¿Has pillado a alguna tía meando en la calle?

Es un morbazo, siempre que puedo, en fiestas universitarias, botellones, festivales…sé que puedo pillar a alguna y lo busco. En festivales es una locura
 
mi mujercita

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Que morbazo!!!!! 💦🍆
 
Sii...en mas de una ocacion aqui en mi isla en los carnavales puedes ver culos..chochos y alguna polla es hasta normal nadie se asusta ni se sorprendera.
Aunque a mi particularmente no me pone nada esa situación...cosa distinta es mi mujer que si le gusta o mejor dicho no le importa que la vean orinando...sobretodo en el carnaval de Tenerife claro que ahi con tanto mogollón de gentes nadie se va a fijar y o pasas mas desapercibida. En una ocacion fue a orinar acompañada de un amigo aprovechando que el también tenia necesidad y según me comento nada mas llegar a casa su amigo la vio bien vista tanto cuando se bajó pantalon y braguitas como cuando se las subió ... ( braguitas negras tenia esa noche.... eso si que me pone bastante )🤩
 
Buenas a todos!! Este fin de semana he tenido una experiencia digna de contar.
Fuimos por la noche a Barcelona centro. Vimos un teatro. Al salir del teatro ya la gente estaba bebiendo en los bares y la calle habia cogido un ambiente festivo. Tambien habia juventud de botellon en la calle.
Tenia el coche en un parking y lo cogí. Nos dirigimos a la salida y la puerta se abrió.
Tal cual se abre la puerta empiezo a ver en primer plano un coño depilado meando un chorro potente. Se siguió abriendo la puerta y alli estaba en cuclillas una morena de unos 20 y tantos que al verse enfocada por los faros del coche solo pudo seguir meando y hacer con las manos un gesto de lo siento pero ahora ya que le voy a hacer. En cosa de 10-15 segundos desde que empece a verle el coño ya estaba de pie y marchando azorada.
Dejó a sus pies un gran charco que corria por la bajada del prking para abajo. La verdad que me puse super excitado y cuando llegamos a casa le eche un polvazo a mi mujer sin quitarme la imagen de ese coñito depilado meando.
 
La experiencia más morbosa de este tipo que he vivido es la que conté hace unos días en este mismo hilo, pero quizás no sea la más intensa. Siendo que este es unos de mis fetiches favoritos, hace unos años la vida me regaló una experiencia buenísima que hizo que me aficionara más a ver tías meando en la calle.
Resulta que hace unos años me trasladé por trabajo a una nueva ciudad. Alquilé un pequeño piso junto a un parque grande en el que había, muy cerca de mi casa, un gran pabellón multiusos que se utiliza para todo tipo de eventos (ferias, conciertos, fiestas universitarias, etc.). La cuestión es que al principio no me di cuenta del potencial que tenía el lugar para ver chicas meando en la calle, pero un día, con ocasión de una fiesta universitaria, bajé a la calle y pude ver a algunas tías meando entre coches. Ahí me percaté que mi barrio era una mina para satisfacer mi fetiche, especialmente cuando se celebraba una fiesta universitaria que tenía lugar dos noches seguidas. La fiesta no solía acabar demasiado tarde, como a las tres de la mañana o así, y yo me quedaba despierto y a esa hora bajaba a la calle para ver chochitos y culetes meando. Al principio solía tener cierto pudor de mirar con atención, aunque las tías solían estar tan borrachas que no les importaba eso demasiado. Lo bueno era irse a una zona boscosa del parque, justo junto a la salida del pabellón, donde al acabar la fiesta acudían decenas de tíos y tías a mear junto a los árboles. Lo malo era que la zona, por ser un parque, no estaba muy bien iluminada, pero también es verdad que ahí yo podía pasar más desapercibido. Incluso a veces fingía mear junto a un árbol estratégicamente elegido para ver bien a alguna chica. Con la oscuridad era difícil ver coñitos, pero los culos se podían apreciar decentemente y creo que cada noche veía bien no menos de 10 o 15.
La pena es que ya dejé de vivir allí y ahora con pareja me resulta difícil escaparme para acercarme a este tipo de acontecimientos. A mi pareja no le he contado este fetiche por si le parece raro y sale espantada.
 
Muy buenos días y aprovecho para presentarme: Yo tengo desde hace muchisimos años una predilección especial por pillar tías meando, el mejor sitio para "cazar" son los botellones en parques, fiestas de pueblos o ciudades, facultades universitariaspillar a chavalillas borrachillas yendo solitas o en grupito dirigirse a tapias, matorales...es algo que ya me va acelerando el corazón y ya cuando creen que nadie las ve y bajan bragita o tangita y veo escondido sus culitos y coñitos ya es algo que me pone super cardiaco. A veces incluso me he ocultado en mi propio coche aparcándolo horas antes en alguna zona de botellón y me he puesto morado viendo a las jovencitas meando entre mi coche y el de al lado creyendose a salvo de mirones sin saber que seguramente estaban ante el más perverso jajajaja a pocos centimetros sólo separados por una ventanilla. Me encantan muchos más aspectos del morbo ( a pesar de estar casado me fascina poderosamente ir a espiar parejas follando en coches, bragas usadas o de tendederos...) pero lo iré comentando poco a poco en sus respectivos hilos si los hay y sino creo yo esos asuntos.
Me encanta tu morbo porque es el mio tambien
 
Otra vez, estábamos en las fiestas del pueblo y acompañe a mi novia y sus amigas a mear al descampado y mearon todas delante mia, una de ellas cubría con una chaqueta pero vamos, que los coños se veian igualmente
 
Otra vez, estábamos en las fiestas del pueblo y acompañe a mi novia y sus amigas a mear al descampado y mearon todas delante mia, una de ellas cubría con una chaqueta pero vamos, que los coños se veian igualmente
Me encanta verlas el coñito mientras mean .
 
Otra de las historias que más recuerdo ocurrió hace un par de veranos, en las fiestas de mi ciudad. Fue una muy buena pillada, aunque por desgracia no la pude disfrutar todo lo que hubiera querido.
Resulta que estaba caminando al encuentro de mis amigos, cuando al pasar por una zona tranquila, pero muy cercana a bares de fiesta, justo al llegar a un cruce de calles, me dio por girar la cabeza hacia una bocacalle y ahí, a unos 7 u 8 metros de distancia , vi agachada entre un coche y la pared a una chica meando. Serían las 5 o 6 de la tarde, así que pude verle con buen detalle todo el culo, pues ella estaba de espaldas a mí. Al lado estaba un chico, quizás su novio, pero no parecía importarle mucho que la vieran los que por allí pasaban. Así que yo me detuve para contemplar ese espectáCULO. Y ahí me hubiera quedado hasta que la chica acabara, por eso de no perderme nada y poder verle el culo mejor cuando se levantara, pero justo pasó por allí otro grupo de personas y yo, que estaba allí parado mirando hacia la chica, sentí que estaba quedando muy en evidencia y seguí mi camino.
 
La experiencia más morbosa de este tipo que he vivido es la que conté hace unos días en este mismo hilo, pero quizás no sea la más intensa. Siendo que este es unos de mis fetiches favoritos, hace unos años la vida me regaló una experiencia buenísima que hizo que me aficionara más a ver tías meando en la calle.
Resulta que hace unos años me trasladé por trabajo a una nueva ciudad. Alquilé un pequeño piso junto a un parque grande en el que había, muy cerca de mi casa, un gran pabellón multiusos que se utiliza para todo tipo de eventos (ferias, conciertos, fiestas universitarias, etc.). La cuestión es que al principio no me di cuenta del potencial que tenía el lugar para ver chicas meando en la calle, pero un día, con ocasión de una fiesta universitaria, bajé a la calle y pude ver a algunas tías meando entre coches. Ahí me percaté que mi barrio era una mina para satisfacer mi fetiche, especialmente cuando se celebraba una fiesta universitaria que tenía lugar dos noches seguidas. La fiesta no solía acabar demasiado tarde, como a las tres de la mañana o así, y yo me quedaba despierto y a esa hora bajaba a la calle para ver chochitos y culetes meando. Al principio solía tener cierto pudor de mirar con atención, aunque las tías solían estar tan borrachas que no les importaba eso demasiado. Lo bueno era irse a una zona boscosa del parque, justo junto a la salida del pabellón, donde al acabar la fiesta acudían decenas de tíos y tías a mear junto a los árboles. Lo malo era que la zona, por ser un parque, no estaba muy bien iluminada, pero también es verdad que ahí yo podía pasar más desapercibido. Incluso a veces fingía mear junto a un árbol estratégicamente elegido para ver bien a alguna chica. Con la oscuridad era difícil ver coñitos, pero los culos se podían apreciar decentemente y creo que cada noche veía bien no menos de 10 o 15.
La pena es que ya dejé de vivir allí y ahora con pareja me resulta difícil escaparme para acercarme a este tipo de acontecimientos. A mi pareja no le he contado este fetiche por si le parece raro y sale espantada.
Y cuando tu pareja entra al baño a mear te gusta mirarla ? Yo lo hago aquí en casa a menudo y la pego un buen morreo mientras escucho como la sale el chorro...me pone muy cerdo . Más de una vez la he metido el pollón en la boca
 
Y cuando tu pareja entra al baño a mear te gusta mirarla ? Yo lo hago aquí en casa a menudo y la pego un buen morreo mientras escucho como la sale el chorro...me pone muy cerdo . Más de una vez la he metido el pollón en la boca
Lo he hecho alguna vez, pero no mucho por dos razones. Primero porque a mi pareja no le gusta que la mire cuando está meando, de hecho pocas veces coincidimos en el baño cuando ella se pone a orinar. Para ella, que en otras prácticas sexuales es bastante abierta, el baño es un espacio de intimidad y suele asegurarse de que no entro cuando está meando porque además relaciona ese acto más con la escatología que con nada sexual. Y segundo porque a mí, esto de ver tías meando me pone más en la calle. Y es que a mí lo que más me pone de esto es poder ver a una tía semidesnuda en una situación en la que no esperas verla así. Lo del chorro y la meada es algo secundario. De hecho no me va lo de la lluvia dorada ni nada de eso. No sé si me explico. Digamos que lo de ver tías meando en la calle me produce el mismo morbo que cuando en la playa veo a tías cambiándose para ponerse el bikini y dejan sus tetas o la parte de abajo al aire durante unos segundos. Es el morbo de la desnudez inesperada y casi furtiva.
 
Lo he hecho alguna vez, pero no mucho por dos razones. Primero porque a mi pareja no le gusta que la mire cuando está meando, de hecho pocas veces coincidimos en el baño cuando ella se pone a orinar. Para ella, que en otras prácticas sexuales es bastante abierta, el baño es un espacio de intimidad y suele asegurarse de que no entro cuando está meando porque además relaciona ese acto más con la escatología que con nada sexual. Y segundo porque a mí, esto de ver tías meando me pone más en la calle. Y es que a mí lo que más me pone de esto es poder ver a una tía semidesnuda en una situación en la que no esperas verla así. Lo del chorro y la meada es algo secundario. De hecho no me va lo de la lluvia dorada ni nada de eso. No sé si me explico. Digamos que lo de ver tías meando en la calle me produce el mismo morbo que cuando en la playa veo a tías cambiándose para ponerse el bikini y dejan sus tetas o la parte de abajo al aire durante unos segundos. Es el morbo de la desnudez inesperada y casi furtiva.
Te explicas perfectamente y estoy muy de acuerdo contigo....a veces es más el morbo de lo prohibido y lo que no te esperas encontrar.....el ver un coñito en la calle. Saludos
 
Te explicas perfectamente y estoy muy de acuerdo contigo....a veces es más el morbo de lo prohibido y lo que no te esperas encontrar.....el ver un coñito en la calle. Saludos
Sí, es eso exactamente. Lo de las tías meando en la calle es más por poder un culo o un coño en una situación inesperada. Tiene un morbo tremendo para mí. De hecho una de las situaciones más excitantes de este tipo que he tenido (perdón por desviarme un poco del tema del hilo) ocurrió ya hace unos cuantos años en unas pozas termales naturales y al aire libre que durante un tiempo frecuentamos mis amigos y yo. No quedaba lejos de nuestra ciudad y algunas noches de invierno, pero no muy tarde, íbamos allí a darnos un baño y relajarnos. La mayoría de la gente se metía con bañador o bikini, pero algunas personas se bañaban desnudas. Entre las pocas mujeres que vi allí desnudas, casi todas eran maduritas, que no están mal, pero a mí me ponen más las veinteañeras. Una vez recuerdo a una de unos veintipocos que se bañó en bikini y al salir hizo malabarismos con la toalla para cambiarse. Era de noche y no recuerdo si llegué a ver mucho, pero el morbo de la situación, de poder ver algo inesperado me la puso casi dura.
 
Escribir en este foro me trae a la mente un montón de experiencias que tengo casi olvidadas, así que por reconducir el tema del hilo, voy a contar otra historia muy morbosa que me pasó, que tiene que ver con tías meando en la calle y que contradice un poco mi penúltimo mensaje, ya que el tema pis (no en plan lluvia dorada ni nada de eso, como ya he dicho antes) sí tiene un punto de morbo para mí.
Era la cena de navidad de la empresa y salí de fiesta con los compañeros de trabajo. Ya bastante avanzada la noche decidí irme para casa y dos de mis compañeras decidieron en ese momento que también se marchaban. Así que nos fuimos los tres juntos. Aunque vivíamos en diferentes sitios, nuestros coches estaban todos junto al restaurante en el que habíamos cenado y allí que nos fuimos a cogerlos. Mis compañeras empezaron a decir que tenían ganas de mear, que a ver dónde se ponían a hacerlo. Como para llegar a los coches teníamos que cruzar un parque, allí que paramos todos a mear. El parque lo atravesaba un río, y para separar el río del parque había un pequeño muro, de no más de 50 cm de alto tras el que se pusieron a mear mis compañeras. A mí me hubiera encantado mear junto a ellas, pero ninguno íbamos tan borracho como para que se diera la situación o a ellas les diera igual. Yo, con toda la educación y el respeto para con ellas, me alejé para mear junto a un árbol. Lo más que pude ver al terminar yo mi meada fue sus cabezas asomando por encima del muro mientras estaban agachadas meando.
Seguimos nuestro camino hacia los coches y reconozco que en esos minutos me costó concentrarme en la conversación que llevábamos por lo cachondo que me había dejado la situación, pese a no haber visto nada. Y es que mis dos compañeras eran jovencitas, de vientitantos. La una no era muy guapa, pero tenía el atractivo que casi todas las mujeres de esa edad tienen. Y la otra era un pibón de cuidado, de las tías más atractivas que he conocido en mi vida, quitando las famosas y las de las revistas.
Así que al llegar al coche y me despedí de ellas tuve una idea: volví sobre mis pasos y me acerqué al parque para recoger los pañuelos que habían usado para limpiarse los coñitos y que habían tirado al suelo. Me los llevé a casa y tremendo pajón me hice acercándomelos a la nariz para sentir el olor (no se olía mucho, ni siquiera era un olor desagradable de pis), pero qué pedazo de morbo.
 

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