El encargado de la finca

Juan salió con unos pantalones vaqueros claros y una camiseta negra ajustada que marcaba sus músculos de una manera extraordinaria. Estaba realmente buenísimo.
Subimos al coche y fuimos dirección a mi casa.
- Dile a tu hermana que la estoy esperando aquí - me dijo Juan mientras aparcaba si coche cerca de mi casa.
- Que te lo pases bien Juan - le dije despidiéndome.
Al llegar a casa me encontré a mi hermana en la cocina. Iba vestida con un vestido donde se le marcaban aún más sus grandes tetas y su culo.
- Eres una hija de puta Marga - le dije nada más verla.
- Veo que has estado con Juan - y se empezó a reír de forma descarada. - Fue una broma que te gaste hermanito - siguiendo con su risa.
- Me las vas a pagar cabrona. Y por cierto Juan te está esperando fuera - le dije mientras me iba a mi habitación.
- Por cierto, han venido tus amigos. Me han dicho que iban a hacer una pachanga en el campo de futbito. Que si venías te lo dijera. - me comentó saliendo ya por la puerta de casa.
Ya en mi habitación estaba realmente agotado del fin de semana. Me jodía no ir con mis amigos pero solo quería dormir y olvidar la broma de mi hermana. Me dormí pensando que seguramente le estaría comiendo la polla que yo había tenido en mi boca unos momentos antes.
La semana siguiente tuvimos bastante trabajo en la finca. Estábamos muy ocupados y apenas hablábamos de nada. A mitad de semana volvían los jornaleros y teníamos que tener todo listo para que se llevarán el género al mayorista de frutas y verduras.
En esos días Juan trabajaba como una bestia y no había apenas tiempo para nada. Yo llegaba reventado a casa, sobre todo los primeros días de esa semana. Apenas vi a mi hermana y no sé lo que pasó el domingo entre los dos.
El jueves llegaron dos furgonetas de jornaleros a la finca. Juan me dijo que me encargará de una y la llevará a la parcela donde tenían que recoger el fruto. De la otra se encargó él, que tenía que ir a la otra punta de la finca. Me dio las indicaciones necesarias para hacer el trabajo de ese día.
Cuando me subi a la furgoneta, saludé a todos los trabajadores, todos hombres de diferentes edades, y me senté en el asiento del copiloto. Al saludarlo me impactó el hombre que conducía la furgoneta. Tendría entre unos cuarenta y cinco y cincuenta años. Era guapísimo, con el pelo canoso muy corto, cara totalmente varonil, y ojos claros. Llevaba una camiseta de tirantes donde mostraba unos buenos bíceps y sus manos eran grandes. Llevaba unos pantalones de tipo militar que le hacían unas buenas piernas. Me fijé en el paquete que no era muy grande, pero era un maduro muy interesante, además de atractivo. Por cierto, llevaba anillo de casado.
- Buenos días muchacho. Me llamó Angel. Usted dirá para donde tiro - mostrándome una sonrisa que lo hizo aún más apetecible.
- Buenos días. Tire usted por aquel camino de allá. Yo le guío. - le respondí también con una sonrisa.
Durante todo el trayecto no paraba de hablarme. Que tenía varios trabajos, que se sacó todo los carnets de conducir posibles durante el servicio militar y otras andanzas de su vida. Lo que si me fijé es que mientras no paraba de hablar me miraba de arriba abajo y sobre todo muchas veces no apartaba la vista de mi paquete, bastante marcado por los pantalones cortos.
Llegamos a la parcela y empezamos a trabajar. Ángel estuvo casi toda la mañana conmigo. Además fue el que cargo, junto a otros dos muchachos y yo, el remolque que traía Juan, que estuvo yendo y viniendo de las parcelas llevando el producto al almacén. Me fijé que Ángel tenía una fuerza descomunal. Tenia, como dije, las manos grandes y cargaba
los capazos al remolque sin problema, y eso que pesaban lo suyo. También noté un interés por mi que me confundió en varios momentos. Me miraba como si le gustase, además de algunas preguntas que me hizo o afirmaciones suyas que me hacían pensar que quería algo conmigo. Muchas veces se tocaba el paquete, lo hacía de forma descarada, y el se daba cuenta de que lo miraba.
- ¿Eres muy joven no? Tendrás unos veinte años - me dijo mientras llevabamos los capazosen en el punto donde Juan dejaba el remolque. ¿Tienes novia? - siguió preguntando.
- No Ángel, no tengo novia. Ahora no es el momento. Además quiero disfrutar primero antes de engancharme con una - le dije llevando un pesado capazo.
- Haces bien. Yo a tu edad no paraba de follar. Tuve suerte en eso. Además en aquella época también íbamos bastante de putas que me enseñaron como dar placer a una mujer. Luego una niña me enganchó. De novios éramos como conejos, siempre follando cuando surgía la ocasión. Me casé con ella, y al empezar a tener a mis hijos ya la cosa cambió. Apenas follamos, casi nada. Voy a paja por día, porque voy muy salido. Tú folla todo lo que puedas ahora. - me dijo resignado.
- Intento pasármelo bien Ángel. Además no dejo perder ninguna ocasión - le dije riéndome.
- Es que yo necesito sexo. He pensado acostarme con otras mujeres, incluso con putas, pero ya eso me aburre. Necesito algo nuevo. Estoy harto de pajearme viendo cintas porno en el video VHS. De joven tuve un compañero en la mili que nos pajeabamos juntos, e incluso llegamos a un poco más y recuerdo que me gustó. Lo hacíamos porque nos divertía y porque estabamos muy salidos. No podíamos gastarnos tanto dinero en putas y cuando salíamos y no conseguíamos rollo, pues teníamos que pajearnos - me confesó entre risas.
- Las historias de la mili. He pedido una prórroga por estudios. Mi padre tiene una muy buena experiencia de la mili y sobre todo buenas historias que me cuenta de vez en cuando - le comenté pensando en la suerte que voy a tener de estar con tantos machos durante unos meses.
- Si se tienen buenas experiencias en la mili, e historias que se pueden contar y otras que no, que se quedan en secreto hasta la muerte - dijo Ángel mirando mi cuerpo, y sobre todo mi torso y mi paquete.
- ¿Es que tuviste alguna experiencia que no se puede contar Ángel? - le dije para intentar sonsacarle algo que me interesará a mi.
- No se pueden contar, pero cuando la necesidad apremia no te puedes imaginar la cantidad de hombres que se sienten muy machos, que se meten con los maricones, pero que terminan mamando una polla o incluso follando. - me dijo todo convencido.
- Empiezas jugando con el otro, por supuesto muy machos los dos, y terminas disfrutando de una buena corrida. Y ahora que estoy falto de sexo, recuerdo esas experiencias y me gustaría volver a repetirlas. - me dijo todo convencido.
Se hizo la hora del almuerzo. Todos cogieron su fiambrera de la furgoneta y se fueron a un arbolado cerca de la parcela donde estábamos trabajando. Se alejaron quedándonos Ángel y yo solos. Abrimos las puertas traseras de la furgoneta y nos sentamos los dos a comer. Ángel me ofreció una cerveza bien fresca que tenía en una nevera llena de hielo. Empezamos a comer cuando Ángel empezó a atacar:
- Espero que no te incomode lo que te he dicho anteriormente. Veo que eres un joven que escucha y que se puede confiar en ti. Y eso que te conozco unas pocas horas. Además, aunque no me puedo quejar de mi fisico, no paro de observarte toda la mañana y envidio tu cuerpo y tu fuerza, y sobre todo lo que daría por volver a tener yo tu edad. Me recuerdas mucho a ese compañero de mili,.demasiado. Me vienen recuerdos muy buenos que pase con él - me dijo con cara de nostalgia.
- Vamos a ser sinceros Ángel, ¿te lo follaste? - le dije sinceramente.
Ángel estaba dubitativo. Sí no quería decírmelo perdería la oportunidad de hacer algo conmigo, cosa que yo si quería porque el cabrón me ponía y además era un maduro muy interesante.
- Si, me lo folle varias veces y el a mi. Pero era solo sexo, por descargar. Luego nos follabamos a tías, y también nos íbamos de putas, pero a esa edad no nos saciabamos, y de vez en cuando terminábamos dándonos placer. Además, no te voy a mentir pero nos gustaba. Algunas veces nos arrepentimos de lo que hacíamos, pero volvíamos porque el placer que nos dábamos era brutal. Y cuidado, que no éramos los únicos. Que en la mili vamos todos y de toda condición. - me dijo al final riéndose.
Empecé a frotarle el muslo con mi mano. Ángel se sobresaltó y empezó a mirar para todos lados como asustado de que nos vieran. Las puertas traseras evitaban que alguien pudiera vernos.
- Tranquilo Ángel. Vas a recordar lo de hace muchos años - le dije mientras le desabrochaba sus pantalones estilo militar, le bajaba la bragueta y le saque su polla que empecé a pajear.
Su polla era pequeña, con un gran prepucio. El se levantó y bajo sus pantalones y gayumbos hasta los tobillos. Mostraba una gran cantidad de vello púbico, no recortado ni depilado jamás. Era negro pero también mostraba ya algunas canas. Y muy denso. Los cojones los tenía grandes.
De los nervios del momento, mientras lo pajeaba la polla no se ponía totalmente erecta, seguía flácida.
Me arrodille y él me miró nervioso. Era realmente guapo, un maduro muy atractivo. Empecé con mi lengua a recorrer esa polla. Le abría con ella el prepucio y jugaba con su glande. Fue en ese momento cuando Ángel se inclinó hacia atrás gimiendo de manera suave y ya se dejó llevar.
Empecé a meterme su verga en mi boca, que me la tragaba sin dificultad. Cuando la chupaba y estrechaba mi boca me lleve la sorpresa.
Flácida no era nada, una polla normal tirando a pequeña, pero conforme se la estaba mamando, ese falo comenzó a llenarse de sangre y veía como se agrandaba dentro de mi boca, pero de manera descomunal. Eso me puso muy cerdo. De una minipolla se convirtio en un pollón de la hostia, grande, bien duro y sobre todo largo. Pensé en ese momento como las apariencias engañan. Tenía ante mi un pollón maduro que parecía un asta de toro, curvado hacia arriba, que al crecer tanto mostraba un glande poderoso y el prepucio había desaparecido por completo.
Ese pollón que terminaba en un bosque denso negro, con algunas canas, esos cojones vigorosos de macho maduro, ese vello potente también canoso cubriendo sus fornidos pectorales hizo que lo deseara mas. Esa cara de morbo y vicio, que delataba perfectamente su estado civil y su falta de sexo, adelantaba la fuerza con la que me follaria unos minutos después. Este tío hizo que perdiera totalmente los papeles.
Cuando acelere el ritmo Ángel se volvió loco. Gemía pero en silencio. Aunque los demás estaban a una distancia prudente no queríamos que nadie supiera lo que estábamos haciendo.
Se comportó como un macho maduro casado con falta de sexo. Me cogió de la cabeza, me la inmovilizó y empezó a darme sacudillas con su pollón dentro de mi boca, como con desesperación, con una cara de placer inmensa y cada vez más fuerte. Notaba que la punta de su polla me golpeaba fuerte en mi garganta, tratando yo de no atragantarme y respirando con dificultad. Aunque era un poco violento, al ver como disfrutaba lo deje, pensando la suerte de este hombre el estar follando la boca de un joven como yo ese dia. Además yo estaba también encantado de que ese pollón estuviese en mi boca.
- Quiero tu culo,.quiero follar tu culo. ¿Me dejas? - me dijo con cara de morbo y vicio que me puso muy cachondo.
- Espera - le dije mientras iba a por mí bolsa donde en mi cartera siempre llevo un par de condones.
- Rápido, no vaya a ser que venga alguno de estos. Ha sido la mejor mamada de mi vida. Te deseo, quiero follarte. - me dijo muy excitado y viendo como su pollón palpitaba.
- Ponte el condón, pero intenta escupir en tu polla antes de metermela - le dije.
Me apoye en la parte de atrás de la furgoneta. Ángel ya tenía el condón puesto cuando me bajo los pantalones de forma violenta hasta los tobillos. Me separó las piernas y me empujó para que inclinará mi cuerpo.
Note como abría mis nalgas y varios escupitajos fueron a parar a mi ojete que Ángel se dispuso con su boca a comer. Lo hacía con ganas, repartiendo su saliva por todo el ojete y metiendo la lengua dándome bastante placer.
Se levantó y empecé a notar una presión exquisita en mi ano. Me la estaba metiendo y se notaba bastante vigorosa y dura. Menos mal que tengo mi culo ya trabajado gracias a Juan porque costo que entrara. Conforme entraba parece que me estaba empitonando efectivamente un toro.
Cuando ya estaba toda dentro empezó el espectáculo. Empezó a darme embestidas cada vez más brutales. Se veía en su forma de follar el ser un casado maduro insatisfecho y las ganas que tenía de pillar un macho como yo. Ángel tenía muchas ganas y sabía,.aparte de su brusquedad,.follar de puta madre. Y se notaba que llevaba tiempo sin hacerlo.
Eran tal las embestidas que me daba la sensación de que me iba a partir en dos. Me cogía de la cintura fuerte y la apretaba hacia él para meterme la polla lo más profundo posible. Que lastima que no pudiésemos gemir en ese momento.
Su asta me llenaba todo. Sentía que me iba a correr sin tocar mi polla. El morbo de ese encuentro era tremendo. Y lo estaba disfrutando, y sabía que ese polvazo Ángel jamás lo iba a olvidar.
En mi culo sentí como se endurecia más su pollón. Ángel me cogía muy fuerte, y es que daba la sensación de que quería meter todo su cuerpo en mi culo. Apretó fuerte su cuerpo contra el mío y empezó a correrse, intentando no gritar demasiado pero se veía destrozado por el placer. Entre los trallazos de leche la polla de Ángel intentaba penetrarme más, llegando hasta lo más profundo de mi ano.
Saco su pollón y fue tremendo lo que vi. Había descargado una cantidad increíble de leche que llenaba todo el depósito e incluso impregnaba todo el condón.
Se lo quitó, le hizo un nudo y lo dejo en una especie de papelera que tenía en la furgoneta. Se subió los gayumbos, que los mancho de la lefa que aún le quedaba en la polla y los pantalones.
Yo me empecé a subir los pantalones cuando me paró, me sentó en la furgoneta y me suelta:
- Dejame recordar lo que es una polla en mi boca. Quiero mamarte ese pedazo polla que tienes. Déjame por favor. - me dijo de manera muy sincera.
Empezó a chupar mi polla. Las ganas que tenía de mamar una polla quedó demostrado en ese momento. Empezó suave pero después la devoraba el tío. Pensé que le encantaban las pollas por la forma de chuparla y mamarla. Lo hacia con auténtico esmero y pasión. Me estaba dando mucho gusto. Además el morbo de ver ese maduro casado arrodillado comiéndose una polla me puso más burraco.
Estaba a punto de correrme cuando gire la cabeza y vi que venía un jornalero hasta la furgoneta.
- Para Ángel que viene uno - le dije nervioso.
Ángel con mi polla en la boca aceleró el ritmo y me dijo que me corriera.
- Hostias, aggfhhh, que nos va a pillar - diciéndoselo con jadeos constantes.
Ángel no la sacaba y me daba más fuerte con la boca. Yo en ese momento tampoco quería que parara porque me estaba dando un gusto tremendo, sumado al morbo de que nos pillaran.
- Ángel joder aggghhh que estás casado cabrón, que nos aggggjhhh pilla -
Ángel parecía una máquina de succionar
- Me corro Ángel, me corrooooo, sácala de tu boca - le dije entre jadeos silenciosos
Ángel se llenó su boca de mi lefa. La estaba tragando con dificultad.
A mi solo me dio tiempo de subirme los gayumbos y pantalones e inclinarme como si estuviese atando mis deportivos para evitar que viera mi erección. Ángel le dio tiempo a coger una lata de cerveza y llevársela a la boca.
- Vine para preguntar si vamos ya al tajo - dijo el jornalero.
- Si vamos ya, podemos seguir - alcance a decir mientras estaba simulando atarme un deportivo.
Levante la cabeza y vi como de la boca de Ángel, mientras tenía la lata en su boca, le salía por esta un liquido blanco mezclado con cerveza.
El jornalero no creo que se diera cuenta de lo que había pasado. Mientras se iba yo seguía inclinado para que no me viera mi polla aún dura, y miré a Ángel y el cabrón se estaba descojonando.
- Que hijo de la grandísima puta estás hecho cabrón - le dije riéndome también.

Continuará....
 
- Supongo que vas a estar aquí trabajando todo el verano. Intentaré cogerme esta ruta otra vez para vernos otra vez. - me dijo Ángel yendo otra vez para el campo.
- Muchas gracias por lo de hoy. Por cierto tu polla es deliciosa y tú semen estaba buenísimo - siguió diciendo con una sonrisa de oreja a oreja.- La próxima vez quiero ese pollón dentro de mi culo. Desde la mili lo tengo cerrado y quiero que tú me lo abras. ¿Me permites hacerte unas pregunta? -
- Claro, sin problema.
- ¿Follas solo con tíos o también con chicas? Y otra, con ese cuerpazo que tienes y siendo joven ¿por qué has follado con un viejo como yo?. Es que ahora estoy en una nube, pero luego empezaré a pensar en la gran suerte de haberte conocido y que esto ha sido un sueño, que no me ha podido pasar a mi -
- Mira Ángel. Me gusta el sexo y mucho. Me da igual si es un chico o una chica. Son dos tipos de sexo diferentes y al tener esa doble posibilidad hacen que me sienta completo y satisfecho. Me encantan las mujeres y los hombres, pero con estos últimos es puro morbo. Intento disfrutar y que disfruten conmigo. Se complementan. -
- Respecto a la segunda pregunta. Cómo ya te he dicho disfruto tanto como un hombre como con una mujer. Y en cuanto a la edad, me da igual si son de mi edad o más mayores. Sí la persona me gusta y me pone follo con ella. En tu caso me has puesto burraco y sobre todo el morbo que desprendes. Estás como un flan, eres un maduro interesante y atractivo, sabía que al follarme lo ibas a hacer con ganas, y el morbo de estar casado ha sumado puntos. Y no es por nada, pero seguro que te he despertado las ganas de volver a follar, ya sea con tu mujer o con otros tíos. Por cierto, la mamada que me has hecho ha sido brutal y el hecho de que estábamos haciendo algo prohibido, sobre todo, por estar tú casado y el riesgo de que nos pillaran ha generado más deseo hacia ti. -
- De nuevo gracias. Seguro que está noche me pajeare pensando en ti. - sentenció Ángel volviendo a cargar los capazos.
Me despedí de Juan en el almacén. Ángel ya se había ido con la furgoneta y volví a casa.
Mis padres esa noche se iban a cenar con unos amigos al pueblo de la costa. Mi madre nos había dejado cena preparada. Me duche y cené. Estaba solo en casa, no sabía dónde estaba mi hermana.
Salí después a unos recreativos que había en el pueblo. Allí me encontré a algunos de mis amigos que quedamos para el viernes por la noche para irnos a una discoteca cercana.
Después de tomarme una cerveza volví a casa.
Abrí la puerta, cogí del frigo una cerveza y me fui directamente al patio para bebermela tomando el fresco antes de acostarme. La puerta del patio estaba abierta. Siempre la dejábamos para que hubiese corriente de aire por la casa. Teníamos también una mesa con sillas donde cenábamos en familia en la noches de verano. No encendí ninguna luz y mientras me desplazaba al patio iba desnudándome dejándome solo los gayumbos puestos. Sabía que mis padres llegarían tarde.
Al salir por la puerta del patio veo luz en la habitación de mi hermana. La habitación daba al interior del patio. Tenía la persiana totalmente subida, abierta la ventana y sin correr las cortinas.
Empiezo a escuchar una conversación. Había un tío en la habitación de mi hermana, y esa voz me era familiar. Era Juan. Me acerqué poniéndome en un ángulo ciego del patio donde veía la cama, pero los que estaban dentro no podían verme.
La visión me dejó impactado. Juan estaba tendido en la cama de mi hermana solo llevando sus famosos slips blancos. Mi hermana, en bragas y sujetador, estaba de pie a su lado hablando con él.
- La semana que viene te voy a destrozar cabronazo. Por fin vas a poder con esa polla llenarme bien de leche mi coño, lo estoy deseando cariño. - decía mi hermana mientras se sentaba a su lado acariciando sus pectorales.
- Marga, no sabes cómo deseo eso. Mira como me tienes - cogiendo la mano de mi hermana hacia su paquete, que ya lo tenía cada vez más grande.
- Nada más conocerte empecé a tomar la pidora. Son siete días para que no haya problema alguno. Hay que esperar hasta la semana que viene Juan. -. Mientras hablaba le acariciaba su paquete suavemente. - Me tienes como una perra en celo. Verte así, como estás ahora, hace que solo piense en follarte durante horas. El coño se me abre cada vez que te veo. Me pones muy zorra. -
En ese momento mi hermana llevó su boca hacia el slip blanco de Juan. Empezó a abrirla mordisqueando la silueta de su pollon ya erecto. Le pasaba la lengua por todo el slip, llegando hasta sus cojones.
Al ponerse muy dura, la punta del mástil de Juan sobresalía el slip. Mi hermana empezó a besar su glande, dándole después buenos lametazos y buenos chupones.
Juan, que estaba tendido en la cama y con sus manos detrás de la cabeza estaba disfrutando, se le veía en la cara.
Mi hermana se levantó, le quitó el slip y se acostó poniendo su cara justo enfrente de su verga. La cogía con la mano y la levantaba, la miraba con detenimiento, viendo ese mástil duro, grande y gordo que rellenaba toda su mano. Empezó a pajearlo mientras devoraba sus huevos. Lo hacía muy suave, como queriendo que no pasase el tiempo, deseando tener ese pollón descomunal para siempre.
La lengua recorría sus huevos hasta subir por toda la polla hasta el glande, donde se paraba para lamerlo y darle pequeños chupetones.
- Ummm Marga, joder, tú sí que sabes. Sigue amor, sigue así. Estoy en el cielo aggghhh - le decía Juan con cara de mucho placer.
Mi hermana empezó a tragársela poco a poco mientras le agarraba bien sus cojones. Le estaba haciendo una mamada de la hostia. Recorría con su boca todo el mastil, abría la.boca y se la tragaba entera, la chupaba, la succionaba como si no hubiese un mañana. Juan jadeaba de gusto y se retorcía de placer. En ese momento descubri que mi hermana era una catedrática en el arte de hacer felaciones. No paraba de mamarsela, tenía mucha hambre de polla de Juan. No sabía si era la primera vez o ya se la había hecho anteriormente pero Juan estaba disfrutando al máximo de esa boca y de la técnica de mi hermana.
Se ve que estaba a punto que de repente cogió a mi hermana y la acostó boca arriba. Se fue hacia abajo y le quitó las bragas con gran rapidez. Mi hermana levantó las dos piernas y las abrió hundiendo Juan su cara en todo su chocho. Juan sabía utilizar su lengua y su boca cuando se comía algún coño. Sacaba toda su lengua que recorría toda la raja, a la misma vez que lamía y chupaba todo el coño haciendo que las mujeres chorrearan desde el minuto uno. Mi hermana empezó a gemir, cada vez más fuerte, mientras Juan la follaba con su boca y su lengua sobre todo. Empezó a meterle los dedos mientras chupaba sin descanso su clítoris. Mi hermana gemía cada vez más fuerte y se retorcía de placer.
Juan subió hacia arriba y puso su pollon sobre el chocho de mi hermana. Le quitó el sujetador y ante Juan aparecieron dos enormes senos que lo pusieron aún más burro. Empezó a moverse haciendo que su pollon recorriera todo el chocho, como buscando poder entrar dentro del mismo. Cuando se acercaba al agujero del coño Juan dejaba el glande y presionaba un poco, metiendo solo un poco de su punta en la vagina ya mojada de mi hermana.
Yo estaba como una moto, y con los gayumbos a punto de reventar, me tocaba mi polla a través de ellos.
- Juan, me da igual. Vamos a arriesgarnos. Follame, meteme ese pollón bien dentro. Follame cabrón, que gusto -.decia mi hermana al oído de Juan.
Juan mientras su pollon jugaba a entrar o no en su vagina, besaba su boca, su cuello y bajaba dando buenos lametones en sus tetas y pezones.
Mi hermana estaba que parecía que iba a morir allí mismo. Cada vez que Juan mordisqueaba sus pezones y frotaba su verga por su raja, está pegaba gritos ahogados de placer.
- Que tetas Marga, ummm que tetas tienes hija de puta - le decía Juan tocandoselas y apretándoselas fuertemente.
Juan desplazó su cuerpo hacia arriba. Su pollon estaba en las tetas de mi hermana. Suspendido prácticamente en el aire, apoyado por las manos, mi hermana cogió la polla y con ella acariciaba sus tetas y sus pezones mientras la pajeaba. El glande recorría en círculos los pezones de mi hermana y lo golpeaba en sus tetas.
Juan se sentó en su barriga y puso su pollon entre las tetas. Mi hermana las cogió y las presiono hacia el centro cogiendo bien la polla de Juan, para que no se saliera. Ya os dije el tamaño tremendo de las tetas de mi hermana.
Juan empezó a mover su polla. Cómo tiene la herramienta que tiene, el glande llegaba perfectamente a la boca de mi hermana que inclinando un poco la cabeza abría su boca en cada embestida en sus tetas chupandola. Estaba haciéndole una cubana como dios manda.
Yo ya me saque mi polla y me estaba pajeando viendo el espectáculo. Recordé como lo había hecho años antes viendo a mi hermana follar con sus novios. Pero esto era diferente. Se notaba que con Juan había una conexión increíble.
Juan con su culo sentado junto a las tetas de mi hermana, se movía cada vez más rápido mientras apretaba las tetas presionado su polla y viendo como mi hermana succionaba con su boca su polla.
Juan también gemía, la cubana junto con la felación le estaba matando.
- Eres una máquina Marga joder, puta máquina. Eres una diosa y estás muy buena siiii ufff siiiii cabrona.
Mi hermana ansiaba esa polla de Juan. Se veía en su cara puro vicio hacia ese hombre, pero no me extraña nada. Es lo que suele pasar cuando te acuestas con el.
Juan volvió hacia abajo con su cuerpo. Ahora besaba a mi hermana de manera apasionada mientras cogía su polla y dirigía su glande por toda la rajita de su coño.
Los dos respiraban de manera acelerada. Juan cogió con sus manos las dos de mi hermana y las apretó fuerte mientras la besaba sus labios, su cuello, sus tetas, sus pezones.
La punta de Juan presionaba distintas partes de la vagina de mi hermana. A veces se situaba en el agujero ansiado, y con el movimiento se metía un poquito de su glande. Así estuvieron un minuto jugando.
Se comían entre los dos. Tenían muchas ganas.
El glande estaba otra vez en el agujero de su vagina mientras Juan se movía con sus caderas y su culo haciendo pequeños círculos.
Mi hermana en ese momento levanto las piernas abriéndolas más y gimiendo le dijo:
- Juan no puedo más, metela por favor, metela hasta el fondo. No va a pasar nada, vamos a arriesgarnos pero es que te quiero dentro de mi amor -.
- Marga, no por favor. Aggghh ummm, no me hagas esto. Descargo bastante siempre y no quiero problemas agghhhh.- dijo Juan respirando aceleradamente.
De repente, mi hermana abrazó con sus piernas la cadera de Juan, con sus manos empujó su culo y levantó su cuerpo haciendo que la polla de Juan se metiera dentro de su coño.
- Agggghhh Juan siiii joder. Ya está dentro. Que pollón dios mío. Dame, dame y hazme tuya aggggghhh - grito mi hermana.
Juan se quedó inmóvil con la polla dentro del coño de mi hermana.
- Marga, que has hecho joder. Ummm, hacía años que no me follaba un coño a pelo. Que caliente, estrecho y húmedo cabrona. Que gustazo joder.
En ese momento, Juan empezó otra vez a besarla y empezó a bombear. Al principio lo hacía suave, como queriendo que esa sensación de follar un coño piel con piel con su polla no se acabará nunca. La sacaba dejando la punta dentro y la volvía a insertar entera, como una lanza, sin ningún obstáculo.
- Como me pones, aggghhh siiii que sensación Marga, agghhh qué coño tienes joder, siiii me muero de gusto - le decía mientras ya estaba aumentando el ritmo.
En cada embestida mi hermana jadeaba fuerte y se le ponían los ojos en blanco.
- Juan, Juan aggghhh no pares, no pares, aghhh sigue sigue. Eres de otro planeta. No quiero que salgas nunca dentro de mi. Cómo follas agchhh cabrón agghhh. Más fuerte, hasta el fondo agghh, como la siento, como la siento agghhhh que pollonaco, Juan sigue agggg sigue -
Juan empezó a darle con más intensidad. El sonido del choque de su cuerpo contra el de mi hermana cada vez era más fuerte. Sus huevos se balanceaban golpeando fuerte a mi hermana. Menos mal que los vecinos eran discretos, pero seguro que se estaban enterando de todo. Yo la escena que estaba viendo me puso a mil, pajeando mi polla cada vez más.
A Juan nunca lo había visto así, verdaderamente estaba disfrutando y me alegré por él. A mi hermana tampoco la había visto así con ningún tío.
Mi hermana en cada embestida agarraba fuerte el culo de Juan, llevando muchas veces sus manos hacia su espalda, arañandolo del gusto que sentia tener ese mástil dentro de ella
- Aggghh joder Juan, es que es muy grande agghhh que dura joder agggghh es muy grandeeeee aghhhh
Juan no paraba de bombear y jadear. Se comía sus tetas y sus pezones, le agarraba las piernas, el culo, y cada vez intentaba meterla más adentro.
- Margaaaa, me encantas. Aghhh, quiero que la sientas toda dentro, hasta el fondo agghhhh toma toma aghhhhb que coño tienes, como coge mi pollaaaaa aggghhh.
La respiración de los dos empezó a acelerarse. Decidieron esa primera vez la postura del misionero, con clavadas profundas, y verse las caras para comprobar cómo estaban gozando.
El ritmo de la penetración era brutal. Los jadeos constantes.
- Margaaa, afggg, ufff ¿quieres mi leche agghhh quieres mi leche dentroooo? Agghhhh
- Juan agghhh quiero que te corras dentro, quiero que tú leche aggghb me llene por dentro aggghhh la quiero toda. Siiii correte mi amor, soy tuya agghbhh quiero tú leche dentro de mi aghhhh siiii -
En ese momento Juan bombeaba fuerte y mi hermana empezó a moverse también de manera brutal.
- Dios, diossss Marga aggghhh joderrrrrr Marga joderrrr siiiii agghhhh
- Siiiii, mi amor, siiii agggghhhh llename de ti. Aggghhhhb aghhhhh me corrrroooo siiiii
El culo de Juan se contraía, notando bien marcados los músculos de sus nalgas a la misma vez que estaba descargando su leche en el coño de mi hermana. Cada vez que la metía hasta el fondo se notaba que era un trallazo de su leche. El orgasmo de mi hermana hizo que está se retorciera de placer durando más de lo normal. Los gritos de ambos al correrse fueron tremendos.
Juan agotado se acostó encima de ella.
- No la saqués todavía Juan, déjala ahí un rato por favor - le dijo mi hermana con la respiración muy agitada todavía.
- Marga, hacía muchos años que no me corría así. No me arrepiento de lo que acabamos de hacer. Me he corrido como nunca. - le dijo Juan mientras acariciaba desde la pierna hasta la axila de mi hermana.
Yo pare mi paja y no me corrí, temiendo que me pillaran, pero me pusieron muy cachondo.
Todavía con la polla dentro, y bastante dura, Juan empezó otra vez a bombear. Al hacerlo se veía como del coño de mi hermana salían sus fluidos mezclados con la lefa de Juan
- Ummm quieres más semental. Vamos a vestirnos y nos vamos a tu casa. Se que mañana trabajas pero quiero seguir follando contigo. Mis padres pueden llegar y no quiero que nos vean solos aquí. - dijo mi hermana.
Al sacarla del todo un chorro de lefa cayo en las sábanas de mi hermana. Juan se acostó al lado y todavía tenía su polla impregnada de su lefa. Mi hermana se levanto y al ponerse de pie cayeron de su chocho gotas de lefa de Juan al suelo.
- Joder tío, si descargas cabrón. - le dijo inclinándose y metiendo en su boca toda la polla de Juan limpiándosela bien y no dejando rastro de semen en ella. Juan volvía a estar duro cuando mi hermana se la saco de su boca.
- Te voy a dar polla toda la noche - le dijo acercándose y dándole una palmada en el culo.
Mi hermana cogió papel y se limpio su coño. Intento limpiar sus sábanas y se puso sus bragas. Juan empezó a vestirse. Puso alguna de su ropa sobre la sábana manchada evitando que mi madre sospechara de algo.
Yo en ese momento sali corriendo cruzando el patio hacia mi habitación.
En unos minutos vi que salían y cerraban la puerta. Ni se dieron cuenta de que estaba allí.

Continuará....
 
- Buenos días niño, vamos a ver si terminamos la faena hoy rápido que es viernes y esta semana ha sido bastante fuerte - me dijo Juan nada más verme.
Juan estaba muy simpático, pero a la misma se le veía con cara cansada, y yo sabía cuál era la razón.
- Por cierto, nos queda ir de acampada a la cala que te dije. No sé me ha olvidado. La semana que viene no hagas planes para el viernes, que nos vamos tu y yo. - me dijo sonriendo.
- Te veo con cara de estar muy cansado. ¿Es que anoche no descansaste bien? - le pregunté para saber si me decía algo de mi hermana.
- Pues si te digo la verdad he dormido un par de horas. Anoche estuve con una chica y me la traje a casa. Saca tu la conclusión, jeje - me respondió él.
- Estuviste de fiesta toda la noche - le dije soltando unas carcajadas.
- No veas la chica, es una máquina. Me lo pasé realmente bien con ella. - me comentó.
Yo sabía que hablaba de mi hermana, pero él se refería a ella como una chica cualquiera.
- Estuvimos toda la noche follando niño. No paramos ni un momento. Solo descansamos cuando la lleve a su casa. Solo me ha dado tiempo a dormir un par de horas - dijo Juan.
En ese momento parece ser que el polvazo en mi casa fue el primero de muchos.
- ¿Estaba buena Juan ? le pregunté yo.
- Buenísima, además de caliente. Y me pone muy animal. Fijate como estábamos de cachondos que viniendo para mi casa tuve que parar a mitad de la carretera y desviarme por un camino de tierra. Pare el coche, apague las luces y en el capó del coche follamos como animales. Ahí si pudimos gritar como auténticos animales. Luego vinimos a casa y seguimos follando. Me corrí ayer cuatro veces niño. Me dejó sequito. Pero es que si la veo ahora volvería a follar. Me tiene loco. - comentó con cara de salido.
Cuando Juan dijo "ahí si pudimos gritar " me hizo gracia, porque en casa no pudieron hacerlo. Por lo que me contó parece ser que no pararon de follar en toda la noche. Cuando dejó a mi hermana en mi casa de madrugada ni me enteré.
- ¿La conociste anoche o ya la conocías? - le pregunté intrigado por su respuesta.
- Verdaderamente la conocí anoche - mirándome con cara picarona.
Y yo pensé que vaya si la conoció anoche, sobre todo la conoció muy profundamente.
Terminamos de trabajar ese viernes y Juan en vez de despedirse me dijo:
- Si quieres te llevo a casa. Me ducho y te llevo. Voy para allá porque he quedado con tu hermana y Sofía para salir. ¿Tú tienes planes? -me preguntó Juan.
- Si, he quedado con mis amigos. - le contesté yo.
Estando en casa de Juan, éste salio desnudo de su habitación para ducharse. Me di cuenta que llevaba la espalda con arañazos.
Entre al baño y me senté en la taza del váter.
- Juan, ¿vas a poder con las dos? le pregunté riéndome.
En ese momento Juan salió de la ducha todo mojado. Ver ese cuerpazo con el pelo mojado, y esa polla impresionante me volvió a descolocar. Además pensé en ese momento como esa polla hace unas horas penetraba todo orificio del cuerpo de mi hermana.
- Con dos y con un harem completo. - me contestó
- La ves niño - cogiéndose con la mano su polla - está no me falla. Se me pone dura en cualquier momento. Horas estuvo trabajando. ¿Y sabes por qué? Porque está acostumbrada a ello. Por eso niño tienes que follar tanto como puedas, pero hazla trabajar. Sí no lo haces se engandula y da problemas jeje. Cuando algo no se usa se estropea. Y ahora es joven, por eso hay que darle trabajo. Ya cuando envejezca será otra historia, pero ahora hay que aprovechar y usarla mucho.-
Juan y sus comentarios, que verdaderamente te hacen pensar.
Aparcó cerca de casa y me pidió que le dijera a mi hermana que estaba allí. Yo le dije que lo mejor es que viniese conmigo porque seguramente tendría que esperarla.
Entramos los dos en casa.
- Marga - grité para que me oyera. - Juan está aquí - le volví a gritar.
Mi hermana salió a donde estábamos y saludo a Juan como si no hubiese pasado nada la noche anterior, pero la mirada de ambos decía otra cosa.
- ¿Dónde están papá y mamá? - le pregunté yo a mi hermana.
- Se han ido a la piscina de casa de Ginesa. Seguramente se quedaran a cenar allí. - respondió mi hermana.
-Vale. Yo voy a ducharme. ¿Quieres una cerveza Juan? - abriendo el frigorífico y poniéndosela en la mesa.
A Juan lo deje en la cocina, mientras mi hermana se fue a su habitación.
Empecé a afeitarme dejando la puerta abierta del cuarto de baño. En verano no solía cerrarla por el calor, además estaba acostumbrado a que toda mi familia me viera desnudo.
Terminé de afeitarme y empecé a escuchar unos ruidos que me sonaban de la noche anterior. Pensé que no podía ser, pero sí. Estos dos seguramente están tan cachondos que aprovecharon que estaba en el baño para follar.
Abri el grifo de la ducha para que pensaran que continuaba allí. En gayumbos me dirigí hacia donde se escuchaban los gemidos. Venían de la cocina. Me asome con cuidado de que no me vieran.
La escena era mi hermana sentada en la encimera de la cocina y Juan con los pantalones bajados hasta el culo embistiéndola como un animal. Se oía más el "plas, plas,plas" del choque del pubis de Juan sobre el chocho de mi hermana que sus gemidos. Era brutal como la estaba follando. Mi hermana con los ojos cerrados abrazando a Juan por el cuello. Se escuchaba también el sonido húmedo del mástil tremendo de Juan penetrando el coño de mi hermana. Se escuchaba que estaba chorreando.
La erección de mi polla fue instantánea. Del calentón de la noche anterior y ahora esto me hizo pensar que esa noche tenía que follar si o si.
Se ve que querían que fuera rápido, Sofía les estaría esperando. La follaba como un animal y la penetraba hasta el fondo. Parece que no les importaba que les oyera porque los jadeos cada vez eran más intensos.
- Juan, Juan - decía mi hermana con una voz de guarra tremenda. - Como follas hijo de puta, haz que me corra como solo tú sabes. Lléname por dentro. Quiero sentir tu lefa toda la noche dentro de mi y que mis braguitas estén mojadas con tu aroma toda la noche. -
- Marga, Marga - decía Juan con jadeos constantes. Es que tú coño es mío. Cómo te siento. Quiero estar dentro de ti siempre aggghh, siiii, te voy a llenar zorra - .
Los deje follando como locos y me fui a la ducha con una polla super dura y tiesa.
Cuando salí Juan estaba sentado en la cocina tomándose una cerveza sudando.
- Hace calor Juan - le dije riéndome de forma pícara.
- Si bastante niño - me dijo tomando un sorbo de su cerveza.
Mi hermana y el se despidieron y yo me fui a los recreativos donde habíamos quedado para ir a la discoteca.
Éramos cinco amigos. Nos conocíamos todos desde la infancia y hemos hecho de todo juntos. Los he visto a todos desnudos, tanto en vestuarios como en las pajas colectivas que hacíamos en nuestras casas aprovechando cuando nuestros padres no estaban. Las revistas porno corrían entre todos mientras le dábamos a nuestras pollas. Al ser mis amigos de toda la vida no he sentido nunca atracción por ellos, y sobre todo quería respetar la amistad y no tener ningún contratiempo con ninguno.
Creo que sabían perfectamente que me iba tanto con tías como con tíos, pero siempre me han respetado y eso hace que nuestra amistad perdure. Incluso nunca me han reprochado nada y nunca se han sentido intimidados cuando los he visto desnudos. Tampoco me he tenido que justificar con ellos. Cada cual tenía sus gustos y no nos juzgabamos ni criticabamos a ninguno.
Teo era el mayor de todos. Tenía diecinueve años. Suspendió cuando cursaba séptimo de EGB y cayó en nuestra clase. Se hizo amigo nuestro enseguida. Es el que tenía coche en ese momento y era nuestro conductor. Era muy buena persona y majete. Trabajaba en la empresa de su padre. Tenía bastante pasta. Su padre era muy tradicional y además putero. Todas las revistas porno que corrían entre nuestras manos eran del padre de Teo. Éste se las quitaba a su padre, que las tenía escondidas. Tenía una gran cantidad de ellas, pero nos gustaba especialmente las que se llamaban "Private". Además conocía todos los clubs nocturnos de la zona. Cuando Teo tenía dieciséis años le dijo que ya era hora de que follara con una mujer. Hablo con el dueño del prostíbulo y le escogieron la mejor prostituta. Teo perdió la virginidad con ella. Eso hizo que Teo fuera más tarde un putero empedernido y sobre todo cuando tenía ya la libertad de ir con sus propios medios. A veces lo acompañábamos al "puticlub", donde se volvía loco y trataba de que también nosotros lo pasáramos bien pagándonos unas putas. Unos aceptaban la invitación y otros no, pero lo acompañábamos como buenos amigos que somos. En la actualidad ha cambiado esto mucho, pero en aquella época era normal. Muchos hombres han perdido su virginidad follando con prostitutas. Creemos que Teo estaba enamorado de una brasileña de unos veinte años con un cuerpazo de escándalo porque cuando iba al club siempre la escogia a ella.
Luis era otro de mis amigos. Tenía la misma edad que yo y para mí el más guapo de todos. Hacia natación todo el año y tenía buen cuerpo. Era el más chulo y el más fiestero. Ese verano trabajaba en un restaurante del pueblo costero. Era un ligón, y al ser bastante guapo no se le escapaba ninguna. Follaba bastante, sobre todo con mujeres mayores que él. Decía que esas son las que verdaderamente te enseñan a follar, además de ser bombas sexuales y de las que te dejan hacerles de todo. Nos contaba que en el restaurante se les insinuaban algunas maduritas, incluso con el marido al lado. Era simpático y nos descojonabamos con él, incluso de sus locuras. Luis perdió la virginidad con quince años con una compañera nuestra del instituto. La experiencia no fue buena por parte de los dos, eran vírgenes y no salió bien. Eso no hizo que después tuviese fama de gran follador. Ese verano estaba liado con una vecina suya de cuarenta años casada, sin hijos y totalmente insatisfecha por su marido. Nos contó que lo exprimía cada vez que follaba. Y parece ser que esa vecina suya también lo comparte con otra casada, amiga íntima suya, con hijos, y con el marido trabajando en la ciudad mientras ella veranea en la playa. Se estaba volviendo loco con las maduras ese verano.
Pablo era el más calmado de todos. Era con el que yo tenía mayor afinidad y éramos muy buenos amigos. Era muy educado y una persona que te escuchaba. A él si le he contado con profundidad experiencias sexuales mías, tanto de chicos como de chicas, y el también me cuenta las suyas. Tenía buen cuerpo, jugaba en un club federado de fútbol y quería ser médico. Era el más centrado de todos. Era el único que no trabajaba en verano. Sus padres eran médicos y excelentes personas. Fue el que perdió la virginidad más tarde de todos, casi con dieciocho años, con una compañera de COU que le gustaba realmente. Creemos que estaba enamorado de ella. Hubieran continuado follando si esta chica no se hubiese ido a cuatrocientos kilómetros de donde vivíamos ya que su padre lo ascendieron en su trabajo.
Por último está Paco. Compañero de juergas, gimnasio y el que presumía de un cuerpo fibrado con dieciocho años que levantaba pasiones. Yo también estaba musculoso, pero él me ganaba. Le encantaba el deporte y quería estudiar algo relacionado con ello. Trabajaba ese verano de albañil en la empresa de su tío. Era un seductor nato y atractivo. Fue el primero de nosotros que perdió la virginidad y sabemos todos el por qué. Es el que tiene la polla más grande del grupo, es descomunal y bastante bonita. Hay pollas grandes que pueden ser feas. Paco la tenía perfecta, grande y bien proporcionada. Le decíamos que perfectamente podría dedicarse a actor porno. En el instituto, alguno que lo vio desnudo en los vestuarios hablo con alguna chica del miembro viril de Paco. Se corrió la voz rápidamente de que Paco era el que la tenía más grande, cosa que era cierta. Tampoco era algo que se pudiera ocultar mucho, sobre todo cuando se ponía el pantalón del chándal y al ponerse de perfil el bulto que se le veía era tremendo. Pues perdió la virginidad porque en un viaje a un campamento, en 1° de BUP, la compañera de clase más salida, guarra y decidida a ser la primera en dejar de ser virgen, quiso probar si lo que decían de Paco era verdad y al ver esa estaca en todo su esplendor se lo folló en una de las tiendas de campaña. A partir de aquí, la fama aumento y se follo a medio instituto.Y sigue follando el cabrón sin parar.
- Vamos de fiesta ¿estamos todos? - gritaba desaforado Teo. - Aquí está lo más importante de la noche - sacando una tira de preservativos y enseñándola dentro del coche.
- Yo llevo ya los míos Teo, ya te dije que esos no me caben - dijo Paco, haciendo que nos descojonaramos todos.
- Que cabrón hijo de puta - dijo Teo. - Ya sabéis que si sale tema me pedís las llaves de mi coche y follais atrás. Ya lo dejo aparcado en un sitio discreto por si alguno lo necesita. Por supuesto se lo dejo a todos menos a Paco - dijo riéndose.
- Cabrón hijo de puta, pero si te ayude a limpiarlo al día siguiente - dijo Paco
- Lo que tienes que hacer es preguntar antes y si la chica es virgen te la llevas a la playa y te la follas allí - dijo Luis dándole un pescozón a Paco.
- Si no nos pudimos ni sentar, que parecía que habías cometido un asesinato - dije yo riéndome.
- Teo, no se hable más, el que quiera follar que se busque otros sitios que no sean tu coche. La playa está cerca por ejemplo - dijo Pablo.
- Si yo lo digo por vuestra comodidad, pero a Paco ni de coña, que con la picha que tiene se le escapa del coño y es capaz de romperme el asiento - dijo riéndose fuertemente.
Nos reímos bastante yendo hacia la discoteca recordando esa noche. Paco ligo con una chica y le pidió las llaves a Teo para follarla. La chica cuando vio la estaca de Paco se asustó pero decidió follar. Pues cuando Paco empezó a metérsela la chica empezó a gritar fuerte, mezcla de dolor y placer. Paco es consciente de que a las que se folla al principio les causa bastante impresión su pollaca, y puede costar al principio que el coño de la chica se adapte. En esa ocasión Paco creyó que el dolor era causado por su polla, y cuando ya estaba en la faena vio un montón de sangre que manchaba su condón, el coño de la chica y parte de su pubis. La chica era virgen y no se lo dijo manchando la tapicería de los asientos traseros del coche de Teo. Paco vio lo que pasaba y se puso más burraco al sumar otra virgen desvirgada por él en su palmarés, follandola como él hace para que se acuerden de su primera vez toda su vida. Cuando fuimos todos al coche vimos el desastre y un poco más se lian a hostias Teo y él.
Llegamos a la discoteca y empezamos la fiesta.
Lo que no me podía imaginar es lo que nos pasó a Paco y a mi con un matrimonio inglés, y como a partir de esa noche surgió una mayor complicidad entre nosotros.

Continuará....
 
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Lo estábamos pasando realmente bien todos en la discoteca. Bebíamos y bailábamos, teníamos muchas ganas de fiesta.
Conforme pasaba la noche el alcohol ya corría por nuestra sangre.
Luis y Pablo estaban con dos amigas del instituto hablando apartados en una esquina de la discoteca. Teo hacia media hora que desapareció con una chica con la que estaba hablando. Seguramente estaría dándole trabajo a su polla en su coche.
Paco y yo estábamos bastante borrachos pero conscientes de lo que hacíamos. Paco me decía que chica le gustaba, que eran todas, y yo se la presentaba después de conocerla yo. Estábamos selectivos esa noche.
Cuando estábamos en la barra se acercó una chica que estaba bastante buena que tendría unos treinta años. Era extranjera. Cuando íbamos a pagar le dio a entender al camarero que pagaba ella los cubatas. Le dimos las gracias y ella en inglés respondió -de nada -. Yo entendía el inglés pero con la música tan alta apenas escuchaba nada.
Nos acercamos a ella. Lo primero que nos dimos cuenta Paco y yo es que iba bebida y que nos miraba con cara de querer follarnos allí mismo.
Mientras bebíamos las copas nos contó que estaba pasando una semana de vacaciones y que había alquilado un apartamento en el pueblo. Mientras nos decía esto no paraba de sobarnos a Paco y a mi. Llevaba un vestido ceñido a su cuerpo con un escote que le hacía sobresalir las preciosas tetas que tenía, y muy corto, prácticamente si se agachaba se le veían las bragas.
No paraba de hablar, apenas se le entendía. Los dos la rodeabamos para escucharla mejor. De repente empezó a mirarmos con mucho vicio, dejo su copa en la barra y nos empezó a tocar el paquete a los dos. Nosotros nos miramos sorprendidos y con cara complaciente.
- ¿Nos follamos a esta inglesa los dos? Se ve que quiere un trio la cabrona - me dijo Paco al oído.
Con un gesto afirmativo a Paco di a entender que estaba de acuerdo.
Paco, que no se corta nada, le dijo en medio español medio inglés a la chica que si quería follar con los dos en su apartamento. La chica pareció que lo entendió porque mordiéndose un labio y poniendo cara de guarra dijo que sí volviendo a sobar nuestros paquetes. Paco le metió mano a su culo y la deslizó metiéndole un dedo a su coño. Ella dio un respingo pero le gustó.
En ese momento en el que Paco estaba ya trabajando el coño de la inglesa y dándome a entender con gestos de su cara de que lo tenía mojadisimo apareció al lado de la inglesa un tío alto y con buen cuerpo que la abrazó por la cintura y le dio un beso en la boca. Paco sacó su mano rápidamente del chocho de la inglesa.
- Os presento a Tomas, mi marido - dijo toda sonriente. Le dimos la mano con cara los dos de sorprendidos a la misma vez que de pringados.
Nos habia dicho hace escasos segundos que quería follar con los dos y ahora aparecía el marido.
- Vamos a mi apartamento - dijo la inglesa cogiendo su bolso.
Nosotros creíamos que lo que estaba pasando era algo surrealista.
- Mi marido quiere verme follando con dos chicos. Es una fantasía que tiene. Os he estado observando por la discoteca y estáis los dos muy buenos, y quiero que me folleis. ¿Hay algún problema? - dijo borracha pero con toda la intención del mundo.
El marido nos miraba y sonreía. Paco y yo no podíamos creer lo que estaba pasando.
- ¿Te apetece que nos este mirando este tio mientras su mujer folla con nosotros? Esta gente es muy rara tío, pero es una experiencia para contar en un futuro jeje. A mi no me importa que este mirando - dijo Paco.
- A mi tampoco me importa Paco, además está situación me pone mucho. Pero tienes que pensar que el tío no se va a estar quieto, ese seguro se hace una paja viendo porno en directo - le dije yo.
- Pues no sé hable más. Además me apetece follar esta noche con esta, y encima compartiéndola contigo cabrón. Va a estar bien. Voy a decirle a estos que no nos esperen. Ya veremos cómo volvemos a casa - dijo Paco mientras salía a buscar a los otros para decírselo.
Nos subimos en el coche de alquiler con la pareja. Llegamos al apartamento donde lo primero que nos pusieron fue otro cubata. Me fijé en el marido que era guapo y alto. A través de la camisa se le notaban unos músculos trabajados haciendo deporte.
La inglesa nos llevó a la habitación. Se quitó el vestido y se quedó en ropa interior. Se sentó en la cama y nos llamó. Nos pusimos los dos enfrente de ella y empezó con sus manos a acariciar nuestro torso y nuestros paquetes. En ese momento entró en la habitación su marido, que se había desvestido fuera, llevando tan solo un boxer negro que le hacía un buen paquete. Al mirarlo pensé que tenía un buen polvo el cabrón. Se sento en un sillón sin decir nada y empezó a contemplar el espectáculo. Pablo y yo nos quitamos la parte de arriba y nos desabrochamos los pantalones quedandonos solo con los gayumbos. Nos mirabamos con cara de satisfacción.
La inglesa empezó a sobar nuestros paquetes. Me bajo mis gayumbos poniendo cara de sorpresa al ver mi polla y después los de Paco. Cuando vio la polla de Paco dio un pequeño grito de felicidad, y eso que ambas todavía no estaban en todo lo suyo.
Se giró a su marido y le dijo que había acertado en la elección. El marido empezó a tocarse su paquete.
La inglesa hizo que Paco y yo nos juntáramos estando pegados por nuestros brazos. Paco y yo nos mirabamos y sonreíamos. Con cada mano cogió nuestras pollas empezando a pajearlas. Muy rápido empezaron a crecer, poniendo la inglesa una cara de vicio impresionante. Yo observé la polla de Paco y era descomunal. La inglesa apenas podía rodearla con su mano.
Nos tiro de nuestras pollas hasta juntarlas. Yo notaba el glande de la polla de Paco como frotaba el mío. La inglesa empezó a lamer nuestros glandes y chuparlos.
Ya os comenté que siempre he mantenido una distancia prudencial con mis amigos en cuanto a intentar algo con ellos, pero la situación que generó esta chica despertó en mi el morbo de querer hacer algo con Paco, sobre todo con ese cuerpo y esa pollaca que tenia. La excitación era doble en ese momento porque queria follarme a la inglesa y follar también con Paco. A esto se le sumo también el morbo del marido, que mientras la inglesa nos estaba chupando las puntas de nuestras pollas se sentó en la cama apoyándose en el cabezal, totalmente desnudo, y pajeándose con una polla ya dura y gorda.
Comenzó a tragarse nuestras pollas. Mientras se la mamaba a uno, con la mano pajeaba al otro. Parecía que quería meterse las dos pollas en su boca a la vez pero era imposible. Ver cómo se la chupaba a Paco me puso a mil. Las chupaba con gran ferocidad.
El marido se levantó con la polla dura pajeandosela y se sentó al lado de su mujer observandola como hacía unas felaciones de auténtica maestra.
Paco estaba encantado y yo también. Observaba la escena y después me miraba sonriendo respirando fuerte del gusto que le estaba dando.
La reacción que tuvo el inglés me hizo temer que en ese momento se iba a acabar todo, sobre todo por parte de Paco.
Estando el inglés sentado prácticamente enfrente de mi la inglesa me estaba pajeando cuando él tio empezó a coger mis huevos y a seguir con su mano la paja que me estaba haciendo ella. El me miró y con la cabeza di mi consentimiento.
Giré la cabeza y vi como Paco miraba la escena de forma extraña. Al estar los dos pegados le dije:
- Paco, si te incomoda esto paramos tío -
La inglesa volvió a mi polla que se tragó con muchas ganas mientras pajeaba la de Paco.
- ¿Tú quieres seguir? - me dijo Paco.
- Yo si, pero si no te gusta o te sientes incómodo nos vamos ahora mismo - le dije mientras notaba como la boca de la inglesa me estaba dando muchísimo gusto.
- Tío, yo ya se que lo haces también con tíos. Una cosa es saberlo y otra verlo en directo - dijo riéndose
- Tú no hagas nada que no quieras hacer. Sí el tío empieza contigo no dudes en decirselo - le comenté yo mientras ahora la inglesa chupaba la polla de Paco y su marido se metió la mía en toda su boca.
Paco vio en directo como a su amigo le estaba haciendo una felación otro tío. Lo más curioso es que miraba con mucha atención y he de decir que el tío la chupaba de puta madre.
La inglesa se sacó la polla de Paco y se la ofreció a su marido. Paco reaccionó con un no que salió fuerte de su boca. La inglesa lo miro, y pajeando a Paco empezó a lamerme la polla junto a su marido. Estuvieron un rato conmigo chupándome ambos la polla mientras la inglesa pajeaba a Paco.
- ¿Que se siente? me preguntó Paco
- ¿Que se siente el qué? - le dije
- ¿Que se siente con un tío? - me volvió a preguntar.
- Es algo que no se puede explicar Paco. Es puro morbo. Yo no veo si es tío o tía, busco el placer máximo, y es la persona con la que estoy quién me lo puede dar. Mira, los tíos sabemos lo que nos gusta. Tú puedes follar con chicas porque te atraen y te gustan, pero con un tío es diferente. Es puro morbo tio. Además si los heteros probaran algunas cosas seguro que les gustaria. Puede ser que los tíos no te atraigan lo más mínimo pero hay placeres que experimentas que no te los puede dar una mujer. -
Pablo se quedó pensativo.
- Eres un tío abierto de mente. Sí quieres prueba y déjate llevar. Muchas veces es la educación que nos han dado de ser machos o por los prejuicios de esta sociedad. Ya sabes que yo soy de los que piensan que hay que probarlo para saber si te gusta o no. Tú conmigo ya sabes que puedes estar totalmente tranquilo que si decides probar de aquí no saldrá nada. Además estas situaciones se dan escasas veces en tu vida y hay que aprovecharlas - le dije riéndome mientras nuestras respiraciones se aceleraban.
- Joder tío, no sé. Me encanta el sexo, tú lo sabes, y me gusta hacer de todo, pero con una chica. Sí hago algo espero no arrepentirme, y además estoy aquí contigo y eso me tranquiliza. - me dijo Paco.
- Tú no fuerces, déjate llevar y disfruta. Siempre estás a tiempo de decir que no. Anda cómete el coño de esta tía que yo me voy a comer la polla del marido - le dije con total tranquilidad.
Paco acostó a la inglesa en la cama y yo hice lo propio con el marido. Le quitó las bragas y empezó a comerle las tetas mientras restregaba su estaca por el coño. La inglesa empezó a jadear fuerte.
Yo hacia lo mismo con el marido. Le comí los pezones y me fui hacia su polla dándole buenos lametazos hasta los huevos. El marido empezó a retorcerse de placer. La tenía bien dura y me la tragué entera. Me fijaba que mientras Paco lamía el coño me miraba como se la chupaba al tío y éste gemía en inglés de manera brutal. Mientras estábamos los dos en la faena el matrimonio empezó a morrearse como si no hubiese un mañana.
Me levanté y me puse de pie al lado de la cama, me arrodillé ante la cara de la inglesa ofreciéndole mi polla que chupó con mucha intensidad. El marido se puso al lado opuesto y también le ofreció su polla. La inglesa alternaba con las dos mientras que Paco le comía el coño.
En ese momento vi la ocasión para jugarmela con Paco. Me levanté y me fui hacia él. El marido aprovecho para sentarse en las tetas de su mujer y que está siguiera chupandosela. Juan tenía medio cuerpo fuera de la cama. Con las piernas semiflexionadas y el torso sobre la cama apareció ante mi el culo de Juan y colgando los huevos y su pollón.
Mis manos empezaron a tocar el culo de Juan. Éste dio un respingo. Paro de follar con su lengua el coño y miro hacia delante viendo el culo y la espalda del marido. Giro la cabeza y vio que era yo.
Hay situaciones en la vida que te la juegas y ese instante fue uno de ellos. Era consciente de que todo se podía ir a la mierda o experimentar algo bonito con uno de mis mejores amigos. No sabía cómo iba a reaccionar, y sobre todo como iba a repercutir en un futuro entre los dos haber hecho esto y si peligraria nuestra amistad.
Paco se quedó parado. Yo esperaba un "no sigas", pero continuó comiendo coño. Eso me dio vía libre para hacer lo que desde esa noche despertó en mi Paco.
Le acaricie el culo, y mis manos fueron bajando hasta masajear sus huevos. Le cogí su misil con la mano y lo pajee. Que sensación más placentera pajear ese misil. Lo quería en mi boca y darle el mayor placer a Paco. Me arrodille, me puse a cuatro patas, y le cogí la polla llevándola hacia atrás, hacia mi boca. Tuve que abrirla bastante para meterme ese miembro en ella. Pero el gusto que me dio fue infinito. Se la chupe y mame con toda la delicadeza posible, intentando que sintiera el máximo placer. Yo me puse a mil. Esa polla que había visto tantas veces y que por ser de mi amigo del alma intentaba que pasara desapercibida en mis fantasías la tenía en ese momento en mi boca.
Paco se puso como una moto y se levantó muy rápido. Cogió uno de los muchos condones que tenía la inglesa en la mesilla, me miró, sonrió mientras se lo ponía, abrió las piernas de la inglesa, aparto al marido y no tuvo compasión, se la metió de golpe en el coño dando varios alaridos de placer.
El marido se puso a cuatro patas al lado de su mujer. Vi lo que perfectamente quería. Cogí un condón y en la mesilla había también lubricante que me lo eche en el condón y en el culo del inglés.
Empecé a penetrarlo. Entro bastante bien, hasta el fondo. Los jadeos del hombre me dio a entender que le gustaba. Empecé a embestirlo cada vez más fuerte. Comprobé que ese ojete ya estaba acostumbrado a las pollas.
Paco al lado mientras taladraba a su mujer, veía la cara de gusto del inglés y como estaba disfrutando conmigo. Giro la cabeza y me vio a mi hecho un toro metiendo y sacando polla como el estaba haciendo con la mujer. Incluso hubo momentos donde los dos seguíamos el ritmo de las embestidas.
La inglesa se retorcía de placer. Paco sabe follar y se lo estaba demostrando a la inglesa que estaba siendo destrozada.
Yo también le daba fuerte al inglés, pero no paraba de mirar el culo de Paco cómo se contraía cada vez que tocaba fondo en el coño de la inglesa. Mientras la follaba cogi el lubricante, me embadurne mi mano con él y la lleve hasta el culo de Paco, siguiendo el ritmo de sus embestidas.
Me agaché para que mis dedos pudieran acariciar la raja de su culo, y llegué a presionar con mis dedos su ojete.
Paco volvió a parar sus embestidas, cosa que aprovecho la inglesa para moverse ella y llevar el ritmo de la penetración.
- Sigue Paco follandola, tranquilo. Ya verás que sensación de placer - le dije yo.
En ese momento mis dedos lubricados penetraron por primera vez el ojete de mi amigo. Se quedó quieto pero la mujer no paraba de follarlo. Yo metí y sacaba mis dedos haciendo pequeños círculos dentro de su ano. Paco tenía cerrados los ojos y la cara que puso decía que le estaba gustando bastante tener la polla dentro de un coño y unos dedos dentro de culo. Sus jadeos lo delataban y creí que estaba experimentando algo que no hubiera imaginado nunca que daba tanto placer.
Paco la saco y se levantó. Se acostó boca arriba y la mujer intuyo que quería que lo cabalgara. Se sentó de espaldas a él, cogió su pollon y se lo metió entero en su coño, comenzando a follarlo con brutalidad. El inglés se acostó también boca arriba y abrió sus piernas que me las puse en mis hombros y empecé a penetrarlo más profundamente. Los gritos del inglés y los míos despertaron la curiosidad de Paco que veía por primera vez que dos tíos follando se morían de gusto.
La inglesa se sacó la polla de su coño y para sorpresa de Paco se la fue metiendo poco a poco en su ojete. La cara de Paco era la hostia. La inglesa era una guarra de mucho cuidado. Inclinó su cuerpo hacia atrás mientras le cabalgaba metiéndose ese pollonaco por el culo. Esa fue mi oportunidad de destrozar a la tía.
Saque mi polla del culo del inglés, y poniéndome otro condón busque el coño para meter mi polla. Paco me dijo:
- Cabronazo, tú si que sabes - demostrando que eramos dos folladores increibles.
Apenas podía meter mi polla en el coño de la inglesa, hacia tope con la estaca de Paco. Hay estábamos los dos, rozando nuestras pollas por dentro y nuestros huevos por fuera, Paco follando el culo y yo el coño. El marido se levantó y le dio polla a su mujer por la boca. En ese momento la inglesa, que creíamos que se iba a morir del gusto no le quedaba en su cuerpo ningún orificio por penetrar.
Verdaderamente lo estábamos pasando muy bien y yo pensaba que está experiencia solo se da una vez en la vida.
Saque mi polla del chocho de la mujer, y está se levantó dando alaridos. Tanto el coño, que no paraba de echar fluidos, y su culo no se podían cerrar de las embestidas de ambos. Aparto a su marido y a Paco y se puso a cuatro patas.
Paco se levantó y de pie volvió a meter ese misil en el coño dándole fuertes embestidas. Yo me puse otro condón y aquí es donde quería que Paco experimentará el mayor placer de su vida. Lubrique muy bien el condón y me fui detrás de él. Volví a lubricar bien mis manos y mis dedos que fueron directamente al culo de Paco. Le metí los dedos notando que Paco temblaba, pero de placer. Acerque mi pollón a su culo buscando su ojete. El se dio cuenta de lo que iba a pasar.
- Tranquilo Paco, no tengas miedo. Vas a experimentar el mayor placer de tu vida - le dije .
Mi pollón buscaba la entrada del culo virgen de Paco. Paco paro de moverse y la inglesa aprovecho para llevar ella el ritmo de la penetración golpeando fuerte a Paco en su pubis con su culo mientras la pollaca la taladraba.
Al estar parado comencé a meter mi punta. Paco se le notaba nervioso pero intenté hacerlo con la mayor suavidad posible. Su respiración empezó a acelerarse de manera brutal, y soplaba mientras notaba como mi pollón desvirgaba su culo. Se la fui metiendo poco a poco mientras Paco gritaba de manera brutal, pero yo seguí porque no me decía que parara. Entro toda y la mantuve ahí un rato mientras la inglesa el morbo de la tremenda follada le impedía descansar, a pesar de haberse corrido varias veces.
Paco empezó a sentir tanto el placer por su polla como por el culo. Empecé a acelerar un poco el ritmo. Paco temblaba de gusto. Ver ese cuerpazo follado por mi hizo que a veces desconectara porque me iba a correr.
Estaba tan centrado en como penetraba mi polla el culo de Paco para darle el mayor placer posible que no me di cuenta del inglés hasta que note humedad en mi culo y como me lo estaba masajeando. Me di la vuelta y se estaba poniendo un condón, lo lubrico bien y note como su polla buscaba mi ojete.
Jamás podía imaginar que esa noche iba a follar a Paco y a la misma vez iba a ser follado por una polla británica. Me la clavo el cabrón hasta el fondo, siguiendo el ritmo que llevaba yo con Paco.
El placer que senti era indescriptible. Los cuatro allí enganchados y follando como cerdos, jadeando brutalmente.
Note como el inglés acelero el ritmo. Su polla se endurecio y diciendo en inglés - oh dios mío, oh dios mío, joder, joder - se corrió dentro de mi culo. La saco, se quitó el condón y se fue hacia su mujer que engancho la polla con su boca chupándola entera.
Paco levantó los pies poniéndose de puntillas, su placer era máximo inclinando el cuerpo hacia delante y la cabeza hacia atrás.
- Voy a morir, me corro, me corrooooo - grito corriendose dentro del coño de la inglesa y con verdaderos espasmos de placer, respirando tan fuerte que me asusto por sus sonidos guturales y sus alaridos.
Yo intenté retrasar mi orgasmo para que Paco terminara como lo hizo. Se la saqué de su culo y el la saco del coño de la inglesa yéndose directamente a sentarse en el sillón de la habitación, cerrando los ojos totalmente destrozado por el placer.
La inglesa seguía chupando la verga de su marido. Yo me fui hacia el sillón y Paco con los ojos cerrados y con las pulsaciones todavía a mil le quite el condón. Aproveche para meterla en mi boca y limpiar los restos de su lefa, que todavía salía en pequeños hilillos de su polla bien dura. Seguía sin abrir los ojos pero la cara lo decía todo.
- ¿Te has corrido tío? me preguntó mientras la chupaba con mucha suavidad.
- No tío, pero no pasa nada - le dije entre lametones a su polla.
Me quito mi cabeza de su polla y se levantó. Me empujó hacia el sillón forzándome a sentarme.
- No lo hagas Paco si no quieres - le dije mientras me estaba quitando el condón.
- No digas tonterías, te lo has ganado campeón - metiéndose mi polla en su boca y chupándola con los ojos cerrados.
No tarde ni un minuto en correrme. Tener a Paco arrodillado haciendome una mamada me provocó un placer tremendo.
- Paco, me voy tío, me voy. - le dije teniendo ya espasmos anunciando los trallazos inmensos de lefa que iban a salir de mi mástil.
Paco saco de su boca mi polla y me empezó a pajear con furia, haciendo que soltara trallazos de leche por todo mi torso y derramándose también por las manos de Paco.
El matrimonio nos observaba con una sonrisa de oreja a oreja. Les pedí si podíamos usar su ducha antes de marcharnos. Nos metimos Paco y yo juntos a la ducha y el comportamiento de ambos era como dos amigos que se duchaban en los vestuarios del gimnasio.
- ¿Cómo estás Paco? le dije mientras me secaba el cuerpo.
- Mañana sábado quedamos tú y yo y hablamos tomándonos unas cañas - me dijo un poco serio.
- Tengo que digerir lo que ha pasado esta noche - concluyó.
La respuesta de Paco me descolocó totalmente.
Los ingleses se ofrecieron a llevarnos a casa, cosa que agradecimos. En el trayecto Paco ya no estaba tan serio y eso me tranquilizó un poco.
Al llegar a nuestro pueblo la inglesa al despedirse nos dio las gracias diciéndonos que había sido una noche memorable y que lo habían pasado muy bien con nosotros. El marido, que apenas hablo toda la noche, nos dijo que nos recordaría el resto de su vida, sacando una tarjeta de presentación donde aparecía su nombre, dirección y teléfono. Concluyó diciéndonos que si íbamos a Inglaterra su casa era nuestra casa y que cualquier cosa que necesitáramos no dudasemos en ponernos en contacto con él.
Yendo para nuestras casas, en la despedida volvi a decirle a Paco:
- Tio me has dejado con la mosca detrás de la oreja. No quería que pasara esto tio -
- Mañana hablamos tio, de verdad - me dijo el muy cabrón.
Yo ya me iba hacia mi casa cuando Paco viene hacia mi.
Sin esperarlo me dio un abrazo totalmente sincero diciendome en el oido:
- Gracias tío por ser como eres. Y gracias por la mejor noche de mi vida. - dejando de abrazarme y dándome una palmada en el culo riéndose.
- Mañana hablamos - me dijo saliendo corriendo hacia su casa.
Se perfectamente que Paco era muy hetero y que lo de esa noche habia sido algo excepcional, pero me encantó cómo se despidió de mi.

Continuará....
 
Me desperté tarde ese sábado, y mi cabeza no paraba de darle vueltas al asunto, sobre todo pensando en como Paco habría afrontado la situación de la noche anterior.
Después de comer aparecieron todos en el coche para ir a la playa. La noche anterior no quedamos en nada, pero antes la forma de vernos es que aparecían de manera sorpresiva en tu casa y te obligaban a salir. Ahora con los móviles es más fácil la comunicación.
Fue Teo el que llamo a mi puerta: - Ponte el bañador y coge una toalla que nos vamos a la playa follador. Vamos a hacer una pachanga en la playa y no te preocupes que llevo un cargamento de cerveza -.
Cuando salí para el coche estaban ya todos incluido Paco. Me senté en la parte de atrás justo al lado de él.
- Buenas tardes hijos de puta - les dije yo, mirando sobre todo a Paco para ver su reacción. Éste me miró y me saludo de manera normal.
Me saludaron todos y nos fuimos para la playa.
- Anoche parece ser que los que mejor se lo montaron fueron estos dos. Hicieron los cabrones un trio destrozando a una inglesa - dijo Luis señalándonos a Paco y a mi.
Paco y nos miramos con cara cómplice.
- Tampoco nos podemos quejar nosotros, que anoche triunfamos todos, que después de follarme yo a una, me pedisteis los dos, uno detrás de otro usar mi coche cabronazos -
- Eso es verdad, anoche salimos todos por la puerta grande - dijo Luis con satisfacción.
Llegamos a la playa y el comportamiento de todos era lo normal: pachanga en la arena, baño y beber litros y litros de cerveza, además de hacer un poco el tonto que era lo que tocaba para esa edad.
En el agua se acercó Paco y se puso al lado.
- ¿Cómo estás? me dijo.
- Yo muy bien, pero preocupado por ti tío - le dije.
- No he dormido nada dándole vueltas a la cabeza. Lo que hicimos anoche fue muy fuerte tío. Yo jamás se me habría pasado por la cabeza tener sexo con un tío, y menos contigo - me dijo de manera sería
- Hombre, tampoco estoy tan mal Paco - le dije riendome para quitar hierro al asunto, provocándole una sonrisa en su cara.
- Supongo que no me opuse por el morbo de la situación y porque estaba muy cachondo. Además tus palabras me tranquilizaron y quería tener esa experiencia que no creo que se vuelva a repetir nunca. Y si lo hice fue porque eras tú, con otro tío ni de coña. - me dijo Paco acercándose más a mí para que nadie escuchara sus palabras.
- Mira, ya lo has experimentado, no hay vuelta atrás. Lo que no quiero es que te comas la puta cabeza. Para mí fue muy algo inesperado y te puedo decir que eres puro morbo Paco. Tienes un cuerpazo y un pollonaco increíble y anoche me sentí un tío muy afortunado. Cuando te vi destrozando a la inglesa despertaste en mi las ganas de follarte y te agradezco que al final ese morbo que yo experimento también lo tuvieras tú. Yo te digo que no dudes en follar conmigo si alguna vez te apetece, sin ataduras, aunque tú ahora digas que no lo vas a volver a hacer nunca más. Yo lo veo como simple diversion y por supuesto yo jamás daré el primer paso. Lo que si te digo es que yo siempre estaré dispuesto a complacerte. - le dije con total sinceridad.
Paco se quedó pensativo con mis palabras.
- Pero lo importante aquí es que si te gusto - le dije intentando saber si a Paco le gustó que lo follara.
- Pues lo que pienso es que cuando follo con tías obtengo el máximo placer posible. Lo único que me trastoca es lo que sentí cuando tú me la metiste. Sentí un placer indescriptible cuando ya me acostumbré a ella en mi culo, pero no sé si fue por estar follando con la inglesa al mismo tiempo que contigo, y mi duda es si sentiría al mismo placer si no hubiese estado taladrando a la tía, ¿me entiendes? - me preguntó al final.
- Perfectamente Paco. Muchos tíos por vergüenza no le piden a la tia que por ejemplo mientras están follando que le metan un dedo por el culo. Pero el simple hecho de tener ese dedo metido da un placer impresionante, pero les da miedo porque pensarían de ellos que no son muy machos. Hay que dejarse de prejuicios. El objetivo es obtener tu mayor placer máximo y es tu derecho el sentirlo, y dejarse de mierdas. Tener metido algo por el culo no significa que seas maricón, porque entonces que podemos decir de las tías que se mueren por el sexo anal. Tu si quieres pobramos otra vez pero esta vez tú y yo solos y tú ya me dices - le dije esto último riéndome en plan broma, pero yo pensándolo muy en serio.
- Que cabrón eres, pues no lo descarto - me dijo descojonandose e intentando hundirme en el agua. - Lo que si te puedo decir es que sentí mucho placer tío, mucho. Y por cierto me encantó tu mamada. Y lo de chupar una polla, no sé, no me disgusto pero porque era la tuya. Pero te lo digo, fue el momento y el morbo, no creo que se vuelva a repetir -
- Disfruta Paco. Ayer lo pasamos de puta madre, fue algo que es muy difícil que se vuelva a repetir, follar como follamos todos y fue algo para recordar tú y yo siempre. Por cierto ¿la inglesa se podrá sentar hoy? - le dije yo entre carcajadas e intentando hundir a Paco en el agua.
Volvimos de la playa sobre las once de la noche después de bebernos todo el aprovisionamiento de Teo y comernos unos bocadillos en el chiringuito de la playa. Teo nos fue dejando cada uno en nuestra casa porque decidimos esa noche volver a salir, pero esta vez a una terraza de nuestro pueblo a tomarnos unas copas en plan tranquilo.
El lunes volví al curro. Juan estaba de buen humor todo el día, supongo que era consecuencia de los polvazos que tenía con mi hermana. El domingo, por ejemplo, ni la vi. Me comentó mi madre que se había ido a la playa todo el día. Seguro que Juan la llevaría a una de las calas solitarias que el conoce y que la destrozaria a pollazos.
Ese día hacia un calor bastante fuerte. Al terminar la jornada estabamos bastante acalorados.
- Vamos a la piscina del jefe niño - me dijo Juan. Se han ido todos está mañana y no vuelven hasta el miércoles. Tengo que hacer el mantenimiento de la misma y D. Fulgencio me ha dicho que puedo utilizarla sin problema. -
Estaba atardeciendo, y no hay algo tan gratificante que darte un baño después de un día tan caluroso.
Juan se quitó los pantalones y gayumbos que llevaba y se fue para la ducha totalmente desnudo.
- ¿Que haces tío? - le dije yo.
- Tú qué crees, voy a refrescarme. Y no te preocupes que no hay nadie en la finca. - mientras abría el grifo de la ducha de la piscina.
Ver ese cuerpo desnudo, recorriendo el agua cada poro de su cuerpo, y ese culazo y ese pollón me hizo desearlo y querer hacerle de todo.
Me desnude y me fui para la ducha. El me miró todo el cuerpo mientras se frotaba de arriba abajo su enorme verga. Al llegar salió de la ducha y se lanzó a la piscina.
- Vamos niño que está muy buena - me dijo mientras se zambullía.
Me lancé también a la piscina. Estuvimos en el agua nadando y buceando hasta que nos sentamos en el borde uno al lado del otro.
- Ya sabes que el viernes nos vamos de acampada tú y yo. No te lleves nada que yo ya lo tengo todo. Por cierto ¿qué tal el fin de semana? - me preguntó
- Bien Juan, con mis amigos de fiesta y en la playa. - le contesté dándose cuenta él que no paraba de mirar su cuerpo y sobre todo su polla.
- ¿Le diste trabajo a esta herramienta? - me preguntó a la misma vez que cogía mi polla y me la empezaba a menear.
Yo pensé que esté hombre era insaciable. Seguramente ha estado a todas horas este fin de semana follando y quería seguir, en este caso, conmigo.
- Si Juan, le di bastante trabajo. Ha entrado por varios orificios - le dije riéndome, y a la misma vez suspirando porque no paraba de menearme la polla ya dura suavemente.
- Yo tampoco me puedo quejar, pero ahora mismo necesito follar contigo. Necesito tu gorda picha dentro de mi. - me dijo mientras su cabeza bajaba a mi polla y abriendo su boca se la tragó entera.
Pensé que en el fin de semana se había hartado a follar coño y culo, y que ahora el necesitaba que le abrieran el suyo.
Yo me apoye con mis brazos hacia atrás y me dediqué a contemplar a semejante macho chupándome la polla.
- Ummm joder Juan. Tenías ganas de una polla cabronazo. Joder sigue, sigue agghh - le dije jadeando.
Su maravilloso falo estaba también duro y me gustaba como devoraba ese macho mi pollón. Al tenerla entera dentro de mi boca la succionaba y movía toda su cabeza para que me diera mucho gusto. Me agarraba los huevos fuertemente y me los estiraba mientras me follaba con su boca.
Se tiro al agua donde, al no haber profundidad, estaba más cómodo chupándomela y así poder meter varios dedos en mi culo que agradecí con varios gemidos y jadeos.
Yo me acosté hacia atrás dejando en el borde mi culo y mi polla que Juan devoraba con auténtico vicio.
Notaba como sus dedos intentaban llegar al fondo de mi culo, que empezaba a palpitar. Me los metia y sacaba a gran velocidad mientras su boca engullía mi polla.
- Ya está lo bastante dura cabrón - me dijo saliendo por el borde de la piscina con todo su cuerpo mojado y su mástil bien duro.
Yo intenté incorporarme pero el me obligó con su fuerza a permanecer acostado. Se puso de pie encima mío. La visión de ese falo con los cojones colgando me hizo estremecer. Se puso de cuclillas y cogiendo mi verga la llevo hasta su ojete. Le dio varias vueltas obligando a mi glande a masajear su ano y con varias presiones se la fue metiendo en ese culo tan estrecho y apetecible. Se la metió hasta el fondo de su culo. Si cara lo decía todo. Necesitaba esa polla dentro de él. Estuvo quieto, cerrando los ojos y notando como mi polla se endurecía aún más dentro de su culo. Sus cojones descansaban en mi barriga, y su polla totalmente erecta apuntaba hacia mi cara.
Empezó a moverse en círculos sin sacarla. Los gemidos de Juan se hicieron más fuertes y los míos también.
- Ohhh Agggg como quería esto, que gusto joder, esa polla dura dentro de mi, toda dentro aggghhh ufffff - dijo con la respiración cada vez más agitada y con los ojos en blanco.
Yo flexione las piernas y levante mi cuerpo hasta abrazar su cuello. Su pollon quedó entre su cuerpo y el mio. Empezamos a besarnos mientras que Juan empezaba a meterla y sacarla cada vez con mayor intensidad.
Mientras estábamos follando no parábamos de comernos las bocas, y nuestros jadeos eran más intensos, haciendo que cada vez presionaramos más nuestros cuerpos con nuestros abrazos.
Juan se levantó y me llevo con él hasta las escaleras de la piscina donde cogiéndose a los barrotes inclinó su cuerpo ofreciéndome su culo. Abrió las piernas y yo por detrás empecé a darle azotes con mi polla en sus nalgas. El movía su culo esperando que le embistiera. Empecé a meterle la polla por el culo, bombeando después muy rápido, haciendo que en cada embestida gritara de placer.
Estábamos follando como auténticos cerdos cuando escuchamos de pronto el sonido de una moto acercarse.
- Joder niño, no pares sigue así - gritaba Juan que con la excitación no se había percatado de que alguien se acercaba.
Yo caí en ese momento. Quede con Paco para ir al gimnasio después de terminar los dos de trabajar y que si podía me fuera a recoger a la finca. Le dije que aunque las puertas estaban cerradas y con cadenas, el candado no estaba echado, que entrara volviendo a dejarlo todo cerrado otra vez.
- Agggg joder ¿quién coño es? - ahora Juan si se percató del sonido de la moto.
- Es mi amigo Paco que le dije que viniese a por mi. Lo siento, pero lo había olvidado y no pensaba que iba a llegar antes - le dije yo
- Joder niño, yo quiero terminar de follar. Mierda puta - dijo mientras seguía con mi polla toda tiesa y dura en su culo.
Paco ya había aparcado su moto. Yo desde la piscina grite su nombre para que viniese a la piscina.
Cuando llegó nos encontró a Juan y a mi dentro de la piscina.
- Hola tíos. Soy Paco, tú debes ser Juan ¿no?
acercando la mano para estrecharsela a Juan y extrañado viendo que yo estaba prácticamente pegado a su cuerpo por detrás.
- Date un baño tío - le dijo Juan.
- No tengo bañador - contesto Paco.
- No te preocupes Paco, nosotros vamos en bolas. Desnudate y metete a darte un baño, enseguida nos vamos. Además solo estamos Juan y yo en la finca, no hay nadie.
Creo que Paco no era tonto y sospechó que allí estaba pasando algo. Lo que era cierto es que en todo momento desde que llegó Paco mi polla estaba dentro del culo de Juan, que esté me obligó a volver a meterla estando ya dentro del agua. Dijo que la situación le ponía mucho y a mi también.
Paco se fue quitando enfrente de nosotros su ropa de deporte. Cuando se quedó en gayumbos Juan soltó un -hostias - que le salió del alma. Cuando se quitó los gayumbos Juan empezó a mover su culo totalmente excitado metiéndose y sacando mi polla y pajeando con su mano su polla.
Le escuché decir en voz baja:
- Que hijo de la grandísima puta, que cañonaco tiene el cabrón. Que morbo de tío niño -
- Espera a verla en todo su esplendor Juan - le dije entre un tímido gemido.
- Como me gustaría hacer un trío niño.- dijo en voz muy baja.
Mi respuesta fue un gemido un poco fuerte.

Continuará....
 
El chaval era verdaderamente un efebo. Con mi edad tenía el cabrón un cuerpo perfecto fruto del deporte que hacía desde pequeño y de los últimos años de gimnasio. Era perfecto y no faltaba en su cuerpo ningún músculo sin trabajar. A todo esto la genética o la suerte de unos pocos hacia que tuviera un aparato genital masculino cuyos órganos externos como los cojones y su polla fueran descomunales. La visión de la polla flácida imponía, pero una vez erecta era un arma de destrucción masiva. Y mira que Juan no se podía quejar, ni yo tampoco, pero aquello era digno de estudio. Y de esta proeza de la naturaleza Juan se dio cuenta enseguida mirándolo con una cara de morbo, vicio y deseo.
Paco, desnudo, se sentó dejando sus huevos y su polla descansando sobre el borde de la piscina. A su glande le faltaba poco para remojarse en el agua.
- Creo que he interrumpido algo ¿no? comentó Paco, mirándonos todavía pegados, y con miedo a entrar en la piscina y convertirse en una presa que iba a ser cazada.
Yo saqué la polla del culo de Juan y totalmente con ella tiesa me acerque a donde estaba Paco.
Mire a Juan para que me diera permiso para contarle verdaderamente lo que estábamos haciendo. Él, que ya me conoce, captó lo que quería hacer y con su movimiento de cabeza me dio a entender que podía.
- Paco, recuerdas la conversación de ayer ¿no?. Pues aquí donde ves a este hombre es un seductor nato, y disfruta totalmente del sexo. Yo quiero ser como él. Si quisiera estaría follando a todas horas. No te puedes imaginar la cantidad de tías que se ha tirado. Pero, también disfruta follando con tíos, como yo. El morbo es lo que nos lleva a que nos apetezca follar juntos, y eso es lo que estabamos haciendo cuando tú has llegado. Nos hemos calentado, y hemos terminado disfrutando el uno del otro. Y lo mejor de todo es que al ser un follador nato, como tú Paco, te lleva al máximo placer posible estando con él. Y en este tiempo que he estado con él he aprendido mucho, y hemos hecho cosas que jamás me hubiese imaginado, pero tanto con chicas como con chicos. - le dije mientras me acercaba más donde estaba sentado, queriendo coger ese misil y volverlo a tenerlo en mi boca.
Mientras terminaba de hablar Juan se fue hacia donde estaba Paco y se sentó justo al lado de él. El cabrón la tenía totalmente tiesa.
Paco se le quedó mirando. No sólo estaba observando esa cara guapísima, sino también su esculpido cuerpo y su enorme y preciosa polla. El poder de atracción de Juan funcionaba no solo con tías, también con tíos. Me fijé que al cañonaco de Paco le estaba llegando la dinamita porque empezó a despertar. Paco en ese momento, por vergüenza o miedo se tiro al agua.
- Lo has visto niño, se ha excitado viéndome. No creo que caiga, pero como me gustaría follar con él. - me dijo Juan en voz baja mientras me acercaba a él.
- No vamos a forzarlo Juan. Dale tiempo. Vamos a jugar con él, y espero que vaya cediendo. Pero si no quiere, lo dejamos - le dije con una sonrisa picarona.
Yo en ese momento estaba excitadísimo. Tenía ante mi a dos machos que deseaba follar con todas mis ganas. Y la situación era de lo más morbosa para los tres.
Juan se metió en el agua y estuvimos hablando de lo que suelen hablar los tíos y sobre todo si se quiere poner cachondo al personal, como no, de sexo.
Juan empezó a contar algunas folladas con tías que Paco escuchaba con gran atención. Él también contó algunas cosas que le había pasado con chicas.
A través del agua ya vi a Paco con la herramienta en todo lo suyo. Se estaba excitando cuando recordaba sus polvos, y los que contábamos Juan y yo.
- Joder Paco, parece que llevas un submarino pegado al cuerpo cabrón. - le dije riéndome y yendo hacia el para zambullirlo.
Empezamos una especie de lucha para ver quién podía hundir al otro, y a este juego se sumo Juan.
Aprovechamos el juego para rozar nuestros cuerpos y con la lucha tocabamos de manera involuntaria, o eso es lo que le hacíamos pensar a Paco, partes de nuestros cuerpos como nuestras pollas, huevos y culo. El juego llegó a excitarnos, no solo a Juan y a mi, sino también a Paco. Los tres con las pollas bien duras las notabamos en diferentes partes de nuestro cuerpo.
Empecé yo a coger las pollas y huevos de Juan y Paco pillándolos desprevenidos para intentar zambullirlos. Ellos me emularon siguiendo con un juego totalmente inocente de tres machos que se estaban divirtiendo. Pero tan inocente no era por parte de Juan y mía ya que buscabamos un fin último, tirarnos a Paco. Intentábamos pegar nuestros cuerpos, que nuestras pollas se rozaran, que cuando estábamos de espaldas se meterieran en las rajas de nuestros culos, tocar todo lo posible. En definita ponernos más cachondos de lo que estábamos.
Estábamos los tres exhaustos. Juan se salió de la piscina con todo el pollón duro para sentarse en una hamaca. Ya sentado el cabrón empezó a menearsela riéndose diciendo que tenía que descargar. Yo también sali, con mi polla dura, fruto del morbo y la excitación, y me senté al lado de Juan haciéndome una paja.
Paco salió con el pollón erecto. Juan lo miro con cara de vicio, a la misma vez que de admiración. Se sentó en la hamaca de enfrente y también se la empezó a menear
- Como hace unos años cuando nos pajeabamos juntos - comentó Paco haciendome a mi un guiño sonriendo.
Juan, que era un cabronazo, no se cortó nada y mientras con una mano se meneaba su rabo, con la otra comenzó a tocar mi polla haciéndome una paja. Yo incline la cabeza y el cuerpo de pura satisfacción.
- ¿Te molesta Paco?. Es que quiero terminar lo que habíamos empezado antes de que vinieras. Necesito correrme que estoy muy cachondo. - le dijo a Paco con una sonrisa.
- No te preocupes Juan. A lo mejor el que molesta soy yo - dijo Paco.
- Tú no molestas nada. Puedes sentirte muy orgulloso de que gracias a ti y viendo tu cuerpo y esa herramienta que gastas el placer de correrme va a ser doble. Por supuesto si quieres participar estás invitado. - inclinadose y llevándose a su boca mi polla que estaba a punto de reventar.
El cabrón de Juan sabía que Paco estaba a punto. Los años de experiencia y el poder que tenía tanto sobre tías como tios le hacía presagiar que Paco iba a caer esa tarde noche.
Juan se arrodilló frente a mí para comerme la polla, que lo hacía como si tuviera un hambre voraz, exponiendo su increíble culo frente a Paco. Mientras me la estaba succionando.giró la cabeza y dijo:
- Si quieres follarme puedes perfectamente. Me encantaría sentir ese monstruo dentro de mi. No tenemos condones. ¿Podemos confiar en ti? - dijo Juan con la saliva saliendo un poco de la boca fruto del pedazo de mamada que me estaba haciendo.
- Juan, Paco es como yo. Tenemos la cabeza bien puesta y nunca hemos arriesgado. Paco tu también puedes confiar en nosotros si decides hacerlo - le dije mientras lo observaba como su mirada iba al culo de Juan.
- Pues perfecto, así te vas a poder correr dentro y sentir bien mi culo a pelo. - dijo Juan volviendo otra vez a succionar mi polla.
Paco paro de menearsela, se le veía dubitativo, pero en su cara se veía morbo y vicio. No sabía si al final sucumbiria o cogería su moto para irse y, lo peor, que pensara que le había hecho una encerrona, cuando verdaderamente no me acordé que iba a venir a por mí y que el baño en la piscina con la follada fue algo que surgió espontaneamente.
Paco se levantó de la hamaca.
En ese momento jadeando por como Juan succionaba mi polla lo mire prácticamente con los ojos en blanco por el placer.
- Al final.... - dijo Paco como queriendo decir lo que pretendía hacer, pero que no le salían las palabras del cuerpo.
- ¿Al final qué Paco? - le pregunté yo entre gemidos cada vez más fuertes.

Continuará....
 
Última edición:
Paco se levantó de la hamaca y yo no sabía lo que iba a hacer. La escena en esos instantes era Juan arrodillado chupando mi polla y con su culo expuesto a Paco queriendo que esté lo perforada con su taladro.
- Al final creo que me voy a quedar, pero antes de meter mi polla a Juan habrá que lubricarla ¿no? - dijo Paco acercándose hacia mi y poniendo su cañón cerca de mi boca.
- No te vas a arrepentir Paco - le dije con una sonrisa en mi boca, empezando con mi lengua a lamer el capullo de Paco.
Juan observó la escena desde abajo y mirándonos supo que al final habiamos conseguido el objetivo, chupando con más fuerza mi polla.
Mi lengua recorría la punta del pollón de Paco que con la excitación ya estaba un poco lubricada por el precum de su paja anterior. Abrí mis labios para engullir su glande, que moje con mi saliva, cerrando mi boca y jugando con mi lengua en él. Verdaderamente me puso a mil la escena de Juan succionando mi polla y yo ante ese monstruo de polla que por mis cojones me tenia que tragar si o si.
Paco cerraba los ojos mientras sentía el placer de la mamada que le estaba haciendo. Yo estaba concentrado en tratar de que recordara lo que ocurrió entre nosotros dos unas noches antes, por lo que no paraba de chupar y lamer su glande, succionandolo bien mientras le acariciaba y estiraba sus grandes cojones.
Juan aumentaba el ritmo de la felación, excitado por ver la mamada que le estaba haciendo a Paco.
Poco a poco fui engullendo el cañón de Paco. Costaba bastante por su grosor y tamaño, pero tener ese privilegio dentro de mi boca habia que aprovecharlo. La sensación de comerte una polla de ese tamaño es de un atragantamiento constante, pero hay que tener técnica para evitar que te den arcadas y disfrutar al máximo de tenerla en la boca.
Creo que a Paco no le habían hecho jamás una mamada como la que le estaba haciendo yo en ese momento. Con la follada de la inglesa se la chupe, pero no tenía la tranquilidad y la confianza como en este momento.
Paco estaba en pleno éxtasis. Inclinaba su cuerpo hacia atrás de puro placer. Pensé yo que cuando Juan se la chupara, que era un auténtico maestro, se correria en un instante.
El punto de inflexión fue cuando Paco se desató fruto del morbo y la excitación. Ese punto fue cuando ya me cogió la cabeza y me la empujó hacia su pollon intentando que yo tragara más. Sus musculadas piernas se tensaron y empezó a poco a poco aumentar el ritmo de la mamada follandome la boca. Cuando uno siente estar en el cielo y el placer es máximo lo único que importa es continuar teniendo ese placer e incluso aumentarlo. Paco aceleró cada vez el ritmo llegando a follarme la boca con gran ferocidad, aumentando su respiración y sus jadeos.
Mi saliva salía por mi boca cayendo en mi torso y llegando hasta el pubis donde Juan me la estaba comiendo con la misma intensidad que Paco me follaba la boca. En ese momento tuve conciencia de la realidad y estaba muy feliz de estar con dos machos como ellos.
Juan se levantó. Yo sabía que no era muy común tener la posibilidad de chupar semejante monstruo y Juan no quería desaprovechar la oportunidad.
Paco vio como dos machos estaban a su merced, dispuestos a comerse lo más preciado que tenía.
- Tranquilos que hay para los dos - dijo Paco entre gemidos, sacando su polla de mi boca y dándosela a Juan para que la probara por primera vez.
Me sorprendió Paco, a la misma vez que me asusto. Se ve que el mamadon y la forma de follarme la boca de esa manera lo envalentonó. Eso no lo había experimentado nunca y despertó en él la bestialidad de un macho que descubre un placer distinto, antes desconocido, con otros machos.
Juan era un experto en chupar pollas y sabía que no iba a defraudar a Paco. Además la empezó a mamar con devoción. Paco veía como su amigo de toda la vida y el jefe de éste devoraban su polla con auténtico deseo.
Juan y yo la lamiamos juntos, chupándola uno primero y después el otro. Cuando uno la estaba chupando el otro lamia, besaba, comía los cojones de Paco. Éste volvía a tensar todos sus músculos de su cuerpo fruto del gustazo inmenso que le estábamos dando.
- Joder, no puedo tíos, no puedo agghhh pero como lo hacéis, sois unos putos máquinas. Seguid, ummm,.seguid cabrones - grito Paco fruto de la excitación máxima.
Juan y yo nos peleábamos por ver quién se la tragaba más y se la chupaba con más fuerza. Compartir ese monstruo con Juan me excito mucho más.
Acostamos a Paco en la hamaca. Juan se puso a cuatro patas tragando de nuevo la polla de Paco, poniendo su precioso culo a mi disposición para hacerle un beso negro. Le abrí las nalgas y mi lengua empezó a lamer su ojete, dando vueltas y metiéndola en su agujero. Juan se estremecía de placer. Su ano empezó a palpitar, se abría y cerraba con la presión de mi lengua. Hundí mi cabeza y con gran intensidad le comía el culo.
Paco jadeaba con la mamada de Juan y éste estaba como una moto queriendo ya polla dentro de su culo.
Queria preparar el culo de Juan bien ante lo que se iba a meter. Ya dilatado me puse de pie y cogí mi polla, que la lleve hasta su ano metiéndola de nuevo como hacía unos momentos antes dentro del aula. Juan dio un respingo, y cuando estaba toda dentro la dejé ahí para que su culo se abriera y se adaptará para lo que iba a entrar después.
Empecé a bombear un rato, dándole buenas embestidas. Juan chupaba el cañón de Paco con mayor bestialidad con cada sacudida mía.
- Juan, ya lo tienes tío - le dije entre jadeos.
Juan dejo de chuparsela a Paco, se puso de pie e hizo que Paco se levantara de la hamaca.
Juan se acostó cogiendo sus pies con las manos y alzandalos todo lo posible dejando su culo expuesto.
- Paco, follame tío, necesito ese monstruo dentro de mi - le dijo con cara de vicio.
Paco se agachó y cogiendo su enorme manubrio lo acerco al ojete de Juan.
- Son miedo, que el niño ya me lo ha preparado - dijo sobreexcitado.
Yo contemplaba la escena con mi polla toda endurecida. Paco puso su punta en el ojete y la fue introduciendo.
- Jodeeeerrrrr, siiiiii cabrón, sin miedo - grito Juan.
Paco con la respiración acelerada fue metiéndosela poco a poco, cada vez más. Ver ese pollón entrando en el culo de Juan me puso más caliente todavía.
- Me estás destrozando el puto culo cabrón, me estás rompiendo por dentro aggghhhh - gritaba Juan.
- ¿La quieres más adentro? - grito Paco. - Toma hijo de puta, vas a sentir lo que es romperte en dos -
Paco estaba desaforado. Empezó a meterla y sacarla al principio suave, pero cada vez con mayor intensidad.
Juan en cada sacudida se retorcía de placer. Ponía el hijo de puta los ojos en blanco gimiendo fuertemente. Paco también estaba disfrutando de ver a ese macho a su merced disfrutando de su pollon.
Yo los dejé un momento que disfrutarán, contemplaba la escena como si estuviese viendo porno en directo. Quería que ellos dos tuvieron su momento.
Se la clavaba hasta el fondo el cabrón. Juan gritando de placer, igual que Paco. Yo estaba muy pero que muy excitado.
- Mira tío su ojete - me dijo Paco sacándola y mostrándome el hueco que había dejado su misil. Se veía un agujero tremendo. Paco se le volvió a meter y a sacar viendo como palpitaba el culo de Juan.
- Niño, agggghhh, niño ven aquí, dame tu culo - me dijo Juan entre gritos.
Me senté en la cara de Juan que siendo taladrado por Paco se puso a hacerme un beso negro.
- Aggghhhh joder, niño tienes que probarla, te va a destrozaaaarrrr - grito Juan mientras me follaba el culo con su lengua.
Juan se puso a cuatro patas. Paco, de pie, y con cara de vicio se la volvió a meter hasta el fondo provocando los alaridos de Juan que volvía a poner los ojos en blanco y poner cara de placer máximo.
Yo me puse en frente de Juan que se metió toda mi polla en mi boca. Con cada embestida de Paco, Juan se tragaba toda mi polla provocándome que gimiera fuertemente. En ese momento vi la cara de Paco que con los ojos entreabiertos por el placer veía como su polla desaparecía dentro de Juan. También nos mirabamos, y con gesto cómplice nos sonreíamos, incluso chocamos las manos como celebrando de que estábamos follando a un semental como Juan, él por el culo y yo por su boca.
Paco me señala con el dedo su pollon y después me señaló a mi. Eso significaba que queria estar también dentro de mi.
Paco sacó su misil de Juan. Juan se percató de que quería también clavársela a su amigo. Yo me acosté en la hamaca y levante mis piernas en la misma posición que estaba antes Juan.
Estaba deseando tener esa estaca dentro de mi. Imponía ver ese monstruo que iba a perforar mi culo. Acerco su puntaca a mi ojete que ya por la excitación se abría y cerraba con ansias de polla. Note como mi ano se abría, cada vez más, y cada vez más provocando un alarido por mi parte seguido de continuos soplidos. Cuando estaba entrando notaba literalmente como se me estaba abriendo el culo de una manera bestial, pensando que no daba para más. Fue entrando y mi cuerpo empezó a tener espasmos con pequeñas convulsiones. Eso que me estaba metiendo me estaba destrozando por dentro. Pero el grado de excitación era tal que quería que entrara más y más.
- Paco, Paco dios mío Pacoooooo - le dije mientras mis piernas temblaban de manera violenta.
- Ahora vas a saber lo que es una buena polla dentro de ti agghhhh - me dijo Paco comenzando a embestirme de forma suave.
Es indescriptible lo que se siente, pero yo deseaba más y más ese mástil.
Juan observaba al lado, dejándonos ese momento de placer para nosotros solos.
Cuando ya Paco empezó a embestirme con mayor intensidad le dije a Juan que se acercara, que quería chuparle la polla.
Gritaba de placer Paco. Sus gemidos cada vez eran más fuertes: - siiii, siiii joder que gusto siiii -. En ese momento, me cogió y me hizo ponerme a cuatro patas. La embestida fue brutal, hizo que me cogiera a los bordes de la hamaca fuertemente para aguantar ese pollón.
Juan y yo creamos un monstruo en ese momento. Paco estaba que se moría de placer. Yo seguía chupando la polla de Juan, mientras que Paco me cogía fuerte las caderas para que no me escapara de sus embestidas, cosa improbable porque su lanza estaba insertada profundamente en mi culo.
Subió el ritmo de aceleración, se escuchaba el sonido de los golpes de su cuerpo contra el mío y de sus cojones chocando contra mi perineo.
- Me voyyy, me voyyyy diosssss joderrrrr me corrrooooo - gritando e intentando meterme aún más su polla por mi culo.
En ese momento note diversos golpes dentro de mi culo que me provocaron un gusto impresionante. Era la leche de Paco que salió disparada como una bala dentro de mi. Su respiración era tan agitada que me asusté, dejando todo su torso sobre mi espalda como si se hubiese desmayado.
- Déjame Paco, campeón - le dijo Juan. Paco sacó su arma de mi culo y Juan me la metió hasta el fondo.
La metió sin ningún problema. El hueco que había dejado Paco y su leche dentro hizo que Juan me empezara a embestir de forma bestial. El sonido del pollón de Juan dentro de mi culo sumado a la cantidad de leche que había dentro me hizo calentarme más. Se ve que Paco echo gran cantidad de su leche porque Juan no paraba de decir lo mojado que estaba y que el gustazo era impresionante.
Juan no paraba de embestirme, sacando y metiendo la leche de Paco.
- Joder que gusto, que gusto diossss me quiero morir - gritaba Juan mientras me bombeaba como si no hubiese un mañana.
Paco estaba observando la escena. Su polla, a pesar de correrse, seguía intacta de dura. Seguía caliente el cabrón. Se acerco a mi para que se la chupara. Todavía no quería que esto terminará.
- Niñoooo, te preñoooo, niño que vas a tener dos leches en tu culooo -- dijo Paco gimiendo de placer.
Al igual que con Paco, sentí como la polla de Juan se puso más dura dentro de mi culo soltando unos cuantos trallazos de su leche que con las embestidas mojaron todo mi culo y salían por él goteando el suelo. Se ve que había tanta leche que ya no cabía más.
Juan la saco llena de leche, y recogió más de mi culo.
- Paco, acuéstate en la hamaca cabrón - le dijo Juan.
Paco se acostó y abrió sus piernas. El cabrón de Juan restregó su leche mezclada con la suya y la restregó por su ojete. Volvió a meterme los dedos por el culo haciendo que goteara más leche y éste volvió a mojar el culo de Paco, metiéndole los dedos impregnados de leche por su ojete.
Era increíble el poder de recuperación de Juan. Se había corrido hace unos segundos en mi, y su polla estaba intacta, dura, gorda y tiesa para seguir follando.
Se embadurno su polla y la acerco al culo de Paco.
- Tío, se que es tu primera vez. Tú tranquilo, que te voy a hacer sentir algo increíble. Voy a ser suave pero quiero que me sientas dentro de ti. - metiendo poco a poco su pollón
Cuando dijo esto Paco y yo nos miramos de manera cómplice y con una sonrisa en la cara. Juan no sabía que Paco ya había tenido una polla en ese culo y que fue la mía.
Paco empezó a poner los ojos en blanco. El pollón de Juan también era considerable. Se la fue metiendo poco a poco, lubricada por la leche de ambos. Paco se cogia fuerte a los bordes de la hamaca mientras también soplaba repetidamente.
Yo lo observaba y veía que, aunque le temblaban las piernas y el cuerpo, en definitiva le estaba gustando. Quería también que disfrutara de la follada de Juan, que era un experto en darte un placer máximo.
Cada vez bombeaba más rápido y Juan resoplaba de gusto. Juan se movía dentro de su culo de manera magistral, llevando bien el ritmo de las sacudidas y llevando su polla hasta el fondo.
Empezó a embestir cada vez más fuerte,.provocando unos jadeos muy fuertes.
Paco hizo el amago de levantarse, quería la polla de Juan que se la metiera a cuatro patas. Paco puso el culo que fue embestido por Juan fuertemente. Era un espectáculo ver a Paco con sus huevos y polla colgando moviéndose al mismo ritmo que Juan lo embestia. Empezó a darle pequeños azotes.
- Niño ven aquí cabrón - me dijo Juan sacándola del culo de Paco y haciéndole un beso negro.
Cogió mi polla y la dirigió hacia el culo de Paco. Se la metí de golpe provocando que Paco se desplazara hacia delante con mi primera sacudida. Empecé a follarmelo de forma brutal, escuchando los alaridos de mi amigo de toda la vida.
La saqué y la volvió a meter Juan. Empezamos los dos a compartir el culo de Paco que cada vez lo veíamos mas guarro moviendo el culo en busca de polla.
Lo estuvimos follando entre los dos un rato.
- Niño, correte dentro de él que tú todavía no has descargado - me dijo Juan apartándose.
Cogí a Paco por las caderas y meti mi pollón dándome un gusto impresionante. Las embestidas eran cada vez más fuertes. Paco estaba exhausto. No podía creer que estaba siendo follado por dos machos, en vez de estar con su amigo levantando pesas.
Yo estaba concentrado en darle el máximo placer posible a Paco, y a la misma vez quería correrme dentro de él. Queria hacerle saber que aunque siguiera destrozando a chicas con su picha, podía ampliar el mercado haciendo disfrutar y disfrutando él con tíos.
Juan no pudo contenerse y se puso detrás de mí. Sabía lo que quería el cabrón. Sin sacarla de Paco me quedé quieto. Juan apuntó con su pollon directamente a mi ano que lo recibió sin ningún problema. Empezó a follarme el culo, y yo seguí follando el de Paco.
La escena era Paco a cuatro patas recibiendo mi polla, y yo de pie recibiendo el pollón de la persona que hizo tener el verano más increíble de mi vida.
Cómo buenos folladores llevamos bien el ritmo. A mi me empezaron a temblar las piernas, no podía aguantar tanto placer.
Mis huevos ascendieron, mi polla se endureció todavía más. Llegó el momento. Aumente el ritmo pegando gritos. Eso hizo que Juan me diera más fuerte.
- Pacoooo te voy a preñaarrrr. Juan sigue, sigue ummmm ohhhhh joderrrrr. Esto no se puede explicarrrr - grite yo mientras que de mis huevos salió un torrente de leche que llenó el culo de Paco. Los espasmos fueron considerables. Seguí dándole duro porque quería que mi pedazo de orgasmo no terminará nunca.
Juan en ese momento, mientras me daba fuerte, me agarro fuerte mis pezones, dándome aún mayor placer.
Juan sacó su polla de mi culo. Yo la saqué toda llena de leche del culo de Paco. Paco seguía a cuatro patas y dijo como un loco:
- Juan, preñame ahora tú cabrón. Correte otra vez -
Juan no se lo pensó. Tener ese pedazo macho pidiéndote que lo preñes no suele darse todos los días. Juan metió su pollon en el culo inundado por mi semen y se lo clavó dándole embestidas que movían el cuerpo musculado de Paco, que tuvo que cogerse bien a la hamaca para no perder el equilibrio. Cogiéndole por la cadera, le apretaba bien contra su cuerpo mientras que salían despedidas gotas de mi lefa salpicando sus cuerpos cada vez que Juan perforaba a Paco.
- Joderrr tío. Esto es muy fuerte. Preñame cabronazo, quiero que me recientes mi culo - gritaba Paco a Juan.
Yo me puse al lado de Paco intentando coger su misil para pajearlo. Se la meneaba presionandola bien.
- Sigue, sigue tiooo aggghhh que gusto, que gustazo joder. Chúpamela, chúpamela que me voy a correr otra vez -- me gritó Paco desaforado. Yo, como pude, empecé a chupar su polla, a pesar de los movimientos de las sacudidas de Juan en su culo.
- Pacoooo, ahí va mi lecheeee, agghh toda para tiii. Joder me corrroooooo otra vezzz dioossss - gritaba Juan contrayendo sus nalgas intentando que sus trallazos de leche le reventaran el culo a Paco.
Juan seguía dándole sacando en cada bombeo cantidad de lefa, tanto suya como mía que caía por las piernas de Paco.
Paco cayó sobre la hamaca acostadose boca arriba. Su mástil estaba durísimo. Tanto Juan como yo nos pusimos a casa lado de la hamaca.
Cogiéndole yo la polla y poniendola recta hacia arriba, mirando al cielo, se mostraba ese pedazo de tótem sagrado al que había que idolatrar. Ambos empezamos a lamersela y a chuparsela compartiéndola como buenos hermanos. La devorabamos los dos. Era puro vicio mamar esa estaca. Y no solo su pollon, intentábamos tragarnos los huevos, morderlos, estirarlos. Lamiamos su pubis, sus abdominales, chupabamos sus pezones.
La cara de Paco lo decía todo. Estaba en el séptimo cielo.
- Me voy a correr de nuevo, hijos de la grandísima puta - grito Paco mirándonos como nos lo comíamos enterito.
Nuestros labios compartían toda su polla, desde la base hasta la punta de su maravilloso capullo. Le cogí con fuerza los huevos, estirandolos cuando su polla se endureció. Juan y yo succionabamos su glande cuando, por sus alaridos, abrimos nuestras bocas recibiendo los trallazos que salían con fuerza de su pollón. Paco se retorcía de gusto viendo como Juan y yo nos tragabamos cada uno de sus trallazos de leche, dejando que ninguno se escapara fuera de nuestras bocas. Se corrió muchísimo siendo la segunda vez. Juan y yo no parábamos de mamársela haciendo que Paco levantará sus piernas de manera involuntaria por el placer.
Le dejamos su polla superlimpia, pero por su culo todavía salían hilillos de lefa, igual que a mí.
Juan y yo nos sentamos a cada lado de la hamaca donde Paco permanecía tumbado con una respiración acelerada y fuerte.
Después de un rato callados, me di cuenta de que quedaba poca luz en el cielo, prácticamente estaba de noche.
Juan se levantó, se ducho y después se tiro a la piscina donde se relajó en el agua. Paco y yo hicimos lo mismo. Apenas hablamos hasta ese momento.
- Vamos al gimnasio - me dijo Paco riendose.
- Anda, dejaros de gimnasio. Voy a preparar algo de cena en mi casa - dijo Juan. -Ademas tengo una sed de la hostia. Vamos a tomarnos unas cervezas bien fresquitas - saliendo de la piscina y viendo su cuerpazo.
- Que morbo tiene Juan joder - me dijo Paco viéndolo como se mordía el labio. - Que cuerpazo tiene ¿va al gimnasio? - me preguntó.
- Hace ejercicio pero todos esos músculos los ejercita trabajando en la finca - le respondí yo.
- Con su edad quiero ser como él. - me dijo Paco.
- Es puro morbo y vicio Paco. Chasqueando los dedos puede tener a cualquiera. Sí quisiera podría estar follando todo el día. Tiene algo que te atrapa. Y una vez que te folla quieres más y más, pero no solo con él, te vuelve adicto al sexo. Quieres follar y follar sin parar. - le comente yo. - Por cierto ¿no me dijiste que lo que pasó conmigo no se iba a volver a repetir? - le pregunté yo.
- Tío, al veros en la piscina y sabiendo que estábais haciendo algo me puse un poco cachondo. Además noté como mi culo, y no se el por qué, me empezó a palpitar como con ganas de meterme una polla, una sensación muy extraña. La situación era muy morbosa y cuando me desnude vi en vuestras caras mucho deseo. Teníais cara de querer follarme y eso me excito mucho más. Y por supuesto no me arrepiento, he sentido hoy mucho placer, creo que demasiado. - me dijo Paco.
- Vamos tío a secarnos que nos vamos para casa de Juan - le dije.
- Tío, ¿te pasa a ti?. Estoy viendo a Juan secándose desnudo y me estoy poniendo otra vez muy cachondo y en el culo noto como calambres placenteros. - me confesó Paco saliendo de la piscina.
- Me pasa constantemente Paco cuando lo veo, y desde aquella noche, me pasa también contigo - le dije mientras salía con mi polla morcillona de la piscina. Me giré y vi que Paco la tenía otra vez dura y gorda.
- Joder Paco, habrá que quitarte otra vez el calenton que llevas - le dije riendome y con ganas de tener esa preciosidad otra vez dentro de mi.

Continuará....
 
En la piscina Alberto y yo nos estuvimos refrescando después del intensísimo encuentro entre ambos. Nos sentamos en el borde, con unas cervezas bien frescas, mirando el bonito atardecer de aquel día y empezamos a conversar.
- Me voy a Inglaterra la próxima semana. Mi padre me ha matriculado a un curso de inglés. Para él es fundamental si quiero ser algo en un futuro - dijo Alberto con pocas ganas.
Con la luz tenue del sol, me di cuenta que parecía más joven de la edad que tenía. Tenía un cuerpo bastante bonito, y me fijaba en su polla que descansaba sobre el borde de la piscina.
- Me gustaría que vinieras a una fiesta privada que voy a dar este viernes para mi despedida. Me voy para tres semanas y mis amigos, que conocen las fiestas que hago,
quieren que organice una en la piscina. Estás invitado.-
- ¿Hay que traer bañador Alberto? dije sonriendo.
- Por supuesto que sí - diciéndolo con una carcajada. - Otra cosa es que lo lleves puesto hasta el final - volviendo a reírse.
- Además, no me importaría que se pollón tuyo volver a probarlo otra vez, y también que lo prueben otros - comentó con una sonrisa picarona.
- No conozco a tus amigos, a lo mejor no encajo. Además estoy trabajando para tu padre. - le dije pensando que me podría aburrir.
- Habrá en la fiesta dos personas que conoces, Juan y yo. - diciéndolo de forma más sería. - Ya sabes que estás invitado, serás muy bien recibido y te espero que vengas, no te voy a defraudar. -
Me levanté para vestirme y me despedí de Alberto. Éste se volvió a zambullir en el agua.
Al día siguiente llegué puntual al trabajo. Juan me estaba esperando con el tractor llevándole con él a quitar malas hierbas y quemar algunos rastrojos.
Juan estaba especialmente guapo esa mañana. Desde un primer momento se quitó la camiseta y solo llevaba unos pantalones grises de deporte largos, los típicos pantalones para presumir de polla. No llevaba ropa interior ese día, y se le notaba su pollon de una manera exagerada. Cuando estaba con el no podía impedir que mis ojos fueran hacia ese bultaco.
- Ayer vi a Alberto y me invitó a una fiesta que va a hacer el viernes con sus amigos, que se va a Inglaterra - le comenté para.ver que me decía.
- Te has tirado a Alberto niño - me dijo muy serio y con una mirada que me atravesó por dentro.
- Pensaba que te daba igual la vida sexual de los demás - le contesté de mala manera.
- El viernes te iba a decir si te querías venir conmigo a una acampada nocturna en una calita de por aquí cerca. Pesca, barbacoa y cervezas hasta reventar. - diciendomelo bajando un poco el tono. - Aunque comprendería que quieras estar con gente más de tu edad. -
- Pues me dijo Alberto que tú también estabas invitado y que ibas a ir -
- Eso lo dirá el. Yo ya tuve bastante con una que hizo y no pienso ir a ninguna más. No me gusto para nada el ambiente que hubo allí, no es lo mío, y ya no te puedo decir nada más. Cada uno se divierte como quiere. Ya sabes que yo no voy a ir. Tú haz lo que quieras - sentenció Juan.
- No te enfades Juan. Yo solo te digo lo que me dijo Alberto - acercándome un poco a él.
- Tu ya eres mayorcito, pero tienes que ser listo. Lleva cuidado con Alberto, solo te digo eso - terminando la conversación en ese momento.
Me puso a pensar la última frase de Juan, que llevará cuidado con Alberto, y sobre todo me lo dice cuando se acuesta con él.
No sé cómo serían las fiestas de Alberto pero sentía curiosidad, pero también me gustaba la idea de una acampada nocturna con Juan, sobre todo después de lo que bien que lo pasamos el fin de semana anterior.
Lo que si era cierto es que era mi primer verano trabajando, y no me podía imaginar lo que me estaba ocurriendo. Creo que para tener dieciocho años estaba follando sin parar, tenía que aprovechar cualquier situacion que surgiera, y cualquier joven haría lo mismo que estaba haciendo yo. Era un sueño lo que estaba viviendo, pero en ese sueño había todavía algo que no se había hecho realidad y era ser penetrado por Juan. La elección del viernes ya estaba hecha.

Continuará...
Me encanta
 
Ver a Juan y a Paco haciendo la cena en gayumbos era un espectáculo digno de ver. Con esos cuerpazos moviéndose de un lado para el otro, y sobre todo observar esos paquetones y esos culos perfectos me hizo sentir que estaba en el paraíso. No sé conocían hasta esa tarde, pero la complicidad de ambos ya era manifiesta por las risas y el buen rollo que tenían.
Durante la cena lo pasamos realmente bien. Estabamos felices, y vi en Paco que lo que había pasado unas horas antes le había cambiado por completo. Ha descubierto otra manera distinta de llevar su cuerpo al límite del placer y para él no había marcha atrás, y creo que esa noche fue consciente de ello. Además se sentía seguro con nosotros dos. Confiaba plenamente en que lo sucedido iba a quedar totalmente en secreto y que nadie iba a saber nunca que folló con dos tíos de manera salvaje aquella tarde. Su reputación en el pueblo era de un perforador de coños y mujeriego empedernido, y él sabía que eso no iba a cambiar, ni quería que cambiará, ya que se mostraba orgulloso de ello, pero en ese momento supo que su cuerpo podía dar y recibir otro tipo de placer distinto que lo ponía muy burraco y que encima le encantaba.
- Paco, el viernes nos vamos el niño y yo de acampada a una cala increíble. ¿Te quieres venir? - le dijo Juan mirándome a mi.
- Tendría que hablarlo con mi tío, porque no sé si trabajaría ese sábado por la mañana Juan, pero yo encantado. - dijo Paco.
Juan me volvió a mirar esperando mi reacción ya que la idea era irnos los dos solos.
- Paco, como nos vemos durante esta semana me lo confirmas y ya se lo digo a Juan.- dije yo totalmente desprevenido.
No me disgustó la idea de que se viniera Paco, además vi que a Juan le caía bien. Pensaba que esa noche estaríamos los dos solos y que terminaríamos follando hasta la mañana siguiente, pero al sumarse Paco me gustó la idea de volver a repetir lo que había pasado en la piscina.
Al terminar la cena me puse a recoger la mesa y a fregar los platos. Paco se fue al salón y Juan recogía lo que había dejado por la encimera de la cocina.
Mientras fregaba los platos Juan se puso detrás de mí, pego su cuerpo desnudo al mío, solo llevábamos los gayumbos, y empezó a frotar su paquete contra mi culo, notando como su polla se endurecia.
- Lo de esta tarde me ha puesto muy cerdo, y sigo cachondo cabrón.- me dijo mientras sus manos recorrían todo mi torso. -No te importa que haya invitado a Paco ¿no? La acampada lleva sorpresa, y he pensado también dársela a tu amigo por lo bien que se ha portado esta tarde con nosotros - siguió hablando mientras su mano acariciaba mi paquete y movía más su cuerpo frotando cada vez más fuerte su paquete en mi culo.
- Ufff Juan. Joder, contigo es un no parar. Ummm, no me importa en absoluto, pero ¿tú crees que Paco va a seguir este rollo nuestro?, ha sido su primera vez, y el es muy macho, a lo mejor no lo vuelve a repetir agggghhh - le contesté mientras Juan metía su mano en mi paquete sacando mi polla meneandola.
- Yo creo que lo va a volver a repetir, a lo mejor con desconocidos no, pero nosotros le damos mucha confianza. - dijo Juan mientras me bajaba los gayumbos hasta el suelo bajando también los suyos y presionando su polla endurecida mi raja del culo.
Yo en ese momento tuve que dejar de fregar los platos al tener que cogerme fuerte al borde de la encimera por la excitación y por inclinar inconscientemente mi cuerpo y preparar mi culo para el pollón de Juan.
- Juan, joder, lo tuyo es fuerte, ufff. Paco y yo tenemos que marcharnos que mañana hay que levantarse temprano. Agggghhh, no tienes remedio Juan, que Paco está ahí, aggghh. - le dije entre pequeños gemidos y con el sonido del agua del grifo mojando el fregadero.
Estaba gimiendo porque el cabrón de Juan ya me estaba metiendo su misil por mi culo y bombeando fuerte.
- Espera niño, aggghhh que no he tenido postre y yo siempre tengo que terminar mi cena tomándome uno agghhh. Uno rápido joder - me dijo el cabrón dándome cada vez más fuerte y riéndose.
Yo ya gemía cada vez más fuerte. Levante mi pierna, que la apoye en la encimera, para que Juan tuviera mejor visión de cómo me penetraba y de mis cojones y polla colgando.
Yo con los ojos entreabiertos notando como Juan me volvía a clavar su mástil rompiéndome mi culo a embestidas y él en pleno éxtasis de placer se nos pasó mirar para la puerta de la cocina donde estaba Paco.
- Juan eres muy bestia - dijo Paco.
Sin parar de follar giramos Juan y yo la cabeza y vimos como Paco, totalmente desnudo, se estaba pajeando su enorme cipote viendo la escena. El cabrón la tenía ya toda en su máximo esplendor.
Se dirigió hacia nosotros y se sentó en la encimera. Yo me desplace hacia el, con la polla de Juan dándome embestidas e incline mi cabeza hacia su tótem que empecé a chupar con fuerza.
Juan se puso más cachondo, notandolo por las fuertes embestidas que me estaba dando acompañadas con pequeños azotes en mis nalgas. Paco cogía mi cabeza con fuerza, presionandola hasta su enorme cipote haciendo que llegara hasta el fondo de mi garganta.
Paco y Juan gemian de placer mientras que yo disfrutaba al máximo al ser follado por ambos machos de manera bestial.
Juan me estaba follando realmente bastante fuerte. Su pollon golpeaba lo más profundo de mi ser de forma contundente y rápida, siendo sus gritos de placer cada vez más intensos.
- Estoy muy burraco, agggghhh, niño, agggghhh que culo tienes hijo de puta agggghh me voy, me voyyyyy - dijo dando alaridos y preñandome otra vez de manera intensa mi culo. Su polla la dejo toda dentro, haciendo pequeños movimientos, para que no se saliera su lefa.
- Paco, ven aquí, que te he dejado el culo preparado - le dijo Juan
Paco se bajó de la encimera. Juan me cogió y me acostó en la mesa de la cocina boca arriba. Yo levante mis piernas y vi como Juan con su pollon goteando todavía lefa se impregnó su mano y la extendió por el misil de Paco. Se la metió en la boca y se la chupo tragándose su propia lefa. Le dio tres o cuatro sacudidas con su boca, se la saco y la cogió con la mano acercándola a mi culo. La escupió varias veces, la puso en el agujero y con la ayuda de su mano me la fue metiendo.
Paco me taladro con su pollon hasta el fondo. Mi culo estaba totalmente lubricado por el semen de Juan y con las primeras embestidas se escuchaba ese sonido que tanto me pone de la lucha por estar en mi culo la lefa de Juan o el pollón de Paco, al no tener cabida los dos elementos en el mismo hueco.
Paco me embestia con fuerza, dando yo alaridos y con una cara intensa de placer.
Juan acercó su polla todavía dura y tiesa a mi boca que cogí con fuerza y empecé a succionarla, tragando todavía restos de lefa que le salían de su corrida.
Estábamos follando como locos cuando de repente se escucha llegar un coche y el sonido de un claxon aparcando en la puerta.
Juan sacó su polla de mi boca y se fue directamente a la ventana del salón que daba a la calle. Paco sacó su pollon de mi culo y yo continúe acostado en la mesa con las piernas bien abiertas.
- Joder, me cago en la puta, es Sofía - dijo gritando para que lo oyesemos. - ¿Qué coño querrá esta tía ? - pregunto mientras venía a la cocina en busca de sus gayumbos.
- ¿A qué crees que viene Juan?. Pareces gilipollas - le dije yo entre risas. -.No puede verme así tío, que estoy chorreando por el culo, invéntate algo - le comenté saliendo corriendo y cogiendo mi ropa hacia el cuarto de baño
Paco se puso nervioso, no encontraba ni sus gayumbos, ni su ropa de deporte.
Sofía llamo a la puerta, y Juan le abrió llevando solo los gayumbos.
- Hola Sofía -.le dijo Juan.
- Espero que estés solo, necesito verte - le dijo Sofía
- Pues en este momento... -. No le dio tiempo a contestar a Juan. Sofía entró de forma rápida en casa
- Veo que no hay nadie - le dijo Sofía.
- Hola Sofía, ¿que tal? - le dijo Paco saliendo solo con los pantalones de deporte mostrando un paqueton al estar todavía con la polla medio dura.
Sofía conocía a Paco por mi, pero casi nunca había hablado con él. Ella sabía de su fama, pero nunca se sintió atraida al ser más pequeño. Sofía le atraían tíos de su edad o un poco mayores. Al verlo en casa de Juan se extrañó.
- Paco ha venido a por el niño. Nos hemos liado a hablar y acabamos de terminar de cenar. - le dijo Juan.
- ¿Y donde está el hermano de Marga? - le pregunto Sofía.
- Nos hemos quedado sin birras y ha ido al pueblo a comprar - dijo Juan.
Yo estaba viendo y escuchando todo a través de la puerta del baño esperando a que Sofía al ver el plan se fuera por donde había venido.
- Si no tienes birras podías darme algo para beber, estoy axfisiada de calor - le dijo a Juan.
Paco se dirigió hacia el salón. Viéndole de perfil se le notaba un enorme bulto entre las piernas que Sofía no dudó en contemplar. Además parece ser que le puso caliente ver a dos machos son camiseta y totalmente buenorros allí.
Paco se sentó en la mesa del salón cerca de Sofía. Juan se acercó a dejarle un vaso de refresco en la mesa que Sofía se bebió de un trago.
Juan era un cabrón y sabía que Sofía estaba allí porque quería su polla en su coño. Se puso de pie a su lado poniéndole su bultaco a la misma altura de su cara. Sofía miraba tanto su bultaco como a él.
- ¿Va a tardar mucho? pregunto a Juan.
- Te has tenido que cruzar con él. Además va a tardar porque tenía que ir también a su casa que quería ducharse y cambiarse de la ropa del trabajo - le dijo Juan con una inteligencia que me impresionó y a la misma vez me cabreó al estar allí encerrado sin poder salir.
Descubrí las intenciones de Juan: follarse a Sofía compartiéndola con Paco. El cabrón no le importaba que yo estuviese esperando a que se fuera Sofía para poder ser libre. Mientras, con impotencia veía la escena, notaba como mis gayumbos se estaban mojando con la lefa de Juan que salía a veces a borbotones de mi culo.
- Sofía conoces a Paco ¿no? -Juan se puso detrás de ella de pie mientras ella estaba sentada. Desde ahí Juan veía un buen escotazo que le hacían sus tetas en el vestido corto que llevaba.
Juan se puso a masajear su cuello llevando sus manos hasta sus senos, metiendolas por debajo del vestido.
- Umm, que haces Juan. Tenemos a este niño delante. Deja tus manos quietas - le dijo Sofía.
Paco miraba a Sofía y como está se estaba poniendo caliente con las caricias de Juan.
Juan miraba a Paco, y éste miraba a Sofía, sobre todo a sus tetas. Paco supo en ese momento las intenciones de Juan y quería participar en su juego.
Juan le quitó los tirantes a Sofía dejando sus pechos totalmente descubiertos. Juan los acariciaba y apretaba un poco sus pezones.
- Paco ¿te quieres follar a esta preciosidad? - le pregunto Juan.
A Paco la pregunta le pilló por sorpresa.
- Hombre, y quien no quiere follar con una chica que está tan buena.- le contesto Paco.
- Juan, dejate, ummm, de tonterías. Es un niño joder umm - le dijo Sofía ya excitada.
- Sera un niño, pero con dieciocho años no sabes lo que tiene entre las piernas - le dijo Juan bajando cada vez sus manos llegando a dejarle el vestido por sus caderas y acercar su mano al chocho.
- Joder Sofía, no llevas bragas - se dio cuenta cuando su mano, sin ningún obstáculo, llegó hasta su sexo.
Mientras con una mano acariciaba sus tetas, con la otra no paraba de meter sus dedos en su rajita y apretar su clitoris.
Sofía, sentada, comenzó a gemir y a retorcerse de placer.
- Paco, levántate y muéstrale tu gran tesoro - le dijo Juan.
Paco, ya excitado y con la polla durísima se levantó de la mesa. El paquete era descomunal. Cuando se bajó los pantalones escapó de ellos un arma de destrucción masiva que hizo que Sofía dijera:
- Dios mío, que es eso. - totalmente sorprendida, a la misma vez que excitada.
- Acércate Paco - le dijo Juan. Paco se acercó a donde estaban ellos con su estaca totalmente dura y gorda.
- Cogela Sofía, tócala y verás lo que es tener una verdadera polla entre tus manos - le dijo Juan mientras está gemia por el trabajo de las manos de Juan en sus tetas y coño.
Sofía la cogió y su cara lo decía todo. Era puro vicio y deseo. Con sus dos manos empezó a pajear a Paco.
- Pruébala, chupasela y follatela con esa boquita que tienes, que se que lo estás deseando - le dijo Juan a Sofía.
La situación era extremadamente morbosa y excitante. Yo desde el cuarto de baño estaba ardiendo de ver lo guarra que era Sofía y como entro al trapo en el juego que Juan.
Paco se puso a su lado de pie y Sofía empezó a lamerle el capullo, sacando su lengua y recorriendo su enorme pollón como si fuera una experta en felaciones. Mientras Juan seguía sobandola por todos lados, haciendo especial hincapié en su chochito que como pudo comprobar Juan empezó a chorrear al chupar el pollón de Paco.
Paco estaba disfrutando mucho del morbazo de la situación. Además le encantaban las mujeres y por supuesto quería estar dentro del coño de Sofía.
Juan se puso al otro lado de Sofía y se bajó los pantalones que estaban a punto de estallar. Sofía sentada le cogió su enorme pollón y empezó a pajearlo con una mano, mientras con la otra sostenía el misil de Paco llevándoselo a la boca.
Sofía empezó a comerse las dos pollones con fiereza. Juan y Paco se acercaron más y pusieron las puntas de sus capullos pegadas para que Sofía jugara con ellas, tragando una y otra de manera bestial.
Juan y Paco se miraban con cara de satisfacción y morbo, gimiendo del placer que les estaba dando la chica que habia cortado nuestro rollo unos momentos antes. Los cabrones a veces miraban para el cuarto de baño sabiendo que los estaba observando, y sabiendo que me estaban puteando bastante al no poder salir, y sobre todo no poder participar en ese trio.
Sentaron a Sofía en la mesa, que se acostó boca arriba abriendo bien las piernas. Juan y Paco empezaron juntos a lamer el coño de Sofía. Hundían los dos sus cabezas, donde sus bocas luchaban por comer el chocho mojado de Sofía. Ésta se retorcía de placer y a veces levantaba la cabeza viendo como dos machos musculosos y buenorros le estaban comiendo con fuerza su coño con sus bocas.
Mientras se lo comían, Sofía no sabía que Juan le estaba pajeando la polla a Paco y éste hacia lo propio a Juan.
Los gritos de Sofía cada vez se escuchaban más. Ésta se levantó de la mesa y cogiendo con sus manos las pollas de Paco y Juan se los llevó a la cama.
En ese momento salí del cuarto de baño, totalmente desnudo y con mi polla empalmada, y me puse a contemplar la escena con cuidado de que Sofía me viera. Paco y Juan sabían que ese espectáculo no me lo podía perder y ayudaron para que Sofía no supiera que había allí un voyeur.
Sofía parecía que quería dirigir la orquesta. Ordenó a Paco que se acostara en la cama boca arriba. Juan saco varios condones que puso encima de la mesilla. Paco cogió uno y se lo puso, quedando este a menos de la mitad de todo su pollon. Ella se puso encima de cuchillas y cogiendo la estaca de Paco la llevo hasta su coño humedecido. Tuvo que hacer varios intentos presionado el capullo de Paco en su agujero, entrando poco a poco haciendo que Sofía gritara como una cerda. El pollonaco de Paco fue absorbido por el chocho de Sofía, haciéndolo desaparecer cuando se sentó sobre él. Juan se puso de pie en la cama, flexionado las piernas y poniendo su pollon a la altura de la boca de Sofía que empezó a chupar conforme iba cabalgando a Paco.
Paco tenía la visión del culo y los cojones colgando de Juan, mientras Sofía lo cabalgaba con mayor intensidad.
Sofía, con la polla dentro de su boca, daba autenticos alaridos cada vez que la estaca de Paco la penetraba hasta el fondo.
Así estuvieron un rato, entre gemidos los tres hasta que Sofía les gritó fuera de si:
- Quiero esos dos pollones dentro, los quiero ya - .
Sofía, que parecía que ya lo había hecho anteriormente, les dijo a Juan y a Paco cómo quería que se pusieran. En la cama Paco y Juan se sentaron uno frente al otro uniendo sus cuerpos y juntando sus pollas y cojones, para después acostarse en la cama. Sofía se puso de rodillas frente a las dos pollas y le quitó el condón a Paco. Ésta las cogió con sus manos uniéndolas abriendo su boca al máximo intentando tragarse las dos como si fuera una.
Juan y Paco tenían caras de puro placer. Sofía tenía dos caramelos que lamia y chupaba sin parar. Además la sensación de tener las pollas juntas, siendo chupadas y pajeadas a la misma vez por Sofía hacia que Juan y Paco gimieran bastante fuerte y que los pusiera cada vez más cachondos.
Sofía cogió dos condones y con esfuerzo los puso en los dos pollones
- Tienes que comprar condones más grandes Juan que estos no os caben - dijo con una sonrisa maliciosa.
Me imaginaba lo que iba a hacer Sofía, pero una cosa es imaginarlo y otra cosa es verlo en directo. Yo creo que ellos tampoco podían creerlo.
- Poned estás preciosidades bien rectas hacia arriba juntas - les dijo ella, poniéndose sobre ellas en cuclillas. La polla de Paco era un poco más larga y gorda que la de Juan. Se fue agachando metiendo el glande de Paco, seguido del glande de Juan. Se quedó ahí parada, con cara de concentración a la misma vez que de dolor.
Con gritos desgarradores se fue agachando poco a poco metiéndose los dos misiles.
No me podía creer lo flexible y lo que se podía abrir un coño. Además, no se estaba metiendo dos pollas normales, se estaba clavando dos estacas.
Cuando ves a la amiga de tu hermana, sabes que folla como todas, pero no me podía imaginar lo que puede puede llegar a hacer en la cama cuando tiene a dos machos dotados a su merced. Se la veía tan normal y en la intimidad es capaz de desgarrarse el coño por querer meterse dos misiles.
Juan y Paco levantaron la cabeza para ver el espectáculo. Se miraban y no se lo creían, pero el gusto que les estaba dando se les notaba en su cara, además de poder tachar en su listado que una tia ha logrado meter su polla junto con la de otro a la misma vez en un coño.
Seguían los alaridos de Sofía, pero ésta ya se movía para arriba y para abajo follando a ambos machos al mismo tiempo. Es increíble lo que puede dar de si un buen coño.
Unos minutos después Sofía ya no podía aguantar más, salía de su coño un torrente de fluidos vaginales que anunciaba el tremendo orgasmo que iba a tener.
Paco y Juan estaban también a punto, pero no querían perderse los espasmos brutales que estaba dando Sofía cuando está se estaba corriendo. Parecía que se iba a morir. Los gritos creo que se escucharon hasta en el pueblo.
Saco las dos pollas y gritandoles les dijo:
- Correos los dos, Juan metemela por el coño y tu Paci por el culo. ¡Correos yaaaa!. - les ordeno como un superior a un soldado raso en el ejército.
Juan se quedó como estaba y Sofía se puso encima de él totalmente acostada entrando en su coño ya muy abierto su polla.
Empezó Juan a darle fuerte mientras ella levantó su culo para que Paco, poniéndose detrás de ella, le pusiera su estaca en el ojete. La fue metiendo con suavidad, encontrando un poco de resistencia al estar en su coño otro pollón.
Empezaron, ahora, a destrozarle coño y culo a la vez, volviendo a pegar alaridos fuertes.
- Joder, hijos de puta, me estáis destrozando, me estáis destrozando, más, más fuerte, como noto los dos pollones que me llegan hasta el estómago agghhhh - gritaba Sofía.
Paco y Juan no podían aguantar más, lo que había pasado hace unos minutos y como la estaban taladrando por sus dos agujeros hizo que Juan primero, y después Paco se corrieran dando gritos de placer extremo.
- No las saquéis, nooooo, nooooo que me vuelvo a correrrrrr - gritó Sofía retorciéndose y dando golpes con sus puños en la cama totalmente ida por el increíble segundo orgasmo que estaba teniendo.
Se acostó en el torso de Juan totalmente exhausta, respirando de manera acelerada y fuerte.
- Tíos, ha sido el mejor polvo de mi vida. - dijo entre jadeos que aún continuaban.
Paco sacó su pollon del culo de Sofía y se acostó en la cama también exhausto.
- Sofía, el niño estará a punto de venir, deberías vestirte. - le dijo Juan.
En ese momento yo estaba todavía en shock por lo que había contemplado y no era consciente de que Sofía me podía ver.
Se levantó y al verla venir me puse nervioso y salí disparado para el cuarto de baño.
- Voy un momento al cuarto de baño Juan - le gritó mientras salía de la habitación.
Parece que Juan y Paco se olvidaron de mi porque no la paro para decirle que no podía, o creyeron que a lo mejor yo me había escondido en la cocina.
Me metí en la bañera y eche la cortina poniéndome bastante nervioso por si Sofía me encontraba.
Sofía fue directamente al váter y se sentó. Empezó a hablar en voz alta sin saber que yo la estaba escuchando:
- Joder, no me puedo ni sentar. ¿Que he hecho dios mío? Ahora se van a pensar estos dos que soy una cerda y una guarra. Mierda. Pero lo que he sentido hoy no lo que sentido nunca. Es que están demasiado buenos, y cuando he visto la polla del chiquillo, joder, que polla, que polla. Que gusto da cuando te llenan tu coño bien, y se ajusta una buena polla dentro. Bueno en este caso dos, jeje. Cómo me he podido meter esos dos trabucos,.pero es que me han puesto muy cachonda, demasiado. Es que están muy buenos. Umm, por fin sale la orina, umm que gusto. Madre mía cómo el chiquillo le cuente esto al hermano de Marga, joder que vergüenza. Aunque al hermano de Marga también me lo follaria, me hubiese follado a los tres en ese mismo momento -
Cuando dijo Sofía eso sobre mi, la erección que ya había perdido por los nervios de que me viera, volvió poniéndome la polla totalmente tiesa.
Sofía prosiguió: - Estos chiquillos de ahora es que están muy buenos los cabrones. Y el Paco, uff, este vaya pollón dios mío. Igual que el pollon del hermano de Marga que vi una vez estando en su casa haciéndose una paja. Los dedos que me pude meter pensando en como se la meneaba, jeje. -
Yo estaba atónito por lo que estaba diciendo en voz alta. Sofía paro de orinar.
- Ufff no me puedo tocar el coño joder, no me puedo secar la orina. Espero que estos guarden el secreto, eso espero, pero es que ver a estos dos dioses que saben cómo follar a una mujer no los podía dejar escapar. Joder, ahora veremos a ver si me puedo sentar en un par de días, joder -.
Sofía salió y yo me quedé allí, como un gilipollas pensando que ponía caliente a la mejor amiga de mi hermana.
Escuché que se estaban despidiendo de ella. Cuando oí cerrar la puerta salí. Lo que veo es a los dos en gayumbos dándose un abrazo fuerte, chocando las manos y descojonandose como.celebrando que habían ganado un torneo.
- Que hijos de la grandísima puta estáis hechos los dos, cabrones de mierda - les grite saliendo el cuarto de baño totalmente desnudo y empalmado.
Me miraron y volvieron a descojonarse yendo hacia mi los dos intentando darme un abrazo.
Yo me negué pero ellos me rodearon
- Cabrones, que sois unos cabrones - les dije yo entre risas. - Y que suerte tenéis hijos de puta -.
- Lo has visto todo ¿verdad?. Se ha corrido dos veces y se ha metido nuestras dos pollas en su coño. Esto que me está pasando no me lo creo. - dijo Paco mientras que con su cara parecia que me estaba dando las gracias.
- Queda pendiente Paco que el niño disfrute lo mismo que hemos disfrutado nosotros - dijo Juan riéndose.
- Cabrones suertudos - les dije yo con una envidia sana.

Continuará...
 
El martes quedamos Paco y yo en el gimnasio después de trabajar. El cabrón sabe lo que tiene debajo de las piernas y siempre llevaba una camiseta de tirantes que le marcaba todo y un pantalón corto bastante ajustado que le hacía un culazo impresionante y en su parte delantera un abultadísimo paquete.
Sabia que era centro de las miradas de las chicas, pero también los chicos se le quedaban mirando bastante. Cierto es que cuando nos poniamos los dos a entrenar éramos blanco de muchas miradas.
Fue ese día cuando me di cuenta de que todo había cambiado. He visto a Paco muchas veces desnudo, pero desde que ese cuerpo ha sido mío y su misil ha estado dentro de mi boca y culo, ya no veía a Paco como antes. Me excitaba muchísimo y sentía un deseo de querer follarmelo en cualquier momento.
Un ejemplo era cuando estuvimos haciendo press de banca. Paco se puso detrás del banco para ayudarme con la barra. Antes todo era normal, pero ahora no me podía concentrar ya que al mirar hacia arriba veía las piernas musculadas de Paco, pero sobre todo su bultaco impresionante. Eso hizo que mi polla comenzara a despertar poniendome en un gran aprieto. También me ponía cachondo verlo totalmente acostado haciendo ese mismo ejercicio al parecer su paquete el mismo monte Everest, o cuando hacía dominadas, sentadillas... Era puro morbo y deseo incontrolable.
En los vestuarios Paco era un auténtico espectáculo verlo desnudo. Todos los tíos se le quedaban mirando su manubrio, unos de forma descarada y otros de manera más cuidadosa. Lo que si era cierto es que en ese momento el pollón más grande era el de Paco, aunque algunos tampoco se podían quejar.
Las duchas de ese gimnasio eran individuales, pero abiertas. Al pasar por las duchas podías ver a auténticos machos enjabonar sus cuerpos, incluidos sus culos y pollas. A más de uno lo hemos visto Paco y yo enjabonarse la polla más tiempo de lo debido. Al salir discutíamos los dos si eso se consideraba paja o no descojonándonos.
Al terminar el gimnasio Paco me llevo a casa. Desde el día que nos follamos al matrimonio inglés nuestra amistad y complicidad fue a más. Le dije que entrara, que nos tomábamos algo y después nos íbamos a los recreativos para ver si estaban Teo, Luis y Pablo.
Cuando llegamos a la cocina nos encontramos con una sorpresa, Sofía estaba con mi hermana Marga.
Cuando la vimos nos miramos y sonreímos. Sofía todavía no nos había visto al estar de espaldas a la puerta.
- Hola chicas - dije yo.
- Hola - dijo Paco.
Al saludar Paco Sofía reconoció su voz dándose la vuelta rápidamente mirándolo de manera sorpresiva a la misma vez que sonriente.
- Hola Paco. ¿que tal estás? - dijo mi hermana.
- Conoces a Sofía ¿no? -
Yo en ese momento pensé: "la conoce demasiado bien".
Sofía se levantó la cabrona diciendo: - Si de vista, lo veo con tu hermano. Pero no nos hemos presentado formalmente - yendo hacia Paco a darle un par de besos.
Paco y yo nos mirabamos intentando no partirnos de risa en ese momento.
El cabrón de Paco, cuando Sofía se acercó para darle dos besos, la agarró por la cintura y le estampó en su cara dos besos, pegando su cuerpo al de ella, para que notará bien la polla que yo creo que se puso un poco empalmada cuando la vio en la cocina.
Sofía sonreía de manera ingenua y de forma nada espontánea. Se puso de espaldas a Paco frotando su culo en el paquete ya cada vez abultado de mi amigo diciéndole a mi hermana: - Madre mía, estos niños de ahora, como se cuidan y que guapos son - volviendo a reír de manera totalmente nerviosa.
- Tienen dieciocho años, son ya hombres y claro que Paco y mi hermano son guapísimos y tienen un cuerpazo - le dijo mi hermana de manera inocente sin saber qué su amiga era una máquina sexual y que se había follado a Paco y a Juan a la misma vez.
- ¿Habéis cenado?. Y por cierto ¿donde están papá y mamá? - le pregunté a mi hermana.
- Se han ido al cine de verano. Y nosotras si hemos tomado algo. Ha hecho mamá varias tortillas de patatas. - dijo mi hermana.
- Os importa que nos sentemos Paco y yo aqui. No sé si estabais charlando de vuestras cosas y hemos interrumpido. Si queréis nos vamos al patio nosotros - les dije a las dos.
- No, no, quedaros aquí - dijo Sofía rápidamente. - Paco siéntate aquí a mi lado.- señalando la silla a Paco.
- ¿La quieres caliente o fria? - le pregunté a Paco con intención de jugar un poco.
El cabrón, que las captaba todas, me respondió: - Muy caliente - mirándome y sonriéndome con complicidad volviendo después su mirada hacia Sofía.
- Marga, ¿no quedaban en el frigorífico esas salchichas que compró mamá, esas de marca extranjera, que eran bastante largas y gordas?- le pregunté intentando no descojonarme.
- Es lo que nos hemos comido Sofía y yo con la tortilla- dijo mi hermana.
Esa respuesta provocó en mi unas risas que intente que no las escucharan y en Paco un amago de echar por la boca el sorbo que se estaba tomando de cerveza. Se levantó y se puso a mi lado como queriendo ayudar y me dijo al oído: - que grandísimo hijo de puta eres cabrón - riendonos los dos ahora sí de manera explosiva. La realidad es que en ese momento teníamos dieciocho años y eramos muy cabrones.
- ¿Que os pasa? Vaya dos gilipollas - dijo mi hermana pensando todavía en que al fin y al cabo éramos unos críos.
Nos sentamos en la mesa, Paco al lado de Sofía y enfrente mi hermana y yo.
Mientras cenabamos estuvimos charlando los cuatro hasta que vi a Paco querer decime algo con la mirada, señalando con sus ojos a Sofia.
- Está dura, bastante dura - dijo Paco mirándome y señalando con sus ojos hacia abajo.
Yo, en ese momento vi que el brazo de Sofía estaba mas inclinado de lo habitual por debajo de la mesa. Ahí supe lo que estaba pasando.
- ¿Que está dura Paco? - pregunto mi hermana.
- La tortilla Marga, se ve que las patatas esta vez estaban duras - le contesté yo.
Paco y yo nos comunicábamos disimuladamente con gestos. Sin que ellas se dieran cuenta me hizo con su mano el movimiento de una paja. Yo al verlo me descojoné. Sofía estaba tocando y pajeando por debajo de la mesa el cipote a mi amigo mientras estaba hablando normalmente con nosotros.
- Puedes traer dos cervezas del frigo Paco - le dijo mi hermana.
Paco me miró con cara de circunstancia. Me hizo disimuladamente la señal de levantar el brazo con el puño cerrado. Entendí inmediatamente que no podía ponerse de pie porque estaba totalmente empalmado.
- Voy yo Marga - dije levantándome y observando como la polla de Paco la tenía fuera del pantalón totalmente dura. Sofía, al ver que yo me levantaba dejo de menear la polla de Paco llevando su mano a la mesa.
Estaba yo sentándome cuando sonó el timbre de casa.
- Hola de nuevo niño. ¿Esta tu hermana? -. Era Juan que estaba guapísimo, con una camisa de manga corta que parecía que le iba a estallar por sus músculos y unos pantalones cortos vaqueros. Parecía que no llevaba ropa interior porque se le marcaba toda la polla por el muslo.
- Si, y unos cuantos más. Pasa - le dije riéndome por lo que se iba a encontrar.
Mientras iba para la cocina pensé que tanto mi hermana cómo Sofía no se habían contado que se están follando a Juan, aunque ellas seguro que lo sospechaban. En este caso Juan es totalmente libre de follarse a quien le diera la gana, pero pensé que a mí hermana le estaba gustando, y Sofía no le decía nada para no fastidiar su amistad.
- Hola - dijo Juan sorprendido de ver a Paco y a Sofía.
- Hola Juan - dijeron todos.
Tanto a mi hermana como a Sofía se le abrieron los ojos cuando lo vieron.
- Paco, ¿qué haces por aquí? - acercándose y dándole una buena palmada en la espalda y saludándolo con la mano.
- Pues está bastante contento aquí, ¿no ves? -dije yo, guiando con mi mirada a Juan para que viera su entrepierna.
Juan, que como Paco, no hacía falta decir palabras para entendernos se dio cuenta de que Paco tenía su pollon fuera del pantalón.
Juan, que era un cabronazo de mucho cuidado puso su mano sobre el muslo y la polla de Paco y empezó a darle pequeños golpes riendo mientras le decía cerca del oído: - me tienes que confirmar lo del viernes -.
Paco se descojonaba por lo que Juan le estaba haciendo.
- Puedo hablar contigo Marga - le dijo Juan a mí hermana.
- Si, vamos a mi habitación - le contestó ella.
Se fueron y se escuchó la puerta como la cerraban. Pensé que Juan vino a follar con mi hermana. Al no estar mis padres se ahorraron un viaje a la casa de Juan, porque por lo que parece no aguantan ni un minuto juntos sin estar follando, y les daba igual que nosotros estuviésemos allí.
- Voy a fregar los platos tío - me dijo Paco que ya se pudo levantar al bajarle la erección.
- De acuerdo tío - le dije yo.
Sofía en ese momento salió al patio a fumarse un cigarrillo.
- ¿Quieres follar con Sofía?. Si la caliento mucho no le va a importar que el hermano de su mejor amiga y yo la follemos juntos. - me dijo Paco mientras abría el grifo. - Me sorprende que después de lo de anoche todavía quiera más. Has visto como me pajeaba por debajo de la mesa, me ha puesto malo tío. - me dijo excitado.
Cuando iba a contestar a Paco vemos cómo llegaban a la cocina Juan y mi hermana.
- Voy a salir con Juan a tomar algo. - nos dijo mi hermana.
A Juan se le notaba la polla más grande y dura a través de los pantalones. Llevaba un buen calenton. Me fijé y mi hermana no llevaba bragas. Supuse que había demasiada gente en la casa y que no podían follar tranquilos. Pensé que a la salida del pueblo estos no aguantaban y seguro que echaban un polvazo en el coche.
- Sofía, me voy tía, tenemos prisa. Mañana hablamos - le dijo mi hermana saliendo con Juan como si no hubiera un mañana.
- ¿Se está follando también a tu hermana el cabrón? - me preguntó Paco mientras fregaba los platos.
- La está destrozando - le dije.
- Joder Juan es mi ídolo. También hay que decir que tu hermana tiene un polvazo increíble - me dijo riéndose.
Paco siguió con lo que quería hacer esa noche. - ¿Nos follamos a Sofía? Tú vete al cuarto de baño y déjanos solos. En tu cuarto podemos ir ¿no? ¿los condones donde los tienes?
- Sabes dónde los tengo cabrón, que muchas veces has cogido porque se te ha olvidado comprar. - le dije riéndome.
- Tío, haces como te vas al baño, ves como la caliento, me la llevo a tu habitación, antes escóndete y en diez minutos entras. Ya verás que bien lo pasamos. - me dijo Paco terminando de fregar.
Me fui al pasillo para ver cómo Paco se trabajaba a Sofía. Ésta entro del patio y le preguntó por mi: - ¿Dónde está el hermano de Marga?.-
- Ha ido al baño y parece que va a tardar en salir. Me ha dicho que le ha dado un apretón jeje - le dijo Paco viendo como Sofía se ponía a su lado mientras el recogía los utensilios del fregadero.
Sofía le cogió la mano a Paco y se la llevó a su coño, haciendo que varios dedos de Paco se metieran dentro de su extraordinaria vagina.
- Mira como me tienes Paco. Desde ayer estoy obsesionada con tu polla. Soy de las que les gustan las buenas pollas, largas, duras y gordas, auténticos pollones, porque mi coño solo consigue obtener placer con este tipo de pollas, de las que lo llenan de verdad. Quiero que me destroces otra vez. Da tiempo a uno rápido Paco. - le dijo Sofía totalmente ida presionado con fuerza la mano de Paco para meter cuántos más dedos mejor.
Paco la sentó en la encimera levantando el vestido que llevaba. Sofía abrió las piernas y vio ese coño totalmente apetecible para comérselo entero, un coño que presentaba ya una pequeña abertura fruto a lo mejor de los dos pollones que se tragó la noche antes.
- ¿Y tus bragas Sofía? - le dijo Paco mientras se inclinaba para empezar a lamer su chocho
- Las he dejado en el patio, estaban empapadas. Desde ayer no paro de chorrear y cuando te he visto parece que me he meado encima, ummm, que lengua tienes cabrón - dijo Sofía ya excitadísima.
Pablo hundió la cabeza entre las piernas de Sofía. A Paco le encantaba comer coños. Su lengua recorría toda la raja, chupando con intensidad cada parte de ella, haciendo especial hincapié en el clítoris, que a Sofía se le veía perfectamente y hundir su lengua dentro de la vagina. El sonido de la chupada de coño junto con los fluidos que emanaban de él me pusieron a mi cachondísimo.
Sofía empezó a retorcerse de placer.
- Paco, ummm, Pacoooo joder matame a polvos cabrón. La quiero en mi boca, te la quiero devorar. - dijo Sofía saltando de la encimera y bajándole los pantalones a Paco de manera violenta.
- Dios Paco, no eres consciente de lo que tienes. Esto es una polla, ummm, la voy a devorar aggghhh - metiéndosela en su boca y chupándola como si no hubiese un mañana.
Sofía parecía una loca chupando la polla de Paco. Intentaba abrir su boca al máximo, la chupaba, la lamia, era bastante brutal verla. Del esfuerzo incluso se le salían algunas lágrimas de sus ojos. Paco alucinaba con el poder que ejercía su polla en ella.
- Metemela joder, metemela ya ummm quiero tener un orgasmo como el de ayer cabrón. Cuando llegue a mi casa tuve que masturbarme varias veces, quería otra vez follar - dijo Sofía con cara de vicio.
- Vamos a la habitación. Allí hay condones - dijo Paco.
Yo me fui rapidamente al baño mientras que ellos se metieron en mi habitación. Salí y me puse de nuevo en el pasillo. Paco me vio y me dijo con la mano que esperara.
Sofía automáticamente se puso a cuatro patas en la cama, casi en el borde, sin parar de tocarse su coño con su mano de manera intensa.
Paco se puso el condón y con la polla en posición y quieto no le dio tiempo a meterla, fue Sofia con su culo la que la busco y se la metió directa a su coño.
- Aaaggggghhh, como me llena el coño joder - dijo Sofía siendo ella la que metía y sacaba ese misil de su coño.
Sin decírmelo todavía Paco entre desnudo a la habitación. Sofía ni se dio cuenta. Tenía los ojos cerrados y miraba hacia el cabezal de la cama.
Me puse detrás de Paco frotando mi polla en su culo.
- ¿Que haces cabrón? me dijo en tono muy bajo. - Se va a enterar estaaaaa aaaagggghh -. No le dio tiempo a reaccionar. Paco tenía medio pollón mío dentro de su culo.
- Ni se da cuenta Paco de que estoy detrás. La tienes totalmente drogada por tu pollon. Si se da la.vuelta me da tiempo salir de ti y hago como que me pajeo viendo la escena, uffff siii- le susurré al oído.
-Pacooo, Pacoooo jodeeerrrr - gritaba Sofía.
- Siiiii, siiiii - dijo Paco entre gemidos. - Sigue cabrón, sigue - me dijo a mi en un tono más bajo.
Paco ni se movía. Sofía le estaba haciendo el trabajo por delante, y yo por detrás. Paco estaba en éxtasis.
- Pacoooo, me voy a correeerrr - grito Sofía entre jadeos intensos.
- Sofía quieres dos pollas como ayer, quieres dentro de tu coño dos pollones - le gritó.
- Siiiii, siiiiii - gritaba toda ida sin ser consciente de que podía hacerse realidad.
Yo saqué mi polla del culo de Paco. Éste cogió a Sofía y le dio la vuelta sentándola en el borde la cama.
- Hola Sofía - le dije poniéndome al lado de Paco y poniendo nuestras pollas juntas. ¿Quieres también mi polla? - le pregunté..
Sofía me miro totalmente sorprendida.
- Que bueno estás y qué pollón gastas cabronazo. - dijo Sofía pajeándome con su mano.
- Quiero vuestros dos pollones dentro de mi joder siiiiiii - grito Sofía.
Paco se acostó y Sofía se metió su polla sin gran dificultad en su coño comenzando a cabalgar a Paco. Yo me puse el condón. Me puse por detrás y flexionando mis rodillas baje hasta el culo de Sofía. Paco flexionó las piernas y elevó el cuerpo de Sofía. El cabrón tenía una fuerza descomunal. Puse mi polla junto a la suya y mi glande busco el agujero, que en este caso estaba totalmente ocupado por el pollón de Paco. Con mi mano empuje mi polla y empezó a entrar un poco. De la boca de Sofía empezó a salir alaridos fuertes. Ella ayudó con sus dos manos abriéndome su vagina mientras Paco soportaba el peso de Sofía sin ningún problema. Empecé a meterla poco a poco en ese agujero estrechísimo notando la flexibilidad por un lado del coño y la dureza brutal de la verga de Paco. Estaba totalmente cachondo.
Ya estaba metida la mitad de mi polla, tampoco quería que Sofía sufriera, pero me pedía que se la metiera entera.
Empezamos Paco y yo a bombear el coño de Sofía que en esos momentos estaba chorreando. La sensación en mi polla era extraordinaria, me estaba dando muchísimo gusto y a Paco le pasaba lo mismo.
- Siiii, seguid hijos de puta, siiiii me corroooo siiiiii - grito Sofía dando otra vez golpes en este caso en el cabezal de mi cama con sus manos.
Una vez que se corrió Sofía saque mi polla de su coño de y sin decírselo se la metí por su culo.
- Joder con el hermanito, siiii follame el culo y correte, correteeee - me dijo girando la cabeza y sonriendo. Esa expresión me puso a mil incrementado las embestidas en su culo mientras que Paco hacia lo propio en su coño.
- Me corrooooo, me corrooo - grito Paco.
Sofía se fue hacia delante y escapó de nuestras pollas. Nos hizo ponernos de pie y ella se sento en la cama. Junto nuestras pollas y empezó a agitarlas y chuparlas con fiereza.
- Agggghhhh, siiii, joder Sofía nos vamos a correrr - decíamos los dos casi al mismo tiempo.
Estando nuestros glandes en su boca empezamos a corrernos y a echar leche sin parar. Sofía la intentaba tragar pero se derramó por toda su cara y cabello cayendo por sus tetas.
La corrida fue bestial y ver a Sofía cómo nos limpiaba nuestras pollas hizo que estás siguieran durísimas.
- Joder que gusto da follar con vosotros. Y que pollas tan increíbles tenéis. ¿me puedo duchar? - me preguntó.
- Claro Sofía, en el cuarto de baño tienes toallas - le dije yo.
Sofía se fue y se encerró en el cuarto de baño.
Paco y yo nos acostamos desnudos boca arriba en la cama todavía con nuestros mástiles bien rectos.
- Increíble lo de esta tía, es adicta a las pollas y sobre todo la tuya Paco - le dije riéndome.
- La tuya no esta nada mal idiota - me soltó Paco.
De pronto Paco se fue hacia mi sentándose en mi barriga: - Por cierto tienes que terminar lo que empezaste - yendo para abajo con su culo,.cogiéndome la polla y metiéndola .
Lo que hizo Paco me sorprendió gratamente. Empezó a cabalgarme poniendo todo su torso recto y mirando hacia arriba con cara de placer. Yo me encantaba verlo así, y me ponía muy burraco sentir sus cojones en mi pubis y como golpeaba esa preciosidad de polla en mi barriga cada vez que subía y bajaba. Yo con mis manos le acariciaba las piernas, los muslos subiendo por sus caderas y apretaba fuerte sus pectorales y sus pezones, tocando también sus bíceps totalmente duros y fuertes. Con mis manos también le agarraba ese culazo fuerte, que se estaba tratando mi polla hasta el fondo. Gemiamos los dos bastante.
- Dios Paco, como me pones aggghhhh siiii - le dije entre jadeos
- Tú también me pones, no lo sabes tú bien. Agggghhh. En el gimnasio te hubiera follado sin pensarlo tío. Tú pídemelo y lo hacemos cuando quieras , siiii -
Esa última frase me dejó impactado. Yo pretendía que diera el primer paso, no quería presionarle, pero por lo que parece él también me deseaba.
Escuchamos la puerta del cuarto de baño abrirse. Paco dejo de cabalgar y se acostó a mi lado. Yo aproveche antes de que viniese Sofía y le di una buena lamida a su pollon.
- Como se nota que sois unos críos, todavía tenéis vuestros pollones bien empalmados - dijo Sofía mientras venía secándose y desnuda hacia la cama.

Continuará....
 
Mis padres estaban a punto de llegar. Despedimos a Sofía, que al largarse no dudo en decirnos que tenía ganas de repetir lo que sucedió en mi habitación.
Paco y yo salimos al patio a que nos diera el aire. Sacamos un par de cervezas y estuvimos un rato en silencio mirándonos el uno al otro.
Paco lo rompió comenzando una charla intensa:
- Tío, como te pones a metermela estando Sofía. No quiero que nadie sepa que me lío con tíos. - dijo Paco un poco serio.
- Ni se ha dado cuenta. Además te ha gustado el morbazo y te ha puesto más cachondo el saber qué podía pillarnos. Déjate de tonterías. Y no te lías con tíos, con los únicos que has follado es con Juan y conmigo. No veo que te estés follando a todos los tíos con los que te cruzas. Y si pasa eso ¿es algo malo?, pues no. Sí te da morbo un tío que conoces, y no quieres que se entere nadie, pues le dices que buscas discreción absoluta y si te da confianza te lo follas. No hay que darle más vueltas. - le contesté yo.
- Joder tío, que me has hecho. Me chiflan los coños pero ahora algunos tíos que antes ni me fijaba me estan dando ahora un morbo que te cagas, joder - dijo Paco.
- Mira, no dudes en absoluto de tu masculinidad. Se que, si te dejarán, te tirarías a todas las mujeres del mundo. Yo mismo, se me presenta una tía aquí y si ella quiere me la follo. Por la calle me atraen muchísimas y se me levanta si estan buenas. Me he follado a Sofía hace un momento. Pero eso no quita que también desee follar con tíos, y si veo alguno que me da un morbazo impresionante mi deseo es follármelo. La cuestión es ser libre y hacer lo que te apetezca. Para algunos seré un maricon, para otros un depravado, un bisexual... Me importa una polla lo que piensen o digan los demás. Yo soy como soy y disfruto con el sexo sin etiquetas tío - le contesté yo.
Sabía que Paco iba a comenzar a comerse la cabeza, las dudas surgian en él y lo veia muy normal. Era una bomba sexual, el que más follaba del grupo y se sentía orgulloso de ello, pero ha descubierto algo nuevo que lo tenia desconcertado.
- Está mañana mismo en el trabajo. Yo ni me fijaba en mis compañeros. Pues algunos ahora me dan bastante morbo. Casi todos van sin camiseta y algunos están muy bien de cuerpo. Estaba llevando ladrillos y me estaba fijando en sus paquetes. Eso no me pasaba antes.
Mi tío ha contratado hace dos semanas a un extranjero. El chico tendrá unos veinticinco años. Chapurrea el español. Cerca de la obra donde estamos mi tío tiene un conocido que tiene una casucha pequeña que se la ha dejado y ahí está viviendo. Me he dado cuenta, desde que empezó a currar con nosotros, que no paraba de mirarme pero yo apenas le daba importancia porque estoy acostumbrado a que me miren. Además mi tío lo puso conmigo porque nos dedicamos a lo más engorroso del trabajo de albañil.
Pues hoy me he estado fijando en él y me da mucho morbo tío. Es un tío super delgado con los músculos marcados, mediana estatura, moreno, con pelo rizado corto, y con un poblado vello en sus pectorales que seguía como un camino delgado hacia sus abdominales y su pubis. Pero lo más impactante es lo que esconde debajo del bañador que lleva para trabajar. Antes podía pasar desapercibido un tío para mi, podía mirar su cuerpo pero seguía con lo mío, pero ahora la mirada se me va tío y deseo follármelo.
Cómo hoy hacía bastante calor, después de comer algunos nos hemos refrescado con una manguera echándonos agua por el cuerpo. Cuando esté chico ha empezado a tirarse agua su bañador se ha mojado y se le ha ajustado a su cuerpo. Lo que he visto me ha dejado impactado tío. Marcaba un paquete donde se podía adivinar un pollonaco. -
- Joder Paco, que morbazo tío. ¿De dónde es el tío? - le pregunté yo.
- Creo que es del norte de África. Mi tío dice que están empezando a venir para trabajar aquí. Mi tío es un buenazo, no para de decirme que salga con nosotros, que está muy solo. Y parece buen chico, aunque yo ahora he empezado a ser consciente de que parece que le gusto, por como me mira. Cuando lo veas ya verás el morbazo que da, es un tío de lo más masculino.
Por cierto mañana tengo que hablar con mi tío por lo del viernes. ¿Que nos tendrá preparado el cabrón de Juan? - preguntó Paco.
- Yo de Juan me espero cualquier cosa. Se supone que vamos a hacer barbacoa en la playa, pescar y beber a saco. Eso es lo que tengo entendido. Y con lo que respecta al chico, podemos un día ir a por él y que esté con nosotros. A lo mejor nos sorprende. - le dije con una sonrisa picarona.
Al día siguiente en el trabajo ví a Juan con sueño. Mi hermana llegó bastante tarde a casa y me imaginé que era la causante de las pocas horas que Juan había dormido.
En un descanso Juan empezó a interrogarme.
- Anoche acabo bien para Paco supongo, ¿para ti también? Sofía estaba a huevo para follar a saco con ella. La sola presencia de mi otro discipulo seguro que le estaba mojando sus bragas - me dijo con una sonrisa picarona.
- Joder Juan, como conoces a las tías cabrón. Termino de puta madre - le dije yo con una sonrisa en la cara.
- Al final te has follado a la íntima de tu hermana. Genial niño, follate a todo lo que puedas, y con maestría para que quieran volver a repetir. Sí se lo haces bien son insaciables. - me dijo.
- Como mi hermana ¿no? - le dije mirándole a la cara. - Juan se que no paras de follar con ella y me parece perfecto. Al ser mi hermana no me cuentas detalles y lo entiendo, ella tampoco me dice nada. Solo te digo que, conociendo a mi hermana, puede estar ya pillada por ti. Sé como follas, y eres un tío excepcional y eso puede hacer que afloren sentimientos que a lo mejor tú no los quieres corresponder. Sois los dos ya adultos y se nota que hay química entre vosotros dos, os follais literalmente con la mirada pero no me gustaría que si la cosa se pone fea, por el hecho de ser mi hermana, se acabe esta amistad que tenemos tío - le dije yo ya serio.
- No te preocupes niño. He sabido siempre manejar estas situaciones y se lo que tengo que hacer. Lo que pasa es que tú hermana es una puta máquina. Y si, para que te voy a engañar, follamos a todas horas, pero es que hacía tiempo que con una tía no me pasaba que solo con verla se me pone durisima y con ganas de follarmela a saco. Tiene algo que me vuelve loco, y es que conectamos muy bien cuando tenemos sexo. No necesito pedirle nada, ella me lo hace todo. Además le encanta follar, siempre está dispuesta. - dijo Juan mirando a un punto indeterminado de la finca.
Me di cuenta que Juan podía estar sintiendo algo por mi hermana. No sé si será al final solo una atracción sexual brutal hacia ella, pero por sus palabras noté que podría surgir algo entre los dos.

Eran más o menos las seis de la tarde cuando Juan me dijo que si no me importaba terminar yo la tarea que quedaba por hacer en la finca porque había quedado con unos amigos en la playa, que no veía hacia tiempo.
Me dijo que si quería podía darme un baño en la piscina al terminar, que no había nadie, y utilizar su casa sin ningun problema.
Una hora más tarde, más o menos, mientras estaba terminando lo que estaba haciendo escucho el sonido de una moto llegar hasta el almacén.
- ¿Dónde estás cabronazo? gritaba Paco desde la puerta de la casa de Juan.
- Estoy aquí follador - le grité yo saliendo del almacén.
Al salir estaba Paco y el árabe con él.
- Mira quién se ha venido conmigo. No entiende mucho de español, pero al terminar el curro le he dicho que se cambiara que se venía conmigo a dar una vuelta. Se llama Ahmed. ¿No está Juan? - preguntó Paco.
Cuando lo vi verdaderamente rezumaba virilidad. Era un macho de la hostia y un auténtico morbazo el tío.
Le estreche la mano y me di cuenta que la comunicación con él iba a ser bastante difícil porque no entendía mucho el español.
- Juan no está tio. Dame diez minutos que tengo que ordenar unas cosas del almacén y salgo. Me iba a dar un baño en la piscina, que no hay nadie. Si os apetece nos refrescamos y luego nos vamos a los recreativos - dije a Paco.
- Era para decirle que al final si voy el viernes con vosotros. Te esperamos aquí tío - me dijo intentando decír al árabe los planes que teníamos hablándole despacio y con gestos.

Al terminar nos fuimos a la piscina. Al llegar lo primero que hice fue quitarme los pantalones y los gayumbos y darme una ducha. Ahmed se me quedó mirando de forma sorpresiva. Pensaba que a lo mejor me iba a meter con un bañador, pero el caso es que no lo tenía allí, y si lo hubiese tenido no me lo iba a poner porque quería ver su reacción.
Lo mejor es cuando Paco también se desnudó enfrente suya mostrando todo su cuerpo y su enorme cipote corriendo hacia la ducha. Los ojos del albañil solo miraban nuestros cuerpos desnudos.
El llevaba unos pantalones de deporte y una camiseta, y desde lo lejos se veía un enorme bulto que por la situación que estaba viviendo en ese momento parecía que estaba creciendo.
- Vamos Ahmed, vamos tío - le dijo Paco desde la ducha.
Ahmed nos señaló con la mano que no se bañaba.
Paco se fue para él desnudo y mojado con toda su verga balanceandose de izquierda a derecha y golpeando sus muslos. Yo también fui para allá.
- Tío, vamos a darnos un baño que está piscina es la hostia. - le dijo haciendo con los brazos como si nadara.
Ahmed nos miró a ambos con cara de no tener muchas ganas de querer estar en una piscina con dos tíos desnudos, aunque no paraba de observar nuestros cuerpos y especialmente las pollas.
Al ver que no reaccionaba Paco y yo nos tiramos de picado en el agua dándonos un baño.
Estábamos realmente divirtiéndonos como dos niños pequeños en el agua, cuando vemos como Ahmed se levanta de la hamaca y se quita la camiseta. El chico se ve que es tímido al principio.
Lo observamos y verdaderamente era un macho muy morboso. Estaba delgado pero muy fibrado, y me llamó la atención el vello que tenía por todo el torso y me puso malo ese hilillo de pelos que le bajaba hasta el pubis. Se quitó el pantalón mostrando unas piernas también fuertes a pesar de su delgadez cubiertas de vello. Llevaba un slip negro que le hacía un paqueton enorme. Se fue para la ducha y Paco empezó a decir:
- Este se baña con el slip puesto. Eso es una guarrada. En la piscina con bañador o desnudo pero no en gayumbos - saliendo por el borde de la piscina para decírselo.
Parecía una serie de comedia ver a Paco intentando explicarle al árabe que no se podía bañar así.
Al final parece que le entendió y se quitó el slip. Al bajárselo mostró un pedazo pollón oscuro, muy largo y delgado, que terminaba en un glande rosáceo y gordo totalmente sin capullo. Todo ello rodeado de una selva negra que impedía ver los grandes cojones colganderos que tenía.
Paco después de observarlo me miró con cara de sorpresa. A mi me puso totalmente cachondo y mi polla empezó a empalmarse. Daba el puto árabe un morbo tremendo.

Para no querer bañarse en un principio se lo estaba pasando de puta madre en el agua. El problema llegó cuando se fue sin darse cuenta a la zona de la piscina donde más cubría. Paco y yo estamos charlando y no nos dimos cuenta que el árabe no sabía nadar y se estaba ahogando. Salimos nadando los dos para cogerlo y llevarlo a la zona de la piscina donde menos cubría.
Ahmed empezó a toser fuerte y llevar sus manos al pecho intentando recuperarse, aunque fue más el susto que se llevó que el haber tragado un poco de agua.
Cuando se tranquilizó, estando los tres desnudos llegándonos el agua más o menos por los muslos, nos sorprendió el árabe dándonos a ambos unos abrazos afectuosos por haberle socorrido en esa situación. Al abrazarnos tanto Paco como yo aprovechamos para frotar bien nuestros cuerpos con el suyo, no poniendo él resistencia por su parte.
Nos sentamos los tres en las escaleras de la piscina. Cuando iba el árabe a sentarse me fije en la cantidad de vello que tenia en el culo, y sobre todo entre sus nalgas. Eso me puso a mil.
Aunque chapurreaba el español Paco y yo tuvimos que esforzarnos para saber lo que nos estaba diciendo.
Nos contó que hacía unos meses que estaba en España y que vino para trabajar y ganar dinero para mandárselo a su familia. Que al principio trabajó en el campo pero que quería aprender a ser albañil, y se trasladó a esta zona porque se estaba construyendo bastante.
Paco le preguntó si tenía novia en su país y el negó con la cabeza. Con esta pregunta Paco y yo comenzamos nuestro juego para saber si podíamos o no follarnos al final al macho peludo que teníamos enfrente.
- No tienes novia, pero ¿tú has follado?- le preguntó Paco haciendo el gesto con los brazos.
El árabe nos dijo que si, que se había follado a una compañera española que trabajaba con él en el campo.
- Y ahora ¿follas o te matas a pajas? - le volvió a preguntar riendose haciendo el gesto con la mano de pajearse.
El árabe respondió riéndose también haciendo el mismo gesto, confirmando que se pajeaba y bastante.
- Con razón la española te follo. Tú tienes una picha muy larga - dijo Paco señalando con su dedo la polla del árabe y mostrándole en el aire con las dos manos el tamaño de su polla.
El árabe comenzó a reírse, diciendo al rato:
- Vosotros tener picha gorda también - señalando con las manos nuestras pollas.
- ¿Tú quieres que mi amigo te haga una paja? le preguntó mirándome Paco sonriendo de manera pícara. Siguió preguntándole: ¿Tú quieres follar con mi amigo? señalándome a mi.
El árabe empezó a mirarnos con cara de sorpresa. Paco no era nada tonto. Había que probar si el árabe quería follar con nosotros, y me puso a mi de cebo, ya que él no se iba a poner por si al final el árabe decía que no, y éste se soltaba de la lengua en el trabajo.

Yo me la jugué porque la situación se estaba poniendo tremendamente morbosa. Pensé que el resultado podía ser negativo y llevarme un puñetazo del árabe, o positivo y poder tirármelo. Cogí con mi mano la polla oscura del árabe y empecé a menearsela de manera suave presionando su precioso glande descapullado con ella.
El árabe no nos miraba. Su cabeza estaba totalmente inclinada observando como le estaba pajeando.
Paco y yo nos mirabamos impacientes por ver la reacción del chico. El seguía mirando hacia mi mano y su polla sin decir nada. Pensé que ibamos bien porque no me paró en mi trabajo manual.
Empecé a notar como ese pollón fino pero largo se iba hinchando poco a poco haciéndolo cada vez más grande. Al final con mi paja conseguí una erección plena de esa polla cuya forma era de un perfecto champiñón, un glande rosáceo grande y gordo que coronaba una muy larga polla. Me puso muy burraco el tío porque ya empezaba a levantar la cabeza con signos de estar pasándolo de puta madre.
Paco, que estaba al otro lado sentado, se puso a acariciar sus velludos cojones.
El árabe ya nos empezó a mirar a ambos. Su respuesta fue con sus manos pajear tanto la polla de Paco como la mía.
Paco y yo nos miramos sonriendo. Bajamos nuestras cabezas para comernos ese champiñón gigante que teníamos allí.
Lo que no podíamos imaginar es lo que nos pasó después con el árabe, algo que siempre recordaremos Paco y yo.

Continuará....
 
Paco y yo comenzamos compartiendo la fabulosa polla del árabe. Sentado en la escalera nos pusimos a ambos lados de su cipote para devorarlo. Pasábamos nuestra lengua por ese glande poderoso abriendo nuestras bocas chupándolo y succionándolo.
El tío encogía su torso por el placer. No creo que imaginara nunca que dos machos iban a comerse su champiñón de esa forma tan exquisita.
El primero que se la empezó a tragar fui yo. Tuve una sensación extraña porque nunca me había comido una polla con tanto vello púbico. Mientras me la estaba tragando llegué con mis labios a todo el vello teniendo una sensación extraña a la misma vez que morbosa. Mi nariz se hundía en ese frondoso bosque de pelos rizados haciéndome cosquillas en mi cara. Empecé a follarmelo con la boca y verdaderamente estaba deliciosa, dejando después de cuatro o cinco chupadas a mi amigo Paco que experimentara lo mismo que yo.
El árabe estaba cada vez más cachondo disfrutando de la doble mamada. Se ve que hacía bastante tiempo que no le hacían una felación y se puso bastante burraco. Cuando me dejó Paco mamársela el árabe me cogió fuerte de la cabeza y al tragarmela entera me la presionó para que no me moviera, teniendo toda su polla hasta mi garganta unos cuantos segundos. Cuando me soltó, pude sacar su polla de mi boca pero acto seguido presionó otra vez mi cabeza volviendo a tragarmerla entera. Empezó a mover su culo de manera acelerada con la mano puesta en mi cabeza sacando y metiendo su polla con gran fuerza de mi boca. Me estaba follando la boca a saco, muy fuerte, notando como su punta golpeaba fuerte mi garganta.
Cogió la.cabeza de Paco y le hizo exactamente lo mismo, viendo como el árabe cada vez estaba más fuera de sí y jadeando fuertemente.
Se ve que se iba a correr porque se levantó y se dirigió hacia las hamacas. Nosotros le seguimos. Se sentó y nos pusimos enfrente. Con gran rapidez cogió nuestras pollas y empezó a pajearlas con un ritmo frenético. El tío estaba muy cachondo, incluso fuera de sí.
Se metió la pollaca de Paco, intentando tragársela entera sin éxito. La mamada la hacía totalmente desaforado, como si nunca hubiese comido nada y era el único alimento que tenía en ese momento. La chupaba, la lamia, se la tragaba, le cogía los huevos y los apretaba con sus manos haciendo que Paco se inclinará por el dolor que le estaba provocando. Paco tuvo que decirle que se tranquilizara pero no lo hizo. Aquello eran auténticas ganas de polla lo que tenía el tío.
Cuando me la hizo a mi, senti como un torbellino. Se la tragaba de forma tan intensa, chupándola con verdadera devoción. El ritmo era tan fuerte que a veces sentía dolor por sus dientes en mi polla fruto de que el chico parecía que estaba fuera de si.
Cuando terminó de mamar nuestras pollas nos señaló a Paco y a mi que nos pusiéramos juntos a cuatro patas. Al ponernos y exponer nuestros culos ante semejante macho notamos los dos como azotaba nuestras nalgas con sus manos, incluso cogió nuestros huevos y los estuvo acariciando hasta que los cogía con fuerza y los estiraba hacia abajo.
Paco y yo nos mirabamos sorprendidos. Nos estaba gustando como el árabe estaba en la posición dominante. Nosotros nos dejábamos hacer porque el morbo era máximo.
Con los azotes en las nalgas, también metía sus manos en nuestras rajas que acariciaba con auténtica fuerza. Acariciando esas rajas a veces presionaba con sus dedos nuestros ojetes. Escuchamos varios escupitajos en ambas manos y seguidamente notamos en nuestro ojete la humedad de sus dedos que se iban introduciendo cada vez con más fuerza dentro de nuestros anos. Hacia lo mismo tanto a Paco como a mí.
Fue introduciendo un dedo, después otro hasta completar sus cinco dentro de nuestros ojetes. Nos lo metía fuertemente empujando su mano dentro del culo.
Cuando los teníamos bien abiertos el cabrón preparo su polla para meterla, pero lo interrumpió Paco diciéndole que se tenía que poner un condón.
Paco se levantó y saco de su cartera uno. Rompió el envoltorio y se dispuso a ponérselo al árabe. Tuvo que abrirlo bastante para que le entrara en la punta de su polla.
Escuche como escupía en su polla. El cabrón tenía dos culos para satisfacer sus ansias de follar.
Me apoye en los bordes de la hamaca y menos mal que lo hice porque el cabrón me la metió de golpe, empujando todo su cuerpo contra el mío, notando como mi culo se abría de forma bestial al paso de su pollón. No hubo tregua. Las embestidas eran salvajes y rápidas, como queriendo meterse todo él dentro de mi. Con sus manos apoyadas en mis lumbares me metía la polla con mucha fuerza. Me estaba follando de manera brutal, muy tosca. En la forma de sus embestidas se notaba esa forma de follar donde el era el macho dominante y yo su zorra. La hamaca se movía hacia delante y yo intentaba controlar el equilibrio de todo mi cuerpo, y sobre todo las piernas. Me empujaba fuertemente en cada embestida llevando todo mi cuerpo hacia delante dando yo alaridos que se escuchaban bastante.
Mientras me follaba a mi, él de vez en cuando, volvía a meter sus dedos en el ojete de Paco.
Me la saco y se fue directo al culo de Paco metiéndome la polla como estaba haciendo conmigo. Paco recibió la polla dando un respingo hacia delante por la fuerza como se la metió. Mientras me estaba ahora metiendo los dedos por mi ojete, gire la cabeza y mire su cara y su cuerpo que reflejaban perfectamente que él en ese momento era nuestro macho dominante y nosotros sus putitas. Los rugidos que salían de su garganta mostraban lo salvaje y las ganas de follar de este chico.
Le pregunté a Paco mientras gritaba si le gustaba lo que estaba haciéndole. El me respondió que era otra forma de follar, pero que no le disgustaba. Yo le dije que me temía que a ese chico le gusta perforar pero no ser perforado. Paco me dijo que el árabe se iba a ir con el boquete de su culo bien abierto por sus cojones.
Estuvo un rato intercambiando nuestros culos cuando se quitó el condón pelandosela hasta correrse dando gritos y rugidos intensos, descargando con varios trallazos una cantidad impresionante de leche que se derramó por nuestras espaldas y culos.

Paco y yo nos dimos la vuelta. Ahora el papel de machos lo íbamos a tener nosotros. Sentamos al árabe en la hamaca y le dimos nuestras pollas para que las chupara, algo que hizo sin ningún problema, estando el cabrón muy caliente todavía.
Paco se dispuso a coger un condón poniendomelo en mi polla.
Paco le indico que se pusiera a cuatro patas. El árabe dijo que no, que por el culo a él no. Señalaba nuestras pollas y decía que su culo era pequeño y que no había sido perforado nunca.
Paco le dijo que se tranquilizara, que se lo íbamos a hacer suave y que le iba a gustar. El volvió a negarse señalando el tamaño de nuestras pollas.
Al final lo convenció de que si le hacíamos daño parábamos de follarlo. Se puso a cuatro patas y entre los dos empezamos a trabajarnos el ojete del árabe.
Tenía las nalgas peludas, pero lo que nos dio más morbo fue la cantidad de pelo que había dentro de la raja de su culo, apenas se distinguía donde estaba el agujero.
Nos mojamos los dedos con saliva y fuimos explorando aquel bosque hasta encontrar su fosa, donde querían entrar nuestras pollas. Se veía que eso le estaba gustando porque no se quejaba, incluso ntroduciéndole bastantes dedos de los dos.
Cuando ya se distinguía entre su bosque de vello la abertura de su ojete cogí mi polla y la fui introduciendo suavemente. Su reacción cuando le estaba metiendo la punta es de irse hacia delante, como no queriendo que eso entrará ahí. Al hacer esto le cogí fuerte por sus caderas y empuje su cuerpo hacia el mío encontrando un poco de resistencia por su parte, pero la fui metiendo en su boquete hasta el fondo, dando el árabe resoplidos constantes y algún que otro grito.
Empecé a bombearlo mientras Paco se puso enfrente de su cara cogiendo su cabeza y llevando a su boca su increíble estaca. Cuanto más fuerte lo embestia, más fuerte chupaba la polla de Paco.
Al rato de estar ya follándolo de manera brutal Paco se puso un condón y retirándome yo, como una lanza se la clavo de golpe haciendo que el árabe diera un respingo hacia delante con un grito desgarrador. Se la sacó y se la volvió a meter de golpe dando el árabe un grito en su idioma que se tuvo que escuchar en kilómetros. Empezó a bombear fuerte cogiéndolo Paco de los hombros empujándolo hacia su pubis para que la notará bien dentro. Era tal la intensidad de la follada que parece que Paco lo estaba empalando con su estaca porque el árabe quedaba suspendido en el suelo con cada sacudida. Cuando se la sacaba se veía un boquete que yo aprovechaba para darle unas cuantas embestidas. El árabe lloraba y gritaba pero no decía que paráramos. Lo estábamos destrozando por dentro.
Cada vez soltaba más palabras en árabe con rugidos de placer. En una de las embestidas de Paco empezó a gemir muy fuerte y se le pusieron los ojos en blanco soltando chorros de lefa en toda la hamaca. Paco al ver eso se puso muy salvaje y cogiéndolo de las caderas con la estaca dándole lo elevó unos centímetros del suelo empalandolo de nuevo dando gritos de placer muy exagerados anunciando su corrida tremenda.
Cuando sacó el condón el depósito estaca a rebosar. El árabe todavía soltaba chorros de leche espesa que se introducían por su vello púbico.
Lo cogí yo, que estaba muy cachondo de ver la escena y empecé a follarle el culo como si no hubiese un mañana. El árabe comenzó otra vez a gritar y a mancharme con su lefa, que otra vez le estaba saliendo por su polla. Con la follada su polla se balanceaba haciendo que su leche llegase hasta mis piernas. No pude con tanto placer y me corrí abundantemente dentro de su culo.
Al árabe le temblaban las piernas de una manera exagerada. Se echo en la hamaca acostado boca abajo enseñando un culo todavía abierto rodeado de abundante pelo.
Paco le pregunto si estaba bien, confirmando con un gesto que sí.
Paco se acercó y me dijo:
- Este nos ha follado como un macho en celo, pero nosotros no nos hemos quedado atrás. A nosotros nos ha destrozado al culo pero el nos va a recordar siempre - .
Nos fuimos a la ducha los dos y después nos tiramos a la piscina. El árabe se dio la vuelta en la hamaca donde tuvo que levantarse porque no podía estar sentado.

Continuará...
 
Terminamos los tres en la piscina descansando de la intensísima follada. Ahmed estaba ahora un poco más suelto con nosotros, contándonos como podía entre su idioma y el español cosas de su país que nosotros preguntabamos con curiosidad.
Después nos fuimos los tres a los recreativos donde Paco y yo nos tomamos unas cervezas mientras que Ahmed prefirió tomar un refresco.
Apareció Teo con su coche. Paco le dijo si le hacía el favor de llevar al árabe a su casa. Teo, que siempre se ofrece como buen amigo que es, no tuvo ningún problema.
En el trayecto hacia la casa del árabe me senté en la parte de atrás del coche con él. Mientras Teo y Paco iban hablando sobre coches, yo observaba al árabe y pensaba en la follada de unas horas antes.
Acerque mi mano al muslo de Ahmed. Éste me miró y sonriendo me la cogió y se la llevó a su paquete. Yo empecé a buscar su polla y él me ayudó sacándola de sus pantalones y slip. El champiñón apareció ya medioempalmado tras el matojo de pelos negros. Me moje mis dedos con saliva y me los lleve a la punta cogiéndola y acariciándosela.
Yo me empecé a poner palote otra vez, por esa situación morbosa en el coche viendo que podíamos ser pillados por Teo. Recordaba como se corrió tan solo con nuestras pollas dentro de su culo, sin tocarse él la polla.
Al pajearlo, Ahmed inclinó su cabeza hacia atrás dando pequeños gemidos. Paco, mientras hablaba con Teo, giró la cabeza hacia atrás y contempló el pajote que le estaba haciendo al árabe y me miró descojonándose.
Llegamos a la casa del árabe. Éste se subió sus pantalones y slip bajándose el coche y despidiéndose de nosotros. Cuando estábamos saliendo nos suelta Teo:
- Joder, habéis visto eso. Paco, me parece que ya hay uno que te gana.
Ahmed se bajó del coche con el empalme y se le notaba toda su polla dura por debajo del pantalón.
Teo nos sugirió ir al pueblo costero a tomar una última copa. Además queria darse una vuelta y de paso intentar echar un polvo rápido con alguna turista.
Nosotros le dijimos que era día de semana y que había que trabajar, pero después de hacernos el favor de llevar al árabe, no nos opusimos, poniendo como condición la de no llegar muy tarde a casa.
Entramos los tres a un pub bastante concurrido donde lo que más había eran turistas, sobre todo chicas.
Nos fuimos para la barra y nada más pedir me abrazan por sorpresa por detrás. Al darme la vuelta era María con una amiga.
- ¿No nos vas a presentar a estas dos bellezas? - soltó Teo nada más verlas.
Se me adelantó Maria presentándose ella y su amiga. Observe como Teo las miraba a las dos como posibles polvos para esa noche, pero tanto María como su amiga Sonia no paraban de mirar a Paco.
Estábamos charlando los cinco cuando por detrás una mano golpea mi espalda. Al girarme me encuentro con una compañera de clase, que se llamaba Mica, que no había visto en todo el verano. Me alegré mucho de encontrarme con esta chica, que me había ayudado bastante a entender las matemáticas en clase.
Cómo la música estaba muy alta les dije a los demás que me iba fuera para hablar con Mica.
Nos llevamos las copas y en la puerta estuvimos recordando las clases de ese año. Estabamos hablando unos cinco minutos, más o menos, cuando las amigas de Mica fueron a por ella porque se iban a una discoteca. Me despedí de ella.
Viendo como estaba de lleno el pub y el calor que hacía decidí despejarme un poco cruzando hasta el paseo de la playa.
Me adentré en la playa sentándome en la arena para contemplar las olas del mar que se podían ver gracias a las farolas que había en el paseo.
En la arena no había mucha gente. Se podía ver alguna pareja hablando, otras metiéndose mano y grupos de chicos y chicas fumando y bebiendo.
Justo cuando iba a levantarme para buscar a Paco y Teo, se me sentó un chico a mi lado.
- Tienes fuego - me dijo.
- Si - le dije yo sacando de mi bolsillo un mechero. No fumaba pero siempre llevaba un mechero por si me pedían fuego. Era una manera de empezar una conversación e incluso para ligar.
Me cogió el mechero y se encendió un porro de marihuana. Le dio una intensa calada mientras me miraba muy fijamente.
Era un chico morenazo de unos veintitantos años, bastante guapo y con el pelo bastante corto y con perilla.
Me ofreció el porro pero le dije que no fumaba, volviendo a darle otra calada intensa.
- ¿Eres de por aquí? Yo he venido de.vacaciones con mi familia una semana. - me dijo mientras observaba el porro.
- Soy de un pueblo cercano. He venido con unos amigos. - le dije observándolo.
- ¿Y que haces aquí solo? ¿y tus amigos? - me preguntó mirándome intensamente con unos ojos muy oscuros.
- No tengo ganas de entrar en el pub donde están. Esta lleno. He venido a relajarme pero ya me iba. - le dije.
Me puse a levantarme y veo como me coge fuerte del brazo para que me sentara otra vez diciéndome:
- Puedes esperar chaval a que me fume el porro, es que a lo mejor necesito tu mechero - mirándome descaradamente en este caso no a mi bolsillo, sino al paquete.
- ¿Sabes por dónde está la playa nudista? - me preguntó. - Es que cuando vamos de vacaciones mis padres me dejan elegir el destino y yo lo escojo dependiendo si hay playas nudistas cerca. Me encanta tomar el sol y bañarme desnudo. Me siento libre. He oído que por aquí hay una, pero no se por donde es. - dijo dándole otra calada al porro.
- Hay una cala cercana donde la gente lo práctica - le dije.
- Si sabes dónde está podías llevarme. Además si quieres me puedes acompañar, desnudo tienes que llamar mucho la atención. - me dijo con una sonrisa pícara en su cara.
En ese momento me di cuenta por donde iba, y parece ser que estaba ligando conmigo.
- No puedo tio, trabajo, aunque me gustaría -. Con esa respuesta ya le di a entender que también me gustaba él.
- Joder, que pena tío. Tendré que ir solo. - llevando su mano a mi muslo. -Que bien lo hubieramos pasado bañándonos desnudos en el mar - acercando cada vez más su mano hasta mi paquete. - Me gustas tío. ¿Quieres que te chupe la polla? - me preguntó así de directo.
- Aquí no tío. Todavía hay gente en la playa. Vamos hacia aquellas rocas donde termina la playa, que está más oscuro. - le dije levantándome.
Nos fuimos andando por la orilla de la playa. Cuando ya la iluminación del paseo era más escasa y nos acercábamos a las rocas vimos varias parejas que estaban en la playa separadas, para darse intimidad entre ellas, practicando diferentes tipos de prácticas sexuales. Vimos tanto felaciones como comidas de coño e incluso alguna estaba follando. Algunas más silenciosas, otras no tanto.
Ya cerca del final había una un poco escandalosa. Me fijé y vi un culo de un tío moviéndose a un ritmo frenético y unas piernas de chica flexionadas y levantadas, escuchandose unos gemidos intensos, sobre todo de la chica. La estaba penetrando de una manera bestial. El chico rugía de placer.
- Joder que manera de follar. El tío se ve que es un semental - me dijo el chico.
A la misma vez que decía esto escuchamos entre gemidos de la chica poner nombre a su semental y elogiar repetidamente su herramienta. Era Paco.
- Conozco al chico - le dije, - y por los gemidos y la voz también a la chica - le dije tratando de no reírme. La chica era María.
Llegamos a las rocas. Verdaderamente estabamos los dos muy cachondos después de ir viendo varias escenas porno durante el recorrido.
- Quiero tu polla ya en mi boca - me dijo con muchas ganas.
Me quitó el cinturón y me desabrochó el pantalón, bajándomelo con fuerza junto a mis gayumbos. La tenía morcillona.
Se arrodilló y me la acarició al principio con las dos manos. Eso hizo que me empalmara mostrando toda mi fuerza
- Vaya pollón cabrón. No puedo dejar de mirarla tío. Es perfecta. - me dijo mientras la observaba con admiración.
Saco su lengua que empezó a recorrer mi glande, abriendo después su boca caliente y húmeda para chupar primero la punta de mi polla, degustándola como si fuera un cono de helado. Estaba poniéndome muy burro y tan solo me estaba chupando la punta, pero lo hacía de puta madre.
Mientras lo hacía no paraba de mirarme poniéndome más caliente. Su mirada reflejaba que era el tipo de tío que disfrutaba mucho tener una polla en su boca.
Estuvo un rato solo chupándome la punta de mi nabo. Lo hacia de manera lenta y suave dándome un gusto impresionante, y siempre mirándome con cara de deseo.
Fue poco a poco metiendo en su boca el resto de mi polla, de manera lenta, llegando a tragársela entera. La tuvo unos segundos toda dentro presionándola fuerte con su boca. Al sacarla me la succionaba intentando estirarla. Eso lo hizo varias veces y me dio un placer increíble.
La mamada impresiomante que me estaba haciendo empezó a ganar intensidad. Aumentó el ritmo devorando con maestría mi polla. Me la chupaba cinco o seis veces de forma intensa y después su lengua la lamia entera hasta llegar a mis cojones. Empezaron a temblarme las piernas y mis ganas de correrme aumentaron bastante.
Le cogí de los brazos para levantarlo y le dije que le iba yo a chupar la suya.
Con la saliva goteando por su barbilla me dijo que mejor no.
- ¿Déjame que te chupe la polla tio? le dije yo.
- No tío, de verdad.- me dijo él
- ¿Y por qué no?. Ya verás cómo te vas a morir del gusto - le pregunté intentando desabrocharle los pantalones.
- Joder que no. Que me da mucha vergüenza. Que tú tienes un pollón - me dijo luchando para que no le bajará los pantalones.
En ese momento ya sabía el por qué de no dejarme hacerle una mamada.
- Entonces, ¿no te la han chupado nunca? ¿nunca has follado? - le pregunté yo soltándolo.
- La respuesta a las dos preguntas es no, bueno yo no he follado, pero si me la han metido. - me dijo un poco alterado.
- Tío, déjame que te la chupe, por favor, que tengo ganas de polla y que disfrutes de mi mamada - le dije.
- Joder,.es que viendo la tuya, la mía es un chiste. Te vas a reír cuando la veas - me dijo de nuevo serio.
- Vamos a ver, tienes una polla ¿no?, la respuesta es sí. Me da igual el tamaño. Yo disfruto teniendo una en la boca y hago como tú, miro al tío y veo que está disfrutando con lo que le estoy haciendo. Por tu reacción alguno se habrá reído y por eso no quieres, pero por unos mierdas hijos de puta no pierdas la ocasión de cuando un tío como yo te quiera hacer una puta mamada negarte. Bajate ahora mismo esos pantalones y los gayumbos. - le dije con total autoridad.
El chaval se bajó los pantalones y gayumbos mostrando una polla circuncidada pequeña.
- Crece un poco más eh. Con la conversación se me ha puesto flácida - me dijo temeroso de mi reacción.
Lo senté y me puse de rodillas. Empecé a lamerle los huevos, cogiéndolos con mis manos chupándolos y tragándomelos. El muchacho ya respiraba de manera considerable. Estaba gozando, y parecía ser verdad que era la primera vez que se lo hacían.
Le cogí la polla que estaba ya empalmada. Era una polla pequeña estando erecta pero la tenía superdura y hacia arriba. La recorrí toda con mi lengua, desde los cojones hasta llegar a su glande que empecé a besarlo y lamerlo. Yo lo miraba y su cara reflejaba auténtica felicidad. Me dediqué tiempo a su glande, abriendo mi boca para chuparlo y después succionarlo, con mi lengua haciendo como una batidora para que le diera más gusto. Ya notaba su precum salir.
Yo no quería que se corriera. Le dije que me avisara mucho antes.
Seguí con la mamada tragándome ahora toda su polla, chupándola y succionándola. Los gemidos empezaron a ser más fuertes.
El precum salía cada vez con mayor frecuencia. A mi me estaba poniendo como una moto chupar esa polla y ver cómo el chico disfrutaba intensamente.
Me dijo que si seguía se iba a correr. Pare la mamada y me puse de pie cogiendo la cabeza del chaval llevándola hacia mi polla para que la chupara.
El chaval estaba muy excitado y eso se notaba en como me la estaba chupando ahora, con mayor ferocidad e intensidad.
Cogi de los pantalones un condón. Rompí el envoltorio y se lo puse al chaval.
- ¿Que haces tío? Se va a salir, no quiero follarte, se va a salir, es muy pequeña. - me dijo mientras le ponía el condón.
- Tranquilo, quiero tu polla dentro de mi culo y que te corras dentro. - le dije con voz cachonda y cara de vicio.
El seguía sentado y acerque mi culo a su polla. Se la cogí y la puse en mi ano. Metí su punta y me fui sentando en ella. Cuando estaba toda dentro de mi empecé a mover mi culo con ella dentro. El chaval empezó a gemir bastante. Con cuidado empecé a subir y bajar de forma suave. La polla se salió de mi culo.
- Ves tío, ves. Es una mierda de polla - dijo con una respiración muy acelerada.
- Tranquilo. Las pollas se salen cuando estás follando. Lo bueno es que pueden otra vez entrar - metiendo otra vez su polla y calculando yo los movimientos para que no volviera a pasar.
Apoye mis manos en mis rodillas flexionadas y levantaba y bajaba mi culo mientras escuchaba los gemidos de placer, cada vez más intensos. Me estaba gustando esa polla en mi culo.
Note como el chaval había ganado confianza y empezó a mover su culo llevando ahora el ritmo de la follada. Yo me quedé quieto y era ahora él el que me estaba penetrando. Y sin haber follado nunca lo hacía de puta madre, como su inmensa mamada.
Su polla estaba a punto de estallar. Aceleró el ritmo hasta que escuché unos jadeos y gritos intensos que anunciaban el pedazo de orgasmo que estaba teniendo. Empezó a respirar muy fuerte, y parecía que estaba tendiendo un ataque de ansiedad. Me levanté y me asusté, tranquilizandome él con las manos como diciéndome que no pasaba nada. Su condón estaba todo lleno de leche por dentro, apenas se le veía su polla.
Al mirar su cara comprobé como le estaban saliendo unas lágrimas de sus ojos.
Se me partió el alma el pensar cuanto daño le han podido hacer a este chico. Y lo que influye que se rían de algo físico para joderte toda la vida. No todas las personas son fuertes, y parece ser que el chaval ha tenido una mala experiencia con algún hijo de puta o varios que han hundido su autoestima y el derecho.a ser feliz.
- Joder, que maravilla, que gustazo correrme asi. - me dijo con una sonrisa en la cara. -¿Quieres follarme tío? - me preguntó
- Déjalo tío, es tarde ya, y seguro que me están esperando. No te preocupes, yo he disfrutado muchísimo contigo. Ademas no me quedan condones - le dije
- Joder, ¿te vas a ir sin correrte? - me preguntó con tristeza saliendo de las rocas.
Nos despedimos en la playa donde nos habíamos conocido con un abrazo y dándome la dirección de su casa de alquiler.
- Perdona por mentirte pero lo de la playa nudista era coña. Era un juego para saber...- me dijo cortándole yo diciéndole lo siguiente:
- Será coña pero perfectamente puedes ir. Conozco gente que practica el nudismo y te puedo asegurar que son gente que lo que menos le importa es ver cuerpos desnudos - .

- Hostias, ¿lleváis mucho rato esperando? - les pregunté a Teo y Paco que estaban fuera del coche.
- Nada, un cuarto de hora. ¿Dónde te has metido hijo de la grandísima puta? - me preguntó Teo riéndose.
- He estado por ahí, es que el pub estaba muy lleno y me he agobiado, supongo que también por el calor. - les dije subiéndome en el coche.
- Tenemos que hablar de tu amiga María - me dijo Paco.
- Vale tío. Por cierto, ¿te has limpiado la arena de tus huevos? - le pregunté a Paco con sorna
Teo miró a Paco riéndose con fuertes carcajadas y se giró diciéndome: - Que hijo puta eres cabrón - .

Continuará....
 
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