javierpacense
Miembro muy activo
Acabo de estar leyendo el hilo "Paquetes" y ver como se marcan los calzoncillos me ha recordado a una de las experiencias en las saunas que más me gustó.
Era la primera vez que iba a aquella sauna en la cuesta de Santo Domingo en Madrid, llegué a la taquilla y le pregunté al chico que como estaba. Me dijo que estaba bien y cuando pagué en vez de darme las llaves de mi taquilla y el cambio por la ventana, salió de allí y se vino a mí para dármelas cogiéndome la mano y depositando sobre ella las llaves y el cambio mientras me acariciaba la mano y me miraba a los ojos.
Mi taquilla estaba pasando el bar, justo en frente de la entrada, de forma que me podía ver por allí. La zona de taquillas es un poco laberíntica, por detrás, a derecha e izquierda se abrían pasillos de ellas. Supongo que mientras me cambiaba podía estar observándome, yo no me di cuenta.
Ya con mi toalla me fui a explorar el local. Un pequeño jacuzzi que no funcionaba, unas escaleras que bajaban a un sótano inmenso y con una zona de pasillos oscuros muy morbosos pero que en ese momento todavía no había bajado y desconocía y siguiendo explorando la planta de entrada vi una zona de duchas muy apetecible, el bar, dos saunas y el baño.
Este baño tenía unos urinarios, unos lavabos y dos wc detrás de sus respectivas puertas. Aquí me encontraba yo cuando llegó el portero de la entrada con una escoba. Se acercó a mí de frente y me arrimó contra él poniéndome una mano en el culo, así polla contra polla me dió un beso en los labios y se frotó conmigo.
No sé porqué se me ocurrió que lo mismo podría ser un chapero, había leído que van a algunas saunas y se lo pregunté. Él me dijo que ni de coña y casi se molestó. Le pedí disculpas contándole que había lo que había leído y seguimos a lo nuestro, además de que le reconocí de la entrada no sé que iba a hacer un chapero completamente vestido allí.
Se desabrochó el botón del pantalón y bajó la bragueta. Me dijo mira que paquete tengo (que es por lo que me había acordado leyendo el hilo de antes). Y es verdad, se marcaba un paquete muy apetecible. Me lo volvió a frotar un poco y me dijo que me metiese en uno de los WC, cuando entramos cerró la puerta y me quitó la toalla. De nuevo me cogió el culo y me arrimó contra él frotando su paquete contra el mío y dándome otro beso en los labios. Me dijo que me iba a follar y le dije que estaba deseando.
Se bajó los pantalones y calzoncillos un poco para dejar su polla fuera y me dio la vuelta, diciéndome que me apoyara en la cisternilla. después me dijo que separara las piernas para que me abriese y ya puso la punta de la polla sobre mi ano.
Fue empujando con delicadeza, poco a poco y yo la iba notando entrar con algo de dolor, pero lo aguantaba porque también me daba mucho placer. El tío era muy dominante y me gustaba. Cuando ya la hubo entrado entera empezó a moverse despacio primero y más rápido después. Pensaba que me iba a romper y un poco así sí que era, pero lo estaba disfrutando bien.
Acabó dándome unas embestidas bestiales y yo no podía dejar de gemir en voz alta a lo que me pedía que me silenciase, yo le hacía caso pero al poco ya estaba gimiendo otra vez, me salía solo.
Finalmente se corrió monumentalmente y me quedé más que encantado.
Tuve la suerte de repetir con él, después os lo cuento, ahora tengo faena
Era la primera vez que iba a aquella sauna en la cuesta de Santo Domingo en Madrid, llegué a la taquilla y le pregunté al chico que como estaba. Me dijo que estaba bien y cuando pagué en vez de darme las llaves de mi taquilla y el cambio por la ventana, salió de allí y se vino a mí para dármelas cogiéndome la mano y depositando sobre ella las llaves y el cambio mientras me acariciaba la mano y me miraba a los ojos.
Mi taquilla estaba pasando el bar, justo en frente de la entrada, de forma que me podía ver por allí. La zona de taquillas es un poco laberíntica, por detrás, a derecha e izquierda se abrían pasillos de ellas. Supongo que mientras me cambiaba podía estar observándome, yo no me di cuenta.
Ya con mi toalla me fui a explorar el local. Un pequeño jacuzzi que no funcionaba, unas escaleras que bajaban a un sótano inmenso y con una zona de pasillos oscuros muy morbosos pero que en ese momento todavía no había bajado y desconocía y siguiendo explorando la planta de entrada vi una zona de duchas muy apetecible, el bar, dos saunas y el baño.
Este baño tenía unos urinarios, unos lavabos y dos wc detrás de sus respectivas puertas. Aquí me encontraba yo cuando llegó el portero de la entrada con una escoba. Se acercó a mí de frente y me arrimó contra él poniéndome una mano en el culo, así polla contra polla me dió un beso en los labios y se frotó conmigo.
No sé porqué se me ocurrió que lo mismo podría ser un chapero, había leído que van a algunas saunas y se lo pregunté. Él me dijo que ni de coña y casi se molestó. Le pedí disculpas contándole que había lo que había leído y seguimos a lo nuestro, además de que le reconocí de la entrada no sé que iba a hacer un chapero completamente vestido allí.
Se desabrochó el botón del pantalón y bajó la bragueta. Me dijo mira que paquete tengo (que es por lo que me había acordado leyendo el hilo de antes). Y es verdad, se marcaba un paquete muy apetecible. Me lo volvió a frotar un poco y me dijo que me metiese en uno de los WC, cuando entramos cerró la puerta y me quitó la toalla. De nuevo me cogió el culo y me arrimó contra él frotando su paquete contra el mío y dándome otro beso en los labios. Me dijo que me iba a follar y le dije que estaba deseando.
Se bajó los pantalones y calzoncillos un poco para dejar su polla fuera y me dio la vuelta, diciéndome que me apoyara en la cisternilla. después me dijo que separara las piernas para que me abriese y ya puso la punta de la polla sobre mi ano.
Fue empujando con delicadeza, poco a poco y yo la iba notando entrar con algo de dolor, pero lo aguantaba porque también me daba mucho placer. El tío era muy dominante y me gustaba. Cuando ya la hubo entrado entera empezó a moverse despacio primero y más rápido después. Pensaba que me iba a romper y un poco así sí que era, pero lo estaba disfrutando bien.
Acabó dándome unas embestidas bestiales y yo no podía dejar de gemir en voz alta a lo que me pedía que me silenciase, yo le hacía caso pero al poco ya estaba gimiendo otra vez, me salía solo.
Finalmente se corrió monumentalmente y me quedé más que encantado.
Tuve la suerte de repetir con él, después os lo cuento, ahora tengo faena