mevoy
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Hace años me paso algo morboso camino de la playa. Yo tendría 19 años o así, y un día fui con mi madre a la playa a pasar la mañana para tomar el sol y nadar un rato. La playa donde fuimos era una cala pequeña, resguardada. La carretera de acceso quedaba elevada y luego había un terraplén bastante inclinado que había que descender por un camino. Luego atravesabas un bosquecillo con arboles y matorrales y finalmente llegabas a la arena.
El día que fuimos a la playa, yo había salido de casa con el bañador en la mochila con la toalla con al idea de llegar a la playa y antes de ir a la arena, buscar un sitio discreto y cambiarme allí mismo. Aunque no encontrara un sitio discreto, siempre podría taparme con la toalla y ponerme el bañador. Así que mientras atravesamos el bosque le digo a mi madre que me voy a cambiar y que ya nos encontraríamos después. Me dice que vale, que me espera tumbada en la arena. Dejo que ella siga caminando hacia la arena y mientras se aleja, yo me retiro un poco del camino principal hacia el bosque por lo que parecía un caminillo sin usar para poder desnudarme y cambiarme. Pensé que era un camino cerrado, sin salida. Segui caminando hasta que deje de ver el camino principal, me desnudo tranquilamente y saco el bañador de la mochila junto a la crema solar. Pense que era buen momento para ponerme crema en el cuerpo. Asi que empiezo a ponerme crema por el cuerpo y la verdad, estar ahi desnudo, notando el calor del sol en la piel mientras me acaricio el cuerpo con la crema, era muy agradable. Tambien empece a notar un cosquilleo y poco a poco note como una ereccion iba creciendo (con 19 años no se necesita mucho para una ereccion).
Cerré los ojos para disfrutar el momento sin prisa mientras seguía frotándome el cuerpo con la crema. Llevaba un poco así cuando a mi espalda oigo a una mujer madura (no era mi madre), que me dice....
- Guapo, ¿nos dejas pasar?....
Me giro y veo a dos cuarentonas en bikini, con sombreros anchos de paja y gafas de sol plantadas en el medio del camino, sin moverse y moviendo su cabeza de arriba abajo para mirarme bien. Mientras las veía ahí en medio del camino, mirandome con los brazos cruzados y sin moverse, me di cuenta de dos cosas. La primera, que por su posicion corporal y su sonrisa llevaban un rato mirandome sin que yo me diera cuenta. Y la segunda, que el repaso que me hacian era del lobo que mira a una oveja.
Yo no sabia donde meterme. Aunque me daba vergüenza, a la vez, me daba morbo, la forma que me miraban. El cosquilleo de la erección notaba como iba creciendo. Así que me aparte a un lado del caminillo y les dije
- ... Si por favor, pasad.
Ellas pasaron a mi lado y sonriendo me dicen...
- Gracias por dejarnos pasar y por las vistas... - y se echaron a reír.
Yo me acabe de cambiar y creo que acabe rojo como un tomate. Me puse el bañador y estuve un rato hasta que note que la ereccion se me bajo para poder salir del bosque y llegar a la playa. Estuve caminado un poco aun pensando en las dos mujeres del bosque cuando vi a mi madre y fui hacia ella. Intentando pensar en cualquier otra cosa que no fuera en ellas y en la situacion que habia pasado. No queria llegar al lado de mi madre con una ereccion marcando el bañador. Me costo un gran esfuerzo llegar relajado. En cuanto llegue puse la toalla en la arena y me tumbe junto a mi madre todo lo rapido que pude.
Estuvimos un rato hablando y al cabo de un rato me dice..
- ¿Que tal el cambio de bañador?
- Bien... ¿Porque lo preguntas? he tardado mucho ¿no? Me estaba poniendo crema solar.
- No, que va... te lo pregunto porque creo que has alegrado la mañana a dos mujeres.
- ¿Que que... ? yo.. . ¿como? - Solo podía tartamudear de la sorpresa
- Espero que hayan disfrutado de las vistas ....
Y se echo a reír mientras me miraba. Yo no sabia donde meterme mientras notaba que me ponía rojo como un tomate. Después de un rato de estar muriéndose de la risa, me contó que había visto como salían dos mujeres del bosque riendose, haciendo gestos de ponerse crema y levantando un dedo de la mano como si fuera una erección y que se habia imaginado que me habian visto desnudo. Mi reaccion al preguntarme, se lo habia confirmado.
Al cabo de un poco y aun riendose me dice:
- Me voy a bañar, ¿te vienes?
Le dije que no, que prefería quedarme un poco mas tomando el sol. Ella se levanto y se fue a bañar. Yo seguí tumbado, sin moverme. Muriéndome de calor pero no podía ir al agua porque entre lo que paso en el bosque, y la conversación con mi madre, en esos momentos tenia un erección terrible aplastada contra la arena.
El día que fuimos a la playa, yo había salido de casa con el bañador en la mochila con la toalla con al idea de llegar a la playa y antes de ir a la arena, buscar un sitio discreto y cambiarme allí mismo. Aunque no encontrara un sitio discreto, siempre podría taparme con la toalla y ponerme el bañador. Así que mientras atravesamos el bosque le digo a mi madre que me voy a cambiar y que ya nos encontraríamos después. Me dice que vale, que me espera tumbada en la arena. Dejo que ella siga caminando hacia la arena y mientras se aleja, yo me retiro un poco del camino principal hacia el bosque por lo que parecía un caminillo sin usar para poder desnudarme y cambiarme. Pensé que era un camino cerrado, sin salida. Segui caminando hasta que deje de ver el camino principal, me desnudo tranquilamente y saco el bañador de la mochila junto a la crema solar. Pense que era buen momento para ponerme crema en el cuerpo. Asi que empiezo a ponerme crema por el cuerpo y la verdad, estar ahi desnudo, notando el calor del sol en la piel mientras me acaricio el cuerpo con la crema, era muy agradable. Tambien empece a notar un cosquilleo y poco a poco note como una ereccion iba creciendo (con 19 años no se necesita mucho para una ereccion).
Cerré los ojos para disfrutar el momento sin prisa mientras seguía frotándome el cuerpo con la crema. Llevaba un poco así cuando a mi espalda oigo a una mujer madura (no era mi madre), que me dice....
- Guapo, ¿nos dejas pasar?....
Me giro y veo a dos cuarentonas en bikini, con sombreros anchos de paja y gafas de sol plantadas en el medio del camino, sin moverse y moviendo su cabeza de arriba abajo para mirarme bien. Mientras las veía ahí en medio del camino, mirandome con los brazos cruzados y sin moverse, me di cuenta de dos cosas. La primera, que por su posicion corporal y su sonrisa llevaban un rato mirandome sin que yo me diera cuenta. Y la segunda, que el repaso que me hacian era del lobo que mira a una oveja.
Yo no sabia donde meterme. Aunque me daba vergüenza, a la vez, me daba morbo, la forma que me miraban. El cosquilleo de la erección notaba como iba creciendo. Así que me aparte a un lado del caminillo y les dije
- ... Si por favor, pasad.
Ellas pasaron a mi lado y sonriendo me dicen...
- Gracias por dejarnos pasar y por las vistas... - y se echaron a reír.
Yo me acabe de cambiar y creo que acabe rojo como un tomate. Me puse el bañador y estuve un rato hasta que note que la ereccion se me bajo para poder salir del bosque y llegar a la playa. Estuve caminado un poco aun pensando en las dos mujeres del bosque cuando vi a mi madre y fui hacia ella. Intentando pensar en cualquier otra cosa que no fuera en ellas y en la situacion que habia pasado. No queria llegar al lado de mi madre con una ereccion marcando el bañador. Me costo un gran esfuerzo llegar relajado. En cuanto llegue puse la toalla en la arena y me tumbe junto a mi madre todo lo rapido que pude.
Estuvimos un rato hablando y al cabo de un rato me dice..
- ¿Que tal el cambio de bañador?
- Bien... ¿Porque lo preguntas? he tardado mucho ¿no? Me estaba poniendo crema solar.
- No, que va... te lo pregunto porque creo que has alegrado la mañana a dos mujeres.
- ¿Que que... ? yo.. . ¿como? - Solo podía tartamudear de la sorpresa
- Espero que hayan disfrutado de las vistas ....
Y se echo a reír mientras me miraba. Yo no sabia donde meterme mientras notaba que me ponía rojo como un tomate. Después de un rato de estar muriéndose de la risa, me contó que había visto como salían dos mujeres del bosque riendose, haciendo gestos de ponerse crema y levantando un dedo de la mano como si fuera una erección y que se habia imaginado que me habian visto desnudo. Mi reaccion al preguntarme, se lo habia confirmado.
Al cabo de un poco y aun riendose me dice:
- Me voy a bañar, ¿te vienes?
Le dije que no, que prefería quedarme un poco mas tomando el sol. Ella se levanto y se fue a bañar. Yo seguí tumbado, sin moverme. Muriéndome de calor pero no podía ir al agua porque entre lo que paso en el bosque, y la conversación con mi madre, en esos momentos tenia un erección terrible aplastada contra la arena.