Propuesta indecente

[dayamineral]

Espero que el autor no tenga en cuenta alguno finales tremendamente crueles y lo deje estar.
El que tenía que terminar a 30 metros de profundidad es el imbécil ese de Roberto en todo caso.
No me gustan ni los infieles ( aquí a Paula la salvo porque es la única que no tiene culpa) y mucho menos los corneadores que no respetan a una mujer casada y se aprovechan de la situación.
Evidentemente aquí no me voy a poner de acuerdo con los que deseáis eso.

Hombre, vamos a ver Roberto no es un corneador, otra cosa es que se la folla, pero no es un corneador.

Ni esta es una historia de cuernos, ni de corneos, ni de hotwifes, etcétera. Otra cosa es que haya unas folladas por medio.

Esta es la historia de las consecuencias que sufre una mujer honrada, casada con un maricón de mierda, por culpa de las adicciones de este.

Aquí el único culpable de todo absolutamente es el soplapollas del Eduardito.

Si hubiera comportado como un hombre no se hubiera jugado lo que no tenía, y mucho menos aún se hubiera planteado no ya el entregar a su mujer como prenda, sino el verdaderamente hacerlo.

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[onatrapse]

... Será de las pocas si no la primera que no ando muy de acuerdo con el maestro. Dentro de este conflicto pues uno paga, otro gana y otra salda deudas. La premisa es que hay una familia que conservar (con todo que contiene), un matrimonio que se ama, un esposo arrepentido, una noche que finalmente Paula disfruta, y un Roberto que pudiéndolo hacer peor, lo hace de la mejor forma.
¿por qué terminar y arrasar con todo?, si se quieren, quieren seguir adelante y olvidar todo, ¿por qué ponerle fin?.Supongo que es cuestión de hacer balanza.
Con la propuesta del relato, paula no es echada a unos leones, dentro de la felonía es tratada con respeto (al margen de la propuesta) y Roberto se preocupa por su placer.
Destaco que en la historia, dentro de todo el daño colateral, todos han sufrido el mínimo daño posible.
Admito que me ha sabido a poco, y no veo al matrimonio tan roto ni sin posibilidad de restaurar lo que tuvieron en su momento.

Bueno, siempre hay una primera vez.
Consumada la propuesta, no creo que quede amor en ese matrimonio, sólo un esposo consumido por el remordimiento sin estar arrepentido, que seguirá apostando hasta perderlo todo, se atrevió a aceptar una noche con su mujer como moneda de pago, algo surrealista.
Lo que me induce a creer que en esta historia no hay inocentes, todos son culpables, uno más que otro, todos buscaron beneficiarse de algún modo de la situación, Eduardo en una visión más cortoplacista saldaba su perdida, Roberto más largoplacista, hizo de la cita algo memorable para Paula, entregándole lo que estudiadamente supo carecía de Eduardo, seducción que podría dar frutos en el futuro, sin un esposo intermediario.
Paula pudo negarse, y no lo hizo, no creo que por amor a su marido luego de enterarse del contexto, es una incógnita que bien merece ser aclarada en una continuación, sabía que con Roberto abría una puerta que luego debería cerrar, pero la sensación que me ha dejado el final, es que cerró la puerta, pero pudo dejar semi abierta una ventana.

 

[oteador]

Hombre, vamos a ver Roberto no es un corneador, otra cosa es que se la folla, pero no es un corneador.

Ni esta es una historia de cuernos, ni de corneos, ni de hotwifes, etcétera. Otra cosa es que haya unas folladas por medio.

Esta es la historia de las consecuencias que sufre una mujer honrada, casada con un maricón de mierda, por culpa de las adicciones de este.

Aquí el único culpable de todo absolutamente es el soplapollas del Eduardito.

Si hubiera comportado como un hombre no se hubiera jugado lo que no tenía, y mucho menos aún se hubiera planteado no ya el entregar a su mujer como prenda, sino el verdaderamente hacerlo.

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Lo que ocurre es porque Roberto lo tiene meticulosamente planeado.
Eduardo es un tipo débil y enviciado con el juego, que tiene una mujer del gusto de su jefe.
Roberto va encaminando a Eduardo, como un ratoncito en un laberinto, y finalmente le ofrece la salida que él le había preparado. Conoce perfectamente su situación financiera, y es sabedor del espíritu débil y sumiso de su empleado.
Roberto no sería un " corneador ", ya que la pareja no le ha solicitado ése rol. Pero al fin y al cabo, se acuesta con Paula, Eduardo lo disfruta de un modo patético, y Paula actúa como una hotwife de manual, masturbando al cornudo, mientras le cuenta las excelencias de su corneador en funciones.
Éstos últimos detalles, son los que convierten una historia de debilidad por una adicción y de abuso de poder, en una triste historia de cornudo, corneador y hotwife.
Sé que la historia no buscaba eso, pero el autor no ha podido resistirse a hacer una concesión a tan lamentable moda.

 

[taurux]

se hincha a comer polla y leche calentita,

Roberto juega al golf en todos los hoyos, no solo en los de Paula...

 

[Carlos Sevillista]

Roberto juega al golf en todos los hoyos, no solo en los de Paula...

Hasta que un día uno le pega la hostia que se merece.
No todos son tan patéticos como Eduardo.
Incluso el ha pensado en atizarle.

 

[aron77cam]

Increíbles relatos escribes, el de C

Me siento muy agradecido de que esté gustando tanto la historia, me encanta leer vuestro debate sobre el rumbo que va tomando el matrimonio. El final está cerca y espero que no desilusione y que os guste. ¿Habrá divorcio, habrá segunda oportunidad, que pasará con la relación laboral? En unos días habrá otra entrega.

Por cierto estoy rematando otra historia que es una fantasía secreta de muchísimos hombres, se llamará “la cuñada”. Espero que os guste cuando la leáis.

Un saludo.

Muy buenos relatos, espero con ganas el siguiente. La verdad me gustó mucho el de carmen, no solo por el tipo de mujer que creaste que me encantan. Ojala algún día te animes con alguno con suegras, o otro con una mujer voluptuosa.

 

[Cjbandolero]

Increíbles relatos escribes, el de C

Muy buenos relatos, espero con ganas el siguiente. La verdad me gustó mucho el de carmen, no solo por el tipo de mujer que creaste que me encantan. Ojala algún día te animes con alguno con suegras, o otro con una mujer voluptuosa.

Ese de Carmen me gustó especialmente porque quise poner a una mujer normal y corriente alejada de los estereotipos de un pibon. Una mujer que también tiene derecho a sentirse deseada. La idea que propones de suegras o mujeres voluptuosas no lo descarto. Al igual que las cuñadas, las suegras para muchos es una línea prohibida y secreta que a más de uno le gustaría traspasar