Dios! Apago eso ya! - gritó Marc acercandose al televisor. - Oye mi amor! Lo siento. Olvida eso, ya es agua pasada, recuerda lo de ayer… - Marc intentaba calmar la olla presión que era su novia en esos momentos. Pero ella no escuchaba nada más que su novio decirle a la zorra esa ‘te quiero’, ‘eres la única’, ‘para siempre’.
Jordi preparado para intervenir, organzió al grupo para crear un cordón de seguridad alrrededor de ellos dos. Todos se temían lo peor, esperaban el terremoto, el vendaval, el tsunami. El fin del mundo. Pero no. Nada de eso pasó.
  • No quiero volver a verte jamás! - dijo Noe mirando a los ojos de su exnovio. Y se largó de la clase. Su hermana salió detrás de ella y Marta se llevó a Jordi con ella. Este, mientras salia por la puerta le hizo un gesto con la mano a su colega cómo si estuviera sujetando un telefono en su oreja. ‘Te-Lla-Mo” vocalizó.
  • Vamos chicos! Será mejor que nos vayamos. - Laia salió de la clase acompañada de Guillermo y los dos gemelos, estaba claro que estaban en cursos distintos.
Marc se dejó caer sobre el pupitre. No tenía ni las ganas ni las fuerzas de repocharle nada a Gemma. Estaba hundido. La profesora cerró el portatil satisfecha, orgullosa de que su plan hubiera salido tan bien. Luego, aún en ropa interior se acercó a Marc y le acarició el pelo.
  • Entiendo que estés confuso ahora mismo. Incluso que estés enfadado conmigo. Pero con el tiempo me darás las gracias por lo que acabo de hacer. Ya lo verás.
  • En serio Gemma? Tú te estás escuchando? Me acabas de joder la vida - contestó el sin mirarla.
  • Sé que aún es pronto para que entiendas lo que te voy a decir, pero te lo diré de todas formas - Gemma se acercó más a él. - Nunca hubieras podido ser completamente feliz a su lado. Tú necesitas una compañera fiel que te quiera de corazón, alguien atenta y cariñosa, que no quiera a más hombres más que a tí! - ya estaba entre sus piernas y le daba besos en los labios mientras envenaba su mente con su lengua bífida.
Marc la apartó y le dijo que no era el momento para eso, lo hizo antes de que lo pudiera vencer. Faltó muy poco, por un pelo, peró logró zafarse. Cabizbajo se dirigió hacía el vestuario a cambiarse.
  • Dónde vas a ir? - preguntó Gemma entrando en el vestuario. Se había traido su ropa y se cambiaba junto a él.
  • No lo sé! A casa seguro que no, en casa de las Marias tampoco, en casa de Jordi… no quiero que me calienten la cabeza... Así que no lo sé!
  • Puedes quedarte con Laia y conmigo si quieres. - se ofreció Gemma. - Oye! Confía en mí! No voy a hacer nada que tu no quieras.
Marc pensó sarcasticamente que ya había hecho suficiente. Se había cargado una relación de años y separado al grupo de amigos. Pero, siendo sincero consigo mismo, sabía que el único culpable de todo aquello, era él.

Sí, de acuerdo. Gemma era una harpía, había preparado la trampa com malicia, lo había planeado todo para eliminar su competencia y ahora se quería ganar la confianza de la persona a la que había arruinado su vida. Pero aunque todo esto no hubiera pasado, Marc estaba jugando a un juego peligroso con las dos chicas y en algún momento, más tarde o más temprano, la habría cagado igualmente. Hubiera estado implicada o no, Gemma.
  • Solo unos días! Hasta que encuentre algo, vale? - dijo al final Marc que no sabía dónde caerse muerto, necesitaba refugio hasta que supiese que hacer con su vida.
  • Sí claro! Solo unos días encanto. - Gemma apagó la luz del vestuario sin poder dejar de sonreir.
Dicen que todos los miedos del ser humano provienen de uno primogenito, el miedo a la muerte. Pero no debemos entender esa palabra en su sentido más literal, sinó más bien como el fin de algo, la inexistencia, el final, el vacío.

Y es curioso que en algo tan triste, exista al mismo tiempo cierta belleza poética, aunque difícil de percibir a simple vista. La muerte es justa, es para todos igual. Es seguridad, quizás lo único seguro que hay en nuestras vidas. Es igualdad, pues no hace distinciones entre reyes y sirvientes. Y en ciertas ocasiones es renacimiento, el principio de algo nuevo.

El final tan solo es el principio de un nuevo camino a recorrer. Y aunque esa noche ninguno de nuestros amigos pudiese conciliar el sueño correctamente y para algunos de ellos, todo había acabado. Al día siguiente el sol volvería a salir por el horizonte y todo seguiría exactamente igual.

Entonces…Continuara?

Continuará…
Espero que sí, que continúe...
 
Bueno gente! Seguimos con la historia. No sé si podré mantener el mismo ritmo con las entregas cómo hasta ahora. Voy con sueño por todos lados jajaja Pero seguiremos escribiendo, eso seguro. Tener en cuenta que voy improvisando a medida que escribo, no hay guión ni idea de que sucederá. Ah! y también que habrán capitulos que serán más narrativos y otros que serán más morbosos. Aunque siempre intentaré que los dos estén presentes. Bueno, no me enrollo más… os dejo con un nuevo capítulo de:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 19 - ‘La gran escisión’

  • No van a venir, por mucho que esperemos, amor.
  • Venga Marta! Vamos a esperar un rato más, a ver si entra alguien.
Jordi y Marta estaban enfrente del ordenador esperando a que alguien se uniera al grupo de chat. Había que hacer el segundo sorteo para saber en que orden irian las nuevas fantasias. Pero ahí no entraba nadie, aún era demasiado pronto quizás? Nuestro colega no perdía la esperanza.
  • Cariño! - dijo Marta que se sentaba en el regazo de su novio. - Me acaba de mandar un wasap Noe, te lo leo: ‘Churri, lo siento pero no estoy con ánimos. Creo que estaré alejada un tiempo de todo esto, dile a Jordi que lo siento. Hablamos pronto, te quiero”
  • Que mierda! Marc me mandó uno antes, diciendo más o menos lo mismo… pero que pasa con los demás?
Su novia se encogió de hombros y le dió un beso en la mejilla. No quería romper las esperanzas de su amorcito, así que no le dijo nada. Pero ella sabía perfectamente lo que había pasado con el resto del grupo. Estaba dividido. Habían tomado bando. Gemma lo había destruido.

Guillermo nos explicará mejor cómo quedaron los bandos después de ‘la gran escisión’ del grupo de amigos. Verdad colega?
  • Claro que sí narrador, con mucho gusto. - me dijo Guille. - Aunque primero te pediría que te refieras a nosotros cómo la orden de los ‘Custodes Libidinum’. - No hay problema amigo. Entonces podrías hablarnos cómo quedaron los bandos de los ‘Custodes Libi…’, como era?
  • Libidinum, los Custodes Libidinum. - me corrigió él. - Y sí! Le contaré encantado cómo quedaron los bandos. Despúes de los graves y dolorosos hechos ocurridos durante la ‘gran escisión’, los Custodes se fragmentaron en varios grupos, enemistados de por vida entre ellos. Por un lado los ‘Nombrados Igual’ que no dudaron en…
Perdona que te interrumpa Guille. Pero quizás a nuestros lectores les resulte más sencillo seguir la trama, si nos recuerdas quien pertenecía a cada bando.
  • Por supuesto… disculpe narrador. - Guille se disculpó amablemente conmigo. Aunque jóven e inexperto era una persona educada y respetuosa. - Le agradezco sus palabras. - dijo Guille, aunque no se merecen buen hombre. - Bien cómo decía los ‘Nombrados Igual’, bando compuesto por las dos Marias y los gemelos, no dudaron en apoyar a Miare, también conocida cómo ‘Sol de medianoche’.
Recordemos que esta facción eran considerados grandes Historiadores y Cronistas. Su gran pasión era documentar y almacenar para la posteridad los actos acontecidos.
  • Correcto. Su función principal era aquella. Además eran grandes mercaderes, poseedores de ‘lucrativos’ negocios que podrían haber desempeñado, en un futuro, un papel muy importante en el ‘Custodes Libidinum’. - añadió Guille a mi explicación. - Por otro lado, los ‘Siete fundadores’ se rompieron en dos partes, igual de bélicas y poderosas. Por un lado los partidarios de la ‘Reina caída’, es decir Noe, que consiguió el apoyo incondicional de Marta ‘Dulce Dolor’, Jordi ‘el Bilingue’ y Mónica ‘Sangre de la Reina cáida’. Por otro lado, el resto de los ‘Siete’ apoyó a ‘La Insurgente’, es decir Gemma. Su ejército estaba compuesto por Laia ‘La Amazona’, Marc ‘Entre dos aguas’ y un servidor.
‘Thrain, el rey bajo la montaña’, has de reconocer que tienes el mejor alias de todos, bribón!
  • Jajajaja, supongo que sí. El que reparte se queda la mejor parte, verdad? - rió Guille, mostrandome una gran y mellada sonrisa.
Eso dícen sí. Y que hay de Manolo y su mujer?
  • Bueno, ‘Pater familiae’ y su mujer, que aún no tiene alias puesto no la conozco demasiado bien, se mantenieron neutrales durante el conflicto.
Cómo Suiza? Pues podrías llamarlos “Los Suecos”.
  • Lo de poner nombres, mejor me lo dejas a mí. - me contestó sarcasticamente Guillermo.
Trato hecho. Ahora, si te parece, volveremos a levantar la cuarta pared e iremos a ver lo que ocurría en tu casa esa mañana de Martes. - Perfecto Narrador. Que pase buen día! - y tu también jóven amigo, y tu tambíen.

La casa de Laia y Gemma estaba más abarrotada que un centro comercial el primer día de rebajas. El piso dónde vivían era bastante pequeño, incluso para ellas dos. Imaginad cómo estaba ahora que convivían cuatro personas bajo el mismo techo.
  • Te queda mucho? - preguntó Guille con su vegija a punto de estallar, golpeando la puerta del baño mientras Marc se duchaba.
Para él la convivencia había empeorado con la llegada de su amigo al piso. Primero de todo, ya no se compartían las duchas. La logística de la casa no permitía que se pudieran duchar cuatro a la vez. Segundo, le habían asignado una cama fija. Lo de rotar se había acabado y aunque dormir cada noche con Laia tampoco es que fuera un tormento, sentía que le habían reducido la ración. Supongo que si solo comes melones todas las noches, al final acabas hechando de menos las manzanas.
  • Buenos días Guille! Qué te pasa? - dijo Gemma en ropa interior mientras le daba un beso en la mejilla y bostezaba.
  • Que me estoy meando y Marc no sale nunca! - contestó Guille pensando que almenos la tradición de ir en bragas por casa seguía vigente.
Gemma se despertó de golpe al saber que su nuevo compañero de piso estaba dentro del baño, desnudo y bajo un chorro de agua caliente. Abrió la puerta y la volvió a cerrar en los morros de nuestro amigo. “Ahora sí que no va a salir jamás” pensó para sus adentros. Guille meditó dónde podía mear. Corrió rapidamente hacía la cocina en busca del fregadero, pero Laia se estaba tomando un café. Luego volvió al salón ya desesperado y encontró, por fin, la solución. Abrió la puerta del balcón y sacandose el rabo lo más rápido que pudo, acabó meando en una maceta.
  • Feliz día! - saludó Guille a la vecina del frente que regaba las plantas en ese momento. Las acabó ahogando sin poder dejar de contemplar el tamaño del pene de aquel chico.
Dentro del cuarto de baño, Gemma se quitó la poca ropa que llevaba puesta mientras Marc se duchaba. Estaba muy caliente por tenerlo bajo su techo, aunque de momento no había conseguido hacer nada con él. Y eso que se lo puso muy díficil cuando durmieron juntos la noche anterior.
  • Buenos díaaaas! - le susurró acercandose a él por detrás, pegando sus pechos a su espalda y dándole besos en el cuello. - Cómo has dormido encanto?
Cualquier hombre en la tierra se habría avalanzado sobre aquella mujer preciosa, sexy y lujuriosa. Pero ‘Entre dos Aguas’ no. Él no podía dejar de pensar en su novia.
  • Gemmaaa, por favor, para… - contestó Marc en un tono cansado. - Ya lo hablamos ayer… Ahora, no me apetece.
  • Ah no? Pues esta de aquí abajo, creo que no opina lo mismo, jejeje - Gemma empezó a masturbar el pene erecto de él mientras se frotaba contra su espalda.
  • Para por favor! - Marc se giró mosqueado. Su prepucio apretado contra el ombligo de ella. - Te he dicho que no quiero que follemos! Tanto te cuesta entenderlo?
  • Jolines! Qué aburrido eres de verdad... - Gemma salió de la ducha y volvió a vestirse. - No sé por qué te resistes… los dos sabemos que acabará pasando. Más pronto o más tarde… pero pasará! - le lanzó un beso con la mano a Marc y salió del baño.
Sí amigos. Lo que estaís pensando sucedió. Marc se hizo un pajote de campeonato. Aunque en la forma en que acabó era muy significativa de lo que sentía en su corazón. Arrimó su polla erecta contra la pared mojada de la ducha y la frotó hasta llegar al orgasmo. No podía quitarse de la cabeza a Noe.

El culpable se masturbaba mientras que la despechada afrontaba los problemas, digamos que, de la única manera que sabía. Y no, no estamos hablando de Gemma la ‘Insurgente’. Hablamos de la ‘Reina Caída’. Vayamos ahora a casa de Noe para ver que ocurría aquella mañana de Martes.
  • No sé chocho! Creo que te estás precipitando. - sugirió Mónica a su hermana. - Hacer las cosas por despecho no trae nada bueno.
  • El hombre que amaba está ahora mismo en casa de mi peor enemiga, haciendo quien sabe qué y tú pretendes que me quede aquí sentada sin hacer nada?. Pues no! - Noe estaba muy dolida y se escribía con Freddy por el móvil en ese preciso momento.
  • No digo eso! Solo digo qué después te sentirás cómo una idiota. Será divertido, te lo pasarás bien…
  • Pues eso! Qué problema hay?
  • Pues qué cuando se acabe volverás a pensar en él, en el que amabas de verdad y te abandonó. - dijo Mónica intentando que su hermana reflexionase.
  • A mí nadie me ha abandonado. Vale? No soy una perra que puedas dejar en una gasolinera en mitad de la nada. - Noe dejó el telefono en la mesa cuando le confirmaron la cita de esa noche. - Ahora quiero divertirme! Estoy soltera hermana! Y lo voy a disfrutar a saco… - rió Noe. - Perdón! Lo vamos a disrutar! Jajaja
Se metió en la ducha mientras Mónica sentada en el sofá y terminando su taza de café, negaba con la cabeza. Al mismo tiempo que Marc se masturbaba en la ducha frotando su polla contra la pared mojada, Noe se metía los dedos, frotando su culo contra la de su casa. Quizás si ambos hubieran podido conectar telepáticamente en ese momento, los ‘Siete’ hubieran logrado firmar la paz.

Me gustaría contaros lo que ocurría en casa de las Marías, pero la situación era tan triste y deprimente que, sinceramente, me da pereza. Si buscáis leer un buen drama os recomiendo ‘Anna Karénina’ de Lev Tolstói, porqué aquí no lo vais a encontrar. Aquí no hemos venido a llorar, precisamente. Tan solo diremos que Miare estaba realmente destrozada y que Masi consolaba a su ‘enamoradiza’ amiga de la mejor manera que sabía.

Lo que sí era realmente interesante ocurría en casa de Jordi y Marta. No nos referimos al polvo matutino, que se había convertido ya, en una agradable y reconfortante tradición para su vida de pareja; de lo que hablamos es de los planes que tenían para el medio día.

Habían quedado con ‘Pater familiae’ y su gorda mujer para comer juntos. Jordi, el cúal la repentina dosis de sexo con su novia lo había vuelto más sincero, le había explicado a Marta lo que había sucedido el día anterior. Para los lectores que dispongan de memoria limitada en su disco duro, nos referimos a la lefada que su padre y él habían hecho sobre el inmeso culo de Rosa, mientras su colega se la follaba.
  • Y dices que tu padre lo grabó todo? Que raro! - dijo Marta a su novio mientras caminaban hacía la casa de los padres de él, cogidos de la mano y felizmente enamorados.
  • Por qué cariño?
  • No te parece raro a tí? Para qué querría grabarlo?
  • Ni idea! - Jordi mintió. Sí que tenía una idea de porqué su padre quería un video de su mujer llena de lefa, era material muy bueno para sus futuras pajas grupales.
Marta estaba realmente nerviosa, pero tambíen extremadamente morbosa. Por su mente pasaban excitantes ideas de lo que su suegro le haría a espaldas de su mujer durante la comida. Quizás un polvo rápido en la cocina? Le metería mano por debajo la mesa? Y si ella tiraba un tenedor disimuladamente al suelo y se la mamaba mientras los demás seguían comiendo?. Su coño empezó a mojarse de repente.

Del mismo modo que él se había vuelto más sincero. El sexo diario la había vuelto más pervertida a ella. Es cómo si con cada polvo se estuvieran pasando sus mayores virtudes el uno al otro a través de sus genitales. Cuando llegó y entró en casa de sus suegros notó cómo Manolo la sobaba más de la cuenta al saludarla. Era descarado e indecente, pero a su mujer no pareció importarle demasiado.

Jordi por su lado recibió la misma sobada por parte de su madre y correcto, no era el típico abrazo maternal, era livinidoso y húmedo. Aunque él aún no lo sabía, su padre le había mostrado el video a su madre y era evidente que eso la había condenado de por vida al reino de Belcebú.
  • Que buenas están las lentejas mama! - decía Jordi ya sentados en la mesa y comiendo todos juntos. Lentejas en verano? Por qué no?
  • Si Rosa! Están para chuparse los dedos. - Marta se sentía muy feliz. Al intentar agarrar la copa de vino la bolcó sin querer, manchando todo el mantel. - Ups! Perdón jijiji
Los cuatro siguieron comiendo y las botellas de vino fueron cayendo, una tras otra. Los novios cada vez más embriagados y contentos charlaban alegremente con los padres de él.
  • Estás bien amor? - dijo Jordi preocupado al ver a su novia tan mareada.
  • Me parece que se ha pasado con el vino, jajaja - Manolo rió mientras se servía otra copa.
  • Hijo! Déjame a mí - Rosa se levantó, al hacerlo la silla suspiró aliviada. - Vamos a llevar a esta señorita a la cama a que duerma un rato la mona.
La madre de Jordi agarró a su nuera y la metió dentro del dormitorio para que descansase un rato. Jordi se levantó, preocupado por ella, quería ir a la habitación para asegurarse de que se econctraba bien. Pero no pudo, al levantarse empezó a sentirse muy mareado y casi cayó al suelo desplomado.
  • Pero qué? Qué me pasa? - dijo asustado al notarse incapaz de controlar su cuerpo. No era el alcohol, allí pasaba algo raro.
  • Ven aquí campeón! - Manolo sujetó a su hijo y lo ayudó a tumbarse en el sofá.
  • Papa! Qué habéis hecho? Qué le habéis puesto a las lentejas? - Jordi notaba cómo sus ojos se cerraban en contra de su voluntad.
  • Ojo por ojo hijo! Ojo por ojo!
Lo último que vió antes de desmayarse fue a su padre entrar en su dormitorio mientras se desabrochaba el cinturón y se quitaba la camisa.

Dentro del dormitorio Rosa estaba acabando de preparar a su nuera. Primero la desnudó por completo y luego ató sus muñecas a unas cuerdas agarradas del techo. Durante este proceso Marta estubo inconciente.

Luego, se quitó el vestido y la ropa interior, quedandose desnuda. Del armario, sacó un strap-on con una polla negra de goma de un tamaño descomunal, incluso más grande que el que guardaba Noe en su mesita de noche. Se lo ató a la cintura y lo apretó fuerte para que no se soltase. Su culo obeso y grande quedó atrapado entre cintas de cuero.
  • Y el niño? - preguntó Rosa a su marido cuando entró en la habitación.
  • Fuera de combate, podemos empezar. - Manolo se masturbaba para poner su polla erecta del todo.
La madre de Jordi sacó un frasco con un líquido transparente. Al abrirlo un fuerte olor invadió toda la estancia. Mojó un trapo y luego se lo pasó por las fosas nasales de su nuera.
  • Pero… que ha pasado? - Marta recuperaba poco a poco la consciencia. - Qué es esto? Pero Rosa que llevas puesto? - exclamó confundida al ver a su suegra desnuda con esa polla enorme apuntando hacía ella. - Manolo! Qué estáis haciendo?… Jordi! Jordiiiiii!
Pero no obtuvo respuesta, nadie la iba a salvar. Su suegro se apresuró a ponerle un collar a la chica. Una bola de goma de color rosa en la boca que le impedía chillar y luego la ató a su nuca.
  • Así que te gusta ir drogando a las mujeres, verdad? - decía Rosa con malicía mientras ponía lubricante sobre su pene de goma gigantesco. Marta negaba con la cabeza asustada al mismo tiempo que observaba a Manolo ponerse a su espalda, lubricando su rabo erecto con su propia saliba.
  • Cuando quieras cariño! - la chica escuchó la voz de su suegro cerca de su oreja, era lasciva y siseante.
Rosa agarró por detrás de las rodillas las dos piernas de la chica y la levantó. Dejandola cómo si estuviera sentada en el aire. Y sin pensarselo le metió entera aquella gigante polla de goma por su coño. Ella gritó de dolor, mordiendo la bola rosa que tenía metida en su boca.
  • Parece… que no hacía falta lubricante. La perrita está mojadíssima cariño! - rió la madre de Jordi al mismo tiempo que empezaba a follarsela.
  • A ver si su culo está igual jejeje - Manolo agarró su polla y se la metió a la fuerza por el ojete. Marta levantó la cabeza hacía al techo, sus suegros le estaban haciendo una doble penetración y a ella le encantaba.
Por supuesto, lo grabaron todo. De principio a fin. La doble penetración con ella atada y luego cuando la desataron y se la siguieron follando sobre la cama. Le acabaron quitando la bola de la boca, pues no era necesaria. Además querían un tercer agujero que poder follar. Los tres lo necesitaban.

Cuando Jordi se despertó al cabo de un par de horas no recordaba nada, levantó la cabeza y se econtró a sus padres y a su novia tomando unos cafés sobre la mesa del comedor, charlando tranquilamente cómo cualquier cena familiar.
  • Cariño! Por fin te despiertas - sonrió Marta.
  • Qué… qué ha pasado? - dijo con la cabeza aún aturdida.
  • Esto ha pasado! Jajaja - Manolo señaló la mesa con varias botellas de vino vacías.
  • Tenemos que repetirlo jijiji! - exclamó Marta proponiendo un brindis.
La tarde pasó y llegó la noche. Mientras Noe esperaba junto a su hermana a que su invitado llegase para tomarse unas copas con ellas dos. Marc había cogido el coche para despejarse. Quería ir al mirador de la montaña para reflexionar y estar un rato a solas con sus pensamientos. Aunque no fué posible.

Gemma, Laia y por consiguiente Guillermo, se apuntaron para ir con él. Aunque no le convenció la idea e insistió varias veces en que quería estar solo, ellos aportaron argumentos de peso para acompañarlo, es decir cerveza fresca y unos gramos de hierba.
  • Es preciosa verdad? - decía Gemma sentada en el asiento del copiloto mirando la ciudad rodeada por el mar.
  • Cómo algo tan bonito puede provocarte tanta angustía al mismo tiempo? - Marc le dió una calada al porro que Gemma le acababa de pasar. No sabemos muy bien si se referia al paisaje.
En el asiento de atrás del coche, Laia no perdía el tiempo y se enrrolaba con Guillermo mientras le sobaba el paquete. Con ese ritmo tan acelerado, era posible que en pocos segundos estuvieran follando.
  • Parecen dos adolescentes! - sonrió Gemma mirando hacía atrás. La brisa de la noche en el mirador, se colaba por las ventanillas bajadas del coche estacionado y acariciaba su pelo contra sus labios. Marc la econtró especialmente hermosa.
Ella se dió cuenta de cómo él la contemplaba. Lenta y sensualmente apartó su pelo de la cara sin dejar de sonreir. Se estuvieron mirando durante un largo rato directamente a los ojos, quizás solo fueran segundos, pero les pareció una eternidad. Y entonces pasó lo que ella tanto ansiaba, los labios de Marc se estaban acercando a los suyos.
  • Estás seguro? - susurró ella mientras abria su boca para recibir la suya.
  • Ahora mismo - sus labios se juntaron - no estoy seguro de nada - se volvieron a juntar - pero no me importa.
Después de un largo y húmedo beso, Gemma pasó por encima del freno de mano y se sentó sobre el conductor. Tan solo escasos milímetros de ropa separaban su coño de la polla de Marc. La podía sentir dura y grande y se rozaba contra ella cada vez más excitada.

PIIIIIIIIIIP! Su gran culo presionó el claxón, provocando una estruendosa risa dentro del coche mientras ella se disculpaba.
  • Me encanta verte así! - le dijo a Marc que reía por lo del pitido. Sus bocas estaban tan cerca.
  • Gracias Gemma! - dijo él con sinceridad. - Necesitaba esto de verdad! - y empezó a desabrocharse el pantalón.
El coche puso a prueba su supensión en aquel mirador. Si algún operario de la ITV hubiera estado por ahí cerca, tened por seguro que le habrían dado por buena la inspección. Marc y Gemma follaban en el asiento del conductor, mientras Laia y Guillermo lo hacían en los asientos de atrás.

Podéis pensar que Marc cayó rápido ante ‘la insurgente’, ya que tan solo había pasado un día desde que su novia rompiera con él. Entiendo que penséis que tan enamorado no estaba, si ya se lo estaba montando con otra. Incluso lo podéis llamar estúpido si queréis, en realidad lo era, es decir: Te vas a vivir con la mujer que ha roto tu relación, sabes perfectamente lo que ella quiere de tí, te lo ha dicho abiertamente y sabiendo todo eso, caes al tercer o cuarto intento de ella? Bueno, no lo vamos a escusar, porqué defender sus actos es imposible. Pero a todos los que juzgaís, me gustaría veros a vosotros en esa situación.

Al mismo tiempo que Marc sucumbía a los encantos de Gemma, ‘La reina viuda’ abría la puerta de su casa.
  • Cuanto tiempo ‘Chocolate blaco’! Cómo va todo? - Freddy mostraba un par de botellas de champán en la entrada de su piso. - Que ganas tenía de volver a verte! - la cara del jóven negro se acercó a la de ella con ganas de empezar cuanto antes.
Entonces, sin que nadie lo esperase, un pensamiento extraño apareció por primera vez en la cabeza de Noe. Jamás y cuando decimos jamás, es jamás. Había rechazado la oferta de echar un buen polvo, pero ahora era distinto. Reflexionó por un momento lo que iba a hacer y apartó a un lado su instinto. Su hermana tenía razón, debía sanar sus heridas y no escapar hacía delante cómo lo hacía siempre.
  • Lo siento! - Noe cerró la puerta de golpe y los labios de Freddy besaron la fría madera lacada de la puerta.
Volvió al salón dejando atrás los gritos y golpes insistentes de su amigo en el pasillo. Se sentó en el sofá junto a su hermana y le dió las gracias y un beso en la mejilla.
  • Ostia! Qué egoísta que soy, si quieres le digo que pase y que cene contigo? - le dijo Noe a Mónica que sonréia a su lado mientras le cogía de la mano, orgullosa de su decisión.
  • No! No me apetece, prefiero que estemos las dos solas - dijo con una verdad a medias su hermana.
Las dos hermanas pasaron una noche de martes ‘normal’, cómo las que vivimos casi el 90% de los humanos, es decir, una cena rica y ligera, un par de copas de vino y una agradable charla. Llevaban una semana de locas, con tanto sexo, tanto orgasmo y tanta lujuría. A veces solo necesitamos hacer algo distinto para encontrarnos a gusto, y en este caso lo normal para el resto de los mortales era lo distinto para ellas.
  • Entonces crees que es buena idea? - le preguntó Noe a su hermana con su móvil en la mano.
  • Qué te dice tu corazón hermana?
  • Qué lo llame… - reflexionó.
  • Entonces? Cúal es la pregunta?
  • Pues que mi cabeza me dice ‘que le den’ y mi coño ‘que soy una idiota’ jajaja
Mónica le dijo que siguiera a la primera voz que oyó en su interior. Acostumbrava a ser, casi siempre, la que menos equivocada estaba. Y entonces llamó.
  • No lo coje! - dijo Noe escuchando el sonido de llamada del telefono en su oreja.
Si por un momento hubiera visto por un agujero lo que hacía Marc en esos momentos, seguramente hubiera aceptado tomarse esas dos botellas de champan. Y no solo con Freddy, sinó con todos sus amigos a la vez.
  • Te gusta? Oooh síii, no pares - decía Gemma tocando el claxon otra vez con su culo desnudo.
Marc vió como se encendía su telefono en el salpicadero del coche. Cuando vió quien era, sintió verguenza y arrepentimiento, pero no podía parar. Era imposible. Decidió fustigarse y lamentarse más tarde, una vez sus necesidades más primitivas estuvieran cubiertas por completo.
  • Dónde vas? - dijo Gemma cuando terminaron de follar, seguía encima suyo besandolo cariñosamente y disfrutando del calor de su cuerpo.
  • Tengo que llamar un momento, vuelvo enseguida. - dijo él quitandosela de encima con delicadeza.
Gemma no quiso preguntar a quien, aunque era bastante obvio. Mientras se liaba otro canuto ligeramente mosqueada, observaba como él hablaba por telefono sentado en el banco del mirador.
  • Hola. - contestó Noe al otro lado del telefono. - Dónde estás?
  • En el mirador de la montaña. - dijo él. Los dos hablaban con un tono más bien serio, pero no formal, sinó más bien triste.
  • Ah sí? Y eso?
  • Quería subir a pensar un rato, me gusta ver la ciudad desde aquí, se ve tan bonita y tranquila. Me reconforta. - Marc observaba el mar juntandose con el horizonte.
  • A mí también me encanta. Ojalá poder estar ahí, ahora.
Marc no contestó. Qué quería decir eso? Quería decir estar juntos los dos o solamente ella? Estaba insinuando algo? Estaba intentando reconciliarse? Creo que Guille se equivocó con el mote que le había asignado, debería llamarlo ‘cagadubtes’ o no?
  • Oye! Te he llamado antes porqué quería hablar contigo sobre lo de ayer.
  • Sí claro, yo también quería hablar contigo, pero… no sabía cómo… ya sabes! - Marc empezó a ponerse nervioso. - Lo siento mi vida, he sido un imbécil.
  • No, por teléfono no. Esto lo tenemos que hablar cara a cara. Que opinas? - Noe esbozó una sonrisa, inperceptible por la distancia entre ellos dos.
Gemma observaba desde el coche, que seguía botando y con los cristales entelados, aquella llamada. Y aunque no escuchaba nada aparte de los gritos de placer en el asiento de atrás, sabía muy bien lo que estaba pasando. El lenguaje corporal de Marc lo delataba. Amiga, puede ser que los planes salgan bien y que tus deseos se hagan realidad, pero nunca sabes cuanto van a durar. La vida no es una tómbola, la vida es una hija de la gran puta y al mismo tiempo maravillosa, solo depende del prisma en que veas las cosas.

El ambiente empezaba a oler a reconciliación? En líneas generales era cierto, aunque aún había mucho trabajo por delante. Lo primero que le pidió Noe a su novio es que hablase con Miare, antes incluso de que ellos dos lo hicieran. Sorprendidos? Por qué? La ‘reina caída’ era impetuosa, ardiente y poco reflexiba, pero no era mala persona. Un corazón roto entiende a otro corazón roto, aunque ese corazón sea el de tu peor enemigo. Cuando tocas fondo tu empatía se desvoca y te vuelves más humano.

Marc aceptó el trato y no perdió el tiempo. Después de colgar a su novia, llamó directamente a Miare. Esta, que se agarraba a la esperanza como un suicidad al cañón de su arma, aún conservaba ilusiones acerca de los sentimientos del hombre al que amaba. Es decir, mal interpretó la llamada de ‘Entre dos aguas’ por completo.
  • En serio me lo dices colega? - dijo Jordi al recibir la llamada de Marc. - Qué buena noticia! Ojalá podamos estar todos juntos de nuevo pronto! Os hecho de menos jaja. - Jordi estaba ilusionado otra vez. No estaba muy claro si los hechaba de menos o lo hechaba de menos. No a él en concreto, sinó refiriendonos a las lujuriosas noches que compartían todos juntos.
Parecía que esa era la última llamada de la noche. Marc guardó su telefono, que hechaba humo, en su bolsillo y se quedó observando aquella ciudad. Como podía ser tan hermosa y al mismo tiempo tan… hermosa!
  • Ten colega! - Guille le acercó el canuto y se sentó a su lado en el banco. En el coche, Laia despeinada y sudorosa hablaba con su amiga, que no era capaz de borrar la expresión de preocupación de su rostro.
  • Tú no fumas hermano? - Marc se dió cuenta que era la primera vez que lo llamaba así.
  • No puedo, soy asmático… hermano - Guille sonrió y volvió a mostrar su dentadura mellada. - Entonces con Noe?
  • Bueno… - Marc dió otra calada - Aún es pronto para saberlo. Ya veremos mañana.
  • Y con ‘Sol de Medianoche’?
  • Jajajaja te refieres a Miare?
  • Sí jajajaja.
  • Bueno! Le debo una disculpa y contarle lo que siento.
  • Una novia que recuperar, un amor al que decepcionar, un grupo al que volver a unir. Mañana va a ser un día movidito! - Guille miraba a la ciudad ensimismado.
  • Ya te digo hermano, ya te digo… - el humo blanco y espeso abrió la mente de Marc. Estaba decidido.
Los dos colegas se quedaron un buen rato sentados en aquel banco. Apenas se hablaron, tan solo dejaban trasncurrir el tiempo y se pararon un momento para saborearlo. Había sido una semana de auténtica y vertiginosa locura. Tanto para Marc, como para Guille y para todos los demás, por supuesto. Necesitaban ese momento de tranquilidad, hacer una pausa en el camino, sentarse a perder el tiempo. Vivir la vida como si fuera a terminar al día siguiente, era realmente agotador. Quizás planteaban esta idea si conseguían volver a juntar al grupo, tomarse las cosas con más calma de seguro no les iba a acarrear tantos problemas.

Continuará…
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 20 - La reconquista


Miércoles. Media mañana. Casa de Gemma y Laia.
Mientras las dos chicas se duchan juntas, los chicos aprovechan para charlar en el balcón. Aunque Marc y Guille estrechan lazos cada vez más fuertes, nuestro amigo friki le reprocha que por su culpa no pueda estar dentro de aquella ducha. El sexo diario, lo ha vuelto muy exigente.
  • No lo entiendo hermano - dijo Guille. Le gustaba poder hablar con otro hombre de aquel modo. De igual a igual. No dejaba de ser algo novedoso para él. - Por qué tengo que ir contigo? - dijo triste mientras escuchaba los gemidos dentro de la ducha.
  • Necesito a alguien neutral de mi lado que pueda dar testimonio de que he solucionado y aclarado todo, con ambos bandos. - se inventó Marc. En realidad lo que él necesitaba era alguien a su lado que lo acompañase en aquella dura travesía que se le presentaba aquel caluroso día de verano. Necesitaba un ‘sherpa’ vaya!
  • Pero si yo no soy neutral hermano! Yo soy del bando de ‘los adeptos de la insurgente’
  • Venga Guille… Hermano! - Marc sabía que a él le encantaba esa palabra. - En serio quieres que Gemma gane? Y que hay de Marta? - Guille tragó saliba - No hechas de menos su coñito húmedo y rosado?
  • La verdad que un poco sí… hermano!
  • Pues venga! No se hable más! Reunamos a los ‘Siete’ de nuevo. Tu y yo! Qué me dices?
  • No se hable más hermano!, me voy a vestir y acudo raudo a la llamada! Tenemos una misión que cumplir! - Guille salió disparado al cuarto de Laia a vestirse.
Marc apagó su cigarro en la barandilla del balcón y tiró la colilla a la calle. Cada vez apreciaba más a ese chaval. Era especial, un tanto extraño a veces, pero era una bellisima persona.
  • Oye hermano! He pensado que… ya que yo te ayudo a tí, tú podrías hacer algo por mí? - preguntó Guille mientras bajaban por el ascensor.
  • Claro hermano! Lo que sea, puedes contar conmigo.
Guille le contó a su hermano que necesitaba urgentemente volver a casa de su madre para recoger más ropa. Pero le daba miedo entrar solo en el castillo de la bruja. No se sentía aún lo suficientemente fuerte cómo para resistir ante las oscuras y maliciosas artimañas de aquella poderosa mujer.
  • En serio llevas con la misma ropa desde que te fuiste de casa? - preguntó extrañado Marc. Aunque luego al fijarse bien en su arrugada, sudada y manchada camiseta, no necesitó respuesta. - Está bien… no hay problema. Yo entro contigo si es lo que necesitas.
  • Gracias hermano! Eres un auténtico… hermano para mí! - sonrió Guille, que después de conseguir ropa límpia lo siguiente más urgente que debía hacer era ir al dentista.
El primer alto en el camino para nuestros dos intrepidos aventureros fué en la guarida de las “Nombradas igual’. Masi abrió la puerta de su casa con su habitual sonrisa y desparpajo. Su encanto natural era capaz de convertir la más dura de las situaciones en algo liviano y agradable.
  • Yo también me alegro de verte Masi! - Marc le dió dos besos a la ecantadora chica. - Bueno! Y Miare?
  • Está en la ducha, ahora la aviso precioso! Querei tomá algo mientra esperai?
Marc pidió un baso de agua, necesitaba quitar como fuese ese nudo en su garganta. Por su lado Guillermo le pidió un colacao. La andaluza se puso manos a la obra y esperaron unos minutos a que la rubia saliera de la ducha.

La cara de Miare al entrar en el salón era una mezcla extraña y complicada de explicar con palabras. Estaba triste y alegre al mismo tiempo, su corazón palpitaba accelerado y su piel se erizó al ver a Marc. Los chicos la contemplaban excitados. Aquella preciosa rubia estaba parada en mitad de la habitación tan solo tapada por una pequeña toalla, que iba de sus pechos a sus muslos. Su cuerpo blanco, terso y mojado como una Venus saliendo de una concha. Sus cabellos dorados, rizados y mojados reposando sobre su fina piel de luz de luna.
  • Ho… hola! Rubia - balbuceó Marc. Había olvidado el discurso que había preparado. Estaba dispuesto a dejarlo todo por ella, quien era Noe?, qué había venido a hacer? Por qué se había enamorado otra vez?
  • Espabila hermano… - le susurró Guille al oído propinadole un ligero codazo. - la misión… recuerda…
Miare les ofreció una sonrisa que podría perfectamente haber sido portada de revista e intencionadamente fué a sentarse al lado de Marc.
  • Eeeep! Será mejor que me siente aquí! - Guillermo fué astuto y rápido. Antes de que su hermano volviera a enrredar más las cosas, se sentó entre los dos. Debía evitar males mayores, esa era su misión. Esa era su carga.
  • Y esto? Jaja - rió Miare mirando a su lado al gordo y mellado friki sorbiendo el colacao por la pajita. - Que no voy a hacer nada! Jajaja - Masi la miró y esbozó una sonrisa, que mentirosa era su amiga, pensó.
‘Entre dos aguas’ fué al grano. No es que tuviera prisa, aún quedaba mucho día por delante, pero sabía que si no salía rapidamente de esa casa todo se iba a descontrolar. Con la sinceridad por bandera, abrió su corazón a Miare, le contó todo lo que sentía en su interior. La mayor parte lo hizo mirando al suelo, arrepentido y sentido.
  • Ya veo… - contestó ella al darse cuenta que era claramente la vencida en esa partida que acababa de jugar. - No es fácil encajar algo así, yo te sigo amando… sabes?
  • Yo creía que también sentía eso por tí - dijo Marc, sin tener aún muy claro si había conjugado correctamente el tiempo verbal de aquella oración. - Pero… No quiero hacerte más daño rubia, porqué te quiero!
  • Ya pero no del modo que a mi me gustaría. - Miare se levantó del sofá y por casualidades de la vida su toalla cayó al suelo. - Uyyy lo siento! Qué verguenza. Jaja - Masi volvió a sonreir, su compañera de piso era una zorra, y no en el sentido peyorativo de la palabra, era una zorra muy astuta.
Las pollas de Guillermo y Marc se pusieron duras en tiempo record. La toalla dejó ver por unos segundos su cuerpo tal y cómo vino al mundo. Y esa forma de agacharse a recogerla del suelo, tapando sus senos y su vagina con sus manos. Mamma mia, la Bella Donna! Posso offrirti un caffè o preferisci direttamente l’amore eterno?

  • Solo quiero que todo vuelva a ser cómo antes rubia! - dijo Marc que había entrado en ebullición cómo el agua a los noventa grados. - Deseo que volvamos a estar todos juntos y acabar con este mal royo.
Miare se volvía a envolver en su toalla, dándole la espalda a los chicos. Cuando la tuvo otra vez atada se giró y les dijo que necesitaba un tiempo para pensarlo. Luego se despidió de ellos y desapareció por el pasillo, ocultandoles su gran sonrisa.
  • Bueno! Creo que ha salido bien - les dijo Masi a los dos chabales que intentaban ocultar su erección.
  • Estás segura? - preguntó Marc.
  • Conozco a Maria cómo si la hubiera pario. Aunque no tenga tu corazón, se conformará con tu polla… almeno de momento. - a Marc no le convencía la explicación de la andaluza. Aunque la terminó aceptando. En el fondo ella la conocía mejor que él. - Por cierto… hablando de pollas… uno rapidito que os parece?
Marc tuvo que agarrar a su compañero y arrastrarlo fuera del piso. Tenían mucho trabajo por hacer y debían estar centrados, además las posibilidades de que Miare se uniera a ese polvo rapidito, eran muy elevadas y lo último que quería en ese momento era complicar de nuevo las cosas. Guillermo siendo arrastrado por la fuerza del cuello de su sucía camiseta, extendía los brazos intentando que Masi no se alejase de él. Ella le lanzaba besitos con su bata desabrochada que dejaba ver su cuerpo moreno y desnudo. Aquel coño lo llamaba cómo el canto de una sirena.
  • Venga hermano! - intentaba consolar Marc a su amigo. - Anímate joder, que lo estamos consiguiendo!
Guille quería mucho a su gran amigo, pero a veces no lo entendía. Cómo era capaz de rechazar una oferta cómo aquella? Es que no había visto ese par de tetas tan bien puestas o qué? Además ella dijo rapidito… que iban a hacer hasta la hora de comer?
  • Ei colega! Sí… acabamos de salir… - Marc hablaba por telefono mientras andaban por la calle. - No sé… Yo no las tengo todas conmigo, pero al parecer Masi dice que sí… ya veremos. - Guille intentaba seguirle el paso, cómo podía andar tan rápido, fumar al mismo tiempo y no ahogarse? - No aún no… hemos quedado con ella para hacer un vermutillo antes de comer… sí, exacto… Ahora? Pues no sé que haremos, supongo que tomarnos algo por ahí y hacer tiempo… - Guille ventolín en boca quería decirle que podían aprovechar para ir a casa de su madre, pero no podía articular palabra. O caminar o hablar, las dos cosas a la vez era impossible.
  • Haremos? Pero con quien estás? - contestó Jordi al otro lado del teléfono.
  • Estoy con Guille, me está… hey colega todo bien?
  • Quién yo? - preguntó Jordi.
  • No… no… Guille. - ‘Thrain el rey bajo la montaña’ tenía la cara roja y respiraba acceleradamente. Cómo iba a estar bien? Un puto enano siguiendo el ritmo de un elfo, en serio? Si almenos Gandalf le hubiera prestado a Sombragrís, rey de los caballos.
  • Oye colega! Por qué no os pasáis por el local de mi padre, tengo algo que enseñarte… sí estoy aquí con un par de colegas del chat… ajá!… Venga de puta madre! Y daros prisa que está la cosa caliente, jeje - Jordi colgó el telefono, lo dejó en la mesa y siguió mamando las dos pollas de sus dos colegas. Mientras lo hacía no apartaba la mirada de su novia, que se masturbaba al lado de ellos dos.
Al final el explorador se dió cuenta que su ‘sherpa’ no podía más. Si no hacía algo rápido, se iba a quedar tirado en mitad de la travesía. Aunque no estuvieran subiendo el Everest y no hiciera un frio mortal, la calor del verano era igual o incluso más peligrosa. - Vamos hermano! Arriba! - Marc se subió a Guillermo a la espalda y apretó el paso, debían darse prisa en llegar al refugio.
  • Pero… de dónde vienes tan sudado? - preguntó Jordi al abrir la puerta. Estaba completamente desnudo y con la polla tiesa.
  • Guilleeeee, Maaaaarc! - Marta se lenvantó de su silla y se acercó a ellos corriendo. Sus tetas botaban libres al aire.
A nuestro pequeño ‘sherpa’ se le pasaron todos los males de golpe. Sentir el cuerpo desnudo de su amiga abrazandolo y dandole besos por toda la cara le curó, milagrosamente, el asma de golpe.

- Ostia! Venid, rápido. - Jordi les indicó que se acercaran al escritorio. Marc y Guille saludaron a los dos chabales del grupo del chat que seguían pelandosela sin quitar la mirada de la pantalla del ordenador. Con la mismo mano que se tocaban el rabo empalmado saludaron a los recién llegados.

- En serio Marta? Jajaja - Marc no daba credito a lo que veían sus ojos, la novia de su amigo siendo follada brutalmente por sus padres. Su polla se puso erecta en cuestión de nanosegundos al mismo tiempo que Marta desnunadaba con prisas a Guille, luego lo hizo sentar en la silla y despúes ella se sentó en su regazo, empezando a masturbarlo.
  • Mi madre se ha puesto en plan V de Vendetta colega! - dijo Jordi mientras se ponía de rodillas y seguía jugando con las pollas empalmadas de sus dos amigos. - Quiere vengarse de todas las chicas del grupo por drogarla, de Noe también por supuesto jeje!
  • Pues espero que también lo graben colega! - dijo Marc mientras se bajaba los pantalones y empezaba a pelarsela como el resto.
Jordi estaba tan ocupado chupando los dos rabos de sus amigos que su novia, cómo buena anfitriona, tuvo que ocuparse de los otros dos. Mientras cabalgaba la polla de Guillermo metiendosela entera dentro de su coño, empezó a chuparsela a Marc, que estaba de pié detrás de la silla.
  • Quien te ha visto y quien te ve hermano! - Le dijo Marc a Guille mientras con una mano acompañaba la cabeza de Marta que seguía chupando como una loca. - Para andar mil problemas, pero para follar…
  • Eeeeh! - Marta se quitó la polla de la boca. Y mientras no dejaba de botar añadió - Que todo el trabajo lo estoy haciendo yo!
  • Quieres probar eso de nuevo? - le preguntó Marc señalando el video en la pantalla del ordenador.
  • Si por favor! - Marta se golpeaba la gran polla en su cara, estaba deseando volver a sentir dos rabos dentro al mismo tiempo.
Mientras los dos ‘hermanos’ le hacían una doble penetración. Jordi de rodillas sintió cierta envidia por su novia. Él también quería saber cómo debía sentirse eso, pero desgraciadamente no tenía suficientes agujeros.

La sesión de aquella mañana duró bastante, más de lo normal. Marta agradeció que sus dos amigos aguantasen tanto y al final los seis acabaron corriendose.

Los dos chavales del chat lo hicieron sobre la cara del administrador, Jordi al sentir los chorretones de lefa sobre su cuerpo, también se corrió agusto. Por el otro lado, Marta les pidió a Marc y Guille, que terminasen sin sacarlas de dentro. Los gritos de placer de la chica se pudieron escuchar en todo el barrio.
  • Mierda! Llegamos tarde hermano! - exclamó Guille mirando su reloj, justo al terminar de correrse.
  • Joder! Es verdad! Vamos hermano debemos apresurarnos. - contestó Marc.
  • Corred insensatos! - Gritó el enano, apresurandose en vestirse.

Mientras salían por la puerta del local, ‘Dulce Dolor’ se sintió feliz porqué Guille parecía muy contento por formar parte de un grupo. Se le notaba tanto. Era tan mono! Luego les deseó suerte con la ‘Reina cáida’, y es que, cómo casi todos los demás quería que las cosas se arreglasen rápido y que todo volviese a la normalidad. Bueno, a su particular y extraña normalidad, mejor dicho.

Noe esperaba sentada en la barra del bar, mientras tomaba una cerveza bien fría. Estaba realmente espectacular aquella mañana, preciosa, sexy, ecantadora. Para que os hagáis una idea, en menos de media hora ya le habían tirado la caña unos ocho tíos. Se sentía cómo un atún salvaje rodeado de barcos pesqueros sin licencia de pesca.
  • Mira hermano! Allí está! - dijo Guille señalando con el dedo, sobre la espalda de Marc. La vieron a través de la cristalera del bar y realmente estaba bellisima. - Dios! Qué guapa está! Eso es buena señal hermano, eso es buena señal.
  • Guille… baja…ahí está! - Marc aparcó a su amigo enfrente de la puerta. - Te agradezco tu compañia, pero esto debo hacerlo yo solo.
  • Estás seguro hermano?
  • Sí! Debo afrontar mi destino hermano!
  • Adelante! Y que la fuerza te acompañe! - Guille le dió dos palmaditas en los pectorales de su mejor amigo. Y luego se quedó sorprendido porqué este le dió un gran abrazo. Estaba de los nervios, así lo indicaban las pulsaciones de su corazón.
Mientras nuestro amigo friki aguardaba en la salida del bar, cómo un leal perro guía. Noe observó como su novio entraba por la puerta. Desde el momento en que sus ojos se econtraron, ninguno de los dos pudo evitar sonreirse. No había pasado tanto tiempo desde que ‘rompieron’, para ser exactos, ni 24 horas, pero sentían una sensación extraña, cómo si fuera una primera cita. Los nervios estaban a flor de piel.
  • Hola mi vi… Hola Marc! Jeje - dijo Noe poniendose un mechón de pelo detrás de la oreja y esbozando una gran sonrisa.
  • Hola amo… jeje perdón. Hola Noe! - contestó Marc. - Me pones lo mismo que ella? Gracias. - le dijo al camarero tiracañas, por partida doble. Luego se sentó enfrente de su novia y le dió dos calidos besos en las mejillas. - Bueno… cómo estás?
Noe suspiró y fué sincera con él. Seguía muy dolida por lo que había pasado el día anterior. Podía tolerar que él tuviera relaciones sexuales fuera de la relación, del mismo modo que él le toleraba a ella que lo hiciese. Pero aquel video jurando amor eterno a la rubia, la había destrozado por dentro. Aún necesitaba un tiempo para que todo volviera a ser cómo antes.
  • Pero entonces… quieres que vuelva a ser cómo antes? Por qué yo sí que quiero mi vida! - Marc puso su mano sobre la de ella y la miró profundamente a los ojos. Le hablaba directamente al alma. - Siento de corazón haber dudado de mi amor por tí, he sido un completo idiota. En el momento en que me alejaste de tu lado, lo entendí todo. Lo comprendí claramente, cómo una revelación. No quiero estar al lado de otra mujer que no seas tú, jamás. Y aunque me rechazes, seguiré pensando igual. No me importa el tiempo que pase o la distancia que alla entre los dos, jamás dejaré de quererte.
El chocho de Noe hacía palmas, conocía a su novio desde hacía muchos años. Sabía en lo más profundo de su ser que no estaba mintiendo. Por un lado estaba deseosa de que él volviera a casa, deseosa de volver a sus polvos en la ducha, de volver a dormir abrazados, de sus conversaciones banales y divertidas filosofando de la vida, que siempre la hacían llorar de la risa. Pero por otro lado, seguía dolida y no quería empezar de nuevo con mal pié. Necesitaba curar sus heridas, antes de volver a ser feliz.
  • Hablaste con Miare? - dijo ella con su corazón a punto de salirse de su pecho. - Aunque no la trage, no se merece que juegues con ella.
  • Sí! Le fuí sincero. Le dije lo mismo que a tí. - Marc se dió cuenta que se había expresado mal en el momento que su novia quitó su mano de debajo la suya. - No… no… perdona, es que estoy muy nervioso! Me refiero a que le dije lo que sentía por tí! Que no quiero a nadie más que no seas tú!
  • Vale vale, jeje. Te he entendido! - Noe volvió a poner su mano sobre la de él y le dió un suave beso en los labios. - Quiero que esto salga bien mi vida. Pero tienes que entender que voy a necesitar un tiempo para… bueno, ya sabes. Perdonarte.
Marc lo entendía. No cómo quien acaba de resolver un enigma, sinó que entendía que debía pasar por eso para recuperarla. Él le había perdonado muchas cosas a ella en el pasado y las veces que no lo hizo, fué porqué no era consciente de que habían pasado. Por exponerlo de un modo más claro, el contador de infidelidades estaba en ese momento de esta manera: Marc 2 - Noe 34. Estaba claro quien de los dos jugaba en primera división. No obstante, a pesar de todo eso, estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta por recuperarla.
  • Cómo te he dicho antes, esperaré lo que tenga que esperar! No me importa. Para mí, vale la pena! - la sonrisa de Marc casi consigue romper las defensas de su novia. Pero Noe le estaba piyando el truco a esto de resistirse.
Siguieron hablando un rato más y acompañaron la charla con un par de cervezas. Mientras, Guille seguía vigilando desde el exterior, asegurandose que la reconciliación de los ‘siete’ seguía su curso sin altercados. La pareja en reconstrucción, acordó, al final, seguir con sus quedadas grupales, pero con varias reglas nuevas que más adelante comentaremos.
Y ligeramente borrachos y enamorados de nuevo, llegó el momento de despedirse.

  • Eh! A dónde vas tan rápido… jeje - Noe agarró cariñosamente del brazo a su novio, que ya se disponía a salir del bar.
  • Pensaba que ya habíamos terminado… no? - Marc entendió lo que su novia le decía, aún sin vocalizar palabra.
  • A ver… cómo te lo explico... - Noe se bajó del taburete y se acercó peligrosamente a él. Sus cuerpos se juntaron de nuevo. - No estoy preparada para perdonarte aún, pero hecho de menos… - Los ojos de ella miraron descaradamente la entrepierna de él.
  • Yo también voy muy necesitado! - contestó Marc. Sus bocas estaban muy cerca y olían a sexo. Hubiera deseado no haberse topado con Jordi y Marta esa mañana, quería entregarle todo su semen a su novia.
Guille sonrió y dió una palmada de felicidad, al ver como su hermano y la ‘reina’ entraban furtivamente en el cuarto de baño, cogidos de la mano y comiendose la boca. Él hubiera deseado no ser asmático, porqué le encantaba cuando los planes salían bien y en ese momento solo pensaba en fumarse un gran puro como Annibal Smith del Equipo A.

Al parecer la ‘Gran escisión’ no resultó ser tan grande cómo algunos imaginaban. Al final solo representó una piedra en el camino. Aunque Marc seguiría un tiempo durmiendo fuera de casa, parecía que su relación con Noe iba hacía buen puerto. Por su lado, ‘Sol de Medianoche’ había aceptado, por el momento, prescindir del corazón del hombre que amaba, a favor de seguir disfrutando de su sexo. Tan solo había un cabo suelto en todo aquello, el de Gemma. Sería ella capaz de aceptarlo? Podría convivir con Noe y Miare? Y entre estas dos qué pasaría? Seguían siendo enemigas. Es más, podrían las tres enterrar realmente el hacha de guerra? Muchas preguntas, demasiadas posibilidades.

Veremos en el siguiente capítulo que medidas tomó el grupo para mantener la paz y poder seguir disfrutando del sexo y la lujúria. Los ‘Custodes Libidinum’ estaban de vuelta.

Continuará…

-Eh eh! Espera narrador! Y qué pasa con lo de mi ropa? No vas a explicarles cómo entré en la guarida de la bruja, conseguí recuperar mis pertenencias y salir ileso de tal memorable hazaña? - Guillermo le había piyado el gusto a romper la cuarta pared.

No lo ecuentro relevante para la trama, sinceramente.
  • Pero y el desarrollo de mi personaje qué? No es importante a caso? Yo creo que aquí hay cierta discriminación… Solo hablamos de Marc, de que si su novia le perdona, que si sus dos amantes le siguen amando, que mira como se pelean por él… y que hay de mi?
Bueno, creo que no te puedes quejar, jóven amigo. Eres probablemente el personaje más querido por los lectores y en el fondo eso es grácias a mí.
  • En serio? El más querido… jeje… molaaaa… - Guille volvió a sonreir.
Es más, mira si soy benevolente contigo, que voy a arreglarte la boca ahora mismo. Despúes de salir de casa de tu madre, te acercaste al dentista, que milagrosamente tenía un hueco libre esa tarde y pudo arreglarte la dentadura.
  • Genial! - dijo Guille con una perfecta sonrisa - Pero ando corto de dinero, ya sabes que la cosa a nivel laboral, está difícil, cómo lo voy a pagar?
Mmmm, déjame pensar… ya lo tengo! El dentista, en realidad era una mujer. Una mujer mayor y divorciada que al contemplar el tamaño de semejante bulto bajo tus pantalones, decidió cobrarse el trabajo en especies. Te parece?
  • Uuuuuf! Siiiii… eso me gusta. Gracias Narrador.
De nada jóven amigo. Y ahora si me permites, acabaré con este capitulo. Antes de que se me olvide como seguía la historia.

  • Por supuesto. Hablamos! - Guille se miró su preciosa dentadura delante del espejo. Estaba deseando mostrarle a sus compañeras de piso lo guapo que estaba.
Ahora sí. Continuará…
 
Fin de semana productivo! Seguimos con la historia de nuestro especial grupo de amigos. Disfruten…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 21 - Los ‘Blues Brothers’


Cómo una blanca estela saliendo de un avión y desapareciendo por el cielo azul, todas las historias que vivimos, acaban perdiendose en el espacio tiempo.

Las lágrimas cuando tenías seis años, las excursiones del colegio en autocar, la pubertad y los primeros besos durante el verano o el alcohol mezclandose con tu sangre por primera vez. Ya no volverán jamás. Y precisamente esa es la parte más bella de vivir.

Así se sentía Jordi, nervioso delante del ordenador esperando a que todos sus compañeros entrasen en el chat de voz. Ansioso cómo los adolescentes que prueban las drogas por primera vez, no quería saborearlo, no necesitaba disfrutalo; tan solo ansíaba consumirlo hasta quedar catatónico.

Habían pasado tres largos días sin tener noticias sobre la posible reconciliación. Y exceptuando a las tres miembros del grupo, inplicadas y enemistadas en el reciente alboroto acontecido, el resto de integrantes se morían de ganas por volverse a juntar.
  • Mi vida, que ricura! estás más nervioso que un chiquillo la noche antes de navidad! Jijiji - Marta se sentó en el regazo de su novio y le dió un beso tierno en la frente.
  • Sí claro… cómo quieres que esté? Es super importante que hoy salga todo bien. - Jordi refrescaba el chat del grupo con intervalos muy frecuentes. - Llegan tarde no? Y si no entran? Y si Marc no lo ha conseguido? Y si…
  • Eeeeh! Relajate amor. Ya verás que todo sale bien. - Marta volvió a besar la frente de su novio con dulzura.
Los primeros en entrar y encender su cámara fueron los gemelos. Estaban de vacaciones, pero no obstante se conectaron desde el sótano del ‘Copy&Paste’
  • Hola Fraaaan! Hola Ciscoooo! - Marta los saludó amablemente a través de la webcam. - Cómo va todo? Veo que ya habéis empezado con las reformas.
  • Hola Marta! Y Jordi! Jejeje. - contestó el gemelo con cuerdas vocales funcionales.
  • Buenas colegas! - contestó Jordi muy feliz por esa primera toma de contacto.
  • Sí vaya! Llevamos desde el miércoles trabajando duro. - explicó Fran, echandose para atrás en su silla y dejando ver el notable progreso.
  • Ostraaaas! Que chulo está quedando. - exclamó Marta.
Los gemelos les explicaron, perdón rectifico, el gemelo les explicó cómo iba el progreso de convertir su negocio en un club privado de pajas. Al disponer de poco capital, no estaba siendo fácil. Aunque estaban aprovechando parte del stock que ya tenían para amueblar el local y apoyandose en sus conocidos convirtiendoles en mano de obra barata.
  • He tenido que pedir muchos favores y proponerles muchas cosas a cambio! No sé si me explico…
  • No hay problema precioso! Sabes que puedes contar con nosotras para lo que sea - le dijo Marta con una sonrisa de oreja a oreja. ‘Ojalá esos favores los tenga que pagar yo solita’ pensó lujuriosamente para sus adentros.
  • YEPA! Ya estoy por aquí, no podía dejar mi stream - Marc entró muy contento en la videollamada. - Ahora que por fin he vuelto a Tuich. Demostraré que pa’ eso nací.
  • Que te vas a hacer un ‘Ganando solo con revolver’ con 30 kills o que? Jajajaja - Nadie excepto Jordi, entendió esa referencia.
  • Cómo estamos gente? Me alegro de veros! - exclamó Marc encendiendose un cigarro. Los demás le saludaron efusivamente sin comprender esa broma interna.
  • Dónde estás colega? Y Gemma, Laia…
  • Ah! Ahora vienen, acaban de llegar del oculista. Han acompañado a Guille a comprar gafas nuevas.
Las dos chicas y Guille aparecieron en cámara y saludaron alegremente a todos los presentes, luego se sentarón al lado de Marc. Laia a su derecha, Guille a su izquierda y Gemma se sentó en el sofá detrás de él abrazandolo y dandole besos en la mejilla. Esto provocó que Marc le dijera algo a la oreja que los demás no oyeron, aunque por la manera en que se puso ella, estaba claro que no le había gustado nada.
  • Qué dise esa gente huenaaaa! - Masi entró en el chat como si lo hiciera en la Feria de Abril, por todo lo alto, como una reina gitana, con una actitud alegre y desbordante.
  • Masiiiiii! - exclamó Marta haciendo el gesto del corazón con su mano. - I love u! - estaba muy contenta de hablar de nuevo con esa chica tan maja.
La andaluza escusó a su tocaya por no estar presente en la primera reunión despúes del Big Bang. Aunque la razón que dió parecía bastante real, todos imaginaron los verdaderos motivos por los que Miare no iba a hacer acto de presencia.

Entonces llegó el momento más tenso, aunque lo hubiera sido aún más si la rubia no se hubiera rajado. Y no hablamos precisamente de los padres de Jordi, que de alguna extraña manera ya formaban parte del grupo.
  • Hola a todooos! - Noe y su hermana aparecieron en la pantalla.
El recibimiento fué caluroso y fraternal. Excepto por parte de una persona. ‘La insurgente’ tenía cara de asco. Como si le obligaran a ver un Barça-Madrid comentado por Manolo Lama y un cuñado con resaca.
  • Hola Noeeee! - dijo Marc con cara de alelado. Se fijó en que ella llevaba puesta una de sus camisetas preferidas. Aquellos detalles que ella estaba insinuando últimamente, le daban ánimos e ilusión. Cada vez estaba más cerca. - Quita… joder! - le volvió a llamar la atención a Gemma que no dejaba de sobarlo.
Si no fuera por lo bien que se llevaba con Guille y Laia, lo más seguro que hubiera decidido, hace días, ir a vivir con su colega y Marta, hasta que su novia lo dejase volver a casa. Últimamente se lo estaba planteando más seriamente, quizás esta noche daba el paso.
  • Bueno! Ya estamos todos! O casi todos! - dijo Jordi con una gran sonrisa mientras abría un Word con todos los temas a tratar esa noche. - Bien el grupo se reune de nuevo…
  • Perdón! - interrumpió Guille levantando el dedo. - Podriamos llamarnos ‘Los Custodes Libidinum’ por favor?
  • Madre mía Guille! Que pesado estás con eso! - Gemma le dió una colleja cariñosa al chabal.
  • Eh! A mi me gusta. - ayudó Marc a su ‘hermano’ y todos los demás estuvieron de acuerdo.
A Jordi le tocaba las pelotas aquellas interrupciones, ahora tenía que volver a redactar el acta cambiando el punto número uno. Es que no entendían que eso era muy serio?
  • Vale! A ver Los… cómo era?… no podemos usar un nombre más fácil de memorizar o que? - Se quejó Jordi.
  • Abrevia mi amor! ‘Los Custodes’ te sirve cariño?
  • Sí Marta. Me sirve! - contestó Guille. Cómo le iba a decir que no a su amorcito?
  • Valeeeee! ‘Los Custodes’ se reunen de nuevo para tratar los siguientes puntos en la orden del día. - Jordi leía su escrito emocionado. - Punto número uno, perdón, número dos: Los miembros deberan votar a favor o en contra sobre si seguimos con el proyecto ‘Copy&Paste’.
  • Bueno! Visto lo visto - rió Noe. - parece que ya han empezado sin esperar a la votación no?
  • En realidad - corrigió Laia. - nosotros seguiremos con el proyecto estéis o no de acuerdo. Ya lo hablé con los gemelos en su momento. Por supuesto, si no estuvierais de acuerdo en cooperar, no usaremos nada de lo que hemos grabado hasta ahora. Todo el material audiovisual correrá por nuestra parte.
Cisco sonrió alegremente deseando que el resto del grupo no aceptase. Por qué eso significaria muchas horas grabando con esa espectacular Amazona.
Jordi preparó rapidamente una encuesta en el chat y cada uno votó según su convicción. Masi votó por Miare y Jordi por sus padres. El resultado fué un aplastante triunfo del ‘a favor’. Tan solo Noe y su hermana, claramente por apoyo fraternal, votaron en contra.
  • Estaba claro! - dijo Gemma con sarcasmo.
  • Tengamos la fiesta en paz, zorra! - contestó Noe con una curiosa forma de calmar los ánimos.
  • Bueno! Entonces te vas no? - Gemma seguía con su guerra de trincheras. - Es lo que dijistes en la escuela, si no recuerdo mal.
Ante el asombro de todos, Noe contestó que no iba a abandonar el grupo. Aunque no le pareciese bien convertirse en una estrella del porno amateur, aceptaría lo que dijese la mayoría. Aquella mujer que era todo pasión y acción, parecía haber madurado en muy poco tiempo. Marc se enamoró aún más de ella, aquella nueva templanza y sensatez en ella, le resultaba extremadamente sexy.
  • Perfecto, entonces aprobado. - dijo Jordi redactando el acta - ‘Los Custodes’ empezarán una nueva etapa en el porno amateur. Hoy es viernes 14, quedamos para una reunión presencial, digamos… el domingo 16? Os parece? - Todos estuvieron conformes.
  • Oye Cari dame un segundo que me llaman del curro - susurró Marta a su novio - Ahora vuelvo chicos! - dijo al chat.
Mientras el resto de ‘Los Custodes’ seguían con su reunión, Marta hablaba por teléfono con su jefe, Alberto. Últimamente estaba excesivamente pesado con las llamadas.
  • Oye Alberto! - decía Marta bastante mosqueada pero hablando bajito para que su novio no la pudiera escuchar - Ya te he dicho que eso se ha terminado, asúmelo de una vez.
El mosqueo de Marta no era el típico de un trabajador que es molestado por sus superiores durante sus vacaciones, lo que quería es que se olvidase de ella. No quería continuar con su romance a espaldas de su novio y menos ahora que habían arreglado las cosas y su relación iba viento en popa.
  • Venga pequeeee! - decía la melosa y babosa voz al otro lado de la línea - No me puedes dejar así, no después de todo lo que hemos pasado juntos. Además estoy en Barcelona este fin de semana.
  • Qué demonios haces en Barcelona? Te has vuelto loco o qué? Te dije que se había acabado.
  • Oye oye! Que no he venido por tí! - contestó su jefe - Estoy de visita con mi mujer y mis hijos. Pero puedo escaparme un rato para verte… jeje
  • Ni hablar! Pero cómo tengo que decirtelo?
  • Torres de Baró nº 53… - dijo riendo Alberto.
A nuestra amiga se le heló la sangre cuando su jefe le dijo la dirección exacta de su casa y colgó el teléfono llena de pánico. Y si se le ocurría presentarse? Y si Jordi lo descubría? Debía pensar algo y rápido. Pero quien la podía ayudar?

El destino rara vez elige a los grandes. Más a menudo, escoge a los pequeños que no saben que son capaces de grandes cosas. Y esta vez, eligió a un pequeño hobbit, una criatura insignificante para los ojos del mundo, pero en cuyo interior ardía una llama que ni la oscuridad más profunda podía apagar. Guillermo leía en ese momento el críptico mensaje que acababa de recibir de ‘Dulce Dolor’ y se lo enseñó a su ‘hermano’. Marc lo leyó y le dijo que lo hablarían más tarde sin problema, su novia estaba hablando algo muy importante por el chat.
  • Y básicamente eso es todo. - Noe acababa de explicar a los demás sus nuevas condiciones para volver a formar parte del grupo. Justo era el punto número dos del orden del día.
  • Venga ya! Es abusibo nena! - se quejó Gemma que seguía manoseando a Marc sin su consentimiento. - Ya de paso atale una correa a tu novio y sacalo a pasear.
  • Eh eh! De que va esto? No me he enterado. - Marc no se había enterado de lo último que había dicho.
  • No es para nada abusibo! - replicó Noe que con su tono de voz, poco a poco parecía volver a recuperar sus antiguos hábitos - Solamente quiero aclarar uno de los principales puntos que pactamos al principio y que parece que a algunas se les ha olvidado por completo. Nos lo puedes recordar Jordi? Por favor.
  • Por supuesto! Ley número 15 apendice 8: ‘Ninguna de las actividades realizadas por el grupo interferiran directamente en las relaciones amorosas de sus integrantes, tanto las vigentes en el momento de acordar este punto, cómo en las futuras que puedan surgir.’
Por resumirlo de algún modo, Noe quería puntualizar esa última parte. Ya que consideraba que la norma podía dar lugar a confusiones. En el fondo tenía razón. Una posible relación futura podía surgir de una ya vigente, cómo casi había sucedido con Marc y Miare. Con lo que la ley estaba mal redactada, era confusa y ambigua.
  • Tienes razón! - dijo Jordi analizando la frase cómo si se tratase de un notario. - Votos a favor? - propuso una nueva votación en el chat y el resultado fué exactamente igual que la anteior. Todos a favor y uno en contra. No hace falta decir quien votó qué. Se sobreentiende perfectamente.
Marta se volvió a unir al grupo, su expresión seguía denota do preocupación. Y durante una hora aproximadamente estuvieron tratando varios temas sujetos a votación.

Por fin llegó lo que todos estaban esperando, el sorteo de las fantasías. Jordi inició el programa en el chat y en un santiamén todos supieron el orden en que irían las nuevas quedadas y quienes serían sus organizadores. Cómo el domingo habían quedado en el ‘Copy&Paste’ decidieron empezar el próximo Lunes. Les esperaban dos semanas enteras muy moviditas y todos estaban nerviosos e ilusionados por saber que locuras se les iban a ocurrir. Además los ‘rookies’, es decir los gemelos, las Marias y los padres de Jordi, prometían bastante.

El grupo se despidió y poco a poco se fueron apagando las cámaras y abandonando el chat. Al final solo quedaron en llamada Jordi, Marta, Guille y Marc.
  • Bueno Colega! Que era eso tan importante que nos querías decir antes? - preguntó Jordi.
  • Bien! Antes de todo quiero que me seáis sinceros. - contestó él. Había cogido el portatil de Guille y junto a él habían salido al balcón, buscando intimidad.
  • Por supuesto encanto! - sonrió Marta. - Por algo somos amigos no?
Marc les explicó que necesitaba urgentemente salir de casa de Gemma. Sus incisivas y constantes provocaciones para que se acostaran lo estaban mermando y uno no es de piedra. Si seguía en esa casa acabaría cagandola otra vez, pues ‘la insurgente’ podía llegar a ser muy persuasiva y ahora su prioridad era recuperar a Noe.

Tanto su colega como ella, estuvieron de acuerdo en que por el bien de todos debía salir de ahí cuanto antes. Y le abrieron encantados las puertas de su casa.
  • Colega! Sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea. - Jordi se levantó de la silla - Y ahora si me disculpas, tengo que ir a cagar. Que con tantos nervios tengo a la tortuguita asomando la cabeza. Jajajaja
Marta esperó a que su novio saliera de la habitación y rapidamente les suplicó que no colgaran. Parecía nerviosa, casi desesperada. Su mundo se tambaleaba.
  • Guille has leído el mensaje? - preguntó temblorosa.
  • Sí! Pero no entiendo lo que…
  • Nada da igual! Ven con Marc a casa con la escusa de ayudarle con la mudanza y te lo explico todo.
  • Oye Marta! Estás bien? - Marc se sentía preocupado por su amiga.
  • No! Necesito que matéis a alguien!
Esas fueron sus últimas palabras antes de cerrar la videollamada. Palabras que calleron cómo una losa sobre nuestro pequeño Hobbit.
  • Qué… qué…ha di…cho? - Guille estaba realmente acojonado. Una cosa era perder dos dientes y pagar unas gafas nuevas y otra bien distinta era ir a la carcel por homicidio en primer grado.
  • No sé hermano! Parecía estar fuera de sus casillas. Lo mejor será que vayamos a hablar con ella.
Guille ayudó a su amigo a llevar sus cosas a casa de Marta. No fué sencillo dejar el hogar de Gemma y Laia. La primera montó un numerito bastante reprobable. Chilló como un demonio enfurecido, rompió cosas, incluso intentó agredir físicamente a Marc. Gracias a Laia la cosa no fué a más y al final pudieron abandonar el lugar ilesos.

Cuando llegaron a casa de la pareja, solo fueron recibidos por Marta, al parecer Jordi sufría de una diarrea explosiva y no podía salir del baño. Ella aprovechó para contarles el gran problema que tenía y los dos ‘hermanos’ la escucharon pacientemente.
  • Marta… eso es acoso. Podrías perfectamente denunciarlo…
  • No Marc! - Marta bajó el tono de su voz por debajo de los decibelios provocados por los pedos de su novio - Jordi no puede enterarse de esto, sería el fin. Hay que hacerlo en secreto…
  • Vale! - Marc imitaba su tono de voz - Pero no vamos a matar a nadie, lo entiendes?
  • Pero… es la única solución. Vosotros no lo conocéis, jamás se dará por vencido. - Marta empezó a llorar - Necesito que acabéis con él o él acabará conmigo…
Marc y Guille se miraron y sin decirse nada supieron que iban a ayudar a su amiga. Por supuesto no matarían a nadie, eran chavales de barrio no dos putos sicarios del Cartel de Medellín. Luego se dieron un largo abrazo los tres y dejaron que la chica sacase toda su tristeza entre sus hombros.
  • Siento no poder darte un mejor sitio dónde pasar la noche! - sonrió Marta mientras le daba una almohada a Marc y lo observaba tumbarse en el sofá.
  • No te preocupes preciosa, es más que suficiente. - Marc le devolvió la sonrisa. Era de noche y había llegado el momento de dormir. - Cómo está Jordi por cierto?
  • Durmiendo pobrecito! - a la chica se le fueron los ojos hacía dónde no debían, aún seguía recordando el día que en ese mismo sofá él le enseñó su infalible técnica de comida de coño.
Marc se dió cuenta de cómo ella lo miraba. Seguía ahí de pie, cómo si esperase algo. Volvía a ir vestida con ese minúsculo y atractivo pijama de color rosa. Por qué todas las mujeres se habían enpeñado en ponerle las cosas tan difíciles? Parecía como si el universo estuviera intentando sabotear su misión de recuperar a su novia en todo momento.
  • Esto… - ella se sentó a su lado en el sofa. Sus muslos desnudos eran el pecado encarnado. - Quería darte las gracias por ayudar a Guille con lo de mañana.
  • No se merecen! Es mi forma de agradecer que me dejeís quedarme unos días con vosotros. - Marc puso su mano sobre su muslo. Pero qué haces colega? La misión. Recuerda la misión.
Marta giró su cabeza para asegurarse que su novio seguía roncando y sin pensarlo dos veces, bajó el pantalón de pijama de Marc, la polla de él que estaba morcillona, empezó irremediablemente a ponerse erecta.
  • Eh tranquilo! - dijo Marta mientras empezaba a masturbar esa polla grande y venosa. El olor que entró por sus fosas nasales cuando la liberó de esa prisión de tela, la puso a cien. - Esto es solo sexo, sin sentimientos. Además, a parte de lo de mañana, quiero agradecerte la comida de coño que me hicistes, me quedé con las ganas, sabes? Jiji
Marc mordió la almohada al mismo tiempo que ella acercaba su boca caliente y humeda a su prepucio y empezó a mamarsela. Hubiera terminado ahí, pero Gemma lo llevaba calentando desde hacía varios días y cuando alguien acostumbrado a comer cada día pasa un rato sin probar vocado, es imposible resisitirse.
  • Joder! Ven aquí. - Marc la agarró y la puso haciendo un sesenta y nueve.
  • Oooh sí! - ella se quitó su pijama sin dejar de chuparle la poya. Y cuando su coño mojadissimo notó el contacto de la lengua de él, empezó a gemir como una perra en celo.
Era innegable que aquel chico tenía un don especial para comer coños. Marta dudó seriamente si podía llegar a ser mejor sus chupadas que cualquier otro rabo que hubiera probado, empotrandola.
  • Ooohh cabrón! - seguía gimiendo sin poder quitarse ese rabo de su boca. - Me corro… a la vez?…
  • Siiii… yo también… me corroooo…
Los dos se amorraron al pilon, y mientras ella le llenaba la cara con su flujo vaginal, él le llenaba la boca con su lefa.
Al terminar se dieron un beso de buenas noches en los labios. El saboreó su polla en la boca de ella y ella su coño en la boca de él. Luego durmieron como dos niños, aunque separados.
  • Cómo estás mi vida? - preguntó Marta cuando Jordi se levantó a la mañana siguiente.
  • Mejor amor! Parece que ya ha pasado. Y Marc qué?
  • Cómo? - preguntó asustada creyendo que se referia a, ya sabéis.
  • Qué dónde está? - dijo él mirando el sofá vacío.
  • No lo sé. Cuando me he levantado ya no estaba. - Marta estaba acabando de ponerse su ropa de correr.
  • Tú también te vas? - preguntó su novio mirando el espectacular cuerpo de su novia enbutido en esos estrechos leggins.
  • Si… he quedado con Noe para ir a correr. - mintió Marta.
La pareja se despidió y mientras él volvia al retrete a acabar de hacer limpio, ella salió a la calle, móvil en la oreja.

  • Estamos en la esquina, dentro del coche. - contestó Marc fumando un cigarro. - Ok, te esperamos preciosa.
La imagen de los dos chicos esperando en el coche, era cuanto menos graciosa. Los dos vestían de traje, aunque solo a uno le quedaba decente. Gafas de sol chuleando y unos sombreros fedora que les daba un toque a otra época.
  • Jajajaja - rió Marta al verlos sentados en el coche. - Se puede saber que hacéis así vestidos?
  • A mí no me mires, ha sido idea de este! - dijo Marc señalando a un silencioso Guillermo, que solo asentía. No se sabía si lo hacía confirmando lo que acababa de decir su ‘hermano’ o simplemente movía el cuello al ritmo de la música.
Marta se subió y se pusieron dirección al hotel dónde Alberto le había dicho que pasaría el fin de semana. En cuanto llegaron, los dos ‘hermanos’ salieron del coche y la dejaron esperando, mientras hacían su trabajo.

Marta sin poder dejar de sonreir observó a sus dos amigos entrar en el hotel, mientras ‘Green Onions’ de Booker T. sonaba en el coche.

Entraron como si el mundo fuera suyo, cruzando la puerta a paso lento, sincronizado, con la gravedad solemne de quien lleva una misión que nadie más entendería. Vestían de negro absoluto, como si el color fuera parte de una orden secreta. Los trajes, austeros pero impecables, colgaban de sus hombros como una segunda piel. Ningún botón mal abrochado, ningún hilo suelto. Pantalones rectos, planchados con tal precisión que habrían hecho llorar a un sastre militar.

Llevaban camisas blancas, inmaculadas como un juramento, cerradas hasta el último botón. Al cuello, una corbata negra estrecha, sin florituras. El tipo de corbata que no adorna, sinó que sentencia.

Pero lo que realmente congelaba el ambiente eran sus rostros. O mejor dicho, lo que los cubría. Gafas de sol oscuras, opacas como medianoche sin luna. Ray-Ban o algo parecido, del tipo que no solo esconde los ojos, sino también cualquier duda, miedo o emoción. Y encima, sombreros fedora negros, ladeados con esa arrogancia medida que solo tienen los que conocen el ritmo de la calle y el compás del soul.

Bajo los pantalones, zapatos de cuero reluciente que pisaban como si marcaran un ‘beat’ invisible. No caminaban, se deslizaban. Uno de ellos llevaba un maletín ajado, el otro una expresión que no se movía ni con dinamita. Ninguno hablaba. No hacía falta. Su sola presencia parecía un solo de saxofón en una sala vacía: algo que no esperas, pero que no puedes ignorar.

Eran dos figuras envueltas en misterio, parte músicos, parte fugitivos, parte leyenda urbana. Dos hermanos de sangre o de destino, da igual, unidos por algo más fuerte que la lógica. Sí, señoras y señores. Eran los malditos Blues Brothers, y aunque nadie sabía de dónde venían, todos entendían que no estaban allí por casualidad.
  • Buenos días caballeros! En que puedo ayudarles? - preguntó el recepcionista del hotel ligeramente asombrado por las extrañas apariencias de aquellos dos hombres.
Marc sin decir nada, puso su maletín sobre la mesa, lo abrió y sacó una foto de Alberto, el jefe de Marta. Luego con su dedo dando golpes sobre la imagen preguntó dónde podía encontrar a este tipo.

El chico de recepción dijo que no lo conocía. Aunque despúes de unos tensos e incomodos segundos de silencio, cristales oscuros y rostros inexpresivos; hizo memoria y recordó haberlo visto en el buffet desayunando solo.

Marc guardó la foto y cerró el maletín. Los ‘blues’ se dieron la vuelta sin decir ni un simple gracias y se dirigieron directos hacía al buffet. A los que os puede resultar divertido o gracioso, imaginarlos con esas pintas, no tenéis ni idea. Menudo estilazo se marcaban los jodidos.
  • Perdón! Pero están ocupadas. - dijo Alberto cuando los dos hermanos en silencio retiraban las sillas de la mesa. - He dicho que están… pero que demonios hacen?
Los dos hombres trajeados se sentaron sin permiso y en total silencio lo observaban a través de esas opacas gafas.
Guille sin decir nada le quitó el cuchillo que Alberto estaba usando para untar de mantequilla su tostada y luego agarró el trozo de pan para acabar de preparar su desayuno robado.
  • Pero quien se cree que es usted? - Alberto se levantó de la silla en busca de alguien de seguridad. Pero no pudo.
Marc sin levantarse, lo agarró de la solapa de su americana de verano y de un tirón lo volvió a sentar.
  • Están locos o que les pasa… Seguri…
  • Calla! - amenazó Marc. Mientras su ‘hermano’ comia la tostada lentamente sin quitarle los ojos de encima a ese pijo de la capital.
  • No se quienes son, pero se han equivocado. Esto es una terrible confusión. - Alberto empezaba a estar asustado. No podía desacerse de esa firme mano que lo sujetaba.
  • Vas a dejar a Marta en paz! - dijo friamente Marc mientras lo acercaba hacía él. El baso de zumo se derramó por la mesa.
  • Pero… qué dices? Os manda ella? En serio? Quien eres tú para…
  • Escucha Cayetano! Cómo te acerques a ella eres hombre muerto…
  • Ni lo sueñes paleto! - Alberto se puso agresivo - No sabes quien soy yo, averiguaré dónde vives y te destrozaré la vida.
Al mismo tiempo que Marc tapaba con su otra mano la boca del rico cabrón, Guille clavó con furia un tenedor de plata en el dorso de su mano. Alberto emitió un grito apagado y una lagrima de dolor brotó de su ojo. Cualquier atisbo de prepotencia se desbaneció al instante.
  • No estamos de broma, pedazo de mierda. Si te vemos a menos de veinte kilometros de ella, date por muerto. - Los dos hermanos se levantaron y Guille aprovechó para beberse el café del tipo. En realidad destestaba la cafeina, pero quedaba muy bien para el desarrollo de su personaje.
Alberto lloraba de dolor mientras miraba acojonado la sangre brotar de su mano. - Ah! Se me olvidaba. - Marc se dió media vuelta y se acercó a la oreja del triste hombrecillo - Se acabaron los viajes a Madrid los fines de semana y además le vas a subir el sueldo.
  • Pero tú estás loco o que…
  • Dilo! - Marc aplastó la cabeza de Alberto sobre el mantel blanco ahora manchado de sangre.
  • Vale! Vale! Se acabó lo de Madrid.
  • Y que más?
  • Le subiré el sueldo… lo prometo - balbuceaba Alberto al que le costaba hablar por la fuerza de esa mano sobre su cara.
  • Más te vale cumplir, payaso. - Marc se acercó aún más ha su oreja para susurrarle - Recuerda que somos la gente de la que dependes. Cocinamos tu comida, recogemos tu basura, conectamos tus llamadas, conducimos tus ambulancias. Te protegemos mientras duermes. No... nos jodas! - luego lo agarró del pelo y le estampó violentamente la cabeza contra la mesa, provocando mucho ruido de cubertería.
Antes que los otros comensales pudieran llamar a seguridad, los dos hermanos salieron del hotel del mismo modo que entraron. Marta los observaba como se acercaban, con ese aire poderoso, decidido y a cámara lenta. ‘War Pigs’ de Black Sabatth sonaba en la radio del coche.

Guille se ajustaba la corbata con las dos manos, mientras apretando los dientes miraba desafiante a la gente que entraba en el hotel, mientras Marc, a su lado, le daba una calada a su cigarro mirando hacía un lado, atento y vigilante. Estaban realmente espectaculares.

Una vez dentro del coche, pudieron salir de sus papeles y se volvieron locos.
  • Hermano! hermano! Le he clavado el tenedor en la mano - Guille estaba a punto de tener otro ataque de asma.
  • Cómoooo? - preguntó riendo Marta.
  • Buah hermano! Ha sido la ostia! Qué subidón jodeeeeeer! - Marc gritaba muy alborotado. - Y la frase del club de la lucha, la que me enseñastes…
  • Se la has… - absorvió la carga del ventolín - dicho? De verdad?
  • Si hermano! Yo creo que se ha meado encima jajaja.
Marta les gritó que arrancasen, ya que la seguridad del hotel se acercaba al coche en busca de los culpables. Marc encendió el motor y con un ligero derrape salieron pitando de ahí.

Circulaban rápido, con las ventanillas bajadas y la música a tope. Estaban resplandecientes y se sentían poderosos.
  • No tienes que preocuparte por nada! Lo hemos acojonado, jajaja - dijo Marc. - Además se acabaron los vijes a Madrid.
  • Y te aumentará el sueldo! - añadió Guille.
  • Gracias chicos! De verdad! Os debo una muy grande! - Marta sentada en el asiento de atrás, agarraba a ambos chicos de los hombros. - Oye! Estáis bastante potentes así vestidos, ahora que me fijo. Jiji
Los chicos se miraron entre ellos y luego miraron a Marta que no podía dejar de sonreir. Estaba tan hermosa con su pelo salvaje mecido por el viento. Sin decirse nada, los tres supieron que querían follar.

Sus corazones iban a mil por toda la emoción recientemente vivida, así que pararon en una gasolinera, pidieron la llave del servicio y se metieron dentro, los tres juntos.

Mientras follaban salvajemente, Marc no podía evitar pensar que todo el esfuerzo por no caer ante las artimañas de Gemma habían sido en vano. Su proposito de no mantener relaciones sexuales con nadie hasta que no recuperase a su novia se habían ido a tomar por culo. Y eso que se había mudado de casa, precisamente para evitarlo. En fin.

Guille por su lado empezaba a sentir algo más que atracción por aquella chica. De todas sus nuevas amigas, sin duda, ella era la más especial. Desde el primer día que la conoció en el Ciber, no había podido quitarsela se la cabeza y empezaba a sentir cómo algo en su interior crecía sin poder controlarlo. Era amor? Quien sabe.

Marta por su lado se sentía en paz. Aunque ahora no estaba por la lavor, ya que estaba bastante ocupada dando y recibiendo placer, había recibido un mensaje en su móvil. Alberto había decidido dejarla tranquila y se disculpaba por las molestias que podía haberle ocasionado. Y le suplicaba que no volviera a mandarle a sus matones, que había captado el mensaje.

A varios kilometros del servicio abarrotado de aquella solitaria gasolinera, los gemelos Fran y Cisco contemplaban orgullosos desde la calle el nuevo cartel de su negocio, justamente los operarios acababan de terminar su instalación y un artista callejero le daba los últimos remates al graffiti de la persiana.
  • Qué te parece? - le dijo Fran a su hermano. - Creo que hemos acertado con el nombre jeje, no crees?

Continuará…
 
Bueno gente! Os dejo otro capitulo para que tengais una buena semana. Espero estar de nuevo muy pronto con más entregas. Sin más dilación os dejo otro morboso relato de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 22 - The Vercettis Social Club


El Domingo se le conoce popularmente, cómo día de descanso, almenos así és para muchas culturas y religiones.
Pero no era el caso de nuestros amigos ‘Los Custodes’, que esa mañana se habían reunido en frente del anteriormente conocido como ‘Copy&Paste’ todos juntos, para celebrar la reunión presencial que habían acordado hacer dos días atrás.

Era la primera vez que las tres mujeres en conflicto se encontraban de nuevo en carne y hueso, despúes de los lamentables y tormentosos hechos ocurridos durante la ‘gran escisión’. Y aunque el resto del grupo estaban contentos y felices de voler a juntarse todos juntos, ellas se mantuvieron precavidas y visiblemente tensas.

Sobretodo Gemma y Noe que antaño habían unido fuerzas para vencer a su enemiga de cabellos dorados. Ahora, ni tan solo se saludaron. Decidieron ignorarse en pro de no estropear el buen ambiente que se respiraba en la calle, justo enfrente de la puerta del local. Irónicamente, tomando esa decisión, consiguieron exactamente lo contrario, generar tensión.

Por su lado Miare, de caracter más dulce y tierno que las otras dos ‘reinas’, decidió dar el primer paso para enterrar el hacha de guerra. Realmente estaba cansada de aquel mal royo entre las tres, le agotaba estar lidiando constantemente con ello. Pero su principal motivo era otro bien distinto. Podemos resumirlo con ese dicho que popularmente se le atribuye a Sun Tzu, que dice ‘Si no puedes con tu enemigo, únete a él’. Aunque también sirve la gran frase de Michael Corleone en el Padrino II ‘Ten a tus amigos cerca, pero aún más cerca a tus enemigos’

La rubia al llegar, decidió acercarse primero a Gemma y tender puentes. Lógicamente, no obtuvo una respuesta positiva por parte de ‘la insurgente’, que directamente le giró la cara, despreciando la mano tendida. Luego probó con la otra y ante la sorpresa de todos, la ‘reina caída’ pareció aceptar el tratado de paz. Esto provocó cierto revuelo e incredulidad entre los demás ‘Custodes’ que alegres pero al mismo tiempo cautelosos, observaban el largo abrazo que se regalaron las dos chicas entre ellas.
  • De verdad Noe, que siento de corazón haberme comportado así! - Decía Miare con los ojos cerrados, mientras la abrazaba cariñosamente. - Somos mujeres en un mundo de hombres y tenemos el deber de ayudarnos y respetarnos.
  • Estoy de acuerdo contigo. - Noe cerró también los ojos y sonrió. Quien era aquella tía y que habían hecho con la auténtica ‘reina’? - Y siento haber sido tan estúpida contigo.
Aquella escena enterneció al resto de amigos y se escucharon varios ‘Oooooh!’ y algún tímido aplauso. Pero sin dudarlo el más contento de ellos era Marc. Menuda jeta la suya! Es decir, la culpa de todo aquel embroyo, en gran medida, había sido suya. Y ahora todo parecía solucionarse y no gracias a él, que más bien había hecho poco o nada por arreglarlo.
  • ‘The Vercettis’ - leyó en voz alta Jordi mirando la nueva y flamante fachada del local. - De que me suena eso?
  • Tommy Vercetti colega! - exclamó Guille que a su lado contemplaba lo bien que quedaba el rótulo. Por supuesto el nombre había sido idea suya.
  • Ostiaaaa! Claroooo! - Jordi cayó al fin dónde había visto antes aquel grafitti. - El GTA Vice City, no?
  • Excato! Jejeje. - justo en ese momento Fran salia a la calle abriendo una pequeña puerta incrustada en la persiana graffiteada. - Al principio lo queríamos llamar ‘Vicio’ o algo por el estilo. Pero Guille nos recomendó que sería mejor ponerlo en inglés. De ahí vino ‘Vice’, luego ‘Vice City’ y al final Tommy Vercetti, el prota del videojuego.
El grupo se había reunido alrrededor del gemelo y escuchaban la historia de cómo había surgido el nombre. En realidad había quedado genial, ‘The Vercettis’ en letras blancas sobre un fondo negro y abajo en letras más pequeñas ‘Social Club’ le daba un toque elegante y siciliano. Y el graffiti en tonos pastel representaba una playa de Miami sobre el fondo negro de la persiana, invitaba a entrar y pasarlo bien.
  • Que juegazo! - recordó Jordi. Cómo echaba de menos aquellos tiempos más sencillos.
  • Bueno! Preparados para entrar? - Fran estaba ilusionado con mostrar a sus amigos los avances que habían hecho con la remodelación del local.
Los amigos dijeron que sí todos a una y entraron dentro. Las caras de sorpresa al entrar reflejaban muy bien el esfuerzo que habían hecho los dos gemelos. Aquello ya no era una tienducha fea y apestosa, era un auténtico y precioso bar.
  • Le hemos querido dar un toque New Orleans. - Laia tomó la iniciativa y empezó el ‘tour’ - creo que le da cierto glamour.
Una tenue luz ámbar envolvía todo el lugar como una caricia antigua. Las paredes estaban cubiertas de ladrillo visto, decoradas con fotografías en blanco y negro de leyendas del jazz y el blues: Miles Davis con su trompeta inclinada, Billie Holiday con una gardenia en el pelo, B.B. King abrazando a Lucille. Incluso habían usado photoshop en algunas, como si aquellos artistas hubieran tocado realmente en el ‘Vercettis’ y se hubieran tomado fotos con los dos gemelos.

El aire olía a madera envejecida, whisky añejo y un leve rastro de tabaco. Las mesas eran de madera oscura, redondas y pequeñas, con velas encendidas que parpadeaban suavemente.

Alrrededor de la pared había una larga barra de madera con taburetes a juego. - Imaginad el sonido del contrabajo marcando un pulso constante desde aquí… bum, bum, bum…- decía Laia enseñandoles el pequeño escenario - Tendremos una banda en vivo para que improvise entre saxos, teclas y redobles suaves de batería. Y que cada nota flote como humo entre los vasos y las conversaciones susurradas en las mesas.

El ambiente era íntimo y acogedor. Sobre el escenario había un cartel de neón donde se leía el nombre del local ‘The Vercettis Social Club’. Las letras rodeaban un circulo iluminado y en medio una imagen de dos gemelos con gafas de sol, brazos cruzados y espalda contra espalda miraban de frente, serios y peligrosos. - Imaginad los clientes, balanceandose al ritmo de la música, algunos con los ojos cerrados, dejándose llevar por el groove. - Laia estaba muy emocionada. - Y aquí, tras la barra, un camarero de rostro curtido sirviendo tragos con la precisión de quien lleva décadas en el oficio, sin perder el ritmo del tema que suena.

  • Buah! Tiene un royo muy guapo! - sonreía Marc que se había sentado en una mesa e imaginaba ese bar lleno de gente y la música en vivo.
  • Aquí el tiempo se diluye. No hay prisas. Solo música, historia, y un alma compartida que vibra en cada acorde. - dijo Laia sentandose a su lado y flipandose cada vez más.
  • Laia! Ha quedado espectacular - comentó Noe sin poder salir de su asombro.
  • Si tía! - añadió su hermana. - Parece que nos hayamos teletransportado a otro lugar, a otra época. Alucinante!
Después del shock inicial dónde todos estaban asimilando el brutal lavado de cara del local, empezó la tormenta de preguntas. Música en vivo? Contratar una banda? Un barman? Incluso querían servir comidas. Pero cuanto les había costado todas las reformas? Aquello era una locura.
  • Tranquilos… jejeje. Tranquilos. - Fran intentaba tranquilizar al grupo. - exceptuando el alcohol, la comida y ciertas reformas. Todo lo demás no ha costado nada.
  • Exacto! Casi todos los muebles los hemos reciclado y restaurado. El primo de fran y unos compañeros suyos del conservatorio tocaran gratis hasta que podamos pagarles. Jordi, tu padre se ha ofrecido a trabajar de camarero y tu madre de cocinera.
  • En serio? Jajajaja - rió Jordi - esa no me la esperaba.
  • Además, a través de nuestros contactos y los de Laia, casi toda la decoración y mobiliario nuevo ha salido a precio de coste o casi regalado. - Añadió Fran. Marta por su lado volvió a ponerse cachonda imaginando cómo iban a devolver todos aquellos favores.
Los amigos no daban credito a lo que estaban viendo. Pero eso solo era la punta del iceberg. - Bueno! Aquí está la cocina. - siguió diciendo Laia cuando pasaban por delante de dónde antes estaba el sucio despacho de los gemelos. - Y esto os va a encantar, jaja. Os acordáis del sótano dónde jugamos la partida de rol? Flipad con esto gente!

Detrás de una puerta camuflada al fondo del bar, justo al lado de un perchero que nadie parecía usar, había una vieja escalera de hierro que crujía con cada paso. Descendía a un mundo sumergido, oculto bajo la música y el humo del jazz que no dejaría de sonar hasta altas horas de la madrugada.
El sótano ya no era aquella preciosa taberna medieval que conocían, ahora olía a humedad, madera fermentada y secretos guardados con recelo. Las paredes estaban revestidas de paneles de roble oscuro, y las lámparas industriales colgaban bajas, lanzando sombras alargadas. En el centro, una mesa redonda de tapete verde desgastado esperaba el inicio de otra partida. - Imaginad las fichas amontonadas en pequeñas torres, y los vasos medio vacíos dejando marcas circulares sobre el tapiz. - decía Laia con un discurso claramente memorizado, pero aún así ultra convincente. - El crujido de los naipes y el chasquido de un encendedor llenando los silencios entre miradas tensas.

En una esquina, había una replica muy conseguida de una destilería artesanal. Parecía tan real que Gemma juraria que había oido cómo zumbaba suavemente exhalando el aroma denso del alcohol casero. Al lado, botellas sin etiquetas reposaban alineadas en estanterías de metal. - Hay algo casi alquímico en ese rincón - dijo Laia dándole un toque intrigante - cómo un ritual secreto que mantiene vivo el pulso subterráneo del lugar.

Más allá, tras una pesada cortina roja, se escondía una diminuta sala de cine. Había una docena de butacas de terciopelo raído enfrente una gran pantalla. El proyector murmuraba con voz ronca, proyectando la película de Marta en el taller. El sonido apenas se escuchaba, pero no hacía falta. Todo en esa habitación estaba hecho para mirar en silencio, en penumbra, con el corazón un poco más acelerado de lo normal.
  • Abajo, como arriba, el tiempo sigue sin correr. Solo cambia el ritmo: del swing al susurro, del trago compartido a los pactos silenciosos. - acabó de explicar Laia con una gran sonrisa en su rostro - Bueno! Qué os parece?
Los ‘Custodes’ entraron en frenesí. Aplaudían, vociferaban, se cagaban en Dios. No podía ser cierto lo que estaban viendo, debía ser un sueño. Ya no era solamente el gran trabajo que habían hecho en tan poco tiempo, es que estaba todo tan cuidado y con tal cariño, en esos momentos estaban dentro de un sótano ilegal de algún bar de mala muerte de algún lugar perdido de Estados Unidos.

Los gemelos y Laia contemplaban orgullosos las caras de sorpresa de sus amigos. Y recibieron de buen gusto los constantes alagos y las multiples felicitaciones que les dieron.

Estuvieron varias horas hablando, volviendo a subir arriba y bajar abajo para asegurarse de que todo aquello era verdad y aprovecharon para compartir unas cervezas frías y escuchar algo de música jazz mientras charlaban muy animados.
  • No, al final lo registramos. Es mejor así, menos líos colega. Pero solo he declarado la parte de arriba, el sotano… digamos que no existe! Jaja - explicaba Fran a Jordi. - Aproveché una bajada en el alquiler y cambié la licencia de actividad. Fue un lío con el ayuntamiento, ya sabes: formularios, permisos sanitarios, insonorización, lo típico. Pero bueno ya está casi todo en regla.
  • Pero cómo lo habéis conseguido tan rápido? - Marc se unió a la conversación.
  • Bueno… contactos! Jeje. - realmente aquellos chavales eran una caja de sorpresas sin fin.
Al parecer, la inauguración del local se había adelantado para mañana Lunes. Aún quedaban pequeños detalles por pulir y ciertos permisos que debían ser aprovados. Pero los gemelos no querían esperar más, especialmente Fran que había obtenido el primer puesto en el sorteo de las fantasías y quería que la apertura del ‘Vercettis’ coincidese con la suya.

No obstante, era necesario hacer un ensayo. Para que todo el mundo estuviera preparado para la gran inauguración. Así que el grupo de amigos se despidió y se fueron a sus respectivas casas para acicalarse y ponerse guapos.

Ya era de noche cuando los amigos se volvieron a reunir en frente del local. Aunque había ciertas diferencias comparandolos con esa misma mañana. Los Blues Brothers hicieron acto de presencia y por lo visto, un nuevo hermano se había unido a ellos. Mientras Noe deboraba con la mirada el imponente porte de su novio, Jordi y Guillermo se ayudaban a colocarse bien la fedora sobre sus cabezas.
  • Jessica? - preguntó Marc a su novia cuando la vió llegar.
  • Jajaja pero que dices? - rió Noe.
  • Eres la viva imagen de Jessica Rabbit mi vida! - Marc la contemplaba con sus ojos y boca totalmente abiertos.
Llevaba un vestido rojo largo de lentejuelas, ceñido al cuerpo y con una gran abertura en la pierna. Unos Guantes largos de color violeta. Tacones altos rojos. Su cabello largo y ondulado, cubriéndole parcialmente un ojo.
  • Qué tonto eres jaja - coqueteó ella. - Tu estás guapíssimo también! Dejame que te vea bien.
Tanto ellos como ellas estaban espectaculares. Parecía que se hubieran puesto de acuedo y todos se vistieron de época para la ocasión. - Todo listo! - gritó Fran abriendo la puerta del local.

El grupo entró dentro y enseguida se dieron cuenta de lo importante que era tener música en vivo. Sobre el escenario cuatro chicos y una chica tocaban un blues animado. Contrabajo, batería, guitarra, piano y saxo. No se necesitaba nada más para que las chicas empezaran a bailar.
Justo estaban tocando ‘Baby, please don’t go’ de Muddy Waters.
  • Dios! La voz del guitarrista colega! Es la puta reencarnación de Mr.Mojo - gritó Marc. - Nunca había visto a un blanco cantar así!
  • El del piano es mi primo! - dijo gritando Fran por encima de la música. - Es un prodigio, ya lo verás!
  • Oye! Y quien es la chica del saxo? - preguntó Marc.
  • Es Lisa! Te gusta?
  • Comooooo? - gritó Marc, la música y el jaleo del local invitaban a pasarlo bien.
  • Qué si te gusta cómo toca?
  • Ah síii! Lo hace genial - Marc le sonrió a la saxofonista y ella con sus mofletes hinchados le giñó el ojo. Era el tipo de mujer que le volvía loco. Delgada de cintura para arriba y curvas de infarto de cintura para abajo.
Jordi, por su lado, se acercó a la barra del bar para pedirle un trago a su padre, la primera ronda corría de su parte. Al mismo tiempo las chicas se habían apoderado del local y movían sus caderas sensualmente, levantando pasiones cuando bailaban pegadas y encendiendo a los chicos con cada movimiento de sus caderas. Parecía que la banda iba a rendir homenaje a Muddy aquella noche. Ahora sonaba ‘Spoonful’

Manolo limpiaba un vaso con un trapo gastado detrás de la barra mientras se acercaba a su hijo, lo hizo con la parsimonia de quien lleva más tiempo observando que hablando.
  • Primera vez por aquí... - murmuró, con voz grave y algo áspera, como si hubiera pasado la vida entre humo de cigarros y madrugadas largas. - Este lugar no aparece en los mapas. Pero si llegaste, es porque algo te trajo.
Jordi sonreía de oreja a oreja mirando de arriba a abajo a su padre. Vestía con camisa blanca arremangada, tirantes negros bien ajustados y pantalón de tela oscura, algo gastado. Llevaba un delantal de cuero envejecido atado a la cintura, manchado por el whisky y el paso del tiempo. En la muñeca, un reloj antiguo de cadena; en los ojos, la mirada de alguien que ha visto pasar más historias que trenes de medianoche.

- ¿Buscas música, olvido... o respuestas? - preguntó, mientras deslizaba un vaso limpio frente a él - Tengo un bourbon que arde lento, y un trago sin nombre que sólo sirvo a los que preguntan poco.

Y justo antes de girarse, le lanzó una última frase, casi susurrando - Si viniste por más que el blues… espera a que suene el cuarto tema. La banda sabe qué hacer.

Jordi empezó a reir y Manolo no pudo evitar salirse de su papel, uniendose a las carcajadas de él. El hijo felicitó al padre por su gran interpretación y seguidamente este empezó a derramar los espirituosos dentro de los vasos.
  • Cariño! Sabemos ya que van a pedir los clientes? - la madre de Jordi salió de la cocina a grito pelado y nerviosa.
La puerta de vaivén se abrío con un golpe seco propinado por su gran culo y apareció con el delantal manchado de grasa y sudor. La cocinera, mujer de curvas generosas y andar seguro amenazaba a su marido con una sartén en una mano y un trapo en la otra, moviéndose al ritmo de la música que vibraba en las paredes. - Date prisa en preguntar que luego no quiero ir de culo! - chilló. Su risa, ronca y cálida, llenaba la sala más que el aroma a costillas y especias.

La banda seguía a todo ritmo, contrabajo y batería más unidos que el pan y el aceite. Miare y Masi bailaban con Guille dando tragos a las bebidas que Jordi acababa de repartir. Este y su novia reían apoyados en la barra, charlando animadamente con el camarero. Fran, en un arrebato, sacó a bailar a Laia y sorprendiendolos a todos una vez más, demostró conocer muy bien los pasos prohibidos.

Por su lado Jessica Rabbit y hermana se desmelenaban al ritmo de ‘Got my mojo working’. El ambiente era salvaje, rebozaba de libertad y desenfreno. El grupo estaba feliz y lleno de energía, volvían a estar juntos de nuevo y sí, el primo de Fran realmente era un maldito prodigio, parecía que tuviera diez dedos en cada mano.
  • Todo bien? - preguntó Marc sentandose en una mesa al lado de Gemma. Estaba sola y pensativa. La banda avisó que se iba a tomar un pequeño descanso después de la siguiente canción.
  • Pasa de mí! - dijo ella apoyando su mejilla sobre su mano y removiendo el vaso medio vacío de bourbon con la otra.
  • Vengaaaa! Dónde está la Gemma que yo conozco - Marc empezó a hacerle cosquillas.
  • Para!… jajajaj que te he dicho que pares! - ella rompió a reir intentando que el parase.
  • Venga nena! El Wisky es de primera, suena buena música y no podemos estar en mejor compañia. - Marc se levantó de la silla y le tendió la mano invitandola a bailar.
Ella se hizo de rogar, pero no demasiado. En pocos segundos todos los amigos bailaban juntos entre risas, silbidos y miradas lascivas. Las parejas cambiaban, se rotaban, se rozaban y se seducían al compás de la música.
  • Gracias Barcelona! Nos vamos a tomar un pequeño descanso pero volvemos en seguida! Paz! - Dijo al micro el guitarrista con voz de negro.
Un gran lamento se escuchó entre el público, acompañado de aplausos y cuerpos sudados. El ambiente estaba cargado y empezaba a oler a sexo. Marc, que no le quitaba el ojo a la saxofonista, se fijó en como bajaba del escenario y entraba en la cocina moviendo ese enorme trasero. Desde que entró en el ‘Vercettis’ sabía que ese culo enorme lo acabaría venciendo, solo era cuestión de tiempo.
  • Ahora vuelvo hermano! - le dijo a Guillermo que justamente se estaba liando con Masi y Mónica al mismo tiempo. Y desapareció por la puerta de vaivén de la cocina.
Solo entrar se puso vizco. La madre de Jordi y Lisa estaban frente a los fogones, al parecer ella le pedía algo de comer. Se quedó quieto mirando esos dos enormes culos uno al lado del otro. Por cúal empezar? Más vale malo conocido, supongo.
  • Hola Rosa! Me echabas de menos - le susurró él, acercandose por detrás y rozando descaradamente su paquete por su trasero.
  • Uuuff! Cómo echaba de menos ese pedazo de polla. - gimió ella mientras movia su gordo culo contra la pelvis del chico.
  • Hola! - dijo Marc mirando a la chica nueva al mismo tiempo que levantaba el delantal de la cocinera. No llevaba puestas las bragas la muy guarra, así que no tendría regalo esta vez. - Lisa verdad?
  • Eeeh… sí! - dijo ella perpleja al ver que el empezaba a desabrocharse el pantalón.
  • Aaah! No te preocupes por esto! Somos viejos amigos - Marc sacó su polla erecta fuera y la introdujo por el coño mojado de la madre de su amigo. Esta empezó a gemir instantanemanete.
  • Será mejor que os deje solos! - Lisa cogió un par de costillas y se dispuso a salir de la cocina, confundida pero cachonda al mismo tiempo.
  • Espera! - Marc la sujetó del brazo, mientras empotraba ese enorme culo. La saxofonista no es que fuera muy guapa, pero cómo iba a hacerle un feo a ese tremendo pandero? - Si te apetece… quedarte… podemos hacerte un sitio. Verdad Rosa?
  • Siiii…. Oooh… siiiii! No pares!
Lisa se quedó mirando a aquel chico con gafas de sol y fedora que la miraba profundamente, como si supiera de antemano que ella iba a aceptar la invitación. Era cómo si tuviera el extraño poder de bajar las bragas de las mujeres con tan solo mirarlas.

Las costillas calleron al suelo y la chica gordita se avalanzó sobre la boca del Blues Brother, mientras se bajaba la falda y se quitaba las bragas. Marc, en poco tiempo tenía a las dos mujeres desnudas abiertas de piernas sobre la gran mesa central de la cocina. Se las follaba sin quitarse el traje, primero a una y luego a la otra. Pero poco a poco se fué decantando más por la más jóven.
  • Madre de Dios, dame más duro… siiii! - gemía Lisa que llevaba demasiado tiempo de sequía. El chico no era su tipo, pero cómo iba a decir que no a semejante tamaño de rabo? - No se ni cómo te llamas! Pero que estoy haciendo - reía nerviosa mientras notaba esa polla entrando y saliendo de su coño húmedo.
  • Me llamo Marc! Un placer preciosa - Marc empezó a penetrarla más duro y más rápido agarrando sus carnes con las dos manos.
El resto de la noche Lisa estaría pensando en ese chico misterioso cada vez que se acercase el saxofón a la boca.

Marc se corrió tumbado encima de la mesa, mientras Lisa lo cabalgaba de espaldas recibiendo estruendosos cachetazos sobre sus enormes nalgas blancas y sudadas. Y al mismo tiempo la madre de su amigo se sentaba en su cara, disfrutando de la técnica definitiva de chupar coños. Cómo le gustaba a Marc comerse esos culos enormes y ahogarse entre sus nalgas mientras lamía ojetes. Mientras en la cocina la madre de Jordi hacía twerking sobre la cara del Blues Brother, en la barra del bar Manolo seguía atendiendo a los clientes.
  • Me pones algo fresquito? - preguntó Laia apoyando sus enormes tetas sobre la barra y enseñando canalillo. Su infalible técnica para conseguir copas gratis. Luego se giró a Jordi que estaba a su lado bebiendo su bourbon. - Y Marta? Hace rato que no la veo.
Jordi, apoyado en la barra con sus gafas de sol puestas, hizo un leve gesto con la cabeza señalando a su padre que preparaba un coctel para la amazona. Laia se puso de puntillas y miró detrás de la barra. Su cara cambió de repente al ver que Marta estaba de rodillas comiendole el rabo al camarero.
  • Veo que no pierdes el tiempo reina! - gritó Laia al mismo tiempo que la banda volvía a subir al escenario.
Marta sin dejar de mamar le hizo la señal del ‘ok’ con la mano, cómo si fuera una submarinista sumergida a bajas profundidades.
  • Y tu que precioso, te han dejado solo? - preguntó la tetona al bluesman con una sonrisa endiablada y picante.
  • Ya ves! - Jordi le dió un sorbo mientras aquellas enormes tetas se tiraban sobre él.
La barra del bar se convirtió en una red que separaba una pista de tenis. A cada lado del campo de juego las dos chicas competían por ver quien hacía la mejor felación.

El alcohol empezaba a nublar sus mentes y las cosas empezaban a descontrolarse. Mónica y Masi tenian acorralado a Guillermo contra la pared y el cuerpo del chaval era amasado por las manos de ellas, como si fuera una pizza siendo cocinada por maestras pizzaiolas.
Por su lado Fran intimaba con Gemma, que parecía haber olvidado todos sus problemas. Ella coqueteaba descaradamente con el dueño del local, que lucía especialmente atractico aquella noche.

La banda se dispuso a tocar ‘Kansas City’ y cuando las primeras notas empezaron a sonar, Lisa salió escopeteada de la cocina con el pelo alborotado y subiendose la faldilla. Subió al escenario, agarró una harmonica y siguieron con el show.

Marc salió justamente después, recibiendo un cachetazo en el culo por parte de la cocinera que se mordia el labio y le devoraba con la mirada. Se paró un momento para observar a sus amigos detrás de sus oscuras gafas de sol. Sonrió al pasar por delante la barra y buscó con la mirada a su novia, pero no estaba por ningún lado.
  • Eh colega has visto a Noe? - le preguntó a Jordi mientras le hacían una tremenda mamada.
  • Hace rato que entró al baño con… - Jordi abrió la boca de placer mientras miraba a Laia, había sacado fuera sus tetas y le hacía una tremenda cubana. Si seguía así se iba a llevar el set y el partido - se fué por ahí con Miare. - Dijo al fin.
Le estaba señalando al pasillo que pasaba por delante de la cocina y daba acceso a las escaleras que bajaban al subterraneo y conducían también al baño. Marc se fué en busca de su novia y la rubia. Que estarían tramando? Y si ese tratado de paz solo era una farsa? Deseó ferviertemente no encontrarse con ningun cadaver.
  • Ostia Cisco dónde te habías metido ?… pero que es todo esto? - ‘Entre dos aguas’ se había equivocado de puerta y había entrado en una sala oscura llena de televisores, como si fuera la garita de un guardia de seguridad.
No obtuvo respuesta. El gemelo le saludó y siguió monotorizando todas las cámaras. Absolutamente todas las habitaciones y salas estaban controladas. La sala principal, la cocina, el sótano, los servicios…
  • Ostia! Esas son Noe y Miare! - exclamó Marc señalando la cámara del baño.
El gemelo insonoro sonrió y afirmó con la cabeza. Marc se fijó en que tenía la polla fuera de los pantalones y erecta a más no poder. Le dijo que disfrutase, que material no le iba a faltar. Y salió de la sala de control para ir al servicio. Lo que acababa de ver por la pantalla le había dejado loco.

Entró en el aseo de chicas sigilosamente. Morboso cómo nunca y empalmado a más no poder. Aunque hacía escasos minutos acababa de correrse cómo un animal, lo que acababa de ver lo había encendido de nuevo. Al ajustar la puerta el aseo quedó en silencio, aunque no del todo, aún se podía escuchar de lejos la tremenda banda tocar apasionadamente.

El silencioso baño de mujeres solo era interrumpido por ligeros gemidos de chicas. Provenían de detrás de una de las tres puertas de los retretes. Abrió despacio y con delicadeza la puerta y su corazón se aceleró al ver a las dos chicas darse el lote de una forma que jamás había visto.

Noe, que iba vestida como Jessica Rabbit agarraba del cuello a Miare y la tenía atrapada contra la pared. La rubia llevaba un corto vestido de lentejuelas plateado y unos tacones a juego. El vestido le iba pegado al cuerpo como si fuera una segunda piel y apenas le llegaba a cubrir su gran culo. La rodilla de Noe mantenía sus piernas separadas a la fuerza, y mientras le metía dos dedos en su coño sin haberse quitado sus guantes largos de color violeta, le mordía el cuello como si quisiera chuparle la sangre.

Miare se dió cuenta de la presencia de Marc y se lo quedó mirando con la boca abierta y gimiendo de placer. Estaba totalmente sumisa, con sus brazos caídos, la cabeza levantada y su cuello apretado con violencia. Marc no dijo nada, solo quería seguir contemplando aquel caliente espectaculo.

Noe dejó de chuparle el cuello a la rubia, que quedó marcado por el pintalabios carmín, giró su cabeza y se quedó mirando a su novio mientras seguía metiendole los dos dedos por el coño a la rubia y apretando más su cuello.
  • Hola mi vida! - su cabello cubría por completo uno de sus ojos y sus labios estaban rojos y húmedos. - Estabamos… arreglando unos asuntillos - al decir eso hundio hasta el fondo sus dedos y la rubia emitió un grito de placer con sus piernas temblando.
  • Qué asuntos más interesantes - susurró Marc acariciandose el paquete delante de las dos.
  • Bueno! Solo quería dejarle claro quien manda. - Noe volvió a meterle los dedos con la intención de que Miare volviese a correrse otra vez. - Dime! Quien es tu dueña? - le susurraba sin dejar de masturbarla. Sus labios muy cerca, sus alientos entrecortados entrando en la boca de la otra.
  • Tú! Tú eres mi dueña… oooh… siiii! - gritó Miare cuando Noe le dió una bofetada.
Marc se desabrochó el pantalon y se bajó los calzoncillos. No podía aguantar más. Se quedó enfrente de ellas masturbandose, desnudo de cintura para abajo.
  • Y harías cualquier cosa por tu dueña? - Noe le propinó otra bofetada y luego empezó a lamerle la cara, justo dónde había recibido el golpe. Cómo si se hubiera arrepentido, cómo si sintiera amor y odio por ella al mismo tiempo.
La rubia asintió, su expresión facial deanbulaba entre el placer y el miedo. Y haciendo caso a la única y auténtica ‘reina’ le bajó los tirantes del vestido y se lo bajó lo suficiente para que sus pechos salieran fuera, luego empezó a chuparle los pezones obedientemente.
  • Por qué no me ayudas? Hace mucha calor cariño! - Noe volteó su cuerpo y le ordenó a su novio que le desabrochase el vestido. Miare seguía chupando sus tetas mientras le follaban el coño con aquellos dedos aterciopleados.
Marc se acercó a la espalda de su novia y le bajó la cremallera del vestido que terminaba justo donde empezaba su culo. Con las dos manos le fué bajando el vestido y lo acompañó dándole besos por su caliente espalda. Se puso en cuclillas, con su rabo palpitando, cuando su hermoso culo apareció delante de sus ojos. Llevaba un tanga negro y él olío el perfume de su cuerpo sudado. Deseaba meter su cara entre esas nalgas.
  • Quitamelo todo, venga! - le ordenó Noe que ahora tenía a Miare de espaldas y empezaba también a quitarle el vestido. - No, con las manos no! Con la boca. - le dijo a su novio mirandolo desde arriba con esa cara de guarra que a él tanto le ponía.
Marc mordió el fino hilo de la cintura de ella y empezó a bajarlo lentamente. Su nariz pasó por toda la raja de su culo y ella no pudo evitar dar un par de empujones contra su cara, soltando varios gemidos. Tomandose la libertad, abrió sus nalgas y empezó a chuparle el ojete. Al parecer a ella le encantó la idea.

Mientras a Noe le comían el culo, agarró de la cintura a la desnuda rubia y la hizo subir encima del retrete. Le quitó el tanga blanco con furia y empezó a hacerle lo mismo que le estaban haciendo a ella.

Los tres se pusieron muy cerdos. Pero no podían dejarlo ahí, necesitaban más. Quien iba a tomar la iniciativa? Miare no podía ser, era la sumisa en esa historia, ahora comprendía mejor a su amiga Marta, ser dominada era muy excitante.

Noe por su parte, estaba demasiado ocupada con su cara metida dentro del respingón culo de la rubia. Solo quedas tú amigo, dale caña.

Marc se levantó de repente, desesperado por meter su polla en ese calido y húmedo agujero. Llevaba demasiado tiempo sin follar con su novia y lo necesitaba.
  • Eeeeh! Pero a quien tenemos aquí - susurró Noe sacando su cara llena de babas del culo de la rubia, cuando notó el prepucio caliente de su novio rozandose contra su vagina mojada. - Aún no te he perdonado! Así que te vas a quedar con las ganas.
Marc no entendía lo que ella le decía. Es decir, el mensaje sí, pero porqué sus palabras decían que no y su cara decía todo lo contrario. Acostumbrate amigo, así juegan las mujeres. Noe hizo bajar a la rubia del baño y agarrando a su novio de la corbata lo sentó en el retrete. Luego cerro la puerta y se centró en darle placer a Miare, eso sí, sin dejar de mirar golosa como él se pajeaba su enorme polla. Parecía que no iba a meterla en caliente, pero le dió igual, era espectador del mejor show lésbico del planeta y tenía el mejor asiento de todos.
  • Creo que me voy a correr ya! No aguanto más - exclamó al rato Marc viendo como ellas dos se follaban.
  • Espera! - Noe se puso de rodillas y obligó a la rubia a hacer lo mismo.
Sin tocarle acercaron sus cabezas a la polla de el y lo miraron a los ojos mientras el estaba a punto de estallar.
  • A quien le vas a dar tu lechita? - dijo Noe. - A mí? - y acercó su cabeza aún más abriendo la boca. - O a ella? - cogió del pelo a la rubia y la acercó. Miare abrió la boca, obediente.
  • Ooooh Jodeeeer! A las doooos! - Marc empezó a lefar como un aspersor. Cada sacudida de su polla soltaba un chorretazo de lefa y lo repartió entre las dos chicas, para que ninguna se ofendiera.
Al cabo de un rato los tres salieron juntos del baño. Vestidos y ellas con sus caras limpias. Se volvieron a juntar con el resto del grupo en la sala y se dieron cuenta que aquello ya era una bacanal. La música seguía sonando ‘Lonesome’ de Menphis Slim, pero ya no era música en vivo, ahora salía de los altavozes del local. La banda se había unido a la orgía, así como el barman, la cocinera y los dos propietarios. Noe y la rubia se sentaron en los taburetes de la barra, mientras Marc les preparaba unas bebidas. Conversaron alegremente, bailaron y rieron esperando a que sus amigos terminasen.
  • Creo que esto va a funcionar! - Dijo Marta a los demás. Era de madrugada, más cerca de mañana que de ayer. Ya habían salido del local y esperaban a que pasara algún taxi.
  • Sí! Yo también le veo futuro! - añadió Jordi dandole un tierno beso en los labios. Su boca aún sabía al rabo de su padre.
  • Imaginaro mañana cuando esté el cine en funcionamiento! Eso va a sé la ostia! - exclamó Masi muy contenta.
  • Un momento! He tenido una idea!
  • Cúal Marta? - preguntó Noe que compartía un canuto con su novio.
‘Dulce Dolor’ les explicó a los chicos lo que se le acababa de ocurrir. Aunque el local podía dar beneficios solamente con la parte de arriba, lo importante y la ‘chicha’ estaba en la zona V.I.P. del sótano.
  • A ver, un local con música en vivo, buena comida, mujeres hermosas y calientes… está claro que se va a petar cada noche. - decía muy contenta - pero dónde vamos a sacar más pasta es con el cine. Tenemos que centrarnos en eso.
  • A qué te refieres Marta? - preguntó Marc rulandole el peta a su novia de nuevo.
  • Os propongo una cosa, a ver que os parece. Y si en vez de utilizar nuestras quedadas para cumplir fantasías, las usamos para hacer más videos?
El grupo la miró sin entender muy bien lo que decía. No lo estaban haciendo ya? Es decir, tenían un montón de metraje grabado de la anterior semana. Por qué no seguir igual?
  • Sí, si… pero no me refiero a eso. Lo que digo es que hagamos lo mismo de siempre pero nos centremos más en hacer buenos videos. Con buenas y morbosas historias, con mejor vestuario y ambientación…
  • Eeeh! Me parece muy buena idea! - dijo Gemma. Al parecer la reciente follada le había cambiado los ánimos. - Además de proyectarlos en el cine, podríamos subirlos a internet y cobrar por ellos. Es posible eso Guille?
Antes de que el bajito de los Blues Brothers pudiera contestar, Jordi y Marc empezaron a reir. Quien diablos iba a pagar por ver porno hoy en día? Si lo puedes tener gratis en cualquier lado. Eran unas eminencias en el tema, así que todos dieron por hecho que tenían razón.
  • Esperad! Hay una manera de monetizarlo - dijo Guille pensativo. - Las películas porno no, pero si las fotos y pequeños videos.
  • Estás pensando en Onlyfaps? Verdad? - preguntó Mónica, morbosa por la sugerencia.
Guille asintió y la parte masculina del grupo estuvo muy a favor de esa gran idea. Las chicas no obstante creían que no era justo, porqué ellas sí podían vender su cuerpo por internet y ellos no? Hicieron corrillo para debatir y al final llegaron a un acuerdo.
  • Bien! Lo haremos - dijo Noe riendo, con todas sus compañeras detrás dándole apoyo. Los chicos chocaron las manos y se abrazaron super animados. - Pero….
  • Hay madre! - exclamó Marc.
  • Siempre tiene que haber un pero… - dijo Jordi tapandose la cara con la mano.
  • Si nosotras lo hacemos, vosotros también! - ahora eran las chicas quienes reían y celebraban. - Y además nosotras os llevaremos las páginas.
  • A que te refieres? - preguntó Guille que había conseguido parar un taxi.
  • Pues que subireis lo que nosostras decidamos! Trato hecho? - Noe como representante de las mujeres, tendió la mano para cerrarlo.
Marc, cómo representante de los hombres, ahora en inferioridad, ya que los gemelos y Manolo seguían dentro del bar preparandolo todo para mañana, aceptó el trato sin consultarlo con sus dos amigos y estrechó la mano de su novia, más guiado por el corazón que por la razón. Pero dónde te has metido alma de cantaro?

En el primer taxi subieron Guille, Laia y Gemma. Parecían un matrimonio de lesbianas con su hijo adoptado. Cuando consiguieron parar al siguiente, se lo quedaron Noe, su hermana y las dos Marias.
  • Seguro que podrás aguantar un tiempo más? - preguntó Noe a su novio a través de la ventanilla del coche.
  • Si mi vida, esperaría diez vidas enteras por tí si sé que algún día volveré a estar a tu lado.
Noe le besó acariciandole la mejilla con sus ojos vidriosos. Se moría de ganas porqué el volviera a casa, pero quería hacerle sufrir un poco más. Aquel juego de quiero y no puedo le gustaba demasiado.
  • Bueno! Ha sido una noche genial verdad chicos? - Marta estaba sentada en medio de ellos dos y los rodeaba con sus brazos, dentro del tercer taxi.
  • Ya ves! - contestó Jordi. - Aunque estoy reventado.
  • Nadaaa! Ahora una duchita y para la cama mi vida.
  • Uffff! Es verdad! Como apetece una ducha ahora mismo, me acabas de generar una necesidad jaja - rió Marc.
  • Y si nos duchamos los tres juntos? Jijiji
Los chicos aceptaron y desearon estar ya en casa. El taxista indio escuchaba la conversación perplejo y ligeramente cachondo.
Si tu supieras amigo… si tu supieras.

Continuará…
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo