Compañeros

Carmen está en marketing, que no es un departamento que tenga medidas por ventas, producción... es un departamento no productivo en sí, tiene otras formas de medir su valor. Y en este caso, Carlos siendo de RRHH, mide por los informes de su directora, que son muy positivos respecto a Carmen ¿Qué pasaba antes de entrar en Marketing? Que Carmen tenía muy buenas referencias de su trabajo en la empresa como comercial, pero luego pidió cambio y ahí empezó a caer su rendimiento, y Carlos lo achacó a su depresión. Todo esto se explica en el primer capítulo, recordad que estaba a punto de despedirla y decidió darle una última oportunidad, y ahora, para él, según los informes de la directora, fue una buena decisión.

Otra cosa es lo típico en las empresas, que se suele pensar que los de Marketing no dan un palo al agua porque no producen en sí, es lo que le pasa a Silvia con un comentario que hace, pero es que cada trabajo tiene lo suyo.
 
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27​

Tres semanas después. Miércoles
Carlos


Silvia entró en mi despacho y, tras cerrar la puerta, se sentó lanzando un suspiro. La miré y le pregunté:

- ¿Cómo llevas el viaje de Antonio?

- Fatal

Antonio había empezado el curso ese lunes en Barcelona y Silvia, aunque le había puesto buena cara en su partida, seguía sin gustarle. Dijo:

- No me acostumbro a dormir sola

- Ya

- Además…

Y se inclinó hacia adelante y dijo más bajo:

- Últimamente llevábamos un buen ritmo de… sexo

- ¿Buen ritmo?

- 3 o 4 veces por semana

Me dijo orgullosamente. Me reí y ella dijo:

- Y también voy a echar eso de menos

- Jeje

- Que ya puestos, esperaba quedarme embarazada con ese ritmo, y no ha habido “suerte”

La miré sin decir nada y ella entendió mi mirada:

- No, no, esta vez no estoy obsesionada con eso, lo hacemos y si llega, bien, y si no, pues nada, nos hemos divertido… así me lo estoy tomando

- Genial

- Aunque…

- ¿Qué?

- Me mosquea que con ese ritmo no me haya quedado preñada

- Silvia, sabes que…

- Lo sé, lo sé, tranquilo que no me he puesto histérica aún con eso, es solo que me da que pensar

Sonreí y ella volvió a suspirar para decir por lo bajini:

- Mierda de puto curso

Me reí y le dije:

- Pero si este fin vais las dos

- Lo sé, lo sé, pero eso no quita que es una mierda

- ¿Y cómo le va?

- Está muy contento, ilusionado, algo acojonado pero ilusionado

- ¿Acojonado?

- Es complicado, según dice

- Ah, ya, él podrá con eso

- Lo sé, pero ahora le tiene que parecer abrumador con tantos cambios… En fin, que venía a decirte otra cosa

- ¿El qué?

- ¿Vienes a cenar esta noche?

La miré pensando “Durante la cena ¿Sería un buen momento de contarle lo mío con Carmen?”. Aún no había pasado nada serio entre Carmen y yo, pero ya nos habíamos besado y esperaba que pronto la cosa iría a más porque todo iba genial entre nosotros. En algún momento tendría que tener la discusión con Silvia. Asentí y le dije:

- Claro

- Genial, pues te esperamos a las ¿8?

- De acuerdo

- Bueno y ¿A qué hora vamos a eso?

“Eso” era una presentación de unos proveedores. Le dije:

- En media hora pero he pensado una cosa

- ¿El qué?

- Que se venga también Cristina

- ¿Y Héctor?

- Alguien se tiene que quedar, y la presentación es más de la parte de Cris

- Sí, es verdad

- Que se quede Héctor con las dos becarias por si llama alguien

- ¿Las dos becarias? Susana ha vuelto a llamar diciendo que no se encontraba bien

- ¿Otra vez?

- Sí, no se está tomando en serio estas prácticas

- Ya ¿Y Mónica?

- Sí, ella sí, y es buena

- Bueno, no siempre íbamos a tener suerte con los becarios

Silvia sonrió y dijo:

- Bueno, voy y se lo digo a Cris ¿No?

- Sí

Héctor
Silvia le contó a Cris que fuera con ellos a la presentación. Cristina asintió y luego, Silvia me dijo:

- Héctor, te quedas tú al mando del barco ¿Vale?

- S… sí

- No tardaremos mucho, estará aquí para la hora de comer, creo

Cris dijo:

- Me esperas ¿Vale?

- Claro

- Si vamos a volver tarde, te mando un mensaje

- Vale

Al rato se fueron los tres. Vi a Cris contenta, nunca había ido a algo así y tenía curiosidad. Nos quedamos solos Mónica y yo. Mónica ya trabajaba sola, necesitaba apoyo puntual pero era bastante independiente en poco tiempo.

Tras unas cuantas llamadas de usuarios, Mónica me llamó para que la ayudara con algo. Fui a su sitio y me senté junto a ella para ver el monitor. Ella me contó la duda y se la expliqué. Entonces, de repente, me dijo:

- Hueles bien

Me quedé a cuadros y me aparté incómodo. Entonces ella se me acercó y me olió diciendo:

- Pero no es colonia, es solo desodorante ¿No?

- E…. sí

- Mejor, me gusta así más

Mónica me sonreí ampliamente y le dije:

- B… bueno, voy a seguir con…

- ¿Por qué dejaste de venir a casa?

- ¿Qué?

- Sí, dejaste de venir a mi casa

- Por… porque os mudasteis y…

- No, dejaste de venir un par de meses antes, tú y Jaime erais inseparables y, de pronto, no os hablabais

- Yo…

Ella se rio y dijo:

- Lo sé todo, tonto

- ¿Qué?

- Sé que mi hermano se te declaró y le rompiste el corazón

- Pero es que yo…

- Ya, ya, no te van los tíos

La miré nervioso. No me gustaba recordar aquello. Jaime había sido mi mejor amigo hasta que una tarde intentó besarme y me confesó que estaba enamorado de mí. No reaccioné bien, me aparté de él y no lo volví a llamar. Me sentía mal por como me comporté, no es que le dijera nada raro, fue que dejé de verlo, me aparté de él. Y cuando intenté volver a hablar con él, se habían mudado por el trabajo de su padre. Le mandé varios correos electrónicos pero nunca me contestó. Mónica me miraba curiosa y dijo:

- Lo tuviste días llorando

- Lo… lo siento, yo… no fue mi intención

- Lo sé, tonto, y él también sabía que no fuiste cruel, solo que no eres gay, pero se le rompió el corazón… Ahora tiene novio y está feliz

Miré al suelo, avergonzado. Ella dijo:

- Pero yo me alegré cuando le rompiste el corazón

La miré:

- ¿Te alegró ver a tu hermano mal?

- No, tonto

- ¿Entonces?

- Yo también estaba coladita por ti y me alegró que no te fueran los tíos jiji

La miré con la boca abierta. Ella me sonreía y puso una mano en mi pierna. Dijo:

- No sabía que hacer para llamar tu atención

- N… no lo sabía

- Ya, y cuando me viste desnuda ¿Qué pensaste?

Me puse colorado. Ocurrió un día que estaba en casa de Jaime y al ir a la cocina a por algo de beber pasé por el cuarto de Mónica y la vi desnuda ante un espejo. Había sido un accidente y cuando vi que ella se había dado cuenta, salí corriendo avergonzado. Le dije:

- E… eso fue… fue un accidente, yo no…

- ¿Accidente?

- Sí, no… no te estaba espiando, de verdad

- ¿Crees que siempre me desnudaba en mi casa dejando la puerta abierta?

- ¿Qué? Yo no…

- Lo preparé todo, tonto

- ¿Q… qué?

- Te he dicho que intentaba llamar tu atención

Su mano subió por mi muslo. Me removí incómodo. Ella se me acercó un poco más y preguntó:

- ¿Te gustó lo que viste?

No dije nada, quería irme, me estaba agobiando mucho. Ella continuó:

- ¿Fui la primera chica que viste desnuda en persona?

Sí, no solo la primera, la única, pero no dije nada. Ella, sonriendo, dijo:

- ¿Cuántas pajas te hiciste en mi honor?

Y su mano me acarició el paquete. Salté y me puse de pie. Ella dijo:

- No me molesta si te pajeaste pensando en mi

Me fui al baño, necesitaba tranquilizarme. Allí me eché agua en la cara y recordé. Claro que me había hecho pajas, un montón. Mónica no es que fuera un bellezón pero tampoco era nada fea. Y su cuerpo ya mostraba curvas que me ponían a mil.

Entonces se abrió la puerta del baño y entró Mónica. Le dije sorprendido:

- ¿Qu… qué haces?

- Lo que debería haber hecho hace mucho

Y se pegó a mí besándome. Noté su lengua abriéndose paso en mi boca, buscando mi lengua. Le devolví el beso, mi primer beso de ese tipo. Y mientras nos besábamos, sus manos me desabrocharon el cinturón y la cremallera, metiéndose dentro de mis calzoncillos y cogiéndomela. Le dije entre besos:

- No… no… aquí…

- Chisst

Y siguió besándome y pajeándome. Luego, se agachó y se puso de rodillas. Me miró la polla y sonrió. Sacó la lengua y la pasó por mi glande, lentamente. Dije:

- Mónica, no…

Pero entonces ella abrió la boca y se metió mi polla dentro. Comenzó a chupar y a mí se me fue la cabeza mientras la miraba sin creérmelo. Al poco, ella paró y dijo:

- Córrete en mi boca cuando quieras

Y siguió chupando. No tardé en correrme con un gemido. Mónica se quedó quieta mientras yo eyaculaba todo. Luego, se levantó y dijo:

- Has echado mucho, no me ha dado tiempo a tragarlo todo

Y se pasó un dedo por la comisura de la boca para recoger semen y chuparse el dedo. Se miró en el espejo sonriendo y se lavó la cara y la boca. Luego vino a mí que seguía sin moverme, totalmente en shock y me dijo:

- Vístete ¿No?

- E… eh, sí

Me dio un pico y se fue sonriendo. Me quedé un rato quieto, con los pantalones y calzoncillos por las rodillas, sin reaccionar hasta que escuché voces fuera y me vestí rápido. Me lavé la cara y salí. Carlos, Silvia y Cris habían vuelto. Me fui a mi sitio muy cortado. Mónica me miraba sonriendo desde su sitio.

Cris se me acercó y dijo:

- ¿Vamos a comer?

- E… eh, sí

Entonces miró a Mónica y le dijo:

- ¿Aún por aquí, Mónica?

- Sí, tenía que terminar una cosilla, pero ya me voy

- ¿Comes con nosotros?

- No

Y entonces me miró y dijo sonriente:

- Ya he comido algo y me ha llenado

Cris, sin entenderlo, dijo:

- Ah, vale, pues yo estoy muerta de hambre ¿Vamos, Héctor?

Asentí muy turbado y cogí mis tápers.

Cristina
Nos sentamos donde siempre y le pregunté:

- ¿Qué has traído de comer?

- No… no sé

Le cogí el táper grande y lo abrí:

- Oh, que bien, tallarines a la carbonara, me encantan… Yo he traído albóndigas, las hice anoche, espero que me hayan salido buenas

Héctor sonrió y dijo:

- Siempre te sale todo bueno, eres una gran cocinera

Le sonreí mientras le echaba algunas de mis albóndigas en su plato y luego me echaba yo algunos tallarines en el mío. Desde hacía dos semanas intercambiamos la comida para tener más variedad. A veces nos salían unas mezclas raras pero era divertido.

Comencé a comer mientras le explicaba como había ido la reunión. Vi que Héctor apenas comía y, al rato, le dije:

- Ehhh ¿Me escuchas?

- ¿Qué? Sí, claro

- Estás en las nubes

- No, no

Lo miré extrañada. Le dije:

- ¿Te pasa algo?

- No

- ¿De verdad?

- Sí, es solo que estaba pensando

- ¿En qué?

- En una cosa que… bueno, nada, tonterías mías

Lo miré pensando “¿Será por su juego y sus amigos?”. Le pregunté:

- ¿Va algo mal en tu escuadra?

- No, no

Lo miré curiosa pero no quise seguir indagando, ya me lo contaría, estaba segura. Vi que se comía una de mis albóndigas y le pregunté:

- ¿Qué tal?

- Buenísima

- ¿Sí?

- Claro

- ¿Quieres más?

- No, no, jeje ¿Y los tallarines?

- Muy ricos

- ¿Ya no te escuece nada la zona del piercing con las salsas?

- Nada

Tomé un sorbo de agua, me enjuagué la boca y le enseñé la lengua. Luego dije:

- Está bien ¿Verdad?

- Sí

- No noto nada raro, ya casi ni me doy cuenta que lo tengo

- Ah

- Y en una semana, cicatrizado del todo, espero

- Bien

- Me muero por besar de nuevo a Alberto, pufff, que rollo

- Jeje

Seguimos comiendo y charlando aunque Héctor estaba claramente en otro mundo, muy pensativo.

Silvia
Nos sentamos en el sofá Carlos y yo con unas tazas con infusión. Ya habíamos cenado, acostado a Gema y hablado con Antonio por video. Ahora, antes de irse, quería charlar un poquito con él tranquilamente, que falta me hacía no pensar en la ausencia de Antonio.

Miré a Carlos y me extrañó porque parecía nervioso. Le pregunté:

- ¿Te pasa algo?

Él asintió y me extrañó. Le miré inquisitiva y dijo:

- Estoy… estoy saliendo con alguien

Casi se me cae la taza de la sorpresa. Le sonreí sorprendida y le dije:

- Ohhh, me parece genial, que gran noticia ¿Desde cuándo?

- Unas semanas

- ¿Y me lo dices ahora?

Me sentía dolida ¿Por qué me lo contaba ahora? ¿Por qué había tardado tanto en querer contármelo? Lo miré sin poder ocultar mi frustración. Él dijo:

- Es que… no te va a gustar

- Claro que me gusta que salgas al fin con alguien ¿Es guapa?

- Sí

- ¿Cuándo me la presentas?

- Silvia, es que…

- ¿Qué?

- Es Carmen

Por su voz supe inmediatamente que Carmen era. Me entró algo por dentro y dije todo lo calmada que pude:

- ¿Carmen? ¿”Esa” Carmen?

- Sí

No me pude contener. Me levanté echa una furia y le dije:

- PERO ERES TONTO

- Chisst, vas a despertar a Gema

- Eres muy tonto, pero mucho

- Silvia, cálmate

- Una mierda me voy a calmar

Dejé la taza en la esa porque me daban ganas de tirársela por encima. Lo miré con decepción y rabia:

- Pero ¿En qué coño piensas?

- No la conoces, Silvia, es…

- Una mierda no la conozco, es una zorra, UNA ZORRA, me escuchas

- No, Silvia, la estás juzgando por una tontería en una fiesta de empresa donde se bebió y…

- ¿Una tontería? INTENTÓ FOLLARSE A ANTONIO, CARLOS

- No, eso te pareció a ti

- UNA MIERDA

- Pero…

- Y sabiendo que Antonio era mío y ella casada, Carlos, es un puto zorrón

- Pero seguro que malinterpretaste alguna frase

- Se lo llevó a los servicios, si no llego a buscarlo, se lo folla, te enteras

- No creo que…

- JODER, CARLOS, ESTUVO A PUNTO DE REVENTAR MI RELACIÓN

- Pero Antonio te dijo que no pasó nada, solo fue que con la broma lo siguió y…

- UNA MIERDA, TÚ NO LES VISTES LA CARA A LOS DOS, JOOOOOODER

- Cálmate, Silvia

- NO, NO ME PIENSO CALMAR

Di unos cuantos pasos por la habitación. Le dije:

- Esa está buscando algo

- No, Silvia

- Sí, coño, se te ha abierto de piernas para engancharte porque sabe que los tíos solo pensáis con la entrepierna y…

- No nos hemos acostado aún

Lo miré sorprendida, eso no me lo esperaba. Le dije:

- Da igual, busca algo, estoy segura

- Silvia, Carmen podría elegir a cualquier tío y ha visto algo en mí, un viejo fofo y…

- QUE NO, JODER, QUE BUSCA ALGO

- ¿No te puedes alegrar por mí?

- Me preocupo por ti

- Llevamos saliendo varias semanas y se ha portado como, como,… como una dama, no busca en mí solo sexo o divertirse como algo temporal

- Que tonto eres, no me esperaba esto de ti

- Ni yo de ti, pensaba que te alegrarías por verme contento con una mujer

- NO CON ESA… ESA MUJER

Carlos se levantó y me cogió por los hombros:

- Silvia, escucha

- Te va a hacer daño, mucho daño

- Pero ¿No te has dado cuenta que llevo semanas que sonrío como un tonto?

Era verdad, me había dado cuenta e incluso se lo había dicho. Lo miré y dijo:

- Por favor, dale una oportunidad, hazlo por mi

- No pienso…

- Silvia, soy feliz desde hace no sé cuánto tiempo

- Pero…

- Y más feliz estaría si me apoyaras

- No te puedo apoyar en algo que sé que va a salir fatal

Él meneó la cabeza, decepcionado. Le dije:

- Escúchame, Carlos, sabes que yo no me equivoco con la gente

- Con Carmen te equivocas

- No, no me equivoco

Carlos me soltó y dijo:

- Mejor me voy

- No, escucha...

- No, Silvia

- Pues vete, VETE, sí, mejor te vas

Y se fue sin despedirse. Me senté en el sofá llena de rabia.

Cristina
Gemí al notar la lengua de Alberto en mi pezón, jugueteando con él. Estábamos los tres desnudos en mi cama. Alberto boca arriba y yo tumbada de costado a su lado mientras él me cogía las tetas y me las comía. Sara estaba entre las piernas de Alberto chupándosela mientras yo movía mi mano a lo largo de la polla de Alberto, masturbándolo lentamente.

Miré a Sara y sentí envidia, me moría de ganas de chupársela a Alberto. Llevaba tres semanas sin poder hacerlo, ni eso ni besarlo, y me pesaba mucho. Lo miré mientras él lamía mi pezón. Observé su lengua y no me pude contener más. Le levanté la cabeza y le besé metiéndole la lengua todo lo que pude.

Sara levantó la cabeza y dijo:

- Eh, eh, parad, que aún no queda una semana

Paré pero le dije:

- No, estoy harta de follar sin poder besar, no puedo más

Y volví a besarlo. Sara se incorporó e intentó pararnos pero no la dejé. Tras un buen morreo paramos y le pregunté:

- ¿Se nota el piercing?

- Ya te digo

Alberto ya tenía experiencia en besar y que se la chuparan chicas con piercing en la lengua. Sara dijo:

- Yo quiero probar

Y me besó buscando mi lengua. Fue un morreo ansioso, buscando mi lengua constantemente. Cuando nos separamos se rio y dijo:

- Es… es raro

Me volvió a besar, esta vez en un morreo más lento. Cuando terminamos me miró sonriendo y dijo:

- Raro pero me gusta

Alberto dijo:

- Venga, Cris, chúpamela

Y no tuvo que decírmelo dos veces. Corriendo me la metí en la boca y lancé un profundo suspiro. Se la chupé intentando que notara bien el piercing. Sara me miraba sonriendo y luego se incorporó a la mamada. Se la chupamos juntas hasta que busqué que se corriera en mi boca, necesitaba volver a probar su semen. Cuando lo hizo, me lo tragué y luego Sara me besó profundamente.

Luego dijo:

- Ahora me toca a mí, cómemelo

Y se tumbó abriéndose de piernas. La besé en los muslos y pasé la punta de mi lengua por sus labios vaginales notándolos húmedos. Me puse saliva en la punta de la lengua y le lamí el clítoris para mojarlo bien. Luego le pasé el piercing por él. Sara jadeó de gusto y no tardó en correrse.

Me besó y dijo:

- Jo, se nota

- ¿Sí?

- Un montón, eso de ir cambiando entre tu lengua y el piercing es bestial jiji

Los miré feliz, al fin había vuelto el sexo completo.

Héctor
No conseguía dormir, no paraba de rememorar los besos y la mamada de Mónica. Y no me podía creer que al fin había tenido sexo, había sido todo raro y apurado pero increíble. Suspiré y me llevé la mano a mi polla, totalmente dura. Me empecé a pajear pensando en Mónica.​
 
Vayamos por partes, como diría Jack El Destripador:.
Para empezar, espero que esto haga espabilar a Héctor y olvidar a Cris. Mónica es una buena chica que está coladita por él y además es atrevida. Debe intentar algo con Ella.
Por otra parte, desgraciadamente Carlos ha caído en las redes de la Arpía y Silvia sabe cómo es y se lo ha dicho claro. Le va a hacer mucho daño y espero que esto no rompa su amistad. Silvia tendrá que armarse de paciencia. Ya descarto totalmente una posible relación entre Carlos y Silvia, a no ser que Carmen al final seduzca a Antonio, que puede pasar porque como Silvia ha dicho estuvo a punto de pasar.
Voy más lejos, no descarto que ya haya pasado sin que ella lo sepa.
Por otra parte Cris sigue en su mundo y no se da cuenta que está en una relación que no le conviene.
 
De Mónica no sabemos nada, aún no sabemos si es una buena chica para el weirdo de Héctor (siempre fue así o también tiene algún trauma?)

No sé, pero me vino a la cabeza que entre él y Cristina se van a curar las penas mutuamente cuando les rompan el corazón.

Si Silvia quiere realmente ayudar, debería ser más inteligente y actuar con cautela.

No recuerdo bien, pero alguien me dice como sabía la tipa que le contó a Carmen que Carlos es el dueño?
 
De Mónica no sabemos nada, aún no sabemos si es una buena chica para el weirdo de Héctor (siempre fue así o también tiene algún trauma?)

No sé, pero me vino a la cabeza que entre él y Cristina se van a curar las penas mutuamente cuando les rompan el corazón.

Si Silvia quiere realmente ayudar, debería ser más inteligente y actuar con cautela.

No recuerdo bien, pero alguien me dice como sabía la tipa que le contó a Carmen que Carlos es el dueño?
Su Jefa Patricia se lo dijo.
 
No recuerdo bien, pero alguien me dice como sabía la tipa que le contó a Carmen que Carlos es el dueño?

Bueno, no le veo la importancia, pero fue su jefa Patricia y ella lo sabía porque cuando la empresa eran 5 o 6 y estaban a punto de echar el cierre, llegó Carlos y los salvó, comprándolos y cambiando la gestión del negocio o a saber cuántas cosas más cambió.
 

28​

Al día siguiente. Jueves
Héctor


“Buenos días” saludó Mónica muy risueña. Cris y yo le devolvimos el saludo mientras Mónica me miraba con una sonrisa traviesa.

Había pasado una noche muy nerviosa, sin parar de pensar en lo ocurrido en el baño el día anterior. No me podía creer que Mónica me hubiera hecho una mamada. Nunca había estado pillado por ella, a pesar de haberla visto desnuda siendo ambos adolescentes. Sí, me había excitado y servido para sueños húmedos pero no para enamorarme de ella.

Pasé la mañana medio atontado entre el sueño y que me costaba concentrarme. Mónica me preguntó un par de cosas y se las resolví mientras ella me miraba sonriente.

Un rato antes de irse se me acercó con su silla y me dijo:

- No me has dicho nada

- ¿De q… qué?

- De la mamada

Me puse blanco y le dije:

- Chisst

- Lo he dicho bajito

- Pero no…

- ¿Te gustó?

- ¿Qué?

- A ver, sé que te gustó, es obvio, menuda corrida jiji

Me puse totalmente rojo. Ella continuó:

- Me refiero si te gustó con el piercing

- ¿Qué?

- Ay, chico, con esto

Y sacó la lengua para mostrarme su piercing. Miré a Cris y Susana pero ellas estaban pendientes de sus monitores. Le dije:

- No te entiendo

- Es que es la primera mamada que hago teniendo el piercing ¿Es mejor o peor?

- Yo…

- No te hice daño ¿Verdad? He leído que a algunos tíos le causa…

- Por favor, Mónica, no podemos hablar de esto aquí, esto es el trabajo y…

- Y ayer te corriste en mi boca en el trabajo

Increíblemente me puse aún más colorado. Entonces ella dijo:

- Vente a mi casa esta tarde

- ¿Pa… para qué?

- Para hablar de esto

- No sé si…

- O lo hablamos aquí, me da igual

La miré asustado. Me dijo:

- Te mando mi dirección, vente al salir del trabajo

- Pero…

Y se volvió a su sitio. Al momento me mandaba su dirección y móvil por el chat del trabajo.

Carlos
Me extrañó ver a Silvia entrando en la oficina. Pasó por mi puerta sin saludarme. Estaba enfadada. Estuvo con los chicos y al rato la vi levantarse.

Quería hablar con ella pero yo también estaba enfadado. Me dolía su actitud y que no fuera capaz de apoyarme ni querer lo mejor para mí. Y lo peor es que conociéndola, sabía que no daría su brazo a torcer y me tocaría a mí ir a disculparme aunque no tuviera que hacerlo. Suspiré, que difíciles eran las mujeres.

Silvia
Fui a Marketing y la vi sentada en un despacho. “¿Qué coño hace ésta en un puto despacho?” pensé mientras entraba en él. Ella me miró y dijo:

- ¿No sabes llamar?

Cerré la puerta y le dije:

- Ni se te ocurra hacerle daño a Carlos

- ¿Perdona?

- No sé que buscas en él pero tengo claro que buscas algo

- Claro que busco, compañía y quizás una relación seria

- No, tú buscas algo, y te voy a vigilar

- ¿Vigilar? Que peliculera eres ¿No?

- Como le hagas daño, te juro que te saco los ojos, zorra

Carmen se levantó y vino a mi. Me dijo:

- Mira, bonita, aquí la que busca algo de él me parece que eres tú

- ¿Qué?

- ¿Te crees que no sé como lo manejas a tu antojo?

- ¿Pero que coño dices?

- ¿Te lo estás tirando o te lo pensabas tirar?

- Mira, zorra, la única que aquí pone los cuernos a su pareja eres tú

- No tengo pareja actualmente

- Antes sí y te daba igual, y si le vas a hacer lo mismo a Carlos…

Entonces me señaló con un dedo y dijo:

- Vamos a dejar claras las cosas, guapa

- No te…

- Carlos va a ser mío, lo quieras o no

- Voy a…

- Y te vas a joder porque a partir de ahora va a hacer lo que a mí me dé la puta gana, no lo que a ti te plazca

- No, Carlos no se dejará

- Ja

Nos miramos unos segundos. La odiaba con toda mi alma. Le dije:

- Eres una puta manipuladora

- No, bonita, lo que soy es una mujer que se volverá a casar en unos meses

- ¿Qué?

- Lo que oyes, te aseguro que Carlos me lo pedirá en unos meses y, tranquila, no estarás invitada, te lo aseguro, y ahora fuera de mi despacho

- Carlos es más listo que eso y…

- Carlos está enamorado de mí, y yo de él

- Una mierda

- Cree lo que quieras pero este año nos casaremos, te lo aseguro

La miré con miedo ¿Sería capaz Carlos? Entonces dijo:

- Fuera de mi puto despacho, ya

Me fui hecha una furia pero jodida ¿Enamorado? ¿En serio? Pasé por el despacho de Carlos y ni lo miré. Cogí mis cosas y me fui.

Carmen
Me quedé mirando como se iba esa pequeña bruja. “Quizás he ido demasiado lenta con Carlos” pensé. Las citas habían seguido siendo tan empalagosas que me daban hasta nauseas, ese hombre era incapaz de ir más allá de algún beso. “Pues nada, aceleraremos el tema, esta noche vas a mojar al fin, Carlitos” y lo llamé:

- Hola, Carlos

- Hola, Carmen, que sorpresa

- ¿Te molesto?

- Tú nunca molestas

- Ah, jeje, me alegra oírlo… Cariño, que he pensado ¿Te vienes a casa esta noche a cenar?

- Ah, pensaba que esta semana no podías

- No podía salir porque no tenía niñera, pero si es en casa no pasa nada, y te echo de menos

- Ah, yo… yo también

- ¿A las 9?

- Perfecto

- Ah, y trae un buen vino

- Sí, claro

- Esta noche hay algo que celebrar

- ¿Sí? ¿El qué?

- Es nuestra sexta cita

- Ah ¿Eso se celebra?

- Yo sí, cariño, lo vamos a celebrar a lo grande jeje

- Ah… pues genial

- Besos

- Sí, besos

Y colgué. Que cortito es este hombre, no se enteraba de nada. En fin, por lo menos sabré lo que me espera en la cama durante unos cuantos años.

Cristina
Nos sentamos donde siempre para comer y le pregunté a Héctor:

- ¿Qué le ha pasado hoy a Silvia?

- Ni idea

- Estaba muy enfadada

- Sí, daba miedo

- Ni ha saludado a Carlos ¿Te has fijado?

- No ¿Está enfadada con él?

- Tiene pinta… Bueno ¿Qué traes hoy?

- Mmmmm espera… ¿Paella?

- Sí, me gusta… y yo he hecho merluza a la plancha con aceite y perejil ¿Te gusta?

- Sí

Empecé el reparto mientras le decía:

- Sigues un poco en las nubes

- No, es solo que…

- ¿Qué?

- Mmmm

- Venga, suéltalo

- No es nada

Lo miré y le dije:

- Pues te cuento yo una cosa

- Venga

- Ayer volvía a besar a Alberto

Y lo miré con una amplia sonrisa. Él dijo:

- ¿Pero no decías que aún te faltaban unos días?

- No podía aguantar más, me gusta mucho besar, y más durante el sexo jiji

Héctor se puso colorado y me reí. Le dije:

- Y todo bien, no noto nada raro en la lengua

- Ah, genial

- Sí, estoy super contenta, lo echaba mucho de menos

- Claro

- Venga, ahora tú

- Es que…

Lo miré mientras comía. No quise insistirle. Comimos en silencio durante unos segundos hasta que dijo:

- Ayer pasó… pasó algo con Mónica

Me quedé con la boca abierta. Le dije:

- Cuenta, cuenta

- Me… nos besamos

- Joooo, que bien, me alegro un montón

- Ya

- ¿Pasa algo?

- Es que…

- ¿Fue cosa tuya o de ella?

- De ella

- Jajaja, te lo dije, te lo dije

- Ya

- ¿Cuándo fue? ¿Quedaste con ella por la noche?

- No, fue… fue aquí, cuando os fuisteis

Lo miré con la boca abierta de nuevo. Le dije:

- Jooooo, que lanzada jajajaja

- Sí

- ¿Y?

- ¿Y qué?

- Bueno, está claro que estás en las nubes pero, no sé, esperaba verte más contento

- Es que fue todo muy… muy extraño

- ¿No te gustó?

- Sí

- ¿Entonces?

- Es que… quiere que vaya a su casa esta tarde

- Jajajaja

- No, para eso no, para hablar

- ¿De qué?

- No sé, supongo que de nosotros

- ¿Y qué piensas hacer?

- Supongo que ir

- No, tonto, eso está claro, digo respecto a ella

- Ah, pues… no sé

- ¿Te gusta?

- Mmmmm

- ¿No?

- Sí, supongo que sí

- Pues no te lo pienses, prueba

- ¿Probar?

- Sí, a ver como estáis juntos, dile de ir a comer fuera, algo así

- Ah, ya

Lo miré sonriendo y le dije:

- Y mañana me cuentas todo

- No tengo aún claro si voy a ir

- Anda que no, tienes que ir, no la puedes dejar plantada

- Pero es que…

- Tú ve, y luego a ver como va la cosa, hazme caso

- Mmmmm

Y lo miré con cariño. Me alegraba mucho por él, a ver si espabilaba ya. Era normal que Mónica le hubiera echado el ojo, era guapete y una vez que lo conocías, que costaba porque hablaba poco, era un encanto.

Héctor
Llamé a la puerta y escuché a Mónica gritar “Voy yo, voy yo, que es para mí”. Cuando se abrió la puerta vi a Mónica sonriente. Llevaba el pelo recogido en un moño, una sudadera muy grande que le llegaba hasta las rodillas y calcetines. Me cogió de la mano y tiró de mí. Cerró la puerta y me llevó tirando de mi mano por la casa. Pasamos por un salón donde vi fugazmente a dos chicas y Mónica dijo “son mis compañeras de piso, luego te las presento” y siguió tirando de mi.

Me metió en una habitación y cerró la puerta. Entonces, apoyada contra la puerta me sonrió traviesa y dijo:

- Esta es mi habitación

Miré a mi alrededor, no la tenía demasiado ordenada. Iba a hablar pero entonces ella se quitó la sudadera y, para mi asombro total, estaba completamente desnuda. Ella se rio y dijo:

- Ni que fuera la primera vez que me ves desnuda

Se me acercó despacio y me dijo:

- ¿Qué notas diferente?

No podía apartar la vista de sus pequeños pechos, con unos pezones grandes y poca areola. Eran unos pechos que cabían perfectamente en mi mano pero eran muy redondos y bonitos. Ella insistió:

- ¿No notas nada diferente?

Conseguí mirarla y negué:

- Jajaja, que tonto ¿No ves mi tatu?

Miré donde señalaba. En su costado derecho tenía un tatuaje con unas formas geométricas intrincadas. Mónica siguió hablando:

- ¿Algo más?

No me moví. Ella me cogió la mano y dijo:

- Esto estaba muy salvaje ¿No te acuerdas?

Y me puso la mano encima de su vagina donde ahora no había nada de pelo pero sí recordaba que hacía años tenía bastante ahí. Dijo:

- Me lo acabo de rasurar para ti ¿Te gusta? Ha quedado suave ¿Verdad?

Mientras ella hacía pasar mis dedos por esa zona. Luego, subió mi mano hasta su pecho y empezó a besarme. Tiró de mí hacia su cama y nos tumbamos, ella encima de mí sin dejar de besarme. Cuando paró, quiso desnudarme pero le dije:

- ¿No… no querías hablar?

- Sí, después de follar

- Pero…

- No pienso esperar más, llevo años esperando esto

Y me quitó el jersey y la camiseta para lamerme los pezones. Luego, me desabrochó el pantalón mientras preguntaba:

- ¿Traes condones?

Yo estaba superado por la situación y ni podía hablar. Ella dijo:

- No importa, he comprado

Y señaló la mesita de noche donde vi una caja de condones. Mientras, me estaba quitando los zapatos, los calcetines y los pantalones, todo muy rápido. Cuando me quitó los calzoncillos, mi polla saltó ya dura y ella rio encantada:

- Mira que animada está jajaja

Me la cogió y se echó sobre mí besándome, metiéndome la lengua. Entonces paró y preguntó:

- ¿Quieres que te la chupe?

Y acto seguido se rio y dijo:

- Que pregunta más tonta ¿No? Jajaja, pues claro que quieres que te la chupe… y oye ¿A ti te gusta comer el chichi? ¿Sí? Es que a muchos tíos no les gusta ¿No? A mí me encanta que me lo coman ¿Lo harás? Mmmm Y me gusta tu polla, no es de peli porno pero es grandecita y bonita y… ¿Qué postura te gusta más? ¿Tienes alguna favorita? A mí me gusta...

Entonces se paró. No había parado de moverse y hablar en todo el rato. Me miró seria y dijo:

- Perdona, es que estoy muy nerviosa y no sé que digo, no me hagas caso

Me miró y dijo:

- Estás muy callado y quieto ¿Pasa algo?

No dije nada, aún estaba abrumado por todo pero ella lo malinterpretó y se incorporó soltándome la polla y abriendo mucho los ojos dijo:

- ¿No te gusto? ¿Es eso?

También me incorporé y conseguí decir a duras penas:

- No

- ¿Que no te gusto? Pero la tienes dura, mira

- No, quiero decir sí pero…

- ¿Por eso nunca me entraste cuando me viste desnuda? ¿Te parezco fea?

- No, Mónica, eso no…

- Mierda, es eso, no has venido a follar, has venido a mandarme a la mierda y yo…

- Espera, espera, no te embales otra vez

Ella esperó, mirándome con unos ojos que parecían a punto de echarse a llorar. Le dije:

- Aquella vez que te vi desnuda me sentí avergonzado, por eso te evité

- Y no te gusté

- No he dicho eso

- Tampoco que te gustara

- Mónica, tenía 17 años y había visto a una chica guapa desnuda ¿Tú que crees?

- No lo sé

- Pues claro que me gustó verte desnuda, fue muy excitante

- ¿Te masturbaste?

- Mónica…

- Es una simple pregunta ¿Te masturbaste o no?

- Sí, muchas veces, era un adolescente con las hormonas desorbitadas

Entonces ella sonrió ampliamente y dijo:

- Al fin hablas claro… Yo me masturbaba casi cada noche pensando en ti

- ¿Qué?

- Sí, jiji, estaba super salida, bueno, aún sigo así

La miré asombrado ¿Por mí? No entendía nada. Ella dijo:

- Entonces ¿Por qué estás tan parado? Casi no me has tocado, estás ahí empalmado pero quieto, no lo entiendo

Miré al suelo, avergonzado. Ella insistió:

- ¿No quieres follarme? ¿Por qué?

- No… no es eso

- ¿Entonces?

- Es que… es que va todo muy rápido

- ¿Cómo? ¿Quieres más preliminares? Ya te he dicho que te la voy a chupar, a mí también me gusta

- No me refiero a eso

- Chico, no entiendo nada

Sin mirarla, dije:

- Es que… nunca lo he hecho

- Hostias

La miré. Se había tapado la boca con una mano, mirándome con los ojos desorbitados. Dijo:

- ¿De verdad?

- Sí

Entonces se empezó a reír y eso me molestó. Cuando terminó dijo:

- Perdona, perdona, no me río de ti, es que yo… no sé, pensaba que tendrías mucha experiencia y estaba intentando no parecer una mojigata jajaja

- ¿Qué?

- Solo me he acostado con mi novio, bueno, exnovio, y no fueron demasiadas veces, y hace más de un año que no… nos peleamos y luego no… Solo he follado 5 veces ¿Vale? Y no fueron una maravilla

Entonces me miró con curiosidad y dijo:

- ¿Y por qué no has follado? Estás bueno

- ¿Yo? No se me dan bien las mujeres

- Jajaja, sí, eso está claro

- Pero vamos, más raro es que tú no lo hayas hecho más veces, eres guapa y atractiva

- También me cuesta relacionarme y los tíos me ven como una tía rara

Nos quedamos callados hasta que dijo:

- Entonces ¿No quieres follar? Yo sigo teniendo ganas

- Pero es que… si tus otras veces no fueron una maravilla, imagina conmigo

- Por eso tengo ganas, me lo puedo imaginar y me gusta lo que imagino

Se inclinó y me dio un beso tierno en los labios para luego decir:

- Además, tiene su morbo eso de que te vaya a desvirgar jiji

- Pero no voy a saber bien que hacer y duraré poco y…

- Seguro que sabes lo que hacer, y no te preocupes por la duración, ya irás cogiendo el ritmo

Mónica se tumbó boca arriba y dijo:

- Ven, tócame y bésame donde quieras, seguro que tienes mucha curiosidad, ve tranquilo

- Pero guíame un poco si hago algo mal o si puedo hacerlo mejor ¿Vale?

- Sí, vale

Me incliné y la besé tímidamente. Ella abrió la boca y le metí la lengua lentamente. Fue un morreo diferente a los otros con ella. Al terminar, me dijo:

- Mira, eso ha estado muy bien

- ¿Sí?

- Ajá, solo te falta usar las manos, que las tienes ahí quietas

- Ah

- Pero no vayas directo a las zonas “importantes”, hay mucho cuerpo por acariciar, prueba mientras me besas y estate atento a mis reacciones

La volví a besar y con mi mano le acaricié el brazo, el costado, el estómago… Ella gemía flojito devolviéndome el beso con su lengua alrededor de la mía. Me moría de ganas de cogerle una teta pero me había dicho que no fuera ahí directamente así que seguí acariciándola. Cuando terminamos, me dijo:

- Mucho, mucho mejor… Ahora bésame en el cuello… Así, sí, y saca la lengua, lame… Sí, así mmmmm

Ella cogió mi mano que la estaba acariciando y la puso en su pecho. Se lo apreté y seguí lamiéndole el cuello mientras ella gemía bajito. Entonces me cogió del pelo y suavemente, dirigió mi cabeza a sus pechos. Rápidamente le chupé un pezón y ella dijo:

- Despacio, chupa y lame, despacio, así, así

Luego me pasó la cabeza al otro pecho y puso mi mano en el pecho que había quedado libre. Me cogió los dedos para que le apretara el pezón libre y dijo:

- Tira, así mojadito, tira, más fuerte, no pasa nada, mmmmm, así, así, sigue chupando el otro mmmmm

Estuve un rato entretenido, pasando de un pezón a otro mientras ella gemía, hasta que Mónica me levantó la cabeza y me besó ardientemente. Luego me dijo:

- Lo haces muy bien, estoy muy cachonda

Le sonreí mirándola. Tenía cara de vicio. Preguntó:

- ¿Te gustaría probar a comérmelo?

Asentí, la verdad es que tenía muchas ganas. Ella sonrió y dijo:

- Vale, pero no vayas directo, usa tu lengua por aquí, aquí y aquí (señalando sus muslos interiores y la zona alrededor del coño), y no me metas los dedos aún

- Va… vale

- Que podrías metérmelos sin problema, ya estoy muy cachonda y mojada, pero hazme sufrir un poquito jiji

Le hice caso en todo, y luego, encontré sin problema el clítoris, tenía visto mucho porno. Se lo lamí mientras ella me iba diciendo “despacio, despacio, ahora aprieta, ahora más rápido”. Al rato, ella buscó mi mano y me guio para meterle dos dedos. Estaba flipando, tenía mis dedos dentro de ella. Mónica me guio un poco más y luego se olvidó de mí y me dejó hacer. Sorprendentemente se corrió rápido, soltó un gran gemido y luego se quedó quieta, para luego temblar gimiendo. Seguí moviendo mis dedos y mi lengua pero ella me paró y tiró de mí para besarme profundamente. Luego se me quedó mirando con la cara roja y dijo:

- Guau ¿En serio es la primera vez que comes un chichi?

- Sí

- Ufff, ha sido genial, mi ex ni de coña lo hacía así, jamás me corrí con él, no tenía nada de paciencia

- Ah

- Ven, ahora me toca a mí, pero no te corras ¿Vale? Que tengo ganas de follar

- Lo intentaré jeje

Ella se rio y me hizo básicamente lo mismo, tomándose su tiempo y recorriendo mi cuerpo con su lengua. La mamada fue diferente a la del día anterior, más lenta y larga. Tras un rato, ella se incorporó y me besó. Sabía salada. Me dijo:

- ¿Te ha gustado? ¿Lo he hecho bien?

- Sí, mucho

- Genial ¿Follamos?

- Va… vale

- Te voy a desvirgar jiji ¿Me pongo encima?

- Como… como quieras

- ¿Te pones el condón o te lo pongo yo?

- No sé

- Nunca he puesto uno ¿Me dejas?

- Sí

Ella se levantó, abrió la caja, sacó un plástico y lo abrió. Me lo puso con alguna risa, nerviosa, mientras decía:

- La de mi ex era más canija y doblada, la tuya es más… más viril

- ¿Qué?

- No sé, está dura y recta, y más gruesa, me parece más viril

Entonces ella se puso encima pero antes de bajar, dijo:

- No me puedo creer lo cachonda que estoy, mira, mira

Y me cogió una mano para meter mis dedos dentro de ella y decir:

- ¿Notas lo mojada que estoy?

- S… sí

- Creo que me voy a correr antes que tú jiji

Entonces me devolvió la mano y dijo:

- ¿Listo?

Y sin esperar respuesta, bajó sobre mi polla, metiéndosela lentamente mientras jadeaba. Me miró con ojos de vicio y empezó a moverse arriba y abajo, lentamente. La miré, era una visión muy excitante, su cara colorada por la excitación, esa mirada de vicio, sus pequeños pechos con los pezones erguidos, y ver como mi polla desaparecía dentro de ella y volvía a aparecer. Estuve a un pelo de correrme pero me pude contener pensando en una tontería, en un póster que había detrás de ella de un grupo de música. Luego, la volví a mirar cuando dijo:

- Cógeme las tetas

Puse mis manos en ellas y le dije:

- ¿Te puedes soltar el pelo?

Ella me miró sin comprender y luego dijo:

- Ah, que tonta, me lo había recogido mientras me bañaba y depilaba, se me había olvidado

Se soltó y movió la cabeza para que su melena corta estuviera libre. Preguntó:

- ¿Te gusta así?

- Sí

Ella sonrió y empezó a moverse más rápido. Me vio en la cara que no iba a durar nada y dijo:

- Un segundo, un segundo, un segundooooooooo, me corrrooooooo

Y yo estallé en ese momento, gimiendo sin parar a la vez que ella. Luego, Mónica se derrumbó sobre mí y tras unos segundos, dijo:

- Guau

Y me besó lentamente con mucha lengua pero despacio. Luego, cuando mi polla se salió de ella, se echó a mi lado riendo y diciendo:

- Que buen estreno ¿No?

- No… no sé

- ¿No sabes? Me he corrido dos veces, nene, te aseguro que es un buen estreno jiji

Me miró sonriendo y dijo:

- ¿Tardas mucho en recuperarte?

- ¿Qué?

- La caja es de 12 condones, podríamos probar alguno más ¿No?

- Jeje

Y me giré para besarla.

Carlos
Escuché el móvil mientras estaba revisando mis vinos para llevarme uno especial a casa de Carmen. Tenía que ser uno bueno de verdad porque era una celebración según había dicho ella, así que llevaba un buen rato indeciso entre tres. Ya estaba vestido aunque faltaba una hora para la cena, así que tenía tiempo de sobra.

Miré el móvil y vi que era Silvia. En un primer momento no tuve intención de contestar, seguíamos enfadados y sabía que si me llamaba no era para disculparse, seguro que era para lo contrario. Dudé pero al final contesté sin ninguna ganas, pensando que me iba a amargar el buen humor que tenía. En cuanto descolgué, escuché una respiración rápida, angustiada e, inmediatamente, me puse en alerta:

- Silvia ¿Qué pasa?

- Es… es Gema

- ¿Qué le pasa?

- Está… tiene mucha fiebre, la voy a llevar a urgencias

- ¿Y como tiene el azúcar?

- Un poco alta, pero creo que no… no sé, no me parece que sea por eso, pero… oh, dios, me va a dar algo

- ¿Puedes esperar 10 minutos mientras llego para llevaros a urgencias?

- Sí, por favor

- Salgo ya

Corriendo, salí de casa y ni me acordé de coger un abrigo. Las recogí y las llevé rápido al hospital. Las dejé en la puerta mientras yo buscaba donde aparcar.

Cuando volví, no las vi y esperé impaciente. Pregunté por ellas y me dijeron que estaban con pruebas. Miré la hora, no iba a llegar a la cena, pero es que tampoco estaba yo para cenas, había visto a Gema super apagada y estaba que me daba algo de la preocupación, muchos recuerdos malos. Llamé a Carmen y le expliqué. Ella se sintió apenada pero lo entendió cuando le dije que estaba en el hospital con unos amigos que tenían a la niña en urgencias. Quedé en llamarla cuando supiera algo y colgué.

Me senté a esperar noticias.

Carmen
Colgué y miré el móvil. Que extraño me había sonado todo esto. Tendría que estar pendiente de esto, a ver si era alguna excusa mala o no. Lo cierto es que a Carlos se le notaba preocupado y con lo soso y tonto que era, no me cabía en la cabeza que fuera mentira.

Miré la comida que había comprado. Tendría que meterla en tápers y comérmela entre esta noche y mañana. Suspiré buscando en los armarios cuando escuché que llamaban a la puerta. Fui y al abrir la puerta me encontré a una chica bastante guapa que me miraba raro. Le pregunté:

- ¿Qué quieres, guapa?

Ella no dijo nada. Me quedé mirándola y le iba a cerrar la puerta en las narices cuando dijo:

- Deja a mi novio en paz, zorra

La miré sorprendida pero entonces me eché a reír y le dije:

- Eres Yolanda ¿No?

Ella se mostró también sorprendida. Le dije:

- Pasa, guapa, vamos a charlar

La chica dudó pero al final entró. La llevé a la cocina y ella volvió a repetir lo mismo pero la corté:

- Mira, cariño...

- No me llames así, zorra

- Mira, cariño, tu novio es eso, tu novio, yo no lo quiero para nada

- Pero te lo follas

- Sí, para eso sí lo quiero, pero tranquila, seguirá siendo tuyo, no tengo ninguna intención de quedármelo

- Eres… eres…

- Sí, una zorra ¿Y qué? Me lo follo porque me pica el coño y él tiene una buena polla ¿Y?

- Es mi hombre

Aquí me reí a carcajadas. Le dije:

- Claro que sí, guapa, todo para ti, pero me lo pienso seguir follando

Entonces, de repente, la reconocí y dije:

- Ah, coño, tú eres la que nos miraba abajo en el portal hace unas semanas

Ella no dijo nada. Me reí:

- Me diste un buen susto, me cortaste la mamada jajaja

Ella iba a decir algo, estaba roja de enfado pero entonces mi hijo empezó a llamarme. Le dije a Yolanda:

- Espera, guapa, voy a ver que quiere mi hijo

Volví enseguida y le pregunté:

- ¿Quieres tomar algo?

- ¿Qué?

- Me voy a echar un poco de vino ¿Quieres?

- NO

- Tú misma… por dónde íbamos

Me puse a pensar mientras me echaba el vino en la copa. Bebí un sorbo y recordé:

- Ah, sí, me cortaste la mamada, pero no te preocupes, seguimos aquí y bien que seguimos, tienes un chico que sabe comportarse en la cama, y menuda polla, cuídalo, que como esas hay pocas jajaja

- No… no… déjanos en paz, puta

- Y si no ¿Qué? ¿Vas a llorarle? ¿Por qué no le has dicho nada en estas semanas?

Entonces la chica se me acercó mientras sacaba la mano de un bolsillo. Vi una navaja. Se me pegó y me dijo:

- O lo dejas, o te rajo, zorra

La miré atentamente. Estaba muy cerca de mi, con la navaja tocándome el costado. Debería estar asustada pero no, tenía claro que esa chica estaba más asustada que yo. Le dije:

- ¿Ah, me vas a asesinar estando aquí al lado mi hijo pequeño?

Ella dudó y miró a la puerta. Le podría haber quitado la navaja pero ni merecía la pena. Me acerqué yo a ella y fue retrocediendo hasta la pared, sin dejar de pincharme un poco con la navaja. Le dije:

- Lo que tendrías que hacer es follarlo hasta dejarlo sin ganas, guapa, pero no lo haces y por eso me busca, así que en tu mano está, o mejor dicho, en tu coño está, o te lo follas hasta reventarlo o seguirá viniendo aquí

Cuando estuvo pegada a la pared, temblaba. Escuché como la navaja caía al suelo. La miré a los ojos y entonces lo entendí. “A esta chica le van las tías” y sonreí porque la chica estaba nerviosa por mi, lo veía en sus ojos como me miraba, me encontraba atractiva. Entonces la besé. Ella se quedó de piedra pero no me rechazó durante los primeros dos-tres segundos. Tampoco es que me lo devolviera pero aceptó el beso. Luego, reaccionó y me empujó. Me retiré riendo y ella maldiciendo:

- ¿Qué coño haces, puta?

- Cariño, pero si te ha encantado

- Eres… eres…

Y salió corriendo. Escuché como cerraba la puerta y me reí mientras recogía la navaja del suelo.

Yolanda
Pero cómo había salido todo tan mal, no lo entendía. Lo tenía todo preparado y pensado desde hacía días. Incluso le había cogido la navaja a mi hermano. “Joder, me la he dejado ahí, mierda, mi hermano me va a matar”. La idea era acojonar a esa vieja pero la tía no se había sentido amenazada en ningún momento, es más, me había vacilado en mi cara, y encima, me había besado la muy puta. “Será guarra la tía” pensé indignada.

Llevaba meses sospechando algo de Santi. Siempre me estaba pidiendo sexo pero había días que no lo pedía y quería llevarme a casa temprano. Al final, un día lo había seguido cogiéndole la moto a mi hermano. Vi como dejaba su moto y se metía en un portal y esperé un buen rato. Cuando ya pensaba irme porque hacía un frío de cojones vi como una pareja de cuarentones llegaban y se despedían en la puerta. Estaba claro que era una primera cita o algo así. A la mujer se la notaba elegante, con clase, y él era poca cosa para ella, no hacían buena pareja. Cuando la mujer entró, me acerqué al portal para ver si había nombres o algo en el portero electrónico. Entonces los vi, a Santi casi de espalda y esa mujer agachada chupándosela, me la estaba pegando con una puta vieja.

Me fui corriendo y llorando. Desde ese día, había estado a punto de decírselo mil veces pero me daba miedo perderlo. Al final pensé que lo mejor era ir a por la guarra pero todo había salido mal, muy mal.

Y ahora estaba recuperando el aliento tras salir corriendo de esa casa, bajar corriendo las escaleras, salir fuera y correr hasta no poder más. “¿Qué hago? ¿Rompo con Santi?” pero no quería romper con él, y si le digo que lo sé, tendría que romper. “Mierda, mierda, mierda” me lamenté acordándome de la vieja y como me había vacilado con el beso.

Carlos
Esperé media hora, muriéndome de la impaciencia cuando al fin vi aparecer a Silvia. Llegó blanca pero no vi que estuviera llorando.

En cuanto llegó a mi, me abrazó muy fuerte y dijo:

- Dicen que no es por la diabetes, que es por algo que ha cogido

- ¿Eso es mejor?

- Si, creo que sí, ya mismo sale, he querido salir antes porque sabría que estarías preocupado

Entonces vimos como traían a una Gema muy apagada en una silla de ruedas. Nos dijeron que esperáramos mientras le hacía efecto una medicina que le habían dado. Nos sentamos y Gema me echó los brazos para que la cogiera. La mecí y se terminó por dormir. Silvia salió fuera para hablar con Antonio. Luego volvió y me dijo:

- Le he contado todo a Antonio, se ha puesto de los nervios y se quería venir, pero le he dicho que no, que está controlado

- Bien

- Espero que sea así

- Sí, mujer

- Lo que está claro es que no vamos a ir a Barcelona, ni Gema ni yo

- Claro, normal, podéis ir la semana que viene

- No, ni hablar, ni la pienso dejar con nadie, no podría

- ¿Le vas a decir a Antonio que vuelva?

- Depende de como evolucione, si solo es un virus que ha cogido no le voy a pedir eso

- Ya, pero tú podrías ir

- Que no, que ni hablar me separo de mi niña

Estuvimos como una hora esperando. Luego nos hicieron entrar en una consulta pensando que yo era el padre y nos dijeron que la tuviéramos vigilada y muy controlada con el tema de la diabetes, que descansara y no se moviera mucho… lo normal en estos casos.

Las llevé de vuelta a casa y acostamos a Gema. Luego, Silvia se fue a hablar con Antonio y calmarlo y yo llamé a Carmen para decirle que todo bien y que la cena la dejaríamos para otro día, era ya tarde.

Cuando volvió Silvia me miró y dijo:

- Te he fastidiado la noche

- No, no

- Claro, que así vas vestido en tu casa todas las noches

- Sí, iba a salir, pero no pasa nada

- No debería haberte llamado, la podría haber llevado yo sola

- Sabes que has hecho bien

- Es que solo pensar que podía ser grave y yo sola… Lo siento, siento ser tan pesada y necesitarte, lo siento, pero es así

- No te preocupes, mujer

Y me volvió a abrazar. Entonces me dijo:

- ¿La cita sigue en pie?

- No, claro que no, es tarde

- ¿Te quedarías a pasar aquí la noche?

La miré extrañado. Dijo:

- Voy a dormir con Gema pero me gustaría que te quedaras, por si acaso pasa algo malo

- Pero si nos han dicho que no va a pasar

- Lo sé, pero me quedaría más tranquila, sé que abuso mucho de tu amistad pero si sé que estás aquí conseguiré dormir algo

- Bueno, pero…

- Duermes en mi cama ¿Vale?

- No, Silvia, en el sofá

- No, yo voy a dormir con Gema y tú duermes en mi cama. Ni hablar vas a dormir en un sofá, ya lo que faltaba

La miré, tenía muy mala cara y asentí. Ella me sonrió y entró dentro a preparar las cosas. Luego salió y dijo:

- Te preparo algo de cena

- No, no hace falta

- Sí, claro que sí

Preparó algo rápido y comimos casi en silencio. Ella prácticamente no tomó bocado. Luego recogimos las cosas y dijo:

- Estás en tu casa, buenas noches

Y se fue al dormitorio de Gema. Yo me fui a su dormitorio tras pasar por el cuarto de baño y me desnudé para acostarme solo en calzoncillos porque no iba a dormir con la camisa. La almohada olía a Silvia y era muy agradable. Pensé que iba a costarme coger el sueño pero caí rápido.

En algún momento de la noche me desperté de pronto y me incorporé. Escuché a Silvia decir:

- Perdona, que sueño tan ligero tienes

Miré a mi alrededor desorientado hasta que me acordé donde estaba. Entonces vi a Silvia echada a mi lado. Dijo:

- Es que me está matando la cama de Gema ¿Puedo dormir aquí?

- ¿Qué? Ah, claro, voy al sofá

- No, no, quédate

- Pero Silvia...

- Por favor

Me volví a acostar. Ella estaba de costado mirándome. Cerré los ojos pero ella dijo:

- Perdona

- ¿Qué?

- Por la bronca de ayer

- No pasa nada, Silvia

- Sí, sí pasa, tenías razón, no te apoyé

- Olvídalo, Silvia

- No, tú siempre estás aquí para mí, y yo… yo soy una egoísta pero te aseguro que esta vez no era egoísmo, pienso que lo que te dije es cierto y me preocupas

- Lo sé

- Sé que te va a hacer daño

- Silvia, dejemos el tema

- Pero quiero que sepas que me tendrás aquí cuando eso ocurra, y espero de corazón que no ocurra, de verdad, pero si pasa, estaré aquí

Entonces se movió y puso su cabeza en mi hombro mientras decía:

- Eres muy importante para mí, lo sabes, y todo lo malo que te pase me va a doler muchísimo, pero si me equivoco y no es así, me alegraré mucho y dejaré que me lo restriegues por la cara, y me encantará que lo hagas, de verdad

Sonreí y ella dijo:

- Gracias por ser mi amigo, Carlos

- A ti por aguantarme

- Jamás has sido una carga, yo sí lo soy, sé que soy difícil de tratar pero tú me aguantas todo

- No eres difícil de tratar

- Estábamos enfadados y ni has dudado en venir a ayudarme, ni te lo he tenido que pedir, ha salido de ti, y te he fastidiado una cita y ni una queja ni mala cara ni nada, solo preocupación por nosotras

- Pero ¿Cómo voy a ir a una cita con Gema mala?

- Ya, como si eso fuera tan normal, cualquiera me habría dicho que exageraba y que no fuera al hospital y se habría ido a la cita

- No, que va, eso no es cierto

- Sí, lo es

Y entonces se me pegó del todo, me pasó el brazo por encima para abrazarme y puso su cabeza en mi pecho y escuché como comenzaba a sollozar. Le pasé el brazo por encima y la abracé también. Silvia estaba descargando toda la tensión de la noche. Pronto se quedó dormida.​
 
Yo estoy desconcertado en esta amistad entre Carlos y Silvia. Creo que mientras esté bien con Antonio no va a pasar nada, pero se les ve tan bien que quizás inconscientemente y sin querer, pase algo.
Por otra parte, Carlos tiene que andar con cuidado y ver las verdaderas intenciones de la arpía.
Para terminar, me alegro de que nuestro Héctor ya esté espabilando y empiece algo con Mónica.
 
Carlos encima de idiota tiene mala suerte. Si hubiera ido a la cita quizás se encontraba con esa chica y le abrían los ojos.

Lo de Silvia no está bien. Sabe que Carlos tiene novia pero va y duerme con él. Eso no se hace, por más mente abierta que sea.
 
¿Tiendas? ¿A ti no te trae las cosa Santa Claus, Papá Noel, BlackFriday, CyberMonday, San Nicolás, los Reyes esos traficantes, el Olentzero o el tronco ese de madera de los catalanes? ¿Es que has sido malo como Carmen?
Por mi casa pasan todos esos y alguno más.
Lo que pasa es que en algún momento que me pillo despistado me nombraron proveedor oficial del la réplica independiente de mi casa.
Y si, debí ser malo porque, joder, no hay manera de que se cambie al proveedor.
 
Mónica se ha follado a Héctor y los dos lo han disfrutado. Esta chica tiene toda la frescura que le falta al mustio de Héctor ... ¡ojo! no digo que sea una fresca, pero es el "empujoncito" que el chico necesita para mejorar su autoestima.
Han tenido pocas conversaciones y ya han conseguido una complicidad fantástica, y eso le ha ayudado a el chaval abrirse. No sé si me lo ha parecido a mi o Mónica se ha interesado mucho más por Héctor, de lo que lo hace Cristina, que siempre le está contando cosas de ella. Me gusta la relación que tienen Héctor y Mónica en cuanto a complicidad e incluso intimidad ... además, el encuentro ha sido muy excitante y muy bien contado.
Ahora viene eso del amor, parece que Héctor no está enamorado de Mónica, mientras parece que ella sí lo está de él ... a ver qué papel llegan a jugar los sentimientos en esta relación ¿Mónica hará florecer el amor en Héctor? ¿Héctor podrá dejar de ver a Cris como la ve? ¿Podremos evitar cogerle cariño a Mónica? ¿Sufriremos por el corazón partido de la alegre Mónica?
Monica,que gran mujer!!!
¿Corazón partido de monica?
De momento se ha llevado el gato al agua. Pues me da a mí que el corazón partido será más bien el de Cris.
 
En serio???
“Sabe que tiene novia” ¿Y antonio?
Que son mejores amigos!!! Así, sin artículos y como si fuese un título honorífico, como dirían mis hijos.
No sé Antonio, pero parece que eso no le molestaría por el trato anterior con Carlos. Pero a la novia de Carlos no le haría ni puta gracia, eso es seguro.
 

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