Mi sobrina de 18 años y yo (Relato real)

Este relato, del que voy en la página 15, me ha enganchado con una fuerza inusual, algo que me pasó leyendo La Fiesta del chivo, de Vargas Llosa.
Lo que en principio parece fijar el morbo en la relación tío-sobrina, no es así, sino en la respuesta de una adolescente al descubrir la potencia y placer del sexo guiada por un experto que la conduce con templanza, bien aconsejada y bien introducida.. y metida.
Y las entregas periódicas, como los folletines de hace un siglo, añaden interés y curiosidad a los absortos lectores.
Me quedo con que Teresa ha logrado un Grado en madurez, sensatez, y con que le quedará una personalidad más templada y segura que ao resto de amigas en manos de inmaduros y poca sustancias amigos de la Play y la bachata.
Agradeceré alguna foto de la joven, y si quizá hay alguna recuerdo que voy en la página 15.
Gracia Alberto.
 
Este relato, del que voy en la página 15, me ha enganchado con una fuerza inusual, algo que me pasó leyendo La Fiesta del chivo, de Vargas Llosa.
Lo que en principio parece fijar el morbo en la relación tío-sobrina, no es así, sino en la respuesta de una adolescente al descubrir la potencia y placer del sexo guiada por un experto que la conduce con templanza, bien aconsejada y bien introducida.. y metida.
Y las entregas periódicas, como los folletines de hace un siglo, añaden interés y curiosidad a los absortos lectores.
Me quedo con que Teresa ha logrado un Grado en madurez, sensatez, y con que le quedará una personalidad más templada y segura que ao resto de amigas en manos de inmaduros y poca sustancias amigos de la Play y la bachata.
Agradeceré alguna foto de la joven, y si quizá hay alguna recuerdo que voy en la página 15.
Gracia Alberto.
Vaya, me dejas sin palabras.

Muchísimas muchísimas gracias por tan maravilloso comentario acerca de lo que estoy contando.

Y además eres muy certero en tus apreciaciones porque, efectivamente, esto hace tiempo que dejó de ser un simple encuentro de tío y sobrina para ser un proceso de descubrimiento y aceptación para ella y un proceso de reafirmación de autoestima para mí. No deja de ser una especie de terapia, pero vestida con el cariño y el deseo que nos profesamos.

Además, precisamente respecto a lo que comentas sobre la madurez y la templanza adquiridas por Teresa, hoy publicaré una pequeña continuación de nuestros encuentros pero donde no hay nada sexual, solo una conversación que mantuvimos días después del trío y donde, efectivamente, ella me mostró el punto de serenidad en el que se encontraba.

En cuanto a la foto, creo que todavía no has llegado al relato en el que adjunté una foto de Teresa.

Espero que te guste y que lo que falta por contar te siga gustando del mismo modo que hasta ahora.

De nuevo, muchas gracias.
Alberto.
 
Muy buenas de nuevo.

Como le comenté hace un momento a @Luis12 , procedo a contaros algo que, en sí, no es una continuación como tal del relato. O sí, pero no es una continuación sexual.

Escribo estas líneas para contar lo que sucedió días después del trío que hicimos Ricardo y yo con mi sobrina. Y que sirvió para reafirmar más aún lo que estábamos haciendo y, sobre todo, cómo lo estábamos haciendo.

Como sabéis, como siempre hago, al día siguiente de nuestro encuentro a tres escribí a Teresa para saber cómo se encontraba.

Me dijo que tenía mil agujetas, que le dolían todos los músculos del cuerpo y que sentía el coño y el culo muy abiertos, palpitantes.

Que sentía algo de escozor pero que cada vez que recordaba lo que había pasado y lo bien que se lo habia pasado, cualquier molestia del día después le parecía insignificante.

Yo me alegré mucho de saber eso, pero aun así quería hablar con ella. Sin sexo de por medio. Una cosa era que lo pasáramos bien juntos y otra muy distinta que no me preocupara por saber cómo se sentía ella como mujer, como persona.

Así que le dije eso, que quería hablar con ella, quedar un día solo para tomar algo.
Teresa se quedó preocupada y preguntó varias veces si es que había algún problema, si había hecho mal...

Yo la tranquilicé diciéndole que no, que todo lo contrario, que todo estaba bien, pero que quería hablar con ella para saber cómo se encontraba, cuáles eran sus sentimientos y pensamientos...

Mi sobrina repitió que ella estaba bien, feliz, pero yo insistí y, finalmente, quedamos en que, tras la Semana Santa, yo iría un día a recogerla y a llevarla a la universidad por la mañana.

La Semana Santa pasó sin novedad y, tras un intercambio de mensajes, convenimos que iría a buscarla para llevarla a la universidad el martes 22 de abril por la mañana.

Quedamos a la salida del metro donde la dejaba después de cada encuentro sexual, y tras demostrarnos con un buen morreo que teníamos muchas ganas de vernos, me dirigí hacia la Universidad Complutense.

Fui directo. Le pregunté qué tal estaba, cómo se sentía como mujer.

- Cuando hablamos de esto por primera vez -me dijo Teresa-, ya te comenté que estaba bien, que me sentía bien. Cuidada, mimada, feliz y satisfecha.
- Sí, lo recuerdo, pero desde entonces a ahora han pasado muchas cosas, incluída la última con Ricardo -le comenté.
- Bueno, la verdad es que cuando noté que había otro hombre me quedé helada, sobre todo por lo inesperado, pero en cuanto empezó a comerme al tiempo que tú me tocabas, perdí el sentido y ya viste que me dejé llevar -contestó Teresa.
- Y te gustó realmente o solo lo hiciste por mí? -necesitaba saber que ella lo hacía por deseo y no por darme el gusto a mí, de ahí mi pregunta.
- No seas tonto -dijo mi sobrina-, claro que lo hice porque me gustó. Cómo no iba a gustarme? Caray, recibir placer por partida doble tiene o tendría que gustarle a todo el mundo.
- Jejeje, en eso tienes razón, pero lo difícil es siempre empezar a probar.
- Ya, pero tú siempre pones muy fácil eso, lo de probar cosas nuevas, y me encanta -dijo Teresa pícaramente.
- Pues me alegro un montón escuchar todo esto de ti, porque yo por encima de cualquier placer lo primero que quiero es tu bienestar.
- Pues estoy fenomenal, tío, me siento incluso más empoderada como se dice ahora -confesó Teresa-. Sentirme tan querida, respetada y deseada, y ahora no solo por ti sino también por Ricardo, me hace sentirme más segura, con más confianza en mí misma.
- Pues entonces me haces inmensamente feliz -le dije con un punto de emoción-, porque si además de darte placer he conseguido que te veas más...madura, la satisfacción es completa.

Estábamos cerca del destino, la Universidad Complutense, y hasta llegar allí seguimos hablando un poco más sobre lo mismo, así como sobre sus amigas, sus estudios, mis hijos y mi mujer...

Paré un poco retirado de su facultad, para así despedirme de ella como merecía, y tras fundirnos en otro maravilloso beso/morreo y quedar en concretar una cita lo antes posible, justo antes de salir del coche, Teresa me preguntó:

- Pero la próxima cita va a ser también con sorpresa?
- Quieres que la haya? -le pregunté.
- Sí todas las sorpresas dan tanto placer como la de Ricardo, puedes hacer lo que quieras, jajaja -sonrió mi sobrina.
- Tomo nota, picarona.

Y en eso quedamos. Yo me quedé muy tranquilo tras esta maravillosa conversación, y el siguiente encuentro lo contaré el fin de semana.

Gracias.
Alberto.
 
Muy buenas de nuevo.

Como le comenté hace un momento a @Luis12 , procedo a contaros algo que, en sí, no es una continuación como tal del relato. O sí, pero no es una continuación sexual.

Escribo estas líneas para contar lo que sucedió días después del trío que hicimos Ricardo y yo con mi sobrina. Y que sirvió para reafirmar más aún lo que estábamos haciendo y, sobre todo, cómo lo estábamos haciendo.

Como sabéis, como siempre hago, al día siguiente de nuestro encuentro a tres escribí a Teresa para saber cómo se encontraba.

Me dijo que tenía mil agujetas, que le dolían todos los músculos del cuerpo y que sentía el coño y el culo muy abiertos, palpitantes.

Que sentía algo de escozor pero que cada vez que recordaba lo que había pasado y lo bien que se lo habia pasado, cualquier molestia del día después le parecía insignificante.

Yo me alegré mucho de saber eso, pero aun así quería hablar con ella. Sin sexo de por medio. Una cosa era que lo pasáramos bien juntos y otra muy distinta que no me preocupara por saber cómo se sentía ella como mujer, como persona.

Así que le dije eso, que quería hablar con ella, quedar un día solo para tomar algo.
Teresa se quedó preocupada y preguntó varias veces si es que había algún problema, si había hecho mal...

Yo la tranquilicé diciéndole que no, que todo lo contrario, que todo estaba bien, pero que quería hablar con ella para saber cómo se encontraba, cuáles eran sus sentimientos y pensamientos...

Mi sobrina repitió que ella estaba bien, feliz, pero yo insistí y, finalmente, quedamos en que, tras la Semana Santa, yo iría un día a recogerla y a llevarla a la universidad por la mañana.

La Semana Santa pasó sin novedad y, tras un intercambio de mensajes, convenimos que iría a buscarla para llevarla a la universidad el martes 22 de abril por la mañana.

Quedamos a la salida del metro donde la dejaba después de cada encuentro sexual, y tras demostrarnos con un buen morreo que teníamos muchas ganas de vernos, me dirigí hacia la Universidad Complutense.

Fui directo. Le pregunté qué tal estaba, cómo se sentía como mujer.

- Cuando hablamos de esto por primera vez -me dijo Teresa-, ya te comenté que estaba bien, que me sentía bien. Cuidada, mimada, feliz y satisfecha.
- Sí, lo recuerdo, pero desde entonces a ahora han pasado muchas cosas, incluída la última con Ricardo -le comenté.
- Bueno, la verdad es que cuando noté que había otro hombre me quedé helada, sobre todo por lo inesperado, pero en cuanto empezó a comerme al tiempo que tú me tocabas, perdí el sentido y ya viste que me dejé llevar -contestó Teresa.
- Y te gustó realmente o solo lo hiciste por mí? -necesitaba saber que ella lo hacía por deseo y no por darme el gusto a mí, de ahí mi pregunta.
- No seas tonto -dijo mi sobrina-, claro que lo hice porque me gustó. Cómo no iba a gustarme? Caray, recibir placer por partida doble tiene o tendría que gustarle a todo el mundo.
- Jejeje, en eso tienes razón, pero lo difícil es siempre empezar a probar.
- Ya, pero tú siempre pones muy fácil eso, lo de probar cosas nuevas, y me encanta -dijo Teresa pícaramente.
- Pues me alegro un montón escuchar todo esto de ti, porque yo por encima de cualquier placer lo primero que quiero es tu bienestar.
- Pues estoy fenomenal, tío, me siento incluso más empoderada como se dice ahora -confesó Teresa-. Sentirme tan querida, respetada y deseada, y ahora no solo por ti sino también por Ricardo, me hace sentirme más segura, con más confianza en mí misma.
- Pues entonces me haces inmensamente feliz -le dije con un punto de emoción-, porque si además de darte placer he conseguido que te veas más...madura, la satisfacción es completa.

Estábamos cerca del destino, la Universidad Complutense, y hasta llegar allí seguimos hablando un poco más sobre lo mismo, así como sobre sus amigas, sus estudios, mis hijos y mi mujer...

Paré un poco retirado de su facultad, para así despedirme de ella como merecía, y tras fundirnos en otro maravilloso beso/morreo y quedar en concretar una cita lo antes posible, justo antes de salir del coche, Teresa me preguntó:

- Pero la próxima cita va a ser también con sorpresa?
- Quieres que la haya? -le pregunté.
- Sí todas las sorpresas dan tanto placer como la de Ricardo, puedes hacer lo que quieras, jajaja -sonrió mi sobrina.
- Tomo nota, picarona.

Y en eso quedamos. Yo me quedé muy tranquilo tras esta maravillosa conversación, y el siguiente encuentro lo contaré el fin de semana.

Gracias.
Alberto.
@AlbertoBenitez cuando está historia llegue a su fin que espero y deseo sea muy tarde , pásame un pdf . No me cansaré de darte las gracias por ser tan generoso de contarnos vuestros encuentros y dejarnos ser cómplices de esta relación tan bonita y respetuosa que tenéis.
Un montón de besos 😘 😘
 
@AlbertoBenitez cuando está historia llegue a su fin que espero y deseo sea muy tarde , pásame un pdf . No me cansaré de darte las gracias por ser tan generoso de contarnos vuestros encuentros y dejarnos ser cómplices de esta relación tan bonita y respetuosa que tenéis.
Un montón de besos 😘 😘
Puedes jurar que será un inmenso placer pasarte el PDF con todo lo que he ido contando, querida @LADYNALA .
Es un honor que alguien como tú me/nos dedique tan hermosas palabras siempre.
Este modo de proceder tuyo, tan respetuoso, es el que yo tengo como norma con todo el mundo en general y con Teresa en particular.
Mil gracias y un saco de besos 🥰🥰🥰
 
Vaya, me dejas sin palabras.

Muchísimas muchísimas gracias por tan maravilloso comentario acerca de lo que estoy contando.

Y además eres muy certero en tus apreciaciones porque, efectivamente, esto hace tiempo que dejó de ser un simple encuentro de tío y sobrina para ser un proceso de descubrimiento y aceptación para ella y un proceso de reafirmación de autoestima para mí. No deja de ser una especie de terapia, pero vestida con el cariño y el deseo que nos profesamos.

Además, precisamente respecto a lo que comentas sobre la madurez y la templanza adquiridas por Teresa, hoy publicaré una pequeña continuación de nuestros encuentros pero donde no hay nada sexual, solo una conversación que mantuvimos días después del trío y donde, efectivamente, ella me mostró el punto de serenidad en el que se encontraba.

En cuanto a la foto, creo que todavía no has llegado al relato en el que adjunté una foto de Teresa.

Espero que te guste y que lo que falta por contar te siga gustando del mismo modo que hasta ahora.

De nuevo, muchas gracias.
Alberto.
Mi análisis te habrá parecido sesudo y racional, pero os aseguro a ambos que me pongo muy irracional y zoológico cuando te leo, mi cerebro es todo polla, y sin haber llegado a leer la página del trío ( que me has adelantado inoportunamente …) digo que sin haber leído el “menage a trois, “ sería candidato entusiasta a ensartar a Teresa por allí donde prefiriera)
 
Mi análisis te habrá parecido sesudo y racional, pero os aseguro a ambos que me pongo muy irracional y zoológico cuando te leo, mi cerebro es todo polla, y sin haber llegado a leer la página del trío ( que me has adelantado inoportunamente …) digo que sin haber leído el “menage a trois, “ sería candidato entusiasta a ensartar a Teresa por allí donde prefiriera)
Jajaja.
Una cosa no quita la otra.
Cuando la sangre se instala allá abajo, todo se convierte en irracionalmente vicioso. Me encanta la palabra "ensartar".
Lamento el spoiler, aunque estoy seguro que te gustará el modo de llegar al menage a trois, y del mismo no voy a desvelarte nada.
 
Hola a todos.

Tras contaros la conversación mantenida con mi sobrina el 22 de abril, todo quedó bastante claro (sobre todo para mí, pues Teresa no tenía ningún tipo de dudas).

Los dos queríamos seguir disfrutando, disfrutándonos, con el aliciente de que Teresa quería seguir siendo sorprendida, se sentía feliz y satisfecha con todo lo sucedido hasta ahora.

Tras dejarla en la universidad, mi parte morbosa entró en ebullición. Ya que Teresa me había "dado permiso" (por decirlo de alguna manera) para seguir sorprendiéndola, empezaron a ocurrírseme mil y una maneras de hacerlo.

La primera era volver a quedar con Ricardo. Pero tampoco quería convertir nuestra relación en eso, esto es, no quería que mi sobrina pensara que en cada nuevo encuentro iba a estar Ricardo u otra tercera persona. No. No se trataba de eso.

Se trataba de seguir haciéndola vibrar como hasta ahora. Y si no había hecho falta una tercera persona hasta el último encuentro, perfectamente podía volver a quedar con ella a solas y en los siguientes encuentros ya se vería.

Así pues, cuando volví a escribirla para buscar una fecha para vernos y ella me preguntó si habría sorpresa, le dije que no, que deseaba tener su cuerpo solo para mí, que hacía mucho de la última vez.

A ella le pareció genial, y tras consultar nuestros calendarios, convenimos en vernos el miércoles 7 de mayo en su casa.

Para no extenderme demasiado, de ese encuentro puedo contar que fue diferente. Fue sexualmente...salvaje, intenso, a la par que vestido de muchos muchos mimos y gestos de cariño.

Estaba claro que algo había cambiado después del trío primero y de la conversación posterior después.

Ese 7 de mayo nos besamos y morreamos mucho, nos lamimos, nos mordimos, nos comimos... Sus mamadas fueron increíbles, estando a punto de hacerme correr en su boca un par de veces.

Follamos en la cama de sus padres y en la ducha, tanto vaginal como analmente. En su culo ya entraba mi polla sin molestias para ella, y dentro seguía siendo muy estrecho y calentito.

Pero, al mismo tiempo que follamos, también hubo momentos en que hicimos el amor lentamente, mirándonos a los ojos, besándonos sin prisa...

Esta increíble mañana terminó con Teresa teniendo infinitos orgasmos y conmigo corriéndome exageradamente sobre sus tetas.

Tal fue la fuerza de mi corrida que algo de ella llegó hasta su barbilla, casi bajo los labios. Yo le pedí perdón y mi sobrina me dijo que no pasaba nada, que le había encantado verme eyacular (bueno, ella ya decía son problema "verme correrme") así.

Cuando iba yo a coger una toallita para limpiar esa parte de corrida, sin decir nada Teresa pasó el dedo índice de su mano derecha sobre la leche que había en su barbilla, y con el dedo impregnado de la misma, me preguntó:
  • A que sabe?
  • No tengo la menor idea, jamás la he probado, jajajaja.
  • Jajaja, ya me imagino, aunque visto lo visto si me hubieras dicho que la habías probado igual tampoco me hubiera sorprendido -dijo Teresa entre carcajadas.
  • Oye, pues nunca se sabe, jajaja -dije yo-. Pero vamos, que las mujeres con las que he estado y lo han probado dicen que es como un sabor salado.
  • Y les ha gustado? -preguntó con mucha curiosidad.
  • La mayoría ya conocían su sabor, y repetían -le dije con sinceridad.
  • No sé... -dijo mirándose el dedo bañado en mi semen-, voy a ver.
Y dicho esto, mi sobrina sacó la punta de su lengua y la pasó delicadamente sobre su dedo, limpiándolo superficialmente.

Yo estaba alucinando pero no pensaba abrir la boca. Fue Teresa quien habló.
  • Bueno, sí que está algo salado, pero no es desagradable.
  • Mira, pues otra cosa más que has probado -le dije yo-. Y me encanta que lo hayas hecho.
  • Quieres que siga? -preguntó Teresa.
  • Sé que lo vas a hacer, así que adelante -le dije provocándola.
Y dicho esto, Teresa no tardó en volver a lamerse el dedo, esta vez saboreándolo como si fuera una mini polla, y en eso estuvo hasta que lo dejó limpio, sin restos de leche.

Mi única respuesta a eso fue agacharme para besarla apasionadamente, morreo tras el cual le dije entre risas:
  • Pues sí que sabe salado, sí.
  • Te ha gustado??? -preguntó alucinada Teresa.
  • De tu boca me gusta todo -le respondí.
Volvimos a morrearnos, disfrutamos de caricias mutuas, y descansamos mientras hablábamos de todo lo sucedido hasta que tuve que regresar a casa.

Como este es un relato más corto de lo habitual, lo que pasó en el siguiente encuentro lo contaré a la mayor brevedad posible; aunque es bastante más extenso que todo lo contado hasta ahora, espero tenerlo listo pronto.

Gracias por vuestro infatigable interés.
Feliz fin de semana.

Alberto.
 
Hola a todos.

Tras contaros la conversación mantenida con mi sobrina el 22 de abril, todo quedó bastante claro (sobre todo para mí, pues Teresa no tenía ningún tipo de dudas).

Los dos queríamos seguir disfrutando, disfrutándonos, con el aliciente de que Teresa quería seguir siendo sorprendida, se sentía feliz y satisfecha con todo lo sucedido hasta ahora.

Tras dejarla en la universidad, mi parte morbosa entró en ebullición. Ya que Teresa me había "dado permiso" (por decirlo de alguna manera) para seguir sorprendiéndola, empezaron a ocurrírseme mil y una maneras de hacerlo.

La primera era volver a quedar con Ricardo. Pero tampoco quería convertir nuestra relación en eso, esto es, no quería que mi sobrina pensara que en cada nuevo encuentro iba a estar Ricardo u otra tercera persona. No. No se trataba de eso.

Se trataba de seguir haciéndola vibrar como hasta ahora. Y si no había hecho falta una tercera persona hasta el último encuentro, perfectamente podía volver a quedar con ella a solas y en los siguientes encuentros ya se vería.

Así pues, cuando volví a escribirla para buscar una fecha para vernos y ella me preguntó si habría sorpresa, le dije que no, que deseaba tener su cuerpo solo para mí, que hacía mucho de la última vez.

A ella le pareció genial, y tras consultar nuestros calendarios, convenimos en vernos el miércoles 7 de mayo en su casa.

Para no extenderme demasiado, de ese encuentro puedo contar que fue diferente. Fue sexualmente...salvaje, intenso, a la par que vestido de muchos muchos mimos y gestos de cariño.

Estaba claro que algo había cambiado después del trío primero y de la conversación posterior después.

Ese 7 de mayo nos besamos y morreamos mucho, nos lamimos, nos mordimos, nos comimos... Sus mamadas fueron increíbles, estando a punto de hacerme correr en su boca un par de veces.

Follamos en la cama de sus padres y en la ducha, tanto vaginal como analmente. En su culo ya entraba mi polla sin molestias para ella, y dentro seguía siendo muy estrecho y calentito.

Pero, al mismo tiempo que follamos, también hubo momentos en que hicimos el amor lentamente, mirándonos a los ojos, besándonos sin prisa...

Esta increíble mañana terminó con Teresa teniendo infinitos orgasmos y conmigo corriéndome exageradamente sobre sus tetas.

Tal fue la fuerza de mi corrida que algo de ella llegó hasta su barbilla, casi bajo los labios. Yo le pedí perdón y mi sobrina me dijo que no pasaba nada, que le había encantado verme eyacular (bueno, ella ya decía son problema "verme correrme") así.

Cuando iba yo a coger una toallita para limpiar esa parte de corrida, sin decir nada Teresa pasó el dedo índice de su mano derecha sobre la leche que había en su barbilla, y con el dedo impregnado de la misma, me preguntó:
  • A que sabe?
  • No tengo la menor idea, jamás la he probado, jajajaja.
  • Jajaja, ya me imagino, aunque visto lo visto si me hubieras dicho que la habías probado igual tampoco me hubiera sorprendido -dijo Teresa entre carcajadas.
  • Oye, pues nunca se sabe, jajaja -dije yo-. Pero vamos, que las mujeres con las que he estado y lo han probado dicen que es como un sabor salado.
  • Y les ha gustado? -preguntó con mucha curiosidad.
  • La mayoría ya conocían su sabor, y repetían -le dije con sinceridad.
  • No sé... -dijo mirándose el dedo bañado en mi semen-, voy a ver.
Y dicho esto, mi sobrina sacó la punta de su lengua y la pasó delicadamente sobre su dedo, limpiándolo superficialmente.

Yo estaba alucinando pero no pensaba abrir la boca. Fue Teresa quien habló.
  • Bueno, sí que está algo salado, pero no es desagradable.
  • Mira, pues otra cosa más que has probado -le dije yo-. Y me encanta que lo hayas hecho.
  • Quieres que siga? -preguntó Teresa.
  • Sé que lo vas a hacer, así que adelante -le dije provocándola.
Y dicho esto, Teresa no tardó en volver a lamerse el dedo, esta vez saboreándolo como si fuera una mini polla, y en eso estuvo hasta que lo dejó limpio, sin restos de leche.

Mi única respuesta a eso fue agacharme para besarla apasionadamente, morreo tras el cual le dije entre risas:
  • Pues sí que sabe salado, sí.
  • Te ha gustado??? -preguntó alucinada Teresa.
  • De tu boca me gusta todo -le respondí.
Volvimos a morrearnos, disfrutamos de caricias mutuas, y descansamos mientras hablábamos de todo lo sucedido hasta que tuve que regresar a casa.

Como este es un relato más corto de lo habitual, lo que pasó en el siguiente encuentro lo contaré a la mayor brevedad posible; aunque es bastante más extenso que todo lo contado hasta ahora, espero tenerlo listo pronto.

Gracias por vuestro infatigable interés.
Feliz fin de semana.

Alberto.
No contaba con la continuación hoy 🤗🤗 alegría para el cuerpojajaja , como siempre gracias 😘😘. Siempre con ganas !!!!
 
Realmente es una historia maravillosa contada muy bien. Enhorabuena. A mi me encanta escribir relatos (y leer) y me ha enganchado. He ido leyendo un par de capítulos al día y me ponía (y pone) enfermo
 
No contaba con la continuación hoy 🤗🤗 alegría para el cuerpojajaja , como siempre gracias 😘😘. Siempre con ganas !!!!
Bueno, a veces es mejor no ser tan previsible! 😜😜😜

Lo he compartido hoy porque me gustaría poder mostrar su continuación el domingo; pero como no sé si me dará tiempo porque la siguiente situación que voy a contar tiene muuuucho que contar (valga la redundancia), pues por si acaso no me da tiempo a compartirla el domingo os dejo este pequeño pero morboso aperitivo.
Millones de gracias, @LADYNALA 🥰🥰
 
Realmente es una historia maravillosa contada muy bien. Enhorabuena. A mi me encanta escribir relatos (y leer) y me ha enganchado. He ido leyendo un par de capítulos al día y me ponía (y pone) enfermo
Qué honor que, siendo tú escritor de relatos, me dediques tan generosas palabras.
Espero seguir poniéndote enfermo 😉
 
Hola a todos.

Tras contaros la conversación mantenida con mi sobrina el 22 de abril, todo quedó bastante claro (sobre todo para mí, pues Teresa no tenía ningún tipo de dudas).

Los dos queríamos seguir disfrutando, disfrutándonos, con el aliciente de que Teresa quería seguir siendo sorprendida, se sentía feliz y satisfecha con todo lo sucedido hasta ahora.

Tras dejarla en la universidad, mi parte morbosa entró en ebullición. Ya que Teresa me había "dado permiso" (por decirlo de alguna manera) para seguir sorprendiéndola, empezaron a ocurrírseme mil y una maneras de hacerlo.

La primera era volver a quedar con Ricardo. Pero tampoco quería convertir nuestra relación en eso, esto es, no quería que mi sobrina pensara que en cada nuevo encuentro iba a estar Ricardo u otra tercera persona. No. No se trataba de eso.

Se trataba de seguir haciéndola vibrar como hasta ahora. Y si no había hecho falta una tercera persona hasta el último encuentro, perfectamente podía volver a quedar con ella a solas y en los siguientes encuentros ya se vería.

Así pues, cuando volví a escribirla para buscar una fecha para vernos y ella me preguntó si habría sorpresa, le dije que no, que deseaba tener su cuerpo solo para mí, que hacía mucho de la última vez.

A ella le pareció genial, y tras consultar nuestros calendarios, convenimos en vernos el miércoles 7 de mayo en su casa.

Para no extenderme demasiado, de ese encuentro puedo contar que fue diferente. Fue sexualmente...salvaje, intenso, a la par que vestido de muchos muchos mimos y gestos de cariño.

Estaba claro que algo había cambiado después del trío primero y de la conversación posterior después.

Ese 7 de mayo nos besamos y morreamos mucho, nos lamimos, nos mordimos, nos comimos... Sus mamadas fueron increíbles, estando a punto de hacerme correr en su boca un par de veces.

Follamos en la cama de sus padres y en la ducha, tanto vaginal como analmente. En su culo ya entraba mi polla sin molestias para ella, y dentro seguía siendo muy estrecho y calentito.

Pero, al mismo tiempo que follamos, también hubo momentos en que hicimos el amor lentamente, mirándonos a los ojos, besándonos sin prisa...

Esta increíble mañana terminó con Teresa teniendo infinitos orgasmos y conmigo corriéndome exageradamente sobre sus tetas.

Tal fue la fuerza de mi corrida que algo de ella llegó hasta su barbilla, casi bajo los labios. Yo le pedí perdón y mi sobrina me dijo que no pasaba nada, que le había encantado verme eyacular (bueno, ella ya decía son problema "verme correrme") así.

Cuando iba yo a coger una toallita para limpiar esa parte de corrida, sin decir nada Teresa pasó el dedo índice de su mano derecha sobre la leche que había en su barbilla, y con el dedo impregnado de la misma, me preguntó:
  • A que sabe?
  • No tengo la menor idea, jamás la he probado, jajajaja.
  • Jajaja, ya me imagino, aunque visto lo visto si me hubieras dicho que la habías probado igual tampoco me hubiera sorprendido -dijo Teresa entre carcajadas.
  • Oye, pues nunca se sabe, jajaja -dije yo-. Pero vamos, que las mujeres con las que he estado y lo han probado dicen que es como un sabor salado.
  • Y les ha gustado? -preguntó con mucha curiosidad.
  • La mayoría ya conocían su sabor, y repetían -le dije con sinceridad.
  • No sé... -dijo mirándose el dedo bañado en mi semen-, voy a ver.
Y dicho esto, mi sobrina sacó la punta de su lengua y la pasó delicadamente sobre su dedo, limpiándolo superficialmente.

Yo estaba alucinando pero no pensaba abrir la boca. Fue Teresa quien habló.
  • Bueno, sí que está algo salado, pero no es desagradable.
  • Mira, pues otra cosa más que has probado -le dije yo-. Y me encanta que lo hayas hecho.
  • Quieres que siga? -preguntó Teresa.
  • Sé que lo vas a hacer, así que adelante -le dije provocándola.
Y dicho esto, Teresa no tardó en volver a lamerse el dedo, esta vez saboreándolo como si fuera una mini polla, y en eso estuvo hasta que lo dejó limpio, sin restos de leche.

Mi única respuesta a eso fue agacharme para besarla apasionadamente, morreo tras el cual le dije entre risas:
  • Pues sí que sabe salado, sí.
  • Te ha gustado??? -preguntó alucinada Teresa.
  • De tu boca me gusta todo -le respondí.
Volvimos a morrearnos, disfrutamos de caricias mutuas, y descansamos mientras hablábamos de todo lo sucedido hasta que tuve que regresar a casa.

Como este es un relato más corto de lo habitual, lo que pasó en el siguiente encuentro lo contaré a la mayor brevedad posible; aunque es bastante más extenso que todo lo contado hasta ahora, espero tenerlo listo pronto.

Gracias por vuestro infatigable interés.
Feliz fin de semana.

Alberto.
Casa vez que te leo me pongo cachondo 💃
 
Hola a todos.

Tras contaros la conversación mantenida con mi sobrina el 22 de abril, todo quedó bastante claro (sobre todo para mí, pues Teresa no tenía ningún tipo de dudas).

Los dos queríamos seguir disfrutando, disfrutándonos, con el aliciente de que Teresa quería seguir siendo sorprendida, se sentía feliz y satisfecha con todo lo sucedido hasta ahora.

Tras dejarla en la universidad, mi parte morbosa entró en ebullición. Ya que Teresa me había "dado permiso" (por decirlo de alguna manera) para seguir sorprendiéndola, empezaron a ocurrírseme mil y una maneras de hacerlo.

La primera era volver a quedar con Ricardo. Pero tampoco quería convertir nuestra relación en eso, esto es, no quería que mi sobrina pensara que en cada nuevo encuentro iba a estar Ricardo u otra tercera persona. No. No se trataba de eso.

Se trataba de seguir haciéndola vibrar como hasta ahora. Y si no había hecho falta una tercera persona hasta el último encuentro, perfectamente podía volver a quedar con ella a solas y en los siguientes encuentros ya se vería.

Así pues, cuando volví a escribirla para buscar una fecha para vernos y ella me preguntó si habría sorpresa, le dije que no, que deseaba tener su cuerpo solo para mí, que hacía mucho de la última vez.

A ella le pareció genial, y tras consultar nuestros calendarios, convenimos en vernos el miércoles 7 de mayo en su casa.

Para no extenderme demasiado, de ese encuentro puedo contar que fue diferente. Fue sexualmente...salvaje, intenso, a la par que vestido de muchos muchos mimos y gestos de cariño.

Estaba claro que algo había cambiado después del trío primero y de la conversación posterior después.

Ese 7 de mayo nos besamos y morreamos mucho, nos lamimos, nos mordimos, nos comimos... Sus mamadas fueron increíbles, estando a punto de hacerme correr en su boca un par de veces.

Follamos en la cama de sus padres y en la ducha, tanto vaginal como analmente. En su culo ya entraba mi polla sin molestias para ella, y dentro seguía siendo muy estrecho y calentito.

Pero, al mismo tiempo que follamos, también hubo momentos en que hicimos el amor lentamente, mirándonos a los ojos, besándonos sin prisa...

Esta increíble mañana terminó con Teresa teniendo infinitos orgasmos y conmigo corriéndome exageradamente sobre sus tetas.

Tal fue la fuerza de mi corrida que algo de ella llegó hasta su barbilla, casi bajo los labios. Yo le pedí perdón y mi sobrina me dijo que no pasaba nada, que le había encantado verme eyacular (bueno, ella ya decía son problema "verme correrme") así.

Cuando iba yo a coger una toallita para limpiar esa parte de corrida, sin decir nada Teresa pasó el dedo índice de su mano derecha sobre la leche que había en su barbilla, y con el dedo impregnado de la misma, me preguntó:
  • A que sabe?
  • No tengo la menor idea, jamás la he probado, jajajaja.
  • Jajaja, ya me imagino, aunque visto lo visto si me hubieras dicho que la habías probado igual tampoco me hubiera sorprendido -dijo Teresa entre carcajadas.
  • Oye, pues nunca se sabe, jajaja -dije yo-. Pero vamos, que las mujeres con las que he estado y lo han probado dicen que es como un sabor salado.
  • Y les ha gustado? -preguntó con mucha curiosidad.
  • La mayoría ya conocían su sabor, y repetían -le dije con sinceridad.
  • No sé... -dijo mirándose el dedo bañado en mi semen-, voy a ver.
Y dicho esto, mi sobrina sacó la punta de su lengua y la pasó delicadamente sobre su dedo, limpiándolo superficialmente.

Yo estaba alucinando pero no pensaba abrir la boca. Fue Teresa quien habló.
  • Bueno, sí que está algo salado, pero no es desagradable.
  • Mira, pues otra cosa más que has probado -le dije yo-. Y me encanta que lo hayas hecho.
  • Quieres que siga? -preguntó Teresa.
  • Sé que lo vas a hacer, así que adelante -le dije provocándola.
Y dicho esto, Teresa no tardó en volver a lamerse el dedo, esta vez saboreándolo como si fuera una mini polla, y en eso estuvo hasta que lo dejó limpio, sin restos de leche.

Mi única respuesta a eso fue agacharme para besarla apasionadamente, morreo tras el cual le dije entre risas:
  • Pues sí que sabe salado, sí.
  • Te ha gustado??? -preguntó alucinada Teresa.
  • De tu boca me gusta todo -le respondí.
Volvimos a morrearnos, disfrutamos de caricias mutuas, y descansamos mientras hablábamos de todo lo sucedido hasta que tuve que regresar a casa.

Como este es un relato más corto de lo habitual, lo que pasó en el siguiente encuentro lo contaré a la mayor brevedad posible; aunque es bastante más extenso que todo lo contado hasta ahora, espero tenerlo listo pronto.

Gracias por vuestro infatigable interés.
Feliz fin de semana.

Alberto.
Siempre un placer leerte.
 

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