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Hace unas semanas cuando estaba en mi zona, quedé con un chico con el que me estoy viendo. A mi personalmente, me encanta verle desnudo. Si tengo la oportunidad, siempre me provoco para que se quite la camiseta o se quede sin nada de ropa.
El otro día salimos a tomar algo, jugamos una partida al billar, entre tiro y tiro nos besábamos sin prisa en una esquina del bar, él me subía la camiseta desde la espalda y me la tocaba, me agarraba la cabeza y el pelo suavemente...y la cosa se fue caldeado.
En uno de mis arranques de...no sé, una neura, le dije "vamos a la playa de tal sitio". Es un lugar que a mi me fascina: hay una cascada natural, mucha roca, hay un par de casitas pequeñas cerca, la luna casi llena como única iluminación. Y en mi coche, esperando unos instantes a apagarlo por completo...me saqué las tetas. Con el mar delante. Él me las besó y chupó los pezones, me besaba el cuello y siendo una zona tan erógena no me pude resistir y le palpé la polla por encima de la ropa.
La tenía dura. Asi que le bajé la cremallera y bajé un poco los calzoncillos. Él se puso de rodillas en el asiento del copiloto para mayor comodidad y me la metí en la boca. El chupé la cabeza suavemente de fuera hacia adentro dejando que mis labios fuera lo que mas notase. La humedecí todo lo que pude hasta el fondo mientras le masajeaba suavemente los huevos. Alternaba el ritmo y le pasaba la lengua por el frenillo, hasta que empezó a gemir y se movía al ritmo que yo me la metía y sacaba de la boca. Le miré un par de veces y se mordía el labio.
Hasta que me dijo que no podía más y yo estando tan excitada y mojada como estaba, dejé que me echase el semen en la boca y tragándomelo. He de decir que es de los pocos hombres a los que le pido que lo haga en la boca. Su sabor es muy bueno, algo no muy habitual. Y eso me encanta. Salimos del coche, dándonos cuenta que había un par de furgonetas camper a los lados y que probablemente escuchasen mis gemidos y risas, y fuimos a la playa a estar un rato juntos. Fue una mamada que me gustó mucho y volvería a repetirla.
El otro día salimos a tomar algo, jugamos una partida al billar, entre tiro y tiro nos besábamos sin prisa en una esquina del bar, él me subía la camiseta desde la espalda y me la tocaba, me agarraba la cabeza y el pelo suavemente...y la cosa se fue caldeado.
En uno de mis arranques de...no sé, una neura, le dije "vamos a la playa de tal sitio". Es un lugar que a mi me fascina: hay una cascada natural, mucha roca, hay un par de casitas pequeñas cerca, la luna casi llena como única iluminación. Y en mi coche, esperando unos instantes a apagarlo por completo...me saqué las tetas. Con el mar delante. Él me las besó y chupó los pezones, me besaba el cuello y siendo una zona tan erógena no me pude resistir y le palpé la polla por encima de la ropa.
La tenía dura. Asi que le bajé la cremallera y bajé un poco los calzoncillos. Él se puso de rodillas en el asiento del copiloto para mayor comodidad y me la metí en la boca. El chupé la cabeza suavemente de fuera hacia adentro dejando que mis labios fuera lo que mas notase. La humedecí todo lo que pude hasta el fondo mientras le masajeaba suavemente los huevos. Alternaba el ritmo y le pasaba la lengua por el frenillo, hasta que empezó a gemir y se movía al ritmo que yo me la metía y sacaba de la boca. Le miré un par de veces y se mordía el labio.
Hasta que me dijo que no podía más y yo estando tan excitada y mojada como estaba, dejé que me echase el semen en la boca y tragándomelo. He de decir que es de los pocos hombres a los que le pido que lo haga en la boca. Su sabor es muy bueno, algo no muy habitual. Y eso me encanta. Salimos del coche, dándonos cuenta que había un par de furgonetas camper a los lados y que probablemente escuchasen mis gemidos y risas, y fuimos a la playa a estar un rato juntos. Fue una mamada que me gustó mucho y volvería a repetirla.