En la sauna

En la mesa, mientras almorzábamos, quise tener un adelanto.

- cuéntame algo, por favor, he estado desde anoche imaginando y pajeándome, pero sin acabar! ¡Te lo juro! ¡Estoy que vuelo!
- jajaja, me imagino si, con lo pajero que eres! ¿Qué quieres que te cuente?
- no se…adonde fueron? , al cuarto de quién?
- al de Beto, el hijo de puta tiene una suite espectacular!¡Y anoche estaba perfecto! Además, nadie puede verte, es en el último piso y no hay nada alto cerca.
- qué bueno! ¡Qué lástima que no me dejaste ir a mirar!
- no, de ninguna manera, mira si te enojas y me haces una escena de celos! Jajajaja! No, en serio, no quise que nos vieras, para estar tranquila yo…y además así tú juntas ganas, ¡me follas mejor y disfrutas más! ¿No dices siempre que el contenerte te excita?
- sí, eso es cierto, pero igual me hubiera gustado verte.
- tal vez puedas, Beto filmó buena parte. Pídele mañana de buena manera, jejeje. Pero no ahora. Ahora es tiempo para nosotros dos. Te voy a agotar en la siesta…vas a ver, tengo ganas de ti, mi amor, ¿me entiendes?
- no sé, follasteis toda la noche! ¿Y todavía tienes ganas?
- tengo ganas de que me hagas el amor, no de que me folles, quiero que me mimes, me cojas claro, también, pero no me folles, ámame. Eso necesito. me entiendes? y eso, sólo tú puedes dármelo. Goce mucho anoche con otros y necesito sentir tu amor y tu comprensión, que me entiendes y me quieres no importa qué haga yo. ¿Puede ser?, sí?, por favor.

Le brillaban los ojos, una sonrisa, para mí muy querida, se veía en sus labios, me rogaba que la entendiera. No estaba seguro, pero lo iba a hacer. Me di cuenta de que me estaba enamorando. ¡Eso era grave! Me importaba y quería hacer lo necesario para verla contenta.
 
Terminamos de almorzar rápido y salimos del restaurante, antes de que llegara algún conocido. Queríamos, o aún más, necesitábamos, estar solos ahora.

- y ayer te llevastes a mi amante y me dejaste solo. Hoy casi te pongo cuernos pero luego me resistí, esperándote, - le reproché en broma mientras esperábamos el ascensor.
- ah si? Otro pretendiente nuevo? Cuéntame! Me encanta! O una chica ahora?
- bueno, nuevo no, exactamente no. Es algo que no te conté porque me parecía demasiado, no se.
- pero ahora me lo vas a contar! Sin callarte nada!

Me agarró el brazo y pudo su cabeza en mi hombro, mirándome, contenta.
Apenas entramos en nuestra habitación
le conté lo que pasó en la sauna el primer día, con Santiago y con quien resultó luego ser Daniel, el socio de Beto. Le relate como me follaron los dos y el baño de lefa que me dió Daniel, después de cogerme el culo lleno con la leche de Santiago.
Mientras esperaba que saliera del baño preparé bebidas para los dos.
Salió desnuda.
Luciendo sus machucones de las apretadas y los besos guarros de los dos que la follaron anoche.
La abracé y nos besamos. Beso lento, cálido y húmedo. Me gustaba abrazarla desnuda estando yo vestido.
Le conté de mi encuentro con Daniel en la sauna un rato antes y su invitación. Invitación que pospuse por ella, señalé.
Se rio y me tocó mi polla dura bajo mi ropa.

- basta de historia, desnúdate y vamos a la cama

Se acostó, y abrió los muslos, ofreciéndose. La cubrí y entré en ella, estaba mojada y abierta. Y tan suave y caliente que casi lloro de placer.

- ahora cuéntame qué pasó anoche.
- no todavía, primero mímame, acariciame, bésame, dime que me quieres, que me quieres aunque sea una puta, o tal vez por eso mismo…jajaja.

E hice lo que me pedía, sin ningún esfuerzo, deseando su felicidad, más que la mía. En ese momento la adoraba,
Me miró, y vi sorprendido, que de sus ojos se desprendían lágrimas silenciosas. Se deslizaban por sus mejillas. Bebí de ellas, saladas, dulces, su amor, mi amor.
Tuvo un fuerte orgasmo, gimiendo, llorando besándome y arrastrándome a mí a un orgasmo incontenible aunque quise resistirlo, para prolongar el momento. Pero sentir latir su coño mojado y caliente, que me apretaba como si me ordeñara, fue demasiado para mi largo periodo de continencia.
Llene su coño con mi leche, abundante luego de tanto tiempo juntando.
Nos abrazamos fuerte y así nos quedamos, unidos como un solo cuerpo, un solo ser.
Fue un momento inolvidable.
Después hablaríamos de su noche, follando con dos.
 
- no aguantaste nada, - me reprochó, riéndose de mi, = como si fueras un yogurin! Y ya no lo eres, jejeje
- tampoco aguantaste tu, pese a que venías bien cogida.
- si, es cierto. Pero es distinto contigo. Es otra experiencia. Ellos me follaron. Tu me hiciste el amor.
- yo sigo con ganas, mira, no se baja, aunque sea “maduro”, jeje. Es cierto, fue muy distinto a otras veces. Incomparable.
- Eso está muy bien. Ahora vamos a coger nosotros. Tráeme una copa de cava. Para aflojar la lengua. No te vas a enojar? Lo que tengo para contarte es fuerte, y ahora que acabaste no se como te lo vas a tomar…seguro, no? Y vos, me vas a contar qué pasó en el sauna con Santiago y Daniel?

Le alcancé la copa y puse la botella en hielo en la mesa, junto a la cama, Tania bebió la copa y se sirvió otra. Estaba contenta.

- apenas entramos a la habitación Beto cerró la puerta. Y los dos me atacaron a la vez!
Beto me besaba en la boca mientras Santiago se arrodilló y me sacó la tanga, besándome el coño. No le costó encontrar mi punto débil y en minutos me tenían gimiendo. Beto me había bajado el top y me chupaba y pellizcaba las tetas. Me desnudaron, ahí, parada y me manosearon toda. Yo me quería acostar pero no me dejaban.
Cuando estuve desnuda, totalmente, Beto salió a la terraza y prendió el jacuzzi. Me llevaron entre los dos y me metieron adentro.
-y ellos, no se metieron también?
- si, se desnudaron ahí mismo, al aire libre y se metieron conmigo
- tiene buena verga Beto?
- siii, muy buena, no tan grande como Santiago pero más grande que la tuya. No te pongas celoso, eh! Bueno, después me follaron los dos, en el agua y en el borde.
- los dos a la vez?
- no ahí no, uno y otro, a veces chupaba mientras me follaban. Me usaron toda.
- te acabaste ahí?
- si, con Santiago chupándome el coño, que bien lo hace! Y con la verga de Beto en mi boca
- y ellos?
- no, tienen mucho aguante,

Mientras me contaba estábamos acostados, medio sentados, Tania me acariciaba la pija , dura otra vez, y tomaba cava.
Me contó que después fueron a la cama y la follaron varias veces, en todas posiciones. Perdio la cuenta de las veces que se vino, le follaron coño los dos pero solo Beto el culo. A Santiago no lo dejo follarle el culo. Es delicada ahí. Se asombró que me hubiera follado a mi.
Me dijo que después que ellos acabaron se durmieron un rato.
Se despertó con Santiago queriendo metérsela por atrás. Lo dejo un poco pero cuando dolió lo paró, que no siguiera por ahí. La actividad despertó a Beto y empezaron de nuevo.
Después del segundo de ambos, Beto no conseguía ponerla dura y quería llamar a Daniel, el gordito, para que viniera también a cogerme, porque vio que yo todavía quería más. Pero yo no quise, y Santiago fue el que me dio su tercero, yo tuve otro orgasmo más, con esa polla enorme, que me llena tan bien.
Estuvo bueno. Después te voy contando detalles. Chúpame el coño ahora, hacerme acabar de nuevo. Estoy llena, te aviso!
- y entre ellos, no pasó nada?
- no que yo viera, no creo, no. Por qué preguntas?
- conociendo a Santiago, podía buscar algo con Beto.
- no, nada por ahí, dale chúpame, puto! No hables más bobadas y haceme gozar..
 
Así pasó la tarde, hasta la 6/7 pm.
Me hizo la paja y se la volví a meter un poco, pero se me bajaba cuando lo hacía. Lo mejor era paja mientras me contaba detalles.

O anécdotas.
Por ejemplo, me contó que la madre siempre le decía que las mujeres de bien pueden follar, pero que debe ser de un solo hombre. Y ella, en las últimas 12 hs, estuvo follando con 3, y casi con un 4to ! Pobre mamá, decía, que nunca se entere de lo que hace su hija! y se reía!
También me dijo que era una suerte para nosotros el habernos encontrado.
Que no conocía a nadie como yo, que disfrutara tanto con que ella fuera tan puta!
Y que después además pudiera hacerle el amor como se lo había hecho! Lo mejor de ambos mundos! Del sexo y el amor!

Tuvo un orgasmo más mientras la chupaba y después me echo. No pude acabar yo otra vez, pese a que tenía muchas ganas no se me paraba.

- hace lo que quieras, - me dijo,- yo voy a dormir. Despertarme a las 10, si sigo durmiendo.

Yo me vestí y me fui a la sauna.

Había gente pero menos que al mediodía. Estaba Daniel, que vino a sentarse conmigo apenas me vio.
Se sacó la toalla y pude ver que tenía la polla dura. Apuntaba para arriba, era de regular tamaño, de glande grande, rojo brillante de jugos. El glande grande le daba el aspecto de un hongo. Se la tocó y me apunto con ella.

- tócala, dale que tienes muchas ganas, lo sé! Yo tengo muchas ganas de volver a follarte!
- hay gente, no podemos acá.
- no te preocupes por ellos, - me dijo, - son de una convención de actores porno, no los viste?
Una convención de actores porno! Con razón era gente tan linda todos, y además jóvenes.
Los miré y ellos nos miraron y me hicieron el gesto universal del pulgar para arriba: “dale tranquilo, no te preocupes.”
La agarre y estaba buena, dura, caliente y suave, sedosa como es la piel de la pija. Lo pajee y le gustó. Gimió bajo, de gusto.
Me agarro la mano y se paró.

- veni, -me dijo, tirando de mi mano, - vamos a la sauna húmeda.

Lo seguí y cuando entramos entendí el porqué.
No se veía nada, era un cuarto oscuro y lleno de vapor, que formaba una densa niebla que solo te dejaba ver sombras.
Me hizo sentar y se paró frente a mi, poniendo su polla frente a mi cara. Miré a mi alrededor. Si yo no veía a nadie, nadie me podría ver a mí. Abrí la boca y la chupé. Mmmm, estaba rica y yo tenía ganas. Dejé a Tania con ganas de seguir, aunque no conseguía una erección que me permitiera follarla otra vez. Pero ahora, con una verga en la boca, en público y sumiso se me volvió a parar.
Si alguien veía las sombras, era claro lo que estábamos haciendo. Yo sentado frente a él parado, algo inclinado hacia adelante, mi cara a la altura de su verga, moviéndome hacia atrás y adelante...era evidente! Me excitó el entenderlo.
Vi que alguien se acercaba y nos miraba. No podía ver sus rasgos, pero era claro que nos estaba mirando. Nos contempló de lejos unos minutos, se acercó más y se sentó a mi lado. De ahí veía bien, era joven, menor que nosotros. Alto, tenia la toalla en la cintura, cubriéndose.
Tímidamente estiró su brazo y me agarró la polla, al ver que lo acepté sin objeciones me pajeo suavemente, con lentitud.
Lo dejé. Lo hacía muy bien.
 

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