slibera
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Maribel se queda tumbada boca arriba y con los ojos cerrados. Está agotada, jadeante y sudorosa. Nota el semen de Pedro y el de su marido escurriendo fuera de su vagina. Se pregunta como ha podido acabar así, como se ha entregado a otro delante de su marido, comportándose como una puta, con una desinhibición que no ha tenido nunca.
Jorge se pone de rodillas a su lado y la besa tiernamente en los labios. “¿estás bien cariño”. Ella abre un poco los ojos, casi avergonzada, sin contestar “Te quiero” le dice él. Algo dentro de ella entonces la impulsa a abrazarle y a besarle. Su lenguas se buscan y juegan durante un minuto con más amor que pasión. Cuando el beso termina, Jorge repite la pregunta.
“¿estás bien?”
“Si, si, es que estoy un poco sorprendida de mí misma, nada más”
“¿te ha gustado?”
“¿la verdad?”
“claro, cielo, se sincera”
“me ha encantado”
“me alegro, mira que me ha costado convencerte…”
Pedro se acerca con una toalla pequeña y un paquete de toallas húmedas en las manos.
“Anda, limpia a tu mujer, que para que esté más cómoda. Maribel ¿quieres otra copita de vino”
“Anda anda, tengo que parar que mira si no como acabo”
“Tengo varias botellas más … no te preocupes”
“no en serio Pedro, no puedo beber más…”
Jorge se pone entres sus piernas, las separa y empieza a secar con la toalla el pequeño charco blanco que hay entre las mismas. Luego con cariño limpia la vagina por fuera hasta que pierde el brillo blanquecino. Finalmente con las toallitas húmedas, limpia toda la zona desde el pubis hasta el ano incluyendo las ingles. Después con más toallitas limpia amorosamente su vientre, su pecho y su cuello y finalmente, su cara. Maribel se incorpora ligeramente, apartando la mano de su marido y gatea hasta la plataforma de baño dejándose caer en el mar. Se aleja y nada durante más de 10 minutos.
Cuando está a unos 25 metros del barco Pedro sonríe a Jorge
“Bueno perrete, ya eres oficialmente cornudo ¡enhorabuena! ¿contento?”
“Si. Joder, es algo muy intenso”
“¿qué te ha parecido intenso?”
“imaginarlo es una cosa, verlo es otra”
“cornudo ¿sabes una cosa?”
“dime”
“me vuelve loco tu mujer. Esas tetas me gustaban en foto, sobarlas y comerlas no tiene comparación. Tu mujercita tiene un coño delicioso, apretadito, es como follar un culo, me encanta, y lo mejor es como la chupa, joder que ansia, que vicio…. Pocas tías la chupan así de bien y mira que he probado muchas bocas”.
“te lo dije, cuando se calienta, es un putón”
“te la voy a follar muchas veces cabrón”
“si ella quiere… por mí no hay inconveniente”
“va a ser mi puta. Lo sabes ¿verdad?”
Jorge empieza a notar calor en su pecho, se está excitando
“lo que ella quiera… si ella disfruta, yo no voy a poner impedimentos”
“¿qué te ha dado más morbo?”
“cuando te ha pedido que se la metieras”
“qué mas”
“que te pidiera que le dieras fuerte, también como la has follado boca arriba y sobre todo como ha gozado ella, eso lo que más”
Empieza a notar que se le acelera el pulso un poco
“¿quieres que me la vuelva a follar?”
“si”
“vamos cornudo, pídemelo”
“quiero que te folles a mi mujer"
Nota ya el pulso claramente acelerado
“¿quieres que sea mi puta?”
“quiero que mi mujer sea tu puta”
“se te ha puesto dura la pollita, cornudo… mira”
Jorge mira hacia abajo y ve su polla otra vez dura a tope
Pedro le mira con una sonrisa sarcástica “eres el mayor cornudazo que he conocido cacho perro. Lo vamos a pasar de cojones los tres”
Jorge se pone de rodillas a su lado y la besa tiernamente en los labios. “¿estás bien cariño”. Ella abre un poco los ojos, casi avergonzada, sin contestar “Te quiero” le dice él. Algo dentro de ella entonces la impulsa a abrazarle y a besarle. Su lenguas se buscan y juegan durante un minuto con más amor que pasión. Cuando el beso termina, Jorge repite la pregunta.
“¿estás bien?”
“Si, si, es que estoy un poco sorprendida de mí misma, nada más”
“¿te ha gustado?”
“¿la verdad?”
“claro, cielo, se sincera”
“me ha encantado”
“me alegro, mira que me ha costado convencerte…”
Pedro se acerca con una toalla pequeña y un paquete de toallas húmedas en las manos.
“Anda, limpia a tu mujer, que para que esté más cómoda. Maribel ¿quieres otra copita de vino”
“Anda anda, tengo que parar que mira si no como acabo”
“Tengo varias botellas más … no te preocupes”
“no en serio Pedro, no puedo beber más…”
Jorge se pone entres sus piernas, las separa y empieza a secar con la toalla el pequeño charco blanco que hay entre las mismas. Luego con cariño limpia la vagina por fuera hasta que pierde el brillo blanquecino. Finalmente con las toallitas húmedas, limpia toda la zona desde el pubis hasta el ano incluyendo las ingles. Después con más toallitas limpia amorosamente su vientre, su pecho y su cuello y finalmente, su cara. Maribel se incorpora ligeramente, apartando la mano de su marido y gatea hasta la plataforma de baño dejándose caer en el mar. Se aleja y nada durante más de 10 minutos.
Cuando está a unos 25 metros del barco Pedro sonríe a Jorge
“Bueno perrete, ya eres oficialmente cornudo ¡enhorabuena! ¿contento?”
“Si. Joder, es algo muy intenso”
“¿qué te ha parecido intenso?”
“imaginarlo es una cosa, verlo es otra”
“cornudo ¿sabes una cosa?”
“dime”
“me vuelve loco tu mujer. Esas tetas me gustaban en foto, sobarlas y comerlas no tiene comparación. Tu mujercita tiene un coño delicioso, apretadito, es como follar un culo, me encanta, y lo mejor es como la chupa, joder que ansia, que vicio…. Pocas tías la chupan así de bien y mira que he probado muchas bocas”.
“te lo dije, cuando se calienta, es un putón”
“te la voy a follar muchas veces cabrón”
“si ella quiere… por mí no hay inconveniente”
“va a ser mi puta. Lo sabes ¿verdad?”
Jorge empieza a notar calor en su pecho, se está excitando
“lo que ella quiera… si ella disfruta, yo no voy a poner impedimentos”
“¿qué te ha dado más morbo?”
“cuando te ha pedido que se la metieras”
“qué mas”
“que te pidiera que le dieras fuerte, también como la has follado boca arriba y sobre todo como ha gozado ella, eso lo que más”
Empieza a notar que se le acelera el pulso un poco
“¿quieres que me la vuelva a follar?”
“si”
“vamos cornudo, pídemelo”
“quiero que te folles a mi mujer"
Nota ya el pulso claramente acelerado
“¿quieres que sea mi puta?”
“quiero que mi mujer sea tu puta”
“se te ha puesto dura la pollita, cornudo… mira”
Jorge mira hacia abajo y ve su polla otra vez dura a tope
Pedro le mira con una sonrisa sarcástica “eres el mayor cornudazo que he conocido cacho perro. Lo vamos a pasar de cojones los tres”