No sé si fui cornudo

Ya han llegado al punto que si no están trabajando, están follando (y ya han empezado el rollo en el trabajo también, a este paso 24/7... 😱).
A mí personalmente, que hubiese llegado a este extremo, no me gustaría nada. Sobrepasa el juego bajo mi punto de vista. Pero para gustos, colores 😜. Entiendo que cada pareja tiene sus límites y su manera de afrontar este tipo de situaciones.
Enhorabuena por tu manera de relatar los hechos, tremendamente morbosa, y muchas gracias por compartirlos con todos.
Esperando ya con ganas que nos cuentes la tarde-noche que se avecina 😆.
Vamos a ver, no es algo que me extrañe, la verdad. Tú cuando empiezas una relación, sea afectiva o sexual, solo piensas en follar, e imagínate, ahora que eres un chaval de 24 que se está follando a una casada de 35, pues, ni te cuento.

Por otro lado, al juego estababan jugando ellos, yo no y, además, me guste o no, es lo que pasó, que ya te digo yo que me da mucho mucho morbo, pero aunque no me lo diera, nada iba a cambiar.

Me alegra mucho que te guste, me anima a seguir escribiendo
 
Vamos a ver, no es algo que me extrañe, la verdad. Tú cuando empiezas una relación, sea afectiva o sexual, solo piensas en follar, e imagínate, ahora que eres un chaval de 24 que se está follando a una casada de 35, pues, ni te cuento.
Ya ya... pero yo lo decía por ella. Lo de él por supuesto que era comprensible, pero ella ya tenía una relación afectiva y sexual contigo.
En fin, ese es el tema del relato, ¿no? Los cuernacos que te puso a tus espaldas y que al final, si no es por la cena de marras, seguramente no te hubieses enterado y se hubiera vuelto a repetir otra vez si no hubieses aparecido tú en la cena.
 
Última edición:
Ya ya... pero yo lo decía por ella. Lo de él por supuesto que era comprensible, pero ella ya tenía una relación afectiva y sexual contigo.
En fin, ese es el tema del relato, ¿no? Los cuernacos que te puso a tus espaldas y que al final, si no es por la cena de marras, al igual ni te hubieses enterado y se hubiera vuelto a repetir ahora otra vez si no hubieses aparecido tú en la cena.
Bueno, lo que me hizo sospechar fue lo de la cena y lo del tanga aquel manchado, fueron las dos cosas. Fijo que si no es por eso ni me entero, porque a parte de eso, no tuve ni una sola evidencia más.

Por otro lado, no me extraña lo de ella tampoco, sinceramente, ya habían follado (y la había gustado mucho), el tío la ponía y, encima, la buscaba a saco…. Pues terminó entregándose al placer
 
Última edición:
Bueno, lo que me hizo sospechar fue lo de la cena y lo del tanga aquel manchado, fueron las dos cosas. Fijo que si no es por eso ni me entero, porque a parte de eso, no tuve ni una sola evidencia más.
...

Asumiendo la casualidad de tu descubrimiento, es sensato pensar que pueden haber más situaciones semejantes e incluso peores (según quién).

Con morbo o sin él, uno puede pasarse la vida confiando en su pareja, y nunca enterarse que te ha ido creciendo una gran cornamenta.

A lo que voy, y según creo entender, lo tuyo no pasa por que te sea infiel, más bien por el hecho que esperas que en algún momento te lo cuente, con gran detalle eso sí.

En algún instante, no te preocupa que con esa libertad que le das tenga encuentros que te oculte, y jamás te los confiese???

Si sabiendo ella lo que disfrutas del morbo al escuchar lo que ha hecho, te quita esa posibilidad...eso no sería una traición???

...se entendió??? :rolleyes:
 
Creo que te he entendido.
Asumiendo la casualidad de tu descubrimiento, es sensato pensar que pueden haber más situaciones semejantes e incluso peores (según quién).

Con morbo o sin él, uno puede pasarse la vida confiando en su pareja, y nunca enterarse que te ha ido creciendo una gran cornamenta.

A lo que voy, y según creo entender, lo tuyo no pasa por que te sea infiel, más bien por el hecho que esperas que en algún momento te lo cuente, con gran detalle eso sí.

En algún instante, no te preocupa que con esa libertad que le das tenga encuentros que te oculte, y jamás te los confiese???

Si sabiendo ella lo que disfrutas del morbo al escuchar lo que ha hecho, te quita esa posibilidad...eso no sería una traición???

...se entendió??? :rolleyes:
Creo que te he entendido. En primer lugar, es obvio que nadie está exento de tener cornamenta.

Sobre la primera pregunta que haces, a ver, esto pasó hace 14 años, no sé si ha habido más o no, tampoco me preocupa. Si ha habido, claro que me gustaría saberlo, y con detalle, pero es decisión de ella, obviamente .

Y, entroncando con tu segunda pregunta, este tema, era un secreto de ella, que me ha confesado y que, si no quiere, jamás me hubiera enterado, puedo tener sospechas, que yo considere más o menos certeras, pero si lo sigue negando, al final tengo que tragar con eso. Ella sabe lo que he disfrutado con este morbo (y ella también), si ha habido más y quiere contar, bienvenido sea, pero si no, tampoco pasa nada, porque no tengo otras situaciones que me hagan sospechar de nada. También puede ser que no haya habido más. Eso no lo sé
 
El martes, ya en el trabajo, a la primera vez que mi mujer entro al almacenillo, Gonzalo la siguió y fue directo a buscarla la boca, ella le paró y le dijo que no quería que siguiera haciendo eso en el trabajo, él la contestó que si no la gustaba, a lo que, mi mujer, respondió, que no estaba hablando de eso, que no quería que hiciera eso en el trabajo. Él la contestó, vale, pero vas al descanso conmigo, ella le dijo que vale, pero sólo si cumplía. Y cumplió.

Se fueron al descanso juntos y, al cabo de un rato, Gonzalo le preguntó que si hoy podía ir a dormir la siesta con ella, ella le dijo que no porque a su compañera le habían cambiado el turno, él contestó que, entonces, podían ir a su piso, mi mujer, volvió a cachondearse de él y le dijo ¿a tu colchón? Él decía que no era tan incómodo, pero ella contestaba que era muy cutre. Así estuvieron hasta que se les acabó el desanso.

Apenas le vió esa mañana, pero al terminar el turno, salieron juntos, la compañera de habitación la estaba esperando a la salida, así que fueron los tres juntos de camino al hotel, iban hablando y, al llegar, la compañera le dijo a Gonzalo que si se quedaba a comer con ellas y él dijo que sí.

Comieron los tres juntos y se despidieron porque habían quedado más tarde con el grupillo para tomar algo. Cuando las dos estaban en el hotel la compañera le dijo a mi mujer que Gonzalo le había caido muy bien, y que estaba muy bueno, a lo que mi mujer, respondió sí bueno sí que está, pero no soltó más prenda.

Como la compañera había estado a turno cambiado, ya no coincidía con la gente con la que había trabado amistad esos días, así que, por supuesto, mi mujer la invitó a unirse al grupillo de ella. Así que fueron las dos a la quedada.

Después de un rato, Gonzalo, recibe una llamada de teléfono, se aparta del grupo, habla, y al volver dice que se tiene que ir, y se va. Mi mujer, en ese momento, piensa que es la novia, que había quedado con ella.

Ya a la noche, mi mujer y la compañera se disponen a cenar en el hotel y cuando estaban terminando la cena, Gonzalo llama a mi mujer y ella sale para hablar con él. Él la dice de quedar, ella le contesta que no que está con la compañera, él insiste, pero ella dice que no, que qué la dice. Tras estar un rato intentando convencerla y viendo que no lo consigue, la dice que, entonces, al día siguiente cenaba con él, ella le contesta con un "bueno, ya veremos".

Al volver, la compañera le dice, ¿era Gonzalo, no? Mi mujer no sabía si al sonarle el móvil, ella había visto que la llamada era de él, así que no lo niega, y dice, es que es un pesado. La compañera le contesta, que si quiere quedar con él que quede, que por ella no se preocupes, mi mujer le responde que es que, a parte, hoy no la apetecía que estaba cansada. A lo que la compañera, responde, haz lo que quieras, pero si te apetece, queda con él, no seas boba y aprovecha. Mi mujer zanjó la conversación diciendo, bueno, ya veremos, igual mañana.

Hoy no me apetecía mucho escribir, pero lo hice porque como el martes no tenía mucha miga (entre comillas, la verdad), quise aprovechar para quitarlo de en medio, pero veo que me ha llevado más de lo que pensaba. El próximo día que pueda, continuamos con el Miércoles.
 
Este Gonzalo si que ha montado un verdadero asedio hacia tu mujer, que manera de perseguirla. Casi una obsesión parece.
 
Este Gonzalo si que ha montado un verdadero asedio hacia tu mujer, que manera de perseguirla. Casi una obsesión parece.
Ya ves. Y esperate que ya veo venir que al la compañera también le dará estopa... a las 2... O eso o aparece con otro colega y venga los 4 ahí (ya estoy fantaseando 😂).
¡Que crack ese Gonzalo!
 
Ya ves. Y esperate que ya veo venir que al la compañera también le dará estopa... a las 2... O eso o aparece con otro colega y venga los 4 ahí (ya estoy fantaseando 😂).
¡Que crack ese Gonzalo!

Acordaros que la cena en el lugar de origen la montó una compañera en su casa, y a esa cena venían dos de fuera el guapito y su amigo.

Y esa compañera perfectamente puede ser la que compartía habitación, que también venía del mismo lugar de origen, y estaba bastante al tanto de lo que sucedía.

A partir de ahí, nos podemos esperar cualquier cosa en sucesivos episodios.

.
 
Ya ves. Y esperate que ya veo venir que al la compañera también le dará estopa... a las 2... O eso o aparece con otro colega y venga los 4 ahí (ya estoy fantaseando 😂).
¡Que crack ese Gonzalo!
Ufffffff seria muy muy morbosoooooo, q acabaran las dos y Gonzalo mmmmmmmmmm
 
Acordaros que la cena en el lugar de origen la montó una compañera en su casa, y a esa cena venían dos de fuera el guapito y su amigo.




.
¡Tienes razón compi! Pues blanco y en botella...
Menuda orgía se iban a montar en esa cena. ¡Jupi, les jodiste el plan 🤣🤣🤣!
 
Última edición:
Este Gonzalo si que ha montado un verdadero asedio hacia tu mujer, que manera de perseguirla. Casi una obsesión parece.
Sí, pero le estaba funcionando. Piensa, además, que desde el día que se la folló por primera vez, lo había seguido haciendo el resto de días y, encima, esa era su última semana en Salamanca.
 
Última edición:
Acordaros que la cena en el lugar de origen la montó una compañera en su casa, y a esa cena venían dos de fuera el guapito y su amigo.

Y esa compañera perfectamente puede ser la que compartía habitación, que también venía del mismo lugar de origen, y estaba bastante al tanto de lo que sucedía.

A partir de ahí, nos podemos esperar cualquier cosa en sucesivos episodios.

.
Efectivamente, la cena fue en casa de esa compañera
 
Hoy no me apetecía mucho escribir, pero lo hice porque como el martes no tenía mucha miga (entre comillas, la verdad), quise aprovechar para quitarlo de en medio, pero veo que me ha llevado más de lo que pensaba. El próximo día que pueda, continuamos con el Miércoles.
Tranquilo hombre, tú a tu ritmo. Se te agradece mucho y lo haces de lujo. Me tienes enganchado.
 
El miércoles por la mañana, a primera hora, en el trabajo, antes de abrir el centro, Gonzalo se le acerca a mi mujer y, después de hablar un poco le dice que si van al descanso juntos. Silvia le dice que de acuerdo.

En el descanso, se van a una mesa y, casi al sentarse, el la recuerda que esa noche cenan juntos, ella le contesta que no le dijo que sí, pero él insiste, diciéndola, que se ha comprometido y que, además, tiene una sorpresa para ella. Silvia, le responde que, en principio, que, de acuerdo, pero, que tiene que hablar con su compañera.

La mañana transcurre normal, y al volver al hotel, igual que el día anterior, se dirigen los tres juntos de camino al hotel, van hablando, los tres, de buen rollo y, aunque, la compañera le vuelve a invitar a comer con ellas, él declina la invitación porque se había comprometido a comer con sus padres.

Cuando quedan solas, comiendo, mi mujer le dice a su compañera que esa noche, Gonzalo, la había invitado a cenar, pero que la sabía mal dejarla sola, y que le iba a decir que no, la compañera la contesta que no sea boba, que quede con él, que ella no tiene problema, que si la apetece que quede con él a cenar y lo que sea (eso se lo dice riendo). Mi mujer, al final, la dice que, entonces, queda con él, pero la pide que no diga nada, por la tarde, en la quedada del grupo, que no quiere más cachondeo.

Cuando llegan al hotel, Silvia, le dice a su compañera que vaya subiendo a la habitación, que va a llamar a Gonzalo para confirmarle que va a cenar con él. Le llama, y le dice que ya ha hablado con su compañera, que no la importa.

Ya más tarde quedan todos, pasan una tarde entretenida, riendo y charlando. Cuando llega la hora de irse, todos se van, Silvia, Gonzalo y la compañera se dirigen dirección hotel, cuando ya todos se separan, Silvia y Gonzalo se despiden de la compañera y se van juntos.

Van al coche de Gonzalo, él le dice que si le apetece coger unas hamburguesas y van al piso, mi mujer le dice que si era esa la sorpresa, él la contesta que no que eso es la cena, mi mujer se vuelve a cachondear de él y le dice: ¿qué vamos a cenar en el colchón ese que tienes? Él la dice que sólo se ha fijado en el colchón, que también tiene una mesa en la cocina. Finalmente, ella le dice que como quiera, que el de la sorpresa era él y que él sabrá, así que cogen unas hamburguesas y se van al piso.

Cenan en la cocina y cuando terminan, él, la ofrece abrir unas botellas de esas de champán benjamín, que él había comprado para la ocasión, las abren y después de brindar y dar unos sorbitos, él, la dice que le acompañe a la habitación que es donde está su sorpresa.

Van a la habitación y la sorpresa consistía en que él había comprado un somier, ya no estaba el colchón en el suelo, ella ríe y le dice que esa sorpresa es más bien para él y que ahora era un poco menos cutre, él la contesta: me encanta que te haya gustado, y la coge por detrás y empieza a besarla el cuello mientras la va desnudando.

Dejan las copas en las mesitas y siguen besándose mientras terminan de desnudarse. Él, tumba a mi mujer en la cama, completamente desnuda, se tumba encima de ella y empieza a morrearla, mientras juega con sus pezones.

De la boca, va bajando a su cuello, muy despacio, se entretiene en el cuello y sigue bajando, chupa sus tetas muy cerquita de sus pezones sin llegar a tocarlos, eso la enciende mucho, hasta que le pasa la lengua por los pezones, donde se entretiene un rato.

Él continua bajando, pasa por el ombligo, hasta que, muy despacio, llega a su coño, empieza a comérselo despacio, le pasa bien la lengua por el clítoris, la come a placer, lame hasta que ella casi alcanza el orgasmo, pero en ese momento para, ella le dice que para qué para, que la estaba gustando mucho, él la dice que tranquila y vuelve a comer.

Cuando vuelve a casi llegar al orgasmo, él vuelve a parar, ella desesperada, le dice que es muy muy malo, que no pare. Él vuelve, una vez más a lamer y, cuando, una vez más, está a punto de correrse, para. Ella le dice que le mata, estaba cachondísima, él dice que es que quiere follarla.

Mi mujer estaba completamente abierta de piernas, esperando que se la metiera, entonces, él la dice, ¿qué diría tu marido si te ve ahora así?, a lo que, mi mujer, responde, lo mismo que tu novia si te viera a ti.

Él sonríe y justo antes de meterla, le dice pero yo no tengo novia y empieza a embestirla, entre las embestidas y, jadeando, ella le dice como que no, él dice no tengo, te mentí. Lo decía mientras la bombeaba fuerte, ella sólo decía eres un cabrón mientras se la escapaban gemidos y la venía el primer orgasmo.

Él siguió follándola y le sacó un orgasmo más, entonces le pidió a ella que le cabalgara, ella, esperó un poco, a recobrar el aliento, se subió encima de él y empezó a cabalgarle, mientras le repitió que era un cabrón.

Mientras mi mujer le cabalgaba, él jugaba con sus pezones, a ella eso la mataba del gusto, le mandaba parar porque perdía las fuerzas a causa del placer, así la tuvo un rato hasta que ella se volvió a correr y cayó sobre él. Él la dijo que se tumbara boca arriba, ella lo hizo y volvió a bombearla con ganas, la sacó otro orgasmo, menos de un minuto después él dijo que se corría y que quería hacerlo en sus tetas, así que justo antes de correrse se salió y le echó todo en las tetas.

Después de recobrar el aliento ella fue a quitarse el semen de sus tetas, volvió a la cama y le preguntó si lo que había dicho que no tenía novia era verdad, él dijo que sí que lo había inventado porque seguro que ella no hubiera querido nada con él. Silvia, le dijo que eso él no lo sabía, que, encima, ahora ella parecía la única que lo había hecho mal. Él contestó que no, que lo estaba haciendo de maravilla, luego la dijo que no, que en serio, que estaban disfrutando los dos que no hacían daño a nadie, que iba a estar ya poco ahí y que se dejara llevar, que ya volvería a la rutina.

En esa conversación, también salió la llamada del día anterior, cuando la recibió y se fue (que mi mujer pensó que era la novia), él contestó que eran los del somier que le llamaron para decirle que se lo iban a llevar y, claro, él fue a abrirles.

Después de un rato de hablar, se vistieron , él la llevó al hotel, y al llegar ella le volvió a decir que era un cabrón, él se rió, la dijo no tanto como parece y la despidió con un pico.

Como era tarde, esa noche mi mujer no se duchó, lo hizo al día siguiente, antes de ir a trabajar, pero el jueves, ya lo dejamos para el próximo día.
 
Última edición:
Y el miércoles... Gonzalo vuelve a la carga y le dió su ración diaria 😁.
Aunque si te digo la verdad, pensé que la sorpresa iba a ser otra 😜.

Lo que me extraña es que Gonzalo el martes "perdonó" su ración de sexo. Ese día no parece que insistiera mucho, la verdad. Ni con lo de ir a "dormir la siesta", ni luego al llamarla por la noche. Se dió muy rápido por vencido, con lo insistente y decidido que había sido hasta el momento.

En fin... esto me tiene desconcertado. Algo muy importante tuvo que ser para que, como ya he dicho, perdonara la ocasión de acabar el martes follandosela.

A ver que nos deparará el jueves 😝.
Después de un rato, Gonzalo, recibe una llamada de teléfono, se aparta del grupo, habla, y al volver dice que se tiene que ir, y se va. Mi mujer, en ese momento, piensa que es la novia, que había quedado con ella.
 
Última edición:
Y el miércoles... Gonzalo vuelve a la carga y le dió su ración diaria 😁.
Aunque si te digo la verdad, pensé que la sorpresa iba a ser otra 😜.

Lo que me extraña es que Gonzalo el martes "perdonó" su ración de sexo. Ese día no parece que insistiera mucho, la verdad. Ni con lo de ir a "dormir la siesta", ni luego al llamarla por la noche. Se dió muy rápido por vencido, con lo insistente y decidido que había sido hasta el momento.

En fin... esto me tiene desconcertado. Algo muy importante tuvo que ser para que, como ya he dicho, perdonara la ocasión de acabar el martes follandosela.

A ver que nos deparará el jueves 😝.
Lo cierto, es que si lo intentó y sí que insistió, si lees bien la publicación anterior, lo verás, pero ese día no se le arregló.

Con respecto a la sorpresa, ya sabes que intento no adelantar nada, pero en este caso te confirmo que la sorpresa era esa, que había comprado el somier, sin más
 
La mañana del jueves se desarollo normal, sin sobresaltos, una vez más fueron al descanso juntos, pero, a parte de charlar, no sucedió nada raro.

Al salir del trabajo, como venía siendo habitual, Gonzalo acompañó a mi mujer y a la compañera, quien, como el día anterior, le invitó a comer con ellas. Invitación que, al contrario que el día anterior, sí aceptó.

Después de comer, estuvieron un rato de sobremesa, y, en un momento dado, la compañera, dijo que se subía a la habitación a descansar. Mi mujer hizo ademán de acompañarla, pero ella le dijo, que no se preocupara, que se quedara, que así, ella descansaba.

Mi mujer quedó a solas con Gonzalo y, al poco de irse la compañera, empezaron a comerse la boca, estuvieron un rato, como la cosa se iba calentando, Gonzalo, le dijo a mi mujer que por qué no iban al baño y se la chupaba, a lo que ella se negó muy tajante, que eso no lo hacía ni loca. Entonces, él la dijo, pues vamos al piso.

Ella aceptó, se levantaron y se fueron al piso. Nada más llegar fueron a la habitación y, Gonzalo se desnudó completamente, se tumbó boca arriba y le dijo a mi mujer, vale, en el restaurante no, pero, aquí, sí, ¿no? Ella riendo, se quitó la ropa y empezó a comérsela.

Estuvo un rato comiéndosela, pero como vió que el interés de él era acabar en su boca, ella continuo hasta que se corrió, era abundante, y algo se la escapó fuera, tuvo que apartar la boca pero no dejó de meneársela, hasta que echó la última gota.

Se levantó, se fue al baño y se limpió. Volvió a la cama con él y permanecieron un rato viendo la tele. Al cabo de una hora o así volvieron a la carga a comerse la boca, a tocarse, a él le gustaba mucho jugar con sus pezones, y ahí se entretenía, le echó mano al coño y la vió supermojada. Mientras la besaba y manoseaba su coño, le dijo que se diera la vuelta.

Silvia, cachonda perdida, se puso a cuatro, él se la metió de golpe y empezó a bombearla mientras sujetaba fuerte la cadera. Supongo que sería la visión de su culazo, pero después de estar follándosela un rato en esa posición, le dijo: quiero follarte el culo, déjame follarte el culo por favor, me muero de ganas de hacerlo.

Ella, entre el calentón que llevaba y la manera de pedirlo de él, no lo negó, sólo le dijo vale, pero ¿tienes lubricante o algo? El se levantó y fue al baño, buscó pero no vio nada, no tenía ni mantequilla en la cocina. Entonces, la dijo, ¿y si escupo?

Ella le dijo que eso no valía y añadió que iba a mirar en su bolso, se levantó y lo único que encontró fue un bote de cacao para los labios y le dijo yo creo que esto sirve. Él lo cogió y la dijo que se diera la vuelta y empezó a untarla el culo con el cacao, vio que apenas lubricaba, entonces lo pellizcó y arrancó un trozo y lo fue extendiendo, hizo lo mismo para su polla. El tubo de cacao, por supuesto quedó deshechó.

Ella se colocó y cuando Gonzalo fue a meterla, le dijo, despacio, eh. Él la hizo caso y fue entrando muy despacio, metía un poco y paraba y se movía muy despacio, iba metiendo muy poco a poco y si se movía era muy despacio, cuando ya la tuvo casi toda dentro, aguantó un poco con ella dentro.

Se fue moviendo despacio, como veía que el culo de mi mujer se iba adaptando empezó a moverse más rápido, a ella ya la estaba viniendo el gusto, por eso él cada vez empujaba más rápido, ella jadeaba de placer y las embestidas de él cada vez eran más fuertes.

Cuando le follo el culo a mi mujer, llega un momento que me manda parar porque se la mezcla el placer con dolor y no aguanta, eso mismo le pasaba con Gonzalo y le decía que tenía que parar, pero a él le quedaba poco, por eso la dijo ya me voy a correr, ella le dijo vamos, córrete, y, después de 3 o 4 embestidas más, le llenó el culo de leche.

Quedaron tumbados totalmente, él encima de ella, claro, y le dijo que se saliera despacio, y así hizo. Después de recobrar el aliento, mi mujer fue al baño a soltar lo que tenía dentro y a lavarse un poco.

Volvió a la cama con él, después de estar un rato más tumbados, se percataron que era bastante tarde y habían quedado con el grupo, que iban justos ya, pero, claro, mi mujer no quería ir así, quería ducharse, así que le dijo que iba a ducharse.

Por supuesto, se ducharon juntos. Después de ducharse, se vistieron, y fueron al punto de encuentro con los compañeros. Por supuesto, al llegar tarde y juntos, volvieron a ser objeto de cachondeo, cachondeo que ellos seguían con el objeto de quitarle importancia.

Cuando llegó al hora de cenar, algunos dijeron de picotear algo pero mi mujer dijo que ella se iba que estaba cansada, algunos se quedaron, otros se fueron y Gonzalo, acompañó a mi mujer y a la compañera al hotel, y allí se despidieron.

Al llegar a la habitación, la compañera le preguntó que qué tal con Gonzalo, que había pasado la tarde con él, ella le dijo que bien, que lo había pasado muy bien, la compañera le dijo que se notaba porque había pasado la tarde con él, las dos rieron.

Era jueves y la semana se estaba acabando, de hecho el viernes, tenían planeada una cena, con el grupo, de despedida.
 
Atrás
Top Abajo