¿Cuál es el sitio más raro donde has follado?

Es que me encanta porque a mi me pilló casi de pleno la ruta del bakalao, por aquellos años empezaba mi "carrera" como dj aficionado, me habia comprado mis primeros Technics (giradiscos), y todo el tema discotecas, discotecas abandonadas y demás me gusta mucho, me gusta mucho ver fotos tanto de cuando estaban operativas (Pont Aeri, Xque, Scorpia, Central, el 8, Central, luego las del Levante de la Ruta), y luego como quedaron cuando las desmantelaron.

Me toca un poco la patatilla. Por eso me parece maravilloso...
Yo no viví esa época y me hubiera gustado, me toca disfrutarlas de otra manera, jeje.
 
Una de las mejores epocas de mi vida cuando empeze con mi pareja, eso era un no parar a todas horas en todos lados. En el cine y con gente cerca que se enteraban, o en los baños de un pub, en la calle, en el ascensor como nos ponía. El miedo a que te pillaran. Mi pareja en una epoca me pedía que la follara al hablar por telefono con sus padres o familiares. O que me despertara chupandomela, ahora esas cosas se van acabando 😭
 
Para mi el sitio más raro en el que he follado fue con una novia que tuve cuando era joven. Quedábamos habitualmente para dar paseos por la ciudad y no teníamos sitio donde ponernos a follar, lo que alimentaba la imaginación. Una de las veces iba tan cachonda que accedió a follar en el trastero del edificio donde vivía con su familia, con varios vecinos por allí pululando. Acabé follándole la boca y corriéndome a base de bien.
 
En unas ruinas romanas. Ella agachada con las manos sobre una columna y yo desde atrás traladrandole el coño.
Otra vez en el rellano de las escaleras del edificio, bajaba las escaleras y le goteaba el coño por ellas
 
En un trastero, coche, probadores, cama de mis suegros... Bastante "normal" no tengo nada así raro
 
En una casa abandonada y en ruinas, en un portal, en areas de descanso de carreteras y autovias, y en los servicios masculinos de una discoteca.
 
Pues no creo que fuera muy raro por el lugar, pero sí por la situación. Lo cuento:

Siendo adolescentes, mi novia y yo fuimos a pasar el día con mi familia a la casa de campo. Era verano. Un rato después de comer dije que me iba a dar un baño a la piscina. Mi novia se apuntó al plan, pero a nadie más le apetecía, así que se quedaron en la mesa tomando el café y charlando.

Al poco de estar en la piscina, vino mi novia, preciosa con su bikini gris y con su cuerpo delgado, sus pechos redondos y perfectos que asomaban, su culito en forma de corazón invertido... Cuando la vi llegar me dio un calentón brutal y se me puso la polla como el cuello de un cantaor.

Cuando se metió en el agua fui hacia ella y la besé a la vez que le pegué el paquete para que notara mi erección. Su reacción fue de miedo y empezó a intentar disuadirme susurrando para que no nos oyeran:

- ¿Qué haces, tío, estás loco? Tu familia está ahí justo... ¿y si vienen?... Para.

- Ven... solo un poco, ven... - le dije.

- Ni hablar, ¡ya te digo yo que no!

Ella tenía razón y más sentido común que yo. Escuchábamos las voces como si estuvieran al lado, pero no podían vernos. Eso sí, podían aparecer de golpe en cualquier momento y pillarnos.

Ella se alejó nadando como respuesta a mi tentativa. Y yo la perseguí con la polla como una piedra. Pero en cuanto la alcanzaba, ella buceaba y se escabullía. Ese juego comenzó a excitarme más y más cada vez, y a ella también. Era evidente que estábamos los dos como una moto, pero ella quería protegernos de una situación peligrosa y potencialmente muy embarazosa, en todos los sentidos.

Pero me daba igual, así que seguimos con ese juego unos minutos, hasta que estábamos muy cansados de nadar, a la vez que híper-cachondos.

- Venga, solo un beso. Solo un beso - le supliqué.

- No, que no me fío - me dijo sonriendo.

- Venga... - le rogué.

Y entonces su expresión me dio a entender que me esperaba en esa esquina de la piscina, y que no escaparía más. Fui nadando directo, con mi polla actuando de timón. Y allí la abracé para que no escapara, mientras ella se sujetaba para no hundirnos y la besé forzándola a abrir su boca y a dejar entrar totalmente mi lengua en ella, que sabía que la excitaba mucho. En ese momento, sin pensarlo bajé mi mano, aparté su bikini y le metí dos dedos de golpe. Estaba totalmente empapada y era evidente que muy excitada. Separamos nuestros labios y empecé a masturbarla.

- Eres un cabrón, joder... - me espetó mientras jadeaba levemente.

El juego había terminado, y los dos lo sabíamos. Llegados a ese punto y viendo su actitud, yo sabía perfectamente que ya no habría ninguna resistencia, así que cuando la tuve a 100 me bajé mi bañador y dirigí mi capullo a su vulva, para penetrarla.

- Nos van a pillar, si aparecen se va a liar la mundial.

Era verdad. Mis padres, mi hermano, mi abuela... podían aparecer en cualquier momento y pillarnos. Ellos no sabían que ya teníamos relaciones y mucho menos sin protección.

No me importó. Mirándola fijamente a los ojos, forcé su cuerpo a descender y clavarse en mi rabo, duro como una piedra. Esa primera penetración tras el juego de "la cacería" en la piscina fue como tocar el cielo con las manos. Indescriptible. Ella dejó de resistir y de luchar. Ya era mía. Su cálida, húmeda y firme vagina comenzó a succionar mi rabo y a masajearlo, ordeñando mis jugos y animándome a seguir. Y allí, en una esquina de la piscina, me la follé escuchando a mi familia charlar y reír, mientras nuestra libido nos secuestraba la razón y nos hacía arriesgarnos a apostar nuestro futuro a la ruleta rusa de mi esperma. Y otro mes a rezar.
 
La verdad que ya casi lo o,vide pero hace tiempo con 18 años, una novia que tenia que nunca decía que no a nada, estábamos muy calientes, ella era mayor que yo 6 o 7 años, y estábamos en la playa, cuando me dijo

Y si cogemos un hidropedal, yo enseguida me apunté y fuimos con uno de esos que tiene tobogán, o como dicen en Malaga chorraera, y cuando estábamos lejos me bajo el bañador y comenzó a tocarme aunque ya estaba yo más que preparado, entonces se quitó la parte de arriba y aparto un poco la de abajo mientras se ponía sobre mi en cuclillas, y me dice ahora que te tengo así no te vas a escapar vas a llenarme toda, chúpate ta que no te puedes mover, y así era no podía moverme del hidropedal ella notaba mientras yo chupaba sus tetas al aire que la podían ver entonces comenzo a decir me vas apreñar porque yo lo digo y empezó a botar más y más fuerte, y su que noto como me corría dentro no paro hasta que se meo del gusto y me dice no quiero no moverme que se quede todo dentro, la verdad que hacía tiempo que no me acordaba de eso
 
A ver qué piense un poquito, me vienen a la cabeza, estar en un local tomando algo con amigos y pareja, empezar a tocarle el culo y darle besos por la oreja, (que le ponía mogollón) y decirle al oído, te quiero follar ya.... Salir del local ir a unas rocas de la playa, y con alguna gente paseando cerca, empezar a metérsela. Al acabar, de nuevo al local...😅😅. Otras veces en el coche en un aparcamiento muy transitado de noche.. en otra ocasión fuera ella apoyada en el maletero y yo dándole... En el rellano de la escalera de su casa... La vecina subiendo al primer piso y nosotros en el segundo.... Sin contar, pajas de adolescente hechas por compañeras de clase en el instituto. Follarme a mi pareja en la sala común del super donde trabajamos... 😉😉😉👍
 
Pues no creo que fuera muy raro por el lugar, pero sí por la situación. Lo cuento:

Siendo adolescentes, mi novia y yo fuimos a pasar el día con mi familia a la casa de campo. Era verano. Un rato después de comer dije que me iba a dar un baño a la piscina. Mi novia se apuntó al plan, pero a nadie más le apetecía, así que se quedaron en la mesa tomando el café y charlando.

Al poco de estar en la piscina, vino mi novia, preciosa con su bikini gris y con su cuerpo delgado, sus pechos redondos y perfectos que asomaban, su culito en forma de corazón invertido... Cuando la vi llegar me dio un calentón brutal y se me puso la polla como el cuello de un cantaor.

Cuando se metió en el agua fui hacia ella y la besé a la vez que le pegué el paquete para que notara mi erección. Su reacción fue de miedo y empezó a intentar disuadirme susurrando para que no nos oyeran:

- ¿Qué haces, tío, estás loco? Tu familia está ahí justo... ¿y si vienen?... Para.

- Ven... solo un poco, ven... - le dije.

- Ni hablar, ¡ya te digo yo que no!

Ella tenía razón y más sentido común que yo. Escuchábamos las voces como si estuvieran al lado, pero no podían vernos. Eso sí, podían aparecer de golpe en cualquier momento y pillarnos.

Ella se alejó nadando como respuesta a mi tentativa. Y yo la perseguí con la polla como una piedra. Pero en cuanto la alcanzaba, ella buceaba y se escabullía. Ese juego comenzó a excitarme más y más cada vez, y a ella también. Era evidente que estábamos los dos como una moto, pero ella quería protegernos de una situación peligrosa y potencialmente muy embarazosa, en todos los sentidos.

Pero me daba igual, así que seguimos con ese juego unos minutos, hasta que estábamos muy cansados de nadar, a la vez que híper-cachondos.

- Venga, solo un beso. Solo un beso - le supliqué.

- No, que no me fío - me dijo sonriendo.

- Venga... - le rogué.

Y entonces su expresión me dio a entender que me esperaba en esa esquina de la piscina, y que no escaparía más. Fui nadando directo, con mi polla actuando de timón. Y allí la abracé para que no escapara, mientras ella se sujetaba para no hundirnos y la besé forzándola a abrir su boca y a dejar entrar totalmente mi lengua en ella, que sabía que la excitaba mucho. En ese momento, sin pensarlo bajé mi mano, aparté su bikini y le metí dos dedos de golpe. Estaba totalmente empapada y era evidente que muy excitada. Separamos nuestros labios y empecé a masturbarla.

- Eres un cabrón, joder... - me espetó mientras jadeaba levemente.

El juego había terminado, y los dos lo sabíamos. Llegados a ese punto y viendo su actitud, yo sabía perfectamente que ya no habría ninguna resistencia, así que cuando la tuve a 100 me bajé mi bañador y dirigí mi capullo a su vulva, para penetrarla.

- Nos van a pillar, si aparecen se va a liar la mundial.

Era verdad. Mis padres, mi hermano, mi abuela... podían aparecer en cualquier momento y pillarnos. Ellos no sabían que ya teníamos relaciones y mucho menos sin protección.

No me importó. Mirándola fijamente a los ojos, forcé su cuerpo a descender y clavarse en mi rabo, duro como una piedra. Esa primera penetración tras el juego de "la cacería" en la piscina fue como tocar el cielo con las manos. Indescriptible. Ella dejó de resistir y de luchar. Ya era mía. Su cálida, húmeda y firme vagina comenzó a succionar mi rabo y a masajearlo, ordeñando mis jugos y animándome a seguir. Y allí, en una esquina de la piscina, me la follé escuchando a mi familia charlar y reír, mientras nuestra libido nos secuestraba la razón y nos hacía arriesgarnos a apostar nuestro futuro a la ruleta rusa de mi esperma. Y otro mes a rezar.
Sigues con ella?
 
En un probador del corte inglés, en un barco viendo glaciares, en unas termas, en una cuneta en la carretera, en un avión, en el mar, en la playa, en terrazas, en la calle.....eso sí, nunca en un coche
 
Atrás
Top Abajo