Que todo va bien!!!
No has leído lo que dice Sofi?
Ésta chica necesita que Carmen le haga "una visita"
Compañeros 2 - Venganza
- Thread starter FranRel
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No has leído lo que dice Sofi?
Ésta chica necesita que Carmen le haga "una visita"
javieron
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Tratar con Sofis es divertido mientras haya correa por ambos lados. Hay algunos que molestan pero no les gusta que los molesten. Y me late que va a ser el típico caso de Sofi. Y todo apunta a que va a tener algo con el hermano de Gema.
Por otro lado, le doy la razón a Gema. No debería volver con el jardinero, tipos así son insoportables. Actúan si dar explicaciones de nada, subestimando a los demás, creyendo que su idea es la única válida.
Me recuerda a ese personaje medio friki que enamora a la protagonista siendo estudiantes, luego él tiene un accidente creo, luego siguen y él de la nada la deja sin explicación. Luego nos enteramos que era por una enfermedad y que él se fue para "no hacerla sufrir". El regresa multimillonario y terminan juntos. No recuerdo el título del relato.
Por otro lado, le doy la razón a Gema. No debería volver con el jardinero, tipos así son insoportables. Actúan si dar explicaciones de nada, subestimando a los demás, creyendo que su idea es la única válida.
Me recuerda a ese personaje medio friki que enamora a la protagonista siendo estudiantes, luego él tiene un accidente creo, luego siguen y él de la nada la deja sin explicación. Luego nos enteramos que era por una enfermedad y que él se fue para "no hacerla sufrir". El regresa multimillonario y terminan juntos. No recuerdo el título del relato.
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Efectivamente. No estaría mal que Carmen comenzara su venganza por Sofía... Para ir calentando
No seas malo. Con el tiempo, verás cómo Sofi revelará quién es realmente. La personalidad que muestra ahora es solo una fachada, una máscara cuidadosamente construida para protegerse y ocultar sus inseguridades y vulnerabilidades más profundas.
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javieron
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Es en serio?Recuerdo ese relato, creo que es de un tal Franrel, si no me falla la memoria.
Por si acaso, si me gustó mucho el relato, sólo que el personaje me caía terrible
Carlos Sevillista
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El protagonista era muy buena gente, simplemente se equivocó en su decisión.Es en serio?
Por si acaso, si me gustó mucho el relato, sólo que el personaje me caía terrible
Carlos Sevillista
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El Paso del tiempo se llamaba.
FranRel
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4
Gema
Aparqué y salimos fuera a coger las maletas del coche. Miré a mi tío Héctor que estaba hecho un flan, el pobre se sentía fatal por dejar a su Cris durante varios días. Veníamos de mi casa donde estaban mi tía y los niños, se iban a quedar con nosotros durante el viaje de mi tío.
Cogí una de las maletas y eché a andar, pero Héctor no se movía. Me volví y lo cogí del brazo:
- Venga, tito, que pierdes el tren
- No sé, Gema, creo que me voy a volver y…
- De eso nada, que si te vuelves me mata la tita, venga, vamos
Tiré de él y al fin se movió. Lo llevé hasta la consigna donde tenía que pasar las maletas y mostrar su billete. Él se volvió a mostrar indeciso pero coloqué su maleta y la del portátil en la cinta y él me miró tristemente. Me dijo:
- Gema, si pasa cualquier cosa, cualquiera, por pequeña que sea, me llamas de inmediato
- Sííí, tito
- Si le duele algo a Cris, lo que sea, me lo dices
- Síííí
- De verdad, Gema, tu tía está muy delicada, si…
- Te aviso corriendo, sí
- Y si llora, ten paciencia, le dura poco y…
- Lo sé, lo sé
- Y los niños, si se ponen pesados y…
- Los encierro en el armario y tiro la llave, lo sé (y le saqué la lengua)
Ahora él se rio y dijo:
- Ay, lo siento, si eres toda una mujer y yo aquí diciéndote obviedades, lo siento
- Jajaja, no pasa nada, tito
Ahora me miró angustiado y me preguntó:
- ¿Soy mal marido por irme justo en este momento?
- Nooooo, que tonto
- Esto a lo que voy no es importante, y en cambio, dejo aquí lo más importante de mi vida, me siento fatal
Me reí para quitarle peso al asunto y le dije:
- Que dramático te pones por cinco días, tito jajaja
- Ya, supongo, pero creo que es la primera vez que vamos a estar separados tanto tiempo y…
Meneó la cabeza y luego me miró con una sonrisa triste:
- Bueno, Gema, muchas gracias por traerme y… aguantarme
- Anda, tito, vete ya que lo pierdes
Y le abracé y besé. Lo miré como caminaba hacia el tren, cabizbajo. Y pensé “Quiero justo esto, un hombre que me quiera de esta forma, como Héctor quiere a Cris y como papá quiere a mamá” pero lo veía imposible.
Volví a mi casa donde había dejado a Ali al cuidado de la jauría y de mi tía. También estaban mis hermanos pero ellos iban a su bola. Quien no estaba era Sofi que ese día trabajaba.
Pasamos un buen día en la piscina. Mi tía Cris habló varias veces con mi tío pero ni hubo lloros ni drama, estaba contenta aunque lo echara de menos. Preparé mi habitación para que durmieran los tres niños mientras que Cris y yo dormiríamos en la cama de mis padres.
Sofi
Salí de la ducha aún cansada. Había sido un día de mierda en el trabajo, me dolían los pies de estar todo el día de pie, y tenía calor. El cuchitril donde vivía no tenía aire acondicionado, solo un viejo ventilador que encendí y me tumbé en la cama, desnuda, notando como volvía a empezar a sudar.
Estaba de mal humor, me habían cancelado un trabajo de azafata en un evento y me había jodido mucho, necesitaba esa pasta. Al menos tenía la tranquilidad de tener guardado el dinero para el alquiler del mes y para la gasolina de la moto, pero no tenía ni para comprar comida. Suspiré y me levanté, odiaba quedarme en esta mierda de casa “bueno, casa… una cutre habitación con cuarto de baño y mini cocina”. Pensé donde podía ir. Una opción era ir con Gema a su casa y cenar allí con ellos. Otra era ir con Ali a su casa y gorronear algo allí. Otra salir y que algún tío me invitara, eso siempre era fácil, pero me invitaría a copas y ahora tenía hambre.
Cogí el móvil e iba a escribirle a Gema para decirle que iría a cenar con ellos pero entonces me paré. Tenía hambre, sí, pero también necesitaba algo más. Necesitaba desfogarme después de la mierda de día. Necesitaba un buen polvo.
Dudé un poco pero al final busqué en mi lista de contactos y escribí “Estoy en casa, ven”. Luego escribí “Y trae algo de comer”. Al momento recibí respuesta “¿Voy ya?”. Le respondí un escueto “Sí” y me volví a tumbar en la cama pensando por enésima vez “Tengo que dejar de llamarle, joder” pero es que con él tenía asegurado un buen polvo y un buen rato de charla. Sabía que tenía que empezar a distanciarme de él, al final me iba a buscar un problema y ya solo me faltaba eso, pero en vez de llamarle menos, cada vez lo llamaba más, esta sería la tercera o cuarta vez este mes.
Suspiré y me levanté. Me puse un tanga y una camiseta, y luego recogí un poco la habitación. Hice tiempo hasta que escuché como llamaban a la puerta. Me moría ya de hambre y corrí a abrir con intención de primero comer y luego irnos a la cama, pero fue verlo y tiré de él para comerle la boca con intensidad. Luego, lo llevé a la cama mientras lo desnudaba y él dejaba la comida donde podía. Lo empujé a la cama y me tiré sobre él, besándolo y lamiéndolo sin parar mientras terminaba de desnudarlo.
Cuando lo estuvo, me desnudé rápidamente y me senté sobre él, metiéndomela lentamente, me encantaba notar como iba entrando. Luego comencé a cabalgarlo, primero con intención de disfrutar lentamente pero no pude aguantarme y aumenté el ritmo hasta que me corrí gritando y notando como él se corría dentro de mí. Me derrumbé sobre él respirando entrecortadamente.
Cuando me recuperé, le acaricié el pecho y le pregunté:
- ¿Qué has traído de comer, feo?
Él se rio y dijo:
- Ni un hola ni nada
- ¿No te ha gustado mi saludo?
- Sí, jeje... he comprado en el chino de abajo que te gusta
- Ah, genial, me muero de hambre
Le di un beso y me incorporé. Le dije:
- Luego comeré de esto (señalando a su pene aún medio erecto mientras le guiñaba un ojo) pero ahora prepara la mesa mientras me limpio ¿vale?
Y me levanté sin esperar respuesta para ir al baño. Allí me limpié y me miré al espejo, estaba colorada por el orgasmo. Meneé la cabeza, no entendía que me pasaba con él, Fer aún era un crío y éramos casi de la familia. Todo había empezado el verano pasado en una discoteca donde nos encontramos de casualidad, nos emborrachamos y acabé enrollándome con él. Aún me sorprendía por aquello, no entendía como me pude enrollar con él aquella primera vez, “pero es que está muy bueno” pensé sonriendo. Su mote de “feo” no tenía nada que ver con su aspecto actual. Venía de cuando lo vi por primera vez, recién nacido, muy arrugado y feo. Yo tenía unos cuatro años y estaba acostumbrada a mis muñecos y cuando lo vi, no pude evitar un “que feo es”.
Tras aquella primera vez, los dos nos estuvimos esquivando, avergonzados, pero me lo volví a encontrar en otra discoteca, y esta vez, sin casi estar bebida, le ataqué directamente. Y unos días después, lo estaba desvirgando. Y desde entonces, en secreto, me lo estaba follando, dejándole claro que era solo sexo entre amigos pero era algo que tenía que ir dejando, se me estaba yendo de las manos. Solo hacía unos tres o cuatro días que me lo había follado y ahora volvía a llamarlo. Y pensé en ese último día, no tenía ni ganas de follar, estaba cansada y con ganas de echarme en la cama, pero me avisó Gema que estaban en una hamburguesería y lo vi antes de entrar y, de pronto, me puse cachonda, estaba muy guapo. Le escribí diciéndole “Nada de cine, te vienes a mi cama” y luego entré disimulando. Pero cuando Gema me dijo de salir fuera, me entró la culpabilidad, e intenté salir con ella para evitar quedar con Fer, pero Gema no quiso y acabé yéndome a casa a esperarlo. Definitivamente tenía que dejar de quedar con él.
Salí del baño y lo vi de espalda a mí, desnudo, y me entró un cosquilleo entre las piernas. Sí, tenía que dejar de quedar con él pero “es que menudo culito tiene” pensé mordiéndome el labio inferior. Recorrí con la vista sus piernas, su culo y su espalda y me puse de nuevo cachonda. Fui hacia él y le cogí el culo diciendo:
- Feo, ¿Has traído bebidas? Creo que tengo el frigo vacío
Fer se rio y dijo:
- Me lo imagina, vacío como siempre… Sí, he traído cervezas
- Biennnn
Y le besé el hombro sin dejar de apretarle el culo. Entonces mi estómago rugió por el olorcito de la comida y dejé con pena el culo de Fer para sentarme y decirle:
- Ufff, estoy canina, nene
- ¿Mucho curro?
- Sí, y que no he almorzado
- Vaya, sí que has tenido lío
En realidad, no había salido a comer porque no tenía un euro, pero no se lo dije. Empecé a contarle mi día mientras devoraba la comida. Esto era otra cosa que me gustaba de Fer, era bueno escuchando. A pesar de no dejar de mirarme las tetas, no perdía detalle de lo que le contaba, y me preguntaba por detalles.
Cuando ya sacié mi estómago, decidí empezar a jugar con él y calentarlo. Me levanté y me contoneé desnuda, inclinándome para coger algo y mostrarle mi culo, y entonces le dije:
- Oye, no me has dicho nada
- ¿De qué?
- De mis tetas morenitas ¿No te has fijado o qué?
Y me giré para mirarle, poniendo cara de ofendida aunque sabía que no había dejado de mirarme. Fer se rio y dijo:
- Claro que me he fijado
- Y no me dices nada
Y lo miré con cara de enfado fingido mientras él recorría mi cuerpo con sus ojos ansiosos. Me senté y con mi pie, busqué su entrepierna para encontrarme lo que ya sabía, su polla dura… Sabía perfectamente como calentarlo. Sonreí y le acaricié la polla con mi pie. Entonces dijo:
- Por cierto, Sofi, no veas como te pasas conmigo
- ¿Qué? ¿Cuándo?
- El otro día en la piscina cuando me echaste
- Ah
- Mira que llamarme pajillero delante de Cristi
- Jiji
- Y que le miro las tetas a Ali
- ¿No es verdad?
- Un poco, pero no más que a ti, ya lo sabes
- Pues por eso mismo, es todo para disimular, ya lo sabes
- Pero…
- Pero nada, me ves con el bikini y me desnudas con la mirada, no eres nada disimulado, así que tengo que llamar la atención sobre otras cosas, no sobre nosotros, y no paro de decir chorradas para que vean que soy una payasa y no que me follo a su hermanito
Fer sonrió ampliamente y dijo:
- ¿Y cómo no voy a mirarte? Estás muy buena jeje
Me levanté sonriendo y moví su silla para hacer hueco y me arrodillé entre sus piernas. Acerqué mi cara a su polla y le dije:
- Además ¿Es mentira que eres un pajillero?
- No lo soy
- Te recuerdo que me confesaste que te pajeas desde los quince pensando en mí
- Jaja, pero eso fue con quince
- Con quince, con dieciséis y con diecisiete ¿O me vas a decir que ahora no te pajeas?
- Jeje
Le cogí la polla que estaba totalmente dura y me la pegué a la cara mientras preguntaba con tono de pena:
- ¿Ya no soy tu fantasía?
E hice un puchero con la boca mientras movía su polla por mi cara. Dije con tono triste:
- ¿No te pone pensar en mí con mi carita llena de tu leche?
Fer jadeó y dijo:
- A… a veces
- ¿Solo a veces te pone pensar en mí? Ohhh, estoy triste
Haciendo más pucheros y sin dejar de apretar su polla contra mi cara. Él, jadeando, dijo:
- A… a veces me toco pensando en ti
- ¿Cuándo fue la última vez?
- No… no sé
- ¿Anoche?
- S… sí
Y sonreí triunfalmente. Era un libro abierto para mí. Le pregunté:
- ¿Y pensaste en mí chupándotela?
- Sí
- ¿Quieres que te la chupe?
Y le lamí lentamente la polla. Fer volvió a jadear. Le dije:
- Quizás te lleves una decepción, una fantasía puede ser mejor que la realidad ¿O crees que la chupo bien?
- La… la chupas genial
- ¿Seguro?
Fer asintió rápidamente. Sonreí y decidí que ya estaba bien de hacerle sufrir, y me moría de ganas de chupársela. Me la metí en la boca y comencé a chupársela despacio, disfrutando de su placer.
Gema
Tras la cena, Ali se fue a su casa y Cris y yo estuvimos inventando juegos con los niños hasta que se empezaron a caer de sueño y los acostamos. Luego, nos preparamos el resto para ir a dormir. Dejé a mi tía acostada con el iPad hablando con mi tío, y di una vuelta por la casa para dejarles a sola. Revisé el jardín, las puertas, fui a hablar con Cristi que estaba con su ordenador y le dije que solo media hora más o quitaba la luz. Ella se rio pero me sabía capaz. Fui a la habitación de Fer, pero recordé que aún no había llegado, que había salido con sus amigos. Por último, les eché un ojo a los niños.
Cuando volví a la habitación de mis padres, mis tíos reían contándose algo. Me metí en el baño y cuando salí, ya habían cortado. Me acosté junto a mi tía y le dije:
- ¿Apago ya, tita?
- No, vamos a aprovechar que estamos solitas y vamos a hablar
La miré extrañada y pregunté:
- ¿De qué? ¿Qué pasa?
- Eso digo yo ¿Qué te pasa?
- ¿A mí? Nada, jajaja
- Gema, que te conozco desde que eras una pitufina que no sabía pronunciar la erre
Me reí. De eso no me acordaba, era muy pequeña, pero mi madre tenía videos míos donde no pronunciaba las erres, y luego, otros del día que empecé a pronunciarlas de forma exagerada y que fue gracias a mi tía. Le dije:
- Y que tú me enseñaste
- Eso es, así que venga, cuenta
Le sonreí tristemente y le dije:
- Es que, tita, no sé qué me pasa
- Tu madre cree que estás triste por la ruptura
- ¿Con Jack? Que va
- Sé que lo tuyo con ese chico no ha sido amor, no te has enamorado de él, te gustaba estar con él, estar acompañada, el sexo… pero no era amor ¿Verdad?
- Exacto
- Así que tu estado de ánimo no se debe a esa ruptura
- No, no es por eso
- ¿Entonces? ¿Hay otro chico?
- Que va
- ¿Chica?
- Jajaja
- No pasa nada si…
- No, de verdad, las chicas no me interesan
- ¿Y seguro que no hay otro chico por ahí que…?
- Creo que por ahí pueden ir los tiros, pero no por lo que estás pensando
- ¿Entonces?
- Es por la falta de chico, no tengo a nadie, tita, me siento… sola, bueno, no sola, os tengo a todos vosotros, y a Ali y a Sofi, pero sentimentalmente… ya sabes
- Ya
- Y lo peor es que no tengo ganas de buscar a un chico, no me animo a salir con alguien, no me apetece, se me hace un mundo salir y conocer a alguien y… no sé, no lo entiendo
Me callé. Mi tía no me insistió, esperó pacientemente a que me aclarara las ideas. Le dije:
- Tita, creo que algo en mí no está bien
- Tu ánimo ¿No?
- No, me refiero a como soy, no… algo tengo mal
- Anda ya, Gema
- Sí, yo… mmmm Mira, has visto a Jack, es un macizorro, deportista, con cuerpazo, guapo… además, bien dotado y sabe hacerlo… pero ¿Tú ves normal que teniendo un novio como Jack casi no follaba con él? Es que se tuvo que buscar a otra porque yo le daba largas constantemente
- Pero estabas de exámenes y…
- No, tita, en algo más de un año de novios, le he dado muchísimas largas, me costaba tener sexo con él, aunque cuando lo tenía era buen sexo, me lo pasaba bien, pero me costaba mucho empezar… Eso no es normal, tita
- Bueno, no sé si…
- Creo que la culpa la tiene Fran
- ¿Sigues enamorada de él?
- Nooooo, eso no, me refiero a que esa relación que tuve con él fue muy intensa y la forma en la que me dejó… mmm… no sé, creo que me ha dejado traumatizada o algo
- ¿Por qué?
- No sé, tita, yo… os tengo como modelos a ti y a mamá, tan felices con vuestras parejas, unos hombres que os adoran, y como los queréis vosotras… Eso que tenéis tú y mamá no es normal, tita, no lo he visto en los padres de mis amigas, casi todos divorciados o que casi ni hablan entre ellos, pero vosotros, joe, si llevo aquí un mes y he perdido la cuenta de la de veces que los he escuchado teniendo sexo, algo que me parece genial, y tú, si no llegas a estar malita, tendrías al tito destrozado jeje
- Sí, eso es verdad, la suerte que tenemos tu madre y yo no es muy normal, pero no fue fácil conseguirlo
- Lo sé, pero yo quiero para mí lo que veo en vosotras, como miráis a vuestras parejas, como os miran ellos, como os acariciáis,… y eso lo tuve con Fran, estoy segura, me sentía así, y pensé que sería así para siempre, pero era una niña tonta, supongo que fue un enamoramiento de adolescente ingenua, no sé, pero creo que no lo he conseguido superar… algo se rompió dentro de mí cuando cortó conmigo.
Cristina
Miré a Gema pensando y recordando aquel verano con Fran, la felicidad absoluta de Gema, las confidencias sobre el sexo,… Y los veía juntos y eran la parejita perfecta. Y a Fran lo veía igual, totalmente feliz. Pero, de pronto, Fran la dejó sin darle muchas explicaciones más allá de generalidades. Y entonces Gema entró en una profunda depresión. Meneé la cabeza y dije:
- Lo de Fran nunca lo entenderé
- Ya
- Se le veía tan feliz contigo…
- No he parado de darle vueltas a qué hice mal… Seguramente en el sexo era muy mala y lo aburrí y…
- No creo que fuera eso, los dos erais novatos pero os comíais con los ojos, eso lo veía cualquiera
- Es que otra cosa no puede ser, tita
- Quizás era verdad lo que te dijo de que erais muy jóvenes para una relación así y que se sentía presionado
- Ya… puede
Nos quedamos calladas. Entonces ella dijo:
- No he vuelto a tener tanto sexo con un hombre desde aquel verano, tita. Y después de aquello estuve casi tres años sin tener relaciones, no quería y no podía. Después solo con Jack, y en el año y poco que he estado con Jack, lo he hecho muchas menos veces que con Fran en aquellos pocos meses de verano
La miré a los ojos y le pregunté:
- ¿Qué sientes cuando ves a Fran?
- Uffff
Se quedó de nuevo callada durante unos minutos. Entonces dijo:
- He sentido muchas cosas cuando pensaba en él, rabia, enfado, tristeza. Ahora que he vuelto, lo miro y solo siento mmm no sé, confusión, perplejidad... no es el chico del que me enamoré, lo veo encerrado en sí mismo, serio, muy serio… está muy raro
- Pero ¿Sientes algo por él?
- No, bueno, no sigo enamorada de él si es eso lo que preguntas, pero siento tristeza, fue mi mejor amigo, estábamos a todas horas juntos desde que éramos pequeños y, de pronto, se alejó… echo de menos su amistad pero es que ya no es el de entonces, ya no sería lo mismo
- Ya
- Cuando murió mi padre en aquel accidente de coche, me apoyé en él totalmente… Tenía a papá y a mamá, y a vosotros, pero Fran fue… Él me entendía y me escuchaba sin agobiarme por mi pena, yo le hablaba y hablaba contándole cosas de mi padre y él se quedaba escuchando, entendiendo mi dolor, o me animaba con alguna historia que se le ocurría… Teníamos trece años y me enamoré totalmente de él y no sé si volveré a sentir aquello por alguien, tita… ese es el problema
- Ay, cariño, lo sentirás, algún día lo volverás a sentir
- No sé, tita
- Ya lo verás
- Me gustaría ser como Sofi y no darle tantas vueltas a la cabeza… Ella tiene relaciones que no llevan a ningún lado o fracasan al poco, pero siempre sale de ellas con optimismo, pensando que la siguiente relación será mejor... me gustaría poder hacer lo mismo
- Cada una somos como somos
- Ya, ese es el problema… o mira a Ali, feliz con su amigo
- ¿Sigue con él?
- Cada vez más, está enamorada aunque no lo quiera reconocer
- Bueno, al fin deja de estar enamorada de mi Héctor
Y nos reímos. Ali no sabía ocultar sus sentimientos hacia Héctor, lo miraba y escuchaba casi con devoción. Héctor nunca se había dado cuenta de la atracción que sentía Ali u otras que lo miraban de esa forma. Gema paró de reír y dijo:
- Yo creo que siempre será su amor platónico
- Seguro, de ella y otras
- ¿Otras? ¿Quiénes?
- Chicas de la oficina, dependientas,… Tu tío con la edad ha ganado mucho, es un hombre maduro, con mirada inteligente, guapo, interesante… y desde que yo le compro la ropa, elegante jajaja
- ¿Y no te dan celos?
- Que va, Héctor solo tiene ojos para mí, nunca se dará cuenta de lo atractivo que resulta a otras mujeres
- Eso es verdad jijiji
Seguimos hablando un rato más hasta que le dije que apagara la luz. Al poco noté como Gema se dormía. Yo no podía, me costaba dormir con el embarazo. Me quedé mirando el techo, pensando en Gema y sus problemas sentimentales, y recordando los míos cuando tenía su edad. Que fácil era dejarse llevar por las hormonas y los sentimientos a esa edad, y los errores que se cometían, y lo ciega que podía estar una.
Sofi
Cerré los ojos notando como el orgasmo estaba a punto de estallar y agarré las sábanas con fuerza mientras Fer me follaba rápido cogiéndome de las caderas. Estaba a cuatro sobre mi cama, sudando, agotada de tanta tensión pero disfrutando como una loca.
De mi garganta surgió un aullido cuando empecé a correrme. Mi cuerpo se sacudió en fuertes convulsiones mientras Fer se paraba y se corría dentro de mí. Acabamos los dos tumbados, yo boca abajo y Fer sobre mí, aún sin salirse.
Empecé a temblar tras los últimos espasmos y Fer me abrazó. Cuando dejé de temblar, me giré y le besé, metiéndole la lengua en la boca y morreándolo lentamente. Cuando paré, le miré a los ojos y empecé a reírme. Él me devolvió la mirada sin comprender. Me reía porque había sido una locura de polvo… polvos. Entonces le dije:
- Anda, vete a casa, tus padres te van a matar
- No están
- Ah, es verdad… Entonces Gema te matará, es peor que ellos jeje
- Eso es cierto
Se levantó pesadamente y buscó su ropa. Lo miré regocijándome en la vista de su cuerpo. Pensé que debería levantarme y ducharme, estaba toda sudada, pero sabía que las piernas no me aguantarían. Fer terminó de vestirse y me miró. Le dije:
- Ven, feo
Y se agachó y lo volví a besar. Entonces le dije flojito:
- Gracias por la cena
- ¿Solo me llamas por la cena?
- No, tonto, y por la compañía
- ¿Y por los polvos?
- Mmmm no sé, no sé, quizás jiji
Y le saqué la lengua. Él se rio. Se incorporó y fue hacia la puerta. Le dije:
- Ve con cuidado, es tarde
- Vale
- Avísame cuando llegues a casa
- Sí, mamá
- Hasta luego, feo
Y me sonrió para luego irse. Me estiré sobre la cama. “Menudos polvazos” pensé sonriendo pero tenía que ir cortando esto, él se podría enamorar de mí, si no lo estaba ya, y lo último que quería era hacerle daño. Suspiré. Necesitaba salir con otros chicos, no llamarlo tanto y que se fuera olvidando de mí, pero ¿Cuándo fue el último con el que me acosté? ¿Hace ocho meses? Ufff, solo follaba con Fer y eso no podía ser aunque el sexo fuera tan bueno.
Necesitaba salir más. A ver si convencía de una puta vez a Gema de salir a ligar. Con Ali no podía contar, estaba tonta con su friki, pero Gema sí estaba disponible y también necesitaba a un tío. La convencería como fuera pero lo de Fer tenía que ir dejándolo de una vez.
Gema
Aparqué y salimos fuera a coger las maletas del coche. Miré a mi tío Héctor que estaba hecho un flan, el pobre se sentía fatal por dejar a su Cris durante varios días. Veníamos de mi casa donde estaban mi tía y los niños, se iban a quedar con nosotros durante el viaje de mi tío.
Cogí una de las maletas y eché a andar, pero Héctor no se movía. Me volví y lo cogí del brazo:
- Venga, tito, que pierdes el tren
- No sé, Gema, creo que me voy a volver y…
- De eso nada, que si te vuelves me mata la tita, venga, vamos
Tiré de él y al fin se movió. Lo llevé hasta la consigna donde tenía que pasar las maletas y mostrar su billete. Él se volvió a mostrar indeciso pero coloqué su maleta y la del portátil en la cinta y él me miró tristemente. Me dijo:
- Gema, si pasa cualquier cosa, cualquiera, por pequeña que sea, me llamas de inmediato
- Sííí, tito
- Si le duele algo a Cris, lo que sea, me lo dices
- Síííí
- De verdad, Gema, tu tía está muy delicada, si…
- Te aviso corriendo, sí
- Y si llora, ten paciencia, le dura poco y…
- Lo sé, lo sé
- Y los niños, si se ponen pesados y…
- Los encierro en el armario y tiro la llave, lo sé (y le saqué la lengua)
Ahora él se rio y dijo:
- Ay, lo siento, si eres toda una mujer y yo aquí diciéndote obviedades, lo siento
- Jajaja, no pasa nada, tito
Ahora me miró angustiado y me preguntó:
- ¿Soy mal marido por irme justo en este momento?
- Nooooo, que tonto
- Esto a lo que voy no es importante, y en cambio, dejo aquí lo más importante de mi vida, me siento fatal
Me reí para quitarle peso al asunto y le dije:
- Que dramático te pones por cinco días, tito jajaja
- Ya, supongo, pero creo que es la primera vez que vamos a estar separados tanto tiempo y…
Meneó la cabeza y luego me miró con una sonrisa triste:
- Bueno, Gema, muchas gracias por traerme y… aguantarme
- Anda, tito, vete ya que lo pierdes
Y le abracé y besé. Lo miré como caminaba hacia el tren, cabizbajo. Y pensé “Quiero justo esto, un hombre que me quiera de esta forma, como Héctor quiere a Cris y como papá quiere a mamá” pero lo veía imposible.
Volví a mi casa donde había dejado a Ali al cuidado de la jauría y de mi tía. También estaban mis hermanos pero ellos iban a su bola. Quien no estaba era Sofi que ese día trabajaba.
Pasamos un buen día en la piscina. Mi tía Cris habló varias veces con mi tío pero ni hubo lloros ni drama, estaba contenta aunque lo echara de menos. Preparé mi habitación para que durmieran los tres niños mientras que Cris y yo dormiríamos en la cama de mis padres.
Sofi
Salí de la ducha aún cansada. Había sido un día de mierda en el trabajo, me dolían los pies de estar todo el día de pie, y tenía calor. El cuchitril donde vivía no tenía aire acondicionado, solo un viejo ventilador que encendí y me tumbé en la cama, desnuda, notando como volvía a empezar a sudar.
Estaba de mal humor, me habían cancelado un trabajo de azafata en un evento y me había jodido mucho, necesitaba esa pasta. Al menos tenía la tranquilidad de tener guardado el dinero para el alquiler del mes y para la gasolina de la moto, pero no tenía ni para comprar comida. Suspiré y me levanté, odiaba quedarme en esta mierda de casa “bueno, casa… una cutre habitación con cuarto de baño y mini cocina”. Pensé donde podía ir. Una opción era ir con Gema a su casa y cenar allí con ellos. Otra era ir con Ali a su casa y gorronear algo allí. Otra salir y que algún tío me invitara, eso siempre era fácil, pero me invitaría a copas y ahora tenía hambre.
Cogí el móvil e iba a escribirle a Gema para decirle que iría a cenar con ellos pero entonces me paré. Tenía hambre, sí, pero también necesitaba algo más. Necesitaba desfogarme después de la mierda de día. Necesitaba un buen polvo.
Dudé un poco pero al final busqué en mi lista de contactos y escribí “Estoy en casa, ven”. Luego escribí “Y trae algo de comer”. Al momento recibí respuesta “¿Voy ya?”. Le respondí un escueto “Sí” y me volví a tumbar en la cama pensando por enésima vez “Tengo que dejar de llamarle, joder” pero es que con él tenía asegurado un buen polvo y un buen rato de charla. Sabía que tenía que empezar a distanciarme de él, al final me iba a buscar un problema y ya solo me faltaba eso, pero en vez de llamarle menos, cada vez lo llamaba más, esta sería la tercera o cuarta vez este mes.
Suspiré y me levanté. Me puse un tanga y una camiseta, y luego recogí un poco la habitación. Hice tiempo hasta que escuché como llamaban a la puerta. Me moría ya de hambre y corrí a abrir con intención de primero comer y luego irnos a la cama, pero fue verlo y tiré de él para comerle la boca con intensidad. Luego, lo llevé a la cama mientras lo desnudaba y él dejaba la comida donde podía. Lo empujé a la cama y me tiré sobre él, besándolo y lamiéndolo sin parar mientras terminaba de desnudarlo.
Cuando lo estuvo, me desnudé rápidamente y me senté sobre él, metiéndomela lentamente, me encantaba notar como iba entrando. Luego comencé a cabalgarlo, primero con intención de disfrutar lentamente pero no pude aguantarme y aumenté el ritmo hasta que me corrí gritando y notando como él se corría dentro de mí. Me derrumbé sobre él respirando entrecortadamente.
Cuando me recuperé, le acaricié el pecho y le pregunté:
- ¿Qué has traído de comer, feo?
Él se rio y dijo:
- Ni un hola ni nada
- ¿No te ha gustado mi saludo?
- Sí, jeje... he comprado en el chino de abajo que te gusta
- Ah, genial, me muero de hambre
Le di un beso y me incorporé. Le dije:
- Luego comeré de esto (señalando a su pene aún medio erecto mientras le guiñaba un ojo) pero ahora prepara la mesa mientras me limpio ¿vale?
Y me levanté sin esperar respuesta para ir al baño. Allí me limpié y me miré al espejo, estaba colorada por el orgasmo. Meneé la cabeza, no entendía que me pasaba con él, Fer aún era un crío y éramos casi de la familia. Todo había empezado el verano pasado en una discoteca donde nos encontramos de casualidad, nos emborrachamos y acabé enrollándome con él. Aún me sorprendía por aquello, no entendía como me pude enrollar con él aquella primera vez, “pero es que está muy bueno” pensé sonriendo. Su mote de “feo” no tenía nada que ver con su aspecto actual. Venía de cuando lo vi por primera vez, recién nacido, muy arrugado y feo. Yo tenía unos cuatro años y estaba acostumbrada a mis muñecos y cuando lo vi, no pude evitar un “que feo es”.
Tras aquella primera vez, los dos nos estuvimos esquivando, avergonzados, pero me lo volví a encontrar en otra discoteca, y esta vez, sin casi estar bebida, le ataqué directamente. Y unos días después, lo estaba desvirgando. Y desde entonces, en secreto, me lo estaba follando, dejándole claro que era solo sexo entre amigos pero era algo que tenía que ir dejando, se me estaba yendo de las manos. Solo hacía unos tres o cuatro días que me lo había follado y ahora volvía a llamarlo. Y pensé en ese último día, no tenía ni ganas de follar, estaba cansada y con ganas de echarme en la cama, pero me avisó Gema que estaban en una hamburguesería y lo vi antes de entrar y, de pronto, me puse cachonda, estaba muy guapo. Le escribí diciéndole “Nada de cine, te vienes a mi cama” y luego entré disimulando. Pero cuando Gema me dijo de salir fuera, me entró la culpabilidad, e intenté salir con ella para evitar quedar con Fer, pero Gema no quiso y acabé yéndome a casa a esperarlo. Definitivamente tenía que dejar de quedar con él.
Salí del baño y lo vi de espalda a mí, desnudo, y me entró un cosquilleo entre las piernas. Sí, tenía que dejar de quedar con él pero “es que menudo culito tiene” pensé mordiéndome el labio inferior. Recorrí con la vista sus piernas, su culo y su espalda y me puse de nuevo cachonda. Fui hacia él y le cogí el culo diciendo:
- Feo, ¿Has traído bebidas? Creo que tengo el frigo vacío
Fer se rio y dijo:
- Me lo imagina, vacío como siempre… Sí, he traído cervezas
- Biennnn
Y le besé el hombro sin dejar de apretarle el culo. Entonces mi estómago rugió por el olorcito de la comida y dejé con pena el culo de Fer para sentarme y decirle:
- Ufff, estoy canina, nene
- ¿Mucho curro?
- Sí, y que no he almorzado
- Vaya, sí que has tenido lío
En realidad, no había salido a comer porque no tenía un euro, pero no se lo dije. Empecé a contarle mi día mientras devoraba la comida. Esto era otra cosa que me gustaba de Fer, era bueno escuchando. A pesar de no dejar de mirarme las tetas, no perdía detalle de lo que le contaba, y me preguntaba por detalles.
Cuando ya sacié mi estómago, decidí empezar a jugar con él y calentarlo. Me levanté y me contoneé desnuda, inclinándome para coger algo y mostrarle mi culo, y entonces le dije:
- Oye, no me has dicho nada
- ¿De qué?
- De mis tetas morenitas ¿No te has fijado o qué?
Y me giré para mirarle, poniendo cara de ofendida aunque sabía que no había dejado de mirarme. Fer se rio y dijo:
- Claro que me he fijado
- Y no me dices nada
Y lo miré con cara de enfado fingido mientras él recorría mi cuerpo con sus ojos ansiosos. Me senté y con mi pie, busqué su entrepierna para encontrarme lo que ya sabía, su polla dura… Sabía perfectamente como calentarlo. Sonreí y le acaricié la polla con mi pie. Entonces dijo:
- Por cierto, Sofi, no veas como te pasas conmigo
- ¿Qué? ¿Cuándo?
- El otro día en la piscina cuando me echaste
- Ah
- Mira que llamarme pajillero delante de Cristi
- Jiji
- Y que le miro las tetas a Ali
- ¿No es verdad?
- Un poco, pero no más que a ti, ya lo sabes
- Pues por eso mismo, es todo para disimular, ya lo sabes
- Pero…
- Pero nada, me ves con el bikini y me desnudas con la mirada, no eres nada disimulado, así que tengo que llamar la atención sobre otras cosas, no sobre nosotros, y no paro de decir chorradas para que vean que soy una payasa y no que me follo a su hermanito
Fer sonrió ampliamente y dijo:
- ¿Y cómo no voy a mirarte? Estás muy buena jeje
Me levanté sonriendo y moví su silla para hacer hueco y me arrodillé entre sus piernas. Acerqué mi cara a su polla y le dije:
- Además ¿Es mentira que eres un pajillero?
- No lo soy
- Te recuerdo que me confesaste que te pajeas desde los quince pensando en mí
- Jaja, pero eso fue con quince
- Con quince, con dieciséis y con diecisiete ¿O me vas a decir que ahora no te pajeas?
- Jeje
Le cogí la polla que estaba totalmente dura y me la pegué a la cara mientras preguntaba con tono de pena:
- ¿Ya no soy tu fantasía?
E hice un puchero con la boca mientras movía su polla por mi cara. Dije con tono triste:
- ¿No te pone pensar en mí con mi carita llena de tu leche?
Fer jadeó y dijo:
- A… a veces
- ¿Solo a veces te pone pensar en mí? Ohhh, estoy triste
Haciendo más pucheros y sin dejar de apretar su polla contra mi cara. Él, jadeando, dijo:
- A… a veces me toco pensando en ti
- ¿Cuándo fue la última vez?
- No… no sé
- ¿Anoche?
- S… sí
Y sonreí triunfalmente. Era un libro abierto para mí. Le pregunté:
- ¿Y pensaste en mí chupándotela?
- Sí
- ¿Quieres que te la chupe?
Y le lamí lentamente la polla. Fer volvió a jadear. Le dije:
- Quizás te lleves una decepción, una fantasía puede ser mejor que la realidad ¿O crees que la chupo bien?
- La… la chupas genial
- ¿Seguro?
Fer asintió rápidamente. Sonreí y decidí que ya estaba bien de hacerle sufrir, y me moría de ganas de chupársela. Me la metí en la boca y comencé a chupársela despacio, disfrutando de su placer.
Gema
Tras la cena, Ali se fue a su casa y Cris y yo estuvimos inventando juegos con los niños hasta que se empezaron a caer de sueño y los acostamos. Luego, nos preparamos el resto para ir a dormir. Dejé a mi tía acostada con el iPad hablando con mi tío, y di una vuelta por la casa para dejarles a sola. Revisé el jardín, las puertas, fui a hablar con Cristi que estaba con su ordenador y le dije que solo media hora más o quitaba la luz. Ella se rio pero me sabía capaz. Fui a la habitación de Fer, pero recordé que aún no había llegado, que había salido con sus amigos. Por último, les eché un ojo a los niños.
Cuando volví a la habitación de mis padres, mis tíos reían contándose algo. Me metí en el baño y cuando salí, ya habían cortado. Me acosté junto a mi tía y le dije:
- ¿Apago ya, tita?
- No, vamos a aprovechar que estamos solitas y vamos a hablar
La miré extrañada y pregunté:
- ¿De qué? ¿Qué pasa?
- Eso digo yo ¿Qué te pasa?
- ¿A mí? Nada, jajaja
- Gema, que te conozco desde que eras una pitufina que no sabía pronunciar la erre
Me reí. De eso no me acordaba, era muy pequeña, pero mi madre tenía videos míos donde no pronunciaba las erres, y luego, otros del día que empecé a pronunciarlas de forma exagerada y que fue gracias a mi tía. Le dije:
- Y que tú me enseñaste
- Eso es, así que venga, cuenta
Le sonreí tristemente y le dije:
- Es que, tita, no sé qué me pasa
- Tu madre cree que estás triste por la ruptura
- ¿Con Jack? Que va
- Sé que lo tuyo con ese chico no ha sido amor, no te has enamorado de él, te gustaba estar con él, estar acompañada, el sexo… pero no era amor ¿Verdad?
- Exacto
- Así que tu estado de ánimo no se debe a esa ruptura
- No, no es por eso
- ¿Entonces? ¿Hay otro chico?
- Que va
- ¿Chica?
- Jajaja
- No pasa nada si…
- No, de verdad, las chicas no me interesan
- ¿Y seguro que no hay otro chico por ahí que…?
- Creo que por ahí pueden ir los tiros, pero no por lo que estás pensando
- ¿Entonces?
- Es por la falta de chico, no tengo a nadie, tita, me siento… sola, bueno, no sola, os tengo a todos vosotros, y a Ali y a Sofi, pero sentimentalmente… ya sabes
- Ya
- Y lo peor es que no tengo ganas de buscar a un chico, no me animo a salir con alguien, no me apetece, se me hace un mundo salir y conocer a alguien y… no sé, no lo entiendo
Me callé. Mi tía no me insistió, esperó pacientemente a que me aclarara las ideas. Le dije:
- Tita, creo que algo en mí no está bien
- Tu ánimo ¿No?
- No, me refiero a como soy, no… algo tengo mal
- Anda ya, Gema
- Sí, yo… mmmm Mira, has visto a Jack, es un macizorro, deportista, con cuerpazo, guapo… además, bien dotado y sabe hacerlo… pero ¿Tú ves normal que teniendo un novio como Jack casi no follaba con él? Es que se tuvo que buscar a otra porque yo le daba largas constantemente
- Pero estabas de exámenes y…
- No, tita, en algo más de un año de novios, le he dado muchísimas largas, me costaba tener sexo con él, aunque cuando lo tenía era buen sexo, me lo pasaba bien, pero me costaba mucho empezar… Eso no es normal, tita
- Bueno, no sé si…
- Creo que la culpa la tiene Fran
- ¿Sigues enamorada de él?
- Nooooo, eso no, me refiero a que esa relación que tuve con él fue muy intensa y la forma en la que me dejó… mmm… no sé, creo que me ha dejado traumatizada o algo
- ¿Por qué?
- No sé, tita, yo… os tengo como modelos a ti y a mamá, tan felices con vuestras parejas, unos hombres que os adoran, y como los queréis vosotras… Eso que tenéis tú y mamá no es normal, tita, no lo he visto en los padres de mis amigas, casi todos divorciados o que casi ni hablan entre ellos, pero vosotros, joe, si llevo aquí un mes y he perdido la cuenta de la de veces que los he escuchado teniendo sexo, algo que me parece genial, y tú, si no llegas a estar malita, tendrías al tito destrozado jeje
- Sí, eso es verdad, la suerte que tenemos tu madre y yo no es muy normal, pero no fue fácil conseguirlo
- Lo sé, pero yo quiero para mí lo que veo en vosotras, como miráis a vuestras parejas, como os miran ellos, como os acariciáis,… y eso lo tuve con Fran, estoy segura, me sentía así, y pensé que sería así para siempre, pero era una niña tonta, supongo que fue un enamoramiento de adolescente ingenua, no sé, pero creo que no lo he conseguido superar… algo se rompió dentro de mí cuando cortó conmigo.
Cristina
Miré a Gema pensando y recordando aquel verano con Fran, la felicidad absoluta de Gema, las confidencias sobre el sexo,… Y los veía juntos y eran la parejita perfecta. Y a Fran lo veía igual, totalmente feliz. Pero, de pronto, Fran la dejó sin darle muchas explicaciones más allá de generalidades. Y entonces Gema entró en una profunda depresión. Meneé la cabeza y dije:
- Lo de Fran nunca lo entenderé
- Ya
- Se le veía tan feliz contigo…
- No he parado de darle vueltas a qué hice mal… Seguramente en el sexo era muy mala y lo aburrí y…
- No creo que fuera eso, los dos erais novatos pero os comíais con los ojos, eso lo veía cualquiera
- Es que otra cosa no puede ser, tita
- Quizás era verdad lo que te dijo de que erais muy jóvenes para una relación así y que se sentía presionado
- Ya… puede
Nos quedamos calladas. Entonces ella dijo:
- No he vuelto a tener tanto sexo con un hombre desde aquel verano, tita. Y después de aquello estuve casi tres años sin tener relaciones, no quería y no podía. Después solo con Jack, y en el año y poco que he estado con Jack, lo he hecho muchas menos veces que con Fran en aquellos pocos meses de verano
La miré a los ojos y le pregunté:
- ¿Qué sientes cuando ves a Fran?
- Uffff
Se quedó de nuevo callada durante unos minutos. Entonces dijo:
- He sentido muchas cosas cuando pensaba en él, rabia, enfado, tristeza. Ahora que he vuelto, lo miro y solo siento mmm no sé, confusión, perplejidad... no es el chico del que me enamoré, lo veo encerrado en sí mismo, serio, muy serio… está muy raro
- Pero ¿Sientes algo por él?
- No, bueno, no sigo enamorada de él si es eso lo que preguntas, pero siento tristeza, fue mi mejor amigo, estábamos a todas horas juntos desde que éramos pequeños y, de pronto, se alejó… echo de menos su amistad pero es que ya no es el de entonces, ya no sería lo mismo
- Ya
- Cuando murió mi padre en aquel accidente de coche, me apoyé en él totalmente… Tenía a papá y a mamá, y a vosotros, pero Fran fue… Él me entendía y me escuchaba sin agobiarme por mi pena, yo le hablaba y hablaba contándole cosas de mi padre y él se quedaba escuchando, entendiendo mi dolor, o me animaba con alguna historia que se le ocurría… Teníamos trece años y me enamoré totalmente de él y no sé si volveré a sentir aquello por alguien, tita… ese es el problema
- Ay, cariño, lo sentirás, algún día lo volverás a sentir
- No sé, tita
- Ya lo verás
- Me gustaría ser como Sofi y no darle tantas vueltas a la cabeza… Ella tiene relaciones que no llevan a ningún lado o fracasan al poco, pero siempre sale de ellas con optimismo, pensando que la siguiente relación será mejor... me gustaría poder hacer lo mismo
- Cada una somos como somos
- Ya, ese es el problema… o mira a Ali, feliz con su amigo
- ¿Sigue con él?
- Cada vez más, está enamorada aunque no lo quiera reconocer
- Bueno, al fin deja de estar enamorada de mi Héctor
Y nos reímos. Ali no sabía ocultar sus sentimientos hacia Héctor, lo miraba y escuchaba casi con devoción. Héctor nunca se había dado cuenta de la atracción que sentía Ali u otras que lo miraban de esa forma. Gema paró de reír y dijo:
- Yo creo que siempre será su amor platónico
- Seguro, de ella y otras
- ¿Otras? ¿Quiénes?
- Chicas de la oficina, dependientas,… Tu tío con la edad ha ganado mucho, es un hombre maduro, con mirada inteligente, guapo, interesante… y desde que yo le compro la ropa, elegante jajaja
- ¿Y no te dan celos?
- Que va, Héctor solo tiene ojos para mí, nunca se dará cuenta de lo atractivo que resulta a otras mujeres
- Eso es verdad jijiji
Seguimos hablando un rato más hasta que le dije que apagara la luz. Al poco noté como Gema se dormía. Yo no podía, me costaba dormir con el embarazo. Me quedé mirando el techo, pensando en Gema y sus problemas sentimentales, y recordando los míos cuando tenía su edad. Que fácil era dejarse llevar por las hormonas y los sentimientos a esa edad, y los errores que se cometían, y lo ciega que podía estar una.
Sofi
Cerré los ojos notando como el orgasmo estaba a punto de estallar y agarré las sábanas con fuerza mientras Fer me follaba rápido cogiéndome de las caderas. Estaba a cuatro sobre mi cama, sudando, agotada de tanta tensión pero disfrutando como una loca.
De mi garganta surgió un aullido cuando empecé a correrme. Mi cuerpo se sacudió en fuertes convulsiones mientras Fer se paraba y se corría dentro de mí. Acabamos los dos tumbados, yo boca abajo y Fer sobre mí, aún sin salirse.
Empecé a temblar tras los últimos espasmos y Fer me abrazó. Cuando dejé de temblar, me giré y le besé, metiéndole la lengua en la boca y morreándolo lentamente. Cuando paré, le miré a los ojos y empecé a reírme. Él me devolvió la mirada sin comprender. Me reía porque había sido una locura de polvo… polvos. Entonces le dije:
- Anda, vete a casa, tus padres te van a matar
- No están
- Ah, es verdad… Entonces Gema te matará, es peor que ellos jeje
- Eso es cierto
Se levantó pesadamente y buscó su ropa. Lo miré regocijándome en la vista de su cuerpo. Pensé que debería levantarme y ducharme, estaba toda sudada, pero sabía que las piernas no me aguantarían. Fer terminó de vestirse y me miró. Le dije:
- Ven, feo
Y se agachó y lo volví a besar. Entonces le dije flojito:
- Gracias por la cena
- ¿Solo me llamas por la cena?
- No, tonto, y por la compañía
- ¿Y por los polvos?
- Mmmm no sé, no sé, quizás jiji
Y le saqué la lengua. Él se rio. Se incorporó y fue hacia la puerta. Le dije:
- Ve con cuidado, es tarde
- Vale
- Avísame cuando llegues a casa
- Sí, mamá
- Hasta luego, feo
Y me sonrió para luego irse. Me estiré sobre la cama. “Menudos polvazos” pensé sonriendo pero tenía que ir cortando esto, él se podría enamorar de mí, si no lo estaba ya, y lo último que quería era hacerle daño. Suspiré. Necesitaba salir con otros chicos, no llamarlo tanto y que se fuera olvidando de mí, pero ¿Cuándo fue el último con el que me acosté? ¿Hace ocho meses? Ufff, solo follaba con Fer y eso no podía ser aunque el sexo fuera tan bueno.
Necesitaba salir más. A ver si convencía de una puta vez a Gema de salir a ligar. Con Ali no podía contar, estaba tonta con su friki, pero Gema sí estaba disponible y también necesitaba a un tío. La convencería como fuera pero lo de Fer tenía que ir dejándolo de una vez.
Empieza a mostrarse la cara oculta de algún personaje. Sofi es una chica con una vida complicada, y con tendencia a complicarsela aún más, sin duda una figura que dará de sí bastante.
Por otro lado, intuyo que Fran va a ser determinante en ésta historia. En su descripción, hay algo de héroe silencioso.
Por otro lado, intuyo que Fran va a ser determinante en ésta historia. En su descripción, hay algo de héroe silencioso.
Carlos Sevillista
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No entiendo a Sofi, que problemas puede haber por tener una relación de follamigos con el hermano de su amiga?. Yo creo que aunque no lo quiere reconocer, es posible que esté enamorada de Fer y creo que el sentimiento es mutuo.
Por otra parte me da que a Fran le ha tenido que pasar algo, porque por lo que cuenta Gemma, estaban muy enamorados. Yo creo que aquí no está dicha la última palabra.
Por otra parte me da que a Fran le ha tenido que pasar algo, porque por lo que cuenta Gemma, estaban muy enamorados. Yo creo que aquí no está dicha la última palabra.
En la relación entre Gema y Fran, creo que el que se entrometió fue Paco, el padre de Fran. No es normal que una relación que está bien vista y aprobada por todos se vaya a la mierda. Del único que conocemos la opinión es del padre de Fran.
javieron
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Entonces Fran tiene perfil parecido al personaje de la otra historia. Ojalá su excusa sea mejor que el del otro, y su silencio no sea tan absurdo.
Juasss, fallé en la predicción. No iba a tener algo, es que ya lo tenía
Precisamente hace unos días, vi un reportaje sobre una historia real, exactamente igual a la que se relata enEntonces Fran tiene perfil parecido al personaje de la otra historia. Ojalá su excusa sea mejor que el del otro, y su silencio no sea tan absurdo
" El paso del tiempo ". Un hombre abandona a su esposa sin ninguna explicación, y corta todo contacto con ella. ( El que no haya leído el relato y quiera hacerlo que no siga leyendo)
Años después, la esposa se entera por su cuñada, que su marido había tomado esa decisión, tras enterarse que padecía un cáncer terminal. Según él, amaba tanto a su esposa, que la quiso proteger del sufrimiento de su enfermedad y su muerte .En ésta ocasión, él murió y no tuvo oportunidad de corregir su error.
La realidad siempre supera a la ficción, y hay personas con ideas que nos pueden parecer incomprensibles a los demás.
Keranos
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Ese tema es algo que se ha utilizado también bastante en cine. Si es la trama de Deadpool incluso
FranRel
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Oh, vaya ¿Me estáis diciendo que no fue una idea mía super original y única?
Jeje, yo creo que pasa mucho en la realidad. Anda que no hay gente que se calla enfermedades o problemas en el trabajo esperando que todo se arregle y no preocupar a la familia. Mucha gente, con solo dolerle el meñique ya lo van diciendo, pero otros muchos se lo callan. Unos priorizan el no preocupar a los demás y otros el sentirse apoyados.
¿Es mejor una cosa o la otra? Pues cada uno tendrá su opinión... Para mí fue un recurso llevado al extremo para ese relato.
Jeje, yo creo que pasa mucho en la realidad. Anda que no hay gente que se calla enfermedades o problemas en el trabajo esperando que todo se arregle y no preocupar a la familia. Mucha gente, con solo dolerle el meñique ya lo van diciendo, pero otros muchos se lo callan. Unos priorizan el no preocupar a los demás y otros el sentirse apoyados.
¿Es mejor una cosa o la otra? Pues cada uno tendrá su opinión... Para mí fue un recurso llevado al extremo para ese relato.
Versionatore
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Oh, vaya ¿Me estáis diciendo que no fue una idea mía super original y única?
Jeje, yo creo que pasa mucho en la realidad. Anda que no hay gente que se calla enfermedades o problemas en el trabajo esperando que todo se arregle y no preocupar a la familia. Mucha gente, con solo dolerle el meñique ya lo van diciendo, pero otros muchos se lo callan. Unos priorizan el no preocupar a los demás y otros el sentirse apoyados.
¿Es mejor una cosa o la otra? Pues cada uno tendrá su opinión... Para mí fue un recurso llevado al extremo para ese relato.
Es una reflexión muy interesante y muy realista. La forma en que las personas manejan sus problemas, ya sean físicos, emocionales o laborales, depende mucho de su personalidad, su contexto y sus valores.
Por un lado, quienes eligen callar y no preocupar a los demás suelen hacerlo por amor, por no querer cargar a otros con sus problemas o por sentirse responsables de mantener la estabilidad en su entorno. Esto puede ser admirable, pero también puede ser una carga muy pesada que, en ocasiones, lleva a un deterioro mayor en su salud o bienestar.
Por otro lado, quienes buscan apoyo o comparten lo que les sucede priorizan el valor de la comunicación y el apoyo mutuo. Compartir un problema no solo permite desahogarse, sino también recibir ayuda, consejo o, al menos, no enfrentarlo completamente solos. Sin embargo, algunas personas pueden ser percibidas como dependientes o incluso generar estrés en su entorno si siempre buscan apoyo.
¿Es mejor una cosa o la otra? Como bien dices, depende del enfoque de cada uno y del contexto. Lo importante, quizás, es encontrar un equilibrio: saber cuándo guardar algo para proteger a los demás y cuándo abrirse para buscar ayuda o aliviar la carga.
En cuanto al relato, llevarlo al extremo puede ser un recurso narrativo potente. Este contraste ayuda a poner en evidencia dilemas humanos profundos y hace que el lector reflexione sobre su propia forma de actuar. ¡Y eso es parte del poder de una buena historia!
Por un lado, quienes eligen callar y no preocupar a los demás suelen hacerlo por amor, por no querer cargar a otros con sus problemas o por sentirse responsables de mantener la estabilidad en su entorno. Esto puede ser admirable, pero también puede ser una carga muy pesada que, en ocasiones, lleva a un deterioro mayor en su salud o bienestar.
Por otro lado, quienes buscan apoyo o comparten lo que les sucede priorizan el valor de la comunicación y el apoyo mutuo. Compartir un problema no solo permite desahogarse, sino también recibir ayuda, consejo o, al menos, no enfrentarlo completamente solos. Sin embargo, algunas personas pueden ser percibidas como dependientes o incluso generar estrés en su entorno si siempre buscan apoyo.
¿Es mejor una cosa o la otra? Como bien dices, depende del enfoque de cada uno y del contexto. Lo importante, quizás, es encontrar un equilibrio: saber cuándo guardar algo para proteger a los demás y cuándo abrirse para buscar ayuda o aliviar la carga.
En cuanto al relato, llevarlo al extremo puede ser un recurso narrativo potente. Este contraste ayuda a poner en evidencia dilemas humanos profundos y hace que el lector reflexione sobre su propia forma de actuar. ¡Y eso es parte del poder de una buena historia!
Para ocultar algo así a tu pareja, y buscar su odio en contraposición a su pena o su compasión. Hay que tener una mezcla de condiciones que no son nada positivas.
Es de un paternalismo abominable. Tu pareja es una persona adulta, que está perfectamente capacitada para decidir si quiere acompañarte o no, en el proceso que te toca vivir. En realidad es un desprecio a la integridad de la persona que quieres, ya que no consideras que pueda o deba soportar una situación limite.
También es una falta de empatía absoluta. El que hace algo así, de verdad le gustaría que se lo hicieran a él?