chico36
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Buenas a todos, voy a tratar de contar una historia que desde allá por finales de 2020 hasta día de hoy se sigue manteniendo, con sus altos y bajos, pero se sigue manteniendo.
Somos una pareja metidos en la treintena, llevamos toda la vida juntos, desde los 17, y por desgracia, por circunstancias familiares, la vida nos hizo madurar quizás demasiado pronto, aún que a la vez todo ello hizo que la relación se afianzada hasta día de hoy.
Pues bien, yo soy la parte masculina de la relación y procedo a contar mi punto de vista.
Hace unos años me entró muchísima curiosidad, y me daba mucho morbo el hecho de imaginar a mi chica con otros, durante mucho tiempo eso solo quedaba mientras manteníamos relaciones, al principio ella era reacia, pero poco a poco fue entrando al juego y se notaba que en cierta parte le gustaba imaginar ciertos momentos con otras personas que no fuera yo. A base de todo ello, yo fui intentando convencerla de hacerlo, hasta que por fin accedió y un día quedó con un antiguo amigo que vive en otra ciudad y pasó lo que yo quería que pasara. Así estuvieron varios años, quedando dos, tres veces al año y cuando volvía me contaba todos los detalles y disfrutábamos muchísimo. Como digo, así estuvieron varios años, y si es cierto que con el paso del tiempo tanto a ella como a mí nos dejaba De llenar la situación, no sé, siempre lo mismo, etc....hasta que volví a la carga y la traté de convencer de buscar a otra persona diferente. Esa idea mía no fue muy del agrado de ella, decía que no le apetecía, que no lo necesitaba y es cierto que al final volvió a hacerlo por mi insistencia. Corría finales del 2020, a través de una Red social comenzó a hablar con.un chico que ambos habíamos conocido hace unos años, de nuestra ciudad, pero con el que no habíamos tenido ningún tipo de relación desde entonces.
Ellos iban hablando, se reconocieron, y al cabo de unas dos semanas quedaron para tomar algo. El chico en cuestión tiene pareja y un niño, por lo que ni ella ni yo sabíamos muy bien si podría pasar algo. Ese primer encuentro debió de ser muy fructífero para ambos, el por lo visto no era feliz en su vida y ella pues a día de hoy no sé que le contaría, el caso que ese día solo hablaron, hablaron mucho y cuando llegó a casa me encontré a una chica feliz, contenta y con el tiempo entendí que ese día traía la palabra ilusión marcada en la frente. Ese día, ese día de diciembre cambió para siempre mi relación tal y como la conocía
Somos una pareja metidos en la treintena, llevamos toda la vida juntos, desde los 17, y por desgracia, por circunstancias familiares, la vida nos hizo madurar quizás demasiado pronto, aún que a la vez todo ello hizo que la relación se afianzada hasta día de hoy.
Pues bien, yo soy la parte masculina de la relación y procedo a contar mi punto de vista.
Hace unos años me entró muchísima curiosidad, y me daba mucho morbo el hecho de imaginar a mi chica con otros, durante mucho tiempo eso solo quedaba mientras manteníamos relaciones, al principio ella era reacia, pero poco a poco fue entrando al juego y se notaba que en cierta parte le gustaba imaginar ciertos momentos con otras personas que no fuera yo. A base de todo ello, yo fui intentando convencerla de hacerlo, hasta que por fin accedió y un día quedó con un antiguo amigo que vive en otra ciudad y pasó lo que yo quería que pasara. Así estuvieron varios años, quedando dos, tres veces al año y cuando volvía me contaba todos los detalles y disfrutábamos muchísimo. Como digo, así estuvieron varios años, y si es cierto que con el paso del tiempo tanto a ella como a mí nos dejaba De llenar la situación, no sé, siempre lo mismo, etc....hasta que volví a la carga y la traté de convencer de buscar a otra persona diferente. Esa idea mía no fue muy del agrado de ella, decía que no le apetecía, que no lo necesitaba y es cierto que al final volvió a hacerlo por mi insistencia. Corría finales del 2020, a través de una Red social comenzó a hablar con.un chico que ambos habíamos conocido hace unos años, de nuestra ciudad, pero con el que no habíamos tenido ningún tipo de relación desde entonces.
Ellos iban hablando, se reconocieron, y al cabo de unas dos semanas quedaron para tomar algo. El chico en cuestión tiene pareja y un niño, por lo que ni ella ni yo sabíamos muy bien si podría pasar algo. Ese primer encuentro debió de ser muy fructífero para ambos, el por lo visto no era feliz en su vida y ella pues a día de hoy no sé que le contaría, el caso que ese día solo hablaron, hablaron mucho y cuando llegó a casa me encontré a una chica feliz, contenta y con el tiempo entendí que ese día traía la palabra ilusión marcada en la frente. Ese día, ese día de diciembre cambió para siempre mi relación tal y como la conocía