Salida de este sabado

No digas esas cosas estás guapísima.. lo que tienes que hacer es mirarte al espejo y decir lo guapa que eres
 
No me siento ni guapa , ni sexy la verdad . Me veo fea y gorda con las tetas asi
Ver el archivo adjunto 1369261
Pues eres preciosa y con esa pose para la foto, no eres sexy, eres super sexy. En cuanto a tus tetas... son maravillosas!! Seguro que no soy el unico que se la va a cascar mirando esos pezones marcados, y seguro que tampoco soy el único que está deseando quitarte la ropa y hacerte de todo...
 
Pido disculpas porque no he redactado bien ni en el colegio sacaba buena nota.

Llegamos al restaurante donde íbamos a cenar y nos tomamos una cerveza ahí note que Javier me prestaba mucha atención y mira que su chica va espectacular , es más todos y todas la ofrecen mil piropos . Nos sentamos en una mesa grande con nuestros amigos. Javier, un hombre alto y moreno, no dejaba de coquetear conmigo con la mirada. Cada vez que nuestras miradas se cruzaban, me lanzaba un guiño y una sonrisa seductora.

Cuando el camarero nos trajo la carta, me pedí una copa de vino y di un sorbo lentamente. Javier no dejaba de mirarme, y finalmente, se inclinó hacia mí y me dijo en voz baja: "Vaya, estás absolutamente impresionante esta noche. Siempre te veo con ropa informal, pero hoy... Guau".

Me sonrojé ligeramente ante su piropo y le di las gracias con una sonrisa. Miré a mi marido, pero parecía estar absorto en una conversación con otra pareja y no se había dado cuenta del coqueteo del otro hombre.

A medida que la cena avanzaba, el ambiente se volvió más divertido. Todos estábamos bebiendo y riendo, y podía sentir que la atencion de Javier no cesaba . No sabía qué iba a pasar esa noche.
 
Pido disculpas porque no he redactado bien ni en el colegio sacaba buena nota.

Llegamos al restaurante donde íbamos a cenar y nos tomamos una cerveza ahí note que Javier me prestaba mucha atención y mira que su chica va espectacular , es más todos y todas la ofrecen mil piropos . Nos sentamos en una mesa grande con nuestros amigos. Javier, un hombre alto y moreno, no dejaba de coquetear conmigo con la mirada. Cada vez que nuestras miradas se cruzaban, me lanzaba un guiño y una sonrisa seductora.

Cuando el camarero nos trajo la carta, me pedí una copa de vino y di un sorbo lentamente. Javier no dejaba de mirarme, y finalmente, se inclinó hacia mí y me dijo en voz baja: "Vaya, estás absolutamente impresionante esta noche. Siempre te veo con ropa informal, pero hoy... Guau".

Me sonrojé ligeramente ante su piropo y le di las gracias con una sonrisa. Miré a mi marido, pero parecía estar absorto en una conversación con otra pareja y no se había dado cuenta del coqueteo del otro hombre.

A medida que la cena avanzaba, el ambiente se volvió más divertido. Todos estábamos bebiendo y riendo, y podía sentir que la atencion de Javier no cesaba . No sabía qué iba a pasar esa noche.
Eres la reina de los relatos, sigue así ;) se te da genial redactar y contagiar de sensualidad cada experiencia que tienes
 
Creo que me he equivocado , no debi subir fotografia , solo recibo privados, que no me importa pero buscando sexo conmigo .
te pido disculpas si en algún momento he podido hacer o decir algo que te haya podido molestar.
 
No me siento ni guapa , ni sexy la verdad . Me veo fea y gorda con las tetas asi
UF si eres la del foto del link Dios él es un cuer un espectáculo de mujer tienes unas caderas espectaculares mmm te sienta todo bien
 
Cuando estás embarazada engordas , he recuperado mi peso pero aún te dicen que gordita estas ... llevo la misma ropa de antes de estar embarazada . Encima recuperarme de la epísotomia que casi me unen el culo y la vagina ...
Las mujeres cuando hay salud sois la hostia os volvís os cambia el cuerpo para mejor
 
Pues me gustaría:cool: ver una foto tuya,te veo participar y abrir
hilos , pero no aportas nada
 
Durante la cena, Javier y yo estábamos sentados frente a frente en la mesa. No dejaba de coquetear conmigo con la mirada y hacer bromas juguetonas.

"Vaya, no sabía que tenías ese lado tan atrevido", me dijo en un momento, guiñándome un ojo y riendo.

Yo me reí y le dije: "Bueno, esta es una ocasión especial. No todos los días salimos de fiesta con nuestros amigos".

Podía sentir la tensión sexual creciendo entre nosotros a medida que la noche avanzaba. Mi marido estaba absorto en una conversación con otra pareja y no se daba cuenta del coqueteo del otro hombre.

Me daba la sensación de que mi marido no me hacía caso como siempre, siendo el centro de atención y haciendo bromas a la chica de una pareja que era muy tímida.
 
Después de cenar, decidimos ir a tomar una copa. Debido a las hormonas, sudaba mucho cuando hacía calor. Mi esposo me sugirió que saliera sola, así que alguien se ofreció a acompañarme. Javier y yo nos fuimos juntos y él mencionó que necesitaba recoger algo del coche.

Caminamos un rato por las calles y, en un momento dado, se detuvo y me dijo que quería estar un rato a solas. Me llevó a un lugar discreto junto a una pared, cerca de la entrada de un estacionamiento, y comenzó a besarme en el cuello. Le dije que sudaba mucho y él respondió: "Me encanta cómo hueles". Luego, pasó a besarme en la oreja, lo cual resultó ser mi punto débil.

Su forma de besar era simplemente increíble, movía su lengua de manera experta y jugaba con mi piercing de la boca, lo que me puso aún más cachonda. Continuamos besándonos apasionadamente, y nuestras manos comenzaron a explorar. Pude sentir su erección, dura como una roca, y le guié una de sus manos hacia mi entrepierna. Subió mi vestido y deslizó su mano por debajo de mi ropa interior, mientras yo gemía de placer.

Perdí la noción de la realidad y, en un momento de pasión, bajé la cremallera de su pantalón y comencé a masturbarlo, al mismo tiempo que él hacía lo mismo conmigo. Alcanzamos el orgasmo juntos, y él se corrió manchando su pantalón y mi vestido. Luego, me llevé los dedos llenos de su esperma a la boca, lo que nos puso aún más cachondos.

Nos arreglamos y volvimos a la fiesta sin decir nada, pero antes de entrar, nos dimos otro apasionado beso.
 
Después de cenar, decidimos ir a tomar una copa. Debido a las hormonas, sudaba mucho cuando hacía calor. Mi esposo me sugirió que saliera sola, así que alguien se ofreció a acompañarme. Javier y yo nos fuimos juntos y él mencionó que necesitaba recoger algo del coche.

Caminamos un rato por las calles y, en un momento dado, se detuvo y me dijo que quería estar un rato a solas. Me llevó a un lugar discreto junto a una pared, cerca de la entrada de un estacionamiento, y comenzó a besarme en el cuello. Le dije que sudaba mucho y él respondió: "Me encanta cómo hueles". Luego, pasó a besarme en la oreja, lo cual resultó ser mi punto débil.

Su forma de besar era simplemente increíble, movía su lengua de manera experta y jugaba con mi piercing de la boca, lo que me puso aún más cachonda. Continuamos besándonos apasionadamente, y nuestras manos comenzaron a explorar. Pude sentir su erección, dura como una roca, y le guié una de sus manos hacia mi entrepierna. Subió mi vestido y deslizó su mano por debajo de mi ropa interior, mientras yo gemía de placer.

Perdí la noción de la realidad y, en un momento de pasión, bajé la cremallera de su pantalón y comencé a masturbarlo, al mismo tiempo que él hacía lo mismo conmigo. Alcanzamos el orgasmo juntos, y él se corrió manchando su pantalón y mi vestido. Luego, me llevé los dedos llenos de su esperma a la boca, lo que nos puso aún más cachondos.

Nos arreglamos y volvimos a la fiesta sin decir nada, pero antes de entrar, nos dimos otro apasionado beso.
despues de ese primer paso, creo que la cosa ha idoa a mas, ¿verdad?
 
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