DorianGray
Miembro muy activo
Muchas gracias por compartir tu experiencia, y creo que también es así, muchas veces el morbo está en este tipo de situaciones: como ver a una mujer en la playa cambiarse o que se escape un pezón, ahuecarse la parte de abajo del biquini al salir de la piscina... siempre hay que estar preparado para lo que se nos puede ofrecer jeje.Guardo una situación bastante similar. Suelo veranear en Vera pero hay veces que busco alternativas por variar de zona, así que nos fuimos a echar el día a la playita de la Carolina, de Murcia. Muy chula, enclavada entre dos acantilados, con aguas tranquilas y transparentes...Pero un ambiente bastante familiar en el que apenas se podría destacar un par de topless y no excesivamente cerca de mi posición.
El caso es que se nos aposenta una familia casi pegados a nuestra sombrilla. Matrimonio de mediana edad con dos niños y señora que bien puede ser la abuela. Al principio me pareció molesto por la cercanía pero en realidad, y por las dimensiones de la playa, no había muchas alternativas, así que lo dejé correr. El caso es que el día trascendió sin nada reseñable hasta que a media tarde la abuela, con torpes movimientos, trató de cambiarse el bañador bajo una toalla
No diré que esa situación me pusiera, pero viendo el sopor de lo que me rodeaba, traté de seguir sus pasos. En vista de que no se la veía suelta, desistió y se puso un vestido. Con él puesto, deslizó el bañador y, una vez levantó el pie para sacárselo, si pude verle nítidamente la vagina, peluda y canosa. A continuación, se puso una braga XXXL blanca y empezó a recoger sus bártulos. Habló brevemente con la hija y se despidió
Yo pensaba que la historia acababa ahí, pero nada más lejos de la realidad. La mujer, con los niños y el marido en el agua, se desprendió de la parte arriba del bikini y me obsequió con dos bonitas y proporcionadas tetas y se recostó en la butaca para leer. No es que fuera muy guapa, ni fea tampoco, y su cuerpo, sin estar dentro de lo cánones de la belleza, era agradable de mirar. Pero había algo que me ponía sobremanera: no era el prototipo de mujer para hacer topless...o al menos el que tenemos idealizado
En definitiva, que el interés de la tarde ya era otro y me gustaba lo que había a mi alrededor.
Al rato llegó el marido, se secó un poco y me miró con cierta cara de circunstancias, como diciendo "te estás poniendo morado con las tetas de mi mujer". Y cogió la pelota y se fue con los hijos a la orilla. No quise abusar, por lo que poco después me fui al agua y desde allí seguí las evoluciones de mi vecina, que apenas cambiaba de postura
Cuando pensaba salirme del agua, vi que el marido se colocó junto a mi butaca y se desprendió del bañador, dejando la poya al aire a escasos centímetros de mi mujer. Aunque ella estaba a lo suyo con el móvil y no reparó en ello, reconozco que esa imagen me puso bastante caliente
El caso es que una vez él se recompuso sus partes con un pantalón nuevo, empezaron a recoger. Yo pensé que el espectáculo ya habría que darlo por acabado, pero me ilusioné pensando en el efecto dominó y que la señora repetiría esa actuación
…Y como no perdía detalle de todos sus movimientos, cuando vi que se echaba las manos a la cadera, el corazón empezó a bombear de tal manera que pensé se me saldría de la boca. Un suave tirón hacia abajo y dejó a la vista un chochete blanquecino con una pulcra rallita de pelos vertical que me hizo arder en deseo, por lo que decidí acercarme a su entorno.
Obviamente, ella se cubrió con una braguita antes de que yo llegase a su altura, pero ese instante lo tendré grabado porque no esperaba que ella me deleitara con ese regalazo.
Y si, reconozco que el nudismo tiene mucho de morbo, pero el encontrarte situaciones así creo, que en cierto modo, lo supera
(Perdonad la extensión...)![]()
Recuerdo el verano pasado, en una playa de Cantabria, la tarde estaba nublada, algo de viento y el agua revuelta. Nos acercamos a pasar un rato en la playa. Había gente paseando o simplemente disfrutando de la tarde, casi todos vestidos. Mi chica se acercó al mar a hacer unas fotos y como es normal se mojó los pantalones.
Así que cuando llegó donde estaba yo se quitó los pantalones y los colocó en una roca para que se secaran. No teníamos pensado ir a la playa (entre otras cosas porque el tiempo no invitaba a ello), así que debajo de los pantalones sólo llevaba unas minúsculas braguitas.
Ni que decir tiene que se ganó la atención de la mayoría de los varones que había por allí, cosa que me pareció muy morbosa, (mucho más que si estuviera desnuda en una playa nudista).
Especialmente un abuelete que andaba detrás y no dejaba de mirar, seguramente se llevó un buen regalo.