Experiencias reales con trans [Experiencias]

Hace años siempre contactaba cn Dayana! Increible en serio!
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Con ella estuve hace unos diez años que andaba por el sur de españa. Menudo misil gastaba
 
Yo os voy a contar mi primer encuentro con una trans...

Yo tenía un tipo que adoraba mamarme. Era vecino mío durante una época que compartía piso con amigos así que era muy fácil cuadrar para vernos. Las sesiones de oral por su parte eran sublimes, un mamador excelente.

Uno de los días me presentó a sus juguetes y empezamos a probar lo de trabajarme el culo mientras me mamaba, los orgasmos que conseguía eran bestiales. Llegó un punto en el que era imprescindible sentarme en aquel pollón de plástico mientras me mamaba.
No era habitual que nos viéramos por la noche, pero me habían fallado los planes y acabamos tomando cubatas en su casa, obviamente sacó la artillería pesada...
Yo entonces era asiduo lector de un foro de puteros con el que me mataba a pajas con la sección de travestis, mencionaban a una chica especialmente dotada, brasileña con la que solía fantasear.

Al salir de su casa vi el bus nocturno a Barcelona y no me lo pensé, me subí todavía sin plan, con el dinero en el bolsillo y camino a la capital abrí aquella página de clasificados y marqué su número sin obtener respuesta, seguí probando suerte con otras profesionales más con ánimo de morbosear que de quedar realmente, pero la pollona me envió un SMS y acabamos concretando una cita.
Ahí llegué, deberían ser ya pasadas las 3 de la madrugada, seguí sus indicaciones. Mi primera experiencia con la prostitución, 26 años. Me temblaba todo. Me tranquilizó una finca elegante en passeig de Sant Joan con Consell de Cent y ahí estaba. Su trato fue agradable, me llevó a la ducha y me invitó a tomar una copa.

Estando en pelotas girándome para dejar la copa en la mesita de noche, al girarme, se había abierto el batín con el que me recibió y en ese momento se me debieron saltar los ojos de los cuencos, me invitó a mamar. Yo, por aquel entonces, apenas me había comido un par de pollas y todo lo que veía era bastante más manejable que lo mío, aquello era una barbaridad. Nunca había visto algo semejante y nunca lo he vuelto a ver.
Recuerdo arrodillarme y ver cómo crecía aquello, era tan largo como gordo. Un pepino en toda regla. A duras penas me cabía el capullo en la boca, en una de estas que paré para coger aire me soltó un bofetón, cuando giré la cara atónito me contestó con un lapo en la boca. Recibí una masterclass de como comerse una polla. Estuve un buen rato en esa postura.

Luego me llevó al comedor y me puso en mil posturas, pero no había manera de que eso entrara, demasiada contundencia para mi ojete.

Yo entonces era tan inocente que no me daba ni cuenta de su juego, se ponía el condón cuando dejaba de mamar y se lo quitaba en cuanto me ponía a 4 patas. Lo veía por el rabillo del ojo y no me lo creía... pensaba que no estaba viendo bien. En una de estas intenté agarrarle la polla para marcar yo el ritmo y me soltó un bofetón en la mano, entonces me agarró las dos y me soltó tal metralleta de polla que aluciné. Honestamente vi las estrellas con algunas sacudidas, pero me dejé hacer....y en medio de tal follada me corrí como un bendito con aquella anaconda en mi culo. Ella no llegó a correrse y tampoco le di importancia.

Otra ducha y me acompañó a la puerta. Ahí no supe reprimirme y le pedí que me dejara ver su polla otra vez, se la sacó, palpé y me invitó a mamar otra vez. A los pocos segundos estaba cerrando la puerta y me dijo: anda, pasa. Le advertí que no tenía más dinero, que seguíamos otro día, pero me dijo que no le importaba, quería correrse.

En ese segundo polvo hizo conmigo lo que quiso, otra masterclass de mamadas. Me volvió a llevar a aquel sofá para ponerme a 4 patas y follarme sin piedad un buen rato.
Recuerdo no tocarme casi en ese segundo polvo.

Ella me alertó, en medio de la batalla, que de iba a correr. Sacó su sable bruscamente y me llenó la cara con un chorro que nunca olvidaré. Entonces me bastaron un par de sacudidas para correrme yo.


Recuerdo salir de aquel portal y ver a una madre con un niño pequeño mirarme a la cara y apartarse con cara de susto. Imaginad la cara que debía llevar, eran las 10 de la mañana ya.
Entiendo que te estrenaste con la anaconda de Veronika, afortunado!!
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