En la sauna

No había duda de que me gustaba a mí.
Me sorprendió que me puse bastante celoso con Tania, no era demasiado razonable. Sobre todo después de la acción con él. Pero era así, estaba celoso y pese a ello me excitaba verlos.
Ya dije que yo sabía que no me era fiel, pero no era lo mismo verla y que lo hiciera en mi presencia.

Cuando bailaba con ella, su contacto me la ponía dura y cuando los veía a ellos y me imaginaba que estaban sintiendo, me seguía dura, con disimulo me tocaba sobre el pantalón. Era un pantalón corto, bastante ancho. Descubrí que me permitía sacarla por una pierna y tocarla desnuda, sin que se notara de lejos.

Cuando estábamos por irnos me llevó a bailar “la última”. Nos abrazamos, bastante alegres por todo lo que habíamos tomado, y los estímulos del trío, nos movíamos despacio, seguramente sin ninguna relación con la música que estaba sonando. No era lo importante. Me gustaba sentir su cuerpo semidesnudo bajo mis manos, caliente y algo sudado por el baile. Seguía solo vestida con el sostén y la falda.

Me apretó más y me dice al oído:
- Santiago me contó una historia. ¿Es cierto? - um, ese aliento cálido y húmedo en la oreja, ¡cómo me pone!
- no sé, ¿qué te contó? -tratando de ganar tiempo
- si no sabes, debe ser mentira, estuvieron juntos en la sauna hoy de tarde?
- ah! ¿Y qué te contó de eso?
. Sí, de eso. ¿Dice que le chupaste la polla en la sauna? ¿Qué te dio toda la leche en la boca y te la tragaste?
Porque eso es lo que me contó. ¿Eres puto?
- bueno, sí, es verdad. Es lo que pasó. Soy bi, me gusta el sexo con mujeres y con hombres.
- me dijo, que te dijo, que me iba a contar porque quiere follarnos a los dos - me mordió la oreja, y me quejé, cuando dijo eso, como enojada.
- sí, lo hizo, pero no creí que lo fuera a hacer. No estoy muy seguro de querer que te folle.

Se separó de mí, seguimos abrazados, y me miró a los ojos, seria.

- Yo estoy muy segura de que no lo voy a coger! Es un idiota soberbio, no me gusta. Por eso lo estoy dejando que se caliente conmigo. ¡Espero darle un buen dolor de huevos! Y ahora vamos a coger que estoy muy caliente, el juego con los dos ha sido divertido. Es un soberbio... ¡pero está muy bueno! Vos hacé lo que quieras con él. A mí no me molesta, creo.
Pero no seas nabo. Solo eso.
 
Esa noche fue gloriosa.
Follamos mejor que nunca , tal vez ambos desinhibidos por los sucesos en la cena y la disco.
Perdi la cuenta de los orgasmos de Tania. Yo tenia buen aguante por la actividad del día y, gracias a eso, mantuve bien la erección casi 2 horas antes de venirme en su cara, como me pidió. Se relamió la cara y me hizo besarla y limpiarla con mi lengua en los lugares a los que la de ella no llegaba.
Nos dormimos y despertamos tarde.
Perdimos el horario de desayuno y pasamos derecho al almuerzo!
No fui al gimnasio en la mañana.
Estábamos en la playa nudista después de un almuerzo liviano, mayormente líquido, (jeje) cuando apareció Santiago.
Saludó, simpático. Sin pedir permiso, extendió su toalla al lado de las nuestras, del lado de Tania. . Se desnudó y se sentó.

- deberías sentarte al lado de tu amigo, no a mi lado, - le dijo Tania, seca, sin mirarlo.
- mala noche, preciosa? - pregunto Santiago, sonriendo, sin ningún amague de cambiarse de lado.
- que va! Al contrario, “precioso”, una excelente noche. Pero después de lo que supe de ambos…no? Por eso te lo digo!
- jajajajaja, estás celosa? O solo enojada? Eres divina!

Tania no le dijo nada. Se levantó, tomó su toalla, y la extendió a mi lado, pero del otro lado. Quedo Santiago así de mi lado, pero algo alejado.
Tania se acosto, totalmente extendida, boca arriba, a tomar sol.
Sus muslos levemente separados dejaban ver su raja, algo abierta y húmeda. La excitaba sentir el calor del sol sobre su concha desnuda.
Sus tetas, sin nada blanco, se mantenían bastante bien, cayendo muy poco. Sus areolas eran tan claras que con el bronceado casi no se notaban, solo destacaban sus largos pezones, erguidos al sol y el viento.

Santiago se sentó, sus piernas abiertas, mostrándose. Me pareció que su verga estaba morcillona, pero era tan grande que no podía estar seguro. Mi polla respondió y la sentí moverse e hincharse.
 
Esa noche fue gloriosa.
Follamos mejor que nunca , tal vez ambos desinhibidos por los sucesos en la cena y la disco.
Perdi la cuenta de los orgasmos de Tania. Yo tenia buen aguante por la actividad del día y, gracias a eso, mantuve bien la erección casi 2 horas antes de venirme en su cara, como me pidió. Se relamió la cara y me hizo besarla y limpiarla con mi lengua en los lugares a los que la de ella no llegaba.
Nos dormimos y despertamos tarde.
Perdimos el horario de desayuno y pasamos derecho al almuerzo!
No fui al gimnasio en la mañana.
Estábamos en la playa nudista después de un almuerzo liviano, mayormente líquido, jeje, cuando apareció Santiago.
Saludó, simpático y, sin pedir permiso, extendió su toalla al lado de las nuestras, del lado de Tania. . Se desnudó y se sentó.

- deberías sentarte al lado de tu amigo, no a mi lado, - le dijo Tania, seca, sin mirarlo.
- mala noche, preciosa? - pregunto Santiago, sonriendo, sin ningún amague de cambiarse de lado.
- que va! Al contrario, “precioso”, una excelente noche. Pero después de lo que supe de ambos…no?
- jajajajaja, estás celosa? O solo enojada? Eres divina!

Tania se levantó, tomó su toalla, y la extendió a mi lado, pero del otro lado. Quedo Santiago así de mi lado, pero algo alejado.
Tania se acosto, totalmente extendida, boca arriba, a tomar sol.
Sus muslos levemente separados dejaban ver su raja, algo abierta y húmeda. La excitaba sentir el calor del sol sobre su concha desnuda.
Sus tetas, sin nada blanco, se mantenían bastante bien, cayendo muy poco. Sus areolas eran tan claras que con el bronceado casi no se notaban, solo destacaban sus largos pezones, erguidos al sol y el viento.

Santiago se sentó, sus piernas abiertas, mostrándose. Me pareció que su verga estaba morcillona, pero como era grande blanda no podía estar seguro. Mi polla respondió y la sentí moverse e hincharse.

Tania de un lado y Santiago del otro! No podía estar indiferente!

Santiago se corrio, acercándose a mí. Me contó cómo siguió su noche después de que nos fuimos. Un solo fracaso. Todos estaban ya en parejas y no se pudo incorporar a ninguno. Terminó como había sido la intención de Tania : solo y con dolor de huevos!

- te juro que solo de mirar a tu mujer- y no te enojes- ya la tengo medio dura, mírame!

Y así era. Era como me había parecido. Se veía hermosa. Grande, blanca, con la cabeza roja descubierta y brillante. Dos gruesas venas la recorrían. Al levantarse se curvaba hacia arriba, desafiando a la gravedad.
Verla así aumento mi excitación.
Lo noto y se rio:

- y tendremos que hacer algo con eso tuyo también, no? - y me la agarro, dándole un par de sacudones pajeros.- acompáñame a caminar un poco mientras tu mujer se insola.
 
- que pasó anoche?-me preguntó apenas nos alejamos un poco, de modo que Tania no nos oyera.
- que pasó con qué?
- tu mujer, la tenia conmigo y me rechazó al final!
- no sé, por qué dices eso?
- tu nos viste! La apreté toda, le froté mi verga bien parada, le bese el cuello, la oreja y, -esto no lo viste- nos dimos un morreo con lengua y todo!
- y entonces?
- vamos Pedro! Le metí la mano en ese tajo de la falda y me dejó que le tocara la piel, caliente y suave, que culo divino! Le metí dos dedos en el coño, que estaba empapado y abierto, esa pijita que tiene bien dura y después se va? No se deja follar?

Me reí, recordando lo que me había dicho Tania. Que lo iba a calentar y dejarlo con dolor de huevos! Y eso hizo, jajajs.

Me gustó lo que me contó. Su frustración. El , tan seguro que estaba de que nos follaba anoche! Termina solo en su cuarto, mientras nosotros follábamos como nunca. Santiago se dio cuenta de que me reía.

- qué, te hace gracia?
- y si, claro que me hace gracia, estabas tan seguro de que la follabas, y te dejó con las ganas. Yo también quería que no lo hiciera. Te voy a dar un consejo: anda más humilde, más tranquilo, no seas tan soberbio, no seas el macho que se las sabe todas. Así, con Tania, vas a rebotar siempre.

Lo dije y me arrepentí. Tenía sentimientos encontrados. Por un lado me daba morbo que se las follara, por otro me gustaba que lo rechazara. Y que fuera mía.

- a sí?, te parece eso? no sé, en general no tengo problemas en llevar a las minas a la cama.
- en general puede ser, en particular con mi novia no. En este caso no fue así. Tania jugó contigo, te calentó y te dejó con dolor de huevos, - le dije, encantado de usar la frase de Tania.
- si, la hija de puta me dejó con dolor de huevos, hahahaha, y lo hizo a propósito, estoy seguro, qué zorra! jajaja, - dijo, riendo, divertido, - ven, vamos a bañarnos al agua, que parece estar excelente...

Y se metió en el agua, sin esperarme. Fui detrás de él.

Estaba realmente deliciosa, como es el Caribe. Templada, transparente, un placer. Santiago nadó hacia mí, me abrazó y me besó. Me gustó, busqué su verga y la encontré dura, levantada. Nos abrazamos, los cuerpos desnudos en contacto bajo el agua , pija contra pija. Placer con placer, pese a la grosera diferencia de tamaño.

Le acaricié la espalda y él me agarró el culo, buscó mi ojete, lo encontró ya algo dilatado y lubricado. Lo había hecho antes de salir, con vaselina solida, esperanzado. Santiago me metió un dedo, despacito, después de jugar con el orificio y ablandarlo bajo el agua fría. Me volvió a besar y metiéndome la lengua, se separó y me dijo:

- te voy a follar, lo sabes, no? no tienes idea de las ganas que te tengo. Pero ahora no sé si podremos, date vuelta, puto!

Y me di vuelta.
Se paró atrás mío, me pasó la verga por el culo, buscando el orificio, ya algo dilatado por sus dedos. Lo ayudé a encontrarlo y empujé hacia atrás. Se rio y empujó con su cuerpo, entró un poco. La polla era grande pero era con forma de huso, más fina delante y atrás, gruesa en el centro. Lo sentí que entraba la punta y luego hizo más fuerza.
Me dolió y le pedí que parara. Lo hizo y empezó un mete y saca limitado a lo ya conseguido, aunque me parecía que cuando entraba lo hacía más profundamente. No me dolía y me estaba dando mucho placer. Entraba, me llenaba, me vaciaba y luego empezaba otra vez. Todo era bajo el agua pero nuestras posiciones y nuestros movimientos no dejaban lugar a duda sobre lo que estábamos haciendo.

- qué están haciendo?, par de putos! - nos gritaron desde la costa. Miramos, asustados, y allí estaba Tania, parada, mirándonos, muerta de risa.
 
Última edición:
Mientras escribo respuesta o continuación me ofrece guardar borrador. Lo hice y ahora no puedo recuperarlo
 
Al oir la pregunta desde la costa, Santiago se separo y, lívido, se dio vuelta hacia la costa. Yo hice lo mismo, paso por mi mente como un pantallazo las posibles consecuencias de lo que estábamos haciendo. En público! Policía, jueces, vergüenza, etc.

Pero cuando vi que era Tania no sabía si insultarla o reírme con ella.
Era tanto el alivio que terminé riéndome con ella.

Me dirigí a la costa caminando. Mi polla ya no estaba erecta, el susto la achicó instantáneamente. Aún riéndose me abrazo.
Encantada con su chiste.

- que susto les di! Estaban cogiendo en el agua? Hay que ser putos! Esta bien que no hay nadie, pero es un lugar público!

Santiago venía atrás mío. El conservaba su erección y era fantástica! Que verga! Grande y linda, como pocas. Estaba sonriente.
Saludo con la mano a Tania, también riéndose, haciendo bien visible, exhibiéndose se diría, su pollon apuntando hacia adelante y arriba, desafiando la gravedad.
También se acercó a mi mujer y quiso abrazarla. Yo estaba ansioso por ver que sucedía. Era imposible que no le apoyara la pija si la abrazaba. Ella no lo dejo, lo mantuvo separado con el brazo, mientras acercaba su cara para darle un beso. Santiago, con gran habilidad, giro su cara de tal forma que le dio un beso en la boca. Cortito, pero bien ubicado. Jejeje.
La pija de Santiago seguía firme, al frente. Brillante, roja su extremo, recorrida por gruesas venas, lucía desvergonzadamente su excitación.

- mira como me dejaste anoche, no te gustaría ahora bañarte conmigo?
- noooo, como le voy a hacer eso a mi hombre? Todavía que le interrumpo el polvo le saco al amante? Uds sigan en lo suyo que yo voy a seguir caminado un rato más. Nos vemos en el hotel en una o dos horas.

Y se fue. Sola. Dejándonos, otra vez solos.

- volvemos al agua? - propuso Santiago.
- no, prefiero que no, era una locura. Y si nos vamos al hotel? No te gustaría ir un rato a la sauna? - le dije, agarrando su verga, que se mantenía dura.

Me puso su mano en la cabeza y presionó para que me arrodillara. No necesitaba decir nada. Mire a Tania que se alejaba, pero que si se daba vuelta nos vería. No me importo y me arrodille, era tanta la atracción que sentía por esa polla. La agarré con la mano izquierda y me la llevé a la boca. Sin vacilar le pasé la lengua, estaba salada, con gusto a mar. Abrí más la boca y me la tragué, todo lo que me entró en la boca. No era posible tragarla toda. Santiago suspiró y me folló la boca pero lo cortó a poco de empezar.

- déjala, parate, que no quiero acabar ahora y estoy que vuelo. Vamos al agua, quiero cogerte.
- no prefieres ir a la sauna? Es peligroso acá, no estoy tranquilo.

Y entonces volvimos al hotel. Recogimos nuestra ropa en la playa y subimos.
Le propuse ir a su habitación, pero me dijo que le daba mucho morbo hacerlo en la sauna. Si podíamos.

No había nadie en el vestuario. Nos duchamos juntos, nos enjabonamos uno al otro, con mucho manoseo, desde luego y cuando finalmente entramos a la sauna seca estábamos ambos bien empalmados. Ni nos molestamos en cubrirnos con la toalla.
Me apoyé en el primer escalón, ofreciéndome.
Santiago se paró detrás mío, echó jabón líquido en la raja de mi culo y me apoyó la verga por segunda vez en el día, sin otro preliminar. La primera parte entró sin dificultad con la presión, no me dolió, pero cuando quiso seguir me dolió mucho y retrocedió. Así empezó otra vez como en el agua, entrando y saliendo, despacio, y yendo cada vez más adentro. De vez en cuando echaba más lubricante y volvía. Lo sentía suspirar y gozar. Así como estaba no dolía casi nada, solo un poco a veces y era un goce sentir como iba cada vez más adentro, cada vez más apretado.

Cuando estaba casi toda adentro y el goce era enorme, tanto que tenía que concentrarme para no venirme sin tocarme siquiera se abre la puerta y entran dos tipos.

- uy, perdón, los dejamos seguir, - porque Santiago dejó de follarme cuando los vio abrir la puerta.
- por nosotros no se vayan, no nos molestan. Pero si vernos les molesta, denos unos minutos y los dejamos solos
- no, al contrario, siempre es lindo mirar al amor, hahaha, - respondió el mayor de los dos, de unos 50 años, gordito, barrigón. El otro era más joven, 40, delgado, parecía un subordinado. No hablaba, solo asentía.

- bueno, hahaha, entonces siéntense donde quieran y disfruten el show, - les dijo Santiago, retomando la cogida.

Si era bueno ser cogido era para mi aún mejor hacerlo con espectadores. Siempre me gustó que me vieran en estas circunstancias. Les pedí que se sacaran las toallas y nos dejaran verlos desnudos, si no les molestaba.

El gordito ya lo había hecho antes de que terminara de hablar, y la tenía dura!
Sin cortarse se sentó en el banco donde yo me apoyaba, cerca de nosotros. El otro se sentó mas lejos. El mayor se hacía la paja mirándonos.
Santiago estaba muy caliente, su mete y saca se hizo más rápido y violento, en poco la tenía toda adentro, me había abierto del todo. Con la calentura que tenía desde la noche anterior no puedo aguantarse más y se vino adentro mío, sentía su polla latir adentro cuando me inyectaba su leche caliente. Siguió un poco más y la sacó.
Se paró a un costado, respirando fuerte.

Yo me quedé en la misma posición. Mi verga estaba dura y la empecé a masturbar, mientras sentía la leche que me chorreaba entre los muslos y al suelo. El gordito se paró y se puso detrás mío, me acarició tímidamente una nalga, esperando ver mi reacción. No dije nada, me dejé tocar. Se puso entonces atrás y me la metió, de un saque. No era chica pero al lado de la de Santiago le sobraba espacio y además estaba muy lubricado con su leche. Me acabé con la verga del otro adentro, que se vino enseguida sacándola y echándome toda la leche en la espalda .
 
Al oir la pregunta desde la costa, Santiago se separo y, lívido, se dio vuelta hacia la costa. Yo hice lo mismo, paso por mi mente como un pantallazo las posibles consecuencias de lo que estábamos haciendo. En público! Policía, jueces, vergüenza, etc.

Pero cuando vi que era Tania no sabía si insultarla o reírme con ella.
Era tanto el alivio que terminé riéndome con ella.

Me dirigí a la costa caminando. Mi polla ya no estaba erecta, el susto la achicó instantáneamente. Aún riéndose me abrazo.
Encantada con su chiste.

- que susto les di! Estaban cogiendo en el agua? Hay que ser putos! Esta bien que no hay nadie, pero es un lugar público!

Santiago venía atrás mío. El conservaba su erección y era fantástica! Que verga! Grande y linda, como pocas. Estaba sonriente.
Saludo con la mano a Tania, también riéndose, haciendo bien visible, exhibiéndose se diría, su pollon apuntando hacia adelante y arriba, desafiando la gravedad.
También se acercó a mi mujer y quiso abrazarla. Yo estaba ansioso por ver que sucedía. Era imposible que no le apoyara la pija si la abrazaba. Ella no lo dejo, lo mantuvo separado con el brazo, mientras acercaba su cara para darle un beso. Santiago, con gran habilidad, giro su cara de tal forma que le dio un beso en la boca. Cortito, pero bien ubicado. Jejeje.
La pija de Santiago seguía firme, al frente. Brillante, roja su extremo, recorrida por gruesas venas, lucía desvergonzadamente su excitación.

- mira como me dejaste anoche, no te gustaría ahora bañarte conmigo?
- noooo, como le voy a hacer eso a mi hombre? Todavía que le interrumpo el polvo le saco al amante? Uds sigan en lo suyo que yo voy a seguir caminado un rato más. Nos vemos en el hotel en una o dos horas.

Y se fue. Sola. Dejándonos, otra vez solos.

- volvemos al agua? - propuso Santiago.
- no, prefiero que no, era una locura. Y si nos vamos al hotel? No te gustaría ir un rato a la sauna? - le dije, agarrando su verga, que se mantenía dura.

Me puso su mano en la cabeza y presionó para que me arrodillara. No necesitaba decir nada. Mire a Tania que se alejaba, pero que si se daba vuelta nos vería. No me importo y me arrodille, era tanta la atracción que sentía por esa polla. La agarré con la mano izquierda y me la llevé a la boca. Sin vacilar le pasé la lengua, estaba salada, con gusto a mar. Abrí más la boca y me la tragué, todo lo que me entró en la boca. No era posible tragarla toda. Santiago suspiró y me folló la boca pero lo cortó a poco de empezar.

- déjala, parate, que no quiero acabar ahora y estoy que vuelo. Vamos al agua, quiero cogerte.
- no prefieres ir a la sauna? Es peligroso acá, no estoy tranquilo.

Y entonces volvimos al hotel. Recogimos nuestra ropa en la playa y subimos.
Le propuse ir a su habitación, pero me dijo que le daba mucho morbo hacerlo en la sauna. Si podíamos.

No había nadie en el vestuario. Nos duchamos juntos, nos enjabonamos uno al otro, con mucho manoseo, desde luego y cuando finalmente entramos a la sauna seca estábamos ambos bien empalmados. Ni nos molestamos en cubrirnos con la toalla.
Me apoyé en el primer escalón, ofreciéndome.
Santiago se paró detrás mío, echó jabón líquido en la raja de mi culo y me apoyó la verga por segunda vez en el día, sin otro preliminar. La primera parte entró sin dificultad con la presión, no me dolió, pero cuando quiso seguir me dolió mucho y retrocedió. Así empezó otra vez como en el agua, entrando y saliendo, despacio, y yendo cada vez más adentro. De vez en cuando echaba más lubricante y volvía. Lo sentía suspirar y gozar. Así como estaba no dolía casi nada, solo un poco a veces y era un goce sentir como iba cada vez más adentro, cada vez más apretado.

Cuando estaba casi toda adentro y el goce era enorme, tanto que tenía que concentrarme para no venirme sin tocarme siquiera se abre la puerta y entran dos tipos.

- uy, perdón, los dejamos seguir, - porque Santiago dejó de follarme cuando los vio abrir la puerta.
- por nosotros no se vayan, no nos molestan. Pero si vernos les molesta, denos unos minutos y los dejamos solos
- no, al contrario, siempre es lindo mirar al amor, hahaha, - respondió el mayor de los dos, de unos 50 años, gordito, barrigón. El otro era más joven, 40, delgado, parecía un subordinado. No hablaba, solo asentía.

- bueno, hahaha, entonces siéntense donde quieran y disfruten el show, - les dijo Santiago, retomando la cogida.

Si era bueno ser cogido era para mi aún mejor hacerlo con espectadores. Siempre me gustó que me vieran en estas circunstancias. Les pedí que se sacaran las toallas y nos dejaran verlos desnudos, si no les molestaba.

El gordito ya lo había hecho antes de que terminara de hablar, y la tenía dura!
Sin cortarse se sentó en el banco donde yo me apoyaba, cerca de nosotros. El otro se sentó mas lejos. El mayor se hacía la paja mirándonos.
Santiago estaba muy caliente, su mete y saca se hizo más rápido y violento, en poco la tenía toda adentro, me había abierto del todo. Con la calentura que tenía desde la noche anterior no puedo aguantarse más y se vino adentro mío, sentía su polla latir adentro cuando me inyectaba su leche caliente. Siguió un poco más y la sacó.
Se paró a un costado, respirando fuerte.

Yo me quedé en la misma posición. Mi verga estaba dura y la empecé a masturbar, mientras sentía la leche que me chorreaba entre los muslos y al suelo. El gordito se paró y se puso detrás mío, me acarició tímidamente una nalga, esperando ver mi reacción. No dije nada, me dejé tocar. Se puso entonces atrás y me la metió, de un saque. No era chica pero al lado de la de Santiago le sobraba espacio y además estaba muy lubricado con su leche. Me acabé con la verga del otro adentro, que se vino enseguida sacándola y echándome toda la leche en la espalda .
Puro morbo y subidón..., y mejora con cada tramo de la historia.
 
Comer culos es algo que al principio da cosa, puede dar asco pero en cuanto te lanzas a hacerlo la primera vez, se te quitan todos los prejuicios enseguida. Pocas cosas te denigran tanto y te ponen en un escalon tan bajo respecto a tu hombre como lo logra hacer comerles el culo.
 
Salí del sauna, con mucho calor, ya demasiado.
Tiré la toalla en una reposera en la vecina sala de relax. Me acosté sobre ella y me deje aflojar.
Estaba cubierto de lefa. Mi mano, mi polla, la espalda y sentía mojado el culo y la entrepierna. No tenía dolor, solo una sensación rara de no poder cerrar el culo, de tan abierto que me lo había dejado Santiago con su enorme pija.
Sonreí al recordar el placer que me dio.
Me toque, sin pensar en los otros que estaban en la sala.
Estaba muy mojado y blando, pero no abierto. Al tocarlo me dolió un poco, un dolor agradable, nada molesto.

Creo que me dormí. Si lo hice no fue largo, por la hora.
Desperté por el ruido de mucha gente. Había un grupo 10 o 12 amigos, riendo y hablando, en el vestuario y en la sala.
Tuve entonces conciencia de mi desnudez y de la leche seca en mi cuerpo. Para peor estaba empalmado. Nadie me prestaba atención.
Con vergüenza me paré, me envolví en la toalla y me dirigí a las duchas.

Después de un largo baño caliente me vestí y fui a nuestra habitación.
Eran las 5 de la tarde. Tania no estaba.

Pese a la hora me serví un whisky largo, con mucho hielo y mucho whisky. Salí a la terraza. Me desnude y me acosté en una de las reposeras. Satisfecho, calmado.
Me pregunte donde estaría Tania.
Tome un poco de whisky, mmm delicioso! Como me gustaría prender ahora un cigarrillo! Si no fuera porque lo dejé hace años… este es uno de los momentos que lo reclaman!
Estará follando con otro mi mujer? Me encontró a mí follando con Santiago. No le podía prohibir nada.
Y otra vez tuve esos sentimientos contradictorios. Me daba celos pero por otro lado también era muy morboso pensarlo. Mi polla, que estaba en total reposo, se movió algo cuando lo pensé y la imaginé cogiendo con alguno. Me toque la pija despacio. Una caricia.

Era normal que me diera celos. No quería que lo hiciera, pero por otro lado, al pensar en la posibilidad se me ponía dura la pija?
Seguro que cuando venga me cuenta que estaba en la peluquería o jugando a las cartas u otra cosa asi de inocente! Lo peor es que creo que si pasara eso, en cierta forma me desilusionaría!

Sorprendido, vi que se me había acabado el whisky. Entre y me serví otro. Deje que se pusiera dura la pija imaginando que se había encontrado con Santiago y que este se la estaba follando en su cuarto.
Ambos disfrutando de la misma verga!

Y que ella venía y me lo contaba. Me decía lo increíble que se sentía ser follada por tremendo pollon. Me mostraba como le había dejado el coño de abierto y mojado, aún chorreando jugos de ambos. No se había lavado para que se lo viera follado. Tal vez querría chuparlo? Y no me quise contener más y me masturbe hasta venirme en mi mano otra vez. Me chupe los dedos.

Con dos tragos largos arriba, el “ejercicio” hecho, el sol cayendo, me entró una modorra tal que me quede dormido en la terraza.

Me desperté a las 8 de la noche. Con frío. El cuarto estaba oscuro y vacío. Tania no había venido. Preocupado, la llame y me atendió el correo de voz.
Me vestí y salí a buscarla.
 
Última edición:
No la encontré en el bar de la piscina ni en el del comedor. Busqué en los lugares que sabía que le gustaban, el bar de la playa, las canchas de tennis y la sala de juegos. Finalmente tomé algo en el bar y volví a la habitación.

Tania estaba en la ducha y tenía ya ropa elegida sobre la cama.
Ropa de disco. Una mini, muy mini, de cuero roja y un top negro, que para sus tetas era muy chico. Una tanga blanca, brasilera, sin cola.

Salió con la toalla rodeándole el cuerpo. La tiró sobre la cama y se mostró desnuda. ¡Qué buena que estaba! Dios mío, qué tetas divinas, ¡y qué culo! Estaba toda bronceada, sin ninguna marca de bikini. Mérito de la playa nudista.

- hola, - le di un beso, -dónde estabas? pregunté, con tono curioso.
- por ahí, charlando. Conocí mucha gente hoy. Y más tarde me encontré con tu novio.
- no es mi novio, mi novia eres tú, -aclaré. molesto.
- hahahaha, pero con quien pasaste en día?, no conmigo, según recuerdo...
- estás celosa? - esto no iba bien.
- nooo, por favor, no soy nada celosa. Solo relato los hechos. ¿Follaste con Santiago, si o no?
- bueno, si follamos, además tú nos viste.
- no, vi algo sospechoso, pero no los vi.
- quieres vernos? - pregunté, ilusionado ahora, curioso.
- puede ser, no sé. Veremos.
- y ahora, que ibas a hacer?
- tengo una invitación a cenar y a bailar después. Con un amigo que me encontré hoy de tarde. Quieres acompañarnos? Yo acepté porque no sabía nada de ti.
- tú que quieres? Ya follaron? A las 5 estaba acá, esperándote.
- Quieres venir o no? Decidete, porque si vas a venir vistete bien y aféitate. Pinchas
- Tania, estamos juntos, Tu sabes que hice yo, está todo bien con que cada uno haga lo que quiere, pero no con engañarnos.
- esta bien, vístete y bajemos al bar que te cuento, quieres detalles? A mi no me cuentes detalles. Ya sé que eres puto y te gusta la verga. Es suficiente para mi. - respondió, enojada.
 
Última edición:
Habían quedado para las 10. Bajamos a las 9 y media. Una vez sentados y con las bebidas pedidas, empezó a hablar.

- Lo primero Pedro, para que te quede claro, no follé esta tarde. Tampoco me enrollé con nadie, aunque estuve a punto con tu amigo, que cambió su actitud y está mucho más agradable.
- entonces? quien este amigo que va a venir a buscarnos?
- es uno que conocí en el bar, esta tarde. Es mayor que nosotros, tiene aspecto muy distinguido. Me gusta. Ya vas a ver qué bien que está, es un lindo hombre. ¡Y también tiene una buena verga! jajajaj
- ya se la viste entonces?
- no, Pedro, no seas tonto, lo vi en la playa nudista, hahaha Después lo vi en el bar. Solo. Lo “deje” que me conociera, jajaja, como contigo! Jajaja, y me gustó más, y yo a él. Le expliqué nuestra situación y entonces me invitó a salir hoy.
- y entonces?
- bueno, te fuiste con tu amigo, no te vi más, no sabía si aparecerías, pero está todo bien. Cada uno hace lo que quiere, no es así? No lo has hecho tú?
- si, claro y este, qué quiere contigo?
- qué piensas que quiera? follarme, claro! Espero, porque yo me lo follaría. Así que prepárate, porque tal vez lo haga.
- No pienso decirte nada si decides hacerlo, estamos para pasarla bien! Esa es la idea!

Se acercó y me puso la boca para que le diera un beso, lo que hice. Estaba fría por la bebida, pero cálida en la sonrisa.
Nos entendíamos bien.

Levantó la mirada y saludó a la entrada, para que la viera un hombre que entraba.
Alto, bronceado, pelo entrecano algo largo, peinado hacia atrás mostrando una calva elegante. Bien vestido, pantalón blanco, camisa rosada y saco azul oscuro muy bien cortado. De físico bien proporcionado y facciones agradables, nariz algo grande y mentón fuerte, saludo con sonrisa simpática y se dirigió a nuestra mesa. Debía tener entre 50 y 60 años.
Entendí porque le gustó a mi novia.
Le dio un beso en la mejilla a Tania y a mi tendió la mano, sonriendo.

- hola, soy Beto, tú debes ser Pedro, el marido de Tania, tu mujer me habló de ti.

Tomó una silla y se sentó a mi lado, frente a Tania.

- Espero que nos acompañes a cenar, por las dudas reserve mesa para tres, - dijo, dirigiéndose a mi .

Parecia que Tania había previsto todo.
 
Última edición:
Habían quedado para las 10. Bajamos a las 9 y media. Una vez sentados y con las bebidas pedidas, empezó a hablar.

- Lo primero Pedro, para que te quede claro, no follé esta tarde. Tampoco me enrollé con nadie, aunque estuve a punto con tu amigo, que cambió su actitud y está mucho más agradable.
- entonces? quien este amigo que va a venir a buscarnos?
- es uno que conocí en el bar, esta tarde. Es mayor que nosotros, tiene aspecto muy distinguido. Me gusta. Ya vas a ver qué bien que está, es un lindo hombre. ¡Y también tiene una buena verga! jajajaj
- ya se la viste entonces?
- no, Pedro, no seas tonto, lo vi en la playa nudista, hahaha Después lo vi en el bar. Solo. Lo “deje” que me conociera, jajaja, como contigo! Jajaja, y me gustó más, y yo a él. Le expliqué nuestra situación y entonces me invitó a salir hoy.
- y entonces?
- bueno, te fuiste con tu amigo, no te vi más, no sabía si aparecerías, pero está todo bien. Cada uno hace lo que quiere, no es así? No lo has hecho tú?
- si, claro y este, qué quiere contigo?
- qué piensas que quiera? follarme, claro! Espero, porque yo me lo follaría. Así que prepárate, porque tal vez lo haga.
- No pienso decirte nada si decides hacerlo, estamos para pasarla bien! Esa es la idea!

Se acercó y me puso la boca para que le diera un beso, lo que hice. Estaba fría por la bebida, pero cálida en la sonrisa.
Nos entendíamos bien.

Levantó la mirada y saludó a la entrada, para que la viera un hombre que entraba.
Alto, bronceado, pelo entrecano algo largo, peinado hacia atrás mostrando una calva elegante. Bien vestido, pantalón blanco, camisa rosada y saco azul oscuro muy bien cortado. De físico bien proporcionado y facciones agradables, nariz algo grande y mentón fuerte, saludo con sonrisa simpática y se dirigió a nuestra mesa. Debía tener entre 50 y 60 años.
Entendí porque le gustó a mi novia.
Le dio un beso en la mejilla a Tania y a mi tendió la mano, sonriendo.

- hola, soy Beto, tú debes ser Pedro, el marido de Tania, tu mujer me habló de ti.

Tomó una silla y se sentó a mi lado, frente a Tania.

- Espero que nos acompañes a cenar, por las dudas reserve mesa para tres, - dijo, dirigiéndose a mi .

Parecia que Tania había previsto todo.
Cómo sigue....?
 
Era muy agradable, buen conversador.

Salió tema de trabajo y explicó lo que hacía.
El ya sabía que hacía yo, Tania le había contado.
Su profesión era de contador, tenía un MBA de Oxford y se dedicaba con dos socios a comprar empresas fundidas o casi, ponerlas en orden, hacerlas rentables y venderlas. Les llevaba un año aproximadamente. Estaba muy orgulloso de su actividad y de su éxito en ella.
Ahora estaban de vacaciones los tres.

Acababan de vender y distribuir ganancias. Más de 1 millón y medio de euros, según contó! Seria verdad? Parece mucho! Para un año de trabajo no está nada mal.
Estaban todos en el hotel, festejando.

Parece que uno era abogado, experto en personal y marketing y el otro era ingeniero y un genio de las finanzas.

Y en ese momento entraron al bar.
Beto los saludó de lejos y explicó quiénes eran.
Y sus socios eran…el gordito de la sauna y su amigo, el callado que no participó en nada.

Por suerte no vinieron a la mesa! Yo traté de cubrirme la cara, de que no me vieran y que no me reconocieran!
Ellos saludaron de lejos y fueron hacia otra parte del bar, sin visión directa hacia donde estábamos nosotros.

La cena transcurrió bien.
Yo me sentía un espectador, un voyeur. Me daban poca participación, el diálogo era principalmente entre ellos.
A veces me preguntaban algo, supongo que para que no me sintiera tan excluido. Quien más me incluía era el.

Tania me ignoraba, a veces me agarraba la mano o me daba un beso, pero casi siempre era un diálogo entre dos, ellos dos.
No tengo claro si era un castigo o si Tania se había dado cuenta de que me gustaba el papel de sumiso, consentidor. Beto lo tenía clarísimo y actuaba como si el tercero fuera yo, no el.
Mi polla estaba contenta!

Después fueron a bailar. Digo fueron porque yo no bailé, solo los miré y me fui emborrachando despacio,
Miraba encantado y celoso como iban avanzando en su relación. Cada vez bailaban más cerca, con más contacto de cuerpos y caras, más exploración de manos que acariciaban y buscaban límites que no aparecían. Sus manos ya estaban en su culo, y hasta me pareció que rozaban su teta. Sus caras no se separaban. El hablaba en el oído y yo imaginaba que le comía la oreja.
Con el primer beso se me puso dura la verga.
Vi como el giraba buscando su boca, ella se separó y lo miró, como en el cine, entreabrieron los labios y fueron uno hacia el otro. Estaban a 3 metros de nuestra mesa. Estoy seguro que ella lo hizo para que la viera.
Se besaron largo, con hambre, de boca abierta, lenguas visibles, enredadas. Sus manos agarraban su culo y la apretaban pelvis contra pelvis, sexo contra sexo,

No podía dejar de mirarlos, me invadía un doble sentimiento, de celos y de excitación sexual. Estaba totalmente erecto, mi verga dura bajo mi ropa.

Sentí un movimiento a mi lado que me distrajo.
Deje de mirar para ver qué era y era Santiago, que tomaba una silla de la mesa y se sentaba. Sonriendo, tomo un trago de mi copa y me apretó la verga bajo la mesa.

- la tenes parada! Si serás puto cornudo, jajaja!
 
- esta tarde estuvo hablando con tu mujer. Te hice caso y dio resultado. Se aflojo bien, nos reímos y hubo bastante acercamiento. ¡Vamos bien!

Mientras seguía acariciándome la polla bajo la mesa, pajeándome sobre la ropa. Tania y Beto dejaron de bailar y vinieron a la mesa.

- hola, Santiago! - saludo simpática mí mujer, - qué tenemos, salía de 4? jajaja, te presento a Beto, este es Santiago amigo y amante de mí marido…Beto, un amigo
- mucho gusto Santiago, no sabía que Pedro era versátil, jajajaj! no quieres bailar con Tania? ella quiere seguir y yo ya me cansé.

Se sentó en su lugar y tomó un largo trago de su gintonic. Santiago soltó mi pija y se paró, dispuesto a bailar con mi mujer.

Beto se me cercó.

- así que te gusta todo, hombres y mujeres. Está bien eso. Daniel, el mayor de mis socios, el gordito, es así también. Pero es solo activo. De hecho, vive con un hombre. Pero no le hace asco a una buena mina, de ninguna manera. ¿Tú, eres también solo activo?
- no, a mí me gusta todo, y con los hombres prefiero ser pasivo, - contesté su pregunta pese a encontrarla un poco impertinente. En realidad, me gustó contestarle.
- y te gusta ver a tu mujer bailando con otros, cuando nos besamos la primera vez no nos viste, yo busqué donde no me vieras, por las dudas, pero tu mujer me trajo cerca para besarme delante tuyo, donde nos vieras bien. Parecía enojada.
- no, no lo está. El problema es que de tarde estuve con Santiago y la dejé sola. Fue cuando te buscó. Le gustas.
- a mí también me gusta ella. ¿No te molesta que quiera follarla?
- hoy tienes competencia, - le dije, señalándole a Santiago, que en ese momento se besaba con Tania. Lo miró a
Beto y le sacó la lengua.

Después le hizo seña con el dedo de que se acercara a bailar con ellos.
Beto no se hizo rogar. Terminó su gin-tonic, me pidió que le ordenara otro, y se fue con ellos. Abrazó a Tania por detrás que quedó, así como el jamón de un sandwich, entre dos machos que le frotaban sus vergas, uno por delante y el otro por detrás.
Estaba haciendo un papelón frente a la gente. Pero no le importaba, y a mí tampoco.
Al poco rato, cuando empezaron a poner música disco, volvieron a la mesa.
Tania se sentó y cada uno de ellos tomó una silla de cada lado de ella. Yo quedé frente a Tania..
Se sirvió una copa de vino y se la tomó de un trago.
Le brillaban los ojos. Estaba contenta y caliente.

- Pedro, estos dos hombres me han invitado a sus respectivos cuartos a seguir hablando, hahaha, ¿qué te parece que haga?
- lo que tú quieras, mi amor, - respondí, - puedo acompañarte?
- no, no quiero que vengas, pero con cual me voy?
- anda con los dos, por qué no?-
- jajajaja, bueno, me llevan? Espérame en nuestro cuarto. Dentro de un rato voy. - y se levantó de la mesa, me dió un beso guarro en la boca, ofreció ambos brazos para los codos de sus amigos y se los llevó.
 
Última edición:
Me fui a nuestro cuarto.
Como ya se estaba haciendo rutina para mí, me desnudé , apague la luz del balcón, y me acosté ahi, a tomar otro whisky con mucho hielo y mucho whisky.

Recordando la noche, tomando pequeños tragos de mi bebida, fui acariciándome la polla. No demoro en ponerse dura. No quería venirme, quería esperar el retorno de mi mujer para que me contara con mucho detalle que había pasado en la habitación con los dos “amigos”.
Solo de imaginarlo me fui poniendo cada vez más caliente. Finalmente tuve que parar de tocarme para no terminar con toda la leche en mi mano. Me cubrí con una manta y me quedé dormido esperando.

Me despertó el sol en la cara, levantándose en el horizonte, en un cielo totalmente despejado. Los rojos y los amarillos brillaban sobre el mar azul oscuro, totalmente en calma. No corría nada de viento. No sentía nada de frío.

Tenía un leve dolor de cabeza y no me sentía del todo bien. Tome demasiado. El vaso, todavía con whisky y agua, aunque ya sin hielo, estaba en la pequeña mesa a mi lado. Lo levante y di un largo trago, el mejor remedio para la resaca! Un clavo saca otro clavo! Jejeje. Me sentí mejor.
Mire al interior de la habitación. Tania no había vuelto. Durmió, o mejor dicho, follo con nuestros amigos, toda la noche. Mi polla se movió, interesada en el tema ! Jajaja!
Me levante, desnudo en pleno día, a la vista de todos. O mejor dicho, de nadie, porque a las 7 no se veía ninguna persona en ningún lado.
Me di una ducha, primero bien caliente y luego bien fría, de salida. La verga se redujo, pero no del todo. Se mantenía algo erguida. Me daba placer tocarla, claro, pero no debía abusar.
Asi que mejor me iba. Me vestí y baje a desayunar.

Había solo una pareja en el comedor.
Me serví un gran plato con huevos revueltos, panceta, morcilla, tortilla de papas, tomates cocidos y dos rodajas de pan crujiente, como me gusta. Tome una taza de café negro parado al lado de la cafetera y me lleve otra a la mesa.
Volví a por una copa de burbujas. Que nunca te falte cava en un buen desayuno!

Cuando volví a la habitación estaba Tania. Acostada sobre la cama tal como la dejé yo, sin abrir. Vestida con la mini y el top. Solo se había sacado los zapatos. Era gracioso que se puso la mini al revés, con las etiquetas hacia afuera! Jajaja!
Levante un borde de la falda y no tenia la tanga, tal como me había imaginado. El top estaba corrido hacia abajo y un pedazo de una teta estaba desnudo, exponiendo areola y pezon. Un claro hematoma, como el de un chupon, se destacaba en su piel bronceada.
Estaba como muerta para el mundo. No me oyó ni me respondió cuando quise despertarla.
Le saqué la ropa, la dejé desnuda y la cubrí con la sábana. Tenía varias marcas más de apretones y besos. Iba a causar sensación en la playa, si se animaba a ir! Se dejó hacer sin decir nada ni responder. Ninguna resistencia ni queja! Que noche tuvo, jajaja!
Decidí dejarla dormir. Me vestí para la playa, le dejé una notita y, después de darle un beso en el culo, me fui.
 
Pasé primero por la piscina, había poca gente todavía. Todos mayores.
Luego bajé a la playa. Ni en la normal ni en la nudista encontré a Beto o a Santiago. Seguro que también seguían dormidos, como mi mujer.

Me reí solo, de pensar que habrán hecho! Mi mujer es una genia, los agotó a los dos en una noche! Qué lástima que no me dejó estar, para verla.
Esa mezcla de celos y morbo me encanta, me excita como pocas cosas.

Tome sol , leí, me di varios baños en el mar, que estaba muy bueno.
Había mucho para ver. Nuevos huéspedes, hombres y mujeres muy lindos. Demasiados, y todos juntos. Tal vez había una convención de modelos o algo así.
Con mis lentes de sol podía mirar sin vergüenza y sin parecer demasiado atrevido.

Había una negra que se destacaba. Con una figura excepcional, Unas piernas perfectas e interminables, un culito muy bien hecho y unas tetas…que tetas! Ni la Venus de Milo las tiene más perfectas! Y además divina de facciones! Estaba con un rubio de aspecto escandinavo, también muy lindo. Ambos desnudos, desde luego, el lucía una polla increíble, no era demasiado grande, pero se destacaba . Lo que además era destacable era su perfección estética. Si puede decirse eso de una polla! Jeje.

Tuve que cubrirme porque tuve una erección viéndolos e imaginándome que los veía follando. Soy tan pajero! Jejeje!
Al mediodía me fui al gimnasio. Hice mi rutina, me duché y fui a la sauna.

Había mucha gente. Santiago no estaba . Había, como en la playa, un grupo de hombres jóvenes y maduros, entre 20 y 40, todos muy atractivos y bien dotados. No veías una verga chica.
El que estaba era Daniel, el socio de Beto. Me recordó apenas me vio y, saludándome, se sentó a mi lado. Me gustó que me dio la mano, nada de besos con el.

Con la cantidad de gente que había estaba descartada cualquier escena como la vez anterior.
Pero ambos la teníamos bien presente en la memoria. A ambos nos gustaría repetir. Más tranquilos.
Me invitó a su habitación, pero yo quería reservarme para Tania y su relato.
Decline aduciendo compromiso previo con mi mujer, pero asegurándole que también lo deseaba y que ya lo haríamos de nuevo. Era cierto!
Me vestí y volví a la habitación a despertar a Tania para ir a almorzar. O para algo más, pense, expectante, si ella quería. Ya eran las 2.
Cuando llegue estaba en la ducha. Salió desnuda, sin cubrirse con la toalla. Sonriente, me beso y me toco la polla, sobre mi ropa.

- como está mi maridito cornudo? Ya es oficial! Jajaja
- extraoficial ya era, que no me engañas, - respondí, pellizcándole el culo.
- Ah no? Ya lo sabias? Entonces dame otro beso. Si quieres te cuento, pero después de almorzar, ahora tengo mucha hambre!

Tuve que seguir conteniendo mis ganas. Se puso un bikini de los de ella, un vestido liviano largo casi transparente y bajamos a almorzar.
 

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