La Destartalá

No está descabellado eso. Aquí no te puedes fiar de nadie. Está bien tirado.
Leo con asombro tu comentario ... aunque he de decirte que mi asombro no me impide apreciar lo acertado del mismo, así que te pondré aquí cara de ... :love: ... porque comparto tu opinión de que no es descabellado.

Te pediría que no tomes mis "asombros" como algo negativo, no me asombro porque me parezca "descabellado", sino porque se pueden hacer tantas elucubraciones, vaticinios, apuestas, predicciones que cuando crees que sabes por donde puede ir la cosa, alguien ... te sorprende.
Y, además, he de confesarte, que así no me mojo por una u otra "teoría".

Por cierto ¿Un calvo puede tener ideas descabelladas?
 
Última edición:
Leo con asombro tu comentario ... aunque he de decirte que mi asombro no me impide apreciar lo acertado del mismo, así que te pondré aquí cara de ... :love: porque comparto tu opinión de que no es descabellado.
Te pediría que no tomes mis asombros como algo negativo, no me asombro porque me parezca "descabellado", sino porque se pueden hacer tantas elucubraciones, vaticinios, apuestas, predicciones que cuando crees que sabes por donde puede ir la cosa, alguien ... te sorprende.

Por cierto ¿Un calvo puede tener ideas descabelladas?

Uno es calvo por tener muchas ideas descabelladas.
 
García y Mónica no sabían que decir, Susan les explicó todos los detalles. Las tres se preocuparon de avisar a sus hombres del tema aquella misma noche.
Me los imagino a Benítez, Mindundi y la subinspectora García, entrando en la comisaría al día siguiente ... ¿Con qué cara mirarán al Comisario? ¿Se dará cuenta el Comisario de que ellos lo saben? ... Estas situaciones siempre me recuerdan la canción de Serrat ...

"Por Dignidad".

La familia, los amigos,
aguardan con impaciencia
que por dignidad, la saque
de la casa con violencia.

Apenados me contemplan
o sonríen con desprecio.
Se les nota que sospechan
que sé cuanto saben ellos.

Y lo sé, lo supe siempre
que se acuesta con cualquiera
y ellos piensan que, eso, un hombre
como tal, no lo tolera.

Pero es simple, toda hembra
quiere a hombres diferentes
y a diferentes mujeres
quiere el hombre, es lo corriente.

Qué me importa que en un cuarto
otros encuentren amparo
siempre y cuando lo precise
lo halle desocupado.

No renuncio a la delicia
de tenerla sugerente
en mi cama cada noche
por prejuicios de otra gente.

La familia, los amigos,
me presionan a diario.
No me queda otro remedio
que mudarme de este barrio.


¿Acabará pidiendo el traslado? ... Pero no por aburrimiento de Adelaida, sino ... ¿"Por dignidad"?
 
Última edición:
Pues el Mindundi se ha llevado a la tía más buena y había enamorado a vuestra Elvira. Así que eso de Mindundi....
No, no, si ya sé lo que se ha llevado el niño mimao de todas ... ese tipo envidiable ... por eso mismo, por lo envidiable que es, se ha ganado mi envidia ... es un mindundi con suerte ... la que me falta a mi ... ¡Cojones, qué injusta es la vida! ... y encima hasta canta bien, no te jode ... ahí lo tienes to perfecto ... y sin esforzarse el cabrón.

¿Tú has pensado cómo quedamos los demás al lado de este tipo? ... ¿Es que acaso no corre sangre española por tus venas? ... Esa sangre que te hierve cuando ves a alguien como Álex y te hace pensar eso de:

"- Ese seguro que esconde algo inconfesable, el cabrón va de santo pero a mi no me la da, va de triunfador y es un mindundi aprovechao, ya verás ya cuando lo pillen..."
 
No, no, si ya sé lo que se ha llevado el niño mimao de todas ... ese tipo envidiable ... por eso mismo, por lo envidiable que es, se ha ganado mi envidia ... es un mindundi con suerte ... la que me falta a mi ... ¡Cojones, qué injusta es la vida! ... y encima hasta canta bien, no te jode ... ahí lo tienes to perfecto ... y sin esforzarse el cabrón.

¿Tú has pensado cómo quedamos los demás al lado de este tipo? ... ¿Es que acaso no corre sangre española por tus venas? ... Esa sangre que te hierve cuando ves a alguien como Álex y te hace pensar eso de:

"- Ese seguro que esconde algo inconfesable, el cabrón va de santo pero a mi no me la da, va de triunfador y es un mindundi aprovechao, ya verás ya cuando lo pillen..."

Joder, que razón llevas. Alto, guapo, cuerpazo, melenita, canta bien y toca el piano y la guitarra, vamos, que le das una pandereta y un tamboril y nos gana Eurovisión
 
Venga, venga, a otros nos falta pelo y la tableta de chocolate vivió mejores tiempos, de hecho yo la sigo teniendo, pero enterrada debajo de un pequeña cupelilla.

Aún y todo tengo una novia que dejaría a Mónica, Susan, García, Elvira y Adelaila con la boca abierta.

A mi Alex envidia ninguna.
 
Venga, venga, a otros nos falta pelo y la tableta de chocolate vivió mejores tiempos, de hecho yo la sigo teniendo, pero enterrada debajo de un pequeña cupelilla.

Aún y todo tengo una novia que dejaría a Mónica, Susan, García, Elvira y Adelaida con la boca abierta.

A mi Alex envidia ninguna.
Ya ... :rolleyes: ... :unsure: ... lo jodido es que a tu novia se le caiga la mandíbula y se quede con la boca abierta mirando a Alex ... y la cierre de golpe al verte a ti ... y te diga con una bonita sonrisa:

- Pero a quien yo quiero es a ... mi gordi.

Sí, sí ... porque estás delante, que si va con las amigas lo que se le cae es la mandíbula y las bragas. "Mi gordi ..." ¡No te jode! ...


Cómo se nota que tu novia también te lee aquí ... así se habla, tu vales más que cualquier Álex de cartón-piedra ... y la envidia es mu mala. Hoy seguro que te has ganado "un acto de reconocimiento" o al menos un arrumaco.
 
Me da a mi que Adelaida se le van a caer las bragas cuando escuche cantar a Alex, Mónica ojo al dato que Adelaida tiene un peligro.
Efectivamente ... y ahí estará TODO el "cuerpo" de policía bien dispuesto para recogérselas ... creo que el Comisario va a tener una crisis de autoridad en esa comisaría.
 
...

Un hombre atravesó la recepción de un hotel, subió al ascensor, salió de él en la tercera planta, caminaba por el pasillo buscando el número de habitación, le había llegado en un mensaje aquella misma tarde indicándoselo, se paró delante, sonrió, llamó con los nudillos a la puerta. Se la abrió Elvira, Fran entró, se abrazaron y se besaron.

-¿Tenemos que seguir viéndonos con tanto secretismo? Esto me parece exagerado.- Le preguntaba él.
-Paco, tiene su morbo ¿No me lo negarás?
-Te he dicho mil veces que podríamos vernos en mi apartamento tranquilamente, y tú sigues con estos juegos de enviarme direcciones de hoteles.

Elvira rodeaba el cuello de Fran con sus brazos y le daba un tierno beso en los labios.

-¿Me vas a hacer algo o solo hablaremos?- Le preguntaba con picardía Elvira.

Fran la agarró por el culo y la levantó, se acercó con ella a la cama y la dejó caer, le quitó las zapatillas y los calcetines, le desabrochó el pantalón vaquero y se lo quitó. Metió la cabeza en medio de sus piernas besándole el chichi por encima del tanga, Elvira se quitó la camisa y el sujetador, se estiró y le acarició el pelo de la cabeza mientras él jugaba con su coño. Le besó y olió el tanga, le ponía muy cachondo sentir aquel suave olor a coño de Elvira, le fue bajando el tanga poco a poco, a la vez le colocaba la boca en la rajita, se la besaba y sacaba la lengua metiéndosela en medio, sabía que eso a ella la ponía a cien, se le notaba en los jadeos y sus caricias en el pelo se volvían más nerviosas. Después de jugar un rato, acababa comiéndole el coño sin tregua, se lo comía entero, desde el agujero del culo hasta el clítoris, lamiendo, chupando, succionando. Hasta llegar un punto en que Elvira gemía sin descanso, en ese momento, le metía dos dedos en la vagina, doblaba los dedos y le estimulaba el punto G, a partir de ahí, Fran sabía que en cualquier momento Elvira empezaría a temblar, a ponerse rígida y correrse de gusto. Y así ocurrió, Elvira tuvo un orgasmo muy intenso.

Cuando abrió los ojos, vio a Fran todavía vestido, solo se había ocupado de ella, eso le encantaba a Elvira. Lo estiró en la cama a su lado, le quitó los zapatos, calcetines, pantalones, ropa interior, mientras él se quitaba el polo y la camiseta que llevaba debajo. Cuando lo desnudó, le agarró la polla pajeándosela, le miró a los ojos sonriendo, él también le sonrió, le pasó la lengua por la punta de la polla, después se metió el glande en la boca, por debajo con la mano no paraba de pajear. A la vez que le agarraba los huevos amasándolos, se metió la polla entera en su boca, succionó y escuchó un gemido de Fran, y como se le tensaban las piernas. Cuando notó la polla totalmente tiesa, se colocó encima de él, se colocó la punta en la entrada de la vagina y lentamente se la fue metiendo hasta sentarse encima de él, los dos suspiraron de gusto.

Los movimientos de Elvira comenzaron suavemente, arriba, abajo, me muevo para adelante, ahora para atrás, me voy animando, cierro los ojos por el gusto que estoy sintiendo ¡Dios! Es que se me ponen en blanco, que gustito estoy sintiendo, así, así, un poco más, pensaba Elvira. Se agarraba al pecho de Fran, él le acariciaba las tetas, le pellizcaba suavemente los pezones, hasta ponérselos duros y salidos, después le agarraba el culo, acompasando sus movimientos, en algunos momentos levantaba las caderas para conseguir penetrarla más profundamente. Elvira gemía, se aceleraba sin pensarlo, su cuerpo quería correrse otra vez y se movía buscando el máximo placer, entre abría un poco la boca y se pasaba la lengua por sus resecos labios. Que sexi se pone cuando folla, pensaba Fran mirándole fijamente la cara a Elvira, en cuanto veía que le subían los colores a las mejillas, sabía que estaba a punto de correrse, sus movimientos de caderas también se lo indicaban, de pronto, empezaba a gemir más fuerte, casi gritando, se empezaba a correr y al final, cuando ya casi había acabado, le daba unos cuantos culazos más duros, casi violentos, dando un último grito de gusto, de placer inmenso, dejándose caer sobre el pecho de Fran recuperándose.

Él esperaba que se recuperara un poco, se daba la vuelta con ella encima, dejándola debajo, se agarraba la polla, y con los ojos de Elvira mirándolo pidiéndole clemencia, como diciendo, ya no puedo más, me he corrido dos veces, le apuntaba la polla en agujero del coño y se la metía hasta el fondo sin parar, de golpe, no demasiado duro, eso llegaría más tarde, después de moverse acompasado haciendo que ella volviera a suspirar, a gemir, a cerrar los ojos del gusto que sentía, entonces sí, poco a poco, penetrada a penetrada, le iría golpeando el coño cada vez con más fuerza, hasta escucharla gritar de gusto, hasta ver como se le tensaba todo el cuerpo, como ella se agarraba a las sabanas con fuerza, como abría la boca para que le entrara más aire en los pulmones que después soltaba en forma de gemido y grito. A Fran le encantaba ver como a Elvira se le descomponía la cara de gusto justo antes de correrse, sabía que ese último orgasmo, el que ella al principio creía que ya sobraba, que ya no le quedaban fuerzas para llegar, ese orgasmo, era el más fuerte para ella, con el que más gritaba y perdía los papeles. Y con ese orgasmo, Fran aprovechaba para acelerar su cintura follándosela, mientras ella se corría totalmente descontrolada, él se excitaba tanto que se corría con ella, se vaciaba dentro de ella, se sentía atraído y enamorado de ella, en ese momento, no existía en el mundo nadie más que Elvira.

Elvira continuaba su relación con Fran, Paco para ella, esa relación un tanto extraña que empezó de una manera muy poco usual ¿Quién podría mantener una relación con alguien que la podría haber matado? Seguramente solo ella, una mujer que había sufrido tanto en el amor que ya estaba de vuelta de todo. Los dos descansaban, ella apoyaba su cabeza en el hombro de Fran.

-Paco ¿Iremos a cenar?
-Vale.
-Solo dices, vale ¿Te pasa algo?
-No entiendo porque no quieres avanzar con lo nuestro, ya sé que tenemos trabajos un poco ‘raros’, pero eso no quita que tenemos una relación ¿Por qué no quieres venir a mi apartamento? ¿Por qué coño no quieres darme tu número de teléfono? ¿Por qué no podemos parecernos a una pareja normal? No lo entiendo Elvira.

Ella giró la cabeza mirándole a los ojos, los dos se miraban sin decir nada, en silencio.

-Mañana iremos a tu apartamento.
-¿Y el número de móvil?
-Bueno… eso… ya veremos.
-¡Joder tía!




Dos jóvenes policía se dirigían a una dirección en el coche patrulla.

-¿Para qué vamos exactamente?- Le preguntaba uno al otro.
-No lo sé, ya te lo he dicho, me ha llamado preguntando si podíamos pasar por su casa, no sé para qué, ya nos lo dirá cuando lleguemos.
-¿Y cómo es que te ha llamado a ti personalmente?
-No lo sé, me pidió el número en la fiesta del bar por si alguna vez tenía una urgencia, como era la mujer del comisario, se lo di y ya está.
-Lo que me extraña es que si le pasa algo no llame a su marido, él es el comisario, tiene más recursos para solucionarle lo que sea, digo yo.
-No lo sé- Volvía a repetir el agente.- mira, llegamos, vemos que le pasa, seguramente será una tontería, se debe aburrir y nos llama para pasar el rato.
-Puede ser.

Llegaron a la dirección, delante de una casa, aparcaron el coche patrulla y se bajaron los dos agentes, miraron la calle, por si veían algo sospechoso, entraron en el jardín al ver la verja abierta y llamaron a la puerta. Les abrió Adelaida, vestida con un camisón trasparente que se le veían las tetas con sus pezones y las bragas.

-Hola chicos.
-Ho…oo…la.- Contestó uno, los dos tenían los ojos abiertos como platos.
-¿Necesita algo señora?- Preguntó el otro, sin perderse detalle del cuerpo de Adelaida debajo del camisón.
-Sí, necesitaría que me hicierais un favor, pasar, pasar.

Los agentes entraron en la casa y ella cerró la puerta.

-Si quiere podemos avisar al comisario, para solucionarle lo que sea, mejor…
-No, el comisario no pinta nada aquí.

Adelaida los miraba, le ponía pensar en follarse a dos policías jóvenes vestidos de uniforme.

-Os diré para que os he llamado, me tenéis que prometer que no le diréis nada al comisario ¿Vale?
-De acuerdo señora, si no quiere que le digamos nada, no se lo diremos ¿Qué ocurre?- Le preguntaba intrigado uno de ellos.
-¿Queréis tomar algo?
-Estamos de servicio, señora.
-Mejor me llamáis Adelaida, os lo diré clara-mente, quiero que me folléis los dos, el comisario no me da lo que necesito, y algo me dice que vosotros si me lo podríais dar.

Los agentes se miraban, no sabían que decir…

-Desnudaros.- Les ordenó Adelaida. Ellos no se movían, no sabían que hacer.- A ver, soy la mujer del comisario, así que soy la comisaria, os puedo dar órdenes como él, ya os he dado una, quitaros la ropa.- Reía Adelaida.

Los chavales lentamente se fueron quitando la ropa, cuando se quedaron en pelotas, ella los sentó en el sofá, se arrodilló delante de ellos y les fue comiendo la polla por turnos, ahora a uno pajeando al otro y ahora al otro pajeando a uno. Cuando les puso las pollas como estacas de tiesas, se levantó y se quitó el camisón y las bragas, se sentó en medio de ellos, a uno le indicó que le comiera el coño, abrió las piernas y se lo ofreció. Al otro lo colocó para poder seguir chupándole la polla, al rato les hizo cambiar las posiciones, así podía valorar quien le comía el coño mejor y quien era más experimentado en el sexo, un juego para ella. Luego hizo que uno se la follara, allí mismo, en el sofá, estirada con las piernas abiertas, mientras le seguía comiendo la polla al otro, los iba cambiando, para que se la follaran duro, cuando uno aflojaba un poco el ritmo los cambiaba, así no perdía intensidad el polvo, hasta que se corrió. Después, sin perder tiempo, sentó a uno en el sofá, ella encima lo cabalgaba, al otro le dijo que se colocara detrás de ella, le agarró la polla y se la apuntó en el agujerito del culo, el chaval, excitado como estaba, se la metió de golpe, Adelaida gritó, le acababan de abrir el culo a lo bruto, casi sin lubricar, pero estaba tan excitada que la puso más cachonda, gritaba como un loca mientras se la follaban por delante y por detrás a la vez, se volvió a correr una segunda vez.

Los miró con una cara de vicio tremenda, los agentes pensaban que le pasaba aquella mujer, parecía que cuanto más follaba, más ganas tenía. Les preguntó cómo se querían correr ellos, que le dijeran en que postura querían correrse follándosela, uno le dijo que a cuatro, ella no dudo un momento, apoyó las rodillas en el sofá, levantó el culo, y le ofreció el coño, hinchado, mojado y abierto. El agente se sujetó la polla, la apuntó, y se la metió de un pollazo tremendo, ella gritó, lo insultó y le pidió que se la follara lo más duro que pudiera. Ya lo creo que el chaval le hizo caso, le daba unos golpes tremendos en el coño con la polla y en el culo con el cuerpo cada vez que se la metía, ella le animaba en medio de gemidos y gritos de gusto, cuando el agente estaba a punto de correrse, ella volvió a hacerlo, cada vez se corría antes, se corrieron los dos a la vez, cuando él se apartó, le caía por las piernas el semen.

El segundo agente no perdió el tiempo, ver como su compañero se follaba a Adelaida de aquella manera lo había puesto más cachondo que un chimpancé. Se acercó con la polla en la mano, de hecho, se la había estado pelando mirando la follada anterior, sin preguntar se la apuntó en el culo, y de un golpe de cintura se la metió entera, Adelaida volvió a gritar, volvió a insultar al otro agente y le volvió a pedir que le reventara el culo a pollazos, el chaval se volvía loco follándosela, ella no paraba de gritar, parecía que estaba poseída, y lo estaba, por la excitación, por sentirse follada por dos tíos jóvenes con mucha excitación y ganas, por qué hicieran con ella lo que quisieran, metérsela por todos los agujeros. Cuando notó que la polla le empezaba a palpitar al chaval apunto de correrse, Adelaida pegó un grito corriéndose, en cuanto se salió el agente, el otro que se había excitado de nuevo viendo follando a su compañero, se la volvió a meter en el coño, es lo que tiene ser joven y vigoroso. A Adelaida se le pusieron los ojos en blanco, que se la volvieran a meter en el coño y se la estuvieran follando de aquella manera no se lo esperaba, bienvenido fuera que no se acabara la fiesta, se volvieron a correr en su coño, se volvió a correr ella, el otro volvió a metérsela en el culo y se volvió a correr, ella también. Le dejaron los dos agujeros rebosando leche que le caía por las piernas, y ella, ella había perdido la cuenta de las veces que se corrió.

Se despidieron, como si no hubiera pasado nada, los chavales pensaron que si el comisario se enteraba los iba a meter en un calabozo y tiraría la llave, Adelaida les prometió que pronto les llamaría, no recordaba que nadie se la follara como lo hicieron aquellos dos agentes, y además, los tendría en su casa cada vez que quisiera.


Varios días después, Susan al entrar en el gimnasio vio a Adelaida, se saludaron, se cambiaron, entraron en la sala y se subieron a dos bicicletas estáticas, llevaban un rato pedaleando cuando Adelaida se bajó, Susan miró de reojo y la vio salir de la sala con el monitor, pensó que Adelaida iba a follar otra vez, al rato volvió, en la cara se le notaba el polvazo que acababa de pegar con el monitor. Se puso al lado de Susan y siguió pedaleando.

-Adelaida, me puedes decir que me meta en mis asuntos si quieres, pero ¿Estás segura de lo que haces con el monitor?
-¿Te has dado cuenta?
-Mujer, lo que se dice discreta, discreta, no eres, la verdad.

Adelaida pedaleaba sin decir nada, mirando al frente. Susan, pensó que era un tema delicado y que Adelaida no estaba por la labor de decirle nada. Adelaida paró de pedalear y miró fijamente a Susan, ella también paró.

-Sí, me lo estoy follando cada vez que vengo al gimnasio, y al otro monitor que está cuando no está este también. Y… sé que tengo un problema, que lo mío no es normal, pero… es qué… me lo paso tan bien.
-Tener un amante, o dos en tu caso, tampoco es tan raro, no eres la única.- Le decía Susan.
-No, no lo entiendes, no es que tenga un amante, o dos, es que me follo todo lo que se me pone por delante…
-Eh, eh- Se asustaba Susan.- ¿No te habrás tirado…?
-Tranquila, ni me he follado a Benítez ni a Álex ni al marido de García, esos están prohibidos, al menos de momento…
-¡Hostia! Pues me tranquilizas mucho tú también, de momento dices.
-Es que de momento voy satisfecha, me follo a los monitores, por la tarde vendrá la patrulla a mi casa…
-¿La patrulla? ¿Qué patrulla? ¿De qué me hablas Adelaida?
-Una patrulla, dos agentes jovencitos que hace días que me están follando, me follan los dos por todos sitios, me lo dejan todo escocido, el agujero del coño y el del…
-Ya, ya, ya te he entendido, me estás asustando ¡Eh! ¿Quieres decir que te follas al monitor por la mañana… y por la tarde te follas a dos de golpe, uno por delante y el otro por detrás?
-Sí, y al revés, me follan como quieren, saben que tienen libertad total conmigo, son jóvenes y aguantan un par de corridas… o tres, sin problemas, y a mí… a mí me encanta, me dejan satisfecha, al menos durante unas horas.
-¿Horas? ¿Solo durante horas?- Susan no podía creérselo.
-Hay noches que me tengo que hacer una paja, pienso que me folla toda la comisaría, que tengo una cola de tíos delante de mi casa, van entrando y me van follando uno a uno, yo me corro con cada uno, acabo exhausta, eso me ayuda a correrme haciéndome una paja.
-Tú tienes un problema, tía.
-Puede que sí, pero me lo paso muy bien, te lo aseguro.
-¿Y el comisario? ¿Lo sabe?
-Si no lo sabe lo sospecha, tonto no es, pero se calla, al menos a mí nunca me ha dicho nada.
-¿Así? Con él también lo haces.
-Claro, siempre que quiere, lo que pasa es que el hombre no es muy caliente, solo lo hace de vez en cuando, un par o tres veces a la semana.
-¿Dos o tres veces a la semana te parece poco?
-Para mí es poco.
-¡Coño! Tú es que estarías a todas horas dale que te pego.
-Estoy deseando que esta tarde me vengan a visitar mis agentes de la ley.

Adelaida lo decía abriendo los ojos, poniéndose cachonda solo de pensarlo, Susan movía la cabeza de lado a lado, no se podía creer lo que le acababa de contar Adelaida, ya tendría cotilleo para explicarles a sus amigas aquella noche. Se enteraron las amigas, García y Mónica, y por supuesto se enteraron Álex, el marido de García y Benítez, ya se preocuparon ellas de avisarlos, cerca de Adelaida solo cuando ellas estuvieran presentes, si no, bien lejos.



Elvira entró en el apartamento de Fran, situado en un edifico muy alto, el apartamento estaba en las últimas plantas, tenía unas vistas de la ciudad espectaculares. Elvira miraba por un ventanal las vistas, Fran se acercó por detrás, le besó el cuello, ella apartó la cabeza para que pudiera hacerlo mejor, él siguió besándoselo, una mano se metió por dentro del jersey de Elvira, fue subiendo lentamente hasta colarse por dentro del sujetador, agarrándole una teta, la acariciaba suavemente, lentamente, ella cerraba los ojos, que bien me toca las tetas Paco, pensaba Elvira. La otra mano le desabrochó el pantalón y la cremallera de la bragueta, seguidamente se coló entre la ropa, buscándole por dentro de las bragas el coño, los hábiles dedos de Fran le acariciaban el chichi, le daban gustillo, Elvira apoyó las manos en el cristal del ventanal y se relajó, disfrutaba del placer que le daba Fran, de sus besos, de sus caricias en las tetas y… sobre todo, de esos dedos que le recorrían el coño haciéndole una paja. Por un momento las manos de Fran dejaron de acariciarla, le agarraron el pantalón y las bragas por cada lado y se lo bajaron, un poco, justo por debajo del culo. Después, aquellas manos volvieron a su trabajo, a acariciarla, a masturbarla. Un poco más tarde, la mano de las tetas dejó de tocárselas, escuchó como Fran se desabrochaba su pantalón, y como se lo bajaba con los calzoncillos, paró un momento de besarle el cuello para mojarse con saliva dos dedos, cuando volvió a notar sus labios en el cuello, también notó como los dedos de Fran le lubricaban el culo, los dedos de la otra mano hacía rato que jugaban con la entrada de su vagina y el clítoris, cambiaban de un lado al otro. Le metió dos dedos en el coño, le estimulaba el punto G, mientras empezaba a presionar con la punta de su polla en el agujero del culo de Elvira.

Fran pensaba, hace días que me muero de ganas de follarme su culo precioso, hasta ahora no le he pedido permiso porque no sabía su respuesta, si le gustaría o no, al mojarle el agujerito ya se ha dado cuenta de lo que pretendo y no me ha dicho nada, eso quiere decir que me da vía libre, solo tengo que ir con cuidado, sin prisas y no hacerle daño, eso es lo último que quiero.

Elvira pensaba, ya sabía yo que eso de darme besitos en el cuello por detrás acabaría así, se ha mojado los dedos con saliva y me los ha pasado por el culo, es una clara señal por si no me gusta o no quiero hacerlo. Será el segundo hombre que lo hace, el primero y único hasta ahora fue Álex, aquel primer día de sexo entre los dos siendo unos adolescentes, que bueno fue, como se comportó Álex, era tan novato como yo, la diferencia es que él se había informado, no tuvo prisa para nada, parecía tan tranquilo, dominando la situación, y yo… lo quería tanto, nos queríamos tanto, no le pude negar nada, me lo desvirgó todo, la boca, el chichi y el culo, hizo conmigo lo que quiso y yo encantada de dárselo todo ¿Cómo le podía negar nada? Nunca le negué nada. Y ahora Fran, tampoco se lo voy a negar, él ha conseguido que volviera sonreír, que volviera a tener ilusión, ahora mismo vivo con la ilusión de verlo, de pasar el rato juntos. Que haga lo que quiera, se lo merece.

El trabajo de los dedos de Fran por el chichi le hicieron gemir de placer, a la vez sentía como la polla se abría paso, lentamente, dilatándole el agujerito del culo, lo hizo sin demasiados problemas, Fran lo ha lubricado bien, este sabe lo que hace el cabrito, pensaba Elvira mientras gemía. Fran esperó, le había metido el glande dentro del culo, ella sacó un poco más el culo para atrás, así le facilitaba la labor a su amante, él lo entendió, le ponía el culo para que lo penetrase totalmente, y así lo hizo, poco a poco, lentamente, fue apretando e introduciéndole la polla en el culo, hasta llegar al final, hasta tener su cuerpo totalmente enganchado al de Elvira, ella, con una mano apoyada en el culo de Fran, le fue marcando cuanto debía sacarla para que él volviera a metérsela. Así lo hicieron durante un ratito, hasta que se le fue dilatando y lubricando, entonces Fran pudo seguir con su trabajo manual sobre el coño de Elvira, a la vez que se la follaba por el culo, en ese momento disfrutaban los dos, gemían y rugían de gusto, hasta que se corrió Elvira, entonces Fran pudo apoyarle las dos manos en las caderas y follársela como él quería, hasta correrse también.

Elvira se giró, le besó la boca y se miraron a los ojos, le preguntó dónde estaba el cuarto de baño y desapareció, después fue a lavarse Fran, ella se quedó en el salón mirando, cotilleando básicamente. No tiene ninguna foto de familia, nada que pueda relacionarlo con este apartamento, es listo, hace lo mismo que yo, pensaba Elvira, es un tema de seguridad, si alguien entra en el apartamento para buscar información que no encuentre nada, así no te pueden amenazar con hacerle daño a tú familia o lo que sea. En ese momento salió Fran.

-No tienes ninguna foto familiar ni nada ¿Qué raro, no?- Le preguntó Elvira sabiendo la respuesta.
-Supongo que igual que tú ¿O tú tienes fotos de tus padres y hermanos?- Le sonreía Fran y le devolvía la sonrisa Elvira.
-No, no las tengo, y mira que me gustaría.
-¿Una cerveza?
-Una cerveza.- Le confirmaba Elvira.

...
 
Bueno, al menos es sincera y no parece que tenga intención de liarse con los novios. Es una ninfómana y eso sí, es peligroso estar cerca de ella. Al menos los 3 están avisados y esperemos que no caigan en un momento de debilidad.
 

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