

CUANDO DESCUBRÍ A LA QUE IBA A SER MI AMABLE PUTA


Esta es la primera foto que le tome a Map siendo MAP.
Desnuda, follada, sin aire... rendida tras dejarse llevar e inutilizarme para montarse encima mía y cabalgarme como si no existiera otra cosa sobre la faz de la tierra.
Ese día pude ver en sus ojos como su mente se nublaba de sexo con cada penetración. Aferró con fuerza mi culo y tiraba a cada embestida con más fuerza,
parecía que quería que la rompiese en dos.
Hasta ese momento follábamos bien, no había queja, pero
ese día algo hizo click, la intensidad, la mirada, la rendición.
En un arrebato
se saco mi polla que estaba a punto de reventar,
me puso bocarriba. Miro mi miembro enfundado en su condón y durante unos segundos observo fijamente lo que agarraba con su mano derecha. Y a medida que
su mano izquierda frotaba con fuerza y a más velocidad su coño chorreante meditó mientras que su calentura iba en aumento.
Acercó sus caderas a la altura de la mía, me miro, apoyo una mano en mi pecho mientras
se inclinaba hacia mi y tras agarrar con firmeza mi polla sonrió, una sonrisa de lujuria concentrada como nunca le había visto,
arrancó con vehemencia el puto condón y de una se insertó como si quisiera que mi capullo le llegara hasta la misma garganta. Teníamos los bajos tan encharcados que se la volvió a sacar por completo y repitió la inserción dos o tres veces más sin fricción alguna y se quedó sentada bien penetrada, apretando contra mi para que ni un milímetro de carne quedase sin abrazar por su coño.
Le advertí que no se moviese demasiado,
estaba a punto de correrme, que estuviese quieta unos segundos.
Hizo caso omiso e
inició un vaivén al cual fue incrementando el ritmo hasta un punto de no retorno.
Gemía como una cerda desatada al compás del movimiento de sus caderas. "ME VOY A CORRER" le espete y entonces ella
cerró los ojos echó la cabeza atrás con la boca abierta mientras no cesaba de gemir y mantuvo el vaivén frenético hasta que exploté en su interior. Mientras agarré con fuerza esos dos trozos de carne que tiene tiene por tetas. Levanté las caderas para hacer más presión y
al tercer o cuarto chorro que se estampaba dentro de su coño ella empezó a temblar y sus gemido se transformaron en gritos de puro placer sin control. Se quedo ahí encima unos segundos mientras su orgasmo crecía y puso sus manos sobre las mías para ejercer más presión si cabe sobre sus pobres pechos.
Poco a poco
su cuerpo se empezó a relajar y la tensión fue desapareciendo hasta que dejó caer su peso hacia atrás y cayó desplomada en la cama.
Recuperé el aliento la miré y
entendí que esta si era una buena puta para mi.