La cena del Idiota

—¿Y vienes mucho por aquí?

—Di mi nombre de una vez, Gustavo.

—¿Sabes una cosa? —Sonrió como si no la hubiese oído—. Desde que te he visto he sabido que necesitaba conocerte.

—Di mi nombre —el tono no era el mismo.

—¿Y te tomarás algo conmigo… en otro local? —La chica había vuelto a posar el antebrazo en la barra de nuevo. Gustavo colocó su mano encima de la suya—. Conozco uno que te sorprenderá.

—Dilo de una vez —se notaba impaciente pero no retiró la mano.

—Prométemelo. Hazme esa pequeña concesión. Te aseguro que si acierto no te arrepentirás.

Miró, durante unos segundos, la mesa vacía donde había estado el chico del periódico y chasqueó la lengua. Después miró a Gustavo y sopesó su oferta.

—De acuerdo, dilo y acabemos de una vez.

Su sonrisa, amplia de por sí, aumentó otro poco más. La mantuvo hasta que la tensión se hizo insoportable. Al igual que había hecho antes, deslizó sus yemas sobre los dedos de ella desde las puntas hasta los nudillos. Esta vez no intentó profanarla sino que posó su palma sobre el dorso de ella.

—Estoy entre Istar y Diana —la chica sonrió de medio lado.

Entrecerró los ojos y comenzó a mover el dedo en el aire como si los nombres estuvieran dibujados a un lado y otro de su cara y dudara por cuál decantarse. La chica esperaba impaciente su nombre. Él sonreía como si supiera algo que ella desconociera.

—Dilo.

Cogió aire. Lo exhaló con lentitud, y lo dijo.

—Alba.

El rictus de la mujer cambió por completo. Sus facciones se congelaron y en sus ojos aparecieron signos de crispación. Retiró la mano como si la de Gustavo empezara a quemarle.

—¿He acertado? —preguntó Gustavo ingenuamente.

Por toda respuesta ella retrocedió irguiendo su cuerpo, desconfiando de un extraño que supiera su nombre. Quitó el codo de la barra y se rebulló sobre el asiento, intranquila.

—Vale, lo confieso —reconoció Gustavo levantando las palmas de las manos—. Sabía tu nombre antes de venir. Se lo oí a tu amiga cuando pasasteis junto a mí al entrar. No te asustes. De verdad que soy inofensivo, ya te lo dije.

—Entonces has hecho trampa.

—En el amor, al igual que en la guerra, todo vale. Sobre todo en el amor. Y el tuyo bien lo merece, Alba —le dio un poco de tiempo a la chica para que asimilara su victoria— ¿Vamos a otro local entonces?

Ella dudó. Miró la hora. —Se me hace tarde y espero a una amiga que no puede tardar.

—¿Amiga? vamos, aquí solo estamos tú y yo. Venga, vente. Te gustará. Me lo debes. Lo prometiste.

—Mira, no sé, no quiero que se me haga tarde.

—Está aquí al lado. En esta misma calle.

La chica pareció confundida. Miró hacia la salida por acto reflejo y frunció el ceño.

—En esta calle solo hay un hotel —dijo extrañada— ¿Me quieres llevar a un hotel? —Se puso rígida sobre el taburete.

—Ey, tranquila. Yo me refería al bar-restaurante que hay dentro. No te hagas películas raras.

La observó y examinó su reacción. En el fondo no parecía muy disgustada y su cuerpo emitía buenas vibraciones. Pareció que se relajaba un poco.

—Aunque por otra parte, ya que estamos allí… siempre podríamos…

—No, creo que no —atajó ella.

Gustavo sonrió por enésima vez y levantó las palmas claudicando.

—No me has dejado acabar. Quería decirte que podríamos cenar algo. Me encantaría invitarte.

Ella cerró los ojos y suspiró de manera pesada. No contestó.

Volvió a mirarla fijamente con la cara apoyada en la mano y el codo en la barra. Cambió de táctica.

—¿Te he dicho que soy cirujano estético? Estoy en esta ciudad por una convención a la que asisto. Precisamente me hospedo en ese hotel, por eso conozco su bar y su restaurante.

Por norma general, esto le funcionaba como un bálsamo con las mujeres. La chica enarcó una ceja. No tenía pinta de médico, pero Gustavo no tenía intención de dejarla pensar mucho.

—¿Me dejas que te diga una cosa? Eres guapísima, de verdad. Pero si te tuviera tumbada en mi camilla de operaciones hay algo que cambiaría —La boca de ella se tornó en una línea recta y dura. Gustavo dejó que rumiara lo que acababa de decir. Sabía hacerse el interesante.

—La posición —dijo al fin. Y esperó a que ella pillara la gracia—. Seguro que eres de las que le gusta encima, dominando al macho.

La ceja de ella siguió enarcada pero el rictus de la boca formó una fina curva ascendente con aspecto maléfico. Gustavo se anotó tres puntos y devolvió la misma sonrisa ladina y cómplice. La batalla estaba ganada.

—Puedes llamar a tu amiga desde allí para que se acerque cuando llegue.

Ella posó la vista en sus ojos. Había que reconocer que el tío estaba de muerte y no pasaría nada por matar el tiempo tomando algo con un chico tan guapo y elegante aunque, por otra parte, no tenía pensado pasar la noche con nadie. Tamborileó con los dedos en la barra y lanzó un hondo suspiro.

—No sé, Gustavo. No tenía pensado volver tarde —dijo al fin—. Además, tengo novio.

Él volvió a mostrar su sonrisa perversa y se acercó a su oído para susurrarle. —Si fuera cierto, no hubieras salido con tu amiga sabiendo que podías quedarte solita.

—Es verdad, lo digo en serio —dijo a la defensiva. Pero era evidente que no la había creído—. Además, mi amiga llegará de un momento a otro y no puedo dejarla colgada.

—Venga, Alba. Sabes que tu amiga no va a volver. Está pasándoselo de miedo con su amigo mientras tú estás aquí esperando. Vente conmigo, anda. Solo vamos a charlar como buenos amigos.

—De verdad que no puedo. No debo.

—Por tu novio imaginario, ¿no? —Gustavo sonrió con la ceja levantada y Alba apartó la mirada avergonzada.

—Mira Gustavo, eres fascinante. Lo digo en serio. Quizás en otro momento tú y yo podríamos… no sé. Pero es que esta noche no me apetece liarme.

—Sí te apetece, lo que pasa es que te doy miedo.

Alba no picó y no entró al trapo. —Sí, será eso.

—Acompáñame hasta el hotel —concedió finalmente—. Si cuando lleguemos sigues pensando igual, nos despedimos en la puerta. Solo te pido eso. Al menos que sean tus ojos lo último que vea esta noche ¿No me lo vas a conceder?

Alba seguía dudando y sus dedos seguían tamborileando nerviosos en la barra. De pronto su móvil emitió el sonido característico de un whatsApp entrante. Lo encendió, desbloqueó la pantalla y abrió la aplicación de mensajería. Había un mensaje de Olga, por fin. Había llegado en el momento oportuno.

OLGA_
Tía, me vas a matar pero me quedo un rato más con éste, vale?
Perdona por no avisarte antes pero es que… ufff. Mañana te cuento :) :) :)
Si no te veo, mándame un was cdo llegues para saber que estás bien, ok?
Gustavo leía por encima de su hombro y no pudo evitar sonreír. Alba apagó el móvil y lo guardó en el bolso.


—¿Lo ves? Venga. ¿Qué me dices? —insistió—. Solo una copa.

Ella seguía dudando, pero al final giró su taburete hacia él y le devolvió una tímida sonrisa a modo de cortesía después de soltar otro suspiro.

—Vale. Tú ganas. Nos tomamos una en el bar del hotel. Solo eso —advirtió ella—. No va a pasar nada más.

—Claro, claro, solo tomar algo, ya te lo he dicho. Lo único que quiero es que charlemos en un sitio mejor que este tugurio donde podamos estar tranquilos y a gusto y me dejes conocerte. Te va a gustar, ya lo verás.

—Te lo digo en serio, Gustavo. Solo una copa —amenazó—. Y que quede claro que eres mi plan B, no te hagas ilusiones.

—Por supuesto.

Se levantó del asiento y esperó a que ella hiciera lo mismo. Observó cómo recolocaba las cosas de su bolso con parsimonia cuando alguien se colocó junto a él, a su derecha.

—Perdona —dijo una voz conocida—. ¿Os importa si dejo esto ahí?

Gustavo vio con estupor la presencia de Dani sosteniendo un periódico en la mano. Por su parte ella, que aún no se había levantado del asiento, sonrió al verlo y se inclinó apartándose lo justo para que pudiera alcanzar la pila donde se acumulaba el resto de la prensa. Dani se estiró metiendo su cuerpo entre ambos, tocando el pecho de Gustavo con la espalda.

Gustavo no se movió ni un ápice como si fuera una montaña y esperó a que Dani se largara por donde había venido. Tensó los músculos de los brazos y apretó la mandíbula. Todavía estaba aguantando la respiración esperando verlo desaparecer cuando oyó a Alba interpelarlo.

—¿Lo has leído entero?

—Nah, solo he mirado los dibujos —contestó hacia atrás.

La sonrisa que le regaló la chica casi le arranca un suspiro. Sería una borde, pero era bonita de verdad, incluso le pareció más guapa que antes. Sus ojazos verdes parecían más brillantes. Tampoco pudo evitar fijarse en Gustavo. Ese chulo pedante y sus musculitos de gimnasio que lo miraba con cara de asco.

Dio unos pasos más y entonces se paró de nuevo. En su semblante se podía leer que estaba rumiando algo. Gustavo se dio cuenta de lo que iba a intentar aquel pagafantas y se desplazó a un costado interponiéndose entre los dos con su corpachón, anulando la conexión visual de Dani con ella.

—Bueno, ¿nos vamos, Alba?

Había posado una mano sobre su cintura invitándola a levantarse y de paso enviando un mensaje de propiedad. Su mano casi circundaba la cintura de la chica.

Y entonces ocurrió algo que no entraba ni en el peor de los escenarios contemplados por Gustavo. Dani lo rodeó y ocupó el taburete que había dejado libre, colocándose frente a ella para, posteriormente, hablarle con todo el descaro.

—Me llamo Dani. Quizás no hayamos empezado de la mejor manera —dijo de corrido—. Pero si todavía está en pie la invitación de antes, me gustaría aceptarla.

—Ella está conmigo —interrumpió Gustavo afectadamente molesto—. Además, ya nos íbamos.

—Ve yendo tú —cortó ella—. Yo te sigo ahora.

—¿Y dejarte aquí sola? —bromeó alegre—. Ni hablar. Vamos preciosa. Hemos dejado algo a medias y te he prometido que te iba a sorprender. —Alargó el abrazo para rodear su cintura por completo y de paso la pegó contra su cuerpo haciendo que ésta notara la dureza de su complexión.

Por toda respuesta ella clavó sus ojos en los de él en lo que podría considerarse una mirada de advertencia. Apartó la mano de su espalda con un gesto sutil pero autoritario.

—Prefiero quedarme aquí, ¿vale?

—No me digas eso, bonita. Hemos dicho…

—Que eras mi plan B, y además —añadió—, ya te he dicho que estaba acompañada.

Por primera vez en toda la noche, Gustavo intentó sonreír sin conseguirlo. En su lugar ofreció la mueca patética de un perdedor.

Fin primera parte...
 
El pobre Dani no es un consentidor, pero es de los que le va a tocar aguantar por amor a su novia. Voy a publicar el resto del capítulo que ayer no me dejó por pasarme de 40.000 palabras. No sabía que había límite así que aquí va el resto. Es pero que os guste.
Saludos.
Ah, bueno, eso ya es una buena noticia.

Un Dani coaccionado por su amor a ella, debiendo soportar dolor y humillación, para nosotros es más tolerable, que si lo permitiera siendo un consentidor.

El caso es que para él, de la manera que venga, el sufrimiento es el mismo. :rolleyes:
 
Tengo la sensación que el tal Gustavo va a ser el causante de la ruptura.
Ya me alegra que Dani no sea un consentidor, así que me va a parecer bien que rompa con ella con la más que probable infidelidad.
Y eso de arrepentirse toda su vida, me parece demasiado exagerado por su parte.
Va a ser doloroso, pero el hará lo que tiene que hacer. La que va a perder es ella por un polvo con un imbécil.
Dani con el tiempo encontrará una nueva chica que le hará olvidar a esta.
 
Ah, bueno, eso ya es una buena noticia.

Un Dani coaccionado por su amor a ella, debiendo soportar dolor y humillación, para nosotros es más tolerable, que si lo permitiera siendo un consentidor.

El caso es que para él, de la manera que venga, el sufrimiento es el mismo. :rolleyes:
A mí mientras rompa con ella, me parecerá bien.
 
El protagonista sí que era pusilánime pero el estrés y las rompeduras de huevos a lo que los sometieron hizo que estallase en in personaje violento y destructor

Se refieren al libro, o a alguna de las dos películas???

En cada versión, las personalidades de los protagonistas tienen sútiles pero determinantes diferencias para el desarrollo de la trama.

Al menos en la última versión de cine, el protagonista tenía la personalidad más semejante al libro.
 
Se refieren al libro, o a alguna de las dos películas???

En cada versión, las personalidades de los protagonistas tienen sútiles pero determinantes diferencias para el desarrollo de la trama.

Al menos en la última versión de cine, el protagonista tenía la personalidad más semejante al libro.
A la película, concretamente a la de Dustin Hoffman, que es la que yo más recuerdo.
A mí me gustó como el tío le echa cojones al final.
La otra no recuerdo bien cómo termina.
Si se que es el actor que sale En las 2 pelis de Sony y también sale En X-Men haciendo de Cíclope, pero no recuerdo bien el nombre.
 
Jugando a adivino, me imagino que un pedazo de alcornoque calentará a la novia y tendrá sexo delante de él y lo humillara, hasta que Dani termina explotando y supongo que le dará una buena ostia al pedazo de alcornoque mono neuronal y a Alba la mandará a paseo.
 
A la película, concretamente a la de Dustin Hoffman, que es la que yo más recuerdo.
A mí me gustó como el tío le echa cojones al final.
La otra no recuerdo bien cómo termina.
Si se que es el actor que sale En las 2 pelis de Sony y también sale En X-Men haciendo de Cíclope, pero no recuerdo bien el nombre.
James Marsden en el 2011.
 
El comienzo del relato es ya inquietante y te da una idea de que no van a terminar juntos, y mucho me temo que por culpa de Ella.
Además si está basado o se parece al de perdiendo a Sara, está claro que va a ser así.
De todas formas, hay muchas chicas en este mundo que valen la pena como para arrepentirse toda su vida como el dice.
Va a ser duro perder al amor de su vida, pero el tiempo lo cura todo.
Y como parece ella va a ser la responsable, no se debe venir abajo.
No te precipites.
Dice que está basado en perdiendo a Sara, no que sea igual.
Imagínate que en la guantera, Alba, tuviese la prueba de la infidelidad de Dani.
Paciencia
 
Bueno, bueno, pues ya se adivina algún spoiler. Creo que me va a gustar esta serie, por las palabras del autor. No creo que Gustavo tenga mucho más recorrido en esta historia, pero sí me gustaría saber, como han quedado los machirulos amigos. Si Gustavo fuera listo, que no lo es, podría adivinar que ha pasado y largarse con el rabo entre las piernas, para no exponerse a acabar en urgencias.
 
Se refieren al libro, o a alguna de las dos películas???

En cada versión, las personalidades de los protagonistas tienen sútiles pero determinantes diferencias para el desarrollo de la trama.

Al menos en la última versión de cine, el protagonista tenía la personalidad más semejante al libro.
A la película de Dustin Hoffman, que es a la que se refiere el autor
 
No me había fijado en el detalle de los amigos del payaso de Gustavo.
Parece claro que los deja en su sitio y vuelve al Bar.
Así que más en mi convicción de que un pringado no es precisamente y la historia que les cuenta es real.
Verás la cara que se le va a quedar a Gustavo el alcornoque cuando vea a sus amigos con signos de que les han pegado bien.
Y esto es lo que estoy seguro que va a pasar si se confirma mi teoría de que le va a ser infiel la novia.
Que el corneador le tocará tanto los cojones que correrá el mismo camino que estos.
 
Bueno, bueno, esto se pone interesante.
Estoy bastante sorprendido, vais más rápido de lo que hubiera imaginado. No me atrevo a comentar nada porque todavía es muy pronto y, cualquier cosa que dijera, supondría un spoiler como una catedral. Y más viendo vuestras capacidades deductivas.
A ver, va a haber un poco de todo lo que decís (sin concretar quién), pero poco a poco. Dani lo va a pasar muy mal antes de revelarse contra la situación (y contra sí mismo). No quiere perderla por nada del mundo y, además, va a haber otras razones para soportar los vaivenes de ella.
...
Cada lunes iré publicando. Ah, y otra cosa, el relato está acabado, así que no quedará inconcluso (cosa que me duele horrores cuando me ha tocado quedarme a medias con relatos a los que estaba enganchado).
...
De nuevo, gracias por vuestros comentarios.
 
Atrás
Top Abajo