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El viernes, cuando acabaron el trabajo, ese día por ser viernes acababan antes, total, tampoco tenían nada que hacer, la ciudad estaba tranquila como una balsa de aceite. Fueron a comprar algunas cosas para la cena con Elvira y su supuesto novio, no tenían muy claro que fuera verdad lo que les había contado, ese tonito gracioso de Elvira, nunca sabían si era porque estaba contenta o se estaba cachondeando.
No tardaron mucho en confirmarlo, Elvira llamó a la puerta del apartamento antes de la hora que habían quedado, cuando abrió Mónica se encontró con un abrazo inesperado de Elvira y una sonrisa, detrás entró su supuesto novio, le clavó dos besos en las mejillas. Elvira ya había entrado hasta el salón y le estaba dando dos besos a Álex, Mónica y Fran la seguían.
-Os veo muy bien- Decía Elvira.- Álex te presento a Paco, mi novio.
-Fran, mi nombre es Fran.- Se volvía a presentar estrechándole la mano a Álex.
-¿Fran o Paco? Preguntaba Álex.
-Fran.- Contestaba Fran.
-Paco.- Contestaba Elvira, partiéndose de risa.
A todo esto, Mónica miraba a los dos hombres, los dos igual de altos, con melenita, más larga la de Álex, la melena quiero decir, los dos fuertes y musculados, guapos, el mismo color de ojos, si parecen hermanos ¡Hostia! Pensaba Mónica. Después miró a Elvira, ella también la miraba con una sonrisa, Mónica no sabía si aquella sonrisa era porque estaba contenta, o porque le estaba leyendo el pensamiento.
-Mi nombre es Fran, pero como Elvira es tan toca huevos, me llama Paco desde el día que me conoció.- Insistía Fran.
-Que es toca cojones lo sabemos desde que apareció en la ciudad la otra vez, viene de serie con ella.- Decía Mónica riendo.
-Así, que a ti también…- Se sorprendía Fran.
-Ya lo creo, me llegó a poner tan al límite que le hubiera pegado un tiro en la cabeza.- Confesaba Mónica.
-Un tiro en la cabeza… que curioso.- Decía Fran riendo.
Elvira se ponía seria.
-Vale, después de las presentaciones venir aquí que quiero hablar con vosotros.
-¿Con quién?- Preguntaba Mónica, situada al lado de Fran.
-Con vosotros, con quien va a ser.
-¿Con nosotros?- Preguntaba Fran extrañado, señalando a Mónica y a él.
-No ¡Coño! Con vosotros dos.
Decía Elvira señalando a Álex y Mónica.
-¿Con nosotros?- Preguntaba Mónica.
-¿Para qué?- Preguntaba Álex.
-Sí, con vosotros, sentaros en el sofá.
-¿En el sofá?- Preguntaba Mónica.
-Sí, claro, no os vais a sentar en el suelo.
-¿Por qué nos tenemos que sentar? ¿No puedes hablarnos de pie?- Preguntaba Álex.
-Eso es verdad ¿Por qué es necesario que se sienten?- Preguntaba Fran.
-Tú, déjame a mí, vale.- Le decía a su novio Elvira.
-Gracias Paco por…- Le agradecía Álex.
-Otro con lo de Paco.- Se quejaba Fran.
-Te llamas Paco ¿No?- Decía Álex.
-Que no ¡Coño! Me llamo Fran.
-Mira, nos estamos haciendo un lio con tu nombre, ya no sabemos si es…- Decía Mónica.
-Basta ya ¿Qué más da como se llame? ¡Hostia!- Se quejaba levantando la voz Elvira.
-Pues yo creo que es muy importante saber cómo se llaman las personas.- Opinaba Álex.
-¡Me cago en la puta!- Se volvía a quejar Elvira poniéndose la mano tapándose la cara.
-Tienen razón, Elvira.- Le daba la razón Fran a Álex.
-¡Cállate Paco!- Gritaba Elvira.
-¿Pero es Paco o es Fran? Me estáis volviendo loca.- Añadía Mónica.
-Me llamo Fran.- Insistía Fran con paciencia.
-Se llama Paco, hacedme caso a mí.- Insistía más Elvira.
-Supongo que lo sabrá él mejor que nadie, digo yo.- Opinaba Álex.
-Paco no sabe nada.- Les decía Elvira.
-Como se llama, lo sabrá ¿No?- Comentaba Mónica.
-Que va.- Decía Elvira levantando otra vez la voz.
-¡Joder! Que mujer, que toca cojones es ¡Hostia!- Se quejaba Fran.
-En eso estamos de acuerdo.- Le daba la razón Mónica.
Se hizo un silencio, los tres miraban a Elvira, ella levantaba la cabeza mirando al techo, intentando calmarse.
-A ver, tranquilidad ¿Queréis sentaros por favor?
-¿Quién se tiene que sentar?- Preguntaba Paco… o Fran, como se llamase.
-Mónica y Álex ¡Coño!- Volvía a levantar la voz Elvira.
-¿Seguro que es necesario que se sienten? Podrías decírselo de pie, como están ahora.
-Paco ¿Te quieres callar de una puta vez? Y vosotros ¿Queréis sentaros? ¡Me cago en todo lo que se menea ya!
Gritaba Elvira dejándolos callados a todos. Álex y Mónica se sentaban lentamente en el sofá. Fran hacía un gesto de desacuerdo con las manos, se giró y miró por la ventana.
-Muy bien- Empezó a hablar Elvira.- ¿Cómo os fueron las vacaciones?
-Elvira tía ¿Para preguntar eso tanto drama?- Le decía Mónica.
-De verdad los has obligado a sentarse para eso…- Opinaba Fran sin girarse.
-Tú sigue mirando por la ventana bonico.- Le contestaba Elvira a Fran.- Y vosotros ¿Me queréis contestar?
-Pues bien, playa, sol, tumbonas, buena comida, lo que hace todo el mundo en vacaciones.- Le contestaba Álex.
-Y hablando con Esteban, visitando el orfanato, metiendo las narices en un caso que no os importa una mierda.
-¿Visitando un orfanato? ¿Queréis adoptar a un niño o niña?- Preguntaba inocente Fran.
-¡Cállate Paco!
-¡Coño Elvira! Así no hay manera de enterarse de nada.- Se quejaba Fran.
-¿Y vosotros? ¿No decís nada?- Les preguntaba Elvira mirándolos intensamente.
-No pasa nada, leí algo sobre ese caso y tuve curiosidad, eso es todo.- Se excusaba Álex.
-Mira, os lo digo a los dos muy seriamente, dejaros de gilipolladas, y tú, sobre todo tú- Le decía a Álex señalándolo.- Deja de cotillear casos que a ti no te importan, cuídate de esta ciudad, de que todo esté bien ¿Lo has entendido?
-Sí… sí, ha quedado claro.- Le decía Álex.
-Por favor- Decía Elvira más tranquila.- aquí estáis muy bien, todo está tranquilo, vivir la vida, hacer planes de futuro y olvidaros de investigar nada, para eso ya estoy yo.
-Por cierto, que curioso que también cerraras tú el caso del orfanato, igual que aquí.- Le decía Mónica.
-¿Qué te acabo de decir Mónica? ¿Es que estando tan cerca de Álex ya te has vuelto como él?
-Es que aquí nos aburrimos, ya sabes que no hay nada que hacer…- Comentaba Álex.
-Pues si no tenéis nada que hacer, folláis, y cuando acabéis, volvéis a follar, dejar de tocar los cojones metiendo las narices donde no tenéis que meterla.
-Supongo que ya tendrán sus momentos para follar, no lo van a hacer cuando tú quieras.- Decía Fran.
-Si se aburren, que follen, y que se estén quietecitos ¡Coño! ¿Entendido?
Álex y Mónica levantaban las manos en señal de haberlo entendido todo.
-Muy bien, pues después de esto ya podemos seguir con la bonita cena y las copas de después.- Volvía a sonreír Elvira diciéndolo.
-¿Así que tú también resuelves casos?- Preguntaba Fran.
-Sí, y muy rápido por cierto.- Contestaba Álex.
-A vosotros ya os he dicho lo que tenía que deciros, y creo que ha quedado claro, y tú Paco, cállate anda.
-¡Coño Elvira! Es que no puedo hablar de nada, no quieres que hablemos de cosas personales, no quieres que hablemos del trabajo, no quieres que opine delante de tus amigos, es que no sé qué decir ¡Eh!
-Pues no digas nada, te estás calladito y listo.
-Álex, esta pareja es muy rara ¿No? ¿Seguro que son novios?- Le preguntaba Mónica a Álex.
-Vete a saber, Elvira ¿Sois novios o nos estás engañando?- Le preguntaba Álex.
-Claro que somos novios, díselo tú Paco.
-¿Ahora quieres que hable?
-Es que tú siempre quieres hablar cuando no debes, y ahora que tienes que hacerlo no quieres ¡Manda cojones!- Levantaba otra vez la voz Elvira.
Mónica y Álex se miraban sonriendo, les gustaba hacer cabrear a Elvira.
-Bueno ¿Quién quiere una cerveza?- Preguntaba Álex levantándose del sofá.
-Yo me apunto.- Contestaba Fran.
-Y yo.
-Y yo.
Contestaban las dos chicas mientras Álex abría la puerta de la nevera. Se tomaron las cervezas, cenaron, se tomaban una copa cuando.
-¿Sabes que Álex canta muy bien?- Le decía Elvira a Fran.
-¿No me digas? Me encanta la música.- Respondía Fran.
-Toca algo Álex.- Le pedía Mónica.
Álex se levantó acercándose al piano, Elvira también lo hizo caminando detrás de él, se sentó, abrió la tapa del piano, Elvira se sentó a su lado, Álex empezó a deslizar las manos por el piano tocando una melodía, mientras empezaba a cantar se miraban a los ojos, se sonreían. Mónica y Fran se seguían tomando la copa sentados en el sofá.
-¿Me he perdido algo?- Preguntaba Fran viendo a Elvira y Álex.
-Estos dos están enamorados uno del otro desde pequeños ¿No te ha contado Elvira su historia?
-Elvira no me cuenta nada.- Se quejaba Fran.
-Desde luego sois una pareja muy rara.
-Bueno, te tengo que dar la razón, muy normales no somos ¿Pero ellos dos?- Preguntaba intrigado Fran.
-Se conocen prácticamente desde que nacieron, jugaban juntos en la calle, se sentaban juntos en la escuela, se enamoraron, realmente yo creo que siempre estuvieron enamorados uno del otro.
-¿Quieres decir que…?
-Sí, sí, se desvirgaron uno al otro, estuvieron siempre juntos, hasta se hicieron policías los dos para estar juntos, después no sé qué pasó, ella lo dejó y él no lo superó, al menos hasta empezar a salir conmigo, y aún así, dudo que lo tenga superado, solo hay que ver como se miran.
-Escucha ¿Si están tan enamorados? ¿Por qué no están juntos?- Preguntaba Fran.
-Ni idea, solo sé que cuando ella apareció de nuevo, para ayudarnos en un caso, lo trató muy mal, parecía qué… ¡Hostia!
Mónica se quedó callada, con la mano en la boca sorprendida, Fran la miraba curioso.
-¿Estás bien?- Preguntó Fran.
-¡Joder! ¿Cómo es que no me di cuenta entonces? Lo trató mal para que se separase de ella, para que no estuviera a su lado, no sé el motivo, pero alguno tiene que haber, Elvira hizo todo lo que pudo para que empezara una relación conmigo, por eso estamos juntos, porque Álex se decepcionó tanto con ella, vio que era imposible volver con ella y entonces fue cuando…
-Te hizo caso a ti.- Acababa la frase Fran.
-Bueno, en realidad ya me hacía caso, pero lo veía inseguro, con dudas, que ella lo tratara mal le hizo ver la relación conmigo más clara, ya ves, seguimos juntos, con planes de boda y crear una familia, como os hemos contado durante la cena.
-Ahora entiendo algo más a Elvira, cuando la conocí le noté algo raro, que tenía el corazón roto, de hecho se lo dije y ella nunca me lo ha negado.
-No lo entiendo Fran, tú también has visto que ella sufre ¿Por qué? ¿Qué le impide poder estar con el amor de su vida?
-¿Estás segura que es el amor de su vida?
-Ya te digo yo que sí, y ella la de él, no ves como se miran, si se comerían ahí mismo el uno al otro.
-¡Hostia Mónica!
-Perdona, ya sé que tú eres su novio, pero la realidad es la realidad.
Fran y Mónica los miraban, Álex seguía cantando, sin apartar un momento la mirada de los ojos de Elvira, los dos sonreían, con aquella carita de enamorados que se nos pone sin darnos cuenta cuando estamos con la persona adecuada.
-No sé qué decir.- Decía Fran.
-Tranquilo, no sé qué pasa, ni qué razón tiene para hacerlo, pero Elvira siempre me ha dicho que Álex no es un hombre para ella, por eso hizo todo lo posible para que estuviera conmigo.
Fran callaba, pensaba, empezaba a entender algunas cosas, él sabía que Elvira era una policía algo ‘especial’, algo hacía, y no debía ser poca cosa para que ordenaran su muerte. Ese debía ser el motivo por el que no quería estar con Álex, para apartarlo de la mierda donde estuviera metida ella, o para evitarle el disgusto de que la mataran en el momento menos pensado. Fran se acercó bastante a la verdad, no del todo, pero estaba bastante cerca. Lo que dudaba era en contárselo a Mónica o no, decidió que no se lo contaría, Elvira siempre fue muy celosa de su intimidad, seguramente por cosas como aquella, no sería él quien la traicionase, de alguna manera se habían prometido fidelidad en el tema de sus trabajos, a él tampoco le gustaría que Elvira fuera diciendo por ahí a lo que se dedicaba él.
Álex seguía cantando, Elvira, a su lado, en algunos momentos le hacía el coro, cantaban a la vez, mirándose a los ojos, y de vez en cuanto apartaban la mirada, como si se dieran cuenta que se estaban pasando de la raya y que lo único que podrían hacerse es daño.
Acabaron las canciones, acabaron las copas y acabó la velada, se despidieron en la entrada del apartamento.
-Mañana os invito yo a un restaurante.- Dijo Elvira confirmándolo.
-Puede que no les vaya bien a ellos.- Opinaba Fran.
-Chicos, hoy nos habéis invitado a todo, mañana me toca a mí hacer lo mismo por vosotros, no quiero que penséis que soy una gorrona.
-No, no, eso no lo pensamos en ningún momento.- Decía Mónica, pensando que un segundo día viendo las miraditas entre ella y su novio, igual no lo aguantaba.
-Elvira tiene razón, os tenemos que devolver tanta amabilidad, y tiene que ser mañana porque no nos quedan más días por aquí.- Apoyaba Fran la decisión de Elvira.
-Después podríamos quedar con los demás, para tomar unas copas en el bar.- Añadía Álex.
-Después vamos donde queráis.- Sentenció la conversación y la noche Elvira.
En el hotel, Fran se desnudaba para cambiarse, mientras, miraba como Elvira se quitaba la ropa.
-Dime una cosa Elvira ¿Qué significa Álex en tú vida?- Le preguntaba Fran en calzoncillos.
Elvira le miró, sonrió y se acercó a él en bragas, le agarró una mano y se sentaron los dos en la cama.
-¿No te lo ha dicho Mónica?
-Me ha explicado que os conocéis desde pequeños, que estuvisteis enamorados, que fuisteis pareja, y que por algún motivo no quieres seguir con él, y la verdad, no lo entiendo, o puede que te entienda un poco, no lo sé, lo que sí sé es lo que he visto esta noche, esas miradas no son normales…
-Para, para, no te líes, Álex para mí ha sido muchas cosas, lo he querido mucho en el pasado, y lo seguiré queriendo siempre, como amigo, como nada más.
-¿Por algún motivo en especial?- Insistía Fran.
Elvira le acarició la polla por encima del calzoncillo mirándole a los ojos.
-Álex es una gran persona, pero no es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, simplemente no es la pareja que quiero, ya lo intentamos y no salió bien, así de fácil.
-A mí me parece que lo intentas proteger, no sé de qué, pero es así, seguramente de tú trabajo, porque está claro que tú haces algo más que ser policía.
Elvira le había sacado la polla del calzoncillo y se la estaba pajeando, no le contestó, bajó la cabeza y se la metió en la boca chupándosela, Fran gimió. No le interesaba aquella conversación, veía a Fran muy cerca de la verdad. Le puso la polla como una estaca de tiesa, lo estiró en la cama, ella se levantó, se quito las bragas, se mojó dos dedos con saliva que luego se pasó por la entrada del coño, lubricándoselo, seguidamente, se subió a la cama, pasó una pierna por encima de Fran y agarrándole la polla se la apuntó en el agujerito del chichi, se dejó caer y se penetró, mirando fijamente a los ojos a Fran.
-Quiero que seas tú mi pareja, nadie más, te quiero a ti ¿Lo entiendes?
Fran la agarró por las caderas y se dio la vuelta dejándola a ella debajo, levantó el culo y le metió un pollazo importante.
-Dímelo otra vez.- Le pidió a Elvira muy excitado.
-Te quiero a ti para ser mi pareja de vida.
Le contestó ella en medio de un gemido, Fran no paraba de follársela con duros golpes de cintura, Elvira se agarraba a su espalda, gemía y gritaba de gusto, no paraba de susurrarle –Te quiero a ti, te quiero a ti.- y él se volvía loco penetrándola, haciendo que se corriera, que se le tensara todo el cuerpo, Elvira gritaba por el orgasmo, él seguía sin parar, sin bajar el ritmo, empotrándola contra la cama, ella, pasada totalmente de gusto se agarraba al cuerpo de Fran como podía, hasta que él se corrió, hasta que se vació dentro de ella y se relajó apoyando su cabeza en el pecho de Elvira, ella le besó la cabeza acariciándole la espalda. Fran era alguien muy especial, el único hombre que la había conquistado, de quien se había enamorado después de Álex, pero Álex, Álex siempre sería Álex, alguien demasiado importante en su vida, había intentado olvidarse de él, era imposible, él siempre estaría en su vida, y ella… ella siempre lo protegería, por… porque era el hombre de su vida, porque nunca jamás sentiría por otro hombre lo que sintió y sentía por Álex. Abrazó a Fran y volvió a besarle la cabeza cerrando los ojos.
Mónica salió del cuarto de baño en camisón, Álex ya estaba metido en la cama, apartó la ropa de la cama, se estiró y se tapó, acostada de lado miraba a Álex, que también estaba de lado mirándola.
-¿Te lo has pasado bien?- Le preguntaba Mónica con una sonrisilla.
-Sí que me lo he pasado bien.
Mónica seguía mirándolo con la sonrisilla.
-Ya sé porque lo dices, estoy contento de volver a recuperar a la Elvira que yo conocía.
-Es verdad que estaba más contenta.
-Por lo menos no me ha tratado tan mal como la última vez que vino.
-No, no te ha tratado nada mal, hasta te ha acompañado en las canciones cantando contigo.
-Es lo que hacía antes.
-Ya me lo imagino, supongo que también os mirabais como os habéis mirado hoy.
Álex levantó las cejas.
-¿Te has puesto celosa?
-Fran ha visto lo mismo que yo, los dos juntos, muy juntos, como os mirabais, como cantabais, la complicidad que se desprendía, no sé, parecía otra cosa la verdad.
-¡Eh eh! Para el carro Mónica, Elvira ha sido mi mejor amiga toda la vida…
-Tu mejor amiga y algo más.
-Bueno, sí, tuvimos algo que no funcionó, pero eso no quita que sigamos siendo amigos.
-Que no funcionó porque ella no quiso.
-¿Donde quieres llegar Mónica?
-A saber si estoy con la persona adecuada, saber si no me estoy equivocando haciendo planes de futuro con alguien que está enamorado de otra persona, a eso quiero llegar.- Le decía Mónica, se le notaba que estaba muy afectada.
Álex se acercó a ella, le pasó un brazo por debajo de la cabeza y el otro por la espalda abrazándola.
-Cariño ¿Cómo puedes tener dudas de eso?
-Porque te he visto con ella.
-Para ya, a Elvira la quiero mucho… como amiga, solo como amiga, contigo es diferente, tú eres la mujer con la que quiero compartir mi vida, tener familia, una casa bonita, ya sabes los proyectos que hemos hecho juntos.- Mónica le escuchó y le salió la sonrisilla de nuevo, esta vez de alegría.
-También necesitas en tu vida a Elvira.
-Como amiga sí, como amiga.
Álex le dio un beso en los labios, se miraron a los ojos, se volvieron a besar, las manos de Álex fueron recorriendo el cuerpo de Mónica acariciándola, él se fue hundiendo por dentro de la ropa de la cama besándole el cuerpo hasta llegar al chichi.
-Esto solo te lo hago a ti.- Le decía Álex mientras le pasaba la lengua por el coño.
-¿Solo esto me haces a mí?- Preguntaba Mónica susurrando con una voz muy sexi.
Álex salió de las profundidades de la cama y del coño de Mónica volviendo a besarle la boca, se agarró la polla, se la apuntó y lentamente la fue penetrando.
-Y esto también es solo para ti.
Mónica le apretaba la espalda con sus manos a medida que Álex se la iba metiendo, cuando llegó al fondo suspiraron los dos de gusto, se miraron a los ojos, se sonrieron, Álex empezó a mover la cintura follándosela, lentamente, suavemente. Ella abría todo lo que podía las piernas, para sentirse penetrada lo más profundamente posible. Los besos y las caricias se sucedían, Álex acercaba su boca al oído de Mónica, le acariciaba la oreja con la lengua.- Te quiero cariño, eres mi vida.- Le decía susurrando, Mónica escuchó esas palabras y se le mojó el coño, se excitó llenándosele el chocho de flujos, eso hizo que se empezara a oír un ruidito en cada penetrada de Álex. Mónica se agarraba con fuerza a la espalda de Álex, lo besaba, gemía suavemente sintiendo el placer que su novio le proporcionaba.- Sigue mi amor sigue, te quiero.- Le decía Mónica sabiendo que no iba a tardar en correrse, esa manera de Álex moviéndose encima de ella, esa manera de follársela, la volvía loca, con tanto sentimiento por parte de los dos, eso no se podía disimular, o se sentía o no se sentía, pensaba Mónica cuando estaba a punto de correrse. Álex también notaba que Mónica se iba a correr, se dejó ir y le metió un lechazo en el coño, ella lo notó y un gemido muy largo fue la señal de que Mónica también se corría, se corrieron los dos, a la vez, abrazándose, sellando una vez más el amor que sentían el uno por el otro.
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