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Mayo, lunes, tres meses después
Cristina
“Esta semana es muy importante” les dije a Mónica y Héctor mientras almorzábamos. Mónica me miró diciendo:
- Pero ¿Tú crees que lo conseguirá?
Estábamos hablando de los resultados de las plazas de bomberos a los que se había presentado Alberto hacía unas semanas y que supuestamente debían salir esta semana. Asentí y le dije:
- Lo llevaba muy preparado, dice que las físicas fue por encima en todo
- ¿Y las teóricas?
- Cree que les salieron muy bien
- ¿Y la plaza seguro que se la dan aquí?
- Si aprueba sí
- Jo, pues estaréis de los nervios
- Mucho, ojalá las saque
Sería algo muy importante, por él, por los tres y por los gastos. Cruzaba los dedos aunque me preocupaba más Sara, que prácticamente había decidido no seguir con la carrera y no estaba estudiando nada a pesar de que ya empezaban los finales de su curso. Entonces Mónica dijo:
- Hoy Carlos me ha dicho que me ofrecerá quedarme en la empresa cuando acaben las prácticas
Vi a Héctor sonreír complacido. Pero le cambió la cara al escuchar a Mónica continuar:
- Pero no sé si querré
- ¿Cómo?
- Es que, a ver, estoy muy bien aquí, eso está claro, pero antes de ponerme a trabajar me gustaría hacer otras cosas, siempre lo he pensado
Héctor puso los ojos en blanco, estaba claro que era algo que habían hablado mucho. Dijo:
- Mónica quiere tomarse un año sabático y visitar mundo porque piensa que si se pone a trabajar, nunca tendrá tiempo para hacer algo así
Ella sonrió asintiendo pero dijo:
- Visitar mundo con él, claro
Los miré asombrada y dije:
- Oh, que guay
- ¿Verdad? Es que si no lo hacemos ahora, luego será imposible cuando ya trabajemos
Héctor dijo:
- Pero yo no quiero dejar el trabajo
- No lo dejas, hablamos con Carlos, le pedimos ese año y luego volvemos
- Pero…
- Seguro que nos deja, total, no tiene que pagarnos
- Pero es un problema para él, le dejamos el departamento con la mitad de personal
- Bueno, Cris y Silvia valen por dos jajaja
La miré sonriendo mientras pensaba “Joe, un año sin ver a Héctor”. La verdad es que desde que estaba con Mónica cada vez hablábamos menos a solas, solo a primera hora porque ella se incorporaba a las 9 y nosotros un poco antes, el resto del tiempo ella siempre estaba. Echaba de menos esas conversaciones, incluyendo sus historias de videojuegos, series, pelis… Ahora normalmente no hablaba de eso, solo de cosas que le gustaban a Mónica. Incluso había dejado su escuadra, cosa que sé que le dolió, pero no estaba cumpliendo con sus colegas.
Silvia
Me removí en la silla notando las molestias de la regla. Me había llegado esa mañana y, aunque no era una sorpresa, sí me había provocado decepción como siempre desde que esperaba quedarme embarazada.
Suspiré y pensé “Pero de sorpresa nada ¿Qué quieres? ¿Quedarte embarazada casi sin follar?” porque llevaba un tiempo que lo hacíamos poquísimo, quizás lo habíamos hecho dos o tres veces en el último mes, o incluso menos, no estaba segura porque había sido un mes estresante con Gema. A ver si este mes arreglaba eso y sacaba ganas, porque esta vez el problema no era que estuviera seca, “es que no me apetece nada de nada”.
Y tenía pendiente el fin de semana de escapada con Antonio, que llevaba retrasándolo desde que Antonio volvió de su curso. Y ahora era más difícil porque Carlos solía quedarse con “esa” los fines de semana, y no pensaba dejar a Gema cerca de esa tía.
“Todo se complica, todo” pensé resentida conmigo misma. Entonces vi que me llamaba Carlos por video. Seguía teletrabajando gracias a su buena disposición, cosa que me ayudaba mucho con los temas de Gema. Contesté:
- Hola, Carlos
- Silvia, buenas
Lo miré. La verdad es que le estaba sentando muy bien lo de salir con esa tía. Había perdido peso, se vestía de otra forma, tenía una mirada alegre… estaba más guapo y atractivo. En cambio, él me dijo:
- ¿Qué te pasa? Tienes mala cara
- Nada, la regla, que me está molestando
- Ah
Ese “ah” lo decía todo, él me conocía perfectamente y seguro que ya se había hecho una idea de mis preocupaciones. Dijo:
- ¿Estás bien?
- Sí, no duele tanto
- Ya sabes a qué me refiero
Sonreí, era totalmente consciente de mi ánimo con lo de la regla y mi no embarazo. Suspiré y dije:
- Este mes no es una sorpresa, Carlos
- Ah, ya, mucho lío con Gema
- Sí… Bueno ¿Por qué llamas?
- Ehh, ah, sí, se me había ido de la cabeza, la edad jeje
- Ya estamos
- Nada, era por informarte, Susana ha dejado definitivamente las prácticas
- Bueno, llevaba más de un mes sin venir, estaba claro
- Ya, pero me ha llamado su tutor y que dice que no es lo que esperaba y esas cosas, que no quiere seguir
- Mejor, era un estorbo más que otra cosa
- Y hemos hablado de Mónica, le he dicho que la queremos contratar cuando acabe el periodo de prácticas
Con Mónica sí estábamos contentos, era despierta y trabajadora. Carlos ahora participaba menos con nosotros pero, como siempre, confiaba en mí y yo le había dado mi visto bueno. Le pregunté:
- ¿Y qué ha dicho?
- ¿El tutor? Encantado, pero esta mañana hablé con ella y…
- ¿No quiere?
- No sé, no ha reaccionado como esperaba, no ha dicho que no pero tampoco ha mostrado alegría
- Que raro, pensé que saltaría de contenta al poder seguir con su amorcito
- Ya, pero no
Me quedé pensando. La semana pasada cuando fui a la oficina los había visto bien, mirándose con complicidad, haciéndose carantoñas… Le dije:
- Le preguntaré a Cris a ver si les pasa algo
- Aún quedan unos meses para que acabe, lo mismo es que no se lo esperaba y ni ha reaccionado, no sé
- Puede ser
Entonces Carlos dijo:
- Bueno, Silvia, te tengo que dejar, que me voy a una reunión
- Vale
- Ah, espera, espera, no cortes
- Dime
- Ya está limpia la piscina de la casa del campo, por si queréis ir el fin de semana con Gema
- Ah
- O cuando sea
Seguíamos teniendo las llaves de su casa aunque no íbamos desde hacía mucho. Le dije:
- A Gema le encantará saberlo
- Ya, jeje
- ¿Tú vas este finde?
- No, he quedado con Carmen, vamos a irnos a Holanda 3 días
- Ah, mira que bien
- Sí, así que tenéis la casa para vosotros solos
- Si hace bueno, lo mismo vamos
- Sí, he mirado y parece que va a hacer calor, no demasiado pero sí para darse un bañito
- Ah, genial
- Y tenéis la despensa llena, también con comida para Gema
- Joe, Carlos, no hace falta…
- Nada, mujer, os quedáis a dormir y que la niña disfrute
- Muchas gracias, Carlos
- A ver si animamos a la pequeña, que lleva un mes… y que tú también te animes, que lo necesitas
- Ya, ya… Estaría mejor si tú también vinieras, por mí y por Gema, que no para de preguntar por ti
- Jeje, me gustaría estar el finde pero…
- Lo sé, lo sé, no te preocupes
- Bueno, ahora sí me tengo que ir, hablamos, Silvia
- Hasta luego, Carlos
- Hasta luego
Y cortó. La verdad es que estaría muy bien aprovechar este finde, por Gema, pero también por Antonio, a ver si me animaba de una vez y le hacía caso. Además, había que aprovechar porque este año no sería como el pasado. Esta vez con “esa” por allí no iríamos tanto, ya habíamos intentado coincidir una vez y resultó fatal, no podía estar cerca de esa tía.
Meneé la cabeza pensando en como me aprovechaba de mi amistad con Carlos, me dejaba su casa y yo solo pensando en que quiero estar allí pero sin su pareja, quería a Carlos allí pero solo, como si aquello fuera algo sobre lo que tenía derecho y no un gran favor que Carlos nos hacía “Que tonta y egoísta eres, Silvia”.
Carmen
“Que te digo que no puedo, cariño, que estoy fuera del país” le dije a Jamal echada en sus cojines mientras fumábamos hierba. Había ido a cobrar los servicios de la semana anterior y ahora estábamos de relax. Jamal me miró con tristeza:
- Pero es un buen cliente y paga una pasta
- Ya, pero es que me voy a Holanda con mi novio, querido
- Pues retrásalo
- Jajaja, claro, que sencillo
- ¿Y qué le digo al cliente? Te quiere a ti
- La semana que viene
- No puede ser, no es de aquí
- Oh, pues otra semana que venga
- Ay, cariño, no estás siendo una puta obediente
- ¿Me vas a castigar?
Le dije sonriendo. Él rio y dijo:
- Quizás debería
- Que lástima que ya no pueda hacer lo de los azotes, pero me puedes romper el culo, eso se te da muy bien jaja
Él me miró sabiendo que lo estaba provocando. Me quité los tacones y le dije:
- Joder, estos zapatos son preciosos pero me dejan los pies destrozados
- ¿Quieres un masaje?
Lo miré pensando. Asentí y dijo:
- ¿Qué chica quieres?
- A la negrita
- ¿A Kiara?
- Ajá
- Joder, con lo mal que os lleváis y siempre la pides a ella
- Sabe comer un coño como ninguna otra de tus chicas, se nota que le van más las tías que otra cosa
- ¿Crees que es bollera? Pero si le gusta más chupar una polla que un helado
- Ya, lo que tú digas pero esa es bollera, y además, me gusta que sepa quien manda aquí
- Jaja, mira que eres zorra
- Sí, cariño, mucho
Jamal llamó a la chica que vino rápido. Le dijo:
- Dime, Jamal
- Pasa, Carmen quieres que le masajees los pies
Ella me miró enfadada pero entró en la sala. Se sentó cogiendo mis pies y masajeándolos despacio. Le dije a Jamal:
- Lo del jueves sin problema ¿Es con cena?
- Sí
- Vale, y luego a su casa ¿o es hotel?
- Hotel
- Bien. Y lo del sábado ya te digo que es imposible, cariño
Jamal me miró divertido, sabía que intentaba hacer. Estaba haciéndole ver a Kiara que yo era una puta de otro nivel. Le dije mientras miraba a Kiara:
- Tendrás que enviar a otra chica, una con clase… mmmm no sé, quizás la nueva rumana, es guapa y con un vestido decente puede que no parezca una putilla de burdel
Jamal rio y dijo:
- Todas mis chicas tienen clase
- Sí, bueno, unas más que otras
Y noté como Kiara presionaba más fuerte mis pies, cosa que me gustó aunque lo había hecho por mala leche. Le dije:
- Nena mmmm ay, que cabeza, se me ha olvidado tu nombre ¿Cómo era?
Kiara me miró con odio infinito mientras Jamal se reía. Volví a insistir:
- ¿Cómo te llamas, cariño?
- Kiara
- Ah, eso, Kiara, quítame la falda y cómeme el coño, bonita, que aquí nuestro hombre se muere por follármelo pero vamos a dejar que tenga un poco de espectáculo ¿No?
Kiara miró a Jamal que reía mientras asentía. Me quitó la falda y luego las bragas, para ponerse a comérmelo como ella sabía. La chica era buena, muy buena. Me relajé para disfrutar de su lengua pero antes de correrme la aparté y llamé a Jamal, que me penetró de inmediato. No tardé en correrme. Luego, me puse a 4 y le mostré mi culo. Jamal me la metió despacio, presionando mi ano lentamente, pero en cuanto estuvo un poco dentro, me folló rápido y duro. Miré a Kiara para que viera como disfrutaba de esa polla. Me volví a correr cuando él terminó dentro de mí.
Jamal me besó y luego se volvió a sentar. Kiara esperaba sentada. Busqué en mi bolso y le di 50€. Jamal dijo:
- Carmen, a esto invito yo
- No te preocupes, la chica me lo ha comido bien, y es una profesional ¿No? Se merece cobrar como cualquier puta
Era otro insulto hacia Kiara y ella lo sabía. Miró el dinero dudando, pero al final lo cogió y le dije:
- Ya te puedes ir mmmmm chica
Haciendo como que había vuelto a olvidar su nombre. Cuando se fue, Jamal se partía de risa:
- Mira que eres mala
- Jeje, hay que ponerla en su sitio, que no se le olvide
- Da igual, ya mismo se va a otro burdel, ya va tocando
- Ya, bueno, así se va con la lección aprendida de cual es su sitio
Me vestí y Jamal preguntó:
- ¿Con tu novio bien?
- Sí, bien
- ¿Sabe follarte?
- Bueno, no está mal pero podría ser mejor, mucho mejor
- Ya, jaja, es difícil satisfacerte, Carmen
- No, que va, es sencillo, un tío que sepa follar duro y con buena polla y yo feliz
- Jajaja, y él no tiene nada de eso ¿No?
- Bueno, de polla no está mal, no la tiene como tú pero no está mal, pero lo de follar duro no sabe hacerlo
- Ya
- Bueno, cariño, me tengo que ir, ha sido un placer, como siempre
- El mío, Carmen, el mío
- Eso ya lo sé jeje
Y nos dimos un morreo corto y me fui contenta.
Héctor
“Ah, cari, ayer noche encontré un foro donde hablan de viajes, y vi una gente que están preparando un viaje como el nuestro” dijo Mónica que se levantó a coger su portátil. Acabábamos de echar un polvo y estábamos los dos desnudos en su cama.
Mónica volvió a la cama abriendo el portátil y enseñándome el foro. Ella estaba entusiasmada con el viaje, pensando en países y rutas. Yo cada vez tenía menos ganas, no me atraía nada un viaje de ese estilo mochilero y por países tan extraños e incluso peligrosos. Era consciente que en algún momento tendríamos un encontronazo fuerte por este motivo pero me costaba sacarlo a la luz, estaba muy bien con ella y no quería estropearlo así que callaba ante su entusiasmo. Sabía que era una actitud cobarde y que al final lo tendríamos que hablar pero no me atrevía.
Mónica señaló la pantalla diciendo:
- Mira, es un viaje parecido al que queremos hacer
- Moni, todavía no sabemos lo que queremos hacer ni como
- Bueno, en eso estamos, viendo posibilidades y alternativas ¿No? Mira, ellos ya tienen un itinerario y me parece muy interesante
Lo vi y me eché a temblar:
- Joe, Moni, 8 meses de viaje
- Sí, genial jiji
- Puffff
- Anda, no te quejes y lee, verás que guay
Leí un poco pero me parecía absurdo. Le dije:
- Creo que sería mejor empezar con algo más corto, un viaje por Europa o algo así
- Anda ya, esto se hace una vez en la vida, hay que pensar a lo grande ¿Les escribo a ver si nos pueden asesorar un poco?
- Bueno…
Dije sin mucha convicción. Mónica no me hacía nunca caso con esto del viaje. Vi como escribía “Hola, somos una pareja que también nos gustaría hacer un viaje de este tipo…” y dejé de leer. Me eché en la cama y la observé atentamente. Me encantaba mirarla cuando estaba desnuda. Veía solo un poco de una teta y su pezón, pero suficiente.
Al rato, ella dijo:
- Bueno ¿Qué te parece, lo mando?
Pero yo estaba absorto y escuché:
- Oye, tonto, deja de mirarme las tetas y atiende jajaja
La miré y dije:
- Oh, perdón, es que son bonitas
- Jajaja, anda, ven y lee, salido
Levanté la cabeza y leí. No era nada raro y asentí. Ella lo mandó y dejó el portátil en el suelo para luego encaramarse encima de mí poniéndome las tetas en la cara para decir:
- Bueno, ¿Y qué mirabas con tanta atención?
- Nada
- ¿Nada?
- Nada en particular
- ¿Seguro?
- Quizás un pezón, no sé
- ¿Quizás este pezón?
Mientras se movía para ponérmelo en la boca. Lo lamí y chupé y dije:
- O quizás el otro
Ella rio y me puso el otro en la boca que chupé de inmediato mientras pellizcaba el otro. Estuvimos así un rato entre un pezón y otro, con Mónica gimiendo bajito. Luego, ella echó la mano para atrás buscando mi polla que se encontró totalmente dura. Se movió para atrás y la apuntó a su coño, metiéndosela lentamente. Desde hacía un par de semana habíamos dejado los condones ya que la relación iba bien y ella tomaba la píldora.
Mónica se enderezó y comenzó a mover sus caderas lentamente, y luego empezó a moverse arriba y abajo mientras yo le cogía las tetas y se las acariciaba. Mónica me miraba con cara de vicio, mordiéndose un labio mientras gemía bajo. Siguió cabalgándome a un ritmo lento, con ella disfrutando de mi polla sin prisas hasta que se echó sobre mí para morrearme con ansia. Luego, se quitó de encima para tumbarse boca arriba. Me puse encima y la penetré rápido. Ahora yo llevaba el ritmo y sabía que no lo quería lento. Nos besamos con mucha lengua mientras sus manos me agarraban el culo y me impulsaban más rápido. Se corrió gimiendo en mi boca y yo la seguí al poco, corriéndome dentro de ella.
Mónica me abrazó y me rodeo con sus piernas, sin dejar que me saliera, dándome un beso lento, moviendo su lengua lentamente dentro de mi boca. No me soltó hasta que mi polla se salió sola al perder su dureza. Entonces se rio y dijo:
- Como me pones, nene
- ¿Sí?
- Perdida con tanto semen jajaja
- Ah
- No, tonto, que me pones muchísimo, me calientas de una forma… paso de tener cero ganas a tener todas las del mundo en un segundo
- Tú también me pones mucho, Moni
- Lo sé jajaja
Y nos quedamos tonteando en la cama. Me gustaba estar con ella y me había cambiado los hábitos, incluso había tenido que dejar a mi escuadra, algo que me jodía, pero es que no podía sacar tiempo para ellos, Mónica siempre quería estar conmigo y no le gustaban los videojuegos.