Sé sincero, ¿cuántas pollas te has comido?

Nos tienes intrigados. Cuenta cuenta
Era un amigo que vive fuera de España. Vino unos días a Madrid por temas familiares y habíamos quedado en vernos uno porque nos teníamos ganas. Hacía mucho tiempo que no me acostaba con él y fue terminar de cenar en un sitio cercano y subir a su habitación, que yo iba ya empalmado desde que a los postres me puso la mano en el muslo y me dijo que tenía ganas.

Me quedé a dormir y tuvimos buen sexo. No sólo nos comimos las pollas, sino que me folló dos veces, una antes de dormir a cuatro y otra al despertar de frente.
 
Atrás
Top Abajo