Destinos cruzados

Como dice el amigo Carlos, vaya vuelta de tuerca que le has dado al guion, y lo que parecía una historia romántica, se ha convertido en una trama de extorsión, blanqueo de dinero, evasión de capitales... Las que parecían malas, resulta que eran las buenas de la historia, además de víctimas. Y lo que parecían buenos padres, acaban siendo peores que las madrastras de los cuentos.

Espero que ganen los buenos, si no cambian de bando. :giggle:
Hola, buenos días.

Bueno, no me negarás que siempre es mas entretenido un relato bien hecho que además tiene sexo, que no uno en el cual sólo hay sexo... Para un relato corto, vale, puedes ir al grano, pero para uno largo, como no metas algo de sustancia entre polvo y polvo....

Saludos

Hotam
 
Hola, buenos días.

Bueno, no me negarás que siempre es mas entretenido un relato bien hecho que además tiene sexo, que no uno en el cual sólo hay sexo... Para un relato corto, vale, puedes ir al grano, pero para uno largo, como no metas algo de sustancia entre polvo y polvo....

Saludos

Hotam
A mí siempre me parece más interesante un relato en el que el 95% es intriga, suspense, etc y un 5% sexo.
 
Hola, buenos días.

Bueno, no me negarás que siempre es mas entretenido un relato bien hecho que además tiene sexo, que no uno en el cual sólo hay sexo... Para un relato corto, vale, puedes ir al grano, pero para uno largo, como no metas algo de sustancia entre polvo y polvo....

Saludos

Hotam

Si claro, si yo en ningún momento he hablado de sexo.
 
Destinos cruzados, un nuevo comienzo 7

Lorena seguía encañonando a Alberto, que la miraba con sumo terror. Sofía estaba en shock, no sabía que Damián había muerto. No lo sentía en absoluto, ese hombre fue un medio para un fin, Conseguir que su familia volviera a estar en lo más alto. Delante de ella tenía a Lorena, un estorbo que tuvo que soportar. Ella jamás quiso ser madre, se encontró con que tenía que criar la hija de otra mujer, ¿la odiaba?, no, le era indiferente.

Sabía que no dispararía, a Lorena le temblaba todo el cuerpo, sobre todo la mano, Sofía solo esperaba, que Raúl y Alberto saltaran para desarmarla, pero según pasaban los minutos se iba dando cuenta de que esos dos eran unos cobardes y no moverían un dedo. Fue una gran decepción para ella, eran muy guapos, tenían muchos músculos, pero a la hora de la verdad no valían nada.

Entonces ocurrió algo que desconcertó a todo el mundo, Raúl, que seguía debajo de Sofía, aprovechando que ella le tapaba, cogió un cojín que le tiro a Lorena, distrayéndola el tiempo suficiente para que los dos cobardes salieran corriendo por una de las ventanas que estaban abiertas. Apartaron a Sofía de un empujón cayendo está al suelo, quedando a merced de Lorena. Lorena disparó la pistola de manera accidental al recibir el golpe del cojín, errando el disparo que se incrustó en la pared.

Sofía estaba sentada en el suelo, Lorena la encañono apretando el cañón contra su frente. Esta ya no estaba tan segura de que no la dispararía, entonces se empezaron a escuchar helicópteros. Se escucharon unas pequeñas explosiones, hombres uniformados entraron por las ventanas, siendo John uno de ellos, los otros apuntaron sus armas hacia Lorena. Los ojos de Lorena destilaban odio hacia Sofía, John se acercó y cogiendo la mano con la que empuñaba el arma, Sofía la fue bajando.

• Ya está, Lorena, Raúl y Alberto han sido detenidos intentando escapar y tu madre también está a punto de ser detenida.
• ¡Ella no es mi madre! – intentando volver a apuntarla, cosa que John impidió.
• No merece la pena Lorena, además ese sería un castigo demasiado benévolo.

Lorena desistió entregando el arma a John, este la abrazo y le dijo que tenían que hablar, estaba muy enfadado por el actuar que había tenido Lorena, la cosa podría haber terminado en una tragedia.

• No podéis hacernos nada, tenemos amigos influyentes – dijo Sofía.
• Estos agentes son de la INTERPOL, no tienen nada que ver con los agentes que tenéis en el bolsillo, tenemos una prisión muy especial para vosotros, os va a encantar.
• Miguel lo arreglará, yo seré quien ría la última – dijo una no muy convencida Sofía.
• ¿Quién es Miguel? – pregunto John.
• El padre de Marcos, respondió Lorena.

Sofía seguía desnuda, dos agentes femeninas acompañaron a Sofía para que se vistiera, después la esposaron y la llevaron detenida. Antes de entrar en el coche patrulla, Sofía miro a Alberto y Raúl con una cara de decepción absoluta, Lorena miro a John y le dijo.
• ¿Por qué no has dejado que disparara?
• Cuando matas a alguien, también muere una parte de ti, no quería que eso te ocurriera a ti, además a tu padre no le hubiera parecido bien.
• ¿Es solo por eso?
• No, es porque no quería perder a la mujer que amo.

Lorena y John se besaron, Sofía, Raúl y Alberto habían sido detenidos, pero Miguel todavía estaba suelto y era el peor de todos.

EN ESE MISMO MOMENTO EN EL HOSPITAL

Marta se estaba haciendo la dormida, Laura había venido como todos los días, era como un reloj suizo, trajo flores nuevas. Tiro las viejas y después de cambiar el agua empezó a mover su escultural cuerpo al ritmo de la canción que estaba tarareando. Marta se estaba encendiendo como una antorcha, tuvo la necesidad de meter una de las manos debajo de las sabanas para aliviar ese calor que estaba creciendo en su coñito. Se empezó a masturbar con suavidad, intentando hacer el menor ruido posible.

Laura se dio la vuelta, pues ya tenía preparado el jarrón para dejarlo en la mesita de noche. Marta, al ver que Laura se daba la vuelta, saco su mano rápidamente, fue peor el remedio que la enfermedad. No consiguió aliviarse y todavía se había puesto más caliente que antes. Laura se sentó a su lado, la mano de Marta tenía un olor muy característico, un olor que Laura conocía muy bien. Esta no dijo nada, pero sonrió, Marta se puso roja como un tomate al darse cuenta de que Laura se había dado cuenta de todo.

Laura salió de la habitación con la excusa de ir a tomar un café para darle tiempo a Marta para limpiarse las manos. Laura bajo a la cafetería, pidió un café para llevar, entonces salió del hospital y se sentó en uno de los bancos que quedaba más alejado del hospital, colgando del cuello tenía una cadena y en esta cadena tenía la alianza de Sharon, metió la mano en la camisa y lo saco.

• Me he vuelto a enamorar Sharon, es la única mujer desde ti que me ha hecho sentir lo mismo, sé que tú querrías que fuera feliz y ha llegado el momento de serlo, deséame mucha suerte.

Laura se tomó el café tranquilamente mientras hacía unas llamadas, después tiro el vaso a una papelera, entro en el hospital y cogiendo el ascensor, llego a la planta donde se encontraba la habitación de Marta, como estaba en peligro tenía una habitación individual. Laura tocó la puerta y volvió a entrar, le gusto ver la sonrisa que se dibujaba en el rostro de Marta cada vez que la veía, Laura fue a decir algo, pero entraron dos enfermeras junto a un médico y le pidieron que saliera.

Marta se ponía muy nerviosa cuando tenía a Laura delante, le gustaba mucho, pero también la intimidaba. Era con la única persona con la que deseaba hacer el amor en los últimos meses, no se hacía muchas ilusiones, una mujer así estaría casada y seguramente con hijos, pero eso no le impedía soñar. Cuando más a gusto estaba entraron las enfermeras y el médico. Le dijeron que sus lesiones estaban progresando correctamente y que pronto le darían el alta.

Las enfermeras y el médico salieron de la habitación saludando a Laura, entonces esta entro y sentándose al lado de Marta se le quedó mirando.

• Marta llevas días intentando hacerme una pregunta y no te atreves, hazla sin miedo.
• De quién es ese anillo con el que juegas cuando crees que estoy dormida.
• Con que te haces la dormida, ¿eh?
• Sí, lo siento.
• Era de mi mujer, se llamaba Sharon.

Marta se alegró de que Laura estuviera soltera, pero el tono de Laura no presagiaba nada bueno y empezó a preguntarse si no había metido la pata al hacerle una pregunta tan personal.

• No tienes obligación de concertar – dijo Marta sintiéndose culpable.
• Tranquila, hablar me sentará bien, mi cuñado siempre dice que me lo guardo todo, se llamaba Sharon y murió.

Marta pudo ver como el rostro de Laura se llenaba de tristeza, Marta pensó que había metido la pata, habiendo perdido todas las posibilidades que hubiera podido tener en el futuro con esta preciosa mujer. Entonces, dando un pequeño salto que le acerco a Laura, la abrazo con todo el cariño del mundo. Aquel salto le hizo ver las estrellas, pero había merecido la pena. Puso sus labios al lado de la oreja de Laura y le dijo un lo siento con todo el amor, el mundo, porque eso era lo que sentía, Laura dejo de llorar y separándose de ella se miraron, para cuando se dieron cuenta se estaban dando un apasionado beso.

Laura empezó a subir la bata de hospital, Marta se había quitado las bragas al ir al baño y tenía el coñito totalmente húmedo. Laura metió su cara entre sus piernas, empezando a degustar el mejor bocado que iba a tener en todo el día, Marta apretaba la cabeza de Laura contra su coñito y le pedía más. Jamás le habían proporcionado tanto placer, hasta ahora solo había follado con personas egoístas que solo pensaban en su propio placer, pero en esta ocasión la experta lengua de Laura se estaba esmerando en llevarla al orgasmo más atronador que hubiera tenido en la vida, cuando mejor estaban escucharon pasos y voces detrás de la puerta de la habitación.

Laura salió rauda de entre las piernas de Marta, esta se puso la bata de hospital lo mejor que pudo, mientras Laura habría la ventana, metiéndose en el baño para arreglarse un poco. La ventana abierta disimulaba un poco el olor a sexo, pero no mucho. Se abrió la puerta y entraron Marcos, Silvia y los padres de Marta. A esta última estuvo a punto de darle los cuarenta males, que Silvia y Marcos se dieran cuenta pase, pero que se dieran cuenta sus padres era una catástrofe de nivel planetario.

Entonces la madre de Marta dijo.

• Ya podían ventilar las habitaciones de vez en cuando que huele a choto.

Silvia y Marcos que sabían perfectamente a que se debía ese olor, se empezaron a reír, Marta, sin embargo, se quedó blancas como el papel. Laura hizo acto de presencia saludando a todos y mirando con cara de circunstancias a Marcos. Laura le dijo si podían salir fuera que tenía algo que comentarle.
• Ya os vale Laura, mira que poneros hacerlo en pleno hospital – mientras Marcos se reía.
• Ya podíais haber venido un poquito más tarde, mira que sois oportunos.
• Menos mal que habéis sido rápidas – dijo Marcos.

Laura cambió de semblante y miro muy seria a Marcos.

• Han detenido a Alberto, Raúl y a la madre de Laura.
• ¿A Sofía?
• Era la socia de tu padre y no saben hasta qué punto sabe sobre la muerte de su marido.
• Me dejas sin palabras, para mí siempre fueron el matrimonio perfecto.
• Eso no existe Marcos.

Marcos no se podía creer que Sofía, una mujer que siempre se había comportado con el cómo si fuera una madre, terminara siendo una de las cómplices de su padre en sus fechorías, se preguntaba como lo estaría llevando Lorena, sabía que estaba con John, el cuñado de su jefa y que entre ellos parecía que había empezado a surgir algo, se alegraba por ella. Lorena lo estaba pasando muy mal y merecía también ese trocito de felicidad.

Pasaron toda la tarde en el hospital, Marta estaba que se subía por las paredes, el coitus interruptus la había dejado más caliente que una estufa. Agradecía mucho a Silvia, Marcos y a sus padres que subieran a estar con ella en el hospital, pero ahora lo que más deseaba era terminar lo que ella y Laura habían empezado horas antes. Laura estaba exactamente igual, Marcos viendo la situación comento que tenía que llevar a Silvia a su casa, estaban siendo días muy duros y necesitaban descansar, les miro a los padres de Marta y les dijo que si querían les acercaba a su casa.

Los padres de Marta le agradecieron el detalle, Marta le dijo gracias junto a una gran sonrisa. Laura también se lo agradeció, esta dijo que se quedaría a pasar la noche, la madre de Marta le dijo que ella también tenía que descansar, entonces enseñándoles unas carpetas con informes les dijo que aprovecharía para trabajar mientras Marta dormía.

Silvia y Marcos salieron de la habitación riéndose pensando que eso que había dicho Laura no se lo creía ni ella, las pobres se quedaron solas, cuando se iban a poner con el tema, primero entro la enfermera con la medicación, después llegaron con la cena y más tarde les dijeron que le traerían la medicación después de cenar. A Laura le dio un ataque de risa, no se podía creer que les hubieran interrumpido tantas veces. Aunque Marta tenía unas ganas tremendas de comerse a Laura, esta se alegró de ver alegría en el rostro de Laura. Perder a su mujer tuvo que ser muy duro.

Por fin paso la enfermera por última vez y les dijo que ya no pasarían hasta la mañana, si necesitaban algo les llamaran por el timbre. Las dos pensaron que lo que necesitaban era que no las interrumpieran más. Una vez salió la enfermera esperaron un rato más por si acaso, entonces Laura se levantó a cerciorarse de que no había nadie en el pasillo. Para cuando se dio la vuelta, Marta se había quitado la bata de Hospital y estaba totalmente desnuda, Laura sonrió, pensando que Marta no tenía nada que envidiarle a Sharon.

Ahora fue Laura la que se desnudó, Marta no perdió detalle, era incapaz de dejar de mirar el cuerpo desnudo de Laura, esta se fue acercando poco a poco. Cuando estuvieron a escasos centímetros, Laura empezó a jugar con el clítoris de Marta, mientras esta jadeaba. Marta tuvo que besarla para que no escucharan sus gemidos desde fuera de la habitación. Marta separó a Laura y empezó a pasarle la lengua por el cuello, después por los pezones, estómago y por último llego a la zona más deseada su coñito.

El coñito de Laura estaba con el bello bien recortadito, estaba encharcado y desprendía un aroma que tenía a Marta extasiada, esta no dudo en meter su cabeza entre las piernas de Laura. Esta última abrió las piernas para facilitarle el trabajo, la lengua de Marta jugaba con el clítoris, Laura tuvo que morderse la mano para no gritar. Las piernas le empezaron a fallar teniendo que apoyarse en la pared para no caerse.

Las dos tenían la respiración acelerada, pero se les veía satisfechas, una vez recuperadas, Marta se tumbó en la cama y Laura hizo lo propio poniéndose sobre ella dejando su coñito a la altura de la boca de Marta y está teniendo su boca a la altura del coñito de Marta, empezaron un 69 que las llevo al cielo, tuvieron que hacer un esfuerzo sobre humano para no gritar cuando les llego el orgasmo. Las dos se besaron y decidieron que por esa vez era suficiente, no podían arriesgarse a que las pillaran en pleno acto.

Laura aprovechó para ducharse en la habitación de Marta, después se puso la ropa cómoda que trajo para pasar la noche, Marta le miraba con atención cada movimiento que hacía Laura al vestirse.

• ¿Te gusta lo que ves?
• Sabes que sí, me gustaste desde la primera vez que te vi, pero tengo miedo.
• ¿Miedo a que Marta?
• A no estar a la altura de la mujer que tanto amaste y que eso te pueda decepcionar.
• Sharon era Sharon y tú eres tú, no quiero que seas Sharon, quiero que seas tú misma.
• Ya pero…
• Tú me has devuelto las ganas de vivir, me has devuelto la ilusión y vuelvo a creer en el amor.

Escuchar esas palabras hicieron muy feliz a Marta, esta se tumbó en la cama mirando como Laura revisaba los informes. Entre el trabajo y las horas que pasaba en el hospital Laura estaba agotada, se quedó dormida, desde el accidente a Marta le costaba dormir y cogiendo un cuaderno de Laura empezó a escribir todos los clientes con los que el padre de Marcos le había obligado a follar, nombres, sus trabajos y todo lo que le habían contado mientras follaban.

Esos hombres eran los más vulnerables mientras tenían sus pollas dentro del coñito de una mujer, después de terminar de escribir todo, se levantó de la cama. Ella siempre llevaba esparadrapo en el bolso, se movió con cuidado de no despertar a Laura y utilizando la gran pared del final de la habitación puso de forma esquemática todos los nombres, Marta tenía una memoria fotográfica, era capaz de aprenderse un libro solo con leerlo una vez. Podía haber estudiado todo lo que hubiera querido, pero le falto motivación, no había encontrado su vocación, después de poner todos los nombres en el lugar que les correspondía se dio cuenta de que le gustaba investigar y podría ser investigadora de la fiscalía trabajando codo con codo con la mujer de la que se había enamorado. Estaba tan absorta en su trabajo que no se dio cuenta de que Laura hacía un rato que estaba despierta, enseguida se dio cuenta de que Marta era un diamante en bruto que puliéndolo bien, no tendría rival en la división de investigación de la fiscalía, si Marta estaba dispuesta ella le enseñaría todo lo que sabía.

• Eres asombrosa Marta, has hecho un trabajo impecable – dijo una orgullosa Laura.
• Yo Laura…
• No te disculpes, en una noche has ahorrado días de trabajo a la fiscalía, me gustaría que trabajaras conmigo, pero tendrás que estudiar mucho.
• Eso no será problema.

Gracias al trabajo de Marta, Laura se dio cuenta como el padre de Marcos había adquirido tanto poder, chantajeando a todos esos hombres, Laura sonrió, porque era un arma de doble filo que podrían utilizar contra él.

Continuará.
 
Ya están casi todos los malos detenidos. Ahora solo queda atrapar al peor, al monstruo del Padre de Marcos.
Me alegro mucho que Lorena y Marta hayan encontrado la felicidad.
 
Ya están casi todos los malos detenidos. Ahora solo queda atrapar al peor, al monstruo del Padre de Marcos.
Me alegro mucho que Lorena y Marta hayan encontrado la felicidad.

Cabronazo, deja de dar ideas a mi novia, que todavía me veo con traje nuevo, corbata delante de un altar.
 
Última edición:
Berserk, amigo hay un pequeño error dice " Han detenido a Alberto, Raúl y a la madre de Laura. ", en vez de Laura no será Lorena
 
Está muy bueno el relato, ya de a poco van cayendo los maluendas, pero queda el mayor de todos el padre de Marcos que me imagino no se las hara fácil a nadie para cuando vayan por él, ojala nadie salga herido o muerto.
 
Pero no veo que problema hay. Cuando dos personas se quieren normalmente terminan casados. No tiene porqué ser malo eso.

Una pareja amiga de toda la vida, vivirnodJuntos 10 años ella se queda embarazada y deciden casarse por la criatura, duraron 6 meses.

Yo todabia sigo sin comprenderlo, les dije, si lleváis viviendo juntos 10 años, debe de ser el viento norte o yo que se.
 
Destinos cruzados, un nuevo comienzo 8

Había pasado un año y medio desde que Laura y Marta habían empezado una relación, fue un año dulce, pero muy duro. Marta con las enseñanzas y la experiencia que tenía Laura se convirtió en una de las mejores investigadoras de la fiscalía, al principio muchos ponían en duda su profesionalidad por su falta de experiencia, creyendo que por ser la pareja de la fiscal estaba por enchufe.

Marta demostró a cada uno de ellos lo equivocados que estaban, gracias al trabajo incansable que realizo durante este año y medio. Laura delegó parte de su trabajo en Marcos, estaba preparado, solo le faltaba adquirir experiencia y eso se obtenía juicio a juicio, su relación con Silvia no podía ir mejor. Esta última era feliz, su relación iba viento en popa, además sus jefes ya le había comunicado su decisión de jubilarse en un futuro arcano y querían que ella se quedara con la cafetería.

John y Lorena eran felices, ella aprendía más deprisa de lo que a John le hubiera gustado, pudiendo comprobarlo con sus propios ojos el día que por fin consiguieron capturar al padre de Marcos, gracias a la información aportada por Marta y Lorena en los tiempos que fueron obligadas a prostituirse, las dos desarrollaron una forma de interrogatorio casi imperceptible, pero muy eficaz para sacar toda la información de aquellos poderosos hombres. Marta, gracias a su trabajo, consiguió crear un organigrama preciso de la organización que el padre de Marcos había creado para que todos ellos se lucraran.

A la cabeza estaba el padre de Marcos, este había ascendido hasta allí usando la información que las chicas le habían conseguido siendo obligadas a prostituirse para su beneficio. Lo que las chicas desconocían, era lo que John y Lorena descubrieron, que el padre de Marcos tenía cámaras en todos los hoteles que utilizaba para negociar con esos socios. El padre de Marcos se había convertido en la persona a la que llamaban cuando querían conseguir algo, por ejemplo un constructor tenía problemas con los permisos, era el padre de Marcos quien negociaba con el funcionario del ayuntamiento, si este decidía entrar en el entramado bien, pero si no, usaba las grabaciones que conseguía para chantajearlo, consiguiéndole al constructor esos permisos.

Uno de esos constructores leales a Miguel (el padre de Marcos), le aviso que la fiscalía le estaba investigando. Miguel, viendo que podía acabar en la cárcel, consiguió fugarse del país, Laura y Marcos dieron la orden, pero como Miguel tenía a los policías de mayor rango y a los principales jueces en el bolsillo o coaccionados, le ayudaron a escapar, destruyendo con eso sus carreras. Miguel se fue con lo justo, tenía cuentas en todos los países sin tratado de extradición. Este se olvidó de Sofía, Raúl y Alberto, los dos últimos le tenían tanto miedo que decidieron no abrir la boca y cumplir la condena que les impusieran.

Sofía no era tan magnánima y llevo a la fiscalía hasta una caja fuerte donde Miguel guardaba, todas las grabaciones que le permitían ser el amo de la ciudad en la sombra. Policías, políticos, empresarios, y periodistas más importantes de la ciudad estaban en la nómina de Miguel. Gracias a esas grabaciones fueron cayendo uno a uno, creando una gran conmoción en la ciudad. Lorena, Marta y Marcos se encontraban en la cafetería, entonces Lorena dijo.

• Tu padre siempre se sale con la suya Marcos – mascando las palabras.
• Lo siento chicos, mi trabajo no ha sido suficiente – dijo una apenada Marta.
• Pero que dices Marta, gracias a tu trabajo todas las manzanas podridas de la ciudad están a punto de caer – dijo Marcos.
• Claro, hermanita, Marcos tiene razón – dijo Silvia.
• Tú, tranquila, acabaremos con ese ser que nos destruyo la vida a todos – los ojos de Lorena echaban fuego.

Por la puerta de la cafetería entraron Laura y John, a Laura se le veía agotada, después de saludar a todos y besar a Marta le pidió un café bien cargado a Silvia. John besó apasionadamente a Lorena, después empezó a bromear con Marta y Silvia, las trataba como a sus hermanas pequeñas, Laura se alegraba de verlo, porque desde la muerte de Sharon era un muerto en vida y aquellas dos le habían devuelto parte de lo que perdió con la muerte de su hermana, Lorena los miraba y sonreía abrazando a su novio desde atrás.

Laura llevaba unos días con un mal presentimiento, Marcos se acercó a ella y le dijo.

• Jefa, deberías descansar, te veo mala cara.
• Demasiado trabajo últimamente.
• Eso es porque eres honrada – reía Marcos.

Laura también sonrió, lo que ninguno sabía era que Miguel se había puesto en contacto con ella para tentarla, pero rechazo su oferta con contundencia. Sabía que eso le traería consecuencias y que aquellas personas que tenía delante riendo, volverían a pasarlo mal. Laura decidió cambiar las grabaciones de lugar, solo ella y John sabrían su paradero, estaban casi seguros que tenían localizadas a todas las manzanas podridas, pero estando Miguel de por medio no podían fiarse. Laura se despidió de todos y volvió al juzgado a terminar los informes para poder llevarse esas grabaciones, se le pasó la tarde y se hizo de noche.

Iba conduciendo cuando noto como un coche le seguía, John le había enseñado a detectarlos, apretó el acelerador con la intención de perderlo, pero el otro coche era mucho más rápido, alcanzando al suyo sin remedio. Laura empezó a utilizar todo lo que John le había enseñado para perder a ese otro coche, pero todo fue en vano, en un punto de la carretera, el otro coche choco violentamente en el parachoques trasero de Laura haciendo que su coche se saliera de la trazada, estampándose contra una pared de hormigón armado a gran velocidad.

Del otro coche salieron dos hombres, se acercaron al coche de Laura y sacando la caja con las grabaciones, escaparon dejando a Laura entre ese amasijo de hierros. Un transeúnte llamó a la policía, el primero en llegar fue John, este se encargó de todo, para cuando Marta, Silvia, Marcos y Lorena llegaron, ya se habían llevado el cuerpo de Laura al hospital más cercano. Todos corrieron, pero al llegar un médico les estaba esperando para darles la peor de las noticias.

Laura había fallecido, tuvieron que sedar a Marta, se puso a gritar su nombre histérica, John y Silvia intentaron calmarla, pero era inconsolable, Marcos lloro lleno de impotencia, mientras Lorena lloraba pensando que porque siempre les pasaba las cosas malas a ellos. Los siguientes días fueron muy duros, no les permitieron ver el cuerpo por el estado en el que había quedado, después de la autopsia decidieron incinerar el cuerpo de Laura, Silvia y Marcos decidieron que Marta se trasladara de la casa que compartía con Laura a la suya. De esa manera no estaría sola, John y Lorena la visitaban constantemente. John era un hombre muy duro, pero Lorena sabia lo mal que lo estaba pasando, viendo sufrir a Marta y le dio todo el cariño y el amor que tenía dentro de ella. Una vez pasado el funeral, Marta decidió esparcir las cenizas en un árbol de un parque, en cuya sombra habían conversado y sobre todo se habían amado. Solo fueron los ocho más cercanos a laura, Marta, Silvia, Marcos, Lorena, John, los padres de Marta y Silvia y Elvira, la madre de marcos.

Fueron meses duros, había cicatrices que sanar, pero también tenían que atrapar a Miguel. Marta se dejó casi hasta la salud para poder dar con él, al final lo consiguió siguiendo ciertas transacciones sospechosas. Lorena y John irían allí y si era él, lo traerían de vuelta aunque fuera arrastras.

• ¿Cómo lo pensáis hacer?, ese país no tiene tratado de extradición con el nuestro – dijo Marcos.
• En esta vida hay que tener amigos hasta en el infierno, el presidente de ese país me debe un favor – dijo John.
• Porque te debe un favor – pregunto Lorena.
• Porque le salve la vida.
• Desde cuando salvas la vida a políticos corruptos, ¿John? – pregunto Lorena
• Cuando juro el cargo no era corrupto, era un político idealista, concienciado en ayudar a la gente más necesitada.
• Pues le duro poco – dijo Silvia.
• Nadie es perfecto, que ahora sea corrupto, nos viene como anillo al dedo, eso nos facilitara sacar a tu padre del país y traerlo al nuestro – dijo John.

Marcos estaba preocupado, él era bueno, pero no le llegaba a la suela de los zapatos a Laura, si cometía un error que llevara todo al traste. Silvia se le acercó y le dijo.

• ¿Qué te preocupa Marcos?
• Que tengo miedo de fastidiarlo todo.
• Has aprendido de la mejor, lo harás bien – dijo Marta.

Marta, que era la que peor lo estaba pasando, sacaba fuerzas para darle ánimos, se juró a sí mismo que no los defraudaría. Las pruebas más importantes habían desaparecido, tendrían que preparar un posible juicio contra el padre de Marcos, con las pruebas que tenían que no era muchas. Lorena y John se prepararon para ir en busca de Miguel, Cogieron un avión que les llevaría al país donde este se había escondido, allí les estarían esperando hombres del presidente que les llevarían ante él.

• Hola John, cuanto tiempo sin ver a mi salvador.
• Nos conocemos – dijo irónicamente John.
• No seas así hombre, solo me he desviado un poquito.

John, acercando su cara al del presidente de aquel país, le dijo que la siguiente vez que aterrizara en su país sería para acabar con él. El presidente con una sonrisa le intento quitar hierro al asunto dejando claro que en esta ocasión eran aliados. Este mostró a John el itinerario que Miguel solía hacer todos los días, al medio día solía tomar un café sentado en una de las plazas de la ciudad. El presidente despejaría la plaza, para que John y Lorena pudiera cazarlo. Se despidieron del presidente y decidieron ir dando un paseo par estudiar la plaza, insitu. John después de mirar decidió el mejor sitio para colocarse con un rifle de larga distancia, Lorena estudio bien la plaza para elegir la mejor forma de acercarse a Miguel sin que este pudiera detectarla. No tenían mucho tiempo, el presidente de ese país no era de fiar y si tardaban mucho se podía volver en su contra, era ese al mediodía o nunca. Los dos esperaron con paciencia, el tiempo pasaba despacio, pero por fin vieron a Miguel acercándose por una callejuela hasta llegar a la mesa donde siempre se sentaba.

Lorena se acercó por el único punto ciego que dejo Miguel, John la miraba lleno de orgullo, tenía que empezar a reconocer que pronto lo superaría. Lorena, de un rápido movimiento, se sentó en la silla que quedaba delante de Miguel, apuntándole con un arma que escondió debajo de una servilleta.

• Sois mejores de lo que creía, os he subestimado, pero no podréis sacarme de este país, yo gano.
• Si yo fuera tú no estaría tan segura – dijo una tranquila Lorena.

Miguel hizo el ademán de levantarse, pero un punto rojo apareció en su pecho para advertirle que lo mejor que podía hacer era seguir sentado. Miguel vio como toda la gente de la plaza se levantaba cuando unos militares empezaron a decir que esto era un simulacro contra terremotos. En la plaza solo se quedaron Miguel, Lorena y los militares que los rodeaban. Miguel se empezó a poner nervioso, iba armado, pero sabía que Lorena lo mataría sin pestañear. Ya no era la chica ingenua del pasado.

Miguel estaba tan absorto en sus pensamientos que no percibió como alguien se le acercaba por la espalda, era John, este clavándole una aguja lo dejo KO.

• Bueno John, he cumplido mi parte del trato, aquí tienes el documento en el que consta mi permiso para que os llevéis a este criminal y poder juzgarlo en vuestro país.
• Pensé que me traicionarías – dijo John.
• Estuve tentado, créeme, pero yo siempre devuelvo los favores que me hacen, en eso no he cambiado.

El presidente le floto un avión que les llevaría de vuelta, al ser un avión militar era incómodo, pero Lorena estaba contenta porque todo había salido bien, ya tenían al padre de Marcos, solo faltaba juzgarlo y meterlo en la cárcel. Cuando aterrizaron les esperaban agentes de la INTERPOL, estos estrecharon la mano a Lorena y John, después metieron en un furgón a Miguel, para llevarle a los calabozos de comisaría. En aquel aeropuerto también se encontraban, Marcos, Silvia y Marta. Esta última tenía el consuelo de que le iban a hacer justicia a Laura.

El juicio tardo un año en producirse, durante ese año fueron cayendo más políticos y empresarios. En las comisarías había mucho caos, porque los policías empezaran a desconfiar unos de los otros, por eso se decidió que sería la INTERPOL quien se encargaría de ayudar con la investigación. Marcos estudió día tras día todos los

informes y la estrategia que pensaba llevar Laura. Había algo que había intentado negar durante todo este tiempo.
Aunque era un cabrón, Miguel no dejaba de ser su padre, lo crió junto a su madre, jamás le falto de nada y siempre tuvo tiempo para pasar con él. Temía que esos sentimientos afloraran en el peor momento haciéndolo dudar, entonces una mano se posó en su hombre.

• Hijo, él siempre será tu padre y es normal que tengas dudas, pero los dos sabemos que tiene que pagar.
• Lo se mama, pero tengo miedo.
• Hijo, Silvia, sus padres, Lorena y John estaremos en ese juzgado, cuando te entren dudas nosotros te daremos fuerzas.

Las palabras de su madre le dieron aliento a Marcos, ensayo el juicio una y otra vez con la ayuda de Silvia y Marta. Casi todas las pruebas que tenían implicaban a jueces, policías y empresarios, estos se negaron a testificar en contra de Miguel. Sabía que, sin pruebas contundentes, Miguel tenía muchas posibilidades de salirse con la suya. Volvió a repasarlo una última vez, se dio una ducha y al llegar a su habitación vio como Silvia y Marta se habían dormido abrazadas la una a la otra.

Marcos sonrió y decidió dormir en la habitación de invitados, no quería despertar a Marta, la necesitaba descansada y atenta a todo lo que pasara en ese juicio. No pego ojo, dando vueltas de un lado de la cama al otro. Tenía el camino a seguir clarísimo, tenía las herramientas, pero, sin embargo, todo su cuerpo temblaba como una hoja a merced de un huracán. Hasta ahora él siempre había estado bajo el ala de Laura. Es verdad que había presenciado todos sus juicios durante los últimos años, pero todo el peso recaía sobre ella y ahora era el quién tenía que soportar el peso del mundo emulando al Titán Atlas.

No tuvo necesidad de poner el despertador, una hora antes, Marcos se estaba duchando, después preparo café para los tres, la siguiente en aparecer fue Marta y por último, Silvia, esta última dejo que su hermana se duchara primero. Llego la hora, poniéndose en marcha hacia el juzgado, había muchas personas fuera de este, por el revuelo que se había creado. Todos ingresaron dentro, Marcos y Marta se sentaron en la mesa que le correspondía a la fiscalía.

Pronto llegaron los abogados defensores, eran un pequeño ejército y todos con renombre. Marcos tragó saliva animándose a sí mismo, después miro a Marta, en su mirada pudo ver que estaba más lista que nunca. El juicio dio comienzo, sería un juicio con jurado popular, aunque las últimas noticias que habían salido sobre el padre de Marcos dejaban en mal lugar a este, él había ayudado con donaciones y becas a la ciudad. Todos los ciudadanos lo tenían como un referente, con las pruebas que tenían contra él, Marcos tenía ciertas dudas de poder convencer a ese jurado del monstruo que era Miguel.

El primer día de juicio no fue mal de todo, todos fueron a la cafetería, Marta y Marcos estaban agotados, pero habían hecho un gran trabajo de equipo, consiguiendo hacer daño a Miguel, pero eso no era suficiente. El segundo día de juicio los derroteros iban por el mismo camino, tenían muchas pruebas circunstanciales, pero sin un testigo no tenían peso. El desánimo empezaba a crecer dentro de Marcos y Marta, ellos lo estaban dando todo, pero no era suficiente. Habían conseguido crear una duda en algunos miembros del jurado, pero no eran los suficientes.

Llego a su final el segundo día de juicio, volvieron a la cafetería donde Silvia preparo una tila para todos, la tensión estaba siendo insoportable, en más de una ocasión Lorena estuvo a punto de levantarse e ir ella misma a por ese ser despreciable que tanto daño había hecho. John tuvo que detenerla en más de dos ocasiones, él también habría hecho lo mismo, pero con eso no solucionaban nada, el único beneficiado sería Miguel. John se disculpó y salió fuera de la cafetería para hacer una llamada, después entro entre las miradas curiosas de todos, John los miro y siguió a lo suyo sin decir nada.

Llego el tercer día de Juicio, Miguel estaba eufórico, se reconocía a sí mismo que su hijo estaba haciendo un muy buen trabajo, pero no sería suficiente, sus abogados eran mejores y más caros, entonces demostrando una chulería insoportable se levantó y le dijo.

• Hijo, eres un mediocre, me decepciona ver en que me gaste el dinero de tus estudios, una medianía como tú, jamás será capaz de condenarme – mientras reía.

Entonces se escuchó un estruendo al final de la sala, las puertas de entrada se abrieron dando paso a Laura que caminaba apoyándose en dos muletas, todo el juzgado se quedó sin palabras, no podían creérselo, el único que se quedó impasible fue John. Marta estaba que no sabía si llorar, reírse o cabrearse con su recién resucitada novia, Laura miro a Miguel y después de coger aire le dijo.

• Para eso estoy yo aquí, para echarles una mano.

Con dificultad y con la ayuda de Marcos y Marta consiguió llegar a la mesa, entones viendo que los dos se habían quedado petrificados, les dijo.

• Venga espabilad que tenemos un juicio que ganar.
• ¿Cómo?, las pruebas no son suficientes, desaparecieron todas – dijo Marta.
• Todas menos esta grabación, esto hundirá a tu padre Marcos.

Laura con la ayuda de Marcos se acercó al juez que la miraba con la boca abierta, Laura presento la prueba, los abogados defensores protestaron, pero el juez acepto la prueba y pidió que trajeran un reproductor para que pudiéramos verla, esa prueba se la entrego Sofía a Laura, en ella se veía como Miguel en persona contrataba al mercenario que después manipulo el coche de Damián provocándole la muerte. Miguel se dio cuenta de que no ayudar a Sofía fue un error que pagaría el resto de su vida.

Después del visionado del video nadie tuvo dudas de la culpabilidad de Miguel, fue condenado a veinticinco años de cárcel, todos fueron a celebrarlo. Todos estaban contentos con la vuelta de Laura, la única que parecía triste era Marta.

• Lo siento mi amor, nunca quise hacerte daño – dijo una triste Laura.
• ¿Por qué no me dijiste que estabas viva?, ¿sabes lo mal que lo he pasado?
• No podía, he estado en coma hasta hace poco.

Entonces John se levantó y les dijo a todos que él fue quien tomo la decisión aquella noche de fingir la muerte de Laura, de esa manera Miguel se confiaría pudiendo cometer errores, Laura tras el accidente quedo en coma por un año. John se encargó que tuviera los mejores cuidados, pero nadie tenía que saber que seguía viva, si quieres engañar al enemigo, primero hay que engañar al amigo. Marta quería mucho a John, pero le estaban entrando ganas de estrangularlo, entonces mirando a Laura le paso la mano por el rostro.

• Soy yo de verdad Marta, no soy un fantasma.

Marta la abrazo con fuerza Laura mientras lloraba, después le dio un beso con tal intensidad que casi consigue ahogarla. La noche de celebración fue muy larga. Después de esto, Laura fue elegida como jueza y Marcos pasó a ser el nuevo fiscal. Marta trabajaba directamente para los dos haciendo lo que mejor sabia hacer investigar. Después de que Lorena aprendió todo lo que John tenía para enseñarle, estos pasaron a formar parte del equipo de Marta, recibiendo sendas placas de la policía judicial.

A John no le hizo mucha gracia, pero como veía muy ilusionada a Lorena y siendo Laura quien se lo pedía acepto. Los jefes de Silvia decidieron jubilarse, pasando a ser la nueva dueña de la cafetería.

Una mañana Miguel y su séquito de jueces, políticos, periodistas y empresarios desaparecieron sin dejar rastro. Muchos pensaron que era obra de Miguel que había contratado a unos mercenarios para liberarle, nada más lejos de la realidad, todos y cada uno de ellos se despertaron en una celda tan pequeña que tenían que agacharse de lo bajo que era el techo. A fuera de la celda estaban John y otro hombre, Miguel les miro y les dijo.

• Tarde o temprano me escaparé de aquí y lo pagaréis muy caro.

El hombre que estaba al lado de John hizo una señal a dos de sus hombres, esposaron a Miguel y le pusieron una capucha. Después de una larga caminata noto, una brisa húmeda y el calor de los rayos del sol, cuando uno de los guardias le quito la capucha, este pudo comprobar que alrededor de aquella estructura de metal solo había agua, kilómetros y kilómetros de agua.

• ¿Dónde estoy? – pregunto el padre de Marcos.
• No necesitas saberlo, si te hemos traído aquí es para que te quede claro que es imposible escapar con vida de esta cárcel, que no existe para ningún país.

Volvieron a poner la capucha sobre la cabeza del padre de Marcos y lo devolvieron a su celda. Lo que él no sabía era que en esa misma prisión estaban también los socios que había traicionado para conseguir una reducción de condena, jamás saldría con vida de esa cárcel, le harían pagar su traición con un dolor inimaginable.

John volvió a la que él consideraba su familia, tenían que festejar que Marcos y Silvia iban a ser padres, Laura y Marta tenían pensado casarse, eso le dejaba en un brete a él, porque Lorena seguro que le pedía una de las dos cosas y en el peor de los casos las dos, sonrió y pensó que con todo lo que quería a Lorena le diría si a todo. Mientras John se acercaba a la barra, Marta se le acercó y le pregunto.

• Como pude sobrevivir a aquel accidente, era imposible.
• Hice diseñar todos nuestros coches por el mejor ingeniero de la fórmula, uno, los habitáculos estaban diseñados para soportar dos veces el golpe que te diste, no volveré a perder a nadie como perdimos a Sharon.
• Menudo papelón, hiciste en el hospital, te mereces un Óscar John – mientras reía.
• Tú mejor cállate que esparcí tus cenizas – dijo Marta apareciendo detrás de John y Laura.
• Lo sé, John, me lo contó, ese será nuestro rincón especial Marta.

Los tres levantando sus copas brindando entre la alegría de los presentes, esta historia comenzó con dos corazones rotos, pero termina con unas vidas reconstruidas mirando hacia un futuro esperanzador.

FIN.
 
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Que historia tan bonita, como nos gusta a Carlos y a mi. Te has ganado un descanso, pero que no sea muy largo ¿eh? Si seguro que ya tienes otra medio preparada.

Que historia tan bonita, como nos gusta a Carlos y a mi. Te has ganado un descanso, pero que no sea muy largo ¿eh? Si seguro que ya tienes otra medio preparada.

Algo tengo pensado, pero no he parado de escribir en toda la semana y hoy he terminado saturado.
 
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