Mikelo
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Aportado Editor
JUANELO TURRIANO
( Parte del siguiente texto está extraído de un escrito del antiguo profesor del I.E.S. "Juanelo Turriano". D. Joaquín Martínez Copeiro del Villar)
Vio la luz por primera vez en Cremonte (Italia), hacia 1501, que sobre esto no se ponen de acuerdo sus diverso e ilustrados biógrafos. En 1529, y esto sí que está profusamente documentado, llegó a españa y sabemos que llegó a Toledo en 1534, como relojero, hábil e insustituible del emperador Carlos V, , quien desde siempre se sintió gratamente sorprendido por la perspicacia y la genialidad mecánica de nuestro JUANELO, y no dudó en encargarle la construcción de notables ejemplares, como aquel inefable reloj astronómico, prodigio tecnológico de su época , que señalaba las posiciones de los astros.
Llegó a España en el año 1529 llamado por Carlos I, y ya como Juanelo Turriano, fue nombrado Relojero de Corte y para Carlos construyó el famoso Cristalino, reloj astronómico que le hizo ser conocido en su época, en el cual fue capaz de indicar la posición de los astros en cada minuto con objeto de interpretaciones astrológicas.
Felipe II le nombró Matemático Mayor. Reclamado por el papa Gregorio XIII participó en la reforma del calendario.
Vuelto a España, Juan de Herrera le encarga el diseño de las campanas del Monasterio de El Escorial.
Trabajó y vivió en Toledo desde 1534, donde murió el 13 de junio de 1585 en la indigencia. Es fama que allí construyó un autómata de madera, llamado el Hombre de palo: una calle de la ciudad lo recuerda por este hecho. Además inventó una especie de ametralladora rudimentaria y algunas máquinas voladoras, diseñadas y construidas por él.
Pero por lo que es más conocido es por la máquina hidráulica que construyó para subir el agua a Toledo desde el río, conocida como el Ingenio de Toledo o Artificio de Juanelo. Sobre su funcionamiento hay aún controversias, más o menos aclaradas desde el clásico trabajo del ingeniero Luis de la Escosura Morrogh (1888), hasta el mas reciente Modelo con escaleras de Valturio (2009) (siendo incluso recreado en la Exposición Universal de Sevilla en 1992 con el objetivo de hacer funcionar un reloj y durante la cual se mantuvo en funcionamiento), pero lo cierto es que conseguía llevar el agua del río Tajo hasta el Alcázar, situado a casi 100 metros por encima del cauce del río. Basado en el uso de la propia energía hidráulica del río Tajo, constaba de gran cantidad de "cucharas" o "brazos de madera", engranados de modo ingenioso, que se iban pasando el agua los unos a los otros, en altura creciente, de tal manera que podía elevar gran cantidad de algua salvando el desnivel. Al parecer se mantuvo en funcionamiento, con un rendimiento cada vez menor a medida que envejecía y se estropeaba, hasta el año 1639; se ha calculado que en su mejor momento podía ascender en torno a 16-17 metros cúbicos al día (16-17 mil litros).
Según las fuentes escritas se construyeron dos artificios semejantes: el primero, encargado por el Ayuntamiento, debía llevar el agua hasta el Alcázar como cota más alta de la ciudad pero el ejército, propietario del Alcázar, se negó a repartir las aguas con la ciudad. Así, el ayuntamiento encargó otro, que Juanelo ejecutó.
El problema de Juanelo, que prácticamente le llevó a la tumba, era que nadie quería pagar el primero de los artificios: el Ayuntamiento porque no recibía las aguas y el ejército porque no había firmado ningún contrato. Entre unos y otros, Juanelo se arruinó y fue en*****do modestamente en un convento toledano.
Hoy la fundación juaneloturriano trabaja para rescatar las obras y el ingenio de este peculiar matemático.
_juguete_
Pajillero Mítico
el artificio de Toledo
A su paso por Toledo, el Tajo ofrece un desnivel de casi cien metros, así que se le requirió para que ideara la forma de subir el agua a la ciudad. Para ello, Juanelo Turriano ideó el artificio de Toledo, una enorme máquina compuesta de brazos de madera que actuaban como cucharas y engranajes, que se accionaban gracias a una rueda hidráulica impulsada por la misma corriente del Tajo. De esta forma el agua iba pasando de una cuchara a otra salvando automáticamente el enorme desnivel de forma tan eficiente que superó en un 50% las especificaciones requeridas por su contrato, elevando diariamente desde el Tajo unos 16.000 litros de agua.
Juanelo Turriano y el artificio de Toledo - Revista de Historia
ekaiza
5 Mayo 2016