Pues continúo con las fotos del post anterior, que ilustran lo que os quiero contar hoy.
Como todos, tengo mis fantasías sexuales y, siempre que he podido, las he llevado a cabo. No soy de las que piensan que una fantasía debe quedarse sólo en eso. Las fantasías son deseos ocultos y, si están ahí, hay que vivirlas siempre que se pueda.
Una de las mías, quizá relativamente común, era la de ser prostituta

.
Soy de una ciudad pequeña y no me atrevía a hacerlo pero me mudé a otra lejana y más grande y aproveché la ocasión.
Fue hace años ya. Alquilé un piso pequeño para mí sola (sí, de aquella se podía

), me hice con otro móvil y me anuncié en internet. Estaba soltera y sin compromiso, libre....
Tenía entonces 31 años pero en el anuncio puse 25, siempre aparenté menos edad de la que tengo.
No recuerdo las palabras exactas del anuncio pero me anunciaba como chica cd española, pasiva, cariñosa y fogosa, con alguna foto.
Solo por las tardes, hasta las 23h (por las mañanas tenía mi trabajo normal) y servicio mínimo de 1h a 100 euros, así eliminaba mucho indeseable.
No esperaba la respuesta...
Me llamaban al día 15, 20 hombres, muchos más de los que podía atender.
Tenía tres o cuatro citas cada tarde, nunca tuve tanto sexo

, y aunque me llamaban hombres de todo tipo al final hacía un poco de selección, podía permitírmelo.
Lo que más me pedían era sexo oral y beso negro. Muchos no buscaban sexo anal (más de uno tampoco hubiera podido

). Nunca me pedían que fuera activa ya que eso dejaba claro por teléfono que no era mi rol, aunque alguno lo intentaba.
Estuve un mes aproximadamente ejerciendo la prostitución, me acosté con muchos hombres y gané mucho dinero.
Pero aunque nunca tuve problemas con los clientes he de decir que es una vida dura, de estar siempre guapa, siempre agradable y cariñosa, siempre dispuesta...
Como fantasía estuvo bien, pero al final acabé cansada antes de lo previsto y no tenía la necesidad. Tampoco me arrepiento, más bien al contrario.
Las fotos están hechas 20 años más tarde, pero la ropa con que recibía a mis clientes era parecida



.
Si alguna vez vais con prostitutas, tratadlas con cariño.
Son personas.
