Las tetas de María.
Un día de verano quedo con María y su novio Javi para ir a Maro (Nerja) a la playa. María hace comentarios sobre la posibilidad de hacer topless, ya que supone que habrá calitas apartadas y solitarias.
Le pregunto que si alguna vez ha hecho topless y me responde que nunca y que tiene ganas de probarlo. Me encantaría verle las tetas, igual hoy se cumple mi deseo.
Buscando una calita llegamos a la playa de Cantarriján. Tiene una zona nudista y otra mixta. Empezamos a andar por la zona mixta. María comenta que no sigamos andando, que nos vamos a meter en la zona nudista. Ponemos nuestras toallas y sombrilla. A nuestro alrededor hay gente con bañador, mujeres en topless y gente desnuda. Observamos que todos están muy tranquilos. Se palpa una sensación de libertad. Todos están como quieren: desnudos, en bañador, en topless. Y lo mejor es que todos se respetan.
María comenta que no se atreve a quitarse el sujetador, y yo pienso que mal empezamos, igual se anima más adelante. Hacemos comentarios sobre el nudismo, pero nadie da el primer paso. Javi y yo jugamos a las palas. A mis pies hay una madre con su hija pequeña, que toma el sol desnuda. Pienso que si me desnudo igual María se anima a quitarse el sujetador. Cuando llega el momento de bañarnos, no me lo pienso, me quito el bañador y me meto en el agua. ¡Qué gran sensación!, ¡Qué comodidad! Salimos del agua (yo todavía con un poco de pudor y nervios), nos tumbamos en las toallas y Javi le comenta a María (que estaba tumbada boca abajo) que yo estoy desnudo. María se vuelve, me mira asombrada y de nuevo hacemos comentarios sobre el nudismo, el pudor, que ellos no podrían, que qué agradable debe ser, que me ponga crema para no quemarme... Al poco veo que mi despelote ha merecido la pena, María se hecha las manos a la espalda y nos sorprende quitándose el sujetador, era la primera vez que lo hacía. Sus tetas blancas tenían las marcas del biquini que nunca se había quitado.. Nos bañamos y antes de comer María se vuelve a poner el sujetador. Comenta que no quiere quemarse las tetas, aunque creo que tiene un poco de pudor.
Estando sentado en la orilla María me pide que juguemos a las palas. Me entran dudas y pienso en ponerme el bañador, pues eso de estar desnudo dando botes frente a ella me produce un cierto pudor. ¿Qué hago si tengo una erección? No le doy más vueltas, me levanto y nos ponemos a jugar. Todo trascurre bien, y poco a poco me voy relajando. ¡Qué gran sensación jugar a las palas desnudo!, ¡No hay roces con el bañador!
Al atardecer y ya que el sol no pica, le pido a María que se vuelva a quitar el sujetador, ya no hay problema de que se queme las tetas. Al momento se lo quita y vuelve a lucir sus tetas. Nos vamos al agua. Cuando salimos le pide a Javi que se anime y que se quite el bañador. Pero Javi no se atreve.