Hoy os cuento una experiencia de hace algunos años... (pero no demasiado). Iba haciendo algo de deporte por la zona del Peñón del Cuervo en Málaga. Y ya al final del trayecto decidí subir a una parte alta del camino para ver el mar desde un punto más alto y descansar un poco... Durante la subida hay unos bancos de madera debajo de una especie de pérgolas...
Cuando estaba llegando arriba vi una pareja de jóvenes que estaba muy cariñosa encima en el último banco, así que decidí quedarme a una distancia prudencial y disfrutar del mar... y ya de paso de ver lo que hacía la pareja. Y mi sexto sentido no falló puesto que en breve esas caricias y besos fueron ganando en intensidad hasta que ella decidíó meter la mano por debajo de la camiseta y claro, una cosa lleva a la otra y en vez de arriba terminó bajando esa mano. Llevaba un vestido de verano, con tirantes y cortito, así que él lo tenía fácil para meter mano y decidió que el sitio más corto para llegar era las tatas. Yo seguía mirando disimulando, aunque estaba más bajo que ellos por la situación que tenía no era fácil que me vieran (y con el calentón que llevaban tampoco creo que se hubieran fijado).
Así que allí siguieron, ella con sus pelos rizados besándose con su pareja mientras las manos intentaban llegar hasta donde podían.
Después de unos minutos de manoseos, y en los que él intentó llevarle la boca a su polla que ya estaba fuera del pantalón, ella decidió sentarse con las rodillas a cada lado de las piernas de su pareja hasta que ese movimiento sincronizado evidenciaba que el pene ya había entrado en la vagina. Con ritmo pausado, y otra veces más acelerado, estaban follando como si estuviesen solos en el mundo, besándose y acariciándose hasta que en unos 10 minutos la chica empezó a gemir (fue el único momento en el que lo hizo) y el muchacho parece que se corrió al mismo tiempo que ella.
Se volvió a su posición y se limpio como pudo unos metros atrás del banco entre las piedras. No sé si me vieron o no, pero ya me volví a casa porque empezaba a anochecer, y justo al coger el coche en el aparcamiento (hoy ocupado por autocaravanas) me di cuenta que el asiento del copiloto del coche otra pareja follando sin tapar los cristales, así que como arriba estaba muy expuesto, me senté en mi sitio y con disimulo me masturbé mientras follaban. Fue sesión doble... y eso que no iba buscando nada.