Juegos Exhibicionista en pareja ... 🤘🏼

Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
 

Archivos adjuntos

  • 1.JPG
  • 2.JPG
  • 3.JPG
  • 4.JPG
  • 5.JPG
  • 6.JPG
  • 7.JPG
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Super morboso. A tanto no me atrevo yo
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Brutal el reportaje y muy morbosa la situación
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Jooooder qué morbazo de experiencia... qué envidia. Enhorabuena hermano.
 
Personalmente no me gusta el exhibicionismo descarado y menos en las mujeres, me gusta el exhibicionismo casual, provocado, por ello hay muy poco desnudo femenino en las esculturas de los clásicos, hay poco erotismo en ello, sin embargo ver un cuerpo desnudo de hombre es sumamente atractivo, para mi al menos. Yo practico el exhibicionismo para mujeres y hombres y he denotado que las que mas miran son las mas jóvenes en las mujeres y en los hombres los mas mayores.
A día de hoy hay que tener mucho cuidado, te graban y se puede hacer viral; he pasado momentos buenísimos practicando exhibicionismo, enseñando la polla y sentir como sube la adrenalina, se te pone la polla a reventar, sobre todo cuando alguien muestra interés, lo mejor es el coche, pasan miran y vuelven a pasar, las jovencitas si van varias se lo pasan pipa. Un tema muy importante, no hay que pasarse ni mostrar el mas mínimo signo de agresividad, todo debe hacerse de forma satisfactoria, sigues masturbándote mientras ellas miran y si aguantan la corrida es brutal, en la playa lo practico con la cobertura de mi pareja, es más natural.
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
 
Ufff, que morbazo, se me ha puesto dura en pensar en esa situación, me parece excitante .. y sobre todo la complicidad de ella sabiendo llevar la situación y poniendo las cosas en su sitio sabiendo quien manda, , pero claro con ese cuerpo y ese morbo quien la lleva la contraria.
Espero os animéis a poner más juegos como este, un saludo y gracias por compartir
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
¡Qué excitantes las fotos!
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Que maravilla.Que buen rato debiasi pasar los tres y que envidia el afortunado que pudo acompañaros haciendo de voyeur.
 
Que tal?? somos una pareja de madrid de 35 años y a nosotros nos encanta el exhibicionismo, nos encanta jugar, por ejemplo, a dejar a medio cerrar los probadores, a provocar situaciones de "descuidos" por la calle, en tiendas, supermercados... tambien nos encanta el dogging y.... todo!! nos lo pasamos
muy bien con este tipo de morbo
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Es exactamente el tipo de juegos que nos gusta a nosotros.
Muchas gracias por compartirlo.
 
Hace un tiempo con una mujer mayor que yo, saliamos a una terraza de un bar en una playa en bañador los dos y ell se colocaba un pareo. Su deseo era estar frente a alguna pareja y que yo le metiese mano entre las piernas, como si yo no supiese nada, le abriese las piernas, separese el pareo y que la pareja o mujeres juntas mirasen, siempre necesitaba que al menos hubiese una mujer mirando. Me pedia al oido que le pasase la mano por encima de la braga del bikini y cuando ella se daba cuenta de que le miraba, quien a ella le interesaba, me pedia que apartase la braga
 
Que tal?? somos una pareja de madrid de 35 años y a nosotros nos encanta el exhibicionismo, nos encanta jugar, por ejemplo, a dejar a medio cerrar los probadores, a provocar situaciones de "descuidos" por la calle, en tiendas, supermercados... tambien nos encanta el dogging y.... todo!! nos lo pasamos
muy bien con este tipo de morbo

Que tal?? somos una pareja de madrid de 35 años y a nosotros nos encanta el exhibicionismo, nos encanta jugar, por ejemplo, a dejar a medio cerrar los probadores, a provocar situaciones de "descuidos" por la calle, en tiendas, supermercados... tambien nos encanta el dogging y.... todo!! nos lo pasamos
muy bien con este tipo de morbo
Nosotros del sur, de igual manera me encanta que mi novia se exhiba en público , también provocando situaciones similares , que parezcan descuidos y ver la reacción de la gente es algo realmente morboso
 
A nosotros uno de los juegos q más nos gusta es que la zorra empiece a toquetearme, provocar hasta q alguien se fija en ella cosa q es bastante fácil, y luego va al baño se quita el tanga y me lo deja encima de la mesa a partir de ahí empieza a jugar abriendo las piernas pea q al q le he ha llamado la atención anteriormente q está al tanto del juego le pueda ver bien su coñito
 
Hola. Hace unos días os conté nuestra primera experiencia exhibicionista con un invitado con el que habíamos quedado para jugar expresamente a eso. Pues hoy voy a continuar relatando un poco lo que fue aconteciendo a continuación.
Después de los nervios iniciales que hacían que mis manos y las manos del invitado temblaran como las de unos bebés (y eso se notaba cuando cogíamos nuestros respectivos vasos) lo que hacía que mi mujer se descojonara de la risa porque la hacía sentirse segura de sí misma; después de comprobar que el invitado sabía estar, sabía comportarse y sabía mantener el adecuado respeto; después de mantener una buena conversación, normal, de varios temas incluido el tema que teníamos ante nuestros ojos; después de la desinhibición que va inundando el ambiente poco a poco gracias a las cervezas...es mi mujer la que propone dar un paseo por las calles de la población en la que estábamos y hacernos unas fotos para archivar en mi fototeca particular (porque sabe que me encanta y además a eso habíamos ido).
Y ahí llega la siguiente sorpresa para el invitado y para mi...
La soltura de mi esposa, su atrevimiento, su naturalidad, abriéndose de piernas para cada pose cual si de una actriz erótica se tratara, dejando ver su sexo totalmente abierto a escasos centímetros de los ojos del invitado que, lógicamente, veía mucho más de lo que él se había imaginado antes de iniciar el viaje para la cita. Es importante que recordéis que las tetas se le veían sin problema ya que llevaba una camisa totalmente transparente.
Yo, por mi parte, aprovechaba a disparar fotos a lo loco, sin darme tiempo a mi mismo ni siquiera a enfocar debido a los nervios, lo que hizo que gran parte de las fotos salieran movidas (si os fijáis, se ve claramente el desenfoque en alguna).
Mi mujer consiguió transmitirme una sensación totalmente contradictoria. Por un lado estaba regalándome un espectáculo exhibicionista tal y como lo habíamos hablado muchas veces y yo había soñado como una gran fantasía que nunca pensé pudiera llegar a hacerse realidad y, por otra parte, estaba haciéndome sentir envidia del invitado, de la suerte que tenía. Me hubiera gustado en aquel momento poder estar leyendo sus pensamientos y sus sensaciones.
En definitiva, fue algo tan emocionante que no encuentro las palabras adecuadas para poder trasmitir en este relato lo que sentí.
Por su parte, el invitado, con el que seguimos en contacto, me contó que la experiencia fue tremendamente positiva y mucho más de lo que se esperaba.
Y mi mujer se sintió bien y muy satisfecha de haberme regalado un sueño. Y los sueños ni son fáciles de regalar ni tienen por qué tener punto final porque pueden tener continuación...
Y, como siempre, ahí os dejo el documento gráfico. Ojalá os guste todo esto.
Que bien se abre para otros...
 
El otro día plantee un reto a mi pareja el cuál pensaba que no iba a hacer.
Puse como identicador de llamada varias fotos suyas, algunas en topless. Le propuse que iba a ir al peluquero y que iba a dejar el móvil en el mostrador dónde él, un muchacho joven, deja los utensilios y le reté a que llamara. Así lo hice, dejé el móvil boca abajo en el mostrador y me senté dispuesto a qué me cortará el pelo. Sentía el morbo de la situación,aunque estaba casi seguro de que no llamaría, me lo había dicho. A los pocos minutos, mi móvil empezó a sonar. Mire mi reloj y vi que era ella. Mi corazón se aceleró, mi excitación se elevó hasta lo imposible. Le dije al peluquero que me llamaban y que si me dejara coger el teléfono. Lo cogí, le di la vuelta y allí apareció, a pantalla completa la foto de mi pareja con los pechos al aire y la parte de abajo de un bikini blanco. Fue un instante en el que el peluquero pudo disfrutarla. Fue increíblemente morboso y estoy deseando volver a repetirlo.
Os dejo la foto que salió pero con la cara tapada.


1000062292.jpg
 
El otro día plantee un reto a mi pareja el cuál pensaba que no iba a hacer.
Puse como identicador de llamada varias fotos suyas, algunas en topless. Le propuse que iba a ir al peluquero y que iba a dejar el móvil en el mostrador dónde él, un muchacho joven, deja los utensilios y le reté a que llamara. Así lo hice, dejé el móvil boca abajo en el mostrador y me senté dispuesto a qué me cortará el pelo. Sentía el morbo de la situación,aunque estaba casi seguro de que no llamaría, me lo había dicho. A los pocos minutos, mi móvil empezó a sonar. Mire mi reloj y vi que era ella. Mi corazón se aceleró, mi excitación se elevó hasta lo imposible. Le dije al peluquero que me llamaban y que si me dejara coger el teléfono. Lo cogí, le di la vuelta y allí apareció, a pantalla completa la foto de mi pareja con los pechos al aire y la parte de abajo de un bikini blanco. Fue un instante en el que el peluquero pudo disfrutarla. Fue increíblemente morboso y estoy deseando volver a repetirlo.
Os dejo la foto que salió pero con la cara tapada.


1000062292.jpg
Y más aún con las pedazo de tetas que tiene tu mujer, con unos pezones increibles. Es preciosa ❤️❤️
 
El otro día plantee un reto a mi pareja el cuál pensaba que no iba a hacer.
Puse como identicador de llamada varias fotos suyas, algunas en topless. Le propuse que iba a ir al peluquero y que iba a dejar el móvil en el mostrador dónde él, un muchacho joven, deja los utensilios y le reté a que llamara. Así lo hice, dejé el móvil boca abajo en el mostrador y me senté dispuesto a qué me cortará el pelo. Sentía el morbo de la situación,aunque estaba casi seguro de que no llamaría, me lo había dicho. A los pocos minutos, mi móvil empezó a sonar. Mire mi reloj y vi que era ella. Mi corazón se aceleró, mi excitación se elevó hasta lo imposible. Le dije al peluquero que me llamaban y que si me dejara coger el teléfono. Lo cogí, le di la vuelta y allí apareció, a pantalla completa la foto de mi pareja con los pechos al aire y la parte de abajo de un bikini blanco. Fue un instante en el que el peluquero pudo disfrutarla. Fue increíblemente morboso y estoy deseando volver a repetirlo.
Os dejo la foto que salió pero con la cara tapada.


1000062292.jpg
Buen juego, me gustan ese morbo, con esos momentos de espera....
Y vaya mujer!!! Preciosa
 
El otro día plantee un reto a mi pareja el cuál pensaba que no iba a hacer.
Puse como identicador de llamada varias fotos suyas, algunas en topless. Le propuse que iba a ir al peluquero y que iba a dejar el móvil en el mostrador dónde él, un muchacho joven, deja los utensilios y le reté a que llamara. Así lo hice, dejé el móvil boca abajo en el mostrador y me senté dispuesto a qué me cortará el pelo. Sentía el morbo de la situación,aunque estaba casi seguro de que no llamaría, me lo había dicho. A los pocos minutos, mi móvil empezó a sonar. Mire mi reloj y vi que era ella. Mi corazón se aceleró, mi excitación se elevó hasta lo imposible. Le dije al peluquero que me llamaban y que si me dejara coger el teléfono. Lo cogí, le di la vuelta y allí apareció, a pantalla completa la foto de mi pareja con los pechos al aire y la parte de abajo de un bikini blanco. Fue un instante en el que el peluquero pudo disfrutarla. Fue increíblemente morboso y estoy deseando volver a repetirlo.
Os dejo la foto que salió pero con la cara tapada.


1000062292.jpg
Lo primero darte la enhorabuena tu mujer está brutal y lo Segundo ese tipo de juegos a nosotros también nos encanta, lo hago con ea
El otro día plantee un reto a mi pareja el cuál pensaba que no iba a hacer.
Puse como identicador de llamada varias fotos suyas, algunas en topless. Le propuse que iba a ir al peluquero y que iba a dejar el móvil en el mostrador dónde él, un muchacho joven, deja los utensilios y le reté a que llamara. Así lo hice, dejé el móvil boca abajo en el mostrador y me senté dispuesto a qué me cortará el pelo. Sentía el morbo de la situación,aunque estaba casi seguro de que no llamaría, me lo había dicho. A los pocos minutos, mi móvil empezó a sonar. Mire mi reloj y vi que era ella. Mi corazón se aceleró, mi excitación se elevó hasta lo imposible. Le dije al peluquero que me llamaban y que si me dejara coger el teléfono. Lo cogí, le di la vuelta y allí apareció, a pantalla completa la foto de mi pareja con los pechos al aire y la parte de abajo de un bikini blanco. Fue un instante en el que el peluquero pudo disfrutarla. Fue increíblemente morboso y estoy deseando volver a repetirlo.
Os dejo la foto que salió pero con la cara tapada.


1000062292.jpg
Lo prímero enhorabuena por tu pareja es un pivon y desprende morbo, lo Segundo a nosotros tb nos encantan esos juegos, yo normalmente sipre llevo una foto suya desnuda o súper sexy de fondo de pantalla en el móvil, y cuando viene alguien a casa como los de internet o algo así siempre la tengo desnuda en el fondo de pantalla del ordenador e incluso de la tele. Es muy morboso sobretodo si está ella en casa 😜
 
Atrás
Top Abajo