Sí y no. Me explico: por una parte fui yo el que le propuso hacer estas cosas. Ella alegó en su momento que no lo necesitaba, pero también es cierto que se avino a probarlo sin apenas reparos ¿Por satisfacerme a mí? Puede que en parte, pero si ella no hubiese sentido curiosidad y, diría que hasta interés, no creo que hubiese dado el paso.
Al principio funcionó todo según lo previsto: chicos, polvos, morbo, follábamos a rebufo de las aventuras que iba ella teniendo, etc.
Había estado ya con tres chicos y tenido con dos de ellos más de un encuentro cuando una chica que vivía en una población cercana y con la que ambos hablábamos en el foro de Pajilleros, pero sobre todo yo, pues mi mujer estaba más atenta a sus chicos, me dijo un día de conocernos. Nadie habló de sexo ni de follar, se había planteado como un ponerse cara, pero lógicamente lo otro sobrevolaba el encuentro.
Cuando llegó el día y me despedí en la puerta de mi mujer, me sorprendió diciéndome:
- Si puedes, fóllatela.
O algo así. No recuerdo ya con precisión, debe estar escrito en algún parte de guerra

Pero fue una sentencia de ese tipo.
Semejante declaración me dejó perplejo. Yo no iba focalizado en follar y mi relación con la chica a través de chat y correo había tenido más de diversión y buen rollo que de sexo propiamente dicho. Pensando en los motivos que mi mujer pudo haber tenido para decirme eso, llegué a la conclusión de que podría haber sido una argucia aparentando mostrarse abierta y tolerante para que, si yo me follaba a la otra, no se lo ocultase.
Al final pasé una buena jornada con ella, pero no hubo nada de sexo. Solo un "Rubiales", pero consentido, al despedirnos. Influyó también que a ella le había bajado la regla.
Cuando regresé a casa, no recuerdo si antes de saber si había habido algo o después, mi mujer me dijo que lo que me había dicho al despedirnos había sido una estupidez y que se había arrepentido de haberlo dicho tan pronto me había ido.
Con el tiempo conoció a la chica ella también. Pasamos los tres una tarde-noche cenando y tomando unas copas. Hubo buen rollo entre ambas y resultó ser la primera mujer con la que se dio un beso con cierta carga sexual cuando nos despedimos. Dijo haberle gustado.
Pasaron más chicos y polvos y en un par de ocasiones interactuamos con otras parejas. Las vio comiéndome la boca con ellas y chupándomela. No llegué a follar con ninguna. Con una de ellas, que vive en nuestra ciudad, me vi un par de veces más en plan morboso, yendo a su trabajo una vez para darnos unos besos y meternos un poco de mano para que mandase ella unas fotos a su marido, y otra a esperarla a la salida del trabajo para mas o menos lo mismo.
A mi mujer no le gustaba mucho esto, pero lo admitía. Supongo que no veía en ello ningún riesgo para la pareja. Creo que sus miedos vienen de eso: el que pueda irrumpir una mujer que ella no tenga, por así decirlo, bajo control. Si se lleva bien con la chica en cuestión y su relación con ella es fluida, pienso que lo toleraría. No experimentaría la excitación que yo disfruto cuando la veo a ella follando con otros, pero aceptaría cierto rollo entre ella y yo.
En cuanto a la relación a tres de zorrita-macho-cornudo, al principio, como decía anteriormente, aparte de los polvos que ella tenía extramatrimoniales, nosotros follábamos y lo hacíamos incluso más que cuando no estábamos metidos en estos temas. Luego conocimos al macho que tiene/tenemos desde hace años y durante bastante tiempo siguió todo, en cuanto a relaciones nuestras, más o menos igual.
De un tiempo a esta parte han ido menguando las relaciones. Cierto que también folla menos con él. Los años van pasando y pesan para todos. Pero conmigo noto que es como si lo de los cuernos ya hubiese dejado de darle tanto morbo y en cierto modo le molestase. No siempre, pues cuando montamos alguna fiesta por visita de su macho, le gusta y se excita llamándome cornudo, ordenándome que les prepare algo o diciéndome que se va con su macho a la habitación a follar, y todas esas cosas. Pero luego cuando pasa el momento, es como si le molestase que yo saque el tema. Como quien va a un espectáculo a pasar un buen rato, pero luego no quisiese que su vida y conversaciones versasen prácticamente para nada sobre dicho espectáculo. Pero como le digo: esto no es representar una función de teatro. Esto, y más en la manera en que ella lo ha enfocado con macho fijo con el que lleva años, es un modo de vida.
El tema podría dar para largo, pero lo voy a dejar aquí. Ya nos contarás sobre tus experiencias.