En la sauna

En la mesa, mientras almorzábamos, quise tener un adelanto.

- cuéntame algo, por favor, he estado desde anoche imaginando y pajeándome, pero sin acabar! ¡Te lo juro! ¡Estoy que vuelo!
- jajaja, me imagino si, con lo pajero que eres! ¿Qué quieres que te cuente?
- no se…adonde fueron? , al cuarto de quién?
- al de Beto, el hijo de puta tiene una suite espectacular!¡Y anoche estaba perfecto! Además, nadie puede verte, es en el último piso y no hay nada alto cerca.
- qué bueno! ¡Qué lástima que no me dejaste ir a mirar!
- no, de ninguna manera, mira si te enojas y me haces una escena de celos! Jajajaja! No, en serio, no quise que nos vieras, para estar tranquila yo…y además así tú juntas ganas, ¡me follas mejor y disfrutas más! ¿No dices siempre que el contenerte te excita?
- sí, eso es cierto, pero igual me hubiera gustado verte.
- tal vez puedas, Beto filmó buena parte. Pídele mañana de buena manera, jejeje. Pero no ahora. Ahora es tiempo para nosotros dos. Te voy a agotar en la siesta…vas a ver, tengo ganas de ti, mi amor, ¿me entiendes?
- no sé, follasteis toda la noche! ¿Y todavía tienes ganas?
- tengo ganas de que me hagas el amor, no de que me folles, quiero que me mimes, me cojas claro, también, pero no me folles, ámame. Eso necesito. me entiendes? y eso, sólo tú puedes dármelo. Goce mucho anoche con otros y necesito sentir tu amor y tu comprensión, que me entiendes y me quieres no importa qué haga yo. ¿Puede ser?, sí?, por favor.

Le brillaban los ojos, una sonrisa, para mí muy querida, se veía en sus labios, me rogaba que la entendiera. No estaba seguro, pero lo iba a hacer. Me di cuenta de que me estaba enamorando. ¡Eso era grave! Me importaba y quería hacer lo necesario para verla contenta.
 
Terminamos de almorzar rápido y salimos del restaurante, antes de que llegara algún conocido. Queríamos, o aún más, necesitábamos, estar solos ahora.

- y ayer te llevastes a mi amante y me dejaste solo. Hoy casi te pongo cuernos pero luego me resistí, esperándote, - le reproché en broma mientras esperábamos el ascensor.
- ah si? Otro pretendiente nuevo? Cuéntame! Me encanta! O una chica ahora?
- bueno, nuevo no, exactamente no. Es algo que no te conté porque me parecía demasiado, no se.
- pero ahora me lo vas a contar! Sin callarte nada!

Me agarró el brazo y pudo su cabeza en mi hombro, mirándome, contenta.
Apenas entramos en nuestra habitación
le conté lo que pasó en la sauna el primer día, con Santiago y con quien resultó luego ser Daniel, el socio de Beto. Le relate como me follaron los dos y el baño de lefa que me dió Daniel, después de cogerme el culo lleno con la leche de Santiago.
Mientras esperaba que saliera del baño preparé bebidas para los dos.
Salió desnuda.
Luciendo sus machucones de las apretadas y los besos guarros de los dos que la follaron anoche.
La abracé y nos besamos. Beso lento, cálido y húmedo. Me gustaba abrazarla desnuda estando yo vestido.
Le conté de mi encuentro con Daniel en la sauna un rato antes y su invitación. Invitación que pospuse por ella, señalé.
Se rio y me tocó mi polla dura bajo mi ropa.

- basta de historia, desnúdate y vamos a la cama

Se acostó, y abrió los muslos, ofreciéndose. La cubrí y entré en ella, estaba mojada y abierta. Y tan suave y caliente que casi lloro de placer.

- ahora cuéntame qué pasó anoche.
- no todavía, primero mímame, acariciame, bésame, dime que me quieres, que me quieres aunque sea una puta, o tal vez por eso mismo…jajaja.

E hice lo que me pedía, sin ningún esfuerzo, deseando su felicidad, más que la mía. En ese momento la adoraba,
Me miró, y vi sorprendido, que de sus ojos se desprendían lágrimas silenciosas. Se deslizaban por sus mejillas. Bebí de ellas, saladas, dulces, su amor, mi amor.
Tuvo un fuerte orgasmo, gimiendo, llorando besándome y arrastrándome a mí a un orgasmo incontenible aunque quise resistirlo, para prolongar el momento. Pero sentir latir su coño mojado y caliente, que me apretaba como si me ordeñara, fue demasiado para mi largo periodo de continencia.
Llene su coño con mi leche, abundante luego de tanto tiempo juntando.
Nos abrazamos fuerte y así nos quedamos, unidos como un solo cuerpo, un solo ser.
Fue un momento inolvidable.
Después hablaríamos de su noche, follando con dos.
 
- no aguantaste nada, - me reprochó, riéndose de mi, = como si fueras un yogurin! Y ya no lo eres, jejeje
- tampoco aguantaste tu, pese a que venías bien cogida.
- si, es cierto. Pero es distinto contigo. Es otra experiencia. Ellos me follaron. Tu me hiciste el amor.
- yo sigo con ganas, mira, no se baja, aunque sea “maduro”, jeje. Es cierto, fue muy distinto a otras veces. Incomparable.
- Eso está muy bien. Ahora vamos a coger nosotros. Tráeme una copa de cava. Para aflojar la lengua. No te vas a enojar? Lo que tengo para contarte es fuerte, y ahora que acabaste no se como te lo vas a tomar…seguro, no? Y vos, me vas a contar qué pasó en el sauna con Santiago y Daniel?

Le alcancé la copa y puse la botella en hielo en la mesa, junto a la cama, Tania bebió la copa y se sirvió otra. Estaba contenta.

- apenas entramos a la habitación Beto cerró la puerta. Y los dos me atacaron a la vez!
Beto me besaba en la boca mientras Santiago se arrodilló y me sacó la tanga, besándome el coño. No le costó encontrar mi punto débil y en minutos me tenían gimiendo. Beto me había bajado el top y me chupaba y pellizcaba las tetas. Me desnudaron, ahí, parada y me manosearon toda. Yo me quería acostar pero no me dejaban.
Cuando estuve desnuda, totalmente, Beto salió a la terraza y prendió el jacuzzi. Me llevaron entre los dos y me metieron adentro.
-y ellos, no se metieron también?
- si, se desnudaron ahí mismo, al aire libre y se metieron conmigo
- tiene buena verga Beto?
- siii, muy buena, no tan grande como Santiago pero más grande que la tuya. No te pongas celoso, eh! Bueno, después me follaron los dos, en el agua y en el borde.
- los dos a la vez?
- no ahí no, uno y otro, a veces chupaba mientras me follaban. Me usaron toda.
- te acabaste ahí?
- si, con Santiago chupándome el coño, que bien lo hace! Y con la verga de Beto en mi boca
- y ellos?
- no, tienen mucho aguante,

Mientras me contaba estábamos acostados, medio sentados, Tania me acariciaba la pija , dura otra vez, y tomaba cava.
Me contó que después fueron a la cama y la follaron varias veces, en todas posiciones. Perdio la cuenta de las veces que se vino, le follaron coño los dos pero solo Beto el culo. A Santiago no lo dejo follarle el culo. Es delicada ahí. Se asombró que me hubiera follado a mi.
Me dijo que después que ellos acabaron se durmieron un rato.
Se despertó con Santiago queriendo metérsela por atrás. Lo dejo un poco pero cuando dolió lo paró, que no siguiera por ahí. La actividad despertó a Beto y empezaron de nuevo.
Después del segundo de ambos, Beto no conseguía ponerla dura y quería llamar a Daniel, el gordito, para que viniera también a cogerme, porque vio que yo todavía quería más. Pero yo no quise, y Santiago fue el que me dio su tercero, yo tuve otro orgasmo más, con esa polla enorme, que me llena tan bien.
Estuvo bueno. Después te voy contando detalles. Chúpame el coño ahora, hacerme acabar de nuevo. Estoy llena, te aviso!
- y entre ellos, no pasó nada?
- no que yo viera, no creo, no. Por qué preguntas?
- conociendo a Santiago, podía buscar algo con Beto.
- no, nada por ahí, dale chúpame, puto! No hables más bobadas y haceme gozar..
 
Así pasó la tarde, hasta la 6/7 pm.
Me hizo la paja y se la volví a meter un poco, pero se me bajaba cuando lo hacía. Lo mejor era paja mientras me contaba detalles.

O anécdotas.
Por ejemplo, me contó que la madre siempre le decía que las mujeres de bien pueden follar, pero que debe ser de un solo hombre. Y ella, en las últimas 12 hs, estuvo follando con 3, y casi con un 4to ! Pobre mamá, decía, que nunca se entere de lo que hace su hija! y se reía!
También me dijo que era una suerte para nosotros el habernos encontrado.
Que no conocía a nadie como yo, que disfrutara tanto con que ella fuera tan puta!
Y que después además pudiera hacerle el amor como se lo había hecho! Lo mejor de ambos mundos! Del sexo y el amor!

Tuvo un orgasmo más mientras la chupaba y después me echo. No pude acabar yo otra vez, pese a que tenía muchas ganas no se me paraba.

- hace lo que quieras, - me dijo,- yo voy a dormir. Despertarme a las 10, si sigo durmiendo.

Yo me vestí y me fui a la sauna.

Había gente pero menos que al mediodía. Estaba Daniel, que vino a sentarse conmigo apenas me vio.
Se sacó la toalla y pude ver que tenía la polla dura. Apuntaba para arriba, era de regular tamaño, de glande grande, rojo brillante de jugos. El glande grande le daba el aspecto de un hongo. Se la tocó y me apunto con ella.

- tócala, dale que tienes muchas ganas, lo sé! Yo tengo muchas ganas de volver a follarte!
- hay gente, no podemos acá.
- no te preocupes por ellos, - me dijo, - son de una convención de actores porno, no los viste?
Una convención de actores porno! Con razón era gente tan linda todos, y además jóvenes.
Los miré y ellos nos miraron y me hicieron el gesto universal del pulgar para arriba: “dale tranquilo, no te preocupes.”
La agarre y estaba buena, dura, caliente y suave, sedosa como es la piel de la pija. Lo pajee y le gustó. Gimió bajo, de gusto.
Me agarro la mano y se paró.

- veni, -me dijo, tirando de mi mano, - vamos a la sauna húmeda.

Lo seguí y cuando entramos entendí el porqué.
No se veía nada, era un cuarto oscuro y lleno de vapor, que formaba una densa niebla que solo te dejaba ver sombras.
Me hizo sentar y se paró frente a mi, poniendo su polla frente a mi cara. Miré a mi alrededor. Si yo no veía a nadie, nadie me podría ver a mí. Abrí la boca y la chupé. Mmmm, estaba rica y yo tenía ganas. Dejé a Tania con ganas de seguir, aunque no conseguía una erección que me permitiera follarla otra vez. Pero ahora, con una verga en la boca, en público y sumiso se me volvió a parar.
Si alguien veía las sombras, era claro lo que estábamos haciendo. Yo sentado frente a él parado, algo inclinado hacia adelante, mi cara a la altura de su verga, moviéndome hacia atrás y adelante...era evidente! Me excitó el entenderlo.
Vi que alguien se acercaba y nos miraba. No podía ver sus rasgos, pero era claro que nos estaba mirando. Nos contempló de lejos unos minutos, se acercó más y se sentó a mi lado. De ahí veía bien, era joven, menor que nosotros. Alto, tenia la toalla en la cintura, cubriéndose.
Tímidamente estiró su brazo y me agarró la polla, al ver que lo acepté sin objeciones me pajeo suavemente, con lentitud.
Lo dejé. Lo hacía muy bien.
 
Daniel también lo aceptó.
Me sacó su polla de mi boca y se la ofreció a nuestro nuevo amigo.

Este la agarró y se la llevó a sus labios. La besó y, abriendo la boca, se la metió entera, ¡hasta la base! ¡Sabía lo que hacía!
Lo mire más atentamente. Era alto, delgado, muy blanco, sin vello en el cuerpo y el pelo rubio, casi blanco, colgaba largo hasta los hombros. Estaba mojado por la humedad del ambiente. Seguía con la toalla en la cintura, cubierto. No creo que tuviera más de 25 años, tal vez menos. Le busque la polla y cerró las piernas, no dejándome explorar.

Sin soltar a Daniel se paró.
Alto, se agachaba para seguir chupando. Le saqué la toalla, aunque trato de impedírmelo.
Tenía puesta una tanga brasilera de encaje, roja. Entendí por qué no quería que le sacara la toalla. La corrí y su polla quedó a la vista, bien erecta hacia adelante y arriba. Era de largo normal pero fina, con un glande morado, chico y en punta. Se la agarre. ¡Me sorprendió su dureza, parecía un fierro!
Con la otra mano le acaricie el culo. La piel de sus nalgas era suave como la de una mujer. Busqué su ojete y lo encontré ocupado Tenía puesto un plug anal! Se lo moví y suspiro, con la boca también ocupada por la polla de Daniel. ¡Jejeje!
Agachado como estaba para chupar la polla de Daniel, ofrecía su culo. Me pare detrás de él, le bajé la tanga y le saqué el plug. Lo miré y estaba limpio. Tenía el culo abierto y lubricado. Me dieron muchas ganas y se la metí. Entro de un golpe. Dijo algo como -Rumpff!- con la boca llena, jajaja, y se quedó quietito, con mi polla adentro.
El culo estaba muy caliente y suave. Lo follé suave, para dejarlo seguir chupando. Daniel me miró y se rio. El chico estaba que volaba, verga por los dos lados, no aguantó más y se empezó a masturbar. Agregó entonces un leve movimiento de su culo y de pronto sentí cuando se acabó, me apretó la verga y siguió con una sucesión de aprete y afloje deliciosa, tan buena que no pude contenerme y le di toda mi leche adentro, sin preguntar. Recién ahí me di cuenta de que estaba en pelo, sin condón. ¡Por eso era tan fantástico! Por otro lado, un error inexcusable de mi parte, pero ya estaba hecho. ¡Cuánto mejor se sentía sin forro!
Sin decir nada, después que acabó, agarró su plug y su toalla y se fue. Ni gracias dijo, jejeje. Nos quedamos mirándonos con Daniel.
- te gustó? - preguntó, mientras se acariciaba su polla dura, grande, apetitosa, - yo no acabé.
- dame unos minutos, -le pedí, - y nos ocupamos de ella...
- déjame que te prepare el culito mientras te recuperas, puedo?
Me rei y me apoyé en el banco de arriba, ofreciéndome. Me acarició las nalgas, suave, con cuidado. Luego pasó un dedo por el surco del medio, también despacio, cariñoso. Encontró el agujero y lo exploró con su dedo, alrededor, un poquito adentro, sin forzar porque aún estaba tenso. Lo aflojó un poquito. Se puso detrás mío y me escupió, distribuyendo enseguida su saliva, insistiendo en el agujero. Entonces sentí su aliento y su lengua, húmeda y caliente, explorándome. Suspiré. Me metió la lengua, dura, persistente, queriendo ir adentro. Me aflojé y me dejé chupar. Lo hacía muy bien. Ansioso se ayudó con los dedos, penetrándome con ellos y abriéndome más el culo. Ya me quería follar. Sentí como me metía dos dedos y luego más, cómo acompañaba con su lengua y con la otra mano me buscó la polla, aún blanda.
Oi que se abría la puerta y que entraban al menos dos, por que hablaban entre ellos en inglés. Vi que se acercaban y cuando nos vieron pidieron disculpas y se sentaron. Se veía sus sombras. Seguro que ellos veían las nuestras y nuestras posiciones eran muy explícitas.
Más porque Daniel decidió que ya era bastante y se paró, me apoyó su verga dura en el ojete y la metió un pedacito, explorando. Gemí de gusto. Sabía que nos estaban viendo y eso aumentaba mi excitación. La verga ya estaba algo más dura. Al oír mi gemido de placer Daniel presionó y se fue enterrando todo adentro mío. Sentía su verga entrando en mí, abriéndome sin pausa, su mete saca no se hizo esperar y fue con violencia de macho caliente. Me sacudía y un par de veces se salió del todo y debió buscarme para poder volver a penetrarme. No duró mucho y se acabó fuerte, dejándola bien adentro, mientras yo sentía su polla latiendo al soltar sus lechazos en mi interior. Por primera vez dudé si él se había puesto forro, esperaba que sí. Se quedó así, quieto, un poco. Yo soportaba su peso con mis brazos. Finalmente suspiró y se paró, dejándome libre. Su polla se salió sola.
Al mirarla cuando me di vuelta vi que no tenía forro. Todavía estaba medio dura y con lefa.
Se acercó y me besó.
- Perdón por no haberme puesto forro, pero tenía muchas ganas de ti. Quería follarte así. No te preocupes que estoy sano.
Fue muy raro, lo abracé y nos besamos, desnudos nuestros cuerpos, a la vista de desconocidos en una sauna normal. Me sentí muy raro, muy perverso y caliente.
 
Daniel también lo aceptó.
Me sacó su polla de mi boca y se la ofreció a nuestro nuevo amigo.

Este la agarró y se la llevó a sus labios. La besó y, abriendo la boca, se la metió entera, ¡hasta la base! ¡Sabía lo que hacía!
Lo mire más atentamente. Era alto, delgado, muy blanco, sin vello en el cuerpo y el pelo rubio, casi blanco, colgaba largo hasta los hombros. Estaba mojado por la humedad del ambiente. Seguía con la toalla en la cintura, cubierto. No creo que tuviera más de 25 años, tal vez menos. Le busque la polla y cerró las piernas, no dejándome explorar.

Sin soltar a Daniel se paró.
Alto, se agachaba para seguir chupando. Le saqué la toalla, aunque trato de impedírmelo.
Tenía puesta una tanga brasilera de encaje, roja. Entendí por qué no quería que le sacara la toalla. La corrí y su polla quedó a la vista, bien erecta hacia adelante y arriba. Era de largo normal pero fina, con un glande morado, chico y en punta. Se la agarre. ¡Me sorprendió su dureza, parecía un fierro!
Con la otra mano le acaricie el culo. La piel de sus nalgas era suave como la de una mujer. Busqué su ojete y lo encontré ocupado Tenía puesto un plug anal! Se lo moví y suspiro, con la boca también ocupada por la polla de Daniel. ¡Jejeje!
Agachado como estaba para chupar la polla de Daniel, ofrecía su culo. Me pare detrás de él, le bajé la tanga y le saqué el plug. Lo miré y estaba limpio. Tenía el culo abierto y lubricado. Me dieron muchas ganas y se la metí. Entro de un golpe. Dijo algo como -Rumpff!- con la boca llena, jajaja, y se quedó quietito, con mi polla adentro.
El culo estaba muy caliente y suave. Lo follé suave, para dejarlo seguir chupando. Daniel me miró y se rio. El chico estaba que volaba, verga por los dos lados, no aguantó más y se empezó a masturbar. Agregó entonces un leve movimiento de su culo y de pronto sentí cuando se acabó, me apretó la verga y siguió con una sucesión de aprete y afloje deliciosa, tan buena que no pude contenerme y le di toda mi leche adentro, sin preguntar. Recién ahí me di cuenta de que estaba en pelo, sin condón. ¡Por eso era tan fantástico! Por otro lado, un error inexcusable de mi parte, pero ya estaba hecho. ¡Cuánto mejor se sentía sin forro!
Sin decir nada, después que acabó, agarró su plug y su toalla y se fue. Ni gracias dijo, jejeje. Nos quedamos mirándonos con Daniel.
- te gustó? - preguntó, mientras se acariciaba su polla dura, grande, apetitosa, - yo no acabé.
- dame unos minutos, -le pedí, - y nos ocupamos de ella...
- déjame que te prepare el culito mientras te recuperas, puedo?
Me rei y me apoyé en el banco de arriba, ofreciéndome. Me acarició las nalgas, suave, con cuidado. Luego pasó un dedo por el surco del medio, también despacio, cariñoso. Encontró el agujero y lo exploró con su dedo, alrededor, un poquito adentro, sin forzar porque aún estaba tenso. Lo aflojó un poquito. Se puso detrás mío y me escupió, distribuyendo enseguida su saliva, insistiendo en el agujero. Entonces sentí su aliento y su lengua, húmeda y caliente, explorándome. Suspiré. Me metió la lengua, dura, persistente, queriendo ir adentro. Me aflojé y me dejé chupar. Lo hacía muy bien. Ansioso se ayudó con los dedos, penetrándome con ellos y abriéndome más el culo. Ya me quería follar. Sentí como me metía dos dedos y luego más, cómo acompañaba con su lengua y con la otra mano me buscó la polla, aún blanda.
Oi que se abría la puerta y que entraban al menos dos, por que hablaban entre ellos en inglés. Vi que se acercaban y cuando nos vieron pidieron disculpas y se sentaron. Se veía sus sombras. Seguro que ellos veían las nuestras y nuestras posiciones eran muy explícitas.
Más porque Daniel decidió que ya era bastante y se paró, me apoyó su verga dura en el ojete y la metió un pedacito, explorando. Gemí de gusto. Sabía que nos estaban viendo y eso aumentaba mi excitación. La verga ya estaba algo más dura. Al oír mi gemido de placer Daniel presionó y se fue enterrando todo adentro mío. Sentía su verga entrando en mí, abriéndome sin pausa, su mete saca no se hizo esperar y fue con violencia de macho caliente. Me sacudía y un par de veces se salió del todo y debió buscarme para poder volver a penetrarme. No duró mucho y se acabó fuerte, dejándola bien adentro, mientras yo sentía su polla latiendo al soltar sus lechazos en mi interior. Por primera vez dudé si él se había puesto forro, esperaba que sí. Se quedó así, quieto, un poco. Yo soportaba su peso con mis brazos. Finalmente suspiró y se paró, dejándome libre. Su polla se salió sola.
Al mirarla cuando me di vuelta vi que no tenía forro. Todavía estaba medio dura y con lefa.
Se acercó y me besó.
- Perdón por no haberme puesto forro, pero tenía muchas ganas de ti. Quería follarte así. No te preocupes que estoy sano.
Fue muy raro, lo abracé y nos besamos, desnudos nuestros cuerpos, a la vista de desconocidos en una sauna normal. Me sentí muy raro, muy perverso y caliente.
Vaya pasada de relato! Me ha puesto como una moto
 
Llegué de regreso a la habitación cuando eran más de las 9.

Tania dormía tal como la había dejado. Desnuda, destapada, boca abajo, su hermoso culo era una tentación. Bronceado, no tenía marcas de tanga, bueno, la única que tenía antes era un pequeño triángulo en la parte más alta del surco, las nalgas siempre estaban bronceadas porque usaba tangas colaless siempre. Además, también tomaba sol siempre topless, así que tampoco tenía marcas en las tetas.
Pero ahora ni eso tenía.

A mí se me volvió a mover la polla. ¡Era increíble! Nunca follé tanto y nunca estuve tan caliente todo el tiempo. Parece que luego de mi orgasmo en el culo del rubio, la follada de Daniel me había recargado las pilas. Ver la cola de Tania me hacía rápidamente efecto. Pensé en despertarla.
Pero lo descarté y me fui a duchar.

Después de una larga ducha caliente me afeité bien, para que Tania no se quejara de que la pinchaba Me puse mis cremas, incluyendo una suavizante y humectante en el culo que me ardía un poco.
Era un agradable recuerdo de una tarde muy divertida y diferente.

Hacía tiempo que no follaba el culo de un hombre. Si bien habitualmente soy pasivo con los hombres de vez en cuando me dan ganas de follar un culo bien follado. En general es con hombres bien femeninos, como el de esta tarde.
Recordándolo se me puso algo morcillona la verga, y la acaricié en una suave paja.

Desnudo y medio erecto salí del baño y desperté a Tania.
Lo hice chupándole el culo. ¡Qué ganas que le tenía! No se movió, sólo estiró el brazo y me acarició la cabeza, enredando su mano en mi cabello. Estaba muy rica, y algo abierta, no me costaba nada meter mi lengua. Siempre sentía cuando la puntita entraba. Hoy no. Tenía un gusto distinto también. ¡Seguro que esos dos se lo habían follado y enlechado!
Eso no me lo contó. Me gustó descubrirlo para bromear luego con ella.
Finalmente me sacó, se dio vuelta en la cama, desperezándose.
La cubrí, buscando follar, pero me sacó.

- estás insaciable!, ¿qué te pasó? no follasteis con tus amigos? Tengo que bañarme y lavarme la cabeza, tengo el pelo horrible con el sol y el agua salada...voy a demorar, vístete y anda a tomar algo por ahí. Veni a buscarme a las 10-y media.
- me dieron ganas cuando te vi ese culito divino que tienes, pero es verdad que follé, si, muy bien. Y ahora tengo ganas de nuevo. ¿No quieres un poquito? ¿En el culo?, ya que lo tienes algo abierto...
- jajaja, te diste cuenta? bueno, pero después, ahora no podemos, quedé con Beto y sus socios para cenar a las 10 y media
- cuando vas a agregar otra mujer? para que yo me entretenga mientras tu juegas con tus amigos
- olvídate de eso, yo no quiero ser cornuda, no me gusta como a ti. Los hombres no cuentan, pero otra mujer si, no quiero. Ya sabes, así que no me entere porque te vas a arrepentir. ¿Está claro?
- está bien, mientras no te enteres no importa?
- Si no me entero, pero cuidado con que me dé cuenta, las mujeres tenemos un sexto sentido con eso. Dale amor, déjame que tengo que trabajar para estar linda...

Y me fui al bar, a ahogar mis penas en single malt.

En eso estaba cuando se sentó en la barra una pareja. Mayores que nosotros, tendrían 50 años. Estaban muy bien. La mujer delgada, casi sin tetas y obviamente sin sostén ya que se veían sus tetitas claramente por el escote de la camisa de seda roja suelta, con dos botones convenientemente abiertos. Pantalones azul oscuro de corte masculina le daban muchos estilo y clase. Calzaba zapatos de vestir, con taco no muy alto. Era rubia, de pelo corto, teñido seguramente, sus ojos gris verdoso. Poco maquillaje. Cuando se sentaron saludaron con un - Buenas noches y siguieron hablando de sus cosas.

Me gustó que ella también pidió whisky. Me gustan las mujeres que toman whisky, hahaha. Pero ten cuidado Pedro ¡tiene marido y tu mujer te lo prohibió, es celosa!
Estaba sentada a mi lado y, cuando yo pedí el segundo pidiendo por la marca, se dio vuelta y me sonrió.

- así que tú también tomas McCallan, me gusta eso, me siento acompañada, porque mi marido no toma alcohol y me hace sentir culpable. Gracías por ayudarme, soy Cecilia. Ceci.
- no a todas las mujeres les gusta el whisky y conocen a Mr. McCallan, soy Pedro.

Me paré, le di un beso en la mejilla y fui a saludar al marido. Se presentó con solo su nombre, como se usaba en ese hotel, Juan se llamaba.
Era poco más alto que ella, ni gordo ni flaco, con algo de barriga. Cara redonda, nariz chica, ojos oscuros, duros, y labios gruesos. Sonrió sin mucho entusiasmo. Calvo y rasurado totalmente.

Estuvimos charlando y tomando algo por casi una hora, hasta que tuve que ir a buscar a Tania. Ceci me preguntó x mi mujer, como era, que hacía, y me dijo que sabía quién era porque me había visto con ella y otros amigos anoche. Anoche fue el desmadre con Santiago y Beto, así que la tenía bien identificada. Eso me gustó.
Ya estábamos los tres achispados, nos hablábamos más fuerte, nos tocábamos, todo eso.
Él incluso en un momento que volvió del baño se paró entre nosotros y participaba más, acariciaba a su mujer, hasta un poco demasiado, como mostrándola, haciendo algunas demostraciones de afecto íntimas un poco fuera de lugar en un bar público.

Me parecía que ella quería algo conmigo, pero me intrigaba el marido. ¿Me la estaba ofreciendo?
Participaba menos de la conversación, pero no molestaba ni parecía enojado por la actitud de su mujer de cierto flirteo.
Me parecía como que la dejaba hacer. O que tal vez la estimulaba a acercarse más a mí.

Finalmente llegó la hora de irme, le fui a dar un beso y x alguna razón nuestros labios se encontraron. Fue muy cortito, pero cálido y húmedo. Perdón, dijimos los dos, algo sorprendidos, cortados, el marido se rio y me extendió la mano, firme, mientras me palmeaba el hombro,

- qué cosas suceden! verdad? ¿O será el inconsciente de ambos? mmmmm, vamos a deber tener una charla con Ceci, hahahah

Ceci pareció quedar algo cortada, pero me hizo una guiñada!
Me fui contento, algo había pasado. Pero no le iba a decir nada a mi mujer. Ella quiere que la engañe, hahahah
 
Cuando llegué al restaurant ya estaban en la mesa Beto y sus socios, Daniel y Quique, como supe luego que se llamaba.
Me senté y estuvimos hablando de negocios. Me explicaron que era lo que hacían. Buscaban empresas que por su giro o lo que fuera eran viables y estaban en problemas, deudas o mala gestión en general eran los problemas. Las compraban o se hacían con el control, las reflotaban y las vendían. El último habia sido con una barraca de construcción en una zona en desarrollo. La compraron, la gestionaron y la vendieron dando ganancias en 15 meses. Cada uno ya sabía que hacer cuando entraban.
Cuando ya estábamos sin saber de qué hablar, llegó Tania. Venía con una mujer, mayor que ella, de unos 40 o 45 años, bien vestida y elegante. Buena figura, tetas medianas, destacadas en un vestido muy escotado. Se veían firmes y redonditas, seguramente operadas. El vestido estaba abierto en el centro, desde el cuello hasta el ombligo. Los breteles eran anchos y se continuaban cubriendo las parte central y lateral de las tetas, que se veían en el centro. Claramente sin sostén. Todo bronceado.
La falda era suelta, corta a medio muslo. Buenas piernas, musculosas, sin medias, firmes. Calzaba zapatos con taco alto que formaban bien sus pantorrillas.
De pelo corto, oscuro, como sus ojos, tenía una cara rara, atractiva pero no bonita. Un rostro alargado, fino, de nariz prominente, mentón huidizo y labios finos. No era linda. Pero exudaba sexo.
La presentó como una amiga, Zuly. La hizo sentarse al lado de Beto y ella se ubicó a mi lado, entre Daniel y yo.
Se me acercó y me dijo en el oído:

- así que éste es el gordito follador, me lo voy a apretar a ver que hace, hahaha
- vas perdida, no tendrás respuesta.
- veremos,
- cuando fui por tí la primera vez pensé que eras gay, tan pulidito que estabas, y no me equivoqué tanto, no?

Es curioso el efecto que los gay tienen en las mujeres a veces. A Tania le provocaban ganas de follárselos, de ver si ella era capaz de hacerlo ser hetero. Eran un desafío a su femineidad.
Tania estaba vestida muy sexy, como acostumbraba. Mini, muy mini y apretada, que cuando se sentaba se subía aún más. Arriba se había puesto una remera de seda cerrada, sin escote, pero era evidente que no tenía sostén. Sus tetas se movían escandalosamente porque la tela se pegaba a sus formas, destacando el movimiento y el relieve de los pezones, endurecidos por el roce contra la fría tela. Era peor de que fuera topless. Me pregunté si tendría tanga. Si la tenía seguro que era blanca y transparente, las que usaba cuando quería que se las vieran. Y con esa mini era inevitable que se la vieran. Estaba vestida para la guerra.
La cena transcurrió normalmente. Beto fue por Zuly y mi mujer por Daniel. No parecía que a ninguno de los dos les fuera muy bien en su intento.

Después de cenar Beto nos invitó a todos a su suite para cerrar la noche.
Había pedido un mozo y bebidas. Nada de comer, solo bebidas.

Quique, el financista de la sociedad se excusó y se fue a dormir. Beto nos explicó que era una especie de monje, cuya religión era la economía y el dinero. Vivía solo en un apartamento de lujo, con cocinero y mucama. No se le conocía ninguna relación amorosa. Tenía familia, un hermano y sobrinos, a quienes veía mucho.

Así que éramos 3 hombres, uno gay activo, otro hetero y otro bi; y dos chicas, Tania bien puta, Zuly no se le notaba nada. Sería gay y por eso la traía Tania? O era normal y venía a enfiestarse con nosotros?
 
Sigue por favor. Que caliente me pone tu historia.
 
En un aparte le pregunté a Tania:

- qué pasa con Zuly? ¿Quién es? ¿Para que la trajiste?
- ah! ¿Te gusta?
- linda no es, pero tiene mucho morbo, claro que la follaría, Beto está encantado. Pero no parece que sea recíproco…
- no es para vos,
- por qué?, ¿es gay?
- no sé, veremos
- entonces es para tí?
- no sé, depende de si me da por ahí más tarde y si ella quiere
- Aaahhh! ¡Eso es sí! ¿Te gusta?
- es muy atractiva sexualmente, no te parece? Ayer la vi sola en la playa y hoy estaba otra vez sola en el bar. Tomando Martinis a la tarde. Me acerqué y le dije que, si lo que quería era estar sola, yo me iba. Sonrío, hizo que no con la cabeza y me mostró la otra silla. Estuvimos charlando y tomando algo un rato y me cayó bien, me pareció que podía invitarla a cenar con nosotros. No iba a desentonar. Por ahora viene bien, ¿no?
- a todos nos gusta, Beto está muy entusiasmado.
- y tú?
- me acuerdo bien de tu prohibición, quédate tranquila, pero está buena, sin duda.
- la prohibición es cuando yo no estoy. En una fiestita así, conmigo, y pidiendo permiso, puedes hacer lo que quieras. Yo también, desde luego. Pero eso siempre fue así.

Le di un beso y me fui a charlar con Zully y con Beto.
Tania se rio y se sacó la ropa, quedándose en tetas y tanga, que desde luego era blanca y transparente. Tomó una copa de cava y se metió en el Jacuzzi. Empezó el baile.
Daniel parecía fuera de lugar. Tania lo llamaba pidiéndole que la acompañara en el agua. Pero no le hacía caso.
Tania salió del jacuzzi y lo fue a buscar. Riendo le fue sacando la camisa y empezó a soltarle el cinturón. Le dijo algo y él se rio con ella. Empezaron a conversar en voz baja y a reirse. Ella en tanga y él sin camisa y con el cinturón suelto.
Finalmente le dijo que sí, se sacó los pantalones, pero no el calzón. Tania, que estaba muy curiosa, se lo quiso sacar ella y él la dejó. Cuando lo bajó, ambos parados de frente, se agachó para llevarlo bien abajo, lo que puso su cara frente a su linda verga, que, para mi sorpresa, estaba morcillona. Juguetona, le dio un besito en la pija y salió para el jacuzzi. Él, riéndose, tomó una botella de cava, una copa y se fue tras ella a meterse en el agua caliente burbujeante. ¿Sería que mi mujer se iba a salir con la suya y se iba a follar al "gay"?
Zully se puso a bailar con Beto, luego de la insistencia de éste. Pero guardaba las distancias, lo mantenía separado. Beto me hacía señas de que bailara con ella desde atrás, haciendo con ella como un sandwich. Yo no la tenía muy clara, pero total, y allá fui. Para mi sorpresa no me rechazó, al contrario, me frotaba el culo contra mi verga, que no es de palo y se puso dura. La besé en la nuca y le metí una mano por el escote. Toda la noche había fantaseado con hacer eso. Tenía unas tetas divinas, calientes, suavecitas, firmes, con unos pezones duros y largos, como los de Tania, o incluso más grandes. Abracé a Beto y lo apreté contra el frente de ella. No me dijo nada, se dejó hacer. Metí la mano y toqué la pija de Beto, que era grande y también estaba ya dura.
Zully giró la cara y me besó en los labios, boca abierta, lengua mojada, la mordía suavecito y gimió, caliente. Tocando la verga de Beto por delante, busqué la concha de Zully, levantando la faldita del vestido. La encontré, peluda y desnuda, sin tanga. Le metí un dedo y la encontré mojada y blandita, el clítoris estaba duro y le saqué otro gemido al frotárselo.
Me dejó de besar y se fue a buscar la boca de Beto, que ahora ya no entendía nada, pero aprovechó para disfrutar.
Yo la masturbaba y se besaba con Beto. Me solté los pantalones y le metí la verga entre los cachetes del culo. Estaba muy caliente, muy suave y era un goce refregársela así.
Cuando vi que estaba a punto de venirme, me separé y los dejé solos. No quería acabar tan rápido.
Fui a buscar bebidas y pensaba ir a mirar que estaba haciendo mi mujer.

El mozo estaba parado junto a la mesa de las bebidas. No se perdía nada y su excitación era evidente. Una linda carpa se levantaba en la parte delantera de su pantalón. ¡No estaba mal el chico! pensé mientras le pedía algo sin alcohol.
 
Tomé mi refresco, rozando los dedos del mozo.

- no te aburres, ¿eh?, está bueno el show. ¿Esperabas algo así? , - le pregunté.
- si, está bueno, la verdad es que vemos muchas veces reuniones así en este hotel. Pero me gusta mucho, sí. A veces nos hacen participar...
- acá como te habrás dado cuenta, mandan las mujeres, así que veremos cómo sigue. Por mi parte no hay problema en que participes. - le dije, y le agarré la polla, era grande y estaba bien dura, - veo que estás pronto, hahahah
- y sí, uno no es de palo, hahaham ! no se ofende si le digo que me gusta mucho su mujer?, - me dijo, atrevido, dejándome que siguiera tocando su verga.
- no, no me ofendes, al contrario, me gusta que la miren. Por mí no te cortes. ¡Pero cuídate de ella!, hahahah

Bebiendo mi refresco de agua con limón, me acerqué al jacuzzi. No me importaba que pensara que iba de mirón, sabía que lo era, ¡pero no quería que pensara que lo hacía por celoso!
Estaban uno frente al otro, lo que me llamó la atención. No se veía casi nada bajo el agua. La charla era animada, y se cortaba frecuentemente con intervalos de caras de goce, ojos cerrados, boca entreabierta, lengua que moja los labios, sonrisas de placer, ambos tomaban sus copas, bebían, se miraban sonrientes. Algo pasaba bajo el agua, pero no me daba cuenta qué. ¡Y era algo en que participaban los dos!
Me acerqué más. Los dos me recibieron con saludos de contento.

- arrímate, agarra una copa, quieres entrar? Nos acomodamos los 3! Hahsha

El espacio en el agua no daba para los 3, pero agradecí la invitación,

- no, gracias, tendría que salir alguno y siento que interrumpiría algo muy divertido!

De cerca vi lo que hacían, sabía que Daniel estaba desnudo, y vi que Tania también! La tanga era un rollito al costado. Las piernas estaban cruzadas y los pies se apoyaban en ambas entrepiernas. Se masturbaban mutuamente con los pies! Esas eran las caras que se veían de goce! Una vez hice eso con Tania y le metí el pie en el coño. Tuvo un orgasmo follada por mi pie 44!

Divertido, recordé haber follado con los dos.

Mire hacia la otra pareja y vi que Zully estaba apoyada en la baranda de la terraza, la cintura doblada, empujando el culo hacia atrás, Tenía la falda en la cintura, su culo desnudo se apoyaba en la barriga de Beto.

Este se movía follandola despacio, la sacaba y luego se enterraba despacio, toda adentro, hasta chocar su panza con las nalgas doradas de Zully.
Ambos respiraban fuerte. Le estaría cogiendo el coño o el culo? me pregunté, excitado e intrigado. Parecía el culo!
Beto se había dado el gusto! Y yo me perdí cuando empezó!

Yo por ahora, solo miraba,
Pero ya tenía la pija otra vez dura.

Volví al bar, por una bebida fuerte y capaz que por el mozo, que se veía fuerte también!
 
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Cuando llegue a la barra el mozo se había ubicado detrás. Me sirvió un whisky bien cargado y con poco hielo.
Me di vuelta hacia afuera, mirando la acción.
Beto y Zully seguían follando igual. Aburrido.
Pero Daniel se había cambiado al lado de Tania, mirando hacia afuera. Tenía su brazo cruzando por detrás de mi mujer, su mano apoyada en su hombro desnudo. Hablaban animadamente, copas de cava en mano.
Mire al mozo, que a su vez miraba a ambas parejas, atento a algún pedido de alguna.

- como te llamas?
- Demari.
- Nunca oí ese nombre, eres cubano?
- si, hubo la moda en la isla de inventar nombres nuevos. El mío es por mi mamá, Mari.
- te gusta?, - pregunte, curioso.

Se encogió de hombros, con cara de “ no, pero que voy a hacer”.

- y por que no te lo cambias, entonces?
- se puede?
- claro, todo se puede.

Daniel levantó su brazo, mostrando la botella de cava vacía.
Demari se apresuró a tomar otra bien fría, la puso en una hielera y se la llevó, les sirvió a ambos y volvió con la botella vacía.

- Gonzalo.- dijo, en voz baja, mirando al suelo, como para sí mismo.
- perdón? - pregunte.
- que me gustaría llamarme Gonzalo.
- pues ya está, eres Gonzalo. Me das otro whisky Gonzalo, por favor. Y cuentame, te invitan a participar en las fiestas?

Gonzalo era alto, de piel muy blanca, pelo oscuro y ojos claros. Atractivo de cara, sin ser lindo. Se veía bien físicamente. Delgado, hombros anchos y cintura y caderas finas. Era entendible que luego de unas copas o de unas rayas las maduras del hotel se lo quisieran follar.

~ y si, a veces me invitan.
- y, lo haces? Que te gusta?
- me gusta follar, claro. A las mujeres. jajaja! Y a ti? - me pregunto, otra vez atrevido conmigo. Tuteándome.
- a mi me gusta todo del sexo. Hombres o mujeres, activo o pasivo, todo.
- eres gay?
- no, para nada.Mi pareja es siempre mujer, aunque juegue sexualmente con hombres.
- dilo como quieras, para mi eres puto, jajaja

Otra vez atrevido, y ahora con un insulto. La realidad es que me dijera puto me molesto un poco, pero también me gusto. Mi verga respondió, estimulada..

Me dí vuelta hacia la terraza y me acerqué nuevamente a mi mujer y a Daniel.
Ya estaban en otro tema. Ya no hablaban. Se besaban y se acariciaban. Mira el gay!
Sentado Daniel en el jacuzzi hizo que Tania lo montara, una pierna a cada lado de su cuerpo, y la bajo sobre su polla. La acomodó con su mano bajo el agua y empujó.
Por la cara de Tania la estaba penetrando, era una mezcla de dolor y placer, mucho más placer que dolor, jejeje,
Cuando se apoyó, con toda la verga adentro, bien cogida, ella le busco la boca y se besaron, un beso guarro, sucio, con mucha lengua y saliva. Tal vez un beso también para mi, ya que mi mujer me busco con la mirada mientras lo hacía y me incluyo con una guiñada. Me decía, mira como me lo follo!

Sentí una presencia atrás mío, a un lado. Y una mano acariciándome el culo.
No quise mirar, lo dejé, casi seguro de que era Demaris/Gonzalo.
Cuando vio que lo dejaba tocarme las nalgas me busco el medio y empujó con un dedo, sobre la ropa. Se paró detrás mío y me apoyó su verga dura en el culo.
Me solté el cinturón y me baje los pantalones y los calzoncillos, todo junto, deseando sentirlo sobre mi piel desnuda. Mi verga estaba bien dura. Sentí su polla buscando mi culo y, al encontrarlo, empujar, entrando un poco dentro mi.
Tania miraba todo, se rio y me hizo el gesto de pulgar para arriba, mientras ella se follaba a Daniel.
Ambos estariamos con una polla distinta adentro. Mirándonos follar.
Mucho morbo, no?
 
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Llegaron Beto y Zully, ambos desnudos, riendo. Trajeron otra botella del bar, ahora desatendido.
Beto acercó una silla y se sentó, a beber, fumar y a mirar.
Grandes gritos de bienvenida recibieron a ambos.
Beto palmeó a Gonzalo, como signo de aceptación de su nuevo rol, supongo.
Este siguió en lo suyo. Me enterró su polla del todo en el culo, hasta los huevos, hasta que sintio su cuerpo apoyado en mis nalgas. La retiró despacio y empezó un mete y saca lento, pausado pero continuo. Delicioso.

Mi mujer miraba, curiosa, como me dejaba follar por un hombre, mientras seguía follandose a Daniel.

Zully se metió en el jacuzzi.
Parada al lado de Tania la abrazo y le dijo algo en el oído. Las dos se rieron.
Daniel seguía follando, mirando con interés a ambas mujeres.
Acaricio el culo de Zully, redondito, firme, muy bien formado. Estaba toda bronceada, de la playa nudista, y tenía un cuerpo de atleta, musculoso, pero femenino. Linda.

Zully se dejó tocar por Daniel y vi que mi mujer la abrazaba de la cintura. Zully se acercó más, le agarró una teta, con delicadeza.
Tania levantó la cara, mirándola. Zully bajo la cabeza y se besaron. Primero un poquito en los labios y después bocas abiertas, comiéndose los labios y lenguas, con pasión.

Tania dejó de moverse sobre Daniel.
Se paró, sacándose del coño la polla de Daniel que quedó ahi, visible bajo el agua, desnuda dura, y sola. Giró hacia Zully, pasó su pierna sobre el cuerpo de Daniel y se paró frente a ella.
Tania la abrazó, todo esto sin dejar de besarla, ambas manos en el culo que todos admirábamos y que Daniel seguía tocando.

Yo dejé de tocarme para no venirme. Mi polla estaba tan dura que parecía que iba a estallar.
Gonzalo endenteció el ritmo con el que me follaba, también pendiente de la escena que protagonizaban ambas mujeres.
Daniel salió del agua, se sirvió una copa de cava y le pidió un cigarrillo a Beto. Se quedó parado al lado de este, mirando las escenas que se desarrollaban frente a él.
Ambos esposos, Tania y yo, estábamos frente a ellos protagonizando un espectáculo pornografico homosexual.
Daniel tenía la polla levantada, dura, apuntaba al frente, desafiando la gravedad. Los dos socios bebían y fumaban Se giró hacia Beto.
Este lo miró, intrigado.
Daniel empujó con su pelvis, mostrándole la pija parada, brillante de jugos, cerca de su cara.
Beto abrió la boca, como para decir algo, y Daniel le apoyó la verga sobre los labios abiertos mientras le sujetaba la cabeza para que no la sacara. Le metió la pija en la boca, casi a la fuerza. Beto levantó los brazos, como para sacarlo… y los bajó!, dejándose invadir. Se entregó.
Esa no me la imaginaba! Y no parecía disgustarle!
Lo hacía con fruición, como que le follara la boca. La tomo en la mano, se la sacaba de la boca para pasarle la lengua, como si se tratara de un helado, de ojos abiertos, mirando bien lo que se comía. También la pajeaba mientras la chupaba.
No me imagine que vería a Beto chupando pija!! Y con tanto gusto!
Daniel estaba a punto porque en una de las veces que la froto en la mejilla se vino con todo, llenándole la cara de leche, Beto se apresuró a metérsela en la boca como si se tratara de un biberón! Tragaba y tragaba, hambriento.
 
Me asombró comprobar que Beto era también bisex, como todos los que estábamos en la pequeña fiesta.

Me hacía gracia que tanto él como el mozo, que primero se las dio con que solo le gustaban las mujeres, se destaparan como ahora. Beto chupaba verga como un campeón, y se veía que le gustaba mucho la leche de pija. ¡Se la tragó toda!
Daniel lo conocía bien, hahaha. Y Gonzalo no paraba de follarme. Tenía razón cuando dijo que yo le parecía puto.

Yo seguía a lo mío, mirando a mi mujer con su amiga que ya habían salido del agua y se estaban follando en una de las reposeras anchas que tenía la terraza. Abrazadas, se frotaban los coños, mientras se acariciaban, se besaban, se comían las orejas o las tetas. Todo sin apuro, con goce y suavidad femenina. Era un espectáculo.

Gonzalo tenía un aguante increíble, me seguía follando. A veces apuraba el ritmo, otras lo enlentecía o la dejaba quieta, bien adentro. Yo no podía ni tocarme porque si lo hacía me venía, de tan excitado que estaba.

Mi mujer le dijo algo a Zully, que se rio y se levantaron, viniendo hacia nosotros. Se arrodillaron ambas delante mío y se pusieron las dos a chuparme la pija. No me aguanté nada. Ver a esas dos mujeres tan sexys ahí, lenguas afuera, mientras se besaban con mi polla entre sus labios fue imposible se resistir. La humedad que desprendían, el calor y la suavidad de esas bocas me sacaron la leche en muy poco tiempo. Yo bombeaba leche en sus caras y en sus bocas. Zully me la agarró y, como si fuera una manguera, dirigía el chorro a su cara o la de Tania, la tragaba o se la metía en la boca a mi mujer.

Supongo que mi movimiento y los latidos de mi culo con mi acabada provocaron que Gonzalo también se viniera. El muy hijo de puta no la sacó y como estaba sin forro por que le molestaba, me llenó el intestino con su leche. Sentí claramente como resopló, me empotró profundamente, y respirando fuerte, noté que su polla que se sacudía cuando me echaba todo adentro. No hay duda de que es mucho mejor sin forro.
No lo debería haber dejado, pero no quería pensar en nada, solo en el placer que me hacían sentir todos a mi alrededor, por todos mis órganos y mis ojos.

Que buena fiesta resultó con mi mujer y mis amigos de la sauna!
 
Esa tarde habia ido temprano, alrededor de las 3.
Después de dar vueltas, ir a ambas sauna, húmeda y seca, ver cine y masturbarme un rato, no pasaba nada. Nadie quería nada conmigo, o eran pasivos y eso hoy no me interesaba. Quería pija, una buena paliza de verga!

Salí del cine ya decidido a irme.
En la puerta, estaba un hombre que no habia visto antes. De unos 60 años, gordito, no muy alto y barrigón. Con un cuerpo cuadrado, digamos. Calvo, con pelo canoso peinada hacia atrás. Se habia puesto la toalla al hombro y estaba totalmente desnudo.
Masturbaba o acariciaba, una verga gorda, no muy larga, tal vez parecía más corta por lo ancha que era, con una cabeza más fina, cubierta apenas por la piel y brillante de jugos.

Lo saludé con mi cabeza y miré descaradamente su polla.
Me metí en un cuarto de descanso que estaba frente a el, vacío. En esos cuartos hay una cama alta, papel, condones y lubricante. Todo lo necesario para “descansar”! Jejeje!
Sin cerrar la puerta, me quite la toalla, la extendí sobre la sabana de la cama y me di vuelta, mirándolo.

Se sonrió y entró.

Cerro la puerta y colgó su toalla de una percha. Recien entonces se dio vuelta hacia mi y me abrazó, besándome. Nuestras pollas se encontraron, frotándose.
Apoyó sus manos en mis hombros y me hizo sentar en la cama. Mi cara quedó frente a su polla. Abrí la boca y lo tragué. Deliciosa, caliente y suave.
Se fue poniendo dura en mi boca, una sensación que me encanta.
El hacía ruidos, como gemidos bajos y me agarraba de la cabeza, moviéndola al ritmo que quería follarme la boca.

Luego de que lo hubiera chupado un rato la sacó de mi boca, me hizo pararme y me puso boca abajo, sobre el borde de la cama, los pies en el suelo. Me tocó el culo, buscando el agujero. Cuando lo encontró ya preparado, dilatado y lubricado, exploro con los dedos mientras me decía lo puto que yo era, riéndose.

Apoyó su verga bien ubicada y presionó, consiguió entrar un poco, pero cuando quiso seguír entrando me dolió mucho y le pedí que fuera más despacio.
Con experiencia y conocimiento del daño y el placer que hacía su gruesa polla, fue entrando y saliendo, despacio, saboreando la penetración.
Yo sentía que me abría, que me llenaba y sus entradas lentas y salidas más rápidas me daban una deliciosa sensación al rozar la piel del culo.

No demoró en tenerla toda adentro y yo ya la aguantaba muy bien, bien dilatado, bien abierto. De a poco fue aumentando el ritmo de sus penetraciones que se hicieron muy fuertes y rápidas.

Creo que estaba por venirse cuando la sacó y me dio vuelta otra vez, poniéndome boca arriba, el culo en el borde de la cama. Apoyó mis piernas en sus hombros y me penetró fácilmente ahora, mirándonos de frente. Su follada se hizo violente, fuerte y rápida, sacudiéndome con sus vergazos y llenándome me goce.
No pude aguantar mucho el ´placer que me daba en esa posición, mi favorita, y mirando de frente al macho que me follaba, me acabé ruidosamente, llenándome la barriga de mi leche.

- ahhhh, como te gusta puto, te gusta mi pija, eh! Te acabas sin tocarte, hahahaha, Toma, yo tambien te doy la leche…

Y la sacó de adentro mío, derramando su lefa arriba de mi panza, juntando su lefa con la mía.
Como hago siempre que tengo la oportunidad, la junté con mis dedos y la llevé a mi boca. Como me gusta comerla!

Recién después de este primer polvo hablamos.
No era de la ciudad, venia por trabajo todos los lunes y cuando quedaba libre se daba una vuelta por la sauna antes de regresar a su pueblo. Tenía que volver antes de que se hiciera muy tarde y su mujer desconfiara. No hubo repetición.

Le di mi número de teléfono, y le pedí que me llamara cuando viniera otra vez.
 
Última edición:
Estaba de viaje de trabajo.
Busqué en la net un lugar para ir después de las reuniones que tuve con los clientes locales.
Era muy bonito lugar, con piscinas exteriores e interiores, rodeado de jardines y palmeras.
Grande, tenía varias zonas temáticas, BDSM, tropicales, etc. además de las clásicas saunas húmedas y secas.
No había demasiada gente, pero se veía movimiento
Luego de ducharme me dirigí a la sauna seca.
Había 5 o 6 personas. Todos separados, solos.
Uno se levantó y se sentó a mi lado. Piel oscura, facciones agradables, buen físico y buena verga.
- soy José, es la primera vez que vienes? No te conozco.
- hola José, me llamo Pedro. Si,es la 1ra vez acá. De visita. Lindo lugar.
- si, es lindo. Que buscas? Eres de arriba o de abajo?
- en general prefiero abajo. Pero puedo ser de arriba, a veces - conteste.
- y hoy? - pregunto, sonriendo. Yo también soy como tu, y hoy estoy muy puto, nada macho, por ahora! - me dijo, sonriendo.
- quieres chuparme la polla? Y se la señalé, ya morcillona.

Como respuesta se arrodilló en el suelo, la tomó en su mano y se la llevó a la boca
 

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