En nuestro caso, el corneador de mi mujer tiene varios "privilegios" que mi sumisa mujer debe cumplir a rajatabla:
1) Recibirlo con un conjunto de lencería de encaje (aquí unas fotos de un par de quedadas a las que no me permitió acudir, pero donde mi mujer me otorgó el "privilegio" de mostrarme lo que -según sus palabras y entre risas- su corneador se iba a "comer"):
El segundo privilegio es poder tomar una foto de su "posesión", a modo de trofeo, de su putita, que podrá guardar para su uso y disfrute personal. Un trofeo recordatorio de la dominancia sobre su sumisa (pongo un par de fotos enviadas por wasap por el corneador de alguna de las quedadas -una de ellas sale quemada por el flash-):
El 3º y último es, al terminar, poder dejarla "regada" por diversas partes del cuerpo (una vez usada y agotada). Aquí una foto de un encuentro al que sí pude acudir (así quedó mi mujer despatarrada)
Últimamente se ha añadido un 4º privilegio...pero ese ya lo mostraré otro día...