Juegos Exhibicionista en pareja ... 🤘🏼

Nosotros intentamos hacer un juego de este tipo de vez en cuando, no encanta. Aquí una de probadores.
 

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Buenos días. Algunos ya nos vais conociendo poco a poco a través de nuestras colaboraciones en este foro. Tenemos bastante material fotográfico para publicar en varios hilos de esta página y, de hecho, lo hacemos en "salir a la calle sin bragas", en "vestidas sin sujetador", en "transparencias", en "esposas nudistas", en "gente de la zona norte"... en fin, que vamos nutriendo determinados hilos con nuestras cositas.
Pero hoy dudábamos si publicar esto en "gente de la zona norte", en "compartir esposa" o en este hilo por el que finalmente nos hemos decidido.
Sabemos que estamos en la sección de relatos pero esperamos que los administradores no nos regañen por poner algunas fotos para ilustrarlo.
Al grano. Después de haber entablado relación telemática con un chico, con incontables conversaciones y envío de fotos eróticas a través de una aplicación y A LO LARGO DE UNOS CUATRO O CINCO AÑOS, nos decidimos a conocerlo personalmente para alimentar el morbo necesario para algunOs de nosotrOs.
Como la distancia que nos separaba era larga, acordamos un encuentro a mitad de camino para facilitar las cosas al "invitado".
Yo, la parte masculina de la pareja, tenía mis dudas acerca del comportamiento y del atrevimiento de mi esposa. Iba muy nervioso pero con la esperanza de que ella estuviera a la altura.
Ella, en cambio, iba segura y con toda la artillería preparada para el juego (he de aclarar que todos teníamos claro que era solo un juego de exhibición y morbo y el invitado tenía el conocimiento de que no debería de tener más pretensiones).
Por su parte él, según nos confesó posteriormente, hacía el viaje con la idea preconcebida de que no iba a merecer la pena el gasto del viaje con su correspondiente pérdida de tiempo. Había visto muchas fotos de ella desde el móvil, le atraía, le gustaba, pero seguro que, o le plantábamos o no sería tanto como él lo imaginaba.
Cuando llegamos al punto de encuentro yo temblaba como una hoja de papel. Mi esposa, en cambio, estaba segura de si, plena y con ganas de regalarme el juego que yo tantas veces le había pedido.
Ella llevaba una minifalda sin bragas, medias de rejilla color carne y una camisa transparente, por supuesto, sin sujetador, tal y como yo le había pedido.
Se produjo el encuentro y yo cada vez temblaba más. Al invitado también se le notaba nervioso. Dimos un paseo por el pueblo para romper el hielo, en el que ella era la más tranquila y la que llevaba la voz cantante. Al rato propuso sentarnos a tomar una cerveza y ahí casi se me sale el corazón por la boca. Lo estaba haciendo genial, tal y como yo lo había soñado.
El invitado sabía que a partir de ese momento él tenía que mirar todo lo que ella mostrara, sin pudor, pero manteniendo la calma, el tipo y el respeto, lo cual cumplió sin el más mínimo problema, conversando con naturalidad a la vez que iba viendo los descuidos cada vez más abundantes de mi esposa.
Os puedo decir que fueron momentos de latidos extraordinarios para mi y para el invitado.
Quizás otro día continúe con el relato porque todavía ahora me pongo nervioso por el simple hecho de escribirlo, así que de momento os dejo con la parte gráfica del relato
Ojalá os guste tanto como a mi. Saludos.
Mmm,que buena esta
 
Hola. Pues nosotros jugamos mucho al exhibicionismo de mi pareja. Tengo la gran suerte de compartir mi vida con una mujer cuya generosidad no tiene límites y siempre me regala momentos excitantes y morbosos. Y resulta muy curioso todo esto, porque ella es una persona que no necesita para nada exhibirse. Siempre se viste tan normal, que por la calle se convierte en invisible para los hombres. En cambio, cuando sale a jugar conmigo y para mi, se convierte en lo que podéis ver en las fotos que ponemos en algunos hilos de esta página.
Podría compartir muchas experiencias exhibicionistas, en bares, en restaurantes, en terrazas, en casa con técnicos, en la playa, en la montaña, en el coche... en fin son muchas que podré ir contando por aquí poco a poco, si no os aburro.
Puedo empezar por un día que estábamos tomando una cerveza en una terraza. Ella llevaba un vestido bastante corto, que tiene un generoso escote con el que tiene que estar en permanente guardia para que no se le salgan las tetas.
A la segunda cerveza le propuse jugar a lo que nosotros llamamos "los repartidores", que consiste en dejarse ver intencionadamente (aunque tiene que parecer un descuido) por los trabajadores de reparto cuando están haciendo su trabajo muy cerca de nosotros, ya que además coincidía que allí tenían la zona de parada. Cada vez que pasaba uno, ella leía algo en su móvil y, disimuladamente, abría un poco las piernas para que se le viera el chichi.
Algunos miraban, otros no y nunca sabes lo que pueden llegar a ver, pero a mi me producía una excitación importante.
Entonces ella me avisó que por mi espalda se estaban acercando dos trabajadores de una empresa de reparaciones y que iba a hacer un movimiento de piernas más exagerado para asegurar su mirada. Pues cuando ellos pasaban, ella levantó una pierna para hacer algo en su bota, dejando a la vista de ellos su chichi en todo su esplendor.
Estos sí miraron y sí lo vieron porque inmediatamente yo los vi comentar entre ellos lo que habían visto. Entonces ,disimuladamente se pararon en un escaparate y dieron la vuelta por otra acera para después cruzar la calle y volver a hacer el mismo recorrido.
A mi mujer le gustó que emplearan 3 o 4 minutos en disimular para volver a pasar, por lo que volvió a premiarles con el maravilloso paisaje de su coño.
Yo temblaba de morbo. Y me sentí muy bien.
Como me encanta tener imágenes de todos los buenos momentos, os dejo algunas fotos de lo que pudieron ver los repartidores y lo que vieron los operarios aquel día.
Saludos.
Ufffffff q morbazo mmmmmmmmmm, yo también daria la vuelta 😁😂😂😂😂, a mi me encantaría q mi mujer lo hiciera uffffffff, q fuese un poquito mas morbasa, cosa q aveces me sorprende, como el otro dia en la piscina en casa, empezamos a juguetear dentro, nos ponemos muy guarros y me dice para, se sale de la piscina desnudita y se pone en medio del jardin a cuatro patitas uffffffffff llamándome q fuera , joder si ya estaba burro, me puso burrismo, verla a cuatro patitas en medio del jardin uffffffff sabiendo q tanto el vecino de un lado o el otro la podian ver mmmmmmmmmm, sali de la piscina me puse a 4 patas detras de ella y empece a comerle el culito y coñito ufffffffff menuda liada 😁 asta q me pidio follameeeee y a si fue, la folle a cuaatro patitas asta corrernos ufffffffff. Me encanto y me sorprendio
 
Buenos días. Algunos ya nos vais conociendo poco a poco a través de nuestras colaboraciones en este foro. Tenemos bastante material fotográfico para publicar en varios hilos de esta página y, de hecho, lo hacemos en "salir a la calle sin bragas", en "vestidas sin sujetador", en "transparencias", en "esposas nudistas", en "gente de la zona norte"... en fin, que vamos nutriendo determinados hilos con nuestras cositas.
Pero hoy dudábamos si publicar esto en "gente de la zona norte", en "compartir esposa" o en este hilo por el que finalmente nos hemos decidido.
Sabemos que estamos en la sección de relatos pero esperamos que los administradores no nos regañen por poner algunas fotos para ilustrarlo.
Al grano. Después de haber entablado relación telemática con un chico, con incontables conversaciones y envío de fotos eróticas a través de una aplicación y A LO LARGO DE UNOS CUATRO O CINCO AÑOS, nos decidimos a conocerlo personalmente para alimentar el morbo necesario para algunOs de nosotrOs.
Como la distancia que nos separaba era larga, acordamos un encuentro a mitad de camino para facilitar las cosas al "invitado".
Yo, la parte masculina de la pareja, tenía mis dudas acerca del comportamiento y del atrevimiento de mi esposa. Iba muy nervioso pero con la esperanza de que ella estuviera a la altura.
Ella, en cambio, iba segura y con toda la artillería preparada para el juego (he de aclarar que todos teníamos claro que era solo un juego de exhibición y morbo y el invitado tenía el conocimiento de que no debería de tener más pretensiones).
Por su parte él, según nos confesó posteriormente, hacía el viaje con la idea preconcebida de que no iba a merecer la pena el gasto del viaje con su correspondiente pérdida de tiempo. Había visto muchas fotos de ella desde el móvil, le atraía, le gustaba, pero seguro que, o le plantábamos o no sería tanto como él lo imaginaba.
Cuando llegamos al punto de encuentro yo temblaba como una hoja de papel. Mi esposa, en cambio, estaba segura de si, plena y con ganas de regalarme el juego que yo tantas veces le había pedido.
Ella llevaba una minifalda sin bragas, medias de rejilla color carne y una camisa transparente, por supuesto, sin sujetador, tal y como yo le había pedido.
Se produjo el encuentro y yo cada vez temblaba más. Al invitado también se le notaba nervioso. Dimos un paseo por el pueblo para romper el hielo, en el que ella era la más tranquila y la que llevaba la voz cantante. Al rato propuso sentarnos a tomar una cerveza y ahí casi se me sale el corazón por la boca. Lo estaba haciendo genial, tal y como yo lo había soñado.
El invitado sabía que a partir de ese momento él tenía que mirar todo lo que ella mostrara, sin pudor, pero manteniendo la calma, el tipo y el respeto, lo cual cumplió sin el más mínimo problema, conversando con naturalidad a la vez que iba viendo los descuidos cada vez más abundantes de mi esposa.
Os puedo decir que fueron momentos de latidos extraordinarios para mi y para el invitado.
Quizás otro día continúe con el relato porque todavía ahora me pongo nervioso por el simple hecho de escribirlo, así que de momento os dejo con la parte gráfica del relato
Ojalá os guste tanto como a mi. Saludos.
Que morbazo de relato, sigue contando . Las fotos uffff
 
Cuando empezamos juntos yo era joven suboficial en las fuerzas francesas en Alemania. En verano, no ibamos de un lago naturista a otro y muchas veces (casi siempre), ibamos por la autopista. A la epoca, eran 50 000 militares franceses en Alemania y en las autopista, no era raro encontrarse con filas de camiones con jovenes militares atràs. Teniamos camiones con un banco central y yo sabia que los que iban por la buena parte del banco se pasaban el tiempo mirando las mujeres en los coches.
La mia ha abierto màs de una vez el vestido para que la vean desnuda. Yo iba encendiendo las luces antes de adelantar, para llamarles la atencion y ella se ofrecia a las miradas. Otràs veces, iba con las piernas bien abiertas y yo masturbandola (o ella haciendoselo solita). Aflojaba la marcha cuando estabamos a la altura de ellos... Eran cosas que la ponian a mil.
 
En la misma epoca, los veranos, temprano por la mañana, muchos soldados solian ir a una piscina que habia en las afueras del cuartel. Era una piscina publica, eran tres piscinas, una cubierta, dos en el aire.
Solian ir a las 8/8 y media. Aunque hacia calor durante el dia, las mañanas solian ser frescas.
Por ser suboficial, cuando no estaba a cargo de tropas, podia hacer deporte parte de la mañana. Y varias veces, ella venia conmigo, a veces, era correr, otras bicicleta y tambien piscina.
La primera vez que fuimos, ella llevaba un traje de baño, una pieza, el clasico... Pero ella y yo vimos como la miraban los chicos. No es que no habia otras mujeres pero ella tenia su fisico a favor. Nos dio tanto morbo que cuando volvimos, llevaba un traje de una pieza pero con la tela interior quitada. Esa misma tela que impide que se transparenta el traje cuando esta mojado. Mientras estaba seco, no se notaba casi pero mojado, era escandalosamente indecente. Se veia todo, la curva de los pehos, las areolas y los pezonitos, el minusculo traingulo de pelitos que guardaba en el pubis, la raya de su vulva. Hay que imaginarse 25 chicos en la flor de la edad, privados de sus chicas durante una o dos semanas y con las hormonas a tope. Los jefes los hacian callar pero habia algun piropo de vez en cuando y sobre todo las miradas. Ella salia del agua de vez en cuando y cada vez, casi la follaban con la mirada. Algunos se tocaban el paquete, haciendola ver que morcillona la tenian... Fueron 45 minutos de puro morbo, cuando nos fuimos, pasamos por el vestuario y me comi su coñito chorreando con tantas ganas que se corrio en nada.

Por supuesto, repetimos...
 
Última edición:
En la misma epoca, los veranos, temprano por la mañana, muchos soldados solian ir a una piscina que habia en las afueras del cuartel. Era una piscina publica, eran tres piscinas, una cubierta, dos en el aire.
Solian ir a las 8/8 y media. Aunque hacia calor durante el dia, las mañanas solian ser frescas.
Por ser suboficial, cuando no estaba a cargo de tropas, podia hacer deporte parte de la mañana. Y varias veces, ella venia conmigo, a veces, era correr, otras bicicleta y tambien piscina.
La primera vez que fuimos, ella llevaba un traje de baño, una pieza, el clasico... Pero ella y yo vimos como la miraban los chicos. No es que no habia otras mujeres pero ella tenia su fisico a favor. Nos dio tanto morbo que cuando volvimos, llevaba un traje de una pieza pero con la tela interior quitada. Esa misma tela que impide que se transparenta el traje cuando esta mojado. Mientras estaba seco, no se notaba casi pero mojado, era escandalosamente indecente. Se veia todo, la curva de los pehos, las areolas y los pezonitos, el minusculo traingulo de pelitos que guardaba en el pubis, la raya de su vulva. Hay que imaginarse 25 chicos en la flor de la edad, privados de sus chicas durante una o dos semanas y con las hormonas a tope. Los jefes los hacian callar pero habia algun piropo de vez en cuando y sobre todo las miradas. Ella salia del agua de vez en cuando y cada vez, casi la follaban con la mirada. Algunos se tocaban el paquete, haciendola ver que morcillona la tenian... Fueron 45 minutos de puro morbo, cuando nos fuimos, pasamos por el vestuario y me comi su coñito chorreando con tantas ganas que se corrio en nada.

Por supuesto, repetimos...
viva las transparencias!!!! 👙
 
viva las transparencias!!!! 👙
Son exhibiciones muy fuertes, casi de las màs que hicimos porque se puede hacer en casi todos los sitios. Mismo ahora, en las playas 'textil' es su forma preferida de exhibirse, buscamos sitios con adultos, sin que haya niños. Este verano, estuvimos en la orilla de un rio y nos pusimos cerca de un grupo de chicos... Màs o menos 18 años y fue bastante morbo... Primero se dio cuenta uno, lo dijo a los otros... Miraban discretamente al principio pero luego, no se molestaban y ella no se privaba... Iba y venia de la toalla al agua y cada vez, pasaba delante de ellos...
 
Ayer precisamente mi mujer me recordó un episodio olvidado, de cuando éramos novios. Yo estaba en un parque con el grupo de amigos. Mi novia todavía no había llegado. Al lado había unos cuantos niñatos, que tampoco eran mucho más jóvenes que nosotros, quizás un curso por detrás, pero comportándose como lo que eran. Estaban al lado de una fuente y su estrategia era fingir que estaban haciendo el idiota jugando a mojarse entre ellos y cuando pasaba una chica la enchufaban agua. Cuando pasado un rato apareció mi novia la dejaron empapada. Ella no se lo pensó dos veces, delante de ellos se quitó el vestido para secarlo y se quedó en sujetador y bragas. Entre que eran ya bastante transparentes de por sí y que también se había mojado, era como estar desnuda, se le veían perfectamente los pezones y el felpudo (la moda de depilarse no había llegado todavía). Les dijo algo así como "esto es mucho más de lo que esperabais, eh? ya tenéis material para haceros pajas durante años".
 
Hola. Pues nosotros jugamos mucho al exhibicionismo de mi pareja. Tengo la gran suerte de compartir mi vida con una mujer cuya generosidad no tiene límites y siempre me regala momentos excitantes y morbosos. Y resulta muy curioso todo esto, porque ella es una persona que no necesita para nada exhibirse. Siempre se viste tan normal, que por la calle se convierte en invisible para los hombres. En cambio, cuando sale a jugar conmigo y para mi, se convierte en lo que podéis ver en las fotos que ponemos en algunos hilos de esta página.
Podría compartir muchas experiencias exhibicionistas, en bares, en restaurantes, en terrazas, en casa con técnicos, en la playa, en la montaña, en el coche... en fin son muchas que podré ir contando por aquí poco a poco, si no os aburro.
Puedo empezar por un día que estábamos tomando una cerveza en una terraza. Ella llevaba un vestido bastante corto, que tiene un generoso escote con el que tiene que estar en permanente guardia para que no se le salgan las tetas.
A la segunda cerveza le propuse jugar a lo que nosotros llamamos "los repartidores", que consiste en dejarse ver intencionadamente (aunque tiene que parecer un descuido) por los trabajadores de reparto cuando están haciendo su trabajo muy cerca de nosotros, ya que además coincidía que allí tenían la zona de parada. Cada vez que pasaba uno, ella leía algo en su móvil y, disimuladamente, abría un poco las piernas para que se le viera el chichi.
Algunos miraban, otros no y nunca sabes lo que pueden llegar a ver, pero a mi me producía una excitación importante.
Entonces ella me avisó que por mi espalda se estaban acercando dos trabajadores de una empresa de reparaciones y que iba a hacer un movimiento de piernas más exagerado para asegurar su mirada. Pues cuando ellos pasaban, ella levantó una pierna para hacer algo en su bota, dejando a la vista de ellos su chichi en todo su esplendor.
Estos sí miraron y sí lo vieron porque inmediatamente yo los vi comentar entre ellos lo que habían visto. Entonces ,disimuladamente se pararon en un escaparate y dieron la vuelta por otra acera para después cruzar la calle y volver a hacer el mismo recorrido.
A mi mujer le gustó que emplearan 3 o 4 minutos en disimular para volver a pasar, por lo que volvió a premiarles con el maravilloso paisaje de su coño.
Yo temblaba de morbo. Y me sentí muy bien.
Como me encanta tener imágenes de todos los buenos momentos, os dejo algunas fotos de lo que pudieron ver los repartidores y lo que vieron los operarios aquel día.
Saludos.
Me encantan esos juego de pareja yo lo hago mucho con mi mujer, y me encanta hacerle fotos como esas cuando se está exhibiendo
 
Me encantan esos juego de pareja yo lo hago mucho con mi mujer, y me encanta hacerle fotos como esas cuando se está exhibiendo
Y si esos juegos se hacen cerca de amigos o conocidos aun nos da mucho más morbo.
Juegos en probadores, transparencias, topless en la playa, descuidos disimuladamente provocados, fotos provocativas etc...
 
Y si esos juegos se hacen cerca de amigos o conocidos aun nos da mucho más morbo.
Juegos en probadores, transparencias, topless en la playa, descuidos disimuladamente provocados, fotos provocativas etc...
Así es, los juego de exhibición los puedes hacer en cualquier sitio y mientras mas riesgo más morboso!
 
Hola. Pues nosotros jugamos mucho al exhibicionismo de mi pareja. Tengo la gran suerte de compartir mi vida con una mujer cuya generosidad no tiene límites y siempre me regala momentos excitantes y morbosos. Y resulta muy curioso todo esto, porque ella es una persona que no necesita para nada exhibirse. Siempre se viste tan normal, que por la calle se convierte en invisible para los hombres. En cambio, cuando sale a jugar conmigo y para mi, se convierte en lo que podéis ver en las fotos que ponemos en algunos hilos de esta página.
Podría compartir muchas experiencias exhibicionistas, en bares, en restaurantes, en terrazas, en casa con técnicos, en la playa, en la montaña, en el coche... en fin son muchas que podré ir contando por aquí poco a poco, si no os aburro.
Puedo empezar por un día que estábamos tomando una cerveza en una terraza. Ella llevaba un vestido bastante corto, que tiene un generoso escote con el que tiene que estar en permanente guardia para que no se le salgan las tetas.
A la segunda cerveza le propuse jugar a lo que nosotros llamamos "los repartidores", que consiste en dejarse ver intencionadamente (aunque tiene que parecer un descuido) por los trabajadores de reparto cuando están haciendo su trabajo muy cerca de nosotros, ya que además coincidía que allí tenían la zona de parada. Cada vez que pasaba uno, ella leía algo en su móvil y, disimuladamente, abría un poco las piernas para que se le viera el chichi.
Algunos miraban, otros no y nunca sabes lo que pueden llegar a ver, pero a mi me producía una excitación importante.
Entonces ella me avisó que por mi espalda se estaban acercando dos trabajadores de una empresa de reparaciones y que iba a hacer un movimiento de piernas más exagerado para asegurar su mirada. Pues cuando ellos pasaban, ella levantó una pierna para hacer algo en su bota, dejando a la vista de ellos su chichi en todo su esplendor.
Estos sí miraron y sí lo vieron porque inmediatamente yo los vi comentar entre ellos lo que habían visto. Entonces ,disimuladamente se pararon en un escaparate y dieron la vuelta por otra acera para después cruzar la calle y volver a hacer el mismo recorrido.
A mi mujer le gustó que emplearan 3 o 4 minutos en disimular para volver a pasar, por lo que volvió a premiarles con el maravilloso paisaje de su coño.
Yo temblaba de morbo. Y me sentí muy bien.
Como me encanta tener imágenes de todos los buenos momentos, os dejo algunas fotos de lo que pudieron ver los repartidores y lo que vieron los operarios aquel día.
Saludos.
Morbosos a tope
 
A mi por ejemplo me encanta enseñar la polla y que mi mujer me sirva de tapadera, me da mucho morbo y queda más discreto.
En la plata que me vean la polla por la pernera del pantalón me encanta, le quito a todos la mallita que llevan.
Hacerme una paja en un parking y que parezca, casual.
Mi mujer no es de exhibirse pero me cubre en los cambiadores o probadores.
 
A mi por ejemplo me encanta enseñar la polla y que mi mujer me sirva de tapadera, me da mucho morbo y queda más discreto.
En la plata que me vean la polla por la pernera del pantalón me encanta, le quito a todos la mallita que llevan.
Hacerme una paja en un parking y que parezca, casual.
Mi mujer no es de exhibirse pero me cubre en los cambiadores o probadores.

Jejejeje te aseguro que no eres el único que le quita esa malla, sois muchos los que lo hacéis y mostráis así como quien no quiere la cosa.
 
Buenos días. Algunos ya nos vais conociendo poco a poco a través de nuestras colaboraciones en este foro. Tenemos bastante material fotográfico para publicar en varios hilos de esta página y, de hecho, lo hacemos en "salir a la calle sin bragas", en "vestidas sin sujetador", en "transparencias", en "esposas nudistas", en "gente de la zona norte"... en fin, que vamos nutriendo determinados hilos con nuestras cositas.
Pero hoy dudábamos si publicar esto en "gente de la zona norte", en "compartir esposa" o en este hilo por el que finalmente nos hemos decidido.
Sabemos que estamos en la sección de relatos pero esperamos que los administradores no nos regañen por poner algunas fotos para ilustrarlo.
Al grano. Después de haber entablado relación telemática con un chico, con incontables conversaciones y envío de fotos eróticas a través de una aplicación y A LO LARGO DE UNOS CUATRO O CINCO AÑOS, nos decidimos a conocerlo personalmente para alimentar el morbo necesario para algunOs de nosotrOs.
Como la distancia que nos separaba era larga, acordamos un encuentro a mitad de camino para facilitar las cosas al "invitado".
Yo, la parte masculina de la pareja, tenía mis dudas acerca del comportamiento y del atrevimiento de mi esposa. Iba muy nervioso pero con la esperanza de que ella estuviera a la altura.
Ella, en cambio, iba segura y con toda la artillería preparada para el juego (he de aclarar que todos teníamos claro que era solo un juego de exhibición y morbo y el invitado tenía el conocimiento de que no debería de tener más pretensiones).
Por su parte él, según nos confesó posteriormente, hacía el viaje con la idea preconcebida de que no iba a merecer la pena el gasto del viaje con su correspondiente pérdida de tiempo. Había visto muchas fotos de ella desde el móvil, le atraía, le gustaba, pero seguro que, o le plantábamos o no sería tanto como él lo imaginaba.
Cuando llegamos al punto de encuentro yo temblaba como una hoja de papel. Mi esposa, en cambio, estaba segura de si, plena y con ganas de regalarme el juego que yo tantas veces le había pedido.
Ella llevaba una minifalda sin bragas, medias de rejilla color carne y una camisa transparente, por supuesto, sin sujetador, tal y como yo le había pedido.
Se produjo el encuentro y yo cada vez temblaba más. Al invitado también se le notaba nervioso. Dimos un paseo por el pueblo para romper el hielo, en el que ella era la más tranquila y la que llevaba la voz cantante. Al rato propuso sentarnos a tomar una cerveza y ahí casi se me sale el corazón por la boca. Lo estaba haciendo genial, tal y como yo lo había soñado.
El invitado sabía que a partir de ese momento él tenía que mirar todo lo que ella mostrara, sin pudor, pero manteniendo la calma, el tipo y el respeto, lo cual cumplió sin el más mínimo problema, conversando con naturalidad a la vez que iba viendo los descuidos cada vez más abundantes de mi esposa.
Os puedo decir que fueron momentos de latidos extraordinarios para mi y para el invitado.
Quizás otro día continúe con el relato porque todavía ahora me pongo nervioso por el simple hecho de escribirlo, así que de momento os dejo con la parte gráfica del relato
Ojalá os guste tanto como a mi. Saludos.
Me gusta esta mujer!
 
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