Relatos de Famosas

Sorpresa en la piscina

Debido a un problema de contracturas en la espalda, que me provocaban continuos dolores en el cuello y en la cabeza, mi médico me recomendó que hiciera más ejercicio. Y si podía ser natación, a ritmo suave, mejor que mejor. Así que me puse a buscar una piscina cerca de mi casa. Por suerte tenía una bastante cerca, a 3 o 4 manzanas y me apunté para ir por las mañanas. Trabajo por las tardes, así que es el único momento en el que puedo ir. Además, por las mañanas está todo más tranquilo, pues hay menos gente.

A las pocas semanas de empezar a ir regularmente ya era colega de Gustavo, un argentino que es el encargado de la piscina. Un día llegué a la piscina y me crucé con una chica que salía. No me fijé mucho en ella, pues iba a mi rollo con los cascos puestos oyendo música y apenas la vi de frente. Por instinto, giré la cabeza y la vi por detrás. Era más bien bajita, morena y con un culo muy bien puesto.

- Ché, que se te van a caer los ojos! -Oí detrás de mí. Me giré y vi a Gustavo con una sonrisa.
- Joer, Gus. Desde cuando tienes este tipo de clientela?
- Ya ves, boludo. Cuando sabés hacer tu trabajo, hasta los famosos vienen a conocerte.
- Famosos? -Pregunté extrañado.
- Claro, pibe. No la conocés?
- Pues no me suena. Aunque tampoco la he visto de frente.
- Recién llegué aquí y conozco a más famosos (y famosas) que vos...
- Venga Gus, no me vaciles...
- Que sí. Se llama Paula. Paula Prendes.

Esto me dejó sin palabras durante unos segundos.

- Un momento. Me estás diciendo que esa chica que acaba de salir es Paula Prendes?
Eso mismo. -Dijo con una sonrisa que demostraba que estaba extremadamente orgulloso.
- Venga ya!
- Que sí. No me creés?
- Pues no.
- Boludo... Ahorita te enseño su ficha.

Y pasó tras el mostrador de la entrada. Se puso a buscar en su ordenador y cuando la encontró, giró el monitor hacia mí.

- Acá la tenés... Paula. Prendes.

Y ahí estaba. La mismísima Paula Prendes. Yo no me lo podía creer. Paula Prendes venía a mi piscina! De repente mi mente empezó a funcionar a mil y por ella pasaron mogollón de cosas: fotos de ellas almacenadas en mi memoria, mil fantasías, maneras de poder verla con menos ropa de la habitual... Gus pareció estar leyéndome la mente.

- Ché, te quedaste mudo? -río.- Que estás pensando?
- Cosas.
- Cosas pervertidas? Sucias? Calenturientas?
- Tal vez. -Y nos reímos los dos.- Y suele venir siempre a la misma hora?
- Sí, como una hora antes que vos. Por que lo preguntás?
- Pues para empezar, voy a empezar a venir una hora antes. -Y ambos empezamos a reirnos a carcajadas.
- Venga boludo, entrá a nadar de una vez... Y duchate antes con agua fria!

Yo le enseñé mi dedo corazón y me fui al vestuario. En mi mente solamente podía pensar que tenía que ver a Paula en bañador. Lo NECESITABA.

Al día siguiente llegué una hora antes de lo habitual para mí y tras saludar a Gus (cachondeo incluido) me metí en el vestuario y salí a la piscina. No había nadie. Al principio pensé que Gus me había tomado el pelo. Tras maldecirle un poco en silencio me puse a hacer varios largos. Al cabo de unos minutos vi aparecer a alguien por el pasillo de los vestuarios. Por lo que pude ver mientras mi cabeza entraba y salía del agua, era una chica. Tenía que ser ella.

Como necesitaba verla bien, simulé que descansaba un poco y me paré en un lado de la piscina, el que estaba más cerca de las duchas. Para no ser tan descarado me puse de espaldas al borde. Ella pasó por detrás y me saludó con un hola de lo más alegre. Yo me hice el despistado y le saludé también. Era ELLA. Dejó sus cosas en un banco y se fue a la ducha. Yo la miraba de reojo, intentando ser lo más disimulado posible.

Llevaba un bañador de una sola pieza. Me decepcioné un poco al principio porque espereba verle algo más de carne pero luego me pareció de lo más normal. No se suele llevar bikini a la piscina. Al menos no para hacer natación.

- Ay! Que fríiiaaa... - soltó ella. Yo me giré un poco más y sonreí.

Ella se mojó rápidamente y se tiró a la piscina. Apenas pude ver nada. Solamente que llevaba un bañador negro y poco más. Un poco abatido continué nadando durante un rato más, intentando ver algo cuando me cruzaba con ella. Sin éxito, claro. Cuando ya me harté de tanto nadar me salí, me despedí de ella con un simple hasta luego y me fui al vestuario.

Durante los días siguientes seguí llegando a la misma hora y unos días ella ya estaba dentro de la piscina y otros llegaba después de mi. Pero un día coincidí con ella en la entrada. Como un buen caballero la dejé pasar antes, y de paso eché un vistacillo a su culete, que estaba dentro de unos vaqueros ajustados que le quedaban. Gracias me dijo ella sonriendo. Tras saludar a Gus me metí en el vestuario a cambiarme.

Salí del vestuario y empecé a caminar hacia la piscina cuando oí detrás de mi:

- Oye perdona! -Me dijo ella.
- Sí? -Contesté girándome.
- Por casualidad no tendrás unas gafas de sobra, verdad? Es que a estas se les ha roto la goma y sin ellas no puedo nadar...
- Pues un segundo, porque creo que sí tengo otras... -Y me metí de nuevo en el vestuario. Siempre llevo 2 gafas en la mochila por si me ocurre lo que le pasó a ella. Las saqué de la bolsa y salí del vestuario con ellas.

- Aquí tienes! -Le dije, ofreciéndole las gafas.
- Muchas gracias! -Me contestó.- Por cierto, no me he presentado. Me llamo Paula. -Dijo mientras nos dirigíamos hacia la piscina.
- Sí, ya lo se. -Me miró extrañada.- Eres Paula Prendes, no?
- Ah, así que me conoces.
- Claro!
- Bueno, yo que pensaba que había pasado desapercibida. -Dijo sonriendo.- Además, como no me habías dicho nada antes...
- Es que me daba algo de cosa. Y tampoco quería agobiar. Supongo que debe ser un rollo que te paren en todos los sitios para hacerte fotos y tal.
- Pues un poco sí, la verdad.
- Jeje.

Mientras hablábamos llegamos a la zona donde está la ducha. Dejamos la toalla y las chanclas en un banco y fuimos a ducharnos. Como solamente funcionaba una, le dejé que se duchara ella antes. Ella me dio las gracias y se metió debajo del agua. Y aquí empezó lo bueno.

- Ay, ay, ay! -Decía mientras caía el agua sobre ella.- Que fría, por Dios!

Llevaba un bañador de color azul oscuro pero al empezar a mojarse se le comenzaron a marcar las tetas y los pezones de una forma bastante importante. Para acabarlo de arreglar, y por culpa (o gracias) al agua fría que salía, ella empezó a dar pequeños saltitos con lo que sus tetazas empezaron a moverse también arriba y abajo.

Evidentemente mi cuerpo reaccionó ante ese bamboleo. De repente, noté cómo me empalmaba rápidamente. Creo que no me había empalmado tanto ni tan rápido en mi vida. Cuando me di cuenta me entró un corte terrible y me di la vuelta intentando disimular. Y digo intentando porque ella se dio cuenta. Aunque no dijo nada, vi como habría los ojos sorprendida.

- Te toca. -Me dijo sonriendo y saliendo de la ducha.
- Eh... sí, claro. -Y corriendo me metí debajo del chorro de agua fría, esperando que se me bajara un poco el hinchazón. Ella mientras se tiró a la piscina.

Después de unos segundos y tras ver que la cosa se calmó un poco (que no del todo) me tiré yo también a nadar. Al principio no hacía más que pensar en lo que acababa de pasar y en el ridículo que acababa de hacer. Y encima, al volver a pensar en la situación que lo había provocado, poco a poco me volví a empalmar. No se si habéis intentado nadar con una erección, pero ya os digo que no es nada fácil, jeje.

Después de varios largos la cosa volvió a la normalidad y pude nadar normalmente. Al cabo de un buen rato vi que Paula estaba parada al principio de la calle descansando y haciendo estiramientos. Cuando llegué allí, me paré yo también.

- Ya estás cansada? -Le pregunté.
- Sí, jeje. La verdad es que he llevado unos días ajetreados y estoy hecha polvo. Me voy a salir ya. Tú qué haces?
- Sí, creo que yo también me voy a salir ya...

Como ella estaba más cerca de la escalerilla llegó antes. Empezó a salir y yo me maravillé con el espectáculo. Su culo aún era mejor que con los pantalones vaqueros. Al estar mojada, el bañador estaba pegado a su piel y se le marcaba todo. En el acto mi polla reaccionó y noté como me iba empalmando de nuevo. Por suerte, ella iba hacia la toalla mientras yo salía y no me vio esta vez.

Después de secarnos un poco allí mismo y de envolvernos con las toallas, nos dirigimos a los vestuarios para cambiarnos. Empecé a ducharme y a pensar en lo que había visto esa mañana y al instante noté que me volvía a empalmar. En el vestuario tenemos una ducha de estas grandes con varios chorros en los que nos podemos duchar varios a la vez, así que agradecí que no hubiese nadie porque hubiese sido muy raro. Se me pasó por la cabeza hacerme una paja allí mismo, pero me parecía poco higiénico y poco respetuoso con los demás usuarios.

De repente, oí que se abría la puerta y que entraba alguien.

- Hola? Perdona!
- Si? -Contesté desde la ducha, sin asomarme al vestuario.
- Que se me había olvidado devolverte las gafas.
- Ah, ok. Déjalas ahí encima de la mochila.
- Muy bien. Por cierto, muchas gracias por dejármelas. No se que hubiera hecho sin... Madre mía!
- Qué pasa?

Me giré a la entrada de la ducha y la vi ahí mirándome, con los ojos como platos.

- Pero Paula qué haces?! -Le pregunté intentándome tapar como podía. Cosa bastante difícil con aquello todo duro...
- Madre mía, chico. Todo eso es por mi culpa? -Preguntó con una sonrisa de picardía.
- Pues... la verdad es que sí. O sea, no por tu culpa. Bueno, no se. Ya me entiendes... -Yo no sabía muy bien qué decir ni donde meterme.
- Chss, tranquilo, que no pasa nada... -Dijo ella. Y dicho esto, se quitó la toalla, la dejó encima del banco y se metió dentro de la ducha.- Vamos a ver si podemos hacer algo con esto... -Dijo mordiéndose un poco el labio, de una forma exageradamente sexy.


Paula entró en la ducha y fue directamente hacia mi polla, cogiéndola delicadamente con la mano. Yo ni me moví, pues estaba totalmente paralizado por la sorpresa. Empezó a acariciármela con la mano pasándola muy poco a poco desde los huevos hasta la punta, arriba y abajo varias veces.

- Te gusta esto? -Me preguntó con voz baja y sensual. Yo solamente logré mover la cabeza arriba y abajo asintiendo.- Pásame eso, porfa.

Yo seguí su mirada y vi el bote de gel. Se lo di y me la soltó durante un momento. Lo abrió y dejó caer un hilillo muy fino de gel sobre mi polla, totalmente erecta. El contraste entre el calor que había en la ducha (y dentro de mí) y el líquido frío me volvía loco.

- Toma. -Me dijo devolviéndome la botella. Obedientemente cogí la botella de gel.- Así mucho mejor. -Dijo. Y empezó a pajearme de una forma deliciosa. Empezó a mover su mano poco a poco arriba y abajo, muy lentamente. Yo al final empecé a reaccionar y puse mi mano derecha en su espalda, acercándola hacia mí un poco más. Noté como aún tenía el bañador mojado.

Mientras ella seguía con la paja yo empecé a acariciarle la espalda y empecé a bajar la mano poco a poco buscando su culo. Una vez llegué allí lo apreté un poco. Estaba muy duro. Se notaba las horas que dedicaba a hacer ejercicio. Apreté un poco más y Paula soltó un pequeño gemido: "mmmh" y me miró a los ojos de forma lujuriosa. Yo volví a apretarlo con más ganas y llevé las puntas de mis dedos hacía el medio de los dos cachetes.

Cuando llegué allí empecé a bajar un poco más hasta hasta llegar a su entrepierna. Estaba muy caliente. Una vez llegué allí, le froté un rato sobre esa zona y poco después "pinché" un poco con los dedos hacia el interior. Ella gimió un poco más fuerte y acto seguido llevó su boca a la mía.

Nos empezamos a besar apasionadamente. Nuestras lenguas empezaron a "pelear" y viajaban de una boca a otra. Al mismo tiempo, empezó a aumentar el ritmo de su mano. Al cabo de un rato separó un poco su boca de la mía y las mantuvo separadas unos milímetros. Notaba su aliento dentro de mi boca. Esto me volvía aún más loco. Poco después, ella se separó un poco de mí y vi como empezó a ponerse de rodillas.

Una vez en posición siguió pajeándome a buen ritmo y empezó a salir un montón de espuma. Con la otra mano empezó a acariciarme los huevos. Durante todo este rato ella me miraba fijamente con sus ojos verdes, de vez en cuando sonreía, pero no hablaba. Se notaba que se estaba esmerando en su tarea. De vez en cuando me la cogía con las dos manos y continuaba con el "sube y baja". Yo rezaba para que este momento no acabase nunca. Aunque si la cosa seguía así no duraría mucho más.

Al cabo de un rato, me empujó poco a poco sin levantarse del suelo, dirigiendo mis partes hacia el chorro de la ducha. Con la ayuda de este me quitó totalmente el de jabón de forma muy concienzuda.

- Ya está bien limpita. -Me dijo guiñándome el ojo. Y acto seguido vi como acercaba su cabeza a mi polla y como abría la boca.

Se metió un poco de mi polla en su boca y vi como sus preciosos labios envolvían solo la punta. Noté como empezaba a chupar y a succionar. Noté también como al mismo tiempo daba vueltas con la punta de la lengua alrededor de mi glande. Poco a poco empezó a meterse más y más dentro de su boca. Se la sacaba de la boca para darme besitos en el glande, ella sabia muy bien lo que hacia.

- No pares. Por favor, no pares. -Logré decir. Aproveché para apartarle un poco el pelo de su cara.

De vez en cuando se la sacaba de la boca y la recorría con la lengua en toda su longitud, desde la punta hasta la base. Luego volvía a metérsela en la boca de golpe y continuaba. Después de unos minutos así vi que estaba a llegando a un punto en que no tardaría mucho en correrme. Y yo quería algo más.

Me separé de ella, la cogí por debajo de los brazos y rápidamente la puse de pie. Ella parecía algo sorprendida. Y aún lo estuvo más cuando me abalancé sobre ella y la empotré contra la pared. Empecé a besarla de nuevo. Primero en los labios. Luego bajé por su mejilla al cuello, donde le empecé a dar pequeños mordiscos. Ella empezó a lanzar algunos gemidos y suspiros.

Bajé un poco más hacia su pecho y aproveché para bajarle los tirantes del bañador. Primero uno y luego el otro. Tiré de ellos hacia abajo y por fin vi lo que tanto tiempo deseaba: esas pedazo de tetas que Dios le ha dado. Eran grandes y con una forma perfecta. Sus pezones eran de tamaño mediano y de color claro.

Paula se terminó de bajar el bañador a la altura de sus tetazas y rápidamente me abalancé sobre ellas y cogí una con cada mano. Empecé a acariciarlas suavemente, tenían un tacto exquisito. Comencé a tocarlas por el exterior, de abajo hacia arriba, luego comencé a masajearlas, a ella le encantó. Comencé a tocarlas con algo más de fuerza tocándole el pezón. Cuando vi que estaba empitonada metí mi cara entre ellas y las "aplasté" hacia mí. A continuación, empecé a comérselas. Apreté su teta derecha mientras chupaba su pezón. Estaba totalmente erecto por la excitación y duro como una piedra. Se lo empecé a chupar como si intentase sacar leche. Luego cambié a la otra para hacer lo mismo. Paula, por su parte, parecía tan excitada que yo mismo me preguntaba si tal vez habría tenido ya algún orgasmo durante la escena. Estuve un buen rato así, cambiando de una a otro y disfrutando como hacía tiempo que no hacía. Ella solo gemía de placer mientras me agarraba la cabeza con la mano.

Al cabo de un rato ella me empujó hacia la cabeza hacia abajo. Yo fui bajándole el bañador poco a poco, besando todo su cuerpo. Cuando estuve de rodillas ella tenía el bañador por la cintura. Llevé mis manos hacia su culo, abrazándola por la cintura y comencé a bajarle lo que quedaba de bañador. Cuando lo hice, tiré el bañador en medio de la ducha y por fin pude ver su pubis. Lo tenía totalmente rasurado.

Empecé a besarla por la zona mientras ella seguía guiándome con la mano en la cabeza para que llegase a su destino. Yo saqué un poco la lengua y le di un par de lametones. Luego, le cogí la pierna derecha y se la subí, apoyando mi mano detrás de su rodilla un poco para tener mejor acceso. Estaba totalmente mojada y seguro que no era solo por el agua de la piscina ni de la ducha, jeje. Empecé a pasear mi lengua por fuera de su rajita y poco a poco fui entrando, haciendo círculos con ella. Paula estaba gimiendo cada vez más fuerte.

De repente, me levanté de golpe y la empotré de espaldas contra la pared mientras le besaba la espalda y el lóbulo de la oreja. Guie mi polla con la mano buscando su rajita y cuando encontré la entrada se la fui metiendo poco a poco, pero de forma firme. Ella soltó un grito ahogado mientras entraba dentro de ella.

Empecé a meterla y sacarla despacio al principio y luego cada vez más fuerte. Al cabo de un momento de empezar a darle embestidas, ella me dijo que parase porque quería darse la vuelta, me rodeó con sus piernas y con sus brazos y seguí dándole lo suyo mientras la apoyaba contra la pared. De vez en cuando paraba a descansar y ella me besaba de forma ansiosa y me pedía que siguiese. Y yo, obedientemente, seguía.

Estuvimos así unos minutos y cuando el cansancio me dijo que ya no podía más, paré, la cogí por debajo del culo y, sin sacársela, salí de la ducha y me dirigí al banco allí había. Me senté teniendo con mucho cuidado, para no hacernos daño ninguno de los dos y para que en todo momento mi polla estuviese dentro de ella.

- Está bien, descansa un poco tú ahora... -Me dijo con su voz angelical.

Acto seguido me tumbó sobre el banco y empezó a cabalgar sobre mí. Puso sus manos sobre mi pecho y empezó a mover las caderas de forma muy exagerada adelante y atrás, mientras recorría toda mi polla. Se notaba que era toda una experta porque el ritmo era suave pero continuo y en ningún momento mi polla se salió de ella. Mientras, Paula me miraba con una cara de mezcla de placer y de lujuria.

Yo mientras tanto, me centré en sus tetazas. Cogí una con cada mano y disfrutaba de su tacto. De vez en cuando les daba un pequeño apretón o me las llevaba a la boca y le chupaba los pezones. Ella daba pequeños gritos de placer cuando hacía esto.

Seguimos así bastante tiempo hasta que Paula apartó mis manos de sus pechos y empezó a acelerar su movimiento de atrás adelante, con la polla clavada totalmente, podía notar cada rincón de su coñito con sus movimientos,
por su boca no salía palabra alguna, solo se escuchaban intensos gemidos

¡ahhhhh!, ¡ahhhhh!, ¡aaaahhh!, uuuumm!

al cabo de un rato se acabó el ritmo suave y exagerado, Paula comenzó a botar fuertemente sobre mí, agarrándose del pelo y gimiendo como una loca me estaba poniendo aun más cachondo.

¡si, si!

Los movimientos de Paula eran constantes y firmes. Fue una locura, una maravilla. Mientras ella elevaba sus caderas me regaló gemidos, jadeos y respiraciones, no se reprimió para nada.

-ahh!, ahhh!, ¡aahh!, aaaaaaahhh!,

Notaba un ardor en mi vientre y presión en mi polla, ver a Paula encima de mi agarrándose del pelo, botando y gimiendo como una loca me estaba poniendo aun más cachondo.
 
Sorpresa en la piscina

Debido a un problema de contracturas en la espalda, que me provocaban continuos dolores en el cuello y en la cabeza, mi médico me recomendó que hiciera más ejercicio. Y si podía ser natación, a ritmo suave, mejor que mejor. Así que me puse a buscar una piscina cerca de mi casa. Por suerte tenía una bastante cerca, a 3 o 4 manzanas y me apunté para ir por las mañanas. Trabajo por las tardes, así que es el único momento en el que puedo ir. Además, por las mañanas está todo más tranquilo, pues hay menos gente.

A las pocas semanas de empezar a ir regularmente ya era colega de Gustavo, un argentino que es el encargado de la piscina. Un día llegué a la piscina y me crucé con una chica que salía. No me fijé mucho en ella, pues iba a mi rollo con los cascos puestos oyendo música y apenas la vi de frente. Por instinto, giré la cabeza y la vi por detrás. Era más bien bajita, morena y con un culo muy bien puesto.

- Ché, que se te van a caer los ojos! -Oí detrás de mí. Me giré y vi a Gustavo con una sonrisa.
- Joer, Gus. Desde cuando tienes este tipo de clientela?
- Ya ves, boludo. Cuando sabés hacer tu trabajo, hasta los famosos vienen a conocerte.
- Famosos? -Pregunté extrañado.
- Claro, pibe. No la conocés?
- Pues no me suena. Aunque tampoco la he visto de frente.
- Recién llegué aquí y conozco a más famosos (y famosas) que vos...
- Venga Gus, no me vaciles...
- Que sí. Se llama Paula. Paula Prendes.

Esto me dejó sin palabras durante unos segundos.

- Un momento. Me estás diciendo que esa chica que acaba de salir es Paula Prendes?
Eso mismo. -Dijo con una sonrisa que demostraba que estaba extremadamente orgulloso.
- Venga ya!
- Que sí. No me creés?
- Pues no.
- Boludo... Ahorita te enseño su ficha.

Y pasó tras el mostrador de la entrada. Se puso a buscar en su ordenador y cuando la encontró, giró el monitor hacia mí.

- Acá la tenés... Paula. Prendes.

Y ahí estaba. La mismísima Paula Prendes. Yo no me lo podía creer. Paula Prendes venía a mi piscina! De repente mi mente empezó a funcionar a mil y por ella pasaron mogollón de cosas: fotos de ellas almacenadas en mi memoria, mil fantasías, maneras de poder verla con menos ropa de la habitual... Gus pareció estar leyéndome la mente.

- Ché, te quedaste mudo? -río.- Que estás pensando?
- Cosas.
- Cosas pervertidas? Sucias? Calenturientas?
- Tal vez. -Y nos reímos los dos.- Y suele venir siempre a la misma hora?
- Sí, como una hora antes que vos. Por que lo preguntás?
- Pues para empezar, voy a empezar a venir una hora antes. -Y ambos empezamos a reirnos a carcajadas.
- Venga boludo, entrá a nadar de una vez... Y duchate antes con agua fria!

Yo le enseñé mi dedo corazón y me fui al vestuario. En mi mente solamente podía pensar que tenía que ver a Paula en bañador. Lo NECESITABA.

Al día siguiente llegué una hora antes de lo habitual para mí y tras saludar a Gus (cachondeo incluido) me metí en el vestuario y salí a la piscina. No había nadie. Al principio pensé que Gus me había tomado el pelo. Tras maldecirle un poco en silencio me puse a hacer varios largos. Al cabo de unos minutos vi aparecer a alguien por el pasillo de los vestuarios. Por lo que pude ver mientras mi cabeza entraba y salía del agua, era una chica. Tenía que ser ella.

Como necesitaba verla bien, simulé que descansaba un poco y me paré en un lado de la piscina, el que estaba más cerca de las duchas. Para no ser tan descarado me puse de espaldas al borde. Ella pasó por detrás y me saludó con un hola de lo más alegre. Yo me hice el despistado y le saludé también. Era ELLA. Dejó sus cosas en un banco y se fue a la ducha. Yo la miraba de reojo, intentando ser lo más disimulado posible.

Llevaba un bañador de una sola pieza. Me decepcioné un poco al principio porque espereba verle algo más de carne pero luego me pareció de lo más normal. No se suele llevar bikini a la piscina. Al menos no para hacer natación.

- Ay! Que fríiiaaa... - soltó ella. Yo me giré un poco más y sonreí.

Ella se mojó rápidamente y se tiró a la piscina. Apenas pude ver nada. Solamente que llevaba un bañador negro y poco más. Un poco abatido continué nadando durante un rato más, intentando ver algo cuando me cruzaba con ella. Sin éxito, claro. Cuando ya me harté de tanto nadar me salí, me despedí de ella con un simple hasta luego y me fui al vestuario.

Durante los días siguientes seguí llegando a la misma hora y unos días ella ya estaba dentro de la piscina y otros llegaba después de mi. Pero un día coincidí con ella en la entrada. Como un buen caballero la dejé pasar antes, y de paso eché un vistacillo a su culete, que estaba dentro de unos vaqueros ajustados que le quedaban. Gracias me dijo ella sonriendo. Tras saludar a Gus me metí en el vestuario a cambiarme.

Salí del vestuario y empecé a caminar hacia la piscina cuando oí detrás de mi:

- Oye perdona! -Me dijo ella.
- Sí? -Contesté girándome.
- Por casualidad no tendrás unas gafas de sobra, verdad? Es que a estas se les ha roto la goma y sin ellas no puedo nadar...
- Pues un segundo, porque creo que sí tengo otras... -Y me metí de nuevo en el vestuario. Siempre llevo 2 gafas en la mochila por si me ocurre lo que le pasó a ella. Las saqué de la bolsa y salí del vestuario con ellas.

- Aquí tienes! -Le dije, ofreciéndole las gafas.
- Muchas gracias! -Me contestó.- Por cierto, no me he presentado. Me llamo Paula. -Dijo mientras nos dirigíamos hacia la piscina.
- Sí, ya lo se. -Me miró extrañada.- Eres Paula Prendes, no?
- Ah, así que me conoces.
- Claro!
- Bueno, yo que pensaba que había pasado desapercibida. -Dijo sonriendo.- Además, como no me habías dicho nada antes...
- Es que me daba algo de cosa. Y tampoco quería agobiar. Supongo que debe ser un rollo que te paren en todos los sitios para hacerte fotos y tal.
- Pues un poco sí, la verdad.
- Jeje.

Mientras hablábamos llegamos a la zona donde está la ducha. Dejamos la toalla y las chanclas en un banco y fuimos a ducharnos. Como solamente funcionaba una, le dejé que se duchara ella antes. Ella me dio las gracias y se metió debajo del agua. Y aquí empezó lo bueno.

- Ay, ay, ay! -Decía mientras caía el agua sobre ella.- Que fría, por Dios!

Llevaba un bañador de color azul oscuro pero al empezar a mojarse se le comenzaron a marcar las tetas y los pezones de una forma bastante importante. Para acabarlo de arreglar, y por culpa (o gracias) al agua fría que salía, ella empezó a dar pequeños saltitos con lo que sus tetazas empezaron a moverse también arriba y abajo.

Evidentemente mi cuerpo reaccionó ante ese bamboleo. De repente, noté cómo me empalmaba rápidamente. Creo que no me había empalmado tanto ni tan rápido en mi vida. Cuando me di cuenta me entró un corte terrible y me di la vuelta intentando disimular. Y digo intentando porque ella se dio cuenta. Aunque no dijo nada, vi como habría los ojos sorprendida.

- Te toca. -Me dijo sonriendo y saliendo de la ducha.
- Eh... sí, claro. -Y corriendo me metí debajo del chorro de agua fría, esperando que se me bajara un poco el hinchazón. Ella mientras se tiró a la piscina.

Después de unos segundos y tras ver que la cosa se calmó un poco (que no del todo) me tiré yo también a nadar. Al principio no hacía más que pensar en lo que acababa de pasar y en el ridículo que acababa de hacer. Y encima, al volver a pensar en la situación que lo había provocado, poco a poco me volví a empalmar. No se si habéis intentado nadar con una erección, pero ya os digo que no es nada fácil, jeje.

Después de varios largos la cosa volvió a la normalidad y pude nadar normalmente. Al cabo de un buen rato vi que Paula estaba parada al principio de la calle descansando y haciendo estiramientos. Cuando llegué allí, me paré yo también.

- Ya estás cansada? -Le pregunté.
- Sí, jeje. La verdad es que he llevado unos días ajetreados y estoy hecha polvo. Me voy a salir ya. Tú qué haces?
- Sí, creo que yo también me voy a salir ya...

Como ella estaba más cerca de la escalerilla llegó antes. Empezó a salir y yo me maravillé con el espectáculo. Su culo aún era mejor que con los pantalones vaqueros. Al estar mojada, el bañador estaba pegado a su piel y se le marcaba todo. En el acto mi polla reaccionó y noté como me iba empalmando de nuevo. Por suerte, ella iba hacia la toalla mientras yo salía y no me vio esta vez.

Después de secarnos un poco allí mismo y de envolvernos con las toallas, nos dirigimos a los vestuarios para cambiarnos. Empecé a ducharme y a pensar en lo que había visto esa mañana y al instante noté que me volvía a empalmar. En el vestuario tenemos una ducha de estas grandes con varios chorros en los que nos podemos duchar varios a la vez, así que agradecí que no hubiese nadie porque hubiese sido muy raro. Se me pasó por la cabeza hacerme una paja allí mismo, pero me parecía poco higiénico y poco respetuoso con los demás usuarios.

De repente, oí que se abría la puerta y que entraba alguien.

- Hola? Perdona!
- Si? -Contesté desde la ducha, sin asomarme al vestuario.
- Que se me había olvidado devolverte las gafas.
- Ah, ok. Déjalas ahí encima de la mochila.
- Muy bien. Por cierto, muchas gracias por dejármelas. No se que hubiera hecho sin... Madre mía!
- Qué pasa?

Me giré a la entrada de la ducha y la vi ahí mirándome, con los ojos como platos.

- Pero Paula qué haces?! -Le pregunté intentándome tapar como podía. Cosa bastante difícil con aquello todo duro...
- Madre mía, chico. Todo eso es por mi culpa? -Preguntó con una sonrisa de picardía.
- Pues... la verdad es que sí. O sea, no por tu culpa. Bueno, no se. Ya me entiendes... -Yo no sabía muy bien qué decir ni donde meterme.
- Chss, tranquilo, que no pasa nada... -Dijo ella. Y dicho esto, se quitó la toalla, la dejó encima del banco y se metió dentro de la ducha.- Vamos a ver si podemos hacer algo con esto... -Dijo mordiéndose un poco el labio, de una forma exageradamente sexy.


Paula entró en la ducha y fue directamente hacia mi polla, cogiéndola delicadamente con la mano. Yo ni me moví, pues estaba totalmente paralizado por la sorpresa. Empezó a acariciármela con la mano pasándola muy poco a poco desde los huevos hasta la punta, arriba y abajo varias veces.

- Te gusta esto? -Me preguntó con voz baja y sensual. Yo solamente logré mover la cabeza arriba y abajo asintiendo.- Pásame eso, porfa.

Yo seguí su mirada y vi el bote de gel. Se lo di y me la soltó durante un momento. Lo abrió y dejó caer un hilillo muy fino de gel sobre mi polla, totalmente erecta. El contraste entre el calor que había en la ducha (y dentro de mí) y el líquido frío me volvía loco.

- Toma. -Me dijo devolviéndome la botella. Obedientemente cogí la botella de gel.- Así mucho mejor. -Dijo. Y empezó a pajearme de una forma deliciosa. Empezó a mover su mano poco a poco arriba y abajo, muy lentamente. Yo al final empecé a reaccionar y puse mi mano derecha en su espalda, acercándola hacia mí un poco más. Noté como aún tenía el bañador mojado.

Mientras ella seguía con la paja yo empecé a acariciarle la espalda y empecé a bajar la mano poco a poco buscando su culo. Una vez llegué allí lo apreté un poco. Estaba muy duro. Se notaba las horas que dedicaba a hacer ejercicio. Apreté un poco más y Paula soltó un pequeño gemido: "mmmh" y me miró a los ojos de forma lujuriosa. Yo volví a apretarlo con más ganas y llevé las puntas de mis dedos hacía el medio de los dos cachetes.

Cuando llegué allí empecé a bajar un poco más hasta hasta llegar a su entrepierna. Estaba muy caliente. Una vez llegué allí, le froté un rato sobre esa zona y poco después "pinché" un poco con los dedos hacia el interior. Ella gimió un poco más fuerte y acto seguido llevó su boca a la mía.

Nos empezamos a besar apasionadamente. Nuestras lenguas empezaron a "pelear" y viajaban de una boca a otra. Al mismo tiempo, empezó a aumentar el ritmo de su mano. Al cabo de un rato separó un poco su boca de la mía y las mantuvo separadas unos milímetros. Notaba su aliento dentro de mi boca. Esto me volvía aún más loco. Poco después, ella se separó un poco de mí y vi como empezó a ponerse de rodillas.

Una vez en posición siguió pajeándome a buen ritmo y empezó a salir un montón de espuma. Con la otra mano empezó a acariciarme los huevos. Durante todo este rato ella me miraba fijamente con sus ojos verdes, de vez en cuando sonreía, pero no hablaba. Se notaba que se estaba esmerando en su tarea. De vez en cuando me la cogía con las dos manos y continuaba con el "sube y baja". Yo rezaba para que este momento no acabase nunca. Aunque si la cosa seguía así no duraría mucho más.

Al cabo de un rato, me empujó poco a poco sin levantarse del suelo, dirigiendo mis partes hacia el chorro de la ducha. Con la ayuda de este me quitó totalmente el de jabón de forma muy concienzuda.

- Ya está bien limpita. -Me dijo guiñándome el ojo. Y acto seguido vi como acercaba su cabeza a mi polla y como abría la boca.

Se metió un poco de mi polla en su boca y vi como sus preciosos labios envolvían solo la punta. Noté como empezaba a chupar y a succionar. Noté también como al mismo tiempo daba vueltas con la punta de la lengua alrededor de mi glande. Poco a poco empezó a meterse más y más dentro de su boca. Se la sacaba de la boca para darme besitos en el glande, ella sabia muy bien lo que hacia.

- No pares. Por favor, no pares. -Logré decir. Aproveché para apartarle un poco el pelo de su cara.

De vez en cuando se la sacaba de la boca y la recorría con la lengua en toda su longitud, desde la punta hasta la base. Luego volvía a metérsela en la boca de golpe y continuaba. Después de unos minutos así vi que estaba a llegando a un punto en que no tardaría mucho en correrme. Y yo quería algo más.

Me separé de ella, la cogí por debajo de los brazos y rápidamente la puse de pie. Ella parecía algo sorprendida. Y aún lo estuvo más cuando me abalancé sobre ella y la empotré contra la pared. Empecé a besarla de nuevo. Primero en los labios. Luego bajé por su mejilla al cuello, donde le empecé a dar pequeños mordiscos. Ella empezó a lanzar algunos gemidos y suspiros.

Bajé un poco más hacia su pecho y aproveché para bajarle los tirantes del bañador. Primero uno y luego el otro. Tiré de ellos hacia abajo y por fin vi lo que tanto tiempo deseaba: esas pedazo de tetas que Dios le ha dado. Eran grandes y con una forma perfecta. Sus pezones eran de tamaño mediano y de color claro.

Paula se terminó de bajar el bañador a la altura de sus tetazas y rápidamente me abalancé sobre ellas y cogí una con cada mano. Empecé a acariciarlas suavemente, tenían un tacto exquisito. Comencé a tocarlas por el exterior, de abajo hacia arriba, luego comencé a masajearlas, a ella le encantó. Comencé a tocarlas con algo más de fuerza tocándole el pezón. Cuando vi que estaba empitonada metí mi cara entre ellas y las "aplasté" hacia mí. A continuación, empecé a comérselas. Apreté su teta derecha mientras chupaba su pezón. Estaba totalmente erecto por la excitación y duro como una piedra. Se lo empecé a chupar como si intentase sacar leche. Luego cambié a la otra para hacer lo mismo. Paula, por su parte, parecía tan excitada que yo mismo me preguntaba si tal vez habría tenido ya algún orgasmo durante la escena. Estuve un buen rato así, cambiando de una a otro y disfrutando como hacía tiempo que no hacía. Ella solo gemía de placer mientras me agarraba la cabeza con la mano.

Al cabo de un rato ella me empujó hacia la cabeza hacia abajo. Yo fui bajándole el bañador poco a poco, besando todo su cuerpo. Cuando estuve de rodillas ella tenía el bañador por la cintura. Llevé mis manos hacia su culo, abrazándola por la cintura y comencé a bajarle lo que quedaba de bañador. Cuando lo hice, tiré el bañador en medio de la ducha y por fin pude ver su pubis. Lo tenía totalmente rasurado.

Empecé a besarla por la zona mientras ella seguía guiándome con la mano en la cabeza para que llegase a su destino. Yo saqué un poco la lengua y le di un par de lametones. Luego, le cogí la pierna derecha y se la subí, apoyando mi mano detrás de su rodilla un poco para tener mejor acceso. Estaba totalmente mojada y seguro que no era solo por el agua de la piscina ni de la ducha, jeje. Empecé a pasear mi lengua por fuera de su rajita y poco a poco fui entrando, haciendo círculos con ella. Paula estaba gimiendo cada vez más fuerte.

De repente, me levanté de golpe y la empotré de espaldas contra la pared mientras le besaba la espalda y el lóbulo de la oreja. Guie mi polla con la mano buscando su rajita y cuando encontré la entrada se la fui metiendo poco a poco, pero de forma firme. Ella soltó un grito ahogado mientras entraba dentro de ella.

Empecé a meterla y sacarla despacio al principio y luego cada vez más fuerte. Al cabo de un momento de empezar a darle embestidas, ella me dijo que parase porque quería darse la vuelta, me rodeó con sus piernas y con sus brazos y seguí dándole lo suyo mientras la apoyaba contra la pared. De vez en cuando paraba a descansar y ella me besaba de forma ansiosa y me pedía que siguiese. Y yo, obedientemente, seguía.

Estuvimos así unos minutos y cuando el cansancio me dijo que ya no podía más, paré, la cogí por debajo del culo y, sin sacársela, salí de la ducha y me dirigí al banco allí había. Me senté teniendo con mucho cuidado, para no hacernos daño ninguno de los dos y para que en todo momento mi polla estuviese dentro de ella.

- Está bien, descansa un poco tú ahora... -Me dijo con su voz angelical.

Acto seguido me tumbó sobre el banco y empezó a cabalgar sobre mí. Puso sus manos sobre mi pecho y empezó a mover las caderas de forma muy exagerada adelante y atrás, mientras recorría toda mi polla. Se notaba que era toda una experta porque el ritmo era suave pero continuo y en ningún momento mi polla se salió de ella. Mientras, Paula me miraba con una cara de mezcla de placer y de lujuria.

Yo mientras tanto, me centré en sus tetazas. Cogí una con cada mano y disfrutaba de su tacto. De vez en cuando les daba un pequeño apretón o me las llevaba a la boca y le chupaba los pezones. Ella daba pequeños gritos de placer cuando hacía esto.

Seguimos así bastante tiempo hasta que Paula apartó mis manos de sus pechos y empezó a acelerar su movimiento de atrás adelante, con la polla clavada totalmente, podía notar cada rincón de su coñito con sus movimientos,
por su boca no salía palabra alguna, solo se escuchaban intensos gemidos

¡ahhhhh!, ¡ahhhhh!, ¡aaaahhh!, uuuumm!

al cabo de un rato se acabó el ritmo suave y exagerado, Paula comenzó a botar fuertemente sobre mí, agarrándose del pelo y gimiendo como una loca me estaba poniendo aun más cachondo.

¡si, si!

Los movimientos de Paula eran constantes y firmes. Fue una locura, una maravilla. Mientras ella elevaba sus caderas me regaló gemidos, jadeos y respiraciones, no se reprimió para nada.

-ahh!, ahhh!, ¡aahh!, aaaaaaahhh!,

Notaba un ardor en mi vientre y presión en mi polla, ver a Paula encima de mi agarrándose del pelo, botando y gimiendo como una loca me estaba poniendo aun más cachondo.


-Aaaaahh... aaaahhhh... uuuuufff... uuuufff...
aaaaaaahhh... aaaahhh.

Laura lo estaba disfrutando y no tardo mucho en llegar al orgasmo tras un rato de mete y saca se corrió:

si!, siii!, ohhhh! siii!, siiiiiiiiii! siiiiiiiiiiiiiii! siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! oooooooooohhhhhhhhhh!!!!!!

De pronto, una oleada de flujos inundó mi entrepierna. Paula había tenido un orgasmo enorme. Sin embargo yo todavía no había terminado.

Mi polla todavía estaba medio erecta y Paula se había quedado muy quieta, con los ojos cerrados, parecía como si estuviese en trance... Murmuró algo.

¿Cómo? - Atiné a responder.

- Que puedes hacerme y correrte donde tú quieras.

como no paraba de contemplar sus enormes tetas le pedí que me hiciera una cubana y que me dejase correrme en sus enormes tetas.

- Adelante te lo has ganado.

Me puse de pie dejando mi polla a la altura de Paula, que cogió mi pene y empezó a besarlo de nuevo y a darme mordisquitos en el glande, estaba empezando a ponerse duro. Al cabo de un rato mi pene estaba de nuevo a reventar. Se acercó a mí, envolvió mi pene con sus fabulosas tetas y comenzó a hacerme una cubana espectacular, primero lentamente y luego aumentando el ritmo. Después de unos 2 o 3 minutos, supe que no podría aguantar mucho más.

Paula retiró mi pene de sus tetas y me las puso en forma de bandeja para que me corriese. Yo apunté a su vientre y eyacule, fueron cuatro cañonazos de semen que le mancharon sus tetazas y parte de su cuello.


Cuando por fin dejó de salir leche de mi polla, me tumbé en el banco totalmente satisfecho. Laura se acercó, cogió mi polla delicadamente, se la metió dentro de la boca y empezó a succionar para dejarla bien limpita y sacar lo poco que quedaba dentro de mí.

Después de dejar mi polla totalmente limpia Paula se subió el bañador a la altura de su cadera y aun teniendo restos de semen en sus pechos, se cubrió rápidamente con la toalla y se fue; no sin antes pararse a la altura de la puerta del vestuario y decirme:

-Esto hay que repetirlo otro día jeje.


Al salir de los vestuarios Gus me dijo que qué había pasado, que habia visto a Paula salir del vestuario de chicos. Yo le conté que Paula y yo nos habíamos duchado juntos y el me dijo que era un cabrón.
 
No he encontrado el final original del relato de Paula Prendes. Este final lo he redactado yo en base a lo que recuerdo de ese relato. Espero que si esto lo ve algún día su autor, pueda compartir con nosotros este relato
 
-Aaaaahh... aaaahhhh... uuuuufff... uuuufff...
aaaaaaahhh... aaaahhh.

Laura lo estaba disfrutando y no tardo mucho en llegar al orgasmo tras un rato de mete y saca se corrió:

si!, siii!, ohhhh! siii!, siiiiiiiiii! siiiiiiiiiiiiiii! siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! oooooooooohhhhhhhhhh!!!!!!

De pronto, una oleada de flujos inundó mi entrepierna. Paula había tenido un orgasmo enorme. Sin embargo yo todavía no había terminado.

Mi polla todavía estaba medio erecta y Paula se había quedado muy quieta, con los ojos cerrados, parecía como si estuviese en trance... Murmuró algo.

¿Cómo? - Atiné a responder.

- Que puedes hacerme y correrte donde tú quieras.

como no paraba de contemplar sus enormes tetas le pedí que me hiciera una cubana y que me dejase correrme en sus enormes tetas.

- Adelante te lo has ganado.

Me puse de pie dejando mi polla a la altura de Paula, que cogió mi pene y empezó a besarlo de nuevo y a darme mordisquitos en el glande, estaba empezando a ponerse duro. Al cabo de un rato mi pene estaba de nuevo a reventar. Se acercó a mí, envolvió mi pene con sus fabulosas tetas y comenzó a hacerme una cubana espectacular, primero lentamente y luego aumentando el ritmo. Después de unos 2 o 3 minutos, supe que no podría aguantar mucho más.

Paula retiró mi pene de sus tetas y me las puso en forma de bandeja para que me corriese. Yo apunté a su vientre y eyacule, fueron cuatro cañonazos de semen que le mancharon sus tetazas y parte de su cuello.


Cuando por fin dejó de salir leche de mi polla, me tumbé en el banco totalmente satisfecho. Laura se acercó, cogió mi polla delicadamente, se la metió dentro de la boca y empezó a succionar para dejarla bien limpita y sacar lo poco que quedaba dentro de mí.

Después de dejar mi polla totalmente limpia Paula se subió el bañador a la altura de su cadera y aun teniendo restos de semen en sus pechos, se cubrió rápidamente con la toalla y se fue; no sin antes pararse a la altura de la puerta del vestuario y decirme:

-Esto hay que repetirlo otro día jeje.


Al salir de los vestuarios Gus me dijo que qué había pasado, que habia visto a Paula salir del vestuario de chicos. Yo le conté que Paula y yo nos habíamos duchado juntos y el me dijo que era un cabrón.
Gran relato
 
1723049495553.png


1723049511219.png

1723049524073.png



Al fin he terminado el curso. He conseguido aprobar todo y de premio mi madre me ha regalado ir una semana a un apartamento en la playa, en concreto a donde vive mi tía Almudena. Almudena, la madre de mi hermana está buenisima, siempre me ha puesto mucho y, ademas de ir a la playa y disfrutar del verano y el sol, me hace especial ilusión poder verla en bikini, con sus maravillosos pies descalzos. Almudena es gimnasta profesional, por lo que no le falta el dinero y tiene un apartamento enorme en la playa.

Llegó el día. Mi madre y yo ya tenemos el equipaje cargado e iniciamos el viaje. Tras unas horas llegamos al apartamento de mi tía. Su marido no va a estar durante esta semana por temas de negocios.

Llegamos al apartamento y Almudena nos recibe en la entrada del garaje. Nada mas verla mi polla se pone dura como un hierro. Lleva unos pantalones cortos. Arriba lleva una camiseta sin sujetador y sus pezones resaltan sobre ella. Por ultimo bajo la mirada por sus eternas piernas y veo sus pies en tacones.
1723049553427.png


1723049567983.png


No puedo evitar imaginarlos sudados despues de una de sus sesiones de entrenamientos. Inconscientemente llevo mi mano a mi polla totalmente dura justo cuando mi madre me saca de mis pensamientos.


"Venga Miguel, las maletas y vamos"

Bajo del coche y cojo las maletas y una bolsa que coloco en mi parte delantera para disimular mi ereccion. En ese momento agradezco infinitamente haber escogido un equipaje con el que haya podido ocultar el bulto de mi pantalón. Almudena baja las escaleras de la entrada con energía para venir a saludarnos y se intuyen sus pechos botando con cada escalón. Al mismo tiempo veo como las plantas de sus pues se van ensuciando con el polvo de la entrada. Almudena me abraza apretando mucho y siento uno de sus pechos en mi abdomen. Antes de que me de cuenta coge la volsa para ayudarme dejando al descubierto mi erección pero sigue como si nada. Espero que no se haya dado cuenta.

Entramos a la casa, es totalmente espectacular. La casa tiene dos plantas y un sótano. Mi habitación está en la planta de arriba. Almudena va delante mio mientras yo arrastro las maletas sin apartar la vista de su tremendo culo que sobresale por la parte de abajo de su pantaloncito. Sus nalgas son redondas, sencillamente perfectas, sin nada de celulitis, se ven duras como piedras.

Almudena abre una habitación. La esperaba pequeña pero me sorprende. Una cama de matrimonio enorme llena de cojines ocupa un lateral de la habitación. Al otro lado hay una máquina elíptica en la que mi tia hace ejercicio, y una estanteria llena de pesas, esterillas y equipo para la gimnasta. Al lado hay un baño privado con una gran bañera, y un ventanal que da a la playa.

"Perdona Miguel, esta habitación es multiusos y como no suelo tener invitados la uso para entrenar. Espero que puedas estar comodo."

"Joder tía, si está genial. Muchss gracias"

"Bueno instalate y luego bajas que hare algo para almorzar"

Mi tia se me abalanza y me da otro abrazo pegando de nuevo sus tetas contra mi. La abrazo casi al vorde de su culo teniendo que aguantarme las ganas de agarrarlo, y mi polla se pone durisima rozando su abdomen. Mi tia se separa sonriente y sale de la habitación.

Observo bien toda la habitación. Es verdaderamente enorme y las vistas son espectaculares. Abro la estanteria de la gimnasia y veo que hay unas zapatillas con unos calcetines en su interior. Por el pequeño tamaño estoy seguro de que deben ser las zapatillas con las que entrena Almudena. Las saco del armario y me siento sobre la cama. Saco uno de los pequeños calcetines y veo que todavía están humedos. Me lo acerco a la nariz y un olor a sudor y a pies inunda mis fosas nasales haciendo que automáticamente mi polla se ponga a reventar.

Cojo uno de los calcetines y meto mi polla dentro de el. El otro lo dejo a mi lado mientras cojo las zapatillas y las huelo hasta que el olor a sus pies sudados se me queda totalmente impregnado en mi nariz. Cojo el otro calcetin, empapado de sudor y lo chupo descubriendo a la distancia como deben saber esos pies perfectos. Empiezo a masturbarme con la polla dentro de su calcetin mientras el otro alterno entre mi boca y mi nariz. Esta siendo una de las pajas mas placenteras de mi vida. El olor a pies me esta poniendo cachondo como nunca me había pasado y oensar en los pies de mi deseada tia aun mas. Cuando ya no aguanto mas dejo el calcetin de la mano dentro de las zapatillas y me limito a masturbarme dentro de su otro calcetín hasta que empiezo a descargar todo mi semen recien exprimido dentro de la prenda que hace escasos minutos cubria los pies de Almudena. Justo entonces llaman a la puerta. Solo puedo meterme la polla con el calcetin dentro del pantalon antes de que abran. Almudena entra sonriente mientras yo sentado en la cama y todavía a mitad de uno de los mejores orgasmos de mi vida sigo sintiendo todo mi semen saliendo rellenando mas y mas ese calcetin rosa minusculo que apenas me cubre la mitad de mi polla.

"Perdona Miguel que te traigo toallas y una esponja para que te puedas duchar. Uy, se me habia olvidado que tenía aqui las zapatillas, perdona."

"Muchas gracias tia" digo con la voz temblorosa que sale cuando estas temblando de placer por un orgasmo

Ella sonrie y se lleva sus zapatillas con un solo calcetin. Mierda, que pensara cuando vea que falta uno. Y como viera como esta ahora mismo lleno de leche... Me saco el calcetin y lo veo cargado de semen. Decido vaciarlo en el lavabo y dejarlo tirado por ahi, como si se hubiera caido de las zapatillas cuando se las ha llevado. Espero que no lo huela...

Bajo a por el almuerzo. Mi madre esta en la terraza y mi tia esta tumbada en el sofa con los pies en alto. Joder parece que me los este enseñando constantemente para que no pueda pensar en otra cosa.
1723049690240.png


Almudena me ve y se levanta para ofrecerme unas tostadas deliciosas con mermelada. Comemos juntos mientras nos ponemos al día. Ella me dice que su marido ha tenido que salir, que debe entrenar todos los dias porque pronto tiene una competición, yo le cuento sobre la universidad. Hasta que la conversacion deriva en que empiez aa habblarme de su ultima lesion que, casualmente fue del dedo del pie. Almudena sube su pie izquierdo a la mesa haciendo gala de su increible flexibilidad y me comenta el dedo que se fracturó y la recuperación. Yo no puedo parar de mirarlo. El pie es perfecto. Los dedos son finos y largos, el arco de la planta es increible, el empeine parece suave. No puedo parar de pensar en lo que seria lamerlo.

"Mira mira, toca aqui que se nota donde se rompió"

Me pongo nervioso, acaso se habra dado cuenta de lo del calcetín y está jugando conmigo? Estiro la mano y toco el segundo dedo del pie de mi tía. Es justo como lo esperaba, suave, humedo por el sudor, delicioso. Toco bien el dedo para lograr que el olor se impregne en mi mano y descubrirlo después. Despues fingiendo que quiero comprobar la movilidad del dedo, con mi otra mano agarro todo su pie, palpo su arco, su talon y su empeine. Mi polla va a estallar.

"Pues vaya, aunque ya parece casi recuperado, por cierto tienes unos pies preciosos "

"Gracias Miguel, los cuido mucho"

Despues del almuerzo me vuelvo a mi cuarto y veo que ya no esta el calvetin donde lo dejé, ¿Se habrá dado cuenta?.

Empiezo a recordar la escena que acabo de vivir y me llevo la mano a la nariz, llegamdome de nuevo el olor a los perfectos pies de almudena. Mi polla se vuelve a poner como una piedra y me encierro en el baño, no quiero que esta vez me vuelva a pillar mintia justo cuando me estoy corriendo. Pongo el pestillo, me siento en el vater y empiezo a tocarme mientras me huelo la mano.

Mientras estoy pajeandome imaginando los pies de mi tia abro los ojos y descubro un cubo que estaba oculto tras la puerta del baño. Me acerco sin dejar de darme olacer y descubro que esta lleno de la ropa sucia de almudena. Empiezo a sacar camisetas de deporte, las huelo y una mezcla de su perfume y su sudor me llega hasta dentro. Despues vienen unas mallas. Sigo sacando, un top deportivo, sujetadores que huelo y me paso por la polla llenandolos de mi liquido preseminal. Acaban apareciendo unos tangas, manchados de flujo, y unos calcetines usados. Me meto una de sus braguitas manchada de flujo en la boca y lamo su flujo sobre la tela. Imagino lo que seria saborear el coño de mi tia. Tambien huelo sus calcetines, braguitas y sujetadores mientras me masturbo de nuevo con un calcetin sobre mi polla hasta que una vez mas, y esta vez sin esconderlo, lo relleno entero de semen, sacandolo al final para dejar algo de corrida que cae sobre sus braguitas y sujetadores.

Meto toda la ropa llena de lefa al cubo, y salgo de nuevo al salon. Veo de lejos a mi madre hablando por telefono con mala cara en la terraza. Yo estoy ya con el bañador para ir a la playa y mi tia Almudena en bikini esta en el sofa pintandose las uñas de los pies, en una posicion muy elastica con las piernas bien abiertas y los pies juntos dibujando con sus rodillas una especie de rombo. Me vuelvo a quedar embobado con ellos y la voz de mi tia me saca de mis pensamientos.

"Hombre Miguel, preparado para ir a la playa?"

Levanto la vista avergonzado de sus pies aunque no puedo evitar que en el trayecto hacia su cara se me quede fija en sus tetas. Son redondas, grandes, apretaditas en el bikini. Aunque me cuesta un esfuerzo llevo la vista hasta su cara, preciosa tambien.
1723049765097.png

"Sii, ya tengo ganas que llevo mucho tiempo sin bañarme"

Almudena sonrie de forma pícara y mira a mi entrepierna donde mi polla, aun morcillona se marca a traves del bañador. Me muevo avergonzado y ella me mira haciendo como si nada.

" Me ayudas con la uña pequeña del pie que tengo muy mal pulso?"

Joder, en serio? Otra vez? Parece que este jugando conmigo

*Claro*

Me siento en el sofa de en frente de almudena y ella estira una de sus piernas apoyando el pie sobre mi pierna, aunque noto que la parte interna roza con mi polla que se empieza a poner dura mientras rezo para que no se de cuenta.

Mientras retoco su uña disfruto de la vista de su entrepierna abierta. Veo la braguita del bikini que tapa poco mas que lo necesario para que su rico coño no asome por los lados, y veo algun pelo de su pubis que asoma a los lados de la tela roja.

Una voz a mi espalda me saca de mis pensamientos, mi madre

"Joder, estos del trabajo siempre me hacen lo mismo. Que barbaridad"

"Que pasa mama?"

"Hijo, lo siento mucho pero me tengo que ir, necesitan mi ayuda para un caso muy importante y tengo que volverme a la ciudad, lo siento de verdad, pero tu puedes quedarte si a tu tia le parece bien"

Miro hacia almudena que sonrie.

"Claro, yo me quedo con miguel durante la semans y si puedes el fin de semana vuelves a venir y pasamos esos dias los tres juntos"

Al decir esto siento que el pie de almudena se mueve presionando mi polla. Me muevo inconscientemente aunque ella parece no estar dandose cuenta. Lo estara haciendo a posta o habra sido sin querer?

"Vale mama, no te preocupes, yo me quedo aqui y el viernes vuelves"

Me levanto para darle un beso a mi madre que directamente se dirige a su cuarto a por las maletas. Cuando me giro almudena esta haciendo el espagat sobre el sofa, completamente abierta de piernas y me imagino su coño bien abierto delicioso para comerlo. Vuelve a su posicion inicial y se levanta para ayudar a mi madre. Voy detras de ella contemplando su increible culo bajo la escasa tela de la braga de su bikini rojo.

Ayudamos a mi madre y finalmente a las 18 de la tarde se ca con el coche de vuelta.

"Bueno Miguel, vamos un rato a la playa no? Que habra que animarse"

"Claro que si tia"

Cojo la toalla y me quito la camiseta. Veo que Almudena se qued amirando mi abdomen.

"Vaya vaya, si que te has puesto fuerte sobrino"

La verdad es que durante el ultimo año me he aficiomado al gimnasio y estoy en mi mejor momento de forma

"Bueno, estoy haciendo bastante ejercicio"

"Se nota se nota" dice pasando la mano por mi abdomen, poniendome nervioso y cachondo al mismo tiempo

Finalmente caminamos hacia la playa, extendemos las toallas y nos tumbamos en la arena. Almudena se tumba boca abajo y se desabrocha la parte de arriba para evitar que le deje marca con el sol.

"Me das crema porfa?"

Empiezo a buscarla por su bolsa pero no la encuentro

"Donde esta?"

Almudena se incorpora tapandose los pechos con una mano mientras con la otra busca en la bolsa. Me parece ver un pezon a traves del hueco entre sus dedos aunque no estoy seguro.

"Aqui esta" Almudena coge la crema y vuelve a tumbarse boca abajo.

Me echo crema en las manos y empiezo a extenderla por su espalda. Paso por sus hombros, su espalda y llego hasta donde empieza la braguita, casi llegando a su culo, aguantandome las ganas de coger su culazo y amasarlo bajo mis manos. Vuelvo a su edpalda y voy hacia los laterales. Extiendo la crema y siento el inicio de sus pachos bajo mis dedos. Mi polla va a explotar dentro del bañador cuando almudena vuelve a decir
1723049915984.png


"Y por piernas y pies porfa"

En serio? Hasta los pies? Joder ya me debe de estar provocando.

Cojo mas crema y me centro en sus muslos. Me tomo la libertad cuando bajo y subo por sus muslos de llegar a tocar algo su redondo culo de forma disimulada. Despues bajo a las pantorrillas y finalmente me deleito extendiendo la crema por sus pies, en plantas y empeines, entre los dedos, en los talones, tocandooo y disfrutandolo todo.

"Listo, me pones tu a mi?"

La playa esta practicamente vacia. La persona mas cercana se intuye a mas de 200 metros.

"Claro, tumbate y no mires" rie almudena.

Me tumbo e intuyo comose levanta sin ponerse la parte de arriba del bikini. Entreabro los ojos sin que ella pueda notarlo y veo como se extiende la crema en las manos con sus dos preciosas tetas al aire. Son perfectas, dos globos insuperables con dos pezones chiquititos y duros. Me deleito con esa vista mientras se sienta sobre mi culo y extiende la crema por toda mi espalda, su tacto me eriza la piel y ver sus tetas sobre mi mas aun.

"Hecho, nos bañamos"

Veo con los ojos aun medio cerrados que se esta terminando ahora de poner la parte de arriba

"Claro"

Entrasmos juntos al agua. Durante dos horas reimos, charlamos, de vez en cuando almudena me roza los pies por las piernas fingiendo que tropieza, o tal vez de verdad este tropezando, no se que pensar.

Pasa la tarde y volvemos a casa. Almudena prepara pizza para cenar. Se pasea por casa igual que por la mañana, con una camiseta ancha sin sujetador bajo la que puedo ver los movimientos de sus pechos y unos pantaloncitos que no llegan a cubrir su enorme culo.

Cenamos y como estoy muy cansado le digo que me voy a dormir. Me encierro en mi cuarto y antes de acostarme, cojo otras de sus braguitas usadas y me pajeo hasta que de nuevo chorros de leche empapan la tela que hace unos dias cubrian su delicioso coño.

Despierto pronto por un ruido. Miro a la ventana, ya es de dia pero parece bastante pronto. Miro hacia el otro lado y descubro de donde viene el ruido. Almudena está en la máquina elíptica con unas mallas cortas y un sujetador. Veo su culo botar cada vez que completa una zancada en la maquina. Tambien aprecio sus tetas menearse al rutmo del ejercicio. El sudor chorrea por su espalda. Me mira y al ver que le he despertado sonrie y se baja de la maquina.

Almudena se tumba al lado mio en la cama y de pronto su pie desnudo esta posado sobre mi muslo y sube hacia mi entrepierna.

"Tia, que... Que haces?"

Almudena finalmente posa el pie sobre mi polla que ya aguarda completamente dura dentro del calzoncillo

"Ay Miguel, no te hagas el tonto. No creas que no te he visto mirarme ayer en la playa, o mirarme el culo paseando por casa, o mirarme los pies cada vez que paseo descalza para que puedas disfrutarlos"

Haciendo gala de su elasticidad, almudena consigue subir mas su pie, y lo introduce de nuevo hacia mi entrepierna pero esta vez por debajo de la tela del calzoncillo. Su pie envuelve mi rabo y empieza a deslizarse arriba y abajo arrancandole un gemido.

"Pero tia yo... No te estaba mirando, de verdad que no pretendia... No miraba de verdad..."

"Deja de hacerte el tonto, tambien vi el calcetin manchado de una sustancia extraña pero que olia muy rica" se acerca a mi y empieza a susurrarme "y estas durmiendo al lado de mis braguitas, y estan llenas de semen"

Mierda, se me olvido llevarlas a la ropa sucia.

"Esto, tia... Esto no esta bien"

Almudena con las manos se deshace de forma increible de mis calzoncillos. Con mi polla al aire se sienta entre mies piernas. Estira sus dos pies desnudos y sudados y coloca mi polla en medio. Empieza a pajearme con sus pies mientras me mira con cara de vicio. Veo sus tetas tambaleandose dentro del sujetador. Cuando ve que las estoy mirqndo no duda en desabrocharse el sujetador.

"Ahora puedes mirarlas con los ojos vien abiertos" se rie

Sus tetas caen ligeramente aunque se mantienen bien puestas sobre su pecho. Son perfectas y se mueven cada vez que sus pies se deslizan sobre mi polla que empieza a soltar liquidos preseminales que empapan sus pies.

No aguanto mas. Tumbo a mi tia en la cama y empiezo a comerle los pies. Huelen a sudor y a pies, lo cual me pone demasiado cachondo. Paso la lengua por sus dos plantas. La introduzco en cada uno de los espacios entre sus perfectos dedos. Almudena gime cuando mi lengua recorre el arco de su pie. Tanbien lamo sus talones y empeines y vuelvo a repetir. Me meto todo lo que me cabe de su pie en la boca mientras me masturbo como un loco. Almudena me mira gimiendo con deseo. Finalmente me levanto sobre ella y empiezo a comerle las tetazas. Son perfectas, muerdo su pezon como si fuera un chicle, luego lo lamo y luego me meto todo su oecho en la boca. Vuelve a demostrar su elasticidad y de una forma que no logro entender consigue mientras me como sus pechos volver q coger mi polla entre sus pies y masturbarme mientras gime cada vez mas alto. Subo un poco mas y mientras sus pies me dan un placer inigualable me empiezo a besar con mi tia metiendole la lengua hasta el fondo, ante lo que ella hace lo mismo. Nuestras lenguas chocan, la saliva pasa de una boca a la otra y sus pies me tienen cachondisimo.

Le arranco de un tiron las mallas. Almudena se queda con unas braguitas negras de encaje. Mientras la beso comienzo a tocar su coño a traves de las bragas.

"Pues si, me tienes cachondo desde el dia que llegue, siempre con los pies al aire, el culo apretado, las tetas asomando"

"Pues tu me tienes cachonda a mi, veia tu bulto en el pantalon, y solo pensaba en tragarmela toda, por eso te iba provocando por todas partes"

Con mis dos manos rompo sus bragas por la mitad dejandola desnuda por completo. Empiezo a tocar a almudena que gime con mis dedos en su humedo coño hasta que chilla cuando le meto de golpe dos dedos.

Almudena me tumba de golpe en la cama y se pone de rodillas sobre mi cara. Baja hasta que su coño queda a la altura de mi boca. Por fin saboreo toda su humedad que me inunda la boca. Recorro todo su coño con mi lengua desde su apertura hasta su clitoris en el cual coloco mis labios y lo chupo haciendo que mi tia gima sin parar.

De pronto veo que almudena comienza a retorcerse hacia detras. Crea con su cuerpo un arco perfecto y empiezo a sentir sus labios en mi polla. Esta haciendo un 69 mediante un puente y consigue meterse toda mi polla en la boca. Me centro en lamer bien su coitoris mientras ella recorre mi glande con la lengua. Ya no aguanto mas. Me aparto y pongo a mi tia a 4 en la cama.

"Donde tienes preservativos?"

Entre gemidos contesta

"No tengo, no te preocupes que tomo anticonceptivas"

La meto de golpe en el coño humedo de almudena que empieza a gemir. Agarro sus oechos con mis manos y empiezo a embestirla cln mucha fuerza. Los dos gemimos como locos, mi polla entra y sale a gran velocidad haciendo un ruido que resuena por toda la casa. Siento como sus paredes comienzan a apretarme.

"Te gusta sobrino? Estoy muy entrenada"

Su coño se aprieta y se libera constantemente haciendo que a mi polla le cueste entrar. Sus musculos estan muy fortalecidos. De pronto almudena empieza a temblar mientras chilla de placer. Sus paredes comienzan a contraerse y sus piernas tiemblan mientras comienza a correrse sin parar. Al oirla gemir no aguanto mas. Me agarro a sus tetas con todas mis fuerzas y comienzo a soltar leche dentro de su coño gimiendo sin parar.

Los dos chillamos y nos corremos hasta que caemos rendidos en la cama. Miro el coño de almudena y veo mi semen salir de el chorreando por su pierna. La beso y me sonrie.

"Voy a hacer el desayuno"

Almudena sale desnuda de la habitación

Me doy una ducha y me preparo para ir a la playa de nuevo. Salgo a desayunar y almudena sigue desnuda preparando el café. Paso y le doy un azote en el culo haciendo que se ria. Me sirve cafe y me da unas tostadas.

"Y el tuyo?"

"Yo voy a desayunar otra cosa".

Me siento y almudena se arrodilla delante mia. Me desnuda y empieza a lamerme los huevos mientras empieza a masturbarme. Vuelvo a tener la polla dura como un hierro. Almudena disfruta con mis huevos en su boca, pasando la lengua por ellos. Despues coge mi polla y empieza a tragarsela mientras masajea mis huevos y me mira fijamente.

"Sientate en el sofa que es mas comodo"

Voy hacia el sofa quitandome toda la ropa. Almudena se acerca y me besa metiendo su lengua hasta el fondo de mi garganta. Despues se arrodilla de nuevo y coloca mi polla entre sus dos tetas. Las aprieta con las manos para poder follarme con ellas y empieza a deslizarlas arriba y abajo follandome con sus tetazas.
1723050105999.png


1723050116669.png


Escupe sobre ellas para lubricarlas y que mi polla se mueva mejor, y coloca la lengua para que cada vez que mi polla sube choque contra su lengua. Almudena se muerde el labio mirandome y se flexiona logrando comerme la punta de la polla al mismo tiempo que esta se desliza por sus pechos.

"Tia, no voy a aguantar mucho"

Ella sonrie con mi polla en la boca y acelera sus movimientos. Siento un escalofrio recorriendome por todo el cuerpo y noto que el semen empieza a brotar desde mis huevos. Aviso a almudena que saca la lengua y me mira. Mi lefa empieza a salir disparada hacia su preciosa cara, y todo el semen que no impacta en su cara chorrea por sus perfectas tetas. Cuando noto que queda poco semen se la meto entera en la garganta y termino de correrme dentro de ella, que me mira y se lo traga todo.

"A mi me gusta desayunar asi, quizas repita todos estos dias"

Almudena y yo nos vamos a la playa. Hoy lleva un bikini negro con un sujetador que recoge bien sus pechos, y una braga tipo tanga que apenas cubre nada de su culo, el cual voy agarrando mientras vamos hacia alli, disfrutando de que al fin puedo amasarlo como tanto deseaba.

Mi tia me vuelve a pedir que le de crema. Esta vez se quita la parte de arriba sin importarle y me pide que le de por todo el cuerpo. Primero se pone boca abajo. Extiendo la crema por su espalda y esta vez si llego bien a su culo, dando crema por todo. Despues se da la vuelta y extiendo por sus piernas, su abdomen y sus tetas, dejandolas blancas por segunda vez en el dia.

Tomamos el sol, descansamos, charlamos. Una hora despues almudena me dice que vayamos a bañarnos.

1723050175074.png



Entramos al agua. Hoy hay mas gente en la olaya. En nuestra zona hay un grupo de amigos y una pareja. Nos metemos al agu y almudena se sube a mi rodeandome con sus piernas y empieza a besarme. La beso mientras agarro con ganas su culo. Noto como nos empezamos a calentar, los besos se vuelven mas guarros, nos tocamos todo. Almudena me agarra la polla.

"Joder, ya esta dura otra vez, que aguante tienes"

Noto como se aparta la parte de abajo del bikini

"Metemela"

Miro alrededor algo nervioso. "Pero... hay gente almudena, y si nos ven?"

"Me la suda, la quiero dentro"

Miro de nuevo hacia la playa, ahora mismo no hay nadie en el agua, todos estan en las toallas. Me decido y la meto en la vagina de almudena que me recibe bien apretada.

"Como te gusta jugar con tus musculos eh"

"Me gusta que te cueste meterla"

Hago fuerza y la meto toda de golpe haciendo que suelte un gemido.

"Shh, que nos van a oir"

"Miguel, me da igual"

Almudena empieza a botar sobre mi polla, yo le agarro fuerte del culo y le como las tetas que se ha sacado del bikiini. Parece que nadie se esta dando cuenta pero almudena sigue subiendo el volumen.

"Miguel, prueba en el otro agujero"

"Estas segura?"

"Hazlo joder"

La saco de su coño y la coloco en el agujero de su culo. Empiezo a hacer fuerza poco a poco y mi polla comienza a entrar. Nunca habia probado un culo y lo apretado que esta hace que me tiemblen las piernas. Empujo con fuerza y penetro el culo de almudena que chilla haciendo que varias personas de la playa se giren. Sin embargo ya no me importa, me desato y empiezo a follar el culo de almudena como un animal mientras la beso, le como las tetas e incluso se me escapa escupirle en la cara, lo cual recibe con una sonrisa y me devuelve haciendo lo mismo. Le follo el culo hasta que ya no puedo mas, comienzo a chillar y agarro bien fuerte sus nalgas cuando empiezo a disparar leche dentro de su culo rellenandolo entero. Connmi orgasmo noto que ella empieza a temblar asi que no dejo de follarla hssta que comienza a chillar corriendose como una loca, haciendo que mas de uno en la playa grabe desde la distancia. Cuando terminamos nos besamos y salimos disimuladamente bajo la mirada y los susurros de todo el mundo.

Volvemos a casa. Pasamos el resto del dia juntos entre besos y juegos

Al dia siguiente despierto en una nube. Se que voy a bajar y voy a tener a almudena para mi otro dia mas.

Llego al salon y esta el cafe y las tostadas preparadas frente al sofa. Me siento y empiezo a desayunar en calzoncillos. No veo a mi tia por ningun sitio. Desayuno tranquilamente cuando de repente alguien me tapa los ojos por detras. Noto mis labios contra los de almudena de nuevo. Cuando me destapa la veo. Lleva una lenceria negra de encaje que transparenta casi todo su cuerpo.

"Vengo a desayunar" sonrie.

Me quito los calzoncillos con la polla ya durisima.

"Esta listo"

Almidena se rie y se arrodilla frente a mi. De nuevo decide comenzar lamiendo mis huevos. Los saborea bien mientras toca todo mi cuerpo. Despues comienza de nuevo a comerme la polla. Se la mete entera mirandome hasta que llega la arcada. La chupa con ganas haciendome gemir como nunca. De pronto se separa.

"Hoy tengo mas hambre"

Almudena me coge las piernas y las levanta destapando mi culo. Le ayudo sujetando mis piernas en alto cuando mi tia se lanza a lamer mi culo mientras con la mano me masturba. Su lengua recorre mi culo arriba y abajo hasta que me penetra haciendome dar un grito y agarrar su cabeza para pegarla mas a el. Noto su nariz contra mis huevos mientras su lengua juega dentro de mi culo. No deja de lamerlo hasta que ya no puedo mas. Cojo mi polla y su cara y la meto en su boca mientras me masturbo hasta empezar a descargar dentro de su boca. Almudena recibe con gusto cada gota de mi semen y cuando tiene la boca llena me lo enseña, deja caer un poco sobre sus tetas y se traga el resto.

"Yo hoy tambien quiero desayunar mas"

Coloco dos sillas altas separadas y la cojo a pulso. Pongo una pierna de almudena en cada silla y las separo hasta que queda completamente abierta de piernas. Rompo su braguita de encaje destapando todo bien abierto y arrodillado debajo de ella empiezo a lamer pasando sin descanso de su culo a su coño.

1723050276743.png

Lo lamo todo y penetro sus dos agujeros haciendo aue gima como una loca. Mi polla vuelve a estar dura cuando la bajo de su posicion la pongo contra la pared mirando hacia mi.

"Sube una pierna"

Almudena sube la pierna hasta su cabeza donde la sujeto contra la pared. Con su coño bien abierto para mi empiezo a follarla mientras me como sus tetas sin descanso.

1723050307117.png

1723050319765.png


En apenas dos minutos almudena esta corriendose entre gritos y gemidos sin parar. Sin embargo estoy cachondo de nuevo y quiero seguir follandola. La pongo contra la pared de espaldas y empiezo a follarle el culo sin compasion haciendo que gima y tiemble. No par hasta que noto que me voy a correr, entomces vuelvo a su coño y descargo todo dentro de el. Al oir como me corro almudena no puede mas y de nuevo comienza a correrse como una loca.

Termino azotandola y disfrutando de ver como mi semen sale a borbotones de su coño y se desliza por sus muslos. La beso y aun siento el sabor de mi lefa en su lengua

Por la tarde salimos a pasear por su ciudad. Pasamos por el centro y de vuelta a casa ya de noche pasamos por un puente

Almudena lleva un vestido con medias y botas. Se sienta en el muro del puente y mostrando sus habilidades de gimnasta se abre de piernas. Levanta un poco la falda y veo su coño, sin bragas, solo oculto por las medias que llegan hasta alli.

1723050367260.png

"Miguel, follame aqui mismo"

"Pero que dices tia? Tu estas loca? Que por aqui pasa mucha gente"

"Da igual, quiero que me folles como nunca"

Me pongo muy nervioso y miro para todos sitios

"Que no que no, que nos van a ver, nada nada"

Almudena se desgarra las medias y su coño jugoso queda totalmente al aire. Me coge de la ropa y estira de mi empezando a besarme y sobarme la polla que se pone durisima.

"Por favor Miguel, hazlo "

Saco la polla disimuladamente mirando hacia todos lados. Veo gente alrededor paseando y de golpe penetro a almudena que se agarra a mi y empieza a gemir. Empiezo a darle bien duro, noto que algunas personas se dan cuenta y cuchichean pero ya no puedo parar. Me follo a la zorra de mi tia mientras los dos gemimos. Perdemos el control y alguien nos llama la atencion haciendo que nos vayamos a casa. Cuando llegamos pongo a almudena contra la pared y empiezo a follarle el culo como nunca haciendola chillar de dolor y placer. Me tumbo en la cama y almudena tomo el control. Se mete mi polla y de espaldas a mi se abre de piernas y empieza a cabalgarme como una loca. Veo su culazo de deportista botar y temblar cada vez que mi polla le entra hasta el fondo. No puedo mas y me empiezo a correr dentro de ella entre gemidos. Ella no para, se gira hacia mi y esta vez mirando hacia mi sigue cabalgandome. Mi polla no llega a ponerse blanda cuando veo sus tetas botar mientras ella rebota sobre mi y se la mete toda. Siento su vello pubico rozando contra mi y mi dura polla la penetra mientras agarro y azoto su culo y me vomo sus dos tetas aordiscos hasta que los dos comenzamos a corrernos entre chillidos, sudor y placer.

Una nueva mañana me despierto en mi paraiso de placer con mi tia al lado. Desnuda, me lanzo a comerme sus pies para darle los buenos dias. Noto como se va despertando mientras lamo sus pies enteros. Antes de que se de cuenta la tengo a 4 patas mientras se la meto por el culo y sus chillidos se escuchan por toda la casa. De pronto alguiem llama a la puerta. Mi madre entra y se queda horrorizada. Almudena que esta a 4 patas mirando hacia la puerta empieza a reirse de forma perversa y yo no puedo mas. Se la saco, le agarro del pelo tirando para atras de su cabeza y mientras mi madre observa lefo toda su cara dejandola totalmente blanca mientras ella rie y se relame el semen.

Fin


Si alguien quiere que le escriba un relato solo hago intercambio de relatos, es decir, me dices de qué quieres el relato y yo lo hago, a cambio tú haces un relato para mí sobre lo que yo quiera, sin límites
Es una estafa, este relato se lo escribi yo a un forero a cambio de uno que nunca me mando de vuelta, me quede sin mi relato y encima ahora lo publican como si fuera suyo, sin darme meritos despues de currarmelo escribiendo, no tienes vergüenza.
 
En el antiguo foro había un relato increíble sobre marta Díaz. No se si alguien lo tiene o se puede recuperar
 
En el antiguo foro había un relato increíble sobre marta Díaz. No se si alguien lo tiene o se puede recuperar
Yo empecé una novela durante la pandemia que trataba sobre una influencer, pero era un relato de amor no de morbo. Muy chulo.
 
alguien hace alguno de Ana mena
Lo has puesto fácil...

Soy estudiante de Ciencias audiovisuales, y en la facultad hay un grupo de necesidades de público para diferentes programas de TV.

Resulta que hacía falta extras de público para El hormiguero, y me apunté. Y me tocó. Pagan poco, pero al menos dan un bocata. Y como soy nuevo en la capital, pues tenía una excusa para quitarme la boina. Así que allí que fui. Y antes de empezar, no me aguantaba las ganas de orinar. Me dirijo al excusado más cercano, y cuando entro, oigo unas voces que me resultan conocidas... Eran el presentador y la invitada al programa que estaban íntimando. Miré de refilón la cosita del presentador. La artista invitada tenía el pelo con un pegote, y cara de insatisfecha. Por lo que procedí a sacudir mi manubrio para escurrir las últimas gotas. Parecía un aspersor del Bernabéu. Ella se quedó estupefacta. Pero tuvo que irse a no sé qué historias de un juego de gases de hidrógeno... Ella se fue guiñándome el ojo.

Esa noche leí, por casualidad, que al día esa cantante que había visto, iba a l programa de la cadena de la competencia a la misma hora. Y al día siguiente me apunté como público. Aquí la productora no pagaba nada pero podías tener la opción de soltar alguna parida o interactuar con los del escenario. Me puse en primera fila y nada más sentarse en el Chester, enseñando muslos, me vio, y me cogió, me subió al escenario a la vez que el presentador cogía un bombo, y ella le daba al instrumento con mi maza.

Acabé la noche con ella en su hotel con el bombo cantando (con autotune, claro está) Es-pa-ña, bom bom bom, y el "A por ellos oé... Bom"
 
Buenas, en el anterior foro había un relato donde Paula Prendes, Edurne, Aitana, Lara Álvarez y creo que también Anna Simón se prestaban para hacer un concurso/reto de quien duraría más follando cada una con un chico distinto. Si por algún casual alguien tuviese ese relato aunque sea incompleto me gustaría volver a leerlo porque me excitó mucho. Sobretodo la parte de Paula.

Saludos!
 
Buenas noches. Paso a compartir un relato que estoy generando ayudándome de IA.
Es la primera vez que escribo un relato, y el generador de IA me lo va haciendo en ingles, así que perdonad los posibles errores que pueda tener (gramáticos o de traducción).
Si gusta, iré compartiendo más partes en el futuro y sino, pues nada, quedará aquí el experimento.

EMPUTECIENDO A PAULA GALLEGO

En una noche tranquila, dos hombres se sientan uno frente al otro, con sus portátiles abiertos. Se conocieron online en un foro pornográfico dedicado a hablar de la atractiva joven actriz Paula Gallego. A pesar de su corta edad, Paula presume de una figura voluptuosa con unos pechos enormes que cautivan a cualquiera que se posa en ella.

José: suspira profundamente. Joder, ¿has visto el último vídeo de ella? Esas enormes tetas... apuesto que se sentirían increíbles en mis manos...

Juan: asiente vigorosamente. Joder, sí, hombre. Llevo semanas masturbándome con sus fotos. La forma en que esos cachorros rebotan cada vez que ella se mueve... ¡me vuelve loco!

Ambos comienzan a desplazarse por las imágenes, con los ojos fijos en las tentadoras curvas de Paula. A medida que las fotos revelan más piel, los hombres se desabrochan los pantalones simultáneamente, liberando sus pollas erectas.

José: Hagamos un trato.

José: Este es el plan. La seguimos, grabamos discretamente todo lo que hace y luego compartimos el metraje. Piénselo: contenido exclusivo de Paula Gallego haciendo cosas cotidianas, sin darse cuenta de que la están observando. ¡Será como tener nuestro propio alijo privado de sus momentos más íntimos!

Juan: ¡Brillante idea, José! Pero, ¿cómo lo logramos sin que nos atrapen?

José: Fácil. Nos vestiremos de manera informal, nos mezclaremos con la multitud y usaremos cámaras ocultas. Con un poco de suerte, ni siquiera sospechará nada. Ahora, pongámonos a trabajar.

Durante los días siguientes, los hombres acechan incansablemente a Paula. Captan cada detalle de su vida, desde ir de compras hasta salir con amigos. Cada noche, revisan con entusiasmo las imágenes, masturbándose febrilmente al ver el hermoso cuerpo de Paula.

Una noche, después de un largo día de acoso, José se percata de que Paula entra a una habitación de motel. Es algo muy sospechoso, así que José decide seguirla hasta recepción, donde escucha el número de habitación donde va. Al día siguiente vuelve al motel y alquila la habitación de al lado, donde hace un pequeño agujero y coloca un dispositivo de grabación diminuto apuntando a la habitación donde había estado Paula. Deja el dispositivo grabando y reza para que Paula regrese esa noche. Al día siguiente vuelve a por el dispositivo, tapando el agujero de la habitación. Queda con Juan para ver lo que han "cazado".
En el video se ve que más o menos a la misma hora que el día anterior, Paula llega a la habitación, después ella se acuesta en la cama, completamente vestida, aparentemente esperando a alguien. En ese momento, un golpe en la puerta revela a un hombre mayor bien vestido. Paula lo saluda con un beso apasionado.

José:
¡Mierda, está engañando a su novio! Esto es oro.
Los hombres observan con asombro cómo Paula y el hombre comienzan a desnudarse, dejando al descubierto sus cuerpos desnudos. Queda capturada toda la escena en video, incluidos los detalles explícitos de su forma de hacer el amor.
Al día siguiente, le envían el vídeo a Paula por mensaje privado de sus redes sociales, amenazándola con exponer su infidelidad a menos que acepte reunirse con ellos. De mala gana, ella obedece, sin darse cuenta de los actos depravados que han planeado para ella.

Paula llega al lugar designado, con el corazón acelerado por el miedo y la anticipación. Dentro de la habitación con poca luz, descubre a José y Juan sentados cómodamente, sonriendo maliciosamente a su entrada.

Juan:
Bienvenida, Paula. Estamos muy contentos de que hayas podido asistir. Por favor, tome asiento.

Paula duda, sus instintos le gritan que huya. Sin embargo, la idea de arruinar su reputación la obliga a obedecer.

José:
Tenemos una propuesta para ti. A cambio de mantener en secreto tu pequeña cita, nos complacerás con algunas actividades divertidas. Nada demasiado extremo, por supuesto.

Paula traga saliva nerviosamente y se da cuenta de que está atrapada entre la espada y la pared. Sin otra opción, ella asiente débilmente, su resolución se desmorona bajo la presión.
 
Atrás
Top Abajo