Mi padre me enseñó a ser un hombre

Ese día más tarde llegue a casa a la hora de comer y mis padres me estaban esperando para comer todos juntos, charlamos un poco cosas sin importancia y luego me fui a mi habitación a estudiar un poco.

En mi casa siempre ha sido costumbre hacer siesta (cosa que a día de hoy sigo encontrando una costumbre bastante coñazo y aburrida) así que después de comer di por hecho que mis padres se pondrían a dormir en el sofá.

Mientras estaba estudiando llegaba un momento que empecé a saturarme (a quien no le ocurre) y empecé a pensar en las folladas de mi padre, en porno, en todo lo que habíamos compartido hasta ahora y la polla se me puso durísima enseguida, tanto es así que el precum me salía por fuera de los calzoncillos de lo cachondo que estaba, mi polla me estaba avisando de que quería marcha y yo encantado de dársela y además necesitaba desconectar.

En mi casa solían entrar sin avisar a mi cuarto si necesitaban algo pero como ya he dicho muchas veces yo cuando me ponía cachondo no razonaba, me nublaba y me la sudaba todo. Me bajé el pantalón hasta los pies y la polla salto como un resorte mientras salpicaban unas pocas gotas por el aire por el balanceo, “me estalla la polla joder” pensé yo,

Encendí el portátil y me puse a buscar porno y tiré de lo que siempre funciona, una buena peli porno. Debo decir que a mí hay un género que siempre me ha puesto muy cachondo y son las películas italianas del dios Mario Salieri, sigo pensando que aún hoy sigue teniendo el trono de ser el mejor poseedor del porno más morboso que existe.

Me puse una escena donde dos tíos se calzaban a una tía a lo bestia para recordarme a mi padre y a mí como si estuviéramos bombeando a una buena zorra y ahí que empecé a darle.

Me daba morbo que mi padre de alguna manera supiera que me la estaba cascando, que su hijo estaba trabajando su hombría con su mano así que pillé un poco de lubricante y me lo puse entre la mano izquierda y las pelotas, restregué un poco por los huevos y la mano y la mantuve ahí y con la otra mano empecé a darle al rabo que estaba lleno de venas y bien gordo.

Las pajas con lubricante son otro rollo y siempre me han puesto más cerdo de lo normal. Con el lubricante y el vaivén de la polla las pelotas sonaban una barbaridad untadas en lubricante, era como estar chocando con el coño de una buena tía lo que aumentaba más mi excitación y el saber que mi padre podría escucharme.

Continuaba dándole y con todo en silencio y todos haciendo siesta aún resonaban más las pelotas (que no el porno ya que yo usaba auriculares). Le daba, gemía, me mordía los labios, la mente se me impregnaba de pensamientos más y más cerdos cada vez, más prohibidos y más lujuriosos, me tocaba los pezones y volvía a las pelotas otra vez. La polla cada vez se estaba hinchando más mientras en el portátil dos buenos tíos cabalgaban bien duro a una tía mientras ella se quejaba sin parar.

A todo esto yo estaba de pie ya que a mí me encanta pajearme de pie y siempre me da morbo ver hasta donde llega la lefa estando así. En una de estas mientras estaba sacudiéndomela noté que alguien me observaba ¿esa sensación de que alguien os mira y de alguna manera lo sabéis? Pues lo mismo.

Mire a la puerta y recé porque fuera mi padre y en efecto ahí estaba el cabronazo mirándome y cascandosela mientras me miraba, diré que me puso bastante cerdo el tema de que estuviera mirándome mientras le daba bien duro al otro lado, mi padre me dijo:


Sigue sigue, haz como que no estoy aquí.


Y eso hice, seguí dándole mientras miraba porno y haciendo como que mi padre no estaba, los dos pajeandonos cada uno desde su sitio y mi excitación iba aumentando por momentos. En una de esas mi padre se puso el dedo en los labios haciéndome callar y entró en la habitación cerrándola otra vez.
Joder. como dicen los demás, pedazo de hilo, morboso y caliente. Leído todo de un tirón
 
NUEVOS COMIENZOS
(PARTE 1)

Aquella noche con mi padre había sido de las cosas más morbosas que había experimentado con el. Los dos nos estábamos volviendo bastante cerdos y en el fondo, aunque aquello me gustaba y lo estaba disfrutando, por otro lado me invadía el sentimiento de culpa y de que esto no estaba bien, mi madre, la situación…sabía que eso no era lo normal y empecé a rallarme fruto de todo lo vivido.

Los siguientes días hicimos vida normal sin pasar ninguna línea de ningún tipo. Yo seguía cascandomela en la intimidad (pensando en las situaciones con mi padre con más frecuencia de la que pensaba que no tendría) y mi padre seguía follandose a mi madre a lo bestia sabiendo que yo podría espiarlo…pero durante un tiempo corte el rollo.

Vinieron exámenes finales y centre toda mi atención en acabar los estudios para poder disfrutar como es debido del verano, así que con un buen empujón pude terminar todo sin problemas y dedicarme a disfrutar con los colegas por ahí pasando un verano de puta madre y olvidándome de todo aquello…pero la realidad fue bien distinta.

Mi madre se tomó varios días de vacaciones con las amigas (siempre se iban unos días la pandilla del colegio sin los maridos) y mi hermana ya estaba haciendo su vida, lo que significaba que la casa se quedaría en exclusiva para mi padre y para mí varios días sola, sin tías, solo los machos de la casa (como hacía referencia muchas veces mi padre a la familia).

Tenía planeado un viaje de colegas a Ibiza para pasarlo de coña pero todo se torció a última hora por algo que no diré aquí ya que no tiene mayor relevancia para la historia, solo diré que nos jodió las vacaciones.

Así que los primeros días los pasé con mi padre solo en casa y aprovechando que no había nadie sabía que me sacaría el tema (iba a ser inevitable de todas maneras). Al quedarnos los dos solos siempre íbamos en calzoncillos y sin camiseta e incluso en algunos casos sin nada puesto y digo esto porque mi padre no tardo ni medio día en ir en pelotas por la casa mientras yo iba en calzoncillos.

Ey colega, buenos días! -me dijo tan tranquilo con la polla morcillona.

Joder papá! - le exclamé yo.

Que pasa? Ahora te vas a extrañar por ver a tu padre en pelotas? A estas alturas?

No coño, pero no esperaba encontrarte asi -le dije.

Es verdad que al principio me quedé incrédulo pero reconozco que ver así a mi padre me dio mucho morbo, lo admito.

Venga, quítate tú también los calzoncillos -me soltó.

Si hombre, que no nano -aquí en Valencia es muy común usar la palabra de turno y en aquella época aún más.

Venga, quítatelos o te los quito yo eh?.

Entre verle y escucharle decir eso mi polla empezaba a soltar precum y si ahora me quedaba en pelotas no iba a poder disimularlo de ninguna de las maneras. Pero como sabía que mi padre era un capullo podría venir el a quitármelos con la broma (le conozco bien).

Así que me levanté y me bajé los calzoncillos, los enrollé cual pelota de baloncesto y los tiré al cesto de la ropa.

Eso sí que es alegría mañanera eh? Así me gusta. - me dijo

Ya estás contento? - le solté

Ahora si 😉 -me dijo guiñándome un ojo

Puedo desayunar ya? - le pregunté

Si si, desayuna que tenemos que hablar después -me dijo mientras se bebía el café yendo hacia su habitación.

Me puse a desayunar tranquilo pensando en que querría hablar mi padre conmigo. No sé si había pasado alguna cosa o había sucedido alguna cosa que yo no sabía. Más tarde descubriría que mi padre quería hablar de nuestro tema privado, pero como la cosa se había enfriado tanto ni por asomo imaginaba que los tiros irían por ahí.

Acabé de desayunar y me dirigí a su cuarto, ahí estaba mi padre tumbado en su cama, con su cuerpo totalmente estirado, relajado, aquel pecho velludo brillando con los rayos del sol al proyectar en él y algo sudado ya que era verano y en las habitaciones no teníamos aire acondicionado, solo ventiladores.

Se encuentra el señor relajado? -le dije con un tonito de sorna.

De cojones chaval -me soltó.

A ver, de que quieres que hablemos? -le dije.

Siéntate aquí al lado de tu padre anda -haciéndome señas con las manos.

Fui y me senté a su lado y incorporándose mi padre enfrente de mí, empezamos a hablar:

Que te pasa hijo? Llevas una temporada evitándome más de lo habitual, no me sigues el rollo…pensaba que éramos buenos colegas y que lo estábamos pasando bien…casi ni me has mirado a la cara estos días.

La verdad que lo dijo con tal tono lastimero que hasta hizo que me sintiera mal el cabronazo 😅 pero fui sincero:

Papá yo…mira, te voy a ser sincero, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me da mucho morbazo que quieras hacer de tu hijo todo un hombre, pero por otro lado tengo mucha culpa. Por mamá, la situación, esto no es lo habitual en una familia ni mucho menos lo habitual en general y estoy entre el morbo y la culpa…

Sabía que tenía que sincerarme con él para poder ser libre y quitarme ese peso de encima.

Mi padre se quedó así un poco pensativo y me soltó: eso era todo?

Mi cara de sorpresa vino seguida de: como que todo? Te parece poco? - le dije

A ver hijo -empezó diciendo- no te ralles más de lo que no toca, no es algo habitual pero tampoco es nada anormal. Yo quiero darte la educación que considere y quiero que seas un auténtico hombre. Si lo que te preocupa es tu madre, créeme que ella de vacaciones no se lo está pasando mal tampoco.

Como que no se lo está pasando mal tampoco? -dije con cara de asombro.

Pues que tú madre y yo hace mucho tiempo que tenemos una relación abierta, que podemos calzarnos a quien queramos, que te piensas? Que va a estar con las amigas como si nada?

imaginaos mi cara de no entender absolutamente nada…

Y os parece bien? -le dije a mi padre sorprendido

Tenía dos opciones -me dijo mi padre- o me sinceraba con tu madre o sería una cornuda para siempre, y no se lo merece.

Me quedé un poco en silencio y acto seguido le dije: y entonces?

Entonces nada -me soltó. Es la vida de tu madre y la mía y tú no tienes que meterte en nada. Pero si era esa toda tu preocupación de estos días pues puedes estar bastante tranquilo.

Empecé a imaginarme a mi madre montada por otros tíos y empecé a empalmarme. Ósea la confesión aún me tenía algo descolocado pero no sé qué cojones que lo primero que me vino a la mente era eso.

Mi padre al ver que estaba empalmando me dijo: en qué piensas tío? Se te está poniendo dura.

Pues…me imaginaba a mamá con otros tíos y no se porque me he empalmado, no por mamá eh? Por la situación -le solté.

Porque eres un cerdo como tu padre -me soltó entre risas.

Después de esa charla estuvimos hablando un poco de cómo había empezado todo y que si tenían conocimiento los dos de lo que hacían con otros y básicamente el funcionamiento de pareja abierta que, por aquel entonces, no era tan normal como ahora.

Después de la charla mi padre me hizo una confesión que me puso la polla dura como un roble.

Sabes? A tu padre le gusta que tu madre venga llena de lefa y que tu padre la meta con el coño relleno y volver a llenarla yo.

Me empezó a invadir un calor tremendo, la polla se me empezó a poner increíblemente tiesa y si me hubiese recreado más hasta creo que me habría corrido sin tocarme.

Ey tio, te mola el tema o que? -me dijo mi padre

A ver, es morboso de cojones papá. -le solté.

Así que te da morbo el tema eh? Me dijo.

Si, mucho.

Que cabronazo eres - me soltó mi padre. Si en el fondo eres como yo.
 
NUEVOS COMIENZOS
(PARTE 1)

Aquella noche con mi padre había sido de las cosas más morbosas que había experimentado con el. Los dos nos estábamos volviendo bastante cerdos y en el fondo, aunque aquello me gustaba y lo estaba disfrutando, por otro lado me invadía el sentimiento de culpa y de que esto no estaba bien, mi madre, la situación…sabía que eso no era lo normal y empecé a rallarme fruto de todo lo vivido.

Los siguientes días hicimos vida normal sin pasar ninguna línea de ningún tipo. Yo seguía cascandomela en la intimidad (pensando en las situaciones con mi padre con más frecuencia de la que pensaba que no tendría) y mi padre seguía follandose a mi madre a lo bestia sabiendo que yo podría espiarlo…pero durante un tiempo corte el rollo.

Vinieron exámenes finales y centre toda mi atención en acabar los estudios para poder disfrutar como es debido del verano, así que con un buen empujón pude terminar todo sin problemas y dedicarme a disfrutar con los colegas por ahí pasando un verano de puta madre y olvidándome de todo aquello…pero la realidad fue bien distinta.

Mi madre se tomó varios días de vacaciones con las amigas (siempre se iban unos días la pandilla del colegio sin los maridos) y mi hermana ya estaba haciendo su vida, lo que significaba que la casa se quedaría en exclusiva para mi padre y para mí varios días sola, sin tías, solo los machos de la casa (como hacía referencia muchas veces mi padre a la familia).

Tenía planeado un viaje de colegas a Ibiza para pasarlo de coña pero todo se torció a última hora por algo que no diré aquí ya que no tiene mayor relevancia para la historia, solo diré que nos jodió las vacaciones.

Así que los primeros días los pasé con mi padre solo en casa y aprovechando que no había nadie sabía que me sacaría el tema (iba a ser inevitable de todas maneras). Al quedarnos los dos solos siempre íbamos en calzoncillos y sin camiseta e incluso en algunos casos sin nada puesto y digo esto porque mi padre no tardo ni medio día en ir en pelotas por la casa mientras yo iba en calzoncillos.

Ey colega, buenos días! -me dijo tan tranquilo con la polla morcillona.

Joder papá! - le exclamé yo.

Que pasa? Ahora te vas a extrañar por ver a tu padre en pelotas? A estas alturas?

No coño, pero no esperaba encontrarte asi -le dije.

Es verdad que al principio me quedé incrédulo pero reconozco que ver así a mi padre me dio mucho morbo, lo admito.

Venga, quítate tú también los calzoncillos -me soltó.

Si hombre, que no nano -aquí en Valencia es muy común usar la palabra de turno y en aquella época aún más.

Venga, quítatelos o te los quito yo eh?.

Entre verle y escucharle decir eso mi polla empezaba a soltar precum y si ahora me quedaba en pelotas no iba a poder disimularlo de ninguna de las maneras. Pero como sabía que mi padre era un capullo podría venir el a quitármelos con la broma (le conozco bien).

Así que me levanté y me bajé los calzoncillos, los enrollé cual pelota de baloncesto y los tiré al cesto de la ropa.

Eso sí que es alegría mañanera eh? Así me gusta. - me dijo

Ya estás contento? - le solté

Ahora si 😉 -me dijo guiñándome un ojo

Puedo desayunar ya? - le pregunté

Si si, desayuna que tenemos que hablar después -me dijo mientras se bebía el café yendo hacia su habitación.

Me puse a desayunar tranquilo pensando en que querría hablar mi padre conmigo. No sé si había pasado alguna cosa o había sucedido alguna cosa que yo no sabía. Más tarde descubriría que mi padre quería hablar de nuestro tema privado, pero como la cosa se había enfriado tanto ni por asomo imaginaba que los tiros irían por ahí.

Acabé de desayunar y me dirigí a su cuarto, ahí estaba mi padre tumbado en su cama, con su cuerpo totalmente estirado, relajado, aquel pecho velludo brillando con los rayos del sol al proyectar en él y algo sudado ya que era verano y en las habitaciones no teníamos aire acondicionado, solo ventiladores.

Se encuentra el señor relajado? -le dije con un tonito de sorna.

De cojones chaval -me soltó.

A ver, de que quieres que hablemos? -le dije.

Siéntate aquí al lado de tu padre anda -haciéndome señas con las manos.

Fui y me senté a su lado y incorporándose mi padre enfrente de mí, empezamos a hablar:

Que te pasa hijo? Llevas una temporada evitándome más de lo habitual, no me sigues el rollo…pensaba que éramos buenos colegas y que lo estábamos pasando bien…casi ni me has mirado a la cara estos días.

La verdad que lo dijo con tal tono lastimero que hasta hizo que me sintiera mal el cabronazo 😅 pero fui sincero:

Papá yo…mira, te voy a ser sincero, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me da mucho morbazo que quieras hacer de tu hijo todo un hombre, pero por otro lado tengo mucha culpa. Por mamá, la situación, esto no es lo habitual en una familia ni mucho menos lo habitual en general y estoy entre el morbo y la culpa…

Sabía que tenía que sincerarme con él para poder ser libre y quitarme ese peso de encima.

Mi padre se quedó así un poco pensativo y me soltó: eso era todo?

Mi cara de sorpresa vino seguida de: como que todo? Te parece poco? - le dije

A ver hijo -empezó diciendo- no te ralles más de lo que no toca, no es algo habitual pero tampoco es nada anormal. Yo quiero darte la educación que considere y quiero que seas un auténtico hombre. Si lo que te preocupa es tu madre, créeme que ella de vacaciones no se lo está pasando mal tampoco.

Como que no se lo está pasando mal tampoco? -dije con cara de asombro.

Pues que tú madre y yo hace mucho tiempo que tenemos una relación abierta, que podemos calzarnos a quien queramos, que te piensas? Que va a estar con las amigas como si nada?

imaginaos mi cara de no entender absolutamente nada…

Y os parece bien? -le dije a mi padre sorprendido

Tenía dos opciones -me dijo mi padre- o me sinceraba con tu madre o sería una cornuda para siempre, y no se lo merece.

Me quedé un poco en silencio y acto seguido le dije: y entonces?

Entonces nada -me soltó. Es la vida de tu madre y la mía y tú no tienes que meterte en nada. Pero si era esa toda tu preocupación de estos días pues puedes estar bastante tranquilo.

Empecé a imaginarme a mi madre montada por otros tíos y empecé a empalmarme. Ósea la confesión aún me tenía algo descolocado pero no sé qué cojones que lo primero que me vino a la mente era eso.

Mi padre al ver que estaba empalmando me dijo: en qué piensas tío? Se te está poniendo dura.

Pues…me imaginaba a mamá con otros tíos y no se porque me he empalmado, no por mamá eh? Por la situación -le solté.

Porque eres un cerdo como tu padre -me soltó entre risas.

Después de esa charla estuvimos hablando un poco de cómo había empezado todo y que si tenían conocimiento los dos de lo que hacían con otros y básicamente el funcionamiento de pareja abierta que, por aquel entonces, no era tan normal como ahora.

Después de la charla mi padre me hizo una confesión que me puso la polla dura como un roble.

Sabes? A tu padre le gusta que tu madre venga llena de lefa y que tu padre la meta con el coño relleno y volver a llenarla yo.

Me empezó a invadir un calor tremendo, la polla se me empezó a poner increíblemente tiesa y si me hubiese recreado más hasta creo que me habría corrido sin tocarme.

Ey tio, te mola el tema o que? -me dijo mi padre

A ver, es morboso de cojones papá. -le solté.

Así que te da morbo el tema eh? Me dijo.

Si, mucho.

Que cabronazo eres - me soltó mi padre. Si en el fondo eres como yo.
Gracias por continuar el hilo, ahora no nos tengas en ayunas otro tanto.
Gracias.
 
NUEVOS COMIENZOS
(Parte II)

Bueno, me va la marcha y en parte tú estás haciendo que me este volviendo más cerdo todavía. -le dije a mi padre.

Mi padre cogió su dedo índice y recorrió el tronco de mi polla hasta que llegó al prepucio y se puso con el dedo a jugar con el precum, di un respingo, temblaba y di un pequeño jadeo, me dio una palmada en la polla y me soltó con voz muy cachonda que aún me iba a poner más cerdo.

Vi que mi padre cogía el juguetito en forma de coño que guardaba y lo puso encima de la cama, bien en pompa, asomando el coño de plástico con una dirección bien clara, la de reventarlo a pollazos sin parar.

Mi padre en aquel momento tenía una erección brutal, mira que ya se la había visto veces pero tanto él como yo tenemos la polla gorda y con muchas venas y aquello era un espectáculo. Ese miembro de venas lleno de sangre, soltando precum por la punta y esa hinchazón daba la sensación de que iba a estallar de un momento a otro.

Ya sabes lo que tienes que hacer no campeón? -me dijo.

Follarmelo a saco no? - le contesté

Mi padre me acarició la parte de la nunca con complicidad y risas seguido de “Muy bien chavalote, muy bien”.

Iba a ponerme en posición de penetrar aquel juguete cuando mi padre me dio un empujón por el pecho.

Dónde crees que vas? Que te crees que te lo vas a follar solo? Le vamos a dar los dos a este plástico hasta que se rompa como dos toros- dijo mi padre con una cara de poseso que jamás había visto.

Quieres que nos lo follemos juntos? -le solté.

Ahí le has “dao” -me dijo mientras me daba un puñetazo en el pecho en plan colegas.

Quien es la piba de clase que más te pone? Es Susana? Maite? Raquel, Raquel tiene unas bufas…-me dijo el.

(Por poner un poco en contexto todas estas señoritas aquí mencionadas fueron compañeras amigas mias y la que más tremenda estaba era Raquel. Sabéis esas típicas niñatas que físicamente son niñatas pero tienen un cuerpo de mujer impresionante para su edad? Pues esa era Raquel, tetazas, culazo y cerda como ella sola)

Que tiene que ver que hablemos de ellas ahora? -le pregunté.

Porque los dos juntos vamos a imaginar que ese coño de ahí es una chavalilla a la que padre e hijo revientan con buenos pollazos, que te parece? -me soltó.

Hostia papá, te van las jovencitas? -le dije.

Las jovencitas vuelven loco a tu padre, a partir de 18 cualquier coño es bueno -me dijo.

Reconozco que aquello me puso a cien más aún ya que, aunque no podáis oírlo, mi padre este tipo de cosas las dice con una voz muy varonil, muy aguda y pone cachondo a cualquiera (lo juro).

Bueno, que campeón? De quien este coñito? Que nombre le ponemos?.

Raquel, Raquel papá.

Pues quedas bautizado- dijo mi padre dando un cachete a ese trozo de plástico hecho coño que resonó más allá de la habitación.

Mi padre se acercó al juguete y con sus dedos empezó a abrir aquel plástico simulando que se habría un coño de verdad. Mi padre empezó a masturbarse mirándome de forma muy cerda y empezó a sacar la lengua, la acercó a aquellos labios de plástico y empezó a practicar un cunnilingus a aquella vagina sin vida, pena que no la tuviese porque lo que estaba viendo era impresionante.

Mi padre sacudiendose la polla lentamente mientras daba lametazos a diestro y siniestro a aquel trozo de plástico, deseoso, jadeando, con ganas de darle toda aquella saliva, se le notaba con ganas y muy salido.

Yo estaba cascándomela viendo aquello y mi padre en un momento dado me indicó que me acercara. Obedecí sin miramientos, ya he contado en más de una ocasión que en momentos de excitación no respondo, soy una marioneta, me pongo tan cerdo que me dejo llevar.

Me acerqué donde estaba mi padre a escasos centímetros de su boca y me ordenó que le comiéramos el coño juntos.

No hay nada mejor que dos machos comiendo coño de una buena zorra -me dijo. Saca lengua chaval y ponte a lamer con tu padre.

Así hice, saqué la lengua y empecé a lamer aquel coño inanimado. Era un coño con sabor a plástico (como era lógico) pero mezclado con las babas de mi propio padre previamente trabajado. Mi padre trabajaba la parte inferior mientras yo me dedicaba a la de arriba, el mezclaba la lengua con dedos introducidos en la vagina.

Qué pena que no pueda gemir eh? Está zorra iba a saber lo que son dos buenos rabos.

Hhhm- me limité a asentir yo mientras seguía lamiendo.

Ahí ahí hijo, joder que bien lo haces no? -dijo con tono de orgullo.

Espera- dijo mi padre. Se levantó a poner porno de fondo para que tuviéramos algo con lo que ponernos más a tono aún y que no hubiese tanto silencio. Ahora mucho mejor, no?.

Mucho mejor, si- contesté.

Uff colega, voy que me corro -me soltó mi padre. Vamos a follarnos a esta zorra.

Mi padre me aparato y puso el juguete de cara a la tele con el porno enfrente para que tuviésemos una mejor perspectiva.

Venga machote, empieza tu. Y así le obedecí. Me puse a su lado con el juguete debajo de mi polla y preparado para reventar aquel coño que me iba a permitir dar rienda suelta a mis fantasías con mi padre.

Espera que te voy a facilitar la entrada- dijo mi padre.

Que vas a hacer?- pregunté.

Mi padre se acercó a la apertura de la vagina del juguete y soltó 3 lapos de su boca, dejando la entrada y la vagina bien lubricadas de su saliva lo que iba a permitir una clavada aún más placentera.

Ahora vas a ver lo que es que te follen dos machos -dijo mi padre mientras volvía a dar cachetazos. Venga, clavasela de golpe sin pensar.
 
NUEVOS COMIENZOS
(Final)

Estaba en una nube de excitación, y que mi padre hubiese tirado ahí sus babas enteras me tenía burro no, lo siguiente. Procedí a acercar la polla, ya no aguantaba más, necesitaba clavarla, necesitaba montar ese juguete pensando en aquella compañera que nos ponía a todos muy muy cerdos.

Cuando estuve a punto de clavarla mi padre decidió hacer los honores. Sin previo aviso me cogió la polla, jadee, me la acercó al juguete y apuntando bien me cogió del culo y procedió a empujar de golpe hasta que mi polla entró entera.

Así se clava la polla, así. -procedió a soltar acto seguido.

Tenía la sensación que iba a infartar en cualquier momento, el morbo, la excitación, todo aquello me estaba poniendo a 180 pulsaciones, pero pensaba disfrutarlo sin pensar en nada más que el placer que estaba viviendo.

Dale duro hijo, dale duro. -Decía mi padre mientras se la estaba cascando.

Ahí estaba yo, bombeando aquel juguete, metiendo y sacando la polla de aquel agujero de plástico con la ayuda de las babas de mi padre lo que aún facilitaba más la tarea.

El porno se mezclaba con los jadeos míos, de mi padre y mis huevos al chocar con aquel juguete. Aquella habitación en unas pocas horas se había convertido en lo más cerdo que he experimentado aún a día de hoy.

Madre mía hijo, ufff- decía mi padre mientras se la cascaba. Si fuera una tía de verdad como iba a gritar eh campeón? No sabía que bombeabas así de bien, sigue así joder sigue.

Hice caso a mi padre y seguía bombeando y bombeando, precum y babas se mezclaban dentro de aquel juguete y la corrida iba a ser inminente.

Ufff, voy a pegar lefazo papá. -le dije.

Preñala cabron, preñala -me dijo mi padre mientras se la cascaba a ritmo frenético.

Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me corro, me corrooo -apresure a decir mientras mi polla empezaba a palpitar dentro de aquel juguete. Estoy seguro que los trallazos hubieran sido la hostia si mi polla se hubiese corrido fuera porque los latigazos que estaba sintiendo no los había sentido en la vida. La polla palpitaba sin parar y aunque fueron segundos a mi me parecía estar descargando lefazos sin parar.

Saque la polla del juguete y me tumbe boca arriba, rojo, con el corazón bombeando a tope y exhausto.

Eres todo un macho campeón, pero ahora me toca a mí. -me dijo mi padre.

Mientras procedía a recuperarme mi padre se apresuró a clavar su polla en el juguete.

A ver qué calentito le has dejado el coño a la zorra por dentro- dijo.

Mi padre procedió a pegar golpes con su polla en la apertura y acto seguido la clavó hasta el fondo de tal manera que parecía que iba a salir la polla por el otro lado del juguete.

Aaaah, pero que calentito lo has dejado hostias, cuanta lefa de macho jodeeeeer.

No me dio tiempo a recuperarme cuando mi polla volvió a ponerse dura. Mi padre estaba bombeando aquel juguete con la lefa de su hijo dentro, pensad lo que queráis pero yo solo pude pensar dos cosas, que semental y que morbazo ver aquello.

Mi padre aún clavaba aquella herramienta con más fiereza que yo, la sacaba de ese juguete mostrando su polla llena de mi semen y sus babas y la volvía a meter, gemía, la saca, la clavaba y así varias veces entre repetidos “Toma polla zorra”.

Llevaba algunos minutos viendo aquella escena con la polla dura y me apetecía volver a correrme así que empecé a tocarme viendo a mi padre bombear.

Mi padre me vio masturbarme y me dijo:

Anda, ven aquí que vamos a bombear los dos como toca. Ponte debajo anda.

Y así obedecí. Lo bueno de este juguete era que la vagina estaba salida hacia afuera y era mucho más fácil hacer una doble penetración que otros modelos actuales.

Me puse debajo de la cama mirando a mi padre a la cara, este puso el juguete a la altura de nuestra cintura y con una voz suave muy morbosa se acercó a mi odio y me susurró: “A follar machote”.

Primero metí yo mi polla en aquel agujero y con una posición tipo cuclillas empecé a darle a aquel juguete otra vez, acto seguido mi padre también penetró aquel juguete mezclándose nuestras pollas con mi semen de minutos antes y todos los fluidos que ahí pudiesen haber.

Antes hubiese roto el momento preguntando, ahora todo me daba igual. Me apetecía aquel roce, me apetecía aquella follada conjunta, me apetecía dejarme llevar y disfrutar.

Y ahí estábamos los dos. Los dos hombres de la casa simulando que nos follabamos a una piba, mientras nos mirábamos a la cara entre gemidos, caras de placer y sudor. Notaba la fricción de las pollas, notaba que íbamos a romper aquello, notaba que era lo puto mejor que estaba viviendo en aquel momento.

Estábamos bombeando fuerte, dejándonos llevar, no importaba nada externo. Mi padre poco a poco acerco su cara hacia la mía y pensaba que iba a susurrarme alguna cerdada en el odio como de costumbre, pero todo dio un giro inesperado.

Mi padre me cogió de la nuca con su mano libre, y sin esperarlo acercó sus labios a escasos centímetros de los míos, acto seguido ejerció algo de fuerza y nos fundimos en un morreo.

Me parecía bien? Era correcto? Era moral o inmoral? En ese momento me la sudaba. Se me pasó por la cabeza, si, pero me la sudaba. Solo quería seguir. No rompí el momento.

Nuestras lenguas jugaban juntas mientras nuestras bocas se fundían en una sola, mientras nuestras pollas bombeaban al unísono, mientras sudábamos y disfrutábamos como cerdos. Mi padre separó su boca de la mía mientras soltaba cerdadas en voz alta a la vez que volvía a besarme desenfrenadamente.

Pasados unos minutos mi padre no podía más:

Me voy a correr chaval, me voy a correr. Vamos a llenarle el coño a esta zorra. -me dijo.

Yo también me corro papá- le dije.

Mi padre se incorporó y bombeando la que iban a ser sus últimas embestidas esperé al momento oportuno:

Ahí va mi lefa joder- dijo entre jadeos y excitación.

Cogí el juguete y lo saqué de nuestras pollas, lo lance a un lado de la cama y mi padre no pudo reaccionar cuando de su polla empezaron a salir latigazos de semen a borbotones, el no esperaba aquella jugada pero a mí me apetecía ver aquella lefa salir disparada.

Lechazos de semen salían de la polla llenándome pelotas, polla, pecho y algo de piernas. Inmediatamente mi polla volvió a disparar semen (aunque algo menos que la primera vez) del morbo y de lo cachondo que estaba, cayendo todo sobre mi propio tronco.

Los dos nos quedamos mirándonos, sudados y jadeando. Mi padre no hizo preguntas y yo tampoco, se tiró a la cama a tomar algo de aire y recuperarse igual que yo. Nos mirábamos sin decir palabra pero no hacía falta, lo habíamos pasado de puta madre.

Espero que os haya gustado la vuelta y tranquilos que aún queda mucho por contar 💪🏻
 
NUEVOS COMIENZOS
(Final)

Estaba en una nube de excitación, y que mi padre hubiese tirado ahí sus babas enteras me tenía burro no, lo siguiente. Procedí a acercar la polla, ya no aguantaba más, necesitaba clavarla, necesitaba montar ese juguete pensando en aquella compañera que nos ponía a todos muy muy cerdos.

Cuando estuve a punto de clavarla mi padre decidió hacer los honores. Sin previo aviso me cogió la polla, jadee, me la acercó al juguete y apuntando bien me cogió del culo y procedió a empujar de golpe hasta que mi polla entró entera.

Así se clava la polla, así. -procedió a soltar acto seguido.

Tenía la sensación que iba a infartar en cualquier momento, el morbo, la excitación, todo aquello me estaba poniendo a 180 pulsaciones, pero pensaba disfrutarlo sin pensar en nada más que el placer que estaba viviendo.

Dale duro hijo, dale duro. -Decía mi padre mientras se la estaba cascando.

Ahí estaba yo, bombeando aquel juguete, metiendo y sacando la polla de aquel agujero de plástico con la ayuda de las babas de mi padre lo que aún facilitaba más la tarea.

El porno se mezclaba con los jadeos míos, de mi padre y mis huevos al chocar con aquel juguete. Aquella habitación en unas pocas horas se había convertido en lo más cerdo que he experimentado aún a día de hoy.

Madre mía hijo, ufff- decía mi padre mientras se la cascaba. Si fuera una tía de verdad como iba a gritar eh campeón? No sabía que bombeabas así de bien, sigue así joder sigue.

Hice caso a mi padre y seguía bombeando y bombeando, precum y babas se mezclaban dentro de aquel juguete y la corrida iba a ser inminente.

Ufff, voy a pegar lefazo papá. -le dije.

Preñala cabron, preñala -me dijo mi padre mientras se la cascaba a ritmo frenético.

Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me corro, me corrooo -apresure a decir mientras mi polla empezaba a palpitar dentro de aquel juguete. Estoy seguro que los trallazos hubieran sido la hostia si mi polla se hubiese corrido fuera porque los latigazos que estaba sintiendo no los había sentido en la vida. La polla palpitaba sin parar y aunque fueron segundos a mi me parecía estar descargando lefazos sin parar.

Saque la polla del juguete y me tumbe boca arriba, rojo, con el corazón bombeando a tope y exhausto.

Eres todo un macho campeón, pero ahora me toca a mí. -me dijo mi padre.

Mientras procedía a recuperarme mi padre se apresuró a clavar su polla en el juguete.

A ver qué calentito le has dejado el coño a la zorra por dentro- dijo.

Mi padre procedió a pegar golpes con su polla en la apertura y acto seguido la clavó hasta el fondo de tal manera que parecía que iba a salir la polla por el otro lado del juguete.

Aaaah, pero que calentito lo has dejado hostias, cuanta lefa de macho jodeeeeer.

No me dio tiempo a recuperarme cuando mi polla volvió a ponerse dura. Mi padre estaba bombeando aquel juguete con la lefa de su hijo dentro, pensad lo que queráis pero yo solo pude pensar dos cosas, que semental y que morbazo ver aquello.

Mi padre aún clavaba aquella herramienta con más fiereza que yo, la sacaba de ese juguete mostrando su polla llena de mi semen y sus babas y la volvía a meter, gemía, la saca, la clavaba y así varias veces entre repetidos “Toma polla zorra”.

Llevaba algunos minutos viendo aquella escena con la polla dura y me apetecía volver a correrme así que empecé a tocarme viendo a mi padre bombear.

Mi padre me vio masturbarme y me dijo:

Anda, ven aquí que vamos a bombear los dos como toca. Ponte debajo anda.

Y así obedecí. Lo bueno de este juguete era que la vagina estaba salida hacia afuera y era mucho más fácil hacer una doble penetración que otros modelos actuales.

Me puse debajo de la cama mirando a mi padre a la cara, este puso el juguete a la altura de nuestra cintura y con una voz suave muy morbosa se acercó a mi odio y me susurró: “A follar machote”.

Primero metí yo mi polla en aquel agujero y con una posición tipo cuclillas empecé a darle a aquel juguete otra vez, acto seguido mi padre también penetró aquel juguete mezclándose nuestras pollas con mi semen de minutos antes y todos los fluidos que ahí pudiesen haber.

Antes hubiese roto el momento preguntando, ahora todo me daba igual. Me apetecía aquel roce, me apetecía aquella follada conjunta, me apetecía dejarme llevar y disfrutar.

Y ahí estábamos los dos. Los dos hombres de la casa simulando que nos follabamos a una piba, mientras nos mirábamos a la cara entre gemidos, caras de placer y sudor. Notaba la fricción de las pollas, notaba que íbamos a romper aquello, notaba que era lo puto mejor que estaba viviendo en aquel momento.

Estábamos bombeando fuerte, dejándonos llevar, no importaba nada externo. Mi padre poco a poco acerco su cara hacia la mía y pensaba que iba a susurrarme alguna cerdada en el odio como de costumbre, pero todo dio un giro inesperado.

Mi padre me cogió de la nuca con su mano libre, y sin esperarlo acercó sus labios a escasos centímetros de los míos, acto seguido ejerció algo de fuerza y nos fundimos en un morreo.

Me parecía bien? Era correcto? Era moral o inmoral? En ese momento me la sudaba. Se me pasó por la cabeza, si, pero me la sudaba. Solo quería seguir. No rompí el momento.

Nuestras lenguas jugaban juntas mientras nuestras bocas se fundían en una sola, mientras nuestras pollas bombeaban al unísono, mientras sudábamos y disfrutábamos como cerdos. Mi padre separó su boca de la mía mientras soltaba cerdadas en voz alta a la vez que volvía a besarme desenfrenadamente.

Pasados unos minutos mi padre no podía más:

Me voy a correr chaval, me voy a correr. Vamos a llenarle el coño a esta zorra. -me dijo.

Yo también me corro papá- le dije.

Mi padre se incorporó y bombeando la que iban a ser sus últimas embestidas esperé al momento oportuno:

Ahí va mi lefa joder- dijo entre jadeos y excitación.

Cogí el juguete y lo saqué de nuestras pollas, lo lance a un lado de la cama y mi padre no pudo reaccionar cuando de su polla empezaron a salir latigazos de semen a borbotones, el no esperaba aquella jugada pero a mí me apetecía ver aquella lefa salir disparada.

Lechazos de semen salían de la polla llenándome pelotas, polla, pecho y algo de piernas. Inmediatamente mi polla volvió a disparar semen (aunque algo menos que la primera vez) del morbo y de lo cachondo que estaba, cayendo todo sobre mi propio tronco.

Los dos nos quedamos mirándonos, sudados y jadeando. Mi padre no hizo preguntas y yo tampoco, se tiró a la cama a tomar algo de aire y recuperarse igual que yo. Nos mirábamos sin decir palabra pero no hacía falta, lo habíamos pasado de puta madre.

Espero que os haya gustado la vuelta y tranquilos que aún queda mucho por contar 💪🏻
Joder vaaaaaamosssss quién pudiera...
 
NUEVOS COMIENZOS
(Final)

Estaba en una nube de excitación, y que mi padre hubiese tirado ahí sus babas enteras me tenía burro no, lo siguiente. Procedí a acercar la polla, ya no aguantaba más, necesitaba clavarla, necesitaba montar ese juguete pensando en aquella compañera que nos ponía a todos muy muy cerdos.

Cuando estuve a punto de clavarla mi padre decidió hacer los honores. Sin previo aviso me cogió la polla, jadee, me la acercó al juguete y apuntando bien me cogió del culo y procedió a empujar de golpe hasta que mi polla entró entera.

Así se clava la polla, así. -procedió a soltar acto seguido.

Tenía la sensación que iba a infartar en cualquier momento, el morbo, la excitación, todo aquello me estaba poniendo a 180 pulsaciones, pero pensaba disfrutarlo sin pensar en nada más que el placer que estaba viviendo.

Dale duro hijo, dale duro. -Decía mi padre mientras se la estaba cascando.

Ahí estaba yo, bombeando aquel juguete, metiendo y sacando la polla de aquel agujero de plástico con la ayuda de las babas de mi padre lo que aún facilitaba más la tarea.

El porno se mezclaba con los jadeos míos, de mi padre y mis huevos al chocar con aquel juguete. Aquella habitación en unas pocas horas se había convertido en lo más cerdo que he experimentado aún a día de hoy.

Madre mía hijo, ufff- decía mi padre mientras se la cascaba. Si fuera una tía de verdad como iba a gritar eh campeón? No sabía que bombeabas así de bien, sigue así joder sigue.

Hice caso a mi padre y seguía bombeando y bombeando, precum y babas se mezclaban dentro de aquel juguete y la corrida iba a ser inminente.

Ufff, voy a pegar lefazo papá. -le dije.

Preñala cabron, preñala -me dijo mi padre mientras se la cascaba a ritmo frenético.

Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me corro, me corrooo -apresure a decir mientras mi polla empezaba a palpitar dentro de aquel juguete. Estoy seguro que los trallazos hubieran sido la hostia si mi polla se hubiese corrido fuera porque los latigazos que estaba sintiendo no los había sentido en la vida. La polla palpitaba sin parar y aunque fueron segundos a mi me parecía estar descargando lefazos sin parar.

Saque la polla del juguete y me tumbe boca arriba, rojo, con el corazón bombeando a tope y exhausto.

Eres todo un macho campeón, pero ahora me toca a mí. -me dijo mi padre.

Mientras procedía a recuperarme mi padre se apresuró a clavar su polla en el juguete.

A ver qué calentito le has dejado el coño a la zorra por dentro- dijo.

Mi padre procedió a pegar golpes con su polla en la apertura y acto seguido la clavó hasta el fondo de tal manera que parecía que iba a salir la polla por el otro lado del juguete.

Aaaah, pero que calentito lo has dejado hostias, cuanta lefa de macho jodeeeeer.

No me dio tiempo a recuperarme cuando mi polla volvió a ponerse dura. Mi padre estaba bombeando aquel juguete con la lefa de su hijo dentro, pensad lo que queráis pero yo solo pude pensar dos cosas, que semental y que morbazo ver aquello.

Mi padre aún clavaba aquella herramienta con más fiereza que yo, la sacaba de ese juguete mostrando su polla llena de mi semen y sus babas y la volvía a meter, gemía, la saca, la clavaba y así varias veces entre repetidos “Toma polla zorra”.

Llevaba algunos minutos viendo aquella escena con la polla dura y me apetecía volver a correrme así que empecé a tocarme viendo a mi padre bombear.

Mi padre me vio masturbarme y me dijo:

Anda, ven aquí que vamos a bombear los dos como toca. Ponte debajo anda.

Y así obedecí. Lo bueno de este juguete era que la vagina estaba salida hacia afuera y era mucho más fácil hacer una doble penetración que otros modelos actuales.

Me puse debajo de la cama mirando a mi padre a la cara, este puso el juguete a la altura de nuestra cintura y con una voz suave muy morbosa se acercó a mi odio y me susurró: “A follar machote”.

Primero metí yo mi polla en aquel agujero y con una posición tipo cuclillas empecé a darle a aquel juguete otra vez, acto seguido mi padre también penetró aquel juguete mezclándose nuestras pollas con mi semen de minutos antes y todos los fluidos que ahí pudiesen haber.

Antes hubiese roto el momento preguntando, ahora todo me daba igual. Me apetecía aquel roce, me apetecía aquella follada conjunta, me apetecía dejarme llevar y disfrutar.

Y ahí estábamos los dos. Los dos hombres de la casa simulando que nos follabamos a una piba, mientras nos mirábamos a la cara entre gemidos, caras de placer y sudor. Notaba la fricción de las pollas, notaba que íbamos a romper aquello, notaba que era lo puto mejor que estaba viviendo en aquel momento.

Estábamos bombeando fuerte, dejándonos llevar, no importaba nada externo. Mi padre poco a poco acerco su cara hacia la mía y pensaba que iba a susurrarme alguna cerdada en el odio como de costumbre, pero todo dio un giro inesperado.

Mi padre me cogió de la nuca con su mano libre, y sin esperarlo acercó sus labios a escasos centímetros de los míos, acto seguido ejerció algo de fuerza y nos fundimos en un morreo.

Me parecía bien? Era correcto? Era moral o inmoral? En ese momento me la sudaba. Se me pasó por la cabeza, si, pero me la sudaba. Solo quería seguir. No rompí el momento.

Nuestras lenguas jugaban juntas mientras nuestras bocas se fundían en una sola, mientras nuestras pollas bombeaban al unísono, mientras sudábamos y disfrutábamos como cerdos. Mi padre separó su boca de la mía mientras soltaba cerdadas en voz alta a la vez que volvía a besarme desenfrenadamente.

Pasados unos minutos mi padre no podía más:

Me voy a correr chaval, me voy a correr. Vamos a llenarle el coño a esta zorra. -me dijo.

Yo también me corro papá- le dije.

Mi padre se incorporó y bombeando la que iban a ser sus últimas embestidas esperé al momento oportuno:

Ahí va mi lefa joder- dijo entre jadeos y excitación.

Cogí el juguete y lo saqué de nuestras pollas, lo lance a un lado de la cama y mi padre no pudo reaccionar cuando de su polla empezaron a salir latigazos de semen a borbotones, el no esperaba aquella jugada pero a mí me apetecía ver aquella lefa salir disparada.

Lechazos de semen salían de la polla llenándome pelotas, polla, pecho y algo de piernas. Inmediatamente mi polla volvió a disparar semen (aunque algo menos que la primera vez) del morbo y de lo cachondo que estaba, cayendo todo sobre mi propio tronco.

Los dos nos quedamos mirándonos, sudados y jadeando. Mi padre no hizo preguntas y yo tampoco, se tiró a la cama a tomar algo de aire y recuperarse igual que yo. Nos mirábamos sin decir palabra pero no hacía falta, lo habíamos pasado de puta madre.

Espero que os haya gustado la vuelta y tranquilos que aún queda mucho por contar 💪🏻
Joder que puto morbazo nano, como echaba de menos tus mensajes!!!! Me has dejado muy duro
 
NUEVOS COMIENZOS
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Estaba en una nube de excitación, y que mi padre hubiese tirado ahí sus babas enteras me tenía burro no, lo siguiente. Procedí a acercar la polla, ya no aguantaba más, necesitaba clavarla, necesitaba montar ese juguete pensando en aquella compañera que nos ponía a todos muy muy cerdos.

Cuando estuve a punto de clavarla mi padre decidió hacer los honores. Sin previo aviso me cogió la polla, jadee, me la acercó al juguete y apuntando bien me cogió del culo y procedió a empujar de golpe hasta que mi polla entró entera.

Así se clava la polla, así. -procedió a soltar acto seguido.

Tenía la sensación que iba a infartar en cualquier momento, el morbo, la excitación, todo aquello me estaba poniendo a 180 pulsaciones, pero pensaba disfrutarlo sin pensar en nada más que el placer que estaba viviendo.

Dale duro hijo, dale duro. -Decía mi padre mientras se la estaba cascando.

Ahí estaba yo, bombeando aquel juguete, metiendo y sacando la polla de aquel agujero de plástico con la ayuda de las babas de mi padre lo que aún facilitaba más la tarea.

El porno se mezclaba con los jadeos míos, de mi padre y mis huevos al chocar con aquel juguete. Aquella habitación en unas pocas horas se había convertido en lo más cerdo que he experimentado aún a día de hoy.

Madre mía hijo, ufff- decía mi padre mientras se la cascaba. Si fuera una tía de verdad como iba a gritar eh campeón? No sabía que bombeabas así de bien, sigue así joder sigue.

Hice caso a mi padre y seguía bombeando y bombeando, precum y babas se mezclaban dentro de aquel juguete y la corrida iba a ser inminente.

Ufff, voy a pegar lefazo papá. -le dije.

Preñala cabron, preñala -me dijo mi padre mientras se la cascaba a ritmo frenético.

Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me corro, me corrooo -apresure a decir mientras mi polla empezaba a palpitar dentro de aquel juguete. Estoy seguro que los trallazos hubieran sido la hostia si mi polla se hubiese corrido fuera porque los latigazos que estaba sintiendo no los había sentido en la vida. La polla palpitaba sin parar y aunque fueron segundos a mi me parecía estar descargando lefazos sin parar.

Saque la polla del juguete y me tumbe boca arriba, rojo, con el corazón bombeando a tope y exhausto.

Eres todo un macho campeón, pero ahora me toca a mí. -me dijo mi padre.

Mientras procedía a recuperarme mi padre se apresuró a clavar su polla en el juguete.

A ver qué calentito le has dejado el coño a la zorra por dentro- dijo.

Mi padre procedió a pegar golpes con su polla en la apertura y acto seguido la clavó hasta el fondo de tal manera que parecía que iba a salir la polla por el otro lado del juguete.

Aaaah, pero que calentito lo has dejado hostias, cuanta lefa de macho jodeeeeer.

No me dio tiempo a recuperarme cuando mi polla volvió a ponerse dura. Mi padre estaba bombeando aquel juguete con la lefa de su hijo dentro, pensad lo que queráis pero yo solo pude pensar dos cosas, que semental y que morbazo ver aquello.

Mi padre aún clavaba aquella herramienta con más fiereza que yo, la sacaba de ese juguete mostrando su polla llena de mi semen y sus babas y la volvía a meter, gemía, la saca, la clavaba y así varias veces entre repetidos “Toma polla zorra”.

Llevaba algunos minutos viendo aquella escena con la polla dura y me apetecía volver a correrme así que empecé a tocarme viendo a mi padre bombear.

Mi padre me vio masturbarme y me dijo:

Anda, ven aquí que vamos a bombear los dos como toca. Ponte debajo anda.

Y así obedecí. Lo bueno de este juguete era que la vagina estaba salida hacia afuera y era mucho más fácil hacer una doble penetración que otros modelos actuales.

Me puse debajo de la cama mirando a mi padre a la cara, este puso el juguete a la altura de nuestra cintura y con una voz suave muy morbosa se acercó a mi odio y me susurró: “A follar machote”.

Primero metí yo mi polla en aquel agujero y con una posición tipo cuclillas empecé a darle a aquel juguete otra vez, acto seguido mi padre también penetró aquel juguete mezclándose nuestras pollas con mi semen de minutos antes y todos los fluidos que ahí pudiesen haber.

Antes hubiese roto el momento preguntando, ahora todo me daba igual. Me apetecía aquel roce, me apetecía aquella follada conjunta, me apetecía dejarme llevar y disfrutar.

Y ahí estábamos los dos. Los dos hombres de la casa simulando que nos follabamos a una piba, mientras nos mirábamos a la cara entre gemidos, caras de placer y sudor. Notaba la fricción de las pollas, notaba que íbamos a romper aquello, notaba que era lo puto mejor que estaba viviendo en aquel momento.

Estábamos bombeando fuerte, dejándonos llevar, no importaba nada externo. Mi padre poco a poco acerco su cara hacia la mía y pensaba que iba a susurrarme alguna cerdada en el odio como de costumbre, pero todo dio un giro inesperado.

Mi padre me cogió de la nuca con su mano libre, y sin esperarlo acercó sus labios a escasos centímetros de los míos, acto seguido ejerció algo de fuerza y nos fundimos en un morreo.

Me parecía bien? Era correcto? Era moral o inmoral? En ese momento me la sudaba. Se me pasó por la cabeza, si, pero me la sudaba. Solo quería seguir. No rompí el momento.

Nuestras lenguas jugaban juntas mientras nuestras bocas se fundían en una sola, mientras nuestras pollas bombeaban al unísono, mientras sudábamos y disfrutábamos como cerdos. Mi padre separó su boca de la mía mientras soltaba cerdadas en voz alta a la vez que volvía a besarme desenfrenadamente.

Pasados unos minutos mi padre no podía más:

Me voy a correr chaval, me voy a correr. Vamos a llenarle el coño a esta zorra. -me dijo.

Yo también me corro papá- le dije.

Mi padre se incorporó y bombeando la que iban a ser sus últimas embestidas esperé al momento oportuno:

Ahí va mi lefa joder- dijo entre jadeos y excitación.

Cogí el juguete y lo saqué de nuestras pollas, lo lance a un lado de la cama y mi padre no pudo reaccionar cuando de su polla empezaron a salir latigazos de semen a borbotones, el no esperaba aquella jugada pero a mí me apetecía ver aquella lefa salir disparada.

Lechazos de semen salían de la polla llenándome pelotas, polla, pecho y algo de piernas. Inmediatamente mi polla volvió a disparar semen (aunque algo menos que la primera vez) del morbo y de lo cachondo que estaba, cayendo todo sobre mi propio tronco.

Los dos nos quedamos mirándonos, sudados y jadeando. Mi padre no hizo preguntas y yo tampoco, se tiró a la cama a tomar algo de aire y recuperarse igual que yo. Nos mirábamos sin decir palabra pero no hacía falta, lo habíamos pasado de puta madre.

Espero que os haya gustado la vuelta y tranquilos que aún queda mucho por contar 💪🏻
Ufff menudos relatos tíos. Siempre que los leo caen 2 o 3 pajas seguras
 
La leche nunca mejor dicho, celebró tu vuelta y con que ímpetu, esperando mas
 
NUEVOS COMIENZOS
(Final)

Estaba en una nube de excitación, y que mi padre hubiese tirado ahí sus babas enteras me tenía burro no, lo siguiente. Procedí a acercar la polla, ya no aguantaba más, necesitaba clavarla, necesitaba montar ese juguete pensando en aquella compañera que nos ponía a todos muy muy cerdos.

Cuando estuve a punto de clavarla mi padre decidió hacer los honores. Sin previo aviso me cogió la polla, jadee, me la acercó al juguete y apuntando bien me cogió del culo y procedió a empujar de golpe hasta que mi polla entró entera.

Así se clava la polla, así. -procedió a soltar acto seguido.

Tenía la sensación que iba a infartar en cualquier momento, el morbo, la excitación, todo aquello me estaba poniendo a 180 pulsaciones, pero pensaba disfrutarlo sin pensar en nada más que el placer que estaba viviendo.

Dale duro hijo, dale duro. -Decía mi padre mientras se la estaba cascando.

Ahí estaba yo, bombeando aquel juguete, metiendo y sacando la polla de aquel agujero de plástico con la ayuda de las babas de mi padre lo que aún facilitaba más la tarea.

El porno se mezclaba con los jadeos míos, de mi padre y mis huevos al chocar con aquel juguete. Aquella habitación en unas pocas horas se había convertido en lo más cerdo que he experimentado aún a día de hoy.

Madre mía hijo, ufff- decía mi padre mientras se la cascaba. Si fuera una tía de verdad como iba a gritar eh campeón? No sabía que bombeabas así de bien, sigue así joder sigue.

Hice caso a mi padre y seguía bombeando y bombeando, precum y babas se mezclaban dentro de aquel juguete y la corrida iba a ser inminente.

Ufff, voy a pegar lefazo papá. -le dije.

Preñala cabron, preñala -me dijo mi padre mientras se la cascaba a ritmo frenético.

Me voy a correr, me voy a correr, me voy a correr, me corro, me corrooo -apresure a decir mientras mi polla empezaba a palpitar dentro de aquel juguete. Estoy seguro que los trallazos hubieran sido la hostia si mi polla se hubiese corrido fuera porque los latigazos que estaba sintiendo no los había sentido en la vida. La polla palpitaba sin parar y aunque fueron segundos a mi me parecía estar descargando lefazos sin parar.

Saque la polla del juguete y me tumbe boca arriba, rojo, con el corazón bombeando a tope y exhausto.

Eres todo un macho campeón, pero ahora me toca a mí. -me dijo mi padre.

Mientras procedía a recuperarme mi padre se apresuró a clavar su polla en el juguete.

A ver qué calentito le has dejado el coño a la zorra por dentro- dijo.

Mi padre procedió a pegar golpes con su polla en la apertura y acto seguido la clavó hasta el fondo de tal manera que parecía que iba a salir la polla por el otro lado del juguete.

Aaaah, pero que calentito lo has dejado hostias, cuanta lefa de macho jodeeeeer.

No me dio tiempo a recuperarme cuando mi polla volvió a ponerse dura. Mi padre estaba bombeando aquel juguete con la lefa de su hijo dentro, pensad lo que queráis pero yo solo pude pensar dos cosas, que semental y que morbazo ver aquello.

Mi padre aún clavaba aquella herramienta con más fiereza que yo, la sacaba de ese juguete mostrando su polla llena de mi semen y sus babas y la volvía a meter, gemía, la saca, la clavaba y así varias veces entre repetidos “Toma polla zorra”.

Llevaba algunos minutos viendo aquella escena con la polla dura y me apetecía volver a correrme así que empecé a tocarme viendo a mi padre bombear.

Mi padre me vio masturbarme y me dijo:

Anda, ven aquí que vamos a bombear los dos como toca. Ponte debajo anda.

Y así obedecí. Lo bueno de este juguete era que la vagina estaba salida hacia afuera y era mucho más fácil hacer una doble penetración que otros modelos actuales.

Me puse debajo de la cama mirando a mi padre a la cara, este puso el juguete a la altura de nuestra cintura y con una voz suave muy morbosa se acercó a mi odio y me susurró: “A follar machote”.

Primero metí yo mi polla en aquel agujero y con una posición tipo cuclillas empecé a darle a aquel juguete otra vez, acto seguido mi padre también penetró aquel juguete mezclándose nuestras pollas con mi semen de minutos antes y todos los fluidos que ahí pudiesen haber.

Antes hubiese roto el momento preguntando, ahora todo me daba igual. Me apetecía aquel roce, me apetecía aquella follada conjunta, me apetecía dejarme llevar y disfrutar.

Y ahí estábamos los dos. Los dos hombres de la casa simulando que nos follabamos a una piba, mientras nos mirábamos a la cara entre gemidos, caras de placer y sudor. Notaba la fricción de las pollas, notaba que íbamos a romper aquello, notaba que era lo puto mejor que estaba viviendo en aquel momento.

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Mi padre me cogió de la nuca con su mano libre, y sin esperarlo acercó sus labios a escasos centímetros de los míos, acto seguido ejerció algo de fuerza y nos fundimos en un morreo.

Me parecía bien? Era correcto? Era moral o inmoral? En ese momento me la sudaba. Se me pasó por la cabeza, si, pero me la sudaba. Solo quería seguir. No rompí el momento.

Nuestras lenguas jugaban juntas mientras nuestras bocas se fundían en una sola, mientras nuestras pollas bombeaban al unísono, mientras sudábamos y disfrutábamos como cerdos. Mi padre separó su boca de la mía mientras soltaba cerdadas en voz alta a la vez que volvía a besarme desenfrenadamente.

Pasados unos minutos mi padre no podía más:

Me voy a correr chaval, me voy a correr. Vamos a llenarle el coño a esta zorra. -me dijo.

Yo también me corro papá- le dije.

Mi padre se incorporó y bombeando la que iban a ser sus últimas embestidas esperé al momento oportuno:

Ahí va mi lefa joder- dijo entre jadeos y excitación.

Cogí el juguete y lo saqué de nuestras pollas, lo lance a un lado de la cama y mi padre no pudo reaccionar cuando de su polla empezaron a salir latigazos de semen a borbotones, el no esperaba aquella jugada pero a mí me apetecía ver aquella lefa salir disparada.

Lechazos de semen salían de la polla llenándome pelotas, polla, pecho y algo de piernas. Inmediatamente mi polla volvió a disparar semen (aunque algo menos que la primera vez) del morbo y de lo cachondo que estaba, cayendo todo sobre mi propio tronco.

Los dos nos quedamos mirándonos, sudados y jadeando. Mi padre no hizo preguntas y yo tampoco, se tiró a la cama a tomar algo de aire y recuperarse igual que yo. Nos mirábamos sin decir palabra pero no hacía falta, lo habíamos pasado de puta madre.

Espero que os haya gustado la vuelta y tranquilos que aún queda mucho por contar 💪🏻
Buffff me lo he leído todo seguido y joder que morbazo. Si hubiéramos tenido padres así los de cierta época, no habría habido tanta represión sexual
 
En ese momento me entró un escalofrío que jamás había sentido ¿qué le digo? ¿Lo asumo y que sea lo que tenga que ser? ¿Como reaccionara? ¿Me llevaré una buena hostia? Todo podía pasar la verdad así que como mentir no era una opción no me quedó más remedio que decir la verdad:

-Joder papá lo siento, empecé a escuchar sonidos y me entró la curiosidad y… (a todo esto yo con la voz súper cortada y súper acelerado de los nervios imaginaros la situación 😂)

-Y te quedaste a mirar no? -me dijo

-Es lo que tiene la curiosidad -le dije

-Ya veo ya…

Ese “ya veo ya” de mi padre fue dicho entre una mezcla de asombro y aprobación por otra (sabía cuando a mi padre le gustaba o desagradaba alguna situación)

-Es la primera vez que nos ves follar? -me soltó.

-Es la primera vez que veo a alguien follar en directo sin contar el porno, pero si, es la primera vez que os he visto -le solté

-Te ha gustado? No me digas ahora que no que menuda manera de sacudirtela -sonrió mi padre con una su sonrisa de cabrónazo que no podía con ella mientras me decía eso

Me parece algo surrealista estar hablando así de esta manera con mi padre. Pensaba que tendría una bronca de las gordas o alguna consecuencia pero jamás imaginé este buen rollo:

-Si te digo que aún sigo duro como una piedra? No he podido correrme aún - dije yo enfocando a mi paquete abultado

-Pero como aún no has descargado? - me dijo mi padre

-Como? Si habéis ido al baño y teníais que volver otra vez, pensaba pajearme en un rato pero como tambien has llamado tú… -le dije en tono medio indignado de coña

Pensaba que mi padre se despediría de mí y mañana tendríamos algún tipo de charla en otro ambiente más calmado o algo por el estilo, inocente de mi:

-Pues tienes que descargar colega, te van a reventar las pelotas jejeje y a mí se me está poniendo dura de hablar del tema.

Me señaló con sus dedos a su polla y efectivamente volvía a tener el tamaño de hace unos minutos cuando estaba en plena faena

-Joder, ya se de quien he sacado yo la polla 😂 es lo único que se me ocurrió decirle en ese momento, pero qué barbaridad.

Daba gusto ver eso así en pleno esplendor, con su piel marcando bien el prepucio y con sus buenas venas y en aquel momento como he dicho antes ya sabía yo de quién tenía la polla.

-Mejor mejor, yo en mi casa solo quiero machos eh?, a ver qué vea la tuya mejor campeón y no me vengas con vergüenzas que antes se te veía de todo menos vergonzoso.

Lleve las manos a las sábanas y me destape dejando a la vista mi polla. Estaba dura pero dura para partir cocos, soltando precum a lo bestia y sabía que en cuanto pudiera cascarmela era lefazo asegurado.

-Hostias macho pues sí que la tienes parecida a la mía si, buen nabo colega -me dijo el con una cara de orgullo.

-Algo bueno tendrían que tener los genes no? -le solté 😜

-Di que sí 💪🏻 -me soltó el. Espera un momento.

En ese momento mi padre salió del cuarto y fue a su habitación unos segundos para acto seguido verle volver y volver a cerrar la puerta.

-Hay que soltar ese calentón colega, venga vamos a darle juntos.

-En serio me estás proponiendo que nos la casquemos juntos? -le solté un poco sorprendido

-Donde está el problema? Las pajas son algo natural, y si le quitas que yo soy tu padre y tú mi hijo solo somos dos tíos disfrutando de su polla -me dijo con una seguridad que convencería a cualquiera.

-Si tú lo dices -le solté

Antes de ponernos en faena mi padre me dijo si tenía alguna revista a mano con alguna piba o algo de porno para deleitarnos más si cabe. Y si, guardaba un póster a tamaño grande de estos típicos de calendarios que sale una tía ahí en el fondo pero en este caso la tía estaba completamente desnuda.

Así que procedí a ponerlo frente a nosotros por órdenes de mi padre y nosotros nos sentamos deleitándonos la vista.

-Con naturalidad eh? Dale tranquilo que no pasa nada, solo somos tíos nada más -me dijo mi padre.

Estábamos los dos el uno al lado del otro y mi padre empezó a darle con un vigor y una naturalidad fuera de serie. Aquella noche sería la primera de muchas confidencias, aventuras, juergas y pajas entre nosotros.

Me alegro mucho por los comentarios que os esté gustando. Vuelvo a recalcar que si alguien quiere preguntar alguna cosa puede hacerlo sin problema por privado o si tenéis alguna duda. Esta historia al ser verídica tiene muchos detalles. 🤫
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