No se si esta experiencia nuestra se podría encuadrar en tema dogging.
Fue hace ya bastantes años, al poco de nuestros inicios. Entre muchos candidatos, habiamos seleccionado a uno que nos parecio adecuado. Acordamos ir a un lugar concreto con los coches, no muy aislado por seguridad, pero si lo suficientemente discreto, por si nos apetecía hacer "algo". Eso si, como el tema del Sida nos daba bastante respeto. Acordamos muy claramente, que por su parte, solo tendría opción a sexo oral, como máximo. Una vez allí, nos presentamos y el se vino a nuestro coche, por que era mas amplio para juegos. Hablamos, fue subiendo el tono, se paso al magreo y mi pareja considero, que al menos se merecía el premio de la mamada. Que decir... Puedo jurar que a mi complice, le duro el caramelo en la boca, menos de 30 segundos. Menuda precocidad... Para salvar la contingencia y poder continuar, ella le ofreció su coñito, para que se lo comiese. Según su opinión, al principio no lo hacia mal, pero luego ya quiso empezar a meterle los deditos y ella le tuvo que recordar, que eso no entraba en el trato. Después de un rato sin obtener orgasmo ninguno, ya le tuvo que decir que había sido suficiente. Entonces el nos propone, que una vez que ya estaba de nuevo en forma, ¡¡¡ Que si podía follársela !!!
A ver... estas proponiendo saltarte los limites, pidiendo un premio mayor, cuando apenas has aguantado... un par de lametones. La respuesta fue negativa. A lo cual responde, que en ese caso, si le hacía una nueva mamada. El ambiente ya se había enfriado demasiado y la libido de mi pareja ya se había ido al limbo. Así que acordamos que mejor era dar por finalizado el encuentro. Pensé para mi, que si quería, mejor se hiciese una paja de consolación por su cuenta.
No vamos a decir que fuese una experiencia nefasta. Pero si que se quedó, bastante lejos de lo esperado. Encima al día siguiente, para mas fastidio, toco limpiar de la tapicería del asiento, la precoz lechada del amigo.
De todo se aprende. Fue una experiencia más, de la cual la conclusión que sacamos, era que ese no era el camino que estábamos buscando.