Ha ocurrido, aunque no como yo pensaba (mis primeros cuernos). [Hilo para tratar sobre su temática y NO para contactar]

He descubierto que, aunque me encanta follar y sobre todo si es a una mujer con la que no he estado nunca, si Carmen está follando al lado no puedo evitar estar más pendiente de ella que de lo que estoy haciendo yo.
A mi también me da mas morbo ver como follan y disfruta mi mujer que estar yo follando a otras
 
Como le he comentado a un compañero forero por privado, esta noche viene a casa a cenar José, el maduro de la pareja que conocimos con Ana y Antonio. Es la primera vez que metemos a alguien en casa, pero la posible perspectiva de ver follar a mi mujer en nuestra propia cama me tiene caliente desde que lo hablamos con él.
 
Como le he comentado a un compañero forero por privado, esta noche viene a casa a cenar José, el maduro de la pareja que conocimos con Ana y Antonio. Es la primera vez que metemos a alguien en casa, pero la posible perspectiva de ver follar a mi mujer en nuestra propia cama me tiene caliente desde que lo hablamos con él.
Jose, es el tio que tiene una polla larga y gorda??
 
Como le he comentado a un compañero forero por privado, esta noche viene a casa a cenar José, el maduro de la pareja que conocimos con Ana y Antonio. Es la primera vez que metemos a alguien en casa, pero la posible perspectiva de ver follar a mi mujer en nuestra propia cama me tiene caliente desde que lo hablamos con él.

Como le he comentado a un compañero forero por privado, esta noche viene a casa a cenar José, el maduro de la pareja que conocimos con Ana y Antonio. Es la primera vez que metemos a alguien en casa, pero la posible perspectiva de ver follar a mi mujer en nuestra propia cama me tiene caliente desde que lo hablamos con él.
a disfrutar de la experiencia 😄
 
a disfrutar de la experiencia 😄
Así se ha preparado para él. Se la hemos mandado por WhatsApp. Edito para añadir foto y decir que ya está José en casa.
 

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Última edición por un moderador:
Lo de anoche fue una experiencia diferente. Morbosa, sin duda, con sexo, mucho sexo, pero diferente. No sé si fue por hacerlo en casa, por la actitud de él, por la complicidad que parece que tienen, por mi predisposición, o simplemente por una combinación de factores, pero la experiencia de ayer pasa a ser casi de lo mejor que hemos vivido en estos meses de vida liberal.

Antes de nada, deciros a los que decís que mi mujer tiene un cuerpazo, es una Diosa, etc, deciros que sí, está buena, es una MILF como Dios manda, pero nada más. Ya sabéis que siempre se eligen las fotos más morbosas o con mejor ángulo.

José llegó temprano, y nos pusimos unas cervezas y charlamos de todo un poco. Cero sexo, cero dobles sentidos, una charla normal entre amigos: política, fútbol, economía... lo normal. Carmen sacó lo que tenía preparado para la cena y nos sentamos en la mesa del salón. Ahí ya sí soltamos alguna broma más sexual, y la conversación fue poco a poco girando a lo que seguramente iba a pasar en un rato. Yo estaba absolutamente empalmado a los cinco minutos, y en un momento dado, al yo decirlo, Carmen se inclinó hacia José, metió la mano por debajo de la mesa y dijo "y este también está a tope". Fue maravilloso, sensual, excitante.

Terminamos de cenar, nos pusimos a llevar las cosas a la cocina, y en un momento de las dos o tres idas y vueltas que dimos a la cocina, Carmen y José se dieron un morreo importante. Yo pensé que se iban a liar allí mismo pero José (la experiencia es un grado) dijo "¿nos ponemos cómodos?" y nos fuimos al salón. Ellos se sentaron en el sofá en la zona de 3 plazas y yo en lateral de dos plazas, con una visión perfecta de lo que iba a pasar. No hubo ni una palabra más: se sentaron y se pusieron a comerse la boca muy despacio. Yo apagué la música, ya sabéis que soy fetichista de las sonidos del sexo. Aquí comenzaron las diferencias con otras sesiones que hemos tenido. Nada de prisa, nada de calenturas. Estuvieron besándose y acariciandose mínimo 20 minutos. José le mordía suavemente los labios y mi mujer gemía cuando lo hacía. Empezaron a tocarse (él a ella los pechos, primero por fuera luego por dentro de la blusa) y ella a él la polla por encima del pantalón. Al rato él le estaba haciendo un dedo muy despacio, con la falda levantada y las bragas echadas a un lado, ella a él masturbándolo también muy despacio, ella con el pulgar repartiendo el pre semen por todo el capullo, mientras él gemía de gusto. Curioso, pero no se cruzaron ni una palabra en todo este rato.

Yo pensaba que ella le iba a comer la polla allí mismo (pedazo de polla) pero no, Carmen fue la que dijo "¿subimos a la habitación?". Y sin esperar respuesta se levantó, y tiró para arriba. José me guiñó un ojo y se fue detrás de ella. Al llegar arriba Carmen ya se estaba desnudando, una visión maravillosa. Llegué a tiempo de ver cómo se bajaba las bragas mirando a José (otro de mis fetiches). Él se desnudó, se abrazaron y se tumbaron en la cama (verlos en mi cama, junto a mi mesita de noche con mis libros, mis cosas, fue brutal) y al minuto se pusieron a hacer un 69. Yo me senté en el suelo, pegado a la cama (no tengo sofá ni silla en la habitación). Carmen apenas se podía meter media pollón en la boca, José tiene una polla, además de larga, sobre todo muy gruesa. Desde mi sitio no podía ver la lengua de José en el coño de C. pero sí podía escuchar los lamidos, el sonido de chasquido típico de una boca comiéndose un coño, y los gemidos y chupadas de Carmen, llena de baba que chorreaba por la barbilla cayendo en el pollón de José. Como abajo, se comían sin prisa, despacio y disfrutando de lo que hacían. Yo estaba tan absorto que ni me masturbaba.

Al rato, bastante rato, José la levantó, la puso boca arriba en la cama, le levantó las piernas y comenzó a pasarle el capullo por el coño, poco a poco. Ahí sí empezaron las guarradas, las palabras duras. José le decía "puta, ¿quieres que te reviente el coño?" y Carmen le decía que sí, que por favor. Estuvo jugando con ella un poco hasta que en un momento por sorpresa se la clavó casi hasta el fondo. Me perdí la cara de mi mujer porque estaba alucinado mirando ese capullo frotarse con la vulva de mi mujer pero cuando la miré a los ojos, que ya la tenía clavada hasta el fondo, estaba con los ojos y la boca muy abiertos, gimiendo sin decir ni media palabra. Todo lo despacio y tranquilo que había sido antes se convirtió en una maquina de percutir. Empezó a clavársela sin piedad, hasta el fondo, con los cachetes sonando fuerte, duro. Carmen no tardó ni un minuto en correrse gritando sin control (los vecinos habrán alucinado bastante).

A partir de ahí comenzó de nuevo una sesión de sexo tranquilo, casi de novios. Estuvieron follando mínimo 45 minutos en los que José hizo con ella lo que quiso. Carmen estaba absolutamente entregada, se corrió al menos tres veces más. Cuando José sintió que se iba a correr, por primera vez en todo el rato me miró a mi y me dijo "donde la doy la leche a tu puta" y yo, sin pensarlo ni un segundo, le dije que en la boca. Carmen ni pestañeó, se puso de lado para facilitarle la postura y abrió la boca. José no tardó ni cinco segundos en comenzar a correrse como un cerdo, una corrida tremenda, mínimo cuatro o cinco chorros (yo suelto dos y gracias) que le puso cara, pelo y boca absolutamente lefados. Carmen con los ojos cerrados relamió un poco de las comisuras de los labios y tragó lo que le hubiese caído dentro.

Se echaron uno al lado del otro y durante 10 minutos solo hubo silencio, respiraciones profundas y relax. Después charla tranquila, ducha de los dos y despedida de José (sobre las 12 o poco más, creo).

Una sesión distinta, más tranquila y normal, pero con un sexo maravilloso. Me da envidia la capacidad de José de estar percutiendo sin parar casi durante 45 minutos. Yo a los 10 minutos ya me quiero correr. Es normal que con esa polla y esa capacidad de follar, como dijo Eva, las tías que conocen en su vida liberal se encoñan con él. De hecho Carmen ya me ha dicho esta mañana que disfrutó muchísimo y que le gustaría repetir.
 
Lo de anoche fue una experiencia diferente. Morbosa, sin duda, con sexo, mucho sexo, pero diferente. No sé si fue por hacerlo en casa, por la actitud de él, por la complicidad que parece que tienen, por mi predisposición, o simplemente por una combinación de factores, pero la experiencia de ayer pasa a ser casi de lo mejor que hemos vivido en estos meses de vida liberal.

Antes de nada, deciros a los que decís que mi mujer tiene un cuerpazo, es una Diosa, etc, deciros que sí, está buena, es una MILF como Dios manda, pero nada más. Ya sabéis que siempre se eligen las fotos más morbosas o con mejor ángulo.

José llegó temprano, y nos pusimos unas cervezas y charlamos de todo un poco. Cero sexo, cero dobles sentidos, una charla normal entre amigos: política, fútbol, economía... lo normal. Carmen sacó lo que tenía preparado para la cena y nos sentamos en la mesa del salón. Ahí ya sí soltamos alguna broma más sexual, y la conversación fue poco a poco girando a lo que seguramente iba a pasar en un rato. Yo estaba absolutamente empalmado a los cinco minutos, y en un momento dado, al yo decirlo, Carmen se inclinó hacia José, metió la mano por debajo de la mesa y dijo "y este también está a tope". Fue maravilloso, sensual, excitante.

Terminamos de cenar, nos pusimos a llevar las cosas a la cocina, y en un momento de las dos o tres idas y vueltas que dimos a la cocina, Carmen y José se dieron un morreo importante. Yo pensé que se iban a liar allí mismo pero José (la experiencia es un grado) dijo "¿nos ponemos cómodos?" y nos fuimos al salón. Ellos se sentaron en el sofá en la zona de 3 plazas y yo en lateral de dos plazas, con una visión perfecta de lo que iba a pasar. No hubo ni una palabra más: se sentaron y se pusieron a comerse la boca muy despacio. Yo apagué la música, ya sabéis que soy fetichista de las sonidos del sexo. Aquí comenzaron las diferencias con otras sesiones que hemos tenido. Nada de prisa, nada de calenturas. Estuvieron besándose y acariciandose mínimo 20 minutos. José le mordía suavemente los labios y mi mujer gemía cuando lo hacía. Empezaron a tocarse (él a ella los pechos, primero por fuera luego por dentro de la blusa) y ella a él la polla por encima del pantalón. Al rato él le estaba haciendo un dedo muy despacio, con la falda levantada y las bragas echadas a un lado, ella a él masturbándolo también muy despacio, ella con el pulgar repartiendo el pre semen por todo el capullo, mientras él gemía de gusto. Curioso, pero no se cruzaron ni una palabra en todo este rato.

Yo pensaba que ella le iba a comer la polla allí mismo (pedazo de polla) pero no, Carmen fue la que dijo "¿subimos a la habitación?". Y sin esperar respuesta se levantó, y tiró para arriba. José me guiñó un ojo y se fue detrás de ella. Al llegar arriba Carmen ya se estaba desnudando, una visión maravillosa. Llegué a tiempo de ver cómo se bajaba las bragas mirando a José (otro de mis fetiches). Él se desnudó, se abrazaron y se tumbaron en la cama (verlos en mi cama, junto a mi mesita de noche con mis libros, mis cosas, fue brutal) y al minuto se pusieron a hacer un 69. Yo me senté en el suelo, pegado a la cama (no tengo sofá ni silla en la habitación). Carmen apenas se podía meter media pollón en la boca, José tiene una polla, además de larga, sobre todo muy gruesa. Desde mi sitio no podía ver la lengua de José en el coño de C. pero sí podía escuchar los lamidos, el sonido de chasquido típico de una boca comiéndose un coño, y los gemidos y chupadas de Carmen, llena de baba que chorreaba por la barbilla cayendo en el pollón de José. Como abajo, se comían sin prisa, despacio y disfrutando de lo que hacían. Yo estaba tan absorto que ni me masturbaba.

Al rato, bastante rato, José la levantó, la puso boca arriba en la cama, le levantó las piernas y comenzó a pasarle el capullo por el coño, poco a poco. Ahí sí empezaron las guarradas, las palabras duras. José le decía "puta, ¿quieres que te reviente el coño?" y Carmen le decía que sí, que por favor. Estuvo jugando con ella un poco hasta que en un momento por sorpresa se la clavó casi hasta el fondo. Me perdí la cara de mi mujer porque estaba alucinado mirando ese capullo frotarse con la vulva de mi mujer pero cuando la miré a los ojos, que ya la tenía clavada hasta el fondo, estaba con los ojos y la boca muy abiertos, gimiendo sin decir ni media palabra. Todo lo despacio y tranquilo que había sido antes se convirtió en una maquina de percutir. Empezó a clavársela sin piedad, hasta el fondo, con los cachetes sonando fuerte, duro. Carmen no tardó ni un minuto en correrse gritando sin control (los vecinos habrán alucinado bastante).

A partir de ahí comenzó de nuevo una sesión de sexo tranquilo, casi de novios. Estuvieron follando mínimo 45 minutos en los que José hizo con ella lo que quiso. Carmen estaba absolutamente entregada, se corrió al menos tres veces más. Cuando José sintió que se iba a correr, por primera vez en todo el rato me miró a mi y me dijo "donde la doy la leche a tu puta" y yo, sin pensarlo ni un segundo, le dije que en la boca. Carmen ni pestañeó, se puso de lado para facilitarle la postura y abrió la boca. José no tardó ni cinco segundos en comenzar a correrse como un cerdo, una corrida tremenda, mínimo cuatro o cinco chorros (yo suelto dos y gracias) que le puso cara, pelo y boca absolutamente lefados. Carmen con los ojos cerrados relamió un poco de las comisuras de los labios y tragó lo que le hubiese caído dentro.

Se echaron uno al lado del otro y durante 10 minutos solo hubo silencio, respiraciones profundas y relax. Después charla tranquila, ducha de los dos y despedida de José (sobre las 12 o poco más, creo).

Una sesión distinta, más tranquila y normal, pero con un sexo maravilloso. Me da envidia la capacidad de José de estar percutiendo sin parar casi durante 45 minutos. Yo a los 10 minutos ya me quiero correr. Es normal que con esa polla y esa capacidad de follar, como dijo Eva, las tías que conocen en su vida liberal se encoñan con él. De hecho Carmen ya me ha dicho esta mañana que disfrutó muchísimo y que le gustaría repetir.
Morbazo en estado puro
Que pena de imágenes sin comprometer....
 
Lo de anoche fue una experiencia diferente. Morbosa, sin duda, con sexo, mucho sexo, pero diferente. No sé si fue por hacerlo en casa, por la actitud de él, por la complicidad que parece que tienen, por mi predisposición, o simplemente por una combinación de factores, pero la experiencia de ayer pasa a ser casi de lo mejor que hemos vivido en estos meses de vida liberal.

Antes de nada, deciros a los que decís que mi mujer tiene un cuerpazo, es una Diosa, etc, deciros que sí, está buena, es una MILF como Dios manda, pero nada más. Ya sabéis que siempre se eligen las fotos más morbosas o con mejor ángulo.

José llegó temprano, y nos pusimos unas cervezas y charlamos de todo un poco. Cero sexo, cero dobles sentidos, una charla normal entre amigos: política, fútbol, economía... lo normal. Carmen sacó lo que tenía preparado para la cena y nos sentamos en la mesa del salón. Ahí ya sí soltamos alguna broma más sexual, y la conversación fue poco a poco girando a lo que seguramente iba a pasar en un rato. Yo estaba absolutamente empalmado a los cinco minutos, y en un momento dado, al yo decirlo, Carmen se inclinó hacia José, metió la mano por debajo de la mesa y dijo "y este también está a tope". Fue maravilloso, sensual, excitante.

Terminamos de cenar, nos pusimos a llevar las cosas a la cocina, y en un momento de las dos o tres idas y vueltas que dimos a la cocina, Carmen y José se dieron un morreo importante. Yo pensé que se iban a liar allí mismo pero José (la experiencia es un grado) dijo "¿nos ponemos cómodos?" y nos fuimos al salón. Ellos se sentaron en el sofá en la zona de 3 plazas y yo en lateral de dos plazas, con una visión perfecta de lo que iba a pasar. No hubo ni una palabra más: se sentaron y se pusieron a comerse la boca muy despacio. Yo apagué la música, ya sabéis que soy fetichista de las sonidos del sexo. Aquí comenzaron las diferencias con otras sesiones que hemos tenido. Nada de prisa, nada de calenturas. Estuvieron besándose y acariciandose mínimo 20 minutos. José le mordía suavemente los labios y mi mujer gemía cuando lo hacía. Empezaron a tocarse (él a ella los pechos, primero por fuera luego por dentro de la blusa) y ella a él la polla por encima del pantalón. Al rato él le estaba haciendo un dedo muy despacio, con la falda levantada y las bragas echadas a un lado, ella a él masturbándolo también muy despacio, ella con el pulgar repartiendo el pre semen por todo el capullo, mientras él gemía de gusto. Curioso, pero no se cruzaron ni una palabra en todo este rato.

Yo pensaba que ella le iba a comer la polla allí mismo (pedazo de polla) pero no, Carmen fue la que dijo "¿subimos a la habitación?". Y sin esperar respuesta se levantó, y tiró para arriba. José me guiñó un ojo y se fue detrás de ella. Al llegar arriba Carmen ya se estaba desnudando, una visión maravillosa. Llegué a tiempo de ver cómo se bajaba las bragas mirando a José (otro de mis fetiches). Él se desnudó, se abrazaron y se tumbaron en la cama (verlos en mi cama, junto a mi mesita de noche con mis libros, mis cosas, fue brutal) y al minuto se pusieron a hacer un 69. Yo me senté en el suelo, pegado a la cama (no tengo sofá ni silla en la habitación). Carmen apenas se podía meter media pollón en la boca, José tiene una polla, además de larga, sobre todo muy gruesa. Desde mi sitio no podía ver la lengua de José en el coño de C. pero sí podía escuchar los lamidos, el sonido de chasquido típico de una boca comiéndose un coño, y los gemidos y chupadas de Carmen, llena de baba que chorreaba por la barbilla cayendo en el pollón de José. Como abajo, se comían sin prisa, despacio y disfrutando de lo que hacían. Yo estaba tan absorto que ni me masturbaba.

Al rato, bastante rato, José la levantó, la puso boca arriba en la cama, le levantó las piernas y comenzó a pasarle el capullo por el coño, poco a poco. Ahí sí empezaron las guarradas, las palabras duras. José le decía "puta, ¿quieres que te reviente el coño?" y Carmen le decía que sí, que por favor. Estuvo jugando con ella un poco hasta que en un momento por sorpresa se la clavó casi hasta el fondo. Me perdí la cara de mi mujer porque estaba alucinado mirando ese capullo frotarse con la vulva de mi mujer pero cuando la miré a los ojos, que ya la tenía clavada hasta el fondo, estaba con los ojos y la boca muy abiertos, gimiendo sin decir ni media palabra. Todo lo despacio y tranquilo que había sido antes se convirtió en una maquina de percutir. Empezó a clavársela sin piedad, hasta el fondo, con los cachetes sonando fuerte, duro. Carmen no tardó ni un minuto en correrse gritando sin control (los vecinos habrán alucinado bastante).

A partir de ahí comenzó de nuevo una sesión de sexo tranquilo, casi de novios. Estuvieron follando mínimo 45 minutos en los que José hizo con ella lo que quiso. Carmen estaba absolutamente entregada, se corrió al menos tres veces más. Cuando José sintió que se iba a correr, por primera vez en todo el rato me miró a mi y me dijo "donde la doy la leche a tu puta" y yo, sin pensarlo ni un segundo, le dije que en la boca. Carmen ni pestañeó, se puso de lado para facilitarle la postura y abrió la boca. José no tardó ni cinco segundos en comenzar a correrse como un cerdo, una corrida tremenda, mínimo cuatro o cinco chorros (yo suelto dos y gracias) que le puso cara, pelo y boca absolutamente lefados. Carmen con los ojos cerrados relamió un poco de las comisuras de los labios y tragó lo que le hubiese caído dentro.

Se echaron uno al lado del otro y durante 10 minutos solo hubo silencio, respiraciones profundas y relax. Después charla tranquila, ducha de los dos y despedida de José (sobre las 12 o poco más, creo).

Una sesión distinta, más tranquila y normal, pero con un sexo maravilloso. Me da envidia la capacidad de José de estar percutiendo sin parar casi durante 45 minutos. Yo a los 10 minutos ya me quiero correr. Es normal que con esa polla y esa capacidad de follar, como dijo Eva, las tías que conocen en su vida liberal se encoñan con él. De hecho Carmen ya me ha dicho esta mañana que disfrutó muchísimo y que le gustaría repetir.
Que rica experiencia, eso de ir despacito como si fueran novios y esa complicidad deben de dar un morbo tremendo para mi sería lo mejor lo que más me pondría, y si después la clava duro ufffff que rico, 45 min sin parar aguita con José mucha experiencia.
Si yo fuera tu que repitan las veces que quieran siempre que tú te lo goces, aunque también deberías quedar tu con Eva y disfrutarla también.
 
Morbazo en estado puro
Que pena de imágenes sin comprometer....
No me deja Carmen hacer fotos mientras folla. Y dudo que me deje nunca.
Que rica experiencia, eso de ir despacito como si fueran novios y esa complicidad deben de dar un morbo tremendo para mi sería lo mejor lo que más me pondría, y si después la clava duro ufffff que rico, 45 min sin parar aguita con José mucha experiencia.
Si yo fuera tu que repitan las veces que quieran siempre que tú te lo goces, aunque también deberías quedar tu con Eva y disfrutarla también.
Por supuesto que voy a quedar con Eva. Tengo muchas ganas de una sesión tranquila con ella. Esos tetones hay que disfrutarlos con calma, y ademas es una tía también con mucha experiencia. Sabe de sobra lo que se hace.
 
Algunos compañeros foreros me envían mensajes diciéndome que les encantan mis relatos, así que me gustaría aclarar:

- Todo es 100% real.
- No exagero nada, solo doy detalles, lo que mi ojo registra.
- Insisto en que en todo lo que estamos viviendo no hay nada fuera de lo normal, nada que no hay cientos (quizás miles) de parejas que hagan a diario.
- Os recomiendo un ejercicio: poned sobre el papel el último polvo que hayais echado o visto. Será al 100% igual que lo que yo detallo, solo que yo, por mi trabajo, le doy una forma legible.

Estamos planeando las tres parejas un fin de semana en una casa rural. Difícilmente podremos encontrar algo hoy. Si no lo conseguimos, lo haremos la semana que viene.
 
Algunos compañeros foreros me envían mensajes diciéndome que les encantan mis relatos, así que me gustaría aclarar:

- Todo es 100% real.
- No exagero nada, solo doy detalles, lo que mi ojo registra.
- Insisto en que en todo lo que estamos viviendo no hay nada fuera de lo normal, nada que no hay cientos (quizás miles) de parejas que hagan a diario.
- Os recomiendo un ejercicio: poned sobre el papel el último polvo que hayais echado o visto. Será al 100% igual que lo que yo detallo, solo que yo, por mi trabajo, le doy una forma legible.

Estamos planeando las tres parejas un fin de semana en una casa rural. Difícilmente podremos encontrar algo hoy. Si no lo conseguimos, lo haremos la semana que viene.
Me pone como una moto
 
Lo de anoche fue una experiencia diferente. Morbosa, sin duda, con sexo, mucho sexo, pero diferente. No sé si fue por hacerlo en casa, por la actitud de él, por la complicidad que parece que tienen, por mi predisposición, o simplemente por una combinación de factores, pero la experiencia de ayer pasa a ser casi de lo mejor que hemos vivido en estos meses de vida liberal.

Antes de nada, deciros a los que decís que mi mujer tiene un cuerpazo, es una Diosa, etc, deciros que sí, está buena, es una MILF como Dios manda, pero nada más. Ya sabéis que siempre se eligen las fotos más morbosas o con mejor ángulo.

José llegó temprano, y nos pusimos unas cervezas y charlamos de todo un poco. Cero sexo, cero dobles sentidos, una charla normal entre amigos: política, fútbol, economía... lo normal. Carmen sacó lo que tenía preparado para la cena y nos sentamos en la mesa del salón. Ahí ya sí soltamos alguna broma más sexual, y la conversación fue poco a poco girando a lo que seguramente iba a pasar en un rato. Yo estaba absolutamente empalmado a los cinco minutos, y en un momento dado, al yo decirlo, Carmen se inclinó hacia José, metió la mano por debajo de la mesa y dijo "y este también está a tope". Fue maravilloso, sensual, excitante.

Terminamos de cenar, nos pusimos a llevar las cosas a la cocina, y en un momento de las dos o tres idas y vueltas que dimos a la cocina, Carmen y José se dieron un morreo importante. Yo pensé que se iban a liar allí mismo pero José (la experiencia es un grado) dijo "¿nos ponemos cómodos?" y nos fuimos al salón. Ellos se sentaron en el sofá en la zona de 3 plazas y yo en lateral de dos plazas, con una visión perfecta de lo que iba a pasar. No hubo ni una palabra más: se sentaron y se pusieron a comerse la boca muy despacio. Yo apagué la música, ya sabéis que soy fetichista de las sonidos del sexo. Aquí comenzaron las diferencias con otras sesiones que hemos tenido. Nada de prisa, nada de calenturas. Estuvieron besándose y acariciandose mínimo 20 minutos. José le mordía suavemente los labios y mi mujer gemía cuando lo hacía. Empezaron a tocarse (él a ella los pechos, primero por fuera luego por dentro de la blusa) y ella a él la polla por encima del pantalón. Al rato él le estaba haciendo un dedo muy despacio, con la falda levantada y las bragas echadas a un lado, ella a él masturbándolo también muy despacio, ella con el pulgar repartiendo el pre semen por todo el capullo, mientras él gemía de gusto. Curioso, pero no se cruzaron ni una palabra en todo este rato.

Yo pensaba que ella le iba a comer la polla allí mismo (pedazo de polla) pero no, Carmen fue la que dijo "¿subimos a la habitación?". Y sin esperar respuesta se levantó, y tiró para arriba. José me guiñó un ojo y se fue detrás de ella. Al llegar arriba Carmen ya se estaba desnudando, una visión maravillosa. Llegué a tiempo de ver cómo se bajaba las bragas mirando a José (otro de mis fetiches). Él se desnudó, se abrazaron y se tumbaron en la cama (verlos en mi cama, junto a mi mesita de noche con mis libros, mis cosas, fue brutal) y al minuto se pusieron a hacer un 69. Yo me senté en el suelo, pegado a la cama (no tengo sofá ni silla en la habitación). Carmen apenas se podía meter media pollón en la boca, José tiene una polla, además de larga, sobre todo muy gruesa. Desde mi sitio no podía ver la lengua de José en el coño de C. pero sí podía escuchar los lamidos, el sonido de chasquido típico de una boca comiéndose un coño, y los gemidos y chupadas de Carmen, llena de baba que chorreaba por la barbilla cayendo en el pollón de José. Como abajo, se comían sin prisa, despacio y disfrutando de lo que hacían. Yo estaba tan absorto que ni me masturbaba.

Al rato, bastante rato, José la levantó, la puso boca arriba en la cama, le levantó las piernas y comenzó a pasarle el capullo por el coño, poco a poco. Ahí sí empezaron las guarradas, las palabras duras. José le decía "puta, ¿quieres que te reviente el coño?" y Carmen le decía que sí, que por favor. Estuvo jugando con ella un poco hasta que en un momento por sorpresa se la clavó casi hasta el fondo. Me perdí la cara de mi mujer porque estaba alucinado mirando ese capullo frotarse con la vulva de mi mujer pero cuando la miré a los ojos, que ya la tenía clavada hasta el fondo, estaba con los ojos y la boca muy abiertos, gimiendo sin decir ni media palabra. Todo lo despacio y tranquilo que había sido antes se convirtió en una maquina de percutir. Empezó a clavársela sin piedad, hasta el fondo, con los cachetes sonando fuerte, duro. Carmen no tardó ni un minuto en correrse gritando sin control (los vecinos habrán alucinado bastante).

A partir de ahí comenzó de nuevo una sesión de sexo tranquilo, casi de novios. Estuvieron follando mínimo 45 minutos en los que José hizo con ella lo que quiso. Carmen estaba absolutamente entregada, se corrió al menos tres veces más. Cuando José sintió que se iba a correr, por primera vez en todo el rato me miró a mi y me dijo "donde la doy la leche a tu puta" y yo, sin pensarlo ni un segundo, le dije que en la boca. Carmen ni pestañeó, se puso de lado para facilitarle la postura y abrió la boca. José no tardó ni cinco segundos en comenzar a correrse como un cerdo, una corrida tremenda, mínimo cuatro o cinco chorros (yo suelto dos y gracias) que le puso cara, pelo y boca absolutamente lefados. Carmen con los ojos cerrados relamió un poco de las comisuras de los labios y tragó lo que le hubiese caído dentro.

Se echaron uno al lado del otro y durante 10 minutos solo hubo silencio, respiraciones profundas y relax. Después charla tranquila, ducha de los dos y despedida de José (sobre las 12 o poco más, creo).

Una sesión distinta, más tranquila y normal, pero con un sexo maravilloso. Me da envidia la capacidad de José de estar percutiendo sin parar casi durante 45 minutos. Yo a los 10 minutos ya me quiero correr. Es normal que con esa polla y esa capacidad de follar, como dijo Eva, las tías que conocen en su vida liberal se encoñan con él. De hecho Carmen ya me ha dicho esta mañana que disfrutó muchísimo y que le gustaría repetir.
Espectacular, narración detallada que envuelve en la situación.
Hace notar que lo ha vivido en primera persona.
Yo he vivido varias situaciones así, pero en el otro angulo como corneador, pero sería incapaz de tener la sutileza y precisión que dispones para narrarlo tan bién detallado.
Enhora buena tanto por una cosa como por la otra, y sigue disfrutando.
 
Hemos encontrado unos AirBnN en Jerez, así que allá nos vamos las tres parejas esta noche. Yo y Carmen en un apartamento maravilloso, Ana y Antonio y Eva y José, juntos en un apartamento de dos dormitorios, a unos 500 metros del nuestro.
 
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