Pienso lo mismo.... Cuánto más espontánea la situación mejor... Y si de repente da la casualidad que suena esa música que tanto te gusta mientras te están haciendo esa cosa que te encanta.... Se alinean los astros y ese momento no lo olvidas mientras vivas.
Lo de la luz roja.... Oye a mi a veces me pone pensar que estoy en un sitio sórdido y soy una puta que acaban de recoger de la calle.... Qué mejor que una luz roja

Fíjate " soy una dama, pero una puta en la cama"...


Serán casualidades, pero no eres la primera mujer que me menciona una fantasía relacionada con la prostitución. Mi anterior pareja (con la que estuve más o menos hasta hace 15 años) una vez me confesó que le gustaría que me acercara a ella en la barra de un bar, hiciéramos como que no nos conocíamos, ella me daría a entender que era una profesional y me haría regatear hasta llegar a un precio conveniente y, solo entonces, nos iríamos a un hotel durante una hora.
Ni que decir tiene que la idea me volvió loco, pero está claro que no era nuestro momento: al poco de sugerirlo, ella tuvo una enfermedad bastante tocha y, cuando la superó, ya había comenzado nuestro declive como pareja, que terminaría en nuestra ruptura.
Pero basta de recordar cosas tristes, me encanta leerte porque creo que esa es la actitud que deberían tener todas las personas: del dormitorio para adentro, fuera vergüenza, fuera miedos y también fuera moralidad.
Yo, por ejemplo, tengo una tendencia dominante en la cama pero, por desgracia, solo la dejo salir muy de vez en cuando, cuando estoy muy excitado o algo intoxicado y me dejo llevar. Reconozco que me doy un poco de miedo cuando llego a ese estado y por eso me contengo, temo dañar a mi pareja, aunque, de hecho, ella es la que me azuza para que le dé más fuerte, para que le den un cachete, para que la llame" mi putita" (no sé porqué, todo en diminutivo suena más lascivo). Pero me cuesta dejarme llevar… Y eso que me pierdo. Así que me da envidia sana leer a otra persona que es capaz de superar sus inhibiciones y darlo todo en la cama. Eso es un regalo para su pareja, pero, sobre todo, para ella misma.