DuodecimoMan
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El viernes me lleve un macuto con todo lo que tenía que llevar para la acampada. Cuando llegue a la finca lo deje esa misma mañana en la casa de Juan.
Esa mañana Juan estaba especialmente contento. Tenía ganas de ir a la cala. Ya había dejado en el coche la tienda de campaña, la caña de pescar, una barbacoa portátil pequeña, y había un montón de cervezas en el frigorífico.
- ¿Estás preparado para esta noche niño? me dijo con esa sonrisa picarona que le caracterizaba. - Vamos a ver si pescamos algo, y lo pasamos bien -.
Durante la tarde ya se empezaba a escuchar la música de la fiesta de la piscina de Alberto.
Cuando terminamos la tarea, nos dirigimos Juan y yo a su casa. Desde allí se veía a los amigos de Alberto fuera de la piscina bailando y bebiendo. Habria unos diez entre chicos y chicas.
Juan me dijo que me duchara rápido porque luego quería también el ducharse para salir cuanto antes. Justo cuando cerré el grifo llamaron a la puerta. Yo cerré la puerta del baño dejándola entreabierta. Era Alberto.
Juan le abrió y se encontró un Alberto en bañador y en estado de embriaguez, además antes de hablar de sus dedos colgaba lo que era un "pollo" de cocaína.
- ¿Quieres?, Es lo primero que dijo balanceando el pollo en los dedos. Vente ahora mismo para la fiesta que te necesitamos.-
El no sabía que yo estaba allí, y que lo estaba escuchando todo y viéndolo por el hueco entreabierto de la puerta.
- Tengo otros planes Alberto. Ya te dije que seguramente no iba a ir - dijo Juan
Alberto con un poco de enfado le dijo: - todos te están esperando, fuiste el alma de la última fiesta, y quieren que vengas. Además yo me voy, no puedes hacerme este feo. O ¿es que no te lo pasaste bien en la orgia que montamos? -
Yo, al decir eso, me quedé impactado, a la misma vez que no me extraña el poder que tiene Juan, y que todos, tanto hombres como mujeres, en estado de embriaguez y drogados, quisieran probar ese macho y follador nato.
- Hoy no Alberto que tengo planes. Y además aquello se descontrolo mucho -
Mientras Juan decía esto, Alberto abrió el pollo y con su dedo cogió un poco de cocaína y la esnifo.
- No quiero un no por respuesta. Ponte ese bañador que te marca una buena polla y culo que te esperamos en la piscina - le dijo ya abandonando la casa de Juan.
Juan cerró la puerta y fue hacia donde estaba yo. Yo estaba desnudo, todavía sin vestirme.cuando Juan entro quitándose los pantalones y los gayumbos dirigiéndose a la ducha.
- Lo has oído y escuchado todo - me dijo Juan abriendo el grifo de la ducha. Por eso te dije que te llevarás cuidado.-
Me siguio contando mientras se enjabonaba. - D. Fulgencio me tiene mucho cariño y soy como un hijo para él, pero el que realmente es su hijo es Alberto, y lo ha tenido siempre muy consentido y ha hecho lo que le ha dado la gana. Yo ya puedo trabajar 24 horas y se que ante cualquier incidente D. Fulgencio me va a apoyar, pero si su hijo quiere me jode.-
Continuó Juan, - desde muy joven me fue buscando. Él es gay, cosa que su padre desconoce, y que por supuesto se lo va a ocultar. D. Fulgencio es de los de antes, y no podría tener un hijo maricon, con lo macho que es él y por supuesto que se sepa entre sus amistades. Me fue buscando y yo no quería, era el hijo del jefe, y ya sabes, donde tengas la olla no metas la polla. Pero a mí me gusta el sexo, y mucho, y un día en la piscina empezamos y me lo folle. Maldigo ese día niño, pero son errores que uno va cometiendo y todavía lo estoy pagando. Quiero conservar este trabajo, soy feliz aquí, y se que si lo jodo el me puede joder a mi -
Entendí perfectamente a Juan. Sí por el fuera se habria ido a trabajar a otro lugar, pero le encantaba su trabajo, era su vida, estimaba mucho a D. Fulgencio, y aunque le sobra valentia y cojones para mandar todo a la mierda, el tenía un apego sentimental muy importante a aquella finca, es como si fuera suya. Y si tenía que saciar de vez en cuando las ansias de follar de Alberto lo hacía. Supongo que disfrutaría también, pero una cosa es hacerlo por gusto y otra por obligación. Me di cuenta que a pesar de su seguridad en si mismo, su valentía y su hombría, también era vulnerable.
Eso me hizo desearlo más. Quería que se olvidará de ese mal trago con Alberto.
Me fui a la ducha y empecé a besarlo en la boca. Junte mi cuerpo al suyo y mis manos recorrían toda su espalda, su culo empujándolo hacia mi. Nuestras pollas empezaron a crecer, tras la excitación y el roce de una contra la otra. Juan enseguida se puso más berraco y ya notaba como quería poseerme.
Nos fuimos a la cama besándonos y metiéndonos mano sin parar. Lo empuje hacia la cama y me puse encima. Seguí besándolo y le dije que se relajara y me dejara a mi.
Fui besando, chupando, mordisqueando su cuello. Sentía ya su mástil que peleaba junto al mío por hacerse hueco entre nuestros cuerpos. Frotaba mi polla con la suya, sus huevos con los míos. Fui bajando hasta sus pezones que los mordisqueaba y chupaba,.además de estirarlos con mis labios. El grosor de su polla ya la sentía en mi pecho. Lami sus abdominales hasta que llegue a su polla. Me la metí entera, tenia muchas ganas de tenerla otra vez en mi boca. Se la chupe, lami, succioné viendo que con cada movimiento el cuerpo de Juan se arqueaba de puro placer. Le lamía los huevos y se los chupaba. Cogía cada uno de los testículos gordos y con leche con mi boca y se los estiraba, escuchando ya los jadeos de Juan que me ponían más cachondo.
Juan ya no podía más, se levanto y me hizo girar en la cama. Yo estaba boca abajo cuando senti todo su cuerpo sobre el mío y su respiración agitada al lado de mi oído. Empezó a lamer mi nuca mientras su polla jugaba con mi culo, intentando meterla en mi raja para pajearse. Fue lamiendo y besando mi espalda hasta llegar a mi culo. Me levanto un poco la cadera y saco mi polla y huevos por detrás empezando a chuparmelos y lamerlos. Mi polla estaba muy dura y más se puso cuando empezó la mamada.
Yo con las rodillas hincadas en la cama y mi culo un poco elevado notaba como Juan cogía mi verga y mis huevos y me los estiraba hacia atrás. Dejo la mamada y me abrió la raja del culo con las manos. Escupio sobre mi ano y hundió la cara en el. Con su lengua recorría todo mi perineo hasta el agujero donde de vez en cuando me penetreba con su lengua. Mi ano palpitaba, se abría y cerraba constantemente buscando algo más gordo que lo satisfaciera.
Yo con mi cabeza y torso pegados a la cama levante un poco más el culo. Juan se puso de pie en la cama, flexionó las rodillas,.como si estuviera haciendo una sentadilla y de pronto note su punta ya en el inicio de mi ano.
Pensé que con esa postura la embestida iba a ser brutal. Y así fue.
Mientras me la iba metiendo, gemi como un berraco. La primera vez que la tenía dentro. Conforme la iba metiendo sentía dolor muy intenso, como si mi culo se fuera a partir, a desgarrar. Tuve que contener la respiración, a la misma vez que soplaba fuerte, agarrando con mis manos las sábanas. Es que no era normal lo que me estaba metiendo por el culo. Era un misil gordo y duro que se tenía que ir abriendo paso por un lugar hasta ese momento estrecho.
Cuando me la metió entera, de mis ojos salieron un par de lagrimones. Le dije a Juan -dejala ahí, no te muevas todavía, deja que mi culo se adapte a ese mástil - . Juan me hizo caso y la dejo unos segundos, toda dentro de mi. Ya la sensación de dolor se le fue sumando un poco de gusto. Empezó a moverse un poquito, muy suave. En ese momento, ya se había pasado el tremendo dolor. Juan empezó a coger ritmo, y por lo que oía le estaba gustando follar mi culo.
Yo ya estaba en el cielo, cada vez me daba más gusto tener ese pollón dentro de mi. Además que cada embestida parece que se ponía más gorda y dura. Y por supuesto estaba el factor humano, Juan, que sabía follar como dios.
Ya me estaba embistiendo fuerte, los dos jadeando como locos. Juan empujó mi culo hacia abajo, la saco y estando boca abajo separo mis piernas se sentó encima de mi culo, bajo un poco y empezó a metermela en esa postura.
Empezó a follarme fuerte, al principio el sentado, hasta que se acostó encima y empezó a penetrarme más profundamente, parece que su polla quería atravesar todo su cuerpo. La sacaba casi entera y de pronto zas, me la metía hasta el fondo. Juan quería estar dentro de mi y quería que lo sintiera bien. En cada embestida, que me volvía loco,.sobre todo el sonido que hacía cuando su cuerpo golpeaba el mío, se me ponían los ojos en blanco. Agarraba fuerte las sábanas y de vez en cuando giraba la cabeza para ver la cara de Juan gozando, cerrando sus ojos y abriendo su boca para gemir. No os podéis imaginar ver un macho con esos músculos, tensos por la follada que me estaba dando, intentando partirme en dos con su pollon. No me podía imaginar que me estaba pasando esto.
Se levantó, me dio la vuelta y se puso encima. Yo levante el culo y me penetro. Esta si que era profunda. Para darle más gusto a él,.puse mis piernas sobre sus hombros, su polla me llegaba hasta el estómago.Empezamos a besarnos de manera muy bestia,.mientras el aceleraba sus movimientos.
Sí respiracion se agitaba más,.sus jadeos. Yo notaba como se endurecia más su polla dentro de mi. Yo con mis piernas en sus hombros intenté levantar más mi culo y arquear mi espalda. Eso hizo que se hiciera más profunda la embestida. Juan se puso con los ojos en blanco, solo jadeaba y me daba duro y cada vez más fuerte. Yo estaba sufriendo espasmos por como me daba duro, el no paraba, más intensos, yo no podía más y con varios gritos de placer máximo note dentro de mi culo unos cuantos trallazos de leche, que por la cantidad,.empezaron a salir por mi culo y junto a su polla cada vez que entraba y salía. Me cogió por el cuello,.todavía con la polla dentro, metiéndomela muy suave, y puso su cara al lado de la mía. Su respiración agitada cada vez se iba apaciguando, como la mía.
- No te salgas Juan, no te salgas, quiero tenerla ahí unos minutos junto con tu leche - le susurré al oído.
Juan no la saco, se quedó ahí quieto encima mío, mejilla con mejilla sin decir nada y descansando después el brutal esfuerzo.
Nos besamos y Juan se colocó a mi lado
- Que hacemos niño, nos vamos de acampada o nos vamos con Albertito
Yo le respondí: -Tanto una cosa como otra seguro vamos a follar-.
Los dos empezamos a reírnos de manera escandalosa.
Continuará....
Esa mañana Juan estaba especialmente contento. Tenía ganas de ir a la cala. Ya había dejado en el coche la tienda de campaña, la caña de pescar, una barbacoa portátil pequeña, y había un montón de cervezas en el frigorífico.
- ¿Estás preparado para esta noche niño? me dijo con esa sonrisa picarona que le caracterizaba. - Vamos a ver si pescamos algo, y lo pasamos bien -.
Durante la tarde ya se empezaba a escuchar la música de la fiesta de la piscina de Alberto.
Cuando terminamos la tarea, nos dirigimos Juan y yo a su casa. Desde allí se veía a los amigos de Alberto fuera de la piscina bailando y bebiendo. Habria unos diez entre chicos y chicas.
Juan me dijo que me duchara rápido porque luego quería también el ducharse para salir cuanto antes. Justo cuando cerré el grifo llamaron a la puerta. Yo cerré la puerta del baño dejándola entreabierta. Era Alberto.
Juan le abrió y se encontró un Alberto en bañador y en estado de embriaguez, además antes de hablar de sus dedos colgaba lo que era un "pollo" de cocaína.
- ¿Quieres?, Es lo primero que dijo balanceando el pollo en los dedos. Vente ahora mismo para la fiesta que te necesitamos.-
El no sabía que yo estaba allí, y que lo estaba escuchando todo y viéndolo por el hueco entreabierto de la puerta.
- Tengo otros planes Alberto. Ya te dije que seguramente no iba a ir - dijo Juan
Alberto con un poco de enfado le dijo: - todos te están esperando, fuiste el alma de la última fiesta, y quieren que vengas. Además yo me voy, no puedes hacerme este feo. O ¿es que no te lo pasaste bien en la orgia que montamos? -
Yo, al decir eso, me quedé impactado, a la misma vez que no me extraña el poder que tiene Juan, y que todos, tanto hombres como mujeres, en estado de embriaguez y drogados, quisieran probar ese macho y follador nato.
- Hoy no Alberto que tengo planes. Y además aquello se descontrolo mucho -
Mientras Juan decía esto, Alberto abrió el pollo y con su dedo cogió un poco de cocaína y la esnifo.
- No quiero un no por respuesta. Ponte ese bañador que te marca una buena polla y culo que te esperamos en la piscina - le dijo ya abandonando la casa de Juan.
Juan cerró la puerta y fue hacia donde estaba yo. Yo estaba desnudo, todavía sin vestirme.cuando Juan entro quitándose los pantalones y los gayumbos dirigiéndose a la ducha.
- Lo has oído y escuchado todo - me dijo Juan abriendo el grifo de la ducha. Por eso te dije que te llevarás cuidado.-
Me siguio contando mientras se enjabonaba. - D. Fulgencio me tiene mucho cariño y soy como un hijo para él, pero el que realmente es su hijo es Alberto, y lo ha tenido siempre muy consentido y ha hecho lo que le ha dado la gana. Yo ya puedo trabajar 24 horas y se que ante cualquier incidente D. Fulgencio me va a apoyar, pero si su hijo quiere me jode.-
Continuó Juan, - desde muy joven me fue buscando. Él es gay, cosa que su padre desconoce, y que por supuesto se lo va a ocultar. D. Fulgencio es de los de antes, y no podría tener un hijo maricon, con lo macho que es él y por supuesto que se sepa entre sus amistades. Me fue buscando y yo no quería, era el hijo del jefe, y ya sabes, donde tengas la olla no metas la polla. Pero a mí me gusta el sexo, y mucho, y un día en la piscina empezamos y me lo folle. Maldigo ese día niño, pero son errores que uno va cometiendo y todavía lo estoy pagando. Quiero conservar este trabajo, soy feliz aquí, y se que si lo jodo el me puede joder a mi -
Entendí perfectamente a Juan. Sí por el fuera se habria ido a trabajar a otro lugar, pero le encantaba su trabajo, era su vida, estimaba mucho a D. Fulgencio, y aunque le sobra valentia y cojones para mandar todo a la mierda, el tenía un apego sentimental muy importante a aquella finca, es como si fuera suya. Y si tenía que saciar de vez en cuando las ansias de follar de Alberto lo hacía. Supongo que disfrutaría también, pero una cosa es hacerlo por gusto y otra por obligación. Me di cuenta que a pesar de su seguridad en si mismo, su valentía y su hombría, también era vulnerable.
Eso me hizo desearlo más. Quería que se olvidará de ese mal trago con Alberto.
Me fui a la ducha y empecé a besarlo en la boca. Junte mi cuerpo al suyo y mis manos recorrían toda su espalda, su culo empujándolo hacia mi. Nuestras pollas empezaron a crecer, tras la excitación y el roce de una contra la otra. Juan enseguida se puso más berraco y ya notaba como quería poseerme.
Nos fuimos a la cama besándonos y metiéndonos mano sin parar. Lo empuje hacia la cama y me puse encima. Seguí besándolo y le dije que se relajara y me dejara a mi.
Fui besando, chupando, mordisqueando su cuello. Sentía ya su mástil que peleaba junto al mío por hacerse hueco entre nuestros cuerpos. Frotaba mi polla con la suya, sus huevos con los míos. Fui bajando hasta sus pezones que los mordisqueaba y chupaba,.además de estirarlos con mis labios. El grosor de su polla ya la sentía en mi pecho. Lami sus abdominales hasta que llegue a su polla. Me la metí entera, tenia muchas ganas de tenerla otra vez en mi boca. Se la chupe, lami, succioné viendo que con cada movimiento el cuerpo de Juan se arqueaba de puro placer. Le lamía los huevos y se los chupaba. Cogía cada uno de los testículos gordos y con leche con mi boca y se los estiraba, escuchando ya los jadeos de Juan que me ponían más cachondo.
Juan ya no podía más, se levanto y me hizo girar en la cama. Yo estaba boca abajo cuando senti todo su cuerpo sobre el mío y su respiración agitada al lado de mi oído. Empezó a lamer mi nuca mientras su polla jugaba con mi culo, intentando meterla en mi raja para pajearse. Fue lamiendo y besando mi espalda hasta llegar a mi culo. Me levanto un poco la cadera y saco mi polla y huevos por detrás empezando a chuparmelos y lamerlos. Mi polla estaba muy dura y más se puso cuando empezó la mamada.
Yo con las rodillas hincadas en la cama y mi culo un poco elevado notaba como Juan cogía mi verga y mis huevos y me los estiraba hacia atrás. Dejo la mamada y me abrió la raja del culo con las manos. Escupio sobre mi ano y hundió la cara en el. Con su lengua recorría todo mi perineo hasta el agujero donde de vez en cuando me penetreba con su lengua. Mi ano palpitaba, se abría y cerraba constantemente buscando algo más gordo que lo satisfaciera.
Yo con mi cabeza y torso pegados a la cama levante un poco más el culo. Juan se puso de pie en la cama, flexionó las rodillas,.como si estuviera haciendo una sentadilla y de pronto note su punta ya en el inicio de mi ano.
Pensé que con esa postura la embestida iba a ser brutal. Y así fue.
Mientras me la iba metiendo, gemi como un berraco. La primera vez que la tenía dentro. Conforme la iba metiendo sentía dolor muy intenso, como si mi culo se fuera a partir, a desgarrar. Tuve que contener la respiración, a la misma vez que soplaba fuerte, agarrando con mis manos las sábanas. Es que no era normal lo que me estaba metiendo por el culo. Era un misil gordo y duro que se tenía que ir abriendo paso por un lugar hasta ese momento estrecho.
Cuando me la metió entera, de mis ojos salieron un par de lagrimones. Le dije a Juan -dejala ahí, no te muevas todavía, deja que mi culo se adapte a ese mástil - . Juan me hizo caso y la dejo unos segundos, toda dentro de mi. Ya la sensación de dolor se le fue sumando un poco de gusto. Empezó a moverse un poquito, muy suave. En ese momento, ya se había pasado el tremendo dolor. Juan empezó a coger ritmo, y por lo que oía le estaba gustando follar mi culo.
Yo ya estaba en el cielo, cada vez me daba más gusto tener ese pollón dentro de mi. Además que cada embestida parece que se ponía más gorda y dura. Y por supuesto estaba el factor humano, Juan, que sabía follar como dios.
Ya me estaba embistiendo fuerte, los dos jadeando como locos. Juan empujó mi culo hacia abajo, la saco y estando boca abajo separo mis piernas se sentó encima de mi culo, bajo un poco y empezó a metermela en esa postura.
Empezó a follarme fuerte, al principio el sentado, hasta que se acostó encima y empezó a penetrarme más profundamente, parece que su polla quería atravesar todo su cuerpo. La sacaba casi entera y de pronto zas, me la metía hasta el fondo. Juan quería estar dentro de mi y quería que lo sintiera bien. En cada embestida, que me volvía loco,.sobre todo el sonido que hacía cuando su cuerpo golpeaba el mío, se me ponían los ojos en blanco. Agarraba fuerte las sábanas y de vez en cuando giraba la cabeza para ver la cara de Juan gozando, cerrando sus ojos y abriendo su boca para gemir. No os podéis imaginar ver un macho con esos músculos, tensos por la follada que me estaba dando, intentando partirme en dos con su pollon. No me podía imaginar que me estaba pasando esto.
Se levantó, me dio la vuelta y se puso encima. Yo levante el culo y me penetro. Esta si que era profunda. Para darle más gusto a él,.puse mis piernas sobre sus hombros, su polla me llegaba hasta el estómago.Empezamos a besarnos de manera muy bestia,.mientras el aceleraba sus movimientos.
Sí respiracion se agitaba más,.sus jadeos. Yo notaba como se endurecia más su polla dentro de mi. Yo con mis piernas en sus hombros intenté levantar más mi culo y arquear mi espalda. Eso hizo que se hiciera más profunda la embestida. Juan se puso con los ojos en blanco, solo jadeaba y me daba duro y cada vez más fuerte. Yo estaba sufriendo espasmos por como me daba duro, el no paraba, más intensos, yo no podía más y con varios gritos de placer máximo note dentro de mi culo unos cuantos trallazos de leche, que por la cantidad,.empezaron a salir por mi culo y junto a su polla cada vez que entraba y salía. Me cogió por el cuello,.todavía con la polla dentro, metiéndomela muy suave, y puso su cara al lado de la mía. Su respiración agitada cada vez se iba apaciguando, como la mía.
- No te salgas Juan, no te salgas, quiero tenerla ahí unos minutos junto con tu leche - le susurré al oído.
Juan no la saco, se quedó ahí quieto encima mío, mejilla con mejilla sin decir nada y descansando después el brutal esfuerzo.
Nos besamos y Juan se colocó a mi lado
- Que hacemos niño, nos vamos de acampada o nos vamos con Albertito
Yo le respondí: -Tanto una cosa como otra seguro vamos a follar-.
Los dos empezamos a reírnos de manera escandalosa.
Continuará....
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