Mi novia se volvió loca

Ana llego a casa el domingo por la noche, estuvimos cenando y comentamos cosas del fin de semana. Me conto lo que habían hecho y que tal lo habían pasado pero sin decir nada relacionado con el camarero ni con el ámbito sexual.

Aguante toda la cena sin sacar yo el tema pero finalmente no resistí mas:

Yo: “¿No me vas a contar nada del camarero? Vaya como te queda ese vestido.”

Acompañe mis palabras echándome un poco encima de ella y sobándole las tetas. Ante todo pronóstico ella no me siguió el juego.

Ana: “Hoy no me apetece cariño, ya lo hablamos mañana. Voy a cambiarme”

Y se fue a la habitación, dejándome con una media ereccion y bastante decepcionado. Pero cuando ya pensaba que esa noche me quedaba sin sexo…

Ana: “¿Puedes venir a la habitación?”

Cuando entre en la habitacion me encontre a Ana con el vestido que habia llevado a Leon. No os podéis imaginar como le quedaba, el escote era espectacular. Si me ponía un poco cerca de ella, desde mi altura, prácticamente podría verle la totalidad de sus pechos.

Nada mas que entre en la habitación, ella se abalanzó sobre mi, empezó a besarme con desesperación y a pegar su cuerpo contra el mio. Ahi note que Ana no llevaba sujetador y que su vestido era tan fino que era como estar pegada a su pecho desnudo.

Lleve mis manos a su culo y comprobé que en la parte de abajo era igual, era como estar tocando directamente su piel. Me imagine como en Leon algún chico rozaría su paquete contra el culo de mi novia, y como ella sentiría su polla prácticamente como si fuese desnuda.

Yo: “Pero no es que estabas cansada y no querías hablar”

Ana: “Es que no vamos a hablar, hoy solo me vas a follar. Me vas a poner a cuatro patas y no vas a decir ni una palabra”

Era raro ver a Ana tan dominante, pero me deje llevar. Se notaba que estaba super cachondo y eso me encantaba. Al empezar a quitarle ella me volvió a parar:

Ana: “No, follame con el vestido puesto. Y follame ya”

No perdió mas el tiempo, se puso a cuatro patas sobre la cama y me ofreció su culo. Que estaba todavía cubierto por el vestido, el cual se pegaba totalmente a su piel y marcaba un tanga minusculo.

Yo: “Dios Ana, que pinta de puta tienes ahora mismo”

Ana: “De verdad, porfavor, hoy quiero que estes totalmente callado. Lo necesito”

Yo: “¿Porque Ana? ¿Vas a imaginar que te folla otro? ¿Vas a imaginar que te folla el camarero de Leon”

Ana: “Joder, si, eso es lo que quieres escuchar, ¿no? Voy a imaginar como me folla ese cabron. Tu puedes azotarme, tirarme del pelo, lo que quieras. Pero no digas ni una palabra”

Esas palabras me encendieron como nunca, le levante el vestido y le pegué un azote bastante fuerte en una nalga.

Ana: “Ohh sii… dios.. dame”

Volví a pegarle otra vez y me fije en como le quedaba el tanga, era uno con transparencias que le había regalado por un cumpleaños. Se lo quite e inmediatamente note como estaba muy mojado, quise comprobarlo con mi boca.

Ana: “Oh si, joder, si. Comeme el coño cerdo. Llevas toda la noche deseándolo, eh. Vas de chulo pero has acabado comiendome el coño como un cerdo”

Creo que entendí lo que Ana quería decirme, el chico que habia conocido era un chulo y queria que me comportase como tal. Retire la boca de su coño y volvi a incorporarme, le pegue otro par de azotes que hizo que se retorciese de gusto.

Ana: “Aggh, cabron, follame ya. Dios”

Yo quise seguir jugando con ella, puse mi polla a la entrada de su coño y empece a restregarla, sin llegar a penetrarla.

Ana: “Uf, follame cabron, ya. Lo necesito ya. No aguanto mas, uff”

Ana: “Dios, porfavor hazlo, porfavor. Soy una calientapollas, pero follame por dios. FOLLAME”

No aguante mas, se la meti de una, empece a darle lo mas duro que podia. Me había vuelto loco como había prácticamente suplicado que se la follasen. Casi sacaba mi polla del todo y se la volvía a meter entera.

Ana: “Oh si, dios, que bien me estas follando. Sigue, sigueee”

Estuvimos un rato asi, hasta que se me ocurrio una idea. Para seguir en mi papel de chulo deje el mete-saca, me quede quito con mi polla medio metida dentro de ella. Ana entendio perfectamente lo que hacía.

Ana: “¿Quieres que te folle yo, eh? Te vas a enterar”

Empezó a moverse de atrás como una loca, se la metía y sacaba a todavía mas velocidad que antes. Estaba descontrolada. Después de unos minutos así, estábamos los dos a punto de corrernos. Ella bajo un poco el ritmo.

Ana: “Buf, voy a correrme”

Y aquí vino una de las cosas mas importantes, Ana alargo su mano para alcanzar su móvil, lo desbloqueo y dio un par de toques para entrar en una aplicación. No entendía nada

Ella empezó a moverse otra vez, pero de forma mas suave, como queriendo sentir toda mi polla.

Ana: “Oh si dios, pero que polla Rafa, que polla”

Primera vez que decia su nombre.

Ana: “Buf, me vuelvo loca, joder. Decias la verdad, vaya pedazo de pollon”

Ana: “Si joder, es el doble que la de mi puto novio. Que gusto joder”

Esa frase me encendió del todo, pase al ataque. La agarre fuerte de las caderas y volví a follarmela a toda velocidad. Ella siguió provocadome.

Ana: “Dios, dios, que bien me estas follando, es el mejor polvo de mi vida”

Ana: “Uf, me muero, vas a tener que enseñarle a mi novio como se me tiene que follar”

La agarre del pelo con todas mis fuerzas.

Ana: “Siii joder, agarrame, hazme lo que quieras. Soy tu guarra, hazme lo que quieras”

Se empezó a correr después de esa frase.

Ana: “Oh, dios, me corro, me corro, me corroooo”

Ana: “Rafa, rafa, dios, que me haces. Rafaaaa. Me corro, dios”

Yo me corrí casi a la vez, escuchando como Ana gritaba el nombre de ese chico.

————————————————

Yo: “Ana, ¿que estabas viendo en el movil?”

Ana: “Uf, me da mucha verguenza, de verdad. ¿Seguro que quieres verlo?”



¿Que creeis que estaba viendo?
Estaba viendo la polla de rafa, poniéndose la imagen en la cara
 
Ana llego a casa el domingo por la noche, estuvimos cenando y comentamos cosas del fin de semana. Me conto lo que habían hecho y que tal lo habían pasado pero sin decir nada relacionado con el camarero ni con el ámbito sexual.

Aguante toda la cena sin sacar yo el tema pero finalmente no resistí mas:

Yo: “¿No me vas a contar nada del camarero? Vaya como te queda ese vestido.”

Acompañe mis palabras echándome un poco encima de ella y sobándole las tetas. Ante todo pronóstico ella no me siguió el juego.

Ana: “Hoy no me apetece cariño, ya lo hablamos mañana. Voy a cambiarme”

Y se fue a la habitación, dejándome con una media ereccion y bastante decepcionado. Pero cuando ya pensaba que esa noche me quedaba sin sexo…

Ana: “¿Puedes venir a la habitación?”

Cuando entre en la habitacion me encontre a Ana con el vestido que habia llevado a Leon. No os podéis imaginar como le quedaba, el escote era espectacular. Si me ponía un poco cerca de ella, desde mi altura, prácticamente podría verle la totalidad de sus pechos.

Nada mas que entre en la habitación, ella se abalanzó sobre mi, empezó a besarme con desesperación y a pegar su cuerpo contra el mio. Ahi note que Ana no llevaba sujetador y que su vestido era tan fino que era como estar pegada a su pecho desnudo.

Lleve mis manos a su culo y comprobé que en la parte de abajo era igual, era como estar tocando directamente su piel. Me imagine como en Leon algún chico rozaría su paquete contra el culo de mi novia, y como ella sentiría su polla prácticamente como si fuese desnuda.

Yo: “Pero no es que estabas cansada y no querías hablar”

Ana: “Es que no vamos a hablar, hoy solo me vas a follar. Me vas a poner a cuatro patas y no vas a decir ni una palabra”

Era raro ver a Ana tan dominante, pero me deje llevar. Se notaba que estaba super cachondo y eso me encantaba. Al empezar a quitarle ella me volvió a parar:

Ana: “No, follame con el vestido puesto. Y follame ya”

No perdió mas el tiempo, se puso a cuatro patas sobre la cama y me ofreció su culo. Que estaba todavía cubierto por el vestido, el cual se pegaba totalmente a su piel y marcaba un tanga minusculo.

Yo: “Dios Ana, que pinta de puta tienes ahora mismo”

Ana: “De verdad, porfavor, hoy quiero que estes totalmente callado. Lo necesito”

Yo: “¿Porque Ana? ¿Vas a imaginar que te folla otro? ¿Vas a imaginar que te folla el camarero de Leon”

Ana: “Joder, si, eso es lo que quieres escuchar, ¿no? Voy a imaginar como me folla ese cabron. Tu puedes azotarme, tirarme del pelo, lo que quieras. Pero no digas ni una palabra”

Esas palabras me encendieron como nunca, le levante el vestido y le pegué un azote bastante fuerte en una nalga.

Ana: “Ohh sii… dios.. dame”

Volví a pegarle otra vez y me fije en como le quedaba el tanga, era uno con transparencias que le había regalado por un cumpleaños. Se lo quite e inmediatamente note como estaba muy mojado, quise comprobarlo con mi boca.

Ana: “Oh si, joder, si. Comeme el coño cerdo. Llevas toda la noche deseándolo, eh. Vas de chulo pero has acabado comiendome el coño como un cerdo”

Creo que entendí lo que Ana quería decirme, el chico que habia conocido era un chulo y queria que me comportase como tal. Retire la boca de su coño y volvi a incorporarme, le pegue otro par de azotes que hizo que se retorciese de gusto.

Ana: “Aggh, cabron, follame ya. Dios”

Yo quise seguir jugando con ella, puse mi polla a la entrada de su coño y empece a restregarla, sin llegar a penetrarla.

Ana: “Uf, follame cabron, ya. Lo necesito ya. No aguanto mas, uff”

Ana: “Dios, porfavor hazlo, porfavor. Soy una calientapollas, pero follame por dios. FOLLAME”

No aguante mas, se la meti de una, empece a darle lo mas duro que podia. Me había vuelto loco como había prácticamente suplicado que se la follasen. Casi sacaba mi polla del todo y se la volvía a meter entera.

Ana: “Oh si, dios, que bien me estas follando. Sigue, sigueee”

Estuvimos un rato asi, hasta que se me ocurrio una idea. Para seguir en mi papel de chulo deje el mete-saca, me quede quito con mi polla medio metida dentro de ella. Ana entendio perfectamente lo que hacía.

Ana: “¿Quieres que te folle yo, eh? Te vas a enterar”

Empezó a moverse de atrás como una loca, se la metía y sacaba a todavía mas velocidad que antes. Estaba descontrolada. Después de unos minutos así, estábamos los dos a punto de corrernos. Ella bajo un poco el ritmo.

Ana: “Buf, voy a correrme”

Y aquí vino una de las cosas mas importantes, Ana alargo su mano para alcanzar su móvil, lo desbloqueo y dio un par de toques para entrar en una aplicación. No entendía nada

Ella empezó a moverse otra vez, pero de forma mas suave, como queriendo sentir toda mi polla.

Ana: “Oh si dios, pero que polla Rafa, que polla”

Primera vez que decia su nombre.

Ana: “Buf, me vuelvo loca, joder. Decias la verdad, vaya pedazo de pollon”

Ana: “Si joder, es el doble que la de mi puto novio. Que gusto joder”

Esa frase me encendió del todo, pase al ataque. La agarre fuerte de las caderas y volví a follarmela a toda velocidad. Ella siguió provocadome.

Ana: “Dios, dios, que bien me estas follando, es el mejor polvo de mi vida”

Ana: “Uf, me muero, vas a tener que enseñarle a mi novio como se me tiene que follar”

La agarre del pelo con todas mis fuerzas.

Ana: “Siii joder, agarrame, hazme lo que quieras. Soy tu guarra, hazme lo que quieras”

Se empezó a correr después de esa frase.

Ana: “Oh, dios, me corro, me corro, me corroooo”

Ana: “Rafa, rafa, dios, que me haces. Rafaaaa. Me corro, dios”

Yo me corrí casi a la vez, escuchando como Ana gritaba el nombre de ese chico.

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Yo: “Ana, ¿que estabas viendo en el movil?”

Ana: “Uf, me da mucha verguenza, de verdad. ¿Seguro que quieres verlo?”



¿Que creeis que estaba viendo?
Increíble, qué morboso. Deseando saber más
 
La fantasía que le conté aquel día empezaba con que ella iba a salir de fiesta con sus amigas y yo me iba quedar en casa. Ella empezaba a prepararse y yo le proponia un reto:

Yo: “A que no te atreves a ir con el vestido que te compre el otro día”

El vestido en cuestion es uno que habíamos visto a una chavala de !!!NORMA DEL FORO VULNERADA,MODERADORES AVISADOS!!! juntos y que yo le había comprado con la única intención de usarlo en nuestras fantasías sexuales, porque, como veréis a continuación, el vestido es de auténtica zorra (Esto es totalmente cierto, otro día os cuento la historia de cuando se lo regale y como follamos con el)

Ella se resistía al principio pero terminaba aceptando.

Este comienzo de relato le había gustado y empezó a hablar ella también mientras me hacía la paja.

Ella: “Mmmm pero ese vestido es de guarra, me van a entrar muchos chicos”

Yo: “Mejor, eso es lo que quiero”

Ella: “Y si alguno quiere bailar conmigo o meterme mano, ¿que hago?”

Yo: “Quiero que le calientes, quiero que piense que eres una guarra y que te va a follar”

A ella pareció gustarle esa parte porque acelero el ritmo de la paja que me estaba haciendo.

Os dejo una foto de la chavala de !!!NORMA DEL FORO VULNERADA,MODERADORES AVISADOS!!! con el vestido, tiene un culo mejor que el de mi novia pero menos pechos. Para que os hagais una idea.

Me encantaria que me dijerais lo que haríais si os encontráis a una chica en una discoteca así vestida o que pensaríais de ella.
Yo pensaría que es una auténtica zorra y .e la intentaría follar en los baños.
 
Yo creo que estaba mirando el pollón de Rafa.
Tu novia es increíble. Lo que daría por ver una foto suya.
Espero la próxima entrega.
Un saludo
 
Buenas, es la primera vez que escribo en un foro de este tipo.

Llevo ya bastantes años con mi novia y siempre me ha gustado mucho el tema de fantasear con follar con otras persona, sobretodo ella con otros hombres. A ella nunca le ha llegado a entusiasmar pero algunas veces sí que me ha llegado a seguir bastante el rollo (si os interesa os puedo contar alguna historia más adelante). Aunque lo del otro día supero cualquier cosa anterior:

Acabábamos de follar en el baño y ella ya se había corrido pero a mi me apetecía que me hiciera una paja en la cama porque no había terminado. Me pidio que no me corriese encima, cosa que solemos hacer, porque ya se había duchado. El comentario me dio a entender que a ella ya no le apetecía tener más sexo.

El caso es que cuando me estaba masturbando me apetecio contarle una de mis fantasías de infidelidad, solo pensando en mi disfrute y en que me diese morbo a mi. Cuando iba por la mitad del relato le empecé a meter la mano por debajo del albornoz que llevaba y no os podéis imaginar lo que me encontré:

Yo: ”Joder, estas empapada”

Ella: “Me estas poniendo cachondisima”

Era muy raro que mi novia usase esa lenguaje, solo lo hacía cuando estaba muy caliente. Pero lo que sí que no es habitual es lo que hizo después, se quitó el albornoz y se subió encima de mi desesperada, nunca la había visto con esas ganas de meterse mi polla. Normalmente soy yo el que suele marcar el ritmo, pero ahora ella la que me follaba cómo queria, empezó a cabalgarme como una loca y se corrió dos veces mas gritando con una cara de vicio impresionante. Yo seguía contándole cosas de mi fantasía:

Yo: “Te gusta lo que te digo, ¿eh? Es de ser una guarra”

Ella: “Sí joder, me gusta ser una guarra”

Poco después de su segundo orgasmo yo también me corri, fui al baño a limpiarme pensando que todo había acabado, pero…

¿Os ha gustado la historia? Si os ha dado morbo decírmelo y termino de daros los detalles. La historia que le conté y lo que me encontré después de ir al baño.
Esta es la fantasía con la que conseguí excitar tanto a mi novia aquel día. Está contada en formato relato.

Ana había quedado aquel día con dos de sus amigas, Marina y Maria, para salir de fiesta. No suelen hacerlo habitualmente ya que a Ana no es de esas chicas a las que les gusta pasar todos los fines de semana borracha y con resaca, suele preferir planes más tranquilos. Aunque es cierto que las veces que decide irse de marcha lo disfruta mucho y suele llegar a casa bastante tarde y con unas copas de más.

Mi novia era una chica bajita, rondando el 1.60. Tiene el pelo castaño y la piel bastante blanca. Y es guapa, muy guapa. Lo que más me gusta de su cara es que es la de típica niña buena que nunca ha roto un plato, lo cual es cierto, porque es una chica que nunca se mete en líos y siempre intenta hacer lo correcto.

Pero lo realmente morboso es que esas pintas no concuerdan para nada con lo que esconde un poco más abajo, su punto fuerte, la razón por la que tantos y tantos hombres se han pajeado pensando en ella. Sus tetas. Ana tiene unos pechos muy grandes, rozando la talla cien, de una forma muy bonita y muy bien puestos. Sin embargo, lo que yo creo que es más excitante es como los usa, a ella le encanta lucir grandes escotes y utilizar sujetadores que realzan todavía más esos grandes atributos. Son habituales también las camisas un poco transparentes y de tirantes, haciendo ver que enseña más de lo que realmente muestra. Cuando la ves sabes que quiere provocarte, que quiere que le mires las tetas, que le pone saber que está siendo deseada.

El resto de su cuerpo son unas piernas muy bien trabajadas por haber hecho natación desde pequeña y que acaban en un culo pequeñito pero resultón. No es ni de lejos tan sorprendente como sus pechos, pero sabía sacarle partido.

La noche en cuestión estaba preparándose en el baño, llevaba puesto un juego de sujetador y braguitas negros, nada especial. Pero ver su culo y, sobretodo, sus tetas reflejadas en el cristal del baño, fue suficiente para excitarme. Me acerque por detras, pegé mi pelvis a ella y le empecé a sobar los pechos desde atrás.

Yo: “¿Que vas a llevar hoy puesto?”

Ella ni se inmuto por mis tocamientos, estaba demasiado concentrada en alisarse el pelo y maquillarse.

Ana: “Pues no lo se, seguramente la camiseta verde y unos vaqueros”

Yo: “Vaya, ¿eso tan soso?”

Ana: “No es soso, es normal”

Yo: “¿Marina y Maria cómo van a ir?”

Ana: “Pues Marina con el vestido de la última vez que salimos juntos y Maria con los vaqueros de siempre supongo”
Yo: “Vaya, con las ganas que tenía de que hoy te mirasen chicos y les calentases”

Ana: “Ya estás con tus tonterías de siempre..”

Yo: “Nono, pero no pasa nada, total no te va a mirar nadie hoy…”

Ana: “¿Y se puede saber porque no me va a mirar nadie?”

Yo: “Hombre Ana, tu vestida como una monja al lado de Marina con un escotazo y Maria marcando culo con esos vaqueros apretados”

A Ana le ponía y le enfadaba a partes iguales que la compararse con sus amigas. Tocaba su ego de una manera que la hacía cambiar totalmente su personalidad. A pesar de haber puesto mal cara ya echaba su cuerpo hacia atrás para rozarme con su culo y había dejado que llevase mi mano hasta el interior de sus piernas.

Ana: “Bueno, esto es lo que me faltaba. ¿Osea que ahora te ponen más mis amigas que yo?

Yo: “No es que me pongan más, simplemente ellas son más… atrevidas. Y eso nos gusta a los hombres. Pero no pasa nada, tendrás que hacer un poco de sujetavelas mientras a ellas les entran en todos los bares”

Esa frase acabo de encender del todo a Ana, que se dio la vuelta y me medio empujo. Haciendo que dejara de tocarla.

Ana: “Ahora te vas a enterar, por gilipollas. Desnúdate y ven en 5 minutos a la habitación, que vas a flipar. Vas a ver si soy atrevida o no”

Y se fue dando un portazo. Yo, como no podía ser de otra manera, obedecí de inmediato. Me quité la camiseta y los pantalones del pijama, lo más difícil fue esperar esos eternos 5 minutos antes de ir hacia la habitación.

La espera mereció la pena.

¿Que creéis que me encontré?
 
Esta es la fantasía con la que conseguí excitar tanto a mi novia aquel día. Está contada en formato relato.

Ana había quedado aquel día con dos de sus amigas, Marina y Maria, para salir de fiesta. No suelen hacerlo habitualmente ya que a Ana no es de esas chicas a las que les gusta pasar todos los fines de semana borracha y con resaca, suele preferir planes más tranquilos. Aunque es cierto que las veces que decide irse de marcha lo disfruta mucho y suele llegar a casa bastante tarde y con unas copas de más.

Mi novia era una chica bajita, rondando el 1.60. Tiene el pelo castaño y la piel bastante blanca. Y es guapa, muy guapa. Lo que más me gusta de su cara es que es la de típica niña buena que nunca ha roto un plato, lo cual es cierto, porque es una chica que nunca se mete en líos y siempre intenta hacer lo correcto.

Pero lo realmente morboso es que esas pintas no concuerdan para nada con lo que esconde un poco más abajo, su punto fuerte, la razón por la que tantos y tantos hombres se han pajeado pensando en ella. Sus tetas. Ana tiene unos pechos muy grandes, rozando la talla cien, de una forma muy bonita y muy bien puestos. Sin embargo, lo que yo creo que es más excitante es como los usa, a ella le encanta lucir grandes escotes y utilizar sujetadores que realzan todavía más esos grandes atributos. Son habituales también las camisas un poco transparentes y de tirantes, haciendo ver que enseña más de lo que realmente muestra. Cuando la ves sabes que quiere provocarte, que quiere que le mires las tetas, que le pone saber que está siendo deseada.

El resto de su cuerpo son unas piernas muy bien trabajadas por haber hecho natación desde pequeña y que acaban en un culo pequeñito pero resultón. No es ni de lejos tan sorprendente como sus pechos, pero sabía sacarle partido.

La noche en cuestión estaba preparándose en el baño, llevaba puesto un juego de sujetador y braguitas negros, nada especial. Pero ver su culo y, sobretodo, sus tetas reflejadas en el cristal del baño, fue suficiente para excitarme. Me acerque por detras, pegé mi pelvis a ella y le empecé a sobar los pechos desde atrás.

Yo: “¿Que vas a llevar hoy puesto?”

Ella ni se inmuto por mis tocamientos, estaba demasiado concentrada en alisarse el pelo y maquillarse.

Ana: “Pues no lo se, seguramente la camiseta verde y unos vaqueros”

Yo: “Vaya, ¿eso tan soso?”

Ana: “No es soso, es normal”

Yo: “¿Marina y Maria cómo van a ir?”

Ana: “Pues Marina con el vestido de la última vez que salimos juntos y Maria con los vaqueros de siempre supongo”
Yo: “Vaya, con las ganas que tenía de que hoy te mirasen chicos y les calentases”

Ana: “Ya estás con tus tonterías de siempre..”

Yo: “Nono, pero no pasa nada, total no te va a mirar nadie hoy…”

Ana: “¿Y se puede saber porque no me va a mirar nadie?”

Yo: “Hombre Ana, tu vestida como una monja al lado de Marina con un escotazo y Maria marcando culo con esos vaqueros apretados”

A Ana le ponía y le enfadaba a partes iguales que la compararse con sus amigas. Tocaba su ego de una manera que la hacía cambiar totalmente su personalidad. A pesar de haber puesto mal cara ya echaba su cuerpo hacia atrás para rozarme con su culo y había dejado que llevase mi mano hasta el interior de sus piernas.

Ana: “Bueno, esto es lo que me faltaba. ¿Osea que ahora te ponen más mis amigas que yo?

Yo: “No es que me pongan más, simplemente ellas son más… atrevidas. Y eso nos gusta a los hombres. Pero no pasa nada, tendrás que hacer un poco de sujetavelas mientras a ellas les entran en todos los bares”

Esa frase acabo de encender del todo a Ana, que se dio la vuelta y me medio empujo. Haciendo que dejara de tocarla.

Ana: “Ahora te vas a enterar, por gilipollas. Desnúdate y ven en 5 minutos a la habitación, que vas a flipar. Vas a ver si soy atrevida o no”

Y se fue dando un portazo. Yo, como no podía ser de otra manera, obedecí de inmediato. Me quité la camiseta y los pantalones del pijama, lo más difícil fue esperar esos eternos 5 minutos antes de ir hacia la habitación.

La espera mereció la pena.

¿Que creéis que me encontré?
Dios miooo que bueno pues a tu mujer en ropa interior mu provocadora
 
Esta es la fantasía con la que conseguí excitar tanto a mi novia aquel día. Está contada en formato relato.

Ana había quedado aquel día con dos de sus amigas, Marina y Maria, para salir de fiesta. No suelen hacerlo habitualmente ya que a Ana no es de esas chicas a las que les gusta pasar todos los fines de semana borracha y con resaca, suele preferir planes más tranquilos. Aunque es cierto que las veces que decide irse de marcha lo disfruta mucho y suele llegar a casa bastante tarde y con unas copas de más.

Mi novia era una chica bajita, rondando el 1.60. Tiene el pelo castaño y la piel bastante blanca. Y es guapa, muy guapa. Lo que más me gusta de su cara es que es la de típica niña buena que nunca ha roto un plato, lo cual es cierto, porque es una chica que nunca se mete en líos y siempre intenta hacer lo correcto.

Pero lo realmente morboso es que esas pintas no concuerdan para nada con lo que esconde un poco más abajo, su punto fuerte, la razón por la que tantos y tantos hombres se han pajeado pensando en ella. Sus tetas. Ana tiene unos pechos muy grandes, rozando la talla cien, de una forma muy bonita y muy bien puestos. Sin embargo, lo que yo creo que es más excitante es como los usa, a ella le encanta lucir grandes escotes y utilizar sujetadores que realzan todavía más esos grandes atributos. Son habituales también las camisas un poco transparentes y de tirantes, haciendo ver que enseña más de lo que realmente muestra. Cuando la ves sabes que quiere provocarte, que quiere que le mires las tetas, que le pone saber que está siendo deseada.

El resto de su cuerpo son unas piernas muy bien trabajadas por haber hecho natación desde pequeña y que acaban en un culo pequeñito pero resultón. No es ni de lejos tan sorprendente como sus pechos, pero sabía sacarle partido.

La noche en cuestión estaba preparándose en el baño, llevaba puesto un juego de sujetador y braguitas negros, nada especial. Pero ver su culo y, sobretodo, sus tetas reflejadas en el cristal del baño, fue suficiente para excitarme. Me acerque por detras, pegé mi pelvis a ella y le empecé a sobar los pechos desde atrás.

Yo: “¿Que vas a llevar hoy puesto?”

Ella ni se inmuto por mis tocamientos, estaba demasiado concentrada en alisarse el pelo y maquillarse.

Ana: “Pues no lo se, seguramente la camiseta verde y unos vaqueros”

Yo: “Vaya, ¿eso tan soso?”

Ana: “No es soso, es normal”

Yo: “¿Marina y Maria cómo van a ir?”

Ana: “Pues Marina con el vestido de la última vez que salimos juntos y Maria con los vaqueros de siempre supongo”
Yo: “Vaya, con las ganas que tenía de que hoy te mirasen chicos y les calentases”

Ana: “Ya estás con tus tonterías de siempre..”

Yo: “Nono, pero no pasa nada, total no te va a mirar nadie hoy…”

Ana: “¿Y se puede saber porque no me va a mirar nadie?”

Yo: “Hombre Ana, tu vestida como una monja al lado de Marina con un escotazo y Maria marcando culo con esos vaqueros apretados”

A Ana le ponía y le enfadaba a partes iguales que la compararse con sus amigas. Tocaba su ego de una manera que la hacía cambiar totalmente su personalidad. A pesar de haber puesto mal cara ya echaba su cuerpo hacia atrás para rozarme con su culo y había dejado que llevase mi mano hasta el interior de sus piernas.

Ana: “Bueno, esto es lo que me faltaba. ¿Osea que ahora te ponen más mis amigas que yo?

Yo: “No es que me pongan más, simplemente ellas son más… atrevidas. Y eso nos gusta a los hombres. Pero no pasa nada, tendrás que hacer un poco de sujetavelas mientras a ellas les entran en todos los bares”

Esa frase acabo de encender del todo a Ana, que se dio la vuelta y me medio empujo. Haciendo que dejara de tocarla.

Ana: “Ahora te vas a enterar, por gilipollas. Desnúdate y ven en 5 minutos a la habitación, que vas a flipar. Vas a ver si soy atrevida o no”

Y se fue dando un portazo. Yo, como no podía ser de otra manera, obedecí de inmediato. Me quité la camiseta y los pantalones del pijama, lo más difícil fue esperar esos eternos 5 minutos antes de ir hacia la habitación.

La espera mereció la pena.

¿Que creéis que me encontré?
Te la encontraste bien abierta de piernas esperando polla, deseando que sigas
 
Esta es la fantasía con la que conseguí excitar tanto a mi novia aquel día. Está contada en formato relato.

Ana había quedado aquel día con dos de sus amigas, Marina y Maria, para salir de fiesta. No suelen hacerlo habitualmente ya que a Ana no es de esas chicas a las que les gusta pasar todos los fines de semana borracha y con resaca, suele preferir planes más tranquilos. Aunque es cierto que las veces que decide irse de marcha lo disfruta mucho y suele llegar a casa bastante tarde y con unas copas de más.

Mi novia era una chica bajita, rondando el 1.60. Tiene el pelo castaño y la piel bastante blanca. Y es guapa, muy guapa. Lo que más me gusta de su cara es que es la de típica niña buena que nunca ha roto un plato, lo cual es cierto, porque es una chica que nunca se mete en líos y siempre intenta hacer lo correcto.

Pero lo realmente morboso es que esas pintas no concuerdan para nada con lo que esconde un poco más abajo, su punto fuerte, la razón por la que tantos y tantos hombres se han pajeado pensando en ella. Sus tetas. Ana tiene unos pechos muy grandes, rozando la talla cien, de una forma muy bonita y muy bien puestos. Sin embargo, lo que yo creo que es más excitante es como los usa, a ella le encanta lucir grandes escotes y utilizar sujetadores que realzan todavía más esos grandes atributos. Son habituales también las camisas un poco transparentes y de tirantes, haciendo ver que enseña más de lo que realmente muestra. Cuando la ves sabes que quiere provocarte, que quiere que le mires las tetas, que le pone saber que está siendo deseada.

El resto de su cuerpo son unas piernas muy bien trabajadas por haber hecho natación desde pequeña y que acaban en un culo pequeñito pero resultón. No es ni de lejos tan sorprendente como sus pechos, pero sabía sacarle partido.

La noche en cuestión estaba preparándose en el baño, llevaba puesto un juego de sujetador y braguitas negros, nada especial. Pero ver su culo y, sobretodo, sus tetas reflejadas en el cristal del baño, fue suficiente para excitarme. Me acerque por detras, pegé mi pelvis a ella y le empecé a sobar los pechos desde atrás.

Yo: “¿Que vas a llevar hoy puesto?”

Ella ni se inmuto por mis tocamientos, estaba demasiado concentrada en alisarse el pelo y maquillarse.

Ana: “Pues no lo se, seguramente la camiseta verde y unos vaqueros”

Yo: “Vaya, ¿eso tan soso?”

Ana: “No es soso, es normal”

Yo: “¿Marina y Maria cómo van a ir?”

Ana: “Pues Marina con el vestido de la última vez que salimos juntos y Maria con los vaqueros de siempre supongo”
Yo: “Vaya, con las ganas que tenía de que hoy te mirasen chicos y les calentases”

Ana: “Ya estás con tus tonterías de siempre..”

Yo: “Nono, pero no pasa nada, total no te va a mirar nadie hoy…”

Ana: “¿Y se puede saber porque no me va a mirar nadie?”

Yo: “Hombre Ana, tu vestida como una monja al lado de Marina con un escotazo y Maria marcando culo con esos vaqueros apretados”

A Ana le ponía y le enfadaba a partes iguales que la compararse con sus amigas. Tocaba su ego de una manera que la hacía cambiar totalmente su personalidad. A pesar de haber puesto mal cara ya echaba su cuerpo hacia atrás para rozarme con su culo y había dejado que llevase mi mano hasta el interior de sus piernas.

Ana: “Bueno, esto es lo que me faltaba. ¿Osea que ahora te ponen más mis amigas que yo?

Yo: “No es que me pongan más, simplemente ellas son más… atrevidas. Y eso nos gusta a los hombres. Pero no pasa nada, tendrás que hacer un poco de sujetavelas mientras a ellas les entran en todos los bares”

Esa frase acabo de encender del todo a Ana, que se dio la vuelta y me medio empujo. Haciendo que dejara de tocarla.

Ana: “Ahora te vas a enterar, por gilipollas. Desnúdate y ven en 5 minutos a la habitación, que vas a flipar. Vas a ver si soy atrevida o no”

Y se fue dando un portazo. Yo, como no podía ser de otra manera, obedecí de inmediato. Me quité la camiseta y los pantalones del pijama, lo más difícil fue esperar esos eternos 5 minutos antes de ir hacia la habitación.

La espera mereció la pena.

¿Que creéis que me encontré?

La espera mereció la pena, Ana me esperaba de pie al otro lado de la cama. Se había vestido, pero de una forma totalmente diferente a la que me había contado. Llevaba una camisa blanca con escote en pico, un escote que en otra chica puede que fuese algo normal, pero en ella quedaba hasta obsceno. Esa prenda de ropa no era capaz de sostener los enormes pechos de mi novia, ese tipo de camisas las solía usar mi novia cuando tenía 16 o 17 años, en aquella época sus tetas, aunque grandes, no se habían desarrollado del todo. Ahora esa tela aprisionaba sus senos, los presionaba de tal manera que la mitad de ellos sobresalian por encima del escote. Además era de una tela bastante fina y llegaba a transparentarse el sujetador negro que llevaba por debajo, podría haber elegido uno de otro color, pero con ese es con el que más se notaba. Esto no era una provocación escondida, no estaba insinuando, directamente le estaba ofreciendo la mejor parte de su cuerpo a cualquier que quisiera mirar.

Pero eso no era lo mejor, si su parte de arriba había provocado que la erección de dentro de mis calzoncillos pasase de mediana a gigante, la parte de abajo casi hace que me corra en ese momento. Mi novia habia elegido una falda, bueno, una mini falda, de color negro y muy ceñida. Parecida a la que podrías imaginarte que llevaría una secretaria, pero no una normal, una que encontrarías en un video de dudosa reputación. Porque la vestimenta de Ana hoy era eso, era como la fantasía erótica de cualquier hombre. Aunque lo más morboso de todo era que yo conocía muy bien esa falda:

Yo: “Joder Ana, esa es la falda que te pusiste la primera vez que te folle”

Ana: “Mmm como te acuerdas, eh. Que pesado fuiste para que me la pusiera”

Yo: “Es que ya sabes que me pone mucho. ¿Te acuerdas porque, no?”

Mientras hablábamos, ella empezó a caminar y a rodear la cama que nos separaba para llegar hasta mi.

Ana: “Mmmm recuerdamelo”

Yo: “Uf Ana, es la que te ponias antes de empezar a salir. Es con la que siempre te tocaba el culo”

Ana: “Bueno, me lo tocabas tu.. y casi todos. Incluidos tus amigos, ¿te acuerdas?”

Ella intento provocarme, además de la mejor forma posible, diciendo la verdad. Ana siempre se habia dejado manosear bastante antes de que empezasemos a salir, sobretodo cuando estaba un poco bebida. Yo contraataque a la provocación.

Yo: “Eras un poco guarra en aquella época”

Ella: “Si, ¿y que? Tu eras un pringao que solo se atrevía a rozarme el culo. Otros me lo tocaban de verdad, hasta me metían la mano por debajo de la falda. ¿Te acuerdas, no? Tu te quedabas mirando como un idiota”

Otra vez volvía a tener razón, tengo recuerdos muy morbosos de mi ahora novia enrollándose con desconocidos. Pegada contra una pared y con el chico tocando con sus dos manos directamente su culo. Pero eso no fue lo único a lo que se atrevió aquel chaval.

Yo: “Si, me acuerdo. También me acuerdo que llevabas un escote de guarra como ahora. ¿Te acuerdas de lo que te hizo en ese escote?”

Ana: “Mmmm que buena memoria tienes, como se nota que te encanto, eh. Te encantó ver como se puso a comerme las tetas delante tuyo, en mitad de la discoteca. Esas tetas que tanto te gustaban y que no podías ni tocar”

Este recuerdo encendió mucho a mi novia, mientras terminaba de hablar ya estaba bajándome los pantalones y empezando a masturbarme lentamente.

Ana: “Y, ¿sabes lo mejor? Fui yo quien le pidió que me chupase las tetas, estaba tan cachonda que me daba igual que me vieras, hasta me ponia mas. Recuerdo que me estaba matando de placer mientras te miraba, recuerdo mirarte y ver como te ibas. ¿A donde fuiste?”

Yo: “Ya sabes la respuesta”

Ana: “Dilo”

Yo: “Al baño”

Ana: “¿A que fuiste al baño?”

Ella aceleró el ritmo de su mano.

Yo: “A hacerme una paja joder, a tocarme pensando en lo guarra que era y en como te estaban medio follando en mitad de un bar”

Ana: “Mmmm joder, que pringado eras, mientras ese tio se ponia las botas conmigo tu estabas en el baño haciendote una puta paja”

Yo estaba bastante cerca de correrme e intenté tocarle el culo para llegar al orgasmo agarrado a él, pero ella no me dejó. Solo pude poner mis manos unos segundos, lo suficiente para recordar lo fina que era esa falda y como al posar tus manos era prácticamente como si lo hicieras sobre su piel.

Ana: “No me toques, hoy me van a tocar todos menos tú, por haber sido un gilipollas antes en el baño. Túmbate”

De un casi empujón Ana me echó sobre la cama que teníamos al lado, rápidamente se subió a horcajadas sobre mí y me sujeto los dos brazos, dejándome claro que lo de no tocarla iba totalmente en serio.

Ana: “¿Sabes lo que tendría que haber hecho esa noche? Llevarlo al baño y follarmelo, dios estaba tan cachonda que lo hubiese hecho. A la puerta de al lado de donde estabas tú, para que me oyeses follar. Para que te corrieras escuchando como aquel tío conseguía follarme mientras tu solo te podías hacer una triste paja”

Mi novia acompañaba esa excitante historia con movimientos para rozar su coño contra mi polla, que estaba totalmente desnuda. A ella le encanta hacer eso, conseguía mucho placer de restregarse contra mí, sin necesitar penetración directamente. Lo que era un regalo para ella, para mi era una pesadilla, lo que mas queria en ese momento era follarmela.

Ana: “Joder, que cachonda me esta poniendo esto, dios, me estoy empapando”

Yo: “Deja que te folle Ana, no puedes salir asi”

Ana: “Uf, si, claro que puedo. Antes hiciste el tonto diciendome que no era atrevida y ahora te aguantas. Hoy no me voy a cortar ni un pelo”

Yo: “¿Y si alguien quiere bailar contigo?”

Ana: “Pues que baile, y que se acerque, ¿no?”

Yo: “Uff si, pero y, ¿si te quiere tocar el culo? Joder Ana con esa falda es como si no llevaras nada”

Ana: “Pues que me lo toque, como antes de empezar contigo, quiero volver a ponerme asi de cachonda”

Yo: “Quieres volver a ser así de guarra”

Ana: “Y tu volver a ser un pringao, que te vas a quedar en casa masturbandote mientas otros me comen las tetas”

Yo: “¿Vas a volver a dejar que te las coman? ¿Como ese día? ¿Delante de todos?

Ana: “Mmmm si joder, que cachonda me puso aquello. Pero te digo una cosa, nose si esta vez voy a poder resistirme. Alomejor me lo tengo que follar en los baños”

Yo: “Uf, joder, ¿serias capaz?”

Ana empezó a aumentar el ritmo de su movimiento, aprisionaba mi polla entre sus piernas, haciendo que rozase completamente su coño. Lo estaba haciendo a una velocidad que casi me hacía daño, empezaba a notar como su ropa interior estaba cada vez más húmeda.

En el momento en que notaba que mi novia estaba más cerca del orgasmo, su móvil sono, ella se bajó rápidamente y tecleó algó.

Ana: “Estas ya están yendo, me voy”

Yo: “No me jodas, te vas a ir así… ¿y me vas a dejar asi?”

Ana: “Puedes hacerte una paja, que se te da muy bien”

Antes de irse, me dejó un último regalito. Se levanto la falda por detrás, enseñandome su culo cubierto minimamente por un minusculo tanga negro.

Ana: “¿Me queda bien este tanga? Es el que me regalaste tu. Bueno, me voy, no me esperes despierto que llegaré tarde”

—---------------------------------------------------------------

Mientras me masturbaba pensando en esa última imagen que me habia regalado mi novia, ella me dio otra sorpresa. Esta vez en forma de mensajes:

Ana: “Me acabo de encontrar al vecino de al lado en el ascensor. Me ha dicho que voy muy guapa”
Ana: “Me dice que si compartimos un taxi, que el también va a salir por el centro. Le digo que sin problema, ¿no?”

Ana: “Bueno, supongo que estarás muy ocupado, estamos yendo ya. No deja de mirarme las tetas cuando me habla, me ha preguntado que porque estaba sudando. ¿Se lo cuento?”

Ana: “Me ha dicho que si a ti no te importa me invita luego a un chupito, por ti genial, ¿no?”

Continuará…
 
La espera mereció la pena, Ana me esperaba de pie al otro lado de la cama. Se había vestido, pero de una forma totalmente diferente a la que me había contado. Llevaba una camisa blanca con escote en pico, un escote que en otra chica puede que fuese algo normal, pero en ella quedaba hasta obsceno. Esa prenda de ropa no era capaz de sostener los enormes pechos de mi novia, ese tipo de camisas las solía usar mi novia cuando tenía 16 o 17 años, en aquella época sus tetas, aunque grandes, no se habían desarrollado del todo. Ahora esa tela aprisionaba sus senos, los presionaba de tal manera que la mitad de ellos sobresalian por encima del escote. Además era de una tela bastante fina y llegaba a transparentarse el sujetador negro que llevaba por debajo, podría haber elegido uno de otro color, pero con ese es con el que más se notaba. Esto no era una provocación escondida, no estaba insinuando, directamente le estaba ofreciendo la mejor parte de su cuerpo a cualquier que quisiera mirar.

Pero eso no era lo mejor, si su parte de arriba había provocado que la erección de dentro de mis calzoncillos pasase de mediana a gigante, la parte de abajo casi hace que me corra en ese momento. Mi novia habia elegido una falda, bueno, una mini falda, de color negro y muy ceñida. Parecida a la que podrías imaginarte que llevaría una secretaria, pero no una normal, una que encontrarías en un video de dudosa reputación. Porque la vestimenta de Ana hoy era eso, era como la fantasía erótica de cualquier hombre. Aunque lo más morboso de todo era que yo conocía muy bien esa falda:

Yo: “Joder Ana, esa es la falda que te pusiste la primera vez que te folle”

Ana: “Mmm como te acuerdas, eh. Que pesado fuiste para que me la pusiera”

Yo: “Es que ya sabes que me pone mucho. ¿Te acuerdas porque, no?”

Mientras hablábamos, ella empezó a caminar y a rodear la cama que nos separaba para llegar hasta mi.

Ana: “Mmmm recuerdamelo”

Yo: “Uf Ana, es la que te ponias antes de empezar a salir. Es con la que siempre te tocaba el culo”

Ana: “Bueno, me lo tocabas tu.. y casi todos. Incluidos tus amigos, ¿te acuerdas?”

Ella intento provocarme, además de la mejor forma posible, diciendo la verdad. Ana siempre se habia dejado manosear bastante antes de que empezasemos a salir, sobretodo cuando estaba un poco bebida. Yo contraataque a la provocación.

Yo: “Eras un poco guarra en aquella época”

Ella: “Si, ¿y que? Tu eras un pringao que solo se atrevía a rozarme el culo. Otros me lo tocaban de verdad, hasta me metían la mano por debajo de la falda. ¿Te acuerdas, no? Tu te quedabas mirando como un idiota”

Otra vez volvía a tener razón, tengo recuerdos muy morbosos de mi ahora novia enrollándose con desconocidos. Pegada contra una pared y con el chico tocando con sus dos manos directamente su culo. Pero eso no fue lo único a lo que se atrevió aquel chaval.

Yo: “Si, me acuerdo. También me acuerdo que llevabas un escote de guarra como ahora. ¿Te acuerdas de lo que te hizo en ese escote?”

Ana: “Mmmm que buena memoria tienes, como se nota que te encanto, eh. Te encantó ver como se puso a comerme las tetas delante tuyo, en mitad de la discoteca. Esas tetas que tanto te gustaban y que no podías ni tocar”

Este recuerdo encendió mucho a mi novia, mientras terminaba de hablar ya estaba bajándome los pantalones y empezando a masturbarme lentamente.

Ana: “Y, ¿sabes lo mejor? Fui yo quien le pidió que me chupase las tetas, estaba tan cachonda que me daba igual que me vieras, hasta me ponia mas. Recuerdo que me estaba matando de placer mientras te miraba, recuerdo mirarte y ver como te ibas. ¿A donde fuiste?”

Yo: “Ya sabes la respuesta”

Ana: “Dilo”

Yo: “Al baño”

Ana: “¿A que fuiste al baño?”

Ella aceleró el ritmo de su mano.

Yo: “A hacerme una paja joder, a tocarme pensando en lo guarra que era y en como te estaban medio follando en mitad de un bar”

Ana: “Mmmm joder, que pringado eras, mientras ese tio se ponia las botas conmigo tu estabas en el baño haciendote una puta paja”

Yo estaba bastante cerca de correrme e intenté tocarle el culo para llegar al orgasmo agarrado a él, pero ella no me dejó. Solo pude poner mis manos unos segundos, lo suficiente para recordar lo fina que era esa falda y como al posar tus manos era prácticamente como si lo hicieras sobre su piel.

Ana: “No me toques, hoy me van a tocar todos menos tú, por haber sido un gilipollas antes en el baño. Túmbate”

De un casi empujón Ana me echó sobre la cama que teníamos al lado, rápidamente se subió a horcajadas sobre mí y me sujeto los dos brazos, dejándome claro que lo de no tocarla iba totalmente en serio.

Ana: “¿Sabes lo que tendría que haber hecho esa noche? Llevarlo al baño y follarmelo, dios estaba tan cachonda que lo hubiese hecho. A la puerta de al lado de donde estabas tú, para que me oyeses follar. Para que te corrieras escuchando como aquel tío conseguía follarme mientras tu solo te podías hacer una triste paja”

Mi novia acompañaba esa excitante historia con movimientos para rozar su coño contra mi polla, que estaba totalmente desnuda. A ella le encanta hacer eso, conseguía mucho placer de restregarse contra mí, sin necesitar penetración directamente. Lo que era un regalo para ella, para mi era una pesadilla, lo que mas queria en ese momento era follarmela.

Ana: “Joder, que cachonda me esta poniendo esto, dios, me estoy empapando”

Yo: “Deja que te folle Ana, no puedes salir asi”

Ana: “Uf, si, claro que puedo. Antes hiciste el tonto diciendome que no era atrevida y ahora te aguantas. Hoy no me voy a cortar ni un pelo”

Yo: “¿Y si alguien quiere bailar contigo?”

Ana: “Pues que baile, y que se acerque, ¿no?”

Yo: “Uff si, pero y, ¿si te quiere tocar el culo? Joder Ana con esa falda es como si no llevaras nada”

Ana: “Pues que me lo toque, como antes de empezar contigo, quiero volver a ponerme asi de cachonda”

Yo: “Quieres volver a ser así de guarra”

Ana: “Y tu volver a ser un pringao, que te vas a quedar en casa masturbandote mientas otros me comen las tetas”

Yo: “¿Vas a volver a dejar que te las coman? ¿Como ese día? ¿Delante de todos?

Ana: “Mmmm si joder, que cachonda me puso aquello. Pero te digo una cosa, nose si esta vez voy a poder resistirme. Alomejor me lo tengo que follar en los baños”

Yo: “Uf, joder, ¿serias capaz?”

Ana empezó a aumentar el ritmo de su movimiento, aprisionaba mi polla entre sus piernas, haciendo que rozase completamente su coño. Lo estaba haciendo a una velocidad que casi me hacía daño, empezaba a notar como su ropa interior estaba cada vez más húmeda.

En el momento en que notaba que mi novia estaba más cerca del orgasmo, su móvil sono, ella se bajó rápidamente y tecleó algó.

Ana: “Estas ya están yendo, me voy”

Yo: “No me jodas, te vas a ir así… ¿y me vas a dejar asi?”

Ana: “Puedes hacerte una paja, que se te da muy bien”

Antes de irse, me dejó un último regalito. Se levanto la falda por detrás, enseñandome su culo cubierto minimamente por un minusculo tanga negro.

Ana: “¿Me queda bien este tanga? Es el que me regalaste tu. Bueno, me voy, no me esperes despierto que llegaré tarde”

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Mientras me masturbaba pensando en esa última imagen que me habia regalado mi novia, ella me dio otra sorpresa. Esta vez en forma de mensajes:

Ana: “Me acabo de encontrar al vecino de al lado en el ascensor. Me ha dicho que voy muy guapa”
Ana: “Me dice que si compartimos un taxi, que el también va a salir por el centro. Le digo que sin problema, ¿no?”

Ana: “Bueno, supongo que estarás muy ocupado, estamos yendo ya. No deja de mirarme las tetas cuando me habla, me ha preguntado que porque estaba sudando. ¿Se lo cuento?”

Ana: “Me ha dicho que si a ti no te importa me invita luego a un chupito, por ti genial, ¿no?”

Continuará…
ufff si hacen la película me pido el papel del vecino:love:, encontrase asi a una hembra poco satisfecha con el coñito empapado, en el ascensor...:polla2: el sueño torrido de todo hombre
 
La espera mereció la pena, Ana me esperaba de pie al otro lado de la cama. Se había vestido, pero de una forma totalmente diferente a la que me había contado. Llevaba una camisa blanca con escote en pico, un escote que en otra chica puede que fuese algo normal, pero en ella quedaba hasta obsceno. Esa prenda de ropa no era capaz de sostener los enormes pechos de mi novia, ese tipo de camisas las solía usar mi novia cuando tenía 16 o 17 años, en aquella época sus tetas, aunque grandes, no se habían desarrollado del todo. Ahora esa tela aprisionaba sus senos, los presionaba de tal manera que la mitad de ellos sobresalian por encima del escote. Además era de una tela bastante fina y llegaba a transparentarse el sujetador negro que llevaba por debajo, podría haber elegido uno de otro color, pero con ese es con el que más se notaba. Esto no era una provocación escondida, no estaba insinuando, directamente le estaba ofreciendo la mejor parte de su cuerpo a cualquier que quisiera mirar.

Pero eso no era lo mejor, si su parte de arriba había provocado que la erección de dentro de mis calzoncillos pasase de mediana a gigante, la parte de abajo casi hace que me corra en ese momento. Mi novia habia elegido una falda, bueno, una mini falda, de color negro y muy ceñida. Parecida a la que podrías imaginarte que llevaría una secretaria, pero no una normal, una que encontrarías en un video de dudosa reputación. Porque la vestimenta de Ana hoy era eso, era como la fantasía erótica de cualquier hombre. Aunque lo más morboso de todo era que yo conocía muy bien esa falda:

Yo: “Joder Ana, esa es la falda que te pusiste la primera vez que te folle”

Ana: “Mmm como te acuerdas, eh. Que pesado fuiste para que me la pusiera”

Yo: “Es que ya sabes que me pone mucho. ¿Te acuerdas porque, no?”

Mientras hablábamos, ella empezó a caminar y a rodear la cama que nos separaba para llegar hasta mi.

Ana: “Mmmm recuerdamelo”

Yo: “Uf Ana, es la que te ponias antes de empezar a salir. Es con la que siempre te tocaba el culo”

Ana: “Bueno, me lo tocabas tu.. y casi todos. Incluidos tus amigos, ¿te acuerdas?”

Ella intento provocarme, además de la mejor forma posible, diciendo la verdad. Ana siempre se habia dejado manosear bastante antes de que empezasemos a salir, sobretodo cuando estaba un poco bebida. Yo contraataque a la provocación.

Yo: “Eras un poco guarra en aquella época”

Ella: “Si, ¿y que? Tu eras un pringao que solo se atrevía a rozarme el culo. Otros me lo tocaban de verdad, hasta me metían la mano por debajo de la falda. ¿Te acuerdas, no? Tu te quedabas mirando como un idiota”

Otra vez volvía a tener razón, tengo recuerdos muy morbosos de mi ahora novia enrollándose con desconocidos. Pegada contra una pared y con el chico tocando con sus dos manos directamente su culo. Pero eso no fue lo único a lo que se atrevió aquel chaval.

Yo: “Si, me acuerdo. También me acuerdo que llevabas un escote de guarra como ahora. ¿Te acuerdas de lo que te hizo en ese escote?”

Ana: “Mmmm que buena memoria tienes, como se nota que te encanto, eh. Te encantó ver como se puso a comerme las tetas delante tuyo, en mitad de la discoteca. Esas tetas que tanto te gustaban y que no podías ni tocar”

Este recuerdo encendió mucho a mi novia, mientras terminaba de hablar ya estaba bajándome los pantalones y empezando a masturbarme lentamente.

Ana: “Y, ¿sabes lo mejor? Fui yo quien le pidió que me chupase las tetas, estaba tan cachonda que me daba igual que me vieras, hasta me ponia mas. Recuerdo que me estaba matando de placer mientras te miraba, recuerdo mirarte y ver como te ibas. ¿A donde fuiste?”

Yo: “Ya sabes la respuesta”

Ana: “Dilo”

Yo: “Al baño”

Ana: “¿A que fuiste al baño?”

Ella aceleró el ritmo de su mano.

Yo: “A hacerme una paja joder, a tocarme pensando en lo guarra que era y en como te estaban medio follando en mitad de un bar”

Ana: “Mmmm joder, que pringado eras, mientras ese tio se ponia las botas conmigo tu estabas en el baño haciendote una puta paja”

Yo estaba bastante cerca de correrme e intenté tocarle el culo para llegar al orgasmo agarrado a él, pero ella no me dejó. Solo pude poner mis manos unos segundos, lo suficiente para recordar lo fina que era esa falda y como al posar tus manos era prácticamente como si lo hicieras sobre su piel.

Ana: “No me toques, hoy me van a tocar todos menos tú, por haber sido un gilipollas antes en el baño. Túmbate”

De un casi empujón Ana me echó sobre la cama que teníamos al lado, rápidamente se subió a horcajadas sobre mí y me sujeto los dos brazos, dejándome claro que lo de no tocarla iba totalmente en serio.

Ana: “¿Sabes lo que tendría que haber hecho esa noche? Llevarlo al baño y follarmelo, dios estaba tan cachonda que lo hubiese hecho. A la puerta de al lado de donde estabas tú, para que me oyeses follar. Para que te corrieras escuchando como aquel tío conseguía follarme mientras tu solo te podías hacer una triste paja”

Mi novia acompañaba esa excitante historia con movimientos para rozar su coño contra mi polla, que estaba totalmente desnuda. A ella le encanta hacer eso, conseguía mucho placer de restregarse contra mí, sin necesitar penetración directamente. Lo que era un regalo para ella, para mi era una pesadilla, lo que mas queria en ese momento era follarmela.

Ana: “Joder, que cachonda me esta poniendo esto, dios, me estoy empapando”

Yo: “Deja que te folle Ana, no puedes salir asi”

Ana: “Uf, si, claro que puedo. Antes hiciste el tonto diciendome que no era atrevida y ahora te aguantas. Hoy no me voy a cortar ni un pelo”

Yo: “¿Y si alguien quiere bailar contigo?”

Ana: “Pues que baile, y que se acerque, ¿no?”

Yo: “Uff si, pero y, ¿si te quiere tocar el culo? Joder Ana con esa falda es como si no llevaras nada”

Ana: “Pues que me lo toque, como antes de empezar contigo, quiero volver a ponerme asi de cachonda”

Yo: “Quieres volver a ser así de guarra”

Ana: “Y tu volver a ser un pringao, que te vas a quedar en casa masturbandote mientas otros me comen las tetas”

Yo: “¿Vas a volver a dejar que te las coman? ¿Como ese día? ¿Delante de todos?

Ana: “Mmmm si joder, que cachonda me puso aquello. Pero te digo una cosa, nose si esta vez voy a poder resistirme. Alomejor me lo tengo que follar en los baños”

Yo: “Uf, joder, ¿serias capaz?”

Ana empezó a aumentar el ritmo de su movimiento, aprisionaba mi polla entre sus piernas, haciendo que rozase completamente su coño. Lo estaba haciendo a una velocidad que casi me hacía daño, empezaba a notar como su ropa interior estaba cada vez más húmeda.

En el momento en que notaba que mi novia estaba más cerca del orgasmo, su móvil sono, ella se bajó rápidamente y tecleó algó.

Ana: “Estas ya están yendo, me voy”

Yo: “No me jodas, te vas a ir así… ¿y me vas a dejar asi?”

Ana: “Puedes hacerte una paja, que se te da muy bien”

Antes de irse, me dejó un último regalito. Se levanto la falda por detrás, enseñandome su culo cubierto minimamente por un minusculo tanga negro.

Ana: “¿Me queda bien este tanga? Es el que me regalaste tu. Bueno, me voy, no me esperes despierto que llegaré tarde”

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Mientras me masturbaba pensando en esa última imagen que me habia regalado mi novia, ella me dio otra sorpresa. Esta vez en forma de mensajes:

Ana: “Me acabo de encontrar al vecino de al lado en el ascensor. Me ha dicho que voy muy guapa”
Ana: “Me dice que si compartimos un taxi, que el también va a salir por el centro. Le digo que sin problema, ¿no?”

Ana: “Bueno, supongo que estarás muy ocupado, estamos yendo ya. No deja de mirarme las tetas cuando me habla, me ha preguntado que porque estaba sudando. ¿Se lo cuento?”

Ana: “Me ha dicho que si a ti no te importa me invita luego a un chupito, por ti genial, ¿no?”

Continuará…
Dios mío ke bueno kiero más kiero más
 
Ana llego a casa el domingo por la noche, estuvimos cenando y comentamos cosas del fin de semana. Me conto lo que habían hecho y que tal lo habían pasado pero sin decir nada relacionado con el camarero ni con el ámbito sexual.

Aguante toda la cena sin sacar yo el tema pero finalmente no resistí mas:

Yo: “¿No me vas a contar nada del camarero? Vaya como te queda ese vestido.”

Acompañe mis palabras echándome un poco encima de ella y sobándole las tetas. Ante todo pronóstico ella no me siguió el juego.

Ana: “Hoy no me apetece cariño, ya lo hablamos mañana. Voy a cambiarme”

Y se fue a la habitación, dejándome con una media ereccion y bastante decepcionado. Pero cuando ya pensaba que esa noche me quedaba sin sexo…

Ana: “¿Puedes venir a la habitación?”

Cuando entre en la habitacion me encontre a Ana con el vestido que habia llevado a Leon. No os podéis imaginar como le quedaba, el escote era espectacular. Si me ponía un poco cerca de ella, desde mi altura, prácticamente podría verle la totalidad de sus pechos.

Nada mas que entre en la habitación, ella se abalanzó sobre mi, empezó a besarme con desesperación y a pegar su cuerpo contra el mio. Ahi note que Ana no llevaba sujetador y que su vestido era tan fino que era como estar pegada a su pecho desnudo.

Lleve mis manos a su culo y comprobé que en la parte de abajo era igual, era como estar tocando directamente su piel. Me imagine como en Leon algún chico rozaría su paquete contra el culo de mi novia, y como ella sentiría su polla prácticamente como si fuese desnuda.

Yo: “Pero no es que estabas cansada y no querías hablar”

Ana: “Es que no vamos a hablar, hoy solo me vas a follar. Me vas a poner a cuatro patas y no vas a decir ni una palabra”

Era raro ver a Ana tan dominante, pero me deje llevar. Se notaba que estaba super cachondo y eso me encantaba. Al empezar a quitarle ella me volvió a parar:

Ana: “No, follame con el vestido puesto. Y follame ya”

No perdió mas el tiempo, se puso a cuatro patas sobre la cama y me ofreció su culo. Que estaba todavía cubierto por el vestido, el cual se pegaba totalmente a su piel y marcaba un tanga minusculo.

Yo: “Dios Ana, que pinta de puta tienes ahora mismo”

Ana: “De verdad, porfavor, hoy quiero que estes totalmente callado. Lo necesito”

Yo: “¿Porque Ana? ¿Vas a imaginar que te folla otro? ¿Vas a imaginar que te folla el camarero de Leon”

Ana: “Joder, si, eso es lo que quieres escuchar, ¿no? Voy a imaginar como me folla ese cabron. Tu puedes azotarme, tirarme del pelo, lo que quieras. Pero no digas ni una palabra”

Esas palabras me encendieron como nunca, le levante el vestido y le pegué un azote bastante fuerte en una nalga.

Ana: “Ohh sii… dios.. dame”

Volví a pegarle otra vez y me fije en como le quedaba el tanga, era uno con transparencias que le había regalado por un cumpleaños. Se lo quite e inmediatamente note como estaba muy mojado, quise comprobarlo con mi boca.

Ana: “Oh si, joder, si. Comeme el coño cerdo. Llevas toda la noche deseándolo, eh. Vas de chulo pero has acabado comiendome el coño como un cerdo”

Creo que entendí lo que Ana quería decirme, el chico que habia conocido era un chulo y queria que me comportase como tal. Retire la boca de su coño y volvi a incorporarme, le pegue otro par de azotes que hizo que se retorciese de gusto.

Ana: “Aggh, cabron, follame ya. Dios”

Yo quise seguir jugando con ella, puse mi polla a la entrada de su coño y empece a restregarla, sin llegar a penetrarla.

Ana: “Uf, follame cabron, ya. Lo necesito ya. No aguanto mas, uff”

Ana: “Dios, porfavor hazlo, porfavor. Soy una calientapollas, pero follame por dios. FOLLAME”

No aguante mas, se la meti de una, empece a darle lo mas duro que podia. Me había vuelto loco como había prácticamente suplicado que se la follasen. Casi sacaba mi polla del todo y se la volvía a meter entera.

Ana: “Oh si, dios, que bien me estas follando. Sigue, sigueee”

Estuvimos un rato asi, hasta que se me ocurrio una idea. Para seguir en mi papel de chulo deje el mete-saca, me quede quito con mi polla medio metida dentro de ella. Ana entendio perfectamente lo que hacía.

Ana: “¿Quieres que te folle yo, eh? Te vas a enterar”

Empezó a moverse de atrás como una loca, se la metía y sacaba a todavía mas velocidad que antes. Estaba descontrolada. Después de unos minutos así, estábamos los dos a punto de corrernos. Ella bajo un poco el ritmo.

Ana: “Buf, voy a correrme”

Y aquí vino una de las cosas mas importantes, Ana alargo su mano para alcanzar su móvil, lo desbloqueo y dio un par de toques para entrar en una aplicación. No entendía nada

Ella empezó a moverse otra vez, pero de forma mas suave, como queriendo sentir toda mi polla.

Ana: “Oh si dios, pero que polla Rafa, que polla”

Primera vez que decia su nombre.

Ana: “Buf, me vuelvo loca, joder. Decias la verdad, vaya pedazo de pollon”

Ana: “Si joder, es el doble que la de mi puto novio. Que gusto joder”

Esa frase me encendió del todo, pase al ataque. La agarre fuerte de las caderas y volví a follarmela a toda velocidad. Ella siguió provocadome.

Ana: “Dios, dios, que bien me estas follando, es el mejor polvo de mi vida”

Ana: “Uf, me muero, vas a tener que enseñarle a mi novio como se me tiene que follar”

La agarre del pelo con todas mis fuerzas.

Ana: “Siii joder, agarrame, hazme lo que quieras. Soy tu guarra, hazme lo que quieras”

Se empezó a correr después de esa frase.

Ana: “Oh, dios, me corro, me corro, me corroooo”

Ana: “Rafa, rafa, dios, que me haces. Rafaaaa. Me corro, dios”

Yo me corrí casi a la vez, escuchando como Ana gritaba el nombre de ese chico.

————————————————

Yo: “Ana, ¿que estabas viendo en el movil?”

Ana: “Uf, me da mucha verguenza, de verdad. ¿Seguro que quieres verlo?”



¿Que creeis que estaba viendo?
No nos dejes así, por favor!!!!
 
Las palabras de Sara me hicieron sentirme muy extraño, por una parte estaba dolido por la posibilidad de que Ana follase con Javier pero por otro era realmente excitante, no acababa de entender muy bien ese conflicto de sentimientos. Decidí continuar la conversación:

Yo: “No creo que Ana sea de esas que se follan al primero que pasa. Ademas, no creo que le guste Javi”

Sara: “Nono yo tampoco, en una situación nomal seguro que no pasaria nada, pero es que Ana hoy esta cachondisima. En mi reto aproveche para tocarle los muslos y se notaba que estaba empapada. Si te consuela, gran parte de ese calentazo es por haberse estado rozando contigo, la follada que le van a meter hoy tambien es gracias a ti jajajaja”

Las palabras de Sara eran muy desafortunadas y un poco humillantes, pero los dos estabamos bastante borrachos, por lo que lejos de enfadarme me puso todavia mas cachondo.

Sara: “Perdon perdon, me he pasado, es que estoy un poco borracha y, ademas… a mi los juegos tambien me han puesto un poco cachonda. No culpes a Ana, es muy dificil resistirse a eso que tiene entre las piernas. Voy a irme a domir”

Ese ultimo “dormir” dicho con cierta sorna me indicaba que iba a darse un pequeño homenaje personal, probablemente pensando en su follamigo. En otros casos hubiese intentando follarme a Sara (en el futuro os contare mas cosas de ella) pero esa noche mi cabeza estaba totalmente centrada en lo que pasaba en esa habitación. Mi amiga se levanto y paso por delante de la puerta pegando su oido para intentar escuchar algo de lo que pasaba dentro:

Sara: “Uff, me parecen que estos ya han empezado”

Nada mas que escuche esas palabras yo tambien me acerque a la puerta. Dentro de la habitaciñon no dejaban de escucharse risas y “chss” como si se pidiesen silencio el uno al otro. Después de unos segundos asi empezaron a oirse comentarios mas claros:

Javi: “Asi Ana asi…. despacio, despacio… entera si, entera”

Sara: “Fuah, le esta haciendo una mamada fijo. Pues no le va a entrar en la boca jajajaj”

Continuaron escuchandose unos ruidos de los que no se podia sacar nada.

Sara: “Alucinas lo que cachonda que me ponia comiendome esa pedazo de polla”

Creo que Sara no hacia esos comentarios para molestarme en absoluto, su principal razon es que se estaba excitando pensando en ello. Tenia su mano derecha metida entre las piernas y empezaba a tocar su coño sobre el tanga.

Sara: “Seguro que le ha pedido que se la chupe para ponersela dura del todo, ademas con las tetazas que tiene Ana acabara en una cubana.

Empezaron a escucharse los muelles de la cama, era evidente lo que estaba pasando. Y, por si hubiera alguna duda, un comentario de Javi nos dio todavía mas detalles:

Javi: “A cuatro… asi si”

Sara: “Que cabronazo, asi es como le gustaba follarme a mi. Me ponia a cuatro patas y empezaba suave, pero luego, cuando conseguia meterla entera se volvia loco. Me daba azotes, me tiraba del pelo y me acababa follando a lo bestia. Como me pone ese cabron, me esta dando mucha envidia Ana ahora mismo…. me voy” -dijo, mientras ya era todavia mas evidente sus tocamentos sobre la tela.

Y se fue, no sin antes haberme dejado en la cabeza una imagen que casi hace que me corra en los calzoncillos sin tocarme. Rapidamente me fui al baño, empece a tocarme y debo reconocer que no tarde ni 1 minuto en terminar como un cerdo pensado en:

Ana con la cabeza pegada a la cama aguantaba la embestidas de Javi como podia, el le daba sin tregua y le pegaba azotes en el culo, tal como me habia contado Sara.

Ana: “Si joder, dame mas fuerte, maas, maaaas”

No podia dejar de fantasear con ella diciendo guarradas

Ana: “Joder que pedazo de polla tienes, me vas a romper”

Ana: “Soy tu puta Javi, hazme lo que quieras”

Me corri en el momento en que me imagine que el la cogia del pelo y la incorporaba, ella seguia gimiendo y abriendo la boca. Sus tetas no dejaban de botar con cada embestida. Dije una frase en alto para terminar imaginandome que era Javi:

Yo: “Te voy a follar toda la puta noche guarra…”

Y asi acabo mi noche, corriendome solo en el baño y tambaleandome hasta mi cama por la borrachera. Escuche llegar a Javi a la habitación por la noche, ya que dormiamos juntos. No mire ni la hora que era, tenia tan claro que se habia follado a Ana como habia querido que me dio igual.

Este no es ni mucho menos el final del relato, queda la que es, par mi, la mejor parte.

La noche que Ana me conto todo lo que habia pasado. Ya eramos novios y me lo conto mientras follabamos. Solo os adelanto una frase de las que me dijo:

Ana: ¿Crees que solo me follo esa vez?
Uffffffffff q morbazooooooo
 
Para que os hagais una idea de como iba vestida.
 

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Ana llego a casa el domingo por la noche, estuvimos cenando y comentamos cosas del fin de semana. Me conto lo que habían hecho y que tal lo habían pasado pero sin decir nada relacionado con el camarero ni con el ámbito sexual.

Aguante toda la cena sin sacar yo el tema pero finalmente no resistí mas:

Yo: “¿No me vas a contar nada del camarero? Vaya como te queda ese vestido.”

Acompañe mis palabras echándome un poco encima de ella y sobándole las tetas. Ante todo pronóstico ella no me siguió el juego.

Ana: “Hoy no me apetece cariño, ya lo hablamos mañana. Voy a cambiarme”

Y se fue a la habitación, dejándome con una media ereccion y bastante decepcionado. Pero cuando ya pensaba que esa noche me quedaba sin sexo…

Ana: “¿Puedes venir a la habitación?”

Cuando entre en la habitacion me encontre a Ana con el vestido que habia llevado a Leon. No os podéis imaginar como le quedaba, el escote era espectacular. Si me ponía un poco cerca de ella, desde mi altura, prácticamente podría verle la totalidad de sus pechos.

Nada mas que entre en la habitación, ella se abalanzó sobre mi, empezó a besarme con desesperación y a pegar su cuerpo contra el mio. Ahi note que Ana no llevaba sujetador y que su vestido era tan fino que era como estar pegada a su pecho desnudo.

Lleve mis manos a su culo y comprobé que en la parte de abajo era igual, era como estar tocando directamente su piel. Me imagine como en Leon algún chico rozaría su paquete contra el culo de mi novia, y como ella sentiría su polla prácticamente como si fuese desnuda.

Yo: “Pero no es que estabas cansada y no querías hablar”

Ana: “Es que no vamos a hablar, hoy solo me vas a follar. Me vas a poner a cuatro patas y no vas a decir ni una palabra”

Era raro ver a Ana tan dominante, pero me deje llevar. Se notaba que estaba super cachondo y eso me encantaba. Al empezar a quitarle ella me volvió a parar:

Ana: “No, follame con el vestido puesto. Y follame ya”

No perdió mas el tiempo, se puso a cuatro patas sobre la cama y me ofreció su culo. Que estaba todavía cubierto por el vestido, el cual se pegaba totalmente a su piel y marcaba un tanga minusculo.

Yo: “Dios Ana, que pinta de puta tienes ahora mismo”

Ana: “De verdad, porfavor, hoy quiero que estes totalmente callado. Lo necesito”

Yo: “¿Porque Ana? ¿Vas a imaginar que te folla otro? ¿Vas a imaginar que te folla el camarero de Leon”

Ana: “Joder, si, eso es lo que quieres escuchar, ¿no? Voy a imaginar como me folla ese cabron. Tu puedes azotarme, tirarme del pelo, lo que quieras. Pero no digas ni una palabra”

Esas palabras me encendieron como nunca, le levante el vestido y le pegué un azote bastante fuerte en una nalga.

Ana: “Ohh sii… dios.. dame”

Volví a pegarle otra vez y me fije en como le quedaba el tanga, era uno con transparencias que le había regalado por un cumpleaños. Se lo quite e inmediatamente note como estaba muy mojado, quise comprobarlo con mi boca.

Ana: “Oh si, joder, si. Comeme el coño cerdo. Llevas toda la noche deseándolo, eh. Vas de chulo pero has acabado comiendome el coño como un cerdo”

Creo que entendí lo que Ana quería decirme, el chico que habia conocido era un chulo y queria que me comportase como tal. Retire la boca de su coño y volvi a incorporarme, le pegue otro par de azotes que hizo que se retorciese de gusto.

Ana: “Aggh, cabron, follame ya. Dios”

Yo quise seguir jugando con ella, puse mi polla a la entrada de su coño y empece a restregarla, sin llegar a penetrarla.

Ana: “Uf, follame cabron, ya. Lo necesito ya. No aguanto mas, uff”

Ana: “Dios, porfavor hazlo, porfavor. Soy una calientapollas, pero follame por dios. FOLLAME”

No aguante mas, se la meti de una, empece a darle lo mas duro que podia. Me había vuelto loco como había prácticamente suplicado que se la follasen. Casi sacaba mi polla del todo y se la volvía a meter entera.

Ana: “Oh si, dios, que bien me estas follando. Sigue, sigueee”

Estuvimos un rato asi, hasta que se me ocurrio una idea. Para seguir en mi papel de chulo deje el mete-saca, me quede quito con mi polla medio metida dentro de ella. Ana entendio perfectamente lo que hacía.

Ana: “¿Quieres que te folle yo, eh? Te vas a enterar”

Empezó a moverse de atrás como una loca, se la metía y sacaba a todavía mas velocidad que antes. Estaba descontrolada. Después de unos minutos así, estábamos los dos a punto de corrernos. Ella bajo un poco el ritmo.

Ana: “Buf, voy a correrme”

Y aquí vino una de las cosas mas importantes, Ana alargo su mano para alcanzar su móvil, lo desbloqueo y dio un par de toques para entrar en una aplicación. No entendía nada

Ella empezó a moverse otra vez, pero de forma mas suave, como queriendo sentir toda mi polla.

Ana: “Oh si dios, pero que polla Rafa, que polla”

Primera vez que decia su nombre.

Ana: “Buf, me vuelvo loca, joder. Decias la verdad, vaya pedazo de pollon”

Ana: “Si joder, es el doble que la de mi puto novio. Que gusto joder”

Esa frase me encendió del todo, pase al ataque. La agarre fuerte de las caderas y volví a follarmela a toda velocidad. Ella siguió provocadome.

Ana: “Dios, dios, que bien me estas follando, es el mejor polvo de mi vida”

Ana: “Uf, me muero, vas a tener que enseñarle a mi novio como se me tiene que follar”

La agarre del pelo con todas mis fuerzas.

Ana: “Siii joder, agarrame, hazme lo que quieras. Soy tu guarra, hazme lo que quieras”

Se empezó a correr después de esa frase.

Ana: “Oh, dios, me corro, me corro, me corroooo”

Ana: “Rafa, rafa, dios, que me haces. Rafaaaa. Me corro, dios”

Yo me corrí casi a la vez, escuchando como Ana gritaba el nombre de ese chico.

————————————————

Yo: “Ana, ¿que estabas viendo en el movil?”

Ana: “Uf, me da mucha verguenza, de verdad. ¿Seguro que quieres verlo?”



¿Que creeis que estaba viendo?
Ufffffffffff cuenta lo q estaba viendo y q paso en Leon mmmmmmmmmm
 
Nos tienes con la polla.explotando con esta historia....sigue por favor 👏👏👏🥵
 
Justo ayer estuve hablando con mi novia de una anecdota muy morbosa, así que os la voy a contar mientras me hago una señora paja.

Como ya os dije, antes de empezar a salir, ya eramos muy amigos y teníamos una pandilla en común. Un fin de semana fuimos todos a una casa rural.

Por la noche empezamos a hacer la fiesta con lo típico, juegos de beber, cachimbas, música…. La cosa empezó a subir de tono y sobre las 5 de la mañana empezamos con los juegos “sexuales”, en el que teníamos que hacer distintos retos, contar verdades y quitarnos prendas.

Antes de empezar a jugar los chicos nos reunimos y empezamos a trazar un plan de acción, un plan con un objetivo claro: verle las tetas a Ana (mi novia). Uno de los más excitados era mi amigo Javier, un mulato con aires un poco macarras que solía tener mucho éxito entre las mujeres:

Javier: “Buf, hay que conseguir verle las tetas a Ana. ¿Habéis visto que pedazo de escote? Como se me ponga a huevo hoy me la follo”

El juego comenzo y desde el principio se vio claras nuestras intenciones, siempre que contestábamos a una pregunta podíamos elegir a alguien para que contestase otra o se quitase una prenda. El 99% de esas elecciones fueron para Ana, lo que provoco los comentarios de otras chicas:

Amiga1: “Que ganas tenéis de verle las tetas eh”
Amiga2: “Normal tía, con esas pedazo de tetas, aunque con los escotes que se pone, poco les queda por ver jajajaja”
Ana: “Serás zorra jjajaja eso es todo envidia”

Hubo tres momentos cumbre, cuando se quitó la camiseta, cuando se quitó los pantalones (con baile sexy incluido) y cuando, por fin, se quitó el sujetado. En ese último momento los gritos eran increíble, parecíamos una manada de nearthentales. Lo que nos bajo un poco la euforia fue que después de quitárselo ella usó uno de sus brazos para taparselas.

Evidentemente no era lo que queríamos, pero la escena era tremendamente caliente de ese modo. Ana en tanga, sin sujetador y aprisionando sus enormes pechos con un brazo que no era capaz de contener semejante tamaño. Estaba empezando a empalmarme.

Tras unas cuantas rondas más la gente había empezado a irse y solo quedábamos cuatro: Javier, Ana, yo y otra amiga, Sara, que había follado con Javier varias veces antes, era un poco los follamigos del grupo. Entre todos decidimos subir el nivel de picante del juego, Sara dijo que tenia uno en el móvil perfecto para la ocasión…

El juego tenía dos partes, primero contestabas una pregunta que involucraba a una persona de los cuatro jugadores y luego hacías un reto con la persona de la respuesta. Os voy a relatar los tres turnos del Ana:

Sara: “Quien es la persona más guapa”
Ana: “Mmmm yo creo que Pep (ese soy yo)”
Sara: “Uohhh pues el reto es que te tienes que sentar encima de el de espaldas y simular que te lo follas durante 5 minutos, gemidos incluidos eh. Y losiento Pep, pero pone que no puedes tocar, lo hace todo ella”
Ana: “jajajjaa que vergüenza”

Me gusto mucho que me eligiera por delante de Javier, aumento mi ego masculino… aunque como veréis luego, por poco tiempo. Pero lo que me gustó más fue tener a esa pedazo de hembra botando su culo encima de mi polla, solo me separaban mis calzoncillos y un pequeño tanga de estar follandomela. Lógicamente en cuanto termino y se levanto, se descubrió mi gran erecion, que no paso desapercibida:

Sara: “Madre mia, como has dejado al chaval, va a explotar jajajaja”
Ana: “Ya decía yo que notaba algo duro… y grande” Esta ultima frase la acompaño con un guiño, lo que hizo que me excitase todavía más.

El juego continuo…

Sara: ¿Quien es la persona que más ha follado de aquí?
Ana: Pues tu, guarra jajajajaja
Sara: “Puede ser jajajajajaja pero ahora te vas a enterar por lo de guarra, el reto es que tengo que comerte tu parte más atractiva durante 5 minutos , que ya sabes cual es”

Os podéis imaginar lo que paso después, creo que aún después de muchos años de relación, Ana nunca ha conseguido ponerme más cachondo que en ese momento. Ver a Sara devorándole esas pedazo de tetas mientras Ana disfrutaba de ello, echando se cabeza hacia atrás y abriendo la boca era algo indescriptible. Si ese fue uno de los mejores momentos de mi vida, uno de los peores fue al oír el sonido de los 5 minutos. Pero la cosa todavía podía ir a peor…

Ana: ”Dios Javier, pero que tienes ahí, Dios mío”

Yo giré rápidamente la cara y vi lo mismo que había visto ella, evidentemente Javier también estaba empalmado, como yo. El problema venía en la comparación de tamaño, creo que su polla sería fácilmente el doble de grande que la mía, la cual nunca había considerado pequeña.

Sara: “Si hija si, lo unico bueno que tiene este cabronazo es ese pedazo de rabo jajajajaja”

La situacion era bastante humillante, si antes Ana había mostrado cierto interés por mi, ahora solo tenia ojos para ese inmenso monte que se escondía bajo los calzoncillos de mi amigo. Y por si no fuera poco, vino la pregunta que lo cambiaría todo….

Sara: “JAJAJAJJA no me lo puedo creer, la pregunta es: ¿quien de aquí crees que la tiene más grande?

Los cuatro nos reímos al unísono, aunque yo de forma más falsa, ya que la situacion me incomodaba un poco, al igual que la respuesta de Ana:

Ana: “Bueno, creo que no hace falta decir nada más jajajajaj”
Sara: “Pues es tu día de suerte, se te va a quitar rápido la calentura. El reto es que os vayáis 10 minutos a una habitación vosotros solos, podéis hacer lo que queráis, las únicas condiciones son que no podéis salir antes y que nunca contareis lo que habéis hecho a nadie”
Ana: “Vaya reto más fácil, ósea que si entramos y estamos hablando 10 minutos, ¿ya esta?”
Sara: “Si hablando, tu vas a usar la boca para otra cosa guapa jajajajja”
Ana: “Que guarra eres jajajaja no todas son como tu. En 10 minutos nos vemos”

Javier y Ana se dirigían a la habitación entre risas, el aprovecho para poner su brazo rodeándole el cuello. Ver a la chica que te gusta irse semidesnuda con un amigo tuyo a una habitación es una escena dura…. Y, para mi, excitante a la vez. En cuanto se cerró la puerta de la habitación, le pregunté rápidamente a Sara:

Yo: “Tu crees que van a…”
Sara: “Ay pobre, a ti te gusta Ana, ¿no?“
Yo: “La verdad que si…”
Sara: “Pues te voy a ser sincera. Conozco muy bien a Javier y hoy te puedo asegurar que se la va a acabar follando”

La segunda parte de la anecdota es todavía más excitante, si veo que os gusta mañana la escribo. Ademas, voy a buscar alguna foto para que os hagáis una idea de cómo iba Ana ”vestida”.

Por ultimo, me encantaría que me dijerais que pensáis que paso en esa habitación, podeis expresaros libremente. Si pensáis que mi novia termino a cuatro patas mientras el otro se la follaba como una animal me encantaría leerlo, y si creéis que no paso nada, también.
Vaya morbazo de historia 🤤
 
Otra vez vuelve a estar muerto esto jajajajaj, ni vale la pena ya
 
La fantasía que le conté aquel día empezaba con que ella iba a salir de fiesta con sus amigas y yo me iba quedar en casa. Ella empezaba a prepararse y yo le proponia un reto:

Yo: “A que no te atreves a ir con el vestido que te compre el otro día”

El vestido en cuestion es uno que habíamos visto a una chavala de NORMA VULNERADA juntos y que yo le había comprado con la única intención de usarlo en nuestras fantasías sexuales, porque, como veréis a continuación, el vestido es de auténtica zorra (Esto es totalmente cierto, otro día os cuento la historia de cuando se lo regale y como follamos con el)

Ella se resistía al principio pero terminaba aceptando.

Este comienzo de relato le había gustado y empezó a hablar ella también mientras me hacía la paja.

Ella: “Mmmm pero ese vestido es de guarra, me van a entrar muchos chicos”

Yo: “Mejor, eso es lo que quiero”

Ella: “Y si alguno quiere bailar conmigo o meterme mano, ¿que hago?”

Yo: “Quiero que le calientes, quiero que piense que eres una guarra y que te va a follar”

A ella pareció gustarle esa parte porque acelero el ritmo de la paja que me estaba haciendo.

Os dejo una foto de la chavala de NORMA VULNERADA con el vestido, tiene un culo mejor que el de mi novia pero menos pechos. Para que os hagais una idea.

Me encantaria que me dijerais lo que haríais si os encontráis a una chica en una discoteca así vestida o que pensaríais de ella.
Joer. Estoy cachondo solo de leerte. Y las fotos tiene un cuerpazo. Dile que se haga una cuenta mmmmm y morboseamos con ella jejeje. Le gustaria?
 
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