Hans
Miembro muy activo
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- 23 Jun 2023
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Desde mayo estoy liado con una casada. Una cuarentona, madre de un hijo preadolescente, casada con un conocido.
Lo que empezó con un coqueteo una noche en un bar de copas, continuó con conversaciones calientes y fotos sexuales, para terminar follando cada vez que podemos.
Su matrimonio va muy bien, pero esto de tener una aventura es algo que, según dice, le da muchísimo morbo y la mantiene viva.
Normalmente aprovecha que tiene que llevar al hijo a entrenar para venir a mi casa y echar un polvazo. Pero ayer fue otra excusa. Tenía que hacerse la cera y me avisó que luego vendría a mi casa.
Tumbada en mi sofá me mostró como se habia dejado el vellos púbico. Totalmente rasurada se habia dejado un corazón en el Monte de Venus, justo al inicio de la raja del coño.
Decía que le daba mucho morbo que yo lo estrenara. Me arrodillé entre sus piernas y le di una buena comida de coño. Ella me agarraba la cabeza y gritaba de gusto. Me insultaba y me animaba a que se lo comiera todo. Se corrió como una perra.
Después me saqué la polla y levantandole las piernas me la follé como un animal. Me corrí dentro hasta rellenarle el coño de leche.
Esta mañana me envió un mensaje diciéndome que a su marido le habia encantado lo del corazón. Se la habia follado también. Pobre cornudo, que guarra es.
Lo que empezó con un coqueteo una noche en un bar de copas, continuó con conversaciones calientes y fotos sexuales, para terminar follando cada vez que podemos.
Su matrimonio va muy bien, pero esto de tener una aventura es algo que, según dice, le da muchísimo morbo y la mantiene viva.
Normalmente aprovecha que tiene que llevar al hijo a entrenar para venir a mi casa y echar un polvazo. Pero ayer fue otra excusa. Tenía que hacerse la cera y me avisó que luego vendría a mi casa.
Tumbada en mi sofá me mostró como se habia dejado el vellos púbico. Totalmente rasurada se habia dejado un corazón en el Monte de Venus, justo al inicio de la raja del coño.
Decía que le daba mucho morbo que yo lo estrenara. Me arrodillé entre sus piernas y le di una buena comida de coño. Ella me agarraba la cabeza y gritaba de gusto. Me insultaba y me animaba a que se lo comiera todo. Se corrió como una perra.
Después me saqué la polla y levantandole las piernas me la follé como un animal. Me corrí dentro hasta rellenarle el coño de leche.
Esta mañana me envió un mensaje diciéndome que a su marido le habia encantado lo del corazón. Se la habia follado también. Pobre cornudo, que guarra es.